Aproximación al ausentismo escolar

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TITULO DE LA PONENCIA:
“APROXIMACIÓN AL AUSENTISMO ESCOLAR: Un Estudio de Caso”. Trabajo
presentado a la IX Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales. Unidad
Montevideo 13 – 15 setiembre de 2010.
AUTORAS:
1) Lic. Susana Cerqueiro
Afiliación Institucional: INAU
Correo Electrónico: sac@adinet.com.uy
2) Lic. Susana Guasco
Afiliación Institucional: INAU
Correo Electrónico: susanaguasco@hotmail.com
3) Mag. Carola Rabellino
Afiliación Institucional: INAU
Correo Electrónico: carolarj@dinet.com.uy
RESUMEN:
La investigación toma como objeto de estudio la problemática del ausentismo escolar, desde la
perspectiva de las familias, los/las maestros/as y los/las niños/as. Se realizó con la colaboración
y apoyo de los/las maestros/as de la Escuela Nº 89 de Ciudad del Plata. La misma se desarrolló
en dos etapas. En la primera etapa se aplicó un cuestionario autoadministrado a los/las maestros/
as, con el objetivo de hacer un primer acercamiento al tema y poder delimitar la población
objeto de estudio. En la segunda etapa se entrevistaron a las familias en sus domicilios y a sus
hijos/as en la escuela por parte de la maestra comunitaria.
Al realizar la triangulación de los datos, se apreció que es un problema complejo y de múltiples
causas, que la ubicación de responsabilidades es compartida por distintos actores (escuela,
familias, comunidad local) . También se observa como difiere el discurso de los/las niños/as en
relación al discurso de los adultos, tanto padres como maestros, respecto a los motivos por los
cuales no concurren a la escuela. También nos lleva a pensar que la complejidad del problema
requiere de la participación de todos los actores involucrados para su solución. La incorporación
de la mirada de los/as niños/as aportó elementos que ayudan a tener una mejor comprensión del
problema.
PALABRAS CLAVES:
“AUSENTISMO”, “EDUCACION”, “INFANCIA”
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1. Contextualización
Esta investigación se realizó en la Escuela Nº 89 Juana de Ibarbourou de Ciudad del Plata,
departamento de San José. Esta ciudad se encuentra ubicada sobre el eje de Ruta 1, desde el km.
23, límite con Montevideo, en la zona de Delta El Tigre, al km. 33 en Playa Pascual.
Su población se estima en 35.000 habitantes, integrados en 17 barrios loteados desde la década
de 1960, aunque, en los últimos quince años, hubo un aumento significativo en el afincamiento
de la misma. La misma es muy heterogénea. La mayor parte es originaria de Montevideo,
desplazada por motivos económicos, pero que mantiene su actividad laboral en la capital.
A pesar de que predominan habitantes provenientes del medio urbano, igual se mantienen
algunos rasgos semi-rurales. El grado de conocimiento e interacción entre sus habitantes es
bastante relevante, lo que se aprecia en eventos sociales, sentido de pertenencia y los
sentimientos de solidaridad desarrollados en las distintas Comisiones de Fomento y espacios de
encuentro social. Los habitantes conocen los esfuerzos y las luchas para vivir con mejores
condiciones y se organizan para gestionar recursos que cubran las necesidades de la población.
Lentamente se fueron integrando a la zona instituciones públicas y privadas en el área de la
salud, educación, judicial, recreación, cultura, comunicación, deporte, etc. Recientemente se
inauguró un cuartelillo de bomberos, pero se carece de una dependencia del Banco República,
esencial para el desarrollo local, así como de otras necesidades.
Entre los emprendimientos locales se destacan la existencia de una Red de Lucha Contra la
Violencia Doméstica creada hace tres años, integrada por técnicos y docentes de instituciones
como ASSE - MSP, Escuelas, Liceos y UTU, Caif y Convenios, INAU, MIDES, Poder Judicial,
Intendencia de San José. Recientemente se han integrado vecinos de la zona movidos por la
temática de la violencia familiar. La creación de esta red, surge de la necesidad de unificar
criterios y mancomunar esfuerzos debido a la magnitud de la problemática en la zona,
evidenciada por todas las instituciones y favorecida por el contexto geográfico que eleva niveles
de impunidad. El conocimiento entre los integrantes de la Red y los vínculos de confianza
generados, han facilitado acciones conjuntas para la resolución de situaciones en forma
coordinada lo que va en beneficio de la población.
Cabe agregar, que también existen otras redes referidas al desarrollo local que realizan acciones
tendientes a la obtención de recursos muy necesarios para la zona, como ser la creación de más
escuelas y más liceos; obtención de una ambulancia; una oficina estable de identificación civil,
un hospital público, etc.
También se gestionó una Policlínica para Adolescentes, dependiente del Centro de Salud de la
zona e implementada con el protagonismo de los propios jóvenes, para cubrir necesidades e
intereses de este sector poblacional. En agosto del año pasado, se inauguró el Centro de
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Atención Ciudadana del MIDES, -Oficina Territorial-, donde participa un grupo de técnicos
para la atención de situaciones de violencia doméstica.
2. Fundamentación
Las reiteradas faltas a la escuela por parte de los niños/as, no sólo pone en riesgo la aprobación
del año escolar que cursa, sino que también, puede constituirse en un factor que determine su
alejamiento definitivo del sistema educativo formal. Esta situación puede llevar a la carencia de
acreditaciones académicas, y de la formación básica para acceder a puestos de trabajo, que les
permita cubrir sus necesidades económicas y desarrollarse con autonomía en la sociedad.
Desde diversas concepciones teóricas se ha estudiado la importancia de la escuela como agente
socializador. Según el punto de vista del funcionalismo, por ejemplo, la no asistencia regular a
la escuela, es un factor que puede llevar a que no sea internalizada como una institución de
referencia, es decir, que no la consideren
“... para dar forma a sus conductas y sus
consideraciones.” (Merton; 285:1964). Por lo cual,
al
no integrarla a su proceso de
socialización, no van a internalizar pautas de conducta socialmente aceptadas, lo que
probablemente los va a exponer a situaciones de exclusión social, en los sistemas formales de la
sociedad.
Desde el paradigma de los Derechos Humanos, y los Derechos del Niño, garantizar y efectivizar
el ejercicio pleno de todos los derechos es fundamental para el proceso de desarrollo de los
niños y niñas. En este sentido, todos los derechos deben poder ser ejercidos en forma total e
integral, de acuerdo con el proceso de desarrollo y en el ámbito familiar y social. Es papel del
Estado el garantizar tal ejercicio y el INAU como organismo rector de las políticas de infancia,
tiene como misión el cumplimiento de los mismos para el pleno ejercicio de la ciudadanía de los
niños,niñas y adolescentes. El no cumplimiento de alguno de estos Derechos, plantea que
probablemente se estén vulnerando otros derechos. La educación formal, que es uno de los
derechos explicitados en la Convención de los Derechos de los Niños, aporta a que los niños y
niñas se apropien de los bienes culturales de su tiempo y le da la posibilidad de incrementar su
capital social.
Esta investigación se realiza teniendo en cuenta, además de lo antes mencionado en este
apartado, que durante la intervención en campo que se viene llevando a cabo en la zona, a
partir del CED (Centro de Estudio y Derivación), se han detectado un número significativo de
familias, cuyos hijos/as no asisten regularmente a la escuela.
En el marco de estas intervenciones, se coordinan esfuerzos con la escuela número 89 Juana de
Irbarbourou de Ciudad del Plata. Según datos proporcionados por la misma, en el año 2007
hubo un porcentaje de alrededor del 10% de niños/as con problemas de faltas en ese centro
educativo. Este dato llevó a que la directora se mostrara interesada por saber a qué se debe esa
situación.
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El ausentismo escolar es un problema social, cuyas causas pueden ser intrínsecas o extrínsecas a
la escuela. Pueden estar ubicadas en el ámbito de la familia y ser un emergente de los conflictos
que tenga ésta. El conocimiento de las mismas, es lo que ayuda a visualizar las posibles
problemáticas que tengan las diferentes familias y por ende, elaborar estrategias para la
intervención.
A partir de esta situación procuramos formular algunas preguntas para delimitar nuestro estudio:
¿Cuáles son los motivos por los cuales los niños/as que asisten a la escuela Número 89 Juana de
Ibarbourou, ubicada en Ciudad del Plata, en cualquiera de sus dos turnos, tienen un número de
faltas que los pone en riesgo de perder el año?
¿Cómo perciben los maestros/as las problemáticas de estos niños/as?
¿Cómo visualizan los padres las reiteradas ausencias de sus hijos/as a la escuela?
3. Objetivo general
Aproximarnos a las posibles causas del ausentismo escolar en la Escuela número 89 Juana de
Ibarbourou de Ciudad del Plata.
4. Objetivos específicos
1) Elaborar el perfil de las familias de los niños/as con problemas de ausentismo escolar en
dicha escuela.
2) Identificar la opinión y actitud de las familias en relación al sistema educativo en
general.
3) Conocer las actividades que realiza el niño/a cuando no va a la escuela
4. Población objeto de estudio:
La población objeto de estudio son los niños/as que asisten a la Escuela Número 89 Juana de
Ibarbourou ubicada en Cuidad del Plata, en cualquiera de sus dos turnos, que tienen extra edad
con relación al año de escuela que cursan, que no necesariamente presenten problemas de
aprendizaje y que tengan más de 20 faltas al 30 de setiembre del año que estudiado.
Objeto de estudio:
Conocer y analizar los discursos en relación al problema del ausentismo escolar en la Escuela
Nº 89 Juana de Ibarbourou. No se investiga en este estudio la relación con los temas de
aprendizaje.
Unidades de relevamiento: Los maestros/as, los padres y los niños/as.
La unidad de análisis: el niño/a.
Estrategia metodológica
Esta investigación se realizó en dos etapas consecutivas. En la primera etapa se entrevistaron a
los maestros y en la segunda etapa los entrevistados fueron los padres y los niños/as. Para los
maestros se optó por aplicar un cuestionario autoadminstrado, por la escasez de recursos con
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que se cuenta para la realización de esta investigación y para poder tener la visión de todos/as
los maestros/as acerca de la problemática que se estudia.
La técnica de recolección de datos seleccionada fue la entrevista tanto para los padres como
para los niños/as.
Los espacios físicos en los cuales se realizaron las entrevistas a los padres fueron en sus
domicilios y el que se eligió para los niños/as fue en la escuela. En esta segunda situación, se
buscó tener la voz de ellos/as, en un ámbito dónde no tuvieran las presiones de la presencia de
sus padres, y se pudieran expresar con más libertad.
Las entrevistas a los padres las realizó la Asistente Social que trabaja en el CED y las de los
niños/as la realizó la maestra comunitaria de la Escuela.
Se entendió que las tres perspectivas (maestros/as, padres/madres, niños/as), iban a dar una
mirada más completa de la situación.
Cabe agregar que, las familia y los niños/as entrevistados, son los mismos de los cuales los
maestros proporcionaron datos en el auto administrado.
Análisis de los datos
Los niños/as que integran la población objeto de estudio tenían entre 22 y 82 faltas al 30 de
setiembre de 2007. Por lo cual, teniendo en cuenta que, con aproximadamente 30 faltas se
pierde el año por inasistencias, algunos de ellos/as estaban a punto de perder el año y otros/as ya
lo tenían perdido al momento de la recolección de los datos.
La mayor parte de ellos/as tiene entre dos y más años de edad con respecto a la edad que
deberían tener de acuerdo al año escolar que estaba cursando. Se podría pensar que,
probablemente, en años anteriores también hayan tenido problemas de faltas y, tal vez, a eso se
debe que estén atrasados en la escuela.
Sus edades se ubican entre 7 y 15 años. La mayoría de estos/as son varones (80%) y el 20% son
niñas.
Se les preguntó a los maestros sobre los problemas que presentan estos/as niños/as en la
escuela, a lo cual respondieron que los varones presentan problemas de conducta. Son estos los
que, en general, no acatan las normas de funcionamiento de la escuela, no cumpliendo los
horarios de entrada y salida de clase, ni acatando las directivas del maestro/a, mientras que
ninguna de las niñas tiene estos problemas a juicio de los mismos/as.
Estas respuestas pueden ser el emergente de posibles estereotipos que estén manejando los
maestros/as, que lleven a que vean al varón como más propenso a no adecuarse a las normas de
funcionamiento de la escuela, y a no acatar los límites que le pone una persona en el marco de la
relación educativa.
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Puede ser ésta la razón que determine que, justamente, sean en su mayoría varones los que se
encuadran en la situación estudiada en este texto. Tal vez, esto lleve a que estos niños se sientan
estigmatizados, no se sientan cómodos en el centro educativo y prefieran pasar su tiempo en
otro lado, y por ende, ser una de las posibles causas de que los varones “eligan” no asistir a la
escuela.
Según han manifestado los maestros/as, el problema más frecuente que presentan las niñas, es la
falta de interés. No se interesan por el proceso de enseñanza aprendizaje, haciéndolo manifiesto
con actitudes tales como: no atender en clase, no dar continuidad a los cursos, apatía, etc.
Conductas encuadradas en el no hacer, lo que también, como en el caso de los varones, puede
ser el emergente de una visión sobre la forma de actuar de las niñas, que lleve a que se las
considere más tranquilas que a los varones. Esto puede ser una de las razones por las cuales, es
menos frecuente que una niña falte a la escuela que un varón. Se puede dar la situación de que
la niña se sienta más a gusto y contenida en la escuela, lo que puede ser un factor determinante
de que sus asistencias sean más asiduas a la misma en relación a los varones.
Composición familiar y de género:
La mayoría de los niños/as que conforman la población objeto de estudio de esta investigación,
tienen hermanos/as que presentan un rezago de dos años y más años en relación a la edad que
deberían tener en el año de escuela que está cursando, predominando los hermanos mayores con
rezago escolar. En general, son proporcionalmente menos los niños/as que no presentan
hermanos con atraso escolar.
Lo expresado en el párrafo anterior muestra que existe la posibilidad de que el problema del
ausentismo escolar, pueda tener un componente de transmisión de pautas de conducta y valores
por parte de los padres a los hijos/as, teniendo en cuenta que, en la mayoría de las familias
entrevistadas, casi todos/as los niños/as tienen rezago escolar, que podría llegar a considerarse
como consecuencia del ausentismo escolar, entre otros factores.
Según datos proporcionados por los maestros/as, el 60% de los niños estudiados en este texto,
no tiene hermanos en la escuela, en tanto que el 40% sí los tiene. El no tener hermanos que
concurran al mismo centro educativo, puede ser un factor que incida en el hecho de que el niño/
a no asista asiduamente a la escuela.
Si desagregamos este dato por sexo, se aprecia que, según la información proporcionados por
los maestros/as, todas las niñas que no tiene hermanos en la escuela, son las que tienen el año
perdido por faltas al 30 de setiembre del 2007. Entre las que están a riesgo de perder el año, la
mayoría tiene hermanos en la escuela (67%) y un porcentaje menor no tiene hermanos en el
mismo centro educativo (33%).
En tanto que, todos los varones que están a riesgo de perder el año a la fecha mencionada en el
párrafo anterior, tiene hermanos en la escuela. En tanto que en el caso de los niños del sexo
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masculino que tienen el año perdido por faltas, un poco más de la mitad tiene hermanos en la
escuela (58%), y un poco menos de la mitad, no tienen hermanos en la misma (42%).
Si tomamos en cuenta lo expresado anteriormente, se observa que el hecho de no tener
hermanos en la escuela es un factor que incide más en las niñas que en los varones. De las niñas
que tienen el año perdido por faltas, ninguna tiene hermanos en la escuela, en tanto, que de los
varones que se encuentran en esta situación, son un porcentaje significativamente menor.
.
De los que tienen hermanos en la escuela, en el caso de las niñas, la mayoría están en riesgo de
perder el año por faltas y en el caso de los varones, son los más los que ya tienen el año perdido
por faltas, lo cual responde a una situación más grave aún .
La mayoría de las familias entrevistadas son nucleares. En una proporción menor dentro de
estas familias, el padre no se encuentra conviviendo con el niño/a.
En menor proporción son
familias de tipo compuestas y extendidas, es decir, aquellas
situaciones en las cuales el niño/a convive con personas más allá de sus padres biológicos o con
las que tienen otro parentesco. En estos casos observamos la figura del padre compartiendo la
vivienda con el niño/a y la madre que en pocos casos no convive con los hijos.
Lo expresado en los párrafos anteriores, nos hace presumir que, la no convivencia con el padre
biológico, no es un factor que incida en el ausentismo escolar, teniendo en cuenta que, la
mayoría de los niños/a que componen la población objeto de estudio de esta investigación,
comparten la vivienda con sus padres biológicos.
Casi todos estos niños/as viven con su mamá biológica, lo que lleva a pensar, que la presencia
de la mamá en la casa, no es un factor que ayude a que estos niños/as, asistan asiduamente a la
escuela.
Tamaño de las familias:
La mayoría de las familias entrevistadas son de tamaño grande, es decir integradas por seis y
más personas. La menor proporción son familias de tamaño pequeño, con menos de tres
integrantes y hay una sola que es mediana, que la integran de cuatro a cinco personas.
Lo expuesto en el párrafo anterior, nos hace pensar, que en el caso de las familias entrevistadas,
el tamaño es un factor que podría llegar a incidir en el ausentismo escolar, puesto que la
atención de los padres se debe repartir entre varios hijos/as, o que son situaciones de mayor
vulnerabilidad. Si bien no estudiamos en forma histórica los recorridos de las mismas, llama la
atención el dato del tamaño de estas familias.
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Características de la ocupación de los padres:
Todos los padres que conviven con los niños/as que componen la población objeto de estudio de
esta investigación, trabajan. La mitad de ellos tiene trabajos no calificados y la otra mitad tiene
trabajos calificados. Casi todos trabajan en el ámbito privado y solo uno de ellos lo hace en el
ámbito público.
La mayoría de ellos tiene trabajo formal y permanente. La minoría tiene trabajo zafral informal,
uno de ellos, realiza changas en forma informal. Solo uno de ellos trabaja por su cuenta.
Son padres que se encuentran insertos en el mercado laboral. Las tareas laborales que realizan
son : en la construcción, como serenos o como albañiles, trabajan en empresas de transportes
como choferes, en actividades agrarias, en empresas establecidas como operarios, en la policía o
jubilados.
La mitad de los mismos realiza trabajos para los cuales es necesario tener una previa
capacitación, lo que hace que sea necesario haber transitado por el sistema educativo con algún
grado de éxito. Por lo cual se podría pensar que, por lo menos estos padres, tal vez, no tuvieron
problemas de ausentismo en el nivel primario de enseñanza.
Por otra parte, la otra mitad de los padres realiza trabajos calificados para los cuales no es
necesario tener una previa capacitación. En estos casos, se podría pensar que son personas que
han transitado por el sistema educativo formal sin mayores logros, y esto sería interesante
estudiarlo si tiene que ver con un tránsito con problemas de faltas, extraedad, rezago, falta de
interés, etc.
La mayoría de las madres de las familias entrevistadas trabajan fuera de la casa y son un
porcentaje menor quienes trabajan de forma no remunerada en el cuidado del hogar. Todas
tienen trabajo no calificados y trabajan en el ámbito privado. La mayor parte de ellas realiza
changas en forma eventual y son pocos casos las que poseen un trabajo formal y permanente.
En cuanto a las madres que trabajan, todas realizan trabajos no calificados para los cuales no es
necesario tener capacitación previa. Las actividades laborales que realizan, en su mayoría son
tareas domésticas. Algunas trabajan en empresas establecidas en puestos de operarias. Sería
interesante profundizar en sus recorridos por el sistema educativo formal, si tuvieron problemas
de ausentismo escolar, por ejemplo. Esta premisa es difícil de despistar en tanto el discurso
adulto difícilmente asuma tal situación, por lo cual serían necesarias técnicas cualitativas de
mayor profundización en las historias y recorridos vitales.
En las familias en las cuales las madres se dedican al cuidado del hogar, la mitad de los padres
de las mismas, realiza trabajos calificados y la otra mitad realiza trabajos no calificados.
Cuando tanto el padre como la madre realizan tareas laborales fuera del hogar, se repite la
situación narrada en el párrafo anterior. En la mitad de los grupos familiares ambos padres
realizan tareas no calificadas y en la otra mitad, las madres realizan trabajos para los cuales no
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es necesario tener capacitación previa y los padres realizan trabajos para los cuales sí es preciso
una cierta capacitación previa.
Vemos que al analizar la situación laboral de las madres y de los padres al interior de cada
familia, hay una distribución pareja en cuanto a la realización de tareas calificadas y no
calificadas por parte de los mismos. Por lo que desde esta perspectiva, se podría pensar que,
en el caso de la población objetivo de este trabajo, no hay una relación directa entre el
ausentismo escolar de los niños/as y la situación laboral de los padres.
Nivel educativo de los padres:
En cuanto al nivel educativo de los padres, son los menos los que lograron completar el nivel
primario de enseñanza. Hay una distribución por partes iguales entre los que no terminaron el
nivel primario y los que alcanzaron completar el primer nivel de enseñanza secundaria.
La mayoría de las madres tiene el ciclo primario de enseñanza aprobado. Son las menos
las que no lograron culminarlo y solo una curso el primer año de enseñanza secundaria. En
general son madres que lograron superar primaria con éxito. Situación que lleva a pensar que, lo
más probable, es que no faltaran a la escuela, por lo que puede ser que las pautas de conducta
que le trasmiten a sus hijos, sea la de asistencia asidua a la escuela.
Al analizar el nivel educativo de las madres y de los padres al interior de cada familia, se
aprecia que en la mayoría de los grupos familiares, las madres tienen un nivel educativo menor
al del padre. Son un porcentaje muy pequeño las familias en las cuales el padre tiene un nivel
educativo inferior al de la madre. En uno solo de los grupos familiares ni la madre, ni el padre,
tiene finalizada la escuela.
Teniendo en cuenta lo expresado en los párrafos anteriores, en el sentido de que en la mayoría
de las familias hay situaciones de padres o de madres, y en algunos casos ambos han culminado
con éxito la escuela, se podría presumir que, probablemente, le trasmitan a sus hijos la pauta de
conducta de asistencia a la escuela.
Actividades que realiza el niño cuando no asiste a la escuela
Al preguntarle a los padres que hacen los niños/as cuando no van a la escuela, la mayoría
respondió que se quedan en la casa, mirando TV, o jugando. Otros respondieron que van a casa
de amigos, o que realizan tareas laborales para un vecino, cuidando caballos, o ayudan en el
cuidado de la quinta. Dice una madre: “Se queda acá conmigo, yo tengo una quinta y me ayuda.
No sale.”
Una madre manifestó que se va a jugar a la pelota a la cancha que está detrás de la escuela, a la
cual se supone debe asistir.
Al analizar los datos desde la perspectiva de lo que hacen los niños/as cuando no van a la
escuela, queda de manifiesto una permisividad por parte de los adultos, en cuanto a la no
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asistencia de sus hijos/as al centro educativo. Por lo que, tomando en cuenta lo verbalizado por
los padres y madres de los niños/as que integran la población objeto de estudio de este texto, da
a pensar que le trasmiten a los mismos/as la pauta de conducta de no asistencia a la escuela,
debido a que les permiten quedarse en la casa o ir a jugar a otro lado, o a trabajar, en vez de
buscar la forma de que vayan a la escuela.
Desde la perspectiva laboral y educativa de estos padres y de estas madres, tal como se expresó
anteriormente, se puede presumir que los mismos y las mismas tienen internalizada la pauta de
conducta de asistencia a la escuela, pero desde sus discursos se puede pensar que no es esto lo
que le trasmiten a sus hijos.
Preguntados los niño/as qué hacen cuando no van a la escuela, los mismos/as respondieron que
se quedan en la casa jugando, que se van a jugar a otra parte (a casa de amigos, a la plaza, etc.),
se quedan cuidando a sus hermanos o van al médico.
En la mayoría de los casos hay cierta coincidencia entre lo expresado por los padres y los niños/
as respectos a las actividades que realizan cuando no van a la escuela. Una de las niñas expresó
que se debe quedar en la casa cuidando a los hermanos más chicos, mientras que sus padres
dicen que no va, porque no tienen quien la lleve. Uno de lo varones expresó que falta a la
escuela porque no lo llevan. Sus padres dicen que no va porque se porta muy mal en el centro
educativo y que a veces la madrastra no lo puede llevar porque tiene problemas físicos y no
quieren que la hermana mayor se haga cargo de él.
En el discurso de la mayoría de los niños/as se pone de manifiesto la permisividad
de los padres ante sus reiteradas ausencia a la escuela, lo cual concuerda con lo expresado
por los padres, en el sentido de que los dejan que se queden en la casa o saben que están en
otro lado sin ir a la escuela. Se vuelve a plantear la presunción de que estos padres y estas
madres, trasmiten a sus hijos ciertos grados de permisividad en cuanto a la no asistencia a la
escuela.
Cabe agregar que, la mayoría de los niños/as entrevistados/as manifestaron que sus
padres no le dicen nada cuando faltan a la escuela, los menos expresaron que sí los rezongan.
Este es un elemento más que nos hace presumir la actitud de tolerancia ante las faltas de sus
hijos a la escuela.
Retomando lo que se expresó anteriormente, de que los hermanos de los niños/as estudiados en
este texto, en su mayoría presentan rezago escolar, se reafirma la presunción anteriormente
desarrollada.
Todos los padres y las madres entrevistados/as consideran que es importante que sus hijos/as
asistan a la escuela, para que puedan tener una inserción laboral que les permita tener un nivel
de vida aceptable para nuestra sociedad, o para que puedan seguir estudiando. Debemos tener
presente que sus hijos/as tienen un número de faltas a la escuela que los pone en peligro de
perder el año y algunos/as de ellos/as, ya los tienen perdido.
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Se constata un discurso contradictorio en los padres y en las madres entrevistados/as, los cuales
por un lado manifiestan que toleran que sus hijos/as se queden en sus casas en vez de ir a la
escuela y por otro lado, expresan que es importante la asistencia a los centros educativos, para
tener una inserción laboral que les permita cubrir sus gastos o para que adquieran hábitos de
seguir estudiando.
Las consideraciones que expresan las madres y los padres entrevistados/as referidas a la opinión
que les merece el sistema educativo en general, son diversas. La mayoría de los adultos
entrevistados tienen una opinión positiva sobre el mismo; expresaron que es bueno para los
niños/as y que es lo que les permite adquirir las habilidades necesarias para tener una inserción
laboral que les permita cubrir sus necesidades económicas. Dice una madre: “Si, porque que
van a ser el día de mañana, Tienen que aprender. A hacer algo, porque hoy o mañana van a
limpiar pisos, yo no quiero eso para mis hijos.”
Otros tienen un concepto negativo; al manifestar su opinión lo hacen diciendo que hay
problemas, que los niños/as aprenden menos que antes, que hay problemas, que los maestros/as
faltan. Dice una madre: “No te enseñan, hay cosas como que no le pone un poco más de
empeño. Como que más voluntad de las maestras. Ahora nomás el nene está con una locura
bárbara porque le cambia la maestra falta 4 o 5 días y está con eso de que no sabe con que
maestra le toca.”
Algunos padres se refieren a que es algo obligatorio que se debe hacer. Habla una madre: “Es
necesario y es útil, es algo que hay que hacerlo Para algo están, son las reglas de la vida que
se pusieron.”
Algunos los menos, por alguna razón, no dieron respuesta.
Como se aprecia en el párrafo anterior, las opiniones de los adultos entrevistados son diversas.
Se dividen entre perspectivas positivas, negativas acerca de la asistencia a la escuela y
perspectivas que remiten a la obligatoriedad o el cumplimiento.
La opinión de los niños/as.Al preguntarle a los niños/as respecto a qué es lo que más los motiva para ir a la escuela, los
mismos/as en su mayoría manifestaron razones referidas al proceso de aprendizaje que realizan
en el centro educativo. Por ejemplo un niño de siete años que cursa primero dice: “Hay que
venir, sino tenés muchas faltas y después sos un burro”. Los menos expresaron razones
relacionadas con los compañeros y el juego. Otro niño de doce años de edad que cursa cuarto
año dice: “Estudiar no es, me gusta como es venir acá con mis compañeros y eso”.
Respecto a lo que menos les gusta de ir a la escuela, los niños/as, en su mayoría expresaron
razones referidas a situaciones de violencia que se presentan en el centro educativo, sea
referidas a las agresiones de las cuales son víctimas por parte de sus compañeros/as o actitudes
de puestas de límites por parte de los maestros en forma verbal fuerte. Dice un niño de trece
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años de edad que cursa sexto año de escuela: “Por los gurises que pelean y todo eso”. Una niña
de diez años de edad que cursa quinto año, expresa que lo que menos le gusta es: “Cuando las
maestras rezongan y se ponen enojadas”. En menor medida expresaron razones referidas al
estudio. Un niño de doce años de edad que cursa cuarto año: “Porque no me gusta estudiar.”
Retomando lo expresado en los párrafos anteriores, respecto a lo que más les gusta a los
niños/as de la escuela, se aprecia que en su mayoría, son razones relacionadas con el
aprendizaje. En cuanto a lo que menos les agrada de la escuela, las razones que expresaron en
mayor parte, están referidas a situaciones de violencia.
Familias y prestaciones sociales.La mayoría de las familias no reciben beneficios de ninguna institución pública y/o privada. No
reciben prestaciones monetarias ni en especies, que le impongan como requisito para seguirlas
recibiendo, que manden a sus hijos/as a la escuela. Por lo que, en la mayoría de los casos, no
hay coacción social para que manden a los niños/as a estudiar. Cabe agregar que, la mayoría de
los hijos/as de estas familias, ya tenía el año perdido por faltas al 30 de setiembre del 2007.
La minoría de las familias entrevistadas cobran asignación familiar y a pesar de ello, y que la
escolarización de los hijos/as es un requisito para cobrarla, igual están omisos en esta
obligación. Sus hijos/as, se encuadran en la situación de los niños/as que están riesgo de perder
el año por faltas a la misma fecha.
A partir de lo expresado en los dos párrafos anteriores, se puede pensar que, el recibir un
beneficio, sea en dinero o en especies, que tenga como contraprestación el mandar a los niños/as
a la escuela, no es un factor que contribuya la asistencia asidua a los centros educativos. Si bien
son las familias que reciben prestaciones por parte del Estado, las que tiene sus hijos/as en
riesgo de perder el año por faltas, esto muestra, que aunque reciben el beneficio, igual hay una
tendencia a garantizar el cumplimiento del derecho a la educación de sus hijos/as.
Motivos por los cuales el niño/a no concurre a la escuela
Opinión de los padres:
Según el discurso de los padres y de las madres entrevistados/as, al preguntarles por qué sus
hijos/as faltan a la escuela, respondieron que las mismas se deben en algunos casos, a que los
niños se sienten grandes y por eso, prefieren quedarse durmiendo o ir con sus amigos. En otros
casos, manifiestan que los niños les mienten a sus padres, diciendo que no van porque la
maestra no asiste a la escuela. Alguno dicen que como no los pueden llevar, prefieren que no
vayan, por los riesgos que implica el transitar por la ruta. Otros alegan razones de enfermedad, o
que no tienen dinero para comprar la merienda. Hay una sola familia entrevistada que planteó el
problema del traslado del niño a al escuela. Viven en una zona en la cual hace muy poco que
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hay transporte colectivo, por lo que el niño debía caminar muchas cuadras para ir a la escuela,
por calles de barro, que cuando llueve se vuelven difíciles de transitar.
La perspectiva de los maestros
Según expresaron los maestros/as entrevistados/as, la principal razón por la cual los niños/as
faltan a la escuela, es por problemas familiares, pero ninguno/a, aclaró qué tipo de problemas
son. Otras razones que llevan a que los alumnos/as no asistan asiduamente al centro educativo,
son por tener que quedarse a cargo de su casa, salir con sus mayores cuando los mismos
trabajan.
El no tener motivos para faltar, según los maestros/as entrevistados/as, es una situación que se
presenta en varios /as de los alumnos/as de este centro educativo.
Al desagregar los datos por sexo, se aprecia que casi la mitad de los varones tienen problemas
familiares. Son los menos los
que se quedan a cargo de su casa, tienen problemas de
comunicación, o salen con sus mayores cuando van a trabajar. Los que faltan sin motivo, según
expresan los maestros/as, son sólo varones.
Las razones por las cuales las niñas no asisten asiduamente a la escuela, según expresan los
maestros/as entrevistados/as son, en la mayoría de los casos el tener problemas familiares y en
el menor de los casos, el quedarse a cargo de su casa. Estas son las dos únicas razones
expresadas.
Retomando lo expresado anteriormente al hacer referencia a los problemas que los niños/as
presenta en la escuela, se aprecia aquí nuevamente, la posible existencia de estereotipos en los
docentes, que lleven a que perciban de manera diferente las causas de ausencia de varones y de
las niñas.
Son los varones los que en su totalidad tienen problemas de conducta en la escuela y los que
faltan sin razón. En cambio son las niñas, las que no presentan problemas de conducta en la
escuela y las que en su totalidad no asisten asiduamente al centro educativo, por razones
relacionadas con sus familias, sean problemas familiares o que queden a cargo de las casa.
La perspectiva de los niños/as:
Según expresan los niños/as sus reiteradas faltas a la escuela se deben a que, tienen que ir al
médico, no tienen quien los lleve a la escuela, se tienen que quedar cuidando a sus hermanos, se
quedan dormidos, se aburren, no les gustan las peleas. Un niño no expresó la razón de su
ausentismo escolar.
Si desagregamos estos datos por sexo, se observa que, son niñas las que no asisten asiduamente
al centro educativo por tener que cuidad a sus hermanos o por tener que ir al médico. Los
varones faltan porque no les gustan las peleas con sus compañeros dentro de la escuela, se
quedan dormidos, se aburren, no tienen quien los lleve a la escuela.
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Las niñas solo expresan razones referidas a su familia, en cambio los varones, expresan razones
referidas a la escuela y a la falta de atención a los mismos por parte de sus familias (se queda
dormido, no tiene quien lo lleve).
En síntesis, la pregunta de las razones o motivos para no asistir a la escuela son múltiples y
muestran la complejidad del tema que se plantea. Las perspectivas de las respuestas según sean
los padres, los docentes o los niños tienen alguna variación propia de la situación desde la cual
se transita el faltar o ausentarse de la escuela.
Se podría decir que los maestros ubican el tema fuera de la escuela básicamente, y lo sitúan en
las familias, o no encuentran los motivos para que se produzca tal situación. Podría pensarse que
desde el rol de educador, la imposibilidad de atender el problema más allá del aula. Lo cual
muestra la necesidad de complementar su mirada con las percepciones de las familias y el
barrio, que deberían ser tenidas en cuenta para la atención integral de los niños/as.
Las familias tampoco parecen reconocer la situación en su totalidad, con las consecuencias que
trae para los niños/as. En el discurso se valora la educación y la institución escolar, pero los
recursos movilizados por la familia no son suficientes para sostener la asistencia diaria a la
escuela.
En el mismo sentido, las respuestas de los niños/as podrían estar influenciadas por el discurso
del grupo familiar, y seguramente con técnicas de tipo cualitativo, permitirían conocer más en
profundidad las opiniones de estos niños/as. Las respuestas podrían enriquecerse para obtener la
opinión de quienes son especialmente vulnerados en sus derechos por la omisión de sus adultos
responsables.
Cabe agregar, que se realizó la presentación de los resultados de la investigación en Ciudad del
Plata a organizaciones públicas y de la sociedad civil, en el año 2009. A partir del conocimiento
de esta información, se formó una red para realizar acciones tendientes a modificar la situación
del ausentismo escolar, integrada por organizaciones de la sociedad civil e instituciones de la
zona. Esta red partió de los resultados de la presente investigación, analizando sus componentes
a fin de la comprensión de este complejo fenómeno social y proponer pequeñas y grandes
estrategias para minimizar los porcentajes del ausentismo escolar que vulneran derechos
esenciales de los niños/as.
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Referencia:
1) Battyany, Karina. 2004. Cuidado Infantil y trabajo. ¿Un desafío exclusivamente femenino?,
Montevideo: CINTERFOR.
2) Berger y Lukmann. 1994. La construcción social de la realidad, Buenos Aires: Amorrortu
editores.
3) Bauman, Zygmunt. 2007. Modernidad líquida, Argentina: Fundación de Cultura
Económica.
4) Gallino, Luciano. 1995. Diccionario de Sociología, México: Siglo Veintiuno Editores.
5) Merton, Robert. 1964. Teoría y estructuras sociales, México: Fundación de Cultura
Económica.
6) Paredes, Mariana. 2003. Los cambios en la familia en Uruguay: ¿Hacía una segunda
transición demográfica?, Montevideo: Udelar/UNICEF.
7) Retamoso, Alejandro (coord). 2008. Monitor Educativo Enseñanza Primaria, Estado de
Situación 2007. Montevideo: ANEP/ CODICEN Departamento de Investigación y
Estadística Educativa.
8) Scherzer, Alejandro. 1994. La Familia. Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental
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