Efecto de la Proporción de Proteína del Alimento sobre Parámetros de Crecimiento del Pacú (Piaractus mesopotamicus) a Distintas Temperaturas. Ortiz, Julio C. - Bechara, José A. - Domitrovic, Hugo A. Instituto de Ictiología del Nordeste. Facultad de Ciencias Veterinarias. UNNE Sgto. Cabral 2139 - (3400) Corrientes - Argentina Tel.: +54 (03783) 425362 int. 152 - Fax: +54 (03783) 425753 int. 111 - E-mail: inicne@vet.unne.edu.ar ANTECEDENTES Entre los factores limitantes más importantes para la producción de pacú, Piaractus mesopotamicus (Holmberg, 1887) en la región Nordeste de la Argentina se encuentran las bajas temperaturas de invierno y los relativamente altos porcentajes de proteína necesarios para el crecimiento. En varias experiencias en estanques a cielo abierto llevadas a cabo en la zona, se ha observado una disminución importante, o inclusive una detención del crecimiento a temperaturas inferiores a los 20°C, las cuales son comunes durante períodos de dos a tres meses en invierno (Jacobo et al., 1992; Fortuny, 1992; Roux y Bechara, 1998; Bechara et al., 1997). Por otra parte, para especies emparentadas con el pacú, los alimentos balanceados con bajos porcentajes de proteína bruta (< 25%) resultan en tasas de crecimiento muy bajas, si se comparan con porcentajes más elevados (>35%) (Khola et al., 1992; Roubach y Saint-Paul, 1994). No obstante, el costo del alimento con alto tenor proteico puede hacer poco rentable la producción a escala comercial y favorecer el deterioro de la calidad del agua del estanque. Además, se ha demostrado que el aprovechamiento de la proteína por parte de los peces disminuye considerablemente a bajas temperaturas (Hepher, 1993). Por lo tanto, las necesidades proteicas están determinadas por factores ambientales, y no sólo por la calidad del alimento. Finalmente, aunque la utilización de proteína de soja luego de extraídos los aceites (expeller) es una alternativa interesante para la producción por su bajo costo y disponibilidad en el mercado, esta leguminosa presenta el inconveniente de poseer componentes antinutricionales (inhibidores de la tripsina) que limitan la cantidad que puede ser usada en el alimento sin llegar a afectar el crecimiento y el estado sanitario de los peces (Jobling, 1994); asimismo, en el proceso de extracción de los aceites, se produce la reacción de Maillard entre los grupos amínicos de los aminoácidos y los grupos aldehídos de los hidratos de carbono, que influyen muy desfavorablemente en la digestibilidad de algunos aminoácidos, sobre todo de la lisina (Steffens, 1987). El principal objetivo del presente trabajo fue evaluar la tasa de crecimiento de juveniles de pacú alimentados con tres niveles de proteína en dos rangos de temperatura con el fin de hallar un nivel de proteína cercano al óptimo para el crecimiento para las distintas condiciones térmicas a lo largo del año. M ATERIALES Y MÉTODOS Los trabajos se llevaron a cabo en las instalaciones de piscicultura de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA El Sombrero, provincia de Corrientes. A tal fin se emplearon seis tanques de fibra de vidrio de 500 litros de capacidad con aireación y renovación permanentes de agua (2.500 litros por día). Se utilizó un sistema de tanques para evitar el consumo de alimento natural (algas, macrófitos o invertebrados) por los peces, que podría enmascarar los resultados. En cada uno de los seis tanques empleados, se introdujeron cinco ejemplares seleccionados al azar de un estanque excavado en tierra ubicado en las mismas instalaciones. Posteriormente, se asignaron cada uno de los tres niveles del tratamiento (porcentajes de proteína del alimento del 23, 35 y 45% en peso seco), a dos tanques seleccionados al azar. El alimento consistió en comprimidos a base de expeller de soja, harina de carne, maíz, suplementos vitamínicos, minerales y aminoácidos esenciales. Dicho alimento se suministró en exceso a los peces a un 10% de su peso, representando una ración de saciedad aparente (Hepher, 1993) dividido en dos entregas diarias. Las experiencias tuvieron duraciones de 78 y 42 días, para las bajas y altas temperaturas respectivamente, intervalo determinado por un aumento de peso cercano al 50% de la biomasa inicial para ambos ensayos, realizándose el primero entre los meses de septiembre y noviembre de 1998 y el segundo entre los meses de marzo y abril de 1999. Se midió dos veces por día la temperatura del agua y quincenalmente se evaluó el pH, la concentración y saturación de oxígeno disuelto, así como la conductividad del agua, empleando electrodos previamente calibrados. Todos los peces de las experiencias se pesaron y midieron quincenalmente para evaluar el crecimiento. Se realizó un análisis proximal de Weende de los alimentos suministrados (proteína bruta, cenizas, grasa, y humedad). Para analizar los resultados de crecimiento se empleó la tasa de crecimiento específica, g, que corrige por diferencias de tamaño entre los ejemplares asignados a los tratamientos (Hepher, 1993). Los datos de crecimiento se compararon mediante un análisis de la varianza (ANOVA) a dos factores: uno en parcelas divididas en el tiempo (mediciones de tasa de crecimiento) y otro un tratamiento completamente aleatorizado (tres niveles de proteína). En las comparaciones se empleó un nivel de significación estadística con una probabilidad, p, para α del 0,05. DISCUSIÓN DE RESULTADOS Como se indica en la Tabla 1, las variables de calidad de agua se mantuvieron dentro de registros aptos para la vida de los peces y no difirieron mayormente entre tanques. Se observaron únicamente diferencias del orden del 23,5% de saturación en las concentraciones de oxígeno disuelto entre ambos ensayos. Por otra parte, no hubo una asociación definida entre el nivel de proteína del alimento, la biomasa total de peces por tanque y las concentraciones de oxígeno (Tabla 1) Tabla 1. Valores medios de algunas variables físicas y químicas del agua (n=) y de la biomasa y el crecimiento de los peces por cada nivel de tratamiento (n=10). Nivel de tratamiento Rangos de temperatura Temperatura del agua (°C) 23% 35% 45% Bajo 21,7 Alto 23,4 Bajo 21,8 pH 7,1 7,4 7,1 7,4 Conductividad (µS cm-1) 459,8 470,6 461,2 % saturación de oxígeno 86 66,2 Oxígeno disuelto (mg l-1) 8,2 Peso medio inicial (g) Alto 23,4 Bajo 21,7 Alto 23,4 7,1 7,3 520,6 460,3 470,5 87,1 63,4 87,2 69,4 6,6 8,4 6,1 8,8 6,3 46,579 42,257 47,682 38,629 46,4 41,636 Biomasa inicial (g) 465,79 422,57 476,82 386,29 464 416,36 Biomasa final (g) 644,67 663,03 799,74 643,53 667,62 563.71 Ganancia de peso (%) 38,4 56,9 67,72 66,59 43,88 35,39 Si bien puede observarse que los peces alimentados con 35% de proteína bruta en ambos casos obtuvieron mejores tasas de crecimiento que aquellos alimentados con 23 y 45% (Figs. 1 y 2), el índice de crecimiento, g, no mostró interacciones estadísticamente significativas entre los tratamientos experimentales tanto en el período de bajas temperaturas (F=3,37; p<0,17; g.l.=2,8) como en el período de altas temperaturas (F=0,88; p<0,49; g.l.=2,4). Las diferencias observadas tendieron a disminuir con el tiempo, especialmente en el ensayo con altas temperaturas, hecho que quedó determinado principalmente por un aumento en la tasa de crecimiento específica en los niveles de 23 y 45% de proteína bruta en relación al tratamiento con 35%, en el cual la tasa de crecimiento fue decreciendo a través del tiempo (Fig. 2). 0,080 0,070 0,060 0,050 g 0,040 0,030 0,020 0,010 0,000 -0,010 25/09/98 05/10/98 15/10/98 25/10/98 04/11/98 14/11/98 24/11/98 fecha 23% 35% 45% Figura 1. Evolución temporal del índice de crecimiento específico, g, en los distintos tratamientos aplicados en bajas temperaturas. 0,080 0,070 0,060 0,050 g 0,040 0,030 0,020 0,010 0,000 -0,010 15/03/99 25/03/99 04/04/99 14/04/99 fecha 23% 35% 45% Figura 2. Evolución temporal del índice de crecimiento específico, g, en los distintos tratamientos aplicados en altas temperaturas. En un trabajo similar (Bechara et al., 1997), la prueba de la ureasa sugirió la presencia de inhibidores de la tripsina y/o quimotripsina, pues los tests efectuados con los tres tipos de alimento dieron todos resultados positivos. Aunque en el presente estudio no se determinó la presencia de inhibidores, puede suponerse que al tratarse de alimentos del mismo origen, dichos inhibidores también se hallaban presentes. Por lo tanto, es de suponer que los alimentos con un mayor nivel de soja (35-45%) contenían una mayor proporción de inhibidores, ya que la contribución del expeller de soja en la composición del alimento aumentó con el nivel proteico. CONCLUSIONES Los resultados del presente trabajo no permiten demostrar que los alimentos con alto contenido de proteína dan mejores tasas de crecimiento, tanto a bajas como a altas temperaturas. Las tasas obtenidas con niveles proteicos del 45% son similares a las logradas con alimentos conteniendo la misma proteína pero al 23%. Sin embargo, los resultados del presente estudio se asemejan a los obtenidos por Bechara et al. (1997), quienes obtuvieron diferencias estadísticamente significativas en una experiencia similar. Esto nos permite concluir que aumentando la potencia de pruebas futuras y disminuyendo el error de tipo II, se podrán obtener mejores resultados en cuanto a su significación estadística. Por lo tanto, con este tipo de alimento es preferible suministrar a los peces niveles de proteína cercanos al 35%, siempre y cuando la composición del mismo no contenga una elevada proporción de soja. Asimismo, las modificaciones patológicas que pueden generarse en el tracto digestivo y glándulas anexas debido al alto contenido de expeller de soja en la alimentación podrán ser precisadas a partir de los análisis histológicos del aparato digestivo, que actualmente se están realizando a fin de comparar la estructura del intestino y del hepatopáncreas de peces alimentados con distintas proporciones de soja. AGRADECIMIENTOS A las autoridades de la Estación Agropecuaria INTA El Sombrero, Corrientes, por facilitar las instalaciones para llevar a cabo las experiencias. Al Dr. Miguel Acosta Sosa por la elaboración de los alimentos balanceados empleados en la presente experiencia. Al Ing. Aldo Bernardi y a la Prof. Cecilia Longoni de Meabe por la realización de los análisis bioquímicos de alimentos. Este trabajo fue financiado parcialmente con fondos aportados por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste mediante el Proyecto de Investigación y Desarrollo (PID) N° PI-293. BIBLIOGRAFÍA BECHARA, J., M.E. VARELA y M.C. MARTÍNEZ. 1997. Evaluación empírica de la tasa de consumo de invertebrados y de alimento complementario en juveniles de pacú (Piaractus mesopotamicus). Revista de Ictiología 5:23-35. FORTUNY, A. 1992. Experiencias de cultivo de pacú, Piaractus mesopotamicus, (Pisces, Serrasalmidae). Primeros ensayos en Argentina. Publicaciones de la Comisión Administradora del río Uruguay. Serie Técnico-Científica 1:25-29. HEPHER, W. 1993. Nutrición de peces comerciales en estanques. Limusa, México. 406 p. JACOBO, W.R., M.C. MARTÍNEZ y F. A. REVIDATTI. 1992. Cultivo experimental de Pacu, Piaractus mesopotamicus (Holmberg, 1887), en el noroeste de la provincia de Corrientes, Argentina. Revista de Ictiología 1:93-98. JOBLING, M. 1994. Fish bioenergetics. Chapman and Hall Fish and Fisheries Series N° 13. Londres. 309 p. ROUBACH, R. y U. SAINT-PAUL. 1994. Use of fruit and seeds from Amazonian inundated forests in feeding trials with Colossoma macropomum (Cuvier, 1818) (Pisces, Characidae). Journal of Applied Ichthyology 10: 134-140. ROUX, P. y J. BECHARA. 1997. Cría de pacú en el norte de la provincia de Santa Fe (Argentina) utilizando sistemas semi-intensivos. Revista de Ictiología 6: 65-72, Corrientes. STEFFENS, W.1987. Principios fundamentales de la alimentacion de los peces.Zaragoza, España. 275 p.