KOINONÍA 3: HERMANOS DE UNA MISMA FAMILIA “Nada humano me es ajeno” ANTES DE LA REUNIÓN: La persona que esté a cargo de la reunión debe pedirle a cada miembro de la comunidad que lleve un recorte o impresión de una noticia, actual o vieja, que para ellos signifique una razón de rabia, de tristeza o de indignación. El encargado/a de la reunión debe llevar algunas de más por si acaso a alguien le falta, para asegurarse del debido funcionamiento de la actividad de la Koinonía. (Habrá ejemplos al final de la pauta) 1) Oración inicial: - Encender una vela, hacer silencio y ponerse en presencia del Señor. - Leer este extracto del libro de Felipe Berríos sj, “En todo amar y servir”: “Conversando sobre la confesión, una universitaria me decía que ella no practicaba el sacramento de la reconciliación porque en realidad ella no sabía de qué confesarse. Sinceramente, ella no tenía conciencia de haber hecho algo malo. Medio en risa y medio en serio me decía: «No he matado a nadie, ni he robado, ni he cometido adulterio, digo la verdad, no lo deseo a nadie el mal, a veces me enojo, pero, siendo honesta, no tengo la conciencia intranquila por nada». Después de conversar sobre su vida, me di cuenta de que era una chiquilla buena que no hacía el mal. Cumplía con sus deberes de estudiante universitaria, cooperaba en su casa, era buena amiga de sus amigas y amigos, tenía buenas intenciones y deseos, iba a misa todos los domingos, etc. Pero mientras la escuchaba me acordaba de la frase del Padre Hurtado: «Es bueno no hacer el mal, pero es muy malo no hacer el bien». Traté de explicarle la diferencia entre no hacer el mal y en buscar hacer el bien. Pero fue muy difícil que me entendiera. No se le pedía que sólo fuera buena, sino que también hiciera el bien, que incluye lo anterior pero que me obliga a mucho más y me compromete con los otros. Le propuse que leyera todos los días el diario, que se informara de lo que pasaba en la cultura, en la política, en la economía. Que se interesara por cuáles eran los problemas de los más pobres, de la clase media, de las regiones, de los pensionados, etc. Que ubicara los campamentos en Santiago, que los visitara; que conversara con quien hace el aseo en la universidad, y le preguntara dónde vive, cuánto gana, cuántos hijos tiene, qué estudian, cuáles son sus problemas, etc. Que también acompañara a alguien enfermo a algún consultorio público. Por último, que hiciera una lista con todas sus cualidades, con todas sus amistades y parientes, con todas las posibilidades que tiene de servir y ayudar, con todo lo que ella puede hacer… y si aun después de todo eso todavía siente que nada intranquiliza su conciencia, entonces tal vez tenga razón, y no necesite practicar la confesión.” - Compartir y conversar en torno a las siguientes preguntas: ¿Cuántas oportunidades de amar y servir desperdiciamos día a día? ¿Cuántas conciencias adormecemos con el dicho «Quien nada sabe, nada teme»? 2) Desarrollo: a) Cada uno debe presentar las noticias que trajo, explicar de qué se trata y qué le llamó la atención, qué le pasa frente a esta noticia, en qué medida le afecta esto en su propia vida cotidiana. Luego, la pone al centro de la reunión. b) Luego, cada persona comparte su opinión/sentir/reflexión con respecto a alguna noticia, o tema evocado desde alguna noticia, de las que sus compañeros expusieron. c) ¿Quiénes son las personas directamente afectadas por cada una de las noticias expuestas? ¿Las conocemos? d) ¿Por qué estas realidades deberían importarnos? Considerando que hay muchas problemáticas de las que no somos capaces de hacernos cargo. Frente a estas preguntas, algunos temas darán más discusión y reflexión que otros. El guía debe mediar la conversación, pero no cortarla. Dejar que la conversación siga los sentires de la comunidad frente a los temas. 3) Cierre: A modo de conclusión, se lee la siguiente frase del Padre Alberto Hurtado: “¿Qué tengo que ver con la sangre de mi hermano?, afirmaba cínicamente Caín, y algo semejante parecen pensar algunos hombres que se desentienden del inmenso dolor moderno. Esos dolores son nuestros, no podemos desentendernos de ellos. Nada humano me es ajeno. Hay dos mundos demasiado distantes: el de los que sufren y el de los que gozan, y deber nuestro es recordar que somos hermanos y que en toda verdadera familia la paz y los sufrimientos son comunes.” Dar un momento para que cada uno ponga frente a Dios una palabra o frase que le haya quedado de la reunión. Tomarse de las manos, y juntos rezar un Padre Nuestro teniendo presentes a todos nuestros hermanos y hermanas que hoy sufren, haciéndonos parte de su dolor, como en una familia. Ejemplos de noticias http://www.latercera.com/multimedia/galeria/2010/12/683-27985-7-mortal-incendio-en-carcelde-san-miguel.shtml http://www.emol.com/noticias/economia/2013/07/08/607941/tribunal-suspendecondicionalmente-y-por-un-ano-proceso-en-caso-solusion-de-farmacias.html http://werken.cl/pdi-realiza-violento-allanamiento-en-presencia-de-ninos-en-comunidadmapuche-conomil-epuleo/ http://www.dt.gob.cl/1601/w3-printer-98691.html http://www.lanacion.cl/noticias/pais/iglesia/juan-barros-asumio-como-obispo-de-osorno-enmedio-de-manifestaciones/2015-03-21/113044.html