UN POCO DE LUZ ACERCA DE LA HALITOSIS. Dámaso Infante Pina Especialista en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Con cierta frecuencia los pediatras son consultados acerca del “ mal olor de boca “ en los niños. El termino correcto, para definir dicho mal olor del aliento, es : halitosis. La respuesta suele ser vaga y la culpa suele recaer sobre una supuesta mala higiene bucal. La consulta, puede ser debida a que los padres desean descartar que dicho síntoma puede tener relación con alguna patología o bien simplemente desean la solución del síntoma que resulta desagradable, sobre todo si se trata de adolescentes. Solución que en muchas ocasiones no llega ya que suele ser inexistente la información sobre el tema en los tratados clásicos de pediatría. En ocasiones la halitosis mantenida e intensa puede ser síntoma de alguna patología que conlleva un aumento de proteínas ricas en amonio y grupos sulfuro, como diabetes, enfermedades hepáticas, pulmonares, renales, o gástricas. El síntoma halitosis, como manifestación de patología ha cobrado importancia debido a ser frecuente en la infestación por Helicobacter Pylori. Una vez que la bacteria se ha establecido en la mucosa gástrica, es capaz de liberar numerosas enzimas, siendo la ureasa la más característica de ellas. Esta enzima posee la propiedad de desdoblar la urea en iones amonio y CO2 . Estos iones amonio pasan al intestino delgado donde los compuestos volátiles con sulfuros ( CVS ) son absorbidos, y posteriormente eliminados con el aire alveolar ( halitosis pulmonar ), otros radicales serán eliminados por la orina. Así pues el clínico deberá tener en cuenta 1 la investigación de infección por Helicobacter Pylori ante el síntoma de halitosis asociado a dolor epigástrico o cuadro de dispepsia gástrica. Determinadas sustancias como el ajo, cebolla, chocolate, pimientos, y especies diversas, son productoras de CVS, no sólo a nivel bucal sino también en el intestino delgado, donde son absorbidos, y posteriormente eliminados con el aire alveolar, es decir, se tratará también de una halitosis pulmonar, no bucal. En estos casos se trata de halitosis pasajeras, que no suelen ser objeto de consulta. La mayoría de las veces, la halitosis, no suele asociarse a situaciones patológicas complejas y se debe principalmente a la presencia en la cavidad bucal de compuestos volátiles de sulfuro (CVS). Los principales CVS son: sulfuro de hidrógeno (H2S), metilmercaptano (CH·-SH), sulfuro de dimetilo [(CH3)2S], y disulfuro de dimetilo (CH3-S-S-CH3) (1). Estas moléculas son el producto final de la actividad metabólica de bacterias anaerobias estrictas sobre aminoácidos que contienen grupos sulfuro (azufre), como la cistina, la cisteína y la metionina, procedentes de la degradación de proteínas y péptidos (2). La mayoría de los estudios indican que el proceso de actividad metabólica es llevado a cabo por la microflora anaerobia en el dorso posterior de la lengua. Las fisuras y papilas mucosas presentes en esta zona favorecen la creación de un ambiente donde la concentración de oxigeno es más baja y donde los microorganismos están protegidos del efecto de limpieza de la saliva. Las características cualitativas y cuantitativas de la saliva también influirán de una manera decisiva, dado que esta secreción aporta en parte nutrientes para el metabolismo de la flora anaerobia. Así pues podríamos decir que un cierto grado de halitosis puede ser considerado fisiológico. En la boca residen unas 300 especies distintas con muy diversa capacidad de utilización de los nutrientes que les llegan. En el dorso posterior de la lengua, 82 especies son 2 capaces de producir H2S a partir de la cístina y 25 producen CH3SH del substrato metionina, lo cual quiere decir que la dieta y el tipo de proteína influirán determinantemente. Diversos experimentos in vivo han demostrado que las especies de Phorphyromonas Gingivalis, Prevotella intermedia, Prevotella Loeschii, Bacteroides Forsythus y Treponema Denticola, son las más activas en la producción de CVS (3). Todas estas especies bacterianas han sido también implicadas como agentes causales de enfermedad periodontal, debido a su actividad en proteasa y colagenasa, dos importantes factores de virulencia (4). Diferentes parámetros como el pH bucal, dependiente en parte de la saliva, el PO2, forma en que se presenta el oxígeno, y el potencial redox, tienen un papel fundamental en el metabolismo bacteriano y condicionan el tipo de microflora que puede colonizar la cavidad bucal, con la consecuente repercusión sobre el nivel de halitosis. Cuando la higiene dental no es adecuada durante la acumulación de la placa dental, se produce una reducción de la concentración de oxígeno, por las bacterias gram positivas, y del potencial redox, lo cual favorece el crecimiento y el metabolismo de los microorganismos gram negativos productores de CVS. Los CVS, además de producir un olor desagradable, tiene efectos nocivos sobre las encías, contribuyendo a la reacción inflamatoria, a la alteración de la permeabilidad de la membrana celular, favoreciendo todo ello la enfermedad periodontal. Existen estudios que correlacionan los parámetros de medida de la halitosis, concentraciones de CVS, inflamación periodontal, características de la superficie de la lengua y presencia de actividad enzimática similar a la tripsina de las bacterias que colonizan los pliegues linguales (4). Por tanto, un tratamiento eficaz debería ir encaminado al desplazamiento de las poblaciones bacterianas hacia 3 microorganismos gram positivos aerobios, a la disminución de la actividad enzimática bacteriana y la reducción del número total de bacterias. El diagnóstico lógicamente es organoléctico y consiste en comprobar el mal olor de boca del paciente. En la actualidad existe la posibilidad de medir los CVS mediante cromatografía y se consideran patológicos niveles por encima de 200 ppb ( partes por billón); las halitosis severas suelen estar por encima de 500 ppb. La halitosis, puede darse en cualquier individuo, suele ser transitoria, presente sólo esporádicamente, en ciertos momentos del día, y después de situaciones muy concretas, como por ejemplo, matutina antes de la higiene dental o como consecuencia de comer ciertos alimentos con mayor índice de aminoácidos productores de CVS, como por ejemplo el queso (5). La halitosis patológica es continua a lo largo del día y secundaría al hecho ya comentado del aumento de la microflora gram negativa bucal. Distintos factores la pueden aumentar como: mala higiene dental, ortodoncia, caries, boca seca, ingesta de algunas drogas colinérgicas como los antidepresivos u otros que conlleven disminución de la secreción salivar, beber poca agua y el ayuno. Diferentes compuestos como la clorhexidina, el zinc y el cloruro de cetilpiridinio han demostrado ser efectivos en la reducción de las concentraciones de CVS; existen en el mercado diferentes colutorios que los contienen aisladamente o en combinación. En la halitosis permanente debemos insistir en una higiene bucal adecuada y a poder ser con una pasta dental que contenga clorhexidina, corrección de las caries si existen, empleo de limpiador lingual para las glositis y los enjuagues por la mañana y por la noche con 4 colutorios ya preparados. Un remedio eficaz, por mi recomendado, consiste en efectuar gorgorismos con agua oxigenada (en dilución 2 / 10 partes de agua). Es importante tener presente que para muchos adolescentes padecer mal aliento representa un trauma psicológico, que se puede traducir en una baja autoestima y una sensación de aislamiento y rechazo social. BIBLIOGRAFIA 1.- Sanz M, Zabalegui I, Gonzalez J. Halitosis oral.ROE 1996;1(2):97-104. 2.- Persson S, Edlund MB, Claesson R,Carlsson J. The formation of hydrogen sulfide and methil mercaptan by oral bacteria. Oral Microbiol Immunol 1990;5:195-201. 3.- De Boever EH, Loesche WJ,. Assesing the contribution of anaerobic microflora of the tongue to oral malodor. J Am Dent Ass 1995;126:1384-1393. 4.-Bosy A, Kulkarni GV, Rosenberg M,McCulloch CAG. Relationsship of oral malodour to periodontitis. J Periondotol 1994;65:37-46 5.-Suarez F, Springfield J, Furne J, Levitt M. Differentiation of mouth versus gut as site of origen of odiferous breath gases after garlic ingestion. Am J Physiol 1999;276:425-430. 5