LAS BASES DE LA NUTRICIÓN SEPTIEMBRE 2004 La nutrición es la ciencia que estudia los fenómenos fisiológicos y las reacciones del organismo a la ingestión de alimentos y al comportamiento alimenticio de un individuo o población. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 1 Sumario Sumario: 2 1- Energía y kilocalorías 3 2- Proteínas y aminoácidos 4 3- Lípidos y ácidos grasos 6 4- Carbohidratos y azúcares 8 5- Fibra dietética 9 5.1- Fibra soluble 5.2- Fibra insoluble 5.3- Fibra y cáncer colorrectal 9 9 9 6- Minerales y oligoelementos 10 7- Vitaminas hidrosolubles y liposolubles 13 7.1- Vitaminas hidrosolubles 7.2- Vitaminas liposolubles 13 14 8- Radicales libres y antioxidantes 17 9- RDA, DRI: recomendaciones nutricionales de EE UU 18 Bibliografía 19 Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 2 1- Energía y kilocalorías: La energía se expresa en kilojulios o en kilocalorías (o kcal, más común en alimentación). Define el valor de un alimento como «combustible» para el cuerpo tras la ingestión. La energía proviene de los lípidos (9 kcal/g), las proteínas (4 kcal/g) y los hidratos de carbono (4kcal/g), así como del alcohol (7 kcal/g). El balance energético es la diferencia entre el aporte y el gasto energético. Un balance energético es equilibrado cuando el gasto de energía es igual al aporte de energía: Gasto > Aporte (Balance deficitario) => pérdida de peso Aporte > Gasto (Balance excedentario) => aumento de peso El aporte de energía proviene de la alimentación, por lo que es variable. El gasto de energía es la suma de: - La tasa metabólica basal (la energía gastada en reposo, necesaria para mantenerse con vida: respiración, digestión, ritmo cardiaco…). - El gasto en termorregulación: la energía requerida para mantener la temperatura corporal a 37°C. - El gasto derivado de la actividad física (el único sobre el que se puede influir de forma voluntaria). Las necesidades energéticas son diferentes según la edad, el sexo, la actividad… Por debajo de las 1.500-1.600 kilocalorías al día para un adulto, una dieta es desequilibrada y está falta de vitaminas y minerales. Las necesidades energéticas pueden ascender a más de 5.000 kilocalorías al día para determinados atletas: en las etapas de montaña del Tour de Francia o durante las jornadas de prueba de vela en las zonas frías y agitadas de los Rugientes Cuarentas y los Furiosos Cincuentas. El aporte más habitual para una población adulta en nuestro clima se sitúa entre las 1.800 y las 2.800 kilocalorías al día. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 3 2- Proteínas y aminoácidos: Las proteínas y los aminoácidos son compuestos nitrogenados. Las proteínas son moléculas grandes, formadas a partir de veinte aminoácidos. Las proteínas de nuestro organismo (proteínas musculares, colágeno, enzimas, hormonas…) se renuevan constantemente. La cantidad de proteínas presentes en el cuerpo varía en función de muchos factores (edad, sexo, ejercicio físico…). En un adulto sano de 70 kg, la cantidad de proteínas es de 11 kg aproximadamente. Los aminoácidos son los bloques constructores de proteínas. Veinte de ellos participan en el desarrollo de nuestras proteínas, enganchándose los unos a los otros como perlas formando un collar. De entre los veinte aminoácidos, nueve se consideran esenciales. Aunque son indispensables para el desarrollo de las proteínas, el cuerpo no puede producirlos y, por tanto, deben aportarse a través de la alimentación. Son la histidina, la leucina, la isoleucina, la valina, la lisina, la metionina, la fenilalanina, el triptófano y la treonina. Las necesidades de proteínas son mayores en niños que en adultos en relación a su peso ya que los primeros fabrican sus músculos y desarrollan sus órganos (hígado, intestinos, corazón, estómago…) en época de crecimiento. Entre los 3 y los 10 años, las necesidades proteínicas son de 0,9 g por kg de peso corporal al día. Un niño de 15 kg necesita 13,5 g de proteína al día (alrededor de 70 g de carne o pescado al día) y un niño de 30 kg necesita 27 g de proteína al día (aproximadamente 135 g de carne o pescado al día). En adultos en buen estado de salud y sin problemas renales, les necesidades son del orden de 0,8 g de proteína por kg de peso corporal al día y representan del 10 al 15% del aporte energético total. En los alimentos, las proteínas se encuentran en productos de origen animal: En una ración de adulto: Carne, pescado: 20% de proteínas 30 g Huevos: 12% 12 g Leche: 3,2% (1/2 descremada UHT) 6,5 g Camembert: 21% 6,3 g Yogur: 4% 5g pero también en productos de origen vegetal: Tofu (soja): 11,5% Garbanzos: 9% Alubias cocidas: 7% Guisantes: 6% Habas: 5% Maíz: 3% Pasta: 4,5% Barra de pan: 8% Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 11,5 g 9g 14 g 12 g 10 g 3g 9g 12 g 4 Estos valores muestran que es extremadamente fácil superar las cantidades de proteína necesarias (56 g al día para una persona de 70 kg, 44 g al día para una de 55 kg). El exceso de ingesta de proteínas se excreta por los riñones, copando enormemente su actividad. Este exceso también puede causar una enfermedad llamada gota, a menudo precursora de la artritis. Por el contrario, la falta de proteínas provoca patologías a menudo asociadas a los nutrientes que las acompañan: carencia de hierro o calcio, por ejemplo. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 5 3- Lípidos y ácidos grasos: Los lípidos son necesarios para el organismo, tanto como reserva de energía como como componentes de las membranas celulares. Son los compuestos alimenticios más energéticos, con 9 kcal por gramo de lípidos. Los lípidos están compuestos en su mayoría por la familia de los ácidos grasos, constituidos principalmente por triglicéridos y fosfolípidos, así como por la familia de los esteroides (colesterol), las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y otros terpenos como el mentol. Los lípidos tienen una función de almacenamiento de energía en el organismo (triglicéridos), así como de formación de las membranas celulares (fosfolípidos, colesterol) y como precursores de otras moléculas reguladoras de las funciones celulares. La cantidad de lípidos en el organismo es muy variable de un individuo a otro, al contrario que las proteínas y los hidratos de carbono, que tienen valores comparables. Las tasas más bajas de lípidos se encuentran en los atletas de resistencia, particularmente los corredores de maratón, cuya grasa corporal puede permanecer por debajo del 5% del peso corporal y que está entre el 12 y el 25% en un individuo de peso normal. Los ácidos grasos son compuestos químicos lineales que pueden o bien no contar con doble enlace (ácido graso saturado o AGS), o contar con él (ácido graso monoinsaturado o AGMI) o con varios enlaces dobles (ácido graso poliinsaturado o AGPI). Los ácidos grasos saturados son sintetizados por el organismo humano y están presentes principalmente en los alimentos de origen animal. Los AGS no tienen todos el mismo valor nutricional. Algunos tienen una función de formación de los fosfolípidos y triglicéridos de reserva o de la estructura de ciertas membranas de los nervios, como la mielina. Otros, si están presentes en exceso, tienen una función hipercolesterolémica y son, por lo tanto, un factor importante de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Finalmente, el ácido butírico, producido en el organismo por la degradación de fibras, es un inhibidor de la proliferación tumoral. Los ácidos grasos monoinsaturados representan el mayor porcentaje de ácidos grasos ingeridos y el AGMI más abundante cuantitativamente es el ácido oleico, que se encuentra principalmente en el aceite de oliva pero también en algunas grasas animales (grasa de oca). Se utilizan como fuente de energía y los encontramos en los triglicéridos de repuesto que mantienen los fluidos a temperatura corporal. Los ácidos grasos poliinsaturados son los más importantes en nuestra dieta desde un punto de vista cualitativo ya que algunos, al no ser sintetizados por el organismo, se denominan esenciales. Son el ácido linoleico (C18: 2, n-6) y el ácido alfa-linolénico (C18: 3, n-3). Las dos funciones principales de los AGPI son la formación de membranas y su fluidez y la síntesis de los mediadores específicos. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 6 Funciones fisiológicas específicas de los AGPI de la familia de los omega 6 (n-6): función reproductiva, integridad de la epidermis, función plaquetaria (coagulación de la sangre), regulación de lípidos en sangre (colesterol), sistema inmunitario e inflamatorio. Funciones fisiológicas específicas de los AGPI de la familia de los omega 3 (n-3): funciones relacionadas con la visión, el sistema nervioso, regulación de la tasa de triglicéridos en circulación. Los AGPI n-6 pueden entrar en competencia con los AGPI n-3, por ello es importante respetar una proporción de 5 a 1 entre estas dos familias. Los AGPI se encuentran principalmente en los aceites vegetales y también en las grasas de origen animal: familia n-6: aceites de cacahuete, nuez, soja, girasol, maíz, semillas de uva. familia n-3: aceite de colza, aceite de nuez, aceite de soja, pescados (especialmente los de mares fríos). Una dieta equilibrada debe contener una cantidad de lípidos comprendida entre el 30 y el 35% del aporte energético total (AET): por debajo del 30%, el equilibrio de ácidos grasos ya no está garantizado; más del 35% supone un riesgo importante de almacenamiento de grasa en el cuerpo. La distribución recomendada es: Ácidos grasos saturados: 8% del AET Ácidos grasos monoinsaturados: 20% del AET Ácidos grasos poliinsaturados: 5% del AET, con una relación de 1/5 entre el ácido alfalinolénico (n-3) y el ácido linoleico (n-6). El procesamiento industrial de los alimentos a veces altera la estructura química de los AG insaturados, convirtiéndolos en una versión “trans”. Este formato aumenta el contenido en colesterol LDL y, por tanto, el riesgo de enfermedad cardiovascular. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 7 4- Carbohidratos y azúcares: La familia de los carbohidratos incluye azúcares simples (mono y disacáridos) y polisacáridos o azúcares complejos. La fibra dietética forma parte de la misma familia pero será objeto de un capítulo aparte debido a que desempeña funciones específicas en el organismo. Principales hidratos de carbono: Monosacáridos: glucosa, galactosa, fructosa Disacáridos: sacarosa (azúcar), lactosa Polisacáridos: celulosa, almidón, inulina, glucógeno Los hidratos de carbono se caracterizan por su índice glucémico, es decir, su capacidad para aumentar la tasa de glucosa en sangre. Índice glucémico bajo (<50) (preferencial en la dieta): fructosa, lactosa, cereza, manzana, pera, melocotón, pomelo, pan de salvado, pasta, garbanzos, guisantes, lentejas, alubias, leche, yogur Índice glucémico intermedio (entre 50 y 74): sacarosa, kiwi, plátano, mango, piña, zumo de naranja, pan de centeno, arroz, patatas nuevas, remolacha, zanahoria, patatas fritas “chips”, pizza, pastelería, bollería, helados Índice glucémico alto (>75) (a limitar en la dieta): miel, glucosa, maltosa (cerveza), sandía, copos de maíz y otros cereales preparados, barra de pan, arroz de cocción rápida, colinabo, patatas fritas, puré de patata, gofres, habas Una dieta equilibrada comprende entre el 50 y el 55% de las necesidades energéticas de hidratos de carbono (de 1.000 a 1.100 kcal en una dieta equilibrada de 2.000 kcal). Por tanto, han de ingerirse al menos 250 gramos de hidratos de carbono al día. Su papel es el de carburante. Los hidratos de carbono ingeridos se convierten en glucosa, que proporciona energía. La glucosa es el único combustible del cerebro, así como del cristalino y la retina. Los otros órganos funcionan ya sea con glucosa o con energía procedente de lípidos (grasa). Los carbohidratos se almacenan en muy pequeñas cantidades en el cuerpo en forma de glucógeno. El glucógeno se encuentra en el hígado y en los músculos pero esta reserva energética (alrededor de 2.500 kcal por 600 g) es baja en comparación con la grasa corporal (11 kg, 100.000 kcal): su energía se utiliza durante el ayuno nocturno (glucógeno del hígado), así como durante los primeros momentos del ejercicio físico (hígado + músculos) hasta que las reservas en forma de grasa se movilizan, lo que se produce después de entre 20 y 45 minutos de esfuerzo según el estado de forma y las reservas de glucógeno del individuo. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 8 5- Fibra dietética: La fibra dietética es un compuesto glucídico no digerible por el organismo: se compone esencialmente de productos de origen vegetal tales como la celulosa, las pectinas, los carragenanos, las gomas o el almidón resistente. Se clasifican igualmente como fibra compuestos tales como los oligosacáridos (FOS), los productos microbianos (xantano) y los compuestos de cáscara de crustáceo (quitina). Con excepción de la lignina, son polisacáridos, complejos y de gran tamaño. Son especialmente hidrófilos. Distinguimos entre la fibra soluble (pectinas, glucanos, gomas, fibra de algas...) e insoluble (celulosa, lignina, almidón resistente...), que tienen propiedades fisiológicas diferentes. La fibra se encuentra principalmente en cereales, verduras y frutas. 5.1- Fibra soluble: La fibra soluble, al absorber el agua intestinal, forma un gel que recubre la pared del intestino, disminuyendo la absorción de ciertos nutrientes como la glucosa, los ácidos biliares (productos de la degradación del colesterol en el hígado) y el colesterol. De esta forma, el nivel de glucosa en sangre disminuye y existe un efecto hipocolesterolémico. Estos mecanismos probablemente explican el efecto preventivo contra enfermedades cardiovasculares observado en algunos estudios clínicos. La fibra soluble se encuentra en algunas frutas (manzana, pera, uva, melocotón, albaricoque...), algunas verduras (endibia, cebolla, brócoli, repollo, zanahoria, nabo...), las legumbres y la avena. 5.2- Fibra insoluble: La fibra insoluble, al absorber el agua intestinal, aumenta el volumen de las heces, lo que permite un mejor tránsito y la dilución de los ácidos biliares. La fibra insoluble se encuentra principalmente en el salvado de trigo, los cereales y el arroz integral, las verduras (espárragos, remolachas, zanahorias, guisantes, espinacas...) y la fruta sin pelar (manzana, pera). 5.3- Fibra y cáncer colorrectal: Par fermentar, la fibra produce ácidos grasos de cadena corta, tales como el butirato, que tienen efectos favorables en diferentes partes de la cadena diferenciadora de las células sanas de las cancerosas. Además, la acción de la fibra sobre los ácidos biliares, ya sea por dilución, por inhibición de la absorción intestinal o por la inhibición enzimática de la transformación de los ácidos biliares primarios, protege la mucosa intestinal de su ataque. La mayoría de los estudios asocian la protección contra el cáncer colorrectal a un consumo significativo de fibra. Las recomendaciones son de 30 g al día, de los cuales entre 10 y 15 g deben ser de fibra soluble, mientras que el consumo en Francia es de aproximadamente 17 g al día. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 9 6- Minerales y oligoelementos: Les principales minerales se clasifican en: Macroelementos: sodio (Na), potasio (K), cloro (Cl), calcio (Ca), fósforo (P) y magnesio (Mg). Oligoelementos: hierro (Fe), zinc (Zn), cobre (Cu), manganeso (Mn), yodo (I), selenio (Se), cromo (Cr), flúor (F) y molibdeno, cobalto, silicio, vanadio, níquel, boro y arsénico. Su presencia en el cuerpo varía entre más de 1 kg de calcio y menos de 1 g de algunos oligoelementos tales como el cobalto o el cromo. Además de en sus funciones específicas, la mayoría de los minerales intervienen en baja concentración en fenómenos vitales como activadores de enzimas, reguladores o conductores. Calcio: El calcio es el mineral con mayor presencia en el cuerpo, en tanto que constituyente de los huesos (99% del calcio del cuerpo). Proporciona rigidez y solidez al esqueleto así como dureza a los dientes. El ser humano constituye su masa ósea durante las primeras etapas de la vida: la niñez, la adolescencia y los principios de la vida adulta. Después de los 20-25 años, ya no existe aumento en las cantidades de calcio. Es, por tanto, durante la infancia, y especialmente entre los 10 y los 14 años, que la ingesta de calcio en la dieta es primordial. Después de los 50 años para las mujeres y algo más tarde para los hombres, la masa mineral de los huesos disminuye y debe ser compensada por un aporte importante de calcio en la dieta para evitar el riesgo de fracturas osteoporóticas (vértebras, cadera o muñeca). La ingesta de calcio se proporciona en su mayoría por los productos lácteos: 300 mg de Ca = 2 yogures 250 ml de leche 30 g de queso Beaufort 300 g de queso fresco Las verduras y algunas aguas minerales son fuentes de aporte complementarias. Por ejemplo, las verduras pueden completar entre un 10 y un 30% de las necesidades: las espinacas, la col, las judías verdes o el diente de león son fuentes de calcio significativas. 300 mg de Ca = 150 g de espinacas + 150 g de judías verdes + 150 g de ensalada de col/apio o 150 g de brócoli + 1 alcachofa + una ensalada de diente de león. Fósforo: El fósforo está principalmente ligado al calcio de huesos y dientes en forma de fosfato de calcio. El cuerpo contiene aproximadamente 700 g. También actúa como constituyente de células y membranas biológicas (fosfolípidos), como activador de enzimas y como agente del metabolismo energético (ATP). El fósforo se encuentra en muchos alimentos y la ingesta media en Europa supera con creces las necesidades. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 10 1/3 proviene de la ingesta de carne, pescado y huevos 1/3 de la leche y los productos lácteos 1/3 de las verduras, cereales y frutas La relación Ca/P en la dieta debe ser mayor que 1: dadas las fuertes cantidades de fósforo que se ingieren, es importante asegurarse de que los aportes de calcio sean óptimos. Magnesio: Su función principal es la de activador de numerosas enzimas. La mitad del magnesio del cuerpo se encuentra en los huesos y es parcialmente móvil, pero las cantidades no son comparables a las de Ca y P. El cuerpo contiene 25 g de magnesio. Los alimentos que lo contienen en mayor cantidad son las verduras, los cereales enteros, los frutos secos y las legumbres. Sodio: El sodio se combina generalmente con el cloro para resultar en cloruro de sodio o sal. El sodio se usa para transmitir los impulsos del tejido nervioso y muscular y para el equilibrio osmótico de las células y de los fluidos extracelulares. La relación entre el consumo de sal y la presión arterial sigue siendo controvertida. Un sujeto con buena salud tiene necesidad de sal en cantidades razonables. Esta cantidad está entre los 5 g y los 12 g al día, preferiblemente entre 6 y 8 g al día. 1 g de sodio consumido es equivalente a 2,5 g de sal. Ejemplo de aporte en la dieta: Sal, 1g 10 aceitunas Jamón ahumado, 40g 1 rebanada de pan con chocolate 15 g de queso Roquefort ½ litro de leche 30 g de pan blanco 400 mg de sodio 600-900 mg 650 mg 400 mg 240 mg 220 mg 150 mg Potasio: El potasio es necesario para el funcionamiento de muchas enzimas y para mantener el volumen de células y su metabolismo. Se encuentra en la mayoría de los alimentos y su carencia es rara. Las frutas, las verduras, la carne, la leche y el cacao son particularmente ricos. Hierro: En el organismo, el hierro está presente en una cantidad de 4 gramos. Se encuentra en los glóbulos rojos para transportar oxígeno y en los músculos. Participa también en el funcionamiento de numerosas enzimas. En la dieta, el hierro se encuentra en la carne y el pescado (25% del hierro consumido) y en verduras, cereales y productos lácteos (75% del hierro consumido). El hierro de la carne y el pescado se absorbe mejor que el hierro vegetal. Sin embargo, es la estructura de la comida la que define la absorción del hierro consumido: el hierro vegetal se absorbe mejor cuando se combina a lo largo de la comida con carne, pescado o vitamina C. Se absorbe peor en presencia de taninos, determinadas fibras, fitatos, calcio... Si las reservas Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 11 de hierro en el organismo son bajas, el hierro de origen vegetal se absorberá mejor por el organismo para compensar el déficit más rápidamente. Necesidades de minerales de la población francesa (ANR, 3ª edición) Ca P Mg Fe Zn Cu F I mg mg mg mg mg mg mg μg 1-3 años 500 360 80 7 6 0,8 0,5 80 4-6 años 700 450 130 7 7 1 0,8 90 7-9 años 900 600 200 8 9 1,2 1,2 120 10-12 años 1200 830 280 10 12 1,5 1,5 150 13-15 años ♂ 1200 830 410 13 13 1,5 2 150 13-15 años ♀ 1200 800 370 16 10 1,5 2 150 16-19 años ♂ 1200 800 410 13 13 1,5 2 150 16-19 años ♀ 1200 800 370 16 10 1,5 2 150 ♂ adulto 900 750 420 9 12 2 2,5 150 ♀ adulta 900 750 360 16 10 1,5 2 150 ♂ > 65 años 1200 750 420 9 11 1,5 2,5 150 ♀ > 65 años 1200 800 360 9 11 1,5 2 150 ♀ embarazada 1000 800 400 30 14 2 2 200 ♀ madre lactante 1000 850 390 10 19 2 2 200 p. > 75 años 1200 850 400 10 12 1,5 2 150 Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE Se μg 20 30 40 45 50 50 50 50 60 50 70 60 60 60 80 Cr μg 25 35 40 45 50 50 50 50 65 55 70 60 60 55 - 12 7- Vitaminas: Hay 13 vitaminas, que se dividen en dos familias: Las vitaminas hidrosolubles: B1 tiamina B2 riboflavina B3 o PP ácido nicotínico o nicotinamida B5 ácido pantoténico B6 piridoxine B8 biotine B9 ácido fólico B12 cobalamina C ácido ascórbico Las vitaminas liposolubles: A retinol, beta caroteno (provitamina A) D colecalciferol (D3), ergocalciferol (D2) E tocoferoles K filoquinona (K1), menaquinona (K2) 7.1- Vitaminas hidrosolubles: son las vitaminas del grupo B y la vitamina C. Son solubles en agua. Se encuentran mayoritariamente en alimentos ricos en agua, como las frutas y las verduras, así como en los cereales (B1) y la carne (B12). B1: tiene una función esencial en el metabolismo de los carbohidratos y del alcohol. Es sensible a la luz (UV), a la humedad, a las bases y al calor. Sus principales fuentes son los cereales (salvado y germen), las legumbres y las levaduras. Su deficiencia, o beriberi, se conoce desde la antigüedad. B2: participa en el funcionamiento de numerosas enzimas metabólicas de la energía. Es sensible a la luz y a las bases. Está presente en cantidades significativas en la levadura, el hígado, los productos lácteos y las setas, aunque también en algunas carnes. Su carencia es rara. B3 o PP: interviene en el metabolismo de los carbohidratos, los ácidos grasos y los aminoácidos. Es una vitamina estable que se encuentra en la levadura, la carne y el pescado, las setas, las legumbres y los cereales enteros. Su carencia se manifiesta por la pelagra, que implica muchos síntomas clínicos tales como pérdida de peso, dermatitis, estomatitis, diarrea, demencia o anemia. Esta enfermedad es común en las poblaciones que se alimentan casi exclusivamente de maíz, sorgo o mijo (África, India) y en casos de alcoholismo crónico. B5: la vitamina B5 está presente en la dieta en forma de un precursor que se llama coenzima A. Está implicada en la composición de numerosos intermediarios del metabolismo, en la degradación de la glucosa, de los ácidos grasos y de ciertos aminoácidos, y también en la síntesis de ácidos grasos en ACP. Se encuentra en la mayoría de los alimentos pero tiene poca presencia en frutas y verduras. Su carencia es excepcional. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 13 B6: está implicada en el metabolismo de los aminoácidos como coenzima de un centenar de enzimas. Es relativamente estable y las pérdidas más importantes están relacionadas con su solubilidad en agua durante la cocción. La levadura, el germen de trigo y la carne son los alimentos más ricos en vitamina B6. Luego vienen los productos lácteos y los cereales. Las verduras son pobres en vitamina B6, excepto la coliflor y las judías verdes, que la contienen significativamente (20% del CRA aproximadamente). B8 o biotina: esta vitamina es una coenzima de cuatro enzimas que participa en el metabolismo de los carbohidratos, los lípidos y algunos aminoácidos. Es relativamente estable y los alimentos que más la contienen son el hígado, los riñones y la yema de huevo. B9: la mayor parte del ácido fólico o vitamina B9 está presente en los alimentos en forma de poliglutamatos, comúnmente llamados folatos. Es muy sensible a la oxidación y el ácido ascórbico le protege. También es sensible a la luz y el calor. Desempeña un papel fundamental en la formación del tubo neural del feto en las primeras semanas y después en el desarrollo del feto hasta el final del embarazo. La vitamina B9 se consume con la levadura, el hígado, todas las verduras, las castañas, las nueces, las almendras, los huevos y los quesos fermentados. B12: esta vitamina sólo se encuentra en los productos animales. Se encuentra en varias formas químicas que intervienen en la transferencia de hidrógeno o en una reacción de síntesis de un aminoácido: la metionina. Es sensible a las bases y a los ácidos, así como a los reductores. C: la más famosa de las vitaminas hidrosolubles previene el escorbuto, una de las enfermedades conocidas más antiguas. Es también un activador de la absorción del hierro de origen vegetal en el intestino. La falta total de vitamina C durante varios meses puede causar la muerte. Es sensible al calor, la luz y la oxidación, así como a la humedad, a los ácidos y a las bases. El cuerpo no la almacena: debe ser consumida regularmente. Se encuentra en grandes cantidades en las grosellas negras, el kiwi, los cítricos, las fresas, la familia de las coles y el hígado y los riñones. En Francia, alrededor del 70% de la vitamina C que se consume proviene de las verduras y las frutas. 7.2- Vitaminas liposolubles: son las vitaminas A, D, E y K. Son solubles en lípidos. Se encuentran en la mantequilla, el aceite, la carne y las hortalizas (beta-caroteno, provitamina A) A: En la dieta, aparece en forma de retinol en productos de origen animal y de betacaroteno o pro-vitamina A en los productos de origen vegetal. Su función más conocida es la de intervenir en la calidad de la visión, en particular con luz crepuscular y nocturna. Además, la vitamina A es antioxidante y ciertos estudios sugieren que otras funciones están a punto de descubrirse, especialmente en el área de los metabolismos. Es sensible a la luz y a la oxidación. El retinol se encuentra en el aceite de hígado de bacalao, los hígados animales, la mantequilla, los huevos, el queso y la leche, y el beta caroteno en las hortalizas (zanahorias, espinacas, judías verdes) y frutas como el albaricoque. D: La deficiencia de vitamina D se conoce como raquitismo, que puede adoptar la apariencia de deformación ósea en casos avanzados. La vitamina D se sintetiza a partir Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 14 del colesterol bajo el efecto de los rayos UV y del calor sobre la epidermis. La cantidad producida por el organismo es a menudo insuficiente y resulta necesario complementar su ingesta por vía oral con el antaño célebre aceite de hígado de bacalao que hoy encontramos en forma de medicina. El aporte en la dieta es a menudo bajo, puesto que la vitamina D está presente en pocos alimentos y en pequeñas cantidades. Se encuentra sobre todo en los pescados de mar grasos como el salmón, la sardina, la anchoa y, en menores cantidades, en la caballa, la anguila y el atún. La función de la vitamina D es asegurar una mineralización ósea óptima. E: La vitamina E tiene una función antioxidante, atrapando e impidiendo la propagación de los radicales libres de los ácidos grasos poliinsaturados. Las plantas contienen ocho compuestos de vitamina E diferentes y el más activo es el α-tocoferol. Las principales fuentes dietéticas de vitamina E son los aceites vegetales. Las frutas y verduras tienen cantidades bastante bajas de vitamina E pero representan la segunda fuente dietética después del aceite, contribuyendo a alrededor del 15% de su aporte. Las necesidades aumentan si la dieta es rica en ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) y se ha encontrado que los alimentos que son fuente de AGPI, especialmente la familia de los omega-6, también son fuente de vitamina E. K: La vitamina K es probablemente la menos conocida de las vitaminas. No obstante, juega un papel muy importante en la coagulación de la sangre. También tiene una función en la fijación del calcio. Los alimentos más ricos en vitamina K son las verduras y algunos aceites. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 15 Necesidades de vitaminas en la población francesa (ANR, 3ª edición) A D μg μg lactantes 350 20-25 1-3 años 400 10 4-6 años 450 5 7-9 años 500 5 10-12años 550 5 13-15años ♂ 700 5 13-15años ♀ 600 5 16-19años ♂ 800 5 16-19años ♀ 600 5 ♂ adulto 800 5 ♀ adulta 600 5 ♂ > 75años 700 10-15 ♀ > 75años 600 10-15 embarazada 700 10 madre lactante 950 10 E mg 4 6 7,5 9 11 12 12 12 12 12 12 20-50 20-50 12 12 K μg 5-10 15 20 30 40 45 45 65 65 45 45 70 70 45 45 B1 mg 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,3 1,1 1,3 1,1 1,3 1,1 1,2 1,2 1,8 1,8 B2 mg 0,4 0,8 1 1,3 1,4-1,3 1,6 1,4 1,6 1,5 1,6 1,5 1,6 1,6 1,6 1,8 PP mg 3 6 8 9 10 13 11 14 11 14 11 14 11 16 15 B5 mg 2 2,5 3 3,5 4 4,5 4,5 5 5 5 5 5 5 5 7 Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE B6 mg 0,3 0,6 0,8 1 1,3 1,6 1,5 1,8 1,5 1,8 1,5 1,6 1,6 1,6 1,8 B8 μg 6 12 20 25 35 45 45 50 50 50 50 60 60 50 55 B9 μg 70 100 150 200 250 300 300 330 300 330 300 330-400 330-400 400 400 B12 μg 0,5 0,8 1,1 1,4 1,9 2,3 2,3 2,4 2,4 2,4 2,4 3 3 2,6 2,8 16 C μg 50 60 75 90 100 110 110 110 110 110 110 120 120 120 130 8- Radicales libres y antioxidantes: Los radicales libres son compuestos químicos que se forman en el organismo como resultado de las reacciones metabólicas y son responsables de la oxidación celular. Estas reacciones combinan principalmente ácidos grasos poliinsaturados con oxígeno o ciertos aminoácidos bajo el efecto de la luz, de la radiación ionizante o de los reductores y el organismo las produce naturalmente. Intervienen en los procesos de producción de energía y también en los mecanismos inmunitarios para luchar contra la invasión de bacterias o virus. Pero también pueden producirse en exceso, degradando entonces las paredes celulares, las proteínas o el ADN. Los antioxidantes son sustancias de naturaleza química diversa que defienden nuestro organismo de los ataques de la oxidación celular. La oxidación celular es un fenómeno inevitable que resulta en el envejecimiento de nuestro cuerpo. Es la paradoja de la vida: el oxígeno que nos permite vivir es también la sustancia que nos mata lentamente. Los antioxidantes son la vitamina E, la vitamina C, los carotenoides y los sistemas enzimáticos. El selenio, el zinc y el magnesio tienen asimismo una actividad antioxidante. Finalmente, un gran número de sustancias de los alimentos tienen efectos antioxidantes. Los polifenoles vegetales (flavonoides, taninos) que contienen las verduras, el té verde o el vino tinto son un ejemplo. Queda mucho trabajo por hacer en el conocimiento de los antioxidantes y sus roles. Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 17 9- RDA, DRI: recomendaciones nutricionales de EE UU: Recommended Dietary Allowance Dietary Reference Intakes 1989 1997 hombres mujeres madre lactante hombres hombres mujeres mujeres madre lactante Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 18 Bibliografía: Abrégé de Nutrition humaine [Compendio de nutrición humana], B. Jacotot, B. Campillo, Masson, 2003 Apports nutritionnels conseillés pour la population française [Recomendaciones dietéticas para la población francesa], 3ª edición, coordinador Ambroise Martin, Tec&Doc Lavoisier, 2001 Atlas de poche de biochimie [Atlas de bolsillo de bioquímica], J. Koolman, K.H. Röhm, Flammarion, 1997 Atlas de poche de Nutrition [Atlas de bolsillo de nutrición], H.K. Biesalski, P. Grimm, Maloine, 2001 Diététique et Nutrition [Dietética y Nutrición], M. Apfelbaum, C. Forrat, P. Nillus, 4ª edición, Masson, 1997 Enseignement de la Nutrition [Enseñanza de la Nutrición], volúmenes 1 y 2, Collège des enseignants de nutrition, 1994 Les Vitamines, données biochimiques, nutritionnelles et cliniques [Las vitaminas, datos bioquímicos, nutricionales y clínicos], J. Le Grusse, B. Watier, CEIV, 1993 RDA, DRI: Recommended Dietary Allowance (1989), Dietary Reference Intakes (1997), EE UU Répertoire général des aliments, table de composition [Directorio general de los alimentos, tabla de composición], Tec&Doc Lavoisier, 1995 Laurence DEPEZAY – FONDATION LOUIS BONDUELLE 19