SECCIÓN PRIMERA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL C/ Málaga nº2 (Torre 3 - Planta 3ª) Las Palmas de Gran Canaria Teléfono: 928 42 99 30 Fax.: 928 42 97 76 Rollo: Apelacion autos Nº Rollo: 0001032/2015 NIG: 3500441220080009607 Resolución: Auto 000144/2016 Proc. origen: Diligencias previas Nº proc. origen: 0000697/2008-00 Jdo. origen: Juzgado de Primera Instancia Nº 5 (antiguo P. Inst. e Instr. Nº 5) de Arrecife Intervención: Imputado Imputado Imputado Imputado Imputado Imputado Imputado Interviniente: Santiago Alonso Herreros Francisco Jose Martinez Llerandi Francisco Javier Armas López Miguel Angel Leal Cedrés Marco Aurelio Hernandez Guerra Felipe Fernandez Camero Imputado Imputado Imputado Rafael Antonio Corujo Gil De Montes Manuel Andres Martínez Daniel Hernández Caraballo Stephan Jean Antoine Balverde Jacinto Alvarez De La Fuente Maria Isabel Deniz De Leon Juan Rafael Arrocha Arrocha Imputado Matias Curbelo Luzardo Imputado Imputado Dimas Martin Martin Julio Pedro Romero Ortega Imputado Manuel Jesus Isidro Spinola Perdomo Enrique Astorga Gonzalez Imputado Imputado Imputado Imputado Abogado: Procurador: Jaime Manchado Toledo Jaime Manchado Toledo Luis Fernandez Navajas Jaime Manchado Toledo Lino Lopez Dacosta Felipe Fernandez De Las Heras Antonio Martinon Lopez Manuela Maria Dolores Cabrera De La Cruz Maria Milagros Cabrera Perez Jaime Manchado Toledo Antonio Martinon Lopez Jaime Manchado Toledo Vicente De Leon Gopar Jose Ramon Pitti Reyes Jose Ignacio Nestares Pleguezuelo Victor Javier Hernandez Santana Maria Nieves Zabala Fernandez Maria Milagros Cabrera Perez Manuela Maria Dolores Cabrera De La Cruz Carmen Maria Hernandez Manchado Encarnacion Pinto Luque Gregorio Leal Bueso Encarnacion Pinto Luque Maria Milagros Cabrera Perez NOTIFICADO 17 DE MARZO DE 2016 AUTO ILMOS. SRES.: PRESIDENTE: D. MIQUEL ANGEL PARRAMON I BREGOLAT MAGISTRADOS: D. PEDRO HERRERA PUENTE D.ª EUGENIA CABELLO DIAZ En las Palmas de Gran Canaria, a 9/3/2016 HECHOS PRIMERO: En las Diligencias Previas nº 697/2008, del Juzgado de Instancia nº 5 de Arrecife de Lanzarote, de las que dimana el Rollo de Apelación nº 1032/2015, se ha dictado auto el 7/9//2015 por la que se acuerda denegar la personación en el referido procedimiento penal de 1 la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA como Acusación Popular. SEGUNDO: Contra el auto de fecha 7/9/2015 se recurre en reforma por la representación procesal de la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA y mediante auto de fecha 16/10/2015 se desestima el mismo y se admite el de apelación subsidiariamente interpuesto, dándose traslado del mismo a las partes personadas, a fin de que hicieran las alegaciones que estimaran convenientes a sus derechos, oponiéndose el MINISTERIO FISCAL a la estimación del recurso y se remitieron las actuaciones a esta Audiencia Provincial, quedando las mismas para dictar la resolución procedente, siendo designado ponente el magistrado de esta Sección D. MIQUEL ANGEL PARRAMON I BREGOLAT. RAZONAMIENTOS JURIDICOS PRIMERO: La pretensión impugnatoria actuada por la representación de la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA contra el auto de fecha 7/9//2015 que deniega su personación como Acusación Popular se basa en que, a su entender, la recurrente si ostenta legitimación para poder comparecer, como acusación popular en el procedimiento penal. Por todo ello, interesa la revocación de la resolución recurrida y que se admita la personación de la apelante en concepto de Acusación Popular. SEGUNDO: La acción popular se contempla en nuestro Derecho en diversos preceptos de los que han de resaltarse los arts. 125 de la Constitución, el 19.1 LOPJ y los arts. 101 , 102 y 270con las derivaciones a los arts. 280 y 281 -y 761 LECrim . El artículo 125 de la CE establece que “Los ciudadanos podrán ejercer la acción popular y participar en la Administración de Justicia mediante la institución del Jurado, en la forma y con respecto a aquellos procesos penales que la ley determine, así como en los Tribunales consuetudinarios y tradicionales” El artículo 19-1º de la LOPJ señala que “Los ciudadanos de nacionalidad española podrán ejercer la acción popular, en los casos y formas establecidos en la ley.” El artículo 101 de la LECR establece que “La acción penal es pública. Todos los ciudadanos españoles podrán ejercitarla con arreglo a las prescripciones de la Ley.” Por su parte, el art. 270 LECR dispone que "... Todos los ciudadanos españoles, hayan sido o no ofendidos por el delito, pueden querellarse, ejercitando la acción popular establecida en el art. 101 de esta Ley . También pueden querellarse los extranjeros por los delitos cometidos contra sus personas o bienes, o las personas o bienes de sus representados, previo cumplimiento de lo dispuesto en el art. 280, si no estuvieren comprendidos en el último párrafo del 281 …". El ejercicio de la acción popular es un derecho de naturaleza cívica y participativa de configuración legal para la defensa de los intereses colectivos, y como recuerda la STS 1045/2007 hay que tener en cuenta que el ejercicio de la acción popular se trata de un derecho constitucional, pero no fundamental, de configuración legal, de suerte que en definitiva es el legislador el que, en su infinita sabiduría, establece los limites del mismo. 2 En relación al ejercicio de la acción popular la STS de fecha 23/4/2013 destaca que “El art 101 LECrim establece que la acción penal es pública y que todos los ciudadanos podrán ejercerla con arreglo a los principios de la Ley. Así consecuentemente el ejercicio de la acusación en los procesos penales no se atribuye en régimen de monopolio al Ministerio Fiscal, al contrario con carácter general, se establece que todos los ciudadanos la podrán ejercitar, sin perjuicio de las limitaciones que se previenen en distintos preceptos, la acción popular. El propio art. 125 CE determina que los ciudadanos podrán ejercitar la acción popular, a su vez, el art. 19 LOPJ precisa también que los ciudadanos de nacionalidad española podrán ejercitar la acción popular, en los casos y formas establecidos por la Ley, lo que determina que puestos en relación estos artículos con los artículos 105 , 270 , 271 y 280 LECrim , el acusador popular debe comparecer en la causa por medio de procurador con poder especial y letrado, sin que pueda serle nombrado de oficio. Además debe constituir fianza de la clase y cuantía que el juez determine para responder de las resultas del juicio. Es decir, la tutela jurisdiccional en materia penal incluye el ejercicio de la acción penal por las personas privadas, como consecuencia de lo cual, e independientemente de la que viene encomendada al Ministerio Fiscal que tiene el derecho- deber de ejercitar la acción penal ( art. 105 LECrim ), como defensor de la legalidad ( arts. 124.1 CE y 435 LOPJ ), se atribuye su ejercicio a los propios perjudicados por el delito mediante la llamada acción particular, así como también a todos los ciudadanos, sean o no ofendidos por el delito, a través de la acción popular, lo cual nada tiene que ver para que el legislador tenga previsto una serie de particularidades en este último caso, con objeto de evitar abusos ilegítimos, tales como las referidas a la presentación de la querella a la que alude el artículo 270 o a la prestación de fianza del artículo 280 ambos LECrim . ( STS. 10.7.95 ). En este caso de acción popular lo que la caracteriza es que cualquier ciudadano, por el mero hecho de estar en la plenitud del goce de sus derechos, puede ejercitarla, sin que tenga que alegar en el proceso la vulneración de algún derecho, interés o bien jurídico protegido que se encuentre dentro de su esfera patrimonial o moral ( arts, 100 , 101 y 102 LECrim ). En la acción popular que se contempla en el art. 125 CE, el particular actúa en interés de la sociedad, viniendo a asumir dentro del proceso un papel similar al Ministerio Fiscal. Como advierte el Tribunal Constitucional (SS. 62/83 , 147/85 , 37/93 y 40/94 ) en el caso de la acción popular se actúa en defensa de un interés común o general, pero también se sostiene simultáneamente un interés personal, porque, en estos casos, la única forma de defender el interés personal es sostener el interés común. Por ello, en el momento actual, se defiende por la doctrina, que la acción popular puede asumir un importante papel en la persecución de aquellos delitos que pueden infringir un bien perteneciente a la esfera o patrimonio social, con respecto a los cuales se ha podido observar un escaso celo por parte del Ministerio Fiscal a la hora de ejercitar la acción y sostener la acusación penal. Importante papel que no puede ser menospreciado porque coyunturalmente y con ocasión del debate político se haya utilizado a veces la acción penal popular espuriamente y, por otra parte, es evidente que nuestra Constitución la consagra (art. 125 ), como un medio de participación en la administración de justicia." Y, sobre la legitimación de la acusación popular, el ATSJ de Catalunya de fecha 16/12/2013, nos recuerda que “En debida ordenación de las diferentes cuestiones que son objeto de debate en esta segunda instancia, procederá, en primer lugar, analizar la legitimación que ostenta la "Plataforma Sabadell Lliure de Corrupció" para intervenir como parte en ejercicio de la acusación popular. 3 Nuestro sistema procesal penal permite que junto al Ministerio Fiscal comparezca otra parte que formule acusación, ya que la acción penal ejercitada por el Fiscal no excluye la posible acción penal de los particulares. Nótese que el ejercicio de la acción penal por el Ministerio Fiscal no tiene carácter excluyente, como sucede en otros ordenamientos jurídicos de nuestro entorno. El acusador particular tiene la consideración de parte principal si bien su naturaleza es contingente y encuentra su reconocimiento constitucional en el artículo 125 CE "... en la forma y con respecto a aquellos procesos penales que la Ley determine ..." lo que responde a una larga tradición constitucional (vide. Art. 255 de la Constitución de 1812, estableciéndola para los delitos de soborno, cohecho y prevaricación de Jueces y Magistrados, Art. 98 de la Constitución de 1869, en los delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos por Jueces y Magistrados, o en el Art. 92 de la Constitución de 1931, para perseguir los delitos de detención y prisión ilegal, sin necesidad de prestar fianza ni caución de ningún género). La legitimación procesal genérica, en sede de legalidad ordinaria, se concede para ejercitar la acción penal a todos los ciudadanos que hayan sido o no ofendidos por el delito con base en el art. 19. 1 LOPJ , 101 y 783 LECrim . Respecto a su naturaleza y contenido, con base en la doctrina del TC ( SSTC 79/1999, de 26 de abril , 62/1983, de 11 de julio , 147/1985, de 29 de octubre , 326/1994, de 12 de diciembre y 154/1997, de 29 de septiembre , entre otras), presenta las siguientes características: (a) El derecho a ejercer la acción popular persigue la tutela judicial efectiva de los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, quedando encuadrado en el art. 24.1 CE , y (b) De conformidad con la específica naturaleza de la acción en el proceso penal, es configurada como un " ius ut procedatur ". No se trata de un derecho fundamental sustantivo, sino de una manifestación específica del derecho a la jurisdicción del que solamente se derivan un derecho relativo a la intervención en el desarrollo del proceso, pero no un derecho al mismo proceso y a la obtención de una sentencia de fondo. c)La exigencia de una fianza para el ejercicio de la acción popular ( Art. 280 LECrim ) no es contraria a aquel derecho constitucional, siempre que su cuantía resulte proporcionada con los medios de quienes pretendan ejercitarla, y, por tanto, no impida u obstaculice gravemente su ejercicio. En caso contrario, se produciría una situación de indefensión proscrita en nuestro ordenamiento jurídico. En ese sentido, el artículo 20.3 LOPJ establece que no podrán exigirse fianzas que por su inadecuación impidan el ejercicio de la acción popular. Tampoco existe desigualdad, o trato discriminatorio, respecto a la exclusión de fianza de los ofendidos por el delito, herederos y otras personas con ellos relacionados, cuando ejerzan la acción particular ( Art. 281 LECrim ).” Por su parte, el AAP de Madrid, Secció 23, de fecha 22/9/2015, en un caso muy similar tambien descarta la exigencia de interés legitimo para el ejercicio de la acción popular al decir que “ PRIMERO: La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) recurre el auto en el que el Juzgado de Instrucción denegó la personación como acusación popular de la entidad apelante en la presente causa, que ya había sido incoada con motivo de una denuncia de la Fiscalía Provincial de Madrid. El derecho de acceso a la jurisdicción es una de las vertientes del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva. La STC 67/2.011 recuerda el criterio marcado por el TC en esta materia: 4 Este Tribunal tiene declarado que «entre los derechos e intereses legítimos para los que se tiene el derecho a recabar la tutela judicial efectiva, figura el derecho a ejercitar la acción pública consagrado en el art. 125 CE ( SSTC 62/1983 (LA LEY 186- TC/1983) , 147/1985 (LA LEY 489- TC/1986 ) y 40/1994 (LA LEY 2494-TC/1994) ). Por ello, el rechazo de la acción basado en una interpretación errónea o arbitraria de las condiciones establecidas para su ejercicio comportaría la vulneración del derecho reconocido en el art. 24.1 CE . Ahora bien, también hemos declarado que ni el art. 125 CE ni el art. 24.1 CE imponen el establecimiento de la acción popular en todo tipo de procesos ( SSTC 64/1999, de 26 de abril (LA LEY 5838/1999) , FJ 5; 81/1999, de 10 de mayo (LA LEY 6194/1999) , FJ 2; 280/2000, de 27 de noviembre (LA LEY 11983/2000) , FJ 3), sino que ésta es una decisión que corresponde al legislador, de modo que si la ley establece la acción popular en un determinado proceso, como la Ley de enjuiciamiento criminal hace para el proceso penal, la interpretación restrictiva que los órganos judiciales realicen sobre las condiciones de su ejercicio resultará lesiva del derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión si no respeta el principio pro actione que rige en el ámbito del derecho de acceso a la jurisdicción «para resolver, precisamente, los problemas del enjuiciamiento que puedan recibir las normas obstaculizadoras o impeditivas del acceso a la jurisdicción» (por todas STC 280/2000, de 27 de noviembre (LA LEY 11983/2000) , FJ 3). El TC ha expresado de forma clara en numerosas ocasiones que la configuración del ejercicio de la acusación particular en el proceso penal es una cuestión de legalidad ordinaria. La regulación de la acusación popular en la LECr es realmente parca, pues ninguna de las numerosas cuestiones que puede plantear la personación y actuación de esta parte en el proceso penal encuentra una respuesta en el derecho positivo. A través de elaboraciones jurisprudenciales se han ido estableciendo una serie de criterios sumamente útiles y necesarios, como son los siguientes: 1º- La acción pública penal pertenece en exclusiva al Ministerio Fiscal, ninguna administración puede arrogarse una acción pública penal con la excusa de su posible conexión con alguna de sus competencias. La acción popular , es una concesión a la participación del pueblo en la Justicia; no a la participación de más poderes en la Justicia (En este sentido STS 149/2.013 y ATA de 13-3-2.007 ). 2º- El TC ha matizado el anterior postulado afirmando que si existe previamente una ley autonómica o del Estado que habilita la personación en ese tipo de procesos de los entes jurídico-públicos, los tribunales de la jurisdicción ordinaria no pueden fiscalizar la oportunidad o constitucionalidad de esa norma, pues «es el legislador quien tiene la competencia para configurar los mecanismos procesales de acceso a la jurisdicción entre los cuales en los procesos penales se cuenta con el de la acción popular. Y como señalamos en la STC 175/2001, de 26 de julio (LA LEY 6075/2001) , el contenido limitado del derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión para las entidades públicas no opera frente al legislador.» (FJ 5). ( STC 67/2.011 FJ2). 3º- La STS 1.045/2.007 , partiendo del principio de que la regulación del ejercicio de la acusación popular es materia de legalidad ordinaria, afirma que "el legislador está constitucionalmente habilitado para determinar en qué procesos puede ser ejercida, sin estar obligado, por lo tanto, a reconocerla en todas las especies de procesos, y a establecer la forma del ejercicio allí donde la acción popular sea legitimada." Por ello realiza una interpretación del art.782-1 y 2 de la LECr para concluir que el juicio oral no puede ser abierto únicamente a instancia de la acusación popular. 5 4º- Por último, la STS 54/2.008 , con cuatro votos particulares, matiza la anterior en el sentido de que en los procesos seguidos por delitos que, por definición, carecen de un perjudicado concreto que pueda ejercer la acusación particular el Fiscal no puede monopolizar el ejercicio de la acción pública que nace de la comisión de aquel delito. De ahí la importancia de que, en relación con esa clase de delitos, la acción popular no conozca, en el juicio de acusación, restricciones que no encuentran respaldo en ningún precepto legal. SEGUNDO: El examen de la cuestión planteada en el recurso a la luz de los anteriores principios conduce a la estimación de la pretensión formulada por la entidad apelante. El auto apelado analiza el interés que puede tener ADADE en la personación en esta causa, considerando que se trata de un interés difuso, que puede consistir en el restablecimiento del ordenamiento jurídico quebrantado, pero que parte de un desconocimiento total del objeto de la investigación, que tan solo conoce a través de lo publicado por los medios de comunicación, entre otros motivos porque se ha declarado el secreto de las actuaciones. Este argumento no es suficiente para denegar la personación de la asociación, una persona jurídica de derecho privado, no afectada por el criterio jurisprudencial que limita el ejercicio de la acusación popular a los entes y organismos públicos. La apelante ha aportado sus estatutos de 22-10-1.987 y en su art.2º se definen los fines de la asociación y, aunque el ejercicio de la acusación popular en procesos penales no está previsto de forma expresa, tampoco se aprecia una incompatibilidad entre esos fines y la actuación de la asociación como acusación popular; no existe una discordancia absoluta o una completa falta de conexión entre sus fines y su personación como acusación popular, no se aprecia tampoco un conflicto de intereses entre sus objetivos y su actuación como acusación popular en la causa, lo que, en opinión de esta sala, permitiría denegar su pretensión con apoyo en lo dispuesto en el art.11-2 de la LOPJ : Los Juzgados y Tribunales rechazarán fundadamente las peticiones, incidentes y excepciones que se formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de ley o procesal. En consecuencia hay que concluir que este motivo contenido en el auto apelado constituye una limitación al ejercicio de la acusación popular no amparado por la norma. Por otro lado en este momento se trata de decidir sobre la personación de una parte como acusación popular, esto es, se trata de decidir su incorporación al proceso y en este momento inicial no resulta de interés la discusión sobre la naturaleza del delito contra la Hacienda pública, que es el objeto de la causa, como delito que genera un perjuicio para una persona física o jurídica, privada o pública, que puede personarse como acusación particular, pues en ninguno de estos supuestos está excluida a priori la personación de esa parte. Tal discusión adquiere su relevancia a la hora de decidir la apertura del juicio oral, en virtud de lo dispuesto en el art.782 de la LECr , según la interpretación efectuada en las STS 1.045/2.007 y 54/2.008 , como antes hemos visto. Otro argumento contenido en el auto apelado es el efecto pernicioso que produce en las causas las personaciones múltiples, con las consecuencias derivadas de esa sobreabundancia, como es la lentitud, complicación innecesaria y ralentización de los procedimientos, en palabras de la STS 149/2.013 "la hipertrofia acusatoria" tiene su importancia. No sólo porque puede afectar al derecho de defensa, sino porque puede convertir el proceso en aún más lento y crear una pluralidad de acusaciones públicas que, en cuanto no son ofendidas por el delito, no pueden tener en el proceso penal un interés diferente al representado por el Ministerio Fiscal. 6 No le falta razón al instructor cuando se refiere a estos efectos perjudiciales que se producen con más frecuencia de la deseada, ahora bien, en estos supuestos en que concurren varias acusaciones populares, además de la posibilidad de rechazar la personación en aplicación del art.11-2 de la LOPJ en casos de manifiesto abuso de derecho, también se puede aplicar la norma contenida en el art.113 de la LECr , al disponer que siempre que sean dos o más las personas por quienes se utilicen las acciones derivadas de un delito o falta lo verificarán en un solo proceso y, si fuere posible, bajo una misma dirección y representación, a juicio del Tribunal. De este modo la innecesaria complicación derivada de la personación de múltiples acusaciones puede ser correctamente solucionada.” Y, respecto a la exigencia de fianza el AAP de Madrid, Sección1ª, de fecha 19/6/2012 destaca lo siguiente “Los sindicatos recurrentes censuran la decisión del Sr. Instructor de exigir fianza para admitir su personación en el proceso con la condición de acusadores populares. En el recurso se sostiene que según doctrina reiterada del Tribunal Supremo la exigencia de fianza tiene justificación cuando la acusación popular formula querella y mediante ella se inicia el proceso penal pero carece de justificación cuando lo que se pretende es la personación en un proceso ya iniciado, tal y como acontece en el presente caso. En efecto, la STS 363/2006 reseña el criterio constante del alto tribunal al afirmar lo siguiente: " Esta Sala viene manteniendo (SSTS. 18.3.92 , 22.5.93 , 3.6.95 , 4.2.97 ), que el legislador, tratándose de delito público, no ha limitado la acción popular al derecho de pedir la incoación del proceso penal mediante querella, sino que ha permitido ejercitarla en las causas ya iniciadas personándose en los términos prevenidos en el artículo 110 LECRIM es decir, mostrándose parte como adhesión en nombre de la ciudadanía a un proceso pendiente, sin dejar condicionada la eficacia de la acción penal a la formulación de querella. La existencia de fianza, impuesta por el art. 280, constituye requisito de admisibilidad de la querella cuando ésta es medio de iniciación del proceso penal, pero cuando el ejercicio de la acción popular se realiza en un proceso en curso la necesidad de tal requisito no parece razonable". TERCERO: Sentado lo anterior y aplicando al caso de autos la doctrina jurisprudencial anteriormente referida, considera la Sala que, una vez debidamente subsanadas por la asociación apelante las deficiencias de acreditación documental en principio detectadas y que son correctamente objetadas por el auto recurrido de fecha 7/9/2015, lo cierto es que asiste razón a la recurrente y la misma está plenamente legitimada para personarse en el procedimiento penal en el que pretende comparecer como Acusación Popular, porque con todo el respeto que por supuesto nos merece el parecer, siempre sensato, trabajado y bien argumentado, de la apreciada magistrada instructora, estima la Sala que la denegación de la personación de la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA como Acusación Popular, lo es en base a una limitación que la ley propiamente no establece expresamente, como es la exigencia de un determinado interés legítimo en quién pretende el ejercicio de la acción popular, con lo que ello en definitiva vulnera su derecho a la tutela judicial efectiva. A lo que hay que añadir, mayor abundamiento que, por lo demás, si se estima que concurre en cualquier caso ese interés legítimo en cuestión, dado que de los estatutos aportados por la asociación compareciente se desprende que los fines de la asociación son la defensa del interés público y la legalidad. Llegados a este punto, el derecho a la tutela judicial efectiva de la apelante pasa por admitir su personación como acusación popular en la causa, sin que se estime necesaria la fijación de 7 fianza al estar ya iniciado el curso del procedimiento penal. CUARTO: Por ello procede estimar el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA contra el auto de fecha 7/9/2015, que inadmite su personación como acusación popular, declarando de oficio las costas de esta alzada. En atención a lo expuesto, LA SALA DECIDE: Estimar el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de la ASOCIACION DE JURISTAS POR LA DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y LA JUSTICIA JIMENEZ DE ASUA contra el auto de fecha 7/9/2015, que inadmite su personación y tener por personada a la misma como Acusación Popular en las Diligencias Previas nº 697/2015 del Juzgado de Instancia nº 5 de Arrecife de Lanzarote. Con declaración de oficio de las costas de esta alzada. Así lo mandan y firman los Iltmos. Sres. anotados al margen, doy fe. 8