ABC Gestión humana por competencias Primera versión- 6 de noviembre 2014 Nina Billorou 1 Notas Dado que este material puede ser utilizado en diferentes contextos y campos de aplicación, se ha optado por hacer referencia a la “organización”, en el entendido que se está aludiendo tanto a una empresa pública como privada, a una MIPYME como un conglomerado, una cadena productiva, institución de diversa índole, etc. Para que la lectura de este material resulte más sencilla, se ha evitado usar simultáneamente el género masculino y el femenino en aquellos términos que admiten ambas posibilidades. Así, cuando se habla de actores, profesionales, trabajadores, empresarios, etc., los términos se utilizan con un carácter inclusivo y se entiende que refieren a las personas profesionales, trabajadoras, empresarias, etc. de ambos sexos. 2 Índice A. ¿Por qué gestionar por competencias? B. ¿Qué es gestionar personas por competencias en las organizaciones? C. ¿Qué significa gestionar por competencias en los diferentes subsistemas de gestión humana? D. ¿Cuáles serían las etapas de trabajo y los roles en la GXC? E. ¿Por qué promover la GxC desde las políticas públicas? Para ampliar: bobliografía, webliografía y ejemplos. 3 …Una economía basada en bajas calificaciones, baja productividad y bajos salarios es insostenible a largo plazo e incompatible con la reducción de la pobreza. Representa el círculo vicioso formado por la educación insuficiente, la falta de capacitación, la baja productividad y el trabajo de poca calidad y mal remunerado, que atrapa a los trabajadores pobres y margina a los que no poseen las calificaciones necesarias del proceso de crecimiento económico y desarrollo social en el contexto de la globalización. Esto también afecta negativamente a la competitividad de las empresas y a su capacidad para contribuir al desarrollo económico y social. Una estrategia internacional, nacional y regional de desarrollo basada en facilitar el acceso a la educación y capacitación de mejor calidad puede conformar, en cambio, un círculo virtuoso en cuyo contexto el desarrollo de las competencias favorezca la innovación, el incremento de la productividad y el desarrollo empresarial, el cambio tecnológico, la inversión, la diversificación de la economía y la competitividad, que son elementos necesarios para mantener y acelerar la creación de más y mejores empleos en el contexto del Programa de Trabajo Decente, y aumentar la cohesión social. La educación y el desarrollo de las competencias profesionales deben integrarse en el marco general del desarrollo nacional económico y social a fin de aprovechar sus posibilidades para contribuir al círculo virtuoso. La creación del círculo virtuoso exige la transición de la economía informal a la economía formal mediante la creación de condiciones propicias para que las cada vez más numerosas empresas informales se incorporen a la economía formal, caracterizada por actividades de mayor productividad, mejores condiciones de trabajo, acceso a la protección social y respeto de los derechos de los trabajadores. Esto es aplicable a todos los países y, en particular, a los países en desarrollo. Informe V. Calificaciones para la mejora de la productividad, el crecimiento del empleo y el desarrollo. http://www.oitcinterfor.org/sites/default/files/file_publicacion/calificaciones.pdf 4 a. ¿Por qué las organizaciones gestionan sus RRHH por competencias? Para ser sostenibles en un entorno cambiante y exigente, las organizaciones así como los trabajadores deben demostrar en forma permanente una gran capacidad de adaptación y actualización. La gestión por competencias resulta un instrumento pertinente para transitar en escenarios de cambio y desarrollar capacidades dinámicas y estrategias innovadoras. En las últimas décadas, un número creciente de organizaciones consideran a sus trabajadores como el factor clave para su éxito, crecimiento y sostenibilidad. Se trata de organizaciones que conciben a diferenciador las personas como su factor y estratégico y, en tal sentido, valoran, movilizan, cuidan, apoyan e invierten en el desarrollo de las capacidades de su gente. Para poder asegurar y potenciar la incidencia, el desarrollo permanente y la emergencia de nuevas competencias en las organizaciones, éstas han debido cuestionarse y cambiar sus conceptos y enfoques, sustituyendo las prácticas de carácter administrativo por nuevas formas de gestión de sus recursos humanos. En este escenario, que tiene como centro a las personas y su potencial para desarrollarse e innovar, crear conocimiento y adaptarse al cambio, es que las competencias laborales constituyen un referencial valioso, promovido y reconocido, en función de sus múltiples aplicaciones comprobadas cada vez más 5 en variados contextos: internacionales, regionales, nacionales, en el sector público y en el privado, en las empresas, en las organizaciones de empleadores y de trabajadores y en la educación en sus diferentes niveles. Para ampliar, ver: b. ¿Qué es gestionar personas por competencias en las organizaciones? Gestionar es llevar adelante las acciones necesarias para resolver las situaciones planteadas, supone interpretar, diligenciar, evaluar y, fundamentalmente, tomar decisiones para el logro de los objetivos. La Gestión por competencias es tanto un enfoque como una herramienta para que la organización alcance sus objetivos y resultados, aprendiendo e innovando, a partir de la sinergia y el desarrollo permanente de las competencias individuales y colectivas. Es un enfoque que valora a las personas como el principal activo de la organización, considerándolas como socias y sujetos activos del logro y el aprendizaje organizacional. 6 Pero, la gestión por competencias es también una herramienta de gestión, mediante la cual las organizaciones enfocan y articulan los diferentes subsistemas de gestión humana de manera tal de potenciar y desarrollar las contribuciones de sus colaboradores/as para desarrollar su proyecto estratégico. El aprendizaje organizacional e individual es el marco conceptual de la Gestión por competencias. Gestionar personas por competencias implica considerar a la competencia como la unidad de referencia o unidad de gestión en los diferentes subsistemas de gestión humana con el objetivo de mejorar la productividad y competitividad de la organización mediante el aporte de las personas. Los perfiles de competencia constituyen la referencia para el diseño de funciones y cargos, reclutamiento y selección, desarrollo y aprendizaje permanente, desarrollo de carrera, gestión del compensación, entre otros. Para ampliar, ver: desempeño, sistemas de 7 c. ¿Qué significa gestionar por competencias en los diferentes subsistemas de gestión humana? Todo modelo de GPxC debe estar integrado verticalmente, desde los niveles estratégicos a los niveles operativos, para que genere resultados e impactos significativos en la productividad, las capacidades clave, las condiciones de trabajo y la calidad de vida de las personas que integran la organización. Esto implica que las competencias tienen que estar alineadas con la estrategia organizacional en un proceso de construcción de un lenguaje común entre los diferentes actores: alta dirección, área de RRHH, trabajadores y trabajadoras, mandos medios o supervisores, gerencias, sindicatos. También supone un reposicionamiento estratégico del área de gestión humana, de manera que las políticas de RRHH formen parte de la estrategia organizacional enfocándose al desarrollo de las personas, mediante sistemas de aprendizaje estratégico. Ahora bien, también resulta esencial que el modelo esté integrado horizontalmente, es decir que sus procesos se articulen como subsistemas que “funcionen” y se retroalimenten de manera sistémica, coherente y en una misma dirección. Como ya se ha mencionado, esta articulación se realiza a través del referencial de competencias, que se utiliza para gestionar los distintos procesos internos que atañen a cada subsistema. 8 En forma muy somera, se plantean aquí algunos de los aportes o cambios que supone incorporar las competencias en los diferentes subprocesos de gestión humana. Descripción de cargos o roles por competencias La descripción de cargos es un insumo para otros subsistemas de GH, pero al mismo tiempo tiene también sus propias funciones. Es una herramienta de gestión de la organización del trabajo y en consecuencia, de la mejora de la productividad y condiciones de trabajo en la organización. A su vez, permite valorar los puestos, estableciendo criterios para situarlos a unos en relación a otros. Los componentes de la descripción de cargos en las organizaciones no responden a un modelo único y están condicionados por varios aspectos. Entre ellos resultan claves tanto la cultura organizacional, como el carácter, intensidad y verticalidad u horizontalidad de las relaciones funcionales y jerárquicas, determinadas por el tipo de organización del trabajo predominante en el sector productivo y en la organización. La intensidad, características y rapidez de los cambios en la organización del trabajo, difieren según los sectores y las organizaciones. Sin embargo estudios empíricos en diferentes sectores económicos, permiten identificar algunos rasgos comunes relativos a los cambios en la organización del trabajo, como una combinación de1: 1 Basado en Mertens, Leonard. Reyes, Mauricio. Contextualizar y dimensionar la gestión de recursos humanos por competencias en una organización. Módulo G1. Gestión de RRHH por Competencias. Programa Delta. CIF OIT, Turín. 9 i. simplificación y estandarización de tareas, especialmente en el ámbito de las funciones principales; ii. ampliación: personal que realiza una mayor variedad de tareas simultáneas de operación, agregación de tareas que antes estaban fragmentadas y en algunos casos, rotación entre funciones; iii. enriquecimiento técnico, asignado tareas técnicamente más complejas tales como control estadístico de proceso, programación de equipos y sistemas, mantenimiento autónoma, entre otros. Esto implica mayor responsabilidad en la toma de decisiones y también mayor auto control sobre los resultados; Lo esencial de una descripción de cargo por competencias es determinar con claridad el objetivo del mismo (su contribución a la estrategia) y los contenidos que, en términos de competencias, lo caracterizan y definen. En su desempeño las personas ponen en juego en forma simultánea un conjunto complejo de saberes, dosificando diferentes tipos de competencias (por ejemplo: básicas, conductuales y técnicas) para resolver una situación de trabajo. Los perfiles de competencias de un cargo o una familia de cargos, generalmente integran competencias de diferente índole, de manera focalizada y significativa para la estrategia organizacional. Es por ello que a la hora de definir los perfiles de competencias, muchas organizaciones buscan una solución sincrética, integrando varios tipos de competencias y elementos que son fruto de la unión y conciliación de los diversos enfoques. 10 Independientemente del método y formato específicos con que se elabore el perfil del cargo, desde el enfoque de competencias, se parte de los objetivos o resultados esperados y no desde las personas que hoy ocupan el cargo. A partir de ellos se analiza qué tipo de competencias colectivas e individuales (funcionales, claves o corporativas, personales, transversales, básicas) son críticas para lograrlos, cuáles son las áreas de responsabilidad frente a las cuales el trabajador debe responder y qué elementos del contexto organizacional afectan y definen su desempeño. Reclutamiento y selección por competencias La descripción del puesto y particularmente las competencias incluidas en el perfil del cargo, son el principal referente para el proceso de reclutamiento y selección ya sea interna como externa. De hecho la primera etapa del proceso de reclutamiento consiste en determinar y definir claramente qué tipo de competencias necesita la organización. El reclutamiento por competencias, no significa cumplir administrativamente con el propósito de “llenar una vacante”, sino que debe partir de un análisis de las necesidades presentes y futuras (es decir, incorporando una mirada prospectiva), realizado a partir de las competencias organizacionales. Una vez que se han definido los resultados y contribuciones que se esperan del cargo, desde una perspectiva de generación de valor para la organización y su estrategia, habrá que determinar las necesidades específicas a cubrir por la persona a reclutar, es decir aquellas competencias que son críticas para el puesto o rol. En esta línea, en el proceso de reclutamiento se otorga un lugar central a las competencias requeridas a partir de las descripciones de puesto por competencias. Si las descripciones no se encuentran disponibles, se construyen en el momento y se integran al catálogo de puestos de la organización. 11 Las competencias orientan a los posibles candidatos sobre las capacidades requeridas. Esto permite que las personas tengan claro lo que se espera de ellas y se autoevalúen en relación al perfil deseado, de manera de postularse sobre bases claras y preparar su portafolio de evidencias para sustentar el proceso de selección. Al mismo tiempo, la organización hace más eficientes sus procesos de selección reduciendo la cantidad de candidatos que no responden al perfil e implementando estrategias que apunten a determinar si los mismos han desarrollado las competencias requeridas. La selección es un proceso de comparación y toma de decisiones en el que se contrastan el perfil de competencias del cargo a ocupar, con las evidencias que pueden obtenerse acerca de las competencias de los candidatos. La referencia será el perfil del cargo y la información disponible sobre los candidatos. Cuando se trata de reclutamiento externo, el desafío es lograr una predicción confiable de los desempeños futuros del candidato en el contexto de la organización, para lo cual se debe buscar generar evidencias acerca de diferentes tipos de competencias durante el proceso de selección. Gestión del desempeño por competencias. Si bien los resultados son esenciales para la organización, también interesa la manera de alcanzarlos (valores, procedimientos, saberes y recursos, puestos en juego), es decir las competencias. 12 El desempeño puede entenderse como lo que la persona hace, cómo lo hace y los resultados que obtiene, es decir la suma de las competencias demostradas y los resultados obtenidos. Así, la gestión del desempeño es el proceso mediante el cual la organización articula el desarrollo de las competencias: determina brechas, monitorea avances y retroalimenta y apoya a las personas en sus procesos de mejora. Es una herramienta esencial para todos los roles que, en la organización, tienen a su cargo la gestión de equipos de trabajo en la medida que permite direccionar, acompañar y potenciar su desempeño y aprendizaje. Gestión del aprendizaje por competencias. La gestión del aprendizaje- capacitación- desarrollo de personas es el subsistema concebido como el eje del aprendizaje organizacional y por consecuencia, del sistema de gestión de las competencias. Para cumplir con esa función, se requiere partir de un nuevo paradigma que concibe el aprendizaje individual y colectivo como un continuum a lo largo de la vida de las personas y las organizaciones, por lo que ya no aborda la capacitación como una sumatoria de intervenciones puntuales y reactivas. Generar organizaciones que propicien y promuevan la innovación y el aprendizaje continuo, requiere apoyarse en sistemáticos procesos 13 de capacitación y aprendizaje organizacional, para contar con equipos competentes. Pero no sólo se trata de tener a disposición oportunidades de actualización o capacitación formal, como respuesta a unas necesidades de aprendizaje más o menos indeterminadas o intuidas. En este marco, muchas empresas reconocen, en forma creciente, la necesidad de contar con un análisis integral de las necesidades de desarrollo y formación de su gente, para responder a tiempo a las nuevas exigencias, mejorando la calidad de los resultados y contribuyendo al proyecto estratégico de la organización. Las competencias constituyen una herramienta muy potente para orientar estos procesos. A partir de contar con un referencial de competencias, es posible identificar las brechas, definir las necesidades de aprendizaje, diseñar las propuestas formativas más adecuadas para responder a las necesidades de acuerdo a las posibilidades de la organización y las personas, así como evaluar los resultados y el impacto las intervenciones. El punto de partida de una gestión de la capacitación y el desarrollo estratégica y anticipativa, es detectar las necesidades de formación y desarrollo, identificando las brechas existentes entre el desempeño actual y el requerido. Los contenidos de la brecha constituyen los insumos centrales para precisar la demanda de capacitación y aprendizaje, tomar decisiones acerca de las modalidades más adecuadas para implementar una respuesta adecuada y oportuna, formular programas e itinerarios de desarrollo a seguir. Evaluación de la formación y capacitación en la organización. 14 Trayectorias ocupacionales y plan de carrera por competencias. Los modelos de plan de carrera en las organizaciones parten también de los perfiles de competencias, haciendo visibles y transparentes las rutas de desarrollo profesional. Aquí nuevamente se manifiesta la sinergia de los subsistemas de gestión por competencias, ya que el mismo perfil disponible para la organización, sumado a los criterios de selección (perfil de entrada), permiten al personal proyectar y planear su ruta de desarrollo, sea horizontal o verticalmente. Así los esfuerzos que los trabajadores realizan para aprender, se traducen en una mejora de su empleabilidad interna, de modo que el aprendizaje adquiere una perspectiva real de desarrollo en la actividad laboral. Este es un elemento clave ya que motiva al personal a sumarse a procesos de aprendizaje permanente e influye, positivamente, en el desempeño individual y colectivo, así como en la productividad. Contribuye también a generar igualdad de oportunidades y romper el techo de cristal que, como señala la OIT, constituye “un muro transparente, pero sólido, hecho de actitudes y prejuicios organizativos”2, difícil de traspasar, que impide a las mujeres seguir avanzando en su carrera laboral hacia puestos de responsabilidad. Sistema de compensaciones por competencias. Sistema de compensación por competencias La vinculación de las remuneraciones con el desarrollo de competencias no siempre está presente en los modelos de GRHxC, sin embargo ella refleja el verdadero compromiso de la organización con el aprendizaje y las competencias. La organización puede proclamar que el aprendizaje y las competencias son importantes, y diseñar sistemas de formación y evaluación por competencias pero al mismo tiempo, dar señales contradictorias a partir de un sistema de compensación que no está alineado por competencias y que “premia” otros 2 . Wirth, Linda. Rompiendo el techo de cristal. Las mujeres en puestos de dirección. Actualización febrero 2004. OIT, Ginebra 15 factores. Cuando el sistema de compensaciones es coherente con el modelo de GRHxC se puede decir que estamos ante un modelo verdaderamente integral y sistémico. Pero el aspecto clave de un sistema de compensaciones por competencias es que permite establecer criterios de transparencia y equidad en la relación compensaciones/ desempeños demostrados de las personas. Para ampliar, ver: 16 d. ¿Cuáles son las etapas de trabajo en materia de GXC? mantenimiento/ actualización implantación Diseño evaluación impacto, revisión , innovación Diseño: El diseño de un modelo propio de GRHxC, adaptado a los flujos productivos, a las necesidades y cultura de la organización, a su gente y sus posibilidades, constituye el marco de referencia para los procesos de identificación de competencias. ¿Cómo lograr que la propuesta de GRHxC resulte funcional a la organización y que a su vez facilite la integración del conjunto de los aprendizajes de las personas y de la organización en torno a las competencias? En primer lugar, diseñando un modelo de gestión adaptado al contexto y cultura organizacionales e integrado vertical y horizontalmente en la organización. Un modelo de GRHxC tiene que estar integrado verticalmente en la organización, para que genere resultados e impactos significativos en la productividad, las capacidades clave y las condiciones de trabajo. Pero también resulta esencial que el modelo esté integrado horizontalmente, es decir que sus componentes “funcionen” de manera coherente y en una misma dirección. La integración vertical alude a la articulación de las competencias y su gestión, con la estrategia y decisiones claves en la organización, lo cual implica que: * El modelo esté alineadas con la estrategia organizacional. Esto conlleva identificar y definir las competencias organizacionales, es decir aquéllas que caracterizan a la organización, permiten cumplir con la misión y que todos sus integrantes deben desarrollar. Las competencias organizacionales son resultantes de un acuerdo sobre las mejores prácticas en la organización y sobre cómo ellas pueden evolucionar y verificarse. Este acuerdo y su 17 producto constituyen un lenguaje común entre los diferentes actores: alta dirección, RRHH; trabajadores, supervisores, gerencias, sindicatos. * Las políticas de RRHH forman parte de la estrategia organizacional enfocándose al desarrollo de las personas, mediante sistemas de aprendizaje estratégico. Esto supone un reposicionamiento estratégico del área de RRHH, trascendiendo no sólo las tradicionales funciones de la administración del personal sino también aquellas de prestadora de servicios interna.3 “De la estrategia empresarial surge el proyecto de gestionar por competencias, quedando materializado en unas herramientas de gestión integradas en la Política de RRHH ideadas como “la columna vertebral de la compañía” … en este contexto estratégico el área de RRHH se convierte en el pivote esencial de la compañía, quedando absolutamente vinculada al negocio y a la estrategia de la compañía” Airtel Móvil S.A. Empresa Operadora de telecomunicaciones. España Estrategia y Competencias Visión Lo que querem os lograr Valores La Forma en que hacem os las cosas Estrategia de Negocios Cóm o lograrem os la Visión (Incluye objetivos para Unidades de Negocio y/o Gerencias Funcionales) Competencias Corporativas En que tenem os que ser buenos para alcanzar nuestros Objetivos y Visión Competencias de las Personas En qué debe de ser buena nuestra gente para sustentar nuestras Com petencias de Negocio y lograr nuestros objetiv os de Visión La integración horizontal es la articulación de los Modelo GRHxC Integración horizontal diferentes subsistemas de Descripción puestos gestión de recursos humanos a través de un referencial de competencias, objetivo de con el lograr un Reconocimiento Certificación Incorporación de personas Competencias Desarrollo formación Gestión del desempeño Sistema de compensación 3 Billorou, Nina. Módulo G2. Identificar competencias Laborales desde una perspectiva conductual, funcional y constructivista. Desarrollo de RRHH por competencias. CIF OIT Turín, 2009 18 accionar sistémico que asegure la coherencia y la sinergia entre las distintas decisiones y acciones. Se trata de un abordaje sistémico que se enfoca hacia el aprendizaje y la mejora del desempeño organizacional e individual y en el que cada uno de los subsistemas presenta una complejidad y modalidad de referenciar las competencias que le es propia. Así, las competencias previamente identificadas se utilizan para gestionar los distintos procesos internos que atañen a cada subsistema Implantación Implantar un nuevo modelo de GPxC en cualquier organización, conlleva una profunda transformación cultural. No se puede desconocer la importancia crucial que tiene la cultura organizacional para la estrategia, los procesos de cambio y el aprendizaje de la organización. ¿Por qué? Porque aunque sea una realidad compleja compuesta por aspectos visibles (normas, procedimientos establecidos, regulaciones, etc.) e invisibles (supuestos implícitos, relaciones de poder, modelos de roles, representaciones compartidas, etc.), la cultura organizacional está presente, en forma evidente o subyacente, en la vida de la organización y de su gente. La cultura organizacional refiere al conjunto de normas, hábitos y certezas, supuestos, patrones de comunicación y conducta, formas de interacción y relacionamiento, sistemas y procedimientos, modelos de roles, historias, mitos y valores, etc. que los integrantes de la organización comparten de manera explícita e implícita. Podríamos decir que la cultura se refleja en la forma en que las personas se relacionan, hacen su trabajo y se representan a sí mismas en la organización. Estos valores, modelos, creencias y prácticas relacionales no son ajenos al entorno o contexto social en que la organización está inserta y en consecuencia, tampoco son ajenos a las relaciones de género que atraviesan a la sociedad. 19 La implantación implica la construcción de una ingeniería social que soporte el modelo. Una condición de partida para el inicio de estos procesos es, sin lugar a dudas, el compromiso decidido y evidente de la alta dirección. Pero esto no es suficiente ya que la participación de los diferentes actores así como del sindicato es indispensable que desde el inicio, de manera tal que este proceso no sea percibido como una imposición o una amenaza sino como una necesidad fundamentada en factores claros (competitividad, aprendizaje permanente, necesidades del cliente, etc.). Es necesario definir roles y crear espacios de diálogo social en torno al modelo y su implementación. Para lograrlo, se debe considerar la representatividad de los participantes y, en ese sentido, se debe buscar incluir a: 20 Representantes de los distintos niveles de la organización (estratégico, táctico y operativo). Representantes de organizaciones sindicales o del o los sindicatos que actúan en el ámbito de la empresa. En todos los casos el criterio es que las personas que intervengan sean valoradas y reconocidas por su desempeño en la actividad y que exista una representación equilibrada de hombres y mujeres si es posible. Mantenimiento, evaluación e innovación Una GHxC dinámica debe estar sujeta a constante revisión y evaluación de sus resultados. Las organizaciones que aprenden son aquéllas que entienden el aprendizaje como inseparable del quehacer cotidiano y en donde se crean espacios para abordar los problemas, aclarar diferencias, crear sentido de pertenencia y de apropiación de las metas y la estrategia organizacional. Precisamente, en estos emergen las necesidades de nuevas competencias (individuales y colectivas), y tienen lugar los nuevos aprendizajes organizacionales. En consecuencia, habrá que crear ámbitos en los que todo el personal pueda reflexionar conjuntamente acerca de los problemas o disfunciones que tienen impacto en los indicadores, sus causas, posibles soluciones o mejoras y necesidades formativas relacionadas. Para ampliar, ver: 21 e. ¿Por qué promover la GxC desde las políticas públicas? El aprendizaje a lo largo de la vida responde a la necesidad de generar mayores oportunidades educativas, que no sólo se circunscriben a ciertas etapas del desarrollo de las personas. Este concepto pretende indicar que las oportunidades deberían existir en diferentes espacios, en cualquier momento, a cualquier edad, y más aún para cualquier condición social. La educación y el aprendizaje como posibilidades permanentemente abiertas significan una respuesta a las actuales exigencias tales como el rápido advenimiento de nuevos conocimientos, la velocidad de la innovación, el cambio tecnológico y sus consecuencias prácticas en el mundo del trabajo. Billorou, Nina. Vargas, Fernando. Orientaciones para el diseño y la implementación de un Marco de cualificaciones. OIT/ Cinterfor. Una política pública de desarrollo y calificación de los RRHH nacionales como condición esencial para el desarrollo económico y social y el trabajo decente, debe apuntar a generar oportunidades para el fortalecimiento de las competencias de la población, en los diferentes espacios y momentos de su vida. En este escenario, la GHxC resulta una herramienta valiosa para promover y reconocer el aprendizaje a lo largo de la vida de las personas a la vez que mejorar la productividad de las empresas. Las personas aprenden en diversos espacios y momentos, no sólo en contextos institucionalizados como los ámbitos formales o académicos o en instancias de capacitación de diversa índole (aprendizaje no-formal), sino también y cada vez más, gracias a las nuevas tecnologías de la información y comunicación, en el intercambio y la práctica profesional, social y familiar, es decir en la vida misma 22 (aprendizaje informal)4. En este sentido, las políticas públicas no pueden centrarse sólo en los niveles de ingreso al mundo del trabajo. El enfoque de la competencia toma en cuenta y busca reconocer aquellos aprendizajes que se realizan en paralelo o fuera de los sistemas educativos formales, así como los adquiridos en la experiencia laboral o social, incluso en el ámbito familiar y también el aprendizaje no intencionado, no reconocido a nivel consciente por los propios individuos. Desde esta perspectiva, todo aprendizaje previo que haya contribuido a desarrollar el conjunto de capacidades, habilidades, actitudes y conocimientos combinados y movilizados para lograr un resultado concreto en una circunstancia laboral específica, tiene valor, independientemente de cómo y dónde haya sido adquirido. Los dispositivos de reconocimiento de las competencias (certificación) así como otras iniciativas, tales como los Marcos de calificaciones son instrumentos para el desarrollo, la clasificación y el reconocimiento de las competencias y trayectorias de aprendizaje de las personas. La articulación de un marco de calificaciones la GHXC en las organizaciones resulta una herramienta de gran potencialidad tanto para la persona como para la empresa. Esta sinergia da sentido y coherencia a las diferentes intervenciones en materia de formación y empleabilidad, aprendizaje en el trabajo, gestión por competencias y reconocimiento, ya que apunta a la comparabilidad e interconexiones entre las calificaciones , señalando cómo las personas pueden progresar de un nivel a otro, ya sea dentro de la organización ( plan de carrera) , dentro de una misma ocupación o sector, o entre ocupaciones y sectores distintos. 4 En numerosos estudios internacionales se ha destacado que el aprendizaje informal da cuenta del 60% al 80% de la adquisición completa de competencias (entre otros, OECD, 1977; LaurErnst,) 23 Ahora bien, además de la mejora en las competencias de la población como un elemento clave para generar más equidad y cohesión social, es indispensable que el aprendizaje y desarrollo de capacidades tenga un impacto en la mejora de la productividad y competitividad de las unidades productivas, de manera de contribuir a su sostenibilidad. Efectivamente, para que una empresa sea sostenible es necesario que sea competitiva y que pueda mantener su competitividad en un entorno cambiante para lo cual debe ser productiva. En América Latina nos enfrentamos a un problema grave y persistente de baja productividad, a pesar de los avances que se han venido experimentando en los indicadores sociales y económicos. Para mejorar la productividad hay que producir “mejor” es decir, utilizar los recursos en forma más inteligente, con mayor calidad y valor agregado de acuerdo a los objetivos fijados. En forma creciente, la productividad está íntimamente relacionada con la innovación, la información, la tecnología, el desarrollo de las personas, etc. En este marco, las personas que integran la empresa y sus competencias constituyen el factor clave para la mejora de la productividad, dado que ellas son las que pueden agregar valor tanto a los productos como a los procesos. Desde el Ministerio, crear alianzas estratégicas con el sector productivo e implementar políticas que articulen los procesos de formación y desarrollo de competencias dentro y fuera de la empresa, es hoy una cuestión clave para contribuir a la mejora de la productividad, la empleabilidad y la generación de oportunidades de aprendizaje permanente de las personas. Promover la GHxC en las organizaciones es parte de las soluciones. A su vez, al impulsar iniciativas y brindar herramientas para el desarrollo de la GHxC se apunta a promover condiciones de trabajo más dignas , una mejora en la 24 demanda de formación y en la formalización y calidad del empleo. No se debe olvidar la importancia de facilitar estos procesos en las MIPYME que enfrentan mayores dificultades a la hora de gestionar sus RRHH , implementar acciones para determinar sus necesidades de desarrollo de competencias y articularse con la oferta formativa, entre otras. En esta línea, en la región, se ha venido impulsando los últimos años desde el ámbito público (Instituciones nacionales de formación profesional, Ministerios de trabajo y educación, otros ministerios sectoriales), un conjunto de políticas, proyectos, acciones, y estrategias para sensibilizar, promover, apoyar la incorporación del enfoque de GHxC en las organizaciones. También desde el sector privado se ha avanzado en forma sustantiva y se han ido generando alianzas estratégicas con el Estado a distintos niveles. Las experiencias y buenas prácticas son muy diversas, las herramientas generadas también. Un análisis crítico del camino transitado, permite sugerir que lo esencial es comenzar con objetivos políticos claros, más que con modelos de intervención o propuestas rígidas. Para ampliar, ver: 25 26