La Constitución y el Derecho Internacional Público La Co

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Derecho Internacional de los Derechos Humanos
Enero-Marzo, 2010
Foro: La Constitución y el Derecho Internacional Público
La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Rojas Báez Julio José - lunes, 8 de febrero de 2010, 08:51
Hola a todos y todas,
En esta semana compartiremos con Roberto Álvarez, representante
permanente de la República Dominicana en la Organización de Estados
Americanos (OEA), junto a él analizaremos su artículo "La Constitución y
el Derecho Internacional Público", partiendo de las siguientes
interrogantes:
1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho
internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar
exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué?
2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido
suficientemente constante como para identificar un criterio definido
respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico
dominicano? Justifique su postura.
3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen
constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas?
al
bloque
de
Saludos,
Julio José
Responder
Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Perez Martinez Wanda Yisel - martes, 9 de febrero de 2010, 18:20
Saludo cordial para nuestro docente y los compañeros virtuales de este
curso de derecho internacional. Respecto al foro:
1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho
internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar
exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué?
Soy de criterio que la incorporación de las normas de derecho
internacional en el ordenamiento jurídico dominicano tuvo lugar anterior
a la referida resolución, esto así por efecto a las disposiciones de los
artículos 3 y 10 de la anterior Constitución Dominicana; amén y que tal
vez los actores del proceso no hicieran anterior a la resolución un uso
adecuado de esa normativa constitucional, o la utilizaran poco; ahora
bien no se puede negar que la resolución 1920-2003 ayudo de alguna
manera a dinamizar la incorporación de las normas internacionales.
2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido
suficientemente constante como para identificar un criterio definido
respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico
dominicano? Justifique su postura.
Creo que en los últimos años la Suprema Corte de Justicia si ha tenido un
criterio definido respecto a la posición de los tratados en el
ordenamiento jurídico dominicano, sobre todo después del año 2003,
cuando dictó la resolución 1920-2003, en donde establece que la
República Dominicana tiene un sistema Constitucional integrado por
disposiciones de igual jerarquía que emanan de dos fuentes
normativas esenciales: a) La nacional, formada por la Constitución y
por las jurisprudencia Constitucional local, y la Internacional,
compuesta por lo Pactos y Convenciones internacionales, las
opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos;; fuentes normativas que en su
conjunto, integran el Bloque de constitucionalidad.
De ahí en lo adelante la Suprema ha reiterado que los jueces del
ordenamiento judicial están obligados a aplicar las disposiciones
contenidas en dicho bloque de constitucionalidad.
3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen
constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas?
al
bloque
de
Entiendo que en virtud de los artículos 3 y 10 de la Constitución anterior
a la del 26 de enero del 2010, toda la normativa sobre derechos humanos
contenida en las declaraciones, pactos, convenios y tratados
internacionales son de aplicación directa e inmediata y por tanto
reconocidos dentro del bloque de constitucionalidad en nuestro
ordenamiento jurídico. Por ello, no todas las normativas internacionales
pertenecen al bloque de constitucionalidad, sino tan solo aquellas que
versen sobre derechos humanos.
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de RICOURT GOMEZ ARELIS SOCORRO - miércoles, 10 de febrero de 2010,
00:07
1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho
internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar
exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué?
Claro que no, desde el proyecto de ley fundamental de Juan Pablo
Duarte se hacia referencia a los tratados internacionales, consagrando
todas las constituciones la facultad del ejecutivo de concertar tratados y
acuerdos internacionales.
Lamentablemente y en parte como herencia de nuestra tradición
francesa, vivimos muchos anos de espalda a nuestra Constitución y mal
entendiendo como fuente primigenia del derecho a la Ley. gracias a Dios
que despertamos, según mi humilde entender sobre todo a partir del
juicio Jorge Blanco y comenzamos a entender que el debido proceso
había estado ahí desde siempre y que además existían otras disposiciones
y mecanismos de índole internacional de los que podíamos hacer uso. La
reforma constitucional del 1994, nos legó el sistema concentrado de
control de la constitucionalidad y la acción popular.
De manera que la resolución 1920/2003, lo que hizo fue reforzar el
criterio de la incorporación de las normas de derecho internacional en el
derecho interno, por supuesto que ayudó mucho a difundir esto en el
mundo jurídico dominicano, su aporte es innegable, porque el problema
nuestro viene de la mala formación jurídica que tuvimos, donde todo se
reducía a los códigos y leyes internas, hoy en día gozamos de una
apertura en todos los ordenes y salimos por fin de esta media isla,
entendemos y comprendemos con claridad que nuestro sistema se
encuentra integrado por disposiciones que emanan de dos fuentes: la
nacional y la internacional y no creo que a ningún tribunal se le ocurra
decir hoy día que son disposiciones extranjeras no aplicables (ver.
Sentencia No. 3 del 18 junio 1997. B.J. 1034-1040), muy por el contrario
cada día es mayor el uso de las fuentes internacionales por parte de los
abogados litigante y de los tribunales para fundamentar sus decisiones.
2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido
suficientemente constante como para identificar un criterio definido
respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico
dominicano? Justifique su postura.
Nuestra suprema ha reconocido en numerosas decisiones que forman
parte del derecho interno el conjunto de garantías reconocidas por la
Constitución y la jurisprudencia constitucional, así como las normas
supranacionales i ntegradas por los tratados, pactos y convenciones
internacionales suscritos y ratificados por e l país, las opiniones
consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de De
rechos Humanos, lo que se ha dado en denominar bloque de
constitucionalidad.
Sosteniendo para una ocasión que: “la Constitución y los Tratados
internacionales deben prevalecer siempre sobre la ley” y en otra, decide
que: “ en virtud de que en nuestro país rige el principio de la supremacía
de la Constitución, por lo que ningún tratado internacional o legislación
interna es válida cuando colisione con principios expresamente
consagrados por nuestra Carta Magna”, lo cual choca con las
disposiciones señaladas por el Sr. Álvarez en su articulo (artículos 27 y 31
de la Convención de Viena) , por lo que tendrá que definir de manera
mas clara su posición sobre este punto, sobre todo en estos momentos en
que la Constitución en su artículo 74-3, los colocó en el mismo rango.
3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen al bloque de
constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas?
Entiendo que son parte del bloque de constitucionalidad todos los pactos
y convenciones internacionales, las opiniones consultivas y las decisiones
emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
consecuencia entiendo que no solo las que se refieren a los derechos
humanos sino todas siempre que beneficien a los ciudadanos y
ciudadanas
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Llauger Niurka - miércoles, 10 de febrero de 2010, 10:22
Hola a todos!
1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho
internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido
lugar exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué?
Partiendo del entendido de que nuestro ordenamiento jurídico reconoce
y aplica las normas de derecho internacional en la medida en que sus
órganos públicos la han ratificado, y tomando en cuenta que esta
disposición no es nueva, toda vez que la misma se encontraba contenida
en nuestra carta magna (Articulo 3), siendo la misma reproducida en el
articulo 26 numerales 1 y 2 del actual texto constitucional; Que si bien la
resolución 1920-2003 dictada por la Suprema Corte de Justicia viene a
recordar a los distintos aplicadores del sistema la existencia y la
necesaria vigencia de principios tal fundamentales como el debido
proceso, a fin de permitir una efectiva aplicación de los mismos; Es por
lo anterior que entendemos que resulta inexacto afirmar que la
incorporación de las normas del derecho internacional en nuestro
ordenamiento tiene lugar a partir de la puesta en vigencia de la referida
resolución.
2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido
suficientemente constante como para identificar un criterio
definido respecto de la posición de los tratados en el
ordenamiento jurídico dominicano? Justifique su postura.
Entendemos que si, toda vez que la Suprema con motivo de una discusión
doctrinal respecto del lugar que ocupan los tratados internacionales
frente al derecho interno y de manera especial respecto de la
constitución, vale decir si los tratados se encuentran por encima o por
debajo de ésta o si por el contrario mantienen el mismo rango. Sobre
este particular la SCJ ha sostenido que en nuestro país rige un sistema
constitucional integrado por disposiciones de igual jerarquía que emanan
de dos fuentes normativas esenciales: a) la nacional, formada por la
Constitución y por la jurisprudencia constitucional local, y b) la
internacional, compuesta por los pactos y convenciones internacionales,
las opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos; fuentes normativas que en su
conjunto, conforme a la mejor doctrina, integran lo que se ha
denominado, el bloque de constitucionalidad, al cual está sujeta la
validez formal y material de toda legislación adjetiva; (Cas. Civ. 04 de
agosto del 2004 B.J. 1115; y Sentencia No. 5 del 23 de noviembre del
2005. B.J 1140)
3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen al bloque de
constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas?
De la lectura del articulo 26 numerales 1 y 2 de la Constitución; 1 del
Código Procesal Penal y vista la jurisprudencia sobre el bloque de
constitucionalidad dictada por la SCJ, podemos convenir que no sólo las
normas referentes a derechos humanos forman parte del llamado bloque
de constitucionalidad, de suerte tal que los articulos referidos disponen
de manera general los tratados internacionales debidamente ratificados.
Saludos
Niurka
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Alvarez Roberto - viernes, 12 de febrero de 2010, 00:35
Srta Llauger, podria usted clarificar la cita siguiente: Cas. Civ. 04 de
agosto del 2004 B.J. 1115, pues el BJ 1115 corresponde a octubre 2003.
El BJ 1125 coincide en cuanto a la fecha, pero no encuentro la sentencia
por la cita que usted proporciona. Muchas gracias. RA
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Llauger Niurka - viernes, 12 de febrero de 2010, 10:23
<!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } A:link { solanguage: zxx } -->
Hola a todos!
Ciertamente como señala existe una inexactitud respecto de la
referencia;
El presente link, permite el acceso a la decisión de referencia.
http://www.suprema.gov.do/novedades/sentencias/armas.htm
Saludos
Niurka
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Moreno Rodríguez Diana Patricia - miércoles, 10 de febrero de 2010,
11:43
Buen día a todos y todas!
Respecto de la incorporación de las normas internacionales en nuestro
ordenamiento jurídico consideramos que las mismas no han sido
incorporadas al derecho dominicano de manera exclusiva a raíz de la
resolución 1920-2003, toda vez que antes del dictado de esa resolución
la Constitución dominicana en sus artículos 3 y 10 (ahora 26 numerales 1
y 2 de la proclamada el 26/1/2010) ya había previsto que las normativas
internacionales ratificadas por el Congreso Nacional son reconocidas y
aplicadas al derecho interno, sin embargo en la práctica el texto
constitucional era letra muerta debido a que no era aplicado, y es
precisamente con la resolución de referencia que los actores del sistema
inician la puesta en aplicación de estos preceptos.
En cuanto a la postura jurisprudencial de nuestra Suprema Corte de
Justicia podemos establecer que el máximo tribunal ha establecido de
manera constante que la Constitución y los Tratados Internacionales se
encuentran en la misma posición, sin embargo cuando colidan las
disposiciones constitucionales y las internacionales el alto tribunal ha
dispuesto que debe prevalecer el mandato de la Carta Magna,
estableciendo que: “para que una ley interna pueda ser declarada
inconstitucional, no es suficiente que ella contradiga o vulnere una
convención o tratado del que haya sido parte el Estado Dominicano, sino
que es necesario que esa vulneración alcance a la Constitución misma,
en virtud de que en nuestro país rige el principio de la supremacía de la
Constitución, por lo que ningún tratado internacional o legislación
interna es válido cuando colisione con principios expresamente
consagrados por la Carta Magna” (sentencia del 12 de agosto del 2009).
El bloque de constitucionalidad se encuentra integrado por diversas
normativas internacionales no sólo las referentes a derechos humanos,
en ese sentido la resolución 1920-2003 de la Suprema Corte de Justicia
dispone que el bloque está integrado por normativas nacionales e
internacionales: pactos y convenciones internacionales, opiniones
consultivas y las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
Afectos,
Diana
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Martínez Noboa Leticia - miércoles, 10 de febrero de 2010, 17:26
Buenas tardes,
Para responder a la pregunta del presente foro, si ciertamente las
normas de derecho internacional que tienden a establecer garantías
procesales, han sido recogidas en el ordenamiento jurídico dominicano a
raíz de la Resolución 1920-2003, esto no implica que tales normas han
sido incorporadas a partir de dicha resolución, esto en el entendido de
que en la Constitución anteriormente establecida en nuestro país se
recogía en su artículo 3, el mandato de que todas las normas de derecho
internacional formaban parte de nuestro ordenamiento, al expresar lo
siguiente: “La República Dominicana reconoce y aplica las normas del
Derecho Internacional general y americano en la medida en que sus
poderes públicos las hayan adoptado, y se pronuncia en favor de la
solidaridad económica de los países de América y apoyará toda iniciativa
que propenda a la defensa de sus productos básicos y materias primas.”
De esto, que si bien de un modo más práctico se pudo evidenciar la
aplicación de dichas normas a partir de la Resolución 1920, las normas de
derecho internacional se encontraban ya incorporadas a nuestro
ordenamiento con el mandato del artículo 3, de la Constitución anterior,
y más aún partiendo del entendido de que como establece el autor
Roberto Álvarez, las normas de derecho internacional en nuestro país, al
ser prevalenciente la teoría monista en cuanto a la jurisprudencia y
dualista para los tratados, son incorporadas a nuestro ordenamiento al
momento
en
que
son
ratificadas.
En el otro aspecto, sobre la constante de la jurisprudencia, se puede
establecer que en la misma se ha podido disponer un criterio firme en el
sentido de que si la Constitución posee supremacía sobre los Tratados
Internacionales, el cual se expresó, por ejemplo en sentencia contenida
en el Boletín Judicial No.606, de enero del 1961, Pag.49, de la manera
siguiente: “Los tratados internacionales debidamente aprobados por el
Congreso tienen la autoridad de una ley interna, en cuanto afecten
derechos o intereses privados objeto del acuerdo; por consiguiente, los
tribunales no tan sólo tienen el derecho, sino que están en él deber de
interpretar los tratados, en la medida en que la aplicación de una de sus
cláusulas pueda tener influencia en la solución de un litigio de interés
privado; esta interpretación, como las de las leyes, está sometida al
control de la Suprema Corte de Justicia; que, como materia propia de
juicio también corresponde a los tribunales resolver, bajo el control de
la casación, si un tratado internacional, lo mismo que las demás leyes,
son o no compatibles con la Constitución”. Mas ha expresado en
contrario a esto, que la Constitución y los Tratados Internacionales
tienen la misma jerarquía, tal como han establecido mis compañeros. De
ahí que se pueda expresar que no existe un criterio del todo constante
en
ese
sentido.
En otro sentido, respecto al tercer punto, no solo las normas de derecho
internacional relativa a derechos humanos son las que componen el
bloque de constitucionalidad, ya que asimismo, dentro de dicho bloque
se encuentran presentes de manera general los tratados de derecho
internacional, los convenios, opiniones consultivas y la jurisprudencia
internacional que se dicte por los tribunales de ese orden. De lo que se
entiende, que no solo las concernientes a derechos humanos se ubican
dentro
del
bloque
de
constitucionalidad.
Saludos,
Leticia Martínez Noboa.
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Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público
de Alvarez Roberto - viernes, 12 de febrero de 2010, 00:19
Ante todo, quiero agradecer la participación de los tod@s en este Foro.
Voy a responder a varias interrogantes planteadas en las respuestas,
hasta la de Leticia Martínez Noboa, que creo es la última. Cualquiera
respuesta posterior será atendida en los próximos días.
En relación a la primera interrogante: Desde nuestra primera
Constitución, la de 1844, las normas convencionales (es decir,
provenientes de convenciones o tratados) de derecho internacional han
sido incorporadas en el ordenamiento jurídico dominicano por
exactamente los mismos procedimientos que utilizamos en la actualidad:
el ejecutivo negocia y firma un tratado, luego lo somete a la aprobación
del Congreso y, si este lo aprueba, el ejecutivo lo promulga y deposita
(para los tratados multilaterales) o intercambia (para los tratados
bilaterales o entre un muy reducido número de Estados) el instrumento
de ratificación, por medio de nuestros agentes diplomáticos.
Es interesante e instructivo leer el procedimiento establecido en nuestra
primera Constitución, el cual sigue a continuación:
Constitución 1844
CAPÍTULO II
Del Poder Legislativo
IV
Del Congreso Nacional
Art. 94. - Las atribuciones del Congreso son:
Duodécimo: Prestar o negar su consentimiento a los tratados de paz, de
alianza, de amistad, de neutralidad, de comercio y cualesquiera otros
que celebre el Poder Ejecutivo. Ningún tratado tendrá efecto sino en
virtud de la aprobación del Congreso.
CAPÍTULO III
Del Poder Ejecutivo
I
Del Presidente de la República
Art. 102. - Las atribuciones del Presidente de la República son:
Duodécimo: Hacer los tratados de paz de alianza, de amistad, de
neutralidad y de comercio, a reserva de la sanción del Congreso.
Pregunta: ¿Existe alguna diferencia sustancial entre los términos de la
Constitución de 1844 arriba citados y las normas contenidas en los
Artículos 93 (l) y 128 (d) de la Constitución recién promulgada? Ojo: No
traten de buscarle la quinta pata al gato.
No voy a tocar ahora la cuestión del derecho internacional
consuetudinario, es decir, el que se va formando por los usos y
procedimientos y deviene en costumbre aceptada por un número de
países importantes a través del tiempo. Es interesante entenderlo, pero
por ahora dejémoslo a un lado. Para los extremadamente curiosos entre
ustedes los invito a buscar y leer el artículo 82 de la Constitución de
1877. En otro momento comentaremos su importancia.
En cuanto a la pregunta número dos: La primera sentencia de la SCJ en
materia de tratados (que yo conozca) data de 1938, la segunda de 1961,
y después de esta última no sé de otra hasta la No. 3 de 18 de junio de
1997, sobre una sentencia del Tribunal Superior de Tierras que
desconoció la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros
tratados, en relación a la igualdad de derechos de los hijos nacidos fuera
y dentro del matrimonio. Más luego viene la Sentencia No. 9 de febrero
de 1999, relacionada al recurso de amparo. A partir de ésta, conozco la
Resolución 1920-2003, la Sentencia No. 4 del 9 de febrero de 2005 y la
No. 86 de 2009; en estos dictámenes sustento mi opinión. (Si ustedes
conocen otras sentencias más allá de éstas, por favor háganme llegar las
citas; gracias por anticipado).
Existe coherencia a partir de las sentencias No. 3 de 1997 y la No. 9 de
1999, sobre el tema de los tratados relacionados a derechos humanos,
pero es a partir de la Resolución 1920 que éstos adquieren con relevancia
y precisión el rango de normas que forman parte del bloque de
constitucionalidad y por lo tanto están a la par (así como las decisiones
de los órganos jurisdiccionales creados por dichos tratados) de las
normas constitucionales y de la jurisprudencia concentrada y difusa
nacional. La Resolución 1920 se concentra exclusivamente en los
tratados, convenciones, pactos, etc., relacionados a DERECHOS
HUMANOS y NO, NO, NO a todo tratado internacional. Las sentencias
posteriores arriba citadas así lo corroboran.
Las sentencias en relación a los tratados que NO versan sobre derechos
humanos no son tan claras ni consistentes. Escapa en este momento
hacer un análisis de las sentencias antes mencionadas que NO tienen que
ver con derechos humanos. Los reenvío a mi artículo en cuanto a lo que
digo sobre la violación del derecho internacional.
El problema surge, como digo en mi artículo, en relación a la posición
asumida por la SCJ en relación a los tratados que NO versan sobre
derechos humanos, ya que las sentencias (No. 4 y 86) establecen que no
es suficiente que una ley contradiga una norma de un tratado para que
esta ley sea declarada inconstitucional, sino que es necesario que la
vulneración de la ley “alcance a la Constitución misma, salvo el caso que
se trate de una disposición de derechos humanos comprendida dentro del
bloque de constitucionalidad”. (Para los realmente “nerds” entre
ustedes, los invito a contrastar lo relacionado a los tratados de estas dos
sentencias con lo que establece la Sentencia del 30 de enero de 1961
(B.J. 606), sobre el Concordato).
¿Cuál es el problema? De manera sucinta: un Estado puede violar los
términos de un tratado y decir lo que le venga en gana sobre el rango de
éstos en relación a su Constitución y pontificar con todos los argumentos
jurídicos a su gusto sobre el por qué la Constitución o una ley nacional es
superior al tratado debidamente aprobado, pero quien determina en
última instancia si existe o no una violación al tratado son los órganos
encargados de supervisar el cumplimiento de éstos en el ORDEN
INTERNACIONAL (Véanse Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, y Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente
ilícitos, ONU/A/Res/56/83, 28 de enero de 2002). Si no fuera así,
sobrevendría, como digo, el caos entre los Estados y en el orden
internacional.
Los Estados pactan libremente, pero se obligan a lo pactado. Existe un
mecanismo para los Estados decidir CON ANTELACION si una norma
convencional vulnera una su Constitución, esa figura se llama la reserva
a un tratado. El Estado bien puede decir AL MOMENTO DE RATIFICAR que
hace una reserva en relación a una clausula de un tratado y que
considera que esa norma no le es aplicable, o que formula una
interpretación sobre dicha norma para que sea compatible con su
Constitución (OJO: no se puede hacer una reserva de forma tal que se
desnaturalice o vulnere el propósito o la esencia de una norma
fundamental del tratado).
Más específicamente, ¿Qué quiere decir esto? Pues, por ejemplo, en
términos de derechos humanos, si existe una violación a un tratado,
digamos a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, causada
por el ordenamiento jurídico de un Estado sin que se pueda resolver
satisfactoriamente a nivel nacional, puede presentarse una denuncia
ante los órganos jurisdiccionales del sistema interamericano y éstos son
los llamados a determinar en última instancia sobre el caso. Invocar una
norma nacional, incluyendo la Constitución, para justificar el
incumplimiento de una obligación libremente asumida no es aceptable
como argumento de defensa.
Si se trata de un tratado que NO versa sobre derechos humanos, depende
de la naturaleza de éste y de si existen o no órganos de supervisión para
el cumplimiento de sus términos. Supongamos que se trate del Tratado
de Libre Comercio conocido como DR-CAFTA (entre RD, Centroamérica y
EEUU), y que uno de los Estados Partes pasara una ley que violara una de
sus cláusulas, afectando derechos adquiridos por terceras personas; éstas
podrían presentar una acción contra el Estado violador ante uno de los
mecanismos de supervisión creados por el tratado, con el riesgo de que
se aplicaran medidas retaliatorias en contra de dicho Estado si se
comprobara la violación. A la vez, el Estado en cuestión colocaría su
buena fe y credibilidad como socio confiable en juego, por afectar algo
tan básico como la seguridad jurídica. Por esto es que hay que entender
el Derecho Internacional Publico y tener mucho cuidado con los
razonamientos que se utilizan en las sentencias.
En cuanto a la interrogante numero tres: seré breve, respiro, sólo
pertenecen al bloque de constitucionalidad las normas de los tratados de
derechos humanos, punto.
Gracias.
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