Derecho Internacional de los Derechos Humanos Enero-Marzo, 2010 Foro: La Constitución y el Derecho Internacional Público La Constitución y el Derecho Internacional Público de Rojas Báez Julio José - lunes, 8 de febrero de 2010, 08:51 Hola a todos y todas, En esta semana compartiremos con Roberto Álvarez, representante permanente de la República Dominicana en la Organización de Estados Americanos (OEA), junto a él analizaremos su artículo "La Constitución y el Derecho Internacional Público", partiendo de las siguientes interrogantes: 1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué? 2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido suficientemente constante como para identificar un criterio definido respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico dominicano? Justifique su postura. 3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas? al bloque de Saludos, Julio José Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Perez Martinez Wanda Yisel - martes, 9 de febrero de 2010, 18:20 Saludo cordial para nuestro docente y los compañeros virtuales de este curso de derecho internacional. Respecto al foro: 1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué? Soy de criterio que la incorporación de las normas de derecho internacional en el ordenamiento jurídico dominicano tuvo lugar anterior a la referida resolución, esto así por efecto a las disposiciones de los artículos 3 y 10 de la anterior Constitución Dominicana; amén y que tal vez los actores del proceso no hicieran anterior a la resolución un uso adecuado de esa normativa constitucional, o la utilizaran poco; ahora bien no se puede negar que la resolución 1920-2003 ayudo de alguna manera a dinamizar la incorporación de las normas internacionales. 2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido suficientemente constante como para identificar un criterio definido respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico dominicano? Justifique su postura. Creo que en los últimos años la Suprema Corte de Justicia si ha tenido un criterio definido respecto a la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico dominicano, sobre todo después del año 2003, cuando dictó la resolución 1920-2003, en donde establece que la República Dominicana tiene un sistema Constitucional integrado por disposiciones de igual jerarquía que emanan de dos fuentes normativas esenciales: a) La nacional, formada por la Constitución y por las jurisprudencia Constitucional local, y la Internacional, compuesta por lo Pactos y Convenciones internacionales, las opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos;; fuentes normativas que en su conjunto, integran el Bloque de constitucionalidad. De ahí en lo adelante la Suprema ha reiterado que los jueces del ordenamiento judicial están obligados a aplicar las disposiciones contenidas en dicho bloque de constitucionalidad. 3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas? al bloque de Entiendo que en virtud de los artículos 3 y 10 de la Constitución anterior a la del 26 de enero del 2010, toda la normativa sobre derechos humanos contenida en las declaraciones, pactos, convenios y tratados internacionales son de aplicación directa e inmediata y por tanto reconocidos dentro del bloque de constitucionalidad en nuestro ordenamiento jurídico. Por ello, no todas las normativas internacionales pertenecen al bloque de constitucionalidad, sino tan solo aquellas que versen sobre derechos humanos. Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de RICOURT GOMEZ ARELIS SOCORRO - miércoles, 10 de febrero de 2010, 00:07 1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué? Claro que no, desde el proyecto de ley fundamental de Juan Pablo Duarte se hacia referencia a los tratados internacionales, consagrando todas las constituciones la facultad del ejecutivo de concertar tratados y acuerdos internacionales. Lamentablemente y en parte como herencia de nuestra tradición francesa, vivimos muchos anos de espalda a nuestra Constitución y mal entendiendo como fuente primigenia del derecho a la Ley. gracias a Dios que despertamos, según mi humilde entender sobre todo a partir del juicio Jorge Blanco y comenzamos a entender que el debido proceso había estado ahí desde siempre y que además existían otras disposiciones y mecanismos de índole internacional de los que podíamos hacer uso. La reforma constitucional del 1994, nos legó el sistema concentrado de control de la constitucionalidad y la acción popular. De manera que la resolución 1920/2003, lo que hizo fue reforzar el criterio de la incorporación de las normas de derecho internacional en el derecho interno, por supuesto que ayudó mucho a difundir esto en el mundo jurídico dominicano, su aporte es innegable, porque el problema nuestro viene de la mala formación jurídica que tuvimos, donde todo se reducía a los códigos y leyes internas, hoy en día gozamos de una apertura en todos los ordenes y salimos por fin de esta media isla, entendemos y comprendemos con claridad que nuestro sistema se encuentra integrado por disposiciones que emanan de dos fuentes: la nacional y la internacional y no creo que a ningún tribunal se le ocurra decir hoy día que son disposiciones extranjeras no aplicables (ver. Sentencia No. 3 del 18 junio 1997. B.J. 1034-1040), muy por el contrario cada día es mayor el uso de las fuentes internacionales por parte de los abogados litigante y de los tribunales para fundamentar sus decisiones. 2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido suficientemente constante como para identificar un criterio definido respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico dominicano? Justifique su postura. Nuestra suprema ha reconocido en numerosas decisiones que forman parte del derecho interno el conjunto de garantías reconocidas por la Constitución y la jurisprudencia constitucional, así como las normas supranacionales i ntegradas por los tratados, pactos y convenciones internacionales suscritos y ratificados por e l país, las opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de De rechos Humanos, lo que se ha dado en denominar bloque de constitucionalidad. Sosteniendo para una ocasión que: “la Constitución y los Tratados internacionales deben prevalecer siempre sobre la ley” y en otra, decide que: “ en virtud de que en nuestro país rige el principio de la supremacía de la Constitución, por lo que ningún tratado internacional o legislación interna es válida cuando colisione con principios expresamente consagrados por nuestra Carta Magna”, lo cual choca con las disposiciones señaladas por el Sr. Álvarez en su articulo (artículos 27 y 31 de la Convención de Viena) , por lo que tendrá que definir de manera mas clara su posición sobre este punto, sobre todo en estos momentos en que la Constitución en su artículo 74-3, los colocó en el mismo rango. 3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen al bloque de constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas? Entiendo que son parte del bloque de constitucionalidad todos los pactos y convenciones internacionales, las opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en consecuencia entiendo que no solo las que se refieren a los derechos humanos sino todas siempre que beneficien a los ciudadanos y ciudadanas Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Llauger Niurka - miércoles, 10 de febrero de 2010, 10:22 Hola a todos! 1. ¿Entiende usted que la incorporación de las normas de derecho internacional en el ordenamiento jurídico dominicano ha tenido lugar exclusivamente a raíz de la Resolución 1920-2003? Por qué? Partiendo del entendido de que nuestro ordenamiento jurídico reconoce y aplica las normas de derecho internacional en la medida en que sus órganos públicos la han ratificado, y tomando en cuenta que esta disposición no es nueva, toda vez que la misma se encontraba contenida en nuestra carta magna (Articulo 3), siendo la misma reproducida en el articulo 26 numerales 1 y 2 del actual texto constitucional; Que si bien la resolución 1920-2003 dictada por la Suprema Corte de Justicia viene a recordar a los distintos aplicadores del sistema la existencia y la necesaria vigencia de principios tal fundamentales como el debido proceso, a fin de permitir una efectiva aplicación de los mismos; Es por lo anterior que entendemos que resulta inexacto afirmar que la incorporación de las normas del derecho internacional en nuestro ordenamiento tiene lugar a partir de la puesta en vigencia de la referida resolución. 2. ¿Considera usted que la jurisprudencia de la SCJ ha sido suficientemente constante como para identificar un criterio definido respecto de la posición de los tratados en el ordenamiento jurídico dominicano? Justifique su postura. Entendemos que si, toda vez que la Suprema con motivo de una discusión doctrinal respecto del lugar que ocupan los tratados internacionales frente al derecho interno y de manera especial respecto de la constitución, vale decir si los tratados se encuentran por encima o por debajo de ésta o si por el contrario mantienen el mismo rango. Sobre este particular la SCJ ha sostenido que en nuestro país rige un sistema constitucional integrado por disposiciones de igual jerarquía que emanan de dos fuentes normativas esenciales: a) la nacional, formada por la Constitución y por la jurisprudencia constitucional local, y b) la internacional, compuesta por los pactos y convenciones internacionales, las opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; fuentes normativas que en su conjunto, conforme a la mejor doctrina, integran lo que se ha denominado, el bloque de constitucionalidad, al cual está sujeta la validez formal y material de toda legislación adjetiva; (Cas. Civ. 04 de agosto del 2004 B.J. 1115; y Sentencia No. 5 del 23 de noviembre del 2005. B.J 1140) 3. ¿Cuales normas internacionales pertenecen al bloque de constitucionalidad? ¿Las de derechos humanos o todas? De la lectura del articulo 26 numerales 1 y 2 de la Constitución; 1 del Código Procesal Penal y vista la jurisprudencia sobre el bloque de constitucionalidad dictada por la SCJ, podemos convenir que no sólo las normas referentes a derechos humanos forman parte del llamado bloque de constitucionalidad, de suerte tal que los articulos referidos disponen de manera general los tratados internacionales debidamente ratificados. Saludos Niurka Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Alvarez Roberto - viernes, 12 de febrero de 2010, 00:35 Srta Llauger, podria usted clarificar la cita siguiente: Cas. Civ. 04 de agosto del 2004 B.J. 1115, pues el BJ 1115 corresponde a octubre 2003. El BJ 1125 coincide en cuanto a la fecha, pero no encuentro la sentencia por la cita que usted proporciona. Muchas gracias. RA Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Llauger Niurka - viernes, 12 de febrero de 2010, 10:23 <!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } A:link { solanguage: zxx } --> Hola a todos! Ciertamente como señala existe una inexactitud respecto de la referencia; El presente link, permite el acceso a la decisión de referencia. http://www.suprema.gov.do/novedades/sentencias/armas.htm Saludos Niurka Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Moreno Rodríguez Diana Patricia - miércoles, 10 de febrero de 2010, 11:43 Buen día a todos y todas! Respecto de la incorporación de las normas internacionales en nuestro ordenamiento jurídico consideramos que las mismas no han sido incorporadas al derecho dominicano de manera exclusiva a raíz de la resolución 1920-2003, toda vez que antes del dictado de esa resolución la Constitución dominicana en sus artículos 3 y 10 (ahora 26 numerales 1 y 2 de la proclamada el 26/1/2010) ya había previsto que las normativas internacionales ratificadas por el Congreso Nacional son reconocidas y aplicadas al derecho interno, sin embargo en la práctica el texto constitucional era letra muerta debido a que no era aplicado, y es precisamente con la resolución de referencia que los actores del sistema inician la puesta en aplicación de estos preceptos. En cuanto a la postura jurisprudencial de nuestra Suprema Corte de Justicia podemos establecer que el máximo tribunal ha establecido de manera constante que la Constitución y los Tratados Internacionales se encuentran en la misma posición, sin embargo cuando colidan las disposiciones constitucionales y las internacionales el alto tribunal ha dispuesto que debe prevalecer el mandato de la Carta Magna, estableciendo que: “para que una ley interna pueda ser declarada inconstitucional, no es suficiente que ella contradiga o vulnere una convención o tratado del que haya sido parte el Estado Dominicano, sino que es necesario que esa vulneración alcance a la Constitución misma, en virtud de que en nuestro país rige el principio de la supremacía de la Constitución, por lo que ningún tratado internacional o legislación interna es válido cuando colisione con principios expresamente consagrados por la Carta Magna” (sentencia del 12 de agosto del 2009). El bloque de constitucionalidad se encuentra integrado por diversas normativas internacionales no sólo las referentes a derechos humanos, en ese sentido la resolución 1920-2003 de la Suprema Corte de Justicia dispone que el bloque está integrado por normativas nacionales e internacionales: pactos y convenciones internacionales, opiniones consultivas y las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Afectos, Diana Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Martínez Noboa Leticia - miércoles, 10 de febrero de 2010, 17:26 Buenas tardes, Para responder a la pregunta del presente foro, si ciertamente las normas de derecho internacional que tienden a establecer garantías procesales, han sido recogidas en el ordenamiento jurídico dominicano a raíz de la Resolución 1920-2003, esto no implica que tales normas han sido incorporadas a partir de dicha resolución, esto en el entendido de que en la Constitución anteriormente establecida en nuestro país se recogía en su artículo 3, el mandato de que todas las normas de derecho internacional formaban parte de nuestro ordenamiento, al expresar lo siguiente: “La República Dominicana reconoce y aplica las normas del Derecho Internacional general y americano en la medida en que sus poderes públicos las hayan adoptado, y se pronuncia en favor de la solidaridad económica de los países de América y apoyará toda iniciativa que propenda a la defensa de sus productos básicos y materias primas.” De esto, que si bien de un modo más práctico se pudo evidenciar la aplicación de dichas normas a partir de la Resolución 1920, las normas de derecho internacional se encontraban ya incorporadas a nuestro ordenamiento con el mandato del artículo 3, de la Constitución anterior, y más aún partiendo del entendido de que como establece el autor Roberto Álvarez, las normas de derecho internacional en nuestro país, al ser prevalenciente la teoría monista en cuanto a la jurisprudencia y dualista para los tratados, son incorporadas a nuestro ordenamiento al momento en que son ratificadas. En el otro aspecto, sobre la constante de la jurisprudencia, se puede establecer que en la misma se ha podido disponer un criterio firme en el sentido de que si la Constitución posee supremacía sobre los Tratados Internacionales, el cual se expresó, por ejemplo en sentencia contenida en el Boletín Judicial No.606, de enero del 1961, Pag.49, de la manera siguiente: “Los tratados internacionales debidamente aprobados por el Congreso tienen la autoridad de una ley interna, en cuanto afecten derechos o intereses privados objeto del acuerdo; por consiguiente, los tribunales no tan sólo tienen el derecho, sino que están en él deber de interpretar los tratados, en la medida en que la aplicación de una de sus cláusulas pueda tener influencia en la solución de un litigio de interés privado; esta interpretación, como las de las leyes, está sometida al control de la Suprema Corte de Justicia; que, como materia propia de juicio también corresponde a los tribunales resolver, bajo el control de la casación, si un tratado internacional, lo mismo que las demás leyes, son o no compatibles con la Constitución”. Mas ha expresado en contrario a esto, que la Constitución y los Tratados Internacionales tienen la misma jerarquía, tal como han establecido mis compañeros. De ahí que se pueda expresar que no existe un criterio del todo constante en ese sentido. En otro sentido, respecto al tercer punto, no solo las normas de derecho internacional relativa a derechos humanos son las que componen el bloque de constitucionalidad, ya que asimismo, dentro de dicho bloque se encuentran presentes de manera general los tratados de derecho internacional, los convenios, opiniones consultivas y la jurisprudencia internacional que se dicte por los tribunales de ese orden. De lo que se entiende, que no solo las concernientes a derechos humanos se ubican dentro del bloque de constitucionalidad. Saludos, Leticia Martínez Noboa. Mostrar mensaje anterior | Responder Re: La Constitución y el Derecho Internacional Público de Alvarez Roberto - viernes, 12 de febrero de 2010, 00:19 Ante todo, quiero agradecer la participación de los tod@s en este Foro. Voy a responder a varias interrogantes planteadas en las respuestas, hasta la de Leticia Martínez Noboa, que creo es la última. Cualquiera respuesta posterior será atendida en los próximos días. En relación a la primera interrogante: Desde nuestra primera Constitución, la de 1844, las normas convencionales (es decir, provenientes de convenciones o tratados) de derecho internacional han sido incorporadas en el ordenamiento jurídico dominicano por exactamente los mismos procedimientos que utilizamos en la actualidad: el ejecutivo negocia y firma un tratado, luego lo somete a la aprobación del Congreso y, si este lo aprueba, el ejecutivo lo promulga y deposita (para los tratados multilaterales) o intercambia (para los tratados bilaterales o entre un muy reducido número de Estados) el instrumento de ratificación, por medio de nuestros agentes diplomáticos. Es interesante e instructivo leer el procedimiento establecido en nuestra primera Constitución, el cual sigue a continuación: Constitución 1844 CAPÍTULO II Del Poder Legislativo IV Del Congreso Nacional Art. 94. - Las atribuciones del Congreso son: Duodécimo: Prestar o negar su consentimiento a los tratados de paz, de alianza, de amistad, de neutralidad, de comercio y cualesquiera otros que celebre el Poder Ejecutivo. Ningún tratado tendrá efecto sino en virtud de la aprobación del Congreso. CAPÍTULO III Del Poder Ejecutivo I Del Presidente de la República Art. 102. - Las atribuciones del Presidente de la República son: Duodécimo: Hacer los tratados de paz de alianza, de amistad, de neutralidad y de comercio, a reserva de la sanción del Congreso. Pregunta: ¿Existe alguna diferencia sustancial entre los términos de la Constitución de 1844 arriba citados y las normas contenidas en los Artículos 93 (l) y 128 (d) de la Constitución recién promulgada? Ojo: No traten de buscarle la quinta pata al gato. No voy a tocar ahora la cuestión del derecho internacional consuetudinario, es decir, el que se va formando por los usos y procedimientos y deviene en costumbre aceptada por un número de países importantes a través del tiempo. Es interesante entenderlo, pero por ahora dejémoslo a un lado. Para los extremadamente curiosos entre ustedes los invito a buscar y leer el artículo 82 de la Constitución de 1877. En otro momento comentaremos su importancia. En cuanto a la pregunta número dos: La primera sentencia de la SCJ en materia de tratados (que yo conozca) data de 1938, la segunda de 1961, y después de esta última no sé de otra hasta la No. 3 de 18 de junio de 1997, sobre una sentencia del Tribunal Superior de Tierras que desconoció la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados, en relación a la igualdad de derechos de los hijos nacidos fuera y dentro del matrimonio. Más luego viene la Sentencia No. 9 de febrero de 1999, relacionada al recurso de amparo. A partir de ésta, conozco la Resolución 1920-2003, la Sentencia No. 4 del 9 de febrero de 2005 y la No. 86 de 2009; en estos dictámenes sustento mi opinión. (Si ustedes conocen otras sentencias más allá de éstas, por favor háganme llegar las citas; gracias por anticipado). Existe coherencia a partir de las sentencias No. 3 de 1997 y la No. 9 de 1999, sobre el tema de los tratados relacionados a derechos humanos, pero es a partir de la Resolución 1920 que éstos adquieren con relevancia y precisión el rango de normas que forman parte del bloque de constitucionalidad y por lo tanto están a la par (así como las decisiones de los órganos jurisdiccionales creados por dichos tratados) de las normas constitucionales y de la jurisprudencia concentrada y difusa nacional. La Resolución 1920 se concentra exclusivamente en los tratados, convenciones, pactos, etc., relacionados a DERECHOS HUMANOS y NO, NO, NO a todo tratado internacional. Las sentencias posteriores arriba citadas así lo corroboran. Las sentencias en relación a los tratados que NO versan sobre derechos humanos no son tan claras ni consistentes. Escapa en este momento hacer un análisis de las sentencias antes mencionadas que NO tienen que ver con derechos humanos. Los reenvío a mi artículo en cuanto a lo que digo sobre la violación del derecho internacional. El problema surge, como digo en mi artículo, en relación a la posición asumida por la SCJ en relación a los tratados que NO versan sobre derechos humanos, ya que las sentencias (No. 4 y 86) establecen que no es suficiente que una ley contradiga una norma de un tratado para que esta ley sea declarada inconstitucional, sino que es necesario que la vulneración de la ley “alcance a la Constitución misma, salvo el caso que se trate de una disposición de derechos humanos comprendida dentro del bloque de constitucionalidad”. (Para los realmente “nerds” entre ustedes, los invito a contrastar lo relacionado a los tratados de estas dos sentencias con lo que establece la Sentencia del 30 de enero de 1961 (B.J. 606), sobre el Concordato). ¿Cuál es el problema? De manera sucinta: un Estado puede violar los términos de un tratado y decir lo que le venga en gana sobre el rango de éstos en relación a su Constitución y pontificar con todos los argumentos jurídicos a su gusto sobre el por qué la Constitución o una ley nacional es superior al tratado debidamente aprobado, pero quien determina en última instancia si existe o no una violación al tratado son los órganos encargados de supervisar el cumplimiento de éstos en el ORDEN INTERNACIONAL (Véanse Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, y Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos, ONU/A/Res/56/83, 28 de enero de 2002). Si no fuera así, sobrevendría, como digo, el caos entre los Estados y en el orden internacional. Los Estados pactan libremente, pero se obligan a lo pactado. Existe un mecanismo para los Estados decidir CON ANTELACION si una norma convencional vulnera una su Constitución, esa figura se llama la reserva a un tratado. El Estado bien puede decir AL MOMENTO DE RATIFICAR que hace una reserva en relación a una clausula de un tratado y que considera que esa norma no le es aplicable, o que formula una interpretación sobre dicha norma para que sea compatible con su Constitución (OJO: no se puede hacer una reserva de forma tal que se desnaturalice o vulnere el propósito o la esencia de una norma fundamental del tratado). Más específicamente, ¿Qué quiere decir esto? Pues, por ejemplo, en términos de derechos humanos, si existe una violación a un tratado, digamos a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, causada por el ordenamiento jurídico de un Estado sin que se pueda resolver satisfactoriamente a nivel nacional, puede presentarse una denuncia ante los órganos jurisdiccionales del sistema interamericano y éstos son los llamados a determinar en última instancia sobre el caso. Invocar una norma nacional, incluyendo la Constitución, para justificar el incumplimiento de una obligación libremente asumida no es aceptable como argumento de defensa. Si se trata de un tratado que NO versa sobre derechos humanos, depende de la naturaleza de éste y de si existen o no órganos de supervisión para el cumplimiento de sus términos. Supongamos que se trate del Tratado de Libre Comercio conocido como DR-CAFTA (entre RD, Centroamérica y EEUU), y que uno de los Estados Partes pasara una ley que violara una de sus cláusulas, afectando derechos adquiridos por terceras personas; éstas podrían presentar una acción contra el Estado violador ante uno de los mecanismos de supervisión creados por el tratado, con el riesgo de que se aplicaran medidas retaliatorias en contra de dicho Estado si se comprobara la violación. A la vez, el Estado en cuestión colocaría su buena fe y credibilidad como socio confiable en juego, por afectar algo tan básico como la seguridad jurídica. Por esto es que hay que entender el Derecho Internacional Publico y tener mucho cuidado con los razonamientos que se utilizan en las sentencias. En cuanto a la interrogante numero tres: seré breve, respiro, sólo pertenecen al bloque de constitucionalidad las normas de los tratados de derechos humanos, punto. Gracias. Mostrar mensaje anterior | Responder