Darío Salas Sommer La Ecología del Mundo Interior La moral es un concepto mucho más fino que la moralidad, siendo relacionada no solamente con el sistema de valores aprobados por la sociedad, sino orientada a la espiritualidad del ser humano, a sus valores interiores. Tenemos que hacer un paso inevitable de las discusiones ecológicas, tecnológicas, políticas a los problemas de la evolución del mundo interior del hombre. Es imprescindible encontrar los métodos de influencia sobre éste para que el mundo espiritual de un ser humano se convierta en su valor principal. Esta es la clave para la tarea mayor – la conservación de la especie del homo sapiens. N. Moiseev, Racionalismo Moderno, 1995 Estas palabras de Nikita Mois eev, destacado científico ruso, seguidor de la escuela rusa del cosmismo, no pueden dejar indiferente a un ser pensante. Qué sorprendente es que sin conocernos hayamos dicho y escrito sobre lo mismo – si n desarrollo del mundo interior de un ser humano no hay futuro para la humanidad. El concepto de l a Ecología del Mundo Interior abarca l os principios de la existenci a humana basados en la capaci dad de pensamiento consciente y objeti vo, que describo en mi último libro “Moral para el siglo XXI”. He aquí algunos de los puntos clave de este concepto: • Vivimos en el Uni verso consciente y racional que tiene estructura holográfica. Existe sólo una energía que llena todas l as dimensiones cósmicas creando una total uni dad de vi da. Lo que afecta a la más mínima partícul a, afecta a toda l a estructura, pues todas las partes del Universo están continuamente ligadas. • La totali dad del Universo es el Creador, omnipotente y omnisapiente energía primaria, madre de todas las formas de ser, visibles e invisibles. • La Naturaleza es sensi ble a t odas l as acciones y emanaciones energéticas del ser humano, g erminándolas si empre en su vientre. • Hemos sido creados inconclu sos para que cada uno de nosotros se concluya en su vida material. • La meta de nuestra vida es la evoluci ón de la consciencia individual que consiste en el desarrollo de las cualidade s humanas que nos disti nguen de los ani males. Pero nos desviamos del camino haci a esta meta persi guiendo los placeres carnales. • Siempre estamos creando, ya que la energía psíquica que emanan nuestros pensamientos, s entimientos y acciones e n forma de los impulsos de biofoton es, ejerce su influencia en las fuerzas de la Naturaleza y en nosotros mismos. • La irradi ación bi ofotónica de cada ser humano cambia la Naturaleza, liberando la energía que recupera el equili brio cósmico afectado por nuestras acci ones o pensamientos. Si l a energía que irradia una persona es positi va y armoniosa, la Naturaleza lo compensa con al go equi valente, ya que la s energías similares se atraen. Siempre recibiremos premios o castigos de acuerdo a la calidad de la energía que emanamos, creamos en esto o no. Vivimos en un mundo donde se concede exagerada importancia a la inteligencia humana, creyendo que en la medida en que las personas sean más inteligentes el m undo será ca da vez mejor. El estado actual de la humanidad no parece confirmar esta teoría, ya que el hambre, l a guerra, la pobreza, la depresión, la a ngustia económica, el estrés, la corrupción, las enfermedades catastrófi cas, crecen a pesar del incremento del nivel intelectual de las personas. Nos hemos convertido en maqui nas pensantes con notables desventajas en lo que se refiere a los computadores, ya que éstos, por el hecho de carecer de pas iones, son capaces de analizar objetivamente, dentro de l as limitaciones de sus programas. Es un hecho innegabl e que la i nteligencia está al servici o de nuestras pasiones y que mientras esto se a así no tenemos mucha esperanza de construir un mundo mejor. Los val ores espirituales han sido rel egados a un segundo plano ante l a presión de la búsqueda de prosperidad material, creyendo que mientras ma yor bienestar material logremos más ordenado se volverá el mundo. No obstante, ha ocurrido lo contrario ya que el mundo es cada vez más desordenado en su conjunto, ya que nuestra arrogancia nos impide asumir lo que sostiene la segunda ley de termodinámica: "en el mundo, la entropía, o cantidad de energía no disponible tiende siempre al máximo". Debemos recordar que contamos sol amente con dos f uentes de energía: los recursos naturales y el sol , y ambas son limitadas. ¿Qué es aquell o que nos impide darnos cuenta de n uestra real situaci ón? ¿Por qué entre tantas personas inteligentes no pueden hacer que el mundo sea más pacífico, justo, cál ido y humano? ¿Por qué la ciencia y la tecnología han progresado tan aceleradamente mient ras que el hom bre manti ene su primitivismo interior? Creo que el ser humano de hoy dí a no posee más vida interior que hace diez mil años atrás y que su s pasiones no se han reducido ni sublimado, sino al revés, son más peligrosas que en l a época de las cavernas, ya que hoy día, una explosión pasional descontrolada puede destruir el planeta, y este es un peligro cierto. Estamos preocupados por l a ecología del planeta, pero no sabemos liberarnos de las pasiones, insti ntos e inform aciones ajenas que nos han sido implantadas, que rigen nu estros im pulsos. Me parece qu e aquello que falta es un elemento desc onocido cuya ausencia i mpide la "visión total" de la vida. Todo el conocimiento al que tenemos acceso es fragm entario, nuestra mente es fragmentaria, nuestro yo está compuesto por infi nidad de fragmentos; y nuestra visión de la realidad está circunscrita a una pulgada cuadrada de conocimiento. Manejamos bien nuestro pequeño espaci o, pero se nos escapa todo aquell o que lo excede. Las personas no se entienden entre ellas porque cada una defiende su propi o e ínfimo territorio, que permanece desvi nculado de aquella realidad total a l a que no tenemos acceso. ¿Es que acaso esa "realidad total" estará reservada sólo para los dioses o seres extraterrestres de privilegiada evolución? La verdad es que "la totalidad" está siem pre a nuestro alcance porque formamos parte de ella, pero no logramos verl a porque nos lo impide la imperfección de nuestro instrumento de conocimiento. E l sujeto educado de hoy día no es más evoluci onado interiormente que los anti guos pobl adores de la tierra, ya que nuestro cerebro reptil se remonta a 250 mil lones de años y perm anece intacto en su estructu ra intrínseca. Los conocimientos matemáticos le ayudaron a Nikita Moiseev a distinguir y calcul ar que el crecient e abismo entre los rápidos avances tecnológicos y el mundo espiritual estancado llevaría a la humanidad al borde de una catástrofe. Esta fue la idea que trató de destacar en los últimos años de su vida. Creo que la tarea de toda cienci a progresista, y matemática en especial, es trazar el camino del des arrollo de l a civilización, mostrar y comprobar matemáticamente que no hay ningún futuro que no se base en acatar los principios de la Moral y la Armonía Universal. Es de desear que los matemáticos no sólo descri ban l os principios existentes de l a estr uctura del U niverso a base de la Matemática de la Sección Dorada, por ejemplo, sino que usen las leyes observadas para pronosticar la evolución de nuestro mundo, considerando que el hombre está totalmente controlado por su s pasiones. Es importante demostrar que si n desarrol lo del m undo espiritual del ser humano, la verdadera evoluci ón, progreso y seguimiento de la espiral del Universo es imposible. Debemos tener en cuenta que nue stra capacidad cognitiva se encuentra afectada de trastornos funcionales que pod rían convertirse en terminales, por lo que contemplam os sólo un minúsculo espacio de la realidad. Las dolencias que nos afectan son: 1. 2. 3. 4. 5. Un estado de vigili a carencial que nos obliga a vivir en estado de "duermevela", condición crepuscula r en l a cual fallamos en el proceso de armar la realidad en nuestros cerebros. Un sistema educacional erróneo de tipo m emorista, en el cual "somos enseñados" desde af uera pero no aprendemos desde adentro, debido a que nuestro yo permanece pasivo. El estado de percepción subliminal que nos afecta permanentemente, ya que lo exce pcional es la percepci ón en estado de vigilia superior. El implante informático que llevamos en nuestros cerebros, que es el caudal de información recibida indiscriminadamente. El caudal de informació n "insubordinada" que llevamos en nuestros cerebros. Esto se refiere a que dicha información no está subordinada al yo, sino a la fuente de la cual ha emanado. A través de la extremada simp lificación de esta exposición podemos darnos cuenta de que, en ri gor de la verdad, "no pensamos", ya que "somos pensados". En efec to, ¿cómo podríamos pensar si no somos capaces de dejar de hacerlo? De este modo, nos convertimos en expositores obligados de la info rmación que ha col onizado nuestras mentes a través del tiempo, sin que nos sea posibl e cambiar esto por medios comunes. Diciéndolo de otro modo: "Carecemos de la conciencia superior porque ésta no es una capacidad i nnata, sino que debe ser desarrol lada". Quien afirma estar en la plenitud de su conciencia pero no puede dejar de pensar a voluntad está equi vocado. Existen muchos niveles de concienc ia a l os que no logramos accede r porque no poseemos las herramientas para hacerl o. Sostengo que la obtención de un estado de concienc ia superior es la tarea m ás importante a que debe abocarse el s er humano para soluci onar sus problemas contingentes y trascendentes. Sólo mediante esta capacidad podem os aspi rar a un des arrollo con justicia y equidad, administrar correctamente l os recurs os naturales del planeta, unir a todos los países y culturas en un lazo de amistad y colaboraci ón mutua, y declarar la paz en todo el mundo. Creo que necesitamos líderes sabios en el senti do de la conciencia más que doctos en el saber enciclopédico, que posean va lores espirituales y morales superiores, integridad interior, amplia vi sión de la real idad, e impersonalidad. Los paíse s deben invertir en moral y en concienci a para que la moral deje de ser aburrida para la gente al comprender que representa un conj unto de l eyes nat urales que deben ser respetadas para llevar una vida plena y exitosa en lo espiritual y material. Hay quienes argumentan que no hay diferencia entre "ser bueno o malo" y que esto es as unto de preferencia. Creo que la nueva moral debe basarse en postulados científico s que demuestren que ser malo es, a la larga, pésimo "negocio" y que, por el contrario, actuar de acuerdo a los principios del bien es r entable. En lo personal, he tenido el privilegio de comprobar científica mente cómo algunas violacione s morales provocan de inmediato una ca ída de las energías vitales, l o que explico y fundamento en mi libro "Moral P ara El Siglo XXI". Estoy convencido de que las vi olaciones morales graves provocan un estado de caos y disgregación orgánica, en ergías que al entrar en disonanci a con el orden y la armoní a natural provocan a la larga un daño cerebral y orgáni co mucho más seri o. Años de observación y experiencia me han convencido de que el in dividuo sin conciencia superior es como un robot que marcha ciegam ente por la vida, limitándose a ej ecutar el programa que reside en su cerebro. Estoy ci erto de que aparte del hecho de exi stir no puede haber nada más importante en or den de prioridades que el desarrollo de una conciencia superior. Lamentablement e, este tema ha si do manoseado por teóricos que no comprenden qué cosa es esta conc iencia superior ni lo que representa verdaderamente: la puerta de entrada al uso total de la mente.