Estado Libre Asociado de Puerto Rico DEPARTAMENTO DE ASUNTOS DEL CONSUMIDOR Oficina Regional de Caguas Apartado 1031, Caguas, Puerto Rico 00726 Teléfono: 744-9341 / Fax: 744-3414 www.daco.gobierno.pr QUERELLANTE QUERELLA NUMERO Luis M. Ortiz Cartagena y Luis Ortiz Rodríguez 400003532 QUERELLADO SOBRE Auto Outlet Sales & Services, Inc. Banco Bilbao Vizcaya Vicios Ocultos RESOLUCION El día 11 de enero de 2005, se celebró la vista administrativa con relación a la querella de epígrafe. A la referida vista compareció la parte querellante, Sr. Luis M. Ortiz Cartagena y Sr. Luis Ortiz Rodríguez, representados por el Lcdo. Older Oller Córdova, en sustitución del Lcdo. Jaime Albizu Lamboy Riley. La parte querellada, Auto Outlet Sales & Services, Inc. compareció representada por el Lcdo. Carlos García Morales, acompañado del Sr. Edgardo Martínez, gerente de ventas. La co-querellada, Banco Bilbao Vizcaya, no compareció ni justificó su incomparecencia, a pesar de haber sido debidamente notificada. A tenor con la situación antes expuesta, la vista efectuada se realizó en rebeldía, con relación a dicha co-querellada, de conformidad con lo dispuesto por la Ley Núm. 170 del 12 de agosto de 1988, § 3.10 conocida como la Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme (3 L.P.R.A. § 2160). Conforme a la prueba documental y testifical presentada en este caso, se formulan las siguientes: Querella Núm.: 400003532 Pág. 2 DETERMINACIONES DE HECHOS 1. El día 17 de agosto de 2002, la parte querellante compró a la parte querellada, Auto Outlet & Service, Inc. un vehículo nuevo marca Mitsubishi, modelo Eclipse, con número de tablilla EUW-327. 2. El precio de compraventa se pactó en la suma de veinte y dos mil ciento noventa y cinco ($22,195.00) dólares, de los cuales la parte querellante pagó la cantidad de cinco mil cuatrocientos ($5,400.00) dólares en concepto de pronto y financió el remanente, ascendente a la suma de diez y seis mil setecientos noventa y cinco ($16,795.00) dólares con la coquerellada, Banco Bilbao Vizcaya. 3. Dos semanas después de la venta, la parte querellante reclamó a la querellada, Auto Outlet Sales & Services, Inc. con relación al hecho de que el vehículo tenía el sistema de aire acondicionado defectuoso, el asiento delantero del pasajero desajustado y una abolladura en el lado derecho posterior. 4. La querellada, Auto Outlet Sales & Services, Inc. ofreció reparar los desperfectos en garantía, pero la parte querellante no accedió. 5. La parte querellante procedió a reparar los desperfectos relacionados al sistema de aire acondicionado y al asiento en otro lugar. 6. La presente querella fue radicada el día 29 de abril de 2003, alegando la parte querellante que el vehículo había sido impactado y reparado previo a la compra y que, de haberlo sabido, habría pagado un precio menor por este, solicitando indemnización por concepto de daños y perjuicios económicos, emocionales y angustias mentales por un total no menor de veinte mil ($20,000.00) dólares, más el reembolso de los gastos y costas en que incurrió en la tramitación de la querella, así como una cantidad razonable en honorarios de abogado. 7. Con el propósito de investigar las alegaciones de la querella, este Departamento envió a su técnico inspector el día 11 de junio de 2003, quién realizó una inspección del vehículo en cuestión y rindió un informe del que se desprenden como hallazgos que el sistema de aire acondicionado había sido reparado, que el asiento se encontraba en buen estado, que el panel trasero presentaba la intervención de un hojalatero, ya que se apreciaba la masilla y la pintura estaba opaca y porosa. Querella Núm.: 400003532 Pág. 3 8. Se desprende también del aludido informe que el parachoques trasero se encontraba descuadrado y la opinión pericial de que el panel trasero derecho aparentaba haber sido impactado levemente, con un estimado de corrección ascendente a la cantidad de setecientos veinte y seis ($726.00) dólares. 9. Ninguna de las partes objetó el informe mencionado en las determinaciones de hechos anteriores. 10. En ocasión de la vista administrativa, la parte querellante se sostuvo en lo solicitado en la querella, bajo el fundamento de que el vehículo tenía vicios ocultos, de que hubo vicio en el consentimiento al otorgar el contrato de compraventa y que, de haber sabido que el auto adolecía de estos desperfectos, hubiera pagado un precio de doce mil ($12,000.00) dólares. 11. La parte querellante no presentó evidencia del costo de reparación de los desperfectos relacionados al sistema de aire acondicionado y al asiento, ni sobre los gastos en que incurrió en la tramitación de la querella y la única evidencia que presentó con relación a los alegados daños emocionales y angustias mentales consistió en su declaración en el sentido de la opinión que pudieran tener sus amistades en cuanto al hecho de haber comprado un auto nuevo que tuviera desperfectos. 12. La parte querellada, Auto Outlet Sales & Services, Inc. argumentó en su defensa que la reclamación por vicios ocultos estaría prescrita y que la parte querellante no probó que hubiera habido engaño en la contratación que diera margen a una determinación de vicio en el consentimiento en este caso. Analizadas las anteriores Determinaciones de Hechos, este Departamento adopta las siguientes: CONCLUSIONES DE DERECHO Dentro de las facultades de este Departamento, otorgadas mediante nuestra Ley Orgánica (Ley Número 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, 3 L.P.R.A. § 341 y s.s.), se encuentra la facultad de: “Interponer cualesquiera remedios legales que fueran necesarios para hacer efectivos los propósitos de este Capítulo y hacer que se cumplan las reglas, reglamentos, órdenes, resoluciones y determinaciones del Departamento.” (Ley Núm. 5, supra, Art. 6 [i]; 31 L.P.R.A. § 341e[i]). Querella Núm.: 400003532 Pág. 4 En el caso de epígrafe las partes otorgaron un contrato de compraventa de un bien mueble, de conformidad con el Artículo 1334 del Código Civil de Puerto Rico (31 L.P.R.A. § 3741). El Código Civil de Puerto Rico en su Artículo 1044 (31 L.P.R.A., Sec. 2994) dispone, entre otras cosas, que: "Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos.” Además, es sabido que el cumplimiento de lo contratado no puede dejarse al arbitrio de uno de los contratantes (C. Civil de Puerto Rico, Art. 1208, 31 L.P.R.A., Sec. 3373) En el caso de epígrafe es de aplicación lo dispuesto en los artículos 1363 y subsiguientes del Código Civil de Puerto Rico, (31 L.P.R.A. § 3831 et.seq.), con relación a la entrega y saneamiento de la cosa vendida. A tales efectos, el Artículo 1373 (31 L.P.R.A § 3841) establece la obligación del vendedor de sanear de los vicios ocultos que tuviere la cosa vendida. Para esto los vicios deben ser (1) pre-existentes a la venta, (2) desconocidos por el adquiriente, (3) de tal gravedad o importancia que hagan la cosa vendida impropia para el uso a que se le destina o que disminuyan de tal modo este uso que, de haberlos conocido el comprador no lo habría adquirido o habría dado menos precio por ella y (4) que la acción se ejercita dentro del plazo legal, en el presente caso seis (6) meses de conformidad con el Artículo 1379 (31 L.P.R.A § 3847). Un contrato otorgado entre las partes contratantes es válido en la medida que concurran tres requisitos, a saber: (1) consentimiento de los contratantes; (2) objeto cierto que sea materia del contrato; y (3) causa de la obligación que se establezca. Código Civil de Puerto Rico, 1930, Artículo 1203 (31 L.P.R.A. § 3391). En lo referente al consentimiento, entre los factores que anulan el mismo se encuentra el dolo. C. Civil, Art. 1217 (31 L.P.R.A. § 3404). Al respecto nuestro Código Civil dispone que: “Hay dolo cuando con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho.” C. Civil, Art. 1221 (31 L.P.R.A. § 3408)”. Sobre el concepto de dolo, nos dice Vázquez Boté, en su tratado sobre el derecho privado puertorriqueño: Querella Núm.: 400003532 Pág. 5 “En sentido general, se entiende por dolo la presencia de mala fe; definiéndose en términos más estrictos y concretos como la “actitud maquinadora o artificial de que se sirve una persona para engañar a otra que se parte en el negocio”; Esto es, todo fraude encaminado a conseguir de la parte el consentimiento que perfeccione el negocio jurídico”. El dolo no solo se da por acción, sino también por omisión. A esos efectos nos explica Scaevola: “También debe estimarse el dolo por omisión, o sea, cuando una parte oculta o disimula a la otra los graves inconvenientes de la estipulación o cualidades defectuosísimas de la cosa objeto del contrato, que de conocerlas luego el engañado no hubiera contratado.” (Scaevola, Código Civil, T.20, 2da. ed., 1958, pág.708) El dolo contractual tiene dos aplicaciones reguladas por el Código Civil de Puerto Rico. La primera causa la anulabilidad del contrato por vicio en el consentimiento en el origen del contrato cuando se obtiene a través de maquinaciones insidiosas e incluye el engaño, el fraude, la falsa representación y la indebida influencia. La segunda aplicación consiste en el que ocurre en el curso de la consumación del contrato. Ahora bien, el Código Civil establece una diferencia entre el dolo grave y el dolo incidental: “Para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberá ser grave y no haber sido empleado por las dos partes. El dolo incidental sólo obliga al que lo empleó, a indemnizar daños y perjuicios.” C. Civil, Art. 1222 (31 L.P.R.A. § 3409). El primero determina la voluntad al negociar de tal modo que sin él, el negocio no se habría producido. Por otro lado, cuando media el dolo incidental, el negocio se hubiera verificado de todas formas, pero en condiciones distintas y usualmente menos onerosas. Aunque el dolo no se presume, no tiene que probarse directamente y puede inferirse de evidencia circunstancial como cualquier otro hecho. (Véase García López v. Méndez García, 102 D.P.R. 383, 1974.) Con relación al cesionario, en el caso de Berríos Arroyo v. Tito Zambrana, Inc. 123 DPR 317 (1989) se resolvió que, en los casos en que se alegue dolo, no es necesario notificar al cesonario o a la entidad financiera conforme al artículo 209 (a) (3) de la Ley Núm. 68 de 19 de junio de 1964, según enmendada. El tribunal determinó que la compraventa y la cesión ocurren simultáneamente. Querella Núm.: 400003532 Pág. 6 Existe también en nuestra jurisdicción una normativa de equidad conocida como la doctrina de los actos propios. El contenido de ésta norma que establece que a nadie le es lícito ir contra sus propios actos, tiene fundamento y raíz en el principio general de derecho que ordena proceder de buena fe en la vida jurídica. La conducta contradictoria no tiene lugar en el campo del derecho y debe ser impedida. (Énfasis suplido.) Pasando entonces a dilucidar la situación particular de hechos que nos ocupa, a la luz de las determinaciones de hechos y conclusiones de derecho antes esbozadas, este Departamento concluye que el presente no es un caso de vicios ocultos sino uno en el que la reclamación se sustenta en las disposiciones sobre la figura del dolo por vicio en el consentimiento. Aún si hubiésemos determinado que eran de aplicación las disposiciones legales sobre saneamiento por vicios ocultos, la acción estaría prescrita, por haberse instado la misma habiendo transcurrido más de seis meses desde la consumación del contrato. Concluimos también que en este caso se configuró el dolo incidental que da lugar a la imposición de indemnización por concepto de daños y perjuicios, toda vez que el vehículo en controversia fue reparado previo al negocio de compraventa y este hecho no se le informó al comprador con anterioridad a la transacción, pero la única “maquinación insidiosa” alegada por la parte querellante consistió en la omisión del vendedor de informarle sobre el daño sufrido por el vehículo y su corrección antes de la venta. Sin embargo, para que esto revista la gravedad necesaria para constituir el dolo causante de la nulidad del contrato, el daño ocultado debe ser también grave. Si no lo es, no se activa la obligación de informarlo previo a la venta. ( Márquez v. Torres Campos, 111 D.P.R. 854, 1982.) No obstante, el único daño probado en este caso fue el relacionado al costo de reparación de la hojalatería y pintura, según el estimado que surge del informe de inspección del técnico de este Departamento, ya que no se presentó prueba para poner a este Departamento en posición de otorgar el costo de reparación del sistema de aire acondicionado ni del asiento delantero del pasajero, así como tampoco los gastos y costas en la tramitación de la querella y la prueba para establecer los alegados daños emocionales o angustias mentales fue escueta e insuficiente. En cuanto a la partida reclamada por concepto de honorarios de abogado, entendemos que la querellada no actuó de forma temeraria al litigar el caso, por lo que no procede concederla. Finalmente, con relación al cesionario, este responde solidariamente en este caso, a tenor con la doctrina del caso de Berríos Arroyo v. Tito Zambrana, Inc. (Supra) Querella Núm.: 400003532 Pág. 7 Por otra parte, ante la incomparecencia de la parte co-querellada, Banco Bilbao Vizcaya, a la vista celebrada a pesar de haber sido debidamente notificada, procede anotarle la rebeldía, conforme se dispone en la Ley Núm. 170 del 12 de agosto de 1988, § 3.10 conocida como la Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme (3 L.P.R.A. § 2160.) Por todo lo cual, este Departamento en virtud de las facultades conferidas por la Ley Núm. 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, emite la siguiente: ORDEN Dentro del término de veinte (20) días, contados a partir de la notificación de la presente Resolución, las firmas querelladas, Auto Outlet Sales Services, Inc. Banco Bilbao Vizcaya, solidariamente, indemnizarán a la parte querellante, Luis M. Ortiz Cartagena y Luis Ortiz Rodríguez, con la suma de setecientos veinte y seis ($726.00) dólares. Transcurrido el término aquí señalado sin que las querelladas hayan pagado la referida suma a la parte querellante, la deuda comenzará a devengar intereses según la tasa prevaleciente en el mercado. Se apercibe a las querelladas que de no cumplir con lo aquí ordenado, se les podrá imponer una multa de hasta quinientos ($500.00) dólares y se tomará la acción legal correspondiente para el cobro de la misma. El pago de la mencionada multa no las relevará de cumplir con lo ordenado en la presente Resolución. A tales efectos, este Departamento solicitará auxilio del Tribunal para hacer cumplir la orden. La parte querellante notificará a este Departamento por escrito, informando si las partes querelladas han cumplido con lo ordenado. Si no se cumpliere, deberá someter una moción informativa para procederse conforme a derecho. Si la parte querellante no somete la mencionada información, dentro del término de diez (10) días contados desde que se cumpla el plazo de la Orden, se entenderá que la querella fue resuelta y se procederá al cierre y archivo de la misma. Aquella parte afectada por la presente Resolución podrá solicitar al Departamento una reconsideración de la misma, en el plazo de veinte (20) días contados a partir de la fecha de archivo en autos de dicha resolución. En la alternativa podrá la parte afectada, acudir directamente al Tribunal de Circuito de Apelaciones en Revisión Judicial, dentro del término de treinta (30) días del archivo en autos de la resolución emitida, Ley Número 247 del 25 de diciembre de 1996. Severiano Aponte Correa vs. Policía de Puerto Rico, 96 JTS 157 (1996). Los términos comprendidos en los presentes apercibimientos se computan basado en días naturales. Querella Núm.: 400003532 Pág. 8 Si la parte afectada opta por solicitar la reconsideración de la resolución emitida, dicha solicitud deberá ser por escrito, consignándose claramente la palabra Reconsideración como título y en el sobre de envío. Dicha reconsideración deberá ser enviada a la Oficina Regional de Caguas de este Departamento, localizada en el Centro Gubernamental, Primer Piso, Oficina 103, Apartado 1031, Caguas, Puerto Rico 00726. Copia de la solicitud deberá ser enviada a la otra parte. De no hacerlo así, la presente Resolución advendrá final y firme. Si el Departamento dejare de tomar alguna acción con relación a la moción de reconsideración dentro de los quince (15) días de recibida, se considerará rechazada de plano, por lo cual el término de treinta (30) días para solicitar Revisión Judicial al Tribunal de Circuito de Apelaciones comenzará a contar a partir de ese momento. Si el Departamento tomase alguna determinación sobre la reconsideración radicada, el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse desde la fecha en que se archivó en autos una copia de la notificación de la Resolución de la Agencia, resolviendo definitivamente la reconsideración solicitada. Dicha Resolución deberá ser emitida y archivada en autos dentro de los noventa (90) días siguientes a la radicación de la reconsideración. De lo contrario, la agencia perderá jurisdicción sobre dicha solicitud de reconsideración y el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse nuevamente a partir de la expiración del plazo de noventa (90) días, salvo que el Departamento por justa causa y previo al vencimiento del término de noventa (90) días prorrogue dicho término por un período que no excederá de treinta (30) días adicionales. En Caguas, Puerto Rico, a 13 de junio de 2005. Lcdo. Alejandro García Padilla Secretario Lcda. Ruth Fonseca Benítez Directora ____________________________ Lcdo. Edgardo López Carrasquillo Juez Administrativo AGP /RFB /elc Querella Núm.: 400003532 Pág. 9 REMITIDO POR CORREO HOY _____________________________ CERTIFICO que copia de este documento fue archivado en autos y enviado a las siguientes personas: Luis M. Ortiz Cartagena y Luis Ortiz Rodríguez Bairoa Park 2H-40 Parque del Condado Caguas, PR 00725 Auto Outlet Sales & Services, Inc. 56 Ave. Hostos Ponce, PR 00731 Lcdo. Carlos García Morales PO Box 2000 PMB 125 Mercedita, PR 00715 Banco Bilbao Vizcaya PO Box 364745 San Juan, PR 00936-4745 Jaime Albizu Lamboy Riley Edif. Arroyo 528 Ave. Ponce de León Suite 304 San Juan, PR 00917 ___________________ FIRMA