- a preeminencia de l conve ni o vo sobre los contratos inL dicolecti viduales es un axioma pro11 clamado en e l artículo 3 de l Es- tatuto de los T rabaj adores que, al establecer el orden de prelación de las fu entes de la relación laboral, sitúa e l contrato indi vidu al a continuación de los convenios colectivo . Ademá , mati za que la vo luntad de las partes debe operar sobre obj eto lícito, no pudiendo establecerse en e l contrato indi vidual condi ciones menos favo rables o contrarias a las di sposiciones legales y convenios colecti vo , en perjui cio del trabaj ado r. La inclusión de una cláusula contrari a al convenio colecti vo, por pacto entre el trabaj ador y el empresari o, en un ámbito más ampli o que otras cláusulas que formando un pacto único y que, valorado globalmente, fuese inclu so más benefi cioso que lo dispuesto en la norma colecti va, no proporciona, sin embargo, validez a este cláusula que es pe1judicial para el trabaj ador. En este sentido se pronuncian di versas sentencias de dife rentes órganos judiciales de l orden social, como la di ctada por e l Ju zgado de lo Social n.º 4 de Guipúzcoa ( 13-1 -1990) o la del Tribunal Central de Trabaj o (7- 12-1988) y, más recientemente, la de mayor trascendenc ia, la sentenci a rlP. I Tribunal C o n stituc io nal aparecida en los medios de comunicació n el 9 de julio de 1992. En la misma direcció n, la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, en sentenci a del 2 de enero de 1990, dese tima el recurso interpuesto por una empresa contra una sentencia fav orable a la representación legal de los trabaj adores, que interpuso demanda de confli cto colecti vo solic itando la declaració n de nulidad de determinadas cl áusulas que fig uraban en los contratos en prácti cas concertadas por la empresa demandada, referidas a jornadas horari as y calendario laboral. El fallo de la sentencia que comentamos confirma la entencia dictada en su día por el Ju zgado de lo Social, que declaraba nulas las cláusulas a que hemos hecho refe renci a y reconocía a todos los trabaj adores por cuenta aj ena de la empresa de mandada su inclusió n en el ámbi to personal del convenio colecti vo, sin que pudiera serobstáculo para ello el que estuviesen vincul ados por un contrato en prácticas o cualquier otro de carácter temporal. RIBUNALES Las condiciones más favorables del convenio colectivo para el trabajador prevalecen sobre las del contrato individual Los mandatos de los convenios colectivos estatutarios tienen fue rza vinculante para todos los trabajadores) empresarios incluidos en su ámbito de aplicación. De esta forma no pueden admitirse como válidos los pactos entre trabajador ) empresario que fijen en su pe1juicio condiciones menos favo rables o contrarias a las seíialadas en la norma colectiva, aunque en una valoración conjunta resulten más favo rables, siendo nulas y sin efecto alguno, cuando menos, las cláusulas que recojan condiciones de esa clase Fundamento de Derecho de la Sentencia Segundo.- (. .. ) La realidad es que gimen de jornada cont inuada la disposición adicional segunda de la Sala por el de jornada partid a exisdel Convenio Colect ivo reconoce tente en el centro de trabajo", y, .a necesidad del establecimi ento de lo Social aún más, "si las necesidades de d~I servicio de mantenimiento o trabajo así lo requieren su calen"24 1-ioras", así como la dificultad dario laboral (debe entenderse dela que entraña su inclusión en el que el de los sujetos de este mo1 Convenio. Pero ello no lleva a las partes ~rvi;iles a conferir a la em P' esa las facu11a .... __,.,, 1e se debaten, y que ella se procura . _ __ ol modelo estereotipado de condiciones contractuales, sino que dicha cláusula adicional prevé primero el pacto entre empresa y representantes unitarios del cen tro para el "establecimiento del servicio"; y, si ya lo estuviera, la negociación del servicio con dichos representantes, a petición de éstos; y, si no se llegare a acuerdo, se estará a lo que dictamine la Comisión mixta de interpretación del Convenio, sin que esto determine la paralización del servicio. Tercero.- Una vez que se alcance acuerdo sobre el servicio, su rea1ización práctica estará encomendada a quienes acepten voluntariamente "las condiciones pactadas por la Dirección y los Comités y Delegados de Personal"; a lo que se añade que las condiciones pactadas "no podrán int erferir lo pactado en el Convenio estatal"; y, finalmente, las partes se comprometen a estu diar lo preciso para que este servicio "sea pactado en la próxima revisión del presente Convenio" . Si, según const a acreditado y admit e el propio recurso, los contrat os impugnados vienen a cu - Audianria Nacional (2-1 .. 89) brir las necesidades de personal para la prestación de este servi cio a la clientela de la empresa; pero sin que conste ni se haya alegado siqu iera que están cumplidas las previsiones del Convenio sobre la organización práctica de la actividad laboral, antes al con trario, las cláusulas impugnadas dicen "en servicio de mantenimiento: queda libremente establecida por el presente contrato jornada continuada por la maña na y por la t arde, de lunes a sá bado ambos inclusive" ; y "cuando las necesidades del servicio así lo requieran la empresa se reserva el derecho de cambiar el ré- delo de contrato) podría ser de ... rn~ ~Jas sucesivos con un día y la semana Crér?W~.9J iniciándose Con un mes de antelaclóñi'a'W.. rección le comunicará cualquier cambio del calendario laboral " , es patente que se está incumpliendo el Convenio Colectivo y que se están desconociendo derechos y facultades de intervención que se habían conferido a la representación unitaria de los t rabajadores, o, en su caso, a la Comisión Mi xta del propio Con venio. Por t anto, estas cláusulas son nulas en cuanto que se enfrentan con preceptos emanados de la voluntad negociadora de las partes sociales (art. 37 CE) . Cuarto.- Tal conducta no puede verse amparada en la cualidad de fuente reguladora a que el art. 3 c) ET confiere al contrato individual de trabajo. Porque es este mismo apartado del precepto el que, de inmediato, somete sus cláusulas a .la necesidad de respetar principios tan elementales como el de norma mínima y de jerarquía de fuentes, aquí con culcados al poder actu ar la em presa de manera absoluta mente discrecional y así modificar sustan ci almente condiciones de l contrato a las que se refiere el art. 41 ET. JULIO·AGOSTO 1992 METAL 19