Contenido Contents Editorial DR. GABRIEL MANUELL LEE 3 Regulación Jurídica de los datos clínicos en México (Acceso del paciente a su expediente clínico) DR. CARLOS TENA TAMAYO, LIC. AGUSTÍN RAMÍREZ RAMÍREZ 4 Lineamientos para la asignación de órganos y tejidos de cadáver para trasplante. Marco Legal. DR. ARTURO DIB KURI 15 Detección de necesidades familiares en la atención de pacientes en estado terminal y crónicos en la Ciudad de México. DRA. MA. DE LA LUZ CASAS MARTÍNEZ 19 Informe Anual de Labores 2005. Resumen Ejecutivo 25 Caso CONAMED 37 Noticias CONAMED 41 In Memoriam Dr. Ramón de la Fuente Muñiz 46 Carta al Editor 47 Editorial DR. GABRIEL MANUELL LEE 3 Juridical regulation of the clinical data in Mexico (Patient’s access to is own clinical record) DR. CARLOS TENA TAMAYO, LIC. AGUSTÍN RAMÍREZ RAMÍREZ 4 Limits for the assignment of organs and cadaver tissues for transplant. National Center of Transplants DR. ARTURO DIB KURI 15 7 Family necessities in the attention of patients in terminal or chronic stage in Mexico City. DRA. MA. DE LA LUZ CASAS MARTÍNEZ 19 Anual Inform 2005. Resume 25 CONAMED case 37 CONAMED News 41 In Memoriam Dr. Ramon de la Fuente Muñiz 46 Letter to the Editor 47 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 1 Editor Dr. Carlos Tena Tamayo Consejo editorial Dr. Gabriel Manuell Lee Dr. Jorge Manuel Sánchez González Lic. Agustín Ramírez Ramírez Mtra. Celina Alvear Sevilla Lic. Octavio Casa Madrid Mata Dr. Renaldo Guzmán García Dr. Salvador Casares Queralt Lic. José Luis Ibarra Gil Comité editorial Ministro José Ramón Cossío Díaz, Dr. Alejandro Cravioto Quintana, Dr. Ángel Porfirio Cervantes Pérez, Dra. Juliana González Valenzuela, Dr. Humberto Hurtado Andrade, Sr. Alberto Langoni Cirese, Dra. Luz Elena Gutiérrez de Velazco, Dr. Jaime Lozano Alcazar, Dr. Osvaldo Romo Pizarro, Dr. Carlos Sánchez Basurto, Dr. Julio Sotelo Morales, Dr. Ruy Pérez Tamayo, Mgdo. Jorge Rodríguez y Rodríguez, Dr. Norberto Treviño García Manzo, Dr. Armando Vargas Domínguez. Procedimiento editorial Dr. Luis Ernesto Hernández Gamboa Dr. José Antonio Moreno Sánchez Dra. Esther Mahuina Campos C. L. E. O. Rebeca Victoria Ochoa Lic. Araceli Zaldivar Abad Diseño y producción L. D. G. Mónica Sánchez Blanco Consejo de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico Antrop. Raquel Bialik de Shkurovich Dr. Fernando Cano Valle Dr. Fernando Bernal Sahagún Dra. María de la Luz García Alonso Mtro. Gonzalo Moctezuma Barragán Dr. Vicente Quirarte Castañeda Dr. Misael Uribe Esquivel Dr. Diego Valadés Ríos Dr. Rodolfo Darío Vázquez Cardozo Dr. Guillermo Soberón Acevedo Portada: Detalle del dibujo de Sir Mathaniel Dance-Holland (1735-1811) Lápiz sobre papel, 152 x 174 mm. Galería Tate. Londres, Inglaterra. Atención y asesoría CONAMED 5420-7000 Lada sin costo: 01 800 711 0658 Correo electrónico: revista@conamed.gob.mx Registrada en: Periódica. Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias (http://dgb.unam.mx/periodica.html) Latindex. Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal (www.latindex.org) Índice Mexicano de Revistas Biomédicas Latinoamericanas (www.imbiomed. com.mx) Revista CONAMED es el órgano de difusión de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, con domicilio en Mitla 250, Esq. Eugenia, Col. Narvarte, C. P. 03020, Delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Tels: 5420-7103 y 5420-7032. Fax: 5420-7109. Correo electrónico: revista@conamed.gob.mx Página web: www.conamed.gob.mx Publicación trimestral, Vol. 11, núm. 6, abril-junio de 2006. Distribución gratuita. Elaborada por la Dirección General de Difusión e Investigación. Editor responsable: Dr. Carlos Tena Tamayo. Impresión: Talleres Gráficos de México, Canal del Norte 80, Col. Felipe Pescador, C. P. 06280. Tiraje: 8,000 ejemplares. 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En la medicina clínica, la calidad ha estado presente en mayor o menor grado; sin embargo, la percepción de nuestros pacientes ha variado paulatinamente, así, desde hace algunas décadas el maestro Don Ignacio Chávez expresó en uno de sus discursos: “Sobre nosotros cae en los últimos tiempos, acusaciones de toda índole: los enfermos se quejan del poco interés humano que advierten en el médico; de su arrogancia en el trato con ellos; de su negativa a darles explicaciones o siquiera un consejo; del aire de estar siempre de prisa; del alto precio de los servicios médicos, que no están según ellos, en consonancia con lo poco que reciben. Un grado más y la queja se vuelve acusación.” Este fenómeno creció y como respuesta gubernamental y éticamente responsable, en junio de 1996, se crea por Decreto Presidencial, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. La institución no es defensora de médicos ni de pacientes; brinda un servicio especializado que permite a las partes en conflicto ejercer sus derechos en un entorno de confidencialidad, imparcialidad y respeto, a fin de encontrar la verdad en los hechos reclamados, conforme a la ciencia médica, la deontología y la normativa aplicable. En el 2006 la Institución cumple 10 años de servicio, durante los cuales se ha dado a la tarea de promover la resolución no litigiosa del conflicto en la relación médico-paciente, además de trabajar de manera incansable en la mejoría de la calidad de los servicios, a través de la elaboración de recomendaciones y opiniones dirigidas a los diferentes actores del sistema de salud. En el presente número de esta revista encontrarán un resumen ejecutivo del informe de labores 2005, que el Comisionado Nacional presenta, al Presidente de la República y a la sociedad, una vez que ha sido validado por el Consejo de la Institución en su calidad de máxima autoridad. Este Consejo está conformado por distinguidas personalidades de la sociedad civil, de reconocida trayectoria profesional, designados por el Titular del Ejecutivo Federal. En la síntesis que se presenta, se relatan los hechos y avances más importantes realizados durante el 2005. Los invitamos a leer con detenimiento este resumen ejecutivo y consultar la versión completa en la página electrónica www.conamed.gob.mx. Así también, se incluyen algunos artículos relacionados al expediente clínico y el manejo de la información que contiene, discusión del tema aún en proceso ante las nuevas instancias que surgieron recientemente con motivo de la transparencia, otro más, trata de una solicitud del Centro Nacional de Trasplantes para hacer llegar a nuestros lectores los lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación referentes a la asignación de órganos y tejidos de cadáver para trasplante. Por último, un artículo que toca un tema del enfermo terminal, sobre el cual debemos reflexionar como sociedad y comenzar a sentar las bases para el manejo de estos problemas bioéticos que cada vez son más frecuentes y confrontan al médico-paciente-sistema de salud y sociedad. Agradecemos a nuestros lectores el envío de sus comentarios y sugerencias, las cuales con todo gusto publicaremos en la sección de cartas al editor, en particular las relacionadas con los artículos publicados. (revista@conamed.gob.mx) Esperamos que la presente entrega de la Revista sea de su agrado. Editorial Dr. Gabriel R. Manuell Lee* * Subcomisionado Médico de CONAMED. Regulación Jurídica de los datos clínicos en México (Acceso del paciente a su expediente clínico) Juridical regulation of the clinical data in Mexico (Patient’s access to is own clinical record) Dr. Carlos Tena Tamayo* Lic. Agustín Ramírez Ramírez** Resumen El Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Servicios de Atención Médica, así como la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico (NOM 168), vigente desde 1998, garantizan el derecho del paciente a ser informado, tanto en forma verbal como escrita; esta última, mediante la entrega de un resumen clínico que debe contener datos sobre padecimiento actual, diagnóstico, pronóstico, evolución y tratamiento, así como resultados de laboratorio y gabinete. Las disposiciones sanitarias aseguran, de esta manera, un proceso de comunicación que le permite al paciente contar con información relevante sobre su estado de salud. A partir de la entrada en vigor de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, el Instituto de Acceso a la Información (IFAI) ha sostenido el criterio de que el paciente tiene derecho a una copia íntegra de su expediente clínico, con lo cual, además de establecerse un régimen diferenciado en la regulación de acceso a datos clínicos, pues sólo el sector público se rige por lo dispuesto en la Ley de Transparencia, se corre el riesgo de generar actitudes que fortalezcan la presencia de la llamada medicina defensiva en la práctica médica, en detrimento de la relación médico-paciente. PALABRAS CLAVE: expediente clínico, medicina defensiva, datos personales. Summary The Regulations to the General Health Law governing Medical Treatment Services, and the Mexican Official Standard for the Clinical Records (NOM 168) (for its abbreviation in Spanish), in force since 1998, guarantee the patient’s right to be informed, verbally as well as in writing, by being given a clinical summary that, by law, must include information about the present illness, diagnosis, prognosis, evolution and treatment, as well as laboratory and radiology results. In this way health regulations ensure, there is a communication process that allows the patient to have relevant information about his health. Since the Transparency and Access to Public Government Information Law came into force, the Agency for Access to Information (IFAI) (for its abbreviation in Spanish) has taken the view that the patient has the right to have a complete copy of his clinical records, with this situation in addition to establishing a dual system in the regulation for access to clinical information, since only the public sector is regulated by the Transparency Law, there is a risk of generating attitudes that strengthen the presence of the so called defensive medicine in the medical practice, to the detriment of the patient – doctor relationship. KEY WORDS: Clinical records, defensive medicine, personal data. * Comisionado Nacional de Arbitraje Médico ** Subcomisionado Jurídico de CONAMED 4 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Tena T. C. Introducción: En referencia a los valores de este siglo, Ronald Inglehart (1) señala que toda persona “quiere elevar al máximo su libertad de elegir para vivir, para decidir qué tipo de vida quiere, para tener un nivel de vida alto, para vivir, pensar y comportarse de la manera en que uno lo elija”. Tras abundar en torno al tema y destacar el valor de la democracia, pues señala, eleva al máximo el albedrío humano, afirma que aquello “que se está volviendo la fuerza motriz, la motivación central, es la demanda de autonomía, la capacidad de decisión”. No podríamos estar más de acuerdo con tal aseveración, mucho menos cuando en el ámbito sanitario es notorio el interés de la persona para que se respeten sus decisiones. La prestación de servicios de atención médica es uno de los campos del quehacer humano en el cual, el concepto de autonomía, genera importantes interrogantes, como es el caso actual, que aquí abordaremos, sobre los límites de acceso a los propios datos clínicos, ya sea de manera directa o mediante representación legal. La controversia en México, superada hace años en otros países, se genera a partir de la postura que asume el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) en cuanto al derecho que tiene el paciente de obtener una copia íntegra de su expediente clínico. Señalan en el IFAI que en términos de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (2), toda la información clínica debe ser considerada en el rubro de datos personales. Es prudente, por ello, manifestar nuestro acuerdo con la hipótesis fundamental a que se refieren las disposiciones en materia de protección de datos personales, contenidas en la citada Ley de Transparencia, que obligan a toda institución gubernamental a establecer medidas que impidan el conocimiento público de toda información personal existente en sus archivos, pues resulta obvio que nadie puede tener acceso a datos de ese orden, como es el caso de los que se encuentran en el expediente clínico de una persona, limitación que excluye, por virtud de la naturaleza de los servicios de atención médica, a los integrantes del equipo sanitario que brindan estos servicios al paciente. Hay, sin embargo, cierto desconocimiento de la legislación sanitaria aplicable al caso, pues una de las primeras referencias que se tuvieron sobre el tema, se hizo en la Tercera Conferencia de Comisionados de Acceso a la Información, celebrada del 20 al 23 de febrero de 2005 en Cancún Quintana Roo (3). Ahí se dijo, —palabras más, palabras menos—, que hasta hace poco, en México, los pacientes no podían obtener una copia de su expediente clínico. En algunos casos, se mencionó erróneamente, lo único que se les daba era un resumen clínico. Se trata de una visión bastante parcial de la realidad, pues el derecho del paciente a obtener información sobre su estado de salud se encuentra regulado muchos años antes de la aparición de las disposi- Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 ciones de transparencia gubernamental; se introduce en 1986 en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica (4). El criterio del IFAI tiene, desde nuestro punto de vista, dos serias limitaciones: a) es insuficiente el razonamiento que sólo considera las disposiciones en materia de tratamiento de datos personales, dejando al margen lo que señalan las normas sanitarias respecto de las finalidades de la atención médica y b) al considerar que el derecho de acceso es un derecho fundamental, pierde de vista que en el caso de la atención médica, la información sólo tiene un carácter instrumental. Debe recordarse sobre este último punto que la Ley de Transparencia es reglamentaria, en lo conducente, del artículo 6º de la Constitución General de la República, que de ninguna manera se refiere al derecho de la persona a conocer información sobre su persona, pues los márgenes de tal prerrogativa se vinculan con el derecho constitucional a mantener la privacidad del individuo. Esto es lo que nos hace diferir de la postura del IFAI. Estamos convencidos, sin embargo, que tales diferencias no sólo enriquecerán el debate, sino que, además, contribuirán a la construcción de un criterio equilibrado, que en función de los principios bioéticos insertos en el concepto jurídico de atención médica, aporte beneficios concretos para el paciente, pues no encontramos finalidad jurídica más allá de esta postura (5). En efecto, todo derecho cumple una finalidad en beneficio de quien lo ejerce. En ese sentido, resulta interesante la respuesta, siempre categórica, de quienes defienden el derecho del paciente a obtener una copia íntegra de su expediente clínico: el paciente tiene derecho de conocer toda aquella información que se refiera a su estado de salud. Se confunde en tal sentencia, que por cierto no negamos, fundamento, título y medida (6). No queda duda que todo ciudadano se encuentra legitimado para ejercer un derecho inalienable e imprescriptible atribuido a su persona, para ser informado sobre su estado de salud, empero, la cuestión a discernir se encuentra precisamente en la medida. La medida guarda relación con la naturaleza de la información contenida en el expediente clínico, pues no todo lo que ahí se asienta se refiere necesariamente al estado de salud del paciente. Ahora bien, resulta de la mayor relevancia discernir sobre las diversas maneras de satisfacer este derecho del paciente para conocer de manera clara y objetiva su estado de salud, tanto en lo que se refiere al pasado como al presente, así como a las expectativas que tiene el equipo sanitario sobre su futuro, pues precisamente la metodología utilizada en la atención médica permite establecer un diagnóstico, un tratamiento y un pronóstico de evolución clínica para cada estado patológico (7). Hay, sin embargo, una enorme diferencia, y las repercusiones en el modelo de atención médica son igualmente diametrales, si el paciente es ampliamente informado por el equipo sanitario encargado 5 de su atención, o si, por el contrario, es el propio sujeto enfermo el que aprecia e interpreta los datos clínicos. Aún cuando la interpretación se haga por medio de otros profesionales de la salud, la naturaleza inexacta de la ciencia médica permite un importante margen de divergencia en el criterio clínico, más aún cuando la evaluación se hace a posteriori. Naturaleza de la relación médico-paciente. La preocupación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) se centra, precisamente, en las repercusiones que puede tener el criterio que mantiene el IFAI en el modelo de atención médica, pues su generalización, podría revertir los avances que en México ha tenido el Modelo Mexicano de Arbitraje Médico, que es la expresión de una política pública impulsada por el Gobierno Federal, en el fortalecimiento de la relación médico-paciente. Actualmente, es un hecho que la sociedad mexicana no se rige, en lo que se refiere a la atención médica, por un esquema litigioso para la solución de los conflictos que derivan de la relación médico-paciente. De ahí que la MISION de la CONAMED busque propiciar relaciones sanas entre los profesionales de la salud y sus pacientes. Para ello, en las tareas que de manera cotidiana cumple se privilegia el diálogo en lugar del enfrentamiento. Es así que en el proceso arbitral médico se aplican los llamados Mecanismos Alternos de Solución de Controversias (MASC), como en la especie lo son la conciliación y el juicio arbitral, alternos a la disputa judicial, que tienen en esencia un componente que incita al fortalecimiento de una cultura de paz y entendimiento (8). En este contexto, nos parece que el ejercicio de la medicina tenderá al cambio, si derivado de las disposiciones contenidas en la Ley de Transparencia, se interpreta un derecho del paciente a obtener copia íntegra del expediente clínico que se forma en las instituciones gubernamentales que le prestan servicios de atención médica, pues hasta este momento, el médico plasma ahí el conjunto de sus apreciaciones, tanto objetivas como subjetivas, sin mayor preocupación que mostrar su juicio clínico ante el equipo sanitario, siempre con la intención de encontrar el mejor camino para proteger, promover o restaurar la salud de su paciente (9). Si en otras latitudes se ha establecido como un derecho del paciente la obtención de una copia íntegra de su expediente clínico, es porque el modelo de atención médica responde a intereses diferentes a los que en la actualidad prevalecen en nuestro país (10 - 12). La relación médicopaciente en México no se encuentra aún influenciada por un modelo como el de la llamada medicina defensiva, empero, si al símil de otros países se perfeccionara la hipótesis jurídica en una disposición legal expresa, el equipo sanitario reaccionaría cuidándose de hacer anotaciones que pudieran ser poco comprendidas en una revisión ex post de la atención médica, principalmente aquellas de naturaleza 6 subjetiva que dan cuenta de lo diverso que puede ser el juicio clínico en torno a una patología. Ciertas anotaciones subjetivas podrían sustentar la posibilidad de la demanda judicial, que aunque no prosperara en los tribunales en virtud del principio de variabilidad biológica y la necesaria demostración de un nexo causal entre acto médico y daños, el solo hecho de la demanda judicial afectaría gravemente la confianza que caracteriza la relación médico-paciente. La medicina defensiva, para expresarlo en palabras de un reconocido profesional médico, consiste en el hecho de “emplear una serie de procedimientos de diagnóstico y tratamiento con el propósito explícito de evitar controversias [para lo cual] el médico realiza […] estudios innecesarios para protegerse de una posible demanda derivada de lo que podría calificarse como un error de omisión, y en ocasiones no solamente realiza un exceso de estudios que en sí pueden tener algún peligro para el enfermo, sino que emplea algunos procedimientos terapéuticos que a veces son excesivos, y que ponen en riesgo aún mayor la salud del paciente” (13-17). Así, en la medicina defensiva se advierte el exceso de la técnica por encima de la clínica, el uso del saber científico sin conciencia de su componente humano. Este tipo de práctica médica también se identifica, en lo que corresponde a la conducta del paciente, por una idea poco afortunada de sacar ventaja del error médico (18). Bajo dicho esquema, el paciente se encuentra a la espera de obtener una ganancia económica para el caso de comprobar negligencia o impericia en la atención brindada por el equipo sanitario. Resulta obvio que se trata de una relación que se ha pervertido, en la cual, la confianza no tiene ya un valor importante. A fin de enfrentar el fenómeno, hemos sugerido ejercer la profesión sujetándose a las siguientes premisas: a) Mantener una educación continua que permita a los médicos tener los conocimientos suficientes para actuar con seguridad, sin tener temor a un resultado inesperado; b) Respetar los derechos de los pacientes; c) Exigir que se respeten los derechos de los médicos y, d) Mantener una adecuada comunicación con el paciente. Se trata de realizar una práctica que hemos denominado medicina asertiva (19). Al ser asertivo se tienen las siguientes actitudes: seguridad, respeto y buena comunicación, con lo cual se favorece la confianza del paciente y facilita una buena relación médico-paciente. Si cambiara el esquema de atención médica que actualmente se ejerce en nuestro país, el expediente clínico sería reflejo de un ejercicio profesional frío, muy objetivo, altamente técnico, poco humanista, en un estilo que poco habrá de entender del valor “confianza”. Se iría transformando el modelo actual para dar lugar a un esquema en el que privara la desconfianza. Habríamos de acoger un esquema de atención médica basado en la medicina defensiva. El secreto médico se desvirtuaría y la revelación de los datos clínicos formaría parte del escándalo mediático, pues si un Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Tena T. C. paciente demandara a su médico por una errónea interpretación de las impresiones diagnósticas, ¿qué limitaría a éste a pronunciarse públicamente sobre las afecciones y secretos íntimos del sujeto enfermo? Por ello, se hace indispensable revisar, además de la naturaleza de la relación médico-paciente, la relación que guardan entre sí el secreto médico como valor instrumental de una garantía plena como el derecho a la intimidad, así como las características que le imprimen al modelo actual los principios bioéticos que orientan la práctica médica (20,21). El derecho a la intimidad del paciente no puede desligarse, de ninguna manera, del secreto médico. Este ha sido, históricamente, uno de los pilares de mayor envergadura en que se sustenta la relación médico-paciente. Confiamos en nuestro médico no sólo por el saber que demuestra al diagnosticar acertadamente una entidad patológica, por las habilidades de que hace gala al instaurar un tratamiento, muchas veces con la ayuda de la técnica, o por la acuciosidad con que da seguimiento a nuestro estado de salud (22). También confiamos en él, y es posible que este aspecto tenga mayor peso, por la prudencia con que maneja el cúmulo de información a que accede al brindar sus servicios profesionales; por ello nos inspira confianza. Sabedores de que es fiel resguardatario de los signos y síntomas que identifican nuestra afección física, no siempre grata a los ojos y oídos de los demás, así como otras dolencias personales, depositamos en él información que en ocasiones no somos capaces de confiar a otra persona, incluso a un familiar. A ese grado puede llegar la confianza que podemos tenerle al médico, en función de que, la información que le proporcionamos, puede estar inscrita en el núcleo de nuestra intimidad (23). Toda esa información, la relativa a la enfermedad y la que concierne a nuestros hábitos de vida, se plasma en el expediente clínico. Alguna se encuentra escrita en virtud de un proceso de captación verbal por parte del equipo sanitario, mientras que otra, deriva de diversos estudios de gabinete y laboratorio, que en su conjunto, dan cuenta de nuestro estado de salud, pasado y presente (24). En tanto que esa información se mantenga alejada del dominio público, la confianza se mantiene y en ello radica, en parte, el éxito de la profesión médica ante la sociedad. Salvo por disposición de autoridad competente, tanto en el sector público como en el privado, los expedientes clínicos se mantienen alejados de los ojos, y por supuesto de las manos, de terceras personas. Por ello, y dada la naturaleza de la información, referida a una persona identificada o identificable, podría parecer contrario al sentido común e incluso ilegal, sostener, como lo hacemos, que, en ciertos casos, no se trata de una prohibición absoluta, debe negarse el acceso al expediente clínico de un paciente a quienes no forman parte del equipo sanitario, aun cuando éste haya dado su autorización, pues él mismo se encuentra limitado para obtener una copia ín- Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 tegra de dicho documento. Sostenemos este criterio considerando las finalidades que tiene, desde las perspectivas jurídica y ética, el concepto de atención médica, pues si bien es cierto que el conjunto de la información contenida en el expediente clínico gira en torno al estado de salud del paciente, la propia normativa que regula su elaboración, integración, uso y archivo, precisa que se trata de un documento elaborado “en beneficio del paciente”, de tal manera que toda acción relativa a su manejo, no podría atentar en contra de su bienestar biopsicosocial (25, 26). La confidencialidad de los datos clínicos adquiere una nueva dimensión si se reflexionan con detenimiento las repercusiones que este hecho puede tener en la relación médico-paciente, principalmente cuando aparece el temor fundado de que algunos criterios en que se basa la atención médica pueden ser mal interpretados e incluso utilizados en contra de su naturaleza; llevados a procesos legales que pueden contribuir al deterioro de dicha relación al promover una cultura litigiosa, que como hemos señalado, sustenta la medicina defensiva (27-29). Por ello la pregunta que con mayor frecuencia se escucha en la comunidad médica sobre el punto, se refiere al modelo que debe seguir nuestro país para regular el régimen de propiedad de los datos clínicos. Nos asalta el temor de una respuesta poco reflexiva, pues comprendemos la inquietud que le genera al equipo sanitario el hecho de saber que los representantes de los pacientes, padres, tutores, abogados y representantes legales, en general, puedan utilizar la información plasmada en el expediente clínico para satisfacer intereses que en nada se relacionan con las finalidades terapéuticas de la atención médica. Reconocemos, por otra parte, el legítimo interés que puede tener todo paciente, de conocer, de manera personal o indirecta, la información que sobre su estado de salud se encuentra en el expediente clínico, no obstante que por su naturaleza subjetiva, según criterio médico, pueda causarle algún impacto negativo en el componente psicosocial de su estado de salud (25,26). Lo deseable sería lograr un prudente equilibrio entre los intereses de los pacientes y los del equipo sanitario, considerando, en todo momento, las finalidades que persigue el derecho a la protección de la salud y su impacto en el conglomerado social (30), obviando intereses de parte, ajenos a la visión programática que cumple la citada garantía constitucional. Para ello, se hace necesario considerar las disposiciones en materia de tratamiento de datos personales, en armonía con lo prescrito por las normas sanitarias y los principios bioéticos que orientan la atención médica, que como ha quedado señalado, no niegan, de ninguna manera, el derecho del paciente a conocer información trascendente sobre su estado de salud, aunque tampoco establecen, en forma categórica, el derecho a la obtención de una copia del expediente clínico. Cualquier propuesta deberá velar por los intereses del ciudadano, no de sus posiciones, sin vulne- 7 rar los valores en que se sustenta la relación médico-paciente. Referentes de derecho comparado sobre acceso al expediente clínico. El tema, aunque reciente en nuestro contexto, resulta ampliamente explorado en el derecho comparado. Ya en el año 1999, en el marco del Sexto Congreso de Derecho Sanitario celebrado en Madrid, España, se exponía un interesante punto de vista sobre el régimen de propiedad de los datos clínicos (30). En relación con el acceso a la historia clínica, -termino usado en España para referirse al expediente clínico- el ponente se refería al conflicto que suscitaba la petición de un paciente respecto a obtener una copia de la misma, con lo cual, ponía sobre la mesa un tema que venía discutiéndose hacía ya algunos años. De atenernos exclusivamente a las disposiciones sanitarias, hubiera sido ocioso en ese tiempo discutir si el paciente tenía derecho a una copia de su expediente clínico, tomando en cuenta que, en México, a esas fechas, la recientemente publicada Norma Oficial Mexicana NOM-168SSA1-1998 regulaba, como hasta la fecha lo hace en forma categórica, que dicho documento pertenece al prestador del servicio médico (24), de tal suerte que el paciente no tiene ese derecho, aunque la legislación sanitaria le asegura la obtención de información sobre su estado de salud, en caso que la requiera. Entre los antecedentes de la discusión en España se puede aludir a la Recomendación 5 de fecha 13 de febrero de 1997 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, sobre protección de datos médicos, que aconsejaba en su numeral octavo, en relación con los derechos de acceso y rectificación (31). 8.1.Se permitirá a toda persona el acceso a sus datos médicos, ya directamente o a través de un profesional sanitario o, si lo permite la ley nacional, a través de una persona designada por el titular de los datos. La información debe ser facilitada de modo inteligible; 8.2.El acceso a los datos médicos puede ser denegado, limitado o rechazado sólo si lo prevé la ley y si: a. Constituye una medida necesaria en una sociedad democrática por su interés en proteger la seguridad del Estado, la seguridad pública o la represión de crímenes; o b. El conocimiento de la información es probable que cause un serio daño a la salud del afectado; o c. La información sobre el afectado revela también información sobre terceros, o respecto a los datos genéticos, si esta información es probable que cause un serio daño a un paciente consanguíneo o uterino o a una persona que tiene un vínculo directo en línea germinal; La controversia se resolvió en España hasta noviembre del año 2002 con la promulgación de la Ley 41/2002, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica de Autonomía del Paciente, en vigor seis meses después de su publicación. El artículo 18 del citado cuerpo normativo regula el derecho de acceso a la historia clínica en los siguientes términos (32): 1. El paciente tiene el derecho de acceso, con las reservas señaladas en el apartado 3 de este artículo, a la documentación de la historia clínica y a obtener copia de los datos que figuran en ella. Los centros sanitarios regularán el procedimiento que garantice la observancia de estos derechos. 2. El derecho de acceso del paciente a la historia clínica puede ejercerse también por representación debidamente acreditada. 3. El derecho al acceso del paciente a la documentación de la historia clínica no puede ejercitarse en perjuicio del derecho de terceras personas a la confidencialidad de los datos que constan en ella recogidos en interés terapéutico del paciente, ni en perjuicio del derecho de los profesionales participantes en su elaboración, los cuales pueden oponer al derecho de acceso la reserva de sus anotaciones subjetivas. 8 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Tena T. C. Así, España adopta una posición que favorece el acceso a los datos clínicos, aunque establece reservas; las que oponga el personal sanitario por las anotaciones subjetivas que lleguen a plasmar en el expediente. Se respeta, además, el derecho a la confidencialidad de terceras personas que hayan entregado información sobre el estado de salud del paciente, por “interés terapéutico”, como lo denomina la Ley, de tal manera que no existe un derecho absoluto de acceso a los datos de su historial, en tanto que el médico puede establecer los límites que señala la norma. Otro país que da cuenta de lo añejo de la controversia es Argentina. Rodríguez Jordán (33) reseña el pronunciamiento del Presidente de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, publicado el 23 de agosto de 1995 en el diario La Nación, quien aseveraba que el paciente tiene derecho a obtener una copia “para que las mismas puedan ser vistas por otro profesional, justificando tal autorización en el hecho de que las patologías pertenecen a los enfermos, y advirtiendo que no siempre será conveniente que los pacientes tengan acceso al citado documento porque podría contener información que altere su ánimo”. Por su parte, Aguiar Guevara (34) nos dice que en Venezuela, el artículo 170 del Código de Deontología Médica estipula “que el médico tiene derecho de propiedad intelectual sobre la historia médica y todo documento elaborado en base a sus conocimientos profesionales, y este hecho, le otorga al médico un sistema de protección en cuanto a la titularidad de la historia clínica”. Asimismo, precisa el autor, es necesario mencionar que, “si bien es cierto que la titularidad de la historia material le corresponde al médico que la elabora, la información contenida en ella, es siempre del paciente, tratándose de información privilegiada que el médico debe conservar y resguardar y que el paciente, siempre, puede y tiene derecho a acceder a dicha información [en términos del] artículo 28 de nuestra Constitución Nacional según el cual toda persona tiene derecho a acceder a la información y a los datos que sobre sí misma consten en registros oficiales o privados, con las excepciones y limitaciones de ley”. A decir del tratadista venezolano, las limitaciones que puede encontrar el derecho del paciente se localizan en el artículo 176 del ya citado Código de Deontología Médica al establecer que “en ningún caso debe permitirse el examen directo de la historia clínica por parte del paciente o sus allegados; pero respetando el derecho del paciente a tener un resumen informativo de la misma cuando así lo solicite, al tenor del artículo 72 de la Ley Orgánica de Salud”. En Colombia, la Ley 23 de 1981 ”Ley de Ética Médica” según nos lo explica una estudiosa del derecho médico, “establece un nexo entre la relación justificada del secreto profesional, con el derecho del paciente a ser informado”. El artículo 38, sostiene que, nos dice la doctora Castaño de Restrepo (35), “teniendo en cuenta los consejos que dicte la prudencia, la revelación del secreto profesional se podrá Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 hacer: a) Al enfermo, en aquello que estrictamente le concierne y convenga”. En nuestro país, como se ha señalado, la legislación sanitaria asegura al paciente acceso a información sobre su estado de salud (24), de tal suerte que no parecería importante discutir en torno al derecho a obtener copia del expediente clínico, pues cuando el paciente ha manifestado interés por conocer su contenido, centra su petición en la necesidad de informar a otro profesional médico de aspectos objetivos de su padecimiento, diagnóstico, pronóstico y tratamiento, la mayoría de las veces, con la intención de obtener una segunda opinión al respecto. La simple lectura del documento no le genera ninguna utilidad práctica si no es mediante la interpretación médica de la información ahí contenida. Origen de la controversia sobre acceso del paciente a los datos clínicos. Lo que resulta paradójico de la discusión, es que ésta no surja de cambios en las disposiciones sanitarias, sino con motivo de la interpretación formulada por el IFAI al resolver un recurso de revisión contra la negativa de una unidad hospitalaria para obtener una copia de su expediente clínico. Funda su criterio en las disposiciones sobre acceso y protección de datos personales contenidas en la Ley de Transparencia. Señala la Ley en su artículo 3º fracción II, que por datos personales debe entenderse toda “información concerniente a una persona física, identificada o identificable, entre otra, la relativa a su origen étnico o racial, o que esté referida a las características físicas, morales o emocionales, a su vida afectiva y familiar, domicilio, número telefónico, patrimonio, ideología y opiniones políticas, creencias o convicciones religiosas o filosóficas, los estados de salud físicos o mentales, las preferencias sexuales, u otras análogas que afecten su intimidad” (2). Conforme a la citada disposición legal, toda la información contenida en el expediente clínico se encuadra en el concepto de “datos personales”, de tal suerte que las instituciones públicas prestadoras de servicios médicos cuentan, entre sus archivos, con información de los estados de salud, tanto físicos como mentales, de la mayor parte de la población de nuestro país. Lo anterior no pasaría de ser un dato estadísticamente trascendente, si no fuera por las implicaciones que puede tener este criterio sobre la forma de ejercer la medicina pública . Precisa el IFAI en su Resolutivo SEGUNDO: Con fundamento en el artículo 91 del Reglamento de la Ley de la materia, se instruye (a la unidad hospitalaria) para que en un plazo no mayor a diez días hábiles, contados a partir del día siguiente en que se haya notificado la presente resolución, proporcione al recurrente de manera gratuita y previa acreditación, copia simple de su expediente clínico, en términos de lo establecido en los artículos 24 de la Ley de la 9 materia, 47 y 53 de su Reglamento, así como de los Lineamientos que deberán observar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal en la recepción, procesamiento, trámite, resolución y notificación de las solicitudes de acceso a datos personales que formulen los particulares, con exclusión de las solicitudes de corrección de dichos datos”. Como puede observarse, el razonamiento del IFAI se centra en la premisa considerada en el artículo 24 de la Ley de la materia en cuanto a que “sólo los interesados o sus representantes podrán solicitar a una unidad de enlace o su equivalente, previa acreditación, que les proporcione los datos personales que obren en un sistema de datos personales”. Un Sistema de datos personales es, según el artículo 3º fracción XIII de la Ley, “el conjunto ordenado de datos personales que estén en posesión de un sujeto obligado”, de ahí que, en principio, debamos estar de acuerdo que el expediente clínico cuenta con información sobre el estado de salud física y mental de un sujeto determinado, integrada bajo un principio de orden dispuesto en la Norma Oficial Mexicana 168 del Expediente Clínico, que impone al equipo sanitario la obligación de documentar la atención médica (24). Insuficiencias en la evaluación del IFAI. Como se ha venido sosteniendo, el IFAI, en su resolución, considera de manera literal las disposiciones en materia de protección de datos personales, obviando la aplicación de las normas sanitarias y principios bioéticos que rigen la atención médica. Siempre que deban evaluarse los propósitos de la atención médica, es menester recordar que el equipo sanitario no sólo incluye en el Expediente Clínico información aportada por el sujeto enfermo. Se integran datos que éste proporciona de manera directa, pero también, se hacen anotaciones producto de la apreciación que deriva del examen clínico, así como de lo expresado por otras personas, principalmente cuando se trata de pacientes con ciertas incapacidades, temporales o definitivas, así como de menores de edad. La medicina no es una ciencia exacta y en función de un principio de variabilidad biológica, se infiere el estado de salud del paciente a partir de los signos y síntomas que perciben los miembros del equipo sanitario, según las habilidades y destrezas que cada uno pueda acreditar, de tal suerte que sólo así puede establecerse un diagnóstico presuncional, que por lo general se confirma con el auxilio de estudios de laboratorio y gabinete, que si bien no son la fuente principal del criterio médico, apoyan de manera importante las decisiones diagnósticas. De esta manera, en el Expediente Clínico encontramos datos aportados por el paciente y sobre el paciente. Estos últimos, los proporcionan familiares e incluso personas que no guardan ninguna relación familiar con el sujeto enfermo, a más de aquellas anotaciones del equipo sanitario –-- 10 ----impresiones por lo general subjetivas---- en las cuales se interpretan de manera concatenada signos y síntomas, y se asientan incluso divergencias de criterio entre los profesionales que han participado en el proceso de atención. Asimismo, la libertad prescriptiva de que goza el médico, le permite presumir una serie de posibilidades diagnósticas, que interpretadas por quienes desconocen los principios de la lex artis médica ----como el caso del paciente o su representante legal----, pueden calificarse erróneamente de ignorancia profesional, más cuando su lectura no viene precedida de una explicación calificada, por parte de otro profesional médico. En palabras de Eugenio Moure (30): “Tan esencial es el dato clínico con toda su fría objetividad, como la impresión subjetiva de quien desde su experiencia y conocimiento lo analiza. Pero en ambos casos estamos hablando de silogismos y premisas porque realmente lo importante es la conclusión, el resultado de ese proceso intelectual en la mente del médico. Y esa información final es la esencia de la historia, pues sin ella estaríamos hablando de un análisis especulativo vacuo”. A nadie escapa, nos dice el autor, “que no es biografía las anotaciones no publicadas, las revelaciones de terceros que no se referencian o incluso los datos del protagonista de la historia que éste pide expresamente que no se divulguen”. Consistentes con esta realidad, Aulló Chaves y Pelayo Pardos (36) señalan que “la historia clínica no se limita a ser una narración o exposición de hechos, sino que incluye juicios, documentos, procedimientos e informaciones; debe también observarse que la historia clínica, más allá de la narración de hechos pasados, es un documento que se va haciendo en el tiempo y, por último, que, más que exponer las vicisitudes por las que ha pasado una persona, lo que documenta […] es fundamentalmente la relación médico paciente”. En términos de la construcción doctrinal española, Antonio de Lorenzo Sánchez (37) consideraba que “el dominio jurídico del médico (poder de uso, disfrute y disposición) sobre la historia clínica, deriva de que ésta no es una mera trascripción de datos o noticias suministradas por el paciente, sino el resultado de un proceso de recogida, ordenación y elaboración […] la propiedad intelectual del médico sobre la historia clínica se basa en un ‘derecho de autor’ y para ello no basta la mera recopilación de datos, sino que el médico, mediante una labor de análisis y síntesis, transforma la información recibida, con resultado de una creación científica, expresada en términos de valor terapéutico: diagnóstico, pronóstico y tratamiento”. Estas diferencias respecto a las partes que componen el expediente clínico, debieran orientar la discusión en nuestro país cuando se hace referencia al acceso del paciente a su historial. En los hechos, la comunidad médica se preocupa en lo particular por dos situaciones: a) el acceso indirecto a los datos clínicos del menor maduro, por parte de sus Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Tena T. C. padres, en su carácter de representantes legales y b) el acceso directo al expediente del paciente psiquiátrico e incluso, en forma indirecta, a través de sus representantes legales, por lo general, sus familiares. En el primero de los casos, nuevamente la doctrina española nos permite reflexionar sobre las repercusiones que podría tener en nuestro contexto una decisión de esta naturaleza. Según nota publicada en Diario Médico el 23 de enero de 2001, en su sentencia, un Juez de Instrucción determina que “la historia clínica del menor maduro se equipara a la del mayor de edad, por lo que su acceso está protegido por el derecho a la intimidad y a la confi— dencialidad”. Según la nota, Julio Cesar Galán Cortés, experto en el tema, señala que “el derecho a la historia clínica es del paciente, y en caso de un menor maduro, si está capacitado para decidir por si mismo, un tercero no podría acceder a su historia sin su consentimiento, aunque sea un familiar”. La autonomía del menor maduro, según Galán Cortés, tiene su fundamento jurídico en el artículo 162.1 del Código Civil, por ser un derecho de la personalidad. En cualquier contexto, no es un asunto menor la posibilidad de que los padres, al tener acceso al expediente clínico de sus menores hijos se enteren de datos “sensibles” confiados al médico, quien los resguarda en términos del secreto profesional al que está obligado, como pueden ser los relativos a sus prácticas y orientación sexuales, así como ciertos estados de adicción e incluso hábitos que pueden considerarse “no adecuados” por su progenitores. El acceso a este tipo de información, no sólo vulnera el derecho a la intimidad del paciente, aunque se trate de menores de edad, sino que llega a afectar la esfera emocional de los hijos. En lo que corresponde a la historia clínica del paciente psiquiátrico, la evaluación se torna aún más compleja. En el derecho sanitario se acepta que el llamado consentimiento válidamente informado tiene por finalidad que el paciente pueda decidir con libertad sobre un procedimiento diagnóstico o terapéutico; se perfecciona así el principio bioético relativo a su autonomía. Se parte de una premisa que considera que las decisiones médicas deben tomarse de común acuerdo con el paciente, pues de otra forma, el equipo sanitario actuaría de manera arbitraria y, en ocasiones, en perjuicio del estado biopsicosocial del sujeto. No obstante lo anterior, en un paciente psiquiátrico se hace difícil analizar si, en efecto, el sujeto enfermo ha sido capaz de comprender la explicación otorgada respecto a los alcances del tratamiento, riesgos y beneficios, y por tanto resulta igualmente difícil apreciar su capacidad para consentir. Llega a darse el caso que su estado de salud le impide tomar algunas decisiones, como puede ser la relativa a su internamiento en un centro hospitalario, pues se encuentra en un estado alterado de sus capacidades, tanto mentales como desde una perspectiva legal. De ahí que las decisiones deban tomarlas terceras personas ----por lo general fa- Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 miliares---- quienes, por lo mismo, dan cuenta de los estados de alteración mental por los que atraviesa el paciente, sin que éste se encuentre capacitado para comprender el dicho de sus representantes legales y las consecuencias de las decisiones que éstos han tomado. Es más complejo el caso del paciente, que siendo legalmente menor de edad, ha llegado a un estado de madurez mental que demanda respetar a sus propias decisiones. Difícil resulta evaluar si por su madurez le corresponde consentir sobre su tratamiento o si tal capacidad es de sus representantes legales. En la actualidad, sin embargo, los avances de la ciencia médica en esta rama de estudio permiten mejores posibilidades diagnósticas y, por tanto, mayor capacidad de resolución en cuanto a los tratamientos para superar los estados alterados de la personalidad. Así, en el supuesto de que un paciente haya recuperado la capacidad para tomar decisiones de manera directa y mediante el acceso a su expediente clínico conozca de ciertas autorizaciones suscritas por terceras personas, para proceder a su tratamiento, no siempre le resultan comprensibles los motivos aducidos por sus representantes legales, ni tampoco los del equipo sanitario, más cuando algunos tratamientos llegan a tener consecuencias permanentes (38) y en el expediente se localiza una negativa personal, previa, sobre ese tratamiento, expresada en un momento en que gozaba de capacidad jurídica para consentir. Cuando esto sucede, se observa en el paciente un estado de alteración en su conducta, que impacta de alguna forma su estado de salud. Debe recordarse, además, que en algunos pacientes psiquiátricos los trastornos de la personalidad son transitorios y no los incapacitan de manera permanente para tomar decisiones, de ahí que al equipo sanitario tampoco le resulta simple analizar si la petición de acceso a su historial médico se hace en un estado equilibrado de sus capacidades mentales, por lo cual, es común que en estos casos el médico tratante de vista a su representante legal, quien, por lo general, mantiene algún tipo de resistencia para que el paciente conozca de manera directa los datos asentados en su expediente clínico, por los daños que esto puede ocasionarle. Como puede notarse, el conjunto de las decisiones que toma el equipo sanitario, incluida la relativa a las limitaciones para que el paciente tenga acceso a su historial médico, se sustentan en criterios éticos plasmados en las normas sanitarias, que buscan, en todo momento, proteger la integridad biopsicosocial del sujeto enfermo. Este es el punto de partida para reconocer que, en lo que corresponde al régimen de propiedad del expediente clínico, no basta sustentar la decisión de acceso al paciente en las disposiciones en materia de tratamiento de datos personales, como tampoco en lo señalado por la NOM-168 del Expediente Clínico, pues como bien lo razona el IFAI en su Resolución, se trata de una norma inferior dentro de la escala jurídica en relación con la Ley de Transparencia. 11 Disposiciones sanitarias: la regulación ideal. Conforme a lo anterior, debiera haber sido fundamental recoger, en la resolución del IFAI, lo dispuesto por el artículo 32 de la Ley General de Salud, según el cual, la atención médica comprende “el conjunto de servicios que se proporcionan al individuo, con el fin de proteger, promover y restaurar su salud”. Esta disposición, concatenada con lo prescrito por el artículo 51 de la misma y 9 de su Reglamento para la Prestación de Servicios de Atención Médica, hubieran permitido, bajo una interpretación armónica, tomar una decisión equilibrada, que diera pauta a pronunciamientos diferenciados, en función de la casuística que presenta la atención médica. Es decir, que la Resolución del IFAI debió posibilitar pronunciamientos que dieran respuesta particular a cada petición de acceso, sin pronunciarse de manera categórica y con un criterio de aplicación general sobre el régimen de propiedad de los datos clínicos. En términos del artículo 51 en cita, los usuarios de los servicios de salud tienen derecho a obtener “prestaciones de salud oportunas y de calidad idónea, y a recibir atención profesional y éticamente responsable, así como trato respetuoso y digno”, mientras que el artículo 9 del Reglamento regula uno de los pilares fundamentales en que se sustenta la relación médico-paciente y por tanto la atención médica, al prescribir que ésta “deberá llevarse a efecto de conformidad con los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica”. Los principios científicos, como se sabe, se encuentran plasmados en la literatura especializada, que da cuenta de los avances científicos y desarrollos tecnológicos relacionados con la atención médica, en tanto que, los principios éticos, tienen su origen en diversas apreciaciones del deber ser del médico que históricamente han regido la conducta del equipo sanitario (5). Su origen se remonta, en el mundo occidental, al juramento hipocrático, en tanto que, en la actualidad, se habla de los siguientes principios bioéticos: a) beneficencia, b) autonomía y c) justicia, resultado del Informe Belmont dado a conocer en el año 1978, agregándose después un cuarto principio: no maleficencia (39). De esta manera, bien puede asegurarse que las limitaciones que pueden operar en lo que corresponde al derecho del paciente para obtener una copia íntegra de su expediente clínico, tienen como finalidad preservar el estado biopsicosocial del sujeto enfermo, lo que no significa, que se niega su capacidad para acceder a sus datos clínicos, pues las normas sanitarias, como ya se ha dejado anotado, resuelven este problema. Con base en lo anterior, habrá que insistir en la siguiente hipótesis: el legislador no tuvo la intención de regular de manera particular el acceso a datos sanitarios cuando en la Ley de Transparencia introdujo disposiciones relativas al tratamiento de datos personales. Si como lo señala el IFAI, en México los expedientes clínicos formados en las instituciones públicas prestadoras de servicios de atención médica 12 integran un Sistema de Datos Personales, sería necesario reflexionar si su tratamiento se ajusta a lo dispuesto por el artículo 20 de la citada Ley de Transparencia, principalmente por lo dispuesto en sus fracciones II a VI. Nos parece que las hipótesis ahí planteadas sugieren que la Ley, al regular el acceso a datos personales, no tenía la intención de pronunciarse sobre el régimen de propiedad de datos con las características que identifican los contenidos en el expediente clínico. En su caso, la discusión se dará al analizar la hipótesis contemplada en la iniciativa de Ley sobre Protección de Datos Personales, que permanece en el Congreso hace ya varios años, que, por lo menos, contiene referencias concretas sobre el tratamiento de datos relativos al estado de salud del individuo. Cuando la Ley de Transparencia se refiere al tema de datos personales, busca asegurar la obligación estatal de evitar intromisiones ajenas respecto de información aportada por los ciudadanos o recabada por los entes públicos y que se deposita en sistemas ordenados de datos, de lo que resulta obvio el derecho de cualquier sujeto de acceder a la información que por lo general él ha aportado, excepción hecha de los datos que la doctrina denomina “sensibles”, entre los cuales, se incluyen por supuesto, los relacionados al estado de salud del individuo. Señalaba Moure González (30) que “el paciente tiene derecho a conocer, a informarse en definitiva, de los datos que afectan a su intimidad, esto es, a su propia vida. Pero entiendo que ese derecho sólo abrirá la puerta que guarda los datos aportados por el propio paciente o el resultado de las pruebas donde su cuerpo ha sido el sustento físico que permite obtenerlas: un análisis de sangre, una radiografía, una biopsia, etc. Los datos aportados por terceros y las impresiones subjetivas del médico que no constituyen propiamente juicio clínico, por ejemplo, reflexiones sobre el modo de comportarse el paciente, su relación con la persona que lo acompaña a consulta, carecen de la condición de datos clínicos, aun cuando, puede ayudar al personal sanitario a su manejo”. Desconocer este contexto puede repercutir negativamente en la actividad médica, además que tiende a desequilibrar de manera importante la relación médico paciente, que históricamente se ha caracterizado por comportarse como un binomio de satisfacción recíproca de intereses. En este momento, una solicitud de acceso en el ámbito privado se resuelve en términos de las normas sanitarias, en particular la NOM-168 del Expediente Clínico, a diferencia del sector público, pues según criterio del IFAI, dicho cuerpo normativo no puede oponerse a las disposiciones de una Ley Federal, como la de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. De esta suerte, tenemos en México un régimen diferenciado en lo que corresponde al acceso a datos médicos y de alguna forma, también sobre el régimen de propiedad del expediente clínico, pues en el sector gubernamental que presta servicios de aten- Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Tena T. C. ción médica, que el paciente pueda disponer de una copia del mismo, inaugura un sistema de copropiedad, que por las características del tipo, impone la posibilidad de tomar decisiones sobre su uso y disposición para los copropietarios. Por ello, para resolver esta controversia, sería idóneo promover la modificación de las disposiciones sanitarias ----concretamente la Ley General de Salud---- para imponer límites de acceso al expediente clínico, incluso ante la petición del propio paciente, que se apliquen tanto al sector público como al privado. La reforma posible implicaría establecer de manera uniforme el derecho del paciente a obtener información contenida en su expediente clínico, tanto de manera verbal como escrita, pues con la adición del TITULO TERCERO BIS, denominado “DE LA PROTECCION SOCIAL EN SALUD”, se incorpora en la Ley General de salud, de manera expresa, el derecho que tienen los beneficiarios de dicho Sistema de “recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, así como la orientación que sea necesaria respecto de la atención de su salud y sobre los riesgos y alternativas de los procedimientos diagnósticos, terapéuticos y quirúrgicos que se le indiquen o apliquen”. Lo anterior ha dado lugar a interpretaciones inadecuadas, en el sentido de que, a diferencia de los pacientes que reciben atención médica en el Sistema, el resto de los usua- rios no cuentan con tal beneficio. De ahí que sea necesario establecer, como principio general, el derecho de los usuarios de los servicios de atención médica a recibir información sobre la atención de su salud, independientemente de la modalidad de acceso a los servicios. Actualmente el artículo 51 señala que “los usuarios tendrán derecho a obtener prestaciones de salud oportunas y de calidad idónea y a recibir atención profesional y éticamente responsable, así como trato respetuoso y digno de los profesionales, técnicos y auxiliares”, por lo cual sería el dispositivo legal indicado para que previa adición de lo dispuesto en el artículo 77 BIS 37, la regulación jurídica fuera completa. Finalmente, para establecer un marco de actuación confiable para el equipo sanitario, hemos propuesto la siguiente adición al citado artículo 51 de la Ley General de Salud: “Sin detrimento del acceso que tiene todo paciente a su expediente clínico o a un resumen de éste, según sea su interés, las notas de evolución, que incluyan anotaciones de naturaleza deliberativa o analítica, de acuerdo a la experiencia personal y conocimientos del médico o médicos tratantes, podrán entregarse al paciente o a su representante legal, cuando la solicitud sea avalada por un médico especialista, que indique de manera expresa el interés terapéutico que la motiva”. Esta reforma debería ir acompañada, en su caso, por modificaciones a la NOM 168 del Expediente Clínico. Bibliografía 1.- Basañez, Miguel y González de León, José Antonio, entrevista con Ronald Inglehart. Valores y creencias en el siglo XXI. 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Las reglas que definen la asignación deben ser claras y permitir que el origen y destino de los órganos y tejidos sean identificados con facilidad en todo momento. La falta de claridad o transparencia en este proceso pueden causar un daño severo en la confianza de la población hacia el programa de donación-trasplante. En la definición de estas reglas es fundamental la concepción que se tenga del proceso de donación y de las funciones y responsabilidades de cada una de las personas que intervienen en el mismo, esto se aplica no sólo al personal operativo sino también a las autoridades institucionales, estatales y federales relacionadas con la materia. El artículo 336 de la Ley General de Salud (LGS), dice: “Para la asignación de órganos y tejidos de donador no vivo, se tomará en cuenta la gravedad del receptor, la oportunidad del trasplante, los beneficios esperados, la compatibilidad con el receptor, y los demás criterios médicos aceptados. Cuando no exista urgencia o razón médica para asignar preferentemente un órgano o tejido, ésta se sujetará estrictamente a las listas que se integrarán con los datos de los mexicanos en espera, y que estarán a cargo del Centro Nacional de Trasplantes”. Esta disposición establece los criterios generales para la asignación de los órganos y tejidos, pero ¿quién o quiénes son los responsables de aplicar estos criterios de asignación?, e igual de importante ¿cómo se aplican dichos criterios? La respuesta a la primera pregunta está claramente definida en el artículo 34 del Reglamento de la LGS en donde se establece que entre otras de sus atribuciones el Comité Interno de Trasplante seleccionará a los receptores de órganos y tejidos. Vale la pena aclarar que de acuerdo con el mismo artículo la composición del Comité Interno es interdisciplinaria. Está formado por personal operativo experto en el programa de trasplante pero también por autoridades y personal del Servicio para la Donación de Órganos y Tejidos, entre otros. Dicho en otras palabras el Comité Interno de Trasplante sanciona las decisiones tomadas por el Programa de Trasplante. Esto es evidente ya que son los médicos que integran el programa del órgano o tejido en cuestión los únicos que tienen el contacto estrecho con los pacientes y constituyen los expertos en el tema. Sin embargo, esta de- Lineamientos para la asignación de órganos y tejidos de cadáver para trasplante MARCO LEGAL * Dr. Arturo Dib Kuri Centro Nacional de Trasplantes Limits for the assignment of organs and cadaver tissues for transplant National Center of Transplants * Director General. Centro Nacional de Trasplantes. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 15 cisión tomada por el responsable del programa o de sus integrantes requiere ineludiblemente el aval del comité, debiendo quedar asentado en los expedientes de los pacientes y las actas del comité. No hay lugar para decisiones individuales en la asignación de órganos y tejidos. El artículo 34 del Reglamento de la LGS establece claramente la autoridad que debe ejercer el Comité Interno en el ámbito del hospital, siempre bajo la responsabilidad de la institución médica a la que pertenezca. De aquí se desprende el papel de supervisión de la Coordinación Institucional de Trasplantes. Además de las coordinaciones institucionales de trasplantes de cada institución, que ejercen una supervisión de tipo vertical en el ámbito de la misma, los Centros Estatales de Trasplantes (CEETRAS) ejercen también una supervisión de tipo horizontal, en el ámbito geográfico que les corresponde. Una entidad aparte es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) que tiene entre otras atribuciones la vigilancia sanitaria y la expedición de licencias para establecimientos que requieren realizar actividades relacionadas con la donación, conservación, procesamiento y trasplante de órganos y tejidos. Los establecimientos y hospitales requieren un Comité Interno. Para responder a la segunda pregunta planteada líneas arriba en la que se cuestiona sobre el cómo aplicar los criterios de asignación deberemos analizar otros elementos. Podemos identificar tres tipos de establecimientos relacionados con el proceso de donación-trasplantes (Artículo 315 de la LGS): 1. Hospitales donde se efectúan trasplantes y por tanto es de esperarse que también lleven a cabo actividades de donación u obtención de órganos y tejidos. 2. Hospitales donde se efectúan actividades de donación pero no de trasplantes (Proveedores de órganos y tejidos). 3. Bancos de Órganos o de Tejidos. El Artículo 316 de la LGS señala que estos establecimientos deberán contar con un Comité Interno de Trasplantes, un Responsable Sanitario, y un Coordinador y que las acciones estarán supervisadas por el Comité Institucional de Bioética respectivo. En una aparente contradicción sobre lo que hemos señalado en los párrafos anteriores, el artículo 339 de la LGS, dice que el CENATRA y los CEETRAS tienen como atribución decidir y vigilar la asignación de órganos y tejidos. Esta atribución, sin embargo, no puede entenderse como la de quien toma decisiones ante cada evento, sino de quien define las reglas que deberán aplicarse por parte de las instancias operativas. Es decir, tanto los Centros Estatales como el Nacional tienen una importante función en el Sistema Nacional de Trasplantes que consiste en la supervisión y vigilancia, mientras que los comités internos y los integrantes del Programa de Trasplante, junto con los miembros de los 16 servicios para la obtención de órganos, tienen funciones eminentemente operativas. La asignación en cada evento es un acto basado en criterios de índole médica y solamente el responsable del Programa de Trasplante o sus integrantes son quienes conocen desde el punto de vista clínico a los posibles receptores y tendrán por tanto los elementos suficientes para seleccionar al adecuado. Hay un criterio de los señalados en la ley que no tiene un carácter médico y se refiere a que los pacientes en espera de recibir un órgano o tejido deban estar inscritos en la Lista Nacional de Espera. Este criterio es de naturaleza administrativa, y se aplica tal como lo señala la ley, cuando las razones médicas para la selección del receptor estén satisfechas (Artículo 336 de la LGS). Cómo seleccionar al paciente que debe recibir el trasplante. El proceso de asignación comprende dos pasos: El primero consiste en el ofrecimiento a un Programa de Trasplante (hospital), es decir, no se busca de primera intención al paciente que recibirá el injerto sino el hospital donde se efectuará el trasplante. El segundo paso es la asignación a un paciente específico. Esta asignación la efectuará el grupo médico que conoce a los pacientes que previamente han sido estudiados. Ofrecimiento a programas de trasplante. El Comité Interno de Trasplantes de cada hospital deberá definir con antelación el orden en que se ofrecerán los órganos y/o tejidos obtenidos a los diversos programas de trasplante. Por ejemplo, definirá que en el caso de que se obtenga la donación de un riñón, éste se ofrecerá al Programa de Trasplante renal del propio hospital en primera instancia; si no hubiera receptor, se procederá a ofrecer al programa de trasplante renal del hospital B, después al del C y así para cada uno de los órganos y tejidos que puedan obtenerse. El Servicio para la Donación de Órganos y Tejidos (léase Coordinador de la Donación) debe tener esta lista en su manual de procedimientos, de tal manera que inicie el proceso de búsqueda de los programas a los que serán ofrecidos cada uno de los órganos de acuerdo al orden de esta lista, después de obtener la autorización de la donación por parte de la familia y en su caso, por la autoridad judicial. El Servicio para la Donación tiene además la responsabilidad de evaluar clínicamente al posible donador de órganos y tejidos. El primer administrador temporal del órgano es entonces el hospital donde éste se genera y es, por tanto, el primer responsable de su uso adecuado a través del Comité de Trasplantes y el Servicio para la obtención de órganos y tejidos. Este servicio independiente del o de los programas de trasplante del hospital es la estructura ideal para dicha administración, ya que el papel del responsable del programa de trasplante o de sus integrantes esta en el ámbito terapéutico quirúrgico. Son responsables de la calidad mé- Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Dib K. A. dica y quirúrgica del trasplante, no del proceso de la obtención de los órganos o tejidos. El programa de trasplantes al que se ofrezca determinado órgano o tejido deberá responder, en un tiempo límite, si acepta o no el ofrecimiento con base en los lineamientos de asignación al paciente que se señalan más adelante. Además, el manual de procedimientos de las coordinaciones de donación deberá especificar si una vez asignado un órgano a cierto programa u hospital, éste pasará al final de la lista o conservará el mismo turno para el siguiente caso de donación. Orden en la lista de asignación. De esta forma cada hospital define el flujo de órganos y tejidos con base en acuerdos previos dentro de su institución o fuera de ella. Ahora bien, ¿cómo se integra dicha lista y cómo se define el orden de los hospitales a los que se les ofrecerán órganos o tejidos? El Comité Interno de Trasplantes deberá elaborar esta relación tomando en consideración los siguientes criterios: • Los programas de trasplantes del hospital en donde se generó la donación. • Los programas de trasplantes de la Institución médica a la que pertenece el hospital generador de la donación. • Los programas estatales de trasplantes de otras instituciones de salud. • El flujo de los pacientes que requieren trasplante. En otras palabras, a qué hospital son referidos los pacientes que requieren recibir un trasplante y para los cuales la unidad que generó la donación no tiene programa. • La factibilidad del tránsito entre el hospital proveedor de órganos y tejidos y hospitales que sí cuentan con programas de trasplante, previendo para ello diferentes horas y días en los que se puede presentar una donación. Acuerdos públicos con otras instituciones. Finalmente, para definir qué hospitales pueden beneficiarse al recibir una donación, es inevitable tomar en cuenta quién aporta los recursos económicos y al personal médico y paramédico necesarios para la obtención de los órganos y los tejidos. Es por esto que el Comité Interno deberá hacer del conocimiento de las autoridades de su propia institución, así como de las autoridades de los Centros y de los Consejos Estatales de Trasplantes así como del Centro Nacional de Trasplantes, el orden de sus listas de ofrecimiento a hospitales. Ya que los recursos para la obtención de órganos deben provenir de las instituciones de salud y no del órgano normativo, esto estimulará a las instituciones de salud a invertir en el desarrollo y fortalecimiento de estructuras que posibiliten la donación, o sea en Servicios para la Donación de Órganos y Tejidos. Finalmente, los recursos asignados redundarán en beneficio de los pacientes pertenecientes a la misma institución de salud. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Asignación a paciente. Cuando un programa de trasplante u hospital recibe el ofrecimiento de un órgano o tejido deberá aplicar los siguientes criterios: 1. Compatibilidad. Se refiere a los pacientes que de acuerdo con los criterios de cada programa, sean compatibles con el injerto. Entendiendo por compatibilidad al grado de semejanza de factores tales como el inmunológico, el antropométrico, entre otros dando prioridad a aquellos casos graves. 2. Oportunidad y beneficios esperados. Se determina considerando cuál de los pacientes compatibles con el injerto está disponible para recibirlo, es decir que se encuentre localizable pero también en las condiciones médicas adecuadas para el procedimiento de trasplante. 3. Factibilidad. Se establece considerando si en el hospital existen las condiciones necesarias para llevar a cabo el procedimiento; esto incluye, aunque no se limita, a los siguientes aspectos: recursos humanos, materiales, transporte, tiempo, etc. 4. Antigüedad en la Lista de Espera. Si existen dos o más pacientes compatibles disponibles y en todos los casos hay factibilidad para el trasplante, la asignación corresponderá al que tenga mayor antigüedad en la Lista de Espera del programa de trasplante u hospital. Mediante la aplicación de estos criterios se define al receptor adecuado y en caso de no tener todas las condiciones se notifica al Servicio para la Donación para que haga el ofrecimiento al siguiente programa que corresponda, de acuerdo con el orden establecido en el manual de procedimientos de dicho servicio. De esta manera la supervisión de los mecanismos de selección de los posibles receptores se simplifica y al mismo tiempo genera la posibilidad de deslindar responsabilidades dentro de los grupos operativos, en caso de que existan desacuerdos entre los mismos. Glosario. Coordinación Institucional de Trasplante. Se refiere a los funcionarios responsables de la administración general del Programa de Trasplante de Órganos y Tejidos dentro de una institución de salud. Factible. Que se puede realizar. Oportuno. Conveniente, favorable. Programa de trasplante. Se refiere al grupo de médicos especialistas en un tipo de trasplante de órgano o tejidos, que bajo un protocolo de atención médica ofrecen la terapéutica del trasplante. Normalmente existe un médico especialista responsable del programa. Puede haber programas de trasplante de riñón, córnea, hígado, corazón, etc. Servicios para la Donación de Órganos y Tejidos. Son estructuras hospitalarias integradas por personal médico clínico, enfermería y trabajo social, que cuentan con la capa- 17 citación profesional suficiente para atender el proceso de donación de órganos y tejidos cuya función más importante es precisamente la donación. Sistema Nacional de Trasplantes. Entendemos por SNT al conjunto de establecimientos que cuentan con licencia sanitaria para realizar actividades de donación y trasplante de órganos y tejidos, así como al personal médico y paramédico que regulan su actividad en esta materia bajo la normatividad establecida en el título XIV de la LGS y el Reglamento de dicha Ley. CEETRA. Centro Estatal de Trasplante. COETRA. Consejo Estatal de Trasplante. CENATRA. Centro Nacional de Trasplante. Institución médica. Se refiere a la agrupación de unidades médicas bajo una misma estructura de mando y normatividad, v. gr. Secretaría de Salud del Estado de Tamaulipas, Instituto Mexicano del Seguro Social, Servicios Médicos de PEMEX, Hospitales Ángeles, etc. Legislación citada. Artículo 34 del Reglamento de la Ley General de Salud: Las instituciones que realicen trasplantes deberán contar con un Comité Interno de Trasplantes, cuyas atribuciones serán las siguientes: I.-Verificar que los trasplantes se realicen de conformidad con los requisitos que establece la ley, este reglamento y las normas técnicas; II.-Verificar que los trasplantes se realicen con la máxima seguridad y de acuerdo a principios de ética médica; III.-Hacer la selección de disponentes originarios y receptores para trasplante; IV.-Brindar la información necesaria a los receptores, disponentes y familiares con relación a estos procedimientos terapéuticos; y V.-Promover la actualización del personal que participe en la realización de trasplantes. Los comités a que se refiere este artículo, se integrarán con personal médico especializado en materia de trasplantes y en forma interdisciplinaria, bajo la responsabilidad de la institución. Su integración deberá ser aprobada por la Secretaría de Salud. 18 Artículo 315 de la Ley General de Salud: Los establecimientos de salud que requieren de autorización sanitaria son los dedicados a: I. La extracción, análisis, conservación, preparación y suministro de órganos, tejidos y células; II. Los trasplantes de órganos y tejidos; III. Los bancos de órganos, tejidos y células, y IV. Los bancos de sangre y servicios de transfusión. La Secretaría otorgará la autorización a que se refiere el presente artículo a los establecimientos que cuenten con el personal, infraestructura, equipo, instrumental e insumos necesarios para la realización de los actos relativos, conforme a lo que establezcan las disposiciones de esta Ley y demás aplicables. Artículo 316 de la Ley General de Salud: Los establecimientos a que se refiere el artículo anterior contarán con un responsable sanitario, quien deberá presentar aviso ante la Secretaría de Salud. Los establecimientos en los que se extraigan órganos y tejidos o se realicen trasplantes, adicionalmente, deberán contar con un comité interno de trasplantes y con un coordinador de estas acciones, que serán supervisadas por el comité institucional de bioética respectivo. Artículo 339 de la Ley General de Salud: El Centro Nacional de Trasplantes, cuya integración y funcionamiento quedará establecido en las disposiciones reglamentarias que para efectos de esta Ley se emitan, así como los Centros Estatales de Trasplantes que establezcan los gobiernos de las entidades federativas, decidirán y vigilarán la asignación de órganos, tejidos y células, dentro de sus respectivos ámbitos de competencia. Asimismo, actuarán coordinadamente en el fomento y promoción de la cultura de la donación, para lo cual, participarán con el Consejo Nacional de Trasplantes, cuyas funciones, integración y organización se determinarán en el reglamento respectivo. Los centros estatales proporcionarán al Registro Nacional de Trasplantes la información correspondiente a su entidad, y su actualización, en los términos de los acuerdos de coordinación respectivos. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Resumen La mayoría de los familiares de enfermos crónicos y en fase terminal no han recibido capacitación adecuada para asistir a sus familiares, tampoco reciben ayuda para prevenir el síndrome de desgaste emocional que suele presentarse especialmente cuando la atención del paciente recae en una sola persona de la familia. No hay suficiente información bibliográfica nacional que pueda después ser utilizada en instancias gubernamentales como apoyo a los programas de atención a enfermos crónicos y en fase terminal. Se realizó una primera encuesta de necesidades a los familiares con pacientes crónicos y terminales. El objetivo consistió en determinar las necesidades no resueltas para el apoyo de sus familiares y detectar cuál es la actitud de quienes tienen esta responsabilidad sobre eutanasia y apoyo terminal. Se aplicó una encuesta con dos modalidades: preguntas, de selección múltiple para la ficha de identificación y una encuesta cualitativa tipo Likert para detección de necesidades. El perfil de los cuidadores mayoritariamente es familiar, femenino, de escolaridad media. La primera causa del cuidado a sus familiares es el agradecimiento. Se encuentran contrarios a la eutanasia y a favor de cuidados paliativos. PALABRAS CLAVE: Cuidados terminales, pacientes crónicos, síndrome de desgaste emocional, pacientes terminales, bioética. Abstract Most of the families of chronic and terminal patients have not had the adequate training for assisting their relatives, neither have they received help to prevent the burn out syndrome, which could arise specially when only one family member carries out the nursing activities. The national bibliographic information is insufficient so it can be used by governmental instances as support for the programs focused on the attention on terminal patients. This is why we have created a first questionnaire on the necessities of the families with chronic or terminal patients. The objective consisted in defining the unresolved necessities for the care of their patients, and to detect what is their attitude like about the concept of euthanasia and terminal support. Two modalities of a questionnaire have been applied: multiple choices for the identification of the basic profile and a qualitative test like the Likert type for the detection of their needs. The caregiver’s most common profile consists of female relatives that at least have part of high school studies. The main cause why they nurse the patients is because a feeling of gratefulness towards them. They are against euthanasia, and in favor of palliative care. Key words: Terminal care, chronic patients, burn out syndrome, terminal patients, bioethics. Detección de necesidades familiares en la atención a pacientes en estado terminal y crónicos en la Ciudad de México. Dra. Ma. de la Luz Casas Martínez* Family necessities in the attention of patients in terminal or chronic stage in Mexico City. * Doctora en Ciencias. Área Bioética. Escuela de Medicina, Universidad Panamericana Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 19 Introducción La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1990) declaró que: “Los cuidados paliativos... afirman la vida y reconocen la muerte como un proceso natural... ni aceleran ni posponen la muerte, proporcionan alivio para el dolor y otros síntomas angustiantes, integran los aspectos psicológicos y espirituales del cuidado, ofrecen un sistema de soporte para ayudar a los pacientes a vivir tan dignamente como sea posible hasta que mueran. Ofrecen un sistema de soporte a la familia para hacer frente a la enfermedad y a su propio duelo”.1 Según la OMS, los cuidados paliativos (C.P.) “consisten en la atención global e integral de las personas que padecen una enfermedad avanzada, progresiva e incurable y las familias de estas personas”. Es indudable que el progreso científico hace posible en la actualidad curar o controlar muchas enfermedades antes mortales. Las nuevas tecnologías médicas y el desarrollo de técnicas de resucitación hacen posible prolongar la supervivencia de una persona y diferir el momento de la muerte. Por tanto, cada vez es mayor el número de personas que se encuentran incapacitadas por enfermedades crónicas invalidantes o en una situación terminal. El actual patrón demográfico y de morbilidad hace esperar que en los próximos años, aumente el número de pacientes geriátricos.2 La forma de morir en los últimos cincuenta años ha cambiado. En países desarrollados, la mayoría (71%) de los pacientes mueren en instituciones, especialmente hospitales, y sólo 24% en la casa; sin embargo, al preguntarle a los pacientes terminales dónde preferirían morir, la gran mayoría eligió su casa.3, 4 ,5 ¿Por qué mueren los pacientes terminales en las instituciones? En gran parte se debe a petición de los familiares, los cuales manifiestan temor de no poder hacer frente al manejo de crisis de dolor intenso, vómitos, disnea.6, 7, 8, 9 Otra razón consiste en que solamente se reporta a una persona encargada de su cuidado, la cual se encuentra en un estado de desgaste emocional y físico que impide la atención adicional a un paciente grave. Si bien en parte existen lineamientos institucionales para el cuidado de enfermos terminales 10, 11, 12, 13. son pocas las dirigidas a las familias de estos pacientes.14, 15, 16, 17 En este tipo de atención, deberían ser considerados tanto las necesidades de los pacientes, como las de sus cuidadores. Los objetivos de los cuidados paliativos en el paciente son claros y se basan en el control adecuado de los síntomas, para aliviar al paciente y facilitar que desempeñe un rol protagónico aún en la etapa terminal, acompañamiento emocional y apoyo espiritual a la persona enferma, de acuerdo con sus demandas y con absoluto respeto a sus creencias. Interacción con los familiares y asistencia primordialmente domiciliaria.18 Pero también incluyen el “cuidado 20 de los cuidadores” para optimizar las funciones del equipo tratante y prevenir complicaciones por el impacto de la tarea, como sucede con el síndrome de desgaste emocional. 19, 20, 21. Es necesario conocer cuáles son las necesidades de los familiares cuidadores, para poder implementar medidas que permitan al paciente y su familia cerrar un círculo de atención domiciliaria, en las condiciones mejores para cada caso. Es un hecho que en la práctica, la mayoría de las acciones paliativas se encuentran en diversos momentos bajo la responsabilidad familiar, la cual no tiene entrenamiento ni apoyo para dar solución a las demandas del enfermo. 22, 23, 24 Últimamente se ha puesto de manifiesto la necesidad de realizar documentos de decisiones anticipadas por los enfermos, con la finalidad de acceder a la medicina paliativa, sin caer en los manejos terapéuticos fútiles. Una consideración importante para el apoyo de los pacientes y las familias en cuanto a la posible institucionalización de los documentos de decisiones anticipadas es el aclarar que, la medicina paliativa no es un conjunto de omisiones terapéuticas que buscan poner término, a la brevedad posible, a un sufrimiento y por ningún motivo debe confundirse con la muerte asistida o la eutanasia.25, 26, 27. En este primer trabajo se abordan algunos de los aspectos generales y será base para futuras investigaciones específicas. Material y Métodos Objetivo: Detección de necesidades no resueltas para el apoyo de atención a pacientes crónicos o terminales en forma domiciliaria en la Ciudad de México. Opinión de los cuidadores de familiares con pacientes crónicos o terminales referente al concepto de cuidados paliativos y eutanasia. Clasificación del estudio: No experimental, cualitativo, observacional, descriptivo, transversal. Diseño del estudio: Preguntas de selección múltiple para la ficha de identificación y una encuesta cualitativa tipo Likert para detección de necesidades. Lugar: Encuesta directa en domicilios particulares de pacientes crónicos y/o terminales en México, Distrito Federal. Tamaño de la muestra piloto: 50. Tamaño de la muestra de la encuesta: 350 encuestas Método de selección de los participantes: Muestra no probabilística con sujetos voluntarios. Criterios de inclusión: Hombres y mujeres, mayores de edad, en competencia mental, que voluntariamente quieran contestar la encuesta, que estén atendiendo directamente a algún familiar con enfermedad crónica o terminal Criterios de exclusión: Menores de edad. Mayores de edad que no quieran participar voluntariamente en la encuesta o que no estén al cuidado de algún familiar con enfermedad crónica o terminal. Criterios de suspensión: Que ya no desee seguir contestando la encuesta. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Casas M. L. Técnicas de análisis estadístico: Medidas de tendencia central por programa STATS. Aval ético de la investigación: El estudio se apegó al Reglamento de Investigación Clínica en la Ley General de Salud Mexicana 28, así como a la Declaración de Helsinki VI 29. Se colectó el consentimiento de los participantes en la contestación de la encuesta. Aprobación del comité. La investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad Panamericana, México. Resultados NECESIDADES FAMILIARES EN LA ATENCIÓN DE PACIENTES CRÓNICOS O EN FASE TERMINAL EN LA CIUDAD DE MÉXICO. ESTUDIO PILOTO. PREGUNTAS Esposo/a 34% Hijo/a 30% Hermano/a 12% Familiar 20% No familiar 4% Edad Menor de 18 años 7% Entre 18 y 25 años 9% Entre 25 y 40 años 30% Entre 40 y 60 años 36% Mayor de 60 años 18% Sexo Femenino 87% Masculino 13% Persona a cargo % Escolaridad Religión Ingreso económico Cuántas personas ayudan a cuidar al enfermo Tipo de servicio de salud del paciente Menor a primaria 12% Primaria / Secundaria 32% Secundaria / Preparatoria Preparatoria / profesional 35% 14 % Católico 83% Cristiano 6% Judío 3% Otra religión 3% Menor al mínimo 12% Uno a cuatro salarios mínimos 35% Entre 4-10 salarios mínimos 28% Más de diez salarios mínimos 24% Solamente una 46% Dos personas 34% Tres personas 13 % Mayor a profesional 7% Sin religión 5% Más de tres personas 7 % Seguro de gastos médicos 13% Combinación de servicios 9% DUDOSO 8% PARCIALMENTE EN DESACUERDO 13% TOTALMENTE EN DESACUERDO 22% 8% 15% 10% 61% 62% 24% 6% 2% 6% Principal problema para atender a un paciente terminal es el económico. 45% 27% 7% 9% 11% Principal problema para atender a un paciente terminal es el tiempo. 32% 31% 11% 12% 14% IMSS 40% ISSSTE 8% Principal razón para cuidar a un paciente terminal es el agradecimiento TOTALMENTE DE ACUERDO 34% PARCIALMENTE DE ACUERDO 23% Principal razón para cuidar a un paciente terminal es el que es obligatorio por ley. 5% Principal razón para cuidar a un familiar es el cumplimiento de un deber moral. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Otra del gobierno 25% 21 Principal problema para atender a un paciente terminal es el desgaste emocional. 39% 29% 8% 9% 14% Paciente terminal. Con menos de tres meses de vida o en coma, debe dejar por escrito su voluntad para no tener medidas que solamente prolonguen su agonía. 52% 19% 17% 5% 6% Paciente Con menos de tres meses de vida o en coma, si así lo decide, debe recibir todo el apoyo de la ciencia, para vivir un poco más, aunque no pueda ser salvado. 43% 17% 16% 7% 16% Instituciones de salud del gobierno deben dar el mejor tratamiento, sin reparar el costo, para controlar el dolor de los pacientes. 80% 13% 4% 1% 2% Instituciones de salud deben dar apoyo al paciente y sus familiares con especialistas tanatólogos (especialistas en superar el sufrimiento). 80% 12% 6% 1% 1% Ayuda religiosa, para el paciente, es un factor importante en la atención del enfermo terminal. 72% 15% 8% 2% 3% Se debería de realizar un impuesto para formar clínicas de manejo del dolor en toda la República. 46% 17% 12% 9% 15% Instituciones deben contactar a los familiares con grupos de apoyo, de la misma patología del paciente. 59% 23% 13% 2% 2% Instituciones gubernamentales deben dar capacitación a los familiares para el cuidado de los pacientes. 72% 17% 5% 2% 2% Gobierno debe realizar gestiones para ajustar horas o salario compensatorio para las personas a cargo de un familiar terminal o crónico. 53% 22% 11% 4% 10% Al enfermo terminal o en coma, el médico debería acortarle la vida para que no sufra. 14% 8% 11% 10% 55% 22 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Casas M. L. Discusión Según los resultados de esta primera muestra, el perfil de personas que atienden a pacientes crónicos o terminales son: • Perfil de personas al cuidado de pacientes crónicos o terminales. Miembros directos de la familia, entre los 25 y 60 años de edad, predomina en 80% el sexo femenino, con estudios de secundaria/preparatoria, religión católica, ingreso de 1 a 4 salarios mínimos, en casi la mitad de los casos, solamente una persona se encarga de la atención del familiar enfermo, en su mayoría, los pacientes pertenecen al sector salud institucional. • En cuanto a las actitudes detectadas: La principal razón del cuidado a su paciente, es el agradecimiento y no la obligación legal, consideran este cuidado un deber moral. La mayoría considera que los pacientes deben ser apoyados hasta su muerte natural y 65% se encuentra en contra de la eutanasia, siendo solamente el 14% los que apoyan esta opción. • Necesidades de cuidado: La mayoría concuerda en que el principal problema es el económico, en segundo el desgaste emocional y en tercero el tiempo. El 80% considera que el sector salud debe otorgar obligatoriamente a los pacientes control del dolor, así como, apoyo tanatológico a pacientes y familiares. Que las instituciones deben apoyar a familiares y enfermos con grupos de autoapoyo y capacitar a los familiares para cuidados terminales. • Decisiones y cuidados terminales: La mayoría se encuentra de acuerdo a la manifestación por escrito de decisiones terminales, con el apoyo científico para vivir más tiempo, aunque el paciente sea terminal. Consideran que la ayuda religiosa es importante en los pacientes. • Políticas: 46% de los familiares opina que debería realizarse un impuesto para formar clínicas de manejo de pacientes terminales en toda la república. El gobierno debería realizar los ajustes necesarios para apoyar laboral y económicamente a familiares a cargo de enfermos terminales o crónicos. Conclusiones Los resultados de la encuesta muestran la importancia y dependencia de la familia en el cuidado de pacientes terminales y crónicos. La actitud de disposición de los familiares es de agradecimiento al enfermo, al cual quisieran que le fuera otorgado un servicio integral, que considerara en forma importante el manejo médico del dolor, así como, la ayuda tanatológica y religiosa. Es importante conocer que los familiares consideran una obligación institucional el proporcionar estos cuidados terminales en la mejor calidad y acceso para toda la población. Los familiares desean que sus pacientes puedan vivir con calidad y apoyo científico el mayor tiempo posible, pero se encuentran en la gran mayoría contrarios a la eutanasia, siendo en la encuesta muy claro, que los familiares pueden diferenciar la idea de “apoyo terminal” con el de “eutanasia”, como se expresa en las preguntas 7 y 16 respectivamente. La mayoría de los familiares consideraron el problema económico como el principal para atender a sus familiares, siendo la consideración de desgaste emocional la segunda instancia. Esta respuesta nos lleva a proponer reformas operativas en políticas laborales, que permitan a estos familiares reconciliar la vida familiar y laboral en estos momentos críticos. Las respuestas a este cuestionario también permiten fundamentar la necesidad de legislar sobre la inclusión de documentos de decisiones anticipadas en la Ley General de Salud, así como, apoyar instancias de creación, capacitación, apoyo económico y administrativo en el Sector Salud para áreas tanatológicas y servicios de cuidados paliativos. Bibliografía 1.- World Health Organization. Terminal Patients Care. http://www.who.int/en/ http://www.who.int/en/ 2.- Secretaría de Salud. Estadísticas de salud. http://www.salud.gob.mx/ 3.- Mann S, Galler D, Williams P, Frost P. Caring for patients and families at the end of life: withdrawal of intensive care in the patient’s home. N Z Med J. 2004 Jun 18;117(1196):U935. 4.- Hudson P. Positive aspects and challenges associated with caring for a dying relative at home: Int J Palliat Nurs. 2004 Feb;10 (2):58-65. 5.- Darley JM, Loeb I, Hunter J. 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Su gran reto no es solamente dirimir los conflictos entre los profesionales de la salud y sus pacientes y atender y asesorar adecuadamente al ciudadano en esta materia, sino contribuir a establecer relaciones armoniosas entre ambos y a evitar en un futuro la medicina defensiva que tanto daño puede hacer a la sociedad. Para el cumplimiento de su Misión, la Comisión realiza anualmente un proceso de planeación en el que se determinan claramente los objetivos por alcanzar, las prioridades, los proyectos a desarrollar, los indicadores y las metas. El programa de acción 2001-2006 se evalúa e implementa durante el transcurso del año con la participación de todo el personal que labora en esta institución. La siguiente reseña, que no pretende ser exhaustiva de los logros y actividades más relevantes, brinda una idea más clara de los avances obtenidos por la Comisión durante el 2005. Aunque indudablemente existen logros y avances, también quedaron algunos rezagos sobre los que será importante reflexionar. En cuanto al primer objetivo de la Comisión “Consolidar el Modelo Mexicano de Arbitraje Médico para ser Centro Nacional de Referencia”, se logró un avance en el Proceso de Homologación del Modelo en el País, a través del trabajo con las comisiones estatales; se homologaron de manera documental las Comisiones de Aguascalientes, Chiapas y Tabasco, para sumarse a las once comisiones ya homologadas. Con base en los criterios aprobados en el seno del Consejo Mexicano de Arbitraje Médico para la homologación funcional, durante el 2005 alcanzaron esta etapa las Comi- 26 siones de Guanajuato y Veracruz. Esto permitirá que con las acciones ya promovidas con el IMSS e ISSSTE y la modificación de sus reglamentos se logre en breve la desconcentración de los asuntos, para que puedan ser atendidos en el ámbito local y reducir y simplificar el proceso de atención. Para el logro de este objetivo el trabajo con las comisiones estatales es fundamental, por lo que se les asesoró y atendió de manera constante. Así mismo se llevaron a cabo dos talleres de homologación, el primero sobre “Generación de Estadísticas Nacionales y Operación del SAQMED Estatal” se realizó en mayo, con la participación de 13 comisiones estatales, el cual tuvo como objetivo reforzar el conocimiento del SAQMED Estatal y aclarar algunos criterios para la conformación de la Estadística Nacional. El 2º Taller se efectuó en el mes de octubre con la asistencia de 53 participantes de 21 comisiones estatales. Los temas abordados fueron la situación de la queja médica, avances del proceso de homologación, análisis del acto médico, además de compartir la metodología para medir la satisfacción de los usuarios. Por último con respecto a éste objetivo, entraron en operación las comisiones estatales de Coahuila y Oaxaca, por lo que al término de 2005 se cuenta con 24 comisiones estatales operando en el país. El número de personas atendidas en todo el país casi se ha duplicado como consecuencia del avance en la ampliación de la cobertura y la homologación del modelo de arbitraje médico, como puede observarse en el cuadro siguiente: Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Asuntos Recibidos por las Comisiones de Arbitraje Médico 2001-2005 AÑO Total de Asuntos Recibidos TIPO DE ASUNTO (No. de Orientación Asesoría Gestión Inmediata Queja Dictámen Médico Comisiones Comisiones CONAMED COESAMED’s de Arbitraje Estatales) CONAMED COESAMED’s CONAMED COESAMED’s CONAMED COESAMED’s CONAMED COESAMED’s CONAMED COESAMED’s Médico 2001 (14) 7 537 nd 2 464 nd 738 nd 1 478 nd 720 nd 2002 (17) 9 071 nd 2 849 nd 862 997 1 172 742 455 158 14 409 1 897 16 306 2003 17 864 (21) nd 3 145 nd 941 1 234 1 514 785 383 180 23 847 2 199 26 046 2004 14 696 (22) 4 862 3 060 2 664 698 1 500 1 545 1 341 434 277 20 433 10 644 31 077 2005 11 141 (24) 4 459 4 126 2 497 594 1 435 1 661 1 318 386 178 17 908 9 887 3 833 5 166 7 370 4 186 2 378 793 89 534 24 627 114 161 TOTAL 60 309 9 321 15 644 5 161 12 937 nd 12 937 27 795 nd = no disponible Otro objetivo muy importante que la Comisión se ha propuesto para cumplir con su propósito institucional es “Lograr una óptima resolución de conflictos, con eficiencia y satisfacción de los usuarios”. El total de asuntos atendidos por la CONAMED durante el 2005 asciende a 17 894, de acuerdo con las siguientes modalidades: Asuntos atendidos por la CONAMED 2001-2005 Concepto 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL Orientaciones 7 537 9 071 17 864 14 696 11 141 60 309 Asesorías especializadas 2 464 2 849 3 145 3 060 4 126 15 644 738 862 941 698 594 3 833 1 546 1 114 1 309 1 508 1 608 7 085 473 664 443 431 425 2 436 12 758 14 560 23 702 20 393 17 894 89 307 Gestiones inmediatas Quejas Dictámenes TOTAL FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 27 Conforme al proceso de atención, se otorgaron un total de 11 141 orientaciones tanto de manera telefónica como por comparecencia, sin embargo en este rubro no se alcanzó la meta programada para el 2005 que era realizar aproximadamente 17 340. Las razones principales que lo impidieron se deben a una falta de recursos para la difusión institucional y la necesidad de mejorar el sistema de atención telefónica. Se brindaron 4 126 asesorías especializadas, lo que representa un incremento de 35 por ciento comparativamente con las registradas en 2004, es decir 1 066 asesorías más; así también se realizaron 594 gestiones inmediatas. La satisfacción de los usuarios con respecto a los servicios de orientación y asesoría fue de 99 por ciento. El cumplimiento de los compromisos de las gestiones inmediatas se elevó de 88.2 por ciento a 95.4 por ciento y la satisfacción de los usuarios se incrementó de 77.4 a 90.4 por ciento. Se logró emitir un acuse inmediato en 98.9 por ciento de las solicitudes realizadas vía electrónica; en el 96.1 por ciento de los casos se logró cumplir los estándares para su respuesta en un máximo de 48 horas y para la atención de los asuntos por correspondencia en máximo ocho días hábiles. Comparativo de asuntos recibidos que requirieron atención especializada 2001 - 2005 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. 28 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 El índice de capacidad conciliatoria fue de 59.9 por ciento, lo que representa 782 casos conciliados; este año por diversos factores que se presentaron el resultado de la capacidad conciliatoria regresó a los niveles obtenidos en 2002. Ya se corrigieron algunos criterios y se estableció el compromiso de mejorar este resultado. Por otra parte el área incrementó en 4 por ciento el número de asuntos atendidos con respecto a lo realizado en el 2004, además de generar 88 propuestas de arreglo, para los casos del IMSS en los que no se llegó a la conciliación. Se emitieron 55 laudos, 20 más que el año anterior, lo que representa un incremento del 36 por ciento; se elaboraron además 20 propuestas de arreglo para los casos en los que no se llegó a la conciliación y no se accedió al arbitraje. De esta manera las partes se llevan un pronunciamiento de la Comisión, generado con la información disponible sobre el caso, que puede ser útil para la resolución de la queja por otras vías. Conclusión de Inconformidades a través del Proceso Arbitral Modalidad de Conclusión 2001 2002 2003 2004 2005 Total % Gestión Inmediata 738 862 941 698 594 3,833 35.11 Conciliación 763 568 704 801 782 3,618 33.14 Laudo 33 19 29 35 55 171 1.57 No conciliación 592 380 318 334 523 2,147 19.66 Falta de interés procesal 138 114 216 281 201 950 8.70 17 31 42 57 47 194 1.78 Irresolubles Enviadas a Comisión Estatal Total 3 2 0 0 0 5 0.05 2,284 1,976 2,250 2,206 2,202 10,918 100.00 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. En apoyo tanto a las Contralorías como a las Instituciones de Procuración y Administración de Justicia, se emitieron un total de 425 dictámenes, que aportaron una opinión especializada y calificada sobre el acto médico, la satisfacción de los usuarios con este servicio se incrementó de 75 a 85 por ciento. Dictámenes médico periciales concluidos según institución médica implicada Institución Médica De seguridad social IMSS ISSSTE PEMEX SEDENA ISSSTE Estatal ISSEMYM SEDEMAR Servicios Médicos de la Policía Auxiliar Servicios Privados Población sin seguridad social Hospitales Federales Secretaría de Salud Gobierno del Distrito Federal (GDF) Servicios Estatales de Salud Asistencia Privada Asistencia Privada Cruz Roja Asistencia Social DIF Servicios Médicos de Instituciones Universitarias Total 2001 386 301 68 12 3 1 0 1 2002 544 404 94 35 9 0 0 1 2003 319 185 90 28 10 4 0 1 2004 313 179 101 28 4 1 0 0 2005 295 177 94 19 5 0 0 0 Total 1,857 1,246 447 122 31 6 0 3 % 76.2% 51.1% 18.3% 5.0% 1.3% 0.2% 0.0% 0.1% 0 46 37 1 72 45 1 85 38 0 64 52 0 72 56 2 339 228 0.1% 13.9% 9.4% 20 25 18 28 31 122 5.0% 10 7 4 3 1 0 0 8 12 2 2 0 1 1 8 12 1 1 0 0 0 19 5 2 1 1 0 0 21 4 1 1 0 1 0 66 40 10 8 2 2 1 2.7% 1.6% 0.4% 0.3% 0.1% 0.1% 0.0% 0 473 0 664 0 443 0 431 1 425 1 2,436 0.0% 100.0% FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 29 Como resultado del análisis integral a que se somete cada caso que ingresa a los procesos arbitral o pericial, es posible determinar, en los que se cuenta con elementos para definir el comportamiento del acto médico, la existencia o ausencia de evidencia de mala práctica. Comportamiento del acto médico Proceso 2003 2004 2005 Total Sin Con Sin Con Sin Con Sin Con evidencia evidencia evidencia evidencia evidencia evidencia evidencia evidencia de mala de mala de mala de mala de mala de mala de mala de mala práctica práctica práctica práctica práctica práctica práctica práctica Arbitral (Etapas conciliatoria y decisoria) 731 289 1015 323 1 025 296 2 771 908 Pericial (Dictaminación pericial) 278 143 291 132 264 159 833 434 Total 1 009 432 1 306 455 1 289 455 3 604 1 342 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. En 2005 se observó un comportamiento de asuntos sin evidencia de mala práctica casi similar al registrado el año anterior. Comportamiento del Acto Médico En cuanto a la evidencia de mala práctica, cabe mencionar que se pudo determinar en qué casos, debido a problemas institucionales, las omisiones, fallas o errores detectados no fueron atribuibles directamente a los médicos que intervinieron en la prestación del servicio. En estos casos las instituciones asumen su responsabilidad y cubren las pretensiones de los usuarios, pagan el o los daños causados. Ésta es la responsabilidad que necesariamente deben asumir las instituciones, tanto públicas como privadas. 30 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Merced a ello, los órganos internos de control ya no siguen procesos de responsabilidad sobre los médicos para pedir el reintegro de los gastos cubiertos. Durante el año 2005, de los 455 casos detectados con evidencia de mala práctica, en 68 existió responsabilidad institucional; es decir, se apreció falta de equipos, insumos, no permanencia del personal, ausencia de los médicos especialistas en los momentos clave del caso, saturación de servicios quirúrgicos, entre otras causas. Casos con evidencia de mala práctica Institución Porcentaje de casos con responsabilidad institucional 2003 2004 2005 2003 2004 2005 315 335 330 22.2% 13.7% 17.6% Privados 99 91 94 11.1% 10.3% 12.9% No asegurados 18 29 31 6.1% 3.3% 6.4% 432 455 455 18.1% 11.4% 14.9% Seguridad social Total FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Otra de las tareas fundamentales del proceso de atención de quejas médicas, es la relacionada con la revisión documental de todos los expedientes clínicos por el personal médico y jurídico encargado de atender los asuntos, a efecto de establecer el grado de cumplimiento de las obligaciones de medios del prestador de servicios. A continuación se presenta un análisis de asuntos que se incluyeron en una muestra para monitorear la documentación clínica del acto médico reclamado, la cual incluye cerca de 5 mil expedientes, tanto de la etapa conciliatoria como de la decisoria, distribuidos en el periodo 2002-2005. Casos incluidos en la muestra Tipo de paciente 2002 2003 2004 2005 Total 765 816 994 1 045 3 620 32 51 52 65 200 Privados 188 294 300 354 1 136 Total 985 1 161 1 346 1 464 4 956 Asegurados No asegurados FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Los casos seleccionados se clasificaron por tipo de atención médica proporcionada; observando que 38.4 por ciento fueron quirúrgicas, 39.9 médicas y 9.3 por ciento obstétricas. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 31 Distribución por tipo de atención Tipo de atención 2002 2003 2004 2005 Total Quirúrgica Médica Obstétrica 383 401 95 42 32 32 985 375 385 93 45 16 247 1 161 494 454 136 85 26 151 1 346 566 494 137 70 13 184 1 464 1 818 1 734 461 242 87 614 4 956 Médicas Quirúrgicas Urgencias Otros Total FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. En relación con la historia clínica, la cual debe existir en todos los expedientes, se ha reducido de 33 por ciento a 21 por ciento el número de expedientes en los que no se contó con ese documento vital para el estudio de los pacientes y 4.5 de cada 10 la tuvieron completa. Historia Clínica (Distribución Porcentual) Tipo de paciente Completa Incompleta Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 Asegurados No asegurados Privados Total 43 22 35 40 35 74 32 36 37 68 38 38 45 60 41 45 26 7 35 27 29 11 44 32 34 26 45 36 32 23 46 34 31 71 30 33 36 15 24 32 29 6 17 26 23 17 13 21 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Historia Clínica por tipo de atención (Distribución Porcentual) Tipo de atención Quirúrgica Médica Obstétrica Urgencias Médicas Urgencias Quirúrgicas Total Completa Incompleta Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 41 28 41 9 12 40 51 32 43 16 5 36 52 37 48 11 31 38 57 44 48 16 27 49 20 28 20 50 69 27 13 30 26 72 63 32 17 35 32 75 42 36 20 32 28 75 45 28 39 44 39 41 19 33 36 38 31 12 32 32 31 28 20 14 27 26 23 24 24 9 28 23 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. 32 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 En cuanto a la integración del expediente clínico se observa una notable mejoría, ya que en promedio pasó de 58.4 por ciento en 2002, a 91.6 por ciento en 2005, los casos en que dicho documento se consideró como suficiente para poder llegar a un diagnóstico y un tratamiento. Expediente Clínico (Distribución Porcentual) Tipo de atención Suficiente Insuficiente Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 Quirúrgica Médica Obstétrica Urgencias Médicas Urgencias Quirúrgicas 68 60 75 61 28 82 81 82 89 56 84 87 90 82 88 91 90 94 91 92 25 30 19 34 66 14 15 14 9 31 13 10 7 14 8 7 7 4 7 0 7 10 6 5 6 4 4 4 2 13 3 3 3 4 4 2 3 2 2 8 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. El comportamiento del acto médico muestra que los casos con evidencia de mala práctica han observado una marcada tendencia a la baja, toda vez que en 2002 eran del orden de 47.6 por ciento en promedio, en tanto que en 2005 tan sólo fue de 23 por ciento. Porcentaje de casos con evidencias de mala práctica en muestra seleccionada Tipo de atención 2002 % 2003 % 2004 % 2005 % Quirúrgica Médica Obstétrica Urgencias Médicas Urgencias Quirúrgicas 44 39 40 55 60 29 35 38 31 44 23 20 24 33 33 22 17 27 32 17 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Considerando únicamente los 1 905 casos quirúrgicos seleccionados, se aprecia que la historia clínica, en promedio, está ausente en uno de cada cuatro casos, sin embargo se observa mejoría respecto al consentimiento informado y la hoja quirúrgica, independientemente del tipo de paciente que se trate. Historia Clínica (Distribución Porcentual) Tipo de paciente Asegurados No asegurados Privados Total Completa Incompleta Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 38 82 36 39 47 85 55 51 46 80 59 51 52 72 70 57 22 9 31 24 13 5 20 14 19 8 18 18 22 12 16 20 40 9 33 37 40 10 25 35 35 12 23 31 26 16 14 23 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 33 Carta de Consentimiento Bajo Información (Distribución Porcentual) Tipo de paciente Asegurados No asegurados Privados Total Completo Incompleto Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 47 72 41 46 58 80 52 59 61 92 51 61 67 72 56 65 18 9 12 16 19 10 8 17 26 0 15 23 28 20 24 27 35 19 47 38 23 10 40 24 13 8 34 16 5 8 20 8 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Hoja Quirúrgica (Distribución Porcentual) Tipo de paciente Asegurados No asegurados Privados Total Completa Incompleta Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 61 73 40 57 70 80 50 68 65 96 63 66 75 88 65 73 19 9 29 20 21 5 22 20 27 0 14 23 18 12 12 17 20 18 31 23 9 15 28 12 8 4 23 11 7 0 23 10 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. En lo que toca a la debida integración del expediente, en los casos quirúrgicos, se observa una notable mejoría, ya que sólo en 2 por ciento de los asuntos de 2005, no se contó con el expediente y 7 por ciento fue insuficiente. Expediente Completo (Distribución Porcentual) Tipo de paciente Asegurados No asegurados Privados Total Suficiente Insufiente Ausente 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005 70 90 44 65 84 90 66 82 88 88 70 84 93 96 82 91 26 10 38 29 14 5 22 14 10 12 22 13 6 4 12 7 4 0 18 6 2 5 12 4 2 0 8 3 1 0 6 2 FUENTE: Sistema de Atención de Quejas Médicas. Sistema de Estadística Institucional. Como una tarea permanente, se continuará este esquema de monitoreo a fin de revisar e integrar un panel de control que permita en su retroalimentación detectar los posibles problemas y las oportunidades de mejora. Derivado del análisis de la documentación del acto médico se desprende lo siguiente: • Uno de los impactos más significativos, se refiere en términos generales, a la mejora gradual de la documentación del acto médico, es decir, los expedientes de casos de queja están cada vez más completos, legibles y acordes a la NOM. • El proceso de certificación de hospitales, también incluye el monitoreo obligatorio del expediente clínico. 34 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 • Estos esfuerzos compartidos por las instituciones y el gremio médico están contribuyendo a las mejoras observadas descritas en este apartado. En materia jurídica se atendieron 12 juicios de amparo a los que se les dio seguimiento junto con cinco que se tenían en proceso de 2004. Se concluyeron 11, con cinco resoluciones favorables a la CONAMED y solo en dos casos se afectó la actuación institucional en relación con dos laudos y los seis restantes están en espera de resolución. Se atendieron 206 solicitudes de copias certificadas, 150 requerimientos legales y se validaron 449 contratos de prestación de servicios profesionales. En lo que respecta al tema de la transparencia y acceso a la información, la CONAMED recibió 57 solicitudes a través del portal del Sistema Informático de Solicitudes de Información, (SISI), todas ellas atendidas en tiempo. Por otra parte, con la participación y compromiso de todo el personal se logró mantener la certificación en la Norma ISO 9001, durante las dos auditorías de seguimiento llevadas a cabo por BSI. Es importante destacar que el organismo certificador no marcó ninguna no conformidad a la Comisión. Se coordinó la elaboración de la Carta de los Derechos Generales de las Enfermeras y los Enfermeros, así como la de los Cirujanos Dentistas. En cuanto a la difusión de las Cartas de los Derechos de Profesionales de la Salud y Pacientes se distribuyeron 5 076 cuadernillos, además de su publicación en el Boletín de la Asociación Mexicana de Investigación de la Industria Farmaceútica (AMIIF) con un tiraje de 45 mil ejemplares y en la revista Para la Salud con un tiraje de 34 mil ejemplares. Se distribuyeron 2 500 carteles de derechos médicos y se impartieron siete pláticas sobre el tema, tanto a médicos como al público en general. Este año, el X Simposio de la CONAMED versó sobre el tema del error médico y la seguridad de los pacientes. El evento fue transmitido vía Internet, lo que permitió el acceso a interesados en el tema mediante dicha red mundial. Asistieron casi 400 profesionales de la salud. El Centro de Documentación de la CONAMED atendió a 1 250 usuarios quienes realizaron 5 mil consultas al acervo institucional. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 35 Como parte de las actividades del Centro Académico de Educación Médica Continua se realizaron tres seminarios, dos de ellos por videoconferencia a distancia en donde hubo un enlace con Tlaxcala, la Universidad de Aguascalientes, Tabasco y Oaxaca y el Instituto de Salud Pública en Baja California. Se realizaron además 20 sesiones académicas y culturales en la CONAMED. Por último es importante mencionar que se analizaron los casos institucionales con evidencia de mala práctica y se enviaron 55 oficios a las Instituciones sobre los casos seleccionados por la consecuencia del daño. Asimismo se enviaron 19 oficios a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, habiendo recibido respuesta a la mayoría de ellos; más del 50 por ciento de los casos han concluido con suspensión parcial y total de los establecimientos. Con respecto al cuarto objetivo de la Comisión: “Proyectar en el contexto nacional e internacional el modelo CONAMED y obtener el reconocimiento social” se logró: La publicación de varios artículos relacionados con el quehacer institucional en revistas nacionales e internacionales, destacando la publicación en el British Medical Journal del artículo “Malpractice in Mexico: Arbitration not litigation”, que posiciona internacionalmente a México como pionero en el tema de arbitraje médico. Como parte de las actividades de vinculación se impartieron 109 pláticas de temas relacionados con el quehacer de la Comisión a 13 747 asistentes. Se distribuyeron cuatro números de la revista CONAMED, con 41 mil ejemplares y 2 mil ejemplares del libro “La Comunicación Humana en la Relación Médico-Paciente” en coordinación con los Laboratorios Roché. En el marco del Programa Mesoamericano de Cooperación 2005–2006, se coordinó la primera etapa del Proyecto titulado “Modelo de Arbitraje Médico”, consistente en la realización del Seminario-Taller “Alternativas de Resolución de Inconformidades en la Relación Médico-Paciente y la Calidad de los Servicios de Salud”, los días 25, 26 y 27 de mayo de 2005 en la ciudad de Guatemala, Guatemala, con la participación de funcionarios especializados en el ámbito médico y jurídico de los países de Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala (los representantes de Panamá y Belice no asistieron por razones de fuerza mayor). Así mismo, como parte de dicho Proyecto, se llevó a cabo la segunda etapa, consistente en la realización del SeminarioTaller “Alternativas de Resolución de Inconformidades en la Relación Médico-Paciente y la Calidad de los Servicios de Salud”, los días 28, 29 y 30 de septiembre de 2005 en las instalaciones de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, con la participación de funcionarios especializados en el ámbito médico y jurídico de los países antes mencionados, durante el cual pudieron conocer la operación del modelo mexicano. El objetivo general de este Proyecto es extender al ámbito centroamericano la esencia del arbitraje médico, como vía alternativa a la judicial, para la resolución de conflictos médico-paciente, e intercambiar experiencias técnicas en la resolución de quejas médicas y promover en la medida de lo posible, con base en la legislación aplicable de cada país, la creación de instituciones análogas a la CONAMED, a través de un Modelo de Atención de Inconformidades con reglas procesales comunes. Para mantener la presencia en los medios masivos de comunicación se realizó la campaña “Teléfono CONAMED” en dos etapas, marzo y noviembre con un total 365 mil impactos. Servidores públicos de la institución tuvieron 66 participaciones en prensa, 16 en radio, 13 en televisión, 6 en revistas y dos en Internet. Se produjo la cápsula del X Aniversario de la CONAMED que inició su transmisión el 28 de diciembre de 2005, en tiempos oficiales sujetos a disponibilidad. Se logró incrementar el nivel de conocimiento de la CONAMED por la sociedad en un punto porcentual llegando a 40.4 por ciento, cifra que se ha incrementado desde que se realizó el primer estudio en 2001, en donde se obtuvo un 14.2 por ciento, sin embargo aún se esta por debajo de la meta establecida. Estos resultados son producto del esfuerzo y dedicación de todo el personal de la CONAMED, ya que cada tarea que se realiza es indispensable y tiene una contribución en alguno de los propósitos de la institución. De esta manera la CONAMED contribuye a la tarea de mejorar la calidad de los servicios de salud en el país y ratifica la necesidad de continuar trabajando para recuperar la confianza y credibilidad en los servicios que se ofertan a la población, pero en el caso de que éstos no cumplan los estándares conforme a la lex artis, la deontología y la norma, se constituye en una alternativa viable, altamente resolutiva que coadyuva a recuperar la relación médico-paciente. 36 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Caso CONAMED Síntesis de la queja “Que a mi hermano no se le otorgó la atención médica que requería, lo que ocasionó su fallecimiento en urgencias”. Pretensiones “Que le otorguen a mi madre una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por el fallecimiento de mi hermano, ya que era dependiente económico de él”. Resumen Clínico Masculino de 41 años, portador de SIDA catalogado como estadio C3, manejado conjuntamente en medio particular y la institución involucrada en clínica de SIDA, con tres antirretrovirales. La institución sólo cuenta con notas donde se le otorgan recetas y alguna anotación esporádica relacionada a carga viral y cuenta de CD4. El resumen del médico particular del 3 de febrero de 2003, refirió lo siguiente: “masculino, 41 años con infección por VIH en control adecuado con ZDV-LMV-ABC, CV:<50 c y CD4 arriba de 500 células. Desde hace un año, vómito e intolerancia gástrica intermitente, asociada a úlceras duodenales detectadas por endoscopía hace dos semanas en que presentó aumento de los episodios de vómito. Se ajustó dosis de ondansetrón y pantoprazol. Sin embargo después de una mejoría inicial, presentó debilidad, fiebre de 38° C y episodios nocturnos de desorientación y actos fallidos. Por laboratorio BAAR negativo en heces, BH en límites normales, Na 124, Cr 2.9, Ca 12.9 y P 6. Se envió a institución pública para continuar estudio ya que requería realizar TAC de cráneo y serie ósea metabólica. Idx:Infección por el VIH Hipercalcemia en estudio Hipernatremia isovolémica isotónica, descartar SIHAD Descartar Neuroinfección Descartar Zollinger - Ellison 06/02/2003; 13:55 h: Es recibido en institución pública. Al margen los signos vitales TA 90/60, FC 70 x’, FR 18 x’, Temp. 37° C. En la nota inicial se menciona antecedente de SIDA y el tratamiento con tres antiretrovirales. Se precisa el problema por el que acude que es intolerancia a la V. O, de todo tipo de alimentos, tanto sólidos como líquidos, así como evacuaciones diarreicas, astenia adinamia y malestar general. La exploración física con palidez de tegumentos, caquéctico, con mucosa oral regularmente hidratada, campos pulmonares sin condensación, abdomen sin datos patológicos. Plan. Ingresa a observación, requiere de Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 hidratación y vigilar tolerancia oral y se iniciará con procinético para ayudar a evitar el vómito. 06/02/2003; 23:00 h: Evolución nocturna. Primeras h en el servicio, con evolución tórpida, SV 80/50, FC 70 x’, FR 18 x’, Temp. 37.5°C. Laboratorio Hb 8.3, leucos 3,880; L 32, M 17, Eos 3, Seg 48, Plaquetas 129,000, Gluc 111, Ur 69, Cr 2.7, Na 132, K 4.1, Cl 106. Se reinterrogó, refirió tener episodios de diarrea alternantes con evacuaciones normales de larga duración. Sx febril intermitente de larga evolución, en últimos días ha sido persistente. También refirió dolor faríngeo, disfagia, dolor en lengua, tos en accesos con expectoración escasa, mal estado general. Se encontró en malas condiciones generales, adelgazado, pálido, mucosas orales secas, lengua agrietada, faringe hiperémica sin secreciones, ni otro tipo de lesiones. Pulmones con hipoventilación, sin estertores, ruidos cardiacos rítmicos sin agregados; abdomen sin datos de irritación peritoneal, peristalsis disminuida. No ha presentado vómitos ni diarrea desde su ingreso, si ha tenido persistentemente fiebre. Se le agregó antibiótico, antipirético, medias de control térmico. Se ingresó a Medicina interna a clínica de SIDA, para continuar su estudio de sx febril y manejo específico. 37 07/02/2003; 19:00 h: Se refirió asintomático. Reactivo, íntegro, pálido, ruidos cardiacos rítmicos, sin agregados, campos pulmonares, limpios, ventilados, sin integrar síndrome pleuropulmonar; abdomen blando depresible, no doloroso, sin megalias, ni datos de irritación peritoneal, extremidades sin edemas. TA 80/50 mmHg, FR 20 x’, Temp. 37.2° C, FC 90 x’. Uresis 1000 cc, no evacuaciones, no tolera la v. o. (té, gelatina). Se incrementan líquidos, continúa antipirético con horario, ingresa a clínica de SIDA, delicado. 07/02/2003; 22:40 h. Masculino de 41 años, se refirió asintomático, periodos de alzas térmicas, continuamos con antibiótico, dosis ajustada, se ingresa a medicina interna a cargo de clínica de SIDA, se reportó grave, pronóstico reservado. to rectal y se reportó, Hb 6.9, por lo que se solicitaron dos paquetes globulares; se reportó muy grave a familiares, pronóstico malo por patología de fondo. 08/02/2003; 18:18 h: El paciente presenta paro cardiorrespiratorio en forma súbita con TA previa de 110/ 70 FC 60 x’, dándose maniobras de resucitación avanzada sin responder favorablemente el paciente, dándose por fallecido a las 18.30 h, avisándoles a los familiares quienes comentan no se les había informado el estado de gravedad de su paciente, el cual se le informó a la mamá del fallecido en la visita de las 12:30 h con un pronóstico malo por patología de fondo. Diagnósticos finales: Sepsis 48 h Úlceras Duodenales 15 días HIV + 15 años Evolución Jornada Acumulada. Análisis del caso. 08/02/2003; 10:40 h: Masculino de 41 años en su tercer día en el servicio con Dx de HIV, Pb STDA, es espera de ingreso a clínica de SIDA. Actualmente somnoliento, responde con dificultad, se observan huellas de sangre en lengua (hematemesis, no se reporta en hoja de enfermería) así mismo palidez generalizada TA 90/60, FC 90 x’, FR 26 x’, Temp. 36.8°C, mucosa oral seca, ruidos cardiacos rítmicos de buena intensidad, campos pulmonares con hipoventilación basal derecha, no auscultan estertores, abdomen blando depresible no doloroso peristaltismo OK, aliento urémico, no coopera para tacto rectal. Se realiza lavado gástrico y solicitan control de laboratorio por elevación de azoados así como anemia, se reporta grave y pronóstico malo por patología de fondo. 08/02/2003; 13:00 h: Cabe mencionar, hace 15 días le realizaron endoscopía, reportó tres úlceras duodenales. La familiar refirió, nunca cursó con diarrea, sólo vómito y fiebre. El lavado gástrico fue negativo, no accedió a tac38 Para el estudio del caso, se estiman necesarias las siguientes precisiones: atendiendo a la literatura especializada y para entender lo complejo de este caso, es necesario saber que la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) presenta un amplio espectro de manifestaciones que van desde un paciente asintomático con una cuenta leucocitaria de CD4 normales y carga viral indetectable, hasta los estadios finales referidos como SIDA propiamente con cuenta leucocitaria de CD4 muy bajas y cargas vitrales elevadas. Discusión. En el presente caso, el paciente en la quinta década de la vida, era manejado en forma particular con triple esquema antiviral: zidovudina, lamivudina y abacavir. En el útlimo año, se presentó en forma intermitente: vómito e intolerancia gástrica, asociadas a úlceras duodenales detectadas por endoscopía. Dos semanas antes, se incrementaron los episodios de vómito y se ajustaron las dosis de ondansetrón y pantoprazol; después de una mejoría inicial, presentó debilidad, fiebre de 38º C y episodios nocturnos de desorientación y actos fallidos. El laboratorio reportó BAAR negativo en heces, BH en límites normales, hiponatremia de 124, creatinina de 2.89. Ca 12.9, P 6; se envió a la institución pública correspondiente, para estudio, pues requería realizar tomografía axial computada de cráneo y serie ósea metabólica. Fue recibido en la institución pública el 6 de febrero de 2003, 13:55 h. es decir, tres días después del envío del médico particular. En la valoración inicial, se precisa el problema por el que acude: intolerancia a la vía oral; la exploración física, lo describe caquéctico, con palidez de tegumentos, mucosa regularmente hidratada. La nota refiere ingresar para observación, requiere hidratación y vigilar tolerancia oral, se inició procinético. El mismo día, casi diez horas después (23:00 h), se describen los signos vitales con una T.A. 80/50, FC 70 x’, FR 18 x’, Temperatura 37.5º C; lo refirieron con evolución tórpida, el reinterrogatorio reveló diarrea intermitente que alterna con evacuaciones normales, síndrome febril intermitente sin precisar el tiempo de evolución pero en los últimos días en forma persistente; lo vuelven a referir en malas condiciones generales, hasta ese momento no presentó vómito o diarrea, se describe también fiebre continua. Se reportaron los laboratorios siguientes: Hb 8.3, leucocitos 3,800, linfocitos 32, monocitos 17, eosinófilos 3, segmentados 48, plaquetas 129,000, glucosa 111, urea 69, creatinina 2.7, Na 132, K 4.1, Cl 106. Se decide internar al servicio de medicina interna a cargo de la clínica de SIDA, para estudio de síndrome febril y manejo específico. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 Las acciones médicas hasta este momento, en el primer día de su atención, se apegan a lex artis, pues se atiende la causa por la que llegó el paciente, se detecta fiebre persistente y con base en cuadro clínico y laboratorio reportado, se decide ingresar al servicio de medicina interna a cargo de la clínica de SIDA, para estudio. El segundo día de su estancia se encuentra nota hasta las 19:00 h, lo refiere asintomático pero con signos vitales: T.A. 80/50, F.C. 90 x’, F.R. 20 x’, Temperatura 37.2º C, no tolera la vía oral, se indica incremento de líquidos, antipiréticos y vigente su ingreso a medicina interna a cargo de la clínica de SIDA. A las 22:40 del mismo día lo refieren asintomático, con alzas térmicas, continuaron antibiótico de amplio espectro y es vigente su ingreso a medicina interna a cargo de la clínica de SIDA. Llama la atención el segundo día de su internamiento en urgencias, pues no existe nota en el turno matutino, luego entonces, no se puede documentar que recibió atención en ese turno, observamos deficiencias institucionales en este punto, pues un paciente en un servicio de urgencias debe recibir visita en cada turno. La siguiente atención se lleva a cabo el tercer día de estancia en urgencias (día sábado), a las 10:40 h, el médico retoma el caso y se percata que existen huellas de sangre en lengua, pero no se precisa el diagnóstico de hematemesis y la hoja de enfermería no la reportó tampoco; el lavado gástrico fue negativo y el paciente no permitió la realización de tacto rectal. A las 13:00 h, el control de laboratorio reportó Hb en 6.9 por lo que se solicitaron dos paquetes globulares para transfusión. El paciente presentó alrededor de las 18 h paro cardiorrespiratorio irreversible a maniobras. La última atención que tuvo el paciente en urgencias en su primera parte, es apegada a lex artis, pues el médico que lo atendió tomó acciones tendientes a revalorar la hemoglobina del paciente, pues existió sospecha de sangrado, aunque no se corroboró por lavado gástrico; el propio paciente no permitió un tacto rectal que habría permitido corroborar o descartar hemorragia de tubo digestivo. La hemoglobina tan baja de 6.9 obligó a solicitar dos paquetes globulares. No observamos elementos de mala práctica, por lo mencionado previamente. Sin embargo desde las 13:00 h, hasta las 18:00 h que presentó paro cardiorrespiratorio, no se transfundió ninguno de los paquetes globulares solicitados. Esta es una seria deficiencia institucional, pues involucra la rapidez con que cruza el laboratorio los paquetes globulares, la prestancia de estar pendiente en que estén listos los paquetes globulares por parte del médico tratante, etc. Observamos estas deficiencias sin poder atribuirlas a una persona sino al proceso de transfusión sanguínea en esa institución. Por otro lado, es menester aclarar que la clasificación de SIDA C3 en que se encontraba el paciente traduce la parte final de la historia natural de la enfermedad y que la muerte de este paciente se atribuye a la propia enfermedad. No podemos asegurar que de haberse transfundido los dos paquetes globulares, el paciente hubiera salvado la vida, pues el estadio clínico de la enfermedad era muy avanzado. Finalmente no pudo continuar su estudio en el servicio de medicina interna a cargo de la clínica de SIDA pues el paciente falleció en urgencias dos días después de su llegada. Las posibles infecciones oportunistas agregadas, son factibles, pero ninguna se documentó por falta de tiempo, pues el paciente ya no ingresó al servicio de medicina interna. Un aspecto importante, se insiste, en el caso de mérito, se encontraba en un estadio avanzado de la enfermedad, catalogado por sus propios médicos Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 tratantes, tanto privado como institucional, en C3 que quiere decir fases finales de la enfermedad. El cuadro de complicación presentado en Urgencias, fue la forma en que se presentó el final de su enfermedad. Las consideraciones que se puedan hacer ahora, después de su muerte, quedan sólo como probabilidades, es decir por la forma en que su cuadro se presentó, fiebre, aunado al triple esquema antirretroviral llevado, más uno de los exámenes de laboratorio realizados en medio particular con títulos elevados de inmunoglobulina, tuvo que descartarse la presencia de citomegalovirus en algún lugar de la economía, más frecuentemente en sistema nervioso central por las alteraciones neurológicas comentadas en medio privado. Sin embargo también es menester mencionar la anemia con que cursa el tratamiento de uno de los antivirales ingeridos; la zidovudina o AZT, tiene la particularidad de causar anemia con neutropenia y amerita valoraciones hematológicas frecuentes, inclusive las reacciones hematológicas se describe que puede exigir transfusiones. Cuando se presenta la anemia en los pacientes con SIDA tratados con este antiviral está indicado emplear eritropoyetina. El paciente se presentó a Urgencias del Hospital mencionado con estos datos comentados. En el tiempo que estuvo en el área, era difícil llegar a algún diagnóstico, porque debería ingresarse a piso para su estudio como se indicó, la transfusión que comenta la literatura también se indicó. Valdría la pena deslindar responsabilidades dentro de la institución para saber a quien le corresponde vigilar y administrar la sangre en la forma indicada por el médico. Por lo tanto las obligaciones de medios, modo, tiempo y lugar se cumplieron de acuerdo a lex artis con apoyo en la bibliografía señalada. 39 Apreciaciones finales. • • • • • • La atención otorgada por el médico particular es apegada a lex artis y no encontramos elementos de mala práctica, pues detectó problemas en el paciente y lo envió a una institución pública donde sería estudiado. La atención inicial en urgencias de la institución pública se apega a lex artis y no encontramos elementos de mala práctica, pues se atendió el motivo de ingreso y se indicó continuar su atención en el servicio de medicina interna a cargo de la clínica de SIDA. Ignoramos si el paciente fue atendido en el turno matutino del segundo día de su estancia en urgencias, pues no hay nota de evolución. Esta es una seria deficiencia institucional, atribuible al servicio donde se encontraba internado el paciente, urgencias en este caso. La atención recibida por el paciente el tercer día de su estancia en urgencias se apega a lex artis, sin embargo se encuentran deficiencias en el procedimiento de transfusión sanguínea, pues se advierte que se solicitaron los paquetes globulares a las 13:00 h. A las 18:00 h que presentó el paro cardiorrespiratorio no se había transfundido ninguno. No podemos asegurar que de haberse transfundido los dos paquetes globulares, el paciente hubiera salvado la vida, pues el estadio clínico de la enfermedad era muy avanzado. Las posibles infecciones oportunistas agregadas en un paciente de este tipo, son factibles, sin embargo no se pudo documentar ninguna, pues el paciente falleció sin haber iniciado su estudio en el servicio de medicina interna. Bibliografía. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Ferrer C, Crespo L. Tratamiento Antirretroviral en el Año 2000. Medicina General 2001;30:17-9. Folgueira L. Infección del Sistema Nervioso Central por el Citomegalovirus Humano. Control Calidad SEIMC. 2000;P:1-5. Centers for Disease Control and Prevention. Guidelines for Preventing Opportunistic Infections Among HIVInfected Persons - 2002 Recommendations of the U.S. Public Health Service and the Infectious Diseases Society of America. MMWR 2002; 51(No. RR-8):1-60. Centers for Disease Control and Prevention. Guidelines for using antiretroviral agents among HIV-infected adults and adolescents: recommendations of the Panel on Clinical Practices for Treatment of HIV. MMWR 2002; 51(No. RR-7):1-64. Centers for Disease Control and Prevention. Updated U.S. Public Health Service Guidelines for the Management of Occupational Exposures to HBV, HCV, and HIV and Recommendations for Postexposure Prophylaxis. MMRW 2001; 50(RR11);1-42. Centers for Disease Control and Prevention. Updated U.S. Public Health Service Guidelines for the Management of Occupational Exposures to HBV, HCV, and HIV and Recommendations for Postexposure Prophylaxis MMRW 2001; 50(RR11);1-42. Ruiz-Argüelles A. El Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Elements 2003;49:31-7. 40 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 NOTICIAS CONAMED CARTA DE LOS DERECHOS GENERALES DE LAS ENFERMERAS Y LOS ENFERMEROS CARTA DE LOS DERECHOS GENERALES DE LOS CIRUJANOS DENTISTAS El día 9 de Enero de 2006 tuvo lugar la Ceremonia Conmemorativa del Día de la Enfermera 2006 en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, en este magno evento el Dr. Julio Frenk Mora presentó la Carta de los Derechos de las Enfermeras y los Enfermeros ante la presencia del Presidente de la República Lic. Vicente Fox Quezada. Los trabajos para la elaboración de esta Carta iniciaron el 10 de septiembre de 2004, llevándose a cabo 3 reuniones del Grupo Coordinador de la Carta para elaborar una propuesta misma que sería revisada por el Grupo Conductor conformado por: Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), Colegio Nacional de Enfermeras, Colegio Nacional de Enfermeras Militares, Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería, Subsecretaría de Innovación y Calidad, Academia Mexicana de Bioética, Comisión Interinstitucional de Formación de Recursos Humanos para la Salud, Comisión Interinstitucional de Enfermería de la Secretaría de Salud, Jefatura de Servicios de Enfermería del ISSSTE, Comité de Enfermería del IMSS, Federación Mexicana de Escuelas y Facultades de Enfermería, Grupo Ángeles Servicios de Salud y Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Salud . Se hicieron modificaciones y el documento fue enviado a 778 instituciones de salud, educativas, grupos colegiados y asociaciones para su consenso nacional, así mismo se recibieron 468 propuestas de modificación, mismas que se discutieron en el Grupo Conductor teniéndose el documento final en el mes de Mayo de 2005. Esperamos que esta Carta de Derechos contribuya no sólo a una práctica profesional de excelencia, sino también a mejorar la relación enfermera-paciente. En el marco de la celebración del “Día del Odontólogo” se presentó el 9 de febrero del año en curso, en el Auditorio “Miguel E. Bustamante” de la Secretaría de Salud, la “Carta de los Derechos Generales de los Cirujanos Dentistas”. El evento estuvo encabezado por los doctores Roberto Tapia Conyer, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en representación del doctor Julio Frenk Mora, y el doctor Carlos Tena Tamayo, Comisionado Nacional de Arbitraje Médico. La doctora Carolina Álvarez de la Cadena, coordinadora del Seminario de Deontología de la Facultad de Odontología de la UNAM, estuvo en el presidium con la representación del Grupo Conductor para la elaboración de la Carta de los Derechos Generales de los Cirujanos Dentistas. Esta reunión congregó a la comunidad odontológica de diversas instituciones públicas y privadas. La Carta de los Derechos Generales de los Cirujanos Dentistas, surge en coincidencia al cumplimiento de cien años del reconocimiento de la Odontología como profesión en México, unida al interés de los cirujanos dentistas, de la Subsecretaría de Innovación y Calidad y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, para que la comunidad odontológica contara con un documento que hiciera explícitos sus derechos, tomando en cuenta el conjunto de principios científicos, deontológicos y legales vigentes que rigen la conducta de los Cirujanos Dentistas a nivel nacional. La Comisión Nacional de Arbitraje Médico convocó, con el apoyo del Grupo Conductor a las Instituciones identificadas como representantes de la Odontología en México, conformadas por asociaciones, colegios, federaciones, instituciones educativas, hospitales públicos y privados para su revisión, análisis y sugerencias, recibiéndose 177 respuestas que fueron consideradas en la elaboración del documento final. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 41 Así, durante ocho sesiones de trabajo se unieron los esfuerzos del Grupo Conductor y representativo interinstitucional conformado por representantes de: la Secretaría de Salud, la Academia Mexicana de Bioética, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSSTE, el DIF, la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México y sus Facultades de Estudios Superiores de Iztacala y Zaragoza, el Instituto Politécnico Nacional Unidad Milpa Alta, la Escuela Militar de Odontología, la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, la Universidad Intercontinental, la Universidad Latinoamericana, la Universidad Tecnológica de México, la Universidad Justo Sierra, la Asociación Dental Mexicana, la Asociación Dental del Distrito Federal, el Colegio Nacional de Cirujanos Dentistas, el Consejo Nacional de la Educación Odontológica, la Federación Mexicana de Facultades y Escuelas de Odontología y la CONAMED. En la octava reunión fue definida la propuesta final que se presentó para su liberación en el mes de diciembre ante el pleno del Grupo Conductor, con la presencia del Subsecretario de Innovación y Calidad de la Secretaría de Salud y del Comisionado Nacional de Arbitraje Médico. Este decálogo, que hoy se presenta, busca que el Cirujano Dentista, además de desarrollar su actividad con la debida diligencia e idoneidad, en apego a las reglas que rigen la práctica odontológica, conozca y haga conocer sus derechos en materia de prestación de servicios de salud dental, a través de una atención estratégica que se identifique por ser más eficiente y eficaz, que apunte a los aspectos esenciales de la profesión a fin de que el gremio sea más solidario y unido, que se caracterice por su liderazgo en el que se privilegien los aspectos éticos y se mejoren los referentes al proceso de comunicación; esto contribuirá además a que el grupo de cirujanos dentistas del país consolide su estatus profesional en el ámbito de la salud mexicana. En la identificación y selección de estos derechos, contenidos en los ordenamientos jurídicos que rigen la profesión, la respuesta por parte de las instituciones participantes fue clara, profesional y unánime, porque se logró establecer que el esfuerzo de grupo permitió lograr uno de los objetivos principales: la corresponsabilidad operativa interdisciplinaria de la odontología para la atención a la salud individual y colectiva, en los ámbitos públicos o privados del país, dando así cumplimiento a los compromisos estableci- 42 dos en la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud. COMISIONES ESTATALES DE ARBITRAJE MÉDICO Con fecha 9 de febrero, se llevó a cabo en la ciudad de Oaxaca, la ceremonia de inauguración de las oficinas de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca. Al evento asistió el C. Gobernador de la entidad Lic. Ulises Ruiz Ortiz, quien junto con el Dr. Manuel Ortega González, titular de la Comisión, y el Dr. Carlos Tena Tamayo, en su carácter de Presidente, suscribieron el Convenio de Incorporación al Consejo Mexicano de Arbitraje Médico. También estuvieron presentes, entre otros, los integrantes del Consejo de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca, el Secretario de Salud de la entidad, Dr. Martín Vásquez Villanueva; el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Lic. Héctor Anuar Mafud Mafud; así como el Director del Hospital de Especialidades de Oaxaca y exsecretario de salud, Dr. Rafael Aragón Kuri, quien en su momento dio gran impulso al proyecto de creación de la Comisión Estatal. Nuevos Comisionados: El Dr. Luis Ramón Pineda Pompa fue nombrado Comisionado Coahuilense de Conciliación y Arbitraje Médico, en sustitución del Dr. Raymundo Verduzco Rosán, quien ahora ocupa el cargo de Secretario de Salud en la entidad. El Dr. Marco Antonio Casas Arellano fue nombrado Comisionado Estatal de Arbitraje Médico de Puebla, en sustitución del Dr. Manuel Eduardo Tovía Arrioja. FIRMA DEL CONVENIO DE COLABORACIÓN CON LA ASOCIACIÓN COLABORACIÓN COCHRANE IBEROAMERICANA. El 22 de marzo se formalizó en las instalaciones de la CONAMED el convenio de cooperación institucional con la Asociación Colaboración Cochrane Iberoamericana, el cual tiene como objeto, que el trabajo que desempeña la CONAMED para la mejora de la práctica de la medicina, sea fuente de conocimiento que le permita en este rubro, constituirse como Centro Colaborador de la Red Cochrane Iberoamericana en México. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 La participación de la CONAMED en este proyecto internacional, contribuirá a difundir su experiencia y las ventajas de la adopción de métodos que permitan la identificación temprana, así como la revisión sistemática y actualizada sobre los efectos de la atención sanitaria, así como la importancia de su publicación y difusión, con el propósito de ayudar a aquellos que necesiten tomar decisiones clínicas y sanitarias bien fundamentadas que beneficien la relación médicopaciente. El acto fue presidido por el Dr. Carlos Tena Tamayo y contó con la distinguida presencia del Dr. Xavier Bonfill Cosp presidente de la Asociación Colaboración Cochrane Iberoamericana, con la presencia del Dr. José Armando Vieyra Ávila, encargado del despacho de la Dirección Ejecutiva del CENIDS, como testigo de asistencia y el Dr. Jorge Sánchez González como coordinador del Centro Cochrane CONAMED. PROYECCIÓN INTERNACIONAL DEL MODELO MEXICANO DE ARBITRAJE MÉDICO En el marco del Programa Mesoamericano de Cooperación Técnica 2005-2006, y como parte de las actividades del Proyecto Modelo de Arbitraje Médico, se llevó a cabo en la ciudad de San José, Costa Rica, el III Seminario Taller “Factibilidad de la Aplicación del Modelo de Arbitraje Médico en Centroamérica”, del 5 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 al 7 de abril del año en curso, con la participación del Dr. Carlos Tena Tamayo, Comisionado Nacional de Arbitraje Médico, y los doctores Gabriel R. Manuell Lee y Salvador Casares Queralt, Subcomisionado Médico y Director General de Orientación y Gestión, respectivamente, así como, especialistas de los Ministerios de Salud de los países centroamericanos vinculados con el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. En su mensaje de bienvenida la Dra. María del Rocío Sáenz Madrigal, Ministra de Salud de la República de Costa Rica, agradeció el apoyo recibido por parte de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, así como, su compromiso para promover y apoyar a los países centroamericanos que conforman el Sistema para la Integración Centroamericana (SICA) en la instrumentación y aplicación de un Modelo de Arbitraje Médico que permita atender la problemática común del área, relativa a la urgente necesidad de resolver los conflictos de la relación médico-paciente y mejorar la calidad de la atención médica. Así mismo, agradeció la presencia y participación de los representantes de los países centroamericanos. Por su parte el Dr. Tena Tamayo, expresó su reconocimiento a la Dra. Sáenz Madrigal por el apoyo recibido y sobre todo su interés y amabilidad para fungir como país sede de esta tercera fase del Proyecto Modelo de Arbitraje Médico que la CONAMED viene trabajando conforme al Programa Mesoamericano de 43 Cooperación Técnica México-SICA, con el auspicio de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Mencionó que con este tipo de eventos de intercambio académico y cooperación técnica internacional, los países retoman y comparten las diferentes experiencias y acciones que se aplican en pro de la mejora de la calidad de los servicios de salud, integrando un frente común contra la medicina defensiva, el cual encarece el costo de la atención, rompe la relación médico-paciente y fomenta una práctica médica no ética y de mala calidad. Agregó que el Modelo de Arbitraje Médico propuesto y su aplicación, es una de las estrategias que ayudarán a recuperar la credibilidad y la confianza de la sociedad hacia los integrantes del equipo de salud y expresó su deseo de que como resultado de esta tercera fase del proyecto algunos de los países se sumen a este esfuerzo y en breve se suscriban los compromisos internacionales respectivos. El objetivo global de este Proyecto es extender al ámbito centroamericano la esencia del Arbitraje Médico, como vía alternativa a la judicial, para la resolución de conflictos médico-paciente, e intercambiar experiencias técnicas en la resolución de quejas médicas y promover en la medida de lo posible, con base en la legislación aplicable de cada país, la creación de instituciones análogas a la CONAMED, a través de un 44 modelo de atención de inconformidades con reglas procesales comunes. La realización del III Seminario-Taller, tuvo como objetivo general: conocer, analizar y discutir los planteamientos oficiales de cada uno de los países participantes para la adopción, asimilación y, en su caso, adecuación del Modelo de Arbitraje Médico en su ámbito. En los objetivos específicos se identifican, entre otros, continuar el trabajo técnico en los países participantes para identificar la problemática común en materia de la queja médica y acordar acciones conjuntas para su debida atención, así como, integrar el programa de capacitación que se llevará a cabo en la cuarta etapa del proyecto en las instalaciones de la CONAMED, para los profesionales de los países centroamericanos que hayan decidido crear la instancia correspondiente. De acuerdo con la convocatoria de esta tercera actividad del proyecto, los representantes de cada país, presentaron un documento oficial que incluyó los siguientes temas: caracterización del sistema de salud, análisis de la queja médica, mecanismos de atención de las quejas médicas, problemática detectada en la atención, análisis de factibilidad y posición formal del país respecto a institucionalizar estas modalidades para la resolución alternativa de conflictos. Conforme al programa de trabajo acordado para este Tercer Seminario Taller se llegó a las siguientes conclusiones generales: Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 • De acuerdo a las presentaciones de los países participantes fue posible evidenciar el interés y la voluntad política para atender formalmente la propuesta. Cada uno de ellos cuenta con el marco jurídico que les permite la adopción en mayor o menor grado del proceso arbitral. Faltarían adecuaciones normativas factibles de realizar para su implementación. • Independientemente de la creación de instancias especializadas, todos los representantes reconocen la necesidad de atender el fenómeno de la queja médica y sus implicaciones y reconocen en el modelo de arbitraje médico de México, los atributos para contender con el mismo. • Se continuará trabajando en la cuarta fase del proyecto en la ciudad de México, misma que se llevará a cabo en los meses de agosto-septiembre del presente año. A manera de propuesta grupal, los representantes de los países participantes en este proceso, elaboraron una propuesta enunciativa que deberá implementarse para avanzar en la atención del fenómeno de la queja médica en la región mesoamericana y que permitirá, en congruencia con los programas de mejora de la calidad de la prestación de los servicios que se están instrumentando en cada uno de los países del área, cumplir entre otros con los siguientes objetivos: • Prácticas médicas que cumplan con la normativa y protocolos establecidos que fomenten una adecuada relación médico-paciente con pleno respeto, en un entorno de confianza y solidaridad. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 • Atención especializada, ética, responsable y con apego a los marcos normativos, deontológicos y de la lex artis médica ad hoc, de las inconformidades que se presenten en los sistemas de salud. (imparcial, accesible, oportuna, gratuita y expedita). • Revisión sistemática de los casos de inconformidad, así como, contribuir al reconocimiento del error durante el acto médico como oportunidad de mejora. • Resolución no litigiosa de los conflictos médico-paciente. • Participación de la sociedad civil a fin de que conozca sus derechos y deberes, la operación de los servicios e instancias para presentar sus posibles inconformidades. Así también y como parte de las actividades a realizar en la Ciudad de San José, Costa Rica, se suscribió el Memorándum de Cooperación entre la Secretaría de Salud de los Estados Unidos Mexicanos, a través de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y el Ministerio de Salud de la República de Costa Rica por conducto de la Auditoría General de Servicios de Salud, el 5 de abril de 2006, el cual tiene como objetivo establecer las bases y mecanismos de cooperación entre las partes para desarrollar actividades tendientes a mejorar la atención de quejas presentadas por los usuarios de los servicios médicos. Con la realización de este tipo de eventos y la firma de instrumentos de cooperación técnica entre países, la CONAMED se consolida en el contexto internacional como un referente en materia de arbitraje médico. 45 In memoriam Dr. Ramón de la Fuente Muñiz El Dr. Ramón de la Fuente Muñiz realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Medicina de la UNAM, residencia de especialidad en neuropsiquiatría en la Universidad de Nebraska, así como cursos de posgrado en dicha disciplina en las universidades de Nueva York y de Columbia. En la UNAM, recibió adiestramiento en psicoanálisis en la División de Graduados. Es reconocida su trayectoria dentro de la UNAM, dónde en colaboración con el Dr. Alfonso Millán creó y desarrolló el Departamento de Psicología Médica, Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, el cual estuvo a su cargo de 1969 a 1991. De 1970 a 1980 fue miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad. El Consejo Universitario lo designa en 1983 profesor emérito de la Facultad de Medicina y en 1985 Doctor honoris causa. En 1990 recibe el Premio Universidad Nacional en el área de docencia en ciencias naturales. Recibió innumerables reconocimientos, entre ellos: la condecoración “Eduardo Liceaga”, del Consejo de Salubridad General (1988), la medalla “Doctor Gustavo Baz Prada”, de la Sociedad Médica de México. Fue el primero en recibir el diploma “Doctor Ignacio Chávez” de la Academia Nacional de Medicina (1991). En 1993, recibió del Presidente de la República la medalla en reconocimiento a sus contribuciones a la medicina mexicana en la enseñanza, la asistencia y la investigación. En 1994, la American Psychiatric Association le otorgó la presea “Simón Bolívar” como reconocimiento a sus contribuciones. En 1996, en homenaje a su trayectoria, se impuso su nombre a un auditorio de la Facultad de Medicina de la UNAM. En octubre de 2000 recibió del Presidente de la República el Reconocimiento al Mérito Médico como una distinción por “Sus aportaciones invaluables a la investigación científica en el campo de la medicina y su labor en la creación de un México con instituciones de salud más sólidas”, la Secretaría de Salud le otorgó el Premio a la Excelencia Médica por sus contribuciones fundamentales al desarrollo de la psiquiatría en nuestro país en el siglo XX. En el año 2003 La Fundación Mexicana para la Salud le otorgó el Premio “Elías Sourasky” en Desarrollo Institucional en Salud, y la Secretaría de Salud, con motivo de la celebración del 60º aniversario de su creación, le otorgó el reconocimiento en la categoría de Desarrollo de Instituciones de Salud. En octubre de 2004 la Facultad de Medicina de la UNAM le rindió un homenaje en el que fue galardonado con la medalla “Dr. Ignacio Chávez”. Y en el 2006 el Consejo de Salubridad General le otorgó el Premio “Dr. Guillermo Soberón Acevedo” de Desarrollo de Instituciones de Salud, en reconocimiento a su trabajo sobresaliente a favor de la salud de la población mexicana. El doctor Ramón De la Fuente desempeñó importantes cargos en el país y en el extranjero, entre los que podemos citar: Jefe de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Español, Director General de Salud Mental de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, Miembro del Consejo de Salubridad General de la SSA, Director General del Centro Mexicano de Estudios en Salud Mental. Fue miembro del Comité de Expertos en Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Comité Internacional para la Prevención y Tratamiento de la Depresión, del Advisory Board of the Institute of Psychiatry’s Diploma in Addiction Behavior (Londres), por citar sólo algunos. Perteneció a diversas sociedades científicas, ocupando, en la mayor parte de ellas, puestos distinguidos tales como: la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría, la American Psychiatric Association, la Asociación Psiquiátrica de América Latina, la Sociedad Psicoanalítica Mexicana, la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Mundial de Psiquiatría, la Asociación Psiquiátrica Mexicana, el American 46 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 College of Physicians, el Colegio Internacional de Medicina Psicosomática, la American Society of Biological Psychiatry, la Sociedad Mexicana de Psicología Clínica, la Federación Mundial de Salud Mental, la Asociación Alemana de Psiquiatría y Neurología, etc. En 1972 ingresó al Colegio Nacional. Además de lo ya mencionado, el Dr. Ramón De la Fuente fue el fundador e impulsor de diversos organismos e instituciones que han señalado avances decisivos en el campo de la psiquiatría. Entre ellos, la Asociación Psiquiátrica Mexicana y el Consejo Mexicano de Psiquiatría, cuya función es certificar la capacidad técnica de quienes ejercen esta disciplina. Fue creador de la Escuela Mexicana de Psiquiatría. En 1979 fundó el Instituto Mexicano de Psiquiatría, hoy Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, el cual dirigió hasta 1998, y en cuyo seno se han llevado a cabo cientos de investigaciones científicas que han impulsado el desarrollo de esta rama de la medicina en nuestro país y le han dado un lugar de distinción en el ámbito internacional. El Dr. Ramón De la Fuente estuvo vinculado con diversas publicaciones especializadas, entre las que destacan: Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología, Psiquiatría, Salud Mental, Revista de la Facultad de Medicina, Salud Pública de México, Drug and Alcohol Dependence, Internacional Review of Psychiatry, New Trends in Experimental and Clinical Psychiatry, y WPA Bulletin. De los libros que es autor, el titulado Psicología médica, ha tenido una señalada influencia en su campo, pues en los países de habla hispana es texto de referencia en las facultades de Medicina. Publicó también: La patología mental y su terapéutica, Salud mental en México, Biología de la mente. Ocupó en la medicina mexicana un sitio muy especial debido a la influencia que supo ejercer desde su juventud para el desarrollo de la psiquiatría. Veló por el establecimiento de una formación académica que colocara a la especialidad psiquiátrica mexicana en un sitio de avanzada. Fue precursor del desarrollo que ha tenido en los últimos 40 años la psiquiatría internacional. El Dr. Ramón De la Fuente Muñiz, es pilar de la medicina mexicana; maestro, científico y humanista que formó a miles de estudiantes durante cerca de 6 décadas de docencia e investigación, falleció el pasado día 31 de marzo de 2006 a la edad de 84 años. ¡Gracias Dr. De la Fuente! Carta al Editor Nota Aclaratoria Consejo Editorial Revista Conamed Distinguidos Miembros del Consejo Editorial: Por un error de edición el Dr. Carlos Tena Tamayo aparece como primer autor en la publicación de la monografía de las Recomendaciones: Específicas para mejorar la práctica de la medicina en urgencias pediátricas, Específicas para enfermería relacionadas con la prevención de caída de pacientes durante la hospitalización y Específicas para mejorar la atención médica en pacientes con dolor torácico, publicadas en el Vol. 11 núm. 5 enero-marzo 2006, páginas 5, 18 y 27 respectivamente, cuando en realidad se trata del Presidente del procedimiento institucional para la elaboración de Recomendaciones. Por tanto, el nombre del Dr. Tena Tamayo no debió ser incluido en primer lugar, lo correcto es que debió ser considerado al final del listado de autores. La autoría en primer término no debe recaer en el titular de la institución, sino en los miembros del Grupo de Validación Interna, ya que se trata de un trabajo en equipo. Es por ello que publico la presente aclaración, como responsable de la edición del anterior número referido para que sea del conocimiento de los lectores, disculpándome por tal error ante los diferentes Grupos de Validación y por supuesto con el Dr. Carlos Tena Tamayo. Atentamente Dr. Jorge Sánchez González. Editor Adjunto Vol. 11 Núm. 5 2006 Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006 47 Instrucciones para autores La Revista CONAMED es la publicación oficial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Publica artículos que permitan un avance en la descripción, comprensión e intervención de temas relacionados con el acto médico en sus dimensiones ético deontológicas, técnico – científicas, jurídico – legales, calidad de la atención y sociales. Así mismo, toma en cuenta aquellos temas que favorezcan un mejor entendimiento de la medicina, el cuidado de la salud, la prevención y atención del conflicto médico, los tópicos que estimulen el debate en la práctica médica, planteen temas sobre la educación en medicina e informen sobre el desarrollo de las actividades de salud que se llevan a cabo en nuestro país. Considera sólo el trabajo inédito que no se ha publicado previamente en un medio impreso o electrónico. Se invita a los autores interesados en publicar en la revista para que contacte al editor ante la duda sobre la pertinencia de un artículo que desee remitir. Puesto que la Revista de la CONAMED es una publicación periódica que llega a un amplio número de lectores, los artículos deben ser comprensibles. Las instrucciones deberán seguirse de acuerdo a los planteamientos establecidos del Comité Internacional de Editores de Publicaciones Médicas, descritos en los “Requerimientos uniformes para los manuscritos sometidos a publicaciones Biomédicas”. Los autores deberán seguir las indicaciones de la revisión más reciente. Todas las contribuciones tienen un manejo confidencial, sometidas a una revisión ciega por pares académicos y una decisión editorial rápida (no mayor de 16 semanas). Los resúmenes de las contribuciones se presentarán en español e inglés, y deberán ser enviadas al Editor (Dr. Jorge Sánchez González Director General de Difusión e Investigación), a la siguiente dirección: Revista CONAMED. Mitla # 250 (Esq. con Eugenia), Col. Narvarte, CP 3600. México, DF. o al correo electrónico: cendo@conamed.gob.mx Teléfonos: 54 20 7032 y 54 20 7143, lada sin costo en el interior de la República, 01 800 7110658 extensión 7032 o 7143. La Revista CONAMED publica artículos remitidos a su consideración en las modalidades: 1) Artículos Originales; 2) Artículos de Revisión; 3) Noticias CONAMED; 4) Cartas al editor; 5) Revisiones de la literatura; 6) El Caso CONAMED. La descripción de estas modalidades se presentan a continuación: 1) Sección de Artículos Originales. Los Artículos de Investigación reportarán hallazgos clínicos relevantes para el profesional de la medicina relacionados con el conflicto médico y que contribuyen al aumento y refinamiento del conocimiento sobre el tema. La contribución no será mayor de 2,500 palabras. Se excluyen el resumen, las tablas, las gráficas y las referencias bibliográficas. Una extensión mayor dificulta la revisión y lectura de los documentos de los revisores, editores y lectores. Sin embargo, se tendrá flexibilidad con los autores y se discutirá con ellos la presentación de su documento. Se podrá incluir todo aquel material de apoyo que no forme parte directa del manuscrito. Su inclusión debe explicarse desde la carta de presentación. El contenido de un artículo de investigación original debe incluir : 0. Resumen en español y en inglés (200 palabras cada uno) 1. Introducción 2. Material y métodos 3. Resultados 4. Discusión 5. Conclusiones 6. Bibliografía 7. Anexos (Cuadros, gráficas y material de apoyo) Los resúmenes deben construirse con los siguientes contenidos: propósito (la razón del estudio), los métodos (que reflejen como se efectuó el estudio), los resultados (los hallazgos principa- 48 les), la discusión (la interpretación contrastada de los resultados). 2) Sección de Artículos de Revisión. Esta sección contendrá una exposición documentada sobre el estado de conocimiento vigente en torno al acto médico y la calidad de la atención médica. En este apartado se incluirán los reportes de casos y anécdotas, que no califican como observaciones originales, pero que reflejan muchas de las situaciones a las que el médico frecuentemente se enfrenta y que ayudarán a mejorar la práctica de la medicina Aunque el formato y longitud de estas contribuciones son flexibles, se recomienda que no sea mayor de 2000 palabras. También deberá contar con resumen en inglés y en español (200 palabras), En esta sección también se considerará la posibilidad de publicar una serie de artículos sobre un tema en particular, que podrá presentarse por uno o más autores. 4) Noticias CONAMED. Esta sección se escribirá preferentemente por nuestro personal, sobre acontecimientos relevantes en la función de la CONAMED (y Comisiones Estatales). También consideraremos informes de agrupaciones académicas o profesionales que sean de interés para el desarrollo de la revista y serán sometidos para su aprobación al Consejo Editorial. Esta sección se consagra a las noticias de carácter meramente informativo y no a comentarios u opiniones. Estos informes deben ser breves (no mayores de 400 palabras). Las ideas sobre posibles noticias, siempre serán bienvenidas. 5) Cartas al Editor. Los cartas al editor abordan comentarios sobre los artículos publicados y será posible la publicación de comentarios por invitación. Las cartas deberán enviarse preferentemente en un lapso no mayor de 8 semanas posteriores a la publicación de un artículo. Otras cartas al editor con contenidos de interés general también serán bienvenidos. Las cartas no se revisan normalmente bajo un procedimiento de revisión por pares, pero si se toma en cuenta la trascendencia de su contenido, su longitud y estilo. Su tamaño es muy apreciado. Generalmente no debe ser superior a 250 palabras y apropiadamente referenciada cuando sea pertinente hacerlo. Las cartas al editor de mayor impacto, son las que abordan un planteamiento preciso y se argumenta debidamente. Se dará oportunidad a los autores para responder. 6) Revisiones de la Literatura En esta sección se presentarán artículos y resúmenes comentados de la literatura internacional en torno al acto médico y la calidad de la atención médica. Se publicarán los resúmenes de los artículos presentados y discutidos en las sesiones biblio - hemerográficas semanales de la CONAMED, pero serán bienvenidas colaboraciones de profesionistas y público general. Los documentos sometidos a publicación contendrán un resumen de formato libre, no mayor de 250 palabras y los comentarios con una extensión de hasta 1000 palabras. 7) El caso CONAMED. Esta sección considera la presentación paso a paso, de casos que analizan el proceso de decisión clínica y que condujo a un error o conflicto médico, así como las consideraciones éticas y legales que ayudan a su comprensión, resolución y prevención futura. La presentación de los casos se hará en forma anónima por los especialistas de la CONAMED. Se aceptarán aquellos casos que en forma voluntaria, un médico o una organización pública o privada de salud, desee(n) presentar con el objeto de estimular la cultura de la prevención del conflicto y mejorar la calidad en la práctica de la medicina. En todos los casos se garantizará la absoluta confidencialidad de parte de los editores. El texto no excederá las 2500 palabras y se acompañará hasta por 20 referencias. La estructura de la presentación seguirá el siguiente orden: 1) Resumen del caso; 2) Análisis Médico; 3) Análisis Jurídico; 4) Conclusión. Se recomienda todo material clínico (vgr. Imágenes radiológicas) que ilustre o auxilie la presentación y comprensión del caso. Revista CONAMED, Vol. 11, Núm. 6, abril - junio, 2006