EDUCACION EDUCAR EDUCADO El termino EDUCACIÓN, en castellano, responde a un sustantivo, éste sustantivo, es tan dinámico y operante, que, al convertirse en verbo y que conjugado por todos los pronombres personales del singular y del plural en sus diferentes tiempos, genera acciones y conductas reales y fehacientes, concretas y específicas, que se expresan y comunican entre educadores y educandos, generando así cultura. La cultura es la máxima expresión de todo proceso educativo, que se debe traducir en vida culta, y en cultura de la vida, para la vida. La educación y la acción de educar y llegar a ser personas cultas, es una tarea de toda la vida, no es que sea un quehacer exclusivo de y para los niños y los jóvenes. El proceso educativo abarca es, y debe ser para todos los seres humanos, en y de todas las edades y etapas de la vida. Los adultos no podemos ni debemos excluirnos del derecho y del deber que tenemos de educarnos, bajo el pretexto de que ya estamos hechos, de que somos así… o en el peor de los casos…la educación es para los niños y los jóvenes. Educar, como verbo, significa la acción de Instruir, formar, acompañar y asistir, educar educando, con la palabra y con el testimonio, lo mismo que con buen ejemplo, la inteligencia y la sabiduría. No confundamos ni reduzcamos el quehacer educativo, a trasmitir conocimiento y ciencia, y a que solamente se educa en la Escuela y en la Universidad. Todos los lugares y los espacios donde estemos presentes los seres humanos, como seres humanos, debemos hacerlos educativos y cultos y por ende dignos de nosotros. El Hogar, el Colegio, la Universidad, el Templo y la Capilla, son y deben ser los lugares por excelencia, predilectos para educar. El Padre y Madre de familia, el Hermano mayor, el Institutor, el Sacerdote, el Adulto, el Gobernante, por ser lo que somos, hemos de asumir con responsabilidad y por vocación de servidores, nuestra misión de Educadores. De nosotros depende el forjar personas y ciudadanos educados y cultos y el construir sociedades cultas e íntegras. “LA MADURES DE LA EDUCACION, ES LA CULTURA, QUE SE CONVIERTE EN CIVILIZACION” El peor lastre de la humanidad, de las sociedades, de las personas individuales y colectivas, es el ser, maleducados e incultos. Quien es maleducado e inculto, renuncia a ser persona, para convertirse y quedarse como bárbaro. Este estado de indignidad humana es grave y nocivo para el ser humano individual y para las sociedades, con lo que ésto implica, complica y conlleva. La acción de educar, cuando se hace y es educación, produce efectos, afectos y los debe producir, y éstos se deben ver, sentir, palpar y convertirse en elementos de crecimiento, fortalecimiento de la autoestima y de la estima por la persona del otro, de tal manera que nos sintamos parte importante e indispensable de una civilización universal, que tiene su punto de origen en el seno del hogar. La educación, es y debe ser, ante todo, una actitud integral, que nace del interior de cada persona y que se debe exteriorizar a través y por la relacionalidad y comunicación con el entorno, el medio y mundo. La educación, como medio que es, para llegar a ser, requiere de espacios, ambientes, textos y contextos, para que la trasmisión de conocimientos, vivencias y actitudes, en el proceso educativo del niño, del joven y del adulto, aprendan, sepan y puedan insertarse en la sociedad en sus diferentes instituciones, y sean gestores de cultura y civilización. Una persona educada y culta, es una persona madura, equilibrada, de justo y equilibrado criterio de ser y de vida. Pero para lograr esta integralidad de persona, se requiere, hablándolo desde la pedagogía salesiana, de los tres pilares del sistema preventivo de D. Bosco. Estos son: RAZON, RELIGION Y AMOR. LA RAZON, que nos debe conducir a ser personas razonables. Es por esto, que en educación, no nos debemos contentar y limitar en educar para lo racional, sino también para lo razonable. “EL USO RAZONABLE, DE LO RAZONABLE DE LA RAZÓN, es lo que prepara a las personas a tratar con los demás personas. Lo racional, enseña, a usar los objetos y las herramientas. LA RELIGION, como proceso religante con Dios, desde la fe, lleva a descubrir y asumir la naturaleza a la trascendencia, y ser Niños, Jóvenes y Adultos de proyección trascendente. EL AMOR, como la pedagogía de la racionalidad, de la relacionalidad, aproximación, acercamiento y asistencia educativos, desde la equilibrada confianza, sinceridad y respeto, que genera afecto entre educando y educador. La educación, como proceso educativo, que prepara y hace personas educadas y cultas, comienza desde el mismo momento y espacio en que un padre y una madre, deciden engendrar un hijo. Este es un acto, que además de ser de amor, es de razón, voluntad, sabiduría y querer, por ende, el que los padres asumen su papel de ser los primeros responsables de la educación de ese hijo. Es por eso, que ellos por su vocación de padres, se convierten en educadores, guías, asistentes, confidentes, consejeros, protectores y defensores. La educación debe alcanzar que los niños, los jóvenes y adultos, lleguen a respetar los poderes de su propia mente, corazón, alma y espíritu, que confíen en ellos, y que ésto que ellos sienten, tienen y es su propio yo, desde ahí, respeten a los demás , y les permitan ser ellos y crezcan juntos y todos. La educación es un proceso dinámico, que se adapta y renueva al ritmo de los tiempos. La educación es una actividad, permanentemente inacabada, en mutación constante. Esto es lo propio de una ciencia, que se hace cada vez más ciencia. Padre: Da go Humberto Rojas Coordinador General – Sección pri ma ria QUE ES UN RETIRO ESPIRITUAL