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CON PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE EXHORTA A LA SRE A LLEVAR A CABO ACCIONES
ANTE LAS AUTORIDADES DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Y DE TEXAS
PARA SOLUCIONAR LA PROBLEMÁTICA DE LOS CONNACIONALES INDOCUMENTADOS
RESIDENTES EN ESA ENTIDAD, A CARGO DE LA DIPUTADA CYNTHIA GISSEL GARCÍA
SOBERANES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MOVIMIENTO CIUDADANO
La que suscribe, Cynthia Gissel García Soberanes, diputada federal a la LXIII Legislatura del Congreso de la
Unión, del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 6,
numeral 1, fracción I, y 79, numeral 2, fracción IV, del Reglamento de la Cámara de Diputados del honorable
Congreso de la Unión, me permito presentar ante esta honorable asamblea punto de acuerdo al tenor de las
siguientes
Consideraciones
La reciente decisión de un juez federal del Tribunal Federal de San Antonio, Texas, de nombre Robert Pitmann, ha
permitido que se niegue, se expidan y entreguen actas de nacimiento a menores hijos de mexicanos nacidos en
dicho Estado, cuando los padres de estos solo presentan una matrícula consular para solicitar dicho documento.
Es un derecho humano, desde el momento mismo del nacimiento, el que todos los niños se forjen una identidad. En
consecuencia, el primer paso para lograrlo es el que se inscriba el nacimiento en los registros públicos para que esa
persona pueda contar con un nombre y una nacionalidad, ya que el registro civil universal es la base para que se
acceda a todos los demás derechos.
Es pertinente hacer notar, que la Identidad no sólo es un elemento que conforma la esencia del ser humano, sino
que representa la individualidad de cada uno. De ahí, la importancia de contar con un acta de nacimiento.
La resolución en comento, pone en riesgo el bienestar de miles de familias mexicanas y de menores que aun
cuando han nacido en los Estados Unidos de América, son mexicanos por ser hijos de mexicanos, y todo porque la
mayoría de los padres de los niños en esa situación, son migrantes indocumentados y, por tanto, carecen de
cualquier otro documento de identificación.
Resulta que el certificado de matrícula consular, acorde con lo establecido por artículo 9 del Reglamento de
Matricula Consular, es el documento de identidad que expide una oficina consular a favor de un connacional y se
otorga una vez que la persona ha comprobado la atribución de la nacionalidad mexicana.
A manera de remembranza, cabe decir que la matricula consular ha sido aceptada como identificación por
autoridades gubernamentales e instituciones privadas estadunidenses, por ser un documento de alta confiabilidad y
seguridad, y hasta recientemente era aceptada por el Departamento de Servicios de Salud de Texas (DSHS),
encargado de expedir las partidas de nacimiento.
Todo ello, en cumplimiento a la décimo cuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América, la
cual en su sección 1, claramente establece que toda persona nacida o naturalizada en dicho País es ciudadana del
mismo y del Estado donde resida y que ningún Estado podrá crear o implementar leyes que limiten los privilegios
o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos.
Sin embargo, la resiente determinación judicial asumida por Texas, obliga al estado mexicano a retomar una de sus
principales funciones que implica velar por los derechos y la integridad de las y los mexicanos que, por diversos
motivos, se encuentran fuera del territorio nacional, así como de sus descendientes; ya que acorde con nuestra
Constitución, son mexicanos por nacimiento: los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos nacidos en
territorio nacional, de padre mexicano nacido en territorio nacional, o de madre mexicana nacida en territorio
nacional.
Por lo anterior, el Estado mexicano tiene el deber de velar por los derechos de estos menores y la de sus padres, ya
que la matricula consular es un documento oficial expedido por autoridad mexicana que debería ser reconocido y
ser tratado como confiable y seguro.
La falta de emisión y entrega de actas de nacimiento para estos pequeños, dificulta en gran medida su acceso a
derechos y beneficios en los campos de salud y educación públicos, entre otros; resultando una aberración que les
sean coartados en su país de origen (EE. UU.), por el simple hecho que a sus padres no les fue reconocida como
identificación válida la matrícula consular.
Como parte de los efectos negativos de la medida judicial, en el caso de los padres de los infantes, restringe su
movilidad por el temor a ser detenidos por autoridades ante las cuales no podrían comprobar el vínculo con los
menores, provocando de esta forma la separación de las familias.
A todo esto, se suma el supuesto consistente en que cuando se trata de menores mexicanos nacidos en los Estados
Unidos que son trasladados a residir a México y cuyos padres desconocen el procedimiento para documentar
adecuadamente la ciudadanía mexicana de estos, -situación que en la actualidad es muy común-, el menor podría
llegar a encontrarse en condición de apátrida, por no contar con el reconocimiento de ninguno de los dos países.
Lo anterior, igualmente crea condiciones que podrían facilitar el tráfico de menores, la trata de personas e incluso
la venta ilegal de personas, ya que la falta de documentación puede contribuir a su extracción del seno familiar,
complicaría su búsqueda y el proceso de persecución del delito.
El actual clima antiinmigrante solo ha llevado a incrementar el temor a la deportación de nuestros connacionales
indocumentados, lo que ante situaciones como esta, dificulta que los mismos lleven a cabo cualquier acción en
defensa de sus derechos o los derechos de sus hijos menores, sin importar que estos sean ciudadanos
estadunidenses.
De la propia Constitución Federal del Pueblo vecino se desprenden principios acordes con nuestro propio derecho
positivo, los cuales no se están respetando y que son:
1. el deber del Estado de asegurar el registro de las personas sin emplear procedimientos selectivos o sistemas
restrictivos para ciertos grupos de personas;
2. evitar la discriminación contra grupos vulnerables a la falta de identidad civil, como son, los migrantes,
refugiados, poblaciones fronterizas, niños, mujeres y pueblos indígenas.
Por ello, en Movimiento Ciudadano externamos nuestra preocupación por la situación en que se encuentran
nuestros connacionales, más aun, ante la tibieza con que ha actuado la Secretaría de Relaciones Exteriores y el
embajador de México y los distintos consulados a lo largo y ancho de los Estados Unidos de América; por lo que
solicitamos a esta Soberanía, apruebe los siguientes
Puntos de Acuerdo
Primero. Exhortar a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que lleve a cabo las acciones
necesarias y suficientes ante las autoridades competentes del Gobierno de los Estados Unidos de América y del
Estado de Texas, con el fin de dar solución a la problemática que actualmente enfrentan los connacionales
indocumentados residentes en ese País y en específico en ese estado, por cuanto hace a la emisión y entrega de
actas de nacimiento de sus menores hijos nacidos en aquél País.
Segundo. Incitar a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que gire instrucciones a las oficinas
consulares con jurisdicción en los Estados Unidos de Norteamérica y en específico en el Estado de Texas, con el
fin de que se difunda la información necesaria que permita a los afectados tomar las medidas legales necesarias en
defensa de los derechos de sus menores hijos, sin temor a enfrentar las consecuencias de su falta de estatus
migratorio y otorgándoles la asesoría jurídica que requieran.
Tercero. Exhortar a la Titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que asuma un papel preponderante y
activo en el tema de referencia y no se circunscriba a la presentación de un documento ante la Corte
Norteamericana, denominado Amicus Curiae (amigos de la corte).
Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a 1 de diciembre de 2015.
Diputada Cynthia Gissel García Soberanes (rúbrica)
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