Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado Licenciatura en Educación Secundaria con Especialidad en Español Observación y Práctica Docente IV Cinthya Edith Salazar Mireles 27 de noviembre del 2012 El día de hoy entre al aula de 2° C y los salude cordialmente recibiendo una respuesta positiva por parte del grupo. Después de ello comencé con el pase de lista, y noté que los alumnos estaban un poco inquietos, por los que pedí de favor que se tranquilizarán para poder iniciar con las actividades del día. Saqué unos papeles de distinto color, y explique una dinámica para elegir quiénes escogerían uno de los papelitos. La dinámica se titula “conejo, soldado y escopeta” en la que tienen que simular con las manos sobre la cabeza tener orejas de conejo, señalar frente de ellos como si fueran escopetas y ponerse en posición de firmes como si fueran soldados, pero la dificultad se encuentra cuando el maestro tiene que dar la orden y ejecuta otro movimiento contrario, confundiendo a los alumnos. El que se equivoque en las órdenes tendrá que tomar un papelito con los que se cuentan. Al llevar a cabo esta actividad pude atraer la atención del grupo, pues querían saber que contenían los papeles que llevaba conmigo, y de esto pude darme cuenta porque me preguntaron algunos de ellos que era lo que contenían, a lo que respondí que solamente algunos lo descubrirían, que era un premio y que tenían que realizar la dinámica. Al llevarla a cabo me di cuenta que los alumnos se sentían cómodos con la forma de trabajar, y alegres, pues los distraía de las actividades de todas las clases y era una forma de comenzar con el trabajo distinta y atrayendo la atención del grupo, además cuando alguno se equivocaba los mismos alumnos me decían quiénes eran aquellos que se equivocaban. Los alumnos que obtuvieron un papelito tenían que responder una pregunta que se encontraba escrita en dicho papel. Pero pedí que al momento de otorgarles el papel no comentarán ni lo abrieran, pues era una sorpresa. Al momento de abrir estos papeles los compañeros querían saber que contenían, y por lo mismo hubo un momento en el que se escuchaba mucho ruido, así que pedí que guardaran silencio para responder dichas preguntas. La mayoría del grupo quería participar para dar su punto de vista, mientras que los alumnos que se mantenían pasivos se encontraban platicando con el compañero que se encontraba a su lado, posiblemente porque no les interesaba el tema o porque no tenían una pequeña noción de lo que se estaba hablando. Las respuestas fueron satisfactorias. Al terminar esta actividad pedí que escribieran en su libreta una opinión personal sobre las preguntas, además de las respuestas con base a lo que se había socializado. Por lo que pude observar los alumnos realizaban la actividad, algunos preguntaban en dónde venían las preguntas, pero la mayoría realizo la indicación que se dio. Después dimos lectura a algunas conclusiones, y los alumnos que participaron se mostraron ansiosos por querer aportar sus ideas al grupo mientras que el resto prestaba atención y otros cuantos platicaban con su compañero de junto. Para continuar con la clase pedí a los alumnos que leyeran la página 59 de su libro de texto y que identificarán las palabras que desconocían. Al momento en el que pasaba por los lugares me di cuenta de que algunos no contaban con su libro de texto, así que les pedí que se juntarán con su compañero que se encontraba junto a ellos. Y los que contaban con su material leían y me preguntaban si tenían que subrayar las más difíciles para ellos, a lo que respondí que si. Continuando, ellos mencionaron las palabras que identificaron mediante la participación voluntaria y guiada, pues algunos de ellos se encontraban distraídos. La respuesta fue agradable para mí, pues observé que realizaron el trabajo. Para dar continuidad a las actividades del día pedí que buscaran el significado que tenían, socializando el resultado de la búsqueda mediante la participación aleatoria y con ello, reforzábamos la información que ya tenían los alumnos. Para terminar la sesión se elaboró una conclusión grupal sobre la importancia que tiene conocer las variantes en el lenguaje, utilizando preguntas guía por parte mía y buscando la participación de aquellos alumnos que se encontraban pasivos durante la clase, algunos respondieron satisfactoriamente, pero dos jóvenes no respondieron, diciendo que no sabían. Me despedí del grupo y agradecí la atención prestada durante la sesión. Al salir del aula la maestra titular me menciono que esos dos alumnos se encontraban siempre pasivos, pues tenían un problema de retención y me pidió de manera atenta que ayudara a estos alumnos de manera individual para que elaboraran los productos que se requerían en la sesión.