Nº 28 abril de 2014 Actualidad profesional El peligroso TRADE, gran desconocido para el empresario empleador Sara Ugena Muñoz Abogada. Profesora de Derecho Mercantil de la Universidad de Ávila E l acrónimo TRADE sirve para identificar, en la práctica, al Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente. Esta novedosa 1 figura jurídica nació el pasado octubre de 2007 para intentar acabar con los falsos autónomos. Se considera TRADE al autónomo que obtiene por sus rendimientos de trabajo y de actividades económicas o profesionales, al menos, el 75% de sus ingresos, de un único empresario o cliente. Además, para el desempeño de la actividad económica o profesional como TRADE, también es preciso reunir 1 A los tres meses de la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo, que dedica el capítulo III a la concreción de su régimen profesional. Por otro lado, en marzo de 2009, también fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 197/2009, de 23 de febrero, por el que se desarrolla el Estatuto del Trabajo Autónomo en materia de contrato del trabajador autónomo económicamente dependiente y su registro. simultáneamente las siguientes condiciones: a) no tener a su cargo trabajadores por cuenta ajena ni contratar o subcontratar parte o toda la actividad con terceros; b) no ejecutar su actividad de manera indiferenciada con los trabajadores que presten servicios bajo cualquier modalidad de contratación laboral por cuenta del cliente principal; c) disponer de infraestructura productiva y material propios; d) desarrollar su actividad con criterios organizativos propios, sin perjuicio de las indicaciones técnicas que pudiese recibir de su cliente; y e) percibir una contraprestación económica en función del resultado de su actividad, de acuerdo con lo pactado con el cliente y asumiendo riesgo y ventura de aquélla. Ni que decir tiene, que si alguno de los requisitos anteriores no se cumple, se estará entonces ante un trabajador sometido al régimen general. Ante tales circunstancias, el TRADE podrá obligar al empresario a la formalización por escrito de un CONTRATO a través de una comunicación fehaciente. La condición de dependiente sólo se podrá ostentar respecto de un único empresario. Algunos de los beneficios de este régimen jurídico son: el derecho a indemnizaciones por cese de actividad y la regulación de los periodos de descanso. En caso de que el empresario se niegue a la formalización del contrato, o cuando transcurrido un mes desde la comunicación no se haya formalizado, el TRADE podrá instar el reconocimiento de la condición de trabajador autónomo económicamente dependiente ante los órganos jurisdiccionales del orden social. Por otro lado, el contrato deberá ser inscrito por el TRADE en el plazo de los diez días hábiles siguientes a su firma en el Registro de contratos de trabajadores autónomos económicamente dependientes (Registro TAED del Servicio Público de Empleo Estatal), comunicando al www.dictumabogados.com Nº 28 abril de 2014 empresario dicho registro en el plazo de los cinco días hábiles posteriores. Transcurrido el plazo de quince días hábiles desde la firma del contrato sin que se haya producido la comunicación de registro del contrato por el TRADE, será el empresario quien deberá registrar el contrato en el Servicio Público de Empleo Estatal, en el plazo de los diez días hábiles ulteriores. Con todo, en el transcurso de cinco años desde la vigencia de este tipo contractual –que se acaban de cumplir este mes de marzo de 2014–, y pese a su prometedora proyección inicial, ha quedado finalmente constatado su fracaso a nivel práctico, ya que son muy pocos los autónomos que se han acogido a este régimen jurídico especial, pese a ser muchos los que se encuentran actualmente en dicha situación. Las razones de tal fracaso son; por una parte, que los trabajadores tienen miedo a solicitar de los empresarios su formalización ante la precaria situación laboral que vivimos y, por otra, que los empresarios desconfían de esta figura dado el escaso conocimiento que tienen de ella. Sirvan, pues, estas líneas, para constatar cómo el temor a lo desconocido puede llevar al empresario a situaciones de gran incertidumbre. De hecho, aquellos que a lo largo de los últimos años se hayan mantenido al margen de la realidad jurídica descrita y hayan contado –incluso sin saberlo–, con los servicios de TRADES no declarados, pueden llevarse una sorpresa si sus supuestos trabajadores autónomos deciden finalmente salir a la luz o reivindicar su condición ante la jurisdicción laboral. Para evitar estas situaciones, Dictum Abogados realiza un asesoramiento jurídico integral (mercantil, laboral y fiscal) que permite a las empresas sopesar de antemano los pros y los contras de los cambios legislativos que acontecen en los distintos ámbitos jurídicos y órdenes jurisdiccionales a los que se enfrentan en el día a día de su actividad empresarial. En los tiempos que corren, en los que en numerosas ocasiones el asesoramiento contractual está infravalorado, nuestra firma apuesta por el asesoramiento preventivo personalizado, basado en la confección y revisión de contratos detallados y adaptados a las necesidades de cada cliente, participando de manera activa en las negociaciones y en el posterior seguimiento de su ejecución. Todo ello teniendo presente que un contrato de calidad, y especialmente los de carácter laboral, evita en gran medida pleitos futuros y, sobre todo, minimiza los efectos adversos derivados de las situaciones conflictivas por incumplimientos venideros. Es importante contar con contratos elaborados por profesionales especializados, pues sólo así reportarán seguridad jurídica y ventajas competitivas respecto a los competidores. Y precisamente para la prestación de este servicio integral y de calidad, este despacho cuenta con un sólido equipo con amplia experiencia adquirida a lo largo de más de veinte años de ejercicio.