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QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 73, 76 Y 133 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS, SUSCRITA POR LOS DIPUTADOS JOSÉ JESÚS REYNA GARCÍA Y MAURICIO
ORTIZ PROAL, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI
Los suscritos, José Jesús Reyna García y Mauricio Ortiz Proal, diputados federales a la LX Legislatura del
Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; y 55, fracción II, 56, 62, 63 y 64 del Reglamento para el Gobierno Interior del
Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, se permiten poner a consideración de esta soberanía la
presente iniciativa con proyecto de decreto, por el que se reforma el artículo 133 constitucional, en materia de
jerarquía de los tratados internacionales, conforme a la siguiente
Exposición de Motivos
Actualmente existe la tendencia a otorgar un valor jerárquico importante a los tratados internacionales entre los
ordenamientos jurídicos nacionales y, sobre todo, a tratados de derechos humanos.
Incluso, algunos países han llegado a otorgar la misma jerarquía que la Constitución a tratados de derechos
humanos. Tal es el caso de la Constitución de la República Argentina, la cual otorga en el artículo 75 (atribuciones
del Congreso), párrafo 22, el mismo rango que la Constitución a diversos tratados internacionales. El artículo
expresa lo siguiente:
Artículo 75. Corresponde al Congreso:
…
22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones
internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a
las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos
Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes; y la Convención sobre los Derechos del Niño, en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse
complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el
Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán el
voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de jerarquía
constitucional.1
La doctrina distingue cuatro tipos de jerarquización de las normas internacionales: a) supranacional, por ejemplo,
la Constitución de Guatemala, en materia de derechos humanos, da jerarquía superior a dichos tratados por sobre la
Constitución misma; b) constitucional, por ejemplo, la Constitución de Argentina confiere a diversos tratados la
jerarquía constitucional, con el señalamiento de que dichos tratados no derogan artículo alguno de la primera parte
de su Constitución, etcétera; c) supralegal, por ejemplo, la Constitución de Costa Rica confiere superioridad
jerárquica a los tratados por sobre las leyes nacionales (pero debajo de la Constitución); y d) legal, como es el caso
de Estados Unidos, así como las Constituciones influidas por ella. Esta última implica que los tratados y las leyes
tienen la misma jerarquía frente al derecho interno.
La Constitución de Guatemala establece que "el principio general de que en materia de derechos humanos, los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala tienen preeminencia sobre el derecho interno"
(artículo 46).2
La Constitución de Costa Rica establece en el artículo 7o.: "Los tratados públicos, los convenios internacionales y
los concordatos, debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, tendrán desde su promulgación o desde el
día que ellos designen, autoridad superior a las leyes".3
La Constitución de Estados Unidos indica: "Esta Constitución, y las leyes de Estados Unidos que se expidan con
arreglo a ella, y todos los tratados celebrados o que se celebren bajo la autoridad de Estados Unidos serán la
suprema ley del país, y los jueces de cada Estado estarán obligados a observarlos, a pesar de cualquier cosa en
contrario que se encuentre en la Constitución o las leyes de cualquier Estado" (artículo seis, párrafo 2).4 La
interpretación que se ha hecho del artículo es que los tratados tienen el mismo rango que las leyes de Estados
Unidos.
Esta última interpretación primó en México hasta 1999, año en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
cambió su criterio: "Los tratados internacionales se encuentran en un segundo plano, inmediatamente debajo de la
ley fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta interpretación del artículo 133 constitucional
deriva de que estos compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y
comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad internacional; por ello se explica que el Constituyente
haya facultado al presidente de la República para suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de
Estado y, de la misma manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de las entidades federativas
y, por medio de su ratificación, obliga a sus autoridades".5
En 2007, la corte reafirmó esta tesis: "Los tratados internacionales se ubican jerárquicamente abajo de la
Constitución federal y por encima de las leyes generales, federales y locales, en la medida en que el Estado
mexicano al suscribirlos, de conformidad con lo dispuesto en la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados entre los Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales y, además,
atendiendo al principio fundamental de derecho internacional consuetudinario pacta sunt servanda, contrae
libremente obligaciones frente a la comunidad internacional que no pueden ser desconocidas invocando normas de
derecho interno y cuyo incumplimiento supone, por lo demás, una responsabilidad de carácter internacional".6
Es decir, la corte, al interpretar el artículo 133 constitucional, ha dado un valor jerárquico importante a los tratados
internacionales, lo cual reafirma la tendencia internacional que hemos anotado.
El iusinternacionalista Manuel Becerra ha expresado: "Lo más saludable sería reformar el artículo 133 de la
Constitución para terminar con interpretaciones tortuosas y establecer claramente los alcances de los tratados en el
orden jurídico interno. Si México está decidido a una internacionalización, no hay razón para no remozar, adecuar
dicho artículo 133 a las condiciones actuales del mundo. ¿Cuál debería ser la dirección de la reforma? En principio,
los tratados deberían ser aprobados por el Congreso; eso sería sano y fortalecería la democracia. Además, con eso
se daría pie a considerar que los tratados prevalecen frente a la legislación interna, después de la Constitución".7
Ese autor apunta a lo que podríamos llamar "refuerzo de la democracia". Es decir, si los tratados internacionales
son derecho vigente para todo el país y además tienen un rango superior a las leyes nacionales, saludable sería que
fueran aprobados por el Congreso en su conjunto.
Loreta Ortiz señala: "La jerarquía que debería corresponder a los tratados en la pirámide jurídica que establece
nuestro artículo 133 constitucional sería la ubicación de los tratados en materia de derechos humanos al mismo
nivel de la Constitución" y "los tratados sobre otras materias deberían ubicarse jerárquicamente en un estrato
inferior a la Constitución".8
En suma, esta iniciativa propone a) facultar al Congreso General para aprobar los tratados; b) dar a los tratados un
rango infraconstitucional y supralegal; y c) dar rango constitucional a los tratados que versen sobre derechos
humanos.
Por lo expuesto, nos permitimos someter a consideración de esta soberanía el siguiente proyecto de
Decreto por el que se reforma el artículo 73, mediante adición de una fracción; se reforma el artículo 76,
mediante derogación del segundo párrafo de la fracción I; y se adiciona un párrafo al artículo 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Artículo 73. El Congreso tiene facultad
I. a XXIX-N. …
XXX. Aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo federal
suscriba, así como su decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar
reservas y formular declaraciones interpretativas sobre ellos.
XXXI. Para expedir todas las leyes que sean necesarias, con objeto de hacer efectivas las facultades
anteriores, y todas las otras concedidas en esta Constitución a los Poderes de la Unión.
Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado
I. Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo federal con base en los informes anuales que el
presidente de la República y el secretario del despacho correspondiente rindan al Congreso.
Derogado
II. a XII. …
Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que
estén de acuerdo con ella, celebrados y que se celebren por el presidente de la República, con aprobación del
Senado, serán la ley suprema de toda la unión. Los jueces de cada estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes
y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los estados.
Los tratados tienen jerarquía superior a las leyes. Los tratados que versen sobre derechos humanos tendrán
el mismo rango que esta Constitución.
Transitorio
Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Notas
1. Véase http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal/documentos/constitucion_nacional.pdf [Consulta: marzo de 2009].
2. Véase http://www.oas.org/Juridico/MLA/sp/gtm/sp_gtm-int-text-const.pdf [Consulta: marzo de 2009].
3. Véase http://www.tramites.go.cr/manual/espanol/legislacion/ConstitucionPolitica.pdf [Consulta: marzo de 2009].
4. Véase, http://www.archives.gov/espanol/constitucion.html [Consulta: marzo de 2009]
5. SCJN, novena época, instancia: pleno, fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, X, noviembre de 1999, página 46, tesis
P. LXXVII/99, tesis aislada, "Tratados internacionales. Se ubican jerárquicamente por encima de las leyes federales y en un segundo
plano respecto de la Constitución federal", en
http://www2.scjn.gob.mx/ius2006/UnaTesislnkTmp.asp?nIus=192867&cPalPrm=TRATADOS,&cFrPrm= [Consulta: marzo de 2009].
6. SCJN, novena época, instancia: pleno, fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXV, abril de 2007, página 6, tesis P.
IX/2007, tesis aislada, "Tratados internacionales. Son parte integrante de la ley suprema de la unión y se ubican jerárquicamente por
encima de las leyes generales, federales y locales. Interpretación del artículo 133 constitucional", en
http://www2.scjn.gob.mx/ius2006/UnaTesislnkTmp.asp?nIus=172650&cPalPrm=TRATADOS,&cFrPrm= [Consulta: marzo de 2009].
7. Becerra Ramírez, Manuel. Derecho internacional público, McGrawHill, México, 1997, página 11.
8. Ortiz Ahlf, Loreta, Derecho internacional público, tercera edición, Oxford, México, 2004, página 74.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 31 de marzo de 2009.
Diputados: José Jesús Reyna García, Mauricio Ortiz Proal (rúbricas).
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