/Aldea Global/23A LUNES 15 DE NOVIEMBRE DEL 2010 AGENCIA ESPACIAL ANUNCIÓ NUEVO PROYECTO Sonda se ‘sumergirá’ en el Sol Nave tomará muestras solares y hará fotografías en tercera dimensión Equipos harán mediciones directas de campos eléctricos y magnéticos Primero, la NASA “bombardeó” la Luna en busca de agua congelada. Ahora, la agencia espacial dice que enviará una nave que se sumergirá dentro del Sol para tomar muestras de la estrella por primera vez. Los encargados de la sonda solar Plus de la NASA ya seleccionaron los experimentos científicos que viajarán en la aeronave. Programada para lanzamiento a más tardar en el 2018, la sonda solar Plus se “sumergirá” repetidas veces en la supercaliente atmósfera externa del Sol, llamada corona, acercándose hasta 6.500 millones de kilómetros de su superficie. “Promete ser de las misiones espaciales más atrevidas y peligrosas jamás intentadas”, dice Dave McComas, del Instituto de Investigación Southwest, en Texas, y uno de los principales investigadores. “Nuestra estrella es la fuerza dominante del sistema solar, con corrientes de partículas cargadas e impulsadas por el viento solar que crean el clima espacial que afecta nuestro planeta –todo tipo de cosas, desde auroras hasta trastornos de nuestras redes eléctricas e incluso satélites–”, precisa. Durante su misión de tres anos, la sonda solar Plus pasará por Venus antes de orbitar el Sol, desde donde bajará en picada hasta 24 veces a través de la corona. Escudo protector. La sonda pasará por primera vez frente al Sol dos meses después de su lanzamiento, a 24 millones de kilómetros de distancia. Durante los próximos años, las oscilaciones de Venus modificarán ligeramente su trayectoria, acercándose al Sol gradualmente durante cada órbita sucesiva. Para 2024, la trayectoria de la sonda estará ocho veces más cerca del Sol que la órbita de Mercurio. Volar tan cerca del Sol significa que la intrépida sonda realmente se calentará, por lo que la NASA la ha acondicionado con un escudo calorífico de compuesto de carbono. “Puede imaginárselo como un pedazo grande de metal similar a los azulejos de cerámica del vientre de las naves espaciales, utilizados para protegerlas del calor extremo experimentado al reingresar a la atmósfera de la Tierra”, precisa. El escudo de la sonda tendrá que soportar temperaturas superiores a los 1.400 °C, así como a explosiones de intensa radiación solar. En su punto más próximo, “el calor del Sol sobre el escudo supera más de 500 veces la intensidad que se sentiría en la órbita terrestre”, apunta. “Por tanto, para sobrevivir, el equipo debe esconderse a la sombra del escudo, donde el ambiente espacial es benigno”, señala. Toma de muestras solares. El muestreo del Sol debería ayudar a los científicos a resolver numerosos misterios sobre nuestra estrella más cercana. La misión “aborda los procesos más fundamentales que conectan nuestra estrella con el espacio que rodea nuestro planeta”, dice Thomas Zurbuchen, profesor de ciencias espaciales de la Universidad de Míchigan. Zurbuchen forma parte de la misión Orbitador solar, proyecto conjunto aprobado entre la Agencia Espacial Europea y NASA. El Orbitador solar estudiará el Sol desde una distancia entre las órbitas de Mercurio y Venus. “Nuestra estrella está activa y varía bajo muchas escalas de tiempo, y lo mismo pasa con nuestro ambiente espacial, con muchas consecuencias para nuestra vida aquí en la Tierra”, señala Zurbuchen. “Con una sonda exitosa (que toque el Sol), nos enteraremos de conexiones que hasta ahora han escapado a nuestro entendimiento”, asegura. Los científicos también desconocen qué procesos aceleran las partículas cargadas de la corona para crear el viento solar. En general, en lo que respecta al Sol, McComas subrayó: “Tenemos muchas observaciones remotas pero ninguna muestra local”. Los otros experimentos contarán y medirán las partículas más abundantes del viento solar, tomarán imágenes en 3-D de la corona y harán mediciones directas de campos eléctricos y magnéticos, emisiones de radio y ondas de impacto que cursan la atmósfera solar. La NASA ha presupuestado un total de $180 millones para el análisis de los experimentos, diseño, desarrollo y pruebas. “El primer vuelo de la humanidad para inspeccionar de cerca una estrella, es muy importante”, precisó Zurbuchen.