Responsabilidad objetiva por las infracciones de transporte José Manuel Pardo Vegezzi Director Técnico de ASTIC. . La responsabilidad en la LOTT anterior. 138.1. La responsabilidad administrativa por las infracciones de las normas reguladoras de los transportes terrestres y de sus actividades auxiliares y complementarias corresponderá: a) En las infracciones cometidas con ocasión de la realización de transportes o actividades sujetos a concesión o autorización administrativa, a la persona física o jurídica titular de la concesión o de la autorización.(…) 2. La responsabilidad administrativa se exigirá a las personas físicas o jurídicas a que se refiere el apartado 1, independientemente de que las acciones u omisiones de las que dicha responsabilidad derive hayan sido materialmente realizadas por ellas o por el personal de su empresa, sin perjuicio de que puedan deducir las acciones que a su juicio resulten procedentes contra las personas a las que sean materialmente imputables las infracciones. El sistema tenía tres dificultades importantes: Dejaba a las empresas inermes ante conductores que por su propia iniciativa incumplen la normativa para volver antes a casa o, incluso, con el objetivo de perjudicar a la empresa o forzar un despido. Nadie duda que estas situaciones no son frecuentes, pero su mera posibilidad distorsiona las relaciones laborales. La situación se agravó con el endurecimiento de las condiciones de honorabilidad, establecidos en el reglamento 1071/2009 Disminuye la eficacia de las sanciones, puesto que el que comete materialmente las infracciones no es el mismo que debe hacerse cargo de las multas. Desvincula al conductor del compromiso con el cumplimiento de la normativa. Este fue uno de los temas negociados en el acuerdo de 11 de junio de 2008 entre la Administración del Estado y el Departamento de transporte de mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carretera. En el punto 1.11 se comprometía la Administración a la revisión del régimen sancionatorio con miras a una posterior modificación de dicha ley y de la normativa comunitaria. A tal efecto se constituyó un grupo de trabajo entre el Ministerio de Fomento y los técnicos designados por el Comité Nacional, que se reunió de forma periódica durante dos años. El grupo de trabajo consiguió primero un acuerdo en materia de interpretación normativa de muchos artículos, pero respecto al asunto de la responsabilidad objetiva no se alcanzó un acuerdo. El CNTC adoptó la decisión de las tres listas: quería que algunas infracciones fueran responsabilidad de la empresa (por ejemplo, las de las inspecciones del tacógrafo) otras responsabilidad del conductor (por ejemplo las de cumplimentar incorrectamente los discos) y otras de responsabilidad compartida, salvo que alguna de las partes demostrara haber hecho lo posible para evitarlas. El Ministerio se negó en redondo. Consideró que la atribución directa de responsabilidad al conductor o condicionada a las pruebas de que se ha intentado evitar era inasumible. Pero, sí se alcanzó, a nivel de ese grupo técnico, y sin que luego fuera aprobado por el grupo de inspección del Ministerio de Fomento con las CCAA, una recomendación: El Grupo de Inspección, en la reunión celebrada el día 18 de noviembre de 2008, analiza el planteamiento formulado por el CNTC, y acepta trasladar a todos los órganos encargados de la tramitación de expedientes sancionadores, que examinen con todo detenimiento las alegaciones de inimputabilidad, que en cada caso concreto, hagan las empresas de transporte respecto a las infracciones anteriormente señaladas. En concreto, se tendrán en cuenta las instrucciones que se hubiesen dado a los conductores para no cometer este tipo de infracciones cuando ello quedase probado en el expediente, las medidas disciplinarias, o el despido en su caso, que el empresario hubiera tomado contra el conductor o conductores por estos motivos y aquellas otras circunstancias que en cada caso resultasen procedentes. El fundamento de esta recomendación: ROTT. Artículo 194.2. No se incurrirá en la responsabilidad prevista en este Reglamento cuando las acciones y omisiones se hayan producido como consecuencia de fuerza mayor, caso fortuito, o actuación determinante e insalvable de terceros, circunstancias cuya concurrencia, salvo que sea apreciada de oficio, deberá ser probada por quien las alegue. El resultado se consideró claramente insuficiente por el comité, lo que provocó que el acuerdo del grupo técnico, que aprobaba una reducción de sanciones del 30%, un incremento de los descuentos por pronto pago y una proporcionalidad de las agravantes por reincidencia quedara bloqueado. El acuerdo al final se firmó el 9 de febrero de 2011, cuando ya era inminente la reforma de la LOTT, que incluyó los resultados del grupo de trabajo y concretó la reducción de las sanciones, pero no resolvió el tema de la responsabilidad objetiva. El motivo del fracaso de esta reivindicación sectorial, a mi juicio, se debe a un defecto de principio: el Ministerio nunca iba a determinar que, por principio, las multas por las infracciones de transportes las tengan que pagar los trabajadores, porque complicaría mucho la recaudación, al no tener los trabajadores que realizar visados, pero sobre todo porque era políticamente inasumible. La Aprobación de la ley 18/2009 de 23 de noviembre por la que se modifica el texto articulado de la Ley de tráfico, Circulación de Vehículos a motor y Seguridad Vial ha añadido un nuevo supuesto en los que la imputación de la infracción puede atribuirse también a los conductores. A los excesos de conducción o faltas de descanso de los conductores superiores al 50% se suma la participación de los conductores o la colaboración necesaria en la colocación o puesta en funcionamiento de elementos que alteren el normal funcionamiento del uso del tacógrafo o del limitador de velocidad, castigándolos con pérdida de seis puntos, además de multa. La posición mantenida por ASTIC, en el grupo de trabajo y posteriormente en la reforma de la LOTT fue siempre escéptica con respecto a la posibilidad de sancionar a los conductores, e iba más bien en la dirección de aplicar el articulo 10 del Reglamento 561/2006: Reglamento CE/561/2006 .RESPONSABILIDAD DE LAS EMPRESAS DE TRANSPORTE. Artículo 10. (…) 2. Las empresas de transporte organizarán el trabajo de los conductores mencionados en el apartado 1 de tal manera que éstos puedan respetar las disposiciones del Reglamento (CEE) no 3821/85 del Consejo y del capítulo II del presente Reglamento. Las empresas de transporte darán al conductor las instrucciones adecuadas y realizarán además controles regulares para garantizar el cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento (CEE) no 3821/85 y en el capítulo II del presente Reglamento. (…) Sin perjuicio del derecho de los Estados miembros de asignar plena responsabilidad a las empresas de transporte, los Estados miembros pueden condicionar esta responsabilidad a la infracción cometida por la empresa de los apartados 1 y 2. Los Estados miembros podrán estudiar cualquier prueba que pueda demostrar que la empresa de transporte no puede considerarse razonablemente responsable de la infracción cometida. La reforma de la LOTT. Como es sabido, la reforma de la LOTT se realizó en dos asaltos: el primero desde que se presentó el primer Anteproyecto, en Mayo de 2011 hasta que el procedimiento, cuando ya estaba en el Congreso, decayó en el mes de septiembre, como consecuencia del anticipo de las elecciones generales. En esta primera etapa el sector no consiguió introducir el tema de la responsabilidad objetiva, en buena medida porque no formaba parte del acuerdo de 8 de febrero sobre la reforma del régimen sancionador, en cuya defensa el PSOE se mantuvo bastante firme. Sin embargo, cuando el partido popular se hizo cargo del proyecto, ya se vio que la receptividad a este asunto, siempre y cuando no se enfocara dese el punto de vista de sancionar al conductor, iba a ser mejor. En el Proyecto que se presentó al Congreso ya se introdujo un mecanismo para que en el caso de las infracciones a los tiempos de conducción y descanso si ha habido una indisciplina muy grave del conductor las infracciones no se castigaran. Pero exigían el despido del conductor, lo que lo hacía políticamente muy atacable. Era como hacer en esos casos el despido obligatorio, bajo pena de sanción. Al final, y gracias a gestiones última hora entre la Ministra y los Presidentes del Consejo de Transportes y el del CNTC y a un lobby conjunto entre ASTIC y CETM se alcanzó el actual texto del artículo 138.4 de la LOTT, que no es el que queríamos… 138.4. No obstante lo dispuesto en los puntos 1 y 2 de este artículo, las personas a que se hace referencia en ellos no responderán de las infracciones cometidas en relación con los tiempos de conducción y descanso de los conductores o con la manipulación, falseamiento, o uso indebido del tacógrafo, cuando acrediten que los hechos que las determinaron constituían una falta muy grave de indisciplina o desobediencia cometida por uno de sus conductores que dio lugar a que éste fuera objeto de una de las sanciones que las disposiciones legales o el convenio colectivo aplicable aparejan a esta clase de faltas, siempre que dicha sanción haya sido declarada procedente mediante sentencia firme o no haya sido objeto de reclamación judicial por parte del trabajador en el plazo previsto para ello. No se tendrá en cuenta esta exención cuando la sanción disciplinaria al conductor implicado no fuera más allá de la postergación o inhabilitación para ascensos en la empresa. Además se añadió una infracción una infracción muy grave, para evitar que la regla de exención de responsabilidad se utilice de forma abusiva : 140.11. El falseamiento de las condiciones que determinaron que una empresa se beneficiase de exención de responsabilidad contemplada en el artículo 138.4. La sanción aplicable es de 4001 a 6000 euros, Además procederá la inmovilización del vehículo si se detecta la infracción en carretera, y la pérdida de honorabilidad del gestor durante un plazo no superior a un año, salvo que el órgano competente acuerde lo contrario mediante resolución motivada por entender que resultaría desproporcionado. En todo caso si el infractor no cometió otra infracción muy grave en los 365 días anteriores. Podría parecer que este nuevo supuesto de pérdida de honorabilidad, que no está previsto en el Reglamento 1071/2009 es nulo por contrario al mismo, pero el Reglamento comunitario solo establece requisitos mínimos, que los Estados Miembros pueden ampliar. El sector (CETM+ASTIC), en última instancia, pidió que se ampliara también a infracciones graves, no solo a las muy graves y que pero no prosperó. Esta exención de responsabilidad puede ser complementada por la regla de inimputabilidad del 194.2 del ROTT, incluso con la recomendación realizada por el grupo técnico, en caso de que no se cumplan todos los requisitos del 138.4 LOTT, pero se entienda que existe una actuación determinante e insalvable de terceros (el conductor). Lo que se pretende no solo es evitar la injusticia de que la empresa sea sancionada sin ser culpable, y el conductor se vea impune cuando lo es, sino INTERNALIZAR EL CONTROL: El empresario deberá evitar instrucciones contrarias e instruir, comprobar y sancionar el cumplimiento de la normativa de tacógrafo y los tiempos de conducción y descanso. El conductor deberá negarse a las instrucciones contrarias, porque en caso contrario podrá ser sancionado por la empresa. Infracciones a las que se aplica. Según el artículo 138.4: Infracciones cometidas en relación con los tiempos de conducción y descanso. Infracciones cometidas en relación con las siguientes actuaciones con el tacógrafo: Manipulación. Falseamiento (de datos) Uso indebido. Como siempre hay supuestos claros, pero otros que no lo están tanto. Para intentar aclararlos se puede acudir a reglas de interpretación, pero aquí pueden jugar en direcciones contrapuestas: -La regla de que por ser excepciones a la regla de responsabilidad de la empresa, tenderá normalmente a restringir el ámbito de la exención. -La regla del derecho sancionatorio “in dubio pro reo” que tenderá a extender el ámbito de la exención. Están clara la aplicación a todas las infracciones a los tiempos de conducción y descanso. (140.37, 141.24, 142.17). Está clara la manipulación del tacógrafo (140.10). La duda es si por falseamiento o uso indebido se refiere solo a infracciones que específicamente utilizan esas menciones en su enunciado o si se refiere de forma más amplia a todas las infracciones que impliquen una falsedad en la consignación de datos o en el uso del tacógrafo en las que sea posible que el conductor haya intervenido de forma independiente. Es decir, todas menos la de carencia del tacógrafo o el llevarlo no homologado(140.20, pero no el no llevarlo funcionando). O, tal vez la carencia significativa de hojas o datos que existe la obligación de conservar en la empresa (140,21) pero siempre y cuando esta carencia no sea causada por el propio conductor. Incluso en la infracción por llevar el tacógrafo caducado puede haber actuado autónomamente el conductor. Al final, parece razonable ir aplicándola a todas las infracciones de tacógrafo, caso por caso, para determinar si el conductor ha podido actuar autónomamente. . Más dudoso puede ser la posibilidad de aplicación de esta regla de excepción a otros supuestos que sin ser de tiempos de conducción y descanso o tacógrafo, sí pueden estar relacionados con los mismos, entre ellos: Obstrucciones a la inspección.(140.12, 141.4), en caso de realizarse con respecto a controles en carretera y referidos a los tiempos de conducción y descanso. También pueden aplicarse a este supuesto el quebrantamiento de las órdenes de inmovilización. Falsificación de las condiciones de aplicación de la exención (140.11). Puede haber casos en que, por ejemplo, el conductor firme la conformidad de la sanción o no haberla recurrido, cuando en cambio sí lo ha hecho. La aplicación a otras infracciones no relacionadas, que debería ser analógica, como por ejemplo las de pesos y dimensiones, será mucho más difícil. Condiciones de aplicación. La LOTT condiciona la exención de responsabilidad de la empresa a que ésta justifique: 1) Que la conducta constituyó una infracción muy grave de indisciplina o desobediencia por parte del conductor. 2) Que dicha conducta ha dado lugar a la imposición de las sanciones previstas o en la legislación o el convenio colectivo aplicable. Excepto el caso en que la sanción se limite a la postergación ola inhabilitación para ascensos en la empresa. 3) Que el trabajador no haya recurrido la sanción, o en caso de recurso que la sanción hay sido declarada procedente por sentencia firme. 1- Indisciplina o desobediencia en el trabajo. La indisciplina supone una actitud de rebeldía consciente y querida por el trabajador contra las órdenes del empresario. Se refiere a una instrucción general. En el caso que nos ocupa podría ser una instrucción general pero expresa de cumplir en todo caso los tiempos de conducción y descanso. Siempre y cuando no haya existido tolerancia respecto al incumplimiento de esta instrucción, lo que se produciría si la empresa no vigilara el cumplimiento o no hubiera sancionado, con anterioridad, el incumplimiento. La desobediencia supone el incumplimiento de una orden concreta. En nuestro caso podría ser una orden de efectuar la parada una vez llegado el conductor al límite del tiempo de conducción, o una orden de no reemprender el viaje hasta determinada hora, una vez cumplido el descanso. Las órdenes deben darse por un medio que deje constancia. El segundo Acuerdo General para las Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera, que es el Convenio en el que el legislador estaba pensando, aclara un supuesto en que en todo caso el incumplimiento se calificará como falta muy grave, por lo tanto podría dar lugar a la aplicación de la exención. Art. 44. Faltas muy graves: (…) 3) La indisciplina o desobediencia en el trabajo. Se calificará en todo caso como falta muy grave cuando implique quebranto de la disciplina o de ella se derive perjuicio para la empresa o compañeros de trabajo. El mismo acuerdo, indirectamente, explica supuestos en que el incumplimiento no constituye una infracción muy grave sino una grave, por lo tanto no daría lugar a la aplicación de la exención. Art. 43 Son faltas graves: (…) 4) la indisciplina o desobediencia a las órdenes e instrucciones del empresario en cualquier materia de trabajo, incluido el control de asistencia, no dar cumplimiento a los trámites administrativos que sean presupuesto o consecuencia de la actividad que ha de desarrollar el trabajador. Por lo tanto, para aplicar la exención de responsabilidad es necesario que el incumplimiento no lo sea de un trámite administrativo consecuencia o presupuesto de la actividad del trabajador. Está pensando en el permiso de conducir o en el CAP. O a la tarjeta de conductor. No puede aplicarse a la Comisión de infracciones de transporte, que no constituyen trámites administrativos. Es, por otra parte, un incumplimiento que sí da lugar a infracción muy grave, y por lo tanto a la aplicación de la exención, aquel del que se deriven perjuicios para la empresa o los compañeros. Se produce una paradoja lógica curiosa: Si la actuación indisciplinada perjudica a la empresa (da lugar a una sanción), se aplica la regla de exención. Pero entonces, si se aplica la regla de exención, ya no perjudica a la empresa, por lo que ya no se aplicaría la regla de exención. Pero entonces sí perjudicaría a la empresa y daría lugar a la exención… y así hasta el infinito. La única salida consiste en considerar en que la comisión de una infracción, resulte o no exenta la conducta, y haya o no sanción, siempre constituye un perjuicio para la empresa. 2- Sancionada con la sanción prevista en el la legislación o convenio colectivo aplicable. La legislación no prevé una sanción para estas conductas, además de la de despido por lo que debe acudirse al convenio aplicable, en el caso del transporte de mercancías el II Acuerdo General, que prevé las siguientes sanciones: Art. 47.1: Por faltas muy graves: Suspensión de empleo y sueldo de 16 a 45 días. Inhabilitación definitiva para el ascenso. (excluido expresamente por el art. 138.4 de la LOTT) Despido. Por lo tanto se deberá aplicar una sanción de 16 a 45 días o de despido disciplinario. ¿Qué pasa para el transporte de viajeros? No existe un Acuerdo General, o “acuerdo marco” en el transporte de viajeros, por lo que habrá que estar a lo que determinen los convenios provinciales, que no siempre resuelven el tema. Por ejemplo en el Convenio de Transporte de viajeros de Madrid para las faltas muy graves prevé las siguientes sanciones: Traslado forzoso. Suspensión de empleo y sueldo de veintiuno a sesenta días. Inhabilitación definitiva para el ascenso. Despido. ¿Qué pasa si el convenio aplicable es el convenio de empresa? El convenio de empresa tiene prioridad en materia de salarios y en muchas otras, pero no en materia de infracciones y sanciones, si concurre con otro provincial, de Comunidad Autónoma o nacional. ¿Es necesario que la sanción sea ejecutada? El artículo 138.4 dice que la conducta debe haber dado lugar a la imposición de la sanción, no que la sanción sea ejecutada. Cosa que sería, además, difícil de comprobar. El artículo 6.4 del Código Civil establece: 4. Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir. Por lo tanto, aún siendo cierto que la ejecución de la sanción por parte del empresario no constituye un requisito necesario para la aplicación de la exención, entiendo que imponer sanciones sin la intención de ejecutarlas podría constituir un fraude de ley, y por lo tanto no dar lugar a la aplicación de exención. 3-Ausencia de recurso o declaración firme de procedencia de la sanción. Para la aplicación de la exención es necesario que el trabajador no la haya impugnado, en el plazo de 20 días previsto en la jurisdicción social, o que la jurisdicción determine de forma firme que la sanción ha sido procedente. La principal dificultad consiste en que son circunstancias, tanto la declaración de procedencia de la sanción (sobre todo), como la declaración de que la misma no ha sido impugnada por el trabajador, de las que el transportista no puede tener noticia en el plazo que se le otorga para hacer alegaciones a la sanción. El problema es que la reforma del artículo 138.4 de la LOTT ha condicionado la posibilitado la aplicación de una exención en el procedimiento sancionatorio de transportes al éxito de un procedimiento jurisdiccional de revisión del ejercicio de la potestad disciplinaria del empresario. Se plantean varios problemas, que la Administración de transportes deberá aclarar. Según nuestra información el asunto será tratado en el grupo de inspección que reúne a los responsable de inspección de la Administración Central y los de las CCAA, que ha tenido lugar el 29 de octubre. ¿La iniciación del procedimiento de sanción disciplinaria contra el trabajador debe ser anterior a la notificación de la incoación del procedimiento de transportes? A favor de que debe ser previo está la evitación de que el expediente interno no constituya sino un expediente para conseguir la evitación de la sanción de transportes y los tiempos verbales “constituían una falta muy grave (…) que dio lugar a que éste fuera objeto de una de las sanciones….” A favor de no exigir la preexistencia del procedimiento interno a la notificación está que el empresario, normalmente, y en especial en casos de indisciplina, no tiene conocimiento de la infracción del trabajador antes de la recepción de la notificación de la sanción, por lo que no pudo sancionarla con anterioridad. Además los tiempos verbales gramaticalmente pueden no referirse a circunstancias anteriores, sino a hechos que ya se han concluido. Lo que parece claro la suspensión del procedimiento sancionatorio en materia de transportes resulta obligada, en tanto no se resuelve el procedimiento judicial. Si el resultado, firme, fuera de declaración de procedencia de la sanción el empresario estará interesado en comunicarlo en el más breve plazo, para garantizar que el procedimiento sancionatorio queda sobreseído. Pero ¿Y si el resultado fuera la improcedencia de la sanción? El empresario estaría tentado de retener la información, para evitar la finalización de la suspensión del procedimiento sancionatorio. Para evitarlo en la comunicación de la suspensión del procedimiento la Administración deberá advertir que la no comunicación del resultado de la impugnación constituirá una infracción de obstrucción a la labor inspectora. Una propuesta. De acuerdo, por lo tanto, a nuestra interpretación, y a expensas de lo que decida la Administración, el procedimiento podría desarrollarse de la forma siguiente: El transportista recibe la notificación del inicio del procedimiento sancionador. En caso de que la Administración entienda que la notificación sea previa el transportista debe empezar por abrir el procedimiento sancionatorio contra el conductor. El transportista comunica al conductor la iniciación de un proceso disciplinario con una sanción de 16 días, o más, de suspensión de empleo y sueldo. El transportista informa a la Administración de la apertura de dicho procedimiento, se compromete a mantenerla informada y pide la suspensión del procedimiento sancionatorio. La Administración deberá suspender el procedimiento sancionatorio y requerir al transportista la información en pazo de 10 días de cualquier vicisitud respecto al mismo, con apercibimiento de sanción en caso de incumplimiento. Si el transportista no sanciona al trabajador deberá comunicarlo a la Administración para la reanudación del procedimiento sancionatorio. Si el transportista sanciona al trabajador pero el trabajador no recurre, el transportista informará para que la Administración declare el sobreseimiento del proceso sancionatorio. Si el trabajador recurre, el procedimiento quedará en suspenso en tanto no se resuelva de forma firme, informándose del resultado a la Administración para que determine, bien el sobreseimiento, bien la reanudación del procedimiento sancionatorio. ¿Cómo se aplicará a los transportistas extranjeros? Veremos que es lo que determinan la Administración y los Tribunales. Muchas gracias.