Memorización - (Carol Carter y Sarah Lyman Kravits)

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MEMORIZACIÓN
Tomado y adaptado de:
Carter, C. y Lyman Kravits, S. (1997).
Orientación vocacional. Cómo alcanzar tus metas.
México: Prentice-Hall.
Memorizar es la capacidad de conservar experiencias e informaciones del mundo
que nos rodea. Permite retener, recordar y repetir lo previamente aprendido.
La memoria es un proceso caracterizado por tres fases:
a) Adquisición o registro. Se percibe y
codifica las informaciones recibidas,
seleccionando
internamente
sólo
aquellas en las cuales se centra nuestra
atención. Esta etapa está muy
relacionada con factores emocionales
(intereses) en los cuales se puede influir
para mejorarla. Las estrategias que
sirven para mejorar la adquisición de
información son: la exploración (vistazo
general), la fragmentación (subrayado) y
la repetición (que puede ser en voz alta
o mentalmente).
b) Almacenamiento. No todo lo que se adquiere se conserva, algunas
informaciones se olvidan o sufren modificaciones. Las estrategias que sirven
para mejorar el almacenamiento son: las mnemotecnias (acrónimos, acrósticos,
rimas, muletillas, palabras clave, asociar lugares e ideas); las elaboraciones
(relaciones, imágenes, metáforas, aplicaciones, autopreguntas, parafraseado) y
la organización (secuencias lógicas temporales, mapas conceptuales,
diagramas).
c) Recuperación o recuerdo: En esta etapa las informaciones contenidas en la
memoria se recuperan para ser utilizadas. Las estrategias más útiles van a
depender de la técnica con que se almacenó la información. Así, tenemos
estrategias de búsqueda (de codificaciones e indicios) y de generación de
respuesta (libre asociación, ordenación, redacción, aplicación, etc.).
Existen dos tipos de memoria:
Memoria a corto plazo (MCP). Retiene datos por un breve período de tiempo. Si la
persona no adopta alguna estrategia asociativa para transferir los datos a la
memoria a largo plazo, éstos se pierden o modifican por las interferencias que puede
sufrir.
Memoria a largo plazo (MLP). Almacena la información por un tiempo ilimitado. Se
caracteriza por una capacidad casi infinita de conservar información. Para que la
información pase de la MCP a la MLP es necesario asociar la nueva información con
otros datos ya almacenados.
Debemos considerar que no existen solo estos tipos de memoria, sino diferentes
tipos de acuerdo al canal sensorial utilizado. Así, existe memoria visual, olfativa,
gustativa, espacial, auditiva y táctil.
Sin embargo, existiendo muchas memorias y teniendo todas las personas una cierta
capacidad de retener información, muchas veces ésta se “olvida”.
¿Por qué se produce el olvido?
a) Falta de estrategias de recuperación. El sujeto al momento de retener la
información no adopta ninguna estrategia asociativa para recuperarla
posteriormente; es decir, no fija su atención en algunos elementos de la
información que más tarde le permitirán evocar el contexto y la mayor cantidad
de los datos que requiera. Ejemplo: al evocar la fecha del Día de la
Independencia, se evocan también la bandera, el himno nacional, los desfiles,
los trajes y bailes típicos; ello se da porque la atención se fijó en estos datos
accesorios que facilitan el recuerdo.
b) Pérdida de vigencia de la información no utilizada. La información que no es
usada durante mucho tiempo, así como aquella que deja de ser relevante, no se
retiene en la memoria a corto plazo y es una de las formas más comunes de
olvido. Ejemplo: Se recuerda el número de teléfono del hospital mientras se tuvo
un familiar enfermo; luego, se olvida.
c) Interferencia. Surgen problemas de interferencia entre las informaciones
significativas que han sido recibidas simultáneamente o antes o después de
otras informaciones similares, dificultando su adquisición, evocación y
recuperación. Sentimientos, emociones y otros elementos, también dificultan el
recuerdo y entre ellos principalmente la ansiedad. Ejemplo: Cuando uno esta
ansioso en un examen le puede suceder que lo estudiado no lo recuerde.
Considerando estas causas del olvido, lo que se recomienda es el “repaso” como
estrategia fundamental para retener la información.
Frente a una situación de estudio se retiene un 80% de la información que se recibe
a través de la vista y el oído; el resto, se dispersa. Si esta información no es evocada
sistemáticamente, se olvida. A las ocho horas de haber estudiado, la retención es de
un 20% y corresponde a la idea general del tema.
Con un repaso sistemático a intervalos variables, que contemple revisiones al día
siguiente, a los tres días, a la semana, a los quince días y, finalmente, a los treinta
días, la información quedará almacenada en forma definitiva.
Estrategias para desarrollar la memoria
Procura dar significado, resaltando su importancia, al tema que vas a
estudiar.
Considera que el aprendizaje del tema que estás abordando tiene un
propósito, es decir, te va a servir de algo, ya sea en el momento o más
adelante.
Repite la lectura y trata de recordar lo leído, así internalizas los conceptos y
logras un buen aprendizaje.
Repasa asociando lo anteriormente aprendido con lo nuevo. Hazte
preguntas sobre el tema y respóndelas; luego, verifica las respuestas
Es necesario que alternes períodos de estudio y descanso, ya que ello
permite que tu nivel de atención y concentración se recupere.
Trata de reducir la cantidad de elementos a memorizar. La memoria a corto
plazo retiene siete unidades de información en promedio: una idea principal
e ideas complementarias.
Ordena la información y los temas que estudias, utilizando un sistema de
clasificación y codificación.
Cuando repases tus temas es mejor que lo hagas momentos antes de dormir
porque hay menos interferencias de otras actividades.
Ejercita la memoria, confiándole elementos a recordar.
Intenta escribir lo que quieras recordar. (Lo que se escribe se recuerda mejor
de lo que se lee. Lo que se ve se recuerda mejor que lo que se escucha.)
Memoriza durante dos minutos una serie, cúbrela y reprodúcela. Ejemplo:
A - 6 - C - 5 - E.
Ejercita la imaginación creadora, aceptando la libre asociación de ideas.
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