235-A-2014 CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS ONCE HORAS Y TREINTA Y DOS MINUTOS DEL DÍA DIECIOCHO DE FEBRERO DE DOS MIL QUINCE. Conocemos del recurso de apelación interpuesto en su carácter personal por la señora [...], mayor de edad, ama de casa, del domicilio de Ciudad Delgado, Departamento de San Salvador. Impugna la interlocutoria pronunciada por el JUEZ INTERINO DEL JUZGADO TERCERO DE PAZ DE DELGADO, Licenciado HÉCTOR NAPOLEÓN SORIANO BARRERA, en el PROCESO DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, promovido por la impetrante, en contra del señor [...], mayor de edad, comerciante, del domicilio de Delgado. Se admite el recurso por reunir los requisitos mínimos de admisibilidad. VISTOS LOS AUTOS Y CONSIDERANDO: I. A fs. 10/12 se encuentra la sentencia interlocutoria impugnada, que fue pronunciada en la audiencia preliminar de las once horas del día nueve de diciembre del año dos mil catorce; en cuyo fallo resolvió: “A) No se tienen por establecidos los hechos de Violencia Intrafamiliar FÍSICA, PATRIMONIAL y PSICOLÓGICOS, por los argumentos ya relacionados; B) Suspéndanse las presentes Diligencias, en vista de estar ya conociendo de los mismos hechos el Ministerio Público Fiscal; C) DECRÉTASE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN de manera precautoria a favor de los señores [...] y [...], reguladas en el artículo 7 literales a), b), c) y m) de la ley Contra la Violencia Intrafamiliar, consistentes en: 1) Se les ordena a los señores [...] y [...], abstenerse de hostigar, perseguir, intimidar, amenazar o realizar otras formas de maltrato en forma mutua o de cualquier otra persona del grupo familiar comparta o no la misma vivienda; 2) Se les ordena a los señores [...] y [...], abstenerse de realizar actos de hostigamiento, intimidación, provocación, amenaza u otros semejantes que puedan dar lugar o propicien violencia intrafamiliar; 3) Se les prohíbe a los señores [...] y [...], amenazarse en forma recíproca, tanto en el ámbito privado como en el público; j) Se les prohíbe el acceso al señor [...] al domicilio de la señora [...] ubicado en: [...], de esta ciudad; asimismo se le prohíbe el acceso a la señora [...], a la vivienda del señor [...], ubicada en: […], de esta ciudad; y, 4) Emítase orden Judicial de protección y auxilio policial, dirigido al señor Sub Comisionado de la Delegación de la Policía Nacional Civil, de esta ciudad, de la cual la denunciante y denunciado portaran fotocopias de esta orden para que puedan acudir a la autoridad más cercana en caso de amenaza de agresión fuera de su domicilio. Las medidas de protección antes dictadas tienen una vigencia de UN AÑO contados a partir de la presente fecha, venciendo el día nueve de diciembre del año Dos mil quince, sin perjuicio de ser modificado el plazo ya sea recordándolo o ampliándolo en caso de ser necesario” (Sic.) II. Inconforme con dicha interlocutoria se alzó la señora [...], interponiendo recurso de apelación que se agrega a fs. 14/15, fundamentando la inobservancia de los preceptos legales siguientes: Arts. 2 literales e), 7 a), b), j) L.C.V.I.; 4 literales a), b), f) de L.E.I.V. Argumentando en síntesis: Que no está de acuerdo con la resolución del A quo y las medidas decretadas, en vista que considera un perjuicio a sus intereses como mujer; y que también señala que por el hecho de ser mujer y víctima, tiene más leyes aplicables que la protegen en este caso en particular. Sigue mencionando, que el juzgador decidió ya no conocer del proceso, debido a que la impetrante puso similar denuncia ante la Fiscalía General de la República; de tal suerte que quedaron a salvo únicamente las medidas de protección que le asisten y el proceso iniciado quedó suspendido. Asevera que de los hechos relatados o planteados en la audiencia preliminar por el denunciado, son contrarios a los que la denunciante expresó y que por ende carecen de verdad; además arguye que merece un tratamiento especial por ser víctima del género femenino, ya que en cuanto a las medidas de protección, se fijó de igual forma para ambas partes, a lo que dice ser contradictorio a la ley. Termina pidiendo que las medidas de protección decretadas a favor del denunciado y en contra de ella, sean estas REVOCADAS; y que se fijen únicamente las relacionadas medidas a favor de la impetrante. A fs. 20/21, corre agregado el escrito de contestación del recurso efectuada por el señor [...], quien se muestra inconforme con lo que pide en el recurso la denunciante, y fundamenta su petición según el Art. 3 de la Constitución de la República, considerando y enfatizando en la igualdad de las personas que la carta magna establece. Además argumenta en síntesis: que de las demás leyes promulgadas estas no pueden contravenir la supremacía de la Constitución; que no hay inobservancias del A quo en la norma ya que dictó su fallo teniendo en cuenta que hubo violencia entre sí por ambas partes, ya que la impetrante acepto algunos hechos de violencia y como consecuencia se dictó las medidas para la protección de ambos cónyuges. Termina pidiendo concretamente que sean ratificadas las medidas decretadas. III. Antes de decidir sobre el fondo del recurso, se analizará si en la tramitación del proceso existen actuaciones que adolezcan de vicios u omisiones procesales que vulneren garantías a las partes o al debido proceso que dé lugar a declarar la nulidad de dichos actos procesales, por ser insubsanables en esta instancia. Art. 162 L.Pr.F. No obstante que en el libelo de apelación no se pidió la nulidad de lo actuado. Luego sólo en caso de no decretarse la nulidad, esta Cámara se pronunciará sobre los argumentos de la apelación; y decidir sobre si la resolución impugnada se modifica, revoca o si por el contrario es dable confirmarla. Del análisis de las actuaciones procesales en el sub lite advertimos, que en el auto admisorio de la denuncia, a fs. 6, el A quo omitió ordenar las medidas de protección pertinentes en este tipo de proceso, no obstante que en la misma resolución el juez admite la visibilidad de los golpes presentados por la denunciante, y ordena su respectivo reconocimiento médico, así las cosas en la audiencia preliminar la denunciante señora [...], además de ratificar los hechos denunciados, manifestó que sobre los mismos ya había interpuesto denuncia en la Fiscalía General de la República, en virtud de lo cual el A quo procede a suspender el proceso, justificando que dicha suspensión se da para evitar un doble juzgamiento y fundamentado su decisión en el Art. 25 Inc. 2 L.C.V.I. y procede a establecer medidas de protección en forma recíproca para ambas partes. fs. 10/12. Al efecto de la suspensión del proceso ordenada por el A quo, es de señalar que el Art. 25 Inc. 2 L.C.V.I. establece: “Si del dictamen recibido resultare que el hecho de violencia intrafamiliar constituye delito, el Juez o Jueza de Familia o de Paz continuará el procedimiento para el solo efecto de darle cumplimiento a las medidas impuestas y certificará lo conducente a la Fiscalía General de la República para que inicie el proceso correspondiente.” Del contenido de dicho artículo se evidencia que el juez podrá suspender el trámite del proceso de violencia intrafamiliar y conocerá solo de las medidas de protección requeridas al caso, siempre y cuando del resultado del dictamen pericial, se establezca que el hecho denunciado constituye delito, es decir que en el sub lite el juez debió de esperar los resultados del peritaje médico ordenado en la denunciante señora [...] y no ordenar erróneamente la suspensión del proceso con solo su dicho, (incluso de oficio pudo solicitar información a la autoridad fiscal), además advertimos que la resolución impugnada es contradictoria y violatoria a las reglas del debido proceso, ya que en ella se ordena suspender el proceso y a la vez se resuelve sobre el fondo de lo denunciado al establecer en su parte resolutiva (fs. 11 vuelto) literal A) “No se tienen por establecidos los hechos de Violencia Intrafamiliar FÍSICA, PATRIMONIAL y PSICOLÓGICOS…” (Sic.). Con lo que también se inobserva los contenidos del Art. 28 L.C.V.I. Es de señalar que si bien el denunciado en la referida audiencia preliminar ha aceptado haber efectuado hechos violentos contra su esposa, como el haberla empujado en dos ocasiones mientras discutían, arguyendo el denunciado que su esposa es agresiva; y relata ciertos hechos por los cuales él se considera que también es víctima de violencia de parte de la denunciante, no es suficiente para que el Juez haya dictado medidas a favor de ambas partes, ya que el resolver sin ningún tipo de prueba atenta contra los derechos constitucionales, no solo de la denunciante a quien sin más se le desestima su denuncia, lo que la coloca en situación de indefensión ante la eventualidad que los hechos denunciados sean ciertos; si no que también se atenta contra el denunciado quien no tiene oportunidad de defenderse. Por lo anterior insistimos que el Juez debió esperar las resultas del peritaje médico ordenado, (el cual no valorará esta Cámara en razón de haberse presentado posterior a la interposición del recurso que conocemos, fs. 18) para resolver o suspender el proceso o en su caso continuarlo, requiriendo a las partes ofertar las pruebas que harán valer en el proceso y aquellas que el juez considere procedente ordenar de oficio, así como los respectivos estudios sociales y evaluaciones psicológicas, estas últimas también advertimos no se han ordenado a la víctima, no obstante haberse denunciado hechos de violencia psicológica, violentándose con ello el Art. 24 L.C.V.I.. De lo que concluímos que se ha violentado en la tramitación del proceso los principios constitucionales que informan al debido proceso y los derechos constitucionales de las partes, entre ellos el de defensa y audiencia, lo que acarrea la nulidad de la audiencia preliminar celebrada en el proceso de conformidad a los establecido en el Art. 232 Literal C) C.Pr.C.M.. EN CUANTO A LAS MEDIDAS DECRETADAS: En lo que respecta a las medidas de protección que se han otorgado en forma reciprocas, las mismas quedan sin validez con la nulidad que en el fallo de esta sentencia declararemos de la audiencia preliminar, en la cual se decretaron, sin embargo es de tomar en consideración que las medidas de protección son un instrumento legal para salvaguardar los derechos y bienes de las personas, a fin de que éstos no sean vulnerados, en tanto no se dicte la sentencia, en especial la integridad física o psicológica de las mismas y con más razón cuando se trata de un proceso de violencia intrafamiliar, en este orden en el sub lite las medidas de protección tienen como finalidad principal el proteger a la víctima en su vida, integridad y dignidad (Art. 1 L.C.V.I.). En orden a lo antes señalado, el Art. 23 L.C.V.I. establece que el Juez de Familia o de Paz al conocer de una denuncia de violencia intrafamiliar deberá decretar inmediatamente las medidas de protección que se consideren procedentes si el caso lo requiere, lo que no ocurrió en la especie, no obstante que el Juez expresa a fs. 6 “que la denunciante presenta golpes visibles”, no ordenó medida de protección alguna, para protegerle en su integridad física y psicológica, a efecto de prever un posible daño posterior e irreparable en la humanidad de la denunciante. En orden a lo anterior esta Cámara se pronunciará en el fallo respectivo de esta sentencia, ordenando la medidas de protección pertinentes a efecto de garantizar la seguridad e integridad de la víctima, tomando en consideración que en el proceso de violencia intrafamiliar, las medidas de protección tienen como fin principal la protección a los miembros de la familia, cuya situación personal sea más débil y vulnerable ante aquellos o aquellas que se encuentren en una situación de mayor poder, afectando con sus decisiones y/o acciones la integridad física, psíquica, moral o sexual y económica de la persona humana, su dignidad y seguridad. En cuanto al plazo de vigencia de las medidas de protección, si bien la ley da cierta lasitud al juzgador para establecer el plazo de vigencia de las mismas, no significa que estén sometidas a la arbitrariedad del Juzgador, ya que en la determinación del plazo de su vigencia el juzgador ha de tomar en consideración las características de las medidas de protección, que son la provisionalidad, la discrecionalidad y la mutabilidad, por lo que las medidas no pueden tener permanencia en el tiempo, como se advierte en el sub lite en que el A quo ha establecido un plazo de vigencia de un año, lo que implica un plazo de vigencia que incluso excede sobre manera al tiempo que dura la tramitación del proceso de violencia intrafamiliar, lo que en el sub lite resulta ilógico, ya que con la resolución impugnada el Juez pretendió poner fin al proceso. Por lo que las medidas de protección tendrán vigencia durante la tramitación del proceso si no es que el Juez que se designe para tramitarlo considera procedente modificarlas, ampliarlas o cesarlas. Por las consideraciones expuestas y en aplicación de los Arts. 2, 4, 5, 7, 9, 17, 20, 21, 22, 23, 25 Inc. 2, 26, 28, 32 L.C.V.I.; 3 Literal b), 7 Literales f), i), 27, 37, 39, 58, 76, 162 L.Pr.F.; esta Cámara RESUELVE: I) Declárese la nulidad de la Audiencia Preliminar celebrada a las once horas del día nueve de diciembre del año dos mil catorce por el JUEZ INTERINO DEL JUZGADO TERCERO DE PAZ DE DELGADO, Licenciado HÉCTOR NAPOLEÓN SORIANO BARRERA y encontrándose en funciones el Juez Propietario del Tribunal mencionado, será éste quien deberá señalar fecha para la celebración de la Audiencia Preliminar y continuar con el trámite del proceso. II) DECRETASE MEDIDAS DE PROTECCIÓN de carácter preventiva a favor únicamente de la señora [...] y en contra del denunciado señor [...] señaladas en el Art. 7 Literales A), B), C), D) J) de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, descritas a continuación: A) Se le ordena al señor [...], abstenerse de hostigar, perseguir, intimidar, amenazar o realizar otras formas de maltrato en contra de la señora [...] o de cualquier otra persona del grupo familiar comparta o no la misma vivienda; B) Se le ordena al señor [...], abstenerse de realizar actos de hostigamiento, intimidación, provocación, amenaza u otros semejantes, que puedan dar lugar o propicien violencia intrafamiliar y las demás que señala la Ley Procesal de Familia; C) Se le prohíbe al señor [...], amenazar a la señora [...], tanto en el ámbito privado como en el ámbito público; D) Se le prohíbe el acceso al señor [...], al domicilio de la señora [...], ubicado en: […], de Delgado; J) Emítase por el Juzgado A quo Orden Judicial de protección y auxilio policial, dirigido a la Delegación de la Policía Nacional Civil, del domicilio de la denunciante, entregando a la señora [...], copia de dicha orden para efectos de que pueda acudir a la autoridad más cercana en caso de amenaza de agresión por parte del denunciado.- Las medidas de protección antes mencionadas tienen vigencia mientras dure el proceso de Violencia Intrafamiliar o en su caso hasta que el juez que tramita el proceso las modifique o haga cesar; oportunamente devuélvase el expediente con la certificación de esta sentencia. NOTIFÍQUESE.