VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 LA FERTILIZACIÓN ORGÁNICA EN EL CULTIVO ECOLÓGICO DEL ESPÁRRAGO A.M. Alonso y G.I. Guzmán Drs. Ingenieros Agrónomos. Centro de Investigación y Formación de Agricultura Ecológica y Desarrollo Rural. Apdo. 113, 18320, Santa Fe (Granada); Tlfo: 958513195; Fax: 958-513196; Correo-e: alonso@cifaed.es RESUMEN Uno de los cultivos más extendidos de la horticultura ecológica de la provincia de Granada es el espárrago. En éste se analiza durante dos años el efecto de la fertilización orgánica (estiércol de ovino compostado) en el rendimiento productivo (total y comercial) y económico (ingresos). El diseño experimental elegido son 4 tratamientos con 3 repeticiones en bloques al azar. Los distintos tratamientos suponen aplicaciones de 35, 25 y 15 t/ha de estiércol compostado, y un tratamiento testigo sin aplicación de esta enmienda orgánica. Los resultados muestran diferencias significativas entre las tres dosis de abonado y el testigo, tanto en el caso del rendimiento productivo como en el económico. Por ello, se recomienda la aplicación bienal de entre 15-20 toneladas por hectárea de este fertilizante, para paliar las deficiencias encontradas. Palabras clave: Agricultura Ecológica, Agricultura biológica, Abonado 1) Introducción En 2004, dada la importancia del espárrago en la horticultura ecológica de la provincia de Granada (Alonso y Guzmán, 2004a), se procedió a realizar un ensayo in situ, analizando el efecto de distintas aportaciones de fertilizante orgánico (estiércol de ovino compostado) con los objetivos de mejorar la eficiencia actual de la fertilización y generar información científica adaptada a las condiciones reales de producción. Para ello se escogió una de las explotaciones, en la que, a partir de las labores usualmente realizadas, se planteó el ensayo con distintas dosis de la citada enmienda orgánica. Teniendo en cuenta que el proceso de mineralización de la materia orgánica puede prolongarse durante tres años (Urbano y Moro, 1992), se estimó oportuno plantear el ensayo sobre las mismas parcelas durante dos años. Así pues, los resultados que se presentan en este texto corresponden a los años 2004 y 2005. 2) Metodología El ensayo se ha realizado en la finca “La Tinajilla”, situada en el término municipal de Pinos Puente (Granada) y cuyo propietario es D. José Cortés Cortés. El punto de partida lo constituye el ensayo realizado durante el año 2004 (Alonso y Guzmán, 2004b), en el que se parte de la fertilización llevada a cabo usualmente en este cultivo y que consistía en la aplicación de alrededor de 134 kg/ha de patenkali (30% de K2O y también con magnesio y azufre) y la siembra en calles alternas de haboncillo (haba forrajera), para aprovechar su fijación de nitrógeno y el aporte de materia orgánica que supone su incorporación al final de la recolección. En función de los datos aportados por varios autores (Maroto, 1989; González et al., 1993; Sánchez, 2003), se han establecido, para un rendimiento de 7.000 kg/ha, unas necesidades medias de macronutrientes de 165 kg/ha de nitrógeno, 53 kg/ha de P2O5 y 192 kg/ha de K2O. Teniendo en cuenta las prácticas realizadas, estas cantidades se verían reducidas en 40 kg/ha de K2O por el empleo de patenkali y en unos 45 kg/ha de 1 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 nitrógeno como estimación de la fijación atmosférica (ver explicación más adelante). Así, a partir de la analítica del estiércol compostado (mostrada en el siguiente apartado) a utilizar y considerando un periodo de mineralización de dos años (Urbano, 1992), se ha calculado el aporte mínimo para cubrir tales necesidades, resultando una cantidad de alrededor de 15.000 kg/ha. Por otro lado, Urbano y Moro (1992) estiman el humus generado por este tipo de enmienda orgánica en el 10%; dado que en este tipo de suelos de regadío calculan una cantidad de materia orgánica mineralizada anualmente de 1.950 kg/ha, se necesitarían aportar cada año alrededor de 20.000 kg/ha de ésta para mantener su nivel normal (sobre el 2%). Por todo ello, se ha planteado inicialmente el ensayo con los cuatro tratamientos que se muestran a continuación, con tres repeticiones en bloques al azar. A = 35.000 kg/ha de estiércol compostado+ 134 kg/ha de Patenkali B = 25.000 kg/ha de estiércol compostado+ 134 kg/ha de Patenkali C = 15.000 kg/ha de estiércol compostado + 134 kg/ha de Patenkali T = Testigo sin estiércol + 134 kg/ha de Patenkali Con respecto a las características del ensayo, decir que la parcela experimental del espárrago, situada en la zona central cultivada para evitar el “efecto borde”, consta de 5 líneas separadas 1,5 m entre sí, con una longitud de 4 m, estando las plantas separadas a una distancia de 30 centímetros. La toma de muestras se realiza sobre la parcela virtual interna (3 líneas) y se descartan las plantas que se encuentren en una franja de 40 centímetros (20 cm por cada parte) que marca la separación entre parcelas; ello hace que exista un máximo de 36 plantas por parcela. Los espárragos del ensayo se recolectan con la misma frecuencia que el resto. En cada toma de muestra se separan según su calibre comercial. Esta tipificación, que con los códigos empleados en el presente texto se expone a continuación, ha sido facilitada por la empresa Huertas Bajas CB que comercializa la mayor parte de la producción de espárrago ecológico de esta explotación. - R16: Calibre mayor de 16 mm de grosor y longitud de corte de 25 cm - R12: Calibre entre 12 y 16 mm de grosor, y longitud de corte de 25 cm - R10: Calibre entre 10 y menos de 12 mm de grosor, y longitud de corte de 22 cm - R8: Calibre entre 8 y menos de 10 mm de grosor, y longitud de corte de 22 cm Posteriormente se pesa el total y por tipos comerciales; todo ello por parcela. Dado que se trata de un ensayo en finca es necesario adaptar esa producción total al número de plantas existentes por parcela, homogeneizándola en función de la parcela que presente el mínimo de plantas de espárrago. Con los datos obtenidos se procede a evaluar los kilogramos totales y comerciales por tratamiento, mediante el análisis de la varianza. Del mismo modo, se realiza una evaluación del impacto económico (ingresos por venta según tratamientos de fertilización), teniendo en cuenta los precios medios de venta obtenidos por categoría comercial. Ambos casos hacen referencia a los resultados obtenidos en 2004 y 2005. Como se comentaba con anterioridad, se han efectuado análisis de suelo y estiércol. Con respecto al primero, se realizó inicialmente uno en enero de 2004, repitiendo el mismo a finales de mayo de 2005, para compararlos. En ambos casos, por cada tratamiento se han tomado 15 submuestras de un kilogramo de peso a una profundidad de 30 centímetros (5 por parcela básica), las cuales se han mezclado para obtener una muestra final de aproximadamente un kilo de peso; esta última se ha llevado para su análisis al Laboratorio Agroalimentario de la Junta de Andalucía, situado en Atarfe (Granada). Con respecto al análisis del estiércol compostado, se procedió, en enero de 2004, a coger 8 muestras de aproximadamente un kilogramo en todas las orientaciones y de una profundidad de unos 50 centímetros. Al igual que en el caso del suelo, esas tomas se mezclan en una única muestra del mismo peso, sobre la que se encarga el análisis a la empresa Scada SA Laboratorios de Granada. 2 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 3) Resultados del ensayo 3.1) El cultivo del espárrago De las 10,5 hectáreas que tiene la finca, 1,5 ha se encuentran ocupadas por espárrago ecológico sobre las que se realiza este ensayo. La plantación de “garras” se realizó en 1999, por lo que al inicio del ensayo (año 2004) contaba con 5 años. La variedad cultivada es UC-157 (híbrido F1), a una densidad de plantación de unas 22.222 plantas por hectárea (1,5 m entre líneas y 0,3 m entre plantas). 3.1.1) Año 2004 A finales de diciembre de 2003 se ha realizado la siega de las plantas de espárrago que han crecido durante el verano y otoño, mediante una desbrozadora de doble eje vertical con cuchilla “loca” (ancho de trabajo de 1,2 metros) enganchada al tractor. Posteriormente, se ha dado un pase entre calles con el subsolador para permitir la aireación del suelo y una cierta incorporación al mismo de los restos del corte. Con ello se consigue adicionar materia orgánica al suelo, sin perderla por quema, tal y como es habitual en el manejo convencional de este cultivo. Los beneficios resultantes son múltiples, dado el papel de ésta en los procesos químicos y en las propiedades físicas de los suelos, a saber: incrementa la capacidad de intercambio catiónico (y aniónico), regulariza los niveles de disponibilidad de nutrientes y agua, activa la edafogénesis (formación de suelo), contribuye a inactivar los plaguicidas, incrementa el poder tampón del suelo (capacidad para impedir cambios bruscos como una variación del pH), favorece la formación de agregados, mejora la infiltración de agua, contribuye a reducir las pérdidas de agua por evaporación, e intensifica la aireación del suelo (Fassbender y Bornemisza, 1987; Guzmán, 2000). A principio de enero se ha dado un pase lento de motocultor en calles alternas para preparar el terreno; seguidamente se ha dado otro pase rápido para afinarlo. Después se ha realizado la siembra en esas calles de haboncillo, a una dosis de 140 kg/ha, dando otro pase rápido a continuación para enterrarlas ligeramente. Las principales razones por las que este agricultor siembra esta leguminosa en calles alternas son la aportación de materia orgánica al final de la recolección, cuando siega esta especie junto al espárrago, y la fijación de nitrógeno atmosférico que realiza esta planta, reduciendo las necesidades del mismo. Así, algunos autores (Guerrero, 1987; Urbano, 1992) cifran esta fijación entre 80 y 150 kg de nitrógeno por hectárea en plantaciones regulares; si se tiene en cuenta que en este caso estaría ocupada aproximadamente un tercio del suelo, se tendría una fijación media teórica en torno a los 45 kg N/ha, cantidad que permite reducir sensiblemente las aportaciones de este elemento. Tras la siembra de haboncillo, se ha esparcido Patenkali, a razón de unos 134 kg/ha, procediendo, como en el caso anterior, a dar posteriormente un pase rápido de motocultor para enterrarlo, seguido de un pase de rastra. A finales de enero (el día 26) se han establecido las parcelas de ensayo, con las aplicaciones de estiércol compostado referidas en la metodología: 35, 25 y 15 toneladas por hectárea, más el testigo (sin estiércol). En cuanto a la climatología, es necesario destacar que las bajas temperaturas y los episodios de lluvia han determinado el comportamiento productivo del espárrago. En efecto, esta climatología adversa ha impedido el calentamiento temprano del suelo y, con éste, el periodo de crecimiento de los turiones. Así, se ha retrasado notablemente el inicio de la recolección hasta finales de marzo (la toma de muestras se inició el día 25), cuando en años normales puede comenzar a finales de febrero. Durante el periodo de recolección tampoco el clima ha sido benigno; muy al contrario, se ha caracterizado por periodos fríos y, sobre todo, por abundantes lluvias que han favorecido la proliferación de hierbas, dificultando su eliminación, tanto por medios mecánicos como manuales. En las parcelas del ensayo se han tenido que realizar 3 escardas manuales (días 6 y 21 de abril, y 7 de mayo). Con respecto a la adversidad 3 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 del clima destacan como ejemplos especialmente virulentos las heladas de los días 10 y 11 de abril, que llegaron a afectar incluso a los espárragos, y el periodo tardío de lluvia o frío comprendido entre los días 1 y 11 de mayo. El 18 de mayo ha sido el último día de recolección, pasando posteriormente la desbrozadora para cortar las plantas de haba. 3.1.2) Año 2005 Al igual que en el año anterior, a finales de diciembre de 2004 se ha realizado la siega de las plantas de espárrago con la desbrozadora, seguida de un pase de subsolador entre calles. A principios de enero de 2005 se ha dado un pase de fresadora para terminar de incorporar los restos y afinar el terreno. Las bajas temperaturas acaecidas durante los meses de febrero y marzo han impedido el calentamiento del suelo y, con éste, el crecimiento de los turiones. Es de destacar que incluso en el mes de marzo se han helado los pocos espárragos que habían brotado. Así, se ha retrasado notablemente el inicio de la recolección hasta principios de abril (la toma de muestras se inició el día 1). Durante el periodo de recolección el clima ha sido benigno en general, aunque ha tenido días fríos (8, 9, 10 y 16 de abril, y 2 y 5 de mayo). Sin embargo, la mayor parte del periodo ha sido caluroso, tendiendo a muy caluroso, por lo que el cultivo del espárrago ha requerido de riego de apoyo que se ha hecho efectivo en dos ocasiones: el 13 de abril y el 18 de mayo; estos riegos han durado alrededor de 6 horas de duración cada uno y el sistema utilizado ha sido la aspersión. Los días anteriores a estos dos riegos se han realizado sendas escardas en las parcelas de ensayo. Se ha estado recolectando espárrago hasta el 24 de mayo. 3.2) Análisis de suelo y estiércol Los resultados de los análisis de suelos realizados se exponen en la Tabla 1. Como es normal, el análisis realizado inicialmente (en 2004) muestra unas características de los suelos de los diferentes tratamientos prácticamente iguales, diferenciándose también muy poco en el segundo análisis, lo que es explicable al haber transcurrido poco tiempo (año y medio) entre ambos análisis. Tabla 1. Análisis de suelo de los tratamientos en 2004 y 2005 Año 2004 Nombre de la determinación Año 2005 A B C T A B C T 14,348 15,652 16,522 15,652 15,217 15,217 16,087 15,652 * * * * * * * * Magnesio de cambio (meq/100 g) 4,099 3,899 4,051 4,285 4,367 4,663 4,334 4,654 Sodio de cambio (meq/100 g) 0,069 0,057 0,078 0,078 0,104 0,096 0,113 0,1 Potasio de cambio (meq/100 g) 0,46 0,409 0,409 0,46 0,435 0,358 0,384 0,332 CIC (meq/100 g) Calcio de cambio (meq/100 g) Carbonatos (%) 47,8 51 47,4 33,1 46,9 49,5 45,8 47,4 Caliza activa (%) 12,45 12,7 12,5 11,25 12,65 12,8 12,75 12,65 5 5 5 7 11 8 6 6 Fósforo asimilable (Olsen) (ppm) Materia orgánica oxidable (%) 0,73 0,81 0,86 0,8 0,9 0,75 0,91 0,8 Nitrógeno total (%) 0,086 0,098 0,1 0,127 0,095 0,067 0,081 0,071 pH 1/2,5 7,7 7,8 7,8 7,9 8,4 8,5 8,5 8,7 pH en ClK 7,5 7,5 7,5 7,5 7,7 7,9 7,8 7,8 Potasio asimilable (ppm) 175 180 160 180 175 130 140 130 Arcilla (%) 25,7 23,85 26,3 25,8 23,5 24,6 24,25 27,25 Arena (%) 27,09 25,97 24,86 25,44 26,06 25,9 25,55 25,1 Limo (%) * Saturado 47,21 50,18 48,84 48,76 48,44 49,5 50,2 47,65 4 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 Se trata de un suelo de textura franca, ligeramente básico. En este sentido se nota un sensible incremento del pH en el segundo análisis, relacionado con el elevado carácter básico del compost utilizado (ver más adelante). Tiene un porcentaje de carbonatos y caliza activa muy alto y alto, respectivamente, lo que puede limitar la absorción de fósforo. Su Capacidad de Intercambio Catiónico es normal, con valores muy altos de calcio (saturado) y magnesio de cambio (que se incrementa ligeramente en el segundo año). Por el contrario, presenta valores bajos de sodio y potasio de cambio. Así, la baja relación K/Mg puede ocasionar carencia inducida de potasio, elemento cuya fracción asimilable existente en el suelo también presenta un valor bajo. Por otro lado, tanto el fósforo asimilable como la materia orgánica oxidable muestran unos valores muy bajos, debiéndose encontrar normalmente entre 17 y 24 ppm en el primer caso, y en torno al 2% en el segundo (Yanez, 1989). No obstante, en ambos parámetros se observa una ligera mejoría con respecto a las condiciones iniciales. Los desequilibrios, por tanto, que presenta este suelo pueden estar limitando considerablemente la productividad del cultivo ecológico del espárrago. Así, es necesaria la adición de materia orgánica para mejorar a medio plazo las características edafológicas existentes. Con respecto al estiércol de ovino compostado los resultados del análisis realizado en 2004 se muestran en la Tabla 2, donde se puede observar que la relación C/N es muy buena, similar a la obtenida por otros autores (Sánchez, 1998; Sánchez, 2000; Cegarra, 1998; Almirante y Montel, 1998; Guzmán, 2003) en procesos de compostaje de alperujo con diversas mezclas, por lo que es previsible que no se produzcan fenómenos de inmovilización del nitrógeno tras su incorporación al suelo. Tabla 2. Análisis de estiércol compostado CIC (meq/100 g) pH 1/5 Conductividad eléctrica (mcS/cm) Humedad (%) Materia orgánica (% s.m.s.) Nitrógeno total (% N) Potasio total (% K2O) Fósforo total (% P2O5) Calcio (% Ca) 310,55 9,35 9,79 34,33 80,71 1,74 2,09 1,07 3,21 Magnesio (% Mg) Sodio (% Na) Hierro (ppm Fe) Cobre (ppm Cu) Cinc (ppm Zn) Manganeso (ppm Mn) Boro (ppm B) Relación C/N 0,67 0,56 1734,09 30,05 182,94 179,11 7,29 17,71 La humedad es sensiblemente más baja que la contenida en este tipo de estiércol cuando se encuentra fresco (Urbano y Moro, 1992), y muy parecida a la obtenida en los trabajos anteriormente mencionados. El pH es excesivamente básico, lo que podría agravar los problemas relacionados con este indicador respecto al suelo, y la posible inmovilización de algunos nutrientes. Por ello, sería recomendable que, preferentemente en origen (donde se realiza el proceso de compostaje) aunque también en finca previamente a su esparcido, se añadiese algún acidificante, como sulfato de hierro, para corregir esta circunstancia. Los valores de todos los nutrientes son buenos, destacando el alto contenido en macronutrientes principales (nitrógeno, potasio y fósforo). De igual manera, el porcentaje de materia orgánica es muy alto (80,71% sobre materia seca), lo que convierte a este estiércol compostado en un material idóneo para mejorar las características del suelo. 3.3) Ensayo de fertilización En este apartado se analiza de forma separada la respuesta productiva y económica en los distintos tratamientos realizados. 5 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 3.3.1) Resultados productivos Los resultados del ensayo durante los dos años se exponen en la Tabla 3 y Tabla 4, donde se puede observar el número de plantas y los rendimientos en gramos por parcela comparativa, esto es, el rendimiento ajustado a una parcela que contiene el número de plantas más bajo resultante cada año: en 2004 es 18 y en 2005 es 17. En este sentido es de destacar el hecho de que en ninguno de los tratamientos el número de plantas alcance el máximo teórico de 36, sino que se encuentre en la mayor parte de los casos bastante por debajo de éste, presentando una mortandad importante de plantas. Ello parece indicar un manejo deficiente de la fertilización en los años anteriores, aspecto que afecta incluso a 2005, reduciéndose el número de plantas en algunas parcelas con respecto a 2004. Tabla 3. Número de plantas y rendimientos de la parcela comparativa por tratamientos en 2004 (g) Tratamiento Bloque A A A B B B C C C T T T 1 2 3 1 2 3 1 2 3 1 2 3 Rendimiento comercial Plantas (N) R16 R12 R10 R8 RCOM 18 322 452 342 863 1.979 19 392 734 515 561 2.203 21 496 649 509 417 2.072 21 520 539 353 542 1.954 21 335 677 467 440 1.919 19 266 780 521 609 2.176 22 619 848 337 457 2.261 23 306 838 591 461 2.196 21 202 834 458 547 2.041 29 222 665 330 398 1.614 22 87 625 236 286 1.234 24 79 723 327 234 1.363 Destrío Total 486 404 423 392 337 452 369 304 361 253 385 215 2.465 2.606 2.495 2.346 2.256 2.628 2.630 2.500 2.402 1.868 1.618 1.578 Tabla 4. Número de plantas y rendimientos de la parcela comparativa por tratamientos en 2005 (g) Tratamiento Bloque A A A B B B C C C T T T 1 2 3 1 2 3 1 2 3 1 2 3 Plantas (N) 17 17 20 21 19 18 22 23 20 29 22 24 R16 198 264 259 421 98 196 512 125 94 443 280 66 Rendimiento comercial R12 R10 R8 RCOM 618 691 1.023 2.530 521 843 959 2.587 444 833 779 2.315 839 546 959 2.765 533 737 1.196 2.564 1092 692 813 2.793 1291 530 962 3.294 1023 742 1.006 2.896 451 827 1.018 2.390 684 545 568 2.240 540 523 731 2.073 560 503 533 1.661 Destrío Total 735 831 715 792 587 1119 913 648 883 419 427 635 3.265 3.418 3.030 3.556 3.151 3.912 4.207 3.544 3.273 2.659 2.501 2.297 Una vez obtenidos tales resultados productivos se ha procedido a aplicar el análisis de la varianza a través del programa Statistix 1.0 for Windows. Como se puede observar en la Tabla 5, en ambos años existen diferencias significativas en los rendimientos total y comercial entre los tratamientos A, B y C, respecto al testigo (T), siendo los rendimientos mayores en los tres primeros. Esto es, el espárrago responde positivamente a la adición en el primer año de estiércol compostado en cantidades de 15, 25 y 35 T/ha, respecto al tratamiento testigo sin aporte de fertilizante orgánico. Y aunque existen diferencias medias entre los tratamientos A, B y C, éstas no son 6 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 significativas estadísticamente en ninguno de los dos años. Ello puede tener dos posibles explicaciones: bien que no existan suficientes nutrientes en el suelo en ninguno de los tres tratamientos, o bien que haya una incapacidad por parte de las plantas para asimilar todos los nutrientes existentes. La aplicación de estiércol compostado, la siembra de haboncillo y la adición de abono potásico se realizó en enero del 2004, mientras que el periodo principal de absorción de nutrientes por parte del espárrago transcurre entre junio y noviembre. Esos seis meses de diferencia suponen un tiempo suficiente para producirse la mineralización de parte de la materia orgánica contenida en el estiércol, que llegaría al 50% al final de ese año. Teniendo en cuenta que la dosis mínima (15 T/ha) está calculada para un rendimiento esperado de 7.000 kg/ha (que no se han alcanzado como se muestra más adelante), no parece sostenerse la posible explicación de que no existan suficientes nutrientes en el suelo a disposición de las plantas de este cultivo. Además, esta posible deficiencia debería manifestarse, especialmente en el segundo año, a través de rendimientos diferenciados entre tratamientos, circunstancia que tampoco ocurre. Tabla 5. Comparación de medias entre los años 2004 y 2005 del rendimiento total y comercial por tratamiento (g) Tratamientos A B C T Tipo RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM 2004* 2.522,0 a 2.084,7 a 2.410,0 a 2.016,3 a 2.510,7 a 2.166,0 a 1.688,0 b 1.403,7 b 2005* 3.237,8 a 2.477,5 a 3.539,8 a 2.707,1 a 3.674,7 a 2.860,1 a 2.485,3 b 1.991,6 b Diferencias** significativas Si Si Si Si Si No Si Si Incremento anual (%) 28,38 18,84 46,88 34,26 46,36 32,05 47,23 41,88 Test LSD (T) para un nivel de significación p < 0,05; * los números con letras diferentes presentan diferencias significativas en ese año; ** se refiere a diferencias significativas interanualmente La otra explicación, incapacidad para asimilar todos los nutrientes disponibles, requiere precisar una serie de condicionantes que pueden afectarla, entre los que cabe destacar: el estado inicial del suelo, el manejo del mismo y las condiciones dadas durante el periodo de recolección. Como se ha visto en el apartado anterior, el estado inicial del suelo presentaba deficiencias físico-químicas en muchos de sus parámetros, fruto de una falta de aportes de materia orgánica y fertilizantes desde el transplante de las garras, ocurrida 6 años atrás. Ello ha provocado un debilitamiento de las plantas e incluso la muerte de algunas (como se ha podido comprobar en el conteo de las plantas supervivientes). En estas condiciones, las plantas requieren de un periodo de recuperación para alcanzar su máximo potencial productivo, lo que parece que está ocurriendo; en efecto, se ha constatado un mayor rendimiento total y comercial entre las parcelas comparativas del mismo tratamiento en el año 2005 respecto al 2004. Si se exceptúa el rendimiento comercial del tratamiento C, en el que no han existido diferencias significativas entre ambos años, en el resto de los casos el incremento del rendimiento en 2005 ha oscilado entre cerca del 19% (comercial del tratamiento A) y más del 47% (total del tratamiento T) respecto a los rendimientos de 2004. Sin embargo, el crecimiento del rendimiento, tanto total como comercial, de la parcela testigo muestra la existencia de otros condicionantes, principalmente aquellos que se dan durante la recolección, que están influyendo en tal crecimiento temporal. Las diferencias que se han producido durante este periodo entre los dos años son la climatología y la siembra en calles alternas de haboncillo. En el primer caso, las 7 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 diferencias climatológicas han sido notables. En efecto, los primeros seis meses del año 2005 han sido más benignos, con temperaturas más cálidas, que los de 2004; de hecho, mientras que en este último se pudieron dar 26 días de corte, en 2005 se efectuaron 40 cortes. En el segundo caso, la siembra de haboncillo no se ha realizado en 2005, con lo que no ha tenido ocasión de producirse el posible efecto “sombra” sobre el suelo (retardando su calentamiento). Así, ambas circunstancias pueden haber influido también en el mayor rendimiento diferencial obtenido en 2005 respecto a 2004. Tabla 6. Rendimientos potenciales por hectárea en 2004 y 2005 (kg/ha) Tratamiento A B C T Tipo RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM RTOTAL RCOM Año 2004 3.113,5 2.573,7 2.975,3 2.489,2 3.099,6 2.674,0 2.083,9 1.732,9 Año 2005 4.232,4 3.238,5 4.627,1 3.538,7 4.803,5 3.738,7 3.248,7 2.603,4 Por otra parte, con los rendimientos medios (totales y comerciales) de cada tratamiento se han calculado los rendimientos potenciales que se obtendrían por hectárea. Para ello, se han extrapolado tales resultados medios a una hectárea de superficie, teniendo en cuenta que en una hectárea caben 22.222 plantas y que cada parcela comparativa incluye 18 y 17 plantas en 2004 y 2005, respectivamente. Dichos rendimientos potenciales se presentan en la Tabla 6, donde puede observarse que la mayor productividad, alrededor de 4.800 kg/ha, corresponde al rendimiento total del tratamiento C en 2005, cifra que aún se encuentra lejos de los 7.000 kg/ha, usuales en la zona, establecidos en el planteamiento del ensayo. Ello contribuye a explicar, como se comentaba con anterioridad, la no existencia de diferencias significativas entre los tratamientos A, B y C, al ser suficiente el mínimo aporte de los ensayados (tratamiento C) para cubrir las necesidades en función del rendimiento obtenido. Por todo ello, desde la perspectiva exclusiva de la fertilización, sería recomendable la adición de entre 15 y 20 toneladas de estiércol compostado (con características similares al aportado) cada dos años. Este abonado orgánico podría estar apoyado por el aporte adicional de unas 40 UF de K2O. Con respecto a la siembra en calles alternas de haboncillo, sería preferible sustituir esta especie por otra leguminosa de porte más rastrero (guisante forrajero, veza…), que interfiera en menor medida en el calentamiento del suelo, o bien hacer ensayos con especies que pudieran crecer con el espárrago, durante su desarrollo vegetativo posterior al cese de la recolección. 3.3.2) Resultados económicos Con respecto al análisis económico se han calculado los ingresos de cada tratamiento multiplicando la producción obtenida (reflejada anteriormente) por los precios medios percibidos en función del calibre. Estos precios han sido los siguientes: en 2004, de 2,58 €/kg para los calibres 8 a 12 mm, y de 2,36 €/kg para los calibres mayores de 12 mm; y en 2005, de 2,61 €/kg para los calibres 8 a 12 mm, y de 2,01 €/kg para los calibres mayores de 12 mm. Con estos ingresos se ha realizado un análisis de la varianza, obteniéndose diferencias significativas entre los tratamientos A, B y C, respecto al testigo, pero no entre los tres primeros tratamientos entre sí (ver Tabla 7), tanto en uno como en otro año. Así, el ingreso por venta en 2004 sería entre un 44% y un 54% mayor en tales tratamientos que en el testigo; oscilando entre menores valores (28-44%) en 2005. 8 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 Tabla 7. Comparación de medias del resultado económico por tratamiento (€) Año 2004 Año 2005 Tratamiento Media Tratamiento Media C 5,326 a C 6,765 a A 5,159 a B 6,429 a B 4,979 a A 6,005 a T 3,448 b T 4,683 b Test LSD (T) para un nivel de significación p < 0,05; los números con letras diferentes presentan diferencias significativas dentro del mismo año Si, al igual que en el caso anterior, extrapolamos los ingresos económicos por tratamiento en los años 2004 y 2005 a escala de superficie (hectárea), se tienen los resultados que se muestran en la Tabla 8. Tabla 8. Ingresos potenciales por hectárea en 2004 y 2005 (€/ha) Año 2004 Año 2005 Diferencia Diferencia Tratamiento Ingresos con testigo Tratamiento Ingresos con testigo C 6.576 2.318 C 8.844 2.722 A 6.370 2.112 B 8.405 2.283 B 6.147 1.889 A 7.850 1.728 T 4.258 T 6.122 Como se puede apreciar en la misma, la diferencia de ingresos con respecto al testigo oscila entre los 1.728 €/ha y los 2.722 €/ha (ambos en 2005). El coste del estiércol más su aplicación se encuentra en torno a los 0,05 €/kg, por lo que añadir 15 toneladas supone un coste de 750 €/ha. Si se tiene en cuenta que el aporte es bienal, se puede concluir que este coste es sobradamente compensado por el ingreso extra debido al incremento de rendimiento obtenido. 4) Conclusiones En líneas generales se ha podido constatar una deficiente fertilización en el manejo del cultivo ecológico del espárrago en esta finca. Esta deficiencia no es reciente como muestra el hecho de que sean muy bajos los contenidos de macronutrientes y, sobre todo, de materia orgánica en el suelo al inicio del ensayo en 2004. En efecto, el agricultor ha señalado la no aplicación de materia orgánica desde la plantación del espárrago (hace 6 años), lo que incide negativamente en las características estructurales y químicas del suelo, limitando la productividad. En este sentido es de resaltar que tanto el fósforo asimilable como la materia orgánica oxidable muestran unos valores muy bajos, aunque en ambos parámetros se observa una ligera mejoría en el último análisis con respecto a las condiciones iniciales. Los tratamientos ensayados durante los dos años consecutivos muestran diferencias significativas a partir de la adición de 15 toneladas por hectárea de estiércol de ovino compostado al inicio del primer año, no existiendo respuesta productiva ni económica en las dosis más elevadas; no obstante, sería necesario tenerlas en cuenta para mejorar la deficiente estructura del suelo. Además, se han podido constatar incrementos significativos de la productividad en el segundo año con respecto al primero, lo que permite deducir que aún no se ha alcanzado el máximo potencial productivo, al partir de unas malas condiciones iniciales de fertilidad del suelo. Este incremento productivo del segundo año permite hacer una reflexión adicional. Aparte de las lógicas diferencias climatológicas entre ambos años de ensayo, ha habido una diferencia notable entre el manejo del primer año y el del segundo que 9 VII Congreso SEAE, 18-23 de septiembre de 2006, Zaragoza Nº 4 puede haber influido también en dicho incremento productivo: en el primero se ha sembrado haboncillo en calles alternas, no así en el segundo. En este sentido, a los efectos benéficos de esta práctica (fijación simbiótica de nitrógeno y aporte de materia orgánica) habría que contraponer los posibles efectos negativos derivados de la competencia por el agua y el sombreado sobre la línea del espárrago. Si bien el primer efecto puede no ser importante dada la distinta zona de exploración de las raíces de ambos cultivos, se ha observado durante el primer año que el sombreado del haboncillo sobre el espárrago ha sido notable, principalmente a partir del mes de abril, dada la gran altura que alcanza esta leguminosa. Este sombreado puede impedir el calentamiento adecuado del suelo y, por tanto, reducir la capacidad de crecimiento del cultivo. Dadas las incertidumbres planteadas, es aconsejable iniciar líneas de investigación sobre los efectos positivos y negativos de la siembra entre calles de leguminosas, coincidiendo su periodo de crecimiento bien con la recolección del espárrago (con especies de porte bajo para minimizar sus posibles efectos adversos), o bien con el crecimiento vegetativo (a partir de la recolección) de esta especie. En definitiva, según los resultados obtenidos sería recomendable la adición bienal de materia orgánica (por ejemplo en forma de estiércol compostado), en dosis que ronden las 15-20 toneladas por hectárea (siempre que presenten características similares al ensayado). Ello permitirá la recuperación de la planta del espárrago (incrementando su rendimiento productivo y económico) y de la fertilidad natural del suelo. Con respecto a este último aspecto, no obstante, dado que las condiciones actuales del suelo son malas sería oportuno incrementar la frecuencia de aplicación, haciéndola anual, para mejorar más rápidamente sus deficiencias estructurales. Agradecimientos Los datos utilizados en el presente trabajo han sido obtenidos a partir del proyecto “Optimización de la productividad del tomate cherry y el espárrago ecológicos mediante la incorporación de variedades más adaptadas y la adecuación de la fertilización (Exp. 92041)”, financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa a través del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA). Bibliografía Almirante R., G.L Montel. 1998. Composting of oil extraction by-product: legislative, technological aspects and experimental results. En: Primeras Jornadas Mediterráneas de Olivar Ecológico, ECOLIVA’97. 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