Reg.: A y S t 245 p 411-416. En la ciudad de Rosario, a los veintisiete días del mes de agosto del año dos mil doce, se reunieron en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, doctores Roberto Héctor Falistocco, Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Netri y Eduardo Guillermo Spuler con la presidencia de la titular doctora María Angélica Gastaldi, a fin de dictar sentencia en los autos caratulados "ASTRADA, Mariano y otros contra PROVINCIA DE SANTA FE -Amparo- sobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. 164/10)" (Expte. C.S.J. N° 112, año 2012)". Se resolvió someter a decisión las siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿es admisible el recurso interpuesto? SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente? TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar? Asimismo, se emitieron los votos en el orden en que realizaron el estudio de la causa, o sea doctores: Falistocco, Netri, Gastaldi, Gutiérrez y Spuler. A la primera cuestión, el señor Ministro doctor Falistocco dijo: 1. Por resolución de fecha 14 de febrero de 2012, registrada en A. y S. T. 243, pág. 42, esta Corte admitió la queja deducida y, en consecuencia, concedió el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por los doctores Cullen y Mayoraz por derecho propio y en su caracter de apoderados de los actores contra la sentencia 59 del 11 de marzo del año 2011, dictada por la Sala Tercera de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario por entender que la postulación de la recurrente contaba "prima facie" con suficiente asidero en las constancias de la causa e importaba articular con seriedad planteos idóneos para franquear el acceso al remedio extraordinario. El nuevo examen de admisibilidad que impone el artículo 11 de la ley 7055, efectuado con los principales a la vista, me conduce a rectificar esa conclusión, conforme se expondrá seguidamente. 2. Se desprende de las constancias de autos que el Juez de primera instancia de conocimiento, por auto 1333 del 13 de mayo de 2008 (fs. 302/303) resolvió regular los honorarios del doctor Iván José María Cullen en la suma de $2.311 y del doctor Luis Emilio Ayuso en la suma de $2.311 por los trabajos realizados en los presentes autos en esa instancia. Contra dicho decisorio interpuso el doctor Cullen recursos de revocatoria y de apelación en subsidio, siendo rechazado el primero y concedido el segundo mediante auto 3931, del 5.12.2008. Al conocer en dicha apelación, a través de la resolución 59 del 11.03.2011 la Sala Tercera de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario rechazó el recurso interpuesto confirmando, en consecuencia, la fijación de estipendios allí realizada por el Inferior. Contra este último pronunciamiento la parte impugnante enderezó su recurso de inconstitucionalidad, tachándolo de arbitrario, como lesivo de derechos y garantías de rango constitucional. En su memorial introductorio, aseveró la impugnante que se configura en el "sub lite" un supuesto de arbitrariedad normativa desde que el Tribunal no había respetado al fallar la jerarquía normativa que establece la Constitución nacional al prescindir de la aplicación de la ley 24432 -modificatoria de los artículos 505 y 1627 del Código Civil- que debe prevalecer sobre la legislación arancelaria local. Se agravió, asimismo, del desconocimiento de jurisprudencia vinculante de la Corte local, nacional e Interamericana de Derechos Humanos, puntualmente, en lo atinente a la inconstitucionalidad del artículo 42 de la ley 12851 -introducida expresamente por su parte- que regula la aplicación retroactiva de sus disposiciones, incluso para calcular honorarios por trabajos realizados íntegramente antes de su vigencia. En tal sentido, destacó que el trabajo profesional había concluido en autos con la transacción presentada el 21.11.2007, esto es, mucho antes de la reforma arancelaria que introdujo la ley 12851. Por otra parte, puntualizó que el monto de la transacción impone un máximo infranqueable a la regulación de honorarios (art. 8, inc. m), ley 6767) de conformidad a consolidada jurisprudencia de la Corte nacional. Puso de resalto que el Tribunal tampoco se había expedido sobre la inconstitucionalidad del artículo 32 de la ley 12581, que colisiona con jurisprudencia del Alto Tribunal nacional en el sentido de descalificar cualquier mecanismo indexatorio; máxime cuando se dispone la aplicación de la tasa activa. Sostuvo la recurrente que la Sala cayó en autocontradicción porque consideró que no son exagerados sino prudentes los honorarios regulados el 13.05.2008 ($4.622) sin mencionar la aplicación al caso del "Jus" y de los intereses que su parte resolutiva deja firmes (a través de convalidar el auto complementario del 05.12.2008, y que implica que los estipendios asciendan a un total de $12.131; es decir, que triplican el monto aludido por la Sala y que significan, sólo en primera instancia, el 50% del monto de la transacción ($25.909,92). Resaltó que el importe -por entonces- ya cuadriplicaba sin justificativo el máximo del inciso 9 del artículo 12 de la ley 6767. Adujo, asimismo, que el A quo omitió pronunciarse sobre cuestiones planteadas, concretamente, sobre la inconstitucionalidad de los artículos 32 y 42 de la ley 12581, en la primera oportunidad procesal correspondiente; como tampoco respecto de la petición de regular el 80% de los honorarios por trámite reducido y sobre un monto global de tres mínimos. Por otra parte, alega que la Sala prescindió de la legislación aplicable y de las constancias de autos, puntualmente, de las leyes 25561 y 23928 optando por validar la ley arancelaria local que en su artículo 32 consagra una indexación prohibida expresamente por la ley federal y avanzando sobre las facultades que le competen a la Nación. También omitió -dijo- aplicar el Código Civil en cuanto a los efectos que produce el pago para cancelar obligaciones y los artículos 3, 4, y 12, inciso 9 de la ley 6767 a la hora de ponderar la labor de los letrados en el pleito e incluso antes de la demanda. Agregó la impugnante que en dicha causal de arbitrariedad cobra singular importancia la omisión en la que cae el A quo al no aplicar el artículo 246 del Código Procesal Civil y Comercial -que habilita la competencia de la Cámara para decidir los temas accesorios a la apelación concedida o intervenir en los hechos acontecidos con posterioridad a la decisión recurrida, hechos que surgen de una nueva norma jurídica (ley 12581) que no debió, por su parte, haberse aplicado al caso- y de tal suerte, se limita a rechazar la apelación contra el honorario fijado el 13.05.2008 sin decir una palabra respecto de la aplicación de la ley 12581 que en los hechos y hasta la fecha, triplica tales honorarios y afecta el monto de la transacción. Sostuvo también la recurrente que la Sala efectuó en afirmaciones dogmáticas al exponer las razones que lo hacen superar las escalas del artículo 12, ley 6767 (sin reforma), pues las que vertió soslayan que se trató de un amparo de trámite reducido y sin pruebas. Adujo además, que los Sentenciantes incurrieron en un excesivo rigor ritual al afirmar que debió haber apelado el punto 2 del auto 3931 sin tener en cuenta que en tal proceder deja firme la aplicación de la ley 12581 que ya ha sido declarada inconstitucional por la Corte provincial (art. 42) y se encuentra en tratamiento un recurso que versa sobre la constitucionalidad del artículo 32. Afirmó que, desde su tesitura, la Sala declinó el deber de efectuar el control de constitucionalidad de las normas a aplicar en la causa y resolvió sin fundamentos suficientes al razonar y fallar con sustento en la ley 6767 y concluyendo en la aplicación del "Jus" y de los intereses previstos en la ley 12581. 3. La presente impugnación no puede prosperar. En primer lugar, cabe destacar que, como regla, las cuestiones relativas a la regulación de honorarios e interpretación de las normas arancelarias son materia que escapan a la aplicación de la esfera del remedio extraordinario (Fallos: 230:321; 297:46; 302:253; 257:157; A. y S. T. 50, pág. 481; T. 100, pág. 34; T. 115, pág. 252; T. 116, pág. 208; entre otros). Con relación a ello debe recordarse que, de acuerdo a nutrida jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las cuestiones referentes a los honorarios regulados en las instancias ordinarias, a la determinación del interés comprometido en el juicio, y a las bases consideradas a tal fin, así como la interpretación y aplicación de las normas arancelarias, son ajenas al recurso extraordinario en virtud de su carácter fáctico y procesal (Fallos: 270:388; 283:22; 304:501; 308:881; 310:566; etc.). Asimismo, se ha dicho que la aplicación de la doctrina de la arbitrariedad es particularmente restringida en esta materia, teniendo en cuenta que las normas que rigen las regulaciones conceden amplio margen a la razonable discrecionalidad judicial (Fallos: 268:382; 294:459; 308:1837; entre otros). Y si bien tal regla encuentra excepción cuando la impugnación constitucional y la tacha de arbitrariedad logran demostrar que la decisión jurisdiccional incurre en un apartamiento inequívoco de la solución normativa prevista para el caso, o cuando la solución afecta el derecho a la justa retribución de los profesionales y los priva de derechos definitivamente incorporados a su patrimonio como consecuencia de las tareas realizadas, como así también cuando media una decisiva carencia de fundamentos (cfr. Fallos: 294:459; 297:287), la recurrente no logra demostrar que en el "sub judice" concurra alguno de dichos extremos. Por el contrario, la consideración de los antecedentes del caso me conducen a sostener que las hipótesis de arbitrariedad articuladas -que en oportunidad de admitir la queja parecían mostrarse contundentes- pierden andamiaje y hacen que, luego de confrontar las constancias del expediente se evidencien carentes de idoneidad para lograr la descalificación de lo resuelto por la Sala a la hora de rechazar el recurso de apelación deducido contra la regulación efectuada por el Juez de primera instancia, traduciendo tan sólo la discrepancia de la impugnante con la interpretación efectuada por los Jueces de la causa en relación a la normativa arancelaria aplicable, sin que qe pueda afirmar válidamente que los Sentenciantes en tal tarea hayan incurrido en alguno de los vicios endilgados. En efecto, la Sala confirmó la regulación de honorarios efectuada por el Inferior luego de dejar en claro, ante todo, que sólo se encontraba habilitada a tratar la apelación interpuesta por el doctor Cullen contra el auto regulatorio 1333/08 pues sólo se había concedido el remedio interpuesto contra el mismo. Sentado ello, recordó que "...como pauta básica para una regulación de honorarios el principio de razonabilidad, que determina que una regulación debe proteger el trabajo profesional y asegurar a los auxiliares de justicia condiciones dignas y justas en el ejercicio de sus funciones..." y que la interepretación de las normas aplicables al caso no deben producir una regulación irrazonable (f. 453). Asimismo, añadió que a pesar de que "...la multiplicación efectuada que estableció la cantidad de actores por el mínimo legal" realizada por Juez de grado no resulta atendible; lo cierto es que estimó que "...siendo entonces la cuestión de neto corte subjetivo, debe el juez valorar la eficiencia, eficacia y capacidad de la labor desarrollada, apartándose de la matemática impuesta en la escala. Para dar una respuesta a estos supuestos la ley incorpora pautas genéricas que posibilitan la determinación de la retribución y que refieren a la apreciación hecha por el profesional, el éxito obtenido, la calidad y extensión de la labor desarrollada, la posición económica del interesado y la trascendencia que para el mismo revista la cuestión..." para concluir que "en el presente, no puede desconocerse el trabajo realizado por los accionantes, las proyecciones del caso, la actividad desarrollada en el transcurso del tiempo, máxime cuando se dictó sentencia de segunda instancia e incluso se interpuso un recurso de inconstitucionalidad que fuera denegado..." (f. 455v.). Tales conclusiones permiten afirmar que la postulación recursiva tan sólo pone de manifiesto el intento de la recurrente por imponer su particular enfoque sobre la cuestión, propugnando la reducción de los estipendios, pero sin aportar elementos o razones valederas y convincentes para persuadir a este Cuerpo del vicio de arbitrariedad que invoca. Atento lo expuesto, acorde con reiterado criterio del más Alto Tribunal nacional y local reseñado -en punto a que, por regla, las cuestiones relativas a la regulación de honorarios resultan ajenas a la revisión de la vía extraordinaria- no ostentan entidad constitucional ninguna de las quejas vertidas por la impugnante tendentes a descalificar el monto regulado. Es que, más allá de las argumentaciones que pudieran hacerse respecto a la aplicabilidad de la ley 24432 en el ámbito provincial -cuestión sobre la que, por lo demás, se ha expedido este Tribunal en vgr. "Brambilla", A. y. S. T. 157, pág. 59; C.S.J.N. fallo del 19.05.09-, lo cierto es que, tal como este Cuerpo lo tiene dicho y partiendo de la base que las razones expuestas por la Sala no se presentan como irrazonables o carentes de logicidad en función de las disposiciones aplicables, el remedio no puede resultar admisible; máxime cuando como ya se señalara, a la hora de ponderar los emolumentos profesionales, primó en los Juzgadores el respeto a pautas de razonabilidad. Por otra parte -y teniendo en cuenta el énfasis puesto por la recurrente y las implicancias que, alega, puedan generarse en el pleito a partir del "auto complementario del 5.12.08"- estimo que no resulta ocioso aclarar que las críticas que achacan a la Sala no haberse expedido sobre la aplicación la ley 12581 y su inconstitucionalidad (arts. 32 y 42) pierden decisividad atento lo resuelto por esta Corte en "Ferrando" (A. y S. T. 235, pág. 242), toda vez que las labores realizadas por los letrados, e incluso su cuantificación se efectuaron bajo la vigencia de la ley 6767, sin las modificaciones introducidas por la ley 12581; con lo cual, trasladadas las pautas de dicho precedente al "sub lite", se enerva cualquier pretensión de aplicar el auto complementario, pues proponer lo contrario implicaría arremeter contra la doctrina constitucional emanada de esta Corte en el referido precedente. En consecuencia: teniendo presente que habrá de juzgarse, en cada caso, si la sentencia impugnada satisface el derecho mínimo a la jurisdicción (art. 1, inciso 3, ley 7055) y ostenta motivación suficiente (art. 95 C.P.) la descalificación constitucional sobrevendrá, en definitiva, ante una respuesta jurídica que no exhiba un criterio de razonalibilidad frente a la ponderación de la realidad económica y sólo se soporte en un arbitraria discrecionalidad judicial y luego de las consideraciones vertidas "supra" no puede afirmarse que esas circunstancias se verifiquen en autos. En suma, la postulación recursiva -tal como ha sido presentada- no traspasa el límite de la disconformidad con lo resuelto por los Juzgadores, en ejercicio de funciones propias, sobre la interpretación y aplicación de normas arancelarias, aspectos propios de las instancias ordinarias y por ello excluidos de este control al no haberse demostrado que esa hermenéutica resulte ilógica o irrazonable. Voto pues, por la negativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri, la señora Presidenta doctora Gastaldi y los señores Ministros doctores Gutiérrez y Spuler, expresaron idénticos fundamentos a los vertidos por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. A la segunda cuestión el señor Ministro doctor Falistocco dijo: Atento el resultado obtenido al tratar la cuestión anterior, no corresponde pronunciarse sobre ésta. Así voto. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri, la señora Presidenta doctora Gastaldi y los señores Ministros doctores Gutiérrez y Spuler, expresaron idénticos fundamentos a los vertidos por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. A la tercera cuestión, el señor Ministro doctor Falistocco dijo: Atento el resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores, corresponde declarar inadmisible el recurso interpuesto, con costas a la vencida (art. 12, ley 7055). Así voto. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri, la señora Presidenta doctora Gastaldi y los señores Ministros doctores Gutiérrez y Spuler, dijeron que la resolución que correspondía dictar era la propuesta por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. Por tanto, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: Declarar inadmisible el recurso interpuesto, con costas a la vencida. Registrarlo y hacerlo saber. Con lo que concluyó el acto, firmando la señora Presidenta y los señores Ministros por ante mí doy fe. Fdo.: GASTALDI-FALISTOCCO-GUTIÉRREZ-NETRI-SPULERFernández Riestra (Secretaria)