La nutricion y su influencia

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LA NUTRICIÓN Y SU INFLUENCIA
SOBRE EL COMPORTAMIENTO
REPRODUCTIVO Y LA CALIDAD
DE LECHE EN BOVINOS
CARTILLA TÉCNICA
ANGÉLICA JIMÉNEZ GARCÍA
D.M.V. M.Sc.
LUIS FERNANDO QUEVEDO MARTÍNEZ
Convenio 0086 SENA - SAC de 2011
D.M.V. Esp. M.Sc.
Convenio 0086 SENA - SAC de 2011
Tema de capacitación para pequeños y medianos
productores de leche
JORGE HERNÁN URIBE C.
Gerente General ANALAC
ANGÉLICA JIMÉNEZ GARCÍA
D.M.V. M.Sc.
LUIS FERNANDO QUEVEDO MARTÍNEZ
D.M.V. Esp. M.Sc.
Asociación Nacional de Productores de Leche
ANALAC
Bogotá DC, 2011
© Asociación Nacional de Productores de Leche, ANALAC
Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC
Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA
ISBN en trámite
Tiraje: 800 ejemplares
Primera edición: agosto de 2011
Producción editorial
Teléfono 422 7356 Bogotá DC, Colombia
www.produmedios.org
Diseño y diagramación: jalexa
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
3
CONTENIDO
PRESENTACIÓN............................................................................................................................................................ 5
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................................ 7
PRÓLOGO......................................................................................................................................................................... 9
SISTEMA DIGESTIVO DEL BOVINO................................................................................................................ 11
NUTRIENTES................................................................................................................................................................ 23
CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS.................................................................................................................. 31
BALANCEAR UNA RACIÓN............................................................................................................................... 36
NUTRIENTES QUE AFECTAN LA REPRODUCCIÓN............................................................................. 40
ANEXOS.......................................................................................................................................................................... 48
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................................................ 55
5
PRESENTACIÓN
L
a Asociación Nacional de Productores
de Leche –ANALAC–, en la ejecución del
Convenio 0086 SENA - SAC 2011, diseñó
la presente cartilla como una herramienta para que los ganaderos productores de
leche apliquen conceptos y estrategias de
nutrición buscando mejorar sus indicadores
productivos, reproductivos y de calidad de
leche, además de potenciar la sostenibilidad
y crecimiento de sus empresas lecheras; así,
mediante la capacitación del personal operativo con técnicas y metodologías innovadoras de nutrición, se pretende mejorar el
desempeño del sector lechero y promover
aumentos en su competitividad.
Esta cartilla contiene las nociones y los
conceptos de nutrición aplicados a la ganadería de leche junto con otros temas de
gran relevancia que se desarrollan dentro
del Convenio, entre ellos los de manejo del
agua y formulación de proyectos, que ayudan al mejoramiento continuo de este amplio y diverso sector pecuario. Todo esto se
espera redunde en una mayor y mejor oferta
de leche, disminución de la estacionalidad
y crecimiento del hato lechero, con el fin
último de posicionar los productos lácteos
como piezas fundamentales en la alimentación de la población colombiana.
ANALAC agradece a los autores y en especial al SENA su decidido apoyo a esta campaña de capacitación, que tiene como meta
la participación de 750 pequeños y medianos ganaderos de leche en todo el país.
JORGE HERNÁN URIBE C.
Gerente General
ANALAC
7
INTRODUCCIÓN
E
l costo más alto asociado con la producción animal se refiere a la alimentación.
Para lograr una eficiente utilización de los
alimentos se requiere conocer cada una de
las fases de producción, el funcionamiento
del sistema digestivo, la fermentación en
el rumen, los procesos digestivos y de absorción, el metabolismo de los nutrientes y
su distribución en el cuerpo (Saviano, C. y
Vallejo, J. 2002).
Es posible mejorar la alimentación de los
animales rumiantes como los bovinos productores de leche, mediante la utilización de
pastos y forrajes, estimulando así mismo el
uso adecuado de residuos de cosechas como
arroz, yuca, fríjol y maíz que generalmente se
desperdician en las fincas, o utilizando otras
fuentes forrajeras, como los arbustos forrajeros y otras leguminosas que son alimentos
ricos en nutrientes y permiten colaborar en
la conservación de los ecosistemas.
El uso de forrajes es la principal fuente de
alimento de los rumiantes y especialmente
de los bovinos. Este es el alimento más voluminoso, pero no siempre cumple con los
requerimientos nutritivos y se puede completar con el uso de subproductos vegetales
provenientes de la agroindustria, entre ellos
el salvado de arroz o semilla de algodón
que les ayudan a los animales a expresar
su potencial productivo (cantidad y calidad
de leche) y reproductivo a un costo que genere utilidades al productor.
Por esto es importante conocer tanto el
funcionamiento del aparato digestivo de
los bovinos como sus requerimientos nutricionales y así poder alimentarlos adecuadamente, además de conocer las diferentes
alternativas de alimentación, combinadas
con los pastos y forrajes (Gómez, M. 2008).
8
En los últimos años se ha visto un crecimiento de la producción por vaca y año debido a las
mejoras conseguidas en la formulación de las raciones, en el manejo de la alimentación y
en la calidad genética de los hatos. Por desgracia, estos avances se han visto parcialmente
opacados por un descenso en los parámetros reproductivos.
Dejando a un lado los problemas propiamente reproductivos y ambientales (patologías
asociadas, tasa de detección de celos, capacidad del inseminador y calidad del semen
usado, estrés por calor, etc.) (Martínez Marín, 1999), con este trabajo se pretente brindar
herramientas al pequeño y mediano productor para mejorar la producción y la reproducción
de los hatos lecheros.
9
PRÓLOGO
C
onviene que los productores de leche,
especialmente los medianos, pequeños
y micro productores (en Colombia el 48%
de los ganaderos tiene menos de 10 animales por predio y el 82% alberga menos
de 50 animales; Pega 2019 – Fedegán), den
importancia al “por qué” de los sucesos fisiológicos ligados a la producción de leche
y reproducción, e incorporen y pongan en
práctica las recomendaciones con el fin de
mejorar los indicadores reproductivos y de
producción de sus explotaciones y así mismo los ingresos y flujos de caja, haciéndolos más competitivos en el mercado.
Muchos productores de leche se encuentran
deseosos de obtener conocimientos que al
aplicarlos les permitan implementar y mejorar la calidad de la leche dentro de una planeación estratégica de sus agronegocios,
afrontando así los cambios de mercado y
ajustándose a los nuevos requerimientos
en términos de calidad composicional de la
leche mediante la modificación de las raciones, los sistemas de cruzamiento animal y
el manejo del bienestar animal.
Teniendo en cuenta la disponibilidad de
subproductos de la agroindustria en las diferentes regiones del país, es prioritario ofrecer
bases y conocimiento para la utilización y aplicabilidad de estos recursos en la producción
lechera, los cuales –dentro de esta estructura productiva– se convierten en una ventaja
comparativa y competitiva que pueden aprovechar los productores para obtener mayores
ingresos y sostenibilidad en el tiempo.
La visión empresarial, innovadora y de gestión de la empresa ganadera es de fundamental importancia, ya que al proporcionar
a los productores estas iniciativas aspiramos
cambiar la perspectiva tradicionalista y cultural del negocio, y así concebir a la ganadería
como una empresa sólida, grande, próspera,
competitiva, sostenible y con responsabilidad
social al igual que medio ambiental.
11
SISTEMA DIGESTIVO
DEL BOVINO
L
os componentes principales del sistema
digestivo de los bovinos son: la boca, el
esófago, los llamados “preestómagos” (retículo, rumen y omaso), el abomaso, intestino
delgado, ciego, intestino grueso y recto. Es
importante recordar que los bovinos son
animales rumiantes, cuya principal fuente
de alimentación son los forrajes y las hierbas que procesan en el complejo “preestómagos” para obtener compuestos como
proteína y ácidos grasos que les permiten
nutrirse (Escobar, J. 2009).
Figura 1. Componentes del sistema digestivo.
Fuente: www.ugrj.org.mx/images/contenido/cipej/bacock/perfilder.gi
12
Boca: la boca y sus componentes (lengua, dientes, mandíbulas) en los rumiantes tienen como
función ingerir, desmenuzar y triturar, mientras que las glándulas salivales ayudan a mezclar
el bolo alimenticio con la saliva que actúa como lubricante para facilitar su deglución o tragar,
y también tienen la función de regular del pH y reciclar la urea (Escobar, J. 2009).
Los bovinos utilizan la lengua para llevar el forraje a la boca y luego con el filo del borde
de los dientes incisivos inferiores cortan el forraje al aprisionarlo contra la encía superior
(que no posee incisivos superiores) a su vez que empujan con la lengua el pasto hacia la
profundidad de la boca. Los molares tienen crestas que permiten una eficaz trituración en
la remasticación.
Esófago: es un tubo largo, delgado y musculoso que une la boca con el rumen.
Los preestómagos de los bovinos
La parte más destacable del sistema digestivo del bovino está compuesta por tres unidades interdependientes que son: rumen, retículo y omaso, que conforman el sistema primario
para el aprovechamiento de los distintos ingredientes de la dieta de estos herbívoros, y una
cuarta unidad denominada abomaso o estómago verdadero. Estos compartimentos o unidades tienen diferentes nombres: el rumen es conocido como panza, el retículo como redecilla,
el omaso como librillo y el abomaso se conoce como cuajar (Escobar, J. 2009).
PROCESO DE MASTICACIÓN Y RUMIA
Los rumiantes no muelen finamente el pasto o forraje en el momento en que lo comen;
después de una jornada larga pastando comienza el proceso de la rumia, que consiste en
devolver la masa alimenticia contenida en el rumen para que los molares la trituren finamente (Saviano, C. y Vallejo, J. 2009).
El forraje al ser consumido va al saco ventral del rumen, en espera de ser regurgitado (devolver a la boca). Los bovinos sanos tienen contracciones constantes del rumen-retículo,
acompañadas por una fuerte contracción del saco ventral del rumen que es estimulada por
la fibra contenida en el forraje; estas contracciones permiten el regreso del bolo alimenticio
a la boca para iniciar la rumia.
Con la rumia se mastica y muele el bolo alimenticio; este proceso, que requiere de 130 a
180 litros de saliva –siendo mayor cuando los alimentos tienen más materia seca (MS)–
puede gastar 8 horas/día hasta lograr un tamaño de las partículas del bolo alimenticio de
1,2 mm para que sea digerido por los microorganismos.
PROCESO DE FERMENTACIÓN
Retículo (bonete o redecilla) y rumen (panza)
La unidad funcional “retículo-rumen” (Gómez, M. 2008), al ser los primeros preestómagos
de los bovinos, es una cámara de fermentación que trabaja con ausencia de aire (oxígeno), lo
que favorece el crecimiento de microorganismos (bacterias, protozoos y hongos). El volumen
del rumen depende del tamaño del animal y del desarrollo de los preestómagos, pero puede
13
llegar a contener 120 kg de material alimenticio mezclado con agua. Posterior al proceso de
la rumia y fermentación, cuando las partículas tienen un tamaño menor son atrapadas por el
retículo o redecilla para continuar al tercer preestómago, el omaso o librillo.
El pH es de 6,2 a 7,0, lo cual permite que la fibra (celulosa y hemicelulosa) se transforme en
energía mediante la formación de ácidos grasos volátiles (AGV), principalmente propiónico,
ascético y butírico, siendo esta la principal cualidad de los rumiantes. Para realizar este
proceso requiere de energía, que toma de la glucosa y del ácido graso propiónico. Con los
demás componentes de los forrajes los microorganismos obtienen aminoácidos, que son
los componentes de la proteína microbiana. Los productos finales de la fermentación son
absorbidos al torrente sanguíneo a través de las paredes del rumen.
Otra ventaja de los rumiantes es que las bacterias ruminales pueden utilizar amoniaco o
urea como fuente de nitrógeno para producir aminoácidos. Las proteínas bacterianas producidas en el rumen son absorbidas en el rumen y una pequeña porción es digerida en el
intestino delgado. Así, la proteína microbial se constituye en la fuente principal de aminoácidos para la vaca (Villa, J. 2009).
Los bovinos durante el proceso de fermentación pueden producir 1.000 litros de metano y
CO2 que se liberan al ambiente cuando eructan.
Recorrido del contenido ruminal procesado
• Omaso (librillo o salterio): el tercer preestómago u omaso permite la transición entre el
rumen y abomaso o cuajar; se parece en forma y tamaño a una pelota de fútbol y tiene
una capacidad de aproximadamente 10 kg según el tamaño del animal, además tiene
una alta capacidad de absorción, permite el reciclaje del agua y minerales tales como
sodio y fósforo que luego de pasar a la sangre pueden retornar al rumen a través de la
saliva (Gómez, M. 2008).
• Abomaso (cuajar o estómago verdadero): el cuarto estómago es el abomaso, y se parece en sus funciones al estómago de los animales monogástricos. Secreta ácidos fuertes
y muchas enzimas digestivas. Normalmente los alimentos que entran al abomaso son
partículas no fermentadas de alimentos, algunos productos finales de la fermentación
microbiana y los microbios que crecieron en el rumen. En los animales con dieta baja en
fibra, rica en granos y harinas, los alimentos son digeridos en el abomaso, cambiando el
pH y provocando trastornos serios en todo el sistema digestivo (Gómez, M. 2008).
• Intestino delgado: el intestino delgado (ID) posee 24 metros de longitud para digerir
y absorber nutrientes y es en este punto donde la masa se ve expuesta a las enzimas
intestinales y pancreáticas, así como también a la bilis del hígado, y digiere los nutrientes como proteínas, grasas sobrepasantes y carbohidratos, cuya digestión inició en el
abomaso (cuajar) o estómago verdadero. Es de aclarar que el ID no puede digerir fibra
(Saviano, C. y Vallejo, J. 2009).
• Procesos digestivos y de absorción post-ruminales: después de que los alimentos
pasan a través del rumen y el retículo, entran en contacto con las secreciones de ácidos
fuertes producidas en el abomaso. Estos ácidos desnaturalizan las proteínas para que
las enzimas puedan trabajar sobre ellas. La digestión en esta área es de gran impor-
14
tancia, y permite a los animales usar las proteínas sobrepasantes para sus funciones
productivas (Escobar, J. 2009).
La digestión de la grasa tiene lugar en el intestino delgado, cuando los lípidos entran
en contacto con la bilis del hígado. Las lipasas digieren entonces los lípidos y los ácidos
grasos se absorben a través de la pared intestinal, los cuales son convertidos en triglicéridos y luego transportados a lo largo del cuerpo (Saviano, C. y Vallejo, J. 2009).
• Ciego, intestino grueso y recto: el ciego, sitio de fermentación, es de poca importancia
en los rumiantes a causa de que el alimento sufre su descomposición con anterioridad
en el rumen-retículo (Escobar, J. 2009).
• El intestino grueso: es donde son absorbidos el agua y los productos finales durante el
paso del alimento. Los restos sin digerir –o digeridos pero sin absorber– se excretan a
través del recto en forma de excrementos (Saviano, C. y Vallejo, J. 2009).
Tiempo de pasaje del alimento por el sistema digestivo
del bovino
El pasaje más rápido ocurre con dietas altamente digeribles y compuestas con partículas pequeñas. Las dietas altas en fibra como las pasturas tienen un nivel lento de pasaje.
Normalmente pasan de 12 a 24 horas para que el alimento sin digerir aparezca en los
excrementos, y no debe superar el 10% del consumo. El 90% restante será excretado en las
siguientes 70 a 90 horas después de su ingestión completando finalmente el paso de todas
las partículas por el tracto intestinal en 7 a 10 días (Escobar, J. 2009).
LA ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DEL GANADO LECHERO
Según el tipo de producción (extensivo, pastoreo, semi-intensivo, intensivo o microproductor) dependerá el tipo de alimentación. En la producción animal se puede alimentar los
animales suministrando forrajes y materias primas solo para llenar el rumen e iniciar el
proceso digestivo, pero la forma más eficaz es nutrirlos dándoles forrajes y materias primas
de buena calidad que permitan cubrir sus necesidades de proteína, energía, vitaminas, minerales y agua que requieren para poder desarrollar al máximo el potencial genético para
la producción de leche. En cualquier sistema de alimentación existen dos conceptos importantes que el ganadero debe conocer: condición corporal y etapas de desarrollo del animal;
sin embargo, para obtener la máxima producción de leche es necesario mantener un balance adecuado de nutrientes, maximizar la digestión de los alimentos y un flujo constante de
nutrientes a la glándula mamaria (Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
CONDICIÓN CORPORAL
Es un método visual para diferenciar los animales de acuerdo a su “estado de carne”, principalmente la grasa que cubre las vértebras lumbares (por detrás de las costillas, vistas desde la parte superior del animal), la pelvis y la base de la cola en el lugar donde desprende la
cola o el maslo. La escala se basa en un sistema de cinco puntos, donde 1 representa una
vaca flaca y 5 una vaca gorda. Esta escala se utiliza para determinar el estado nutricional
15
y de salud del animal. Muchas investigaciones han demostrado que la condición corporal
influye en la productividad, reproducción, salud y en la longevidad de la vaca. Es preocupante tener tanto una vaca flaca como una vaca gorda, pues esto puede ser el reflejo de
tener una posible deficiencia nutricional, un problema de salud o simplemente un manejo
incorrecto en el hato (Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
Figura 2. De izquierda a derecha: vaca con C.C. 3,0, vaca con C.C. 3,8 y vaca con C.C. 4,5.
Fuente: Jiménez, Angélica; Quevedo Luis Fernando.
Las vacas gordas pueden ser más susceptibles a problemas metabólicos e infecciones y
tienen mayores problemas en el parto. Las vacas tienden a engordar después del cuarto
mes de lactancia, cuando la producción de leche disminuye y se le sigue suministrando la
misma cantidad de alimento y en periodos secos prolongados.
Por otro lado, está demostrado que una alta condición corporal (o vaca gorda) en el momento de parto y el inicio de la producción de leche puede presentar dificultades en el
alumbramiento, además de un retraso en el inicio del ciclo ovulatorio retardando una nueva
ovulación, mayor número de días para la aparición del primer celo y un menor porcentaje
de concepción. Las vacas gordas también tienen menor consumo de materia seca y mayor
probabilidad de presentación de cetosis, porque obtienen glucosa a partir de la grasa almacenada en su cuerpo (Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
En el caso de vacas flacas, estas producen menos leche y por ende menos sólidos totales
debido a que tienen una insuficiente reserva de energía y proteína; igualmente no entran
en celo y no preñan hasta que recuperen su peso corporal (Infolactea – Alimentación del
Ganado Lechero; 2010).
Los problemas antes mencionados crean la necesidad de que el productor de leche determine la condición corporal de su hato ganadero en los diferentes estados de producción de
sus vacas a fin de maximizar su productividad. Se sugiere que las vacas secas y al momento
del parto tengan una condición corporal entre 3 y 4; en pico de lactancia de 2,5 a 3; a mitad
y final de lactancia 3; y novillas entre 2,5 a 3.
16
ETAPAS DE DESARROLLO DE LAS VACAS
Los problemas relacionados con la fertilidad de la vaca lechera pueden tener su origen
desde que son terneras, por lo que conviene revisar su estado crecimiento, desarrollo y reproductivo en la medida que avanza su edad.
Ternera de cría
El desarrollo de las terneras está ligado a su alimentación. Al nacer la ternera su primer
alimento será el calostro, preferiblemente de la mamá, para que transfiera la inmunidad que
requiere mientras desarrolla su sistema inmune. El consumo de leche se puede extender
por 90 días o más, dependiendo del tipo de crianza.
Las terneras nacen como monogástricas: la leche pasa directamente del esófago al cuajar
a través de la gotera esofágica, sin pasar por el rumen y el omaso. Un objetivo importante
del criador de terneras es convertirlas en rumiantes en corto tiempo (15 días) mediante el
consumo de alimentos sólidos que contengan buena cantidad de materia seca (MS) como
henos, concentrados y forraje verde deshidratado, los cuales estimulan el crecimiento de
papilas del rumen que aumentan la absorción de los nutrientes de la dieta. Las papilas, que
en esta etapa son de forma cónica, al nacer el animal tienen una longitud de 1 mm, pero
con un desarrollo adecuado a los 60 días tendrán 8 mm y cambiarán a forma alargada.
Ternera de recría 3 – 12 meses
En esta etapa, que se considera la etapa de crecimiento de las terneras, es conveniente
proporcionar forraje de buena calidad y digestibilidad a voluntad; así como facilitar el consumo de agua fresca y limpia a voluntad, y suministrar concentrado o suplemento alimenticio (no ensilaje) de 2 a 3 kg/día.
Novilla de 12 a 18 meses
En esta etapa, en la que el animal empieza a desarrollar su capacidad productiva y reproductiva, es importante:
• Proporcionar forraje de buena calidad y digestibilidad a voluntad.
• Facilitar el consumo de agua fresca y limpia a voluntad.
• Suministrar concentrado o suplemento alimenticio, incluso ensilaje, de 2 a 3 kg/día.
Novilla preñada
Aquí el animal inicia su fase reproductiva y se prepara para la fase productiva. Durante
esta etapa conviene tener especial cuidado con la nutrición que se le suministre con el fin
de permitir el correcto crecimiento y desarrollo del feto y así nazca un ternero vital y de buen
tamaño; por otro lado, se debe permitir la expresión del potencial lechero de la vaca y un
reinicio de la actividad ovárica posparto en el menor tiempo posible, ya que el ideal es un
ternero al año por vaca para que los ganaderos sean productivos.
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MANEJO ALIMENTICIO DE VACAS EN EL PREPARTO
Al iniciar el periodo de preparto (60 días antes del parto) conviene suministrar a las vacas
forrajes maduros con baja fertilización de nitrógeno - potasio (por ejemplo, fertilizados con
porquinazas o materia fecal de cerdo) y alimentos balanceados que complementen una
alimentación equilibrada. Esto permite el crecimiento acelerado del feto en el último tercio
de la gestación y que al momento del nacimiento se obtenga un ternero(a) de buen peso;
por otro lado, permite que la vaca pueda lograr una condición corporal entre 3,5 a 4. Se ha
observado que vacas con preparto o periodo seco superiores a 60 días disminuyen su tiempo de lactancia, a excepción de las novillas primerizas que conviene secar 75 días antes de
su segundo parto para promover su recuperación (Butler;1989).
La ganancia de peso en esta fase debe ser de 400 a 600 gramos por día, según McGuffey
(1994). Una vaca preñada de 650 kg de peso requiere para su mantenimiento 1,3 veces más
de energía, tres veces más de proteína cruda, 1,77 veces más de calcio y 1,47 veces más
fósforo que una vaca vacía del mismo peso. Se ha observado que en los últimos 20 días antes del parto, la vaca deprime el consumo
de materia seca (MS), pues el útero ocupa gran parte de la cavidad abdominal; por ello la
ración debe estar compuesta por alimentos de buena calidad, 15% a 16% de proteína y
2,46 – 2,63 Mcal/kg de ración, evitando que las vacas engorden durante el último tercio de
la gestación. Es recomendable que el nivel de grano o concentrado a suministrar sea entre
0,5% y 0,8% del peso vivo en la última semana antes del parto, máximo entre 2,5 y 3,0 kg
de concentrado. Es conveniente suministrar vitamina D más selenio y disminuir o suspender el suministro
de calcio (sal aniónica) para promover la movilización de calcio hacia el torrente sanguíneo,
mineral importante en el momento del parto, y para preparar la glándula mamaria para la
siguiente lactancia; por tal razón conviene hacer un seguimiento del calcio mediante una
18
técnica sencilla y de reciente aplicación, que consiste en tomar el pH (acidez o salinidad) de
la orina. Cuando el pH esté entre 7,0 a 8,0 se denomina alcalosis y refleja bajos niveles de
calcio; si el pH está entre 5,5 a 6,5 el nivel de calcio es normal; y si el pH es menor a 5,5 la
vaca sufre de una crisis renal (Beede, D. 1995).
Las vacas en periodo de preparto deben estar en un lugar fresco y tranquilo, evitando la
competencia por los comederos, bebederos o cualquier situación que implique golpes que
puedan provocar abortos.
Es importante recordar que 48 horas antes del parto ocurre un cambio hormonal que se manifiesta en disminución de la motilidad ruminal (movimientos ruminales) y merma del apetito.
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN LA LACTANCIA
La lactancia comienza el día del parto y se extiende para las vacas especializadas en
lechería por 305 días. En cualquier sistema de alimentación se deben tener en cuenta las
fases del periodo de lactancia:
• Fase de transición: 20 días del parto hasta 20 días posparto.
• Inicios de lactancia: de 21 a 150 días después del parto.
• Mitad de lactancia: de 151 a 210 días después del parto.
• Final de lactancia: de 121 a 305 días después del parto.
FASE DE TRANSICIÓN PRE Y POST PARTO
Esta fase de transición la comprenden 3 semanas antes y 3 semanas después del parto,
donde ocurren una serie de cambios de considerable importancia:
• Adaptación del sistema digestivo, pues ha disminuido el tamaño del rumen para permitir
alojar el útero con el ternero, y nuevamente deben crecer las papilas ruminales.
• Adaptación metabólica a una nueva situación productiva, ya que durante el periodo
seco ha sido alimentada con forrajes ricos en fibra y ahora cambiará su alimentación a
forrajes con mayor contenido de fibra y proteína y suplementos como harinas, entonces
necesita adaptar nuevamente la flora ruminal a este tipo de alimento.
• Proliferación del tejido mamario para prepararse a una nueva lactancia.
• Disminución de su capacidad de consumo de MS (por lo anterior podría ocurrir un balance negativo de energía y cuadro de cetosis justo después del parto), que puede disminuir la producción de hormonas por parte del ovario y presentar cuerpo lúteo persistente,
mayor intervalo entre ovulaciones y aumentar el tiempo para preñar la vaca.
• Presentación de hipofosfatemia (disminución de fósforo sanguíneo) e hipomagnisemia
(disminución de magnesio sanguíneo).
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Un manejo adecuado por parte del ganadero requiere:
• Evitar las siguientes situaciones: cetosis, fracturas óseas especialmente pélvicas, desplazamientos del abomaso, mastitis, distocias, metritis y disminución en la actividad ovárica
que lleve a no presentar celo o anestro.
• El uso de sales aniónicas (cloruro de calcio, sulfato de magnesio, sulfato de calcio y
sulfato de amonio) en la vacas próximas ayuda a prepararlas para la demanda elevada
del calcio sanguínea (Beede, D. 1992).
• Prepararse para un parto tranquilo y sin complicaciones, donde nazca una cría sana que
tome calostro en forma continua durante las primeras 12 horas de vida.
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES METABÓLICAS EN LA ETAPA
DE TRANSICIÓN
El animal debe tener un consumo apropiado de materia seca (MS) con una dieta muy rica
en fibra para evitar que convierta la grasa corporal en glucosa para producir leche.
Las vacas son herbívoras, por tanto se les debe entregar una buena ración de forraje en la
mañana y luego suministrar concentrado o harinas, pero no superar el 40% del total de la
ración y mantener un pH de 6,8 como óptimo.
Una dieta rica en azúcares y poca fibra produce una disminución en el pH ruminal, lo que
provoca disminución en la rumia y la capacidad de la saliva de mantener el pH entre 6,2 a
7 en el rumen; además, cambia el tipo de los microorganismos ruminales, aumentando la
acidez en el rumen y disminuyendo la motilidad del tracto gastrointestinal.
Durante la fase de transición preparto - parto no suministrar sales con calcio, y empezar a
proporcionar en la primera semana postparto una sal para vacas en lactancia que conserve
la relación 2:1 Ca:P.
(Adaptado de: Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010)
INICIO DE LA LACTANCIA
Este periodo empieza el día 21 y se extiende hasta 150 días postparto, tiempo en el que
alcanzará el pico de lactación o lactancia y el máximo consumo de materia seca.
En condiciones normales, las vacas entre la semana 6 y 12 postparto obtienen el máximo
consumo de MS, ganan peso, mejoran su condición corporal por encima de 3,3, pasan a un
balance positivo de energía y restablecen sus funciones reproductivas.
Por otra parte, el aumento de consumo de MS y la fermentación ruminal acrecientan la cantidad de ácidos grasos volátiles (AGV), precursores de la energía en los bovinos, y aumentan
igualmente la cantidad de aminoácidos para la síntesis de proteína microbiana que son
absorbidos en el rumen, mejorando los contenidos de proteína y grasa en la leche. Además
el consumo de MS favorece la liberación de insulina, que regula la movilización de grasa
corporal disminuyendo las posibilidades de presencia de cetosis.
20
NECESIDADES NUTRITIVAS DE LAS VACAS EN LA ETAPA
DE INICIO DE LA LACTANCIA
En el inicio de la lactancia, los requerimientos nutricionales de las vacas aumentan
dramáticamente mientras su consumo de materia seca va aumentando lentamente, lo
que trae como consecuencia un balance energético negativo y una consecuente pérdida
de peso corporal.
La vaca requiere un suministro de forraje que contenga fibra abundante, acompañado de
suplementos alimenticios de calidad que complementen las necesidades de carbohidratos,
proteínas, minerales, vitaminas y agua para expresar su potencial en producción de leche.
Este suministro inicia con forrajes de excelente calidad, partiendo de las Buenas Prácticas
Agrícolas (usando los correctivos adecuados sobre el suelo y fertilizaciones estratégicas al
pasto o forraje), unido al uso de suplementos proteico-energéticos en la ración, como núcleos
protéicos cultivados en la finca (según las condiciones agroecológicas: alfalfa, avena-vicia,
kudzu, botón de oro) y forrajes arbóreos (matarratón, nacedero, saúco y acacia, entre otros). Se
pueden utilizar suplementos forrajeros más concentrados en materia seca, como ensilajes de
maíz o sorgo y henolajes, henos de pastos y alfalfa, para plantear una ración que satisfaga
las necesidades nutritivas de las vacas y le permitan tener un buen desempeño reproductivo
y productivo en cantidad y calidad de la leche de acuerdo a su potencial genético.
También se pueden usar algunos otros subproductos de la agroindustria en la ración, como
semilla de algodón, cascarilla de soya, salvado de maíz, glicerol, aceites y grasas protegidas.
La suplementación mineral debe ser acorde con los requerimientos según la producción
de leche y condición corporal del animal: en el suministro de calcio y fósforo conviene una
relación de Ca:P 2:1; tener en cuenta que alimentos ricos en potasio (K) bloquean la absorción de calcio (Ca) y que un bajo nivel de calcio sanguíneo puede expresarse con una
disminución en la actividad ovárica y bajo desarrollo folicular por una disminución del flujo
sanguíneo hacia los ovarios. Igualmente el nivel bajo de calcio tiene un impacto negativo
en la producción de leche.
21
Las vacas requieren unas cantidades mínimas de energía y proteína para poder existir. En
la medida que se les suministre mayor cantidad de ellas las transforma en leche – carne
y ternero a través de una nueva gestación. Por su lado, la energía se expresa en Mcal y la
proteína se expresa en porcentaje de proteína cruda, y sus requerimientos dependerán del
peso, estado de la lactancia, calidad y cantidad de leche producida y estado de gestación.
Para calcular la energía y proteína de un forraje se requiere conocer el porcentaje de MS
para luego estimarlas con ayuda de las tablas nutricionales para forrajes de su región, o se
puede enviar al laboratorio y solicitar un bromatológico.
Así, los requisitos de energía para una vaca de 550 kg con una producción de 5 litros leche
y no gestante es de 1,42 Mcal/kg de materia seca; aunque si la producción fuera de 12
litros requerirá 1,64 Mcal/kg de materia seca, teniendo en cuenta que si está preñada los
requerimientos de energía se incrementan.
En cuanto a proteína, las vacas con producciones de 5 a 10 litros requieren 12% de proteína
sobre la base de 100% MS. Para animales con producciones entre 22 y 25 litros se requiere
16% de proteína sobre la base de 90% MS, y para vacas con mayor producción se necesitan
raciones que contengan 17% de proteína.
Ejemplo: una vaca de 550 kg de peso vivo (PV) que consume el 14% de forraje verde deshidratado, consume 77 kg de forraje verde. Si un kilo de forraje verde tiene 20% MS significa
que este animal está consumiendo 15,4 kg de MS. Sobre este dato se calcula la proteína. Si
fuera el caso de un pasto en clima frío con 15% de proteína cruda, tendría un consumo de
materia seca de 15,4 kg de MS/550 kg de PV.
550 kg (PV) peso vivo *0,14 = 77 kg (FV) forraje verde
1 kg (FV) ------- 0,2 kg (MS) materia seca
77 kg (FV) ----- X
X = 15,4 kg
550 kg -- 100%
15,4 kg - X
X = 2,8% Consumo de MS
El consumo entonces de MS sería de 2,8%, mientras que la literatura reporta en forma general que un consumo adecuado de materia seca es de 3,5%, lo que quiere decir que tiene
un déficit de 0,7% que debe ser suministrado con un complemento a la ración de alimento
de buena calidad.
Ejemplo de raciones
Ración 1:
50% heno de alfalfa, que tiene 18% de proteína cruda
50% de concentrado con 14% de proteína cruda
TOTAL
100% de ración diaria con 16% de proteína cruda
En este caso la vaca puede producir unos 22 a 25 litros de leche.
22
Ración 2:
40% de forraje con 12% de proteína cruda
40% de caña de maíz molida con 6% de proteína cruda
20% de concentrado con 26% de proteína cruda
TOTAL
100% de ración diaria con 12,4% de proteína cruda
Para el segundo caso, una vaca puede producir 8 litros de leche.
RECOMENDACIONES PARA OPTIMIZAR LA PRODUCCIÓN
DE LECHE
• Chequear la condición corporal al parto 3,5 a 4,0; después del parto hasta los 60 días no
deben perder más de un punto, es decir, conviene que estén entre 2,5 y 3,5.
• Revisar que estén incrementando el consumo de materia seca.
• Verificar la suplementación de acuerdo con los picos de producción para permitir la
persistencia de la lactancia.
• Observar el estado general de la vaca y mirar que no tenga síntomas de cojeras, metritis
o pérdida exagerada de peso, ya que afectan la producción y una nueva preñez.
• La presencia de heces líquidas puede ser un indicativo de bajo suministro de fibra, y las
heces muy duras es indicativo de fiebre o consumo insuficiente de agua.
• Raciones con niveles bajos en fibra y altos en proteína causan irregularidad en la calidad de la leche con cambios en la composición de grasa y proteína, así como también
se presentan deficientes parámetros reproductivos.
• Suministros inadecuados de minerales causan comportamientos erróneos en la alimentación, como consumo de tierra, raíces y cortezas de árboles.
23
NUTRIENTES
CARBOHIDRATOS
L
os carbohidratos son la fuente principal
de energía en la dieta de la vaca lechera
(constituyen entre el 50% y 80% de la materia seca de los forrajes y de los granos).
Tienen dos orígenes: carbohidratos fibrosos
provenientes de los forrajes en forma de fibra compuesta por celulosa y hemicelulosa,
que son los promotores de los ácidos grasos volátiles (AGV) y estimulan la rumia; y
carbohidratos no fibrosos como almidones
y azúcares que se fermentan rápido y completamente en el rumen, y proveen energía
para que los microorganismos produzcan
proteína microbiana, no estimulan la rumia
y bajan el pH (Infolactea – Alimentación del
Ganado Lechero; 2010).
FIBRA
La fibra está formada por azúcares complejos, como celulosa y hemicelulosa; se encuentra en la pared celular de los tallos de plantas, como gramíneas, leguminosas y arbustos
forrajeros; y es la encargada de dar rigidez a la planta. Cuando la planta está madura se
transforma en lignina, que es un polímero que aumenta la rigidez de la planta, es insoluble
en ácido y disminuye la digestibilidad de la fibra en el rumen.
La fibra se clasifica como fibra detergente neutra (FDN) y fibra detergente ácida (FDA). La
FDN está formada por celulosa, hemicelulosa, lignina y sílice, que son componentes de la
pared celular; a mayor FDN menor consumo voluntario de materia seca (MS). Por su parte,
la FDA está compuesta por celulosa, lignina y sílice; a mayor FDA menor digestibilidad.
La fibra es transformada en el rumen por medio de los microorganismos en ácidos grasos
volátiles (AGV), que son: ácido propiónico, ácido acético y ácido butírico.
El ácido propiónico es una fuente de glucosa, promueve la formación de masa muscular
aumentando el peso corporal y en menor medida la producción leche; el ácido butírico está
presente en la grasa de la leche; y el ácido graso acético provee la energía para la síntesis
24
de la leche y se almacena en la glándula mamaria en forma de grasa, además es importante en el normal funcionamiento del cuerpo de los bovinos.
Una deficiencia de fibra en la ración, acompañada de exceso de almidones en la dieta de
las vacas lecheras, cambia el pH en el rumen ocasionando una acidosis similar a una indigestión, que se manifiesta en malestar general y baja producción leche.
PROTEÍNA
Es un componente fundamental de los tejidos de los seres vivos y está compuesta por
aminoácidos. Tiene gran importancia como elemento nutritivo y ayuda en el funcionamiento
normal del cuerpo de los bovinos con el transporte de oxígeno, regeneración de tejidos, formación del ADN, formación de hormonas, defensa del cuerpo al ataque de microbios, formación de enzimas, transmisiones nerviosas y formación de la leche, carne, pelos y cascos.
La proteína en los bovinos puede tener dos orígenes: una proteína protegida, que solo se digiere en el intestino (como harina de pescado y harina de soya) y otra que es producida por
los microorganimos del rumen, proveniente de los forrajes, urea, torta de semilla de algodón,
torta de girasol y otras fuentes de nutrientes que, por acción de las enzimas microbianas,
es degradada a aminoácidos para luego formar proteína microbiana; también puede tomar
otro camino, que es tomar el nitrógeno de los alimentos y formar aminoácidos que usan los
microorganismos en la producción de proteína microbial, la cual es absorbida a través de la
pared del rumen y utilizada por el animal en sus procesos reproductivos y productivos. En el
proceso de formación de esta última se requiere gran cantidad de energía.
Para la síntesis de la proteína microbial se requiere de fibra y proteína; pero la proteína se
degrada más rápido que la fibra, por lo que se necesita de una reserva de energía para que
el proceso no se detenga. Por otro lado, cuando no hay suficientes ingredientes para la fabricación de proteínas microbiales se genera exceso de nitrógeno en el rumen. El nitrógeno
en exceso es reciclado por las glándulas salivales, aunque cuando la cantidad excede su
capacidad de reciclaje pasa al torrente sanguíneo en forma amoniaco y es almacenado en
el hígado en forma de urea; también puede pasar a la leche y la orina, dañando la salud
del animal.
VITAMINAS
Son substancias que el cuerpo no puede fabricar (exceptuando la vitamina D) pero que
requiere para su normal funcionamiento.
Las vacas lecheras necesitan todas las vitaminas, como la del complejo B que es soluble en
agua, y vitaminas solubles en grasa, tales como las vitaminas A, D2, D3, E y K. (Infolactea –
Alimentación del ganado Lechero; 2010).
VITAMINA A
Todos los animales necesitan vitamina A (las plantas no tienen vitamina A, solo tienen
betacarotenos), puesto que es importante para proteger las células epiteliales del aparato
25
digestivo, reproductor y digestivo, e interviene en el buen funcionamiento de la visión. Se
encuentra ligada a alimentos de color amarillo como la zanahoria y el zapallo, entre otros.
La vitamina A no está disponible en los alimentos cuando estos se calientan, son expuestos
al aire o a la luz, o cuando se almacenan por largos periodos de tiempo.
Los animales alimentados con bajos niveles de proteínas, fósforo y zinc presentan deficiencia de vitamina A.
La deficiencia de vitamina A en el ganado lechero causa los siguientes síntomas:
• Infecciones respiratorias y neumonías.
• Diarrea y pérdida de apetito.
• Baja fertilidad.
• Retención de placenta con nacimientos de terneros ciegos o muertos.
• Inflamación de los ojos (ceguera nocturna).
(Adaptado de Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
VITAMINA D
La vitamina D es conocida como el factor antirraquítico o la vitamina del sol, porque se
sintetiza en la piel por influencia de la luz ultravioleta del sol que actúa sobre un precursor
derivado del colesterol que permite su formación.
Es importante en la absorción y utilización del calcio y fósforo del tracto intestinal. La deficiencia de vitamina D afecta la permeabilidad intestinal de otros minerales, tales como el
zinc, hierro y magnesio.
Una deficiencia de vitamina D puede producir retrasos en el desarrollo de los animales
jóvenes, afectando a su vez la salud en animales maduros ocasionando enfermedades de
los huesos como la osteomalacia u osteoporosis.
Como síntomas de una deficiencia de vitamina D, en orden de importancia, podemos
mencionar:
• Articulaciones hinchadas y huesos débiles que fácilmente se fracturan.
• Endurecimiento de los tejidos, resultando en rigidez y dificultad para respirar.
• (Adaptado de Infolactea – Alimentación del ganado Lechero; 2010).
MINERALES
Los minerales se clasifican como macrominerales y microminerales, ambos importantes
para la buena salud del ganado lechero.
Los macrominerales, como el calcio y el fósforo, son requeridos en niveles de 0,2% y 1,0%
de la ración en base de materia seca, mientras que los microminerales son requeridos en
niveles de 0,001% y 0,05% de la ración de materia seca. Algunos minerales pueden ser
almacenados dentro del cuerpo del animal, por ejemplo hierro en el hígado o calcio en
los huesos; no obstante, los minerales que son solubles en agua, como sodio y potasio, no
26
son almacenados, por lo tanto deben ser
suministrados continuamente en la dieta
alimenticia (Infolactea – Alimentación del
Ganado Lechero; 2010).
La sal común o cloruro de sodio (NaCl)
es primordial para los rumiantes, puesto
que la mayoría de las plantas tienen muy
bajas cantidades de sodio.
Una deficiencia de sodio produce los siguientes síntomas en orden de severidad:
Figura 3. Sal balanceada para vacas lecheras.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando.
•
Un deseo de sal manifestado por
la vaca lamiendo y mordiendo varios objetos e incluso comiendo tierra (condición
que se conoce con el nombre de pica).
• Pérdida de apetito.
• Ojos sin brillo y pelo áspero.
• Reducción de producción de leche o incremento de peso.
Tabla 1. Las funciones generales de los minerales dentro del cuerpo
de los animales son las siguientes:
FUNCIÓN
MINERALES
Rigidez y fuerza al esqueleto
Calcio, fósforo y magnesio
Sirven como constituyentes de los compuestos
orgánicos
Azufre en proteínas, cobalto en vitamina B12,
hierro en las células rojas de la sangre.
Activan sistemas de enzimas
Fósforo, magnesio y zinc
Controlan la cantidad de agua en el cuerpo de
los animales
Sodio, cloro y potasio
Regulan la cantidad de ácidos y bases en el
cuerpo, es decir, la cantidad de compuestos
cargados positiva y negativamente.
Sodio, cloro y potasio
Intervienen en la contracción de músculos y
transmisión de impulsos en los nervios.
Sodio, magnesio, potasio y calcio
*Tomado de: Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010
27
AGUA
El agua es el nutriente vital en bovinos, es el 74% del peso de un ternero y el 59% del
peso de un bovino adulto, y corresponde al 87% de los componentes de la leche. Las vacas
requieren grandes cantidades de agua de buena calidad, que conviene suministrarles a voluntad para que realicen procesos metabólicos vitales y que permitan la producción láctea.
Los requerimientos de agua en las vacas dependen de algunos factores como:
• Peso corporal.
• Ingestión de materia seca (MS).
• Producción de leche/día.
• Temperatura ambiental y termorregulación.
• Cantidad de ingestión de sodio.
Como regla general, una vaca lactante tomará entre 3,5 a 5,5 litros de agua por kg de
materia seca ingerida. Por ejemplo, una vaca que produce 10 kg de leche y come 12 kg de
materia seca consumirá 12 x 4,5 = 54 kg de agua por día, como mínimo (las vacas lecheras
obtienen el agua en los alimentos ingeridos y como resultado de los procesos metabólicos
dentro del cuerpo).
Niveles correctos de ingestión de agua permiten que la vaca permanezca hidratada con el
equilibrio de sus procesos vitales (homeostasis) y apoyan el bienestar animal. (Adaptado de
Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
El agua se requiere para transportar nutrientes, regular la temperatura del cuerpo, mantener
la forma de las células y es componente de muchas reacciones químicas relacionadas con
el funcionamiento del cuerpo del animal.
Las dietas tropicales aumentan los requerimientos de agua debido a la mayor actividad
realizada por los animales para obtener su alimento, largas caminatas o condiciones ambientales extremas de temperatura, humedad y radiación; algunas mediciones realizadas
en el Valle del Cauca con vacas Holstein consumiendo ensilaje de maíz, reportaron hasta
140 litros de agua consumida por los animales (Londoño y Morales, 1994). Sin embargo,
muchos ganaderos solo dejan pequeños bebederos para una gran cantidad de animales
en los potreros. La demanda de agua se puede incrementar por una temperatura del aire superior a los 35
°C (de 8 a 15 Lt/kgMS), disminuyendo en el caso de que la temperatura sea de 25 °C a 35 °C
(la demanda puede ser de 4 a 10 Lt/kgMS), de 15 °C a 25 °C (consumo de 3 a 5 Lt/kgMS), o
haya bajado a temperaturas de 5 °C a 15 °C (donde el consumo está entre 2 a 4 Lt/kgMS).
Así mismo, McDowel (1987) demostró que la temperatura de agua superior a 31 °C afecta
el consumo de alimentos y disminuye el desarrollo de los microorganismos del rumen.
A saber, la disminución en el suministro de agua reduce el consumo de alimentos, causa
problemas reproductivos como anestros, dificultad en la implantación embrionaria y problemas en el último tercio de la gestación.
28
ALIMENTOS APTOS PARA ALIMENTAR VACAS LECHERAS
Los alimentos utilizados en la alimentación de ganado lechero se clasifican de la siguiente manera:
• Forrajes secos: heno de gramíneas o leguminosas, paja, tamo de cosechas, maíz forrajero y otros alimentos ricos en fibra tales como cáscaras de granos y frutos.
• Pastos o hierbas, plantas de pradera y forrajes verdes.
• Forrajes húmedos: ensilajes.
(Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
LOS FORRAJES
La alimentación en los sistemas actuales de producción equivale a un 40% - 50% de los
costos totales en una explotación lechera; es por ello que maximizar el uso de forrajes es la
alternativa para disminuir los costos unitarios ocasionados por alimentación (Manejo alimenticio y balance nutricional en vacas lecheras, software – ganadero; 1998).
Los forrajes, de acuerdo a su estado de
madurez y crecimiento, presentan diferentes niveles de energía, proteína y fibra.
Un pasto inmaduro es alto en energía y
proteína pero bajo en materia seca total
y fibra, aunque a medida que madura
se disminuye la energía y la proteína y
aumenta la cantidad de fibra compuesta
por celulosa, hemicelulosa y lignina, esta
última indigerible.
Figura 4. Pradera de kikuyo.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando
Ante esta situación se están manejando
conceptos con base forrajera, donde se
determina el potencial para la producción de leche y carne al alimentar animales con pastos producidos en la finca
a bajo costo.
Tabla 2. Bases forrajeras calculadas para algunos forrajes FORRAJE
BASE FORRAJERA (LITROS/VACA)
Brachiaria
Brachiaria + Leguminosa
Estrella
Kikuyo
Kikuyo + Ryegrass + Trébol
4a6
6a8
6 a 10
8 a 14
12 a 16
* Fuente: Finca S.A., 1998. 29
La producción de un litro de leche por vaca con base forrajera es baja, pero los costos de
producir un kilo de pasto es muy económico, razón por la que se puede plantear como parte
de una buena inversión. En esta proporción, un kilo se requiere para una vaca promedio de
70 kg de forraje, para obtener una producción entre 6 y 10 litros de leche por animal.
Es a partir de la base forrajera que se deben proponer entonces posibles suplementaciones,
ya sea en el caso que se utilice para corregir aquellas posibles deficiencias nutricionales o
para aumentar la producción de leche.
Las partes vegetativas de una planta contienen una alta proporción de fibra (más de 30%)
y son requeridas en la dieta en una forma física gruesa porque contribuyen significativamente a:
• Estimular la rumia y la salivación, proceso que mantiene un ambiente sano en el rumen.
• Estimular las contracciones del rumen y la tasa de salida de la masa alimenticia del rumen, que en su turno mejora la eficiencia del crecimiento de las bacterias del mismo.
• Promover la producción de grasa en la leche (las raciones altas en concentrado y con
menos del 35% de forraje resultan en una producción de leche con bajo contenido
de grasa).
Los forrajes, que generalmente están al alcance del ganadero, son pastoreados directamente, cosechados y conservados como heno o ensilaje, convirtiéndose en la forma más barata
de alimento para las vacas. Según la etapa de lactancia, los forrajes deben constituir la
fuente alimenticia de la vaca lechera, desde el 100% del alimento para vacas no lactantes
hasta el 35% para vacas que se encuentran en la primera fase de lactancia
Características de los forrajes
El forraje es un alimento voluminoso con un alto porcentaje de fibra tipo celulosa y hemicelulosa. Tiene una alta proporción de calcio y potasio, además de un alto contenido de las
vitaminas solubles en las grasas. De acuerdo con la longitud y densidad de sus partículas,
se determina el tiempo que permanecerá en el rumen.
Los forrajes varían en su contenido de proteína: según el grado de madurez, para las leguminosas (que son una mayor fuente de vitamina B que la mayoría de concentrados) puede
contener de 15% a 23% de proteína cruda y para las gramíneas el porcentaje es de 8% a
18% (según el nivel de fertilización). Los desechos de cosecha como paja de cebada o trigo
tienen solo 3% a 4 % de proteína cruda.
Desde el punto de vista nutricional, los forrajes pueden variar desde nutrientes muy buenos,
como el pasto joven (en el caso de una leguminosa en su etapa vegetativa de madurez), a
muy pobres, como la paja de trigo, cebada, rastrojos de cosecha, etc.
Los residuos de cosechas son aquellas partes de las plantas que se quedan en el campo
después de que se cosecha el cultivo principal (Manejo alimenticio y balance nutricional en
vacas lecheras, software – ganadero; 1998).
30
AFORO DE POTREROS Y CONSUMO DE MATERIA SECA El aforo de las praderas es fundamental para conocer la cantidad de forraje que se produce en la finca. Para ello fabrique un cuadrado de 1 m x 1 m y al azar lance este marco
–que representa 1 m2– en la pradera que los animales van a consumir; repita este proceso
por lo menos tres veces, pese el material cosechado del interior del marco y divídalo por el
número de muestras tomadas en base al forraje verde (FV). Para complementar esta experiencia, tome un kilogramo de pasto y séquelo con ayuda de un horno microondas y determine el forraje con base a la materia seca (MS). Esta información la puede relacionar con
un análisis bromatológico del forraje de su finca o con las tablas promedios existentes en
la literatura sobre forrajes para conocer el contenido de fibra, energía, proteína, minerales
y vitaminas que suministra a los animales, y encontrará en la diferencia entre FV y MS la
cantidad de agua que consumen vía forrajes.
Figura 5. Aforo de potreros.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando
31
CONSERVACIÓN DE
ALIMENTOS
ENSILAJE
E
l ensilaje es una forma de conservar
mediante fermentación anaeróbica (sin
oxígeno) el exceso de forraje producido y de
almacenar energía.
Los forrajes destinados para ser conservados como ensilado deben ser cosechados
cuando tengan un 30% de materia seca,
lo que se establece de forma práctica si
se hace una bola comprimiéndola con la
mano; si al apretar la bola de forraje sale
jugo, es que NO está en condiciones de ser
ensilado (Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010).
ENSILAJE DE SUBPRODUCTOS AGRÍCOLAS COMO OPCIÓN
DE ALIMENTACIÓN PARA GANADO LECHERO
Todavía no es muy extendido en nuestro país el uso de ensilajes como la manera más
práctica de conservación de forrajes debido a falsas creencias, como la producción constante de pastos durante todo el año, costos y la cultura tradicional.
Lo anterior redunda en los problemas de los productores de leche en la comercialización,
pues a causa de las condiciones climáticas tienen producciones cíclicas. Ante esta situación, los ganaderos pueden usar metodologías que les permitan conservar comida para
poder tener producciones más estables y mejorar el flujo de caja de sus agronegocios.
Los ensilajes son una base para balancear en forma correcta la nutrición de las vacas y
disminuir el costo de alimentación de los animales. Aunque es sencillo, el ganadero tiende
a pensar que la falta de equipos o el costo de los mismos para cosechar y conservar el
forraje, son dificultades para hacerlo. Una forma de superar esta situación es mejorando
los rendimientos de las cosechas que sustentan la seguridad alimentaria de los pequeños
productores (como cereales, tubérculos o frutas) y la implementación de forrajes mejorados
que se adapten a las condiciones climáticas buscando promover excedentes y residuos de
cosechas para ser conservados.
32
TIPOS Y VENTAJAS DE LOS ENSILAJES
Existen varios tipos de ensilajes, como son:
• El de trinchera. Consiste en tener una infraestructura en forma de U con muros de concreto donde se va depositando el material a ensilar y con ayuda de un tractor pisar para
extraer el aire, cubriendo luego con un plástico negro calibre 7.
• Silo de montón. Se busca un espacio, se limpia y se coloca una cubierta plástica para
aislarlo del suelo; posteriormente se va amontonando el material y con la ayuda de un
tractor si es grande o una caneca con agua si es pequeño, se va compactando para sacar la mayor cantidad de aire. Luego se cubre con un plástico negro calibre 7 y se cierra
herméticamente (se le puede colocar tierra por encima).
• Silo en bolsa. Se utilizan bolsas calibre 5 o 6 de plástico negro de 60 cm de ancho y 120
cm de largo y se va llenando cada bolsa teniendo cuidado de no dejar espacio con aire.
Con la ayuda de un pisón se va acomodando el material sacando la mayor cantidad de
aire; puede adicionarse melaza (300 gr diluidos en 3 litros de agua) para que ayude en
el proceso de la fermentación y por otro lado permita que el material se pegue entre sí,
disminuyendo la cantidad de aire contenido en la bolsa. Por último se cierra con una
cabuya plástica y se almacena en un lugar donde el plástico no se vaya a romper.
Las ventajas del ensilaje son (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999):
• Uso eficaz para la alimentación estratégica en periodos críticos.
•
•
•
•
Aumento del forraje almacenado, sobre todo al asegurar el alimento de las vacas por parir.
Existencia de alimentos para reducir la presión sobre las praderas pastoreadas.
Hay un aumento de la ración del ganado en época seca.
Resulta un buen y barato alimento hecho en la finca, que reduce el costo de producción
de leche y carne.
• Mejora la palatabilidad, reduce considerablemente la incidencia de sustancias tóxicas que se encuentran normalmente en algunas especies vegetales (como glucósidos
cianogénicos en hojas frescas de yuca) y destruye microorganismos dañinos que pueden encontrarse en camadas
avícolas o desechos de pescado.
• Puede asumir el papel de alimento base que debe ser
suplementado con otros alimentos, o ser empleado para
suplementar la ración base de animales en pastoreo.
PUNTOS CRÍTICOS DE LOS ENSILAJES
1. Contenido de humedad. El ensilado debe tener más de
50% de humedad, de modo que sea fácil de compactar
firmemente y así eliminar el aire.
2. Tamaño del material. Se puede usar picadora o realizarlo
Figura 6. Ejemplo típico
de ensilaje en nuestro país.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo
Luis Fernando.
33
en forma manual. El material muy grande dificulta la compactación, pero un material
inferior a 2,5 cm produce acidosis ruminal en los bovinos al momento de consumirlo.
3. Sellado. Entre más rápido sea envasado, compactado y sellado, se evitarán mayores
pérdidas por fermentación con presencia de oxígeno o aeróbica.
4. Agregar carbohidratos solubles (naturales o agregados). Agregar melaza o azúcar permite
que la fermentación inicie rápidamente y baje el pH para inhibir el crecimiento de microorganismos contaminantes, asegurando la correcta preservación del material ensilado.
(Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
SUBPRODUCTOS POTENCIALMENTE APROPIADOS PARA EL ENSILAJE
EN EL TRÓPICO
En nuestro medio tropical se pueden usar subproductos de la molinería, tubérculos, frutas
o subproductos de la agroindustria.
Afrecho de cervecería
Este contiene 75% a 80% de agua. Para su correcto uso se debe bajar la humedad al 45%
para ser ensilado. El afrecho también puede ser ensilado en mezclas (con 2% a 3% de melaza para asegurar una buena fermentación) con subproductos triturados de bananero, como
troncos, pseudotroncos, frutas, cáscaras o yuca triturada, los cuales ayudan a absorber el
jugo del afrecho (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
El afrecho es un buen suplemento forrajero, que contiene una buena fuente de energía y
de proteína. Se usa en la alimentación de ganado (10-15 kg día) y terneros (2-4 kg día).
Después de los ordeños se debe adicionar 100-150 g de bicarbonato de sodio a la ración
para prevenir problemas de acidosis en el rumen y suplementar con carbonato de Ca para
equilibrar la relación Ca:P (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Subproductos del banano
En la mayoría de las fincas del trópico húmedo se cultiva el banano y su fruta se emplea
como alimento familiar cotidiano. Los residuos de su cosecha y los subproductos son de
gran importancia para la alimentación de rumiantes, que comprenden:
Rechazo de banana, hojas, vástago o pseudo tronco. Son una buena fuente de energía
para los animales; sobre todo las vacas lecheras los consumen con agrado. Se caracterizan
por ser bajos en fibra y proteína, y pueden ser picados y mezclados con un producto rico en
proteína como las hojas de yuca (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Raíces
Los principales tubérculos de clima cálido aptos para ensilar en clima cálido son yuca, malanga, batatas y ñame. En clima frío se puede ensilar papa, zanahoria y remolacha forrajera.
Subproductos de yuca. Sus raíces y hojas son utilizadas para alimentar vacas. Las raíces,
tajadas, trituradas o molidas, por su contenido de carbohidratos son buena fuente de energía para la microflora del rumen y pueden substituir los cereales; sin embargo, su contenido
en proteína es bajo. Pueden usarse en la primera fase de la lactancia hasta en un 25% del
34
total de la ración, pero se deben suplir con proteína y minerales para equilibrar la ración
total (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Las hojas de yuca son un alimento rico en proteínas y muy valioso para los rumiantes. Se
estima que al cosechar las hojas junto con las raíces se puede obtener un rendimiento
entre 1 a 4 t de MS/ha. La yuca fresca cruda contiene compuestos similares al cianuro, en
especial las hojas, y estas pueden ser usadas para alimentar rumiantes, ya que los microorganismos del rumen pueden anular el efecto tóxico. También el secado al sol, como el
ensilaje, elimina su efecto tóxico (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Malanga. Es parte de la alimentación cotidiana de algunas comunidades en la costa norte
de Colombia. Sus subproductos incluyen las raíces, recortes, hojas y tallo que son útiles
como forraje. La malanga cruda contiene sustancias que irritan la lengua y el paladar de
los animales, pero las raíces son ricas en energía, las hojas son ricas en proteína y son muy
apetecidas por los bovinos. Estos subproductos pueden ser triturados y ensilados junto con
los alimentos citados para yuca y banano (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Ñame. Es un cultivo común en el trópico. Su consumo es limitado debido al contenido se
sustancias no deseables, por lo que debe cocerse antes de alimentar terneros y secarse para
alimentar adultos. Sus subproductos incluyen raíces, recortes, hojas y tallos; estos últimos
son un forraje muy apreciado para los bovinos y pueden ser ensilados junto con los otros
alimentos ya mencionados (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999).
Papa. Es otro cultivo común en la zona tropical alta. Los subproductos son raíces, recortes,
hojas y tallos. Las raíces tienen un alto contenido de energía pero un bajo contenido en proteína, grasa y fibra. Los tallos, que corrientemente se desperdician, son un forraje nutritivo y
apetecido por los bovinos, aunque hay que cuidarse de no suministrarlos con agroquímicos.
Una mezcla de rechazo de bananas, raíces de yuca y tubérculos y hojas de batata, puede ser
ensilada con éxito sin necesidad de aditivos (Kayouli, Chedly; Stephen Lee. 1999)
Pulpa fresca de frutas y otros productos vegetales (citrus, pulpa de piña y hojas)
Las frutas tropicales son muy variadas: mango, papaya, piña, citrus y otras. Sus desechos de
frutas y hojas tienen un gran potencial forrajero con un alto contenido en azúcares (Kayouli,
Chedly; Stephen Lee. 1999).
35
Maíz. En Colombia existen diferentes tipos de maíz, de acuerdo con la variedad de su región (desde el maíz hasta la mazorca). Es ideal dejar la mazorca para enriquecer el ensilaje,
pero solo se puede dejar mínimo dos mazorcas en el material de ensilar. Para el ensilaje el
maíz debe estar en fase lechosa de la mazorca o con una materia seca (MS) de 35% y posteriormente seguir el siguiente proceso: cortar una muestra, pesarla y secarla en el horno;
por cada 100 gr debe recoger 35 gr de MS y luego cortar a una altura de 30 a 40 cm del
suelo picando el material de 1 a 2,5 cm; finalmente proceder a hacer el silo según los tipos
de ensilaje antes explicados, adicionando melaza para favorecer la fermentación.
Avena. El momento ideal para recoger la cosecha es cuando el grano está pasando de
lechoso a pastoso, o en términos de MS cuando la planta tenga 35% o más. Se cosecha
a una altura mínima de 15 cm, se pica de 1,5 a 3,5 cm (las fibras cortas causan pérdida
del apetito, acidosis y disminución de grasa
en la leche) y se procede a ensilar usando
cualquiera de los tipos de ensilajes explicados anteriormente adicionando melaza. La
avena puede ir acompañada de vicia, que
es una leguminosa que aumenta la cantidad de proteína en la mezcla.
HENIFICACIÓN
Consiste en la conservación de los forrajes en estado seco mediante la deshidratación o disminución de la humedad por
debajo del 20% para almacenar en pacas
o a granel. Se realiza usando la energía del
sol o métodos artificiales.
Figura 7. Pacas de heno.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando
36
BALANCEAR
UNA RACIÓN
¿QUÉ ES UNA RACIÓN
BALANCEADA?
L
os bovinos son rumiantes que generalmente no alcanzan a ingerir la suficiente energía, proteína, vitaminas, minerales y
agua para alcanzar su crecimiento, desarrollo, reproducción y expresar su potencial
genético con respecto a la producción de
leche. Por tanto, es necesario incluir fuentes
condensadas y balanceadas de estos nutrientes en una ración, ya sea preparadas
por los ganaderos en sus fincas o compradas a empresas especializadas en forma de
concentrados (Infolactea – Alimentación del
Ganado Lechero; 2010).
Una ración balanceada es importante para evitar desequilibrios que pueden reflejarse en
problemas productivos, reproductivos o que incidan en la vida del animal.
La ración consiste en encontrar la combinación correcta y que ofrezca la cantidad, proporción y nutrientes que el bovino necesita durante su crecimiento, desarrollo, vida productiva,
reproductiva y de bienestar animal. Dicha ración es utilizada efectivamente por la vaca
cuando contiene energía en forma de carbohidratos fibrosos que estimulan la rumia, carbohidratos no fibrosos, proteínas, minerales y vitaminas que conforman la MS suministrada;
además de un adecuado suministro de agua.
Para poder balancear una ración correctamente es importante conocer el peso corporal de
la vaca, su producción de leche al día, la composición de esa leche (sólidos totales), si está
en etapa de lactancia y cuántas veces ha lactado.
De las materias primas usadas en la ración es importante saber el contenido de agua y composición en cuanto a proteína cruda, energía, minerales y vitaminas; sumado a esto, para los atributos y factores anti-nutricionales (cantidades máximas a utilizar) y en el caso de los forrajes, es
importante conocer la etapa de madurez, el tamaño de la fibra y el tiempo de almacenamiento.
Otros criterios de los que se debe tener conocimiento a la hora de armar las raciones son la
palatabilidad, digestibilidad, frecuencia de alimentación, alimentación individual o en grupo
y frecuencia de limpieza de comedores.
37
Así mismo es importante conocer la disponibilidad, calidad, costo, frecuencia de suministros, tiempo de almacenamiento y forma física como pellets, harina u otras formas de la
materia prima usada en esta ración.
LOS CONCENTRADOS O ALIMENTOS BALANCEADOS
COMERCIALES
Son alimentos importantes que permiten la formulación de dietas y pueden maximizar la
producción y productividad lechera.
Las características de un concentrado son:
• Es un alimento bajo en fibra y alto en energía.
• Los concentrados pueden ser altos o bajos en proteína.
• Estos alimentos concentrados tienen buena palatabilidad y son consumidos rápidamente.
• A diferencia de los forrajes, los concentrados son alimentos de bajo volumen por unidad
de peso.
• A diferencia de los forrajes, la mayoría de los concentrados no estimulan la rumia.
• Son fermentados más rápidamente en el rumen que los forrajes y aumentan la acidez
(reducen el pH) en el rumen, por lo que pueden interferir con la fermentación.
(Manejo alimenticio y balance nutricional en vacas lecheras, software – ganadero; 1998)
IMPORTANTE SABER…
Las vacas lecheras de alto potencial genético para la producción lechera también tienen requisitos altos para energía y proteína. Considerando que las vacas únicamente
pueden comer una cantidad limitada cada día, los forrajes solos no pueden suministrar toda la cantidad de energía y proteína que requieren.
Por consiguiente, es necesario agregar OTROS ALIMENTOS a la ración de una vaca
lechera, con el fin de proveer de una fuente de energía o proteína suplementaria y
concentrada para complementar los requerimientos del animal.
Si damos primero alimentos suplementados y después el pasto (forraje), estaremos
logrando un mayor peso corporal, lo cual NO es recomendable en la vaca lechera; pero
si primero damos el forraje y después el alimento concentrado, estaremos logrando
una mayor cantidad de leche (Manejo alimenticio y balance nutricional en vacas lecheras, software – ganadero; 1998).
CÁLCULOS NECESARIOS PARA UNA RACIÓN Con el propósito de balancear una ración en vacas lecheras se debe analizar el sistema
de producción y los recursos alimenticios con los que se cuenta, partiendo del aforo y la
obtención de MS de la pradera.
38
PROTEÍNA EN LA RACIÓN
Las raciones para vacas lecheras en primera fase deben contener entre 16% y 19% de
proteína cruda, y 12% a 16% para la segunda fase. La proteína sobrepasante debe ser 35%
a 40% de la proteína total de la ración, y su incremento deberá estar asociado a la inclusión de grasas protegidas y a la presencia de forrajes con altos contenidos de proteínas
solubles (como el ryegrass o kikuyo y si es para clima cálido guineas o pasto estrella). Entre
los suplementos ricos en proteína de sobrepaso está la harina de pescado, el afrecho de
cervecería y la soya extruida.
Al alimentar los animales con ensilajes de maíz es conveniente suplementar la lisina y la
metionina, ya que estos dos aminoácidos son deficitarios.
ENERGÍA EN LA RACIÓN
Para animales de alta producción, el suministro de energía mínimo es de 1,42 a 1,72
Mcal/kg, el cual se realiza a través de la fibra de los forrajes. Para este caso, los carbohidratos no fibrosos y estructurales como harina de maíz, semilla de algodón o torta de soya, no
debe superar el 35% de la dieta diaria. Otra forma de obtener energía en la dieta son los ensilajes, henolajes, desechos de cosechas (tamos, hojas) y residuos agroindustriales. También
se pueden usar grasas inertes como ALIFET, EGALAC, ENERGY BOOSTER 100 o CAROLAC; se
recomienda no exceder el 5% de la ración (la cual puede tener 30% de grasas vegetales y
30% de grasas de sobrepaso) y ajustar los niveles de calcio y magnesio de la dieta.
FIBRA
Mantener niveles altos de fibra proporciona salud y bienestar al animal. Las raciones
balanceadas deberán tener un rango de 19% a 21% de fibra detergente ácida, mientras el
suministro de fibra detergente neutra que regule el consumo de alimento será de 28% a
35%. En la práctica, para animales de producción lechera con suplementación se les suministra por lo menos el 12% de su peso vivo, en forraje verde.
39
SUPLEMENTACIÓN DE MINERALES EN LA RACIÓN
La suplementación de los minerales está enfocada en mejorar la disponibilidad de estos
en el forraje. Las vacas necesitan calcio y fósforo, cuya relación es de 2:1.
Otros elementos como el sodio, azufre y algunos microelementos como el cobalto, cobre,
zinc, manganeso, yodo, hierro y selenio, ya son tenidos en cuenta en los balances alimenticios, observando especialmente su nivel de disponibilidad para el animal. En épocas de estrés calórico se recomienda usar una adición de minerales como el potasio,
el sodio y el magnesio. Lo mejor es que aquellas vacas con altas producciones (por encima
de 30 litros) sean suplementadas con productos que tengan los minerales en forma de
quelatos, en especial el Co, Cu, Mn y el Zn. ADITIVOS EN LA RACIÓN
Los más usados son los amortiguadores de pH ruminal, que se utilizan cuando el rumen
baja de pH 6 debido a fibras muy cortas en la dieta y dietas ricas en carbohidratos no fibrosos, entre ellos azúcares y harinas. Por otro lado, los ionóforos (compuestos que mejoran
el ambiente ruminal y la utilización de los alimentos) como la monensina y el lasolocid
cambian la fermentación de AG acético a propiónico con menos emisiones de metano. De
igual manera se adicionan probióticos, que mejoran las poblaciones de microorganismos
en el rumen. Otros aditivos utilizados en menor escala en la nutrición de las vacas son los
cultivos de Aspergillus oryzae, colina y niacina. El manejo de la alimentación y la nutrición
debe estar orientado hacia la mayor rentabilidad; esto es mucho más práctico que el manejo orientado hacia la producción lechera (Varela, 1996).
40
NUTRIENTES
QUE AFECTAN
LA REPRODUCCIÓN
L
os nutrientes (componentes básicos de
los alimentos que afectan directa o indirectamente la capacidad reproductiva) son,
a grandes rasgos: energía, grasa, proteína,
vitaminas y minerales. Los nutrientes están
relacionados con la reproducción por los
procesos metabólicos y hormonales que
son complementarios, e influyen en los resultados positivos o negativos del desempeño reproductivo (Sánchez, J. 1999).
El balance de energía negativo provoca una disminución en el apetito y consumo de alimento que conduce a una reducción de los movimientos ruminales y gastrointestinales,
demorando el inicio de la actividad ovárica y con una disminución en la producción.
Las hormonas de la reproducción requieren del colesterol (sintetizado a partir AGV) para
su formación. Estas hormonas no se almacenan, únicamente se producen cuando el organismo las necesita. Las hormonas proteicas, FSH (Folículo estimulante) y LH (hormona
luteinizante) son de gran importancia para un buen desempeño reproductivo.
Energía
La fuente de energía en las vacas son los ácidos grasos volátiles (AGV), producidos en
el rumen por acción de los microorganimos sobre la fibra de los forrajes; esta energía es
usada por las vacas para mantener el metabolismo basal (energía mínima para existir) y
actividades como moverse, crecer y mantener los tejidos y durante el momento de gestación,
lactancia y ciclo estral (solo cuando hay suficiente energía la vaca inicia el proceso de una
nueva gestación). Cuando se detecta un balance negativo de energía se disminuye la síntesis de hormonas esteroides, afectando el desarrollo folicular y las funciones de la hormona
luteinizante (Burns, P.D; Spitzer, J.C; Henricks, D.M. 1997).
Durante el parto el animal gasta grandes cantidades de energía, y en la fase de posparto es
el nutriente más limitante porque instintivamente envía grandes cantidades de energía para
la producción de leche y para cubrir las necesidades del metabolismo basal; en el caso de
mantenimiento de tejidos y producción de leche debe movilizar sus reservas corporales de
energía (grasa y proteína en menor medida) para minimizar el déficit.
41
La primera señal del balance negativo es la
rápida pérdida de condición corporal. En este
momento conviene suministrar abundante
alimento de buena calidad, respetando su
condición de herbívora y con suplementos
que cumplan las necesidades nutricionales
incrementadas por la producción láctea. Se
ha comprobado que las vacas que consumen más materia seca durante las primeras
seis semanas de lactación son las que producen más leche, pierden menos condición
corporal e inician pronto la actividad ovárica; a su vez se calcula que la ovulación se
retrasa 2,75 días por cada 1 Mcal de balance energético negativo que no se cubre con la
dieta durante los primeros 20 días posparto (Martínez, A.L; Sánchez, J.F. 1999). Los ganaderos con dietas balanceadas en energía consiguen que las vacas presenten pronto celo y hay
mayor posibilidad de que queden preñadas nuevamente dentro de los 60 días posteriores
al parto.
Por otro lado, la producción de leche demanda grandes cantidades de glucosa, que junto
a la galactosa forman lactosa (el azúcar de la leche); en este proceso se requiere insulina,
pero en la medida que en el torrente sanguíneo haya poca glucosa, la insulina (que participa en el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas) se deprime, y esto, de acuerdo
con algunas investigaciones, tiene acción sobre la reproducción de neurotransmisores que
estimulan la producción de LH (hormona lútea), hormona que estimula la actividad ovárica
postparto (Harrison, L.M.; Randel, R.D. 1986).
Grasa
Cuando el nivel de energía requerido por la vaca es muy alto, pueden usarse las grasas
para aumentar la concentración energética en la ración.
La capacidad de absorción de grasas sobrepasantes, inertes o protegidas en el intestino es
alta porque no son afectadas por la acción de los microorganismos ruminales y tiene más
del doble de energía que los azúcares; pese a esto, Damian (2001) reporta que más de un
5% de la grasa en la dieta ha sido asociado con problemas negativos, entre ellos, una menor utilización de la fibra por parte de los microorganismos del rumen.
No obstante, se ha encontrado que el efecto del consumo de grasa sobre la concentración de
algunas hormonas está asociado con una reducción de la muerte embrionaria temprana.
Proteína
Las vacas obtienen de los microorganismos del rumen proteína microbiana, la cual es
usada en todos los procesos productivos, en la síntesis de hormonas y demás compuestos
orgánicos de proteínas.
42
El nivel de proteínas que requiere una vaca está determinado por el peso del animal, margen productivo y estado de preñez, y se le suministrará según las tablas de requerimientos.
En rumiantes con un adecuado suministro de energía y niveles nitrógeno en el rumen se
puede incrementar la proteína microbiana (Sánchez, J. 1999).
La reproducción se ve afectada cuando hay un exceso de suministro de proteína, ya que la
proteína suministrada por acción de los microorganismos se convierte en amoniaco NH3.
Un exceso en el rumen, que se observe vía sanguínea como metabolito tóxico en el hígado,
se transforma en urea; y lo que aumentó la urea en el plasma sanguíneo (PUN) se elimina
por la orina, heces y leche. Para estos procesos bioquímicos el animal requiere energía para
realizarlos, agravando el problema de exceso de proteína y déficit de energía.
Un incremento de urea y amoniaco en el plasma tiene efectos negativos sobre el metabolismo y el balance de energía; sobre la reproducción provoca problemas en la movilidad y
viabilidad sobre espermatozoides y óvulos y el embrión, altera el eje hipotálamo-hipófisisovario encargado de la regulación hormonal el ciclo estral, y reduce el pH del útero de las
vacas en lactancia durante la fase luteal, provocando un medio hostil para el oocito y el
desarrollo embrionario (Ocon, O.M.; Hansen, P. 2003).
En campo es difícil apreciar un exceso de proteína en la dieta, pero cuando el animal al orinar produce gran cantidad de espuma y al analizar los registros se encuentra un intervalo
de celo cada 35 o 40 días, conviene sospechar de un exceso de ella.
Vitaminas y minerales
En ocasiones, los aportes extras de vitaminas y minerales han mejorado los parámetros
reproductivos. Entre los más estudiados se encuentran:
Vitamina A y betacaroteno. La deficiencia de vitamina A y betacaroteno se relaciona con aumento del número de abortos,
retenciones placentarias y nacimiento de
terneros débiles, ciegos o muertos. A largo
plazo ocurre daño en la hipófisis y ovarios.
Las deficiencias de vitamina A se observan
cuando las vacas consumen henos o pastos secos como consecuencia de heladas o
sequías prolongadas. La utilización del betacaroteno en épocas de temperaturas ambientales elevadas podría proteger al embrión de la producción de radicales libres
(Sánchez, J. 1999).
Vitamina E y selenio. Además de su papel como antioxidante en el organismo, la vitamina
E y el selenio podrían tener un papel específico en el mantenimiento de la salud reproductiva. Los tejidos reproductivos y las glándulas asociadas a la función reproductiva acumulan
selenio. La deficiencia de selenio se manifiesta en las hembras con una baja respuesta in-
43
mune, infertilidad, atrofia muscular, retención de placenta y ovarios quísticos y poliquísticos
(Sánchez, J. 1999).
Calcio. La deficiencia de calcio produce hipocalcemia y dificultad en el parto por una disminución en el tono muscular del útero, que lleva a partos prolongados con retención de
placenta y problemas de fertilidad postparto. Dietas entre las que estén los subproductos
de la caña, el ensilaje de maíz y la remolacha forrajera, son ricas en potasio, que bloquea
la absorción de Ca.
Fósforo. Su deficiencia causa retraso en el desarrollo y la madurez sexual, aumenta el
intervalo entre partos (IEP), se da presencia de celos silenciosos, bajo desarrollo folicular y
anestro. Dicha deficiencia puede llevar fracturas, que llevan a la eliminación de animales
de la finca.
Manganeso. Vacas alimentadas con raciones deficientes en este mineral tienen celos de
menor intensidad, requieren más servicios por concepción y tienen mayor tasa de muerte
embrionaria. Su efecto se asocia con la actividad de enzimas antioxidantes (Sánchez, J.
1999).
Zinc. Se requiere para la espermatogénesis y desarrollo de los órganos sexuales en los machos. Es necesario para la activación de los precursores de la vitamina A y en la actividad
de enzimas antioxidantes.
Cobre. La deficiencia de cobre produce baja respuesta inmune, anestro postparto, reabsorción embrionaria y disminución en la tasa de concepción. Dietas con niveles altos de zinc,
hierro, fósforo, molibdeno y azufre bloquean el uso de cobre. Cuando los animales presenten pelo áspero y opaco, hay que sospechar de deficiencia de este elemento.
Yodo. Es importante en la producción de la hormona tiroxina, que interviene en el metabolismo basal. Su deficiencia a largo plazo provoca ciclos irregulares, menor tasa de concepción y retención placentaria.
Manganeso. La deficiencia de este microelemento afecta el desempeño reproductivo, produciendo una baja tasa de concepción, abortos y bajo peso al nacimiento de los terneros.
Cobalto. No tiene una función directa en el aspecto reproductivo, pero es importante en el
rumen para mejorar la actividad de los microorganismos del rumen en la producción de
vitamina B12 y AGV; estos son los precursores de la energía en los bovinos.
EFECTO DE LA NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN SOBRE LA CALIDAD
DE LA LECHE
La leche se define como el producto de la síntesis de la glándula mamaria. Es un líquido
completo, y desde el punto de vista nutritivo está compuesto por agua (que puede variar de
un 85% a 89%), una buena fuente de proteínas, vitaminas, minerales, y particularmente calcio;
así como también realiza un interesante aporte de carbohidratos y grasa. Esta composición
determina su valor nutricional y su calidad en la industria láctea (Morales, María. 1999).
44
La composición promedio de la leche a nivel nacional es la siguiente: 3,11 ± 0,51% de materia grasa; y 3,04 ± 0,25% de proteína (información de 11.000 muestras de la zona central
del país / Pedraza, 1999. Comunicación personal).
La leche está compuesta por cientos tipos de proteínas, pero la más importante es la caseína; además de carbohidratos, que es la lactosa compuesta por glucosa y galactosa;
grasa, por los ácidos grasos sintetizados en la glándula mamaria y AGV transportados por
el torrente sanguíneo; vitaminas (A, D, E, K y complejo B) y minerales (calcio, sodio, cloro,
potasio y magnesio).
La lactosa, los minerales y vitaminas presentan un comportamiento bastante constante y
no están sujetos a grandes modificaciones, ya sea por vía de la manipulación genética y/o
nutricional.
Los factores que más afectan la composición de la leche son los raciales, genéticos, nutricionales, sanitarios, ambientales y de manejo.
1. Factores raciales y genéticos:
La grasa es el componente lácteo más variable entre las razas, siendo la raza Jersey la que
produce leche con el mayor tenor de grasa. Por su parte, la proteína presenta variación entre
las razas, siendo la Jersey y la Guensey las que presentan mayor porcentaje de proteína total
(Morales, María. 1999).
La selección genética, la nutrición y el manejo pueden incrementar el porcentaje de proteína y grasa en la leche.
2. Factores ambientales y de manejo:
El número de lactancias y la edad tienen
un efecto significativo sobre el porcentaje y
la producción total de grasa, el porcentaje
de proteína de la leche y la composición de
dicha proteína.
Algunos estudios reportan una disminución
del porcentaje de grasa después de la 5 lactancia, mientras la proteína puede disminuir
ligeramente después de la lactancia 3 y ser
más acentuada después de la lactancia 5
hasta en un 0,4%.
El estado de la lactancia influye en el contenido de grasa, proteína y minerales. Al inicio de la lactancia, es decir cuando se está
produciendo calostro, se encuentran altas
concentraciones de grasa (principal fuente
de energía en las primeras etapas de vida del ternero), de proteína (espe­cialmente de inmunoglobulinas, con un rol importante en la inmunidad pasiva del ternero), y de minerales
(potasio, con efecto laxante sobre el ternero) (Morales, María. 1999).
45
La materia grasa de la leche (formada por triglicéridos integrados por ácidos grasos y glicerol) disminuye durante los primeros 2 meses de lactancia, y luego lentamente se incrementa y se estabiliza durante toda esta etapa; también se observan cambios que tienden
a aumentarla nuevamente en forma gradual y lenta conforme la lactancia progresa. Se ha
identificado en vacas alimentadas con pasturas la presencia de ácido linoleico y ácido linolenico, que no sintetiza el ser humano y que son beneficiosos e irremplazables en la dieta.
Parte de la materia grasa durante la primera mitad de la lactancia es sintetizada a partir de
ácidos grasos de cadena corta como AGV acético y butírico (Morales, María. 1999).
El ordeño completo incrementa el contenido graso, puesto que la grasa sale en mayor proporción hacia el final del ordeño. El calostro, que no es considerado leche, tiene altos niveles de
proteína por las inmunoglobulinas que transmite al ternero; al cesar su producción los niveles
de proteína bajan de la quinta a la décima semana de lactancia y vuelve aumentar cuando
la vaca queda gestante. La composición de la leche varía por la alimentación, y las vacas en
pastoreo con forrajes frescos y abundantes producen niveles mayores de proteína.
3. Factores asociados a la condición sanitaria y fisiológica de las vacas:
La mastitis generalmente produce una disminución del
porcentaje de materia grasa, aun cuando ésta disminuye menos de lo que disminuye la proteína y la lactosa.
La inflamación de la glándula mamaria provoca un
cambio en la composición de la grasa: se observa un
aumento de los ácidos grasos de cadena corta y ácidos
grasos libres, en comparación con una disminución de
los ácidos grasos de cadena larga y fosfolípidos (Morales, María. 1999).
El efecto sobre el porcentaje de proteína total es pequeño; sin embargo, las mastitis alteran drásticamente
la composición de la proteína, disminuyendo las fracciones de caseína, beta-lactoglobulina y alfa-lactoalbúmina, y aumentado las proteínas séricas. El efecto
sobre la composición láctea de diferentes hormonas
endógenas, ajenas al proceso de síntesis y eyección de
la leche, no es muy claro. Algunos estudios demuestran que la hormona de crecimiento incrementa el nivel productivo sin causar cambios en
la composición de la leche si se usa en dosis bajas, pero a dosis altas disminuye la cantidad
de grasa. Sobre la proteína no hay resultados concretos todavía (Morales, María. 1999).
4. Factores nutricionales y de manejo alimentario:
La composición de la leche puede ser cambiada por la alimentación. La grasa puede incrementarse hasta un 4%, mientras que la proteína puede variar solo 0,6% si se hace un
manejo nutricional correcto.
A continuación se describen algunos factores que afectan la calidad de la leche:
• Suministro de forrajes que proveen fibra de buena calidad.
46
El forraje es la base de la alimentación de las vacas, les provee la fibra, que es el sustrato
de las bacterias celulíticas que forman AGV; así mismo estimula la rumia y la secreción
salival que contiene sustancias reguladores del pH ruminal para mantenerlo entre 6,2 a
7,0 (de esta manera los microorganismos del rumen se mantienen activos).
• La edad y tamaño de la fibra de forrajes, ensilajes y henolajes
La calidad del forraje (madurez y contenido de fibra) es un factor importante en el momento de reunir un nivel adecuado de fibra en la dieta, ya sea para mantener o incrementar el contenido de grasa láctea. El tamaño ideal para suministrar forraje está entre 1,3 a
2,5 cm; a tamaños mayores se pierde la eficiencia de los microorganismos para procesar
la fibra, pues tienen menor superficie expuesta, y cuando el tamaño de la fibra es menor
no favorece el proceso de la rumia, cambiando las condiciones de pH en el rumen con
menor producción de AG Acético y propiónico, presentándose una disminución del contenido de grasa en la leche. Dietas para vacas con ensilajes con tamaño superior a 1,5 cm
incrementan la grasa en la leche.
• Forrajes bajos en proteína.
Suministro de forrajes con proteína cruda
inferior a 7% disminuye la producción de
microorganismos ruminales y reduce el
consumo de alimentos, decreciendo los
AGV; más aún, baja la producción de leche
y su calidad composicional.
• Forrajes abonados con nitrógeno en
forma exagerada.
Los forrajes tienen una capacidad limitada
de producir proteína, y cuando son abonados con exceso de nitrógeno este permanece dentro de la planta y es ingerido
por los bovinos en forma de nitrógeno no
proteico.
El nitrógeno se transforma en amoniaco en el rumen, parte de él es reciclado en la saliva y la otra pasa al torrente sanguíneo, se transforma en urea en el hígado y puede
secretarse por la leche cambiando su composición y provocando una disminución en el
porcentaje de grasa.
• Importancia de la energía en la dieta.
La energía de la dieta es el factor nutricional de mayor importancia que afecta la producción y porcentaje de proteína de la leche; ya sea en cantidad, densidad energética o fuente de energía. Un incremento de la energía dietaria produce un aumento de la producción
de leche y en el porcentaje de proteína. Fuentes de energía que deriven en un incremento
del ácido propiónico conducen a un mayor contenido de proteína en la leche, mientras
que los ácidos acético y butírico permiten un mayor porcentaje de grasa láctea.
47
• Adición de grasas y aceites en la dieta de las vacas.
Según estudios, en los cambios en la composición de la leche por adición de grasas (saturadas, insaturadas e insaturadas trans) y aceites en la dieta de las vacas lecheras se ha encontrado que las grasas protegidas que son digeridas y absorbidas en el duodeno tienen efecto
positivo sobre la composición de la grasa de la leche, pero ningún efecto sobre la proteína.
Las grasas y aceites que permanecen en el rumen tienen un efecto negativo sobre los microorganismos, provocando su disminución y por lo tanto disminución de los AGV, y como
consecuencia baja en la grasa de la leche. Efecto parecido tienen las grasas trans al no
permitir la formación de AGV sino la formación de ácidos grasos trans, los cuales tienen
un efecto negativo sobre la grasa de la leche. La energía de la dieta es el factor nutricional
de mayor importancia que afecta la producción y porcentaje de proteína de la leche, ya sea
en cantidad, densidad energética o fuente de energía (un incremento de la energía dietaria
produce un aumento de la producción de leche y del porcentaje de proteína). Fuentes de
energía que deriven en un incremento del ácido propiónico conducen a un mayor contenido
de proteína en la leche (Morales, María. 1999).
• Suplementación con carbohidratos no estructurales y concentrados.
Los carbohidratos no estructurales se encuentran en los almidones, concentrados y en menor proporción en los pastos de crecimiento rápido como el ryegrass (en proporción del
25%) y pastos como kikuyo en 17% (Carulla, J. 1999); estos son fuentes de energía, pero que
al ser fermentados en rumen producen una disminución de pH disminuyendo la actividad
microbial y la disminución en la producción de AGV.
Cuando el forraje se combina con los carbohidratos no estructurales y concentrado, se ofrece en una proporción de 60:40 (forraje:concentrado). El exceso de concentrado causa una
disminución del pH ruminal impactando la actividad microbial y la disminución o parálisis
de la producción de AGV. Cuando la dieta está basada en forrajes y se adiciona concentrado
se observa un incremento tanto en la producción como en la composición de leche, especialmente en el factor graso; pero al excederse en el consumo de concentrado, los niveles de
grasa disminuyen por un incremento en el ácido propiónico y se observa una pérdida de la
relación ácido acético (60%-70%), ácido butírico (5%-15%) y ácido propiónico (15% a 20%).
Es conveniente suministrar en intervalos los carbohidratos no estructurales o concentrados,
pues al ofrecer gran cantidad en una sola ración puede producir acidosis en el animal; por
esta razón, conviene ofrecer varias veces al día, máximo 3 kg por vez. En caso que se requiera mayor cantidad, una buena práctica es adicionar bicarbonato de sodio para ayudar
a estabilizar el pH del rumen y favorecer la actividad microbial, rumia, secreción de saliva y
los movimientos del rumen.
• Velocidad en la degradación de los almidones.
La más lenta degradación ruminal del maíz en el rumen, en comparación con la cebada,
podría resultar en la producción de leche con un mayor contenido de grasa. En ese sentido,
hoy día se manejan una serie de tratamientos orientados a modificar y mejorar el comportamiento degradativo en el rumen a la vez que se obtiene mayor producción y mejor composición de la leche.
48
ANEXOS
Anexo 1. RESUMEN DEL SISTEMA DIGESTIVO*
Función de rumia y la saliva
en los rumiantes
Retículo- Rumen
(fermentación)
Omaso (reciclaje de algunos
nutrientes)
Abomaso (digestión ácida)
Intestino delgado
(digestión y absorción)
Intestino grueso
*Resumen adaptado por los autores.
La rumia (destrucción de partículas) y producción de saliva
(amortiguadores):
La rumia expone los azúcares a la fermentación microbiana.
Un vacuno mastica de 6 a 8 h/día, produce de 160 a 180
litros de saliva, pero menos de 30-50 litros si hay demasiado
concentrado en la dieta).
Los amortiguadores en la saliva (bicarbonato y fosfato) neutralizan
los ácidos producidos por la fermentación microbiana,
manteniendo un pH neutral que favorece la digestión de la fibra
y el crecimiento de microorganismos en el rumen.
Retención de partículas largas de forrajes que estimulan la rumia.
La fermentación microbiana produce:
Ácidos grasos volátiles (AGV) como producto final de la
fermentación.
Masa de microbios con alta calidad de proteína.
Absorción de AGV a través de la pared del rumen.
Los AGV son utilizados como fuente principal de energía para la
vaca y como precursores de la grasa de la leche (triglicéridos) y
azúcares en la leche (lactosa).
Producción de hasta 1.000 litros de gases metano y CO2 cada día,
que son eructados.
Absorción de agua, sodio, fósforo y AGV (residuos).
Secreción de ácidos y enzimas digestivas.
Digestión de alimentos no fermentados en el rumen (algunas
proteínas y lípidos).
Digestión de proteínas bacterianas producidas en el rumen (0,5
a 2,5 kg/día).
Secreción de enzimas digestivas por el intestino delgado, hígado
y páncreas.
Digestión enzimática de carbohidratos, proteínas y lípidos.
Absorción de agua, minerales y productos de digestión: glucosa,
aminoácidos y ácidos grasos.
Ciego (fermentación): una población pequeña de microorganismos
fermenta los productos de digestión no absorbidos.
Colon: absorción de agua y minerales y formación de heces.
49
Anexo 2. FUNCIONES Y COMPONENTES DEL SISTEMA DIGESTIVO DEL RUMIANTE
Tomado de: Infolactea – Alimentación del Ganado Lechero; 2010.
50
Anexo 3. CONDICIÓN CORPORAL IDEAL
Periodo
Condición corporal
Vacas al parto
3+ a 4-
Vacas al pico de lactación
3- a 3
Mitad de la lactación
3
Final de la lactación
3
Vacas al secado
3+ a 4+
Novillas
3- a 3
Anexo 4. FORRAJERAS DE CLIMA CÁLIDO
Nombre común
Nombre
científico
Densidad
siembra
Rendimiento FV
Brachiaria amarga (P)
Brachiaria
decumbens
0 - 2.000
Semilla
6-8
kg/ha
40 a 60 t/ha pastoreo
Pasto alambre (P)
Brachiaria
brizantha
0 - 3.000
Semilla
6-8
kg/ha
50 a 60 t/ha pastoreo
Brachiaria toledo (P)
Brachiaria
Toledo
0 - 2.000
Brachiaria dulce (P)
Brachiaria
humidicola
1.000 - 2.000
Semilla
6-8
kg/ha
40 a 60 t/ha pastoreo
Guinea o India (C) (P)
Panucum
maximun
0 - 1.800
Semilla
10
kg/ha
60 a 160 t/ha corte
Elefante morado (C)
Pennisetum
purpureum
0 - 2.000
Esqueje
1–2
t/ha
30 a 40 t/ha pastoreo
King grass (C)
Pennisetum
purpureum CV
KG
0 - 2.100
Esqueje
1–2
t/ha
40 a 60 t/ha corte
Estrella (P)
Cynodon
plestostachium
0 - 1.700
Estolones
1 – 1,5
t/ha
20 a 40 t/ha pastoreo
Puntero - Yaguará (P)
Hyparrhenia
rufa
0 - 2.000
Semilla
8 – 12
kg/ha
6 a 12 t/ha pastoreo
Imperial (C)
Axonopus
scoparius
800 - 2.200
Esqueje
700-800
kg/ha
30 a 40 t/ha pastoreo
Angleton (P)
Dichantium
aristatum
0 - 1.000
Semilla
8 – 12
kg/ha
6 a 12 t/ha pastoreo
Pangola (P)
Digitaria
decumbens
0 - 1.000
Estolones
1 – 1,5
t/ha
6 a 12 t/ha pastoreo
Kudzu (P)
Pueraria
phaseolides
0 - 2.200
Semilla
5 – 10
kg/ha
50 t/ha año
Maní forrajero (C)
Arachis pontoi
0 - 1.500
Semilla
6–8
kg/ha
25 a 40 t/ha año
msnm
Material
siembra
Gramíneas
Leguminosas
SIGUE...
51
...CONTINÚA
Nombre común
Nombre
científico
msnm
Material
siembra
Densidad
siembra
Rendimiento FV
Leguminosas
Frijol espada –
Centrosema peluda (C)
Centrosema
pubensis
0 - 1.500
Semilla
6–8
kg/ha
18 a 20 t/ha año
Alfalfa brasileña –
Capica (C)
Stylosanthes
capitata
0 - 1.800
Semilla
5 – 10
kg/ha
50 a 60 t/ha año
Frijol guandul (C)
Cajanus cajan
guandul
0 - 2.500
Semilla
5 – 10
kg/ha
35 a 40 t/ha año
Ramio (C)
Boehmeria
nivea
100 - 1.700
Estacas
1 t/ha
18 – 20 t/ha año
Botón de oro (C)
Tithonia
diversifolia
200 - 2.200
Estacas
1.000 a
1.800
estacas/ha
150 a 280 t/ha año
Nacedero –
quiebrabarrigo (C)
Trichanthera
gigantea
100 - 2.300
Estacas
1.000 a
1.800
estacas/ha
8 – 20 t/ha año
20.000 a
25.000
plántulas/
ha
50 a 60 t/ha año
5.000 a
7.000
plantas/ha
30 a 70 t/ha año
Arbustos forrajeros
Morera (C)
Morus alba
1.000 - 1.800
Estacas plántulas
Bore (C)
Xantosoma sp.
500 - 2.000
Estacas plántulas
Forestales forrajeras
Matarratón (C) (P)
Gliricidia
sepium
0 - 1.200
Semilla
1.000 a
4.000
árboles/ha
70 a 100 t/ha
año
Leucadena (C) (P)
Leucaena
leucocephala
0 - 1.300
Semilla
10 – 12
kg/ha
100 t/ha
año
50 a 60 t/ha
año
Chachafruto - balu (C)
Erythrina
edulis
1.000 - 2.500
Semilla
15 – 20
kg/ha
5.000 a
10.000
árboles/ha
Cámbulos (C)
Erythrina
peoppigiana
0 - 1.600
Semilla
200
árboles/ha
8 – 20 t/ha
Año
Samán (C)
Pithecellobium
saman
0 - 800
Semilla
200
árboles/ha
18 – 20 t/ha
año
Semilla
15 – 20
kg/ha
5.000 a
10.000
árboles/ha
50 a 60 t/ha
año
San Joaquín (C)
Hibiscus
rosacinnensis
200 - 2.500
(C): Corte. (P): Pastoreo.
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando
52
Anexo 5. FORRAJERAS DE CLIMA FRÍO
Nombre
común
Nombre
científico
msnm
Material
siembra
Densidad
siembra
Rendimiento FV
Gramíneas
Kykuyo
Pennisetum
clandestinum
1.500 - 3.300
Estolones
1 – 1,5 ton/ha
10 a 25 t/ha pastoreo
Raygras
perenne
Lolium perenne
2.500 - 3.000
Semilla
50 – 75 kg/ha
15 a 35 t/ha pastoreo
Raygras anual
Lolium multiflorum
2.500 - 3.000
Semilla
50 – 75 kg/ha
15 a 35 t/ha pastoreo
Azul orchoro
– pasto azul
Dactylis golmerata
2.600 - 3.300
Semilla
50 – 75 kg/ha
15 a 20 t/ha pastoreo
Festuca
Festuca
arundinacea
2.500 - 2.900
Semilla
40 – 65 kg/ha
10 a 20 t/ha pastoreo
Falsa poa
Holcus lanatus
2.500 - 3.300
Semilla
40 – 65 kg/ha
10 a 20 t/ha pastoreo
Oloroso
Anthoxanthum
odoratum
2.600 - 3.000
Semilla
40 – 65 kg/ha
10 a 20 t/ha pastoreo
Azul de
Kentuchy
Poa pratense
2.600 - 3.000
Semilla
40 – 55 kg/ha
10 a 20 t/ha pastoreo
Avena
Avena sativa
2.600 - 3.000
Semilla
60 kg/ha
30 t/ha cosecha
Leguminosas
Trébol rojo
Trifolium pratense
2.300 - 2.900
Semilla
10 – 15 kg/ha
12 a 15 t/ha año
Trébol blanco
Trifolium repens
2.300 - 2.900
Semilla
8 – 12 kg/ha
15 a 20 t/ha año
Lotus – trébol
pata pájaro
Lotus corniculatus
2.300 - 2.900
Semilla
8 – 12 kg/ha
15 a 20 t/ha año
Alfalfa
Medicago sativa
500 - 2.900
Semilla
20 –25 kg/ha
40 a 120 t/ha año
Vicia
Vicia atropurpurea
2.200 - 2.900
Semilla
40 – 0 kg/año
20 a 30 t/ha año
Forestales forrajeros
Saúco
Cichorium intybus
2.400 - 2.900
Esquejes
5.000 a 1.000
árboles/ha
60 a 80 t/ha año
Acacia negra
Sambucus nigra
2.400 - 900
Semilla
5.000 a 1.000
árboles/ha
60 a 80 t/ha año
Otras forrajeras
Remolacha
forrajera
Beta vulgaris
2.400 - 2.900
Semilla
22.000 a
25.000
plántulas/ha
20 a 100 t/ha cosecha
Nabo forrajero
Raphanus sativus
1.600 - 2.600
Semilla
10 – 20 kg/ha
40 a 90 t/ha cosecha
Fuente: Jiménez Angélica; Quevedo Luis Fernando
53
Anexo 6. EL pH DE LA ORINA PUEDE PREDECIR EL NIVEL DE CALCIO
QUE TENDRÁN LAS VACAS AL PARTO Diferencia entre
pH de la orina de
Cationes (+) y
Equilibrio ácido básico
vacas próximas
Aniones (-) en la
de las vacas próximas
al parto
Ración
POSITIVO
8,0 a 7,0
Alcalosis
NEGATIVO
6,5 a 5,5
Acidosis metabólica leve
menos de 5,5
Crisis de sobrecarga renal
Nivel de Calcio
de la vaca recién
parida
Nivel bajo de calcio
Nivel normal de calcio
* Beede D., Davidson. U. Michigan. 1995.
Anexo 7. REQUERIMIENTOS DIARIOS DE NUTRIENTES PARA VACAS
EN LACTANCIA Y SECAS PREÑADAS
Energía
Peso vivo
(kg)
En
Lactancia
(Mcal)
Minerales
NTD (kg)
Total
proteína
cruda (g)
Ca (g)
Vitaminas
P (g)
A (1000UI)
Mantenimiento de vacas en lactancia
400
7,16
3,13
318
16
11
30
450
7,82
3,42
341
18
13
34
500
8,46
3,70
364
20
14
38
550
9,09
3,97
386
22
16
42
600
9,70
4,24
406
24
17
46
650
10,30
4,51
428
26
19
49
Mantenimiento de vacas lactantes con 2 o más meses de gestación
400
9,30
4,15
890
26
16
30
450
10,16
4,53
973
30
18
34
500
11,00
4,90
1053
33
20
38
550
11,81
5,27
1131
36
22
42
600
12,61
5,62
1207
39
24
46
650
13,39
5,97
1281
43
26
49
Requerimientos por kg de leche producida a diferentes % de grasa
3,0
0,64
0,280
78
2,73
1,68
-
3,5
0,69
0,301
84
2,97
1,83
-
4,0
0,74
0,322
90
3,21
1,98
-
4,5
0,78
0,343
96
3,45
2,13
-
Fuente: NRC, 2001
54
Anexo 8. PORCENTAJE NUTRIENTES RECOMENDADOS PARA VACAS
EN PRODUCCIÓN Y SECAS PREÑADAS
Peso
vivo
(kg)
Grasa
(%)
Ganancia
P.V. (kg)
400
500
600
700
5,0
4,5
4,0
3,5
0,220
0,275
0,330
0,385
En mantenimiento (Mcal/kg)
NTD (%MS)
Proteína cruda %
Fibra cruda %
Fibra detergente ácida %
Fibra detergente neutra %
Calcio %
Fósforo %
Magnesio %
Potasio %
Azufre %
Hierro, ppm
Cobre, ppm
Vitamina A UI/Kg
Fuente: NRC, 2001
Producción de leche (kg/día)
7
13
20
26
33
8
17
25
33
41
10
20
30
40
50
12
24
36
48
60
I
II
III
IV
V
1,42 1,52 1,62 1,72 1,72
63
67
71
75
75
12
15
16
17
18
17
17
17
15
15
21
21
21
19
19
28
28
28
25
25
0,43 0,51 0,58 0,64 0,66
0,28 0,33 0,37 0,41 0,41
0,20 0,20 0,20 0,25 0,25
0,90 0,90 0,90 1,00 1,00
0,20 0,20 0,20 0,25 0,25
50
50
50
50
50
10
10
10
10
10
3200 3200 3200 3200 3200
Ración
vacas
paridas
(0-3
sem)
Ración
secas
preñadas
VI
1,67
73
19
17
21
28
0,77
0,48
0,25
1,00
0,25
50
10
4000
VII
1,25
56
12
22
27
35
0,39
0,24
0,16
0,65
0,16
50
10
4000
55
BIBLIOGRAFÍA
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Se terminó de imprimir en el mes
de agosto de 2011 en los talleres de
www.produmedios.org
Tel: 422 7356 - Bogotá DC
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