QUE REFORMA EL ARTÍCULO 266 BIS DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, A CARGO DEL DIPUTADO JORGE KAHWAGI MACARI, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PVEM Jorge Antonio Kahwagi Macari; diputado de la LIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, integrante del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, con fundamento en el artículo 71, fracción II, de la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos y los correlativos 55, fracción II, 56 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, ocurrimos a solicitar se turne a la Comisión Justicia y Derechos Humanos la presente iniciativa con proyecto decreto. Exposición de Motivos La violación y el abuso sexual son eventos delictivos que por sí mismos ofenden a la sociedad, pero más cuando se cometen en contra de menores de edad arrancándoles abruptamente su inocencia. Cualquier país sustenta su desarrollo, económico, cultural, social y político, en generaciones de jóvenes, sanos en cuerpo y alma, en un saludable desarrollo, tanto biológico como sexual y psicológico. Los delitos mencionados rompen con toda la perspectiva de vida de cualquier ser humano, haciéndole sentir vulnerable en todo su entorno. La persona que es víctima de abuso sexual, sufre en su intimidad, se vuelve introvertida, el desánimo por la vida lo envuelve, su esencia, principios y valores se corrompen por el resentimiento que siente, me refiero a cualquier persona, en cuanto a los menores abusados sexualmente, imaginen lo demás. Existen sujetos que sufren desviaciones sexuales, como son; el sadomasoquismo, la zoofilia, la necrofilia y la paidofilia. Paidofilia significa literalmente "amante de los niños", viene del griego paidós, que quiere decir "niño", y filos, "amor", el paidófilo es el adulto cuyo método repetidamente preferido o exclusivo de conseguir la excitación sexual, mediante la fantasía de establecer relaciones sexuales con niños de edad prepubertal. Las víctimas de los paidófilos son niñas o niños normalmente de entre 8 y 13 años, regularmente el paidófilo es un pariente o familiar. También la pedofilia se define como aquellas fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños. Este fenómeno se da principalmente en personas que están a cargo del cuidado de niños por lo que cabría la hipótesis según la cual, el contacto permanente con niños favorecería la manifestación paidofílica. En la mayor parte de las sociedades, la paidofilia es considerada un abuso sexual grave y las leyes castigan con penas severas el contacto sexual entre adultos y niños. Las víctimas de la coerción sexual, serán proclives a tener dificultades sexuales llegadas al estado adulto, lo peor de todo es que los menores a los que se abusa o explota sexualmente tienden más tarde, ya adultos, a convertirse a su vez en abusadores y explotadores de menores. El abuso a menores es un fenómeno social que se ha multiplicado, no se trata de casos aislados, las cuestiones de paidofilia se han reproducido de forma alarmante en el núcleo familiar y social y específicamente ha invadido el sector educativo, principalmente a nivel primaria, también en el sector religioso, las iglesias solo son instituciones humanas, que si bien pretenden ser guía espiritual, no se escapan de tener errores, pero más error es pensar que algunos de sus predicadores son incapaces de tener sus propias depravaciones, que no son creadas ni inventadas por ellos: Hemos sido testigos a través de los medios masivos de comunicación que un sujeto abusó sexualmente de tal o cual menor, lo más aberrante es que el ataque proviene del padrastro, de un docente o de un misionero. Toda sociedad tiene la obligación moral y legal de cooperar con las autoridades para investigar, castigar y dar seguimiento a las denuncias de agresiones sexuales provengan de la persona que sea, y sobre estos crímenes castigar a los responsables con todo el peso de la ley penal. La magnitud del problema del abuso sexual infantil es grave y delicado, pero se vuelve más agudo cuando se comete por personas que se aprovechan de los menores que tienen bajo su custodia o tutela, o a través de un culto o credo, o de la buena fe que sus víctimas les profesan, para dar rienda suelta a sus instintos, por lo que es menester implementar un plan concreto que garantice en primer lugar la prevención de dicho delito, y si esto no es posible hacer realidad la reparación del daño a los sujetos pasivos del crimen cometido. En este tipo de delitos y en cualquier otro que atente contra la integridad de las personas, la denuncia es importante para garantizar que las niñas y niños atacados reciban reparación del daño en términos materiales y tratamiento psicológico. Por ello la agresión sexual es un problema social que debe ser castigado sin importar el estatus de la persona que lo perpetre. La violación es un abuso de poder, y éste es doble en el caso del padre o padrastro, el maestro o profesor, el líder moral de una congregación, porque no sólo ejercen el poder desde su persona, sino que usan la investidura que representan para lograr sus fines inmorales. Lo anterior es un llamado de atención para que la sociedad trabaje en conjunto con los distintos sectores sociales para prevenir estos delitos. Una alternativa podría ser la cultura de la denuncia, la sensibilización de las autoridades sobre los límites y consecuencias del abuso sexual para crear una conciencia de respeto a los derechos humanos de los menores, ya que ésta es una responsabilidad de las instituciones y de la sociedad en general. El abuso sexual y la violación son de los delitos que se consideran de naturaleza oculta y por lo mismo en muchas ocasiones no son evidenciados por temor o por vergüenza, y pasan a engrosar la cifra negra de los delitos no denunciados quedando entonces en completa impunidad. El escándalo de los pederastas y la presión de los medios de comunicación, han terminado por aceptar a regañadientes la existencia de múltiples casos de personas que ungidos como guías espirituales han abusado sexualmente de menores de edad. Los casos de pederastia en muchas ocasiones son cometidos por líderes o guías morales, allí surge la justificación de la presente iniciativa para que sea agravada la pena de prisión hasta tres cuartas partes cuando se trate de los delitos de abuso sexual y violación, pero que éstos sean cometidos en contra de menores de edad. Las instancias correspondientes deben desplegar una intensa campaña para prevenir a los niños, jóvenes y padres de familia contra posibles abusos que puedan sufrir los menores, además de estimular la cultura para denunciar la pederastia, ya que es un problema, porque todavía es un tabú cultural denunciar estos asuntos. La sociedad mexicana no quiere, porque persiste el temor a no ser creído, también influye el factor de la vergüenza. Esto es extremadamente penoso. Además, es palabra contra palabra: la de la víctima y la del considerado líder moral. El problema más trágico e inmoral es que se haya dañado a una persona, pero lo más censurable es que se deje libre a un criminal. En mérito de lo antes expuesto el diputado del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México que firma al calce, propone a esta H. soberanía la iniciativa con proyecto de: Decreto por el que se reforma el párrafo primero y se adicionan las fracciones, V y VI del artículo 266 Bis del Código Penal Federal. Artículo Primero.- Se reforma el párrafo primero y se adicionan las fracciones, V y VI del artículo 266 Bis del Código Penal Federal para quedar en los siguientes términos: Artículo 266 Bis.- Las penas previstas para el abuso sexual y la violación se aumentarán hasta en tres cuartas partes cuando: I a IV (quedan igual) V. La víctima sea menor de 12 años de edad; VI.- Quien la realice se aproveche de su posición o jerarquía religiosa o utilizando, el culto la creencia, la fe, la devoción o la doctrina religiosa de los menores de edad, independientemente de que utilice o no, violencia física o moral. Transitorios Artículo Único.- Este decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, a los 21 días del mes de abril de 2005. Dip. Jorge A. Kahwagi Macari (rúbrica)