Los pocos sabios huyen

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Los pocos sabios huyen
autor Carlos Poblete
martes, 07 de enero de 2014
Alcanzar sabiduría demanda tiempo, también esfuerzo, constancia y hasta sacrificios. Genéricamente entendido el
hombre es un ser sabio, el ser humano es un animal que conoce, que aprende, nace dotado para saber. De algún
modo también otros animales.
La sabiduría humana ha generado el progreso que conocemos, por medio de ella se ha intervenido la naturaleza,
transformándola en provecho de la humanidad. A mayor conocimiento como lógica consecuencia más satisfacción
debiera vivir cada persona, pero eso no es así. Los casi ocho mil millones de habitantes que hoy somos residentes en la
tierra, un alto porcentaje de ellos no alcanza lo mínimo básico para la subsistencia.
Hoy todo lo que se produce e inventa tiene costo, porque el conocimiento ha pasado a la categoría de mercancía. El
conocimiento se patenta, tiene dueño. El conocimiento científico es hoy una forma de poder, una forma de dominación. El
saber se vende y se compra.
Los sabios, los grandes creadores de la humanidad, tal vez nunca pensaron antes ni hoy, que el producto de su genio y
de su trabajo sería fuente y apropiación del más perverso poder y egoísmo. Los sabios de verdad son humildes y
generosos.
Una vez conocí un sabio, un genio. Venía huyendo del poder vesánico de una potencia mundial. Parte era él de los
infernales inventos de la maquinaria bélica del hombre y de sus dantescas consecuencias planetarias, su única actitud
fue huir de tales proyectos, abandonarlos. Para vivir halló un lugar bucólico.
Asocié entonces...esa conducta, con la obra de un poeta que hace casi 500 años dio al mundo una creación lírica, su
magistral "Oda a la vida retirada ",el religioso español agustino, Fray Luis de León ( 1527 - 1591 ).
Dice una de las célebres estrofas de ese canto : " ¡ Qué descansada vida / la del que huye ( d ) el mundanal rüido / Y
sigue la escondida / Senda por donde han ido / Los pocos sabios que en el mundo han sido ! ".
Los sabios de verdad son escasos como dice Fray Luis, a la vez son patrimonio científico y cultural de la humanidad, y
escasa o nula es también la atención, el respeto y la protección que esta misma humanidad, ya por indolencia, ya por
ignorancia, otorga a quienes son esencialmente creadores del buen conocimiento y la belleza.
La citada Oda, por exigencia de nuestros venerados educadores de hace unas décadas, debimos memorizarla, en total
85 versos, estructurados en 17 estrofas. Notable labor pedagógica de esos cultos maestros que nos guiaban a la vez en
el análisis y en la interpretación de esos verdaderos monumentos de la cultura universal.
Hoy poco o nada de esto último como práctica sucede. La enseñanza es también una mercancía más.
Los ilustres sabios seguirán huyendo a mejores lares.
Carlos Poblete Avila
Profesor de Estado
Director del Centro de Estudios
Conciencia Crítica
Chile,enero 7 de 2014.
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Creado el: 30 November, 2016, 13:09