La dulce presencia del chorinho en el ambiente musical alemán. Beate Kittsteiner A diferencia del samba y la bossa-nova, el chorinho todavía desconocido en es relativamente Europa. El choro (chorinho) surgió hacia 1870, cuando los brasileños empezaron a brasileñizar danzas europeas de moda, como el vals, la polca y la escocesa. Rio de Janeiro era un verdadero inmigrantes caldero cultural. oriundos de Allí diversos vivían países europeos, que habían llevado consigo las tradiciones musicales de sus patrias. Altamiro Carrilho 60 A esa base musical de tradición europea vino a agregarse la influencia africana, aportada por los esclavos, en aquella época ya en pleno proceso de fusión cultural. De la mezcla de influencias musicales, en este caso, europea y africana, resultó el choro, con su ritmo sincopado de sabor africano y sus armonías de clara afinidad con lo europeo. La música derivada de esta mezcla es más suave y delicada que el samba, y se presta a una rica variedad de combinaciones melódicas. uchos comparan el choro – y su importancia para la música brasileña reciente – con el “rang-time” americano y su influencia en el jazz. Por otra parte, se suele observar que el choro primitivo se acerca a la música clásica, en tanto el choro más reciente presenta analogías con el jazz, sobre todo en cuanto a su potencial para la improvisación. Una importante característica del choro, que lo distingue de otras formas de la música actual, dominadas por una tendencia reduccionista, en la cual la melodía ejerce un papel secundario, es que el choro, con su amplio arco melódico, muestra una sorprendente variación armónica. Es así que uno de sus grandes atractivos es que en él se puede producir una rica gama de variaciones–improvisaciones, de modo semejante a lo que sucede en el jazz. Los solistas, en los grupos de choro, se dirigen mutuamente melodías que cada uno se esfuerza por superar, mediante variaciones, en una suerte de “desafío” musical. Muchos choros antiguos revelan esta característica en sus títulos, como por ejemplo,“·caiu, não disse?” o “cuidado colega”. Originariamente, los instrumentos utilizados para tocar el choro eran la flauta, la guitarra y el cavaquinho. Más tarde, en los años 20, se introdujeron los típicos instrumentos de M 62 percusión, como por ejemplo, el pandero, el “reco reco”, o el pequeño “surdo”. Pronto se agregó una guitarra de siete cuerdas, que posibilita una mejor reproducción de los contrabajos o “baixarias”. Yo misma, con mi formación “jazzística”, además de tocar la flauta, introduje en mi grupo de choro en Munich el saxofón. El cavaquinho lo toca el brasileño Fábio Block, cuyo padre ya era un famoso chorista; el alemán Dieter Holisch, que posee un refinado sentido para la música brasileña, toca la guitarra; en el contrabajo tenemos al virtuoso español Manolo Diaz. Nuestro grupo está además integrado por dos percusionistas: el brasileño especialista en pandero Borel de Sousa y el alemán, criado en Brasil, Ulrich Stach, excelente percusionista que en nuestro grupo toca la timba. Podríamos citar, como a uno de nuestros mayores inspiradores, al compositor Zequinha de Abreu, cuyo “Tico Tico no Fubá” es conocido en el mundo entero. Entre otras composiciones tocamos su “Não me toques”. Valoramos también, enormemente, al legendario compositor, saxofonista y flautista Pixinguinha, cuya música no sólo posee una increíble frescura sino que es también extremadamente conmovedora. Siempre ejecutamos su célebre chorinho,“Carinhoso”, Foto: Prensa 3 éxito inmenso, junto con otras composiciones suyas, como “Um a zero”,“Os cinco Companheiros”, “Teu Aniversário” e “Vamos Brincar”. Venero también al viejo maestro de cavaquinho Waldir Azevedo, cuya composición “brasilerinho” se hizo mundialmente conocida. Nuestro grupo toca varias de sus composiciones, además de ésa,“Cavaquinho Seresteiro”, “Choro Novo em Dó”,“Lembrando Chopin” (ésta última, como dice el titulo, en homenaje a Chopin, a quien mucho admiraba) y “Homenagem a Chiquinha Gonzaga”. Chiquinha Gonzaga es otra de nuestras fuentes de inspiración : Jacob do Bandolim fue mujer revolucionaria para su época (1847-1935), tanto en materia musical como en costumbres, y su famoso choro-polca “Atraente” figura en nuestro repertorio. Un compositor de los años cuarenta que mucho apreciamos es Jacó do Bandolim, verdadero virtuoso de la mandolina, de quien tocamos, entre otras composiciones,“Doce de Coco” y “Vale Tudo”, Entre los choristas contemporáneos, sentimos especial admiración por el flautista Altamiro Carrilho. Beate Kittsteiner – Musicóloga, saxofonista y flautista de su grupo “Tocando” de Munich. 63