No tienes que voltear a los dos lados… si no vas a cruzar la calle. Imagina como afectaría tu vida, si el miedo a ser atropellado te impidiera cruzar la calle. Habrá ocasiones en tu vida en las que, debido al temor, sientas que tu vida se estanca y no hay progreso ni posibilidades de un cambio El miedo al rechazo tiene el mismo efecto en tu carrera en Ventas. El rechazo es común en las situaciones de ventas. No todos los prospectos quieren hablar contigo. Y no todos los prospectos que se toman el tiempo de hablar contigo se convertirán en tus clientes. Algunos rechazarán tus productos o servicios: no lo considerarán como una solución apropiada para sus problemas o metas. Otros, te rechazarán sutilmente. Es decir, seguirán con su proveedor actual; y nada que digas o hagas les motivara a cambiar de proveedor. Para protegerse del rechazo diario, muchos vendedores han encontrado una simple pero efectiva manera de autodefensa, evitan ponerse en situaciones que pudieran generar rechazo. Prospectar es el principal ejemplo. O, al interactuar con prospectos y clientes, evitan situaciones que pudieran generar rechazo. Por ejemplo, evitan pedir a los prospectos un compromiso o que tomen decisiones. Y hasta sugieren: “dale una pensada y me comunico contigo la próxima semana”, en vez de preguntar si su opción es la más apropiada para resolver la problemática. Así, al evitar la posibilidad de ser rechazado, se protegen a si mismos Protegidos pero debilitados Si no cruzas la calle no aprendes a hacerlo. Aprendes si te preparas y pones atención. Si observas la velocidad de los autos y la distancia entre tú y ellos, y si tomas una decisión lógica respecto a la acción a realizar. Algunas veces tú decidiste si era prudente no bajarte de la banqueta hasta que pasaran los autos. Y al exponerte al tráfico, desarrollaste la habilidad para cruzar la calle sin problemas. Vender no es diferente. Si te preparas y pones atención en las ventas, puedes minimizar la posibilidad de rechazo y superar tu temor a vender, particularmente con nuevos prospectos. Aquí algunas sugerencias: Nunca hagas una llamada sin hacer tarea previa. Ya sea si es una llamada a un cliente actual o una llamada en frio a un prospecto, debes saber que decir. Investiga y asegúrate que tu mensaje sea relevante a la situación particular. El improvisar es la ruta más rápida a el rechazo. Califica las oportunidades a conciencia. Antes de empezar a hacer propuestas o presentaciones, asegúrate que has descubierto exactamente lo que el prospecto necesita y lo que espera de ti, que tengan los recursos para pagarlo y que estén decididos a invertir y como será su proceso de toma de decisiones. Solo entonces puedes decidir si necesitas armar una presentación que plasme la mejor solución. Desarrollar presentaciones sin esta información invita a un rechazo. Obtén un compromiso. Ya sea que te reúnas con un prospecto por primera vez o sea la segunda para una presentación, obtén un compromiso del prospecto respecto a lo que va a pasar después. Por ejemplo, si se requiere información específica para determinar la factibilidad de tu producto o servicio hacia la situación del prospecto, haz que te comparta esa información en su próxima junta. Si agendas una reunión de presentación donde esperas que el cliente compre, pídele al prospecto que se comprometa. Si el prospecto va a rechazar tu propuesta, aún si cumple con todos los requerimientos, es mejor que lo sepas desde el principio del proceso cuando aun tienes oportunidad de escoger un mejor curso de acción. Si vas a trabajar en Ventas, no puedes escapar a la posibilidad del rechazo. Sin embargo, estar preparado y poner atención, pueden minimizar su impacto, minimizar tu temor hacia él y desarrollar la habilidad de “Cruzar la calle”. Tres preguntas…. Una respuesta ¿Cuál es el elemento clave para obtener un cliente? ¿ Cuál es el elemento clave para conservar un cliente? ¿ Cuál es el elemento clave que, cuando es ignorado, facilitará perder al cliente? La respuesta a las tres preguntas es “La Confianza” Ciertamente, “La Confianza” ¿Y cómo la desarrollas con tus prospectos y la mantienes cuando se convierten en clientes? La Confianza está basada en tres elementos: Credibilidad, Accesibilidad y Confiabilidad. Credibilidad, ya sea que hablemos acerca de prospectos o clientes, se refiere a dar un mensaje que demuestre tu entendimiento de la situación del receptor. La tecnología actual, sitios web, e-mail, blogs, redes sociales, ha hecho más fácil que nunca comunicar tu mensaje a una audiencia objetivo. Hacerles perder su tiempo con información que no les ayuda a lograr sus objetivos o mejorar su situación no ayudan a crear confianza y pueden disminuir la confianza que ya se tenía. Hacer que tu mensaje sea creíble, es un desperdicio de esfuerzo si no eres accesible para dar información cuando es requerida por el prospecto o responder preguntas o resolver problemas para los clientes cuando esto ocurren. Si no pueden “Confiar” que estarás ahí cuando te necesiten, no te tendrán confianza. Confiabilidad, el tercer elemento de la confianza, es un ingrediente esencial para cualquier relación. Si haces un compromiso con un prospecto o cliente… cúmplelo, sin excusas. Los prospectos y clientes no confiarán en ti si no pueden contar en que darás seguimiento y cumples como lo prometiste. Ya sea que hablemos de prospectos o clientes o amigos, familia y colegas, la Confianza es esencial. Cuando la hay, puedes cimentar una relación y, cuando falta, causa que se derrumbe. © 2010 Sandler Systems. Todos los derechos reservados. Ninguna porción de esta publicación puede ser duplicada o usada sin la autorización expresa y por escrito de Sandler Systems, Inc. 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