Versión PDF - Galiciana. Biblioteca de Galicia

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AÑO II.
Coruña 12Me Febrero de 1882.
NÚM. 45,
r2Sw>
]Pa.satíempo
LIltKCTOR LITEBABIO
~V. PLATEL,
Redacción
y
Remanal Jlustrado.
DIEECTOE ABTÍSTICO:
DIMTOB PR0PIETAKI0:
J
PUGA.
R
NAVARRO.
Administi tación : Real, 30
NO SE DEV UELVEN
.
LOS ORIGINALES.
EN EL BAILE.
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I
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Al caer el tafetán,
por infeliz descuido,
se cumplió al punto el refrán,
¡Oh desgraciado marido! -&*
¡Dónde las toman las dan!
EL DIA DE FIESTA.
2
SUMARIO
TEXTO: El Carnaval del alma, por Jacobo San Martin.—Estudios históricos, porV.de A.—Una historia vulgar, por Vicente Platel.—El intrigante, (soneto) por Victorino Abente.—
Rimas, por Vicente Platel. —El capullo, por Benito Losada
O figo, por Benito Losada.—A Juan, (epigrama) por Vicente
Platel.
GRABADOS: Por R. Navarro
—
Mi presencia le distrajo de su ocupa
reciéndome con una sonrisa de esas qi
digan los comerciantes, por lo mismo <
tan dinero, me dirijió el consabido:
—Deseaba V?
—Qué precio tiene el cuadro expu
capara te?
—Cincuenta duros, pero debo ad
que ya está vendido desde esta mañai
dijo el principal.
— Vendido!—esclamé con desespere
oíala? im mml
tras el dependiente me ¡nimba como
de mi sorpresa. —Y podría Y. decirn
el nombre del autor y las señas de su <
añadí rápidamente asaltado por una ri
Qué hermosa estaba!... Cuánta luz en aquellos peranza.
ojos azules, cuánta espresion en su mirada, qué
—El nombre... el nombre no lo sé ]
resplandores en aquella sonrisa de ángel, cuánto conozco al pintor... Aguarde V... Si
rayo de sol en la rubia madeja de stts cabellos, y Pero hombre, mire Ad que casualida
qué de reflejos de pureza y castidad en su alabassa!... Aquí lo tiene Y!...
trina frente!...
En efecto, acababa de abrirse la pi
Yo la miraba... mejor dicho, estasiábame en su hombre entró adelantándose hacia no
contemplación, y no sé que influencia misteriosa
— Este señor preguntaba porV
dominando mi ser, llevó mi pensamiento á las re—Por mí?—contestó una voz que
giones de lo ideal. Los labios pretendían agitarse serme desconocida, y en la que el ac<
para espresar en una sola frase toda la admiradominaba en absoluto.—Y se puede s;
ción, todo el entusiasmo que parecía circular por calla!... Sí!... No hay duda!... o mis
mis venas, pero su inmovilidad, demostraba que claro en esta ocasión, ó eres... ¡Kl mis
reconocíanse impotentes, para traducirlas imprete y calza!... [Chiquillo, venga un abr
siones del espíritu
—ILuis!...—exclamé entre asombra
Y mis ojos seguían siempre fijos en aquella cevido,
procurando á la vez librarme d
leste imagen que se presentaba bajo la forma de nes un tanto exagerados deque era ol
aparición ante mi exaltada fantasía. Sin embargo, será posible?... Eres tú aquel Luisil
la ilusión desvanecióse bien pronto, al estrellarse dos años/
contra la realidad representada en los colores de
—Ya me figuro por que lo dices*, pe
un lienzo, y contenida dentro de un marco dorado. las picaras viruelas, 6
flores celestes,
La Margarita de Goehte—tal quiso allí reprelos chinos, tienen la culpa de esta
sentar el artista—aparecía con todos los colores cion... Pero, lO ((ue es tú, estás Luí 1
de la verdad: bastaba mirar una sola vez el cuaguapo como siempre! Ydime, contin
dro, para que se adivinase la situación de la promismas estravaarancias de antaño?...
tagonista del poema.
se me ocurre que será mejor <
chico,
Fausto, habia ya encendido en el pecho de la mos los recuerdos del ayer, teniendo
doncella la primer chispa precursora de la pasión. botella de manzanilla que nos ayude
Entre las flores de su jardín, la pobre niña medila memoria... Vamos, te convido porq
taba y discurría, queriendo penetrar las causas de fondos... — A' en tanto que así se espn
aquel anhelo mezcla de tristezas y alegres ilusiogábame á seguirle, mientras yo por m
nes, de afanes y esperanzas, de ansiedades no co- surto y confuso no sabia qué respon<
nocidas, hasta"que una*mirada del rejuvenecido pregunta i
doctor, despertó cn su alma pura el primer latido
Al fin abandonamos la tienda, y yá
de un sentimiento ignorado. Un pálido rayo de la un vientecillo
nada agradable porcierl
melancólica luna, ilumina el hermoso semblante gó de desembotar mis
sen! idos , y em
de la enamorada , y la naturaleza envuelta en el
preguntas.
abrirycerrar
En un
ue ojo
misterio déla noche, parece asociarse al pensalos dos años que la ausencia
durante
miento de Margarita.
Luis se habia dedicado á viajar, busca
—Orgulloso puede estar el pintor con su obra! — cielo de Italia, inspiración que guias<
esclamé en el colmo del entusiasmo —y desde
Que á fuerza de constantes desvelo?
aquel momento, dos ideas, ó mejor dicho, dos exitrabajos,
habia conseguido que sus ci
gentes deseos me dominaron: poseer á toda costa ran muy aceptables, y que so vendie
aquella mujer, es decir, aquel cuadro que se exhilar precio; que tenia sus ahorrillos
bía en uno de los escaparates de un comercio de siempre consideró imposible—; que s
la carrera de San Gerónimo, y conocer el nombre habia sufrido una
metamórfi
del hombre, que tal imagen creó, porque ni por un únicamente seguíacompleta
sus trece, y en
en
solo momento llegué á figurarme, que tanta percon respecto á la virtud de la mujer, á 1
fección y belleza pudiese tener original, y al conconsideraba como paño de magí
pre
cluir la última frase de estas reflexiones, levanté riendas y pésimos hechos.
el picaporte, abrí la puerta del establecimiento, y
A su vez, le tocó escucharme, y se
me adelanté al mostrador, detrás del cual, un demente, al saber la impresión que m
pendiente se entretenía en coleccionar cromos.
m
m
DIA DE FIESTA
Margarita, mi sentimiento al averiguar que el cuadro estaba vendido, y el deseo de conocer al autor anónimo que tales obras concebía, para suplicarle eme á cualquier precio, quería poseer otro
lienzo igual al que vi en el escaparate de marras.
Hablando de estas y otras muchas cosas, entra-
mos en una tienda de andaluces, y después de
haber dado cuenta de algunos langostinos rociados con olorosa manzanilla, y satisfecho el capricho de Luis pues no de otro modo transigía para
contestar ó mis «ausencias calmando mi ansiedad
me habló de e sta
es \u\ tonto de capirote, y
yo no
UVcl
res tan estúpidos co
le be niu muña >. Apu ¡sto
todos m
d i!
pincele 5, contra el innumerable
s v v< ous
fárrag
.
insulsos que ha
escriti
le <
tienes sentido común... Nó, nó
Die mi
luego hablarás... Pues dígote,
que to
ucho más apuesto, á que eres
muy c
laberte enamorado de la ideal y
vapon >sa Mai
ta que he vendido por cincuenta
dur< is
i cu
enta soles... cosas de poetas!.T.
I fin!... Divina!... ideal!... Todo
es
nao
'urrido decir, al contemplar mi
"
cuadro
ispiracion la del artista!... Qué
pin eza
rido y en la espresion!... 01?
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original!...—grité en el apo¿Tiene original!...
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y la calma te inspira
' mera vi ¡z e n1 mucho,
por pri
tu vida, pronto tendrás el gus, la inm ¡nsa felicidad, de arroto, ó n
1.
i i;i con ten ipla lon de sus
celestes resplanisn
10.
3
trollas, y los empleados de la fábrica del gas encendían los faroles.
No sé las calles que atravesamos, pero es lo
cierto, que anduvimos mucho. Por fin, se detuvo mi amigo delante de una casita de planta
baja,
en cuya puerta llamó; abrióse ésta, y una mujer
malhumorada y soñolienta, nos franqueó la entrada tan luego como conoció á mi acompañante.
Entramos... Pero, lo poco que resta, merece capitulo aparte.
En una sala de aspecto pobre y miserable sin
mas muebles que un desvencijado sofá, cuatro
síHas deteri oraoas un velador oscuro v mu oriento, y en las pareces algunos cuadros que corrían
parejas con el resto del mobiliario, nos introdujo
aquella mujer, y despees de cambiar breves palabras que no pude oír, con mi amigo, salió precipitadamente, dejando sobre el velador, una vela de sebo aprisionada en un candelero de hoja de
lata.
Iba ya á dirijir la palabra á Luis—que no dejaba
de mirarme con cierta espresion burlona cuando
apareció
No!... imposible!... Aquella mujer
no podía ser la Margarita ideal v purísima que vo
admiré en el lienzo ¡Aquella desenvoltura, aquel
cinismo y descocamiento, aquel traje descompuesto y reñido con la honestidad!... Yo soñaba!... Forzosamente yo no veía claro!... Pero
nó... nó, la realidad me demostró con harta
elocuencia, que aquella mujer se parecía á la imagen del cuadro, como una gota de agua á otra
—Olachiquiüo!—gritó alegremente la recien llegada.—Vienes á tiempo; Paquira y yo, queremos
café con medias copas, y no hay un céntimo, por
dores.
que nuestra dueña dice que la 'debemos mucho
is Luis?... Es
cierto?... La veré? metal,
y no quiere ablandarse... Pero calla!... traes
\ su i uarm ¡
,|l!'' «I' que no
es'tábamos solos, un amigo...
abra/.;) di fren
<1(' alegría á mi
Ola hermoso... Pero ove tú, Luisillo
amigo. ¡Qué
"
qué tiene este muchacho que parece que está
inocen te y qui
ncillo
era yo en aquellos tiemasustado/... Vaya un modo de mirar!... Ha tenido
pos!...
lime, es 1 hermosa, es tan ideal como tú Y. algún disgusto señorito?... No ciñiere V. contestar?... No?... Pues rnireV. ámí... Esta palala pin! istes?...
Pobre loco!... Cuanto vienteci- bra fué acompañafiada de un ademan que hizo
destornillar de risa á mi compañero, mientras
¡za!... Qué desequilibrio mas lalio hay
yo, cada vez más sorprendido, no acertaba á esmental
' cerebro!... sí, hombre sí, es
plicarme tantas y tan encontradas emociones, co10
ir mejor, en hermosura y belleza
n cuanto á la moral, tú mismo mo lasque sentía en aquel instante. Por fin, Luis
se aproximó á la mujer, y después de cambiar
has
ología... Vamos, veo que es inambos algunas palabras en voz baja, y de reírse
di p<
le ca
ir fus nervios... Apura esa caá más y mejor, ella desapareció velozmente ceuna rfii erzas, y prepárate á
Dita n
seguirme...
rrando
tras sí la puerta de la habitación, mientras
Te ase,:
¡i [ladera sorpresa, y te prometo
él,
á mí dijo con acento compasivo:
acercándose
pintarl
s Margaritas que se te antojen,
con tal
—Cuatro
minutos
de paciencia, y el velo del
prometas, estudiar la comparamisterio se descorrerá ante tus ojos.
Citi !
>, ron el origina!, y por Dios', que
si esl
Quise protestar y exigir explicaciones, pero sos, no determinan siquiera una
lo
lo, 1
vez tan
me respondió:
nea eterna de las apariencias y
Calla, espera, y contemplarás ei segundo pun—
reali 1
está sembrado el camino de la
vida, ¡ ndré (¡J
Luego tú harás lo que
i'echo de llamarte imbécil á voz to de que antes te hablé
¡o, v ¡;ii
mejor te parezca... Calma amigo mío, solo un popeor para tí.
quito de calma y mas tarde hablaremos....
Yo n o pude comprender el verdadero sentido
tres minutos de ansiedad para mi, y
de sus frases, porque el deseo de lo desconocido dePasaron
indiferencia
para Luis, de quien en vano exi\\i)\\
lile
uñaba , y siglos me parecían , los minutos gía una explicación
que calmase las ansiedades
que me separaban de la realidad prometida.
y
de
que
alucinaciones
era víctima.
Entúi ices, fui yo el que arrastré á Luis, y saliPor fin un ruido de pasos, llegó hasta la puertaos d< I establecimiento.
ta de la sala, y una mano invisible agitó el pica>che se aproximaba, palidecían algunases- porte.
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6
EL DIA DE FIESTA.
picados en los signos geroglífico
Luis por su parte, dirijióme una última mirada, en la que yo leí rápidamente, todo un mundo genio, las costumbres y el cara
blos, tan separados tienen sin e
de sarcasmos y escepticismo.
—Aprende á conocer lo que son las almas similitud. No obstante de esto, 1
vestidas de máscara en el carnaval del mundo!.-. utos historiadores que niegan s
y al concluir de pronunciar estas frases, gritó indicando algunos que hay un
entre los egipcios y los chinos <
con voz entonada y hueca.
al dia; no obstante, y aunque la
Adelante mi bella Margarita...
cion considerada como la más
La puerta se abrió y... Aun estoy dudando déTal
tanta
exactitud,
vieron!...
no podemos menos
esclusiva,
que
mis oíos
lo
igualdad en el conjunto y detalles existia entre cher, De Guignes y Laurent, q
probable y hasta cierto algún*
acuella mujer y la imagen del cuadro, que pareChina procede del Egipto, esh
espresion,...
mismo!...
La
ampliación
del
cía una
rubor...
solo
las
fué
una colonia fundada porest
pureza,
el
faltaban
actitud,
la
la
flores v el pálido rayo de la luna, por lo demás, i Babilonia, también se cree fué u
allí, allí dentro del marco de la sucia y oscura ¡ del pueblo egipcio; cuya crecía
puerta, se destacaba la Margarita de Goehte her- ¡ (pie dice Diodoro y por la tra<
i hebreo. Además la ciencia asti
mosa é ideal!
brada de los Caldeos, es según
—No puede ser!—Grité delirante y frenético
la egipcia y se basa en iguales]
Esta muier no es la de antes- Mentira!
brazos
se
sas v medidas son idénticas ei
que
carcajada
unos
alegre
y
Pero una
lúbrica
de
unos
el fundador de Babilonia, Nem
espresion
cuello,
y
mi
la
ceñían á
es egipcio desciende de Kusch,
ojos azules, que antes miraban lánguidos y melancólicos, fueron para mí, otros tantos jarros de rain primer rey del Egipto
No obstante, y como la histoi
agua fría, que provocaron la instantánea reacción
según lítanos indicado, no está
de mis sentidos.
há lugar á duda, de todo cuan
Respondí con otra carcajada no menos ruidomargen á un sin número
de
mi
la
dando
mano
sa, v estrechando fuertemente
dibudelgados
se
entre
los
más célebres Egipto!
labios
cuyos
buen amigo en
aquí la indecisión en la eleccioi
jaba una sonrisa de triunfo, esclamé.
luchas y buenas razones . se
—Tenias razón chico!... También las almas
el
pro y el ('outra de la indi
el
Carnaval!
¡Viva
se visten de máscara!...
en la historia antigua, y mucho
Aquella noche ha sido la mas feliz que he pasa- historiadores, han agotado cuai
do en mi vida, y desde entonces, llevo un antifaz halladoá su alcance, para derrni
moral, del que'no me deshago por nada de este aserto, en leu ir o en disfavor d(
pero ;í pesar ele t< >d<», los erron
mundo.
seguirían sí los descubrimientos
Jacobo San Martín
bieran venido en nuestro auxili»
la verdad de unos principios; ]
falsedad de ol ros, quedand» mo
ESTUDIOS HISTÓRICOS
pare que la comprobación se <1
Pero sea de ello lo que qui
OJEADA HISTÓRICA SOBRE LOS EGIPCIOS
equivocarnos, al escogitar c<
ellos.
por
//. Colonias fundadas
ideas espuestas referentes ó las
(Continuación.)
das por los egipcios, toda vez <
Una vez indicado el estado de cultura de los dan en datos irrecusables coi
inscripcii >nes y documentos, qu
egipcios trataremos de las colonias que estos funtenticidad de esta verdad.
daron. Desde luego, y con lo espuesto anteriorPuede que para algun< >s esto
mente, creemos no cabrá duda, que los griegos,
esos modelos de buen gusto en lasarles y tanreesos les haremos la siguientes
putados en las ciencias, deben á los egipcios los Egipto no le concedéis ese pr<
primeros gérmenes de sus conocimientos. Por lo grande en la ilustración, si lo ve
tanto el pueblo griego si bien su origen no proceber trasladado su vida y sus
de del Egipto, debemos confesar que la civiliza- otros países, decidme entonces,
ción de esto, les sirvió de norma y marcharon á sion del Egipto? A esto os i
adquirirla, para poder colocarse á la altura que Laurent dice; que la solidaria
en la historia ocupan.
miembros del género humano
Otro pueblo cuya existencia moderna y estado ¡ir (pie hayan pasado sobre la
floreciente merece nuestra atención y causa nues- o pilemos sin que su existencia
tra sorpresa, se cree por muchos con gran viso de poco ó mu ' 10 la de sus semejai
verdad, fué una célebre colonia fundada por los
Aun hay mas; leed al histi>r
egipcios. Xos referimos á la China.
él enconl rareis lo siguiente: qu<
Para ello, los que sostienen tal tesis, se fundan elo como una escuela superior
en que los soberanos chinos, en la antigüedad sipueblos.
guen la misma marcha y los mismos principios
(Se continuará.)
que los de Tebas en el alto Egipto; que el alfabeto
los
gran
semejanza
signos
tiene
con
em-—-^dD s> -©■Cd*»—-*
chino,
-
1
I
-
EL DIA DE FIESTA.
UNA HISTORIA VULGAR
Escrita en modismos, frases hechas [y
refranes
PRÓLOGO
Donde menos se piensa salta la liebre, y como
quiera que no todo el monte es orégano, el que la
sigue la mata y allí me las den todas.
Por que si bien, no por mucho madrugar ama-
nece más temprano, de cobardes no se ha escrito nada, y yo también quiero echar mi cuarto á espadas, porque á veces bajo una mala capa se oculta un buen bebedor, y así es que en dos plumadas,
zis-zás, y por arte de birli-birloque sin pararme
en barras ya que de osados es la fortuna; voy á
dar principio á una historia que ni hecha de molde vendría tan pintiparada.
Con que puntoen boca y aplicar el oído, que
vá de cuento.
Era una nocheoscura como boca de lobo, llovía á cántarosy ni un alma pasaba por la calle.
Juan, aunque no tenia pido de tonto, era un pobre hombre, en toda la estension de la palabra,
que andaba bebiendo los vitados, tragando salive, echándolas muelas y devanándose los sesos,
hasta el panto de tocar el cielo con las manos,
poruña mosquita muerta que le tenia sorbido el
seso.
Clavado como un poste, ideaba con el diablo,
porque laocasion la pintan calva, el momento
de hablar hasta por los codos y con el corazón en
la mano para decirla de pé ápá, ce por be, lo que
sen lie
Pero como de noche todos los gatos son pardos, los dedos si parecen huéspedes y al mas
pin t; i do se la dan, porque de menos nos hizo Dios,
tomó el rábano por las hojas y sin repararen zancas ni barrancas, como un palomino atontado,
soltó la sinhueso y que quieras que no quieras
á la primera que pasó la espetó un diluvio de
palabras llenas de miel.
Ella permanecía sorda como una tapia, sin decir osle ni moste y dándole la (adiada por respuesta.
Mas vale llegar á tiempo, que rondar un año
— Id que más mira menos vé, y usted no vé
más all;¡ de sus narices ó es un San Bábiles de
esos que andan de la ceca á la meca á caza de
gangas
— Estoy como sobre brasas, corriendo en pos
de un ideal.
—No está el horno para bollos, ni es cosa de
llegar y besar el santo.
En estos dimes y diretes, anda que anda llegaron ó casa de ella, que le dio con la puerta en
las narices dejándole con un palmo idem y como
quien vé visiones, depatitas en la calle.
1
7
Lucifer, quedó Juan, hasta que sin saber cómo ni
cuándo, apareció un hombre que le habló con
cara de perro diciendo le iba á meter un brazo por
una manga y cuantas eran tres y dos, si en menos que canta un gallo no tomaba las de Villa-
diego.
—¿Quién es el metesillas y saca muertos, que
sin irle ni venirle, se mete en camisa de once
varas?
—Si se me hinchan las narices, haré una que
sea sonada, vayase usted con viento fresco y la
música á otra parte, que está usted ladrando á la
luna y haciendo la del perro del hortelano.
— ¿Y á usted quien le mete donde no le liamaní*
—Yo soy hombre de puños y pelo en pecho,
que si me atufo, echo et resto y no me importa
tirar la casa por la ventana y sépase quien es Ca-
lleja.
— Yo soy Juan de las Ydñas, hijo¡de Juan Lanas
nieto de Juan Soldado.
Y en estos relatos llegó un señorón de muchas
campanillas echando mas humo que una chimenea.
—¿Quién ha traído á colación esos Juanes?
—No es cosa del otro jueves, este señor que anda siempre á la husma y oliendo donde guisan
para por un quítame allá esas pajas meter la cabeza y dar el gran escándalo del siglo.
—Eso es querer hacerme comulgar con ruedas
de molino.
—Aunque tengo buenas tragaderas eso no lo
paso, y bajo una mala capa se oculta un buen
bebedor, porque aunque visto de lana no soy
borrego.
Se continuará.)
Vicente PLATEL.
EL,
INTRIGANTE.
SONETO.
En todas las sociales reuniones,
Bailes, cafés, el cétera, se deja
Ver el infame corredor de oreja,
Metiendo oido en todas las cuestiones
Inventa aquí, maquina discusiones,
Trama acullá, la cábula maneja,
Y estendíendo de chismes la madeja,
Urde la red de sus maquinaciones.
Constante adulador del opulento,
Cobarde, truchimán, inverecundo,
De infamias y bajezas instrumento,
Y en inventar intrigas tan fecundo,
Que, si volase como el pensamiento,
Un intrigante intrigaría al mundo.
Victorino ABENTE.
Echando sapos y culebras por la boca, mas
quemado que un cabo de realistas y dándose á
EL DIA DE FIESTA.
8
y mi sangre, hasta mi vida,
por el capullo daré.
— ¡Qué exigencia...!
—¡Ahí ¿Consientes, me le das?
— Sí tan empeñado estás,
cójelo, te doy licencia.
RIMAS.
Mira, en el fondo de mis secos ojos
encontrarás del alma los secretos,
más si á leerlos llegas... ¡enmudece...
que no los oiga, no, mi pensamiento!
Fué á cojerlo delirante
y de su mano al calor,
el capullo se hizo flor
que se deshojó al instante
Una lágrima brota desús ojos,
un suspiro del pecho, el aire hiende
una triste sonrisa hay en sus labios,
¡una ilusión que muere!
Vicente
s
Benito LOSADA
PLATEL
—"*o-©ns>-cr^—
o-®-#-o—*
O FIGO
EL CAPULLO.
Que fose me dixcches
á os figos d'o teu horto;
—Niña, del blanco cendal,
de estos contornos orgullo,
¿quieres darme ese capullo
que tienes en tu rosal?
iba de fame morto,
un solo tí me deches.
Comino, mais decraro,
é xuro canto digo,
q' estaba xa aquel figo
comesto d* un paxáro.
—Nó, por cierto.
—¿Por qué me le niegas, di?
—Porque el rosal de mi huerto
no da flores para tí.
Benito LOSADA
A JTJ-AJV.
—Tu negativa me enoja,
me causa un hondo pesar.
Si no me lo quieres dar
deja, al menos, que lo coja
—Nó, Luciano
—Y por qué—¿no lo adivinas?
Porque el rosal tiene espinas
v puedes herir tu mano.
EPIGRAMA
¡Te casas!... estás perdido...
y permite que me asombre;
Juan, tu serás un marido
que, ó cambias pronto de nombre,
ó te cambian de apellido.
Vicente
—Nada importa, me heriré;
eso á mi no me intimida;
EL m
IMPRENTA DE PUGA.—1882
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NUMERO SUKLTO, UN REAL
PEECIOS DE SüSClilClON
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10
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Tres meses
PORTU GAL.
Semestre
Un año.
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vi
PRKCIOS DR SUSCRICÍON.
EXTRANJERO
CORUÑA y PROVINCIAS.
Un mes..
PLATEL
Las suscriciones de Provincias no se admiten sino por trimestres remitiendo su imparte
a la redacción y administración de El Día de
Fiesta, Real 30, Coruña.
Para el mejor orden de la administración'
las suscriciones se pagarán adelantadas.
Anuncio* dos reales linea.
Beta meses
Un año
AMÉRICA y
s^is meses
l'n año...
l^ILIRUST
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