220-39206 Asunto: Liquidación Privada En atención a su solicitud radicada con el número 443.199-0, este Despacho absolverá los interrogantes en el orden en que fueron formulados: a. Cuál sería el plazo que tendrían los acreedores sociales para hacer valer sus acreencias ante la sociedad en liquidación? Cuando se está en presencia de una liquidación privada, los acreedores no están en la obligación de hacerse parte para obtener el pago de la deuda, ni se les exige un plazo para hacerse parte; desde luego que sí no aparece en la relación de activos sociales pues seguramente se tornará en un proceso litigioso el probar la existencia de la acreencia, lo que obligaría al liquidador a tener dicho crédito como litigioso y a efectuar la reserva exigida (artículo 245 C.Co). Así que pueden hacerse parte durante cualquier etapa del proceso liquidatorio, naturalmente con el riesgo de perder su preferencia no por extemporáneo, sino porque haya comenzado el pago de otros créditos. b. Cuál es la forma en que los acreedores deben hacer valer sus créditos? A diferencia de la liquidación obligatoria, los acreedores no requieren hacerse parte en el proceso de liquidación del patrimonio, pues la obligación del liquidador es realizar el activo social con el objeto de pagar el pasivo externo de la compañía de conformidad con el inventario elaborado para tal efecto; inventario en el cual deben estar detallados cada uno de los pasivos de la sociedad. c. Qué sucede con las acreencias que no se hicieron valer y de las cuales la sociedad sí tiene conocimiento? La obligación del liquidador de pagar la totalidad del pasivo externo, no se excusa en el hecho de no hacerse presente el acreedor, especialmente cuando la ley ha previsto mecanismos idóneos para el pago de obligaciones en el evento que el acreedor no puede o no quiere recibir la solución a su acreencia (artículo 420 C.P.C en concordancia con los artículos 1658 y s.s. del Código Civil). d. Qué sucede con las acreencias que no se hicieron valer y de las cuales la sociedad no tiene conocimiento? Si no se encuentran previstas en la contabilidad de la compañía pues seguramente habrán de entablarse las acciones judiciales pertinentes lo cual conduciría a actuar de conformidad con el artículo 244 ya citado. 2. 3. Se está dando traslado de la pregunta a la DIAN por ser de su competencia. En el caso de unos honorarios que se adeudan a un abogado con anterioridad a la disolución de la sociedad, ¿deben incluirse dentro de los créditos de primera clase en el inventario del patrimonio social? La circunstancia particular de poderse cobrar los honorarios profesionales por medio de la jurisdicción laboral, no reviste a la relación entre el profesional y su cliente de los requisitos exigidos para considerarla de carácter laboral; ni la dotan de preferencia ya que los créditos de primera clase (artículo 2495 C.C.) hacen referencia a los salarios, sueldos y todas las prestaciones provenientes de un contrato de trabajo y no a los honorarios adeudados como consecuencia de la celebración de un contrato de prestación de servicios. 4. a) Si dentro de una liquidación privada, el liquidador al realizar el inventario y avaluarse los bienes encuentra que el valor de los pasivos es mayor que el de los activos, debe vender los bienes sociales y pagar los créditos de acuerdo con la prelación hasta el monto obtenido por la venta a pesar de que queden créditos insolutos? ¿ o debe pasarse al proceso de liquidación obligatoria? b. si al momento de intentarse la venta, el liquidador se da cuenta que el valor que obtendría es inferior al del avalúo y que dicho producto es insuficiente para cubrir todos los pasivos debe vender los bienes sociales y pagar los créditos de acuerdo con la prelación hasta el momento obtenido por la venta a pesar de que queden créditos insolutos? o ¿debe pasarse al proceso de liquidación obligatoria? Ni que los pasivos sean superiores a los activos, ni que el liquidador se vea obligado a venderlos por debajo del avalúo inicialmente registrado en el inventario, es causal de mudar la condición de liquidación privada a obligatoria, ya que de conformidad con el artículo 150 de la Ley 222 de 1995, este trámite se abrirá, por decisión de la Superintendencia de Sociedades de oficio o como consecuencia de la solicitud de apertura de un proceso concursal; por terminación del trámite concordatario ante la falta de acuerdo o incumplimiento; y 3, cuando el deudor se ausente y haya abandonado sus negocios. De hecho, la insuficiencia de activos fue una circunstancia que previó el legislador en el proceso de liquidación privada, y seguramente fue la razón por la cual consagró en el artículo 243 C.Co, que de presentarse esta situación, los liquidadores deben recaudar de los socios el faltante, siempre que se trate de una sociedad donde la responsabilidad sea ilimitada, o la parte faltante que quepa dentro de los límites de la responsabilidad de los asociados, en caso contrario. Desde luego, que si se trata por ejemplo de una sociedad anónima y el capital se encuentra íntegramente pagado, habrá deudas que quedarán insolutas. Lo anterior, sin perjuicio de las responsabilidades que le incumba a los liquidadores por negligencia en el cumplimiento de sus deberes, por ejemplo por no proveer los mecanismos suficientes para vender los activos sociales por su valor real. De cualquier forma el liquidador debe actuar con suma diligencia en beneficio de los acreedores sociales, que si estiman quebrantado de alguna forma sus derechos podrán hacer responsables a los liquidadores por los perjuicios ocasionados. Ahora bien, puede ocurrir que la Superintendencia de Sociedades como consecuencia de una investigación a la sociedad observe irregularidades en el proceso de liquidación que conculcan los derechos de los acreedores, y opte por convocar a la sociedad a una liquidación obligatoria; o que se presenten grandes desaveniencias al interior de la sociedad que la obligan a solicitar la aceptación al trámite concursal; sin embargo esta decisión ha de ser excepcional frente al trámite privado que también está inspirado en la garantía de los derechos de terceros. En estas condiciones se da respuesta a la consulta formulada, advirtiendo que la misma tiene el alcance señalado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo. Rad. 443.199-0 Asunto: Remisión por competencia (Artículo 33 C.C.A) Mediante comunicación radicada en esta Entidad con el número 443.199-0, el señor JAIME LUIS CUELLAR TRUJILLO, quien tiene como dirección la Avenida 13 No. 85-44 oficina 202 de esta ciudad, eleva una consulta compuesta por varias preguntas, entre las cuales se cuenta una directamente relacionada con las funciones ejercidas por el Departamento de Impuestos y Aduanas Nacionales. En efecto, en el numeral 4, el señor Cuellar consulta lo que a continuación me permito transcribir:"(...) 2. En el artículo 847 del Estatuto Tributario se establece la obligación de dar aviso a la Oficina de Cobranzas de la Administración de Impuestos Nacionales sobre la disolución de la sociedad comercial con el fin de que ésta comunique sobre las deudas fiscales de plazo vencido a cargo de la sociedad. Por tanto, ¿qué sucede si la DIAN no da respuesta al aviso? En ese evento, ¿la sociedad quedaría obligada únicamente a pagar las deudas fiscales relacionadas con el inventario? " Por ser el asunto planteado del resorte de la DIAN, se da traslado en los términos del artículo 33 del Código Contencioso Administrativo adjuntando una copia de la radicación citada.