La reacción a situaciones que causan miedo

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Joan E. LeFebvre
Agente para la Vida Familiar
La crianza del
niño de edad
preescolar
http://www.uwex.edu/ces/flp/pp/
La reacción a situaciones que causan miedo: Cómo enseñarles
a nuestros hijos a través de nuestra propia conducta
Dave Riley, Universidad de Wisconsin-Extensión
Un ataque terrorista, un tornado o un pueblo
inundado puede afectar a los niños. Pero los
niños no tienen una reacción automática a estos
sucesos. Observan a los adultos para aprender
el significado de lo que está ocurriendo y cómo
reaccionar.
Después que los terroristas estadounidenses
volaron el edificio federal en Oklahoma City con
una bomba, los niños que vieron muchos
reportajes del suceso en la televisión durante
las seis semanas siguientes tuvieron una
probabilidad más alta de desarrollar un
“trastorno de estrés postraumático.” Estos niños
no conocían a ninguna persona herida por la
bomba. Estos niños no fueron dañados por la
bomba sino por las noticias en la televisión y por
las reacciones de sus padres a las noticias. Lo
mismo ocurrió después del ataque a las torres
del World Trade Center en Nueva York y en los
días que precedieron a la guerra en Irak.
Los niños no tienen una reacción automática de
miedo a los reportajes noticieros de guerra o de
desastres naturales. Ellos
buscan en los adultos que
los rodean indicaciones de
la reacción emocional que
deben tener. Esto se llama
“referenciación social” o
“contagio emocional.” Si los
padres y otras personas que
proporcionan cuidado infantil
mantienen la calma, los niños
también responden con calma. El control de sus
propias reacciones emocionales a ciertos
sucesos evitará muchos de los problemas de
trastornos de estrés que se han observado en los
niños.
Antecedentes: Las señales sociales para la
reacción emocional
Muchas investigaciones confirman que las
señales sociales son la clave de muchas de
nuestras reacciones emocionales. Esto no se
conforma con la opinión de la mayoría de la
gente de que las reacciones emocionales a
ciertos sucesos son automáticas, no
aprendidas. No es así.
Un experimento psicológico muy conocido
demostró esta idea hace aproximadamente 40
años. El Doctor Stanley Schachter les dijo a los
sujetos del experimento que estaba
investigando el efecto de una vitamina poderosa
sobre la visión. En realidad la píldora que les dio
era un estimulante que les excitó el sistema
nervioso de manera que se
sintieron totalmente despiertos
y llenos de energía. (Ya que
los sujetos no fueron
informados completamente
del procedimiento del estudio,
hoy este experimento no sería
permitido por ser poco ético.)
La mitad de los sujetos esperó
en un cuarto en que había una
La Universidad de Wisconsin-Extensión, un empleador con igualdad de oportunidades y acción afirmativa (EEO/AA), proporciona igualdad de oportunidades en empleo y programas, incluyendo
los requisitos del Título IX y de la Ley para Americanos con Discapacidades (ADA).
persona enojada por tener que completar un
formulario, mientras que la otra mitad esperó
con una persona de conducta juguetona y feliz.
El primer grupo se sintió atemorizado, mientras
que el segundo grupo se sintió muy feliz. Es
decir, los dos grupos tuvieron la misma
excitación fisiológica causada por la droga, pero
la interpretaron de maneras opuestas, según las
señales sociales que recibieron.
Estos sujetos eran adultos. Sin embargo, los
niños también reaccionan a las señales
emocionales de otras personas porque tienen
menos experiencia de vida y menos patrones
habituales de reacciones emocionales. Las
reacciones emocionales de los niños están
fuertemente influenciadas por las reacciones de
los adultos que los rodean.
Las reacciones a las noticias en la televisión
Piense en las guerras recientes en Irak o el
ataque del World Trade Center. Muchos niños
pequeños mostraron niveles malsanos de temor
durante estos períodos. Estaban
emocionalmente consternados, no podían
dormir, volvieron a conductas de menor
madurez o se aferraron a sus padres o a las
personas que los cuidaban. Si el niño tenía una
persona cercana en el conflicto, entonces el
miedo tenía sentido. Pero para muchos niños,
estos miedos eran irracionales, malsanos e
innecesarios.
Muchas reacciones emocionales son hábitos
aprendidos
Piense por un momento en los atletas
profesionales que ve en la televisión. Cuando se
declara una falta, es posible que un jugador se
queje al árbitro, que otro murmure enojado, que
un tercero mantenga la calma y es posible que
otro sonría por el error. Cada uno de ellos cree
que su reacción emocional a la frustración es
natural (no ha sido aprendida). Están
equivocados. Cada atleta ha desarrollado una
reacción habitual a esta situación y, por lo tanto,
la reacción es ciertamente automática, pero no
inevitable ni natural. Es una respuesta
aprendida. El jugador que se mantiene tranquilo
y enfocado está usando “el auto control
emocional.” Este tipo de jugador probablemente
no controla los sucesos, pero controla sus
reacciones a esos sucesos.
Cuando se examinan desde este punto de vista,
todos los sucesos que le causan frustración o
miedo a un niño se convierten en oportunidades
para enseñar el auto control emocional y un
estilo sano de enfrentarse a los problemas de la
vida. Algunos atletas profesionales aprenden
una reacción inmadura a la frustración, mientras
que otros aprenden un reacción madura y
responsable. Podemos enseñarles a nuestros
hijos a derrumbarse cuando hay cambios en sus
vidas o podemos enseñarles a mantener la
calma cuando se enfrentan con sucesos
inquietantes mostrándoles y ayudándoles a
practicar reacciones sanas en estas situaciones.
Lo más sorprendente del miedo de los niños es
que los reportajes de la televisión no mostraron
nada que diera miedo. No se mostraron
personas heridas ni muertas en la televisión, a
diferencia de lo que generalmente vemos ahí.
Entonces, ¿qué los asustó a los niños? En
algunos casos les dieron miedo las escenas de
niños que lloraban porque sus padres se iban a
la guerra. Esto es algo verdaderamente horrible
para un niño. En la mayoría de los casos les
asustaba la tensión y la incertidumbre que veían
en sus padres y en las personas que los
cuidaban cuando miraban las noticias. Cuando
subimos el volumen y miramos obsesivamente
las noticias con expresiones de preocupación,
nuestros niños se preocupan también.
Este documento está disponible en formatos alternativos como
ediciones en letra grande, Braille o cinta grabada. Llame a la oficina
de la Extensión en su condado (TTY 1-800-947-3529)
Autora: Dave Riley, Especialista de la Extensión, Desarrollo Infantil y
Educación Preescolar, UW-Madison
Editora: Joan E. LeFebvre, Profesora, Departamento de Desarrollo de la
Familia, Universidad de Wisconsin-Extensión
Diseño: Penny Otte, Auxiliar de la Oficina de Operaciones, Oficina Local
para la Vida Familiar, Condado de Vilas
Para obtener más información sobre La Crianza y el Desarrollo infantil,
comuníquese con: Joan E. LeFebvre, Agente local para la Vida Familiar,
Universidad de Wisconsin-Extensión, 330 Court Street, Courthouse,
Eagle River WI 54521-8362, 715-479-3653, FAX 715-479-3605, E-Mail
joan.lefebvre@ces.uwex.edu
octubre 2008
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