Sepsis y Hemocultivo Tabla 1. Secuencia de la toma de hemocultivo Sepsis y Hemocultivo Procedimiento de toma de hemocultivo Dra. María Cristina Mogdasy Recursos humanos: • Dos operadores. • Existen numerosos estudios que muestran que la sobrevida de los pacientes sépticos aumenta entre un 30 y 40% cuando se conoce el microorganismo causal, y el paciente recibe el tratamiento de acuerdo a la susceptibilidad antibiótica.(1, 2) Recursos materiales: • La positividad de los hemocultivos además de establecer el diagnóstico de infección, permite identificar el microorganismo y realizar el estudio de la susceptibilidad antibiótica (antibiograma o antifungograma), y aporta la etiología del proceso, lo que en ocasiones apunta al foco primario u origen de la infección. Introducción La sangre normalmente es estéril. Transitoriamente pueden pasar a la circulación cantidades despreciables de bacterias en periodos digestivos o durante procedimientos sobre sitios anatómicos con presencia de flora normal, que son rápidamente eliminados por el sistema reticuloendotelial. Cuando hay multiplicación de microorganismos vivos en la sangre estamos frente a una situación de alto riesgo que amerita su rápido diagnóstico y tratamiento. Esto se conoce como bacteriemia, que si se acompaña de síntomas y signos del Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS) se denomina Sepsis. Las bacteriemias pueden ser primarias cuando el foco de infección es intravascular o secundarias a un foco infeccioso situado en un órgano a distancia, en cuyo caso los microorganismos llegan al torrente sanguíneo a través de la circulación linfática. Objetivo y rendimiento del hemocultivo El objetivo del hemocultivo es investigar la presencia de bacterias u hongos en el torrente sanguíneo. La mayoría de los hemocultivos positivos son monomicrobianos y mucho menos frecuentemente son a más de un germen o polimicrobianos. La positividad de los hemocultivos además de establecer el diagnóstico 136 de infección, permite identificar el microorganismo y realizar el estudio de la susceptibilidad antibiótica (antibiograma o antifungograma), y aporta la etiología del proceso, lo que en ocasiones apunta al foco primario u origen de la infección. Existen numerosos estudios que muestran que la sobrevida de los pacientes sépticos aumenta entre un 30 y 40% cuando se conoce el microorganismo causal, y el paciente recibe el tratamiento de acuerdo a la susceptibilidad antibiótica.(1, 2) El rendimiento de los hemocultivos depende de la patología de base, de que el paciente haya recibido o no antibióticos previos y de la técnica de extracción de la muestra: • Patología de base: está aceptado que el rendimiento del hemocultivo en las endocarditis bacterianas que no hayan recibido antibióticos en los 15 días previos es de un 99%. En las infecciones intravasculares es cercano a esta cifra. En estas situaciones, con los sistemas actuales, la positividad se obtiene en 24 horas o antes. En la neumonía neumocóccica sin antibióticos es hasta 30%, y si tiene derrame pleural llega a un 60%. • Antibióticos previos: si el paciente recibió antibióticos hasta 15 días antes de la extracción de la sangre, se pueden negativizar los hemocultivos, aunque el antibiótico no sea eficaz para tratar la infección. • Extracción de la muestra: la extracción de la muestra debe ser Dra. María Cristina Mogdasy Especialista en Microbiología e Infectología realizada con técnica aséptica, entre 2 operadores y respetando los tiempos. Toma de muestras del hemocultivo Las bacteriemias en adultos, en líneas generales, contienen escasas bacterias por mililitro de sangre, aproximadamente 1 bacteria/ml de sangre,(3, 4, 5, 6) a la inversa sucede en los niños en que las bacteriemias contienen mayor número de gérmenes por ml de sangre.(7) De la obtención cuidadosa de las muestras de sangre para hemocultivo depende el diagnóstico de infecciones graves o poder descartarlas cuando inicialmente se sospechan, por lo que debe evitarse la contaminación exógena de la muestra de sangre. (Ver tabla 1. Secuencia del procedimiento) La sangre tiene sustancias antibacterianas naturales que es necesario diluir, por lo que se cultiva en medio líquido, lo que a su vez favorece el desarrollo bacteriano. Varios estudios han demostrado que para obtener mejores resultados debe mantenerse una relación sangre/medio de cultivo de 5-10%.(8, 9, 10) Si se aumenta la concentración de sangre, disminuyen las chances de desarrollo microbiano y se corre el riesgo de que la sangre se coagule, atrapando en el coágulo a los microorganismos que pudieran desarrollarse. Si se usa menos cantidad, la posibilidad de tener un inóculo suficiente se ve comprometida. ToMayo 2010 • en Medicina • Tapabocas y gorro o cabello recogido. • Bandeja con: · Guantes estériles · Frascos de hemocultivos (en adultos 2 por serie) · Jeringas y agujas para punción venosa · Gasas estériles · Clorhexidina alcohólica o tintura de yodo al 2% o alcohol 70% • Completar formulario anexo a los frascos de hemocultivos que van a ser usados en cada “ronda” o serie, una para cada frasco especificando si recibe o recibió ATB en las 48 hs. previas y nombre de éste. • Identificar los frascos con datos solicitados. das estas situaciones, de producirse, deben ser informadas al Laboratorio de Microbiología para mantener la relación entre el volumen de sangre a muestrear y el volumen del medio de cultivo. En adultos se utilizan 2 frascos por serie de hemocultivo, por lo tanto 1 serie es igual a 2 frascos. Por lo general, el volumen de sangres es de 7 a 10 ml en adultos para los frascos comerciales de sistemas automatizados y de 1 a 5 ml por frasco en las muestras pediátricas. La tecnología aporta nuevos elementos que favorecen el desarrollo bacteriano. Hay actualmente disponibles frascos para hemocultivo de origen comercial que contienen sustancias antifagocíticas, sustancias que pueden inhibir en parte a los antibióticos que pudieran estar presentes en la muestra (si el paciente estuviera recibiendo antibióticos previamente), como ser el polianetolsulfonato de sodio (SPS) que inactiva polimixinas y aminoglucósidos. También algunos frascos comerciales contienen resinas o carbón activado (p.e. Plus/F de Becton Dickinson y FAN de Bio Merieux), y poseen una atmósfera microaerofilica que favorece el desarrollo de la mayoría de las bacterias. Mayo 2010 • en Medicina El procedimiento se debe realizar con técnica aséptica estricta • Informar al paciente, si las condiciones de éste lo permiten y solicitarle que permanezca sin hablar durante el procedimiento. • Localizar sitio de punción. Si se visualiza déficit de higiene en el sitio de punción, realizar higiene del miembro a puncionar con agua y jabón. • Lavado de manos de ambos operadores. • Cabello recogido o con gorro. Colocarse tapabocas. Evitar conversar durante la técnica. • Aplicar torniquete y elegir la vena a puncionar en una zona libre de lesiones. • Colocarse guantes estériles la persona que va a puncionar vena. • El otro operador prepara la gasa con el antiséptico a usar y la alcanza al que está con guantes. • Realizar antisepsia de la zona con gasa estéril y antiséptico, frotando vigorosamente. Esperar a que seque el antiséptico. • Realizar venopunción, aspirar el volumen de sangre de acuerdo al peso del paciente, que se distribuye en 2 frascos por toma. Aplicar presión sobre el sitio de punción con gasa estéril y retirar la jeringa y la aguja. • El otro operador, mientras tanto, retira la tapa del frasco, y desinfecta el tapón de goma con alcohol 70%. • Insertar con la misma aguja en la jeringa, sosteniendo el émbolo de la jeringa para evitar que el vacío del frasco aspire toda la sangre en el primer frasco y dejar fluir en el frasco la cantidad de sangre que corresponde al primer frasco (ej. en adultos de 7 a 10 ml de sangre por frasco). • Lavarse las manos. • Realizar los registros correspondientes. Los equipos incubadores de estos frascos ofrecen la ventaja de realizar una agitación programada del contenido, lo que favorece el contacto de las bacterias con los nutrientes del medio de cultivo. Finalmente la detección del desarrollo bacteriano se hace por detección de CO2 utilizando método colorimétrico o fluorométrico (dependiendo del sistema que use cada laboratorio) y por diferencia en la curva de crecimiento. Estos equipos están provistos con alarmas que se activan cuando se detecta la positividad, apoyado por software para el registro de estos eventos. Esto se traduce en una reducción de los tiempos de positividad y de incubación final. Por lo antedicho, se hace necesario que una vez extraída la muestra, debe ser inoculada inmediatamente en los frascos de hemocultivo, y estos deben ser introducidos en el incubador a la brevedad, en un plazo no mayor de 2 horas(11) para evitar los resultados “falsos negativos” o que la positividad del mismo demore más tiempo en ser detectada por los equipos. Por lo cual, no debe pasar más de 1 hora entre la extracción y su envío al laboratorio. Los retrasos o muestras que puedan ser enviadas de lugares remotos deben dar aviso al laboratorio de la demora. Si existe demora y es factible contar con un incubador a 37º C hay que colocar los frascos en su interior, de no ser posible mantenerlos a temperatura ambiente, nunca se deben refrigerar. Se deben transportar en forma segura, ya que de caerse, al ser vidrio, la posibilidad de rotura es grande y compromete la bioseguridad del operador y de la muestra. Hay que recordar la importancia de la muestra, pues muchas veces es irrepetible. Procedimiento de toma de muestras a. Elección de los frascos Los frascos de hemocultivo comerciales de los sistemas automáticos de monitorización continua tienen atmósfera aerobia o anaerobia. La frecuencia de bacteriemias por gérmenes anaerobios ha disminuido enormemente desde su descubrimiento, ya que se han ido conociendo mejor, y se aplica profilaxis mejor dirigida a aquellas situaciones que pueden derivar en infecciones por anaerobios. Por el contrario, la presencia de levaduras ha ido en aumento, sobretodo en poblaciones especiales. 137 MOGDASY MC En cada serie se pueden usar o bien dos frascos “aerobios” o una combinación de un frasco “aerobio” y otro “anaerobio”, según se determine entre los clínicos y microbiólogos, y de acuerdo a la patología predominante de cada institución. La evidencia actual(11, 12) indica que no se deben usar de rutina frascos anaerobios, y aconsejan que se reserven para situaciones en que la sospecha de patología anaerobia es alta. Para ello el laboratorio debe poder realizar técnicas y atmósfera de bacteriología anaerobia. Sin embargo, un trabajo que utiliza frascos con carbón activado mostró una mayor recuperación de estafilococos y enterobacterias cuando se usaron los frascos combinados.(13) Usar los dos frascos de cada serie “aerobios” podría facilitar la detección de levaduras, pero el estudio no ha sido realizado. b. Obtención de la sangre Se obtiene por punción venosa, de preferencia del pliegue del codo por la accesibilidad y por ser un sitio anatómico “limpio”. La obtención de sangre arterial no da mejores resultados que la venosa y no está recomendada.(14) La sangre obtenida a través de catéteres está asociada a una mayor tasa de contaminación de los hemocultivos. (15, 16, 17) Aunque a veces se piense que se le ahorra dolor o la molestia de la punción venosa al paciente, en realidad se está realizando un daño. Puede que el resultado obtenido sea erróneo, contraproducente para el paciente, confundiendo al equipo de salud y encareciendo los costos. Su uso se reserva a situaciones especiales. c. Volumen de sangre por muestra Clásicamente es reconocido que la variable más importante en la recuperación de microorganismos de pacientes con sepsis es el volumen de sangre a muestrear. En adultos hay trabajos que comparan el volumen entre10 ml por serie a 40 ml por serie vs. el número de positivos.(13, 18, 19, 20, 21) De ahí se establece que un volumen de 20 ml por serie es lo recomendado, inoculando 138 Sepsis y Hemocultivo Advertencia: los frascos de hemocultivo tienen vacío en su interior, por lo que al introducir la sangre se debe evitar que el frasco aspire todo el contenido de la jeringa en el primer frasco de los 2 que se van a usar. en cada frasco de la serie de 7 a 10 ml. El aumento en la recuperación de bacterias aumentando ese volumen es bajo y por lo tanto no se aconseja. En tanto la evidencia con los sistemas automatizados en uso actualmente no es muy abundante.(22, 23, 24) Bouza y col(25) muestran recientemente que la positividad con volúmenes menores está asociada a las condiciones del paciente, según la estadificación por el APACHE II. En pediatría no se ha establecido un volumen óptimo. Un estudio de la década del 70 mostró que la tasa de positividad es mayor con muestras mayores a 1 ml de sangre que con muestras menores a esa cantidad,(26) el 23% de los episodios de bacteriemia tienen menos de 1 bacteria/ ml de sangre. (27) Los volúmenes de 1 a 5 ml de sangre aconsejados históricamente serían los que dan mejores resultados, siempre que sea posible. Como se sabe que se puede extraer un máximo de 4 a 4.5% del total de la volemia de una persona y de la relación entre la volemia de una persona y su peso, como guía se utilizan las recomendaciones de Kellog y col(28,27) que están en la Tabla 2 modificadas.(27, 11) cultivo, separadas por 1 hora entre cada una, y extraída de diferentes sitios de punción. Esto aumenta la sensibilidad diagnóstica y es fundamental para la interpretación de un resultado positivo. En bacteriemias o fungemias sin endocarditis, utilizando sistemas automáticos de monitorización continua, Cockerill y col(13) utilizando 20 ml de sangre por set de hemocultivo, detectaron 65 % de positividad en la primera serie, 80% con 2 series y 96% con 3 series. La primera serie de hemocultivos fue positiva en el 90% de los casos de endocarditis. e. Desinfección de piel La desinfección de la piel al momento de la extracción de sangre juega un papel fundamental para evitar que las bacterias de la flora normal, presentes normalmente en la piel del paciente o del operador (Corynebacterium sp. o estafilococos coagulasa negativos), contaminen el hemocultivo. Para que los antisépticos actúen necesitan de un tiempo de acción, que está relacionado con el pasaje desde su estado de húmedo hasta que se seca. Está demostrado que los antisépticos en base alcohólica secan más rápido que los de base acuosa. Para acortar el tiempo de espera de la acción del antiséptico se aconseja utilizar aquellos con un tiempo de secado de 30 segundos como la tintura de d. Número de muestras En adultos, si no está especificado de otra manera, se realizarán 2 o 3 series de 2 o 3 frascos cada una, para poder mantener la relación sangre/medio de yodo o gluconato de clorhexidina al 2% en base alcohólica y no los iodóforos, que son soluciones acuosas que demoran en secarse entre 1.5 y 2 minutos. El hecho de esperar a que se seque además evita el arrastre del antiséptico al frasco de hemocultivo con restos de sustancia que pueda interferir con el desarrollo bacteriano. Cualquiera de estos antisépticos que se seleccione debe aplicarse vigorosamente en el sitio de punción. En niños pequeños, como estas sustancias son potencialmente toxicas o irritantes, se aconseja retirar sus restos usando una torunda con alcohol al 70% al terminar el procedimiento. En caso de alergia a estos productos se aconseja el uso de alcohol al 70% aplicado 2 veces, en forma de círculos excéntricos, dejando secar entre cada aplicación y la punción. Incubación y desarrollo Tiempo de incubación Cuando se utilizan los sistemas comerciales basados en la monitorización continua del crecimiento bacteriano, es suficiente un lapso de incubación de 5 días.(13, 29, 30, 31, 32) El subcultivo a ciegas al final del tiempo de incubación, puede ser útil para pacientes que han recibido antibióticos previo a las tomas de hemocultivos.(12) Detección del desarrollo bacteriano Cuando se cumplen las condiciones y los tiempos precedentes, la mayoría de la positividad de los hemocultivos se obtiene antes de las primeras 24 hs. Con los sistemas automatizados actuales, Bouza y col(25) han demostrado la importancia de la observación del frotis con coloración de Gram como primer paso en la confirmación de la positividad y en la pronta comunicación entre el laboratorio y el médico tratante, para mejorar la evolución de los pacientes bacteriémicos. Posteriormente se realiza la identificación y las pruebas de susceptibilidad antibiótica, que complementan el informe preliminar, lo cual ayuda a que la antibioticoterapia pueda ser ajustada, si corresponde. Varios estudios demuestran la mejor evolución de este grupo de pacientes cuando esto sucede.(1, 23, 33) Situaciones especiales Sepsis relacionada a catéteres Es de relativa frecuencia el planteo de sospecha de “sepsis por catéter” en pacientes portadores de estos dispositivos terapéuticos, tras un período luego de su inserción, por más cuidadosa que ésta haya sido. La patogenia de esta situación es que estas vías tienden a colonizarse a punto de partida de la flora de la piel circundante, la que coloniza el material del catéter y junto con las sustancias orgánicas forma un “biofilm” o limo que protege a las bacterias. Con más frecuencia se encuentran especies de Staphylococcus o Corynebacterium sp. Puede presentarse con signos inflamatorios a nivel de la inserción o trayecto de la vía, o con fiebre aislada sin foco aparente o con shock séptico. Los métodos aceptados hoy en día para el diagnóstico de estas situaciones se pueden dividir en dos categorías de acuerdo a la necesidad, de remover o no el catéter, para hacer el diagnóstico. Esto tiene importancia clínica para pacientes con sospecha de sepsis por catéter y sin signos de gravedad de infección, ya que de no confirmarse el diagnóstico se debe buscar otra foco de infección, sin necesidad de retirar el catéter. En el otro extremo, en un paciente con un catéter central y signos de infección grave, sin otro foco aparente, está indicada la remoción de la vía sin esperar el resultado bacteriológico, aunque en esa situación siempre se debe enviar para cultivo junto con hemocultivos que certifiquen la sepsis. Los métodos diagnósticos en que no se retira el catéter son de variada complejidad. Uno relativamente simple, está basado en que si las bacterias se están replicando en la pared del catéter, se van a encontrar en mayor concentración que las que se encuentren en la sangre venosa de un sitio anatómico distante del catéter. Con los sistemas actuales de monitorización continua de hemocultivos, se puede precisar el momento en que el sistema detecta la positividad de cada hemocultivo. Para la misma bacteria el tiempo de positividad está relacionado con la cantidad inicial de bacterias presentes en la muestra, si se extraen, se inoculan y se incuban al mismo momento. Basado en esto, algunos autores señalan que una diferencia mayor a 2 hs en la positividad de una muestra de hemocultivo extraí- SPEFAR ?? Tabla 2. Volumen de sangre para hemocultivo según peso corporal. Peso del Paciente (kg) <1 1.1 – 2 2.1 – 12.7 12.8 – 36.3 >36.3 Volumen de sangre recomendada por cultivo (mL) Cultivo 1 Cultivo 2 2 — 2 2 4 2 10 10 20-30 20-30 Volumen total de sangre para 2 cultivos (mL) % del total de la volemia (mL) 2 4 6 20 40 - 60 4 4 3 2.5 1.8 – 2.7 Mayo 2010 • en Medicina Mayo 2010 • en Medicina 139 MOGDASY MC do a través de la vía y una muestra extraída de una vena periférica es suficiente para hacer el diagnóstico. (34, 35) Cuando se puede retirar el catéter, el más utilizado de los métodos diagnósticos es el cultivo semicuantitativo de la punta o extremo distal del catéter por el método de Maki,36) junto con la recuperación del mismo germen de dos muestras de hemocultivo de vena periférica. Endocarditis Frente a la sospecha de endocarditis, o para su confirmación etiológica, se deben realizar hemocultivos a la brevedad. Si la persona no recibió antibióticos, se aconseja realizar 2 o 3 series de hemocultivos de diferen- tes sitios de punción separadas por media hora y esperar el resultado para iniciar antibioticoterapia. Por ser una bacteriemia continúa la positividad es muy alta (90% con la primera serie). De ser negativo el resultado a las 24 horas, se extraen 2 serien más de hemocultivos y de ser necesario se inicia antibioticoterapia empírica. Esta se mantendrá o se ajustará de acuerdo a la identificación del germen y al antibiograma. Recién nacidos y bajo peso En la población pediátrica, la mayoría de las veces se puede obtener una sola muestra de sangre para cultivar lo que dificulta la diferenciación entre contaminación y verdadera bacteriemia. Aunque la obtención de sangre por venopunción es factible por personal entrenado, en pediatría se recurre en general a la obtención de muestras a través de vías centrales o periféricas, las que se utilizan para administrar medicación. Se usa el método de descarte. En estas situaciones la vía se debe desinfectar y “enjuagar” para evitar todas las sustancias inhibitorias, dejando fluir parte del contenido, dependiendo del peso del niño,(37) lo cual es la limitante mayor para la toma de la muestra. (Ver tabla 2) A efectos de mantener la relación entre medio y sangre se utilizan frascos pediátricos con un menor contenido de medio de cultivo, que aceptan de 1 a 4 ml de sangre. Bibliografía 1. Bothelo-Nevers, Thuny F, Casalta JP, et al. Dramatic Reduction in Infective Endocarditis-Related Mortality UIT a Management-Based Approach. Arch Intern Med 2009;169:14, 1290-1298 2. Cheng A, Eion West T, Dimmathursotsakul D, Speacock S. 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