Buscando contenidos y recursos educativos en Internet

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 Buscando contenidos y recursos educativos en Internet
Cuando vamos a buscar, es importante tener claro qué es lo que buscamos y
cuáles son las principales estrategias que podemos seguir para hacerlo.
Buscar información en Internet con fines académicos
El volumen de información en Internet es vasta y la calidad incierta en tanto que
existe información de primera mano (primaria) y alto nivel de confiabilidad,
mezclada con información apócrifa (falsa) y poco confiable.
La realidad es que, cuando tenemos una necesidad de información, en la mayoría
de los casos vamos a la página del buscador Google, colocamos el nombre del
tema que nos dejaron investigar y, sin cuidado alguno, elegimos las opciones
listadas en los primeros resultados que nos arroja. Esto, aunado a la falta de una
metodología clara y sistemática para la búsqueda, selección y validación de
fuentes académicas, hace que muchas veces, nuestras búsquedas sean
infructuosas.
En la medida en la que las personas saben cómo es aquello que buscan, los
lugares en donde las pueden encontrar y las estrategias para seleccionarlo,
pueden realizar búsquedas más eficientes.
¿Qué quiero encontrar?
Lo primero que tenemos que identificar es qué es lo que queremos encontrar.
Para esto debemos tener claro cuál es la naturaleza de los recursos que se
buscan compartir en la Ligoteca de la Metabase de Recursos Educativos (MRE).
La Ligoteca tiene como finalidad compilar en un solo espacio una colección de
vínculos a contenidos y recursos educativos disponibles en Internet, al tiempo que
permita realizar búsquedas para localizarlos con facilidad. Estos contenidos y
recursos deben tener una naturaleza educativa y ser útiles para ser aprovechados
por profesores y alumnos de nivel medio superior (preparatoria) y superior
(licenciaturas).
Otras universidades y entidades públicas han hecho esfuerzos similares a la Metabase
aunque, en la mayoría de los casos, sólo refieren a sus propios recursos y no aquellos
disponibles libremente en la red. Algunos ejemplos son: Educ.ar – Recursos
(http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/); Recursos Educativos Para Todos – UNAM
(http://suayed.unam.mx/recursos/); Banco Interamericano para el Desarrollo
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Recursos Educativos Abiertos (REA) (http://www.iadb.org/es/indes/recursos-educativosabiertos-rea,7016.html); Temoa - Portal de Recursos Educativos Abiertos
(http://www.temoa.info/es); Procomún - Recursos Educativos en Abierto
(http://procomun.educalab.es/comunidad/procomun).
Para esta convocatoria estamos buscando contenidos y recursos específicos y
generales para nivel medio superior en las siguientes líneas temáticas que son las
determinadas para Nivel Medio Superior en la UAEM:
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•
•
Lenguaje y comunicación (inglés, español, tecnologías de la información y
la comunicación)
Matemáticas
Ciencias sociales
Ciencias experimentales - naturales (geografía, física, química, biología)
Desarrollo humano (filosofía, apreciación artística, educación física)
Dichos contenidos o recursos educativos pueden presentarse a modo de sitio
Web, página Web, aplicación en línea o para descargar, o pieza de contenido en
general (texto, imagen, organizador visual, audio, video, etc.) que nos son de
utilidad para comprender (o facilitar la comprensión de) un concepto, un proceso o
bien, para practicar en el desarrollo de una habilidad.
Los sitios y portales Web son puertas de entrada a varias páginas y servicios web,
así como espacios web que ofrecen múltiples servicios a los miembros de la
comunidad educativa (profesores, alumnos, gestores de centros y familias):
información, instrumentos para la búsqueda de datos, recursos didácticos,
herramientas para la comunicación interpersonal, formación, asesoramiento,
entretenimiento.
Una página Web educativa tiene como objetivo principal transmitir información con
fines educativos. Contiene una estructura más sencilla; el autor o autores,
comparten información de forma amena y atractiva y está en constante
actualización. Existen muchos servicios en la web que te permiten crearlas
fácilmente.
Las aplicaciones educativas son herramientas que nos permiten generar recursos
en diferentes formatos como textos, audios, gráficos, videos, interactivos, etc. Las
hay en línea (online), donde una vez que se generan, normalmente, permiten
descargar el resultado. O fuera de línea (offline), es decir, se descargan para
instalarse en un equipo de cómputo o móvil, y desde ahí ejecutarse y generar los
recursos.
Las piezas de contenido son aquellos objetos que contienen información, no
necesitan otros objetos para poder comprenderlos y pueden encontrarse en
diversos formatos como texto (MSWord, PDF, TXT, etc.), gráfico (estático,
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animado, infografía, etc.), presentación (PPT, Prezi, PDF, etc.), audio (podcast,
streaming, audio bajo demanda, etc.), audiovisual (video, streaming, video bajo
demanda) interactivo multimedia, ya sea que se encuentren disponibles en línea o
se puedan descargar para consulta offline. No son páginas simples en HTML (ver
pagina Web educativa).
En términos de tipos de fuentes de información según su proximidad a la fuente
misma, podemos distinguir tres: Las fuentes primarias, secundarias y terciarias.
Las fuentes primarias son aquellas que surgen de la fuente propia de la
información e incluyen los artículos académicos publicados en revistas arbitradas,
diarios, edificios, fotografías, discursos, manuscritos, cartas, entrevistas,
autobiografías, comunicaciones por internet de los generadores de la información,
registros oficiales (emitidos por instituciones gubernamentales), etc. Ejemplo:
Informe de Rectoría de la UAEM; estadísticas del INEGI; datos sobre las
carreteras de la SCT; artículo “Dispersión ante tareas atencionales: relaciones con
la edad y la educación” publicado en la Revista Mexicana de Psicología.
Las fuentes secundarias retoman la información de las fuentes primarias y la
presentan de una manera sintetizada o analizada. Se incluyen en esta categoría
monografías, libros de texto, diccionarios, biografías, etc. Ejemplo: Libros de texto
gratuitos de la primaria.
Las fuentes terciarias son compilaciones de información proveniente de fuentes
primarias y secundarias. En esta categoría están los almanaques, las
enciclopedias, los manuales, las guías, las cronologías, etc. Ejemplo: Contenido
del tipo que se encuentra en la Wikipedia.
Para fines de esta convocatoria, buscamos que los materiales que se refieran
sean más de naturaleza primaria y secundaria, permitiendo así a los estudiantes
que las ocupan, consumir información lo más cercana a la fuente original posible.
Una vez que hemos identificado el tipo de recurso que estamos buscando,
pasemos a responder la pregunta de ¿en dónde buscar?
¿En dónde lo busco y con qué herramientas?
Para la generación que vio Internet nacer, ésta representa una biblioteca
desordenada, como lo expresara el escritor e investigador italiano Umberto Eco.
Algunos incluso la equiparan con la descripción de la Biblioteca de Babel, con un
volumen inconmensurable de páginas, datos e información que requiere, como en
el cuento de Borges, de “buscadores” para localizar la información.
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Existen distintos tipos de sitios y páginas en Internet. Algunos son de tipo
comercial, de organización civil, institucional, académico, militar, y otros de
naturaleza gubernamental. Para fines de la búsqueda para esta convocatoria,
estaríamos considerando aquellos contenidos de naturaleza académica y
gubernamental como principales fuentes. En ese sentido, al revisar los URL,
tendríamos que ver que los sitios contengan un dominio .edu, .gob, .ac.uk, o bien,
pertenezcan a instituciones de educación renombradas como unam.mx, uam.mx,
ipn.mx, itesm.mx, etc.
Si lo que quiero encontrar es un sitio en general, lo buscaré en el buscador
genérico. En el caso de una imagen, puedo utilizar el buscador de Google
Imágenes (http://images.google.com), el sitio Flickr (https://www.flickr.com). Si lo
que requiero es un video, probablemente lo encuentre en sitios como YouTube
(aún en su versión educativa https://www.youtube.com/edu), o Vimeo
(https://vimeo.com), aún en iTunesU o en otras plataformas. Si es un audio,
probablemente lo rescatemos de sistemas como iVoox (http://www.ivoox.com) o
Soundcloud (https://soundcloud.com/). Así pues, dependiendo del tipo de recurso
Antes de seguir adelante hay que distinguir entre la navegación y la búsqueda,
siendo la primera la acción de pasar de una página a otra a través de un
navegador sin necesidad de un plan específico, y la segunda como la acción de
definir la necesidad de información, introducir descriptores en buscadores, revisar
y seleccionar los resultados obtenidos. Así, la actividad que llevaremos a cabo no
es una simple navegación sino una búsqueda en toda forma.
Tenemos que aceptar que existen ciertos peligros en el proceso de búsqueda y
hay que estar atentos. Las páginas que contienen spyware y malware son muy
comunes en Internet. Muchas veces atraídos por contenidos que suenan
“demasiado buenos para ser ciertos” como películas de cartelera gratis para ver
en streaming o para descargar, software costoso que puede ser descargado de
manera gratuita. En estos lugares se pueden encontrar programas que nos
pedirán que instalemos en nuestra computadora y que, en el menor de los casos,
espiarán nuestra actividad en línea para obtener datos, y en el peor, causarán
daños a nuestro equipo. Muchos de estos sitios ya están bloqueados por Google
al hacer las búsquedas.
En este sentido hay que tener conciencia de ello y mantener actualizado el
antivirus de nuestro equipo, así como procurar navegar fuera de páginas que
parezcan demasiado buenas para ser cierto. Normalmente los contenidos
comerciales (películas y música), así como los programas que no son Open
Source, implicarán un costo para su acceso, ya sea en suscripción o en pago para
descarga.
Existen dos tipos de contenidos principalmente en Internet, los dinámicos y los
estáticos. En los inicios, existían las páginas estáticas cuya URL y contenidos eran
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fijos y no cambiaban o pasaba mucho tiempo en que eso sucediera. Con el
advenimiento de los llamados Content Management Systems (CMS o sistemas de
administración de contenidos) y tecnologías como el lenguaje PHP, los contenidos
dinámicos se convirtieron en lo común. Un ejemplo claro de este tipo de sitios son
aquellos de los periódicos en donde, dependiendo de la hora en la que se acceda,
se encontrarán contenidos diferentes. En este contexto de las páginas dinámicas
es importante identificar los llamados “Permalinks” o enlaces permanentes que
permiten regresar a un contenido aún cuando cambie su posición dentro de un
sitio.
Como decíamos con la metáfora de la Biblioteca de Babel, un primer alto en el
camino de la búsqueda en Internet lo representan los buscadores.
Existen dos tipos principales de buscadores: los genéricos, que hacen una
búsqueda general en sus índices y, por otro lado, los especializados, que
restringen la búsqueda en Internet a ciertos sitios de características particulares.
Entre los buscadores genéricos más importantes, encontramos al famoso Google
(http://www.google.com.mx), Bing (http://www.bing.com), de Microsoft y Yahoo!
(http://www.yahoo.com.mx). Google y Bing tienen la ventaja por encima de Yahoo
de que sus buscadores están dedicados y no forman parte de un portal más
amplio, lo que permite mantener la atención en los resultados de búsqueda.
Es conveniente hacer pruebas de búsqueda para comparar los resultados que
cada uno arroja y, dependiendo del tipo de recurso y área disciplinar que
busquemos, probablemente encontremos mejores resultados en uno que en otro.
En el lado de los buscadores especializados en contenidos académicos,
encontramos ejemplos como Google académico (http://scholar.google.com.mx);
Microsoft Academic Search (http://academic.research.microsoft.com); y Science
Research (http://scienceresearch.com/scienceresearch/).
Pero más allá de la información que podemos acceder desde los buscadores,
existe un cúmulo aún más grande de materiales “enterrados” en lo que se conoce
como la “Deep Web” o Web profunda, hasta 500 veces más amplia que la Internet
accesible desde los buscadores. Bases de datos en línea como la Metabase
(http://metabase.uaem.mx), las colecciones de la Biblioteca del Congreso de los
Estados Unidos (http://www.loc.gov), La base de artículos científicos Redalyc
(http://www.redalyc.org),
el
sistema
estadístico
del
INEGI
(http://www.inegi.org.mx), la aplicación de consulta de carreteras de la SCT
(http://aplicaciones4.sct.gob.mx/sibuac_internet/ControllerUI?action=cmdEscogeR
uta),
el
archivo
de
cédulas
profesionales
de
la
SEP
(http://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/cedula/indexAvanzada.action),
El
Internet Movie Database (http://www.imdb.com) y otros que requieren que
utilicemos sus propios buscadores para acceder a la información.
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Otra fuente de información que no siempre está disponible en los buscadores son
las comunicaciones que se publican en las redes sociales, sitios de curación de
contenido, blogs y foros de discusión.
Aunque podríamos pensar que las redes sociales no son fuente de información
confiable, encontramos que existen algunos profesores, investigadores y
científicos que han comenzado a explotar estos medios como espacios de difusión
de su obra y de aquello que consultan. En este sentido, podemos identificar a
instituciones, autores y actores importantes en las distintas áreas del conocimiento
que podemos seguir en las redes sociales, blogs y foros y que comparten
constantemente recursos de interés para nosotros. Lo importante es verificar que
aquellos que publican la información son actores académicamente válidos.
Un ejemplo de este tipo de uso de blogs, redes sociales y foros es el que da
Lorenzo García Aretio, un teórico de la educación a distancia español, que, a
través de su blog (http://aretio.blogspot.mx); su cuenta de Twitter
(https://twitter.com/lgaretio);
y
su
cuenta
en
Facebook
(https://www.facebook.com/lgaretio) da cuenta no sólo de las ideas que va
generando, sino de aquellos elementos que consulta y comparte como con su
cuenta de Scoop.it (http://www.scoop.it/t/educacion-a-distancia-ead).
Bien, hemos ya detectado las distintas herramientas y espacios de Internet en
donde podemos encontrar la información, pero ¿cómo lo encontramos?
¿Cómo lo encuentro?
La habilidad para la búsqueda de información en Internet sólo se puede conseguir
a través de la práctica constante.
Podemos definir una estrategia general de búsqueda del siguiente modo:
•
•
•
Establecer el objetivo de la búsqueda. Siempre que vamos a buscar algo,
es importante tener en claro qué es lo que queremos lograr con la
búsqueda. Por ejemplo, en algunos casos será “ejemplificar un concepto”,
“diferenciar un concepto de otro”, “practicar un proceso”, etc.
Establecer la temática de la búsqueda. De las líneas temáticas para
bachillerato y de aquellas específicas que han revisado en sus asignaturas,
es importante tener muy clara cuál es la temática que debe abordarse en el
contenido o recurso a encontrar.
Definir los descriptores. Los descriptores son palabras clave que ayudan a
describir el objeto que quiero encontrar. Por un lado, tendremos
descriptores de tipo temático y por otro, que nos ayuden a definir el tipo de
recurso que queremos encontrar.
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•
•
Elegir las herramientas de búsqueda. Dependiendo del tipo de recurso
(texto, audio, video, blog, etc.) que queremos encontrar, debemos elegir el
buscador o sitio que pueda contenerlo.
Acotar (filtrar) las búsquedas. Ya que tenemos los primeros resultados,
debemos evaluar si estamos obteniendo lo que buscamos o requerimos
“filtrar” nuestra búsqueda acotando los resultados para tener una lista más
cercana a lo que buscamos. Esto lo podemos hacer a través de la
búsqueda avanzada de la que hablaremos más adelante.
Evaluar los resultados. Finalmente, con base en los criterios que se enlistan
en la última parte de este documento y con ayuda del sistema de validación
de URL disponible en el sitio del Rally, podemos evaluar si el recurso que
encontramos nos será de utilidad para compartirlo en la Metabase o no.
Revisemos también la Guía de Estilo de la Metabase para conocer los
datos que nos solicitarán a la hora de la captura en la ligoteca. En todo
caso, verifica que la liga no exista ya en la ligoteca.
Para filtrar de manera más puntual la información, varios buscadores tienen la
opción de búsqueda avanzada que contiene filtros como:
•
•
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•
•
•
•
•
•
•
•
Búsqueda por frases exactas
Forzar la aparición de algunas palabras
Dar opciones para devolver resultados según una condición u otra
Obtener resultados omitiendo aquellos que contienen una palabra
Buscando en donde aparezca un rango de números específico (que pueden
ser años, precios, etc.)
Idioma de la información
Región de publicación
Última actualización de la página
Sitio o dominio al que pertenece
Términos que aparecen
Tipo de archivo y derechos de uso.
Un ejemplo claro es filtrar resultados a los dominios .edu o .gob, que podremos
inferir que contendrán información de naturaleza académica o gubernamental,
aumentando su confiabilidad.
Si queremos saber cómo utilizar el sistema de búsqueda avanzada en Google,
recomendamos revisar la Ayuda de búsqueda Web
(https://support.google.com/websearch/).
¿Cómo sé si puedo compartirlo en la Metabase de Recursos Educativos?
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Para reconocer si lo encontrado puede ser útil para compartir con la comunidad,
basta con confirmar que presente las siguientes características según el tipo de
contenido o recurso del que se trate.
Para ser válida, una pieza de contenido debe presentar:
• Un autor definido e identificable
• Fecha o año de publicación visible
• Información ordenada y claramente segmentada
• Una relación lógica entre el tema y el contenido
• Información clara y comprensible
• Un lenguaje apropiado para el nivel educativo al que se refiere
• Acceso al archivo libre, sin requisito de pago para su consulta o descarga
• Referencias, fuentes consultadas o nombre(s) de (los) autor(es)
• Funcionamiento adecuado (no se traba, y responde como se espera)
• Relación entre los contenidos multimedia y textuales
• Vínculos dentro del contenido adecuados
• Vínculos dentro del contenido funcionales (no están “rotos”; no envían a
callejones sin salida)
• La característica de que no contener publicidad o que esta no interfiera con
el contenido
• Colores que permiten una fácil lectura de los contenidos
• Tipografía de forma y tamaño legibles
Para ser válida, una aplicación educativa debe presentar:
• Un autor o desarrollador definido e identificable
• Posibilidad de contacto con los autores o desarrolladores
• El URL o nombre de dominio brinda información sobre los autores o
desarrolladores
• Fecha de creación o actualización de la aplicación
• Página principal de la aplicación
• Un funcionamiento adecuado (sin fallas)
• Indicaciones de uso intuitivas
• Tutoriales para su uso
• Botones funcionales (en caso de tenerlos)
• Acceso libre, sin requisito de pago para su uso o descarga
• Contenido multimedia que funciona correctamente
• Colores que permiten una fácil comprensión de los contenidos
• Tipografía de forma y tamaño legibles
• La característica de que no contener publicidad o que esta no interfiera con
el contenido
Para ser válida, una sitio o portal Web deben presentar:
• Un autor definido e identificable
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Posibilidad de contacto con el autor
URL o dominio que brinda información sobre el autor de la página
Fecha de actualización del sitio
Todos los elementos cargados correctamente
Navegación sencilla por el sitio
Regreso sencillo a la página principal
Enlaces fáciles de identificar
Enlaces dentro del sitio relacionados con el tema principal que se trata
Títulos de sección claros y correspondientes a la información que contienen
Acceso rápido a las páginas
Información ordenada y claramente segmentada
Relación lógica entre los gráficos, títulos y contenidos
Contenidos de acuerdo con la temática del sitio
Ortografía, gramática y puntuación correctas
Lenguaje apropiado para el nivel educativo al que refiere
Acceso a la información libre, sin requisito de pago para consultarla
Referencias, fuentes consultada o nombre(s) de (los) autor(es) que
publica(n)
Contenido multimedia que funciona correctamente
Relación entre los contenidos multimedia y textuales
Vínculos dentro del contenido adecuados
Vínculos dentro del contenido funcionales (no están “rotos”; no envían a
callejones sin salida)
Propósito, objetivo o línea temática clara
Colores que permiten una fácil lectura de los contenidos
Tipografía de forma y tamaño legibles
Menú fácilmente identificable
Contraste adecuado entre fondo y textos
La característica de que no contener publicidad o que esta no interfiera con
el contenido
Para ser válida, una página web debe presentar:
• Un autor definido e identificable
• Posibilidad de contacto con el autor
• Fecha de actualización de la página
• Página principal en el sitio que incluye la página
• Todos los elementos cargados correctamente
• Enlaces fáciles de identificar
• Enlaces dentro del sitio relacionados con el tema principal que se trata
• Acceso rápido a las páginas
• Acceso a la información libre, sin requisito de pago para consultarla
• Referencias, fuentes consultada o nombre(s) de (los) autor(es) que
publica(n)
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Contenido multimedia que funciona correctamente
Relación entre los contenidos multimedia y textuales
Vínculos dentro del contenido adecuados
Vínculos dentro del contenido funcionales (no están “rotos”; no envían a
callejones sin salida)
Colores que permiten una fácil lectura de los contenidos
Tipografía de forma y tamaño legibles
La característica de que no contener publicidad o que esta no interfiera con
el contenido
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