XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño Por un país de palabras: carne y hueso Miyer Fernando Pineda Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia La tradición lectora sigue viva, aunque nunca salgan en televisión noticias como: Ayer, un estudiante leyó la Apología de Sócrates y se sintió más libre. Gabriel Zaid Lo expresa muy bien la fulgurante fórmula de Rimbaud –los poetas, que no saben lo que dicen, sin embargo siempre dicen, como es sabido, las cosas antes que los demás-: je est un autre. Jacques Lacan Introducción Bajtín señala que las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de la lengua, y que es determinante la relación del lenguaje con el mundo de la vida1. Lacan por su parte, señala que desde antes de su nacimiento, el sujeto está ya situado, no solamente como emisor sino como átomo del discurso concreto. Agrega que “el sujeto está en la línea de danza de ese discurso, y que él mismo es un mensaje”. Señala que al sujeto “le han escrito un mensaje en la cabeza y que él está enteramente situado en la sucesión de los mensajes”. Cada una de sus elecciones, dice Lacan, es una palabra2. 1 2 BAJTÍN M. (1982). Estética de la creación verbal. Siglo XXI. México. pp. 248 y 250. LACAN. Op. Cit. p. 419. 1 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño Estos planteamientos son precisos a la hora de entender que el sujeto está atravesado por el lenguaje y que es sobre este escenario en el que se construye como ser humano. El lenguaje nos humaniza y nos permite el acceso a la cultura. Partimos de estas premisas para plantear que lo que denominaremos el deletreo de los géneros discursivos, que abarcarían siguiendo a Bajtín, todos los enunciados simples y complejos, o desde las ciencias sociales, todo el producto cultural, permitirían la humanización y la consolidación de un elemento central a la hora de enfrentarnos al saber propio de las ciencias sociales, la intersubjetividad. Bajtín también intuye esta posibilidad desde su concepto de dialogismo que puede asumirse como un principio ético, y que desde las ciencias sociales es fundamental, porque en el aula se entiende que el saber y la ética e incluso el aula misma, son instancias y espacios intersubjetivados y dialógicos, que construyen y debaten lo humano en territorios reificados en los que la dignidad ha sido puesta en vilo. Si el lenguaje es la comunión del sujeto con el mundo, si el sujeto es un mensaje al decir de Lacan y cada una de sus elecciones es “palabra”, es posible pensar el mundo a través del lenguaje, de los mensajes encarnados y de sus palabras; y mientras que el aula, al igual que la sociedad, son multiplicidad de visiones de mundo, es posible concebir que la intersubjetividad es parte de su estructura, o al menos la esencia misma del saber y de la legitimidad de las ciencias sociales, preocupadas por lo humano y su palabra3. Ahora, el proyecto que ha arrojado ya luces sobre su consolidación teórica, se viene realizando desde el año 2007 en el Instituto Técnico Santo Tomás de Aquino de la ciudad de Duitama, y se ha venido precisando a partir de estas ideas fundamentales que a grandes rasgos se pueden sintetizar en el interés que hemos manifestado por rescatar el poder de las palabras como herramientas de caballería para pensarnos como sujetos en comunión con mundos posibles. Todas las actividades desarrolladas en este proyecto, han estado enfocadas a encarnar las siguientes habilidades con el lenguaje: oralidad, escucha, lectura y escritura, desarrollando a su 3 GIDDENS A. (1997). Modernidad e identidad del yo. Península. Barcelona. p. 33. 2 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño vez habilidades de pensamiento inferencial y crítico. Los hilos conductores han sido la creación y el asombro como elementos éticos y poéticos que permiten la intersubjetividad, o la reconstrucción monstruosa del abismo4. Por tanto recurrimos a esas partes de la conciencia del mundo que son los artistas (así llamó Anatole France a Émile Zola por su labor durante el caso Dreyfus); recurrimos a esos artesanos de las palabras y los trazos, asumiéndolos como escuderos para la quijotada que implica intentar pensar un proyecto de vida, barrio, ciudad, país, educación, etc., y procuramos imitar su esencia poética que se enfoca por lo general, a rescatar lo humano a través de las palabras, en construcciones textuales cada vez más complejas. Debíamos convertirnos en artistas, y un artista es ante todo un sujeto dialogante (así sea con sus fantasmas) que para encarnar la palabra o el trazo, antes que nada debe ser un gran lector que se asume como tal, con una posición axiológica frente al mundo; y saber leer es saber escuchar, buscar el sentido de los argumentos del otro: deletrear textos, pretextos y contextos. Concebimos los géneros discursivos complejos como dispositivos de resistencia ante la reificación, mientras que los géneros simples eran igualmente importantes para reflexionar la cultura, y propusimos la posibilidad de pensar el presente, el pasado, el espacio, la ciudad, etc., como textos por descifrar. Deletreamos desde una ranchera, un texto literario o una crónica hasta un grafiti o una calle céntrica presente en el imaginario cotidiano, o desde el relato de un abuelo o cualquier otro texto manifestado espacialmente, hasta una columna de opinión o un documental; desde el antiguo vestigio de un río donde se lavaba la ropa hasta las historias de fantasmas o antiguos molinos, ahora olvidados o derruidos por la urbe; deletreamos todo el producto cultural que surge de las inquietudes de los mismos estudiantes; sus inquietudes han sido pretextos y provocaciones para el dialogismo, la construcción del pensamiento y la persistencia de la memoria. 4 SÁBATO E. (2000). El escritor y sus fantasmas. Seix Barral. Bogotá. 166 a 168. 3 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño Se trataba en un comienzo de establecer parámetros didácticos que permitieran que los estudiantes se asumieran como sujetos dialogantes, dispuestos a rastrear el sentido del saber propio de las ciencias sociales. Así hemos entendido que antes que científicos sociales, somos sujetos con ansias de aprender, discutir, construir y acercarnos a lo humano. Así se han oxigenado conceptos como libro, lectura, aula, patria, memoria, dignidad, etc. Así nos reencontramos con las palabras y los cauces que contienen. Así asumimos la pedagogía de las ciencias sociales como una pedagogía de la imaginación. Pensamos que los estudiantes pueden llegar a ser poetas, escritores, dramaturgos, arquitectos de utopías; que se sospechan como seres deseantes a la espera de las lecturas problémicas de la semana, o de la socialización de alguno de los proyectos de creación desarrollados por sus compañeros; que se cuestionan, se aconsejan y se humanizan con los otros. Vislumbran que el sentido del saber es el sentido de lo humano; y que este saber crítico haría posible la aparición de otros saberes sometidos5; por ejemplo, la poética de la memoria sometida al contrapeso de la racionalidad instrumental. Es necesario señalar que en el colegio en el que se ha desarrollado la experiencia, se ha venido consolidando como modelo pedagógico un enfoque “constructivista” que requiere que se parta del horizonte de expectativas y de experiencias de los estudiantes6 abriendo paso a una serie de cuestionamientos sobre la importancia de la consolidación de un capital simbólico que permita ejercicios de comprensión textual o ejercicios hermenéuticos que enriquezcan estas experiencias, amplíen o profundicen las expectativas, y finalmente, permitan al estudiante asumirse como sujeto crítico. Para terminar este acápite es oportuno señalar que la población escolar en esta institución educativa está conformada por estudiantes de estratos uno y dos, con padres de baja o nula escolaridad (SIMAT), para quienes la lectura no hace parte de su cotidianidad; por lo tanto no hay un ambiente académico en sus hogares y como consecuencia los estudiantes manejan un 5 FOUCAULT M. (2001). Defender la sociedad. Fondo de Cultura Económica. México. p. 21. ORDÓÑEZ J. (2005). El trompo en la uña. Creencias y descreencias textuales. Revista Logos. N° 8. U. de la Salle. p. 90. 6 4 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño capital simbólico muy pobre que influye notoriamente en su rendimiento. Esta situación y el deseo de estimular el aprendizaje autónomo como posible solución a estos problemas, me llevaron a plantarme múltiples inquietudes que han ido complejizándose con los años. Entre ellas vale la pena mencionar las siguientes: 1. ¿Cuál es la estrategia didáctica más adecuada para que mis estudiantes desarrollen las habilidades con el lenguaje (oralidad, escucha, lectura y escritura), y estén dispuestos a convertirse en sujetos críticos preparados para debatir el mundo? 2. ¿Es posible retomar elementos aparentemente ajenos a los comúnmente trabajados en el área de ciencias sociales como son la ética, estética, poesía, creación, etc., y proponer el concepto de intersubjetividad como elemento indispensable para lograr que el estudiante se asuma como sujeto elucubrador de sentido, y a la vez perfeccionar sus habilidades de pensamiento? 3. ¿Es posible que los estudiantes de un colegio técnico conformen un taller de creadores (semillero) desde las ciencias sociales, y que con el tiempo logren demostrar complejidad o calidad estilística en sus escritos, de tal manera que evidencien el desarrollo de habilidades de pensamiento? He intentado responder a estos interrogantes asumiendo la posibilidad de concebir una estrategia didáctica para las ciencias sociales que partiera de la importancia del sujeto y sus búsquedas, el diálogo y el asombro; elementos encarnados a través del lenguaje en acción (discursos, enunciados, textos, etc.) y enmarcados por la profundidad ética y estética que solo puede dar el arte. 1. Estrategia Al estudiante se le propone la posibilidad de que debata el sistema educativo al que tiene que amoldarse. Se le propone que devele por sí mismo el sentido del saber que se le impone y que 5 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño puede ser cuestionado de manera implacable por los propios sujetos, que a todas luces “deben” asistir -en ocasiones, padecer-, a un espacio que ha sido tomado por asalto y que ahora encaja en ese sistema alienante y cosificante llamado escuela, y que pareciera estar dirigido a reprimir la creatividad y la crítica; la escuela como dispositivo pareciera comenzar a encajar dentro de un modelo educativo mercantil que produce obreros enajenados en masa, o lo que es peor en ciertos sentidos, a producir desempleados enajenados en masa olvidando la esencia de la escuela, que podría ser, forjar lo que se concibe desde ciertas posturas estéticas e intelectuales como un ciudadano. Desde este planteamiento se concibe la estética y la ética como la base de la intersubjetividad, y por tanto como escenario fundamental sobre el que se edifica el saber propio de las ciencias sociales. Si el estudiante logra intuir el sentido de la escuela y el sentido de las ciencias sociales, podrá quizás comenzar a leer los signos del malestar de nuestro tiempo. Ahora, lo repito, el proyecto busca hasta el momento, lograr que el estudiante perfeccione sus habilidades de pensamiento (inferir, comparar, categorizar, describir, identificar, analizar, criticar, crear, etc.), así como las competencias básicas del área: interpretativa, argumentativa, propositiva, ciudadanas, comunicativas, interpersonales, etc., a través de la siguiente estrategia metodológica y didáctica que cubre dos frentes: 1. El deletreo: hace las veces de modelo de análisis textual. Busca que los estudiantes indaguen y debatan el sentido de diversos textos. El objetivo es que perfeccionen las habilidades intelectuales que les permitirán consolidar poco a poco capital simbólico. Se han perfeccionado formatos y rúbricas para evaluar y evidenciar estos procesos. 1.1 El estudiante parte de la premisa de que debe leer por sí mismo y que un texto exige lectura de rigor; intenta entender que la lectura es como la conquista de un reino pero que esa conquista es como una genial partida de ajedrez en la que no se debe perder de vista el cauce que el mismo texto crea para no ahogarnos en él, o no frenar su curso. Esta primera etapa es asumida por todos los estudiantes del grado de manera individual 1.2 Deletrear los sentidos del texto exige asumir una posición crítica que debe 6 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño escribirse, re-escribirse y darse a conocer. Trabajamos con lecturas cortas en principio; el estudiante con el tiempo seguirá su propio camino de lector deseante. El estudiante comprende que como decía el maestro Zuleta, “leer es trabajar”. Para algunos estudiantes esta etapa es difícil, les cuesta un poco asumir una posición crítica, y muchos se limitan, más que a describir, a transcribir posturas. Aún así el reto se propone oscilante entre el leer es trabajar y el sapere aude kantiano. 2. Proyectos de creación: se diseñan a la par del trabajo individual con los textos; aquí nos proponemos reconocer el mundo como una sumatoria de textos o de lugares de memoria7 que son susceptibles de ser reflexionados. No los llamamos proyectos de investigación para no forzar el trabajo del estudiante-alquimista, aunque el estudiante traduce sus inquietudes bajo una estructura similar e igualmente rigurosa. Aquí investiga, rastrea imágenes, trazos, relatos, testimonios, evidencias: aplica encuestas, hace entrevistas, dibuja, fotografía, compone, deconstruye, consulta bibliografía, construye ideas, las profundiza, teje memoria, y finalmente, crea, socializa sus experiencias y da a conocer los resultados. La forma estética tiene preeminencia para las socializaciones siempre y cuando se evidencie el riguroso proceso de construcción dentro del aula, con rúbricas y asesorías. Aquí la plástica, la crónica (entre literaria y periodística), y el teatro, han sido las muestras más interesantes que podemos dar a conocer. 3. Las denominadas socializaciones son evidencia del proceso de intersubjetivación de los saberes que se construyen de manera paulatina dentro del aula; y esos saberes tienen como soporte un sentido que se ha ido asumiendo por los estudiantes, como una manera de inquietarnos por el mundo. 2. Historia del proyecto 7 SÁNCHEZ G. (2003). Guerras, memoria e historia. ICANH. Bogotá. pp. 23 y 24. 7 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño En el 2007 el proyecto buscaba estimular el aprendizaje autónomo a través de la lectura y la escritura. En el 2008 profundizamos estas estrategias y nos propusimos leer nuestro país y en homenaje a María Mercedes Carranza bautizamos el proyecto Descanse en paz la guerra. Como estrategia de proyección a la comunidad convocamos el I Concurso de Poesía Rafael Gutiérrez Girardot. En el 2009 el pretexto fue prepararnos para el Bicentenario y bautizamos el proyecto Lugares de memoria: los hombres sin historia son la historia que terminó de desarrollarse en el 2011. Publicamos la revista Clepsidra como prueba de que los estudiantes pueden reflexionar y crear. En el 2011 convocamos a nivel departamental el II Concurso de poesía Rafael Gutiérrez Girardot, esta vez con apoyo de la biblioteca pública municipal. 3. La poesía-herramienta “Un certificado me dice que nací. Yo repudio este certificado: no soy un poeta, sino un poema. Un poema que está siendo escrito, aún si parece un sujeto”8 Lacan. Específicamente para la presentación de éste artículo, se ha elegido una de las líneas de reflexión didáctica que se ha consolidado a medida que se desarrolla el proyecto, y es la idea de trabajar la poesía como una herramienta pedagógica. En otra oportunidad se presentará una más que ha posibilitado su paulatina concreción y que hasta el momento se denomina Quinoterapia, y que analiza el potencial de la caricatura y del comic como herramientas de provocación crítica en los estudiantes. Dentro de los géneros discursivos complejos planteados por Bajtín nos inclinamos por la poesía como forma de testimoniar lo poético, que desde nuestra perspectiva, es la enfermedad de la no 8 REBATÉ JM (2007). Lacan. La experiencia de la letra. México. Siglo XXI. p. 24. 8 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño resignación. Lo poético desde las ciencias sociales es una herramienta poderosa para estimular el asombro y la elucubración de sentido. Las realidades son asombro y al igual que el sujeto, se encuentran atravesadas por el lenguaje. La poesía es asombro expresado en palabras, y estas a su vez son filo y abismo. El poeta al decir de Juan Manuel Roca, es un “pastor de abismos” y se le ha dotado de un “catalejo para mirar el reverso de las cosas”9. El maestro Jorge Eliécer Ordóñez ha dicho en un aforismo: “Qué extraña es la historia de lo que nadie ha sabido, porque las fábulas al igual que la luna, tienen su lado secreto”10. La poesía nos enseña a ver el envés de las cosas, a entender que el envés del río del lenguaje es el sujeto. El poeta Gabriel Celaya definió la poesía como un arma cargada de futuro11, y así hemos comenzado a percibir otra cara de la pedagogía; su poética. ¿No debería ser así la educación? ¿Una vuelta al día en ochenta mundos como lo indicó Julio Cortázar? En El informe de Brodie, Jorge Luís Borges sugirió que la falta de imaginación es lo que mueve al hombre a la barbarie y así hemos buscado cimentar la pedagogía de la imaginación opuesta a la pedagogía de la barbarie. Concebimos el aula y la ética como espacios intersubjetivados y al estudiante como sujeto dialogante y deseante, rastreador de poéticas que construye su saber y elucubra sentido, en un mundo en el que el sentido se da por sentado pero que patea los símbolos y frivoliza la memoria, el lenguaje, la imaginación y la profundidad de las palabras. El estudiante aprende que la palabra es fundadora y que crea mundos nuevos, y así re-significa no sólo su proceso educativo sino su lugar en el mundo. Antes que científico social se asume como sujeto preocupado por el entorno y por su formación, para apropiarse de una función social que le exige habilidades intelectuales concretas: saber leer, escribir, pensar, hacer, crear o descifrar la 9 http://www.eldiadecordoba.es/article/ocio/947694/poeta/es/pastor/abismos/alguien/decidido/correr/riesgos/todo/tipo. html 10 ORDÓÑEZ J. (1995). Vuelta de campana. Si Mañana Despierto. Tunja. 11 http://amediavoz.com/celaya.htm 9 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño memoria, etc., para que el sentido surja. Y todo esto lo permite la “poesía-herramienta” como la denomina el poeta Gabriel Celaya; la poesía nos permite entrecomillar la realidad; es una prótesis del sujeto que desea, como sugiere Roca. Se cree en la poesía-herramienta como posibilidad de estimular la intersubjetivación porque no de otra forma se puede comunicar y demostrar la cadena (referencia a la alegoría de la caverna de Platón. Libro VII de la República)12. La poesía pone en evidencia el mal pedagógico que ha cercenado la imaginación en la escuela, esa otra caverna; la poesía es el ungüento, el antídoto. La literatosis como la denominara Onetti hace soportable el mal pedagógico y nos permite “comprender algo sobre la naturaleza humana”13; la poesía señala la tensión a manera de experiencia estética, que se funda entre el mundo interior y el mundo exterior. Tenemos la poesía–herramienta como la posibilidad de elucubrar sentido, de crear mundos nuevos, de conversar con los fantasmas interiores. Se insiste en el arte porque es una forma de profundizar en las pasiones, en los deseos, en la oscura ciencia de pensar nuestra cultura y nuestra historia. El mal pedagógico que todo lo subyuga y lo encadena a sus procesos tiene su antídoto en la palabra creadora que mantiene en vilo la importancia de cuestionar los saberes y el sentido de los mismos respecto al sujeto. Rebaté recuerda a propósito de Lacan, una premisa de la lectura exigida a todo lector. Una lectura rigurosa y literal, o mejor, casi que un deletreo (21). Esto en sí es un modelo de análisis textual. Hay quienes exigen todo un método para hacer de la obra o del producto cultural (21) un elemento sobre un escenario que permita al científico-lector asumirlo como artefacto que propicie un desciframiento para justificar el modelo. Pareciera que las ciencias sociales deben su avance o 12 13 PLATÓN (1997). La República. Panamericana. Bogotá. REBATÉ J. Lacan. La experiencia de la letra. Siglo XXI. México. p. 15. 10 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño su marasmo a la calidad de lectores que les han asumido como científicos sociales o como agudos lectores. Las ciencias sociales desde la poesía, proponen un reconocimiento de la ética de la lectura en la que se juega el asombro, su poética. Y cada pre-texto (o producto cultural) es una provocación que propicia el debate, el diálogo, la comunicación, etc., para que el sentido surja. Ejemplo: La historia también puede ser contada desde abajo. Esto lo sugieren no sólo diversos hechos sociales a lo largo del tiempo sino una canción de Silvio Rodríguez en la que se puede deletrear el siguiente verso: “los hombres sin historia son la historia”. La pedagogía de las ciencias sociales son por tanto una pedagogía de la libertad capaz de “potenciar y reivindicar la razón de los vencidos” señalada por Benjamin14. Y así llega el intertexto vital que profundiza la provocación o el grito. El deletreo de estas provocaciones busca concretar el asombro, ese rasgo primitivo primordial en alquimistas, artistas o científicos. Cuando escuchamos al otro lo leemos, lo desciframos y al hacerlo nos desciframos en ellos, intentamos procesos de autocomprensión; eso permite dimensionar también el concepto de texto como un artefacto dinámico y cambiante que se ofrece no sólo a la interpretación y a la valoración, sino que hace las veces de espejo: “Fabrico espejos/ al horror agrego más horror/ más belleza a la belleza”15. Y esto también lo había dicho Ricoeur al sugerir un modelo hermenéutico que permite no solo encontrar el sentido sino una autocomprensión a través de la interpretación y la comprensión de los textos16. Sapere aude diría Kant17 para solucionar el problema de la tiranía de la comprensión, (sugiriendo a su vez el 14 HOYOS G. (1991). Elementos filosóficos para la comprensión de una política de ciencia y tecnología. En Colombia el despertar de la modernidad. p. 42. 15 ROCA. Op. Cit. 16 RICOEUR P. (2002). Del texto a la acción. (2ª ed.). México: FCE. 127 a 140. 17 KANT E. (1988). Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?). En ¿Qué es la Ilustración? Antología de textos. Tecnos. Madrid. p. 9. 11 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño concepto de pre-comprensiones adheridas al concepto de círculo hermenéutico). O Lichtemberg en uno de sus aforismos dice “Un libro es un espejo. Si un asno se mira en el espejo, ¿qué va a observar?” Así llegamos a intuir que incluso nosotros somos un texto –un poema, diría Lacan-, que somos el libro que escribimos, best-seller de un solo lector y múltiples fantasmas: nosotros mismos con el mundo, y en ese incunable se cifra lo real, o múltiples realidades, varios mundos posibles que se hacen palpables cuando nos humanizamos a través de las palabras que el otro también nos ofrece al leer-se y al leer-nos (intersubjetividad). He aquí un par de ejemplos de la poesía-herramienta como posibilidad, pretexto y provocación: EL CABALLO DE CALÍGULA Por Héctor Carreto18 Cómo se indignó el Senado cuando irrumpió el caballo del césar y ocupó una curul. Tenían razón: un corcel no cabe en un establo de asnos. DE LA HISTORIA Por Batania, en el Neorrabioso19 Si coges un libro de historia y lo aprietas con las manos verás salir por sus costuras regueros de sangre Ábrelo leerás que los vencedores siempre apelan a Dios y a la ley y a la verdad y a la patria, pero ganaron porque tenían más soldados 18 19 Tomado de http://circulodepoesia.com/nueva/2009/02/citatorio-no-018-del-caballo-de-caligula/ Tomado de http://neorrabioso.blogspot.com 12 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño más cañones más caballos y generales que estudiaban mejor las líneas rojas de los mapas Se trata de lanzar anzuelos y la poesía es uno de los mejores, como el arte en general, siempre en aras del sentido y del dialogo. Y a la par, tratar problemas propios de las ciencias sociales, como el problema de la pospuesta “conversación que somos”, integrada entre otras cosas por el problema de la alteridad como un propósito humano; o el problema de la consideración del otro como sujeto de derechos, de la ética como soporte indiscutible de la edificación humana y desde allí, el problema de la impunidad y de las víctimas, o el de la importancia de la ética pública como elemento indispensable de responsabilidad democrática que exige compromiso con el país y con el otro20. Se trata de la poesía guiando el camino del análisis, de la exégesis, del silencio en el que se cuece el pensamiento; es la poesía como una posibilidad de debatir lo humano, de ponerlo en discusión y de llevarlo al filo del abismo. Son las palabras aliviando la terminología pedagógica que encubre ingenuidad intelectual, demostrando su levedad para darle seriedad desde el asombro. La pedagogía de las ciencias sociales desde la poesía se asume como pedagogía de la imaginación. Está claro que se trata de la poesía re-significando los sentidos de los jóvenes. Incluso ridiculizando el concepto de interdisciplinariedad y de especialización a través del asombro, porque a la poesía no le interesa sino el abismo interior debido al poder creador que contiene; a la poesía le interesa debatir lo humano y ponerlo en tela de juicio. La poesía-herramienta taladra; busca ir formando lectores avezados que desde la poética de las ciencias sociales en la escuela, comiencen a dar cabida a expresiones de lucidez que se pongan al servicio de la necesidad extrema de tomar la humanidad en serio, a través de la lectura, el diálogo y la palabra. 20 ARANGO R. (2002). La responsabilidad colectiva ante la crisis moral y política colombiana. En: La filosofía y la crisis colombiana. Taurus. UN. pp. 13 a 32. 13 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño Desde la palabra se entiende una escuela que debería dedicarse a producir el asombro, a estimular la imaginación, a propiciar la creación. Las palabras podrían hacer las veces de amuleto de quijotes dentro de las aulas. La poesía es subversiva y se atreve a decir que “los hombres sin historia son la historia”, y esto es contundente para los estudiantes porque les sugiere que el sentido de la historia o del devenir, se puede asumir de otro modo, vislumbrando una “finalidad transformadora” en la que el ser humano sea un fin y no un medio. Un verso del poema la infancia redimida del poeta brasilero Ledo Îvo puede hacer las veces de arma de combate: “La alegría la acaba de crear este poema/ aunque sea trágica e íntima de la muerte/ la vida es un reino, la vida es nuestro reino”. El verso es un juego poderoso. Se propone valorar la vida en un país tomado por la muerte; no sólo en sus montañas y sus selvas, sino en sus calles y comunas; un país en el que los ríos además de alcantarillas se volvieron cementerios que van a dar a la mar; un país en el que morirse de viejo y de muerte natural se volvió motivo de celebración. Se buscaba señalar la muerte, el leitmotiv de nuestras generaciones, y desde la poesía rescatar el poder vivo de la palabra y del diálogo. La poesía como refutadora y constructora de sentidos es demasiado importante como para dejársela solamente a los buenos profesores de español; desde las ciencias sociales que procuran re-construirse como ciencias de la discusión pero que han terminado siendo ciencias ocultas, se busca incentivar la memoria y la reflexión desde el asombro y el respeto a la palabra. La poesía por sus propios caminos llega a la misma conclusión de la Teoría Crítica, que “sólo tiene sentido a partir de la afirmación radical de que la vida merece vivirse y que precisamente esto es lo que nos exige hacerla digna de vivirse” (Hoyos, 186). “Mi madre me contó que yo lloré en su vientre/ A ella le dijeron: tendrá suerte.// Alguien me habló todos los días de mi vida/al oído, despacio, lentamente/ Me dijo: ¡Vive, vive, vive!/ Era la muerte”21. La idea del verso de Jaime Sabines es la misma. 21 SABINES J. (1999). Recuento de poemas. JM. Bogotá. p. 34. 14 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño De la poesía a lo poético atravesando otras formas de expresión: la caricatura, la música, el teatro, el cine, el comic, el grafiti (o muros que hablan), el pasado, el presente, la ciudad, etc. Desde estos productos culturales se puede referir la necesidad de volver los ojos sobre la memoria poética, pensándola como la esencia del sujeto, es decir, contemplando su sentido espacial y temporal más allá del tiempo y del espacio (Bajtín plantearía un cronotopo) para acercarse a lo intersubjetivo: entonces se puede pensar el mundo como una sumatoria de lugares de memoria, que será preciso rastrear y leer: deletrear, porque la lectura y la memoria son un acto de creación permanente, es decir, son un argumento depurado para ser discutido; la lectura es un kairós. A este respecto valdría la pena leer los libros publicados por el grupo Memoria Histórica para entender la relación que existe entre memoria, palabra y resistencia, a la par de una reflexión sobre la sevicia del conflicto. Vale la pena citar el texto (él lo consideraba un poema), escrito por Rafael Steven Londoño el mismo día en el que ocurrió la masacre de Segovia el 11 de noviembre de 1988; en ese entonces Rafael Steven tenía trece años. Fue asesinado el 22 de abril del 2008. 11 de noviembre de 198822 Mi pueblo está de luto/ Está llorando mi pueblo/ Porque corre aquí la sangre/ y los sesos sobre el suelo// Cayeron allí los niños,/ los jóvenes y el anciano/ También cayeron las madres/ en las manos del tirano// Olor bermejo de sangre/ ojos de terror y miedo/ porque eran seres humanos/ masacrados contra el suelo// No hay palabras que lo griten/ lo que se siente en el pecho/ Cuando un niñito pregunta/ ¿y mi mamá qué se ha hecho?// Cómo hacer para olvidar/ El rostro de aquel pequeño/ Que abatido por las balas/ Pide abrigo con empeño// Son las ocho de la noche/ Y está lloviendo en mi pueblo/ Si el hospital está lleno/ Lo estarán los cementerios// Hasta cuando pues la guerra/ Y el doblar de las campanas/ El gemido de los huérfanos/ Y el llanto de las ancianas// Danos Señor el alivio/ Contra la infamia que acosa/ Y que venga la justicia/ de tu mano poderosa 22 http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/index.php/multimedia/videos/15-poema-sobre-la-masacre-desegovia 15 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño La legitimidad del texto no es estética, es ética; pero enseña que la única identidad (de permitir la existencia de este concepto), es la de lo humano. A nosotros, los lectores, nos corresponde asumir una posición axiológica frente al texto, y ese es uno de los secretos de todo lector agudo de poesía; aunque descubre que no es un poema entiende que la conmoción es de otra índole, y sabe que los poetas para llegar a serlo, ya han asumido de frente y sin importar las consecuencias, una posición agudamente crítica, frente a los malestares del mundo. Posdata a manera de conclusión desde una clepsidra “Hágase la luz y la luz se hizo. La palabra es fundadora, creadora. Ilumina mundos nuevos. El hombre piensa a partir del verbo hecho palabra, piensa a medida que se dice. La palabra es acertijo, hace posible el pensamiento (mentalidad/imaginario). La palabra es histórica: lleva la humanidad dentro de sí. A través de ella se expresa el sentido de lo humano. Éste, por supuesto, no es explícito; y de allí emergen las artes y el conocimiento, el pensar, el inquirir, el preguntar por el camino que han de negar o continuar los genios, los poetas, los sabios, y lo que en pocas palabras, pueda llegar a constituir la historia del presente, esa memoria digna de ser asumida por lo humano. La palabra es símbolo, memoria, llave para conocer y aprehender el vestigio de una época, de una cultura, (Boyacá por ejemplo, quiere decir, Tierra de mantas). Es prueba de la obsesión que significa pensar el sentido de la historia colombiana que siempre está por hacerse y deshacerse, y que se contradice en su propia marginalidad. Una historia que está hecha de retazos que unidos apenas podrían dar un testimonio de nuestra miseria y de nuestra ignorancia histórica. A la historia de Colombia le hacen falta puentes para que alivien el abismo entre ella misma, los náufragos de su cotidianidad, y los sordos a esos gritos que dejan los cuerpos arrastrados por el tiempo. La historia colombiana debe pensarse desde y para los países de Colombia, donde el rojo es de todos los colores. La historia de Colombia debe debatirse y comunicarse. La historia de 16 XXVII Congreso Nacional y I Internacional de Lingüística, Literatura y Semiótica Homenaje a Carlos Patiño Roselli, Rafael Humberto Moreno Durán y Jairo Aníbal Niño Colombia está debajo de la arena y del agua; es un palimpsesto del país que se nos niega y que sueña de vez en cuando en volverse de palabras, carne y hueso”23. Bibliografía -ARANGO R. (2002). La responsabilidad colectiva ante la crisis moral y política colombiana. En: La filosofía y la crisis colombiana. Taurus. UN. -BAJTÍN M. (1982). Estética de la creación verbal. Siglo XXI. México. -FOUCAULT M. (2001). Defender la sociedad. 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