Revista Alfahar - Número 0

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Alfahar 0/2012
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA CUATRIMESTRAL. ENERO-ABRIL
SUMARIO
Quiénes somos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3
Artículos originales
EMILIO MANRIQUE, ANA ROSA ABADÍA. Lápidas sepulcrales de cerámica conservadas en localidades del Bajo Huerva (Zaragoza) . . . . . . . . . . . .
4
Comunicaciones
JOSÉ MARÍA GIMENO. La producción religiosa de
las cantarerías de la comarca del Río Aranda
(Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
DOMÈNEC GUIMERÀ, ANNA MANRIQUE. Sabadell
(Barcelona), centro alfarero olvidado . . . . . . . . . 15
Noticias y actividades de ALFACER . . . . . 18
Sesión de identificación . . . . . . . . . . . . . . . 21
e-Mercadillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Ferias y desembalajes . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Fuentes y enlaces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Estatutos de ALFACER . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Asociarse a ALFACER . . . . . . . . . . . . . . 30
Normas para los autores . . . . . . . . . . . . . . 31
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial
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Quiénes somos
ALFACER es una asociación cultural abierta a cualquier persona interesada por algún aspecto relacionado con la cerámica y actualmente integrada por coleccionistas, ceramólogos y ceramistas, principalmente. Los coleccionistas de cerámica asociados en ALFACER, reivindican su condición de tales, conocedores de las aportaciones que algunos coleccionistas han llegado a hacer en diversos ámbitos de las artes y las ciencias.
ALFACER tiene su origen en una asociación previa, Barro y Fuego, en cuyo marco hace algunos años se editaron dos publicaciones sobre alfarería
de basto y alfarería vidriada aragonesa y se comenzaron las Jornadas de Alfarería y Cerámica Tradicionales, de Morillo de Tou, que en 2011 han celebrado su octava edición.
Los fines asociativos son amplios y quizá ambiciosos. Se pretendió aglutinar todos los intereses y aficiones concretas que representaban los miembros del grupo constituyente desde el coleccionismo, al estudio, la conservación, la difusión y divulgación y la defensa genérica del patrimonio que
constituye tanto las diversas especialidades de los oficios cerámicos tradicionales peninsulares, como sus producciones; fundamentalmente la alfarería y la cerámica decorada (estannífera), pero también la azulejería, la cerámica arqueológica y la cerámica tradicional actual, observadas desde
ópticas históricas, etnológicas y museísticas.
Si los fines estatutarios son ambiciosos, no lo son menos las actividades previstas para su consecución: coloquios, exposiciones, conferencias, cursos, publicaciones, peritaciones, colaboraciones, visitas colectivas, etc.
Somos conscientes de que las realizaciones no alcanzarán previsiblemente en algún tiempo a la totalidad de las actividades previstas. No obstante,
creemos que debemos sentirnos satisfechos de lo realizado hasta ahora que incluye, junto a las jornadas anuales de Morillo de Tou, tertulias, pequeñas exposiciones, viajes colectivos de visitas, etc. Ahora afrontamos el desafío de lanzar Alfahar como revista electrónica.
Para asociarse a ALFACER, vaya a la página 29.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial
Alfahar, publicación electrónica cuatrimestral.
Redacción, administración y publicidad:
c/ Maladeta, 20, casa 3.
50430 María de Huerva (Zaragoza)
ISSN: en trámite
Correo electrónico: alfahar.revista@gmail.com
Comité de Redacción
Dirección: Emilio Manrique Persiva
Edición: Domènec Guimerà
Secretaría de Redacción: Ana Rosa Abadía Valle
Consejo de Redacción:
José M. Abad Sancho
María de Gracia Arias Mora
José M. Gimeno Hernández
Anna Manrique Persiva
Emilio Manrique Persiva
Inma Mora Miguel
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Jacinto Ramos Gracia
Mª Veruela Redrado Miranda
Carlos Toledano García
Consejo Asesor
Ismael Angulo Pesquer
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Aurelio Bail Ciprés
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Carlos Díez Galán
Enrique Gastón Sanz
Francisco Javier Gutiérrez González
Julia Justes Floría
Enrique Martínez Glera
Julián M. Ortega Ortega
Alfons Romero Vidal
Sergio Sabini Celio
Marià Sáez Planas
Jesús Sanz Angulo
Emili Sempere Ferrándiz
José Luis Solaun Bustinza
Página 3
Editorial
a revista Alfahar que aparece con este
número inicial, es una publicación virtual
que edita la Asociación de Amigos de la
Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER). Sus contenidos abarcarán el complejo y
heterogéneo ámbito concerniente a la cerámica
histórica en todas sus especialidades; todo ello
con el objetivo genérico de contribuir a los fines de
la asociación, fundamentalmente, el estudio, difusión y defensa, en última instancia, de un patrimonio cultural que es considerado modesto.
L
Alfahar no pretende ser una publicación científica, ni de profesionales de la cerámica actual,
pero sí informar, difundir con el máximo rigor;
rigor que exigiremos a todos sus contenidos. La
primera finalidad que se plantea este proyecto cultural es, no obstante, dar satisfacción a las muy
diversas aspiraciones, en este ámbito, de los asociados, fundamentalmente coleccionistas, ceramólogos y ceramistas tradicionales, relacionados
con su afición, con su interés por conocer y aprender en algún ámbito de la cerámica. Pero sabemos
que cualquier publicación puede, potencialmente,
llegar a cubrir muchas y muy variadas funciones al
mismo tiempo. Puede llegar a ser un eficaz medio
de información y de difusión de determinadas
cuestiones; pero también puede llegar a ser instrumento para relacionar, cohesionar y, en suma,
para agrupar y organizar en torno a un tema o
proyecto, por encima de aspiraciones e intereses
diversos. En el comienzo de esta actividad concreta, nuestra Asociación puede aspirar, en alguna
medida y siempre en términos modestos, a alguno
de estos objetivos.
La revista contará, inicialmente, con dos partes
claramente diferenciadas. La primera, que constituirá el grueso de la publicación, será una sección abierta y en ella se incluirán secciones de artículos originales y comunicaciones más breves,
reportajes, noticias e informaciones diversas. Una
segunda área estará reservada a los socios de
ALFACER y en ella, entre otras cuestiones estrictamente internas de la asociación, recogerá un
"foro de identificación" y la sección de "mercadillo". Con respecto a esta última sección, ninguna
pretensión de exclusivismo la explica. Por el contrario, lo que se pretende es ser un estímulo para
incentivar el incremento de los asociados: incremento que necesitamos para el desarrollo de este
proyecto que hoy ve la luz.
Todos los materiales de esta publicación, incluidos textos, ilustraciones, fotografías y archivos de video y audio,
están sometidos a la protección de las leyes nacionales e internacionales vigentes y referidas a los derechos de autor.
Está prohibida expresamente la reproducción total o parcial de dichos materiales sin el consentimiento expreso por
escrito de los respectivos autores y de la Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería, ALFACER.
Toda cita deberá ir acompañada de la respectiva referencia al autor y a la revista: título, número, mes, año, dirección
URL y fecha de consulta.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original
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Artículos originales
Emilio Manrique, Ana Rosa Abadía
ALFACER, Museo de Alfarería Tradicional Aragonesa (Morillo de Tou, Huesca)
Lápidas sepulcrales de cerámica conservadas en localidades
del Bajo Huerva (Zaragoza)
N ESTE ARTÍCULO se hace referencia a un conjunto de
lápidas funerarias de cerámica de Muel (76) conservadas hasta fechas recientes en cementerios de
localidades zaragozanas situadas en el Bajo Huerva entre
Muel y Zaragoza: Mozota, Botorrita, María de Huerva,
Cadrete y Cuarte. Todas ellas son manufactura de los
alfares de Muel. El grupo corresponde al periodo comprendido entre 1855, la más antigua, y 1926, la de fecha
más reciente; si bien más de la mitad de estas lápidas
corresponden al periodo 1890-1910.
Son numerosas las lápidas de este tipo que se conservan en los cementerios de las tres provincias aragonesas relativamente alejados de los centros productores (4,
6), pero principalmente en las comarcas de Cariñena,
Belchite, Daroca y Jalón Medio de Zaragoza. Un buen
número de ellas, si bien no todas, particularmente aquellas a las que aquí nos referimos, suelen estar descontextualizadas; pues han abandonado su ubicación original y
decoran muros interiores de los cementerios. La proximidad a Muel, centro de producción, no explica por sí sola
su afortunada conservación y pervivencia; debe agradecerse el esfuerzo de conservación de los responsables de
los cementerios, en contraste con aquellos lugares, en los
que sin duda también las hubo y hoy están desaparecidas.
E
LAS LÁPIDAS FUNERARIAS DE CERÁMICA
Las lápidas sepulcrales forman parte de la producción
cerámica de aplicación arquitectónica (5). Por otra parte,
han sido incluidas entre los productos cerámicos del
mismo grupo que las producciones azulejeras (11). A diferencia de los azulejos exclusivamente iconográficos, que
constituyen elementos arquitectónicos decorativos, en las
lápidas sepulcrales de cerámica, como en otros tipos de
productos cerámicos, se completan o sustituyen las
representaciones figurativas por mensajes conmemorativos, ideológicos o informativos. Los azulejos utilizados
como instrumentos expresivos a través de sus inscripciones (plafones, placas, retablos devocionales), son numerosos y relativamente importantes desde época medieval.
Además de las lápidas sepulcrales los hay que contienen
inscripciones de propiedad o autoría, identificaciones,
con aforismos y sentencias, toponímicos, con mensajes
socio-ideológicos, inscripciones numéricas, de señalización urbana oficial, etc. (11)
Este mismo autor diferencia tres tipos distintos de
azulejos con funciones conmemorativas funerarias, según
el formato que presentan y el lugar de aplicación. En primer lugar, los conjuntos de azulejos funerarios que recubren tumbas y representan a personajes enterrados, aristócratas o eclesiásticos con mayor frecuencia. No
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original
abundan en Aragón, aunque se conservan algunos del
siglo XVI. En segundo lugar, los retablos funerarios formados por un conjunto de azulejos aplicados a la pared,
también poco frecuentes. Finalmente, las lápidas sepulcrales con un solo azulejo, calificadas por Telese como
“uno de los capítulos más impresionantes de la azulejería conmemorativa”. Estas últimas son las más abundantes y se realizaron en cerámica estannífera, en forma
de placa, para colocarlas en la parte frontal de sepulturas.
Alvaro Zamora (6) habla también de otros tipos de
piezas, con barniz estannífero, localizadas en los cementerios y con diferente funcionalidad. Así, las placas indicadoras de la propiedad de las sepulturas, con el nombre
del propietario y de las que nosotros, dentro del ámbito
geográfico de este artículo, conocemos dos en Mozota
(“Propiedad perpetua de Matías Benito, su esposa María
Laborda y su sirvienta María Gimeno. Nos. 78??”; “Propiedad perpetua de Mariano Martín Nos. 1, 2 y 3”). Asimismo pueden encontrarse con imágenes devocionales o
motivos devotos junto al enterramiento; piezas de barro,
como clavos largos en el suelo con cabeza esmaltada que
numeraban las sepulturas. También deben considerarse
como próximas las placas recordatorias de accidentes o
muertes violentas situadas en “peirones” o a veces en
calles o plazas y los “exvotos” religiosos de agradecimiento que se conservan en los santuarios.
El interés de las lápidas sepulcrales trasciende al del
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resto de las producciones cerámicas similares o formalmente próximas que hemos citado, tanto por el gran
número de ellas que se conservan como por su contenido.
Aportan información de aspectos artísticos, de la evolución de sus elementos decorativos, del simbolismo funerario y de los colores. Por otra parte, los epitafios que
constituyen literatura alrededor de la muerte, están también relacionados con estilos y modas literarias y culturales. Finalmente, las lápidas constituyen una fuente de
información histórica y social; ya que, en algunos casos,
las leyendas funerarias pueden constituir auténticos y
útiles documentos epigráficos.
La producción peninsular
de lápidas funerarias
Las lápidas sepulcrales constituyen un producto de los centros peninsulares tradicionales de cerámica estannífera, si
bien su producción fue más frecuente y cuantiosa en unos
centros que en otros. Esta producción, similar en todos
ellos, se generalizó en la misma época, según una moda
que debió extenderse en ámbitos rurales y sectores populares urbanos (1). Aragón es quizá la Comunidad en la que
se han localizado y descrito un mayor número de lápidas de
este tipo, lo cual hace pensar que sus alfares las produjeron
también en mayor número (11). Son también relativamente
abundantes en el País Valenciano y Andalucía. Por el con-
trario, y según Telese en el artículo citado, aparecen con
escasa frecuencia en Cataluña, donde las localizadas son
productos de alfarero (no con barniz estannífero) elaboradas por tinajeros o fabricantes de baldosas. También en
Aragón conservamos todavía, por fortuna, lápidas como las
citadas de producción de obradores de ollería. Entre ellas
hay que destacar las de Alpartir (4, 6), fechada en 1936,
obra de los malogrados Val, vidriada con barniz de plomo
(2), con molde idéntico a otra del siglo XIX que se encuentra en el cementerio de Épila.
En el País Valenciano destaca la producción de L’Alcora. Según Telese, se habían publicado dos: una de 1784
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y otra de 1818. El Museo de Cerámica de L’Alcora conserva una importante colección de lápidas procedentes
del cementerio municipal, obra de la Real Fábrica del
Conde de Aranda, fechadas prácticamente desde el
comienzo de la producción de esta fábrica en los años 30
del siglo XVIII. Esta producción se generalizó en el siglo
XIX, para decaer luego en el mismo siglo; aunque se prolongó hasta el siglo XX (8). En 2010, el Museu de Ceràmica de L’Alcora presentó una exposición de sus ricos
fondos que ampliaba exposiciones anteriores.
De igual forma, las lápidas sepulcrales se produjeron
en Andalucía y han sido descritas por diversos autores.
Son de dimensiones y formas variadas y se hicieron en
Granada y en Sevilla.
Telese (11) sugiere que los centros de la provincia de
Toledo (Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo)
tuvieron también que producir lápidas; aunque en la
fecha en que escribía su artículo no había localizado referencias publicadas que lo confirmaran. Asimismo, este
autor afirma que tampoco le consta la producción de lápidas de cerámica estannífera en Cataluña, si bien señala la
existencia de ejemplos interesantes tanto de cerámica
barnizada como sin barnizar, con inscripción incisa estas
últimas.
La producción de los centros aragoneses, y principalmente Muel, destaca como ya se ha dicho. También
Teruel, y en menor medida Villafeliche, son centros pro-
ductores de este tipo de lápidas (1, 3, 4, 6). Huesca, que
también produjo en cantidad notable, podría considerarse, a estos efectos, un centro transplantado; ya que
fueron sin duda alfareros de Muel quienes introdujeron y
desarrollaron la producción en los alfares oscenses de la
capital (4, 6, 7). La producción de lápidas de los Val en
Alpartir corresponde a otro tipo de producto, como se ha
señalado. Otros centros aragoneses pudieron producir de
forma esporádica o durante cortos periodos. No sería
riguroso descartar la producción en algún otro centro
peninsular además de los mencionados.
Las lápidas más antiguas conservadas en Aragón dentro de este género, serían de Villafeliche y datarían de
finales del siglo XVII (1699) hasta comienzos del XIX;
para decaer posteriormente, al parecer por la presencia
de Muel en esta especialidad. La mayor producción
correspondería a Villafeliche en el siglo XVIII (6).
La producción de Muel y Teruel se concentraría entre
la tercera década del siglo XIX y hasta el primer tercio del
siglo XX; si bien, como señalamos a continuación, el inicio de la producción debió ser anterior aunque pudo
tener un ámbito de difusión más local. No obstante, a
partir de la década de 1850 las lápidas serán paulatinamente sustituidas por las de otros materiales (piedra,
mármol) considerados más nobles (6). Las de Teruel
habrían desaparecido casi totalmente en el siglo XX; aunque no así las de Muel, de las que se conservan muchos
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ejemplares fechados en el primer tercio del siglo XX. Las
más antiguas citadas por Isabel Álvaro fueron las de 1837
en Muel y 1833 en Teruel; si bien no se descartan producciones anteriores de los siglos XVIII y XIX. A este respecto, nosotros dimos noticia de un grupo de 15 lápidas
que, con todas las cautelas, pensamos que podrían ser
obra de Muel, conservadas en la iglesia de María de
Huerva con fechas que van desde 1751, la más antigua,
hasta 1823 la más moderna (9)
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LAS LÁPIDAS CONSERVADAS EN LOS CEMENTERIOS
DEL HUERVA
Cronología y tipología
De las 76 lápidas conservadas en los cementerios de las
cinco localidades mencionadas, la mayor cantidad se
encontraba en el cementerio de Mozota, donde se pueden
contabilizar 24 lápidas funerarias y dos placas de propiedad. Cuatro de estas lápidas están rotas; por lo que en dos
de ellas no es posible ver la fecha y en otra no se lee el epitafio. En Cuarte, Cadrete y María de Huerva se conservan
respectivamente 16, 17 y 18 ejemplares y, finalmente, en
Botorrita sólo se conservaban cuatro. En dos de las de
Cuarte el deterioro no permite conocer la fecha y otra
presenta la singularidad, estando completa, de no recoger
la fecha del fallecimiento.
El grupo más numeroso, 36 lápidas, pertenecen al
periodo 1890-1910. Otras 17 están fechadas en los dos
decenios anteriores (1870-1890) y 14 corresponden a lo
que debió de ser el final de la producción significativa:
1910-1930. Las dos más modernas, fechadas en 1924 y
1926, se encuentran en María de Huerva. Finalmente,
las más antiguas, anteriores a 1870, son únicamente
nueve, de las cuales siete, en su mayoría correspondientes al decenio de 1860, están en el cementerio de Cuarte;
aunque la más antigua (1855) la encontramos en María
de Huerva.
El grupo de lápidas a las que venimos haciendo referencia no es suficientemente numeroso para permitir señalar
claramente la evolución temporal de la tipología. Tampoco
hay ningún ejemplar de los decenios de 1830-1840, que se
vienen señalando como las más antiguas, y que son claramente diferentes en forma y tamaño a las posteriores.
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Todas son de una sola pieza, presentan la base de barniz estannífero de color blanco lechoso, y están escritas y
decoradas con la aplicación de pigmentos mediante pincel, plantillas o esponjillas. Los colores más frecuentes
son el azul, de diferentes gamas, o el morado de manganeso (negruzcos y pardos); solos o ambos a la vez. A veces
con diferentes tonalidades. Más excepcionalmente se
incorporan los verdes, amarillo y rosa en guirnaldas o en
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otros motivos decorativos. Algunas lápidas monocromas
presentan pequeños trazos amarillos en la cruz.
Las fechadas con anterioridad a 1870 son cuadradas o
rectangulares y de tamaño menor que las posteriores.
Aparecen ya algunas que presentan el borde superior curvado, casi semicircular y que se diferencian, en este
aspecto, de lo que será característico en lápidas posteriores en las que el borde superior se presenta en ángulo o
con una ligera curvatura; en imitación, al parecer, de las
lápidas elaboradas con otros materiales (piedra, mármol)
cuando éstas irrumpieron en el mercado (10, 6).
Considerando que las lápidas de la iglesia de María de
Huerva de finales del XVIII y principios del XIX descritas
en la misma zona eran de menor tamaño y cuadradas
(24 ´ 24 cm y 34 ´ 34 cm) (9), parece evidente que la
forma y el tamaño experimentó una evolución reconocible.
Contenido. Inscripción y leyenda funeraria
Son frecuentes las lápidas sin otro contenido que la inscripción, con diversos tipos de letras, con una decoración perimetral simple y una cruz.
En el grupo que describimos el contenido comienza,
en la inmensa mayoría de las lápidas, con la frase “Aquí
yace”, junto a la cruz (excepcionalmente varias cruces),
o a ambos lados de ella. Esta frase está ya presente, en
general, en las pequeñas lápidas del siglo XVIII citadas y
conservadas en la iglesia de María de Huerva. Mucho
menos frecuentes son otras frases como: “Aquí descansan los restos mortales de… y de su esposa…”, o más
excepcionalmente “Sepultado en Muel el niño…”
La inscripción finaliza con abreviaturas de frases
conocidas: RIP de forma absolutamente mayoritaria. Con
mucha menor frecuencia RQP o “Rogad a Dios por su
alma”. Y en inscripciones más antiguas “Dios los tenga
en su gloria”.
En el caso de los niños, en ocasiones falta la fórmula
introductoria, el RIP y la cruz, o alguno de ellos. Puede
comenzar entonces la leyenda con: “Subió al cielo el
niño…” o con el nombre de los padres a los que “…les
falleció un niño de nombre…”
Entre los genéricos “Aquí yace” y RIP, se incluye el
nombre y apellidos del fallecido, excepcionalmente seguidos de “adulto”, “soltero”, etc.; la localidad de donde era
natural, la de fallecimiento o alguna otra precisión sobre
su estado civil como “viudo de…” o “esposo de…”, “esposo
de… y padre de…” Es raro que el “Don” anteceda al nombre y en este grupo de lápidas tampoco se recoge en ninguna el oficio o profesión; quizá por no referirse a clérigos, militares, artesanos, etc., que son las que con mayor
frecuencia lo introducen.
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original
A continuación aparece, casi siempre, la edad en ocasiones expresada en años, meses y días. También puede
encontrarse una fórmula hoy en desuso: “A los [número]
años de su edad…” Sigue la fecha de la defunción y, muy
esporádicamente, se incluye la de nacimiento.
Sólo en una ocasión hemos encontrado la fórmula
“falleció luego de recibir los Santos Sacramentos de la
Santa Iglesia”.
Después del RIP, y con independencia de la existencia
o no de epitafio, termina la inscripción con la dedicatoria del esposo, esposa, hijos, padres… “Su esposo…”; “Su
apenado esposo... e hijos…”; “Su desconsolada…”;
“Recuerdo de…”; “Su esposa…”; “Recuerdo de sus
hijos…”; “Tu desconsolado esposo…” que normalmente
y en referencia al difunto “dedican este recuerdo”, “este
recuerdo cariñoso”. Menos frecuentemente: “ruegan por
su alma” o “suplican una oración por su alma” “Rogad a
Dios por su alma”. Algunas dedicatorias resultan más
originales y excepcionales, como: “El pueblo de Cadrete
en general se asocia al justo sentimiento de sus padres”.
Elementos decorativos. Iconografía
y simbolismo funerario
El estudio de las lápidas pone de manifiesto los aspectos
artísticos que aportan y permite analizar la evolución ico-
nográfica y estilística y los cambios en la decoración. A
pesar de la sencillez que con carácter general presentan,
son indicadores por su evolución estilística de modos y
tendencias en los gustos (8).
Álvaro Zamora (6) habla de un muestrario ornamental que compartían lápidas y vajillas. Algunas de sus
características estilísticas permiten constatar la perviven-
Página 9
cia de estilos decorativos y motivos vegetales introducidos a finales del siglo XVIII en la cerámica. Fue en el
último tercio del siglo XIX, cuando las lápidas se desvincularon de la cerámica en este aspecto; a medida que se
incrementaba la utilización de simbología relativa a la
muerte que comenzaba a ser frecuente a mediados del
siglo XIX. En el grupo de las lápidas del Huerva a las que
nos referimos, aparece esta iconografía en las décadas de
1860 y 1890, sobre todo, aunque también en los años 80
del siglo XIX y en los dos primeros decenios del siglo
XX. En estas lápidas han desaparecido también calaveras
y tibias que constituían el rasgo característico de las lápidas mencionadas de los siglos XVIII y XIX de la iglesia de
María de Huerva (9).
Sólo persiste una calavera y las tibias, pequeñas y en
la parte inferior de la lápida, en un interesante ejemplar
de Botorrita en 1860 y al que nos referiremos más adelante.
Con carácter general las lápidas más antiguas tienen,
como única ornamentación una cruz en la parte superior
y una decoración simple de bandas onduladas o paralelas, formando orlas geométricas, líneas y cenefas o vegetales de enmarcado de la pieza o como relleno de huecos.
Entre las lápidas, no obstante, pueden encontrarse
distintos niveles de enriquecimiento ornamental, mezclando simples bandas de color, cenefas de ondas, círcu-
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los, rombos, y otras formas geométricas, con guirnaldas
de flores o elementos vegetales en los ángulos o salpicados y hojas de palma, piñas o clavos en las esquinas.
Son estas primeras estilizaciones de formas vegetales
citadas, las que aparecen utilizadas, en las mismas fechas,
en vajillas y azulejería de la producción de Muel (10).
Paralelamente a la introducción de la simbología relativa a la muerte, aparecen motivos más artísticos y epitafios. Así se encuentran “cipreses”, “sauces”, “jarrones”,
“pebeteros”, “coches fúnebres”, “sepulturas”, “ángeles”,
“plañideras”, “mausoleos”, “tumbas”, “cabezas de ángeles” y “representaciones del difunto”. En las lápidas para
niños pueden aparecen ángeles en una nube o la propia
imagen del niño difunto. Todo ello dentro de cánones de
sencillez y modestia, salvo en algunos casos en los que las
figuras adquieren cierto barroquismo.
El grupo de lápidas del Huerva que venimos describiendo participan de las características ornamentales
citadas, siempre en correspondencia con la cronología. El
hecho de estar todas fechadas en la segunda mitad del
siglo XIX y en el primer tercio del XX, impide que se perciba claramente la evolución en formas y motivos. No
obstante, el conjunto de lápidas fechadas en los años 60
del siglo XIX, sobre todo, sí aparecen diferenciadas con
claridad en los aspectos indicados de sencillez decorativa.
Algunas de las que contienen los elementos decorativos
más cuidados están fechadas en el último decenio del
siglo XIX y en el primer cuarto del XX.
Por lo demás, en este grupo de lápidas, cerca de un
tercio de las mismas presentan sólo la cruz y sencillas
líneas, bandas o cenefas perimetrales. En otras, estas
bandas adquieren complejidad con dibujos geométricos.
Abundan las guirnaldas y otras representaciones florales;
así como clavos en las esquinas. Encontramos, asimismo,
cipreses, sauces y palmeras; columnas, portadas de templo, pebeteros y jarrones; estos de estampación semejante a los que llevan las fuentes de cerámica de Muel de
finales del XIX. También lloronas, ángeles y representaciones de los fallecidos y en algunos casos retratos reales
de los niños.
En ninguna de las lápidas de este grupo se ha podido
localizar la firma de los artesanos. Sabemos que muchas, a
partir de 1855 y hasta 1871, aparecen con la firma de algunos de los Soler; familia de notables artesanos de Muel.
Epitafos.
Las lápidas como poemario
Grangel y Puchol (8) recogen la afirmación de Carandell,
en su libro Tus amigos no te olvidan (1995), según el cual
el cementerio “es como un libro: una publicación en piedra, un medio de comunicación social”. También: “…si se
puede decir, un monumento literario donde las inscripciones constituyen una inestimable guía para calibrar
gustos y modas literarias de la época en que fueron grabadas en piedra”.
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Estas consideraciones, sin duda, valen para los epitafios de las lápidas sepulcrales, no grabadas en piedra,
pero sí pintadas sobre el esmalte blanco-lechoso de la
cerámica estannífera.
En sentido amplio, es epitafio cualquier inscripción
en una tumba. Los epitafios de los que hablamos son
composiciones, frecuentemente en verso pero en ocasiones en prosa, que ocupan buena parte del espacio de la
lápida y que hacen alusión a las virtudes o cualidades del
difunto y en ocasiones, raras, a las virtudes de los hijos
que supuestamente se las dedican. (“Dos hijos modelo
de ternura/esta lápida triste han erigido…”). Con frecuencia expresan también el dolor de los familiares y
datos y circunstancias de la muerte del difunto.
Suelen ser de raigambre y expresión popular, a los
que no faltan muchas veces la ternura o el patetismo (10).
No son exclusivas de Muel y están contenidas en las lápidas de otros muchos centros peninsulares.
La proliferación de los epitafios como figura literaria, convierte a las lápidas en simbólicas hojas de un
libro, con poemas vinculados al romanticismo como
corriente literaria y artística del siglo XIX que ensalzaba
el sentimiento frente a la razón (8).
Treinta y cinco de las lápidas que consideramos aquí
contienen epitafios; de ellos sólo uno aparece en prosa.
Algunos son muy breves, de dos o cuatro versos; pero
otros son largos poemas. La primera lápida con epitafio
está fechada en 1864. Algunos son supuestamente narra-
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original
El estudio de estas formas literarias sería, sin duda,
de un enorme interés. Por supuesto, debiera ser un especialista quien acometiera la tarea.
Las lápidas como fuente de información
histórica y social
Al margen de la función específica de señalar la sepultura
y conservar en el tiempo la memoria del difunto, las lápidas constituyen también una fuente de información sobre
su época y sobre las costumbres, expresiones y, en general, el marco social de aquel momento.
Las lápidas de las localidades del bajo Huerva, no
incluyen referencias a ningún hecho histórico, ni a epidemias como el cólera, que son relativamente frecuentes
en lápidas de Muel, incluso en esta zona.
De la observación del conjunto, llama la atención, sin
embargo, la abundancia relativa de difuntos que son
niños. Por otra parte, y hacemos la consideración desde
una perspectiva profana, la lápida de una sepultura de
cinco niños hermanos, el mayor de 8 años, todos fallecidos, parece señalar algún problema médico en esa familia.
Tres de las lápidas hacen referencia a accidentes
diversos. Una, en Cadrete, de 1914 donde un joven de 16
Página 11
años, según la leyenda: “murió violentamente por un
carro”. Otra, de 1900 en la localidad de Mozota: “falleció aplastado por desplome de tierra” un hombre de 35
años. Ambas son lápidas sencillas con tonalidades azules.
En la primera sólo destaca una cenefa floral que ocupa la
mitad inferior del perímetro. La de Mozota tiene un epitafio de la esposa de cuatro versos de contenido religioso.
Por último, la tercera, que se conserva en Botorrita en
el suelo y junto a una tumba convencional, es una entrañable lápida cuadrada de 1860. Está decorada en tonos
verdes y azules y la iconografía funeraria está formada
por la cruz, tosca, rodeada por una especie de círculo
(¿laureles?), y en la parte inferior cipreses que enmarcan
una representación de dos fallecidos, de distinto tamaño,
separados por una calavera y las tibias. La inscripción
dice: “Día 29 de setiembre de 1860. Fallecieron bajo un
Terrero sacando tierra para construir teja. Francisco
Bosque y Tomás Plo, el 1º de 20 Años de edad y 10 el
segundo. Dios los tenga en la Gloria. Amén”.
No nos es posible establecer ninguna relación con el
terrero de Botorrita de 1860. Pero sabemos que el alfar de
María de Huerva instalado por Manuel Herrero Cabello
en 1949, procedente de Daroca y Villafeliche, utilizaba el
barro de un terrero de Botorrita. À
Bibliografía
1.
2.
3.
4.
dos por el difunto; con frecuencia si este es un niño. A
veces surge algún verso que nos inquieta (“duermes el
sueño del justo/porque justa fue tu muerte…”). Otras
veces casi sorprende lo que parece la revelación de una
intimidad familiar (“…Por ser único el que tenían/sin
esperanza de más”).
5.
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© 2011, Emilio Manrique, Ana Rosa Abadía
Correspondencia con los autores: 976124553@telefonica.net
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación
Comunicaciones
José María Gimeno Hernández
La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda
(Zaragoza)
E
L RÍO ARANDA, afluente por la izquierda del Jalón,
se sitúa a las faldas del Moncayo, en el sector
zaragozano del Sistema Ibérico. Sus centros alfareros productivos se localizan en Sestrica, Jarque e
Illueca. De sus cantarerías, de posible origen árabe, salió
tal cantidad de obra que hoy en día no hay dificultad para
localizar piezas. Dos son las características diferenciales:
la forma troncocónica y el empleo del urdido.
Tanto Álvaro Zamora (1), Díez Galán (2) como
Romero y Cabasa (3) han estudiado ampliamente estas
cantarerías en su producción popular. Será la primera,
María Isabel Álvaro Zamora la que dé a conocer en el
Segundo Coloquio Internacional de Cerámica Medieval
en el Mediterráneo Occidental, celebrado en Toledo en
1981, cinco piezas de tradición mudéjar y de uso religioso.(4)
Intentaremos ampliar este repertorio.
LAVATORIOS
Se trata de una pieza de uso exclusivo del sacerdote que
se instala en la sacristía. En la zona son por lo general de
piedra negra de Calatorao. Recuerdo dos excelentes
ejemplos en la ermita de Rodanas y en la iglesia mudéjar
de Tobed. Álvaro Zamora publica el lavatorio de la sacristía de la Ermita de San Roque de Trasobares (figura 1).
Es la pieza fechada más antigua que conocemos,
1696. De 120 cm de altura, está formada por la unión de
una terriza (pie), un tubo (fuste) y el cuerpo de un cántaro
de perfil esférico. Destacar la decoración plástica de cordones horizontales y ondulados con incisiones (¿ungulaciones?) e impresa con estampillados circulares (caña o
madera con doce muescas y un espacio) y cuadrados
(enrejillado de 3 x 2). Transcurridos 30 años, se mantiene
4
3
1
2
en su ubicación original. Debemos destacar su perfil
redondeado muy alejado de los cántaros carenados de las
producciones recientes.
En la colección Ostalé hay un posible aguamanil de
uso ritual. Se trata de una tinajilla de 50 cm de alto con
caño vertedor y decorado con caras de ángeles, cordones
horizontales y serpenteantes y cuños circulares y reticulares (figura 2). Destacar los cuños circulares de mayor
tamaño con las llaves de San Pedro.
bandas doradas (figura 3). Destacar la conservación del
tape de este último imitando en barro las cubiertas de
madera de otras pilas de piedra, que a su vez imitan los
tejados cubiertos con teja de lágrima (figura 4).
PILAS BAUTISMALES
Grupo 1
Son pilas más sencillas y descuidadas, ubicadas en ermitas o iglesias de pueblos pequeños. Su estructura
recuerda al lavatorio de Trasobares: pie-terriza, fustetubo y plato-terriza. Todas llevan decoración plástica de
cordones, incisiones y sellos.
Parroquial de San Miguel de Viver de la Sierra. Publicada por Álvaro Zamora en el artículo de referencia. No la hemos visto en nuestra visita de 2007. En
En nuestros recorridos por la zona y de forma inesperada, hemos localizado dos ejemplares. Uno en la parroquial de Mesones de Isuela y otro en la iglesia de Viver de
la Sierra. Los dos tienen una estructura formal semejante: un gran cuenco con labio exvasado, fuste y pie
octogonales. Ambos están pintados imitando el mármol.
El ejemplar de Viver de la Sierra ha sido repintado con
PILAS DE AGUA BENDITA
Las subdividimos en dos grupos atendiendo a su riqueza
decorativa y perfección técnica.
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5
la foto de Álvaro se aprecian cordones con incisiones
verticales, sellos circulares en relieve, impresiones de
rejilla rectangulares y ménsulas de unión entre el fuste y
el plato decoradas con pequeñas ungulaciones.
Ermita de San Felices de Sestrica. Está abierta y
sin ornamentos. Queda parte del pie sujeto con cemento
al suelo. El resto de la pila ha desaparecido.
Ermita del Carmen. Cementerio de Sestrica
(figura 5). De titularidad privada, la pila ha sido retirada
y guardada en una casa particular. Con igual estructura
que las anteriores, destaca por la abundancia de rostros
diablescos en el exterior del vaso y en el fuste. Presenta
amplias ménsulas, en la unión de la columna al vaso,
decoradas con impresiones reticulares de 6 x 5. Destacar
los dibujos radiales con centro en un sello circular doble
dividido en 8 sectores con un punto en relieve en cada
uno de ellos. Otro elemento llamativo son los botones
prominentes rematados con el mismo sello.
Ermita de San Bartolomé de Sestrica (figura
6). Situada en el camino de Jarque, conserva una pila
exenta con la decoración más sencilla de todas: caras
simplificadas, pequeños arcos incisos, círculos en relieve
y un cordón horizontal en la parte baja del fuste. Su
estructura es más compleja que la de las anteriores. Está
formada por un pie –terriza invertida–, el fuste –tubo de
desagüe–, el cuerpo de un cántaro esférico, y el vaso formado por dos terrizas superpuestas.
8
9
6
Grupo 2
Son pilas muy trabajadas, con un desarrollo formal complejo, y localizadas en edificios religiosos de mayor
importancia.
Ermita del Rosario de Jarque (figura 7). Publicada por Álvaro Zamora. Su artífice nos dejó una gran
regalo. En el borde del vaso escribió “FRANCISCO SUPERBIELA ME HIZO EN SESTRICA A 10 DE ABRIL DEL AÑO DEL SEÑOR
DE 1722”. Su pie es un cilindro enmarcado por dos cordones con incisiones verticales donde alternan angelotes
de cuerpo entero con dibujos radiales de enrejillados de 5
x 3, sellos circulares de 8 sectores rellenos de puntos,
círculo liso impreso y cordones ondulantes. El fuste se
decora con cordones, sellos reticulares y circulares. La
transición al vaso se refuerza con cordones oblicuos incisos, abollamientos y grandes botones decorados con
sellos circulares así como reticulados de 5 x 3. En el vaso
destacan las conchas de Santiago y sellos circulares. Es
la pieza mejor conservada junta a la del castillo de Mesones.
Ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles del castillo
de Mesones de Isuela (figura 8). Referenciada por
María Isabel Álvaro, se halla embutida en un banco de
cemento que impide ver el pie y parte del fuste. Es la más
recargada. Toda ella con caras de querubines, sellos
impresos, apliques plásticos de palmas, cordones con
incisiones y más sellos. Entre los reticulados hay mezco-
lanza de 2 x 2, 3 x 2, 4 x 2 y 6 x2. El borde del vaso se
decora con sellos circulares dividido en 8 y rellenos de
cuñas. Los 4 roleos de refuerzo bajo el vaso son más
amplios y armoniosos que los de Jarque y se intercalan
con cabezas de querubines. El castillo lo mandó construir
la familia Luna hacia 1370 con una amplia capilla funeraria mudéjar en una de sus torres. Esta capilla se amplió
hacia el patio en 1680 por el coadjutor Manuel Gascón y
Álvarez, y se decoró con yeserías en 1720 por el coadjutor Juan Antonio Álvarez, sobrino del anterior. Por estos
años debió encargarse la pila a los talleres de Sestrica.
Estamos en pleno apogeo del Barroco. (5)
Parroquia de Ntra. Sra. de los Dones de
Embid de la Ribera (figura 9). Igualmente publicada
por María Isabel Álvaro, en la actualidad se encuentra en
muy mal estado de conservación. La humedad ascendente del suelo ha desprendido la decoración inferior, al
tiempo que el agua del vaso, a pesar del orificio de salida
existente, ha hecho estragos en el vaso y la columnita del
interior. Formalmente es semejante a las anteriores pero
con algunas salvedades: no tiene pie o está embutido en
el suelo, tiene una columnita decorada en el centro del
vaso imitando una fuente, tiene desagüe, y presenta un
frontis muy interesante. La cabeza de un angelote está
enmarcada por dos escudos de la pasión, y cumbreada
por el rótulo en mayúsculas “MARIA”. El resto de la decoración semeja a las anteriores.
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Hitos. Fueron recogidos tras una remodelación delcementerio de Sestrica. Todos pertenecieron a la misma tumba y no sabemos a qué familia
pertenecían, alfareros o no. El hito está formado
por un tronco de cono coronado por una esfera,
lisos y sin decoración. De los tres conservados,
uno es más alto y presenta una apertura en la bola
para incrustar una cruz de hierro, hoy perdida
(figura 13).
12
11
Página 14
ELEMENTOS COMUNES A LA OBRA CIVIL
10
Santuario de la Virgen de la Sierra en Villarroya de la Sierra (figura 10). Centro de referencia
para las 33 localidades que se ven desde su cumbre en los
días claros. Su iglesia guarda bajo el coro una de las piezas más interesantes. A pesar de la mala conservación del
vaso cuya decoración de conchas ha desaparecido y de
estar sujeta al suelo con cemento, tiene dos particularidades que la hacen diferente. Su fuste presenta decoración
en bandas y se busca la geometría. Cordones incisos dividen los sectores donde volvemos a ver querubines, sellos
circulares y reticulados, palmetas en relieve y cordones
oblicuos. En el desgastado borde del vaso todavía se aprecia el nombre del cantarero: Christobal. Posiblemente
un calco nos daría mayor información.
CANTARICOS DE ACEITE
Conocemos dos ejemplares, ambos milagrosos y en centros con importantes peregrinaciones comarcales.
Ermita de la Virgen de Jerusalén de Inogés
(figura 11). Hoy barrio de El Frasno. Se conserva en la
pequeña ermita que sustituyó a la construcción barroca.
Por los años 30 todavía se iba en romería desde La Aldehuela portando pendones y cantando ruegos a la entrada
del pueblo. El ritual consistía en pasar a visitar a la Virgen
al tiempo que la santera realizaba la señal de la cruz con
un palo untado en el aceite del cantarico; que por su-
13
puesto nunca se acababa. Se conserva en un arca bajo tres
llaves y es un jarro sin pico vertedor semejante a los que
sacaba José, el pocero, mezclados con cerámica decorada
del XVIII.
Santuario de Ntra. Sra. de Rodanas en Épila.
Documentado por Francisco Javier Bravo Quero (6) en la
revista comarcal Ador 14 “Ermitas, santuarios y romerías
en Valdejalón”.
El cantarico llegó al santuario la víspera del Domingo
de Cuasimodo de 1668 (30 de marzo). Hoy se conserva
tras un pequeño ventanuco a la derecha del altar. Los
fieles pueden tocarlo a través de un rete roto. Por la foto
publicada se trata de una jarra de agua o vino. Se publican cuentas del santuario entre 1773 y 1886 con compras
de vajilla en Muel, Almonezil, Lumpiaque y Sestrica. En
marzo de 1779 se compraron cántaros y botejones en Sestrica por valor de 1 libra y 4 sueldos.
ELEMENTOS DE CEMENTERIO
Lápidas. Solamente las hemos visto en Jarque. Son placas rectangulares con copete semicircular. Están decoradas con una cruz latina y en un caso acompañada por
cipreses y un árbol frondoso. Debajo se han marcado
líneas incisas sobre las que se escribe en mayúscula los
datos del difunto. Las realizó la familia Becerril entre
1898 y 1907 (figura 12).
Los sellos reticulados y circulares se usaron en
tinajones antiguos, en la serie con cercillos hasta la
carena y cordón ondulado. Ejemplo de ello es el
fragmento rescatado de una tapia del pueblo nuevo de
Chodes mandado construir por Fcº. Sanz de Cortes entre
1676 y 1678.
Igualmente se decora con reticulados en una orza de
4 asas firmada por Miguel Fajardo, ancestro de los Fajardos que marcharon a Navarrete. Estas orzas llegan hasta
los inicios del XX ya sin improntas pero algunas con las
firmas de Rufino Gaspar o sus parientes Rufo y Julio,
todos de Sestrica. También hemos visto reticulados en
algunas macetas de copa.
Cordones digitados o incisos se conservan hasta el
XIX en el borde de los tinajones o diferenciando la carena
de alguna tinajilla.
Decoraciones plásticas de angelotes han pervivido en
una maceta que conserva la familia Asensio-Marco de
Illueca. Pudo ser realizada por Felipe Asensio Marco
fallecido en 1939 en Illueca, o por Serapio Marco Becerril de Jarque. Abuelos de la familia. Más angelotes presenta una tinajilla-aguamanil de la colección Ostalé.
Caras más simplificadas, semejantes a las de la pila de la
ermita del Carmen de Sestrica, las encontramos en una
maceta de copa.
Ya en el siglo XX cantareros de Jarque decoraron
algunas tinajas alqueceras con improntas de duros de
plata, hojas de parra, iniciales floridas, palmetas, o incisiones dibujando un gallo y letras.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
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Comunicaciones
CONCLUSIONES
Domènec Guimerà, Anna Manrique
Se trata de piezas únicas con un fuerte simbolismo y gran
riqueza decorativa. Realizadas entre la mitad del s. XVII
y finales del s. XVIII, en pleno apogeo del Barroco. Todo
apunta al taller de Sestrica.
Debemos continuar con la prospección de la zona en
busca de nuevas referencias y realizar un estudio comparativo de los cuños, moldes y elementos plásticos. À
Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado
Bibliografia
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Doña Godina 2009. Págs 113-176
© 2011, José María Gimeno Hernández
Correspondencia con el autor: jose13mari@terra.es
del
Sabadell de los alfareros se lo debemos
en primer lugar a Marian
Burgués i Serra (Sabadell,
1851-1932) un alfarero ilustrado, dibujante, grabador y
escritor, republicano, librepensador, progresista y promotor de diversas asociaciones ciudadanas culturales y
humanitarias. Acudió a la
escuela sólo hasta los 9 años,
pero estaba dotado de un espíritu extrañamente inquieto
para un entorno como el catalán del siglo XIX, endogámico y cerrado en sus estructuras tradicionales. De los 9 a los 17 años permaneció en
el alfar paterno aprendiendo el oficio pero luego prosiguió su aprendizaje en Mataró (por entonces gran centro
fabricante y exportador de cerámica), en Thuir (Francia),
en Coimbra (Portugal), en Muel (Zaragoza), en Manises
(Valencia) y en La Bisbal (Girona). Dejó dos obras fundamentales para la historia de la alfarería tradicional: una,
minúscula pero abarrotada de informaciones, Estudis de
terrissa catalana (1925), y una especie de libro de memorias, Sabadell del meu record (1929), que constituye el
punto de partida de esta comunicación.
Sabadell fue un centro alfarero importante. Hoy apenas nadie lo diría. Entre los libros clásicos sobre alfarería española (y catalana), solo uno lo recoge, Alexandre
Cirici en su Cermàmica catalana, y aun en este solo aparecen dos breves referencias: una sobre las cerámicas del
Neolítico y otra sobre las cerámicas constructivas del
Modernismo (Cirici 1977, pp. 28 y 386).
E
L CONOCIMIENTO
Y, sin embargo, la tradición alfarera de la ciudad es
antigua. En los documentos del siglo XIV ya figura un
Pere Pla de profesión «ollero» y a finales del siglo XVII
el Consell de la Vila prohibía que los alfareros trabajaran
durante el día, entre mayo y junio, por temor a que incendiaran los sembrados cercanos. Tal decreto supone dos
cosas: una, que había un número considerable de alfares
con horno y dos, que éstos se encontraban cerca de los
sembrados, es decir al otro lado de los límites de la población.
El siglo XVIII debió de ser el de máxima productividad alfarera: se contaban 14 alfares con autorización de
vender su producción en Barcelona, directamente y sin
tasas (Roig s/a, pp. 2-4). Parece que no hace mucho se
pudieron recuperar muchas piezas de ese siglo utilizadas
en la construcción de las bóvedas del campanario de San
Félix, la iglesia parroquial del centro de la ciudad. Sin
embargo, dejemos este hecho en un prudente suspenso
porque no era extraño en la época el tráfico entre pobla-
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación
ciones, para la construcción, de piezas de alfar defectuosas e inservibles para el uso a que habían sido destinadas
en principio (Burgués 1925, p. 47). Los alfareros se lo
vendían todo: por supuesto, los cacharros que elaboraban
pero también los subproductos: desde la ceniza de los
hornos para la colada doméstica, hasta, para la construcción, las piezas defectuosas enteras para rellenar bóvedas
o, trituradas como arena y mezcladas con cal como material impermeabilizante (Burgués 1929, p. 34).
En la mitad del siglo XIX ya sólo quedaban en Sabadell, según la memoria de Marian Burgués, siete alfares,
seis de los cuales los podemos localizar con bastante precisión en la periferia del segundo «ensanche de la ciudad» (Burgués 1929, p. 32, figura 2).
Página 16
en una calle ahora perforada por una tuneladora para
prolongar la vía del tren.
Debajo de las eras y de las construcciones citadas se
encontraba (y se conserva íntegro) el gran sótano con las
bocas de carga en el techo y los hornos de cocción, uno en
cada extremo, cada uno con su hueco de carga de la
fogaina. Las piezas y la leña entraban y salían por las tres
aberturas superiores. Esta gran estructura se conserva en
perfecto estado y se puede visitar de lunes a sábado en
horario comercial. Aunque es de propiedad privada, el
Ayuntamiento proporciona a demanda un guía para las
visitas comentadas. Emili Sempere lo inventarió en la
publicación de la Asociación de Ceramología de 1992
correspondiente a su congreso de 1990.
Desde principios del siglo XVIII, la actividad artesanal de los Escayola fue la elaboración de cerámica tradicional con toda la diversidad tipológica doméstica conocida. Otras piezas bien definidas fueron los materiales
auxiliares para la construcción y la arquitectura ornamental tan de moda en la época.
EL HORNO DE LOS ESCAIOLA
Sin duda, el alfar más importante (según nuestros conocimientos) en los siglos XVIII y XIX fue el de la familia de
los Escaiola, alias Ca’l Bolsós. Situado en el siglo XVIII
TIPOLOGÍA DE LA ALFARERÍA TRADICIONAL
DE
Hornos subterráneos norte (arriba) y sur (abajo) del alfar de
los Escaiola, cuidadosamente conservados en la actualidad.
A la izquierda, alzado topográfico del conjunto (arriba) y del
horno norte (abajo).
en el Raval de Dins, ocupó después un amplio espacio en
el arranque de la actual Via Messeguer (o Masagué).
Este conjunto artesanal se configuraba a nivel de
superficie y a cielo abierto con la era, las balsas y el pozo.
Bajo cubierto pero también en la superficie se encontraban los espacios para la leña y el barro, el secadero y los
almacenes y, en una estancia más resguardada, los tornos
(Roig 2001, p. 16). De todo esto, en la actualidad no
queda más que una amable tienda de alfombras y bolsos,
SABADELL
En la página siguiente se reproduce la descripción gráfica
de la alfarería de Sabadell, dibujada por el propio Burgués en la página 48 de su Estudis de terrissa catalana.
En otras láminas de la misma obrita describe también
esquemáticamente las piezas prehistóricas procedentes
de las excavaciones del poblado ibérico de La Salut y la
alfarería contemporánea de Manresa y Sallent, la alfarería negra de Quart (Girona), las de Thuir, Mataró y La
Bisbal (había trabajado en las tres poblaciones, así como
en Manises), las de Breda y Esparreguera, Miravet,
Lleida, Mallorca, y del «llano de Barcelona».
Refiriéndose en concreto a Sabadell, dice que todos
los alfareros de sus tiempos jóvenes fabricaban alfarería
propiamente llamada «de cocina»: tupins (pucheros),
olles, cassolots (cazuelas), giradors, cobertores (tapaderas), ansats (cacharros con asas), envernissats, gresolets (lámparas de aceite), guardioles (huchas), etc. (Burgués 1929, p. 32).
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Página 17
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación
a
b
d
c
e
f
i
En la obra pequeña indicaba: «Se fabricaban pucheros en forma de hueso de oliva [?] y
ollas para la obtención de azúcar candi..., que
sólo servían una vez porque para sacar el azúg
car había que romperlas.» (a) «Las ollas para
la manteca [«greixoneres»] eran de líneas griegas puras»
(b) «Las botijas de vino» (c).
En la serie de fotografías presentamos algunas piezas documentadas como procedentes de Sabadell. Primero, las piezas parcialmente esmaltadas. En (c), un
botijo del Museu d’Història y un «pitxell» del Museu del
Càntir de Argentona (d) catalogado, aunque con interrogantes, como procedente de Sabadell; el «pitxell» se
empleaba en las barcas y para las labores del campo y
llevaba protectores de la boca y del pitorro. El cantarillo
para vidrio (e) se atribuye a Sabadell, pero sin argumentarlo. A su lado, un «mamet» («mamón») (f) o porrón
de barro. En la fila de abajo, un bebedero bastante convencional (g), una medida de vino de «cuatro porrones»
(h) y un barreño de pastelero (i). Debajo de él, una
pequeña escudilla «mal de mares» (j) completamente
vidriada que, por su nombre, quizá serviría para mimar
a quien la utilizara (si los demás comían en escudillas de
madera), o a los enfermos.
A continuación tenemos un orignal de partera (k)
como muestra de piezas esmaltadas y decoradas con tres
colores: el de base, el verde y un marrón, que encontramos
m
h
j
también en otros cacharros domésticos: soperas, escurridores y otros. En cuanto al orinal, cito textualmente (traducido) a Burgués en sus memorias (Burgués 1929, p.
87): «Una de las costumbres más típicas del siglo pasado
[por el XVIII] era que las mujeres, después de la partera
[debe querer decir «después del parto»] necesitaban el
orinal de partera. Este artefacto era de barro y medía
unos dos palmos y medio de alto por otros de ancho de
boca; era imprescindible: quien no tenía uno propio lo
pedía prestado a parientes o vecinos. – Algunos bromistas
ofrecían como regalo de bodas un orinal de partera a
quienes habían "hecho Pascua antes de Ramos". Este
utensilio ha ido desapareciendo. [...] En tiempos más
recientes a estos orinales se les llamó Don Pedro, nunca
he sabido por qué».
El resto de piezas completamente vidriadas de esta
muestra, y que también pertenecen al Museu d’Història
de Sabadell, son una alcuza (l) y una pequeñas medidas
de vino que se exhibe en el alfar Bolsós (m). El asa,
situada junto al pie de ambas, certifica que su uso no es el
de beber de su contenido, sino el de verterlo. En el Sabadell del siglo XIX (no sé hasta qué punto en toda Cata-
k
l
n
luña) la unidad de medida del vino es el porrón, equivalente a 94 centilitros de nuestro sistema métrico decimal
Las dos muestras que allí se exhiben llevan sendas marcas
(n) que las atestiguan como medidas públicas oficiales.À
Bibliografía
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CIRICI, A. Ceràmica catalana. Barcelona: Destino, Barcelona 1977. pp.
430-432.
BURGUÉS SERRA, Marià. Estudis de terrissa catalana. Sabadell: Llibreria
Sallarès 1925.
BURGUÉS SERRA, Marian. Sabadell del meu record. Sabadell: Joan Sallent,
impressor 1929 (edición facsímil, Ajuntament de Sabadell 1982.
CALVO, ORIOL, y otros. Museu del Càntir, Argentona (catálogo). Ajuntament d’Argentona 2007. p. 86
ROIG DEULOFEU, Albert. Els forns i l’obrador de ceràmica de l’Escayola,
segles XVIII-XIX. Sabadell: FOC 2001.
ROIG DEULOFEU, ALBERT. L’obrador de ceràmica de l’Escaiola (Sabadell,
Vallès Occidental). Ajuntament de Sabadell 2001.
SEMPERE, EMILI. «Catalogación de los hornos de España y Portugal", en
VVAA. Tecnología de la cocción cerámica desde la Antigüedad hasta
nuestros días. Alicante, Asociación de Ceramología 1992. pp. 185257.
© 2011, Domènec Guimerà, Anna Manrique
Correspondencia con los autores: guimeramanrique@gmail.com
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER
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Noticias y actividades de ALFACER
TERTULIAS
Como actividad periódica que
nos permita asegurar la relación de socios y amigos con
mayor frecuencia, hemos
intentado sistematizar una
serie de TERTULIAS, en las que
podamos conversar de forma
distendida sobre las cuestiones que nos interesan, sin
horario ni temas fijos.
Las vamos celebrando los
segundos de cada mes, en la
terraza de invierno del Mesón
Sidrería Sancho en la Avenida
Puerta Sancho 21, frente al
edificio del Centro Cívico Almozara; como sabéis muchos, en
las proximidades del Rastro de
Zaragoza.
Las primeras Tertulias se
celebraron el 13 de febrero, el
13 de marzo y el 10 de abril de
2011.
Por otra parte, el domingo
11 de marzo tuvo lugar la primera de las tertulias dominicales de la temporada 2012 y en
ella se presentaron varias y
heterogéneas piezas para el
debate y la identificación. En
primer lugar se opinó sobre
dos piezas antiguas procedentes de pozo ciego; una jarra y
una cantimplora o botijo de
carro, sin que se llegase a un
acuerdo concluyente.
Otras piezas en las que el
acuerdo fue claramente mayoritario, fueron una pequeña
orcilla de Jaca, dos aceiteras
de los alfares de la Ibérica y
Villafeliche y dos orinales
("Don Pedro") uno de Almonacid de la Sierra y otro de Lumpiaque. Respecto a la aceitera
de Villafeliche surgió la información de que alfareros de
esta localidad trabajaron en la
próxima ciudad soriana de
Almazán.
Finalmente se debatió en
relación a diversas piezas de
baño estannífero; dos, una
aceitera y una fuente probablemente de Teruel de los años
20; otra fuente sencilla con
una cenefa azul y morado que
podría ser de Villafeliche y otra
muy interesante (¿Villafeliche?
¿Teruel?) profusamente decorada en azul con lo que podría
representar una custodia o un
relicario.
José Mª Gimeno aportó
una relación de alfareros aragoneses, procedentes de censos electorales de los años
1890-1900, que alargó la
siempre agradable conversa-
NACIMIENTO
El pasado 29 de diciembre la
entrañable asociada de ALFACER y amiga de todos, la ceramista alfarera en Calanda,
Inma Mora tuvo una hija, Ana,
que estamos seguros seguirá,
no puede ser de otra manera,
los caminos artísticos de sus
padres.
Todos queremos a Inma y
nos alegra su felicidad.
EXCURSIÓN
En mayo de 2011, en vez de
Tertulia optamos por la excursión y así, los días 28 y 29, viajamos a Barcelona con el objetivo de cumplimentar un denso
programa:
S Á B A D O 28: mediodía, visita al Museo de Cerámica de
Pedralbes, en Barcelona; co-
D O M I N G O 29: embarrada
(por la lluvia nocturna) participación en el pionero desembalaje de Cardedeu, con hallazgos soprendentes. El fin de
actividades consistió en el
Encuentro anual de Coleccionistas de Baldosas y Cerámica
Antigua en Esplugues de Llobregat (organizado por la Associació Catalana de Ceràmica)
donde también fue posible hacerse con alguna nueva pieza,
siempre interesante.
mida y salida por la tarde
hacia Oristà, una pequeña aldea en la Cataluña profunda
donde el párroco y su solícito
sacristán custodian una impresionante colección de alfarería
de basto catalana, propiedad
de la Asociación Catalana de
Cerámica.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER
8as JORNADAS SOBRE ALFARERÍA Y CERÁMICA TRADICIONALES
De nuevo nos encontramos en
Morillo de Tou, el 30 de septiembre y 1 y 2 de octubre de
2011 ,
El programa de conferencias de este año se inciaba con
la disertación/ muestra a
cargo de S E R G I O S A B I N I , sobre “La alfarería en la fotografía española. Serie cántaros”.
Por su parte, J O S É M A R Í A
G I M E N O , presentó “Cantarerías
del Aranda: estado de la cuestión”.
En otra sesión se realizó la
presentación del proyecto de
esta misma revista y de su
número 0, a cargo de D O M È NEC GUIMERÀ.
En la sección de comunicaciones, J O S É M ª G I M E N O
presentó "Tejerías pirenaicas
aragonesas, parte occidental"
y "Tejerías de la Sotonera".
J O S É M ª A B A D nos informó sobre la sorpresa del "Alfar
y el cántaro de Cuevas de
Cañart". A U R E L I O B A I L resumió su ruta por las "Tejerías del
Pirineo occidental". Y, por
último, E M I L I S E M P E R E hizo
una presentación de la Revista
Terrart.
Tampoco podían faltar, y
no faltaron, la 8ª sesión "Torre
de Babel en Morillo", de identificación de piezas de cerámica
de origen dudoso, y el 2º Des-
embalaje de Morillo-Mercadillo
de comnpra-venta y trueque de
piezas de cerámica, alfarería,
azulejería y objetos etnológicos.
Las Jornaadas culminaron
con la celebración de la asamblea general de socios de ALFACER, enla que se departió
sobre las actividades de la
Asociación y se perfilaron
algunos detalles del proyecto
de la Revista Digital.
El domingo nos dirigimos
a Bielsa, donde visitamos las
secciones de patrimonio histó-
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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial
GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL) EN
MAESTROS ARTESANOS EN ACTIVO
DE CASTILLA-LA MANCHA
La Dirección General de Turismo y Artesanía de la Junta de
Castilla-La Mancha ha publicado Maestros artesanos en
activo, obra en la que figura
nuestra compañeroa Gracia
"en busca de la cerámica perdida de Puertollano".
"Cuando esta alfarera se
sienta al torno, sus manos y su
mente conforman objetos de
gran belleza o utilidad. El
barro, la arcilla, se moldea con
tanta suavidad que parece que
sus obras son el producto de
una delicada caricia".
La obra recoge también su
actividad, juntamente con la
de Ángel, como pedagogos en
el Centro Alfarero La Estación.
GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL)
ACABAN DE PUBLICAR
LA OLLERÍA EN PUERTOLLANO
"Este libro es el fruto de un
sueño. Hace más de una década Graci y Ángel quisieron
que la labor que hacían cada
día, recuperando la cerámica
tradicional de Puertollano en
sus distintos talleres, quedase
reflejada en un catálogo de
piezas antiguas y modernas
que sirviese de homenaje a
aquellos humildes alfareros y
olleros cuya existencia había
girado alrededor del torno. De
sus modestos alfares salieron
piezas útiles y bellas que ayudaron a guisar, guardar el vino,
conservar alimentos, acarrear
agua o decorar los hogares,
tanto de los campesinos y
mineros como de los más acomodados del lugar.
A lo largo de sus páginas
desfilan acontecimientos cotidianos, personajes y cacharros cargados de historia.
Unas piezas viajeras que se
han localizado pacientemente
durante toda una vida por
media España y que ahora se
brinda al gran público, pero
también al erudito curioso y al
coleccionista más avezado,
gracias al trabajo coordinado
entre
ceramólogos, químicos, arqueólogos, antropólogos e historiadores que han intentado
desentrañar el alma del barro
y las inquietudes de los artesanos."
M. F. GÓMEZ VOZMEDIANO
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EMILI SEMPERE,
PREMIO NACIONAL DE CERÁMICA 2011
Totana acogió el pasado día 3
de noviembre la entrega de los
Premios Nacionales de Cerámica 2011 impulsados por la
Asociación Española de Ciudades de la Cerámica (AeCC).
En esta edición fue premiado, en la modalidad de
aportación técnica o científica,nuestro
compañerode
ALFACER Emili Sempere (en la
foto, con la Alcaldesa de
Totana en el acto de recepción
del premio).
Según el acta de concesión del Premio, "pocas personas han tenido tanta influencia
en la investigación, catalogación y difusión de la cerámica
popular y artística en España
como Emili Sempere. Su desbordante actividad a favor de
la cerámica no tienen parangón en nuestro país. Sus publicaciones más destacadas son
la Ruta a los Alfares de España
y Portugal, La terrissa de les
Terres de l'Ebre, La terrissa
catalana, El llibre dels càntirs y
la monumental Historia y Arte
en la Cerámica de España y
Portugal. Además, es director
de la revista Terrart y está
coordinando la celebración en
España del Congreso de la
Academia Internacional de la
Cerámica en 2016".
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Sesión de identificación
Sesión de identificación
MIELERA
Esta hermosa, aunque muy deteriorada, mielera, fue
adquirida en el Rastro de Zaragoza, pero a un vendedor
no habitual. No hay, por ello, indicaciones fiables de su
posible procedencia. No coincide formalmente con las
formas que conocemos de Cantavieja y otros centros del
Maestrazgo; pero otras características serían compatibles
con ollerías turolenses (aspecto del barro, vidriados).
Podría, no obstante, y en principio, ser de cualquier alfar
peninsular.
¿Alguien conoce esta pieza u otras semejantes? ¿Qué
características la harían compatible con algún centro
conocido?
Emilio Manrique
ACEITERAS DE CUELLO LARGO
La atribución de estas "olieras", "aceiteras" o "vinagreras"
es siempre poco precisa en la bibliografía. Este tipo de
piezas, a pesar de presentar diferencias formales a veces
notables, son con frecuencia atribuidas a diversos centros, de forma no totalmente satisfactoria, sin que se
especifiquen claramente los criterios de diferenciación.
Sin ninguna duda se elaboraron en Traiguera (Emili
Sempere), pero otros autores las atribuyen a L'Alcora
(Museo de L'Ametlla), Horta de San Joan (Alfons Marín),
Olocau del Rey (E. Sempere), Tronchón (I. Álvaro Zamora, C.
Díez); cuando no se dice genéricamente "valencianas" y
"aragonesas" (Marín). I. Álvaro dice en referencia a Montoro: "…de la misma manera que las vinagreras obradas en
todas estas ollerías de Teruel…"
¿Alguien puede identificar en estas olieras características compatibles con alguno o algunos centros turolenses?
Emilio Manrique
CÁNTARO
Este cántaro fue adquirido a un comerciante de Zaragoza.
Es posible que proceda de un coleccionista. Según informaciones del vendedor procedería de la comarca de las
Cinco Villas (Zaragoza). La rotura de la boca y parte del
cuello priva sin duda de un elemento informativo importante. Podría ser una vasija salida de alfares de Sos del
Rey Católico. En este caso sería obra anterior a la última
producción de este alfar. El más basto y pesado, el color
más claro, etc.
¿Qué opinión tenéis? ¿Por qué?
Emilio Manrique
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), e-Mercadillo
Página 22
e-Mercadillo
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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
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Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias del Barro
Noticias generales del Barro
MURIÓ NATACHA SESEÑA
FERIAS Y DESEMBALAJES 2012
Primer domingo de cada mes
Granollers (Barcelona)
18-20 de mayo
Castellón
Sant Cugat (Barcelona)
18 al 20 de mayo
Zaragoza
Fira d'Antiguitats i Brocanters
Parc Firal
Desembalaje en Mercantic
14-22 de abril
Madrid
Almoneda 2012
Recinto IFEMA
15 de abril
Cardedeu (Barcelona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
22 de abril
L'Ametlla del Vallès (Barna)
Feria Desembalaje
Salón La Pérgola
CERCO 2012
19 y 20 de mayo
Sant Julià de Vilatorta (BCN)
Fira de Ceràmica i Terrissa
El Tupí 2012
2-3 de junio
A Estrada (Pontevedra)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
Feria de Antigüedades
e Cousas Curiosas
Recinto Ferial
27-29 de abril
Ferrol (A Coruña)
2-3 de junio
Munilla (La Rioja)
Feria de Antigüedades
Recinto Ferial FIMO
28-29 de abril
Bolvir (Cerdanya, Girona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
6 de mayo
Ansio - Barakaldo/Bizkaia
XXV Desembalaje
Recinto Ferial del Bilbao
Exhibition Centre
18-20 de mayo
Alicante
Salón Desembalaje
Recinto Ferial de la IFA
Feria de Antigüedades
2-3 de junio
Zaragoza
Gran desembalaje
"Un Huevo De Antigüedades"
Recinto Ferial
8-10 de junio
Avilés (Asturias)
Feria de Antigüedades
y Almoneda
Pabellón de La Magdalena
8-10 de junio
Zamora
"Gran Desembalaje"
Institución Ferial de Zamora
29de junio - 1 de julio .
Calamocha (Teruel)
Feria de Antigüedades,
Coleccionismo y Almoneda
Instituto Ferial
9-22 de julio
Navarrete (La Rioja)
4ª Feria Nacional de Alfarería
y Cerámica de Navarrete.
NACE
3-5 de agosto
Argentona (Barcelona)
Fira del Càntir
3-5 de agosto
Torrelavega (Cantabria)
XIII Desembalaje de Cantabria
Feria de Muestras
5 de agosto
Martinet de Cerdanya (Lleida)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
10-12 de agosto
Vª Feria de Antigüedades
Burela (Costa de Lugo)
Coleccionismo y Almoneda
Pabellón Vista Alegre
11-12 de agosto
Alp (Cerdanya, Girona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
15 de agosto
Llançà (Costa Brava, Girona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
18 al 26 de agosto
Vic (Barcelona)
XXI Fira d'Antiguitats de Vic
Recinte Firal El Sucre
9 de septiembre
Cardedeu (Barcelona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
5 al 9 de septiembre 2012
Valladolid
Feria de Cerámica y Alfarería
Organizada por la ACEVA
28, 29, 30 de septiembre
Torre Pacheco (Murcia)
X Desembalaje de Murcia
11-14 de octubre
Gijón (Asturias)
XIII Desembalaje de Asturias
La historiadora del arte Natacha
Seseña murió el 31 d octubre
pasado.
Ella había sacado el barro a la
calle, convertido en obra de arte
Fue ella quien fundó la Feria de la
Cacharrería, en la plaza de las
Comendadoras de Madrid, donde
había nacido con la República, el
31 julio de 1931.
Aparte de lo que hizo (a favor
de la alfarería, a favor del arte, a
favor de los otros), la personalidad
de Natacha era la de una mujer
cuyo compromiso político no conoció respiro. Fue, decía su hija, la primera mujer que se divorció (se
había casado con un norteamericano, Neil Magee, en 1959), la primera mujer que condujo un coche,
la primera mujer que se manifestó
contra el Vaticano...
Su gran obra fue su dedicación a la alfarería. Se empeñó,
como se empeñaba ella en las
cosas, sin esperar nada a cambio,
en sacar la alfarería de los alfares,
en dotarla de la significación artística que alberga el barro humilde,
engrandecido. Se impuso esa tarea
y ahora ese es el monumento real y
difuso que deja su personalidad
poliédrica y tan cordial, tan discreta
y entusiasta, tan alegre por dentro;
una alegría que a Natacha le saltaba a los ojos, con los que reía
como si supiera algo que solo decía
así, mirando. Estaba muy a la
izquierda, y en los últimos tiempos
tenía el susto del futuro.
(Extraído de Juan Cruz, " Natacha Seseña, historiadora del gran
arte y la alfarería". El País, 1 de
noviembre de 2011.)
28 de octubre
Madrid
XXXVIII Desembalaje
Recinto Ferial de la Casa de
Campo, Pabellón de la Pipa
16-18 de noviembre
Pamplona
III Desembalaje de Navarra
Recinto Ferial de Navarra
18 de noviembre
Cardedeu (Barcelona)
Fira d'Antiguitats i Brocanters
15, 16 de diciembre
Ansio-Barakaldo (Bizkaia)
XXVI Desembalaje de Bilbao
Bilbao Exhibition Centre
Una foto impagable en casa de Natacha Seseña, febrero de 1985. De
izquierda a derecha, delante: Ángel González, Isabel García Lorca, Natacha Seseña, Vicente Molina Foix y Jaime Gil de Biedma; detrás, Fernando
Vijande, Gloria García Lorca y Julio Caro Baroja.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Fuentes y enlaces
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Fuentes y enlaces
NOTAS
Esta sección se irá incrementando a medida que se vayan recogidaportando elementos. útiles a los estudiosos de la cerámica
decorada y la alfarería, de modo que con el tiempo se convierta
en una auténtica biblio-hemero-docuteca enciclopédica sobre la
temática.
Esta sección se irá actualizando a medida que se vayan recogiendo materiales, aparte la periodicidad de la publicación.
En esta primera entrega todavía no se incluyen recursos electronicos.
Materiales sobre alfares, alfareros y centros alfareros
tradicionales de España, por Comunidades Autónomas
Obras generales
CORTÉS VÁZQUEZ, LUIS (1980) «Las alfarerías femeninas». Narria:
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Disponible en internet: <http://digitooluam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4
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w==.pdf> [consulta 12-3-2011].
PADILLA MONTOYA, CARMEN (1980) «Alfarería vidriada y sin vidriar».
Narria: Estudios de artes y costumbres populares, n. 17, pp.
9-12. Disponible en internet: <http://digitool-uam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4bGlicmlzL
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[consulta 12-3-2011]..
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Zamora, Museo Etnográfico de Castilla y León. 160 pp.
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de Estudios Etnográficos Rocha Peixoto, Povoa de Varzim
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Biblioteca Cultural RTVE. Madrid, Prensa Española, Magisterio Español, Editora Nacional. 160 pp. 12x18 cm.
SESEÑA, NATACHA (1977) «Una clasificación de la Cerámica Popular Española». Cuadernos del Seminario de Estudios Cerámicos de Sargadelos, n. 21. A Coruña, Ediciós do Castro.
SESEÑA, NATACHA (1981) «Cerámica popular española», en Anuario
Español de Arte, Madrid.
SESEÑA, NATACHA (2ª ed. 1981) Guía de los alfares de España.
Madrid, Editora Nacional. 300 pp. 21x15 cm.
SESEÑA, NATACHA (1997) La cacharreria popular: la cerámica de
basto en España. Madrid, Alianza Editorial. 408 pp. 23x18
cm.
Andalucía
CARRETERO PEREZ, ANDRÉS; FERNANDEZ MONTES, MATILDE; ORTIZ GARCÍA,
CARMEN (1980) «Alfarería Popular en Andalucía occidental:
sur de Badajoz y Huelva». Etnografía Española (Madrid) n. 1,
pp. 99-265.
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Disponible en internet: <http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=732> [consulta 12-3-2012].
EQUIPO ADOBE (1981), Centros alfareros en la provincia de Cáceres. Madrid, Narria, pp. 14-22.
EQUIPO ADOBE (1986) «Cerámica popular extinguida de Cáceres».
Barcelona, Revista de Arte Cerámico, n. 3.
ONGIL, M. I.; SAUCEDA, M. I. (1985) «Artesanía popular en proceso
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Norba. Revista de Historia, nº 6, pp.9-18.
SENABRE, RICARDO (1977) «Notas sobre la alfarería de Casatejada». Revista de Estudios Extremeños (Badajoz), vol. 33, n.
2, pp. 287-302.
VIUDAS CAMARASA, A., y otros (1977) «Notas sobre la alfarería de
Casatejada». Revista de Estudios Extremeños, Badajoz, pp.
287-302.
Galicia
GARCIA ALEN, LUCIANO (1982) «Instruments musicals de fang dels
terrissaires-camperols de Galícia». Butlletí Informatiu de
Ceràmica, 15, pp. 24-26.
GARCÍA ALÉN, LUCIANO (2005) A olería da Terra Chá. As formas e a
cultura da olería tradicional. Vigo, Ir Indo Edicions. 237 pp.
24,5 × 30 cm.
SESEÑA, NATACHA (1977) Aproximación al arte popular en Galicia.
Página 27
A Coruña, Ediciós do Castro. 75
La Rioja
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1983) La cerámica de Navarrete
(La Rioja), Logroño, Editorial Ochoa, 1983. 32 pp. 17 x 24
cm.
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1985) Botijos. Logroño, Museo de
La Rioja y Ayuntamiento de Logroño. 48 págs.
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1986) Alfarería sin torno en el
Museo de La Rioja. Logroño, Museo de La Rioja. 40 págs.
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1987) Cántaros. Logroño, Museo
de La Rioja. 64 págs.
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1988) Alfarería Popular en La
Rioja. Logroño, Consejería de Cultura y Ayuntamiento de
Logroño. 50 págs.
SÁNCHEZ TRUJILLANO, Mª TERESA (1989) Cerámica histórica en la
Rioja, Logroño, Consejería de Cultura del Ayuntamiento de
Logroño, Museo de La Rioja. 49 pp. 23,5 x 17 cm.
SEMPERE, EMILI FRANCESC (1982) La terrissa de les terres de d’
Ebre. Autor Editor.108 pp. 21 x 21 cm.
Madrid
SESEÑA, NATACHA (1981) «La cerámica en Madrid», en Catálogo
Ceramistas en Madrid. Madrid, Museo Municipal, 1981.
SESEÑA, NATACHA (1993) Los pucheros de Alcorcón. Alcorcón,
Ayuntamiento de Alcorcón. 80 pp. 14x20 cm.
SESEÑA, NATACHA; EGIDO, JOSÉ ANTONIO; DE LA FUENTE, JUAN; LUBROTH,
ADAM; PIERA, ADRIÁN (1989) El azulejo en el comercio de
Madrid. Madrid, Cámara de Comercio e Industria.
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
Página 28
Estatutos
Estatutos de la Asociación Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería.
(ALFACER)
Capítulo I
DENOMINACIÓN, FINES, DOMICILIO Y ÁMBITO
Artículo 1. Con la denominación de Amigos de
la Cerámica Decorada y la Alfarería, se constituye una ASOCIACIÓN al amparo de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, y normas complementarias, con capacidad jurídica y plena
capacidad de obrar, careciendo de ánimo de
lucro.
Artículo 2. Esta asociación se constituye por
tiempo indefinido.
Artículo 3. La Asociación Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería tiene como fines
determinados el estudio, la conservación, la
difusión, la divulgación y la defensa del patrimonio que constituyen los oficios cerámicos tradicionales y de las producciones cerámicas históricas peninsulares, fundamentalmente las de
alfarería, de cerámica decorada, de azulejería y
para edificación.
Artículo 4. Para el cumplimiento de los fines
señalados en el Artículo 3 de los presentes estatutos, se realizarán las siguientes actividades:
Coloquios, debates, exposiciones, conferencias, cursos, jornadas.
Publicación y divulgación de material
impreso y audiovisual.
Peritaciones y actividades conjuntas con
otras asociaciones o museos de fines o
contenidos semejantes.
Colaborar con los ámbitos científicos, académicos y las administraciones y promover
ante estas últimas actividades o actuaciones encaminadas a la consecución de los
fines de la Asociación.
Visitas colectivas y otras actividades recreativas.
Artículo 5. La Asociación establece su domicilio social en la Calle Maladeta 20, casa 3 de
María de Huerva 50430 y su ámbito territorial
en el que va a realizar, principalmente, sus actividades es autonómico, el de la Comunidad
Autónoma de Aragón. La Junta Directiva, previo
acuerdo de la Asamblea General, tendrá atribuciones para cambiar tanto el domicilio social
como las sedes o locales sociales, comunicando
los cambios que se produzcan en el registro
correspondiente.
Capítulo II
ÓRGANOS DIRECTIVOS Y DE REPRESENTACIÓN
Artículo 6. La Asociación será dirigida, gestionada y representada, conforme a principios
democráticos por una Junta Directiva y la Asamblea General. La Junta Directiva estará formada
por: Presidente, dos Vicepresidentes, Secretario,
Tesorero y un número de vocales no inferior a
tres. Éstos serán designados y revocados por la
Asamblea General Extraordinaria y su mandato
tendrá una duración de tres años renovables. La
Junta Directiva es el máximo órgano de dirección entre asambleas. Todos los cargos que
componen la Junta Directiva serán gratuitos.
Artículo 7. Los miembros de la Junta Directiva
podrán causar baja por renuncia voluntaria
comunicada por escrito a la Junta Directiva, por
incumplimiento de las obligaciones que tuvieran
encomendadas y por expiración del mandato.
Artículo 8. Los miembros de la Junta Directiva
que hubieran agotado el plazo para el cual fueron elegidos, continuarán ostentando sus cargos
hasta el momento en que se produzca la aceptación de los que les sustituyan.
Artículo 9. La Junta Directiva se reunirá cuantas
veces lo determine su Presidente y a iniciativa o
petición de tres de sus miembros. Quedará
constituída cuando asista la mitad más uno de
sus miembros y para que sus acuerdos sean
válidos deberán ser tomados por mayoría de
votos. En caso de empate, el voto de Presidente
será de calidad.
mismas atribuciones que él.
Artículo 10. Las facultades de la Junta Directiva se extenderán, con carácter general, a todos
los actos propios de las finalidades de la asociación, siempre que no requieran, según estos
Estatutos, autorización expresa de la Asamblea
General.
Son facultades particulares de la Junta Directiva:
Dirigir las actividades sociales y llevar la gestión económica y administrativa de la Asociación, acordando realizar los oportunos
contratos y actos.
Ejecutar los acuerdos de la Asamblea General.
Formular y someter a la aprobación de la
Asamblea General los Balances y las
Cuentas anuales.
Resolver sobre la admisión de nuevos asociados.
Nombrar delegados para alguna determinada actividad de la Asociación.
Cualquier otra facultad que no sea de la
exclusiva competencia de la Asamblea
General de socios.
Artículo 13. El Secretario tendrá a cargo la
Dirección de los trabajos puramente administrativos de la Asociación; expedirá certificaciones,
llevará los libros de la Asociación legalmente
establecidos y el fichero de asociados, y custodiará la documentación de la entidad, haciendo
que se cursen las comunicaciones sobre designación de Juntas Directivas y demás acuerdos
sociales inscribibles en los Registros correspondientes; así como la presentación de las cuentas
anuales y el cumplimiento de las obligaciones
documentales en los términos que legalmente
correspondan.
Artículo 11. El Presidente tendrá las siguientes
atribuciones:
Representar legalmente a la Asociación ante
toda clase de organismos públicos y privados;
Convocar, presidir y levantar las sesiones que
celebra la Asamblea General y la Junta Directiva, así como dirigir las deliberaciones de una y
otra; ordenar pagos y autorizar con su firma los
documentos, actas y correspondencia; adoptar
cualquier medida urgente que la buena marcha
de la Asociación aconseje o, en el desarrollo de
sus actividades, resulte necesaria o conveniente,
sin prejuicio de dar cuenta posteriormente a la
Junta Directiva.
Artículo 16. Las vacantes que se pudieran producir durante el mandato de cualquiera de los
miembros de la Junta Directiva serán cubiertas
provisionalmente entre dichos miembros, hasta
la elección definitiva por la Asamblea General
Extraordinaria.
Artículo 12. El Vicepresidente Primero sustituirá
al Presidente en ausencia de éste, motivada por
enfermedad o cualquier otra causa, y tendrá las
Artículo 14. El Tesorero recaudará y custodiará
los fondos pertenecientes a la Asociación y dará
cumplimiento a las órdenes de pago que expida
el Presidente.
Artículo 15. Los Vocales tendrán las obligaciones propias de su cargo como miembros de la
Junta Directiva, y así como las que nazcan de las
delegaciones o comisiones de trabajo que la
propia Junta encomiende.
Capítulo III.
ASAMBLEA GENERAL
Artículo 17. La Asamblea General de Amigos de
la Cerámica Decorada y la Alfarería es el órgano
supremo de gobierno de la Asociación y estará
integrada por todos los asociados.
Artículo 18. Las reuniones de la Asamblea
General serán ordinarias y extraordinarias. La
Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)
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Estatutos
ordinaria se celebrará una vez al año dentro de
los cuatro meses siguientes al cierre del ejercicio; las extraordinarias se celebrarán cuando las
circunstancias lo aconsejen, a juicio del Presidente, cuando la Directiva lo acuerde o cuando
lo proponga por escrito una décima parte de los
asociados.
Artículo 19. Las convocatorias de las Asambleas Generales se realizarán por escrito expresando el lugar, día y hora de la reunión, así como
el orden del día con expresión concreta de los
asuntos a tratar. Entre la convocatoria y el día
señalado para la celebración de la Asamblea
en primera convocatoria, habrán de mediar al
menos quince días, pudiendo asimismo hacerse
constar, si procediera, la fecha y hora en que se
reunirá la Asamblea en segunda convocatoria,
sin que entre una y otra pueda mediar un plazo
inferior a una hora.
Artículo 20. Las Asambleas Generales, tanto
ordinarias como extraordinarias, quedarán válidamente constituidas en primera convocatoria
cuando concurran a ellas un tercio de los asociados con derecho a voto, y en segunda convocatoria cualquiera que sea al número de asociados
con derecho a voto.
Los acuerdos se tomarán por mayoría simple
de las personas presentes cuando los votos afirmativos superen a los negativos, no siendo computables a estos efectos los votos en blanco ni
las abstenciones.
Será necesario mayoría cualificada de las personas presentes, que resultará cuando los votos
afirmativos superen la mitad de éstas, para:
Nombramiento de las Juntas Directivas
Disposición o enajenación de bienes integrantes del inmovilizado.
Modificación de estatutos.
Disolución de la entidad.
Artículo 21. Son facultades de la Asamblea
General Ordinaria:
Aprobar, en su caso, la gestión de la Junta
Directiva.
Examinar y aprobar las Cuentas anuales.
Aprobar o rechazar las propuestas de la Junta
Directiva en orden a las actividades de la
Asociación.
Fijar las cuotas ordinarias o extraordinarias.
Cualquiera otra que no sea de la competencia exclusiva de la Asamblea Extraordinaria.
Acordar la remuneración, en su caso, de los
miembros de los órganos de representación, previo acuerdo de modificación de
los Estatutos.
Artículo 22. Corresponde a la Asamblea General Extraordinaria:
Nombramiento de los miembros de la Junta
Directiva.
Modificación de los Estatutos.
Disolución de la Asociación.
Expulsión de socios, a propuesta de la Junta
Directiva.
Capítulo IV
SOCIOS
Artículo 23. Podrán pertenecer a la Asociación
aquellas personas con capacidad de obrar que
tengan interés en el desarrollo de los fines de la
Asociación.
Artículo 24. Dentro de la Asociación existirán
las siguientes clases de socios:
Socios fundadores, que serán aquellos que
participen en el acto de constitución de la
Asociación.
Socios de número, que serán los que ingresen después de la constitución de la Asociación.
Socios de honor, los que por su prestigio o por
haber contribuído de modo relevante a la dignificación y desarrollo de la Asociación, se
hagan acreedores a tal distinción. El nombramiento de los socios de honor corresponderá
a la Asamblea General.
Artículo 25. Los socios causarán baja por
alguna de las causas siguientes:
Por renuncia voluntaria, comunicada por
escrito a la Junta Directiva.
Por incumplimiento de las obligaciones económicas, si dejara de satisfacer las cuotas periódicas durante más de 14 meses.
Artículo 26. Los socios de número y fundadores tendrán los siguientes derechos:
Tomar parte en cuantas actividades organice
la Asociación en cumplimiento de sus
fines.
Disfrutar de todas las ventajas y beneficios
que la Asociación pueda obtener.
Participar en las Asambleas con voz y voto.
Ser electores y elegibles para los cargos
directivos.
Recibir información sobre los acuerdos adoptados por los órganos de la Asociación.
Hacer sugerencias a los miembros de la
Junta Directiva en orden al mejor cumplimiento de los fines de la Asociación.
Artículo 27. Los socios fundadores y de número
tendrán las siguientes obligaciones:
Cumplir los presentes Estatutos y los acuerdos válidos de las Asambleas y la Junta
Directiva.
Abonar las cuotas que se fijen.
Asistir a las Asambleas y demás actos que
se organicen.
Desempeñar, en su caso, las obligaciones
inherentes al cargo que ocupen.
Artículo 28. Los socios de honor tendrán las
mismas obligaciones que los fundadores y de
número a excepción de las previstas en los apartados b) y d) del artículo anterior.
Asimismo, tendrán los mismos derechos a
excepción de los que figuran en los apartados
c) y d) del artículo 26, pudiendo asistir a las
asambleas sin derecho de voto.
Capítulo V
RÉGIMEN ECONÓMICO Y FINANZAS
Artículo 29. Los recursos económicos previstos
para el desarrollo de los fines y actividades de la
Asociación serán los siguientes:
Las cuotas de socios, periódicas o extraordinarias.
Las subvenciones, legados o herencias que
pudiera recibir de forma legal por parte de
los asociados o de terceras personas.
Cualquier otro recurso lícito.
Artículo 30. El patrimonio fundacional o Fondo
Social de la Asociación es de CIEN EUROS (100
E)
Artículo 31. El ejercicio asociativo y económico
será anual y su cierre tendrá lugar el 31 de
diciembre de cada año.
Capítulo VI
DISOLUCIÓN
Artículo 32. Se disolverá voluntariamente
cuando así lo acuerde la Asamblea General
Extraordinaria, convocada al efecto, por una
mayoría de dos tercios de los asociados.
Artículo 33. En caso de disolución, se nombrará
una comisión liquidadora la cual, una vez extinguidas las deudas y, si existiese sobrante
líquido, lo destinará para fines que no desvirtúen
su naturaleza no lucrativa y estén relacionados
con los señalados en el Artículo 3 de estos estatutos.
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Normas para los autores de la revista
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2. Extensión
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escritas será de 12, más notas, bibliografía,
resúmenes y apéndices. El material gráfico no
excederá de 15 ilustraciones (incluidas tablas y
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resúmenes y apéndices y no más de 20 ilustraciones (incluidas tablas y fotos y dibujos). Los trabajos que excedan de esta extensión podrán ser
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3. Elementos del artículo
Título: deberá ser lo más conciso posible y refle-
jar con la mayor precisión el contenido del trabajo. En el caso de que el trabajo hubiera de
publicarse en varias partes, cada una de ellas
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Resumen: el texto deberá ir precedido de un
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Texto e imágenes: el texto deberá presentarse en castellano, en documentos Word (ficheros .doc o .docx).
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Para facilitar la comprensión de los textos,
se recomienda que los estudios se estructuren
en apartados o secciones claramente diferenciados, los cuales se escribirán: con letra minúscula negrita, en un primer nivel; con minúscula
negrita cursiva, en el segundo; y con minúscula
cursiva, en el tercero. Si, por su complejidad,
fuera necesario mayor grado de clasificación, en
aras de la claridad, se podrán emplear numerales seguidos de punto en secuencia lógica, sin
negrita ni cursiva. En ninguno de los títulos parciales se añadirá punto al final.
La redacción será concisa, evitando descripciones y detalles superfluos. Se evitará asimismo
la explicación de procedimientos ya descritos en
otros trabajos, a los que el autor deberá limitarse
a remitir mediante la correspondiente cita bibliográfica. El empleo de símbolos, abreviaturas de
magnitudes físicas y unidades deberá ajustarse
al Sistema Internacional de Unidades.
Las citas literales se encerrarán entre comillas. Si la cita está en otra lengua, se recomienda
pasarla a nota a pie de página y hacer una
traducción en el cuerpo del texto.
Las citas bibliográficas en el cuerpo del
texto, cuando se elija esta opción, se incluirán
entre paréntesis, haciendo constar el/los apellido/s del autor o autores, seguidos de espacio
y año de publicación. Para indicar el número de
página o páginas concretas, este se añadirá tras
dos puntos y espacio.
En cuanto a las fotografías, mapas, dibujos,
gráficos, etc., en el texto se hará una llamada a
los mismos, indicando entre paréntesis su
número de orden tras la palabra «figura».
Todas las notas deberán colocarse al final de
cada página y en el formato de Word para Windows. Las notas que sean utilizadas para ampliar
los datos del texto, deberan ser concisas.
Bibliografía: al final del artículo, se hará un
apartado con la bibliografía, quese presentará
ordenada alfabéticamente y sin tabular. Exclusivamente se incluirán obras consultadas para la
elaboración del estudio.
Cuando haya más de una publicación de un
mismo autor, se ordenarán por el año de edición
y, si este coincide en varias, se le añadirá a continuación una letra minúscula en secuencia alfabética.
En el caso de que figuren más de tres autores, bastará indicar el primero y se señalará la
omisión mediante la expresión et al. (= et alii, «y
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no tenga autor específico, se comenzará por el
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Extensión. (Colección; núm.). ISBN.
Partes de monografías:
AUTOR/ES (año). “Título”. En: RESPONSABILIDAD de la
monografía. Título de la monografía. Edición.
Lugar de publicación: editor. Situación de la
parte en la obra. (Colección; núm.). ISBN.
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seriada. Vol., núm., pp.
Recursos electrónicos:
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mes año].
AUTOR/ES (año). Título [dvd]. Lugar de publicación: editor.
Palabras clave: a continuación de la bibliografía
se indicarán las palabras clave que mejor describan el contenido del trabajo, hasta un máximo
de siete.
Agradecimientos, aclaraciones, conflictos de
intereses y otros protocolos: en el caso de que el
trabajo forme parte de un plan de investigación o
hubiera recibido algún tipo de ayuda o subvención, esta circunstancia se podrá hacer constar,
así como agradecimientos u otras aclaraciones.
Figurarán al final del artículo, después de las
palabras clave.
Relación de figuras: al final del trabajo, se
incluirá una relación de todas las figuras, donde
se indique su correspondiente número de orden
[Figura 1…], los datos de su identificación [título
real o facticio (fecha), autor, etc.], explicaciones
[comentario, localización actual, etc.] y fuentes
[(© año, autor ), (Elaboración propia), (Fotografía
del autor)]...
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