Todo (no) está bien 1 Prólogo Bien “significa muchas veces beneficio, provecho, adelantamiento, utilidad”, y “vale asimismo próspera y felizmente”. “Bien está”, o “está bien”, dice uno, “para manifestar que uno asiente, o consiente”, observando la suerte del mundo, o de su mundo, de su historia particular (Aut.). Suele la comedia empezar por riñas, cuestiones, desavenencias, despechos, y rematarse en paz, concordia, amistad y contento. Lo contrario es la tragedia, que tiene fin en algún desastre (Cov.) Shakespeare usó este “bien está”, o “está bien”, para distinguir la comedia de la tragedia. Manuel Palazón Blasco, Juguetes que he fabricado revolviendo en los armarios de Shakespeare. Valencia, Obrapropia. ISBN 978-84-16048-20-5. Depósito Legal: V-3164-2013. 1 Uno * El título de esta comedia, All’s well that ends well, junto con los guiños continuos que hacen al mismo los personajes que la representan, dicen exactamente su género, y además su especie (la cuentan entre las “oscuras”, o inquietantes, del autor). Los trabajos de Helena por ganar el amor difícil de Beltrán están a punto de terminar: --Bien está lo que bien acaba2: la conclusión es, todavía, la corona: Cualquiera que sea su curso, la fama la da el final. (IV, IV, 35 – 36) Helena emplea ahora una pequeñísima variación: --Bien está lo que bien acaba todavía3, Pese a que el tiempo parezca tan adverso, y los medios tan escasos. (V, I, 25 – 26) Beltrán ama ahora como toca a su esposa, y el Rey buscará marido a la buena de Diana, y la dotará generosamente. Dice el Rey, como Rey (con estos versos termina la comedia): --Todo parece aún bien4, y si acaba tan bien armado, Cuando el pasado ha sido amargo, más dulce nos parece el presente. (V, III, 327 – 328) Ese aún nos desasosiega algo, puesto que dice que la felicidad recién conseguida es provisional. “All’s well that ends well.” “All’s well that ends well yet.” 4 “All yet seems well…” 2 3 El Epílogo lo dice el Rey, y comienza así: --El Rey es un mendigo, ahora que la obra ha terminado, Y todo está bien acabado5 si ganamos este ruego: Que expreséis vuestro contento… El final feliz se alarga más allá de la comedia, pero depende de que nosotros, el público, la recibamos con gusto. 5 “All is well ended if…” Dos * Las máscaras de Otelo parece que establecen conversación con la comedia de All’s well that ends well, y con su título, que da su cifra, socarronas, o amargas. * Yago ha tendido una trampa al buen Casio, y Otelo lo ha apartado de su favor, si no todavía de su amistad. Desdémona: ¿Qué pasa, cariño? Otelo: Todo va bien ahora, caramelito. Ven a la cama. (II, III, 248 – 249) “All’s well now…” Pero no, todo comienza a irse a pique. * Emilia consuela a Casio, que ha perdido la opinión: --Buenos días, mi buen teniente. Lamento Vuestro malestar, pero seguro que todo irá bien. El general y su esposa están hablando de ello, Y ella os defiende con firmeza… (III, I, 42 – 45) “…but all will sure be well” No, todo no irá bien aquí, que es tragedia. * Otelo puteaba a su mujer, Desdémona. Yago, cínico, la consolaba. Era nada más “su humor” (IV, II, 167). “Entrad, y no lloréis; todo saldrá bien6” (IV, II, 173). 6 “All things shall be well…” * Yago (ese demonio) alcahueteaba para Roderigo. Yago: ¡Ánimo, ánimo!, todo va muy bien. Roderigo: ‘Muy bien’, ¡Ánimo, ánimo!’ No puedo tener animo, hombre, y esto no va muy bien. Lo veo muy turbio, y empiezo a pensar que me habéis timado. Yago: ¡Va muy bien! Roderigo: ¡Y yo os digo que no va muy bien!7 (IV, II, 193 – 198) * Yago, claro, que torcía, con sus actos, con su palabra, la comedia, para que fuese tragedia, corrigiendo su argumento desde dentro, sostiene todavía en los demás personajes la ilusión de que habitan una obra de final feliz. 7 “Very well.” “I tell you, ‘tis not very well!” Tres * El fantasma del Rey Viejo pasea, con puntualidad maniática, las almenas del castillo de Elsinore. “Es extraño” (I, I, 67). “Esto anuncia alguna extraña erupción en nuestro Estado” (I, I, 72). Erupción vale viruela, pero también hay que entenderla en términos geológicos y astronómicos. Hamlet se queda solo, dice su primer monólogo. El príncipe ha aborrecido la carne, y el mundo, y apetece la muerte. Que su madre se ha casado con aquel “sátiro (I, II, 140) “antes de que se gastaran los zapatos / con los que siguió el cuerpo de mi pobre padre” (I, II, 146 – 147). “¡Ir por la posta, / con tanta agilidad, a meterse bajo unas sábanas incestuosas!” (I, II, 156 – 157) “¡Fragilidad, tu nombre es mujer!” (I, II, 146) Enseguida, a Horacio, le dirá: “Las tortas del funeral / las sirvieron, frías, en las mesas de la boda” (I, II, 180 – 181). Y, cuando lo enteran de que “el espíritu de [su] padre” asombra “armado” (I, II, 255) dice: “Todo no está bien. / Barrunto juego sucio” (I, II, 255 – 256). “All is not well.” No, no. Aquel “espíritu extravagante y errante” (I, I, 159) publica que “algo se ha podrido en el Estado de Dinamarca”. Pero “el Cielo lo rectificará” (I, V, 90 – 91). * Hamlet estaba con lo del “ser o no ser” cuando oyó algo. Hamlet: …¡Calla ahora! ¡La bella Ofelia! Ninfa, en tus oraciones Acuérdate de todos mis pecados. Ofelia: Bueno, mi señor. ¿Cómo os ha ido todos estos días? Hamlet: Bien, bien, bien, os lo agradezco humildemente. (III, I, 88 – 92) “Well, well, well…” Prefiero la repetición, que trae la edición en Folio de la obra, y que dice su tristeza, casi patológica. “Bien, bien, bien…” Con eso comienza Hamlet la representación de esa “máscara grotesca” (“an antic disposition” [I, V, 180]) que gastará para disimularse mientras investiga el texto del fantasma de su padre, y que desgraciará a Ofelia. Hamlet se dice al revés. Se había echado a perder Dinamarca. Pero esa tragedia, que era política, es ahora íntima, la particular del príncipe. Cuatro * A Ofelia, ay, la abandona su perico, y se pierde. Rey: ¿Cómo te va, maja? Ofelia: Bien, que Dios os lo pague...Dicen que la lechuza había sido la hija del panadero. ¡Señor! Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos venir a ser. ¡Que Dios se siente a vuestra mesa! Rey: Llora así a su padre. (IV, V, 41 – 45) “How do you, pretty lady?” “Well, good dild you.” Pero a la pobreta la ha tarado su príncipe de cuento, chuleándola, matando a su padre, haciéndose luego humo. Ofelia: Ojalá salga todo bien. Hay que tener paciencia, pero no puedo dejar de llorar, cuando pienso que lo han metido debajo de la tierra, ¡tan fría! Mi hermano se enterará. Os agradezco vuestros sanos consejos. ¡Traedme el coche! Buenas noches, señoras. Buenas noches, dulces señoras, buenas noches, buenas noches. (IV, V, 67 – 73) “I hope all will be well.” No. No. “Corren las penas una a la zaga de la otra, / pisándose los talones” (IV, VII, 162 – 163), y a Ofelia la acaba “una muerte de barro” (IV, VII, 182). Cinco Puck, el duendecillo gamberro de El sueño de una Noche de San Juan, exprime el zumo de una flor alcahueta sobre los ojos de Lisandro, mientras duerme, para que, cuando los abra, vuelva a enamorarse de su “señora de antes” (III, II, 457). Puck: …Tendrá a Juana Pascual, Nada irá mal; El hombre tendrá de nuevo a su yegua, y todo irá bien. Puck: Jack shall have Jill, Nought shall go ill; The man shal have his mare again, and all shall be well. (III, II, 461 – 463) Puck dice así, exactamente, la esencia de las comedias.