Carta Dirigida a un Matemático Gracias a los avances logrados, en los últimos años, en materia de telecomunicaciones, las distancias se han acortado. Para nadie es un secreto que la internet, por citar alguno, nos ha facilitado la vida. A una generación, y me incluyo aunque ya no sea tan joven, que ha vivido rodeada de tanta tecnología, cada vez se le hace más difícil imaginar cómo vivían nuestros antepasados sin las maravillas que nos ofrece el mundo moderno. Hay cosas, claro está, que nunca pasan de moda, como los libros por ejemplo. Y también hay otras cosas tradicionales, que aunque seguimos usándolas preferimos emplear versiones más actualizadas. Por ejemplo, la carta, es un medio de comunicación que a pesar de ser muy antiguo se sigue empleando, sin embargo, aunque tiene su importancia no es lo mismo hoy que hace 100 años. Antes de llegar las telecomunicaciones, los medios escritos, como la carta, eran perfectos para transmitir o hacer llegar mensajes a larga distancia; claro que auxiliados de otros medios de comunicación, pues por si sola una carta no llegaría muy lejos. Es precisamente este último medio de comunicación, la carta, el que me ha llamado la atención, pues en antaño era uno de los medios que los matemáticos utilizaban para transmitir sus ideas. El objetivo de este escrito no es otro más que el de dar a conocer una nueva conjetura matemática o mejor dicho expresar la conjetura de Goldbach de otra manera más abarcadora pero débil. En cierta forma, de ser cierta la conjetura de Goldbach, la propuesta resulta ser algo evidente, sin embargo, como homenaje a uno de los grandes matemáticos de la historia, Leonhard Euler, mismo que tuvo que ver mucho con el desarrollo de la conjetura de Goldbach, el autor del escrito ha querido simular la carta enviada por Goldbach a Euler el 7 de junio de 1742, tomando como marco de referencia la carta original, pero obviamente dándole el toque personalizado del autor. Acevedo a Euler “Sobre una nueva conjetura.” Santiago, R.D, 7 febrero 2013 Estimado amigo, Después de un cordial saludo, quiero decirte que han pasado casi 271 años desde que Christian Goldbach te envió aquella carta donde planteaba su conjetura sobre los números primos. Quien lo diría, un planteamiento tan sencillo, ha pasado a la historia como uno de los problemas matemáticos más difíciles de resolver. No es mi intención molestarte, pues se que te has retirado de la vida académica y de las matemáticas. Pero, a pesar de haber pasado tanto tiempo de tu retiro, sigues siendo uno de los más grandes matemáticos que han existido. Y no puedo encontrar a un mejor matemático para que me ayude a resolver un nuevo problema, que curiosamente está relacionado con la conjetura de Goldbach. Verás, mientras me encontraba analizando un problema sobre los números pares relacionados, noté cierta semejanza con aquellos y la conjetura de Goldbach. Queriendo ir más lejos, extendí las sucesiones hasta obtener un número infinitas de ellas, siguiendo ciertas reglas, de manera tal que la conjetura que planteó Goldbach en su carta también fuera válida para dichas sucesiones. Te lo explico mejor, con números, como le gusta a cualquier buen matemático: Supongamos que tenemos una sucesión que contiene todos los números primos impares: {3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31,…}. Si la conjetura binaria de Goldbach es cierta, entonces todos los números pares mayores que 2 se pueden expresar como la suma de dos números primos. Obviamente, como en nuestra sucesión hemos considerado a los primos impares, deben ser todos los pares mayores que 6. Y aquí es donde viene lo observado: Si a cada número primo impar le restamos la unidad obtenemos la siguiente sucesión: {2, 4, 6, 10, 12, 16, 18, 22, 28, 30,…}, es decir pares relacionados de la forma Fue en este punto donde me hice la siguiente pregunta: ¿Es posible expresar todos los números pares a partir de la suma de dos términos pertenecientes a la sucesión ? Pero, ahí no es que termina la cosa de ninguna manera. La conjetura apenas inicia y es la siguiente: Sea la sucesión de todos los números primos impares. Sea la sucesión de todos los números primos impares restados en 1. Sea la sucesión de todos los números primos impares restados en 2. Y así sucesivamente hasta obtener cualquier número de sucesiones Entonces, con la suma de dos de los términos de una sucesión . se pueden expresar todos los números pares que estén a la derecha (en la recta numérica) del doble del primer término, este último será el primero de dichos pares. Claro, hasta ahora no es más que una conjetura, y bastaría confirmar que la conjetura se cumple en una sucesión para que en las restantes también se cumpla, pero como diría el mismo Goldbach: “No considero inútil que se hagan proposiciones que no estén aún sustentadas por una demostración, pues aunque con el tiempo se demuestre que son incorrectas pueden contribuir a conocer nuevas verdades.” Bueno, distinguido amigo, sin más demora se despide: José Acevedo Jiménez.