CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LOS DIFENTES REGIMENES

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CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LOS DIFENTES REGIMENES DE TENENCIA DE
LA TIERRA EN LAS AREAS PROTEGIDAS DE LATINOAMÉRICA: EL CASO
MÉXICANO, UNA DIFERENCIA…
Georgina Sierra Domínguez*
sierrageo@hotmail.com
Patricia Flores Olvera*
patiflores2002@yahoo.com.mx
Delfino Madrigal Uribe*
dmadrigalu@uaemex.mx
*Facultad de Geografía de la
Universidad Autónoma del Estado de México
Resumen
La primera área protegida tuvo su origen en el siglo XIX, en Estados Unidos con el fin de
proteger la vida silvestre cada vez más amenazada por la civilización urbano-industrial
destructora de la naturaleza, así se decretó el parque nacional, Yellowstone.
El objetivo de la presente investigación es analizar la situación actual de los países
latinoamericanos respecto a
la tenencia de la tierra en las áreas protegidas (AP),
distinguiendo las diferencias que existen con México, dando como ejemplo el parque
nacional Nevado de Toluca, donde a causa de la dicotomía entre los diferentes propósitos e
intereses en los usos de la tierra, como consecuencia de los diferentes regímenes de su
tenencia, ha repercutiendo en la pérdida de los recursos naturales.
Se utilizó como método el historiográfico a través de la revisión de la obra escrita, y el
procedimiento hermenéutico de análisis de documentos proporcionados por instituciones
públicas.
El concepto “parque nacional” concebido en Estados Unidos fue de widerness, que
consistió en grandes áreas inhabitadas. A pesar de las críticas recibidas, muchos países
incluyendo los latinoamericanos, adoptaron dicha política y decretaron sitios protegidos
siguiendo este modelo; esto provocó en ocasiones el desplazamiento de los pobladores
originales. A pesar de ello, en la actualidad comunidades, pueblos indígenas y campesinos
se encuentran establecidos dentro y en la colindancia de las AP, esto ha traído como
consecuencia una sobre posición de manejos, lo que ha provocado conflictos que han
llevado a la destrucción de los ecosistemas en general y, donde los habitantes no han salido
más beneficiados. Por tal motivo la UICN propuso que las AP pudieran ser manejadas por
sus ocupantes en concordancia con sus gobiernos, lo que dio lugar a diferentes modalidades
de reconocimiento de los derechos a la tierra en América Latina, entre las que se
encuentran: las que
reconocen a perpetuidad el dominio colectivo de las tierras con
capacidad de aplicar formas propias de gobierno; las que reconocen a término indefinido el
derecho de usufructo sobre las tierras y recursos naturales renovables y a mantener sus
propios sistemas de gobierno interno; y las comunitarias en el marco de legislaciones
agrarias o en otras del Código Civil en las que no se ceden opciones de administración
propias a los indígenas, sino que se les da el mismo tratamiento que a los propietarios
individuales y campesinos.
México entra en esta última modalidad, donde al ser decretadas las AP, las tierras pueden
tener regímenes de propiedad privada, social o pública. Sobreponiendo no solo los títulos
de tenencia, sino las actividades que en ellas se realizan. Para comprender lo que sucede en
las AP, se consideró como ejemplo el parque nacional Nevado de Toluca. Este fue
decretado en 1937, con una superficie de 53, 912 ha, sin embargo al igual que otras AP, los
terrenos incluidos ya se habían repartido a ejidatarios, comuneros y propietarios privados a
partir de la reforma agraria. El indemnizar a sus dueños quedaba fuera de la posibilidad del
gobernó en turno, por lo que sus poseedores continuaron con sus actividades económicas
tradicionales apoyados muchas veces por programas gubernamentales que no tomaban en
cuenta el que el sitio cubierto de bosque, era un área protegida, era más sencillo ponerse de
acuerdo con los 10 municipios involucrados y los 44 ejidos o comunidades propietarios en
cuestiones económicas de explotación forestal, que para su conservación y recuperación.
Las consecuencias no se hicieron esperar, los cambios en el uso del suelo de forestal a
agrícola se incrementaron, la ganadería extensiva abarcó toda el área, se dio la ocupación
humana con asentamientos; los bosques fueron fragmentados, disminuidos en su densidad y
expuestos a constantes incendios. Estos cambios han provocado otro tipo de fenómenos
como lo son: la presencia de diferentes grados de erosión en sus 32 cuencas, algunas más
que otras; contaminación del suelo y agua por agroquímicos y/o basura, presencia de plagas
y enfermedades en la cubierta arbórea; en general se da la pérdida de captación de agua
para consumo humano, de biodiversidad, paisaje natural y cultural.
Se concluye que en Latinoamérica desde la época colonial hasta las etapas más recientes de
las reformas agrarias, el tema ha sido el objeto de serios e interminables conflictos, guerras
civiles y conflictos locales siguen al orden del día en diferentes sitios. Sin embargo, aún se
cuenta con una gran riqueza étnica y cultural, al ser ocupada por aproximadamente 600
grupos indígenas y un número indeterminado de campesinos con arraigo a la tierra, y la
presencia de ricos ecosistemas terrestres y marinos de gran interés para la biodiversidad
mundial.
Que el atender lo relativo a la tenencia de la tierra y recursos naturales permitirá un acceso
seguro a la tierra, agua y otros recursos productivos básicos para el desarrollo de las
sociedades y en particular para encontrar soluciones al hambre, la pobreza y los conflictos
sociales, a través de mecanismos que permitan el ejercicio pleno de la participación de los
poseedores y habitantes en las instancias de toma de decisión del Estado respecto a áreas
protegidas y la conservación; a través de mecanismos de diálogo para lograr acuerdos, así
como, incentivar la formación y sensibilización de actores claves, como funcionarios
públicos y líderes sobre la temática de la importancia de las AP y la necesidad de la
participación social.
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