APUNTES DE CATEDRA SALUD ANIMAL Y SALUD PUBLICA SISTEMAS DE INFORMACION Y VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA Sistema Mundial de Información Zoosanitaria Prof. Horacio Sanz-TANDIL-2010 SISTEMAS DE INFORMACIÓN Y VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA: Introducción: La epidemiología tiene su desarrollo con el conocimiento médico y establece sus primeras raíces en la cuantificación de datos, relativo a los muertos, enfermos y a la investigación de sus causas, orígenes, motivos y efectos de la enfermedad. La información de datos relativos a enfermedades y a casos es estudiada y analizada con un sistema que en primer lugar permita su recolección, luego su consolidación y por ultimo su análisis e interpretación. Para ello se disponen de sistemas organizados que nos permite hacer vigilancia epidemiológica. El desarrollo de la vigilancia epidemiológica tiene origen como práctica científica hace unos 600 años, cuando en Venecia se apostaron guardias responsables de detener las embarcaciones que arribaban al puerto por los casos de pestes presentados y que provenían de lugares extraños. Se investigaba en ese entonces a los viajeros por las sospechas que portaran enfermedades exóticas razón por la cual durante varios días, en forma aislada y separados del resto de la población, se los cuarentenaba, observándolos si manifestaban alguna anormalidad. A partir de esta práctica exitosa de 40 días prevenían el contagio a toda la población y ese período establecido por aquella época determinó el concepto médico de cuarentena. Estas fueron una de las primeras intervenciones sanitarias para detener la transmisión de los agentes infecciosos. La práctica de limitar a un individuo para el tránsito de un lugar a otro para cerciorarse de su condición de salud, evolucionó hasta convertirse en una herramienta política impregnada de prejuicios muy alejados de los criterios preventivos. Este problema es observado desde la estigmatización de los judíos como los portadores del cólera a principios del siglo, o la de los haitianos como diseminadores del SIDA a principios de los años ochenta, o los pobres marginales como responsables de las parasitosis, son ejemplos del abuso de una acción preventiva que la complejidad de las relaciones humanas ha vuelto menos efectiva. Sin embargo, esto también permite ilustrar que la epidemiología y la vigilancia epidemiológica han evolucionado hasta convertirse -la primera- en una disciplina indispensable para avanzar en el conocimiento de la medicina y -la segunda- en una práctica fundamental para proteger la salud de la población. Ambas conforman el eje de la prevención en salud pública veterinaria y salud animal. El impacto de la epidemiología sobre el conocimiento médico y su importancia capital en el diseño de estrategias preventivas rebasa el ámbito individual para colocarse en el poblacional, que es el espacio donde suceden los cambios en la salud. En medicina humana como en veterinaria los beneficios de las acciones preventivas se comparten y el impacto de las mismas puede ser duradero y permanente. Las vacunas, la hidratación oral, la promoción de la lactancia, la cloración del agua, la iodación de la sal, la incorporación de ácido fólico al pan, el uso de anticonceptivos, el uso del condón , del cinturón de seguridad, las campañas de prohibición de fumar, los desagües cloacales, son intervenciones públicas que protegen a la población, disminuyen los riesgos de enfermar o morir y aumentan la esperanza y la calidad de vida. 2 Las acciones en epidemiología se basan en intervenciones que logran la detección precoz de las enfermedades en la mayoría de los individuos , en el menor tiempo posible y con la máxima eficacia para lograr la obtención de beneficios tanto sociales como económicos. El quehacer epidemiológico encuentra su más conocida expresión en la vigilancia epidemiológica que se sustenta en el uso y el análisis de las diferentes fuentes de información para la salud. Para ello se dispone de datos como los protocolos de estudio clínico, los certificados laboratorios, las estadísticas de morbilidad, la aplicación de encuestas, la investigación epidemiológica, la consulta de los registros censales o el análisis del reporte diario, semanal o mensual de las unidades locales de atención veterinaria.. Para la vigilancia epidemiológica resulta imprescindible la interacción con los laboratorios, productores rurales, los veterinarios privados y un amplio grupo de técnicos que conforman el sector de salud animal del estado oficial y de otras organizaciones no gubernamentales. El objetivo básico de la vigilancia epidemiológica es analizar la información en salud animal para orientar la toma de decisiones y la planificación de estrategias de prevención y control. La descripción de los patrones de ocurrencia de las enfermedades y la investigación de sus causas permite identificar los grupos más expuestos o susceptibles; estratificar los riesgos y orientar las acciones preventivas y de control de una manera eficaz y eficiente. El análisis de la información permite detectar cambios en la tendencia o distribución de los problemas de salud, cuya manifestación más evidente es una epidemia que puede ser tan extensa como la de fiebre aftosa en la Republica Argentina en el año 2001; o tan circunscripta como un brote de triquinosis en la Provincia de Buenos Aires. En la epidemia del cólera en humanos, por ejemplo, se evitó la difusión de la enfermedad al diagnosticarse su introducción oportunamente, y en consecuencia se atendieron todos los brotes manteniendo la letalidad por debajo de los márgenes internacionales lográndose el control de la epidemia a Vibrio cholerae. En la reintroducción de la Fiebre Aftosa en la Argentina como no pudo ser prevista a tiempo, no pudieron tomarse las estrategias correctas de intervención sanitaria y se concluyó en una epidemia de magnitud no esperada en un rebaño no protegido para dicha enfermedad. Los datos cuando son usados correctamente permiten apreciar cambios no visibles, muy sutiles en la tendencia o distribución de las enfermedades y que sólo pueden ser detectados a través del análisis de la información proporcionada por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Hay datos como las transacciones comerciales legales o clandestinas, la ausencia de programas regionales, la escasa capacitación del servicio de salud, la inadecuada cobertura vacunal, etc, que determinan y condicionan un proceso de salud / enfermedad. La vigilancia epidemiológica también puede identificar variaciones en el agente etiológico o en algunos factores del huésped que alerta sobre la potencial ocurrencia de un problema; tal es el caso de modificaciones regionales de las cepas virales y/o altas prevalencias serológicas detectables en muestreos estadísticos. Por otra parte, los datos relativos al avance de los planes sanitarios, como las vacunaciones, las reacciones serológicas, los movimientos de animales, los controles en barreras sanitarias, los 3 cambios en las industrias vinculadas a la ganadería, entre otros, son de alto en el proceso salud enfermedad. En las enfermedades prevenibles por vacunación, como por ej, la fiebre aftosa o la viruela el seguimiento de los datos relativo a la cobertura de aplicación son de mucha importancia en el éxito del control de dichas enfermedades. De la misma forma, la erradicación de la poliomielitis en Salud Pública en la Argentina se sustentó en un sistema de vigilancia epidemiológica único en su género por la calidad de los datos, la oportunidad, la sensibilidad, su cobertura y sobre todo por su rápida respuesta. La vigilancia epidemiológica de las parálisis fláccidas agudas involucró el estudio clínico exhaustivo de todos los casos y requirió un vínculo muy estrecho con los datos de la medicina clínica y la hospitalaria. La vacunación de la poliomielitis por el método de barrido de casa por casa impuso una sólida organización de los servicios de salud y la red de notificación de datos permanentes y activos. Tomando los mismo principios de la erradicación de la poliomielitis se observa similitud de las estrategias de vacunación con la Fiebre Aftosa, solo que en este caso la vacunación se da a través de entes sanitarios de Lucha que representan la vacunación casa por casa descripta anteriormente. De forma similar en las vacunaciones de las enfermedades febriles exantemáticas como la peste porcina clásica los datos de vacunación son un componente imprescindible de la vigilancia epidemiológica, sin la cual no sería posible la erradicación. Esto quiere decir que la vigilancia epidemiológica no es una tarea finita, ya que la solución de un problema nos lleva a la solución de otro igual o de mayor magnitud. La importancia de la vigilancia epidemiológica en los servicios de medicina preventiva se ilustra en ejemplos múltiples que pueden ser problemas infectocontagiosos, crónicos, agudos, derivados de formas de producción clásicas o nuevas en el marco de procesos comerciales y sociales. La vigilancia epidemiológica interpreta tanto una circunstancia social y económica como un determinante del problema de salud, pero además necesita del apoyo laboratorial para investigar el agente etiológico y así en consecuencia predecir su comportamiento epidemiológico en las poblaciones susceptibles. La naturaleza multidisciplinaria de la epidemiología la coloca como una de las disciplinas médicas en mayor evolución. Su incorporación como una herramienta fundamental para el desempeño del médico de hoy en día, ya no puede subestimarse. Es la epidemiología la que define gran parte del éxito de las luchas sanitarias de ahí la importancia que reviste la formación de médicos veterinarios en esta disciplina para conducir los planes de salud hacia la atención precoz, investigación epidemiológica y la intervención eficaz de los problemas de salud animal en el país.1 Definiciones Principales del Término Vigilancia Epidemiológica: 1 Roberto Tapia Conyer, M.C., M.S.P., M. en C.* *Director General de Epidemiología, Subsecretaría de Servicios de Salud, Secretaría de Salud, México 4 El término vigilancia significa literalmente “velar” y desde una interpretación epidemiológica se considera como aquellas actividades consistentes en la observación continua para determinar la propagación de enfermedades infecciosas. Vigilancia Epidemiológica es ante todo información para la acción, mediante la observación rutinaria de la ocurrencia y distribución de enfermedades, como de los factores pertinentes a su control para la toma oportuna de acciones. Milos Jenicek, señala que las frecuencias de las enfermedades, en el tiempo y espacio es el producto del equilibrio existente entre varios factores que facilitan o dificultan su propagación 2 Estas actividades de observación se pueden resumir en: 1. 2. 3. 4. Valoración continua de datos Identificación de la población (rebaños, hatos ganaderos) Mecanismos de toma de datos y divulgación de la información. Utilización de la información para el control y/o erradicación de enfermedades. La finalidad que persigue la vigilancia comprende a: 1. 2. 3. 4. 5. Identificación de los patrones de ocurrencia de la enfermedad. Detección de brotes de enfermedad. Seguimiento de indicios sobre los factores de riesgos posibles. Búsqueda de nuevos casos. Prevención y detección precoz. Propósitos: La Vigilancia Epidemiológica se corresponde con un proceso de evaluación permanente de la situación de Salud, de un grupo de individuos, basado en la recopilación, análisis e interpretación de información, convirtiéndose en un sistema estratégico fundamental para la toma de decisiones, así como para la realización de las acciones de prevención y control, necesarias y oportunas, es decir, Información para la Acción. Objetivos Específicos: • • • • • Mantener un monitoreo sistemático que permita la detección oportuna e información con la rapidez necesaria de los eventos que alteren la salud de la población. Orientar y apoyar las medidas de control necesarias, ante cualquier enfermedad o factor de riesgo. Retroalimentar a todos los niveles del sistema la situación de salud, estableciendo los niveles de riesgo epidemiológico y las medidas de prevención y control correspondientes. Apoyar la planificación y prestación de los servicios de salud, de acuerdo al perfil epidemiológico de la comunidad. Determinar en que áreas es necesario priorizar las Investigaciones en Salud Animal y Salud Pública Veterinaria. A partir de los años 70 3se comienza a considerar la vigilancia de las enfermedades, como un estudio continuo de las enfermedades independientemente de las epidemias. Estos estudios de los orígenes y consecuencias de las enfermedades a lo largo del tiempo ha permitido establecer la 2 3 Epidemiología, la Logica de la Medicina Moderna, pag. 154, editorial Mason, Langmuir y Raska en 1970 comenzaron a acuñar el término vigilancia. 5 predicción de brotes de la misma y el establecimientos de medidas apropiadas oportunas para controlar pandemias o endemias. La vigilancia en Salud Pública y Salud Animal es un proceso de recogida sistemática de información4, su análisis e interpretación de los datos de salud necesarios para planificar actividades de control prevención y/o erradicación. La vigilancia puede ser clasificada según la modalidad de recabar datos cono vigilancia pasiva y vigilancia activa. Vigilancia pasiva: Consiste en la recolección de datos de manera rutinaria, como registros de oficina, fundaciones de lucha, direcciones municipales, frigoríficos etc. que se utilizan para analizar y recomendar acciones. Vigilancia activa: Consiste en toda aquella información que se reúne mediante un programa especial de recolección, como las encuestas epidemiológicas o la sero-vigilancia. En este caso la información no es continua, ni rutinaria, sino que se va a buscar en forma deliberada. Componentes Operacionales De La Vigilancia: En la definición enunciada por Alexander Langmuir en 1963 y luego mejorada por Raska en 1965 y establecida por la 21ª Asamblea anual de Mundial de la Salud en 1968, determinan los componentes de la vigilancia en los siguientes: 9 9 9 9 Observación Análisis Mecanismos de Difusión Indicadores de Control y Evaluación Las unidades técnicas administrativas existentes en los servicios de veterinaria de los países que manejan la información organizan los componentes en niveles jerárquicos de decisión. Se destacan: • • • • Fuente de información: Datos básicos del establecimiento, DTA, ubicación, etc. Mecanismo sensorial: Es la información recabada en cada unidad local Niveles jerárquicos de los flujos de información: Consiste el las áreas de agrupamiento de datos. Mecanismo motor: Consiste en la respuestas de ejecución mediante la aplicación de resoluciones disposiciones y/o circulares. De esta forma es factible establecer un circuito de información que presenta la característica de su continuidad y retroalimentación. 4 Toda información de vigilancia debe reunir datos básicos como por ejemplo lugar, nombres, fechas, breve descripción del fenómeno, tratamientos efectuados y medidas de cuarentena implementados. Todos estos elementos se colocan en planillas especiales. En una epidemia del Canadá entre 1977 y 1978 se confecciono una gráfica con datos de la gripe humana y graficando los números de las curvas habituales anuales con los datos de la epidemia se observó que en un mes la misma había desbordado el umbral superior endémico. Gracias a este análisis pudo establecerse la aparición habitual de su periodo estacional. . “La lógica de la medicina moderna ”, Milos Jenice, Editorial Masson, España, 1996. 6 Circuito básico de la información: Población animal Recolección datos ACCION Análisis e Interpretación Figura Nº 1 Niveles jerárquicos de decisión: ESTRATEGICO TACTICO- OPERATIVO OPERATIVO NIVEL CENTRAL NIVEL REGIONAL RESPUESTA MOTORA NIVEL LOCAL Figura Nº 2 Niveles gerenciales de vigilancia epidemiológica OPERATIVO TACTICOOPERATIVO ESTRATEGICO NIVEL CENTRAL NIVEL REGIONAL NIVEL LOCAL 7 Obsérvese en esta última figura que los tres niveles de decisión comparten las decisiones táctico- operativas y estratégicas, lo que significa una interpretación mucho más completa a las estructuras piramidales. El control de las enfermedades esta ligado a la información disponible capaz de suministrar la suficiente cantidad de datos que permita intervenir a través de distintas acciones sanitarias que llevan a eliminar la difusión de la enfermedad o bien cuarentenarla o evitar la introducción en poblaciones de individuos protegidos. La información de la salud animal se refiere no solo a la disminución de los riesgos asociados a las enfermedades sino también al aumento de los niveles de protección poblacional cuyo propósito final es el incremento de los niveles de producción y productividad. La toma de información se realiza mediante un sistema que permita obtener datos precisos, reducidos, y oportunos para la intervención sanitaria correspondiente. Como vimos anteriormente, todo sistema de información debe ser construido respetando niveles de recolección de los datos en sentido ascendente siempre desde abajo hacia arriba (Local a Central). Los países, las organizaciones políticas federales, provinciales y municipales se organizan en sistemas que regulan el manejo del dato sanitario para la correcta vigilancia de las enfermedades. Un sistema está definido como un conjunto de partes o elementos interrelacionadas entre sí que tienen atributos similares que permiten su agrupación y que juntos cumplen un objetivo. Por ejemplo, un sistema atómico es un conjunto de átomos protones y electrones que poseen propiedades comunes como que tienen peso atómico, cargas eléctricas, giran en órbitas definidas y contienen energía. Un sistema óseo es aquel conformado por la parte dura del hueso (los osteocitos) y la parte blanda (médula con sus osteoblastos) que le dan dinámica al sistema de crecimiento y sostén esquelético. En epidemiología los datos relativos a las enfermedades, se agrupan y se mueven en un sistema capaz de organizarse con rapidez suficiente que permita el cumplimiento básico que es la detección precoz. Esto es lo que se denomina un “sistema de información”. En la Republica Argentina el sistema nacional de información en veterinaria esta montado en un esquema como el esquema como el de la figura Nº 3 y funciona con el programa de Fiebre Aftosa. El mecanismo del envío de información de un foco de las enfermedad se inicia en el protocolo de estudio que dispone cada una de las unidades locales. El mismo se encuentra numerado y a cargo del veterinario local en formularios por duplicados con la 1ª hoja con un talón inferior troquelado para el envío de muestras al laboratorio. Todo protocolo tiene dos destinos o bien comunica un foco o sospecha de un foco de la enfermedad aftosa o puede notificar una enfermedad que no es fiebre aftosa al sistema. Estas últimas son grabadas en un archivo nacional como notificaciones de enfermedad que no es fiebre aftosa. En cambio cuando se trata de un foco o sospecha del mismo el veterinario local se comunica con el epidemiólogo de campo (veterinario regional de mayor experiencia) quien luego de supervisar puede confirmar el caso procediéndose a disparar el mecanismo de comunicación nacional e internacional. La comunicación internacional es semanal al Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, OIE, UE y países compradores iniciándose las acciones de mitigación del riesgo a nivel focal perifocal y 8 de vigilancia. Mensualmente se envía un informe continental a la OIE y anual a la COSALFA (Comisión sudamericana de Fiebre Aftosa) y RIMSA/OPS (Reunión Interministerial de Sanidad Animal). Fig. N° 3: Sistema Unificado de Información Nacional Red de Sensores Flujo de Informaciones ULVE UNVE URVE Sistema Continental OIE/OPS/UE Acción = Sensores ULVE = Unidad Local de Vigilancia Epidemiológica URVE = Unidad Regional de Vigilancia Epidemiológica UNVE = Unidad Nacional de Vigilancia Epidemiológica = Información Primaria = Información Consolidada s/Secuencias (Urg./Semanal/Mensual) = Recomendaciones Tácticas Estratégicas Fuente: Sanz Horacio et al, Sistema de vigilancia epidemiológica en ausencia de vacunación. Seminario, COSALFA/OPS/OMS, P. Alegre, 1999, Brasil. Nociones de datos en salud animal5: Todo conocimiento tiene su origen en algún proceso de observación que puede ser simple o muy complejo. En general en veterinaria podemos observar tres tipos ejemplos: i) En la observación de un rebaño se verifica varias muertes de animales. ii) Varios animales manifestaron afecciones respiratorias presentaban incrementos de gamaglobulinas. iii) La presencia de Fiebre Aftosa en varios rebaños bovinos esta asociada a un sistema de producción económico social preponderante. La primera observación resulta muy simple, basta con verificar el fenómeno de las muertes visualmente, con la ayuda de herramientas prácticas y sencillas. La segunda implica el uso de técnicas de laboratorios con lecturas científicas de interpretación, mientras que en el tercer ejemplo se presenta una cuestión mucho más compleja porque incluye una observación, mas una medición de las causas que determinan los efectos, lo que implica una variedad de conocimientos que 5 Ficha de cátedra, Profesor Sanz Horacio, Salud Animal y Salud Publica, Facultad de Veterinaria, UNCPBA, Tandil, 2002. 9 escapan al tradicional conocimiento veterinario requiriendo en estos casos a la información que aportan otras disciplina desde lo económico y social. Noción de variable de estudio: Se entiende por variable a toda característica de la realidad que pueda ser determinada por la observación y que pueda mostrar diferentes valores de una observación a otra. La noción variable de estudio hace referencia al aspecto discernible de un objeto de estudio, es decir, su aspecto o dimensión de un fenómeno, que tiene la propiedad de asumir distintos valores.6 La medición de esos valores puede ser numérica o cualitativa. Por ejemplo las razas lecheras, el sexo, las categorías de hacienda son mediciones cualitativas. Cuando la variable es de naturaleza cualitativa la medición consiste en destinar a cada individuo diferentes modalidades o clases del fenómeno estudiado. Estas modalidades o clases deben tener un límite muy preciso y que a veces esta dado por el juicio o apreciación personal. Definir sexo, razas o especies es bastante preciso pero definir nivel socio-económico implica definir criterios para la medición. Para estos casos se dice que hay que operacionalizar la variable de estudio o sea hay que mensurarla, medirla, traducirla, a valores que permitan establecer proposiciones explicativas. Mensurar la variable significa establecer valores, niveles o grados en que encuadramos a la misma como: alto, medio, y/o bajo, tipos, etc. Tambien las variables pueden ser simples o complejas. Las variables complejas es comun cuando se estudian hechos sociales o socioeconómicos que determinan la ocurrencia de enfermedades en los animales, no admiten un solo significado que explique a la variable ya que el nivel socioeconómico puede ser de diferentes matices en comparación con el sexo que admite solo dos posibilidades macho o hembra. La dimension es el rasgo a medir de una variable. Por este motivo las variables complejas se las denominan multi-dimensionables ya que no es explicable por una sola dimensión. Para medir esos valores se utiliza los indicadores que cuantifican esas variables. A modo de ejemplo se exponen esas ideas en la siguiente tabla: VARIABLE DIMENSION CATEGORIA (atributo) INDICADORES Sexo Una Macho o hembra Macho hembra MEDICION sobre Relación Porcentajes Índices Grado contagiosidad de Fiebre Aftosa Mas de una Densidad Bovino /ha Cantidad Patogenicidad Enfermos totales Índice Exposición riesgo al Enfermos/totales xTiempo Inmunogenicidad Porcentaje Enfermos/vacunados Vacunados/totales 6 Korn Francis, Mora y Araujo, Conceptos y variables en la investigación social, Edición Nueva Visión, Buenos Aires, 1971. 10 Mas de una Status Socioeconómico Nivel Cultural Nivel Social Nivel Económico Formación profesional Integración comunitaria Alto,Medio, Bajo. Grados porcentajes Valor producción Razas Una Tipos Relaciones de razas Alto,Medio, Bajo Recolección de datos: Uno de los objetivos de la vigilancia es recolectar datos para conformar la información necesaria para la intervención sanitaria. Un dato se define como el valor observable de la variable que se registra como tal en planillas o cuestionarios y constituyen al realizarse en forma sistemática los llamados registros de información de estudios epidemiológicos. La recolección de datos tiene por finalidad recabar información sobre las características sobresalientes de la variable a los efectos de satisfacer los objetivos de la información.7 Los datos deben reunir ciertas características: i) Medibles: Su propósito es la medición objetiva de las características estudiadas. ii) Pertinentes: Deben responder a los objetivos del estudio. iii) Indispensables: Que satisfagan solo los objetivos para lo cual se obtuvieron. iv) Factibles: Fáciles posibles. v) Exactos: Que se aproxime mejor a la realidad. vi) Definidos: Que sean claros, en cuanto a los criterios uniformes de quienes lo recolectaron. Fuente de datos: Se entiende por fuentes de datos como aquellos lugares y personas capaces de suministrar información o datos relativos a las enfermedades de los animales. Los datos se pueden clasificar en datos primarios o secundarios conforme a la fuente de obtención del mismo. Se considera fuente primaria de datos a los que son obtenidos en el mismo proceso de la investigación epidemiológica (generados por el investigador) y que no tienen experiencias previas. Este tipo de datos presenta la ventaja que son muy precisos pertinentes indispensables para la investigación pero adolece de la desventaja de ser más costosos. Las fuentes secundarias de datos son aquellas fuentes que fueron recogidas con anterioridad a la investigación epidemiológica. Las mismas pueden ser de dos tipos: i) ii) Publicados: estadísticas oficiales, revistas científicas, censos, encuestas. No Publicados: Son recolecciones de datos de archivos epidemiológicos no publicados rutinariamente, como fichas clínicas, registros de veterinarias, registros de oficinas de fundaciones de lucha, registros de SENASA local etc. Los datos pueden ser recogidos de manera continua o discontinua. Los registros de vacunaciones de brucelosis son continuos ya que duran todo el año mientras que los de Fiebre Aftosa se compilan cada 90 días en dos veces al año. Los censos ganaderos se realizan cada cuatro 7 Wainerman, Catalina. Clases teóricas de Teoría Cuantitativa, Maestría Flacso, UNMDP, Mar del Plata, Pcia de Bs. Aires, 1995. 11 años y son ejemplo de datos discontinuos. Una encuesta es un claro ejemplo de recolección de datos discontinuo ya que se realiza solo a los fines de esa investigación epidemiológica que lo motivó. Métodos de recolección de datos: Para la recolección y generación de datos primarios se recurre a las siguientes actividades: • • • • Observación Directa: Observar los hechos. Entrevistas: Formular preguntas a interesados. Cuestionarios: El uso de formularios impresos diseñados especialmente conforme a los objetivos de la investigación epidemiológica que contienen preguntas tipo embudo que llegan a una conclusión final única a través de los razonamientos lógicos deductivos mediante el uso de preguntas abiertas o cerradas. Encuestas: Son cuestionarios que se usan de manera aleatorias usando la técnica de muestreo, lo que permite resolver problemas de costos y tiempo. Las encuestas se confeccionan con preguntas que llevan al investigador a sus conclusiones finales. En cambio hay otras preguntas que son de opinión, en la cual el entrevistado manifiesta su objetividad al responder y conforma parte de la investigación8. 8 La entrevista o encuesta puede ser usada habitualmente como sinónimos, aunque de acuerdo con Mayntz R. (“Introducción a los métodos de la sociología “ Ed. Alianza Universidad, Madrid, 1985) se pueden clasificar en : i) Según grado de estandarización: a) Entrevistas no dirigidas, cualitativas, que se conversa libremente sin estructuras con el entrevistado a los fines de realizar una exploración. b) Entrevistas intensivas, que son estructuradas, a los fines de probar el instrumento y se inician en personas conocidas para perfeccionar al entrevistador. c) Entrevistas bien estructuradas donde no hay posibilidades de preguntas abiertas que garantice la integracionalidad, comparabilidad de las entrevistas y cuantificación de los resultados. ii) Entrevistas orales o escritas: La primera se interroga, en la segunda se puede usar el correo. iii) Entrevistas individuales o grupales: Ya sea si se interroga a un equipo o a personas individuales. iv) Entrevistas según el tiempo: a) Encuesta única en un corte transversal del tiempo b) Entrevistas de diseños longitudinales denominadas encuestas por panel en donde es posible obtener el dato a lo largo del tiempo. 12 Recomendaciones internacionales en Vigilancia Epidemiológica Regionalización y Directrices de la Vigilancia Generalidades del Código de la OIE--9 La OFICINA MUNDIAL DE SANIDAD ANIMAL (OIE), organismo de referencia mundial para la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC) establece recomendaciones técnicas y directrices para la vigilancia de las enfermedades. Para la Fiebre Aftosa dedica un capitulo en donde establece condiciones que deben reunir países zonas o regiones que quieran determinar reconocimientos como libres de la enfermedad. También sirven de guía para los países o zonas que una vez perdida la condición de libres y deseen volver a ser reconocidos como tal, con o sin vacunación, después de un brote pueden consultar esas guías que operan como manuales técnicos para los No se trata de excluir otras estrategias de verificación, pero sirve como estrategia alternativa ya que tiene un componente esencial que es el de ser verificable desde un punto de vista científico. Las directrices tienen como propósito principal el desarrollar y explicar las justificaciones sanitarias por el cual se establecen los requisitos del capítulo 2.1.1. del Código Zoosanitario Internacional de la OIE. La vigilancia de la Fiebre Aftosa puede formar parte de un programa continuo de vigilancia de enfermedades que implique verificaciones regulares del ganado en todas las etapas de la cadena de producción, hasta el sacrificio o la exportación, o constituir un programa específico diseñado para determinar si la infección de Fiebre Aftosa está ausente del rebaño nacional en todo el territorio o en parte de éste (zona libre). Condiciones generales: Un sistema de vigilancia para la Fiebre Aftosa requiere el apoyo de servicios veterinarios estatales eficientes y con suficientes fondos (capítulo 1.3.3 del Código), que sean expertos en la epidemiología de la enfermedad y tengan acceso a un laboratorio de referencia capaz de llevar a cabo diagnósticos y exámenes serológicos de la Fiebre Aftosa, así como una comunidad de productores comprometida a reconocer y notificar la presencia de la misma. Es esencial la formación de veterinarios que tengan permanencia constante en sus cargos, ya sean estatales o privados, y de auxiliares en sanidad animal para el reconocimiento clínico de la Fiebre Aftosa y la recolección y distribución de muestras, conjuntamente con un programa de información dirigido a los productores y demás trabajadores del sector de salud animal, acerca de la importancia de una la notificación de los brotes de enfermedad. Debe estar en funcionamiento un procedimiento para el transporte rápido de muestras al laboratorio de diagnóstico, así como el acceso a través del laboratorio al subsiguiente envío de muestras al laboratorio de referencia nacional, regional o mundial. La OIE recomienda la aplicación de medidas de vigilancia pasiva y activa. Considera a la vigilancia pasiva como un programa continúo general que debe ser utilizado por todos los servicios 9 Informe elaborado en base a Situación de la enfermedad vesicular en Sudamérica 2002, Dr. Correa Melo, Director PANAFTOSA/OPS/OMS, Informe Reunión OIE para América, Noviembre 2002, R. Janeiro, Brasil.. 13 veterinarios para el seguimiento de la aparición de la enfermedad en las poblaciones nacionales de ganado. Por otro lado señala a la vigilancia activa como específica con respecto a la confirmación o la sospecha de una determinada enfermedad y la cuantificación de sus datos que permite evaluar un ecosistema de la enfermedad. Responder a las observaciones e informes realizados por el público, por veterinarios estatales y privados, y en particular los productores y trabajadores del sector de la sanidad animal que tienen contactos cotidianos con los rebaños y los rebaños nacionales son actividades vinculadas a la vigilancia pasiva. Los productores deben ser alentados a señalar rápidamente cualquier enfermedad clínica que se parezca a la Fiebre Aftosa. Han de ser apoyados por programas de información del gobierno y por los servicios veterinarios estatales directamente o a través de veterinarios privados. Se deberían investigar todos los casos sospechosos de Fiebre Aftosa antes de las 24 horas, y, si se siguiesen considerando sospechosos, se deberían tomar muestras y someterlas al laboratorio nacional utilizando un medio de transporte rápido. Esto requiere que estén siempre disponibles los kits de muestreo, los medicamentos para sedar a los animales de los que se van a tomar las muestras, los medios de transporte y de comunicación, así como los medios para la descontaminación del material y de la ropa del personal que participa en la investigación de la enfermedad. Los veterinarios estatales y/o privados que puedan estar implicados en la investigación de los brotes sospechosos de Fiebre Aftosa deben estar familiarizados con los signos clínicos y la epidemiología de la Fiebre Aftosa, y deben tener una formación adecuada para la recolección de muestras. También deberán tener acceso a la información pertinente sobre el estatus actual respecto a la Fiebre Aftosa en su país y en los países vecinos, así como sobre cualquier factor de riesgo particular, y deberán poder pedir mayores consejos y ayuda a un equipo gubernamental de epidemiología de la Fiebre Aftosa especializado. Los resultados de laboratorio deben ser enviados lo más rápidamente posible a la persona apropiada en los servicios veterinarios del Estado, y al veterinario que somete la muestra, para alentar una futura cooperación. El nivel de esta vigilancia puede ser evaluado por el número de informes de productores, veterinarios privados y de otras fuentes que reciben los servicios veterinarios estatales, y por el número de investigaciones realizadas, conjuntamente con los resultados de las investigaciones y la cronología de los acontecimientos durante el proceso de investigación establecido a raíz de los informes iniciales. Cuando sea pertinente, se deberán implementar inspecciones clínicas regulares y frecuentes y pruebas serológicas de los grupos de animales que presenten un alto riesgo, como, por ejemplo, aquellos adyacentes a un país o una zona infectados por la Fiebre Aftosa (por ejemplo, bordeando un parque de caza donde están presentes animales salvajes infectados). Estas condiciones generales de vigilancia se requieren para todos los Países Miembros a la OIE que sometan su solicitud anual para volver a confirmar los estatus libre de la Fiebre Aftosa. Se exigen pruebas de la existencia de un programa de vigilancia intensificado por parte de los Países Miembros y de las zonas que soliciten por primera vez el reconocimiento del estatus libre de Fiebre Aftosa, con o sin vacunación. Aparte de las condiciones generales, un País Miembro puede solicitar el reconocimiento de su estatus libre de Fiebre Aftosa donde no se practica la vacunación para lo cual se debe presentar pruebas de la existencia de un programa de vigilancia eficaz en el marco del cual o bien se somete 14 con regularidad a exámenes clínicos a la población susceptible a la Fiebre Aftosa o se analiza una muestra estadísticamente significativa de dicha población para demostrar la ausencia de enfermedad en esta población en los últimos 12 meses. Además, se deberá someter una parte estadísticamente significativa de la población a una vigilancia serológica para demostrar la ausencia de infección por el virus de la Fiebre Aftosa en los últimos 12 meses. Esto requiere el apoyo de un laboratorio de referencia nacional, o de cualquier otro tipo, que sea capaz de efectuar análisis serológicos para detectar anticuerpos contra el virus de la Fiebre Aftosa, utilizando pruebas aprobadas por la OIE, según figura en la edición más reciente del Manual de Normas para las Pruebas de Diagnóstico y las Vacunas de la OIE. En general, la población que debe ser sometida a estudios aleatorios de la enfermedad comprende a las especies susceptibles dentro del país o de la zona que solicitan ser declarados libres de enfermedad. Los países que deseen demostrar que están libres de Fiebre Aftosa en los que una cepa de virus específica de los cerdos haya sido prevalente deberán centrar sus esfuerzos en recolectar muestras de la población porcina a nivel nacional. En los países en los que esté presente una población de búfalos africanos, también deberán tomarse muestras de dicha población si está presente en la región propuesta como zona libre de infección por el virus de la Fiebre Aftosa. El objetivo del método de muestreo aleatorio es mantener el volumen de trabajo de vigilancia al mínimo compatible con la demostración de la ausencia de enfermedad/infección al nivel requerido de confianza estadística. Se debe seleccionar la muestra de manera aleatoria durante cada una de las sucesivas campañas de muestreo, con una frecuencia de muestreo que dependa de la situación epidemiológica, pero dicho muestreo deberá ser llevado a cabo por lo menos una vez durante el año precedente a la solicitud. Debe asegurarse que cada unidad de muestreo tiene una probabilidad equivalente de selección. La selección de unidades de muestreo individuales no debería afectar la probabilidad de seleccionar cualquier otra unidad de muestreo. Se deberá subrayar que la selección aleatoria de las unidades de muestreo es absolutamente esencial; de lo contrario, no se puede lograr el nivel necesario de confianza estadística. Para proporcionar información representativa acerca del estatus de infección de la población, el estudio de las muestras aleatorias deberá finalizarse con la mayor celeridad posible. Se podrá dividir la población en estratos (secciones) con condiciones epidemiológicas similares en cada estrato. La estratificación implica que se ha desarrollado un sistema adecuado para separar la población en una serie de secciones o estratos de los que se pueden tomar muestras aleatorias. Un estrato debería ser una subpoblación de la población total criada utilizando sistemas de producción y de cría parecidos, en condiciones ecológicas semejantes, dentro de una zona geográfica o administrativa (provincias, estados, etc.) con un riesgo de infección similar. Entre los criterios mencionados, la determinación de los más apropiados dependerá de las condiciones prevalecientes en cada país. Durante el proceso de estratificación deberán cumplirse las dos condiciones siguientes: • Todas las unidades de muestreo (pueblos, manadas o rebaños, según el sistema de producción) en cada estrato particular deben ser accesibles durante el estudio, y tener la misma probabilidad de ser seleccionadas. • Cada unidad de muestreo individual está comprendida en un sólo estrato. El número total de estratos necesarios dependerá del país o zona concernidos y se podrán aplicar estratos adicionales o un nivel superior de muestreo a ciertas partes de un país o de una zona que se consideren presenten un riesgo más elevado de infección por el virus de la Fiebre Aftosa. 15 Se deberá tener cuidado de que el número de estratos no exceda la capacidad de los servicios sobre el terreno y de laboratorio, ya que se deberá recolectar el número necesario de muestras aleatorias de cada uno de los estratos. El número de muestras es determinado, en una medida importante, por el número de estratos. Por lo tanto, el número de estratos deberá mantenerse al mínimo, pero también reflejar las principales diferencias epidemiológicas. Se podrán obtener más detalles a partir de textos adecuados de epidemiología. Si un País Miembro desea declarar una zona específica, dentro del país, libre de infección por el virus de la Fiebre Aftosa, esto debe tomarse en consideración en el proceso de estratificación. La base para el proceso de muestreo podrá ser entonces la población dentro de cada zona. El objetivo del estudio de muestras aleatorias es la detección de pruebas clínicas o serológicas de la presencia de Fiebre Aftosa en una población, si dicha enfermedad está presente con una determinada prevalencia. La probabilidad de detectar pruebas de la presencia de Fiebre Aftosa o de infección de Fiebre Aftosa en una determinada muestra de animales depende de la prevalencia de la infección por el virus de la Fiebre Aftosa en la población y del tamaño de la muestra. Por lo tanto, el tamaño de la muestra y la prevalencia supuesta de la enfermedad determinan el nivel de confianza del resultado del estudio. Cuanto más baja la prevalencia, mayor tiene que ser el tamaño de la muestra, para conseguir una determinada confianza en el resultado del estudio. Se recomienda que se emplee una estrategia de muestreo que proporcione un 95% de probabilidad de detectar pruebas de la presencia de Fiebre Aftosa o de infección de Fiebre Aftosa, si dicha enfermedad está presente en 1% de las unidades primarias de muestreo. En otras palabras, si por lo menos 1% de los rebaños están infectados por el virus de la Fiebre Aftosa, el tamaño de la muestra ha de ser lo suficientemente grande como para asegurar un 95% de probabilidad de detectar al menos un rebaño infectado mediante el examen de una muestra aleatoria proveniente de rebaños. La vigilancia clínica tiene como propósito la detección de signos clínicos de la Fiebre Aftosa por la inspección minuciosa de la boca, los pies y la ubre, en una muestra elegida de manera aleatoria. Es esencial que se examinen todos los animales en la unidad primaria de muestreo seleccionada para detectar signos de la presencia de Fiebre Aftosa. Todo rebaño en el que se detecten animales sospechosos se deberá considerar infectado hasta que se presenten pruebas de lo contrario. La vigilancia serológica tiene como propósito la detección de anticuerpos contra el virus de la Fiebre Aftosa. Una reacción positiva a la prueba de detección de anticuerpos contra el virus de la Fiebre Aftosa puede ser debida a cuatro causas: • Infección natural por el virus de la Fiebre Aftosa • Vacunación • Anticuerpos maternos provenientes de una madre inmune (la reacción de los anticuerpos dura sólo, en general, hasta los seis meses de edad en los bovinos, aunque en algunos individuos y en los terneros de búfalo, se pueden detectar anticuerpos maternos durante más tiempo); • Reacciones no-específicas, por ejemplo a algún otro antígeno no relacionado (reacciones heterófilas) Por eso, los anticuerpos detectados en animales (salvo en los búfalos africanos) mayores de seis meses de edad y nacidos después de que un país o una región haya cesado la vacunación deberían aparecer en respuesta a una infección natural y ser indicativos de la presencia de un virus. Este grupo de animales se considerará elegible como unidades de muestras secundarias para fines de 16 vigilancia serológica. Puede que sea posible utilizar un suero recolectado para otros estudios, pero no debe comprometerse el objetivo de realizar un estudio aleatorio estadísticamente válido para detectar la presencia específica del virus de la Fiebre Aftosa. La presencia de la vacunación puede confundir la serolgia. Sin embargo nuevas pruebas biologicas permiten distinguir a los animales que fueron vacunado de aquellos que fueron infectados con el virus de la fiebre aftosa. Las vacunas comerciales se realizan con las proteinas de la capsula del virus o sea de su estructura capside y se denominan pruebas a proteina estructurales (PEs), en cambio los animales infectados tienen en circulación tanto proteinas de estructuras como proteinas de su interior llmadas proteinas NO ESTRUCTURALES (PNEs) que es medible con pruebas denominadas ELISA 3ABC. No es habitual encontrar solamente uno o dos animales seropositivos en un rebaño infectado. Por esta razón y por razones prácticas y económicas, se considera aceptable incluir en la vigilancia serológica sólo una muestra aleatoria de animales de cada unidad de muestreo primaria. El tamaño de la muestra ha de ser suficiente para lograr detectar a los animales seropositivos con un 95% de probabilidad. Si un rebaño ha sido infectado pasado un período de tiempo significativo después de cesar la vacunación, se espera que la prevalencia serológica exceda un 20%. El virus de la Fiebre Aftosa persiste en la región faríngea de los rumiantes que se han recuperado hasta 3 años en los bovinos y nueve meses en las ovejas, y, por lo tanto, las muestras de fluido esófago faríngeo (LEF) constituyen un instrumento adicional apreciable para la vigilancia del virus de la Fiebre Aftosa. Se deberían aislar muestras (LEF) de las manadas y los rebaños seleccionados por serología positiva. La recolección de muestras (LEF) dependerá de la disponibilidad de material de recolección (p.ej. raspaje esofágico), de disponibilidad para almacenar el material (LEF) hasta que sea analizado, y del acceso a un laboratorio capaz de trabajar con el virus de la Fiebre Aftosa vivo. También se pueden obtener muestras de las ovejas recolectando fluido (LEF), y se puede aplicar una estrategia de muestreo similar, teniendo presente que el estado portador dura menos tiempo en esta especie. Se debería ofrecer una formación específica al personal que toma las muestras (LEF) sobre las técnicas de recolección, transporte y almacenamiento del fluido (LEF). Es esencial que se ponga el fluido (LEF) en una solución tampón neutro y que se congele inmediatamente en nitrógeno líquido o con CO2 sólido, después de su recolección, y que se conserve en este estado hasta que se descongele en el laboratorio de diagnóstico y se ponga en cultivos de tejidos susceptibles. Es preferible estratificar el marco de muestreo para reflejar la posibilidad de que la presencia de Fiebre Aftosa se remonte hasta tres años antes. Se deberían recolectar muestras OP de cada grupo de bovinos/ovejas, de dos y de tres años de edad en los rebaños y las manadas seleccionadas. Los resultados del estudio de las muestras aleatorias proporcionarán pruebas para las autoridades nacionales y la OIE de que la infección por el virus de la Fiebre Aftosa no está presente en el país o zona en cuestión. Por lo tanto, es esencial que el estudio de las muestras aleatorias pueda ser examinado mediante una documentación clara y la presencia de informes completos. Un país puede solicitar el reconocimiento de país libre de fiebre aftosa con vacunación para lo cual además de las condiciones generales, un País Miembro o zona que solicite este reconocimiento debe presentar pruebas de la existencia de un programa de vigilancia eficaz de la enfermedad clínica y demostrar que no ha habido Fiebre Aftosa en el país o zona durante, por lo menos, los últimos dos años. Además, la vigilancia de la infección por el virus de la Fiebre Aftosa debe mostrar que este virus no ha circulado en la población vacunada en los últimos 12 meses. Para 17 este fin, se necesitará una vigilancia serológica que comprenda pruebas capaces de detectar la presencia de anticuerpos contra las NSP (Proteínas no estructurales). Se recomienda aportar pruebas mostrando la eficacia del programa de vacunación. Un país puede tener un foco de fiebre aftosa y puede solicitar la restitución del status perdido. Para ello además de las condiciones generales, un País Miembro que vuelva a solicitar el estatus libre de Fiebre Aftosa donde se practica la vacunación, debe presentar pruebas de la existencia de un programa de vigilancia activa para la Fiebre Aftosa y la infección por el virus de la Fiebre Aftosa. La OIE reconoce cuatro estrategias en un programa para erradicar la infección de Fiebre Aftosa a raíz de un brote: • Sacrificio de todos los animales clínicamente afectados y de todos los que pueden haber estado en contacto, • Sacrificio de todos los animales clínicamente afectados y de todos los que pueden haber estado en contacto con el foco, permitiéndose la vacunación de los animales sanos que presentan un riesgo, y sacrificio consecutivo posterior de dichos animales vacunados, • Sacrificio de todos los animales clínicamente afectados y de todos los que pueden haber estado en contacto con el foco, y vacunación de los animales sanos que presentan un riesgo, sin sacrificio consecutivo de los animales vacunados, • Vacunación sin sacrificio de los animales afectados o sacrificio consecutivo de los animales vacunados. Un País Miembro o una zona que vuelva a solicitar el estatus libre de Fiebre Aftosa con vacunación debe transmitir los resultados de un programa de vigilancia activa en el marco del cuál se somete regularmente la población susceptible a la Fiebre Aftosa a exámenes clínicos o se ha dirigido la vigilancia activa hacia una muestra estadísticamente significativa de la población susceptible. Además, se necesitará analizar una muestra estadísticamente significativa basada en la población susceptible que presente un riesgo durante el brote, para demostrar la ausencia de infección por el virus de la Fiebre Aftosa. Los protocolos que se deben aplicar deben estar descriptos antes, pero cuando un País Miembro o una zona ha utilizado la vacunación para ayudar a controlar un brote, y no se han sacrificado a continuación los animales vacunados, será necesario demostrar que el sistema de muestreo utilizado tiene en cuenta la sensibilidad del sistema de diagnóstico empleado para la detección de los animales vacunados que pueden haber sido infectados a raíz de una exposición al virus vivo. Los períodos de tiempo para poder solicitar la recuperación del estatus libre de Fiebre Aftosa de un país que fue reinfectado por Fiebre Aftosa se establece en un acápite específico del código de la OIE sobre la Fiebre Aftosa. En el mismo se señala que en caso de aparición de un foco de Fiebre Aftosa o de una infección por el virus de la Fiebre Aftosa, en aquellos países o zonas libres que no se aplica la vacunación, se deben sacrificar los animales en la zona focal (enfermos y contactos), realizar serologías en las zonas de riesgo colindantes y se podrá autorizar la vacunación como medida de mitigación de riesgo siempre y cuando se sacrifique todo lo vacunado. 18 A continuación se describen los siguientes plazos de espera recomendados por la OIE para volver a obtener el status perdido de país-zona libre sin vacunación: • (3) Tres meses después del último caso, si se aplica el sacrificio sanitario y la vigilancia serológica correspondiente. • (3) Tres meses después del último caso, si se aplica el sacrificio sanitario y la vigilancia serológica correspondiente y la vacunación en caso de emergencia, sacrificando a todo lo vacunado. • (6) Seis meses después del último caso o de la última vacunación, sin el sacrificio sanitario de los animales, siempre y cuando la vigilancia serológica de todos los animales vacunados, demuestre ausencia de infección. En caso de aparición de un foco o infección por Fiebre Aftosa en un país o zona libre de la enfermedad que practica la vacunación regularmente, se debe sacrificar los animales del área focal, realizar serologías en áreas de riesgo y revacunaciones de mitigación del riesgo. También pueden admitirse dos situaciones distintas como la de evitar el sacrificio sanitario siempre y cuando los resultados serológicos a las pruebas de detección de proteínas no estructurales arrojen resultados totalmente negativos por un lado y por otro el evitar la serología correspondiente en aquellos casos en que sea aplicado el sacrificio sanitario. En consecuencia los plazos de espera recomendados por la OIE para volver a obtener el status perdido de país-zona libre con vacunación son de: • Seis meses (6) después del último caso, si se aplica el sacrificio sanitario, la vigilancia serológica correspondiente, la revacunación de contingencia, siempre y cuando las encuestas serológicas basadas en la detección de proteínas no estructurales demuestren ausencia de infección. • Doce meses (12) después del último caso, si se aplica el sacrificio sanitario siempre verificando en la vigilancia epidemiológica la ausencia de casos clínicos. • Dieciocho meses (18) después del último caso si no se aplica el sacrificio sanitario, se realiza la revacunación correspondiente y la vigilancia serológica demuestre a las pruebas de detección de proteínas no estructurales resultados totalmente negativos. 3) Utilización e interpretación de las pruebas vigilancia serológicas (véase la Fig. 5) Las pruebas serológicas recomendadas para la vigilancia de la Fiebre Aftosa se encuentran descriptas en el Manual de Normas para las Pruebas de Diagnóstico y las Vacunas (OIE 2000). En poblaciones no vacunadas, se puede efectuar la detección utilizando el método ELISA de bloqueo en fase líquida (LPBE) o el ELISA de competición en fase sólida (SPCE). La sensibilidad del LPBE se aproxima a 100%, pero su especificidad en los bovinos puede ser tan baja como 95%, y dará, por lo tanto, hasta 5% de resultados falsos positivos. Puesto que el objetivo del estudio es descubrir pruebas de la infección, si ésta se encuentra presente, es aceptable para el propósito del estudio aumentar el valor umbral para los sero-negativos / positivos Los animales que dieran positivos y los que conforman el rebaño deberán ser examinados para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus de la Fiebre Aftosa, y si el resultado es positivo, deberán tomarse muestras por recolección de material (LEF) utilizando un recolector de fluido esofágico. 19 Los animales que han sido vacunados tendrán anticuerpos contra las proteínas estructurales del virus de la Fiebre Aftosa, y puede que algunos tengan anticuerpos contra las NSP, según el número de veces que hayan sido vacunados y la cantidad de NSP presentes en la vacuna utilizada. No obstante, los animales que se han recuperado de una infección por el virus de la Fiebre Aftosa tendrán niveles elevados de anticuerpos contra las NSP. Son ocho las NSP asociadas con la replicación del virus de la Fiebre Aftosa, a saber L, 2A, 2B, 2C, 3A, 3B, 3C y 3D, y se pueden encontrar anticuerpos contra todas ellas en la mayoría de los animales recuperados. Algunos anticuerpos no persisten durante más de unos meses, y algunos animales pueden no producir niveles detectables de anticuerpos contra todas estas proteínas. Se han elaborado pruebas ELISA para detectar anticuerpos contra 2C, 3B o 3ABC, la primera pudiéndose detectar hasta un año después de la infección y la última hasta dos años después. También se ha utilizado una técnica de western bloot (EITB) para detectar los anticuerpos contra las proteínas NSP 2C, 3ABC, 3A, 3B y 3D; esta técnica es particularmente específica y sensible para identificar a los animales anteriormente infectados. Se han validado todas estas pruebas en bovinos. Existe, sin embargo, una clase de animales que han sido infectados por el virus de la Fiebre Aftosa y que podrían ser portadores del virus sin desarrollar anticuerpos detectables contra las NSP. Se trata de los animales que han recibido vacunas altamente potentes y que después han estado en contacto con el virus durante un brote, pero que, dado su nivel de inmunidad, suprimen la replicación viral y no manifiestan la presencia de la enfermedad. Como el virus no se replica de manera significativa en estos animales, hay muy poca expresión de las NSP y, por lo tanto, pueden no producirse niveles detectables de anticuerpos. Sin embargo, siempre existen, a nivel de rebaño, animales menos protegidos después de la vacunación, y si se desafían estos animales con el virus, producen anticuerpos contra las NSP, y pueden desarrollar la enfermedad clínica. Es importante, por lo tanto, que se interpreten las pruebas de los anticuerpos contra las NSP evaluando el nivel de dichos anticuerpos en los sueros de una muestra representativa de todo el rebaño. Existe la opción de utilizar la prueba de los anticuerpos contra las NSP conjuntamente con los métodos LPBE o SPCE, en particular en zonas donde se ha utilizado la vacunación y donde se sospecha la presencia de actividad viral. Los títulos en una prueba LPBE o una inhibición en la prueba SPCE superiores a lo esperado después de una simple vacunación podrían sugerir la presencia de infección por el virus de la Fiebre Aftosa y se puede confirmar esta sospecha mediante el análisis de la presencia de anticuerpos contra las NSP, y la recolección de muestras (LEF). La sensibilidad de diagnóstico de las pruebas utilizadas influye sobre el número de animales de los que se necesita tomar muestras en un estudio destinado a aportar pruebas de la ausencia de infección. La especificidad de diagnóstico de la prueba influye sobre la proporción y el número de resultados positivos que se esperan en caso de ausencia o presencia de la infección y, por lo tanto, sobre la selección y la utilización de pruebas de confirmación. Los resultados de los estudios que indican una proporción de resultados positivos de las pruebas significativamente más elevada que la esperada a partir de la estimación de la tasa de resultados falsos positivos deducida a partir de la especificidad de diagnóstico (es decir 100 menos especificidad de diagnóstico) puede interpretarse como una prueba de la presencia de infección en la población y, por lo tanto, se deberá llevar a cabo una prueba de confirmación de alta especificidad, y cuando sea apropiado, otras investigaciones. La figura 5 presenta un diagrama del protocolo de prueba que se podría utilizar para analizar las muestras recolectadas en el estudio aleatorio. Si la población analizada no ha sido anteriormente vacunada contra la Fiebre Aftosa, se pueden analizar las muestras de suero utilizando el LPBE o el SPCE. Los sueros positivos en la prueba escogida deberán analizarse de nuevo utilizando la prueba de neutralización del virus (VNT), que es el patrón para detectar los anticuerpos contra el virus de la Fiebre Aftosa. Además, o en vez de la VNT, si el laboratorio no puede manipular el virus de la 20 Fiebre Aftosa vivo, el suero positivo podrá ser de nuevo analizado utilizando una prueba de anticuerpos contra una NSP, como, por ejemplo, la 3B o la 3ABC, o el método EITB. Si los sueros positivos provienen de una especie de rumiante, también se podrán recolectar muestras (LEF) y analizarlas para detectar la presencia de virus de la Fiebre Aftosa vivo. Una prueba VNT o NSP positiva indicaría que ha circulado virus vivo, y se necesitaría profundizar la investigación del rebaño para determinar si sigue presente; una muestra (LEF) positiva aportaría una prueba definitiva. La investigación suplementaria deberá comprender un análisis de los sueros de todo el rebaño o la manada de donde provenían las muestras positivas, además de sacar más muestras (LEF) para determinar si sigue presente el virus vivo. Las pruebas NSP deben utilizarse para analizar los sueros de rebaños o manadas vacunados, dado que estos sueros resultarán positivos en la VNT. También se pueden utilizar el LPBE y el SPCE, según se describe antes. Las muestras positivas para 3ABC o 3B pueden volver a ser analizadas utilizando el EITB como confirmación. Todos los animales de rebaños o manadas de los que se obtienen muestras positivas deben volver a analizarse para detectar la presencia de anticuerpos contra las NSP, y se deben tomar muestras (LEF) para detectar la presencia de virus de la Fiebre Aftosa vivo. Los datos sobre la sensibilidad y la especificidad de las pruebas NSP actualmente disponibles no están documentadas de manera completa, en particular con respecto a las especies que no sean los bovinos o para los animales vacunados que son portadores del virus de la Fiebre Aftosa vivo. No obstante, se está investigando este tema en varios laboratorios repartidos por todo el mundo. Los Países Miembros que sometan datos a la Comisión para la Fiebre Aftosa obtenidos utilizando pruebas NSP, comerciales o no, deberán proporcionar información acerca de las características de la prueba utilizada y ajustar el número de muestras recolectadas para ceñirse a los parámetros de la prueba. Además, el análisis de muestras (LEF) para detectar la presencia de virus de la Fiebre Aftosa puede tener una sensibilidad inferior a 50%, aunque se utilicen cultivos de tejidos muy sensibles, como, por ejemplo, células primarias de tiroides de bovinos o células primarias de riñón de corderos. Se deberán tomar nuevas muestras OP de los animales con sueros positivos para los anticuerpos después de un intervalo de dos semanas, si el primer intento para aislar el virus es negativo, o se deberán llevar a cabo pruebas complementarias en las muestras, como, por ejemplo, la reacción en cadena de la polimerasa. 21 Fig.Nº5: Representación esquemática de las pruebas de laboratorio para determinar la presencia de pruebas de infección por el virus de la fiebre aftosa mediante, o a continuación de estudios serológicos.(Camino Critico) Población susceptible Vacunada Con vacunación Sin vacunación Muestra aleatoria Muestra aleatoria SPCE-LPBE NSP 3ABC ELISA scrinning - + LEF NSP 3ABC ELISA Seroneutralización LEF + - + + 3ABC+ + EITB + LEF 3ABC + EITB EITB + Seroneutralización EITB + + + + + 22 Este diagrama indica el camino crítico de las pruebas recomendadas para ser utilizadas en la investigación de unidades de muestreo en las que se ha obtenido un resultado de prueba positivo Abreviaturas: ELISA: Ensayo inmunoenzimático LPBE: ELISA de bloqueo en fase líquida SPCE: ELISA de competición en fase sólida VNT: Prueba de sero-neutralización del virus NSP: Proteínas no estructurales del virus de la fiebre aftosa 3ABC: Prueba para detectar anticuerpos contra la NSP EITB: Western blot para detectar la presencia de anticuerpos contra la NSP del virus de la fiebre aftosa LEF: Liquido esofagofaríngeo _______________ 23 ANÁLISIS DE RIESGO Y VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA EN FIEBRE AFTOSA 1) Introducción El riesgo y sus mediciones están vinculadas en primer lugar a los fenómenos económicos comerciales de los países los que por determinados intereses utilizan a las enfermedades de los animales como mecanismo de facilitación o restricción de las transacciones comerciales. La globalización opera en sentido negativo tanto para la preservación de áreas como para la difusión de enfermedades. Eso generó en gran parte de los países que son exportadores de bienes transables la adecuación a los requerimientos y exigencia por parte nuestros compradores .son cada vez mayores. El objetivo de realizar es análisis de riesgo es proporcionar a los importadores de una documentación objetiva y justificable que permita la operación comercial sin riesgo para los compradores. La OIE establece el capitulo 1.3.1 cuatro etapas del análisis de riesgo que exige a los países exportadores su cumplimiento: • • • • Identificación del peligro Evaluación del riesgo Gestión del riesgo Información sobre el riesgo. Argentina paso varias décadas con fiebre aftosa en su territorio y eso no impidió la venta de carne a la Unión Europea ya que mientras se despostara y se congelaran las piezas la misma era plenamente aceptada. Desde el punto de vista técnico, es totalmente seguro la exportación de carnes bajo esas condiciones habida cuenta que el proceso de oreo y maduración de las carnes produce la baja del PH a nivel que el virus no puede sobrevivir. No obstante, estas consideraciones cada vez mas se suman las exigencias de libres de determinada enfermedad incluso dichos requerimientos también nacen de nuestros países vecinos que frente a un foco como el reciente de Tartagal (Salta) que se produzco el 5 de septiembre del corriente año motivo el cierre de las fronteras de los países vecinos como Chile. La fiebre aftosa es una enfermedad transmisible de alto impacto en el comercio internacional por las restricciones que la misma genera al libre intercambio de animales, productos y subproductos entre regiones. Esta situación a sido ampliamente estudiada en veterinaria y existe amplia experiencia de comercio entre países de diferentes status sanitarios, cuando se pactan de antemano requisitos técnicos seguros que impiden la transmisión de la enfermedad a los países compradores. En veterinaria se registran datos técnicos como las tablas de Cottral, sobre la sobrevivencia del virus de fiebre aftosa en tejidos, cosa y animales lo que permite estimar riegos de transmisión y datos empíricos sobre la contaminación y la propagación de la enfermedad. Conforme a directrices de la OIE es factible analizar los niveles de riesgo de introducción de la enfermedad a un país, los que pasan por analizar tres componentes el factor país, el factor mercancía y el factor cantidad de intercambios comerciales realizados. 24 Factor País: Conforme a lo determinado por la OIE el factor país está conformado por la prevalencia de la enfermedad, el período medio de incubación, la mortalidad, el tiempo de duración de la enfermedad, la situación respecto de la vacunación, la proporción de animales portadores, el tiempo por el cual los animales pueden ser portadores, indicios hallazgos serológicas y la capacidad de respuesta de los servicios veterinarios. La fiebre aftosa es una enfermedad transmisible caracterizada por su alta difusión capaz de contagiar a rodeos de animales en radios de 13 a hasta 25 kilómetros (OIE) que se produce cuando los animales bovinos no protegidos se enfrentan al virus. La manera de cómo los animales toman contacto con el virus, es lo que se denomina en epidemiología la fuente de infección. Son en estos lugares en donde se generan los nuevos virus de fiebre aftosa que impactan en otros susceptibles sanos o inmunes creando nuevos enfermos los que también pueden, tras mutaciones quebrar la barrera inmunológica de los susceptibles inmunes y presentarse nuevas epidemias. El proceso epidémico significa la asociación de estas variables, fuente de infección y susceptibles a partir de la cual se generan las tres categorías señaladas, susceptibles sanos, susceptibles infectantes y susceptibles inmunes. La posibilidad de que el infectante (fuente de infección) pueda trasmitir el virus está en relación directa a la tasa de contacto (relación de infectantes sobre el total de población) y al tiempo de permanencia en el medio ambiente (tiempo de exposición al virus). Factor proceso epidemico: Un modelo probabilistico (Reed y Froost) establece que frente a un número de casos (enfermos) que aparezca por cada unidad de tiempo Ct+1 estará relacionado al número de susceptibles (S) y a la probabilidad de contacto efectivo (K) entre un individuo susceptible y un infectante, probabilidad dada según la fórmula de Reed y Froost al valor 1-q (C.t) donde qC.t es la probabilidad de un individuo susceptible de escapar al contacto con un caso C en un tiempo (t) y 1q (C.t) su recíproca. Se llega a la conclusión que : Ct+1 =S (1-q C.t) De tal forma que el número de casos nuevos será igual al número de susceptibles multiplicado por la probabilidad de contactos específico entre un susceptible y un caso. Si la tasa de contacto es de P= 0,05 (5 enfermos cada 100) Tiempo T0 T1 T2 T3 T4 Fuente De Infección 1 5 21 48 23 Enfermos 0 1 6 27 75 Si la tasa de contacto fuese de 1 cada 10 animales ( P = 0,10) 25 Tiempo T0 T1 T2 T3 T4 Fuente De Infección 1 10 58 31 0 Enfermos 0 1 11 69 100 El modelo representa una explicación matemática de como se van agotando los susceptibles a medida que avanza la enfermedad y que la misma está en relación directa a las prevalencias encontradas y las unidades de tiempo. En conclusión y en referencia a la situación actual de la República Argentina donde no existen focos de fiebre aftosa las tasas de contactos o la probabilidad de que un animal enfermo contacte con un susceptible es nula o muy baja si establecemos algún margen de error por subrregistros, la probabilidad de que un nuevo susceptible se constituya en una fuente de infección y genere nuevos enfermos es imposible o casi nula si multiplicamos C por cero. Factor Mercancía: La posibilidad de que un agente patógeno se encuentre en la mercadería depende de la capacidad de supervivencia del agente, de las categorías y especies de animales. La supervivencia del agente etiológico esta ligada a la sensibilidad del agente a factores tales como PH y valores de temperaturas de permanencias en el medio ambiente. Las tablas de Cottral en fiebre afosa ilustran sobre el particular. Las tablas extraídas del trabajo “Persistence of food and mouth disease virus in animal their products and the environment “ Cottral G. E. Lab Plumb Island USDA, 1969 muestran la persistencia del virus de la fiebre aftosa en distintos tejidos y han sido confeccionadas luego de la descarga experimental de virus de Fiebre Aftosa. PERSISTENCIA DEL VIRUS AFTOSO EN TEJIDOS VIVOS DE DIAS Observaciones BOVINOS NFECTADOS (DPI)* Trabajo hecho en Plum Island con novillos hereford de 14 a 24 meses Sangre 4 de edad. Tiroides Suprarrenales Páncreas Riñón 8 8 8 6 Bazo 4 Hígado Rumen 4 8 El virus se investigó en cultivos de células de riñón bovino. Todos los novillos presentaron lesiones de aftosa antes de 24 horas post inoculación. En todos los tejidos examinados se aisló virus en la primera prueba, hecha 12 HPI*. Los novillos se sacrificaron a partir de 12 HPI* y hasta 8 DPI* 6 Médula ósea DPI: días postinoculación; HPI: horas postinoculación 26 SUPERVIVENCIA DE VIRUS AFTOSO EN TEJIDOS DE BOVINOS INFECTADOS, ALMACENADOS A TEMPERATURA DE 1 A 40 ºC Tejido Virus Meses Médula ósea Médula ósea Ganglio linfático Ganglio linfático Ganglio hemático A-119 SAT-1 7 7 A-119 SAT-1 A-119 4 4 4 SUPERVIVENCIA DEL VIRUS AFTOSO EN TEJIDOS Y FLUIDOS EN ANIMALES INFECTADOS, MANTENIDOS ENTRE TEMPATURA DE 1 A 7º C. Muestra Sangre Sangre Médula ósea Médula ósea Ganglios Ganglios Sinovia Músculos (lesión) Músculo Músculo (no sangrado) Lengua Lengua Mejilla Intestino Cuero (seco) Pituitaria (extracto) Especie Porcina Bovina Bovina Porcina Bovina Porcina Bovina Bovina Porcina Cobayo Bovina Porcina Bovina Bovina Bovina (comercial) Días 70 60 210 42 210 70 19 3 1 31 33 10 33 6 8 30+ PERSISTENCIA DE VIRUS EN TEJIDOS DE BOVINOS CONVALESCIENTES Y RECUPERADOS Tejidos Lengua Epiglotis Faringe Paladar blando Amígdalas Esófago Tráquea Morro Lesiones podales Lesiones podales Pezuña, bovinos TA: temperatura ambiente Días 23 31 75 196 21 31 23 8 12 10 34 (Reproducido de la Guía de Erradicación de Enfermedades Emergentes, ARS/USDA y revisado por el Centro de Enfermedades Animales de Plum Island, EEUU, marzo de 1979). 27 Como se observan en estas tablas la supervivencia es variable aunque queda bastante claro que las presencia del virus en hueso es importante también lo es para otros productos como las leche en polvo cuya supervivencia es extremadamente delicada (dos años) como también en heno, forrajes, pasturas y en dónde muchas veces se realizan intercambios comerciales del producto sin mayores restricciones. Las carnes bovinas que han sufrido algún proceso de maduración permite en los tejidos un la acidificación que destruye automáticamente el virus VFA y que cuando los valores están por debajo de 6 la supervivencia es nula. Este proceso de maduración se realiza rutinariamente para las reses cuyo destino es la CEE como prerrequisito de embarque en cualquier época incluso en períodos de epidemias históricas. No obstante la posibilidad de eliminar el virus del hueso siempre esta latente. Unidades Animales Importadas: El número de unidades que se intercambien influirá notablemente en la probabilidad de introducción del agente patógeno. Los volúmenes en kilos y las condiciones de almacenamientos determinarán los mayores o menores riesgos. 2) Medidas tendientes a mitigar el riesgo de introducción: • • • • • Certificación de orígenes de animales y/o productos Pruebas serológicas de detección de infección Tratamiento en origen de animales y productos Cuarentena animal Restricción de movimientos 3) Regionalización del riesgo Consiste en la identificación y clasificación de áreas geográficas en categorías de riesgos para un peligro específico, lo que equivale a tener mapas inteligentes con la clasificación de las áreas conforme al riesgo potencial de difundir un agente patógeno hacia otras regiones como consecuencia del proceso de comercialización de animales productos y subproductos. Se entiende por región el conjunto de áreas que pueden ser países completos o zonas de países contiguos delimitadas para fines del control sanitario. De esto resulta que la regionalización en base al riesgo es el proceso de clasificación de áreas geográficas según la situación epidemiológica , la aplicación de medidas sanitarias comunes, la existencia de un sistema de vigilancia epidemiológica y la aplicación de los convenios a nivel frontera. 4) Metodología de regionalización del riesgo: El método practico utilizado en los programas de lucha con la fiebre aftosa es el de la caracterización pecuarias que permite predecir los comportamientos de la enfermedad según las características de la producción regional El CPFA ha trabajado durante mucho tiempo con esta metodología de una manera están regionalizado epidemiológicamente los países de America del Sur. 28 El "Sistema de información y vigilancia de las enfermedades de los animales" constituye la rama sensorial de los servicios que administran programas para el control de las mismas. Estos sistemas están compuestos de dos partes: a) un mecanismo simple y rápido de colecta y procesamiento de datos y b) un mecanismo activo de vigilancia del comportamiento de las enfermedades problema. Este sistema tiene como objetivos principales la caracterización de los ecosistemas regionales de las enfermedades de los animales y el aumento de la efectividad de las actividades sanitarias. Cuando se organiza un sistema de información y vigilancia epidemiológica se debe tener claro que el organizar la información significa ordenar los medios de elaboración y transmisión de los conocimientos necesarios para satisfacer los requerimientos de alguna actividad concreta, para modificar la conducta de los ecosistemas endémicos de una enfermedad animal. En el área de los servicios de salud animal, donde el objetivo es el suministro de servicios técnicos, las actividades sanitarias básicas son las funciones físicas cumplidas por el servicio sanitario mismo. Alrededor de esas funciones materiales se organizan funciones intelectuales con la finalidad de asegurar la elaboración y transmisión de decisiones así como su evaluación. Las actividades sanitarias que llevan a concretar el objetivo del servicio de salud animal constituyen el fundamento en que se apoya el sistema de elaboración e interpretación de la información. La primera etapa para la elaboración del "sistema de información" es hacer una adecuada caracterización de los ecosistemas de la enfermedad y los modos de intervención del hombre sobre estos ecosistemas. La segunda etapa es dar soporte informacional cuando el hombre interviene para modificar un proceso epidemiológico, a través de indicadores que permitan expresar resultados de la intervención del hombre y la red de flujos de información. La última etapa es la elección de los medios, o de la combinación de medios para colectar, transmitir, procesar e interpretar informaciones10. 5) Determinación del riesgo sanitario según las formas de producción pecuarias La Salud Animal es entendida no solo como la eventual presencia o ausencia de una determinada enfermedad de etiología específica, sino como el conjunto de condiciones que determinan las características productivas de una población animal en un momento y espacio concretos. Lo que puede denominarse un perfil de salud y producción animal está indicado, en última instancia por los valores demográficos y productivos de una población. En la composición final de este perfil intervienen, además de las entidades mórbidas de etiología específica, aspectos vinculados a la nutrición, el manejo, los aspectos de aprovechamiento del capital animal, físico, tecnológico, y la genética en lo referente al más adecuado caudal genético para la producción, en relación a la disponibilidad de alimentos y de tecnología apropiada para su manejo y su exposición a riesgos de enfermedades infecciosas. 10 SISTEMA DE INFORMACION Y VIGILANCIA DE LAS ENFERMEDADES DEL GANADO. V.M. Astudillo, R. Deppermann. Boletín Centro Panamericano Fiebre Aftosa 39-40: 3-16, 1980. 29 Estos aspectos de vector negativo para la producción ganadera son contrapuestos por la sociedad con medidas oficiales o privadas destinadas a programas de sanidad animal, el desarrollo tecnológico, la producción de insumos nutricionales, farmacéuticos y biológicos, los créditos, subsidios y otros privilegios financieros provistos como fomento pecuario, son algunos de los servicios ofrecidos por la comunidad para tal fin. La existencia y el grado de desarrollo de estos servicios así como el acceso del productor ganadero a los mismos constituyen un componente igualmente importante del perfil de salud animal de la población. De esta forma, el objetivo principal de la epidemiología como rama del conocimiento de las ciencias veterinarias es definir, conocer y resolver el perfil de salud animal como síntesis de las acciones que sobre la población ganadera producen los problemas de nutrición, manejo, genética y sanidad y de las contra-acciones organizadas por la sociedad para contrarrestarlas. Indicadores para la caracterización de las formas de producción bovina Productividad Considerándose que las formas de producción propuestas constituyen niveles diversos de organización en el sector ganadero, el análisis diferencial de la productividad del trabajo, de la tierra y del capital permitiría evaluar cuantitativamente el grado de inserción de cada una de ellas en el modo de producción capitalista. El siguiente cuadro postula hipotéticamente las relaciones entre las formas de producción ganadera y la productividad de los factores: PRODUCTIVIDAD FORMAS DE PRODUCCION TIERRA Extractivo- extensiva Empresarial de cría Empresarial de leche Empresarial de engorde Mercantil simple Subfamiliar + ++ ++++ ++++ ++ +- CAPITAL ++++ +++ ++ ++++ ++ +- TRABAJO ++++ +++ ++ ++++ + +- Las formas extractivo- extensivas, por su carácter pre-empresarial, poseen una baja productividad de la tierra, el uso de una escasa mano de obra, que puede o no vincularse por relaciones de trabajo asalariadas, y una reducida inversión fija. Las formas familiares por otra parte, obtienen su excedente comercializable por la productividad de la tierra, disponible en proporciones pequeñas, y el subsidio de la fuerza de trabajo familiar. En el campo de la salud animal, los conceptos sobre salud y enfermedad y el método epidemiológico utilizado para su estudio, son explicados con hechos como las patologías y las formas económico sociales de la producción. Es a partir de esta información que Rosenberg y Goic (1973) cuestionan por primera vez el enfoque exclusivamente biológico del problema en especial el de la fiebre aftosa, al señalar el comportamiento diferencial de la enfermedad en distintas áreas geográficas conforme a los tipos o formas de producción imperantes en América del Sur. El uso de estos instrumentos epidemiológicos, denominados indicadores de la producción, como la densidad de población, movimientos de animales, tamaño de rebaños, proporción de machos sobre hembras, proporción de hembras, entre otros, son críticos para la transmisión de la enfermedad, y son los que permitieron explicar el proceso epidémico desarrollado 30 7) caracterización geográfica Para caracterizar en forma rápida y práctica los sistemas de producción se utilizan los indicadores de datos con la orientación de las categorías bovinas y el uso combinado con otra información como la de tipologías. Para realizar una caracterización se utilizan datos de extraídos de los siguientes informes: ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ Informe Estadístico Mensual de SENASA,2001 Mapas del Instituto Geográfico Militar Documento Proyecto PLANARSA, 1985 Indicadores de caracterización pecuaria utilizados en el Programa PROASA, 1982 Empadronamiento Nacional Agropecuario y Censo Ganadero, 1974 Datos recopilados por la Fundación COREPRO, 1998 Dichos datos fueron analizados y se eligieron deliberadamente la construcción de indicadores que midan la producción de cría, de engorde y de leche con la finalidad de sistematizar y homogenizar primariamente grandes regiones del país. Por lo general se toma solo a aquellos indicadores en los cuales la categoría de hacienda “machos castrados” conforman el corte del estudio, asi la relacion de novillos sobre vacas es la variable mas significativa. 8) Tipos de Indicadores construidos: Se definen tres indicadores para medir la participación de las explotaciones pecuarias en la Producción de Carne y un indicador para la Producción de Leche. A continuación se detallan los indicadores y los datos seleccionados para su construcción. 1- CRIA (C.) C.= Nº bovinos para cría (vacas+ vaquillonas) Nº total bovinos 2- RELACION NOVILLO/VACA (N/V) N/V= Nº total novillos (novillos+ novillitos) Nº total vacas cría (vacas) 3- ENGORDE (E.) E= Nº bovinos para engorde (novillos+novillitos) Nº total bovinos 4- % ESTABLECIMIENTOS TAMBO (T.) T.= Nº establecimientos para tambo Nº total establecimientos 9) Construcción de la tipología: 31 El método utilizado consiste en la aplicación de tipologías. Para definir los Tipos de Sistemas de manejo se utilizó el criterio de Tipología Construida de Mckinney1 (1991) y el método de análisis gráfico de la información de Berlín (1977). Este método consiste en elegir variables que tengan comportamiento no homogéneo, las categorías de las variables son diferenciadas por colores y se busca de ir moviendo la posición de las variables y de cada Partido/Departamento hasta dejar próximos aquellos que comparten los mismos colores. Se listan los valores para cada uno de los Indicadores y se establecen bloques de datos de menor a mayor asignándole un valor que va desde nulo a muy alto. 1- CRIA < 0,20 0,20 - 0,39 0,40 - 0,59 0,60 - 0,70 > 0,70 NULO BAJO MEDIO ALTO MUY ALTO 2- RELACIONNOVILLO/VACA < 0,25 NULO 0,25 - 0,50 BAJO 0,51 - 0,99 MEDIO 1 - 2,90 ALTO > 2,90 MUY ALTO 3- ENGORDE < 0,10 NULO 0,10 - 0,14 BAJO 0,15 - 0,34 MEDIO 0,35 - 0,50 ALTO > 0,50 MUY ALTO 4- %ESTABL. LECHEROS < 0,05 NULO 0,05 - 0,09 BAJO 0,10 - 0,19 MEDIO 0,20 - 0,25 ALTO > 0,25 MUY ALTO De esta forma quedan 5 (cinco) categorías de valores para cada tipo construido: Del análisis y comprensión de los datos se establecen una tipología según las diferentes combinaciones que resultan para cada uno de los Partidos /departamentos del país, en relación a los indicadores escogidos de Proporción de Cría, Relación Novillo / vaca, Proporción de Engorde. CRIA: Cría>0,60 N/V<0,49 Eng<0,15 ENGORDE: Cría<0,39 N/V >1 Eng>0,35 MIXTO: Cría 0,39- 0,60 N/V 0,49- 1 Eng0,14- 0,35 De esta forma se considera en color amarillo a la cría, cuando el indicador de cría presenta relaciones mayores de 0,60, el indicador novillos/vacas debe ser menor a 049 y menor de 0,15 para la proporción de engorde. El tipo engorde es de color azul y se agrupan ahí todos aquellos indicadores que para la cría sean menor a 0,39, novillo vaca mayor a 1 y proporción de engorde mayor a 0,35. En cuanto al tipo mixto se considera a aquellas zonas en la cual los indicadores se agrupan en valores de 0,39 a 0,60 para la cría, 0,49 a 1 para la relación novillo vaca y 0,14 a 0,35 para la proporción de engorde, asignándole a este tipo mixto el color verde. Con esos colores se pintan los mapas que se adjuntan al presente trabajo y describen en una apreciación visual grandes manchas coloridas que indican regiones homogéneas de producción (ver mapas Nº 1 y Nº 2) 10) Resultados finales y conclusiones: En la década del `80, el Servicio de Luchas Sanitarias (SELSA) en colaboración con el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, con la metodología empleada para la regionalización de la ganadería utilizando variables económico-sociales (tamaño medio de los rebaños y de las explotaciones), de ciclo comercial de la ganadería (egresos para cría y faena) y otras como la relación novillo/vaca y la densidad definen tipos de producción (cría o engorde). Implícitamente quedan también comprendidas las variables ecológicas, que guardan una relación estrecha con las anteriores. 32 En base a esto se definieron en esos años, los tipos ganaderos de producción de la República Argentina que se describen a continuación: ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ Explotaciones ganaderas subfamiliares. Explotaciones ganaderas familiares. Explotaciones ganaderas familiares especializadas en engorde. Explotaciones de cría extensiva-extractiva. Engorde extensivo. Empresarial de leche. Empresarial de cría. Empresarial de engorde. En otros estudios de caracterización realizados en el 2001, permite la comparación de la construcción de los mapas del año 1983 versus el año 2001, se consideró unificar los criterios de caracterización ya que en los `80 se utilizaron un conjunto de variables que incluían las de tipo económico y que no fueron consideradas en la caracterización actual. La no consideración, no pasa por desconocer la importancia que las mismas tienen en el análisis epidemiológico para este tipo de estudios sino en la complejidad resultante de investigaciones que requieren de recursos económicos adicionales imposibles El resultados del 2001 indica tipos que se detalla a continuación: ¾ Explotaciones dedicadas a la Cría: Abarca los tipos subfamiliar (bajo índice de producción y baja densidad bovina), familiar (de mayor densidad que la anterior), de cría extensiva-extractiva (de baja densidad y baja relación novillo/vaca) y empresarial de cría. ¾ Explotaciones de tipo Mixto: Comprende los sistemas familiares especializados en engorde. ¾ Explotaciones dedicadas al Engorde: Agrupan aquí los tipos de engorde extensivo (explotaciones de gran tamaño con una alta relación novillo/vaca) y empresarial de engorde con una muy elevada relación novillo/vaca en establecimientos relativamente grandes y de alta densidad bovina). ¾ Explotaciones de tipo Tambero: Corresponde al sistema empresarial de leche, que posee elevada densidad bovina, muy baja relación novillo/vaca y ausencia de importancia ganadera en la pequeña propiedad. 12) Cambios operados en Indicadores de la Producción en la Argentina: Los resultados obtenidos muestran una clara modificación con respecto al estudio de la distribución realizado por SENASA en 1983, lo que indica el carácter dinámico del sistema pecuario y su influencia en la forma de presentación geográfica de la fiebre aftosa. Es posible observar una dispersión en los sistemas ganaderos. De la comparación de ambos estudios surge que en la década del `80 se concentraban en la zona Central de la República Argentina, donde existía un claro predominio de la explotación de tipo engorde. Esto queda también demostrado por la proporción novillo/vaca que alcanza un valor cercano e incluso superior a 1 principalmente en el NO de la Provincia de Buenos Aires, la casi totalidad de la Provincias de Santa Fe y Córdoba, la región NE de La Pampa y el Sur de la Provincia de Entre Ríos. En la actualidad, los sistemas productivos toman una distribución mas diseminada a lo largo del Territorio Nacional, desplazándose hacia zonas antes poco aprovechadas e incluso donde los 33 recursos tecnológicos y productivos no eran los adecuados para realizar este tipo de explotaciones Los mapas que se adjuntan muestran una dispersión de áreas cuando se comparan la caracterización realizada en 1983 con respecto a la construida actualmente en 2001.(ver mapas). La dispersión se orienta sobre todo hacia la Región Noroeste, destacándose la Provincia de Salta en donde, particularmente, se observa que la proporción de “macho castrado” ha ido en aumento, lo que concuerda con el cambio en el tipo de explotación. Es en estas regiones donde la recría pasó a ser determinante en la continuación del ciclo productivo. Como ejemplo de lo citado, tomamos los departamentos de Rivadavia (Salta) y Rosario de la Frontera (Salta) en donde se observan cambios importantes. En ambos casos se ve que, según la caracterización del año 1983, el tipo predominante de producción es la Cría, lo que concuerda con los valores elevados del indicador “Cría” (que reflejan una mayor proporción de hembras sobre el total de la población bovina) y reducidos valores de “Engorde” y “Proporción Novillo/Vaca”. Esta tendencia se revirtió en el año 2001, pasando a convertirse en regiones dedicadas al Engorde. Rivadavia (Salta) 1983 2001 Rosario de la Frontera(Salta) C(Cría) N/V E(Engorde) (Novillo/vaca) 0,62 0,27 0,22 1,48 0,09 0,28 1983 2001 C(Cría) N/V E(Engorde) (Novillo/vaca) 0,60 0,41 0,23 1,85 0,10 0,41 El ejemplo opuesto se percibe en la Provincia de Buenos Aires. Si tomamos como ejemplo el Partido de Nueve de Julio, vemos que el tipo de explotación predominante en el año 1983 es el Engorde, con una alta proporción de machos con respecto al total. Tal situación se contrapone con la descripta por la nueva caracterización, en donde la dispersión antes mencionada determina que se pase a un sistema de producción del tipo Cría. Nueve de Julio (Buenos Aires) 1983 2001 C(Cría) N/V (Novillo/vaca) E(Engorde) 0,49 0,54 1,22 0,34 0,38 0,14 Un dato a tener en cuenta es lo que ocurre en la Provincia de Chubut, en los departamentos de Gaiman, Biedma, Rawson y Telsen, en donde el tipo de explotación pasó a ser Mixto, aumentando la proporción de machos con respecto al año 1983. Chubut INDICADORES 2001 GAIMAN RAWSON TELSEN BIEDMA C(Cría) N/V (Novillo/vaca) E(Engorde) 0,40 0,51 0,56 0,54 1,29 0,76 0,49 0,39 0,34 0,30 0,19 0,15 Por otra parte si consideramos un solo indicador como la relación Novillo Vaca y analizamos comaparativamente las regiones que sufrieron cambios desde 1983 a la actualidad se 34 observa una marcada tendencia en el pase de zonas de invernada hacia la cría, en especial en la provincia de Buenos Aires. Tal como lo demuestran las tablas obtenidas a partir de la relación novillo/vaca (Indicador tomado como referencia para la comparación), podemos observar diferencias importantes entre ambos años, siendo la tendencia ascendente o descendente según la región de que se trate. Así tenemos, tal cual lo describiéramos anteriormente, que en la zona del Noroeste Argentino la relación novillo/vaca es ascendente debido a un aumento de la proporción “macho”, llegándose incluso a valores cercanos e incluso superiores a 1 como ocurre en la Provincia de Santiago del Estero. Queda también demostrado la dispersión de la producción pecuaria en la Región Central, remarcándose lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires, donde se perciben cambios tan notorios como el caso de 9 de Julio y G. Pinto. La siguiente tabla fue construida con datos de 1983 y 1998 de la fuente COREPRO y permite visualizar ese corrimiento progresivo señalado anteriormente: PARTIDO H. IRIGOYEN PEHUAJO A. ALSINA G. PINTO 9 DE JULIO DAIREAUX LINCOLN C. CASARES G. ALVARADO G. PUEYRREDON C. SUAREZ BRAGADO 1983 1.92 1.68 1.16 1.24 1.22 1.34 1.23 1.25 0.78 0.83 0.77 0.83 1998 1.44 1.41 1.03 0.68 0.8 0.79 0.7 0.86 0.96 0.51 0.65 0.48 2001 0.67 0.99 0.71 0.28 0.34 0.72 0.6 0.76 0.6 0.75 0.64 0.34 De igual manera es factible analizar los cambios operados en el Noroeste Argentino en donde Provincias como Santiago del Estero aparecen con modificaciones importantes que indican una tendencia hacia la producción pecuaria en especial en Rivadavia y Belgrano. En la siguiente tabla se muestra la progresión del cambio a recría y engorde para algunos departamentos. Provincia de Santiago del Estero DEPARTAMENTO 1983 2001 AGUIRRE FIGUEROA MITRE MORENO SALAVINA MATARA 0.33 0.23 0.28 0.38 0.12 0.32 0.22 0.38 0.39 0.41 0.44 0.41 35 ATAMISQUI COPO ALBERDI BELGRANO RIVADAVIA 0.14 0.27 0.32 0.67 0.77 0.59 0.77 0.77 0.93 1.29 En la Provincia de Tucumán se observa una tendencia a la recría en los departamentos de la siguiente tabla al establecer la comparación con los datos del 2001. Provincia de Jujuy DEPARTAMENTO V.GRANDE TILCARA S ANTONIO TUMBAYA HUMAHUACA 1983 2001 0.33 0.39 0.39 0.35 0.32 0.56 0.49 0.43 0.50 0.68 1983 2001 0.25 0.24 0.28 0.22 0.18 0.32 0.37 0.37 0.42 0.28 0.56 0.67 Provincia de Tucumán DEPARTAMENTO TRANCAS BUURRUYACU FAMAILLA CHICLIGASTA LEALES C.ALTA Este trabajo pretende servir como guía de decisiones en estrategias de Salud Animal para aplicar en planes de control y/o erradicación y como orientativo de evaluaciones sanitarias Si bien pueden hacerse inferencias en base a los indicadores utilizados sobre los niveles riesgos de presencia de enfermedades, la utilización de los mismos pretenden solo ser parámetros generales a partir de los cuales resulta prudente investigar mas fondo cada una de las áreas detectadas como diferentes. No obstante esta metodología de caracterización propuesta permite de manera bastante simple aproximar una realidad de caracterización pecuaria, siendo factible su extrapolación a otros niveles de conducción tanto local como regional. Lo realizado representa un acercamiento al objetivo final del mismo, ello es, poder hacer un análisis de riesgo de la presentación de la fiebre aftosa, y poder ser utilizado para otras enfermedades de ocurrencia a nivel nacional. Por otra parte este trabajo a evidenciado los cambios operados desde 1983 a esta parte que deberían ser tenidas en cuenta en la formulación de planes de Salud Animal. La implementación de indicadores son una herramienta práctica que permita observar los cambios dinámicos que se producen en los Sistemas Productivos y su necesidad de actualización permanente. En la siguiente pagina se observa el mapa Nº1 y Nº 2 que establece la comparación de la caracerización realizada en 1983 con respecto a la del año 2001. 36 FORMAS DE PRODUCCION PECUARIA EN LA REPUBLICA ARGENTINA 1983 2001 37 Manejo de Información a nivel local: Construccion de otros indicadores A los efectos de evaluar el riesgo de introducción de la fiebre aftosa a una región deben considerarse conceptos tales como, la vulnerabilidad y la receptividad. Se entiende por vulnerabilidad por la capacidad que tiene el agente de traspasar las barreras de prevención o contención instaladas en los programas de prevención, mientras que receptividad está ligada a la capacidad que tiene el agente de sobrevivir en el medio una vez aparecido. Una serie de planillas a modo de esquema fueron propuestas por Astudillo V. (2001), y permiten revisar y actualizar cada uno de los pasos de la vigilancia como también evaluar la eficacia y eficiencia del servicio de vigilancia a nivel local. Alguna de las planillas pueden contener una evaluación numérica y también pueden ser completadas cualitativamente como bueno, muy bueno regular o malo. Estas consideraciones van a depender de la situación epidemiológica encontrada en cada lugar que analicemos. En las tablas siguientes Nº 1 y Nº 2 se puede observar como se calcula el nivel de riesgo por la variable vulnerabilidad y receptividad Tabla Nº 1-Indicadores de vulnerabilidad de una área frente a la fiebre aftosa . Indicadores de amenaza ocurrencia (puntos)* 1. Existencia de propietarios en el exterior próximo con conexiones en el interior del área 2. existencia de propietarios internos con saldos poblacionales no explicables y presencia de "revoleadores" 3. existencia de ingresos "informales" de animales 4. ocurrencia de focos en áreas vecinas 5. ocurrencia de focos "importados" de f. aftosa en el último año. 6. gran influencia externa por flujos de ingreso de animales al área, sea a propiedades, remates/ferias o mataderos. 7. grandes y frecuentes concentraciones de animales (remates-ferias) en la área 8. falta caracterización epidemiológica de los flujos de ingreso de animales (Origen, trayectoria, puntos de entrada, destino) a propiedades del área, mataderos, remates/ferias y de su nivel de riesgo. 9. falta de comunicación previa desde el lugar de origen de los animales, así como "comunicación horizontal" con ellas para "acordar" medidas de control en origen, cuando se presentan situaciones de riesgo en aquellas áreas. 10. falta de una adecuada estrategia epidemiológica local para el control sanitario del ingreso al área y del tránsito de animales, cualquiera que sea su destino dentro del área. 38 11. inefectividad de las diversas modalidades de control sanitario para reducir el riego de eventual ingreso de la infección al área. TOTAL * 0= no existe amenaza, ausencia; 1= poca amenaza; 2= moderada amenaza; 3= elevada amenaza. Vulnerabilidad alta = 16 puntos o más. Vulnerabilidad media = 7 a 15 puntos y no más de dos indicadores de elevada amenaza. Vulnerabilidad baja = 6 puntos o menos y ningún indicador de elevada amenaza Tabla Nº2 Indicadores de receptividad de una área frente a la fiebre aftosa. Indicadores de amenaza ocurrencia (puntos)* 1. existen condiciones ecológicas del sistema productivo local para realimentar la infección, en ausencia de influencias externas, como ser el tamaño grande de los rebaños baja densidad, baja natalidad, alta proporción de vacas y lenta renovación poblacional 2. baja cobertura efectiva de vacunación en cada etapa, de la población bovina del área. 3. fallas en la eficacia para controlar los focos (no interrupción de la exposición y de la transmisión) con la consiguiente ocurrencia de focos secundarios 4. no identificación de casos y contactos y liberación inmediata de todos los animales de la propiedad afectada, una vez cerrado el foco, sin ningún cuidado específico como la ausencia de seguimiento clínico y/o serológico de esos animales y de orientaciones tendientes a reducir el riesgo de propagación. Total * 0= no existe amenaza, ausencia; 1= poca amenaza; 2= moderada amenaza; 3= elevada amenaza. Receptividad alta = 7 puntos o más. Receptividad media = 4 a 6 puntos y ningún indicador de elevada amenaza Receptividad baja = 3 puntos o menos y ningún indicador de elevada amenaza. 39 Para medir riesgo por fiebre aftosa se analiza a continuación las tres variables que son las relativas a la situación epidemiológica del foco de F. Aftosa, las actividades de control y las de medidas estructurales de participación social. Todas ellas pueden ser mensuradas en un puntaje que se le anexa a la Tabla Nº 3 Tabla Nº 3 Evaluación del riesgo de Fiebre Aftosa mediante la medición de las variables de la situación epidemiológica, las actividades de control y las condiciones estructurales para el control. VARIABLES i. Situación Epidemiológica 1. sistema de información: notificación 2. ocurrencia de focos 3. persistencia de la ocurrencia. 4. vulnerabilidad. riesgo. 5. receptividad. riesgo. 6. riesgo de mantención de la infección 7. riesgo de propagación de la infección. puntos clasificación Total ii. Actividades de Control de la Fiebre Aftosa 1. vacunación. 2. control de focos. 3. confirmación laboratorial. 4. control de movimiento de animales 5. vigilancia sanitaria. total iii.. Condiciones Estructurales Sociales para el Control de la F. Aftosa 1.capacidad de atención. 2. participación social. 3. coordinación intersectorial. 4. alianzas estratégicas. 5. comunidad conciente. TOTAL • área significa ( municipio/ partido / departamento) 40 Tabla Nº 4 Medición de la variable Situación epidemiológica en fiebre aftosa . Sistema de informacion: notificación a) ärea no activa y no silenciosa b) área activa y no silenciosa c) área activa y/o silenciosa 2. ocurrencia de focos. año. a) ninguno (caso 1.a) b) hasta 6 (caso 1.b) c) más de 6 (casos 1.a y 1.b) y caso 1.c. 3.persistencia de la ocurrencia a) ausencia durante todas las semanas b) más de 10 semanas de ausencia (contínua) c) 6 a 10 semanas de ausencia (cont.) d) 2 a 5 semanas de ausencia (cont.) e) menos de 2 semanas de ausencia (cont.) 4. vulnerabilidad. riesgo. a) baja b) media c) alta 5. receptividad. riesgo. a) baja b) media c) alta 6. riesgo de mantención de la infección 6.1. persistente. condiciones: a) vulnerabilidad baja b) receptividad alta c) demografia animal * densidad - baja * rebaño - grande * renovación poblacional lenta d) egreso intenso de bovinos no terminados 6.2. periódica/estacional. condiciones: a) vulnerabilidad alta b) receptividad baja/media c) demografía animal * densidad - alta * rebaño - medio/grande * renovación poblacional alta d) egreso intenso de bovinos terminados puntos 0 5 10 0 5 10 0 2 5 8 10 0 5 10 0 5 10 10 6 6.3. Ocasional. condiciones: a) vulnerabilidad baja 41 b) receptividad media/baja c) demografía animal * densidad - alta/media * rebaño - medio/pequeño * renovación poblacional- alta/media d) egreso variable de animales y de productos 7. riesgo de propagación de la infección. 7.1. alta por condiciones estructurales a) vulnerabilidad baja b) receptividad alta c) demografía animal * densidad - baja * rebaño - grande * renovación poblacional lenta d) egreso intenso de bovinos no terminados 7.2.alta/media por condiciones comerciales a) vulnerabilidad alta b) receptividad media/baja c) grandes centros de concentración y distribución de animales d) intensa comercialización de animales 7.3. Baja. a) vulnerabilidad baja b) otras condiciones productivas, comerciales y de manejo, que las ya mencionadas en 7.1,7.2 Clasificación de la Situación Epidemiológica Buena Regular Mala 0 10 8 <3 puntos < 15 15 a 42 > 42 Este modelo establece un score que clasifica a la situación en buena regular o mala lo que permite con esos valores ser utilizada a nivel local. 42 TABLA Nº 5 II Medición de la Variable Acciones de control de la Fiebre Aftosa puntos 1. vacunación. 1.1. cobertura de vacunación a) más de 90% 2 b) 70 a 90 % 6 c) menos de 70 % 10 1.2. cumplimiento del período de vacunación a) más de 30 días 6 b) 30 días o menos 2 1.3. cumplimiento de metas: tareas y responsabilidades a) 100% 0 b) 80 a 99% 4 c) menos de 80% 8 1.4. actualización de los datos poblacionales a) (s/n) "localidades" con discrepancias en la cantidad de propiedades bovinos s: 10 n: 0 bb) (s/n) propiedades con discrepancias en la dotación bovina s: 10 n: 0 2. control de focos. 2.1. notificación: demora a) menos de 1 día 0 b) 1 a 3 días 5 c) más de 3 dias 10 2.2. notificación comunitaria a) más de 80% <2 b) 50 a 80% 5 c) menos de 50% 10 2.3. atendimiento del foco a) menos de 8 hrs. 0 b) 8 hrs. a 24 hrs. 5 c) más de 1 día 10 2.4. conocimiento del origen a) 81 a 100% de los focos <2 b) 50 a 80% 5 c) menos de 50% 10 2.5. colecta de muestras a) 100% 0 b) 70 a 99% 5 c) menos de 70% 10 2.6. duración de los focos a) 2 semanas o menos 0 b) entre 2 y 4 semanas 5 c) más de 4 semanas 10 43 2.7. focos secundarios a) en ningún episodio b) 1 a 10 % de los episodios c) en más de 10 % de los episodios 2.8. seguimiento de animales post cierre foco a) 100% de los focos b) 70 a 99 % de los focos c) menos de 70 % de los focos 3.confirmación laboratorial. 3.1. calidad de muestras a) 95 a 100% de los focos b) 75 a 94% de los focos c) menos de 75% de los focos 3.2. demora del diagnóstico. a) 2 días o menos b) 3 a 5 días c) más de 5 días 3.3. focos vesiculares con identificación del agente a) 100% de los focos b) 70 a 99% de los focos c) menos de 70% de los focos 4.control de movimiento de animales 4.1. Comunicación previa de origen. a) 95 a 100% de las "tropas" b) 70 a 94% de las "tropas" c) menos de 70% de las "tropas" 4.2. origen de las "tropas": áreas en riesgo a) menos de 20% de las "tropas" b) 21 a 40 % de las "tropas" c) más de 40% de las "tropas" 4.3. riesgo en origen, acuerdo: control en origen a) 80 a 100 de los flujos b) 50 a 79% de los flujos c) menos de 50% de los flujos 4.4. control de los flujos que ingresan al área a) 80 a 100% de los flujos b) 60 a 79% de los flujos c) menos de 60% de los flujos 4.5. Detección de problemas: "tropas" en tránsito. a) menos de 10% de las tropas en tránsito b) 11 a 20% de las tropas en tránsito c) más de 20% de las tropas en tránsito puntos 0 5 10 0 5 10 <2 5 10 0 5 10 0 5 10 <2 5 10 <2 5 10 <2 5 10 <2 5 10 <2 5 10 44 4.6. Seguimiento en destino de "tropas" salidas de áreas con riesgo. a) 100% de las "tropas" b) 80 a 99% de las "tropas" c) menos del 80% de las "tropas" 5. vigilancia. 5.1. funciones. a) (s/n) reúne y mantiene actualizada información sobre componentes epidemiológicos, factores de riesgo y efecto de las medidas aplicadas b) (s/n) detecta cambios zootécnicos, económicos, políticos, sociales que puedan afectar la conducta de la fiebre aftosa. c) (s/n) orienta y/o recomienda em forma oportuna medidas de prevención y control d) (s/n) identifica áreas de riesgo y aplica "medidas selectivas" en ellas e) (s/n) establece prioridades en la entrega de servicios. f) (s/n) evalúa los efectos de las medidas aplicadas • • n:10 s: 0 n: 10 s: 0 n: 10 s: 0 n: 10 s: 0 n: 10 s: 0 n: 10 s: 0 5.2. procedimientos a) (s/n) mantiene mapa inteligente del área con la distribución espacial de los sistemas de producción (por localidades). b) (s/n) mantiene mapa inteligente del área con la trayectoria de los flujos de movimiento de animales cualquiera indicando la finalidad c) (s/n) mantiene mapa inteligente del área con la localización de las propiedades con ganado, mataderos y remates/ferias d) (s/n) mantiene catastro poblacional actualizado (a partir de datos de vacunación y de tránsito). e) (s/n) mantiene mapa inteligente del área con las ocurrencias y las áreas de riesgo f) (s/n) utiliza métodos activos para la detección de la enfermedad como: • puntos 0 5 10 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 monitoreo (clínico/ serológico) de propiedades de riesgo en subáreas. rastreamiento ante problemas detectados con datos de mataderos, remates/férias y tránsito muestreos serológicos y uso de centinelas cuando sea necesario 5.3. ampliación de capacidad sensorial a) (s/n) vigilancia comunitaria a nivel del comité local del área b) (s/n) "capilarización" de la participación social en las acciones de vigilancia a través de los " grupos comunitarios de apoyo", formados en cada subárea especialmente con ese propósito c) (s/n) coordinación con otras instituciones para desarrollar un trabajo de vigilancia conjunto con mataderos, remates/ferias, inspectorías de control de tránsito de animales y veterinarios privados. puntos n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 n: 6 s: 0 5.4. enfoque de riesgo a nivel local 45 a) (s/n) identificación de subgrupos poblacionales (lugares del área) que sean más vulnerables (y/o receptivos) a la enfermedad y cuales son los factores Responsables por ese mayor riesgo. b) (s/n) posibilidad de mejorar la equidad de la atención, aumentando la disponibilidad de atención (realojar re- cursos en función de necesidades), la accesibilidad (atender con frecuencia) y la cobertura de servicios, a través de una estrategia "selectiva” de atención. c) (s/n) evaluación de la modificación de los factores de riesgo: efectividad de las acciones específicas. clasificación de la situación buena regular mala n: 10 S: 0 n: 10 S: 0 n: 8 S: 0 puntos < 34 34 a 160 > 160 46 TABLA Nº 6: Medición de la III Condiciones Estructurales Sociales para el Control de la F. Aftosa 1. capacidad de atención. 1.1. accesibilidad (distancia, tiempo, costo) a) dtc bajo b) dtc medio c) dtc alto 1.2. disponibilidad (recursos para atención) a) adecuada b) media c) escasa 1.3. cobertura a) alta b) media c) baja 1.4.efectividad a) alta b) media c) alta 1.5. equidad (atención de sub-áreas de riesgo) a) alta b) media c) baja 2. participación social 2.1. existencia de participación social junto a sector oficial a) construcción colectiva del proceso zoosanitario b) ser parte de algunas decisiones c) sólo colaborar d) ninguna 2.2. formas de materializar la participación junto al sector oficial . a) (s/n) influir en forma organizada (comités) en la identificación de problemas y necesidades, en su análisis, en la selección y negociación de soluciones (concertación de acuerdos con otros actores sociales). b) (s/n) asumir compromisos y responsabilidades en el proceso de implementar la solución; movilizar voluntades, influencias y recursos para viabilizar la solución elegida c) (s/n) evaluar el cumplimiento de las responsabilidades asumidas por los actores sociales participantes d) (s/n) mejorar el desarrollo de los actores sociales e incorporar nuevas fuerzas sociales, dando continuidad al proceso participativo, produciendo impacto sobre metas y objetivos sanitarios e) (s/n) organizar e implementar el funcionamiento del comité local, junto a la operación de la representación oficial en la área puntos <2 5 10 0 5 10 0 5 10 0 5 10 0 5 10 0 2 4 10 s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 S0 n: 8: s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 47 f) (s/n) "capilarización" del sistema participativo al interior del área, a nivel de distritos o subáreas que componen la área, creando los "grupos comunitarios de apoyo" dependientes del comité local del área. 3. coordinación intersectorial a) (s/n) con otros servicios del própio sector como son los de extensión, fitosanitarios. b) (s/n) con instituciones oficiales nacionales: educación, ciencia y tecnología, medio ambiente y aduanas, fuerzas armadas y de seguridad, salud pública y otros. c) (s/n) con instituciones oficiales provinciales y municipales . puntos s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 s: 0 n 8 s: 0 n 8 4-Alianzas Estratégicas. a) (s/n) con organizaciones de productores y de empresarios de los diversos segmentos de las cadenas productivas y agroalimentarias, relacionadas con la ganadería b) (s/n) con organizaciones gremiales de veterinarios, de agrónomos y de zootecnistas 5. comunidad conciente. a) (s/n) que haya un mayor conocimiento sobre la f. aftosa en diversos segmentos de la sociedad (características, riesgos, y disposiciones de los programas. b) (s/n) sensibilizar a la gente que trabaja con los animales para desarrollar habilidades para reconocer condiciones de manejo que eviten riesgos, dando énfasis a los aspectos preventivos Clasificación de la situación Buena Regular Mala s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 s: 0 n: 8 puntos < 28 28 a 100 > 100 48 3) Resumen de las actividades de vigilancia epidemiológica que deben realizarse en cada unidad local • • • • • • • • • • • • • • • Movilizar a la comunidad para que participe activamente en la detección y notificación de episodios vesiculares a través de reuniones periódicas locales. Fortalecer el sistema de vigilancia local, dándole mayor “capilaridad”, creando en cada localidad “grupos comunitarios de apoyo a la vigilancia” formados por 3-5 “personas claves” elegidas por su liderazgo y conocimiento local. evaluar el funcionamiento de estos grupos. Atender oportunamente toda sospecha de episodio vesicular comunicando al veterinario referente regional. Mantener una caracterización actualizada, en el mapa del municipio, de los flujos de tránsito de animales de entrada y salida al municipio hasta el nivel de localidad, según lugar de origen y destino. Establecer comunicaciones “horizontales” con esos lugares y acordar medidas complementarias con los respectivos comités locales. Implementación de puestos fijos y equipos móviles de fiscalización en caminos con la evaluación mensual o quincenal de estas actividades y sus efectos. Caracterización del ingreso/egreso de animales a locales de ferias y subastas del municipio, según lugar de origen y destino. establecer comunicaciones “horizontales”con esos lugares e inspeccionar los eventos en las concentraciones. evaluación periódica de estas actividades. Caracterización del ingreso de animales a los mataderos del municipio, según lugar de origen. establecer comunicaciones “horizontales”con esos lugares. demandar los resultados de la inspección sanitaria de cada matadero con la evaluación periódica de estas actividades. Programar y evaluar las actividades de inmunización sistemática del ganado en cada ciclo de vacunación e identificar los productores más “resistentes” a cumplir con lo programado. Disponibilidad oportuna de vacuna. coberturas de vacunación programadas para cada establecimiento. Evaluación posterior a cada ciclo de vacunación por el comité local y verificar los compromisos asumidos por los actores sociales de cada lugar. Programar y evaluar las actividades de comunicación social y educación sanitaria evaluación periódica (mensual). Capacitación de personal de acuerdo con las necesidades en este tema. evaluación periódica y revisión de las necesidades. Mantener actualizado el catastro de propiedades pecuarias, esta es una de las actividades de los “grupos comunitarios de apoyo” en cada “villa/caserío”, evaluación periódica de los avances logrados. calificación de la confiabilidad de los datos. Mantener actualizado, en el mapa municipal, la caracterización espacial de los tipos de explotación animal con evaluación periódica. Hacer un seguimiento, en el mapa del municipio, de las diversas ocurrencias sanitarias. Establecer los niveles de riesgo para f. aftosa según villas/caseríos en el mapa (sistema de explotación, movimiento de animales, ocurrencias, etc.). revisar regularmente los riesgos de vulnerabilidad y de difusión. establecer modalidades sanitarias según riesgos. evaluar continuamente sus efectos. 49 Tabla Nº 7 Medición del riesgo para la fiebre aftosa a nivel establecimientos ganaderos Propiedades/ factores de riesgo Presencia*. Propiedades con ingresos "informales" de animales. Propiedades de "acopiadoras" de ganado, de compra y venta revoleadores Propiedades con saldos poblacionales no explicables Propiedades vecinas a corrales de centros de remates, de ferias, de mataderos, de revoleadores o de propiedades que ingresan animales informalmente. Propiedades vecinas a donde hubo focos de Fiebre Aftosa Propiedades vecinas a limites internacionales nacionales con país/región de riesgo mayor o desconocido . Propiedades próximas a fronteras cuyos propietarios tienen propiedades en país/ región vecino de riesgo, o intercambian ganado con ellos Propiedades con omisión en vacunaciones de últimos dos años. Propiedades con bajas coberturas en las últimas 4 vacunaciones Propiedades que tuvieron f. aftosa en los últimos 18 meses . Propiedades grandes o constantes ingresos de personas y/o vehículos a la/ o a través de la propiedad. * marcar con una x 50 BIBLIOGRAFÍA: ALMEIDA FILHO Epidemiología sin números, serie Paltex OPS/OMS, 1992. ARMIJO Y ROJAS, R Epidemiología.Tomo I, Intermédica Ed.. Bs. Aires Argentina, 1974. ASTUDILLO VICENTE, Sistemas de Información y Vigilancia de las Enfermedades Vesiculares de las Américas. Utilización de Mapas de Coordenadas, .Rev. OIE 1983 2 (3) Pág. 725 a 738. ASTUDILLO, VICENTE Análisis de Riesgo, su importancia, metodología y su aplicación. Seminario COSALFA/OPS, Venezuela, 1996. ASTUDILLO, V.M. Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (OPS/OMS), 1986. 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