Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones XIV Congreso Internacional de la Academia de Ciencias Administrativas A. C. (ACACIA) Capítulo: Administración Multicultural Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones para los Estudios Organizacionales Christiane A. Molina c-electrónico: A00793120@itesm.mx Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey Av. Fundadores y Rufino Tamayo Valle Oriente, Garza García, N. L. 66269 México Tel: (+52 81) 86256235 Fax: (+52-81) 86256098 Monterrey, Nuevo León, Abril 27-30, 2010 1 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones Hibridismo Cultural: Definición e Implicaciones para los Estudios Organizacionales Abstract En la tradición de los Estudios Organizacionales la perspectiva cultural ocupa un lugar importante, sin embargo algunos críticos han señalado la necesidad de imprimirle un nuevo enfoque, dado su carácter estático y falta de cambio. Este ensayo explora el concepto de hibridismo cultural desde las perspectivas postmodernistas y post colonialistas que resaltan la necedidad de generar teorías alternativas que permitan responder a las condiciones del entorno global actual. En particular, en el contexto Latinoamericano, estos enfoques epistemológicos nos permiten descubrir la pluralidad que proviene de los contrastes existentes y de la multiplicidad étnica, social, política y económica. De esta forma, se analizan dos propuestas que en las últimas décadas han marcado el uso del concepto de hibridación cultural en el ámbito organizacional: la realizada por Homi Bhabha (1994), asociada con la teoría postcolonial y la propuesta desarrollada por Néstor García Canclini (1990), que se centra en el contexto de la modernidad de América Latina. Aunque la definición del concepto parece estar aun en una etapa temprana de desarrollo, la ausencia de claridad de los métodos aplicables para su estudio pudiera representar un mayor reto para motivar la investigación empírica. Asimismo, en este nivel de conceptualización no parece posible desentrañar la posible utilidad práctica de este enfoque. Palabras Clave: Hibridismo, Estudios Organizacionales, Cultura. 2 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones para los Estudios Organizacionales En la tradición de los estudios organizacionales, la consideración del lado humano del trabajador, principalmente promovida por la escuela de relaciones humanas, constituyó el fundamento básico para la introducción del concepto de cultura en el campo de la administración (Dávila y Elvira, 1999). Dicho concepto, cuyas raíces teóricas se pueden encontrar en la antropología, se popularizó en la década de los ochenta, y ocupa aún un lugar importante en los estudios organizacionales, a pesar de los diversos debates surgidos en relación con su definición y utilidad práctica (Dávila y Elvira, 1999; Smircich, 1983). Aunque se han realizado críticas importantes como intento para promover modificaciones en el uso de la perspectiva cultural en la investigación, al parecer, la mayoría de los teóricos se refieren al concepto como estático y carente de cambio (Ajiferuke y Boddewyn, 1970). En esta línea, movimientos epistemológicos tales como el postmodernismo y el postcolonialismo, apuntan a la necesidad de generar teorías alternativas que respondan mejor a las condiciones del entorno global actual y en especial al desarrollo de la teoría desde una perspectiva internacional. En particular, en el contexto latinoamericano, estos movimientos epistemológicos nos permiten descubrir la pluralidad del contexto social, caracterizado por una multiplicidad étnica, social, política y económica al igual que por un gran contraste en todos estos aspectos. En la actualidad, la diversidad es una constante que también caracteriza el entorno de los negocios en la región. Primero, podemos señalar su naturaleza plural, representada por las cada vez más numerosas fusiones y adquisiciones, el crecimiento de las multinacionales o el aumento del movimiento de capitales alrededor del mundo. Además, la movilidad de la fuerza laboral, en gran medida soportada por los desarrollos tecnológicos en comunicaciones y transporte, continúa presentando una tendencia creciente. También, los cambios en el poder económico así como las reconfiguraciones en las políticas gubernamentales que en algunos casos intentan mezclar elementos del libre mercado con otros de corte socialista están presentes en esta región. 3 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones En la década de los sesenta, algunos investigadores que utilizaban la perspectiva cultural para el análisis organizacional, empleaban el concepto de cultura como una forma para demarcar fronteras nacionales o como herramienta para la medición de características particulares de sus habitantes (Frenkel, 2008; Rodríguez, 2005), lo que fomentó el definir cultura como una forma pura, estable y continua. A pesar de esta tendencia, a inicios del Siglo XX, se comenzó a gestar un debate teórico que colocaba a la cultura como principal arma para cuestionar la existencia de formas raciales puras, a la vez que señalaba la relevancia de las interacciones sociales y su relación con el contexto. De dicho debate se derivaron propuestas que introdujeron la noción de cultura híbrida, inicialmente en el campo de la antropología y literatura (Rodríguez, 2005; García, 2000) para posteriormente encontrar un lugar dentro de los estudios organizacionales. Autores que introdujeron la noción de cultura híbrida, la definieron como la reunión de formas diversas y se enfocaron especialmente en el encuentro de etnias diferentes (Rodríguez, 2005). Además, mencionaban la existencia de conflicto aún dentro del equilibrio logrado entre todas las fuerzas (Rodríguez, 2005). En años recientes, dos propuestas han marcado la utilización del concepto de hibridación en el ámbito organizacional: la realizada por Bhabha (1994), asociada con la teoría postcolonial; y la desarrollada por Néstor García Canclini (1990), que lo explica dentro del contexto de la modernidad en América Latina. Sin embargo, el consenso en la definición del concepto del hibridismo cultural tanto como su origen parece no alcanzarse y esto le agrega complejidad y ambigüedad al término como para guiar la investigación empírica, pues no se facilita la inclusión de un método para su estudio. Asimismo, todavía a este nivel de conceptualización es difícil desentrañar su utilidad práctica. De esta manera, el objetivo de este ensayo es el discutir la definición del concepto de hibridación cultural y señalar algunas implicaciones para generar un marco de análisis en el contexto administrativo. En la primera parte de este ensayo se revisan las propuestas teóricas de la modernidad y postmodernismo, así como las teorías del colonialismo y postcolonialismo, con el fin de contextualizar el origen de las propuestas de Bhabha (1994) y García Canclini (1990) sobre la hibridación cultural. Dichas 4 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones perspectivas se analizan desde la visión epistemológica en vez de la histórica, dado que el interés se centra en entender su impacto para la generación de un método que facilite la construcción del conocimiento científico. En la segunda parte, se busca responder a los cuestionamientos que limitan su utilidad para la investigación de campo en el contexto organizacional. La Transición hacia la Diversidad: del Modernismo hacia el Posmodernismo Asociado al período histórico que inicia a final de la Edad Medida, alrededor del siglo XIV, el modernismo fue inicialmente diseminado en el mundo occidental como una corriente artística (Hassard, 1999) y fue entrando a la vida cotidiana por medio de la distribución de productos y servicios, resultado de tecnologías nuevas (Best y Kellner, 1991). Los seguidores del movimiento modernista fueron guiados y atraídos por la innovación, novedad y dinamismo, con el objetivo constante e incansable de la búsqueda de la raíz misma del conocimiento (Best y Kellner, 1991). Por esta razón se sugiere que las propuestas teóricas afines a esta forma de conocer el mundo, generaran premisas de universalización y totalización (Best y Kellner, 1991). En el discurso modernista se alude constantemente a la racionalidad, a la estabilidad y al progreso (Best y Keller, 1991). De esta manera, en el campo de la investigación de esta época, al parecer se dio preferencia al método empírico con el objetivo de establecer relaciones entre los hechos (Hassard, 1999). Para los modernistas, la teoría es reflejo perfecto de la realidad, cuyo orden responde a leyes que el hombre puede llegar a conocer e intervenir o dominar (Best y Keller, 1991). En esta línea, los datos obtenidos por medio de la experimentación se definían con referencia a teorías previamente definidas, de manera que los hallazgos coincidían con el conocimiento ya existente (Hassard, 1999). Por su parte, en el entorno económico, la industrialización fue la representación máxima del modernismo. Como ejemplo podemos pensar en el surgimiento de las grandes corporaciones multinacionales y su internacionalización para comercializar sus productos de forma masiva. En ese momento, la comprensión de la vida organizacional se convirtió en la herramienta requerida para alcanzar el progreso y su impacto marcaría la formación de la teoría organizacional moderna (Hassard, 1999). 5 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones De allí que en algún momento de la búsqueda del entendimiento del funcionamiento de la vida en la organización, se hiciera necesario explorar el aspecto cultural. Sin embargo, los matices modernistas pueden encontrarse tanto en la etapa inicial de la conceptualización de cultura en estudios organizacionales hasta incluso en la actualidad, dado que suele caracterizarse como un fenómeno estático y relacionado a elementos racionales del individuo. Hofstede (1981) por ejemplo, se refiere a cultura como un programa mental del colectivo, que es estable a través del tiempo y además permite observar en la persona, comportamientos similares bajo condiciones semejantes. Asimismo, desde los años sesenta los investigadores que utilizan la perspectiva cultural para estudiar las organizaciones, buscan no solamente elaborar un perfil de las culturas nacionales sino también medir sus características (Frenkel, 2008). Igualmente, la tendencia hacia el universalismo propia de la postura epistemológica modernista, impactó en una visión homogenizada de la cultura. Entonces, la cultura, de cierta forma se convierte en un aspecto propio de la sociedad, que puede ser tanto cuantificado y que además cuenta con límites concretos (Frenkel, 2008). Aunque el modernismo, como una forma nueva de ver el mundo parecía suponer una especie de liberación (del control intelectual por la élite religiosa del medievo), finalmente se convirtió en una forma nueva de opresión (para el campesino y el proletariado). Además, este movimiento promovió la ausencia del concepto de diversidad al nivel del individuo como la exclusión de la mujer dentro de la sociedad (Best y Keller, 1991). La tendencia fue pasar el poder a manos de los que desarrollaban y poseían el conocimiento. La hora para una renovación cultural y social nueva llegó acompañada de otro tipo de imperialismo y movimientos revolucionarios en el llamado tercer mundo. Surge entonces el postmodernismo, como una postura epistemológica que critica y contradice los fundamentos del modernismo. Aproximadamente a mediados de los años setenta, y para algunos incluso en una fecha indeterminada, se empieza a utilizar el término de ‘postmodernismo’ para identificar una época histórica, una corriente en el arte y, en general, una forma nueva de conocer el mundo (Best y Keller, 1991; Hassard, 1999). Basado en el respeto de las diferencias, el postmodernismo se propone el 6 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones objetivo de conseguir la liberación del pensamiento al buscar las inestabilidades y rechazar las narrativas universalistas (Best y Keller, 1991; Hassard, 1999). En contraste con el modernismo, en el postmodernismo se reconoce una realidad desordenada y que no puede ser completamente conocida por el hombre (Best y Keller, 1991). Aunque algunas veces se tachara como extremadamente relativista por sus críticos, el postmodernismo promueve la coexistencia de múltiples perspectivas dado que bajo este enfoque se sostiene que las teorías proveen una visión parcial de los objetos (Best y Keller, 1991). Asimismo, este movimiento brinda un mayor interés en las micro-teorías y favorece la fragmentación al igual que la multiplicidad. Con respecto al impacto de esta postura epistemológica en la investigación, redefine el método empírico dotándolo de un enfoque crítico al mismo tiempo que intenta alinear la generación del conocimiento con la vida diaria (Hassard, 2008). Mientras tanto, en el campo de los estudios organizacionales y de la administración, las publicaciones recientes parecen mostrar una mayor simpatía por la postura postmodernista. Lo anterior puede evidenciarse por un creciente rechazo a un único marco de referencia para el análisis de los problemas y situación de las organizaciones modernas (Hassard, 2008). De allí que diversos conceptos y teorías posiblemente tengan que experimentar un proceso de revisión para incluir diferentes perspectivas y significados. En particular, el concepto de cultura parece necesitar una redefinición que finalmente logre dotarlo de dinámica, es decir que lo aleje de su estigma estático y permita explicar los cambios observables en la cultura y su manifestación a lo largo del tiempo. Hibridación: Una Estrategia ante la Modernidad y Producto de la Globalización La propuesta de hibridación de García Canclini (1990) pudiera ubicarse en línea con la epistemología postmodernista, pues propone la contradicción de identidades fijas y posturas binarias de modernidad versus tradición (Rodríguez, 2005). Sin embargo, pudiera resultar confusa la referencia explícita que el autor mismo hace a este concepto, con una estrategia para hacer frente a la modernidad, entendida como el período donde se logra el nivel más alto de desarrollo. Para García Canclini (1990) el 7 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones concepto de lo híbrido abarca una variedad de “mezclas interculturales” que van más allá de cualquier proceso de mestizaje. García Canclini (1990) describe tres procesos principales para explicar la hibridación: a) el quiebre y mezcla de colecciones que organizan los sistemas culturales; b) la desterritorialización de procesos simbólicos; y, c) la expansión de géneros no puros. Asimismo, el autor plantea que por medio del contacto entre sociedades locales, nacionales y transnacionales, se da paso a una oferta heterogénea y renovada. Dicha heterogeneidad, según el autor, puede encontrarse en las contradicciones y discrepancias internas, resultado del contacto de formas diferentes que conviven en el mismo período de tiempo. En su producción más reciente, García Canclini (2000) ahonda en el concepto de hibridación para identificar el lugar que ocupa dentro de las ciencias sociales. En primera instancia, García Canclini plantea un debate acerca del uso del término ‘híbrido’ con el fin de descubrir su potencial para abarcar manifestaciones en distintas disciplinas, actualmente asociadas con otros términos tales como sincretismo en aspectos de religión o mestizaje en el área antropología e historia. Asimismo, el autor sostiene que la importación del término de la biología no brinda sustento suficiente para las críticas que señalan la infertilidad de algunas hibridaciones. Por el contrario, considera que en lugar de enfatizar la migración de la terminología se analice su valor explicativo dentro de los discursos culturales. De esta manera, la hibridación como concepto, surge como una alternativa al enfoque de formas puras, y busca permitir un estudio amplio y plural de las mezclas históricas. García Canclini (2000), presenta su definición de hibridación, la cual entiende como “…procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas, que existían en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas.” Dicha combinación puede ocurrir de forma planeada, aunque también puede ser consecuencia de otros procesos sociales como la migración y el intercambio económico. Incluso, la hibridación puede ser producto de procesos creativos tanto individuales como colectivos donde se pretende reconvertir un objeto con el fin de reubicarlo en condiciones productivas y de mercado diferentes. Una muestra de esta reconversión puede ser el caso de los cambios en la cultura laboral de un empleado 8 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones ante la introducción de la tecnología. Lo anterior obliga a considerar los procesos de hibridación como el objeto de estudio, en lugar de centrarse en el resultado de lo híbrido. Aunque García Canclini (2000) sostiene la importancia del estudio de los procesos de hibridación, indica que usualmente se limita el análisis a la descripción de las mezclas interculturales, sin embargo se empieza a orientar el estudio hacia la ubicación de hibridación en relaciones de causalidad. El objetivo de esta tendencia es dotar al concepto de capacidad hermenéutica. Para ello es necesario, contrastar la hibridación con conceptos tales como mestizaje, sincretismo, transculturación y creolización, los cuales son conceptos convenientes para denominar elementos específicos de ciertas hibridaciones. Además, se requiere reconocer el peso de las contradicciones y la existencia de casos en los cuales no se llega a dar la hibridación. La solución puede encontrarse al visualizar la hibridación como un proceso al que se puede consentir o renunciar, así como también un proceso del que algunos pueden ser marginados o sometidos. De esta forma, se comprendería mejor la manera en que las personas reaccionan ante lo que están dispuestos a concertar y también sus inconformidades, como resultado de las relaciones interculturales. En general, para García Canclini (2000), la globalización coadyuva a la porosidad de la frontera territorial y en consecuencia propicia el surgimiento de diversas formas de hibridación, desde la productiva y comercial, hasta la hibridación en el consumo. A pesar de ello, el concepto de hibridación puede aun ser rechazado, dado que no solamente desafía la postura modernista de separación binaria de la realidad, sino que también atenta contra el etnocentrismo cultural. Sin embargo, es posible encontrar evidencia que apunta al requerimiento de una forma de pensamiento que se enfoque en los encuentros, transformaciones y transacciones en lugar de en las formas macizas, homogéneas y diametralmente distintas. Colonialismo y Post-colonialismo Epistemológicos en los Estudios Organizacionales El colonialismo, estrechamente ligado a la era moderna, retoma algunas de las premisas mencionadas en el apartado anterior, especialmente el supuesto de universalidad. Aquí me enfoco en una dimensión algunas veces ignorada del colonialismo, es decir su aspecto epistemológico en lugar del período histórico, dado 9 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones que es esta dimensión el que concierne a la producción teórica. Cimentado en el supuesto de la homogeneidad de realidades diferentes, el colonialismo epistemológico tiene el objetivo de conquistar la identidad de ‘los colonizados’ por medio de la imposición del conocimiento (Ibarra-Colado, 2006). Mientras resulta ineludible el arraigo de las áreas de administración y estudios organizacionales en el territorio Europeo y de los Estados Unidos (Frenkel y Shenhav, 2006), en el resto del mundo se importan, traducen y replican las teorías y prácticas dictadas por dicho ‘centro.’ No solamente se permean la teoría y su terminología básica, como el concepto de ‘organización,’ sino que además los occidentales parecieran decidir qué problemas son relevantes y bajo qué marco de referencia se les debe dar solución. Sin embargo, el proceso de ‘transferencia mecánica’ mencionado no tiene los resultados originales, por lo que modelos y técnicas adoptados son ‘tropicalizados’. Lo mismo ocurre en el caso de los intentos de replicar la investigación generada en el ‘centro’. Como consecuencia, el concepto de cultura toma un rol central en la administración de las organizaciones y producción académica en estudios organizacionales, como un medio para justificar la ineficaz importación de teorías y modelos generados en el ‘centro’ (Ibarra-Colado, 2006). Resulta entonces interesante que a pesar de la evidencia que refuta la universalidad del conocimiento occidental, de alguna manera se continúe excluyendo el conocimiento generado fuera de esos territorios (Frenkel y Shenhav, 2006). Ante ello, algunos investigadores sugieren considerar el estudio organizacional y de administración desde una perspectiva postcolonial, que tome en cuenta la experiencia del colonialismo y sus efectos para permitir analizar la problemática desde afuera (Ibarra-Colado, 2006). Dos visiones predominan en la literatura postcolonial (Frenkel y Shenhav, 2006), un enfoque binarista basado en el trabajo de Edward Said, “El Orientalismo” (1978) y un enfoque de hibridación asociado a la propuesta de Homi Bhabha (1994). En general, el estudio de la cultura en las organizaciones, aparentemente se limitó inicialmente a un análisis de tipo binarista, cuyo objetivo principal era la comprensión de las diferencias entre el ‘centro’ y los ‘otros,’ para poder adaptar las prácticas y modelos de negocios a las especificaciones locales (Frenkel y Shenhav, 10 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones 2006; Ibarra-Colado, 2006). Parte de la literatura en administración fue sometida a un proceso de ‘purificación’ por medio del cual se disfrazó la realidad del colonizado para servir los propósitos de dominio del colonizador (Frenkel y Shenhav, 2006). Sin embargo, la evidencia despojó al discurso colonial de su estabilidad y continuidad, para guiar hacia el reconocimiento de la fusión y afectación mutua de posturas contradictorias, como las del colonizador y colonizado (Frenkel y Shenhav, 2006). Hibridación: Interacciones entre Colonizados y Colonizar en un Tercer Espacio La propuesta desarrollada por Bhabha (1994) es entonces, producto de su intento por comprender la formación del conocimiento colonial, que surge en la intersección no equitativa entre colonizador y colonizado (Frenkel, 2008). Para elaborar su análisis, Bhabha (1994) no solo se enfoca en lo que el colonizador conocer acerca del colonizado, sino también incluye el estudio de la transferencia del conocimiento de la metrópolis hacia las colonias. Dicha transferencia se lleva a cabo por medio de un proceso al que denomina mímicra que para Bhabha (1994), se refiere a una práctica colonial que pretende cambiar el comportamiento del colonizado al mismo tiempo que reconstruye su identidad (Frenkel, 2008). De allí que la propuesta de hibridación de Bhabha (1994) se da en términos de la relación entre colonizadores y colonizados, es decir dentro del contexto de una relación en la cual el ejercicio e imposición del poder juega un papel importante (Bhabha, 1994). Al contrastar la conceptualización de hibridación de Bhabha con la de otros teóricos, su trabajo parece alejarse de la idea básica de mezcla racial o cultural. En su lugar pretende utilizar el término para contradecir la exclusión de la historia en la definición de nación (Frenkel, 2008). Por ello, el autor concibe la cultura como algo que se aprende y se experimenta. Además Bhabha sostiene que, como parte de un proceso histórico continuo, una cultura se forma constantemente a través de sus múltiples interacciones con otras culturas (Frenkel, 2008). Asimismo, señala que una visión esencialista de las identidades nacionales y culturales, es particularmente inadecuada en el contexto del ‘tercer mundo’ (Frenkel, 2008). Por una parte, Bhabha (1994) propone entender a países y culturas como construcciones que resultan de una interacción híbrida de elementos que entran en competencia. Además, la cultura puede ser imaginada como un proceso constante de 11 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones interpretación y reinterpretación, en lugar de verla como una característica fija de las sociedades (Frenkel, 2008). Las formas híbridas también retan la posible existencia de identidades culturales puras, definidas e inalterables (Shimoni y Bergmann, 2006). De manera que el enfoque del estudio cultural se centra en ese proceso de reinterpretación, en lugar de en la identificación y comparación de diferencias. Adicionalmente, Bhabha (1994) resalta que los rasgos individuales no se limitan a herencia genética, sino que están sujetos a modificaciones a través de experiencia que incluye lidiar con la imposición del conocimiento extranjero (Frenkel, 2008). En consecuencia, el autor se concentra en el estudio del espacio creado alrededor de los encuentros entre colonizadores y colonizados, al que denomina tercer espacio (Bhabha, 1994), inspirado en el pensamiento de las contradicciones y ambigüedad, producidas entre ambas partes (Frenkel, 2008). En general la hibridación responde, bajo esta propuesta, a las interacciones, negociaciones y enriquecimiento mutuo de las culturas (Shimoni y Bergmann, 2006). La cultura híbrida resulta entonces de la imposición de una cultura dominante (la colonizadora en este caso), sobre la cultura local. De tal forma que en los rechazos de ésta última se experimenta la mímicra y se genera el tercer espacio para acoger el producto híbrido (Bhabha, 1994). Implicaciones para la Utilidad del Concepto de Hibridación en Estudios Organizacionales La introducción del concepto de hibridación conlleva diversas implicaciones para su uso en estudios organizacionales. Por una parte, tanto la propuesta de García Canclini (2000) como la de Bhabha (1994), rechazan la existencia de formas culturales puras y estables a través del tiempo. En consecuencia, como punto de partida para la utilización del concepto de hibridación en las ciencias sociales, se requiere redefinir el concepto mismo de cultura, dotándole de dinámica e incluyendo el papel del proceso histórico en su formación. Sin embargo, este aspecto pudiera añadir mayor complejidad al método de análisis de los fenómenos organizacionales bajo la perspectiva de hibridación, especialmente en la identificación de los cambios que supone el proceso mismo de hibridación. Además, en vista que se coincide en que el objeto de estudio es el proceso de hibridación y no su resultado (Bhabha, 1994; García, 2000), surge la necesidad de 12 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones definir un método adecuado para su estudio empírico. Aparentemente, la atención se desvía de la comparación que buscar encontrar las diferencias y similitudes, hacia la comprensión del proceso de gestión de cambios en la cultura. Sin embargo, un análisis del proceso evolutivo de la cultura, implica incluir herramientas de estudios históricos, al igual que una mayor inversión de recursos en particular el tiempo. La negación de estabilidad y continuidad en el concepto de cultura en conjunto con el enfoque en el análisis del proceso de sus cambios, nos hace entonces preguntarnos ¿Cuál es el objeto de estudio desde esta perspectiva conceptual? ¿Qué métodos e instrumentos serán los más adecuados para el estudio empírico de la hibridación? Si regresamos al concepto de ‘tercer espacio’ introducido por Bhabha (1994), podemos llegar a pensar que existen contextos más representativos de la hibridación, en donde se esperaría observar numerosas manifestaciones del concepto y su proceso. Tal es el caso de la multinacional, que por sus características se podría convertir en uno de los ambientes más ricos para el estudio organizacional desde la perspectiva de hibridación. Incluso, cierto tipo de organizaciones cuyo giro de negocio radica principalmente en la interacción con contrapartes de otras culturas, pudieran también ser una buena elección para realizar estos estudios. Como ejemplo podemos señalar empresas comercializadoras y cooperativas que dependan en mayor parte ya sea de exportaciones o importaciones. Ahora bien, los aportes recientes de García Canclini (2000) dejan ver un aspecto al parecer hasta ahora no considerado, la posibilidad de ‘entrar y salir’ de la hibridación. Aunque, este punto nuevamente señala el dinamismo de la formación de la cultura, también puede convertirse en un reto, ¿Cómo saber si el fenómeno que estudiamos se gesta como consecuencia de un proceso de hibridación? ¿Podremos distinguir aspectos organizacionales libres de hibridación? Esta última pregunta se refiere al estudio de hibridación en un período de tiempo determinado, si bien se plantea que todas las formas culturales son híbridas, es posible que algunas no sufran cambios constantes y atraviesen etapas de cierta estabilidad. Conclusiones 13 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones Movimientos epistemológicos como el posmodernismo y el postcolonialismo, sugieren la necesidad de desarrollar alternativas teóricas de la administración y para los estudios organizaciones, con el fin de responder mejor a las condiciones del entorno mundial actual. En este sentido, parece necesaria una renovación en la perspectiva cultural dentro de los estudios organizacionales para poder incluir la noción de diversidad y cambio en lugar de estabilidad y continuidad. De esta manera, en el futuro cercano el concepto de hibridación tomaría un papel relevante en los estudios organizacionales. Tanto la propuesta de Bhabha (1994), asociada a la teoría postcolonial, como la de García Canclini (1990), ubicada en línea con los principios postmodernistas, se convierten en la base para el desarrollo de la definición de hibridismo y la identificación de implicaciones prácticas para su estudio empírico. Primero, el rechazo de la pureza cultural implica una modificación en el concepto de cultura mismo. En segundo lugar, se enfatiza el proceso de hibridación como el objeto de análisis, por contar con mayor valor hermenéutico que la simple identificación de diferencias. De manera que para buscar un método e instrumentos adecuados se requiere de una mayor discusión teórica que permita realizar investigaciones empíricas. Asimismo, ciertos tipos de contexto organizacionales pudieran ser más propicios para el estudio de la hibridación, tales como la multinacional que puede considerarse en sí misma como un ‘tercer espacio.’ Finalmente, tras el análisis de las dos propuestas de hibridación mencionadas, es posible identificar un alto grado de avance en la definición del concepto. Sin embargo, hay que señalar que aún quedan muchas preguntas abiertas con respecto al impacto práctico de la hibridación en el contexto administrativo, su diferencia de perspectivas como la administración transcultural e incluso detalles que permitan su utilización en estudios empíricos. 14 Hibridación Cultural: Definición e Implicaciones Referencias Ajiferuke, M. y Boddewyn, J. (1970). Culture and other explanatory variables in comparative management studies [Cultura y otras variables explicativas en estudios comparativos de administración]. Academy of Management Journal, 13, 153-163. Best, S., y Kellner, D. (1991). Postmodern Theory: Critical Interrogations [Teoría Posmoderna: Interrogantes Críticas]. Nueva York: The Guilford Press. Bhabha, H. (1994). The Location of Culture [La Ubicación de la Cultura]. London, New York: Routledge. Dávila, A. y Martínez, N.H. (1999). 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