Publicado: 16.01.2015 08:10 | Actualizado: 20.01.2015 11:24 La Fura dels Baus resucita a Carl Orff en 'Carmina Burana' Los teatros del Canal acogen este fin de semana la composición alemana que triunfó durante el régimen nazi. Escena de 'Carmina Burana'. ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET MADRID.- O fortuna es uno de los hits más conocidos de la música. Pertenece a una serie de poemas escritos en la Edad Media llamados Carmina Burana y sobre los que el compositor alemán Carl Orff hizo una cantata entre 1935 y 1936, que fue un éxito en el país germano. Excepto esta pieza, cuyo estribillo es una de las composiciones más reconocibles de la historia, el resto de la estructura es desigual y está llena de altibajos. Muchos. Tantos que escuchar la pieza de principio a fin puede llegar a ser un poco pesado. Albert Boadella, director de los teatros del Canal, la definió ayer como “una partitura de segunda regional”. Esa definición la hizo en la rueda de prensa que ofreció por la mañana, junto al director de La Fura dels Baus, Carlus Pradissa, quien reconoció que la música no era muy buena, pero que tiene cierto “punch”. La compañía catalana tuvo hace seis años la misión, según los barómetros anteriormente expuestos, de hacer de esta cantata algo digerible para los respetables y para ello usó su magia. Unas grúas por aquí, un escenario atestado de actores, cantantes y audiovisuales por allá… Toda la maquinaria creativa de la compañía para sorprender, encandilar… en definitiva dejarnos con la boca abierta. Desde luego, consiguió que la hora y veinte minutos que duró la cantata nadie quedase indiferente, pero no llegó a sorprender. Todos los trucos que vimos en el pase con público eran los que uno podía esperar de un espectáculo de La Fura dels Baus. Visualmente es un espectáculo atrayente, en la línea de la compañía. La composición, que se podrá ver del 16 al 18 en la sala roja de los teatros del Canal (Madrid) con un precio que oscila entre los 50 la entrada más barata y 90 la más cara, está escrita en latín, y algunas partes en alemán y provenzal antiguo. Para montar este espectáculo se ha contado con bailarinas y actrices del Real Convervatorio de Danza Mariemma, de Madrid, la Orquesta y el Coro de la Comunidad y el Joven Coro de la Comunidad. No sabría decir el número exacto de artistas que habría sobre el escenario, pero podría estimar que cerca de 150. Fiesta de Baco en latín y alemán El espectáculo está a medio camino entre la ensoñación y la caricaturización de las fiestas de la antigua Roma. El pueblo se pierde en los deseos más primitivos, rinde culto a dioses libertinos como Baco, deidad del vino. En un momento del espectáculo el coro formado por hombres canta, danza y festeja alrededor del barítono Toni Marsol quien representa a esta antigua divinidad. El cantante aparece en escena en el interior de un barreño de cristal lleno de un líquido de color morado, el color de esta bebida ancestral. La euforia y la improvisación del coro fue tal que de forma intencionada derramaron parte del agua a los asistentes que se encontraban en las primeras filas, despertando las risas del público. Risotada que no debieron compartir los fotógrafos cuyos asientos habían sido reservados en la primera fila. Fue la única vez en toda la obra que los respetables se rieron. Aunque tampoco tenían por qué hacerlo más veces ya que no era una comedia. Momento del montaje de 'Carmina Burana'. Esta imagen en concreto y otras sueltas recordaban, ahora que se acerca la fecha, a las chirigotas de Cádiz. Un grupo de hombres cantando a coro y haciendo el payaso sobre el escenario (con la mejor intención). Es una pena que no se entienda la letra, a no ser que tengas conocimientos de latín y alemán. Para mayor regocijo del público se podría haber hecho el esfuerzo de traducir el texto y añadir sobretítulos, aunque quizás hayan pensado que si este se pasa la obra mirando el rótulo, la propuesta artística pasaría inadvertida. Otras imágenes, sin embargo, eran embriagadoras, cargadas de simbolismo y de una belleza visual que hacía que uno lo olvidase todo y se dejase llevar por los colores, las formas y los olores. Sí. Los olores. Porque además de ser una obra visual, también llegaba por el sentido del olfato. Carmina Burana fue una de las obras más aplaudidas durante la Alemania Nazi. Mucho se ha especulado sobre si su autor fue aliado del Tercer Reich, aunque él siempre aseguró que estaba en contra del régimen. También se ha dicho que esta es una de las piezas musicales preferidas de Hitler. “No es necesario ser buena persona para ser un artista, y en el caso de Carl Orff se cumple esta máxima”, asegura Boadella sobre el compositor alemán. Lo que sí es cierto es que esta melodía, O Fortune, se ha representado como música de cabecera de programas de televisión, en anuncios de publicidad e incluso en el cine, en la película Excalibur, de John Boorman, contribuyendo a su popularidad. Aunque el resto de la composición siga siendo algo pesada.