FORO NACIONAL DE LA FAMILIA Análisis del documento “Política pública nacional para las familias colombianas”, presentado por el Ministerio de Salud y Protección social Bogotá, agosto de 2012 1 Introducción Es una realidad universal que la familia es la principal fuente de felicidad para las personas. Según la encuesta realizada por la empresa Raddar en 2006 (Estudio Nacional de Valores), la familia es lo más importante en la escala de valores de los colombianos y el 96% considera que debería dársele más importancia a la vida familiar1. De igual forma, en el resto del mundo las relaciones familiares ocupan el lugar más alto dentro de las prioridades de las personas, especialmente de los jóvenes, como lo mostró la encuesta publicada por la Fundación para la Innovación Política de Francia 2 en el año 2011. Sin embargo, una creciente tendencia hacia la desvinculación en las relaciones familiares se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los colombianos. De acuerdo con la “Encuesta sobre la calidad de los vínculos familiares”, presentada por la Procuraduría General de la Nación el 15 de mayo de 2012, 3 de cada 4 colombianos de todas las edades consideran que la “familia se está desintegrando” y una proporción aún mayor piensa que ese fenómeno afecta “mucho” el bienestar de la sociedad. La Ley 1361 de 2009 es un instrumento extraordinario para enfrentar esta situación. Reconoce a la Familia como núcleo fundamental de la sociedad, establece una serie de obligaciones a cargo del Estado y de la Sociedad, y ordena la creación de herramientas específicas que permiten coordinar los esfuerzos de entidades públicas a nivel nacional y regional alrededor de un solo objetivo: fortalecer la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Nadie mejor y más autorizado para apoyar, trabajar y realizar este objetivo que la sociedad civil, y en particular la misma familia, pues es quien vive más de cerca las dificultades por las que atraviesa esta institución hoy en día en nuestro país. Las organizaciones que hacemos parte del Foro Nacional de la Familia ( ONG Red Familia Colombia, la Corporación Pentimento, el Colegio Centro Santa María, la Corporación Hombres nuevos, Plataforma Unidos por la vida, la Misión Carismática Internacional, 1 Nuestra identidad. Estudio colombiano de valores. Centro de Estudios Culturales CENEC; Raddar; McCann Erickson. 2006. Bogotá. 2 2011 World Youths, a worldwide survey by the Fondation pour l´innovation politique. FONDAPOL, 2011. 2 la senadora Claudia Wilches, entre otros ) trabajamos con la convicción de que el fortalecimiento de la familia es el principal aporte que todos podemos hacer al bienestar de la sociedad. Por esa razón, hemos participado en el proceso de diseño de la “Política Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a la Familia” que la legislación colombiana ha encargado realizar al Ministerio de Salud y Protección Social, y en relación con el cual queremos hacer las siguientes observaciones a través de cuatro apartados: 1. Análisis comparativo entre la Ley 1361 de 2009 y la propuesta Política pública nacional para las familias colombianas elaborada por el Ministerio de salud y protección social ( páginas 4 a 10 ) 2. Comentarios sobre los fundamentos filosóficos del documento Política pública nacional para las familias colombianas ( páginas 11 a 16 ) 3. Consideraciones acerca de una política de fortalecimiento de la familia ( páginas 17 a 21) 4. Conclusiones ( páginas 21 a 23) 3 1. Análisis comparativo entre la Ley 1361 de 2009 (Ley de protección integral a la familia) y la propuesta “Política pública nacional para las familias colombianas” presentado por el Ministerio de salud y protección social En el siguiente cuadro se efectúa una comparación entre lo exigido por la Ley 1361 de 2009 (Ley de protección integral de la familia) y la propuesta de Política pública nacional que pretende hacer efectiva esta ley. El paralelo evidencia las contradicciones que hay entre lo exigido por la ley y la propuesta del Ministerio de Salud y Protección social. Paralelo Legislación – Propuesta Ministerio: Ley 1361 de 2009 Ley de protección integral a la familia Propuesta Ministerio de Salud y Protección Social Título: POLÍTICA NACIONAL DE Título: POLITICA PÚBLICA NACIONAL APOYO Y FORTALECIMIENTO A LA PARA LAS FAMILIAS COLOMBIANAS FAMILIA. (Art. 11°) (Pág. 1) Definición de familia: Definición de familia: Es el núcleo fundamental de la sociedad. (Artículos 1° y 2°) En este orden de ideas, la familia deja de ser institución o núcleo fundamental de la sociedad para asumirse como sujeto colectivo de derechos. (pág. 29) Definición de familia: Definición de familia: Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. (Artículos 1° y 2°) La mirada monolítica de la familia establecida en los artículos 5° y 42° de la Constitución es excluyente y da lugar a comportamientos discriminatorios. Contradicen el carácter inalienable de los derechos de las personas y la igualdad entre hijos e hijas. (pág. 20) Definición de familia: Definición de familia: Se define familia a través de elementos Se define familia a través de elementos objetivos (por la decisión libre de un subjetivos (componente afectivo y 4 hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla – Art. 2°), que permiten distinguir qué es familia de lo que no es, necesario para identificar el objeto al cual se destinan las políticas públicas. emocional3), que hacen imposible delimitar con claridad cuál es el destinatario de las políticas públicas. (Pág. 27). Los tipos y formas de familia que deben ser consideradas en la política pública en condiciones de igualdad de oportunidades, de capacidades y de derechos. (pág. 21). Las tipologías de familia recibirían un trato diferenciado acorde con sus necesidades, méritos y aportes al bienestar personal y social Finalidad: (Art. 11°) Generar espacios de reflexión e interrelación entre los miembros de la familia para su fortalecimiento. Finalidad: Reconocimiento de las familias basado en la diversidad de su constitución. - Interlocutores activos, paz, seguridad económica, sujeto de derechos, generadora de ingresos, formadora en principios éticos, manejo conflictos, respeto, amor, confianza, autonomía, proyectos de vida individuales. (Pág. 54) Objetivos: Objetivos: Artículo 1°: Fortalecer y garantizar el desarrollo integral de la familia, como núcleo fundamental de la sociedad. Proporcionar a las familias colombianas los recursos (…) para que sean reconocidas en su diversidad estructural, étnica y cultural y como agente interlocutor. (Pág. 54). Artículo 11°: 1. Formular una política pública diseccionada al fortalecimiento de la 3 1. Formar a las familias para la gestión libre y autónoma de su desarrollo (…). C-577 de 2011 MP Gabriel Mendoza 5 familia, reduciendo los factores de riesgo. 2. Mejorar las condiciones de vida y entorno de las familias. 3. Fortalecer la institución de la familia como núcleo fundamental de la sociedad. 4. Generar espacios de reflexión y comunicación de los miembros de la familia. 5. Dar asistencia y atención integral a las familias en situación especial de riesgo. 6. Brindar apoyo y asistencia a la transición de la maternidad y la paternidad. 7. Fortalecer la relación de pareja hacia la consolidación de la familia. 8. Orientar programas, acciones y proyectos del Estado y la Sociedad de acuerdo con las necesidades, dinámicas y estructuras de las familias. 2. Adoptar procesos educativos orientados al cambio cultural que favorezca la aceptación de la diversidad familiar, cultural y étnica (…). 3. Ampliar el reconocimiento a la diversidad de familias existentes en el país (…). 4. Adoptar medidas para garantizar la seguridad económica, ciudadana y la paz (…). 5. Abrir espacios de participación (…) para que las familias actúen como agentes (…) para conciliar los tiempos (…). 6. Fortalecer a los entes de control (…) para el seguimiento y control (…) de las políticas públicas (…). 7. Capacitar a los servidores que atienden a las familias para (…) tener en cuenta la diversidad étnica y cultural. 8. Propiciar estudios e investigaciones para el conocimiento de las familias, sus dinámicas y sus transformaciones culturales y sociales. 9. Destinar y gestionar recursos de la comunidad internacional para la puesta en marcha de la política y la ejecución de sus acciones. Aspectos transversales: Aspectos transversales: Fortalecimiento de la familia (Art. 1°, 2°, Diversidad (77 ocurrencias en el texto), 3°, 5°, 9°, 11°, 13°) frente a su Democracia (55 ocurrencias), Igualdad (52 6 desarticulación, al individualismo y a su ocurrencias), Pluralismo (49 ocurrencias). destrucción (Exposición de motivos de la Igualdad, enfoque diferencial y Ley 1361). coordinación institucional. (Pág. 55). Líneas de intervención: Artículo 12°: - Vivienda. - Educación. - Productividad y empleo. - Salud. - Cultura, recreación y deporte. Líneas de intervención: 1. Seguridad y Participación: Diversidad y pluralidad familiar, Generación de ingresos y calidad de vida, Conciliación de tiempo laboral y familiar e igualdad entre hombre y mujer. 2. Convivencia Democrática al interior de las familias: Formación sobre titularidad de los derechos de la familia y los miembros, manejo democrático de conflictos. Fortalecimiento de las familias desde la pluralidad, la diversidad y las situaciones especiales en que se encuentren. Superación de imaginarios culturales y sociales incompatibles con la visión democrática de las familias. 3. Desarrollo normativo, institucional y de articulación: Integración de normas de familia. Fortalecimiento institucional nacional y regional. Actualización de la política para las familias. ARTÍCULO 8o. FAMILIAS Las familias numerosas no son tenidas en NUMEROSAS. Teniendo en cuenta la cuenta en este documento. importancia de la familia dentro de la sociedad, el Gobierno Nacional establecerá las estrategias y acciones necesarias a fin de 7 proteger y apoyar a las familias numerosas. Artículo 4°: Página 18: 9. Derecho a la armonía y unidad. Derecho consagrado en instrumentos internacionales a disolver los vínculos [¿civil y canónico?] del matrimonio de manera libre y autónoma. No cita el instrumento en el cual se encontraría reconocido este derecho. (…) 13. Derecho a la orientación y asesoría en el afianzamiento de la relación de pareja. Finalidad4: Reconocimiento de las familias basado en la diversidad de su constitución. - Interlocutores activos, paz, seguridad económica, sujeto de derechos, generadora de ingresos, formadora en principios éticos, manejo conflictos, respeto, amor, confianza, autonomía, proyectos de vida individuales. Objetivo: Proporcionar recursos y fortalezas para que las familias sean reconocidas en su diversidad. Objetivos específicos: 4 - Formar a las familias para ejercicio de derechos, relaciones democráticas, manejo de conflictos y comunicación intrafamiliar con perspectiva de género. - Capacitar a funcionarios públicos para que tengan en cuenta la diversidad. - Procesos de cambio cultural para favorecer la aceptación de la diversidad familiar. - Ampliar el reconocimiento a la diversidad de familias existentes. - Garantizar la seguridad económica, ciudadana y la paz. - Abrir espacios de participación, interlocución y concertación para la negociación de políticas públicas. - Sistemas de información para seguimiento y control de políticas. - Propiciar estudios sobre transformaciones de las familias. Págs. 54 y ss. 8 - Gestionar recursos de la comunidad internacional. Aspectos transversales: - Igualdad entre las tipologías de familia. - Enfoque diferencial por tipologías de familia. - Coordinación de políticas para las familias y para los integrantes. Ejes: 1. Seguridad y Participación: Diversidad y pluralidad familiar, Generación de ingresos y calidad de vida, Conciliación de tiempo laboral y familiar e igualdad entre hombre y mujer. 2. Convivencia Democrática al interior de las familias: Formación sobre titularidad de los derechos de la familia y los miembros, manejo democrático de conflictos. Fortalecimiento de las familias desde la pluralidad, la diversidad y las situaciones especiales en que se encuentren. Superación de imaginarios culturales y sociales incompatibles con la visión democrática de las familias. 3. Desarrollo normativo, institucional y de articulación: Integración de normas de familia. Fortalecimiento institucional nacional y regional. Actualización de la política para las familias. Dualidad de destinatarios: Familia y miembros individualmente considerados. Utilización de expresiones ambiguas y sin significados claros: “relaciones democráticas en las familias”; “democracia de las emociones en las relaciones intrafamiliares”; Expresiones a través de las cuales se pone en evidencia la intención de reingeniería social: “erradicación de obstáculos o problemas que impiden la consolidación de relaciones democráticas en las familias”, (p. 52) “poner en marcha procesos educativos orientados al cambio cultural de la sociedad que favorezcan la aceptación de la diversidad familiar, cultural y étnica y el enfoque intergeneracional y de género” (p. 54, 62); “Superación de los obstáculos e imaginarios culturales y sociales incompatibles con la visión democrática de 9 las relaciones internas y externas de las familias” (p. 68); “Solo la erradicación de estos obstáculos hace posible la realización de las familias como espacios amables, armónicos y democráticos para el ejercicio de los derechos y el desarrollo de los proyectos personales con autonomía y libertad” (p.69) Fundamentos jurisprudenciales errados Propuesta Ministerio de Salud y Protección Social Jurisprudencia Corte Constitucional Todo lo cual conduce a los tipos y formas de familia que deben ser consideradas en la política pública en condiciones de igualdad de oportunidades, de capacidades y de derechos. La Sentencia T-388 de 2009 de la Corte Constitucional versa sobre la objeción de conciencia frente a la obligación de jueces, médicos e instituciones de realizar o colaborar con la realización de aborto. Esta interpretación está apoyada por la Corte Constitucional en diferentes sentencias. Citamos la T-388/2009 que recuerda el pluralismo del artículo 7º de la C.P.C. cuando afirma que el pluralismo tiene tres dimensiones: 1) Admite y promueve de manera expresa el hecho de la diversidad; 2) aprecia de manera positiva las distintas aspiraciones y valoraciones existentes tales como la libertad religiosa, de conciencia, de pensamiento, así como la libertad de expresión; 3) establece los criterios jurídicos, políticos y sociales que servirán de base para dirimir los posibles conflictos que se presenten en virtud de las diferencias vigentes en un momento determinado. Luego afirma que el concepto de familia no puede ser entendido de manera aislada sino en concordancia con el principio del pluralismo. En ese contexto cita el principio del pluralismo, pero no hace referencia al tema de familia ni a la forma como debe ser entendido ese concepto. 10 2. Comentarios sobre los fundamentos filosóficos del documento Política pública nacional para las familias colombianas El presente apartado tiene por finalidad analizar uno de los aspectos en los que se basa la argumentación del documento Política pública nacional para las familias colombianas, a saber: derechos humanos y familia, pues consideramos que, en definitiva, constituye el núcleo de la argumentación y alrededor del cual gira toda la propuesta. En las primeras nuevas páginas del documento del Ministerio se exponen unas ideas generales de la filósofa Agnes Heller a partir de sus textos Sociología de la vida cotidiana e Historia y vida cotidiana (los cuales hacen eco de otro texto no citado que lleva por título Teoría de las necesidades en Marx). Según Heller, hay cuatro elementos que organizan la vida del individuo: el trabajo, la vida privada, la recreación y el descanso. De acuerdo con la filósofa húngara, el tiempo de la familia (definida como unidad económica) ha sido absorbido por el tiempo del trabajo, afectando así a los individuos que la conforman. En estas primera nueve páginas, sin embargo, no hay, como se esperaría, una definición de la familia, sino una exposición de las ideas de Heller respecto a cómo el tiempo de la familia (uno podría entender el tiempo exclusivo e íntimo de la familia, a través del cual se fortalecerían los lazos conyugales, filiales, fraternos, pero este no es el caso). Luego de estas ideas generales, y sin mayor vínculo lógico, se introduce un nuevo aspecto: cómo la participación de la mujer en el mercado laboral transformó el esquema padre-proveedor / madre-gestión hogar, en uno donde la mujer es también proveedora y a la vez encargada del hogar. Es decir, la incorporación de la mujer al mundo laboral, de acuerdo con el planteamiento, tuvo consecuencias negativas, pues la mujer, además de convertirse en proveedora, sigue asumiendo la gestión del hogar desde el lugar de trabajo. Este planteamiento, en el cual el hombre es mostrado como alguien que no participa de la gestión del hogar, obedecería a una visión “patriarcal” de familia basada en un orden jerárquico de dominadores y dominados (padre dominador de la mujer, padre y madre dominadores de sus hijos, etc.). Así, pues, las “paradojas” (dificultades) que experimenta la familia para poder tener su propio tiempo se podrían resolver, según el documento, con “la 11 adopción de la cosmovisión de los derechos humanos como fundamento de la democracia y de las relaciones interpersonales” y así “inaugurar una nueva mirada de la persona” (pág. 11). En resumen: una nueva antropología. La justificación de tal enfoque radica en que –según el documento- el concepto de familia (familia nuclear) es el causante de dichas paradojas y dificultades, razón por la cual hay que replantearlo. Para ello, es necesario imponer un nuevo paradigma: “Este paradigma elimina todo poder hegemónico de los padres y madres sobre los hijos e hijas. La tensión entre la vigencia de los derechos humanos de los integrantes del grupo familiar y la familia como agente interlocutor en los diferentes escenarios públicos y privados es también la paradoja entre el poder patriarcal y la igualdad y libertad de sus integrantes. Esta es la paradoja más importante y compleja que caracteriza a las familias colombianas. Hacer visible a la familia no significa volver a la hegemonía del poder de quienes tienen la autoridad como esposos o compañeros, o como padres y madres para someter a sus integrantes. Esta paradoja tiene que ver con la dinámica de las relaciones internas del grupo familiar” (págs. 13-14). El anterior párrafo constituye, sin duda alguna, la propuesta fundamental de un documento que supuestamente debería contribuir a fortalecer la familia como célula básica e indispensable de la sociedad. La concepción totalmente negativa, ideologizada y peyorativa que aquí se transmite acerca de la familia es -siguiendo la argumentación del documento- la causante de las desgracias sociales, pues, constituiría el lugar donde más se conculcan los derechos humanos. El medio, entonces, para desmontar esta estructura hegemónica de poder es hacer que los individuos que la conforman (adultos, adolescentes y niños) sepan que son titulares de unos derechos. Es decir: la familia es redefinida como una asociación de individuos que se unen para hacer valer sus derechos dentro de la misma asociación, sin importar el 12 tipo de vínculos que haya entre ellos. Así, pues, el origen natural de la familia, tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos (16.3) y la Constitución Política de Colombia (artículo 42), es reemplazado por una supuesta libre asociación de individuos, con lo cual -si se sigue la lógica con rigor- cualquier tipo de asociación podría llegar a llamarse ‘familia’. Según el documento: “En el enfoque de los derechos humanos, los sujetos son entidades plenamente constituidas cuyas identidades tienen un valor propio que no se puede ocultar. En esta cosmovisión la familia no es una unidad hegemónica y dominante.” (pág. 20). 5 A pesar de que el documento (cuadro 2, página 19) proporciona las definiciones que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Constitución Política de Colombia, el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y culturales, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos dan de familia como el “elemento natural y fundamental de la sociedad”, tal definición, y el contenido del artículo 42 de la Constitución Política, responden, según el mismo documento, a una mirada estrecha (pág. 21) que ha restringido las libertades de los individuos. Posteriormente, el documento dedica una buena parte (págs. 26 a 30) a discutir, a partir de la jurisprudencia emanada de la Corte constitucional, el concepto de familia, para concluir que el concepto hegemónico de familia nuclear, tradicional, ha dado paso a otras formas. Así, pues, el origen natural de la familia, reconocido como tal por la Constitución Política de Colombia, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados internacionales es obviado de una manera flagrante. La Corte constitucional, entonces, se ha atribuido competencias que no le corresponden al redefinir el concepto de familia. Se olvidó (o se omitió) que la Declaración Universal de los Derechos Humanos no confiere 5 Lo más contradictorio y paradójico del asunto es que en el párrafo inmediatamente anterior se dice: “Hasta el momento, los Estados han puesto el énfasis en los derechos de las personas y muy poco se han ocupado de la familia. Esta es la gran ausente de las políticas sociales en el orden internacional.” 13 unos derechos, sino que los reconoce. Estos derechos, inalienables, son declarados, es decir, su existencia objetiva, anterior a la decisión del legislador, simplemente se hace patente. Nacen, en efecto, del reconocimiento “de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana”, como se lee en el Preámbulo. ¿Qué significa esto? La persona y la familia, como entidades naturales, son anteriores a la ley y a las determinaciones de la ley. Los derechos humanos no son una creación de la ley, sino que se desprenden de la naturaleza misma de la persona humana. La ley tiene su fundamento en la ley natural, lo cual contribuye, precisamente, a evitar cualquier manipulación por parte del legislador. Cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (1948) expidió la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lo hizo, entre otras cosas, para enfrentar los peligros de su posible ideologización, tal como había acabado de ocurrir por la estrecha complicidad entre el totalitarismo (Nacional socialismo alemán, Fascismo italiano, Comunismo) y el positivismo jurídico. Para nadie es un secreto que estos sistemas políticos fueron los que más conculcaron los derechos humanos. En la actualidad todavía existen varios regímenes comunistas donde no se respetan los derechos humanos (Corea del norte, Cuba, China). La ley natural aparece, entonces, como el horizonte normativo dentro del cual el orden político está llamado a situarse. Define el conjunto de valores que aparecen como humanizadores para una sociedad. Al situarse en el ámbito social y político, los valores no pueden ser ya de naturaleza privada, ideológica o confesional: se refieren a todos los ciudadanos. Expresan no un vago consenso entre ellos, sino que se fundamentan en las exigencias de su común humanidad. Para que la sociedad cumpla correctamente su misión al servicio de la persona, debe promover la realización de sus inclinaciones naturales. La persona, pues, es anterior a la sociedad, y la sociedad no humaniza, sino que responde a las expectativas inscritas en la persona en cuanto ser social. La ley natural (lex naturalis) se enuncia en el derecho natural (ius naturalis) desde el momento en que se consideran las relaciones de justicia entre los hombres: relaciones entre las personas físicas y morales, entre las personas y los poderes públicos, relaciones de todos con la ley positiva, con lo cual se pasa de la categoría antropológica de ley natural a la 14 categoría jurídica y política de la organización de la sociedad. El derecho natural es la medida inherente a la correlación y proporción entre los miembros de la sociedad. Es la regla y la medida inmanente de las relaciones humanas interpersonales y sociales. El derecho no es arbitrario: la exigencia de la justicia, que brota de la ley natural, es anterior a la formulación y a la promulgación del derecho. No es el derecho quien decide lo que es justo. La política no es, entonces, algo arbitrario: las normas de la justicia no derivan simplemente de un contrato establecido entre los hombres, sino que provienen ante todo de la naturaleza misma de los seres humanos. Mediante el derecho natural quedan ancladas las leyes humanas en la ley natural. Es el horizonte en función del cual el legislador humano debe determinarse cuando promulga normas como misión propia al servicio del bien común. Cuando actúa de esa manera hace honor a la ley natural inherente a la humanidad del hombre. Por el contrario, cuando se niega el derecho natural, solo la voluntad del legislador es lo que haría la ley.6 El legislador, entonces, no es ya intérprete de lo que es justo y bueno, sino que se arroga la prerrogativa de ser el criterio último de lo justo. Los derechos naturales son medida de las relaciones humanas anteriores a la voluntad del legislador. Están dados desde el momento en que los hombres viven en sociedad. El derecho natural es lo que naturalmente es justo antes de cualquier formulación legal. Se expresa de manera particular en los derechos subjetivos de la persona, como el derecho al respeto de la propia vida, a la integridad de su persona, a la libertad religiosa, a la libertad de pensamiento, al derecho a fundar una familia y educar a los hijos según las propias convicciones, al derecho de asociarse con otros, de participar en la vida de la colectividad, etc. Estos derechos, a los que el pensamiento contemporáneo concede una gran importancia, tienen su fuente no en los deseos fluctuantes (o situaciones o circunstancias difíciles) de los individuos, sino en la estructura misma de los seres humanos y de sus relaciones humanizadoras. Los derechos de la persona humana brotan del orden justo que debe reinar en las relaciones entre los hombres. Reconocer estos derechos naturales del 6 Es lo que ocurre con las sentencias mencionadas en el documento, las cuales obedecen a las opiniones personales de uno (o unos) determinados magistrados. En consecuencia, la legislación se convierte, muchas veces, en un compromiso entre diversos intereses y se intenta transformar en derechos aquellos intereses o deseos privados que se oponen a los deberes que nacen de la responsabilidad social. 15 hombre lleva a reconocer el orden objetivo de las relaciones humanas fundado sobre la ley natural, entre ellas, sobre todo, el de la familia, que está fundada (tal como lo reconoce el derecho) en la unión de un hombre y una mujer. Si hemos recordado esto, es porque la propuesta del Ministerio de Salud y Protección Social respecto a la política de familia, no es una propuesta orientada al fortalecimiento de la familia, según lo establece la ley (Ley de protección integral a la familia), sino una propuesta de reingeniería social que al negar la ley natural y, por ende, el derecho natural relacionados con el matrimonio y la familia, destruye cualquier vínculo fundado en la misma naturaleza del ser humano como persona (vínculos conyugales, filiales, fraternales) para dar paso a un grupo de individuos que buscan hacer valer sus derechos (y los inventados por el legislador, como los mal llamados derechos sexuales y reproductivos) frente a los otros. Muchos otros aspectos podrían profundizarse aquí (por ejemplo, la reducción del concepto de familia a unidad económica, la concepción marxista de lucha de clases trasladada al ámbito de las relaciones entre los miembros de la familia: padre, madre, hijos), pero creemos que con lo expuesto hasta aquí se ha señalado el más grave de todos, pues apunta al desmonte y destrucción de la familia, razón por la cual la propuesta del Ministerio es improcedente. 16 3. Consideraciones para el diseño de políticas nacionales que fortalezcan la familia Es fundamental tener en cuenta algunos principios orientadores de las políticas familiares estudiados por investigadores de las ciencias sociales expertos en estos temas, a quienes el sociólogo, filósofo, investigador y profesor universitario italiano Pierpaolo Donati7 condensa en su texto Old and New Families Policies. The perspective of relational sociology8: 1. Las políticas de familia deben partir de un buen entendimiento del principio de subsidiariedad, a través del cual las instituciones sociales mayores fortalecen la autonomía de las más pequeñas, estableciendo las reglas y ofreciendo los recursos necesarios para que cumplan sus deberes específicos por ellas mismas. Deben evitarse las prácticas que convierten a la familia en un sujeto cada vez más pasivo. La familia necesita más servicios y apoyos por parte del Estado, pero es esta quien debe decidir cuáles son esos servicios fundamentales y cual es la forma idónea como éstos han de prestarse. Debe tenerse en cuenta el papel que, en esta materia, pueden jugar las asociaciones de familias en relación con servicios de consejería familiar, guarderías, ancianatos, servicios domiciliarios, etc. 2. Las políticas centradas en la mujer y en la relación madre-hijo deben reorientarse hacia el núcleo familiar, concebido como un sistema relacional de reciprocidad entre géneros y generaciones, en el sentido que incentiva el involucramiento y la presencia de los padres. 3. La privatización de los valores familiares debe dar paso a una revalorización de los bienes relacionales que realmente cuentan en la vida. Las políticas de familia deben promover el tipo de relaciones que privilegian el AMOR, el diálogo y el contacto humano, teniendo en cuenta que en el contexto familiar los derechos no tienen un 7 Pierpaolo Donati es profesor de sociología en la Facultad de Ciencias políticas de la Universidad de Bolonia, fundador y director de la revista Sociologia e politiche social , director del Observatorio nacional de la familia(Italia), miembro del consejo internacional de la revista Innovation (Viena, 1988-1996), miembro del comité científico de la revista International Review of Sociology-Revue Internationale de Sociologie(IIS) 8 Revista brasilera Sociologia, Problemas e Práticas, n.º 54, 2007, pp. 127-159. Al final del documento, en la bibliografía, pueden consultarse las fuentes citadas por el Dr. Donati en el documento referido. 17 carácter individual sino relacional. La forma en que la familia es socialmente estructurada y definida no es un asunto frente al cual la comunidad política sea indiferente. Cada sociedad crea una cultura familiar que puede ser más o menos civilizada. 4. Las políticas familiares implícitas deben remplazarse por otras que hagan explícitas las relaciones familiares en sí mismas, dentro de un marco de intercambio intergeneracional. Cuando se realice una intervención en una generación debe considerarse su repercusión en otras generaciones. 5. Las políticas familiares indirectas deben dirigirse directamente hacia el núcleo familiar. Deben utilizarse términos como “trabajo familiar”, “hogar familiar”, “servicios para la familia”, “ingresos familiares”, “aseguramiento familiar” y hacer operativas medidas en este sentido. Estos principios se dirigen a que las políticas de familia se soporten en la institución familiar en su calidad de sujeto social, en lugar de asumir a la familia como una entidad residual de carácter productivo. Los anteriores principios parten del reconocimiento de las siguientes realidades: - La familia como creadora de capital social, en lugar de considerarla como una carga asociada a la pobreza. - La familia como institución natural anterior a la Sociedad y al Estado, de modo que sólo las familias pueden producir familias, y sólo a través de la familia las políticas pueden ser benéficas para la familia. - La familia necesita una definición objetiva y no puramente subjetiva, con el fin de establecer claramente los derechos y deberes que le corresponden a ella, diferentes a aquellos que le corresponden a otros individuos, entidades o relaciones primarias de solidaridad no familiares. 18 - La reciprocidad en las relaciones familiares entre cónyuges y entre generaciones desborda los arreglos contractuales y legales. La familia presupone unas relaciones pre- contractuales sobre las cuales se establecen unos objetivos meta contractuales. - La familia es un “bien relacional” en la medida en que es un bien que sólo puede ser aprovechado por quienes la componen. La riqueza de la familia está en sus relaciones, no en bienes individuales ni en la suma de bienes individuales. No es equiparable la situación de un núcleo familiar unido del que hacen parte cuatro personas, con la de cuatro “hogares unipersonales” sin contacto entre ellos como resultado de la disolución del núcleo familiar original. La política de familia debe fundarse en el fortalecimiento de las relaciones familiares: conyugalidad, filialidad, fraternidad, maternidad y paternidad, que son el capital social primario, sobre el cual se sostiene el capital social secundario de las relaciones extra familiares o cívicas. - La creación de derechos subjetivos asociados al reconocimiento de nuevos tipos de relaciones (contractuales, de hecho, de filiación, etc.) debe hacerse compatible con el reconocimiento del estatus privilegiado que tiene la familia en cuanto a su capacidad de generar relaciones plenas de reciprocidad entre sexos y generaciones. El uniformizar a la familia con otras relaciones primarias (uniones de hecho, acuerdos sexuales poliamorosos o acuerdos de vivienda entre amigos, etc.), en lugar de ser tratados de forma diferenciada, termina dificultando la efectividad de las políticas de familia, además de ser inequitativo. Este enfoque diferenciado también permite reconocer la diversidad cultural, teniendo en cuenta el contexto sociológico particular en que se encuentra cada familia, en tanto sean relaciones de plena reciprocidad entre sexos y generaciones y cumpla unas funciones sociales en las que sea insustituible. Otro tipo de relaciones primarias pueden ser atendidas a través de políticas públicas diferentes a las de familia. - La familia es una institución social y por lo tanto es importante que su definición sea reconocida como legítima por la sociedad. La familia como referente para las políticas públicas debe definirse a partir del reconocimiento de cuáles son los 19 vínculos que la sociedad busca promover, que es una entidad que se cohesiona alrededor de unos valores compartidos y que como institución le corresponde un papel en la sociedad. - La familia es la institución básica de la sociedad en la medida que cumple unas funciones sociales que afectan todas las demás formas de relaciones sociales. - La familia es un sujeto colectivo de derechos, los cuales van más allá de los derechos individuales de sus miembros. El nexo particular que se establece entre libertad y responsabilidad tiene consecuencias para la familia y sus integrantes, así como para la sociedad en general, y en esa medida se predica de las relaciones familiares, no sólo de los miembros individualmente considerados. - Los derechos individuales no son absolutos, sino que tienen una estructura relacional dentro de la familia. Los derechos de cada uno son ejercidos en relación con los demás miembros dentro de la familia. Teniendo en cuenta que la familia puede ejercer una función social mediadora positiva, esta función debe ser reconocida positivamente y protegida como un bien relacional, en lugar de ser presentada como “anti democrática”. Por el contrario, el fortalecimiento de la función de intermediación de la familia permite el afianzamiento de la solidaridad, la responsabilidad, el interés por participar, el equilibrio entre inter-dependencia y autonomía que son fundamentales para una democracia saludable. - El matrimonio no es una mera preferencia privada sino un bien social y público. Matrimonio y natalidad son factores clave para el sostenimiento del crecimiento económico a largo plazo, la viabilidad del estado de bienestar, el tamaño y la calidad de la fuerza de trabajo y la rentabilidad de amplios sectores de la economía moderna., como lo demuestra el estudio denominado “El Dividendo Demográfico Sustentable SDD9 , en cuyas conclusiones se afirma que la economía moderna depende de las familias en el largo plazo. El mensaje de fondo del SDD es que los 9 El 3 de octubre de 2011 se publicó The Sustainable Demographic Dividend (Dividendo Demográfico Sustentable, SDD), un reporte internacional que recopila datos sobre 29 países de los cinco continentes respecto a temas de familia. Estos datos fueron ana lizados por una red de investigación internacional, liderada por Bradford Wilcox, sociólogo y profesor investigador de la Universidad de Virginia, con la colaboración de diversas instituciones educativas y de investigación alrededor del mundo, que conforman el Social Trends Institute. 20 negocios, el gobierno, la sociedad civil y los ciudadanos harían bien en fortalecer la familia, en parte porque la riqueza de las naciones y el desempeño de amplios sectores de la economía moderna están sujetos a la fortuna de ésta. 4. Comentarios y conclusiones generales - El proceso a través del cual se produjo el documento “Política Pública Nacional para las Familias Colombianas 2012 – 2022” ha estado viciado desde su inicio, por haber sido instrumentalizado para legitimar una visión ideologizada de la familia, apartada de la intención de la Constitución Política y de la Ley colombiana, así como contraria a las aspiraciones y necesidades de la gran mayoría de los colombianos en materia de fortalecimiento de la familia. - El Ministerio de Salud y Protección Social está incumpliendo de forma grave con las obligaciones que le señala la Ley 1361 de 2009 (Ley de protección integral a la familia) en relación con el diseño y la implementación de la “Política Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a la Familia”. Sin embargo, hay fallos que se pueden corregir y la intención de este documento es que sea aprovechado por el Ministerio como un aporte en este sentido. De persistir en los fallos e incumplimientos, este “Foro” será el primer veedor encargado de tomar todas las medidas legales y constitucionales disponibles para que sean las autoridades competentes quienes se encarguen de hacer las rectificaciones pertinentes. - Desde el título y a través de cada uno de los apartados del documento presentado por el Ministerio, es evidente que no hay ninguna medida destinada al “fortalecimiento de la familia como núcleo fundamental de la Sociedad” (Núm. 1, Artículo 5° de la Ley 1361 de 2009), que debe ser el objetivo comprehensivo y articulador de toda Política Nacional de Familia. - El diseño de una política “para las familias” es una tarea loable y complementaria a la implementación de la “Política Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a la Familia”, ordenada por la Ley 1361 de 2009 (Ley de protección integral a la 21 familia), pero en ningún modo la sustituye o puede ir en contravía de los parámetros señalados por la Ley para dicha política. - La política propuesta por el Ministerio, dirigida a debilitar el reconocimiento social de la estructura familiar (calificada peyorativamente de “tradicional”), que es presentada por las Ciencias sociales como la estructura que crea mayor capital social y genera más bienestar social, es una medida ilegítima, que no cuenta con respaldo social y que va en contra del interés general. De ser implementada, sólo puede causar un conflicto social innecesario y agravar los problemas sociales que se derivan de la desintegración familiar. - Otra gran línea de intervención propuesta por la política ministerial, la cual va dirigida a minar la autoridad paterna a través de la promoción de la “democracia de las emociones”, es incongruente con la situación de violencia juvenil, ya que el debilitamiento de la autoridad de padres y profesores, así como la ausencia de la figura paterna en un número creciente de hogares, están asociados al comportamiento de los adolescentes que en forma creciente transgreden no sólo normas elementales de convivencia, sino la legislación penal. - Por todo lo anterior, le solicitamos con firmeza convocar de forma amplia a todas las organizaciones, expertos e interesados en el diseño de la “Política Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a la Familia”, para que se dé inicio a un nuevo proceso. Sería muy recomendable que para su coordinación se seleccionen funcionarios ajenos a cualquier ideología y que estén actualizados en materia de fortalecimiento de la familia como núcleo fundamental de la sociedad, condición que sería la mejor prenda de garantía para la transparencia, la imparcialidad y el equilibrio que debe acompañar este tipo de ejercicios. - El documento está basado en una postura totalmente ideologizada en la cual hay una mezcla de ideas provenientes sobre todo del feminismo radical, de los críticos marxistas de la cultura (tal como se autodefinieron Max Horkheimer y Theodor Adorno), y del sociólogo británico Anthony Giddens, para quienes la “familia tradicional” constituye el mayor obstáculo para el ejercicio de las libertades. 22 - La propuesta del Ministerio constituye un plan de reingeniería social (al estilo de los estados totalitarios) a través del cual se intenta redefinir (con políticas educativas) la familia. Para ello, la familia (calificada peyorativamente de “tradicional”) es presentada como institución antidemocrática, donde, por ende, más se conculcan los derechos humanos, razón por la cual hay que remplazarla por una asociación “democrática” de personas que se reúnen (no se sabe por qué tipo de vínculos) para hacer valer sus derechos. Los conceptos ‘relaciones democráticas’, ‘democracia de las emociones’, etc., deberán remplazar los vínculos conyugales y filiales basados en el amor y la ley natural. La familia, entonces, reducida a una asociación de individuos, se convierte, además, en una célula ideologizada de control político, cuyos miembros deben vigilarse mutuamente y dar cuenta al Estado. El parecido con distopías famosas como Nosotros (Yevgeni Zamiatin), 1984 (Georg Orwell), Un mundo feliz (Aldous Huxley), Farenheit 451 (Ray Bradbury) es siniestro. 23 Bibliografía 1. Sobre la familia (obras citadas por Donati en su panorama actual internacional sobre política familiar): Anderson, C. A. (1999), “Criteria for policies on marriage, family and life”, Anthropotes, 15 (2), pp. 495-509. Anderson, D. M. (2001), “Towards a progressive family policy”, in H. Tam (ed.), Progressive Politics in the Global Age, Cambridge, Polity Press, pp. 108-124. Arts, W., and J. Gelissen (2002), “Three worlds of welfare capitalism or more? A state-of-the-art report”, Journal of European Social Policy, 12 (2), pp. 137-158. Badel, M., et al. (2003), “Réference au lien familial et accès aux droits sociaux”, dossier Famille et Droit Social, Recherches et Prévisions, 73, pp. 25-34. Bahr, H. M., and K. Slaugh Bahr (1996), “A paradigm of family transcendence”, Journal of Marriage and the Family, 58 (3), pp. 541-555. Becker, G. S. (1991), A Treatise on the Family, Cambridge MAand London, Harvard University Press. Bozzao, P. (2001), “La protezione sociale della famiglia”, in L. Calafà, D. Gottardi, (eds.)“Famiglia, lavoro, diritto: combinazioni possibili”, Lavoro e Diritto, XV (1), pp. 55-96. Bradshaw, J., et al. (1994), “Une comparaison internationale des aides aux familles”, Recherches et Prévisions, 37, pp. 11-26. Cananzi, R. (2003), “Diritto di famiglia comunitario: in iure condito et in iure condendo”, 24 La Famiglia, XXXVII (220), pp. 18-26. Carrà Mittini, E. (2003), Dentro le Politiche Familiari. Storia di una Ricerca Relazionale sullal.r. 23/99 della Regione Lombardia “Politiche Regionali per la Famiglia”, Milano,LED Castles, F. G. (2003), “The world turned upside down: below replacement fertility, changing preferences and family-friendly public policy in 21 OECD countries”, Journal of European Social Policy, 13 (3), pp. 209-227. Cheal, D. (1991), Family and the State of Theory, New York, Harvester/Wheatsheaf. Cherlin, A. (ed.) (1988), American Family and Public Policy, Washington, D.C.,The Urban Institute Press. Coleman, J. C. (1993), “The rational reconstruction of society”, American Sociological Review, 58 (1), pp. 1-15. Commaille, J., and F. de Singly (eds.) (1997), The European Family. The Family Question in the European Community, Dordrecht, Kluwer Academic Publ. Commaille, J., and C. Martin (1998), Les Enjeux Politiques de la Famille, Paris, Bayard Editions. Diwan, R. (2000), “Relational wealth and the quality of life”, Journal of Socio-Economics, 29 (4), pp. 305-340. Donati, P. (2000), “The new citizenship of the family: concepts and strategies for a new social policy”, in H. Cavanna (ed.), The New Citizenship of the Family. Comparative Perspectives, Aldershot, Ashgate, pp. 146-173. Donati, P. (2001), “Famiglia e pluralizzazione degli stili di vita: distinguere tra relazioni familiari e altre relazioni primarie”, in Donati P. (ed.), Identità e Varietà dell’Essere Famiglia: 25 Il Fenomeno della “Pluralizzazione”, Cinisello Balsamo, Edizioni San Paolo, pp. 37-119. Donati, P. (2003a), Sociologia delle Politiche Familiari, Roma, Carocci. Donati, P. (2003b), “La famiglia come capitale sociale primário”, in Donati P. (ed.), Famiglia e Capitale Sociale Nella Società Italiana, Cinisello Balsamo, Edizioni San Paolo, pp. 31-101. Donati, P. (2003c), “Quale cittadinanza per la famiglia in Europa?”, La Famiglia, XXXVII (220), pp. 5-17. Donzelot, J. (1977), La Police de la Famille, Paris, Minuit. Dumon, W. (ed.) (1994), Changing Family Policies in the Member States of the European Union, Brussels, Commission of the European Communities, DGV. Dworkin, R. (1977), Taking Rights Seriously, Cambridge, Harvard University Press, (it.tr., I Diritti Presi Sul Serio, il Mulino, 1982). EEC (1989), Communication from the Commission on Family Policies, Brussels, 8 August 1989, COM (89) 363. Eriksen, J. (2001), “Unmarried cohabitation and family policy in Norway”, International Review of Sociology, 11 (1), pp. 63-74. Esping-Andersen, G. (1990), The Three Worlds of Welfare Capitalism, Princeton, Princeton University Press. Gauthier, A. H. (1996), The State and the Family. A Comparative Analysis of Family Policies in Industrialized Countries, Oxford, Clarendon Press. Giddens, A. (1998), The Third Way. The Renewal of Social Democracy, Cambridge, Polity Press. 26 Glendon, M. A. (1989), The Transformation of Family Law. States, Love, and Family in the United States and Western Europe, Chicago, University of Chicago Press. Glendon, M. A. (1991), Rights Talk. The Impoverishment of Political Discourse, New York, Free Press. Hantrais, L., and M. T. Letablier (1994), “Construction et déconstruction de la famille en Europe: une analyse comparative”, Recherches et Prévisions, 37, pp. 1-10. Hardy, J. (1981), “The family: the basis of society or the root of all its problems?”, in J. Hardy, Values in Social Policy. Nine Contradictions, London, Routledge & Kegan Paul, pp. 39-51. Hirst, P. (1998), “Social welfare and associative democracy”, in N. Ellison and C. Pierson (eds.), Developments in British Social Policy, Basingstoke, MacMillan. Hirst P. (1999), Associations, Communities and Conflicts in USA and UK, mimeo (italian translation: “Associazionalismo: una strategia per l’inclusione”, Sociologia e Politiche Sociali, 2 (3), 1999, pp. 173-194). Hirst, P., and V. Bader (eds.) (2001), Associative Democracy. The Real Third Way, London, Frank Cass. Jurado Guerrero, T., and M. Naldini (1997), Is the South So Different? Italian and Spanish Families in Comparative Perspective, in M. Rhodes (ed.), Southern European Welfare States. Between Crisis and Reform, London, Frank Cass. Lanquetin, M. T., and M. T. Letablier (2003), “Individualisation des droits sociaux et droit fondamentaux”, dossier Famille et Droit Social, Recherches et Prévisions, 73, pp. 7-24. Luhmann, N. (1981), Ausdifferenzierung des Rechts. Beiträge zur Rechts-soziologie und 27 Rechtstheorie, Frankfurt, Suhrkamp (tr. it La Differenziazione del Diritto, Bologna, il Mulino, 1990). Luhmann, N. (1982), Liebe als Passion. Zur Codierung von Intimität, Frankfurt a. M., Suhrkamp (tr. it Amore come Passione,Bari-Roma, Laterza, 1985). Luhmann, N. (1997), “Limits of steering”, Theory, Culture and Society, 14 (1), pp. 41-57. Nelson, B. J. (1985), “Family politics and policy in the United States and Western Europe”, Comparative Politics, 17, pp. 351-371. Parsons, T. (1977), Social Systems and the Evolution of Action Theory, New York, Free Press. Pérez Adán, J. (2001a), “Family and the politics of community life”, in H. Tam (ed.), Progressive Politics in the Global Age, Cambridge, Polity Press, pp. 125-139. Pérez Adán, J. (ed.) (2001b), Las Terceras Vías, Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias. Prandini, R. (2001), “I diritti della famiglia e le ‘famiglie’ del diritto: identità e pluralismo nelle relazioni tra società, diritto e famiglia”, in P. Donati (ed.), Identità e Varietà dell’Essere Famiglia. Il Fenomeno della “Pluralizzazione”, Cinisello Balsamo, Edizioni San Paolo, pp. 405-459. Rossi, G. (2002), “Promozione e sostegno delle politiche familiari in Lombardia”, Politiche Sociali e dei Servizi, IV (2), pp. 135-162. Seriaux, A. (1997), “La dignité humaine, principe universel du droit ?”, Acta Philosophica, 6 (2), pp. 289-301. 28 Shinn, A., and S. M. Toohey (2003), “Community contexts of human welfare”, Annual Review of Psychology, 54, pp. 427-459. Teubner, G. (2003), “Societal constitutionalism: alternatives to state-centred constitutional theory”, in C. Joerges, I. -J. Sand and G. Teubner (eds.), Constitutionalism and Transnational Governance, London, Hart. Todd, E. (1985), The Explanation of Ideology. Family Structure and Social Systems, Oxford, Basil Blackwell. Trnka, S. (ed.) (1999), Family Issues Between Gender and Generations, Vienna, European Observatory on Family Matters, seminar report, May. Viola, F., and G. Zaccaria (2003), Le Ragioni del Diritto, Bologna, il Mulino. Waldron, J. (1987), “Can communal goods be human rights?”, Archives Européennes de Sociologie, XXVII, pp. 296-322. Wolgast, E. (1987), The Grammar of Justice, Ithaca, N.Y., Cornell University Press (it. tr., La Grammatica della Giustizia, Roma, Editori Riuniti, 1991). Zimmerman, S. L. (2003), “Child and family well-being in states with different political cultures”, Families in Society, 84 (2), pp. 275-284. 2. Sobre derecho natural: Carpintero Benítez, Francisco (2008), La ley natural, Madrid, Encuentro. Engel, Eric (2010), Lex naturalis, ius naturalis: Law as Positive Reasoning & Natural Rationality, Melbourn, Edited by Donna M. Lyons and Jacob D. Zillhardt 29 Hervada Xiberta, Javier (2006), Síntesis de historia de la ciencia del Derecho natural, Navarra, Eunsa. -(2008) ¿Qué es es el derecho?, Navarra, Eunsa. Schockenhoff, Eberhard (1996) Naturrecht und Menschenwürde. Universale Ethik in einer geschichtlichen Welt, Mainz, Matthias-Grünewald-Verlag. 30