s o c i a l e s @ e l - m ex i c a n o .c o m . m x e l m ex i c a n o .c o m . m x el mexicano p av i n a @ e l - m ex i c a n o .c o m . m x sábado /24 de NOVIEMBRE de 2012 Sección E Para que te pisoteen tienes que estar tumbado. De cafecito Sandra Marrufo Déborah, Ariana Zumaya Peláez y Susana Ramírez Orozco. Brian Weir Ariana Sandoval Contreras y Yoliyvete G. Topete Karla Amador Padilla y Arely García Ruiz s a l r ha é f a C C Karina Garza de Palacio y Jorge Palacio Sariñana de la empresa Bartelongo. Karina Amador Padilla y Laura Molina Potenciano de Maritza Peralta Areniva y Verónica Villavicencio Ramírez. POR PAMELA AVIÑA PAEZ / EL MEXICANO FOTOS VICTOR VIDAL / EL MEXICANO RECORRIDO: LA TAZA CAFÉ, ZU TAZA, STARBUCKS Adriana Ramírez Jaime y Jazmín Ramírez Gordillo E Julieta Hernández López y Linda Barranco Servín. Patricia Peralta Pulido y Érica Vázquez Alfaro NSENADA.- Un buen café es apreciado en especial por tres de sus características: cuerpo, acidez y aroma. El cuerpo es la sensación de fuerza del sabor y la plenitud que llena la boca cuando se ha conservado en ella durante unos instantes un sorbo de café. Para apreciar fácilmente el cuerpo de un café, basta con hervirlo con un poco de leche. Al degustarlo, el café con cuerpo conservará su gusto, y el que no lo tenga no lo retendrá. Un café con buen cuerpo deja una rica textura y pesadez en la lengua, con un gusto que demora en desaparecer. Un café sin cuerpo es delgado y aguado. La acidez es el sabor fuerte que da vida al café y que no está relacionado directamente con su sabor amargo o con el pH del café. Es una ligera sensación de picante o de agrio experimentada en la lengua. La acidez depende en mucho de la altitud donde se ubique la plantación: a mayor altitud, más ácido será el café. Algunos prefieren, como los alemanes, una acidez pronunciada; otros, como los franceses, aprecian más los cafés neutros o suaves. En cualquier caso, una ligera acidez es siempre muy apreciada por los conocedores. El aroma, más difícil de definir, corresponde a la fragancia u olor del café. Esta sensación se relaciona con la acción de las esencias propias del grano en el paladar del degustador, lo que le evoca gustos conocidos, como el del chocolate, del caramelo, el de ciertas frutas, etc. El carácter de la fragancia indica la naturaleza del gusto: olores dulces conducen a gustos ácidos, y olores picantes llevan a gustos agudos. La intensidad de la fragancia revela la frescura del café. El carácter aromático de un café depende del tipo del mismo, pero la intensidad de su carácter aromático está relacionada con el tiempo transcurrido entre el tostado del café y la elaboración del mismo. Arely Olazábal Hdez. y Eva Cobarruvias V. Fryda Aceves Amador y Claudia González Gil lina Rivas de s de Juárez, Caro rera Anna Estela Cont Lugo. ez ál nz Go a di au Cl las Lunas y Cota, Laura Orne Paola Santiago Granados y Ana Karen Granados Suenaga