[NO PUBLICAR ANTES DEL: 15 de abril de 1997] amnistía internacional El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario Abril de 1997 RESUMEN ÍNDICE AI: EUR 01/02/97/s DISTR: SC/CC/PO (15/97) El derecho a la objeción de conciencia es un componente básico del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión según se define en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. No obstante, a pesar de estar reconocido tanto en las normas de las Naciones Unidas como en las europeas, muchos Estados europeos continúan negando este derecho a muchos de sus ciudadanos. Amnistía Internacional cree que esta situación es completamente inaceptable, y que debe animarse a los gobiernos a que modifiquen o introduzcan sin más dilación la legislación que garantice a los objetores de conciencia sus derechos fundamentales. Con este fin, el 15 de abril de 1997 la organización lanzó una importante campaña para que se reconociera el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa. Este informe es el documento principal de la campaña y ofrece una panorámica de las diversas normas internacionales y europeas de derechos humanos en las que se reconoce el derecho a la objeción de conciencia. El informe explica las disposiciones que cada gobierno debe adoptar en relación con los objetores de conciencia al servicio militar, y destaca las deficiencias que presenta la legislación en numerosos países europeos que, por su condición de miembros o asociados de las instituciones políticas europeas, se han comprometido a defender el derecho a la objeción de conciencia, ilustrando estas deficiencias con una serie de casos concretos en los que ciudadanos europeos han visto negado su derecho humano básico a la objeción de conciencia. El informe finaliza con una serie de recomendaciones que, de aplicarse, mejorarían notablemente la protección de los derechos humanos de los objetores de conciencia. Este informe resume un documento titulado El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario (Índice AI: EUR 01/02/97/s) y publicado por Amnistía Internacional en abril de 1997. Si desea más detalles o emprender alguna acción sobre el tema, consulte el documento completo. SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL (EDAI), ESPAÑA Abril de 1997 Índice AI: EUR 01/02/97/s Distr: SC/CC/PO SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL (EDAI), ESPAÑA [NO PUBLICAR ANTES DEL: 15 de abril de 1997] amnistía internacional El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario Índice I. INTRODUCCIÓN 1 1. ¿Por qué Amnistía Internacional lanza una nueva campaña sobre el derecho a la objeción de conciencia en Europa? 2 II. LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA AL SERVICIO MILITAR Y LAS NORMAS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS 5 1. ¿Por qué la objeción de conciencia al servicio militar se considera un derecho humano?5 2. ¿Quién debe ser reconocido como objetor de conciencia al servicio militar? 6 3. ¿Cómo determinan las autoridades quién debe ser reconocido como objetor de conciencia al servicio militar? 7 4. ¿Qué tipo de servicio alternativo para los objetores de conciencia al servicio militar se fomenta entre los gobiernos? 8 5. ¿Cuándo debe permitirse a un particular solicitar su reconocimiento como objetor de conciencia al servicio militar? 9 6. ¿Están obligados los gobiernos a informar a los futuros reclutas y a los soldados que cumplen el servicio militar sobre su derecho a la objeción de conciencia? 10 III. EL FUTURO DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA EN EUROPA 11 1. ¿Cómo extender y proteger mejor el derecho a la objeción de conciencia en Europa? 11 2. ¿Qué otras ONG internacionales, además de Amnistía Internacional, trabajan en defensa del derecho a la objeción de conciencia en Europa? 12 Oficina Europea para la Objeción de Conciencia 13 Internacional de Resistentes a la Guerra 13 Consejo Cuáquero para Asuntos Europeos 14 Consejo Europeo de Organizaciones de Reclutas 14 Congreso Europeo en Favor de la Paz y los Objetores de Conciencia 15 IV. RESUMEN DE LAS ACTUALES PREOCUPACIONES DE AMNISTÍA INTERNACIONAL EN EUROPA SOBRE EL DERECHO A LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA 16 ALBANIA 16 AUSTRIA 17 BIELORRUSIA 18 BOSNIA Y HERZEGOVINA 19 BULGARIA 22 CHIPRE24 CROACIA 25 ESPAÑA 27 FEDERACIÓN RUSA 29 FRANCIA 33 GRECIA 36 ITALIA 39 MACEDONIA 41 POLONIA 42 PORTUGAL 43 REPÚBLICA CHECA 44 REPÚBLICA ESLOVACA 46 RUMANÍA 47 SUIZA 48 TURQUÍA 50 UCRANIA 52 REPÚBLICA FEDERATIVA DE YUGOSLAVIA (Serbia y Montenegro) 54 V. OTRAS PREOCUPACIONES SOBRE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA EN LOS ESTADOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE EUROPA Y LOS ESTADOS PARTICIPANTES EN LA OSCE 56 VI. RECOMENDACIONES DE AMNISTÍA INTERNACIONAL 58 Anexo 1.Comisión de Derechos Humanos. 51º periodo de sesiones: Proyecto de Resolución sobre la objeción de conciencia al servicio militar. Anexo 2.Recomendación Nº (87) 8 del Consejo de Europa del Comité de Ministros a los Estados Miembros, relativa a la Objeción de Conciencia. Anexo 3.Resolución del 18 de enero de 1994 del Parlamento Europeo sobre la Objeción de Conciencia en los Estados Miembros de la Comunidad. Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario I. INTRODUCCIÓN El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar no es una preocupación que quede al margen de la protección y promoción de los derechos humanos en el ámbito internacional. El derecho a la objeción de conciencia es un componente básico del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión según se define en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Ha sido reconocido como tal en las resoluciones y recomendaciones adoptadas por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo. Todos estos organismos han instado a los gobiernos a que garanticen que las personas que se niegan a cumplir el servicio militar obligatorio por motivos imperiosos de conciencia tienen la oportunidad de realizar un servicio alternativo. En varias resoluciones han afirmado explícitamente que este servicio alternativo debe tener un carácter verdaderamente civil y una duración que no pueda considerarse punitiva. Han recomendado que se permita a los objetores de conciencia registrarse como tales en cualquier momento antes de su reclutamiento, después de la expedición de los documentos de llamamiento a filas o durante el cumplimiento del servicio militar. Igualmente, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo han subrayado que la información sobre la manera de solicitar el reconocimiento de la condición de objetor de conciencia debe estar fácilmente al alcance de todo aquel que pueda ser reclutado para las fuerzas armadas, así como de los que ya lo han sido. Amnistía Internacional considera objetor de conciencia a toda persona susceptible de ser reclutada para cumplir el servicio militar, o de ser inscrita para su reclutamiento, que se niega a realizar el servicio armado o a participar de cualquier otra forma, directa o indirecta, en guerras o conflictos armados por razones de conciencia o convicciones profundas. Estas convicciones pueden tener motivos religiosos, éticos, morales, humanitarios, filosóficos, políticos o similares. Pero, independientemente de los motivos en que se base su objeción, el derecho de estos individuos a negarse a portar armas o a participar en guerras o en conflictos armados debe estar garantizado. Este derecho se extiende también a los individuos ya reclutados para el servicio militar, así como a los soldados que sirven en ejércitos profesionales y que han manifestado su objeción de conciencia tras incorporarse a las fuerzas armadas. Toda persona detenida o encarcelada únicamente por habérsele negado su derecho a objetar o a efectuar un servicio verdaderamente alternativo es adoptada por Amnistía Internacional como preso de conciencia. Los miembros de la organización en más de 190 países de todo el mundo hacen campaña activa para la liberación inmediata e incondicional de los objetores de conciencia encarcelados. La organización también adopta como presos de conciencia a los objetores encarcelados o detenidos por negarse a efectuar un servicio alternativo que no tiene verdadero carácter civil o cuya duración puede considerarse punitiva (por ejemplo el doble que el servicio militar ordinario). En muchas sociedades, el número de personas que desean ser reconocidas como objetores de conciencia puede ser muy reducido. Pero aunque el número de objetores sea pequeño, la cuestión no debe considerarse un problema menor. El derecho a ser reconocido como objetor de conciencia y a realizar una prestación alternativa al servicio militar forma parte del núcleo de la protección internacional de los derechos humanos. Amnistía Internacional no pone en tela de juicio el derecho de los gobiernos a reclutar a sus Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 ciudadanos para las fuerzas armadas, ni tampoco se muestra de acuerdo o en desacuerdo con los motivos de los objetores de conciencia. Pero, respetando las normas internacionales, la organización insiste en que a las personas susceptibles de ser reclutadas debe dárseles la oportunidad de realizar un servicio civil alternativo al militar por motivos de conciencia o convicciones profundas. Sobre esta premisa, Amnistía Internacional hace campaña en favor de la aprobación de una legislación y unos procedimientos que se ocupen adecuadamente de los objetores de conciencia. 1. ¿Por qué Amnistía Internacional lanza una nueva campaña sobre el derecho a la objeción de conciencia en Europa? Los acontecimientos históricos que se han producido en Europa desde 1989 han supuesto multitud de nuevos retos para las organizaciones de derechos humanos. La admisión de las nuevas democracias de Europa Central y Oriental y de varios de los Estados sucesores de la ex Unión Soviética en el Consejo de Europa, así como las aspiraciones de muchas de estas naciones a convertirse en miembros de la Unión Europea y la OTAN, también han supuesto nuevas responsabilidades para la protección y la promoción de los derechos humanos en estas instituciones. La nueva campaña de Amnistía Internacional sobre el derecho a la objeción de conciencia refleja la preocupación de la organización por que tanto los propios gobiernos como las instituciones europeas se tomen en serio los compromisos de derechos humanos que estas jóvenes democracias contrajeron en el momento de su incorporación al Consejo de Europa o a otros organismos regionales. No debe permitirse que el deseo de una integración rápida de estos Estados en los sistemas europeos de derechos humanos, de seguridad y económicos se anteponga a sus obligaciones de cumplir todos los compromisos contraídos con los derechos humanos y las libertades fundamentales -incluida la objeción de conciencia-, que pretenden ser los criterios fundamentales para la pertenencia a estos organismos. El relajamiento de estos principios o normas básicos en interés de la conveniencia política o económica no haría sino socavar la integridad y la legitimidad de las propias instituciones europeas. Como pone de manifiesto este documento, el derecho a la objeción de conciencia está claramente reconocido y firmemente establecido tanto en las normas de las Naciones Unidas como en las europeas. No obstante, como también muestra el documento, muchos Estados europeos que continúan disfrutando de la condición de miembros de pleno derecho o al menos de miembros asociados de las instituciones políticas y económicas del continente niegan una serie de derechos humanos básicos, como el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar, al menos a algunos de sus ciudadanos. Amnistía Internacional cree que esta situación es totalmente inaceptable, y que debe animarse a los respectivos gobiernos a que modifiquen o introduzcan la legislación necesaria para garantizar sin más demora a los objetores de conciencia sus derechos fundamentales. En el documento Preocupaciones en Europa: Julio-diciembre de 1996 (Índice AI: EUR 01/01/97/s) está reflejada toda la gama de preocupaciones de Amnistía Internacional sobre los derechos humanos en los Estados miembros de las diversas instituciones europeas. Los conflictos armados de los últimos años en Croacia y Bosnia y Herzegovina, así como en Chechenia, también han puesto radicalmente de manifiesto las deficiencias o la completa ausencia de disposiciones para la objeción de conciencia al servicio militar en los Estados sucesores de la República Federativa Socialista de Yugoslavia y en la Federación Rusa. Durante la guerra de Chechenia, por ejemplo, la ausencia de una forma de servicio alternativo para quienes se oponían a toda guerra, o a ese conflicto en particular, por motivos de conciencia o convicciones profundas tuvo como consecuencia la deserción a gran escala del ejército. Según los informes, gran número de desertores fueron ejecutados por las autoridades militares tras ser capturados. En las nuevas repúblicas surgidas de la ex Yugoslavia, la mayoría de los varones mayores de cierta edad ya habían servido en lo que fue el Ejército Nacional Yugoslavo, pero muchos de ellos han sido Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario llamados a filas como reservistas o reclutados para los ejércitos de sus nuevos Estados. Sin embargo, las limitadas disposiciones sobre objeción de conciencia vigentes en los nuevos Estados generalmente no se han extendido a los reservistas. Muchas personas de la región no querían participar en un conflicto que se libraba dentro de las fronteras de lo que había sido un solo país, pero el concepto de objeción de conciencia era para muchos de ellos relativamente desconocido o poco comprendido. En parte por estas razones, pocos de los que se negaron a participar en el conflicto pudieron presentar sus objeciones basándolas en motivos de conciencia o convicciones profundas. El Parlamento Europeo y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptaron el 28 de octubre de 1993 y el 1 de julio de 1994, respectivamente, resoluciones sobre la situación de los desertores y de quienes se oponían al reclutamiento en la ex Yugoslavia. Algunos países de Europa Occidental, como Francia y España, han hecho saber su intención de suprimir gradualmente el servicio militar obligatorio de aquí a los primeros años del siglo XXI, mientras que otros, como Bélgica y los Países Bajos, ya lo han hecho. Sin embargo, varios Estados europeos occidentales aún conservan una legislación poco satisfactoria sobre la objeción de conciencia al servicio militar. Por ejemplo, Francia, Italia y España no prevén la objeción sobrevenida durante el servicio militar. Francia, además, ofrece a los objetores un servicio civil cuya duración es el doble de la del servicio militar ordinario y que resulta claramente punitivo. Por lo que respecta a Austria, a Amnistía Internacional le preocupa el restringido plazo para la presentación de solicitudes para el servicio alternativo. En Suiza no hubo un verdadero servicio civil alternativo al servicio militar obligatorio hasta octubre de 1996. A pesar de que Grecia es miembro de la Unión Europea y del Consejo de Europa, el gobierno sigue sin introducir un verdadero servicio alternativo bajo administración civil para los objetores de conciencia al servicio militar, lo cual también ha sido motivo de constante preocupación para Amnistía Internacional. Esta situación, que ha dado lugar al enjuiciamiento y el encarcelamiento de cientos de hombres cada año por negarse a prestar el servicio militar, ha sido tratada en varias resoluciones adoptadas por el Parlamento Europeo. Un caso similar es el de Turquía, que continúa denegando a los objetores de conciencia al servicio militar un servicio civil alternativo, a pesar de su relación cada vez más estrecha con la Unión Europea y de su pertenencia al Consejo de Europa y la OTAN. Estos dos Estados, así como gran número de países que también participan en la Organización sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE, antes CSCE) continúan sin cumplir el compromiso contraído por este organismo en 1990 de «...considerar la posibilidad de introducir, donde no se ha hecho todavía, otras formas de servicio, compatibles con las razones de la objeción de conciencia; en principio, dichas formas de servicio serían de carácter no bélico o civil, en interés público y de índole no punitiva.» A Amnistía Internacional le preocupa que, a pesar de la intención declarada por la OSCE en su Documento de Copenhague de 1990 de continuar considerando el tema dentro del «marco de la Conferencia sobre la Dimensión Humana» y de facilitar un intercambio de información sobre la objeción de conciencia al servicio militar entre los Estados participantes en la OSCE, la cuestión ha desaparecido prácticamente de los diversos foros de la organización, como demuestra la ausencia de toda referencia importante a los derechos a la objeción de conciencia en el Documento de Budapest (1994) y en el de Lisboa (1996). Aparte de la inclusión de una breve referencia a la necesidad de que los Estados participantes en la OSCE consideren «... la posibilidad de establecer exenciones o alternativas al servicio militar» en el Código de Conducta sobre los Aspectos Político-Militares de la Seguridad (VII, 28), adoptado en la Cumbre de Budapest de 1994, el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar no ha ocupado un lugar destacado en la agenda de la OSCE de los últimos años. Como se indicó en párrafos anteriores, esta Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 situación de compromisos que un día se aceptan y luego se olvidan completamente sólo puede poner en tela de juicio la credibilidad de las propias instituciones como garantes de los derechos humanos de los ciudadanos. Además, esta negligencia da vía libre a los Estados que están deseosos de evitar cumplir con sus obligaciones por cualquier razón. La formulación de las normas internacionales y la redacción de una legislación adecuada no serán suficientes por sí solas para garantizar el reconocimiento generalizado de la objeción de conciencia al servicio militar como componente básico de uno de los derechos humanos más fundamentales: la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Es necesario poner en marcha una iniciativa importante y creativa de promoción de los derechos humanos, especialmente en algunas zonas de Europa Central y Oriental. Con este fin, la actual campaña de Amnistía Internacional pretende también aumentar la conciencia de la opinión pública sobre esta cuestión, a través de una serie de reuniones y actos públicos que se celebrarán en determinados países europeos. En especial Amnistía Internacional espera hacer llegar su mensaje -que la objeción de conciencia al servicio militar es un derecho humano reconocido internacionalmente- al mayor número posible de jóvenes de enseñanza secundaria y universitaria. La intención de la organización es promover un debate público animado e informado sobre la objeción de conciencia entre los educadores, estudiantes, políticos, grupos religiosos y medios de comunicación en los países donde es más necesario, o donde el nivel de concienciación respecto a esta cuestión es particularmente bajo. Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario II. LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA AL SERVICIO MILITAR Y LAS NORMAS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS 1. ¿Por qué la objeción de conciencia al servicio militar se considera un derecho humano? El derecho a negarse a hacer el servicio militar por razones de conciencia es inherente a la noción de libertad de pensamiento, de conciencia y de religión que reconoce el Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esta libertad también se expresa en el Artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el Artículo 9 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos). Durante la pasada década este derecho ha sido definido tanto a nivel internacional como regional. En 1987, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 1987/46, que define explícitamente la objeción de conciencia al servicio militar como «ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión». Posteriores resoluciones adoptadas por la Comisión en 1989, 1993 y 1995 han reafirmado esta definición. La Resolución de 1995 de la Comisión (1995/83) hace un llamamiento a todos los Estados miembros de la ONU para que «...si todavía no lo han hecho, promulguen leyes y adopten medidas destinadas a eximir del servicio militar cuando exista una auténtica objeción de conciencia al servicio armado». La cuestión de la objeción de conciencia al servicio militar volverá a ser estudiada por la Comisión en su 53 periodo de sesiones en 1997. En su Comentario General Número 22 (48) sobre el Artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en julio de 1993, el Comité coincide con el punto de vista de la Comisión y manifiesta su opinión de que el derecho a la objeción de conciencia «...puede derivarse del artículo 18, en la medida en que la obligación de utilizar armas puede entrar en serio conflicto con la libertad de conciencia y el derecho a manifestar y expresar creencias religiosas u otras creencias». En el ámbito europeo, el Comité de Ministros del Consejo de Europa también apoyó esta definición en su Recomendación Nº R (87) 8 a todos los Estados miembros, adoptada en abril de 1987. Este texto subraya el principio básico de que «toda persona obligada al servicio militar que, por motivos imperiosos de conciencia, se niega a participar en el uso de las armas, tiene derecho a ser dispensado de este servicio...». La Recomendación también aconseja «...a los gobiernos de los Estados miembros, en la medida en que todavía no lo han hecho, que adecuen sus derechos y prácticas nacionales a...» este principio básico. Una serie de resoluciones adoptadas por el Parlamento Europeo también apoyan las conclusiones de los dos organismos de las Naciones Unidas. En una Resolución del 13 de octubre de 1989, el Parlamento Europeo «solicita para todos los que están obligados a cumplir el servicio militar el derecho de poder negarse en cualquier momento por motivos de conciencia a prestar el servicio militar con o sin armas, con un respeto total de los principios de la libertad y de la igualdad de trato para todos los ciudadanos». Otra Resolución, adoptada el 11 de marzo de 1993, deja claro que el Parlamento Europeo considera que el derecho a la objeción de conciencia, tal y como se reconoce en la Resolución 1989/59 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre la objeción de conciencia al servicio militar, debe incorporarse como derecho fundamental en los sistemas jurídicos de los Estados Miembros. La siguiente Resolución del Parlamento sobre el tema, adoptada el 18 de enero de 1994, afirma que «...la objeción de conciencia al servicio militar es inherente a la noción de libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, tal como está sancionado por el artículo 9 del Convenio Europeo de Protección de Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales». Esta Resolución de 1994 también vuelve a subrayar que el Parlamento «considera la objeción de conciencia como un derecho subjetivo verdadero y propio, reconocido por la Resolución 89/59 de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas...». Por último, la Resolución de 1994 deja claro que el Parlamento Europeo «manifiesta su convencimiento de que el derecho a la objeción de conciencia se deriva de los derechos humanos y libertades fundamentales que la Comunidad Europea se compromete a respetar de conformidad con el apartado 2 del artículo F del Tratado UE; y que, por tanto, la armonización de las legislaciones al respecto es competencia de la Comunidad Europea». Completando esta batería de normas europeas sobre la objeción de conciencia como derecho humano, en el Documento de la Reunión de Copenhague de 1990 de la Conferencia sobre la Dimensión Humana de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (desde 1994, la OSCE, entonces la CSCE) los Estados participantes en la OSCE «toman nota de que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha reconocido el derecho de toda persona a formular objeciones de conciencia al servicio militar». 2. ¿Quién debe ser reconocido como objetor de conciencia al servicio militar? En su Resolución de 1995 (1995/83) sobre el tema de la objeción de conciencia, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas «destaca el derecho de toda persona a tener objeciones de conciencia al servicio militar como ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión...». La Resolución reitera «..que la objeción de conciencia al servicio militar se deriva de los principios y razones de conciencia, incluso de convicciones profundas, basados en motivos religiosos, éticos o de índole similar». En la Resolución del Parlamento Europeo del 18 de enero de 1994 se afirma «...que por ‟objetor de conciencia” debe entenderse aquella persona que, debiendo cumplir la obligación del servicio militar, se niega a ello por motivos religiosos, éticos, filosóficos o de conciencia, y pide a todos los Estados miembros que asuman tal definición». La Resolución de 1995 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU también «insta a los Estados a que en su legislación y práctica no establezcan diferencias entre los objetores de conciencia según el carácter de sus creencias particulares ni discriminen a los objetores de conciencia porque no hayan realizado el servicio militar». Igualmente, al ocuparse de la cuestión de la objeción de conciencia al servicio militar, el Comentario General de 1993 del Comité de Derechos Humanos coincide en que «cuando este derecho se reconozca en la ley o en la práctica no habrá diferenciación entre los objetores de conciencia sobre la base del carácter de sus creencias particulares; del mismo modo, no habrá discriminación contra los objetores de conciencia porque no hayan realizado el servicio militar». Llegados a este punto es preciso indicar que el mandato de Amnistía Internacional también incluye las categorías de objeción «moral» y «política» al servicio militar como razones aceptables para el reconocimiento de la condición de objetor de conciencia. La organización cree que un individuo no necesita ser un pacifista total o expresar su oposición a todo conflicto armado para justificar que se le reconozca como objetor de conciencia al servicio militar. Según esto, lo que podría describirse como objeción «selectiva» al servicio militar en un conflicto u operación militar concretos, por razones de conciencia o convicciones profundas, también debe ser reconocida como legítima para la exención de las obligaciones militares y la prestación de una forma de servicio alternativa. Basándose en ello, Amnistía Internacional adoptó como presos de conciencia a personas que, por Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario motivos de conciencia o convicciones profundas, se negaron a realizar el servicio militar en la guerra de Vietnam, la guerra del Golfo o en una fuerza integrada dentro de la estrategia de defensa nuclear de la OTAN. Por consiguiente, la organización anima a los gobiernos a que reconozcan las objeciones selectivas de aquellos que, estando preparados para defender a su país, sienten que no pueden participar en una operación militar concreta como consecuencia de sus convicciones profundas. Amnistía Internacional adopta los casos concretos de objetores encarcelados a consecuencia de que el reconocimiento de la objeción de conciencia en su país es tan restringido que las autoridades sólo aceptan algunos de los motivos de conciencia o convicción profunda mencionados anteriormente. 3. ¿Cómo determinan las autoridades quién debe ser reconocido como objetor de conciencia al servicio militar? Excepto en lo que se refiere a las garantías de equidad, Amnistía Internacional no toma postura sobre la idoneidad de los procedimientos establecidos por las autoridades para examinar o evaluar las peticiones de reconocimiento de la condición de objetor de conciencia. No obstante, debe observarse que la organización no adopta como preso de conciencia a ningúna persona encarcelada que no esté dispuesta a declarar ante las autoridades responsables los motivos de su objeción de conciencia en los casos en que las leyes del país así lo exijan, salvo que las razones puedan inferirse de las circunstancias del caso. No obstante, las normas pertinentes de la ONU y de las instituciones europeas incluyen recomendaciones concretas sobre este tema. La Resolución de 1995 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, por ejemplo, «reconoce que algunos Estados consideran válidas las solicitudes de objeción de conciencia sin proceder a ninguna investigación y hace un llamamiento a los Estados que no apliquen este sistema a que, en el marco de su sistema jurídico nacional, establezcan órganos de decisión independientes e imparciales encargados de determinar si la objeción de conciencia es válida en cada caso concreto». La Recomendación de 1987 del Comité de Ministros del Consejo de Europa acepta que «el Estado puede prever un procedimiento apropiado para el examen de las solicitudes con el fin de reconocer la condición del objetor de conciencia o aceptar una declaración de la persona afectada». Pero la Recomendación mantiene que «el examen de la solicitud debe gozar de todas las garantías necesarias para que sea un procedimiento equitativo» y que «el demandante debe poder ejercer el derecho a recurrir contra la decisión dictada en primera instancia». La Recomendación también sugiere que «el organismo competente debe estar separado de la administración militar y debe tener una composición que le asegure la independencia». En su Resolución del 13 de octubre de 1989, el Parlamento Europeo simplemente «solicita que para obtener la categoría de objetor de conciencia y ser reconocido como tal sea suficiente una declaración individual justificada». Al pedir que se establezcan principios comunes con miras a eliminar las discriminaciones entre los ciudadanos europeos con respecto al servicio militar, la Resolución del 11 de marzo de 1993 del Parlamento Europeo insta a que una de las garantías mínimas que se incluya en estos principios sea la existencia de un sistema eficaz de apelación en caso de que no se reconozca la condición de objetor de conciencia. 4. ¿Qué tipo de servicio alternativo para los objetores de conciencia al servicio militar se fomenta entre los gobiernos? Amnistía Internacional tampoco toma postura sobre el carácter o el contenido concreto del servicio alternativo que los Estados ofrecen a los objetores de conciencia al servicio militar. Sin embargo, la organización adoptará como presos de conciencia a los objetores encarcelados en los casos en que se les niegue el derecho a un servicio alternativo de naturaleza puramente civil y bajo control civil, o en que la Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 duración de dicho servicio alternativo pueda considerarse punitiva. Para determinar si se dan estas circunstancias, se consideran todos los factores pertinentes: 1) si las autoridades han indicado que la duración del servicio civil alternativo, comparada con la del servicio militar, pretende ser punitiva; 2) si las autoridades no ofrecen una justificación adecuada sobre el carácter no punitivo del periodo de tiempo en que el servicio alternativo supera al militar, y 3) si la duración del servicio civil alternativo supera la del militar, incluido el tiempo del entrenamiento básico y la reserva activa. Es importante subrayar que Amnistía Internacional no considerará preso de conciencia a ningún objetor que, habiéndosele ofrecido la oportunidad de realizar un servicio alternativo de carácter puramente civil, bajo control civil y que se ajusta a los anteriores requisitos de duración, se haya negado a realizarlo. La Resolución de 1995 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU «insiste en que esas formas de servicio alternativo deben ser de carácter no combatiente o civil, en interés público y no de carácter punitivo». Estas definiciones son similares a las contenidas en la Recomendación de 1987 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, que subraya el requisito de que la duración del servicio alternativo «...no debe sobrepasar, en relación a la del servicio militar, los límites razonables». Sin embargo, la Recomendación admite que «...junto al servicio sustitutorio civil, el Estado puede también prever un servicio militar no armado y que afecte solamente a los objetores cuyos motivos de conciencia se limiten a rechazar el uso personal de las armas». La Recomendación incluye el comentario adicional de que «el objetor de conciencia que realiza el servicio sustitutorio no debe tener menos derechos que la persona con obligación de hacer el servicio militar, tanto en el plano social como pecuniario. Las disposiciones legislativas o reglamentarias relativas a la toma en consideración del servicio militar con el empleo, estudio o pensiones son aplicables al servicio sustitutorio». La Resolución del Parlamento Europeo del 13 de octubre de 1989 «pide que la duración de la prestación sustitutoria sólo pueda superar la del servicio habitual por un período de tiempo adecuado, hasta un máximo de la mitad de la duración normal, como compensación por los períodos de maniobras de los que cumplen el servicio militar», y también «solicita que se proteja de la explotación a las personas que cumplen la prestación sustitutoria, y pide la misma paga tanto para los que prestan el servicio civil como para los que cumplen el servicio militar». Asimismo, la Resolución «insiste en que se autorice a los que cumplen la prestación sustitutoria para que participen en las actividades de formación profesional y continua en igualdad de condiciones que los que cumplen el servicio militar». Ampliando las posibilidades de servicio alternativo, la misma Resolución «pide que los objetores de conciencia reconocidos en el Estado miembro de su nacionalidad puedan participar, en su caso y siempre a petición propia, en programas de prestación sustitutoria en otros Estados miembros y que dicha participación les exima de cumplir la prestación sustitutoria nacional». Por consiguiente, el Parlamento «pide a la Comisión [Europea] que establezca un programa sobre proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo en el que puedan participar, en su caso y siempre a petición propia, todos los objetores de conciencia de los Estados miembros, que quedarán eximidos, en virtud de su participación en dicho programa, de la prestación sustitutoria nacional». La posterior Resolución del Parlamento Europeo del 18 de enero de 1994 va aún más lejos a este respecto, solicitando a la Comisión que presente al Parlamento «...una propuesta con miras a la creación de un servicio civil europeo abierto tanto a los objetores de conciencia como a los voluntarios de los Estados miembros», así como «un programa de intercambios que permita a los que presten el servicio civil alternativo efectuarlo en un Estado miembro distinto del propio, así como en el Tercer Mundo en régimen de cooperación». La resolución también «pide que dicho servicio pueda efectuarse asimismo en organismos Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario situados en otros Estados miembros de la Unión Europea sin deber de reciprocidad y aunque no exista el reclutamiento en el país afectado». Por último, la Resolución de enero de 1994 incluyó una recomendación a los Estados miembros de la UE para que «...establezcan para el servicio militar obligatorio y el servicio civil, que debe realizarse en instituciones que no estén controladas por el Ministerio de Defensa, la misma duración...». 5. ¿Cuándo debe permitirse a un particular solicitar su reconocimiento como objetor de conciencia al servicio militar? La Recomendación de 1987 del Comité de Ministros del Consejo de Europa afirma que «la solicitud de reconocimiento de la condición de objetor de conciencia debe ser presentada según unos modelos y dentro de unos plazos que serán fijados teniendo en cuenta la exigencia de que el proceso de examen de la solicitud esté, en principio, acabado en su totalidad antes de su incorporación a filas». Sin embargo, en la Recomendación también se afirma que «la ley puede igualmente prever la posibilidad de que el interesado pueda presentar una solicitud y de que se le reconozca como objetor de conciencia cuando las condiciones requeridas para la objeción de conciencia aparezcan durante el servicio militar o a lo largo de los periodos de formación militar que siguen al servicio inicial». Igualmente, en el párrafo 26 del Informe Explicativo de la Recomendación de 1987 se afirma que «prescribir plazos absolutos en las normas a las que están sujetas las solicitudes se puede considerar contrario a los propios fines de la Recomendación. Si se reconoce que la negativa a cumplir el servicio militar se basa en un conflicto de conciencia, debe deducirse que ese conflicto puede surgir en cualquier momento de la vida de la persona».[traducción no oficial] La Resolución de 1995 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU afirma igualmente que «a las personas que están cumpliendo el servicio militar no se les debería negar el derecho a tener objeciones de conciencia al servicio militar», y reconoce «...las personas que están cumpliendo el servicio militar pueden transformarse en objetores de conciencia». De igual forma, la Resolución del Parlamento Europeo del 11 de marzo de 1993 pide que los Estados miembros de la UE garanticen que se puede solicitar el reconocimiento de la condición de objetor de conciencia en cualquier momento, incluso durante el cumplimiento del servicio militar. Amnistía Internacional adoptará como preso de conciencia a cualquier objetor encarcelado debido a que su país no garantiza el derecho al reconocimiento como objetor de conciencia por motivos de conciencia o convicciones profundas sobrevenidos después de su incorporación a las fuerzas armadas. 6. ¿Están obligados los gobiernos a informar a los futuros reclutas y a los soldados que cumplen el servicio militar sobre su derecho a la objeción de conciencia? La Resolución 1995 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU «afirma la importancia de que todas las personas que puedan tener que cumplir el servicio militar dispongan de información sobre el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar y sobre los medios de adquirir la condición jurídica de objetor de conciencia». La Resolución de 1995 también solicita al secretario general de la ONU que «...incluya el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en las actividades de información pública de las Naciones Unidas, incluido el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos». La Recomendación de 1987 del Comité de Ministros del Consejo de Europa subraya que «...la Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 persona que se encuentra en la obligación de realizar el servicio militar debe ser informada previamente de sus derechos. A dicho efecto, el Estado le facilitará todo tipo de información útil o permitirá a las organizaciones privadas interesadas que difundan la información necesaria». El Documento de Copenhague de 1990 de la OSCE también da instrucciones a los Estados que participan en la Conferencia para que faciliten «... al público información sobre esta cuestión». La Resolución del Parlamento Europeo del 13 de octubre de 1989 «solicita que simultáneamente con el llamamiento a filas se facilite una información sobre las posibilidades legales de negarse a prestar el servicio militar, en la medida en la que ello no sea aún el caso». La importancia del acceso a información suficiente sobre el derecho a la objeción de conciencia fue reiterada en una Resolución posterior de este organismo, la del 11 de marzo de 1993. La información sobre el derecho a ser reconocido como objetor de conciencia debe ir acompañada de información sobre los procedimientos existentes para conseguir ese reconocimiento, también los que están al alcance de los soldados que ya realizan el servicio militar. Amnistía Internacional adoptará como preso de conciencia a cualquier objetor encarcelado a consecuencia de haber abandonado sin autorización las fuerzas armadas por motivos de conciencia sobrevenidos tras su reclutamiento, siempre que haya tomado todas las medidas razonables para asegurarse de quedar libre legalmente de sus deberes militares por motivos de conciencia, o que no las haya tomado por haber sido privado de un acceso razonable al conocimiento de los procedimientos a seguir. III. EL FUTURO DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA EN EUROPA 1. ¿Cómo extender y proteger mejor el derecho a la objeción de conciencia en Europa? Hay en marcha varias nuevas iniciativas de organizaciones no gubernamentales (ONG) e instituciones intergubernamentales europeas que podrían tener un importante efecto sobre la protección y la promoción del derecho a la objeción de conciencia en Europa. Desde 1984 está en circulación un proyecto de Protocolo al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales que reconoce específicamente el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar. En su Resolución del 13 de octubre de 1989, el Parlamento Europeo expresó su apoyo explícito a este Protocolo, que reiteró en una Resolución posterior adoptada el 18 de enero de 1994. Recientemente ha sumado su apoyo a la incorporación de este Protocolo en el Convenio la agrupación de ONG con carácter consultivo en el Consejo de Europa (agrupación a la que pertenece Amnistía Internacional). El 25 de septiembre de 1996, la agrupación aprobó por unanimidad una resolución sobre el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia propuesta por el Consejo Cuáquero para Asuntos Europeos (Quaker Council for European Affairs - QCEA). Los copatrocinadores de la resolución fueron la Comisión Ecuménica Europea para la Iglesia y la Sociedad (European Ecumenical Commission for Church and Society - EECCS) y la Conferencia de Iglesias Europeas (Conference of European Churches - CEC). La resolución planteaba la preocupación de que «...aunque los principios establecidos en la Recomendación R(87)8 del Comité de Ministros (véase más arriba) constituyen sólo unas normas mínimas, la situación en varios Estados miembros dista mucho de cumplir estos principios». La resolución también pedía al Comité de Ministros que diera instrucciones al Comité Director para los Derechos Humanos a fin de que solicitara un informe de cada Estado miembro del Consejo de Europa sobre las medidas tomadas en aplicación de la Recomendación de 1987. Asimismo pedía a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y a su Comisión de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos que reconsiderara el proyecto de Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario Protocolo sobre el derecho a la objeción de conciencia e informara a la agrupación de ONG a tiempo para su siguiente reunión, que se celebrará en septiembre de 1998. En respuesta a una pregunta escrita formulada por un miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre el tema de los objetores de conciencia en Grecia, el Comité de Ministros contestó en octubre de 1996 que había observado ...una serie de novedades en los últimos años en diversos Estados miembros con relación al reclutamiento y la objeción de conciencia al servicio militar. Al mismo tiempo, el número de miembros de la Organización ha aumentado notablemente desde que el Comité adoptó su Recomendación Nº R(87) 8. Por estos motivos, el Comité de Ministros cree que resultaría útil disponer de un análisis comparativo de la legislación y las prácticas de los Estados miembros en esta área. El Comité de Ministros... ha dado instrucciones al Comité Director para los Derechos Humanos para que lleve a cabo este estudio y evalúe la aplicación de la Recomendación Nº R(87) 8 con el fin de determinar qué nuevas acciones podrían promoverse a nivel europeo. [traducción no oficial] El Comité Director para los Derechos Humanos lleva actualmente a cabo este estudio, y su objetivo es terminarlo a finales de 1997. Está previsto que el análisis comparativo solicitado se presente en una reunión del Comité Director que se celebrará en junio de 1997. De forma complementaria a estas iniciativas del Consejo de Europa, Amnistía Internacional también insta a los miembros de la Unión Europea a que establezcan claramente, mediante una resolución adecuada adoptada por el Parlamento Europeo, que el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia al servicio militar y la introducción de un servicio civil alternativo cuya duración no tenga carácter punitivo se incluirán entre los criterios para la admisión de nuevos miembros en la Unión Europea. La preocupación por que los Estados que solicitan ser miembros de la UE cumplan con los instrumentos internacionales en lo que respecta al derecho a la objeción de conciencia dio origen a la elaboración de un reciente informe de Christof Tannert, miembro alemán del Parlamento Europeo. El estudio de Tannert, Military Service and Conscientious Objection in Central and Eastern Europe in View of the Extension of the European Union towards the East, se realizó en colaboración con la Oficina Europea para la Objeción de Conciencia (European Bureau for Conscientious Objection - EBCO) y se terminó en 1996. Amnistía Internacional también reitera su llamamiento a todos los Estados miembros de la Unión Europea y del Consejo de Europa para que revisen su legislación sobre la objeción de conciencia al servicio militar desde el punto de vista de las resoluciones y recomendaciones internacionales vigentes. 2. ¿Qué otras ONG internacionales, además de Amnistía Internacional, trabajan en defensa del derecho a la objeción de conciencia en Europa? Amnistía Internacional trabaja junto con varias ONG de amplia implantación comprometidas con la tarea de fomentar la conciencia sobre el derecho a la objeción de conciencia y proteger los derechos de los objetores: Oficina Europea para la Objeción de Conciencia La actual campaña de Amnistía Internacional sobre el derecho a la objeción de Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 conciencia en Europa ha sido planificada y llevada a cabo en estrecha colaboración con la Oficina Europea para la Objeción de Conciencia (European Bureau for Conscientious Objection - EBCO), fundada en 1979 y con sede en Bruselas. A través de su red de organizaciones en toda Europa, la Oficina trabaja para promover el derecho a la objeción de conciencia como derecho humano fundamental tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En los últimos años, la Oficina Europea para la Objeción de Conciencia ha publicado importantes estudios: The Right to Conscientious Objection and the European Parliament (1994) y Conscientious Objectors, Draft Evaders and Deserters from former Yugoslavia (1995). En noviembre de 1996, la Oficina celebró en Budapest una conferencia titulada Los Balcanes y el derecho a negarse a matar, con la cooperación del Consejo de Europa. En mayo de 1997, la Oficina celebrará una reunión de objetores de conciencia y desertores de la Alemania nazi con objetores y desertores de la ex Yugoslavia en Linz, Austria. Para más información sobre esta organización, diríjanse a: European Bureau for Conscientious Objection (EBCO) rue Van Elewyck 35 B-1050 Bruselas, BÉLGICA TEL: +32 2 648 5220 FAX: +32 2 640 0774 CORREO ELECTRÓNICO: ebco@club.innet.be HTTP://www.club.innet.be/ind2088/ebco Internacional de Resistentes a la Guerra Fundada en 1921, la Internacional de Resistentes a la Guerra (War Resister’s International - WRI) tiene secciones nacionales, organizaciones asociadas y miembros en más de 40 países. Entre sus actividades, apoya campañas en favor de los derechos de los objetores de conciencia en todo el mundo, centrándose en la actualidad en la situación de Turquía y Latinoamérica. La Internacional de Resistentes a la Guerra también ha desempeñado un papel activo en la cuestión del asilo de los objetores al reclutamiento y los desertores de la ex Yugoslavia. Todos los años, en el Día de los Presos para la Paz, el 1 de diciembre, la Internacional elabora una Lista de Condecoraciones «...a fin de concitar el apoyo internacional para quienes están encarcelados por ser objetores de conciencia o resistirse de forma no violenta a los preparativos bélicos». Para más información sobre esta organización, diríjanse a: War Resisters’ International (WRI) 5 Caledonian Road London N1 9DX REINO UNIDO TEL: +44 171 278 4040 FAX: +44 171 278 0444 CORREO ELECTRÓNICO: warresisters@gn.apc.org Consejo Cuáquero para Asuntos Europeos El Consejo Cuáquero para Asuntos Europeos (Quaker Council for European Affairs QCEA) fue fundado en 1979 para fomentar los valores de la Sociedad de los Amigos (cuáqueros) en el marco europeo y para «...expresar una visión cuáquera sobre temas de paz, derechos humanos y la forma de compartir adecuadamente los recursos del mundo». Con sede en Bruselas, el QCEA trabaja en estrecha colaboración con otras ONG, como la EBCO, y otras organizaciones religiosas que comparten sus preocupaciones. Su objetivo es aumentar la sensibilidad sobre una serie de cuestiones de derechos humanos, paz y justicia social y fomentar la actuación sobre ellas en el marco del Consejo de Europa y la Unión Europea. Dado el pacifismo histórico de los cuáqueros (que data de sus orígenes, en el siglo XVII), no resulta sorprendente que el derecho a la objeción de conciencia sea una de las principales preocupaciones del QCEA en los antedichos foros europeos. La Oficina Cuáquera de las Naciones Unidas (Quaker United Nations Office - QUNO) de Ginebra realiza un trabajo similar sobre este tema en el ámbito de las Naciones Unidas. Para más información sobre esta organización, diríjanse a: Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario Quaker Council for European Affairs (QCEA) Square Ambiorix 50 B-1000 Bruselas BÉLGICA TEL: +32 2 230 4935 FAX: +32 2 230 6370 CORREO ELECTRÓNICO: qcea@gn.apc.org Consejo Europeo de Organizaciones de Reclutas El Consejo Europeo de Organizaciones de Reclutas (European Council of Conscripts Organisations - ECCO) fue fundado en 1979 como «...plataforma internacional para el intercambio de experiencias e información de los reclutas». Con sede en Utrecht, Países Bajos, ECCO es una organización que aglutina diversas organizaciones de reclutas de muchos países europeos: la República Checa, la República Eslovaca, Hungría y Georgia, entre otros. ECCO trabaja en favor de la promoción y la protección de los derechos humanos de los reclutas, incluido el derecho de los soldados que están cumpliendo el servicio militar a solicitar el reconocimiento de su condición de objetores de conciencia. ECCO también publica informes sobre la tortura y los malos tratos a los reclutas, un tema que cada vez preocupa más a Amnistía Internacional. En septiembre de 1996, las organizaciones miembros de ECCO adoptaron una Carta Europea sobre los Derechos de los Reclutas. Entre las últimas publicaciones de la organización destacan The Guide Book for Creating a Representation System for Conscripts (1993 - traducido al ruso), un estudio general titulado Compulsory Military Service in Central and Eastern Europe (1996) y el Black Book on Rights of Conscripts in Central and Eastern Europe (1996). ECCO tiene carácter consultivo en el Consejo de Europa, y también ha recibido financiación para proyectos del Programa Phare y Tacis para la Democracia de la Unión Europea. Para más información sobre esta organización, diríjanse a: European Council of Conscripts Organisations (ECCO) Postbus 2384 3500 GJ Utrecht Países Bajos TEL: +31 30 244 3425 FAX: +31 30 242 2195 Congreso Europeo en Favor de la Paz y los Objetores de Conciencia En conmemoración del 350 aniversario de la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años en Europa, se celebrará una importante conferencia internacional en Osnabrück, Alemania, en mayo de 1998: el Congreso Europeo en Favor de la Paz y los Objetores de Conciencia. Organizado por un consorcio de más de 30 organizaciones (incluidas EBCO y Amnistía Internacional), en él participarán gran número de importantes líderes religiosos, intelectuales y defensores de los derechos humanos de toda Europa. «La objeción de conciencia como derecho humano» será uno de los temas destacados del Congreso, en el que se espera que surjan estrategias imaginativas y eficaces para la educación y la actuación sobre este tema durante los próximos años. Amnistía Internacional trabajará en estrecha colaboración con los organizadores del congreso para elaborar una serie de programas destinados a aumentar la sensibilidad y el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia en el periodo previo a la celebración del congreso, especialmente en Europa Oriental y Central. Para más información sobre este congreso (disponible también en ruso), diríjanse a: Peace Congress ‘98 Postfach 4124 D-49031 Osnabrück ALEMANIA Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario TEL: +49 541 26 06 50 FAX: +49 541 26 06 80 Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario IV. RESUMEN DE LAS ACTUALES PREOCUPACIONES DE AMNISTÍA INTERNACIONAL EN EUROPA SOBRE EL DERECHO A LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA ALBANIA Los varones físicamente aptos de edades comprendidas entre los 19 y los 55 años tienen obligaciones militares, incluido un año de servicio militar (que deben realizar entre los 19 y los 40 años), y las posteriores obligaciones de la situación de reserva. No existen disposiciones que permitan a los objetores de conciencia realizar un servicio no armado o civil. Sin embargo, se concede la exención del servicio militar a los varones previo pago de una cantidad equivalente a 4.000 dólares estadounidenses, cifra que está fuera del alcance de la mayoría de los jóvenes. Los objetores de conciencia que se niegan a realizar el servicio militar pueden ser procesados y juzgados por tribunales militares por «no responder al llamamiento a filas», como dispone el artículo 16 del Código Penal Militar (en vigor desde el 15 de noviembre de 1995), un delito punible con multa o hasta dos años de cárcel. A parecer, la falta de respuesta a la llamada a filas se castiga inicialmente con multa, y si el recluta continúa negándose a cumplir el servicio militar puede ser encarcelado. En teoría, los objetores de conciencia pueden ser llamados a filas varias veces, así como procesados y encarcelados varias veces por negarse al reclutamiento, algo que ha sido criticado por los juristas, que también han tachado de discriminatoria la introducción de disposiciones que en la práctica permiten que las personas con más recursos económicos compren su exención del servicio militar. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s EXPEDIENTE DE CASO Los únicos objetores de conciencia encarcelados de los que tiene noticia Amnistía Internacional son Testigos de Jehová. El primero en ser procesado según el nuevo Código Militar fue Llambi Mile que, en febrero de 1996, fue condenado por un tribunal militar de Berat a seis meses de cárcel por negarse a cumplir el servicio militar por motivos religiosos. El tribunal ordenó que debía comenzar a cumplir la sentencia inmediatamente. Llambi Mile apeló, pero la sentencia fue confirmada. El mismo tribunal había condenado en junio de 1995 a Mile a pagar una multa equivalente a 100 dólares estadounidenses por negarse al reclutamiento. Durante la segunda mitad de 1996 hubo informes de más de 10 Testigos de Jehová detenidos o bajo arresto domiciliario en Berat en espera de ser juzgados por no responder al llamamiento a filas por motivos religiosos. En noviembre de ese mismo año, tres de ellos, Edlir Lipe, Sajmir Gega y Arben Merko fueron condenados a cuatro meses de cárcel, y al parecer había otros tres en espera de juicio. Amnistía Internacional solicita liberación inmediata e incondicional de objetores de conciencia encarcelados. Amnistía Internacional, abril 1997 la los El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 AUSTRIA Desde que en 1991 se suprimió el requisito de presentarse a un examen oral sobre los motivos de la objeción de conciencia, la duración del servicio alternativo ha ido aumentando progresivamente, y el plazo de presentación de solicitudes para prestarlo se ha reducido. habían incumplido los restrictivos plazos que establecía la legislación sobre servicio alternativo entonces en vigor. Dos habían huido por temor a ser arrestados y detenidos y el juicio contra el tercero se inició en noviembre de 1996, pero fue aplazado. Amnistía Internacional supo en marzo de 1997 que el proceso penal contra Peter Zwiauer se había interrumpido. En 1991, el servicio civil alternativo era de ocho meses, igual que el servicio militar. Desde el 1 de enero de este año, los objetores de conciencia al servicio militar deben cumplir un servicio alternativo de 12 meses. Según la Ley de Servicio Civil Alternativo de 1991, las solicitudes para realizar el servicio civil alternativo podían presentarse en cualquier momento tras la notificación de la condición de apto para el servicio militar y hasta dos semanas después de la recepción de los documentos de llamamiento. Desde el 1 de enero de 1997, las solicitudes sólo son válidas si se presentan dos días antes de la recepción de los documentos. Por consiguiente, los posibles solicitantes no saben que el plazo para presentar la solicitud ya ha terminado hasta que es demasiado tarde. (Sin embargo, la ley establece que el periodo de tiempo entre la notificación de la condición de apto para el servicio militar y la recepción de la orden de llamamiento debe ser de al menos seis meses.) Los plazos de presentación de solicitudes son aún más restrictivos para quienes han sido declarados aptos para el servicio militar antes de 1994. Amnistía Internacional insta a las autoridades a que detengan las actuaciones legales contra estas personas. La organización ha comunicado a las autoridades austríacas que, si alguno de ellos es encarcelado, lo adoptará como preso de conciencia y solicitará su liberación inmediata e incondicional. Amnistía Internacional ha expresado sus preocupaciones respecto a la legislación austríaca sobre objeción de conciencia y los casos de Herwig Matzka, Peter Zwiauer y Andreas Gruber en el documento Austria: Conscientious objection to military service - a summary of current concerns, Índice AI: EUR 13/01/97, publicado en febrero de 1997. Amnistía Internacional ha llamado la atención de las autoridades austríacas en varias ocasiones sobre su preocupación acerca de los plazos para la presentación de solicitudes para el servicio alternativo. La organización también ha puesto en duda los motivos que se aducen para el aumento progresivo de la duración del servicio alternativo. Sus cartas han encontrado muy poco eco. EXPEDIENTE DE CASO A finales de diciembre de 1996 al menos tres hombres ─ Herwig Matzka, Peter Zwiauer y Andreas Gruber─ podían ser encarcelados por negarse a cumplir el servicio militar. Los tres Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario BIELORRUSIA El servicio militar, obligatorio para todos los hombres de edades comprendidas entre los 18 y los 27 años, tiene una duración de 18 meses, excepto para los universitarios, en que se reduce a 12 meses. Los deberes militares pueden ser pospuestos por razones sociales (asuntos familiares, que el interesado sea quien aporta los ingresos de la familia, existencia de hijos pequeños, etc.) o educativas (asistencia a la universidad), aunque estas últimas sólo pueden aducirse para posponerlo una vez, de forma que, si un joven desea matricularse en otra universidad o iniciar otro periodo de estudios, debe realizar primero el servicio militar obligatorio. Actualmente no hay servicio alternativo para los objetores de conciencia. Desde 1994 se debate en el parlamento un proyecto de ley sobre el servicio alternativo, para el que se propone una duración de tres años, es decir, el doble del servicio militar obligatorio. El parlamento no incluyó disposiciones para los objetores de conciencia en la Constitución que entró en vigor en marzo de 1994. En 1995 hubo informes de que el gobierno había propuesto ampliar el servicio alternativo a personas no aptas para el servicio militar por razones de salud. Según informes, el Ministerio de Defensa era partidario de ampliar el concepto de servicio militar de manera que incluyera una amplia gama de opciones para el servicio alternativo, similar al modelo alemán. Al parecer, el gobierno tenía previsto extender la posibilidad de realizar el servicio alternativo a personas con historial delictivo para evitar que tuvieran acceso a las armas durante el servicio militar. La ley actual exime del servicio militar a quienes hayan cumplido penas en campos de trabajo por delitos comunes graves. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario Al no existir un servicio civil alternativo en Bielorrusia, los jóvenes que se declaran objetores de conciencia al servicio militar pueden ser procesados por las autoridades militares, condenados por delito común y encarcelados. Según las cifras facilitadas por la ONG local Liga Bielorrusa de Derechos Humanos, en la leva de la primavera de 1995 el 30% de los reclutas se negaron a incorporarse a filas, y de ellos el 99% permanecen ocultos o han fingido enfermedades para evitar ser reclutados. Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario BOSNIA Y HERZEGOVINA La firma del acuerdo de paz en diciembre de 1995 dividió oficialmente a BosniaHerzegovina en dos Entidades, la Federación de Bosnia y Herzegovina ─compuesta por cantones, la mayoría administrados por autoridades musulmanas (bosnias) o bosniocroatas─ y la República Srpska, administrada por serbobosnios. Aunque existe una presidencia y un gobierno de Bosnia y Herzegovina que representan a ambas Entidades, no tienen competencias sobre temas de defensa, que son responsabilidad de las autoridades de las dos Entidades. Como en otras ex repúblicas yugoslavas, la legislación reguladora del servicio militar se basa en las leyes de defensa y el Código Penal de la ex República Federativa Socialista de Yugoslavia. Los artículos de este último relativos a las fuerzas armadas están en vigor en ambas Entidades, incluido el artículo 214 («evasión del servicio militar») y 217 («deserción»). Por lo demás, esta situación varía entre las distintas zonas, que se tratarán por separado más adelante. No obstante, hay un factor común a destacar: durante la guerra el trabajo en favor del esfuerzo bélico fue obligatorio en la mayor parte de Bosnia-Herzegovina. En muchos casos no hubo una distinción clara entre la movilización para incorporarse a las fuerzas armadas y a este tipo de trabajo. Con frecuencia las personas pertenecientes a minorías que realizaban trabajos en favor del esfuerzo bélico se vieron obligadas a trabajar en condiciones sumamente peligrosas, por ejemplo, cavando trincheras muy cerca del frente, donde corrían el peligro de resultar heridos e incluso morir. En algunos casos, especialmente en las zonas controladas por los serbobosnios, las condiciones eran similares a la detención. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario La Federación Durante la guerra el servicio militar fue obligatorio para todos los varones, y continúa siéndolo. Actualmente los varones pueden elegir entre cumplirlo en el ejército de Bosnia y Herzegovina (compuesto predominantemente por soldados musulmanes bosnios) o en el Consejo Croata de Defensa. Oficialmente, ambos ejércitos deberán fundirse en uno en 1999. La posibilidad de un servicio no armado en las fuerzas armadas fue introducida a mediados de 1996, pero es posible que no haya sido llevada a la práctica. Entre 1992 y finales de 1995, en las zonas bajo gobierno bosnio fue habitual el encarcelamiento de varones ‒incluidos los objetores de conciencia‒ por «evasión del servicio militar» o «deserción». Como durante la mayor parte del conflicto estuvo en vigor el estado de «peligro inmediato de guerra» o el estado de guerra, la pena legal máxima era la pena de muerte. En la práctica, las sentencias más duras de las que se ha tenido noticia fueron de cinco años de cárcel. Se sabe que en las zonas controladas por el Consejo Croata de Defensa (la «República Croata de Herceg-Bosnia») hubo resistencia al reclutamiento, pero hay poca información disponible sobre las penas que se aplicaron. Al parecer, los casos más frecuentes de procesamiento y encarcelamiento en las zonas controladas por las autoridades bosnias fueron protagonizados por serbios, muchos de ellos por negarse a luchar contra serbios del otro bando. En algunos tribunales, las sentencias dictadas contra los serbios que adujeron estas razones para negarse a cumplir con sus obligaciones militares fueron menos severas. Sin embargo, también había presiones para aceptar la liberación en intercambios de prisioneros con las fuerzas serbobosnias, y algunos serbios fueron expulsados de sus zonas de residencia de esta forma. También hubo un reducido número de hombres que eran claros objetores de conciencia por motivos religiosos, como los Testigos de Jehová. Cuando en marzo de 1994 se proclamó oficialmente la Federación, agrupando a la zona de Bosnia controlada por un gobierno de mayoría bosniomusulmana y la controlada por el Consejo Amnistía Internacional, abril 1997 1 Croata de Defensa, la autoproclamada «República Croata de Herceg-Bosnia», estas zonas tenían, en la práctica, administraciones independientes, que no fueron suprimidas oficialmente hasta finales de 1996. Todavía hoy la Federación no está plenamente instituida. Aunque teóricamente el servicio militar se rige por las leyes federales que se tratarán más adelante, no está claro si los tribunales de las zonas bosniocroatas respetan estas leyes federales, especialmente en la ciudad de Mostar, centro de la disputa entre musulmanes y croatas. En diciembre de 1994 el gobierno bosnio introdujo una amnistía limitada para quienes eludían el reclutamiento, dando a los desertores o evasores un plazo máximo de 30 días para presentarse a cumplir con sus obligaciones y evitar así ser procesados. El plazo se ampliaba a seis meses en el caso de residentes en el extranjero. Cumpliendo con lo estipulado en el acuerdo de paz, las autoridades bosnias introdujeron una amplia ley de amnistía en febrero de 1996 (la Federación aprobaría después una ley similar). Esta amnistía se aplicaba a actos de «deserción» o «evasión del servicio militar». Todos los objetores de conciencia conocidos quedaron en libertad, y se retiraron todos los cargos penales contra los que estaban en espera de juicio. Sin embargo, la amnistía se extendía sólo a actos cometidos hasta el 14 de diciembre de 1995. Todo aquel que se había negado a cumplir el servicio militar después de esta fecha podía ser procesado, aunque en la práctica el fin de la guerra había supuesto una desmovilización masiva y el reclutamiento de muy pocos hombres. En julio de 1996 se promulgó una nueva Ley Federal de Defensa que permite a los objetores de conciencia servir en las fuerzas armadas sin portar armas. Amnistía Internacional cree que estas disposiciones no constituyen un servicio alternativo puramente civil. La organización solicita al gobierno que introduzca una legislación que permita un servicio alternativo plenamente civil cuya duración no sea punitiva para quienes se nieguen a cumplir el servicio militar por motivos de conciencia. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario La República Srpska Durante la guerra, el servicio militar era obligatorio para todos los varones en las zonas controladas por los serbobosnios. Durante parte de la contienda, algunos hombres, especialmente los que vivían en el extranjero, pudieron «comprar» la exención del servicio militar a cambio de una cantidad. Hubo frecuentes informes de resistencia al reclutamiento, motivada por diversas razones, entre ellas probablemente la objeción de conciencia. Las propias autoridades serbobosnias se quejaron del problema de la deserción y la evasión del servicio militar. Por ejemplo, un informe indica que, sólo entre julio y agosto de 1993, el tribunal militar de Banja Luka condenó a unas mil personas por este tipo de delito a penas que fueron desde la condena condicional a los cinco años de cárcel. A mediados de 1995, cuando el problema de la deserción era más agudo, hubo informes de sentencias de ocho años de cárcel. Muchos de los que desertaron o eludieron el servicio militar huyeron al extranjero, la mayoría a la República Federativa de Yugoslavia, cuyas autoridades devolvieron a los desertores en muchas ocasiones a la República Srpska. La condena máxima durante la mayor parte de la guerra fue de 10 años de cárcel, y aún se aplica en la actualidad. Durante varios meses a partir de julio de 1995, estuvo en vigor el «estado de guerra», lo que suponía que podía aplicarse la pena de muerte como pena máxima. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s El parlamento de la República Srpska aprobó una ley de amnistía en junio de 1996 para cumplir con las exigencias del acuerdo de paz de Dayton. Sin embargo, durante el debate parlamentario, los delitos de «deserción» y «evasión del servicio militar» quedaron específicamente excluidos de la amnistía. A comienzos de 1997 se estudiaron propuestas para una nueva ley de defensa. A finales de 1996 se aprobó una nueva Ley del Ejército, pero en el momento de redactar este informe aún no se disponía de su texto. Aunque Amnistía Internacional cree que probablemente hay personas encarceladas en la República Srpska por desertar o eludir el servicio militar, no hay información sobre casos concretos ni sobre el número de afectados. Amnistía Internacional solicita a las autoridades de la República Srpska que aprueben una amnistía inmediata para todas las personas encarceladas por deserción o cualquier delito similar como consecuencia de negarse a realizar el servicio militar por motivos de conciencia. La organización también solicita a las autoridades que reconozcan el derecho de toda persona que deba cumplir el servicio militar, pero que manifieste su objeción de conciencia en cualquier momento, a prestar un servicio alternativo puramente civil y cuya duración no tenga carácter punitivo. Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 BULGARIA Aunque el derecho a realizar un servicio alternativo está reconocido en la Constitución de Bulgaria (artículo 59, párrafo 2), no hay ninguna ley que permita a los objetores de conciencia dirigir debidamente a las autoridades competentes sus solicitudes para llevar a cabo un servicio alternativo. Las actuaciones judiciales contra objetores de conciencia como Dian Yankov Dimitrov (véase expediente de caso) por evasión del servicio militar representan una violación de su derecho constitucional a un servicio alternativo. . Según informaciones recibidas recientemente por Amnistía Internacional, las autoridades búlgaras han adoptado un proyecto de ley que establece un servicio alternativo. A Amnistía Internacional le preocupa que las disposiciones de este proyecto que se analizan seguidamente no cumplan los principios reconocidos internacionalmente sobre la objeción de conciencia al servicio militar. El artículo 3 del proyecto establece que las solicitudes para realizar el servicio alternativo sólo pueden basarse en motivos religiosos. Amnistía Internacional cree que toda persona debe tener derecho a negarse a desempeñar el servicio armado por razones de conciencia o convicciones profundas basadas en motivos religiosos, éticos, morales, humanitarios, filosóficos, políticos o similares. negarse a realizar el servicio militar. Dian Yankov Dimitrov, de 20 años, es Testigo de Jehová, y sus creencias religiosas le prohíben portar armas y realizar el servicio militar. El 5 de septiembre de 1995, el Tribunal Regional de Popovo lo sentenció a una condena condicional de seis meses de cárcel en aplicación del artículo 361, párrafo 1 del Código Penal búlgaro por no responder al llamamiento a filas. Tras ser llamado nuevamente a filas el 5 de octubre de 1995, Dian Yankov Dimitrov volvió a ser juzgado con la misma ley, y condenado el 1 de febrero de 1996 a ocho meses de cárcel. Apeló, y el 31 de julio de ese mismo año el tribunal de primera instancia de Targovishte redujo su condena a cuatro meses de cárcel. El 9 de septiembre de 1996, Dian Yankov Dimitrov fue encarcelado en la penitenciaría de la isla de Belene para cumplir la condena acumulada de 10 meses. En la cárcel, otros reclusos le han robado en repetidas ocasiones el calzado, las prendas de vestir y la manta. Los intentos de su padre, Yanko Dimitrov Stoyanov, para que el director del centro intervenga en su favor han fracasado. Amnistía Internacional insta a las autoridades búlgaras a que pongan en libertad de forma inmediata e incondicional a Dian Yankov Dimitrov, y a que tomen las medidas necesarias para que el proyecto de ley sobre el servicio alternativo esté en consonancia con los instrumentos internacionales. El artículo 4, párrafo 1 del proyecto de ley establece que el servicio alternativo se realizará únicamente «dentro de las unidades de las fuerzas armadas y la defensa civil, en puestos que no requieran el uso de armas». A Amnistía Internacional le preocupa que este servicio alternativo no pueda considerarse de carácter puramente civil y bajo control civil, y que los objetores puedan ser encarcelados por negarse a prestarlo por motivos de conciencia. EXPEDIENTE DE CASO Dian Yankov Dimitrov lleva encarcelado desde septiembre de 1996, cumpliendo una sentencia de 10 meses por Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario El artículo 6 del proyecto de ley determina que la duración del servicio alternativo será el doble de la del servicio militar. Amnistía Internacional cree que la duración del servicio civil alternativo no debe constituir un castigo para las convicciones profundas de quienes se acojan a él. El proyecto de ley también limita el plazo para la presentación de las solicitudes para realizar el servicio alternativo, que terminaría el 31 de marzo del año en el que el solicitante cumple 18 años. Si para entonces el solicitante no ha cumplido los 18 años, la solicitud debe ser firmada por sus padres o tutores (§9). La solicitud será estudidada por una comisión creada por las autoridades militares regionales (§10), que debe oír los motivos del solicitante, así como los de sus padres o tutores si éste es menor de edad (§ 13). Las decisiones de la comisión pueden recurrirse en un plazo de siete días ante la Comisión Central del Servicio Alternativo (§16), que funciona dentro del Ministerio de Defensa (§ 17.1) y debe decidir sobre el recurso en un plazo de 14 días. Las deciciones de la Comisión Central son inapelables (§ 18. 5). A Amnistía Internacional le preocupa que este procedimiento no sea equitativo e independiente, como recomiendan los instrumentos internacionales. Al imponer plazos de tiempo para la presentación de una solicitud para realizar el servicio alternativo, la ley está eliminando en la práctica a todas aquellas personas que manifiestan la objeción de conciencia al servicio militar en el lapso de tiempo comprendido entre el final del plazo dispuesto para la presentación de la solicitud y el llamamiento a filas - que puede ser de varios meses o incluso años- o tras el llamamiento. Amnistía Internacional insta al gobierno búlgaro y a la Asamblea Nacional a revisar las disposiciones propuestas en el proyecto de ley sobre servicio alternativo y a adoptar una ley sobre el servicio alternativo que esté en línea con todos los principios internacionales sobre objeción de conciencia expuestos anteriormente. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario CHIPRE El «servicio militar no armado» alternativo establecido para los objetores de conciencia sigue siendo punitivo por su duración (42 o 36 meses frente a los 26 meses de servicio militar normal) y queda anulado durante periodos Amnistía Internacional, abril 1997 1 de emergencia o de movilización general. Al menos 18 Testigos de Jehová fueron encarcelados durante 1996 por negarse a cumplir el servicio militar. Los que habían sido llamados a filas por primera vez fueron condenados a 26 meses de cárcel, mientras que los reservistas fueron sentenciados a siete u ocho meses. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario CROACIA La Constitución croata de 1990 garantiza el derecho a la objeción de conciencia. Sin embargo, en la actual legislación no hay ninguna alternativa plenamente civil de carácter universal. Socialista de Yugoslavia y pueden ser llamados como reservistas en las fuerzas armadas croatas, pero sus posibilidades de declararse objetores de conciencia son limitadas. Las Leyes de Defensa que se aprobaron en 1991 y 1993, junto con algunas enmiendas posteriores, regulan las obligaciones militares y los derechos de los objetores de conciencia. Sin embargo, estas leyes disponen fundamentalmente que los objetores de conciencia sirvan en las fuerzas armadas sin portar armas. Existe la posibilidad, no el derecho, de llevar a cabo un servicio civil en instituciones civiles. Hasta ahora no se sabe de nadie que haya podido realizar el servicio civil. La duración del servicio alternativo, tanto si se trata de un servicio no armado en el ejército como en una institución civil, es de 15 meses, un 50% más que el servicio militar normal, y parece tener carácter punitivo. EXPEDIENTE DE CASO Todos los varones de edades comprendidas entre los 16 y los 60 años tienen la obligación de cumplir el servicio militar. En algunas circunstancias también las mujeres deben incorporarse a filas para desempeñar ciertas obligaciones. Normalmente, los jóvenes son reclutados para llevar a cabo el periodo habitual de 10 meses de servicio militar a los 19 años. Tras su desmovilización, pasan a las fuerzas de reserva y deben incorporarse a filas para realizar maniobras o en tiempo de guerra. Un recluta tiene 90 días desde la fecha de su inscripción para el servicio militar para solicitar la condición de objetor de conciencia. Sin embargo, ni a los reclutas recién inscritos ni a los reservistas se les informa automáticamente de su derecho a solicitar la condición de objetores de conciencia. Las autoridades no han dado publicidad a este derecho y han rechazado las ofertas de la principal ONG croata que promueve el derecho a la objeción de conciencia, Campaña contra la Guerra (ARK), de facilitar folletos para su distribución entre los nuevos reclutas. Un factor que complica aún más la situación es el hecho de que la mayoría de los varones de edades superiores a los 25-30 años ya han servido en el Ejército Nacional Yugoslavo (JNA) cuando Croacia formaba parte de la República Federativa Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Las personas encarceladas por intentar evadirse del cumplimiento del servicio militar, incluidos los objetores de conciencia, suelen evitar la publicidad, y resulta difícil documentar el número de casos. Uno de los más recientes que se conocen es el de Nikša Violić, de la zona de Split, que se negó a llevar uniforme y portar armas por sus creencias religiosas como Testigo de Jehová. La policía militar lo golpeó brutalmente cuando lo detuvo brevemente en mayo de 1996. Se presentaron cargos penales contra Nikša Violić por negarse a portar armas, aunque el estado actual de su causa no está claro, pues, según los informes, ha quedado eximido temporalmente del servicio militar por razones médicas. Amnistía Internacional insta a las autoridades croatas a que no persigan judicialmente a Nikša Violić. Si éste es encarcelado en el futuro por negarse a cumplir el servicio militar por sus creencias religiosas, la organización lo adoptará como preso de conciencia. Las solicitudes son estudiadas por la Comisión para el Servicio Civil, nombrada por el Ministerio de Justicia. A los hombres que ya han servido en el Ejército Nacional Yugoslavo o que se habían inscrito para ello antes de la disolución de la ex Yugoslavia se les concedió hasta marzo de 1992 para solicitar la condición de objetores de conciencia. Tras una campaña de captación de apoyos por parte de la ARK, este plazo se amplió hasta mayo de 1994, y más recientemente se ha vuelto a abrir hasta el 20 de julio de 1998. Los reclutas nuevos o recientes también tienen la posibilidad de solicitar la condición de objetores de conciencia hasta esta fecha. Después, parece que no se podrán presentar solicitudes fuera del plazo máximo de 90 días, y por tanto a quien manifieste su objeción de conciencia pasado este plazo se le negará el derecho a ser reconocido como objetor. Amnistía Internacional, abril 1997 Actualmente no hay garantía legal de que El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario una persona, sea nuevo recluta o reservista ya inscrito, no pueda ser movilizada en el plazo que transcurra entre la presentación de la solicitud de la condición de objetor y la recepción del dictamen de la Comisión para el Servicio Civil. El Código Penal, en su Parte General, establece penas para quienes se niegan a cumplir el servicio militar. Los principales artículos al respecto son el de «evasión del servicio militar» (artículo 166) y el de «deserción» (artículo 169). Ambas leyes están tomadas de las antiguas leyes federales de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, artículos 214 y 217, respectivamente, que fijan una pena máxima de 10 años de cárcel en tiempos de paz. Sin embargo, las autoridades han utilizado habitualmente normativas militares para encarcelar por estos actos (también a objetores de conciencia) durante un periodo máximo de 30 días. Ser procesado en aplicación de estas normativas no protege de nuevas actuaciones en aplicación del código penal. La participación de Croacia en la lucha en Bosnia también ha sido objeto de una intensa controversia política, y los reclutas se han resistido a ser destinados allí. La distinción entre el servicio en el Ejército croata y en las fuerzas bosniocroatas (HVO), que luchaban en BosniaHerzegovina también era muy poco clara. Teóricamente, la HVO es una fuerza independiente y extranjera. Por ejemplo, entre finales de 1994 y principios de 1995, gran número de hombres (hasta un millar, según los informes) residentes en Croacia, pero de origen bosniocroata (la mayoría de ellos ciudadanos tanto de Croacia como de Bosnia-Herzegovina, o considerados como tales por las autoridades) fueron movilizados en Croacia y enviados inmediatamente a luchar en la HVO en Bosnia. Los que se negaron fueron encarcelados por periodos de hasta 30 días, siguiendo la normativa militar. Al parecer, entre los motivos para negarse estaba la objeción a participar en el conflicto armado en Bosnia-Herzegovina. Al menos a Amnistía Internacional ha solicitado en repetidas ocasiones la introducción en España del derecho a reclamar la condición de objetor de conciencia durante el servicio militar. Según la legislación en vigor desde diciembre de 1984, el derecho a la objeción de conciencia al servicio Amnistía Internacional, abril 1997 1 algunos de ellos les dieron uniformes desprovistos de distintivos del Ejército croata antes de enviarlos a Bosnia o les dijeron que los llevaban a luchar en zonas de Croacia. Al mismo tiempo, Viktor Ivančić, director de un semanario independiente, Feral Tribune, sumamente crítico con el gobierno, fue movilizado. Su movilización se produjo justo cuando le concedieron oficialmente la ciudadanía croata (nació en Bosnia-Herzegovina), lo cual le obligaba a realizar el servicio militar en Croacia y le permitía solicitar la condición de objetor de conciencia o la exención por otros motivos. Los analistas señalaron que los directores de periódicos que trabajaban en publicaciones afines al gobierno eran eximidos por su profesión. En noviembre de 1995, Božidar Balenović, director de una pequeña publicación regional en la ciudad de Ivanić-Grad, también crítica con las autoridades, fue llamado a filas, al parecer debido a las opiniones expresadas en su periódico. Balenović se negó a vestir uniforme alegando que su ordenación como sacerdote católico algunos años antes lo eximía del servicio militar. En diciembre de 1995 fue condenado a 30 días de cárcel, que cumplió, por negarse a llevar uniforme. Amnistía Internacional solicita a las autoridades croatas que modifiquen la actual legislación sobre el servicio militar para que todo aquel que se niegue a cumplir el servicio militar por motivos de conciencia pueda realizar un servicio alternativo puramente civil cuya duración no tenga carácter punitivo. La legislación también debe ser modificada para reconocer el derecho de todo individuo a solicitar la condición de objetor de conciencia en cualquier momento después de haberse inscrito para el servicio militar, tras haberlo concluido o mientras se halla realizándolo. ESPAÑA militar obligatorio sólo puede ejercerse «hasta el momento en que se produzca la incorporación en filas y, una vez finalizado este, mientras se permanece en la situación de reserva». Por tanto, generalmente cualquier solicitud de la condición de objetor de conciencia presentada tras la Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario incorporación a filas es rechazada automáticamente, sean cuales sean los motivos. Amnistía Internacional cree que los objetores de conciencia al servicio militar ejercen su derecho fundamental a la libertad de conciencia y que deben, por tanto, gozar del derecho a reclamar la condición de objetores en cualquier momento, tanto antes de incorporarse a las fuerzas armadas como después. Amnistía Internacional considera presos de conciencia a los objetores de conciencia que son privados de este derecho y encarcelados a consecuencia de ello. Durante los últimos 10 años, la organización ha recibido informes de más de una decena de casos de reclutas encarcelados por negarse a cumplir el servicio militar por motivos de conciencia sobrevenidos tras la incorporación a filas. Estas personas han sido acusadas de negarse a cumplir el servicio militar, de deserción o de ambas cosas. Al solicitar la liberación de objetores de conciencia como José Antonio Escalada y Manuel Blázquez Solís (véase expediente de caso) y la introducción de leyes que contemplen el derecho a solicitar la condición de objetor de conciencia durante el servicio militar, Amnistía Internacional ha señalado que las normas internacionales sobre la objeción de conciencia al servicio militar también suscriben este derecho (véase la sección II, 5 de este documento). EXPEDIENTE DE CASO Los reclutas Manuel Blázquez Solís y José Antonio Escalada estuvieron encarcelados por negarse a cumplir su servicio militar. Amnistía Internacional los adoptó por primera vez como presos de conciencia durante el periodo de tres meses de prisión preventiva en que estuvieron en 1991. En diciembre de 1995 volvieron a ser arrestados por orden de un tribunal militar que, en junio de 1994, los había condenado a 17 meses de prisión por deserción de las fuerzas armadas. Quedaron en libertad condicional en abril y mayo de 1996, respectivamente. abandonaron sus destinos en el puerto de Cartagena tras saber que sus fragatas relevarían a los buques españoles que ya se encontraban en la zona del Golfo. Explicaron que la participación en el conflicto del Golfo era incompatible con sus convicciones profundas y solicitaron infructuosamente la condición de objetores de conciencia por motivos morales y filosóficos. En declaraciones públicas afirmaron que lo único que habían hecho al desertar era «ejercer el derecho a la libertad de conciencia», y explicaron que habían abandonado sus embarcaciones y el servicio militar porque no deseaban tomar parte en una «matanza». En marzo de 1996, el Comité de Derechos Humanos de la ONU examinó el Cuarto Informe Periódico de las autoridades españolas sobre el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). Amnistía Internacional llamó la atención del Comité sobre su preocupación por el encarcelamiento de objetores de conciencia como presos de conciencia al no contemplarse la posibilidad de que los reclutas soliciten la condición de objetores durante el servicio militar.1 En abril de 1996, tras su estudio del informe presentado por España, el Comité manifestó que sentía «gran preocupación» por el hecho de que los ciudadanos no tuvieran derecho a reclamar la condición de objetores de conciencia tras su incorporación a las fuerzas armadas, ya que esto parecía ser incompatible con las exigencias del artículo 18 del PIDCP, tal como se señalaba en su Comentario General Nº 22 (48) 2, e instó a España « a modificar su legislacion sobre la objeción de conciencia para que toda persona que desea invocar la condicion de objetor de conciencia pueda hacerlo en cualquier momento, antes o despues de su ingreso en las fuerzas 1Véase - España: Comentarios de Amnistía Internacional al Cuarto Informe Periódico del gobierno español al Comité de Derechos Humanos (Índice AI: EUR 41/07/96/s) 2En su Comentario General 22 sobre el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Comité de Derechos Humanos afirma que el derecho a la objeción de conciencia puede derivarse del artículo 18 y que, Contra ellos se presentó el cargo de cuando este derecho se reconozca en la ley o en la práctica, no deserción tras abandonar las fragatas donde habrá diferenciación entre los objetores de conciencia sobre la servían como reclutas cuando estalló el conflicto base del carácter de sus creencias particulares, y tampoco del Golfo Pérsico en enero de 1991. Ambos habrá discriminación contra los objetores de conciencia jóvenes, que entonces tenían 19 años, porque no hayan realizado el servicio militar. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario FEDERACIÓN RUSA armadas». En noviembre de 1996, el Congreso de los Diputados (una de las dos cámaras parlamentarias) votó a favor de estudiar una propuesta para reformar la ley de objeción de conciencia. El texto de la propuesta incluía una disposición que permitía la objeción sobrevenida tras la incorporación a las fuerzas armadas. No obstante, los principales partidos políticos indicaron su intención de efectuar considerables modificaciones al texto a su paso por la cámara en 1997. Al mismo tiempo, el gobierno también ha señalado al Congreso su intención de terminar con el servicio militar obligatorio y sustituirlo por unas fuerzas armadas de profesionales y voluntarios, para lo cual se ha dado de plazo hasta el año 2003. En Rusia el servicio militar es obligatorio para los varones de edades comprendidas entre los 18 y los 27 años. No hay ninguna ley que regule la alternativa civil al servicio militar, lo cual sitúa a todo objetor de conciencia ante la amenaza de la cárcel. El derecho a la objeción de conciencia está reconocido en la Constitución rusa desde abril de 1992. El artículo 59 afirma: «Todo ciudadano de la Federación Rusa cuyas convicciones o creencias le impidan realizar el servicio militar... tendrá derecho a sustituirlo por un servicio civil alternativo». Sin embargo, casi cinco años más tarde, el Parlamento no ha introducido la necesaria legislación reguladora ni enmendado el Código Penal para que refleje esta disposición constitucional, y los jóvenes continúan arriesgándose a ser encarcelados por negarse a realizar el servicio militar por razones de conciencia. El 8 de diciembre de 1995 se intentó aprobar una ley sobre el servicio militar en la Duma estatal, y la mayoría de los diputados votaron en contra. Sin embargo, la legislación podría habilitarse por decreto presidencial. La adhesión de Rusia al Consejo de Europa en febrero de 1996 supone que el país debe tratar de ajustarse a la Recomendación Nº R(87) 8 Relativa a la Objeción de Conciencia de este organismo, que recomienda a los gobiernos de los Estados miembros, en la medida en que todavía no lo han hecho, que adecuen sus legislaciones y prácticas Amnistía Internacional, abril 1997 1 nacionales a esta norma (véase Sección Section II, 1 de este documento). Las disposiciones del artículo 15(4) de la Constitución rusa permiten la aplicación directa de las normas del derecho internacional si el derecho nacional entra en conflicto con ellas (o si la legislación no está desarrollada). En la práctica, este principio constitucional de prioridad de los instrumentos internacionales sobre la legislación interna rara vez es aplicado por los tribunales generales, y depende de la interpretación de cada juez. De forma similar, el principio de aplicación directa de las disposiciones constitucionales (artículo 15(1) de la Constitución) en ausencia de una legislación nacional que las desarrolle queda a la libre interpretación de los tribunales locales. En algunos casos, los jueces han decidido utilizar las disposiciones del artículo 59 de la Constitución directamente y desestimar los cargos presentados contra un objetor de conciencia basándose en que violaban la Carta Magna. En la mayoría de las ocasiones, los objetores de conciencia continúan corriendo el riesgo de ser condenados y encarcelados. En una actuación sin precedentes, el Tribunal Supremo de la Federación Rusa adoptó una decisión durante el primer trimestre de 1996 que establece (punto 11) que «La negación realizar el servicio militar por convicciones religiosas no constituye delito». Hay informes de varios casos en que tribunales generales han tomado decisiones similares. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario EXPEDIENTE DE CASO 1 Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich, monje novicio de 22 años perteneciente a la comunidad budista «Kuntsechoinei Datsan» de la iglesia budista Gelugpa en San Petersburgo, pudo ser condenado a siete años de cárcel como preso de conciencia cuando las autoridades rusas se negaron a reconocer su derecho a la objeción de conciencia al servicio militar. Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich, de la República de Tuva, fue llamado a filas en 1995, a pesar de ser novicio, y enviado a realizar el servicio militar a la región de Khabarovsk. Allí fue presuntamente maltratado por los demás soldados y, según los informes, hubo de ser hospitalizado con ambas piernas rotas a consecuencia de una brutal paliza. Tras recibir tratamiento, sus padres lo llevaron a casa. Poco después volvió al monasterio, donde fue detenido el 26 de mayo de 1996 por las autoridades militares. El 13 de junio del mismo año fue acusado del delito de «deserción voluntaria de su unidad militar» que recoge el artículo 246 del Código Penal ruso, y enviado a un centro de prisión preventiva (SIZO) en San Petersburgo. Según los informes, Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich manifestó su objeción de conciencia al servicio militar, basada en sus creencias religiosas, en el momento de su reclutamiento, tras abandonar la unidad del ejército después de los presuntos malos tratos, cuando lo arrestaron y durante la investigación sobre la acusación que pesa sobre él. Su guía espiritual, el Lama Djampa Donyod Badmaev, recibió una carta fechada el 28 de junio de 1996 de la Oficina del fiscal jefe militar de la Federación Rusa en la que se reconocía el hecho de que Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich había manifestado su objeción basada en sus creencias religiosas. Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional supo que el 28 de junio de 1996 el fiscal militar de San Petersburgo decidió cerrar el caso debido a un «cambio en las circunstancias». El fiscal decretó su licenciamiento del servicio militar, decisión que fue ratificada por el fiscal militar de Moscú el 18 de julio. Sin embargo, según la información recibida del fiscal militar auxiliar de Khabarovsk, Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich ha sido devuelto a su unidad militar en Khabarovsk y obligado a permanecer en el ejército. En agosto de 1996 se dijo que el fiscal militar de la región de Krasnorechensky aún está examinando los cargos presentados contra él. Sin embargo, en una carta del 12 de septiembre de 1996, enviada a Amnistía Internacional por la Oficina del fiscal militar de la Federación Rusa, V. G. Kasyanchik, un fiscal militar afirmaba que «los cargos presentados contra Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich han sido retirados a la vista de sus creencias religiosas». En la carta se señalaba que «se ha tomado la decisión de dejarlo en libertad, y se ha enviado la orden a las autoridades competentes». Sin embargo, en las cartas no se indicaba en ningún momento que la objeción de conciencia de Uvanchaa Dozur-ool Mongushevich al servicio militar fuera a ser reconocida y que se le fuera a licenciar del servicio militar. Amnistía Internacional, abril 1997 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario 1 EXPEDIENTE DE CASO 2 Sergey Mikhailovich Rozhkov informó el 9 de octubre de 1996 a la Comisión de Reclutamiento de la región de Murmansk que era Testigo de Jehová y deseaba realizar un servicio militar alternativo. Según los informes, la Comisión se negó a aceptar su declaración. El 25 de diciembre de 1996, dos agentes de policía lo sacaron de una clase de matemáticas en su escuela del pueblo de Revda, en la región de Murmansk, y lo llevaron ante la Comisión de Reclutamiento y luego al punto de recogida de los nuevos reclutas. Sergey pasó la noche detenido en una celda antes de ser enviado al campamento militar de Novaya Zemlya, una isla del mar de Kara, en la costa septentrional de Rusia. En repetidas ocasiones manifestó sus motivos religiosos para negarse a hacer el servicio militar y pidió que le permitieran realizar un servicio alternativo. También solicitó hablar con el fiscal militar, pero no se lo permitieron. Una ONG local, el Comité de Madres de Soldados de Murmansk, se puso en contacto con el jefe del Comité Militar Regional, que afirmó estar autorizado para asegurarse de que Sergey Rozhkov cumplía el servicio militar. También se pusieron en contacto con el fiscal regional, que manifestó que no podía intervenir en favor de Sergey Rozhkov ante el Comité Militar. Cuando una representante del Comité de Madres de Soldados trató de presentar una petición ante el jefe del Comité Militar, le dijeron que Sergey Rozhkov ya había sido enviado al campamento militar de Novaya Zemlya. El 12 de febrero de 1997, Amnistía Internacional supo por vía del Comité de Madres de Soldados de Murmansk que Sergey Rozhkov había vuelto a ser trasladado a una unidad militar en Severomorsk, otra vez en la región de Murmansk. En una carta fechada el 9 de febrero, Sergey decía: «Aquí estoy fregando suelos y quitando nieve. Aunque no estuve presente en la jura de bandera [ceremonia de compromiso con el ejército], en mi hoja de servicio dice que juré bandera el 2 de febrero. Francamente, no sé lo que hago otra vez aquí. Dicen que voy a hacer el servicio aquí». En julio de 1995, el Comité Militar había iniciado actuaciones penales contra un grupo de objetores de conciencia, Oleg Mikhailov y otros cuatro, Nikiforov, Loban, Agaev y Gorkovets. Sin embargo, el Tribunal Militar de Severomorsk Garnizon sentenció que tenían derecho a prestar Amnistía Internacional, abril 1997 Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s 1 El derecho a la objeción de conciencia en Europa: un asunto prioritario un servicio alternativo y los absolvió. La decisión de comienzos de 1996 del Tribunal Supremo de la Federación Rusa mencionada anteriormente establecía que «cualquier ciudadano de la Federación Rusa cuyas convicciones o creencias le impidan realizar el servicio militar... tiene derecho a sustituirlo por un servicio alternativo». A Amnistía Internacional le preocupaba que el traslado forzoso de Sergey Rozhkov al campamento militar pudiera haber sido una maniobra del Comité Militar para evitar llevar el caso a los tribunales, donde temían perderlo. El conflicto armado en Chechenia y la falta de un servicio militar alternativo para quienes, debido a sus convicciones profundas, no deseaban participar en él, obligó a muchos reclutas a desertar de sus unidades y ocultarse. La ley establece en algunos casos la pena de muerte por desertar durante el combate. Durante el conflicto armado hubo informes fiables procedentes de la zona de guerra en Chechenia que hablaban de presuntas ejecuciones masivas de grupos de desertores por las autoridades militares rusas. Según los informes, en algunos casos los otros soldados dispararon a los grupos de desertores desde un helicóptero. La información sobre estos incidentes fue facilitada por miembros de la Organización de Mujeres Norcaucasianas y la Organización de Madres de Soldados de San Petersburgo en 1996. No se tiene noticia de que ninguno de ellos haya sido investigado por las autoridades. El 27 de diciembre de 1996 se presentó en el Parlamento ruso un proyecto de ley de amnistía sobre el conflicto armado en la República Chechena, preparado por un grupo de diputados de la Duma. Según este proyecto, la amnistía se aplicaría principalmente a los militares rusos de las fuerzas federales que tomaron parte en el conflicto checheno, y quedarían excluidos de ella los condenados en virtud de varios artículos del Código Penal ruso, como el artículo 77 (bandidaje) y el 103 (asesinato con premeditación o daños corporales). Sin embargo, cualquier checheno que presuntamente hubiera participado en un grupo armado de oposición podría ser acusado en virtud del artículo 77 del Código Penal ruso, y cualquier miembro de uno de estos grupos que hubiera tomado parte en la lucha durante el conflicto podría ser acusado de vulnerar el artículo 103 o de otros delitos, como el de posesión ilegal de armas. Si la Duma la aprueba, esta ley de amnistía haría imposible el proceso de intercambio de prisioneros de guerra y de los detenidos de ambos bandos. Según los informes, varios cientos de soldados y oficiales rusos siguen detenidos por los combatientes chechenos, que están dispuestos a liberarlos a cambio de miembros de los grupos armados chechenos Índice AI: EUR 01 / 02 / 97 /s Amnistía Internacional, abril 1997 actualmente detenidos y acusados por las autoridades rusas. También quedan excluidos de la amnistía, según el proyecto de ley, las personas acusadas de vulnerar los artículos del Código Penal ruso sobre traición, espionaje y terrorismo, lo cual hace albergar serias dudas sobre el procedimiento mediante el cual se resolverían los casos de soldados que se evadieron del servicio en Chechenia, como los desertores de las fuerzas armadas rusas durante las operaciones de combate o los objetores de conciencia al servicio militar que no querían participar en el conflicto armado. El grupo ruso de derechos humanos Memorial, apoyado por el Comité de Madres de Soldados y por familias de soldados rusos detenidos en Chechenia, ha solicitado la revisión del proyecto de ley de amnistía que, si se adopta en su actual forma, podría poner en peligro la vida y la seguridad de los que siguen detenidos y suspender el proceso de intercambio de prisioneros de guerra. Miembros de Memorial han preparado y presentado un proyecto de ley de amnistía alternativo. FRANCIA En noviembre de 1996, el gobierno francés aprobó un anteproyecto de ley que proponía la suspensión total para el año 2002, a través de un proceso de reducción progresiva que se iniciaría en 1997, del actual servicio nacional obligatorio para los ciudadanos varones. La Asamblea Nacional aprobó el anteproyecto en febrero de 1997 y lo pasó al Senado para que lo debatiera en marzo. Según el anteproyecto, el servicio nacional obligatorio será sustituido por un curso cívico obligatorio de cinco días (rendezvous citoyen) tanto para hombres como para mujeres, que pueden ofrecerse voluntarios para realizar un servicio militar o civil. Hasta ahora, los varones debían comenzar la prestación de su servicio militar o civil activo entre los 18 y los 27 años. Según el anteproyecto, los varones nacidos después del 31 de diciembre de 1978, es decir, los menores de 18 años, no tendrán la obligación de realizar el actual servicio nacional, mientras que los nacidos antes del 1 de enero de 1979, es decir, los mayores de 18 años, siguen obligados a ello hasta el año 2002. Desde la introducción, en julio de 1983, de la Ley 83-605, que modificaba el Código del Servicio Nacional, Amnistía Internacional ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación ante el hecho de que la legislación francesa sobre objeción de conciencia al servicio militar obligatorio sólo permite presentar la solicitud de la condición de objetor de conciencia dentro de unos plazos fijos, sin contemplar en absoluto la posibilidad de la objeción sobrevenida durante el servicio militar. Asimismo, la legislación ofrece a los objetores de conciencia reconocidos oficialmente un servicio civil de 20 meses, el doble del servicio militar normal, una duración que Amnistía Internacional considera punitiva. Como ya se ha indicado, Amnistía Internacional no opina sobre el reclutamiento como tal, ni se opone al derecho de los Estados a exigir a sus ciudadanos que efectúen un servicio civil alternativo. Sin embargo, la organización opina que un componente esencial del derecho a la objeción de conciencia al servicio armado es que el servicio alternativo no se imponga como castigo por la objeción. Las normas internacionales sobre la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio también defienden una duración no punitiva del servicio civil (véase la Sección II de este documento). Amnistía Internacional considera que el servicio civil que se ofrece a los objetores de conciencia al servicio militar en Francia no brinda una alternativa aceptable al servicio militar, y que quienes están encarcelados por rechazar ambos son presos de conciencia. A comienzos de 1997 se encontraban en curso varias actuaciones por lo penal contra objetores de conciencia procesados por no acatar las leyes sobre el servicio nacional en años anteriores, y durante la década de los noventa decenas de objetores de conciencia a las leyes del servicio nacional fueron condenados a penas de hasta 15 meses de cárcel acusados de delitos como la insubordinación (refus d’obeissance), un delito castigado con penas de hasta dos años de prisión. Normalmente este cargo se presenta cuando el acusado se ha negado a vestir el uniforme y a portar armas tras presentarse voluntariamente en las instalaciones militares o ser escoltado hasta allí por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Otra acusación frecuente es la de no presentarse al servicio nacional (insoumission), con posibles penas de hasta un año de cárcel. La de deserción (que acarrea una pena máxima de hasta tres años de cárcel) es la acusación más frecuente cuando se trata de objetores de conciencia reconocidos que han interrumpido la prestación del servicio civil tras completar al menos 10 meses (es decir, la duración del servicio militar) en protesta contra su duración punitiva. La inmensa mayoría de los reclutas encarcelados durante la década de los noventa por violar las leyes del servicio nacional fueron Testigos de Jehová que se negaron a solicitar la condición de objetores de conciencia y el servicio civil basando su rechazo del servicio militar y del civil en motivos religiosos. Según cifras no oficiales, hasta 1995 fueron encarcelados cada año más de 500 Testigos de Jehová por negarse a realizar el servicio militar. La acusación más habitual contra ellos fue la de insubordinación, tras presentarse voluntariamente en las instalaciones militares. Sin embargo, ningún caso de este tipo ha llegado a oídos de Amnistía Internacional desde la entrada en vigor «a título experimental» de una directriz del Ministerio de Defensa en febrero de 1995, según la cual los Testigos de Jehová que presenten una solicitud por escrito ante la oficina del servicio nacional antes de la llamada a filas son remitidos directamente a las autoridades regionales de asuntos sanitarios y sociales, que los destinan a 20 meses de trabajos sociales comparables al servicio civil que desempeñan los reclutas reconocidos oficialmente como objetores de conciencia. Antes de 1993, entre los objetores de conciencia adoptados como presos de conciencia por Amnistía Internacional cada año había al menos uno encarcelado por negarse a cumplir el servicio militar tras haber sido rechazada su solicitud de reconocimiento de la condición de objetor por haber sido presentada fuera de plazo. Según la legislación actual, las solicitudes para el reconocimiento de la condición de objetor de conciencia deben presentarse antes del día 15 del mes anterior a la fecha anunciada para la incorporación del recluta en las fuerzas armadas o tras la terminación del servicio militar, cuando el interesado está en situación de reserva. No se prevé la objeción de conciencia sobrevenida durante el servicio militar. No obstante, Amnistía Internacional cree que los objetores de conciencia al servicio militar ejercen su derecho fundamental a la libertad de conciencia y que deben, por tanto, gozar del derecho a reclamar la condición de objetores en cualquier momento, tanto al incorporarse a las fuerzas armadas como después. Esta opinión está respaldada por las Resoluciones 1993/84 y 1995/83 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre la objeción de conciencia al servicio militar (párrafo operativo 2) y la Recomendación R(87) 8 sobre la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa (Sección B, párrafo 8), así como su Informe Explicativo correspondiente (véase Sección II, 5 de este documento). EXPEDIENTE DE CASO No todos los que se niegan a acatar las leyes del servicio nacional han basado sus actuaciones en motivos religiosos. Alain Cazaux, mecánico de automóviles de la región vasca, basó su objeción tanto al servicio militar como al civil en sus opiniones antimilitaristas y políticas. Cazaux fue detenido en junio de 1994 por no presentarse en su unidad para comenzar su servicio militar.Tras ser trasladado a un centro del ejército, se le ordenó presentarse en la unidad que le correspondía, pero en lugar de hacerlo volvió a su domicilio, incurriendo en un delito de deserción. Volvió a ser detenido en octubre de 1994 y fue conducido a su unidad, donde en repetidas ocasiones se negó a cumplir la orden de ponerse el uniforme, incurriendo en un delito de insubordinación. Lo mantuvieron en régimen de aislamiento hasta su traslado a una cárcel civil cinco días más tarde. En noviembre de 1994, fue condenado a 12 meses de cárcel -que quedaron reducidos a 10 tras la apelaciónpor deserción e insubordinación. Quedó en libertad en junio de 1995. Lionel Raymond obtuvo oficialmente la condición de objetor de conciencia en enero de 1994, pero en octubre de 1994 no se presentó para el servicio civil como se le ordenó, basando su comportamiento en sus opiniones antimilitaristas. En diciembre de 1996 fue juzgado acusado de no presentarse para el servicio nacional (civil) y, en febrero de 1997, sentenciado a una condena condicional de 10 meses. Renaud Rio obtuvo la condición de objetor de conciencia en 1991. En octubre de 1993, tras cumplir 10 meses de servicio civil, decidió abandonar el servicio en protesta por su duración punitiva, entre otras cosas. Fue juzgado por deserción en diciembre de 1996 y sentenciado a una condena condicional de tres meses en febrero de 1997. La mayoría de los casos en los que se rechazaron las solicitudes por haber sido presentadas fuera de plazo parecen haberse dado por la falta de informacicón suficiente, o suficientemente clara, del recluta sobre los procedimientos y los plazos para conseguir la condición de objetor de conciencia. En muchos casos, la solicitud fue presentada antes de iniciarse el servicio militar activo y recibida por las autoridades sólo algunos días después de terminado el plazo. Durante la década de los noventa las autoridades francesas parecen haberse mostrado receptivos a los llamamientos en favor de objetores de conciencia encarcelados por haberse recibido sus solicitudes fuera de plazo, y han tomado medidas para resolver estos casos, como por ejemplo conceder la condición de objetor de conciencia con carácter «excepcional» o licenciar antes de tiempo al interesado. Desde que una revisión de la sección correspondiente de la ley, en 1992, aclaró los trámites a seguir por los reclutas, Amnistía Internacional sólo ha tenido noticia de un caso -en 1993- en que un objetor de conciencia haya sido encarcelado a causa de haber sido rechazada su solicitud por presentarla fuera de plazo. GRECIA En Grecia no hay disposición alguna sobre el servicio civil alternativo 3, y los objetores de conciencia que se niegan a realizar el servicio militar son juzgados y encarcelados. Cada año, cientos de hombres cumplen condenas de hasta cuatro años4 en virtud del artículo 70 del Código Penal Militar, acusados de «insubordinación durante un periodo de movilización general» (Grecia está en esta situación desde la invasión del norte de Chipre por las tropas turcas, en 1974.) A varios objetores de conciencia se les ha castigado además con cinco años de privación de sus derechos civiles (es decir, no pueden votar, ser elegidos representantes populares, trabajar como funcionarios, obtener un pasaporte ni conseguir un permiso de apertura de un negocio hasta cinco años después de salir de la cárcel). La inmensa mayoría de los objetores de conciencia encarcelados en Grecia son Testigos de Jehová, cuyas creencias religiosas no les permiten ningún tipo de servicio en las fuerzas armadas Cuando son llamados a filas se presentan en el campamento militar al que han sido destinados y, cuando se les ordena que se pongan el uniforme y tomen un arma, informan al oficial al mando de que no pueden hacerlo por ser objetores de conciencia. Después, se les ordena que realicen el servicio militar no armado y, cuando se niegan son encarcelados en el calabozo del campamento o de un puesto cercano de la policía militar, a la espera de su traslado a la prisión militar de Avlona, cerca de Atenas, o Sindos, cerca de Salónica. Las condiciones penitenciarias de los objetores de conciencia, tanto en las cárceles civiles como en las militares, han sido motivo de preocupación en los últimos años. En una entrevista concedida a la prensa en julio de 1993, el entonces ministro de Defensa Nacional declaró que las condiciones en la cárcel militar de Avlona, donde la mayoría de los objetores de conciencia han sido recluidos en el pasado y aún lo son en 1997 (a la espera de ser trasladados a la prisión militar de Sindos, donde 3El reclutamiento y la objeción de conciencia están regulados por la Ley 1763/88, aprobada en marzo de 1988. Los objetores de conciencia por motivos religiosos o filosóficos pueden prestar un servicio militar no armado que dura el doble que el servicio militar normal. Son reclutados todos los varones aptos de edades comprendidas entre los 19 y los 50 años, excepto los religiosos, monjes y novicios de confesiones reconocidas, así como los padres de cuatro o más hijos. 4Un reducido número recibe condenas más leves si constituyen la principal fuente de ingresos de la familia (por ejemplo, si el padre ha fallecido o está enfermo, si se trata del mayor de cuatro o más hermanos o si está casado con dos o más hijos). las condiciones son mucho mejores y sólo hay objetores) eran «deplorables e inadmisibles». Un grupo de derechos humanos belga que visitó la Prisión Agraria de Kassandra en 1992 informó de que en un edificio el dormitorio era un establo, sin calefacción y frío durante el invierno y con agujeros en las paredes. Las condiciones higiénicas eran abominables, la calidad de la comida, mala, y la atención médica, limitada y deficiente. A pesar de conocer la existencia de estas condiciones en la cárcel de Kassandra, el ministro de Justicia afirmó que muchos objetores de conciencia trataban de ser trasladados allí para poder trabajar y reducir de este modo su condena. En 1996 la situación seguía igual. Según informes, las condiciones de vida en las prisiones agrarias de Kassavetia, cerca de Volos, Tyrinths, Peloponeso y Hania, en Creta, son mucho mejores, y los propios objetores de conciencia califican la alimentación, la higiene y la atención médica como satisfactoria. Cuando hay trabajo en la Prisión Militar de Sindos, los objetores de conciencia que trabajan pueden reducir sus condenas en tres cuartos de día o un día por cada día trabajado. Cuando han cumplido parte de su condena, son trasladados a las prisiones agrarias de Kassandra y Kassavetia, donde pueden realizar trabajos agrícolas y reducir el tiempo que les queda a la mitad (cada día de trabajo equivale a un día menos de condena). El 25 de abril de 1994 se aprobó una ley (2207/1994) destinada a evitar el hacinamiento en las cárceles. Según esta ley, «los presos que han cumplido una condena de más de un año y que han cumplido de alguna forma la mitad de su sentencia quedarán en libertad a condición de que no vuelvan a cometer el mismo delito durante un año tras su liberación». Aunque los objetores de conciencia que cumplen condena en prisiones agrarias o civiles pueden beneficiarse de las disposiciones de esta ley, no sucede lo mismo con los que cumplen su condena en cárceles militares, como la de Sindos. Grecia es miembro del Consejo de Europa y las Naciones Unidas, y participa en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Estos organismos han adoptado diversas resoluciones y recomendaciones instando a sus Estados miembros a que reconozcan el derecho a la objeción de conciencia y adapten su legislación nacional para dar cabida en ella a un servicio civil alternativo (véase la sección II de este documento). En los últimos años, el gobierno griego ha anunciado el estudio de un proyecto para introducir un servicio civil alternativo, pero luego ha manifestado que el Consejo de Estado (organismo asesor cuyas decisiones no son vinculantes para el gobierno) le ha aconsejado no introducir las medidas por ser incompatibles con la Constitución5. En enero de 1994, Grecia volvió a ser criticada por el Parlamento Europeo por negarse a introducir un servicio civil alternativo. El entonces ministro de Defensa anunció que el gobierno pensaba, por tercera vez, presentar una ley para la introducción de este servicio. En 1996, un cuarto proyecto de ley sobre el reclutamiento se filtró a la prensa griega. Según un artículo publicado en Ta Nea el 31 de agosto de ese año, el servicio no armado seguía siendo la opción de los objetores de conciencia, suponiendo que hubieran sido reconocidos como tales por una Comisión que examinaría cada solicitud de forma individual. Sin embargo, esta Comisión estaría compuesta por oficiales del ejército, magistrados e intelectuales, el servicio no armado estaría bajo la administración del Ministerio de Defensa y duraría un 50% más que el militar. La misma opción se ofrecería a los detenidos ‒en espera de juicio o cumpliendo condena‒ por insumisión o desobediencia por motivos ideológicos o religiosos. En estos casos, el tiempo cumplido en la cárcel, en espera de juicio o como parte de la condena, se restaría de la duración normal del servicio no armado. Sin embargo, se convocaron elecciones anticipadas, el Parlamento fue disuelto y la cuestión del servicio alternativo volvió a posponerse. El 14 de diciembre de 1996, según el 5Según el artículo 4§1, «Todos los griegos son iguales ante la ley». El artículo 4§6 de la Constitución afirma: «Todo griego capaz de empuñar las armas está obligado a contribuir a la defensa de la patria como dispone la ley». Los juristas que opinan que el servicio civil alternativo es inconstitucional argumentan que, como la Constitución garantiza la igualdad de todos los ciudadanos y les exige contribuir a la defensa de su país, permitir que algunas personas presten un servicio civil alternativo sería tratar de forma distinta a dos grupos de ciudadanos. Otra objeción constitucional se basa en el artículo 13§4: «Nadie quedará exento de cumplir con sus obligaciones respecto al Estado ni podrá negarse a cumplir la ley por sus convicciones religiosas». El artículo 13§1 dice, sin embargo, que: «La libertad de conciencia religiosa es inviolable. El disfrute de los derechos individuales y civiles no depende de las creencias religiosas individuales». Varios juristas argumentan que la prestación de un servicio civil alternativo podría contribuir también a la defensa de la patria. Otros apoyan el servicio civil alternativo basándose en el artículo 2§1, que afirma: «El respecto y la protección del valor del ser humano constituye la principal obligación del Estado» y el artículo 5§1, según el cual «Todas las personas tienen derecho a desarrollar libremente su personalidad». ‒ diario Eleftherotypia, el Ministerio de Defensa comenzó a mantener conversaciones con representantes de asociaciones juveniles de todos los partidos políticos sobre un nuevo anteproyecto de ley para el reclutamiento que se presentaría en el Parlamento a mediados de febrero. Según los informes, el anteproyecto incluía medidas para resolver el problema de la insubordinación al servicio militar, en la que se basa el procesamiento de los objetores de conciencia en Grecia. El 30 de enero de 1997, el periódico Ta Nea informó de que el Ministerio había avanzado en su decisión original de introducir un servicio civil alternativo para los objetores de conciencia (por motivos religiosos o ideológicos). Según la publicación, este servicio no tendría relación alguna con las fuerzas armadas y se llevaría a cabo en departamentos de la administración nacional, como hospitales, o local. La duración recomendada propuesta el 29 de enero de 1997 a las autoridades competentes del ministerio era el doble del servicio militar. Aunque Amnistía Internacional acoge con satisfacción las medidas anunciadas sobre la introducción de un servicio alternativo totalmente civil para los objetores de conciencia, a la organización le preocupa que un servicio de este tipo siga siendo punitivo. Amnistía Internacional insta a las autoridades griegas a que reconsideren la duración del servicio civil alternativo propuesto a fin de ajustarlo a las normas y recomendaciones internacionales. A la organización también le preocupa que, al no haber ningún calendario para la aprobación del anteproyecto en el Parlamento, las últimas propuestas efectuadas por el ministro de Defensa no se adopten, como sucedió con todas las propuestas anunciadas anteriormente. Amnistía Internacional reitera su petición de que las autoridades griegas liberen de forma inmediata e incondicional a todos los objetores de conciencia encarcelados e introduzcan sin más demora una disposición en las leyes sobre un servicio alternativo totalmente civil, cuya duración no debe ser punitiva y que debe cumplir las recomendaciones internacionales. ITALIA La condición de objetor de conciencia y el servicio civil alternativo no estuvieron a disposición de los objetores de conciencia al servicio militar obligatorio en Italia hasta la aprobación de la Ley 772 de 15 de diciembre de 1972, la actual legislación que rige la objeción de conciencia al servicio militar. Desde su introducción, Amnistía Internacional ha llamado la atención del gobierno, el Parlamento y la opinión pública en repetidas ocasiones sobre sus preocupaciones acerca de varios aspectos de esta ley y sobre las normas internacionales en las que la organización basa su postura. Desde 1988, las sucesivas legislaturas han venido estudiando la reforma de la ley, pero ésta ha sufrido numerosos retrasos y reveses. Aunque en enero de 1992 fue aprobado por mayoría parlamentaria el texto de un anteproyecto de ley, el entonces presidente de la República lo rechazó al mes siguiente. Posteriormente el Parlamento ha estudiado varios anteproyectos, pero en el momento en que se escribe este informe ninguno ha conseguido la aprobación final. Amnistía Internacional ha hecho comentarios sobre los textos de los distintos anteproyectos que proponían la reforma de la ley, y también ha expresado su preocupación por los retrasos de la reforma. El incumplimiento de las leyes del servicio nacional puede ser castigado con penas de cárcel, y las deficiencias de la Ley 772 provocaron que Amnistía Internacional adoptara a numerosos objetores de conciencia como presos de conciencia durante la década de los setenta y los ochenta. La ley no prevé la objeción de conciencia sobrevenida durante el servicio militar y esto ha hecho que, en algunas ocasiones, se encarcele a verdaderos objetores de conciencia. Amnistía Internacional cree que los objetores de conciencia al servicio militar ejercen su derecho fundamental a la libertad de conciencia y que deben, por tanto, gozar del derecho a reclamar la condición de objetores en cualquier momento, tanto al incorporarse a las fuerzas armadas como después. Las normas internacionales también apoyan este derecho (véase la Sección II, 5 de este documento). La ley establece que los reclutas que se declaren en contra del uso personal de armas en cualquier circunstancia por razones fundamentales de conciencia, basadas en convicciones religiosas, filosóficas o morales, podrán solicitar la condición de objetores de conciencia y la prestación de un servicio civil, aunque no indica que los motivos políticos sean aceptables para conseguir la condición de objetor. Entre los objetores de conciencia adoptados como presos políticos por Amnistía Internacional en las décadas de los setenta y los ochenta había algunos cuyas solicitudes fueron rechazadas porque se oponían al uso de las armas por razones políticas, y otros que vieron rechazada su solicitud por no haber demostrado suficientemente sus convicciones religiosas, morales o filosóficas. En algunos casos, se negó la condición de objetor a reclutas que afirmaban ser pacifistas. Con frecuencia estas decisiones se revocaban cuando el recluta presentaba una segunda o tercera solicitud. Por consiguiente, la ley parecía abierta a diferentes interpretaciones, así como a su aplicación restrictiva en la práctica. Amnistía Internacional también se ha preguntado si puede decirse que el servicio alternativo tiene «un carácter puramente civil y está bajo control civil» cuando es el ministro de Defensa quien decide sobre las solicitudes iniciales de la condición de objetor (asesorado por un comité compuesto por personal civil y militar) y, en definitiva, el responsable de la administración general del servicio alternativo. El artículo 5 de la Ley 772 (cuyas disposiciones fueron anuladas por una directiva ministerial en agosto de 1989, véase más adelante) también indica que el servicio civil debe ser ocho meses más largo que el servicio militar ordinario (que, hasta su reducción a 10 meses en enero de 1997, duraba 12 meses). Esta duración, más de una vez y media la del servicio militar ordinario es considerada punitiva por Amnistía Internacional. Las normas internacionales sobre la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio también abogan por una duración no punitiva del servicio civil (véase Sección II, 4 de este documento). Amnistía Internacional consideraba que el servicio civil que se ofrecía a los objetores de conciencia al servicio militar en Italia hasta agosto de 1989 no constituía una alternativa aceptable y que las personas encarceladas por rechazar ambos servicios o por negarse a realizar un servicio civil de más de 12 meses (la duración del servicio militar ordinario) eran presos de conciencia. Sin embargo, una decisión del Tribunal Constitucional (el nº 470) de julio de 1989 declaró inconstitucional el artículo 5 de la Ley 772. El tribunal consideró que la mayor duración del servicio civil constituía una sanción contra los objetores de conciencia, y comentó que la diferencia en la duración del servicio militar y el civil sólo podía justificarse si la ley estableciera la necesidad de un periodo de formación previa especializada para poder desempeñar el servicio civil. No obstante, la diferencia debía ser «limitada y razonable». A esta decisión siguió una directiva del Ministerio de Defensa en agosto de 1989 que permitía a los objetores de conciencia reconocidos desempeñar un servicio civil de la misma duración que el servicio militar ordinario. El 29 de enero de 1997, el Senado aprobó el texto de un proyecto de ley sobre la objeción de conciencia que reformaba la Ley 772. El proyecto, básicamente similar a los textos de anteriores anteproyectos estudiados por el Parlamento en los últimos años, incluye la propuesta de que los reclutas tengan derecho a obtener la condición de objetores con una simple declaración de su objeción de conciencia al uso de las armas, que el servicio civil tenga normalmente la misma duración que el militar y que la organización del servicio civil deje de ser competencia del Ministerio de Defensa y se confíe a un departamento vinculado a la oficina del primer ministro. El proyecto fue remitido a la Cámara de Diputados, que lo votará en unos meses. Amnistía Internacional acogió con satisfacción los avances en la reforma de la Ley 772, pero le preocupó el hecho de que el proyecto no hacía referencia explícita a la objeción de conciencia sobrevenida durante el servicio militar. Amnistía Internacional también está siguiendo la trayectoria de un proyecto de ley, aprobado por el gobierno el 22 de enero de 1997 y enviado a la consideración del Parlamento, que introduce importantes cambios en el servicio nacional, cambios que podrían afectar el servicio civil que se ofrece a los objetores de conciencia. Según sus disposiciones, todos los reclutas podrán solicitar la prestación de un servicio nacional bien en forma de un servicio militar de 10 meses de duración o de un servicio civil reorganizado, que ofrecería una gama de tareas más amplias que el servicio civil que hasta ahora prestan los objetores de conciencia reconocidos. El servicio civil, administrado por un organismo dependiente de la oficina del primer ministro, duraría tres meses más que el militar (en lugar de tener la misma duración, como propone el proyecto de ley sobre la objeción de conciencia) a fin de incluir en él un periodo de formación en un área concreta del trabajo civil. Sin embargo, si el número de reclutas que elige el servicio militar se considerara insuficiente para cubrir las necesidades de las fuerzas armadas, a algunos de los que optaran por el servicio civil se les ordenaría prestar el servicio militar. Para más información sobre el trabajo de la organización en relación a la objeción de conciencia al servicio militar en Italia, pueden consultarse dos informes de Amnistía Internacional titulados Obiettori (Edizioni Sonda), publicado en 1993, y Le denunce di Amnesty International sulle violazioni di diritti umani in Italia, publicado en 1996. MACEDONIA El derecho a la objeción de conciencia no está garantizado por la Constitución. El servicio militar es obligatorio para todos los varones de edades comprendidas entre los 17 y los 55 años. La única dispensa según la Ley de Defensa de 1992 es que los soldados que objetan por razones religiosas pueden ser eximidos de portar armas. Para los soldados que objetan por estas razones el periodo normal de servicio militar aumenta de nueve a 14 meses. Tanto la Ley de Defensa como el Código Penal castigan la falta de respuesta al llamamiento a filas, la primera con multa o hasta 60 días de cárcel, y el segundo con penas de hasta diez años de cárcel si el delito se comete en tiempo de paz. Según los informes, la tasa de respuesta al llamamiento a filas es baja, especialmente entre las minorías étnicas, como la albanesa. Las autoridades parecen no haber actuado, al menos hasta ahora, para obligar a responder al llamamiento y procesar a quienes no lo hacen. Amnistía Internacional no sabe de ningún objetor de conciencia actualmente encarcelado en Macedonia. En abril de 1996, miembros de las juventudes de varios partidos políticos (sobre todo de oposición) firmaron una petición en la que solicitaban la introducción de un servicio civil alternativo. Amnistía Internacional no tiene noticias de que se haya avanzado en este sentido en la legislación. Amnistía Internacional considera que la actual exención de portar armas por motivos religiosos recogida en la ley no constituye una alternativa puramente civil. La mayor duración del servicio no armado también parece totalmente punitiva. La organización pide al gobierno que introduzca una legislación que permita prestar un servicio alternativo puramente civil cuya duración no sea punitiva a todo el que solicite ser reconocido como objetor de conciencia al servicio militar. POLONIA En febrero de 1995, una pequeña comisión parlamentaria presentó ante el Sejm (Parlamento polaco) un proyecto de ley sobre el servicio alternativo. El proyecto fue rechazado. El 6 de noviembre de 1996, el gobierno polaco aprobó un proyecto de ley sobre el servicio militar que limitaba su duración a 12 meses (frente a su duración actual de 18) y también disponía un recorte en la duración del servicio alternativo, probablemente a 18 meses. Entre los años 1992 y 1994, Amnistía Internacional adoptó como presos de conciencia a ocho jóvenes que habían solicitado realizar el servicio alternativo por razones de conciencia y creencias religiosas. Sus solicitudes habían sido rechazadas por las autoridades responsables del reclutamiento con el argumento de que se trataba de católicos romanos, cuya religión no les prohibía portar armas. Amnistía Internacional expresó su preocupación por lo excesivamente restrictivas que parecían las autoridades a la hora de decidir sobre la condición de objetor de conciencia. PORTUGAL La Ley 7/92, que rige la objeción de conciencia al servicio militar en Portugal desde mayo de 1992, dispone que las solicitudes de la condición de objetor de conciencia pueden presentarse en cualquier momento. Sin embargo, si el recluta no presenta su solicitud al menos 30 días antes de la fecha fijada para su incorporación a las fuerzas armadas, ésta no será estudiada hasta después de haber terminado su servicio militar activo y pasado a la reserva. Ésta es la razón por la que a Amnistía Internacional le preocupa la inexistencia en la práctica de una disposición que regule la objeción de conciencia sobrevenida hasta el momento de incorporarse a filas o durante el servicio militar. La duración del servicio militar ordinario es de cuatro meses, mientras que el civil dura siete. Amnistía Internacional cree que la duración del servicio civil debe ser comparable a la del militar, pero esto no significa que la organización considere necesariamente punitiva una duración de unos pocos meses más. Es importante determinar concretamente si hay una intención clara de castigar la objeción de conciencia. La legislación portuguesa justifica la diferencia afirmando explícitamente que los tres meses más de duración del servicio civil son un periodo de formación, tanto genérica como específica, que varía en función de las necesidades y aptitudes de cada objetor y el tipo de servicio civil que va a desempeñar. Sin embargo, ha habido informes sin confirmar de que, en la práctica, la formación que se ofrece a los objetores es muy escasa y, aunque reconociendo que tanto el servicio militar como el civil en Portugal tienen una duración muy corta, a Amnistía Internacional le preocupa que el actual servicio civil que se ofrece a los objetores de conciencia, más de una vez y media más largo que el servicio militar ordinario, pueda considerarse punitivo. REPÚBLICA CHECA En marzo de 1990, Amnistía Internacional expresó su satisfacción por la adopción por el gobierno federal checo y eslovaco de disposiciones referentes al servicio civil de los objetores de conciencia al servicio militar. En octubre de 1991, Amnistía Internacional instó a Vaclav Havel, entonces presidente de la República Federal Checa y Eslovaca, a que se asegurara de que la nueva legislación sobre objeción de conciencia cumplía plenamente los principios reconocidos internacionalmente. Desde entonces, sin embargo, en la República Checa han sido adoptadas leyes que Amnistía Internacional considera en desacuerdo con estos principios. En concreto, a la organización le preocupan las disposiciones de la Ley checa del Servicio Civil (Ley 18/1992, enmendada por la Ley 135/1993) que restringen el plazo para que los objetores de conciencia presenten declaraciones en las que se niegan a cumplir el servicio militar. Según el artículo 2, párrafo 1 de la Ley del Servicio Civil, los reclutas pueden presentar una declaración escrita negándose a cumplir el servicio militar en un plazo de 30 días a partir del reclutamiento. El párrafo 2 afirma que las declaraciones presentadas transcurrido este plazo no se tomarán en cuenta. Al exigir que las declaraciones se presenten en 30 días a partir del reclutamiento, la ley descalifica para el servicio civil a todas las personas que manifiestan su objeción de conciencia entre el momento del reclutamiento y la llamada a filas ‒que pueden estar separados por varios meses o incluso años‒ o después de la llamada a filas. Amnistía Internacional cree que los objetores de conciencia al servicio militar ejercen su derecho a la libertad de conciencia, un derecho humano fundamental del que, según las normas internacionales no pueden ser nunca privados, ni siquiera en situaciones de guerra o de emergencia pública. Por consiguiente, la organización considera que deben tener derecho a solicitar la condición de objetores de conciencia en cualquier momento. Amnistía Internacional considera que los objetores de conciencia a los que se niega este derecho, y que son encarcelados por ello, son presos de conciencia. EXPEDIENTE DE CASO Dos objetores de conciencia, Martin Novák y Martin Duda, fueron encarcelados de marzo a septiembre y de junio a octubre de 1995 respectivamente por no incorporarse al servicio militar. Ambos eran objetores de conciencia por motivos religiosos, y a ambos se les negó la posibilidad de realizar el servicio civil porque no habían presentado sus declaraciones en el plazo previsto. Inicialmente se les fijaron condenas condicionales. Tras volver a ser condenados por no responder a un segundo llamamiento a filas, fueron encarcelados. Ambos quedaron en libertad tras la decisión del Tribunal Constitucional de septiembre de 1995, que declaraba inconstitucional condenar a alguien más de una vez en virtud del artículo 269 del Código Penal por no realizar el servicio militar. Amnistía Internacional los consideró presos de conciencia. En octubre de 1995, Amnistía Internacional escribió a Jiŕi Novak, entonces ministro de Justicia, instándole a que iniciara una revisión de la ley. En la carta se afirmaba que Amnistía Internacional había sabido de la existencia de un nuevo proyecto de ley sobre el servicio civil que mantenía el requisito de que las declaraciones se efectuaran en el limitadísimo plazo de 30 días tras el reclutamiento (artículo 2, párrafo 2). Además, al parecer la nueva ley (artículo 1, párrafo 4) aumentaría la duración del servicio civil al doble del servicio militar, en lugar de una vez y media como en la actualidad. Amnistía Internacional cree que la duración del servicio civil alternativo no debe tener carácter punitivo para las convicciones profundas de la persona. Amnistía Internacional considera punitiva la duración propuesta del servicio civil, el doble que la del servicio militar. En este aspecto, el proyecto de ley supone un paso atrás, y la organización instó a que fuera revisado. Las autoridades checas no respondieron a la carta de Amnistía Internacional, y hasta la fecha no se ha aprobado ninguna nueva ley. Amnistía Internacional insta al gobierno checo a que considere seriamente todo lo anterior y vuelva a estudiar las disposiciones del proyecto de ley que hacen referencia a los plazos para la presentación de la negativa al cumplimiento del servicio militar y a la duración del servicio civil. REPÚBLICA ESLOVACA Amnistía Internacional ha criticado en repetidas ocasiones ciertas disposiciones de la Ley de Servicio Civil de la República Eslovaca, que considera en desacuerdo con los principios reconocidos internacionalmente de objeción de conciencia al servicio militar. El artículo 2, párrafo 2 de esta ley exige que las solicitudes para realizar el servicio alternativo sean presentadas en un plazo de 30 días desde la entrada en vigor de la decisión de la junta de reclutamiento sobre la aptitud del recluta para realizar el servicio militar. En la práctica, esto elimina a quienes manifiestan su objeción de conciencia al servicio militar entre el momento del reclutamiento y la llamada a filas, o después de ésta. Amnistía Internacional cree que las convicciones profundas de una persona pueden cambiar con el tiempo y que, por tanto, debe tener derecho a solicitar la condición de objetor de conciencia en cualquier momento. A la organización también le preocupa el hecho de que la duración del servicio civil es punitiva. Según el artículo 1, párrafo 8, la duración del servicio civil es el doble que la del militar. Amnistía Internacional ha instado a las autoridades eslovacas a que revisen estas disposiciones. EXPEDIENTE DE CASO Amnistía Internacional ha adoptado como presos de conciencia a tres hombres que han sido encarcelados por negarse a cumplir el servicio militar. Erik Kratmüller fue encarcelado el 12 de junio de 1996 para cumplir una pena de 18 meses. Martin Badin fue encarcelado el 27 de agosto de 1996 condenado a un año de cárcel. Ambos hombres habían desarrollado creencias religiosas, que no les permitían portar armas, después del plazo fijado por la legislación eslovaca para solicitar la prestación del servicio alternativo. Otro objetor de conciencia, Martin Bednár, fue condenado por el mismo delito a un año de cárcel. El Tribunal Militar Regional de Prešov rechazó un recurso interpuesto contra su sentencia el 13 de febrero de 1997, y Martin Bednár fue encarcelado en la prisión de Prešov el día 24 de ese mismo mes. Un cuarto objetor, Miloš Lipinský, también ha sido condenado por el mismo delito, pero cuando se redactaba este informe estaba en libertad esperando un nuevo juicio y el resultado de una apelación. Amnistía Internacional ha instado a las autoridades eslovacas que liberen a Erik Kratmüller, Martin Badin y Martin Bednár de forma inmediata e incondicional, y ha solicitado la retirada de los cargos contra Miloš Lipinský. Otro objetor de conciencia, el joven de 20 años Emanuel Munko, ha sido condenado a 14 meses de cárcel por negarse a cumplir el servicio militar por motivos religiosos. El 15 de enero de 1997, el Tribunal Militar del distrito de Bratislava declaró culpable a Emanuel Munko por no presentarse a iniciar su servicio militar. Las autoridades no le habían informado, como era su obligación, de que debía solicitar el servicio civil en un plazo de 30 días tras ser declarado apto para el servicio militar, o de cinco días una vez agotada la prórroga para incorporarse a filas. En el momento en que se redacta este informe, Emanuel Munko estaba en libertad en espera del resultado de una apelación. Amnistía Internacional insta a las autoridades eslovacas a que detengan las acciones penales contra Munko y le concedan la condición de objetor de conciencia. RUMANÍA Ciertas disposiciones de la Ley 46/1996 Relativa a la Preparación de la Población para la Defensa, promulgada en junio de 1996, se hallan en contradicción con los principios reconocidos internacionalmente de objeción de conciencia al servicio militar. El artículo 4 de esta ley dispone un servicio alternativo sólo a quienes se niegan a desempeñar el servicio militar armado por motivos religiosos. El artículo 13 establece que la duración del servicio alternativo es de 24 meses, el doble que la del servicio militar ordinario. Además, la ley no dice nada concreto sobre los procedimientos para ejercer este derecho ni sobre la organización y puesta en práctica del servicio alternativo. Al parecer este asunto se regulará por decisión gubernamental, aún no publicada. Según el artículo 4, párrafo 2, «las modalidades de prestación del servicio alternativo se determinarán por decisión gubernamental». Amnistía Internacional cree que la objeción de conciencia al servicio militar no tiene por qué estar basada únicamente en motivos religiosos, sino también éticos, morales, humanitarios, filosóficos, políticos u otros similares. La duración del servicio civil alternativo no debe consituir un castigo para las convicciones profundas del objetor. Amnistía Internacional considera que la duración del servicio alternativo prescrita por la Ley 46/1996 es punitiva. La organización considera presos de conciencia a los objetores a los que se niega el derecho de desempeñar un servicio alternativo adecuado y se encarcela por ello. En diciembre de 1996, Amnistía Internacional instó al gobierno rumano a que revisara la Ley 46/1996 y se asegurara de que no está en conflicto con las normas reconocidas internacionalmente. SUIZA En octubre de 1996 entró en vigor por primera vez en Suiza la legislación que ofrece un verdadero servicio civil alternativo al servicio militar obligatorio. A este nuevo servicio civil, cuya duración supera en una vez y media la del servicio militar ordinario, tienen acceso los reclutas que demuestran ante una comisión civil su imposibilidad para conciliar el servicio militar con su conciencia. Amnistía Internacional ha expresado durante muchos años su preocupación por la inexistencia de un verdadero servicio civil para los objetores de conciencia y por las sentencias de prisión o de trabajo obligatorio impuestas a gran número de objetores de conciencia por los tribunales militares. Por ello, la organización expresó su satisfacción por la nueva legislación y está vigilando su aplicación. Al igual que en décadas anteriores, a comienzos de la década de los noventa decenas de objetores de conciencia, a los que Amnistía Internacional consideró presos de conciencia, fueron encarcelados cada año por negarse a realizar el servicio militar. Según cifras oficiales, durante 1990 fueron condenadas a penas de cárcel 581 personas por negarse a realizar el servicio militar, de las que 317 basaban su negativa en motivos religiosos, éticos o políticos. No obstante, lo más probable es que el número de personas que había mostrado su objeción por razones de conciencia fuera mucho mayor de lo que reflejaban las limitadas categorías de las estadísticas oficiales. El artículo 18.1 de la Constitución Federal afirmaba que todos los ciudadanos suizos varones estaban obligados a realizar el servicio militar, pero no disponía nada sobre un servicio civil alternativo. La única forma de introducirlo era mediante la enmienda de la Constitución a través de un referéndum. No obstante, en los referendos nacionales celebrados en 1977 y 1984 una gran mayoría había votado contra la introducción de un servicio civil. Según el Código Penal Militar, negarse a realizar el servicio militar podía ser castigado con un máximo de tres años de cárcel, aunque en la práctica las condenas rara vez excedían de los 10 meses. Si un tribunal militar reconocía un «grave conflicto de conciencia» en un recluta, motivado por razones religiosas o éticas concretas, la ley permitía la aplicación de sentencias más benévolas, de seis meses como máximo, y el recluta podía desempeñar un trabajo autorizado fuera de la cárcel durante el día. En junio de 1991 se aprobó mediante referéndum nacional una enmienda al Código Penal Militar propuesta por el gobierno que modificaba las penas para ciertos tipos de objeción de conciencia al servicio militar. Negarse a realizar el servicio militar seguía siendo delito común, pero si un tribunal militar dictaba que el recluta no podía conciliar el servicio militar con su conciencia debido a «valores éticos fundamentales», la condena consistía en un periodo de trabajo en tareas de interés público, con una duración que oscilaba entre una vez y vez y media la duración total del servicio militar rechazado, con un máximo de dos años, y no constaba como antecedente penal. Los objetores de conciencia que no pasaban el examen del tribunal por considerar éste que se habían opuesto al servicio militar por razones políticas, o que esgrimían principios éticos que el tribunal consideraba compatibles con el servicio militar seguían siendo condenados a penas de cárcel. Tanto antes como después del referéndum, Amnistía Internacional planteó en repetidas ocasiones al gobierno, el Parlamento y la opinión pública su preocupación por el hecho de que, aun con la enmienda, el Código Penal Militar continuaba castigando a quienes rechazaban el servicio militar por motivos de conciencia y no proporcionaba un servicio verdaderamente alternativo fuera del sistema militar. Las autoridades federales informaron a Amnistía Internacional de que eran «conscientes de que la cuestión de la objeción de conciencia en Suiza está por resolver», y reconocieron que la enmienda no introduciría «un verdadero servicio civil», pero señalaron que en anteriores referendos nacionales se había rechazado contundetemente la necesaria enmienda a la constitución federal. En el otoño de 1991, el Parlamento aprobó una propuesta para enmendar el artículo 18.1 de la Constitución Federal añadiendo la cláusula de que «la ley ofrecerá un servicio civil alternativo». En un referéndum nacional celebrado en mayo de 1992, la enmienda propuesta fue aprobada por el 82,5% de los votantes. Antes del referéndum, Amnistía Internacional hizo campaña en favor de la enmienda, distribuyendo entre los votantes material donde se explicaba su postura sobre la objeción de conciencia y las normas internacionales en la que ésta se basa. La organización expresó su satisfacción por esta enmienda constitucional que establecía el principio de una alternativa civil al servicio militar obligatorio y era un primer paso esencial hacia la introducción en la práctica de un verdadero servicio civil alternativo. El servicio civil aún no estaba al alcance de los objetores de conciencia, pues era preciso redactar los textos legislativos que establecerían, entre otras cosas, su carácter y duración, así como los motivos para conceder la condición de objetor de conciencia. Tras el referéndum, las autoridades llevaron a cabo una amplia consulta nacional sobre estos temas, en la que, a invitación suya, participó Amnistía Internacional. Mientras tanto, continuaba juzgándose a los objetores de conciencia según el Código Penal Militar, y durante 1992 y 1993 decenas de ellos fueron condenados a penas de cárcel o trabajos obligatorios. Sin embargo, según los informes, hubo pocos objetores de conciencia que cumplieran penas de prisión en 1994 y 1995, ya que muchos cantones establecieron moratorias sobre estas sentencias hasta la introducción del nuevo servicio civil. En 1996 fueron escasos los informes de penas de prisión impuestas a objetores o de objetores encarcelados. Las actuaciones penales ya en curso contra estos reclutas pudieron ser suspendidas para darles la oportunidad de solicitar el servicio civil y, hasta su introducción en octubre, se concedieron prórrogas a quienes tuvieran que incorporarse a filas durante el año. TURQUÍA La objeción de conciencia es un concepto aún ajeno a la sociedad turca, en la que todos los varones mayores de 20 años tienen que realizar el servicio militar. Aunque los militares han protagonizado tres golpes en 20 años, el ejército sigue siendo muy respetado como institución fundacional de la moderna Turquía y guardián del legado de integridad nacional y laicismo de Atatürk. El artículo 72 de la Constitución de 1982 establece que:« El servicio a la nación es un derecho y una obligación de todo turco. La forma en que se realizará, o se considerará realizado, tanto en las fuerzas armadas como en la administración pública, será regulada por ley». Actualmente el servicio militar es de 18 meses para los soldados y de 16 meses para los oficiales. Quienes se niegan a portar armas o vestir uniforme pueden ser procesados por «desobediencia persistente de órdenes», como establece el artículo 87/1 del Código Penal turco, un delito castigado con una pena máxima de dos años de cárcel. La desobediencia persistente en época de movilización se castiga con cinco años de cárcel, y si se produce ante el enemigo, con 10 años. El delito se juzga en un tribunal militar. Cualquier persona que realice un comentario despreciativo hacia el servicio militar puede ser procesada por «distanciar al pueblo del servicio militar», en virtud del artículo 155 del Código Penal turco, y condenada a una pena máxima de dos años de cárcel. Se trata de un delito común, pero puede ser juzgado en un tribunal militar. El movimiento de objeción de conciencia es relativamente reciente en Turquía, y tal vez no resulte sorprendente que una de las primeras personas que puso seriamente en duda la institución del servicio militar, Osman Murat Ülke (véase el expediente de caso), naciera en el extranjero y pasó su niñez en un país donde el derecho a la objeción de conciencia está bien establecido. Su ejemplo, que sin duda será seguido pronto por otros, puede ser el principio de un cambio en la percepción pública de la cuestión. Seis jóvenes turcos han declarado ya públicamente su objeción de conciencia ante el consulado de Turquía en Frankfurt (Alemania) en enero de 1997. Aunque la Asociación Antibelicista de Esmirna, de la que Osman Murat Ülke era presidente, fue clausurada por las autoridades tras su arresto en octubre de 1996, sus miembros continúan con su campaña en favor del reconocimiento, con el apoyo de organizaciones similares en Europa. para reclutas, situada en la ciudad nororiental de Bilecik, desde donde fue trasladado el 26 de noviembre a la cárcel militar de Eskişehir para ser juzgado por el Tribunal Militar Disciplinario de Eskişehir por negarse a obedecer órdenes. El 27 de diciembre de 1996, continuó el juicio contra Osman Murat Ülke en el Tribunal Militar de Eskişehir por negarse a vestir el uniforme del ejército. El acusado quedó en libertad al acabar la vista, pero le ordenaron que se presentara en la oficina de reclutamiento, cosa que se negó a hacer. El 28 de enero de 1997, el Tribunal Militar del Estado Mayor de Ankara condenó a Osman Murat Ülke a seis meses de cárcel por«distanciar al pueblo de la institución del servicio militar» al declarar públicamente su objeción de conciencia al servicio militar y quemar sus documentos de llamamiento a filas en septiembre de 1995. En su defensa, Osman Murat Ülke manifestó: «El derecho a la vida también supone la responsabilidad de no causar la muerte. Matar a alguien es la forma más evidente de violar el derecho a la vida. Por consiguiente, para mí la objeción de conciencia no es sólo un derecho, sino también una responsabilidad». EXPEDIENTE DE CASO Osman Murat Ülke fue detenido en Esmirna el 7 de octubre de 1996, más de un año después de quemar públicamente sus documentos de llamamiento a filas y declarar en una conferencia de prensa, el 1 de septiembre de 1995, que, como pacifista, no realizaría ningún servicio militar. El 8 de octubre, Osman Murat Ülke fue detenido oficialmente por orden escrita del Tribunal Militar del Estado Mayor. El 11 de octubre fue trasladado de Esmirna a Ankara para ser interrogado por el fiscal militar, y permaneció retenido en la Prisión Cerrada Central de Ankara, junto con otros presos políticos. Posteriormente lo trasladaron a la Cárcel Militar de Mamak, también en Ankara. El 19 de noviembre de 1996, Osman Murat Ülke fue juzgado en el Tribunal Militar del Estado Mayor de Ankara. Se le aplicó el artículo 155 y quedó en libertad, pero los gendarmes lo llevaron del tribunal a la cárcel militar, y de allí a la oficina de reclutamiento para iniciar su servicio militar. Lo enviaron a su unidad del ejército, la 9ª Unidad de Entrenamiento de la Gendarmería Al final de la vista y antes de que se conociera la sentencia, Osman Murat Ülke volvió a ser detenido por la gendarmería y conducido a la Cárcel Militar de Mamak. Su juicio en el Tribunal Militar de Eskişehir por «desobediencia continuada» continúa. Amnistía Internacional considera a Osman Murat Ülke preso de conciencia, y pide su liberación inmediata e incondicional. La organización también solicita a las autoridades turcas que introduzcan una legislación que reconozca el derecho a la objeción de conciencia y ofrezca un servicio civil alternativo a los objetores de conciencia al servicio militar, cumpliendo las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa. UCRANIA En Ucrania el servicio militar es obligatorio y su duración es de 18 meses, salvo para quienes poseen titulación universitaria, en cuyo caso dura sólo 12 meses. Quienes lo realizan bajo contrato sirven al ejército durante tres años. Según los informes, en realidad sólo el 10% de los reclutas sirven realmente en el ejército. El 50% de los restantes reciben permiso para posponer su servicio por motivos médicos (al parecer en muchos casos se consiguen certificados médicos previo pago de sobornos). Otros no se presentan a las oficinas de reclutamiento, ingresan en escuelas universitarias o consiguen posponerlo por asuntos familiares. El artículo 18 de la ley sobre el servicio militar obligatorio en Ucrania establece que en tiempo de paz quedarán exentos del servicio militar los reclutas que: 1) sean declarados no aptos para el servicio militar en tiempo de paz por razones médicas; 2) no sean reclutados para el servicio militar o civil antes de los 27 años; 3) estén ordenados y ocupen una posición que les ocupe toda la jornada en una de las confesiones religiosas reconocidas; 4) vivan habitualmente en el extranjero y no tengan domicilio fijo en Ucrania; 5) tengan hermanas o hermanos que hayan fallecido o quedado inválidos en el ejército. Los ciudadanos que se hayan graduado en centros de enseñanza superior del Ministerio del Interior de Ucrania y continúen trabajando dentro de este sistema están también exentos del servicio militar, como dispone la ley. Se concede prórroga para realizar el servicio militar por razones médicas, de formación profesional y familiares. La nueva Constitución de Ucrania aprobada en 1996 prevé en el artículo 35(3) una alternativa civil al servicio militar por motivos religiosos: «Si el cumplimiento del servicio militar es contrario a las creencias religiosas de un ciudadano, esta obligación será sustituida por un servicio alternativo (no militar)». Una ley especial establece el derecho a un servicio alternativo. La actual ley sobre el servicio alternativo en Ucrania sólo se aplica a quienes objetan al servicio militar por motivos religiosos. La ley fue introducida en febrero de 1992, y la duración del servicio civil se fijó en 36 meses, el doble del militar. Según su artículo 2, los ciudadanos ucranianos con creencias religiosas profundas, que sean miembros de organizaciones religiosas legales y cuyas creencias no les permitan usar armas ni servir en el ejército tienen derecho a un servicio alternativo para sustituir el servicio militar obligatorio. Ni la Constitución ni la legislación hacen referencia a otras creencias, convicciones éticas o políticas como motivo de objeción al servicio militar. Además, según los informes, a los fieles de confesiones religiosas no registradas oficialmente por las autoridades se les niega el derecho al servicio civil alternativo por motivos religiosos. ucraniana, informó de que en el periodo 19921994 varios tribunales ucranianos condenaron a 41 jóvenes, todos ellos Testigos de Jehová, acusados de cargos similares en aplicación del artículo 72 del Código Penal. Según el mismo grupo, en 1995, sólo en la región de Lviv, hubo informes de 24 casos de este tipo. Esta disposición de la ley parece estar en conflicto con las resoluciones y recomendaciones internacionales. Amnistía Internacional ha instado a las autoridades ucranianas a que se aseguren de que toda persona que, por motivos de conciencia o convicciones profundas, no puede realizar el servicio militar, puede ejercer su derecho a la objeción de conciencia. Esto incluye a las personas cuyas convicciones no sólo se basan en motivos religiosos, sino también éticos, morales, humanitarios, políticos o similares. La organización continúa instando a las autoridades pertinentes a que adecuen la legislación sobre el servicio alternativo a los instrumentos internacionales que tienen carácter vinculante para Ucrania. Amnistía Internacional planteó a las autoridades los casos de dos jóvenes encarcelados a finales de 1994 por negarse a realizar tanto el servicio militar obligatorio como su alternativa civil alegando sus creencias religiosas (véase expediente de caso). La organización no toma postura sobre el reclutamiento como tal, ni se opone al derecho de los Estados a reclutar a sus ciudadanos para el servicio militar obligatorio o a exigirles que realicen un servicio civil alternativo, y normalmente no habría adoptado el caso de alguien que se niega a realizar tanto el servicio militar obligatorio como su alternativa civil. Sin embargo, Amnistía Internacional cree que la duración del servicio alternativo no debe ser punitiva y su carácter debe ser puramente civil, de acuerdo con los instrumentos internacionales de derechos humanos. La preocupación de la organización en este caso era que, según los informes, ambos jóvenes se sentían incapaces de efectuar un servicio alternativo que, en su opinión, podría involucrarlos en trabajos relacionados con el suministro de material a unidades militares. Desde Lviv, Kharkiv y otras regiones de Ucrania llegaron informes de casos similares de otros Testigos de Jehová procesados por su objeción tanto al servicio militar como al alternativo. El Grupo de Derechos Humanos de Kharkiv, organización no gubernamental EXPEDIENTE DE CASO Robert Golovnyov y Georgy Semyonov, ambos de 21 años y Testigos de Jehová, fueron condenados por el tribunal de distrito de Radyansky (Kiev) en aplicación del artículo 72 del Código Penal. Robert Golovnyov fue juzgado el 27 de septiembre de 1994 y condenado a un año de cárcel. Georgy Semyonov fue juzgado el 4 de octubre de ese mismo año y condenado a dos años de prisión. Sus apelaciones fueron rechazadas por el Tribunal Municipal de Kiev y el Tribunal Supremo de Ucrania. Robert Golovnyov quedó en libertad el 18 de septiembre de 1995 y, según los informes, ya había recibido una nueva orden de reclutamiento. Según su madre, continuará negándose a servir en el ejército debido a sus creencias. Las autoridades de la región permitieron a Georgy Semyonov salir del campo de trabajo cercano a Poltava donde cumplía condena a finales de octubre, antes de terminar el cumplimiento de su sentencia. Según los informes se encontraba muy enfermo. Amnistía Internacional ha escrito a las autoridades solicitando más información sobre el carácter del servicio alternativo que se ofreció a estos dos jóvenes y se ofrece a cualquier otro en su misma situación. La organización ha instado a las autoridades a que comiencen a revisar sin demora este caso y otros similares para asegurarse de que nadie es encarcelado por ejercer legítimamente su derecho a la libertad de conciencia si el trabajo que le ha sido asignado resulta estar relacionado con el ejército y por tanto no puede considerarse de carácter plenamente civil. REPÚBLICA FEDERATIVA DE YUGOSLAVIA (Serbia y Montenegro) Los varones aptos de edades comprendidas entre los 17 y los 60 años tienen obligaciones militares, incluido un año de servicio militar (que se cumplirá entre los 18 y los 27 años) y las posteriores obligaciones de la reserva. La Constitución de la República, proclamada en 1992, garantiza que quienes no deseen realizar el servicio militar por motivos religiosos u otros motivos de conciencia pueden cumplir un servicio no armado en el ejército o un servicio civil (artículo 137). En mayo de 1994 entró en vigor una nueva Ley del Ejército de Yugoslavia, que limita considerablemente este derecho constitucional. En ella se establece que los reclutas tienen derecho a solicitar la condición de objetores de conciencia, pero sólo si en un plazo de 15 días tras recibir la orden de reclutamiento presentan una solicitud por escrito. El Tribunal Constitucional dictó en 1994 que los hombres que están en situación de reserva no tienen este derecho, ni los que están sirviendo en el ejército (como soldados de reemplazo o profesionales) y deciden por motivos de conciencia que no desean seguir haciéndolo. La decisión sobre la concesión de la condición de objetor de conciencia la toma el comité local de reclutamiento, y es posible apelarla ante una autoridad militar de mayor rango. Sin embargo, no es posible apelar ante un tribunal (autoridad judicial). Quienes obtienen la condición de objetores de conciencia deben realizar un servicio militar no armado o un servicio civil de 24 meses de duración, el doble que el servicio militar ordinario. Amnistía Internacional opina que esta duración es punitiva. Los objetores de conciencia que no consiguen la condición de objetores según las disposiciones existentes pueden ser procesados según el Código Penal de Yugoslavia, generalmente acusados de «negarse a portar y usar armas» (artículo 202), «eludir el reclutamiento» (artículo 214) o «deserción» (artículo 217). Estos delitos pueden ser castigados con penas máximas (en tiempo de paz) de hasta 10 años de cárcel (o 15 en el caso de la deserción si el desertor ha huido al extranjero). Los juicios se celebran ante un Tribunal Militar, y la sentencia puede Supremo Militar. apelarse ante el Tribunal EXPEDIENTE DE CASO Tradicionalmente han sido pocos los casos de objeción de conciencia al servicio militar, excepto Testigos de Jehová o miembros de otros grupos religiosos pacifistas similares. En 1996 Amnistía Internacional supo de siete casos en los que Testigos de Jehová objetores de conciencia habían sido condenados a penas de prisión o estaban encarcelados por negarse a realizar el servicio militar. Al parecer, en la mayoría de los casos habían sido condenados por «negarse a portar y usar armas», y las penas de cárcel habían oscilado entre los cuatro meses y los dos años. Uno de ellos era Vladimir Lazar, Testigo de Jehová de Stara Pazova, a quien, según los informes, el Tribunal Militar de Belgrado condenó a dos años de cárcel en marzo de 1996 por negarse a portar armas cuando fue llamado a cumplir con sus deberes como reservista, en febrero de 1996. Tras la apelación, en agosto de 1996, la sentencia se redujo a un año de cárcel. Lazar había realizado el servicio militar de 1988 a 1989 y, según la decisión del Tribunal Constitucional, no podía reclamar la condición de objetor de conciencia. Parece probable que otros Testigos de Jehová que cumplen penas de cárcel por negarse a portar armas se hayan encontrado en la misma situación de no tener derecho a ser reconocidos como objetores (según la legislación existente) por haber expresado su negativa tras haber sido llamados a cumplir con sus obligaciones de reservistas o (después de la introducción del servicio no armado y civil) por no haber solicitado la condición de objetores en el plazo de dos semanas tras el primer llamamiento a filas. La introducción del servicio no armado o civil para los objetores de conciencia no ha recibido casi publicidad, y es probable que la mayoría de los reclutas no conozcan su existencia. Amnistía Internacional no dispone de datos sobre el número de hombres que han solicitado realizar un servicio no armado o civil por motivos de conciencia ni sobre el resultado de sus solicitudes. Antes de la introducción del servicio no armado y civil para los objetores de conciencia, la única solución para los hombres que, por razones de conciencia, no deseaban portar armas ni ir a la cárcel era ir al extranjero. En el pasado, un número desconocido de hombres optó por esta vía, pero si decidían volver a Yugoslavia (o eran obligados a hacerlo) se arriesgaban a ser condenados a largas penas de cárcel por eludir el reclutamiento o desertar. Al estallar el conflicto de la ex Yugoslavia en 1991, miles de hombres de Serbia y Montenegro (muchos de ellos de etnia albanesa de la provincia de Kosovo) huyeron al extranjero para evitar el reclutamiento. No cabe duda de que sus motivos fueron muy diferentes, pero es probable que muchos tuvieran objeciones políticas, como no desear tomar parte en un conflicto armado a cuyos objetivos (explícitos o implícitos) se oponían. Según los informes, los que fueron detenidos dentro del país y procesados por eludir el reclutamiento o desertar durante este periodo casi nunca mencionaron ante el tribunal la objeción de conciencia a portar armas, sino que adujeron motivos de salud o emocionales, o la incompetencia de sus superiores en el ejército. Sin embargo, al menos en algunos casos, el motivo de no hacerlo puede haber sido la convicción de que el tribunal no se mostraría comprensivo ante estas objeciones. En junio de 1996, el Parlamento Federal aprobó una ley que amnistiaba a quienes habían eludido del reclutamiento o habían desertado de las fuerzas armadas antes del 14 de diciembre de 1995, excepto los militares profesionales. Según las informaciones aparecidas en la prensa, la amnistía benefició a unos 12.500 hombres. V. OTRAS PREOCUPACIONES SOBRE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA EN LOS ESTADOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE EUROPA Y LOS ESTADOS PARTICIPANTES EN LA OSCE Debido a las actuales prioridades de investigación de Amnistía Internacional y a los limitados recursos de la organización, no ha sido posible conseguir una información amplia y detallada sobre el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia en varios países incluidos en el proyecto Programa Regional para Europa de la organización (que incluye todos los Estados miembros del Consejo de Europa y todos los países participantes en la OSCE, excepto EE. UU. y Canadá). No obstante, Amnistía Internacional es consciente de que hay diversas deficiencias en lo que se refiere al reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia y a la oferta de un servicio civil alternativo en varios de estos países. Aunque el servicio militar obligatorio existe en los tres estados del Báltico ─Estonia, Letonia y Lituania─ según los informes la proporción de jóvenes reclutados es baja, y el número de los que quedan exentos o consiguen aprovechar los resquicios de la legislación también es alta. La situación del servicio alternativo no es totalmente transparente. Por lo que sabe Amnistía Internacional, en Estonia aún no hay en vigor una legislación independiente sobre el servicio alternativo. En Lituania la legislación sobre el servicio militar obligatorio aprobada en octubre de 1996 contiene disposiciones referentes al servicio alternativo, pero parece que aún no se han pruesto en práctica. En Letonia el parlamento aprobó en noviembre de 1996 una nueva ley sobre el servicio militar obligatorio ─posteriormente rechazada por el presidente Guntis Ulmanis─ que, según los informes, no contaba con disposiciones para el servicio alternativo. (Amnistía Internacional pidió a las autoridades letonas información sobre la ley en mayo y diciembre de 1996, pero sus cartas no recibieron respuesta alguna.) La organización no tiene informes sobre ninguna persona encarcelada en los Estados del Báltico por negarse a realizar el servicio militar por motivos de conciencia. Amnistía Internacional también entiende que el servicio militar o el alternativo es obligatorio en Georgia para los varones de edades comprendidas entre los 18 y los 27 años. Aunque el 14 de junio de 1991 fue adoptada una ley sobre el servicio civil alternativo, y el artículo 12 de la Ley sobre el Servicio Militar Universal del 29 de diciembre de 1992 establece la duración del servicio alternativo en 36 meses, Amnistía Internacional también cree que actualmente no hay disposiciones concretas en vigor que afecten a quienes desean solicitar y posteriormente realizar un servicio alternativo. Esto significa que los jóvenes que no puedan realizar el servicio militar obligatorio por motivos de conciencia pueden ser encarcelados por falta de alternativas. En Armenia y Azerbaiyán, Amnistía Internacional no tiene noticia de que exista o vaya a aprobarse ninguna disposición para reconocer la objeción de conciencia al servicio militar y ofrecer un servicio civil alternativo a los objetores. Tampoco tiene la organización noticias de que vaya a introducirse una alternativa adecuada al servicio militar obligatorio en Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán ni Uzbekistán, y rara vez llega a sus oídos información sobre casos concretos de objeción de conciencia en esos países. Sin embargo, en 1995 Amnistía Internacional se ocupó de los casos de varios presos de conciencia en Kazajstán, Testigos de Jehová encarcelados por negarse a realizar el servicio militar. En Tayikistán el servicio militar sigue siendo obligatorio, y todos los varones en edad militar deben servir en el ejército durante dos años. Recientemente, la prensa del país ha destacado varios problemas relacionados con el tema: la tendencia a evitar el reclutamiento por parte de los jóvenes que, al parecer, temen ser enviados a luchar contra las fuerzas de la Oposición Tayik Unida (grupo armado de oposición que lucha desde el final de la guerra civil, en 1992); la presunta manipulación de los trámites para lograr la exención en favor de los hijos de familias pudientes o de altos cargos y las reuniones de protesta que se celebran en ciertas comunidades contra el reclutamiento. Aunque la información que posee Amnistía Internacional no indica que el intento de evitar el reclutamiento se deba a objeción de conciencia, merece la pena señalar que Tayikistán no tiene disposición legal alguna que contemple un servicio civil alternativo para quienes se declaran objetores de conciencia. Los observadores de derechos humanos han informado de que, para resolver el escaso número de reclutas causado por la tendencia generalizada a eludir el reclutamiento, las autoridades recurren desde 1995 a las «bandas de presión», militares que rodean a los jóvenes en las calles, en los medios de transporte y en otros lugares públicos y los obligan a alistarse en las fuerzas armadas. El Centro Tayik de Información y Análisis sobre los Derechos Humanos ha informado de que «en muchos casos [los reclutas forzosos] son enviados a zonas de conflicto sin entrenamiento militar, y a sus familiares no se les informa de que han sido reclutados» VI. RECOMENDACIONES DE AMNISTÍA INTERNACIONAL ❑ Amnistía Internacional solicita la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas o encarceladas únicamente por habérseles negado su derecho a inscribirse como objetores de conciencia al servicio militar o a prestar un servicio verdaderamente alternativo de duración no punitiva y de carácter puramente civil. ❑ Amnistía Internacional solicita a todos los Estados miembros de la Unión Europea y del Consejo de Europa que vuelvan a examinar su legislación sobre objeción de conciencia al servicio militar desde el punto de vista de las resoluciones y recomendaciones internacionales vigentes. ❑ Amnistía Internacional insta a los Estados miembros de la Unión Europea a que, mediante una resolución del Parlamento Europeo, dejen claro que, en el futuro, el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia al servicio militar y la introducción de un servicio civil alternativo de duración no punitiva figurarán entre los criterios para la admisión de nuevos miembros de la Unión Europea. ❑ Amnistía Internacional solicita a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que recabe la opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos acerca del Proyecto de Protocolo del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales en lo que hace referencia a la objeción de conciencia al servicio militar, de acuerdo con la resolución unánime de la agrupación de ONG con carácter consultivo en el Consejo de Europa (adoptada el 25 de septiembre de 1996). ❑ Amnistía Internacional insta a los Estados miembros del Consejo de Europa a que se aseguren de la aplicación real de las recomendaciones incluidas en la revisión del cumplimiento de la Recomendación Nº (87) 8 por parte de los Estados miembros, revisión que actualmente lleva a cabo el Comité Director para los Derechos Humanos y cuya terminación está prevista para finales de 1997. INTERNO (sólo para miembros de AI) Índice AI: EUR 01/02/97/s Distr: SC/CO/GR Amnistía Internacional Secretariado Internacional 1 Easton Street Londres WC1X 8DJ Reino Unido SEPAREN ESTA HOJA DEL DOCUMENTO PRINCIPAL ANTES DE COPIARLA O DISTRIBUIRLA PARA USO EXTERNO El derecho a la objeción de conciencia al servicio militar en Europa: un asunto prioritario ACCIONES RECOMENDADAS Asegúrense de que todas las personas pertinentes de su Sección reciben copia de este documento, y también de que se archiva debidamente para futuras consultas. Este documento va acompañado de una circular de acción (Índice AI: EUR 01/03/97)*. Les rogamos que la lean detenidamente antes de iniciar cualquier acción. DISTRIBUCIÓN POR EL SI El SI ha enviado este documento directamente a todas las Secciones y a los Coordinadores de Campaña de las Secciones. * NOTA DE EDAI: Esta circular de acción no se ha traducido al español.