Contenido - Ciencia Política

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Universidad de Los Andes · Estudiantes de ciencia política· Mayo/Junio 2010
Edición
Las elecciones del 14 de marzo dieron mucho para hablar
y comentar, pero sobre todo, dejaron diversas incógnitas
aún sin resolver. A pesar de ello hay que seguir avanzando,
y la carrera por la presidencia de Colombia cada vez se
hace más intensa. En éste punto todo el mundo empieza
hacer especulaciones sobre el futuro de Colombia si un
determinado candidato es que el finalmente llegue a la
Casa de Nariño. Pero incluso esta contienda electoral tan
intensa no es ajena a los sucesos internacionales, es por
ello que en esta edición podrán observar un dossier con
los temas más relevantes actualmente en la disciplina de
las Relaciones Internacionales.
www.gettyimages.com
Contenido
3
Nudo del día
Para los problemas de las cárceles, más cárceles
La desesperanza: Una actitud política
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Al tablero
Una decición clave
8
Vox
Sopa electoral
¿Cambio extremo en el Congreso de La República?
10
Dossier
14
De cronopios y famas
“Mi cuerpo por un puesto”
¿Para usted en que consiste ser colombiano?
Político poéticos
18
Retrovisor
Mundial sudáfrica 2010: ¿otro conflicto disfrazado de fiesta?
19
Comunidad
De la “politometría” en la Ciencia Política
Mensaje de los representantes de Ciencia Política
21
Blog
22
Cartas
23
Caricaturas
Especial
Relaciones Internacionales
Editorial
¿
La opinión es suficiente? Es la pregunta que ronda entre las conversaciones de politólogos, jóvenes, transeúntes, en conversaciones
de café y debates en clase. Y todo porque un exalcalde, que a último
minuto decidió participar en estas elecciones presidenciales sin ser parte
de uno de los partidos tradicionales o con larga trayectoria, está hoy de
primero o segundo en las encuestas.
Pero Mockus no es el único con voto de opinión. El candidato de La
U Juan Manuel Santos cautiva las opiniones de quienes admiran su
trabajo en el ministerio de defensa (a pesar del escándalo de los jóvenes
asesinados por las fuerzas militares, mal llamados ‘falsos positivos’, o la
violación al Derecho Internacional Humanitario en la operación militar
para rescatar a Ingrid Betancur), su respaldo hasta último minuto al
presidente Uribe, o sus promesas de ‘mano dura’ frente a los problemas
más graves del país. Pero tiene mucho más que eso para ganar: tiene el
apoyo de empresarios, de congresistas y concejales de distintos partidos
(algunos vinculados al escándalo de la parapolítica), tiene el respaldo
del Presidente y la posibilidad de ser ‘el heredero’ de la Seguridad
Democrática.
Y Mockus, ¿Qué tiene? El recuerdo de su alcaldía, una página en facebook que no deja de aumentar en fanáticos, un ejército de artistas que
hacen videos de música o propagandas a su favor, tres exalcaldes que
son reconocidos por sus gestiones, y una marea de jóvenes que cada vez
se hacen más visibles en el espacio público. Los verdes no le juegan a la
maquinaria electoral, no han repartido ministerios, contratos o favores
para conseguir el apoyo de los políticos regionales. No han distribuido
almuerzos ni whisky para conseguir sus votos. Los verdes creen que la
opinión será suficiente para ganar las elecciones el próximo 30 de mayo.
Y de pronto lo sea. Pero los resultados de las elecciones legislativas
demuestran que ignorar la maquinaria política puede ser más difícil
de lo que se espera. Ya pasaron las elecciones del 14 de marzo, y los
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
resultados no son para celebrar. El PIN, el partido más cuestionado dado
el número de investigaciones por parapolítica que cargan sus candidatos,
obtuvo nueve curules al Senado. Y no son los únicos candidatos cuestionados: la U, el Partido Liberal, Conservador y Cambio Radical también
consiguieron elegir a candidatos cuestionados por la Corte Suprema de
Justicia. La maquinaria, para muchos de ellos, fue suficiente.
“Argumento va, argumento viene, y si su argumento es más fuerte que
el mío, usted gana”, dijo Mockus en el último debate presidencial,
cuando le preguntaron sobre cómo piensa gobernar sin congresistas en
el legislativo. Y puede ser que esta lógica sea muy válida a nivel moral,
pero sin duda es difícilmente aplicable a nivel práctico. Un Congreso
que en su mayoría puede estar más motivado por el peso de las dádivas
que por la fuerza de los argumentos, será un Congreso con el cual es
difícil gobernar.
Columnistas, profesores o historiadores han recordado que Mockus no
es el primero en llegar al Palacio de Nariño sin una bancada en el Congreso. Álvaro Uribe llegó en el 2002 a Palacio sin el apoyo del legislativo, y salió con gigantescas mayorías que le permitieron reelegirse en el
2006. Pero esto no es el único punto en común que comparten Uribe y
Mockus. Ambos han ganado la confianza de sus electores con la promesa que la politiquería llegará a su fin cuando ellos triunfen en elecciones.
Ambos se han mostrado como ‘salvadores’, uno por medio de las armas,
otro por medio de ‘lecciones’, como si ellos guardaran la razón por encima de su equipo o la opinión pública. Ambos vienen de movimientos
independientes, y movilizan apasionadamente a sus votantes.
La situación no es fácil, porque si bien muchos no quieren votar por un
exministro que representa la continuación de la política guerrerista de
Uribe, tampoco quieren a un candidato que se muestra como el único
representante del cambio. Lo que sería interesante es saber cuántos de
los ahora Mockusistas lo son por conocer el programa de los verdes, o
por el miedo a que el poder de Uribe no tenga fin.
Director:
Carlos Andrés Baquero Diaz
Subdirectora:
Daniela Palou
Editores:
Ana María Correa · Sebastián Hernández
Nudo del día:
Sin corbata es un periódico comprometido con
una posición plural y crítica, por lo cual está
abierto a la expresión de diversos puntos de
vista. Por ello mismo cada autor es responsable,
por el contenido de su artículo, el cual no refleja
necesariamente la posición de sin corbata, ni
compromete a los miembros de su consejo editorial, ni al departamento de ciencia política de la
Universidad de Los Andes.
Consejo Editorial
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Juan Camilo Rojas · Andrés Rejala
Al tablero:
Pamela Usta Yabrudy
Vox:
Melissa May · Sndra Milena Martínez
De cronopios y famas:
Pedro Samper
Retrovisor:
Maria Paula Hoyos · Maria Alejandra Velásquez
Blog:
Javier Andrés Escobar · Brisna Teresa Mantilla
Diagramación:
Ana Maria Hoyos (ana.holes@gmail.com)
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Nudo del día
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Libardo José Ariza
Profesor Asistente – Facultad de Derceho – Universidad de los Andes
E
n el año 1998 dos personas recluidas en
cárceles distintas –La Modelo en Bogotá
y Bellavista en Medellín- interpusieron acciones de tutela alegando que las condiciones
de reclusión violaban su dignidad como
seres humanos, y que lo hacían para “evitar
el perjuicio irremediable de tener que seguir
soportando esta tortura”. La situación de los
centros penitenciarios era, efectivamente,
degradante. Mientras que La Modelo contaba
con una capacidad asignada de 1758 cupos, en
realidad albergaba a cerca de 3.322 personas,
lo que cuantitativamente se traduce en un índice de hacinamiento del 47%. En Bellavista la
situación era similar, justo como en las demás
prisiones del país. Ante esta situación la Corte
Constitucional declaró, en la sentencia T-153
de 1998, que el sistema penitenciario colombiano violaba de manera masiva, sistemática y
estructural los derechos fundamentales de las
personas presas, y ordenó, entre otras cosas,
que el gobierno nacional elaborará un plan de
refacción y construcción carcelaria que debía
ser ejecutado en el término de cuatro años.
Han pasado cerca de 12 años desde la decisión
de la Corte Constitucional y el panorama de
las prisiones colombianas no es muy distinto al
que contemplaron los funcionarios que visitaron La Modelo en 1998. Las personas siguen
durmiendo en los pasillos y rotondas durante
las noches; la violencia campea libremente
dentro de los muros penitenciarios, tanto como
las enfermedades, y no existen programas
generales de educación y trabajo que permitan
pensar que la resocialización es un objetivo
posible. En cifras, la situación puede ser descrita de la siguiente manera: el hacinamiento
alcanza el 38,9%; las prisiones cuentan con
escasos servicios de atención médica y el 90%
no cuenta con instalaciones para desarrollar
programas estables de capacitación laboral.
http://www.pastoralsocialcolombia.org.co/index.shtml?s=u&x=2882
Pero lo anterior no quiere decir que el gobierno haya estado cruzado de brazos durante estos
doce años. De hecho, algunas
cosas han cambiado: hay más
prisiones. Desde el año 1998
se han invertido cerca de
972, 293 millones de pesos
en la construcción de nuevos
centros, lo que ha supuesto
la generación de cerca de
24,731 cupos. Se ha pensado, entonces, que
los problemas de las cárceles se solucionan
con la construcción de más y mejores cárceles,
que el único problema es el hacinamiento. Se
asume que los problemas sociales estructurales
que dan lugar a este fenómeno se aliviarán
con la edificación de prisiones seguras,
modernas y eficientes, con el equilibrio entre
personas presas y celdas donde depositarlas.
La construcción de más prisiones no es la
respuesta.
Sabemos que la cárcel fija a los miembros de
un ejército de pobres que no tienen identidad ni domicilio. La certeza de la presencia
penitenciaria alivia el miedo a la pobreza que
ronda por las calles. Es ampliamente sabido
que las prisiones están dominadas por el haci-
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
namiento, la muerte, la discriminación y el terrible designio del cacique. Que allí se recluye
fundamentalmente al ciudadano pobre sin
educación y oportunidades que se ve abocado
al crimen. Que allí las celdas se compran y se
venden; que los recién llegados son explotados
y golpeados; que las personas de piel negra se
ven obligadas a dormir en húmedos túneles
que no se sabe para qué fueron construidos;
que las personas homosexuales y transexuales
son tratadas como sirvientes y que los acusados de violación son sistemáticamente asesinados; que mientras unas personas duermen en
el suelo buscando el calor que aún desprenden
los hornos de la cocina, otras lo hacen bajo
pulcras sabanas de seda.
Es hora de darse cuenta que los problemas de
las cárceles no se solucionan construyendo
únicamente más cárceles. Los resultados,
dudosos, de los nuevos proyectos carcelarios
inspirados en modelos de gestión global, como
la Cárcel de Valledupar, muestran que la respuesta a la crisis penitenciaria no se encuentra
dentro de los muros de la prisión sino fuera de ellos.
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Nudo del día
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
“Sólo gracias a los desesperanzados os será
dada la esperanza” (Marcuse, 1972, p.286)
Walter Benjamin
En una columna escrita desde Puerto Leguízamo (Putumayo), el sociólogo Alfredo Molano finalizaba con un tono desesperanzador un magnífico
texto, en el cual sintetizaba los padecimientos de esta “patria” en los últimos siete años de la siguiente manera:
¿Qué más esperamos? Inclinémonos ante la realidad: el país que quisimos está
muerto. Nos han derrotado. Nos quedarán ojos para mirar, pero ¿quién hablará en
voz alta? ¿Los verdes? ¿Los grises? ¿Los tornasolados? Y entonces: ¿quién los oirá?
Apaguemos y vámonos. Pero ¿Para dónde? ¿En qué lugar del mundo se desgajan
aguaceros como los nuestros? ¿En qué lugar del mundo se taburetea sin ton ni son a
la sombra de un almendro? ¿En qué lugar se descuera del prójimo con tanta gana y
con tanta inocencia? ¡No, ni modo! (Molano, 2008)
Pablo Durán
Estudiante de Ciencia Política y Filosofía
A
proximadamente 70 años antes, Walter Benjamin, filósofo alemán
que tuvo que vivir una época donde como decía Brecht
“hablar de árboles era casi un crimen”,
salía de un París que se alistaba para ser ocupado por las fuerzas del
orden nacionalsocialista. Después de pasar por Lourdes, Marsella, Perpiñan y Port-vendres, en una larga travesía con miras al exilio, el grupo
de fugitivos, dentro de los que estaba Walter Benjamin, fueron detenidos
en la localidad catalana de Port Bou. Hacia las diez de la noche del día
26 de agosto de 1940 Benjamin murió producto de una sobredosis de
tabletas de morfina. Según cuenta Reyes Mate en su libro Medianoche
en la Historia, Walter Benjamin decidió envenenarse antes que tener que
soportar ser devuelto a la Gestapo, y por lo tanto ser internado en un
campo de concentración o terminar muerto en manos del nacionalsocialismo.
Su actitud fue la misma que la de Vicki Walsh (militante montonera hija
del escritor Rodolfo Walsh) cuando, rodeada de las fuerzas militares de
la Argentina de los setentas gritó:
“ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir” (Walsh). Después de su suicidio los policías
franquistas que los habían detenido, decidieron permitir que los demás
fugitivos siguieran con su trayecto. Walter Benjamin, sin saberlo,
cumplió con aquellas palabras del evangelio de Juan: “nadie tiene amor
más grande que el que da la vida por los amigos”. Pero Walter Benjamin al morir no lo hacía sólo por sus amigos (ya que ni siquiera sabía
las consecuencias que tendría su muerte). Moría porque quería llevar
la desesperanza hasta sus últimas consecuencias. Cuando la barbarie
comenzaba a anidar sobre su pueblo, su último cartucho era morir como
muere todo revolucionario: con el pulso seguro de su tiempo.
Hace aproximadamente ocho años, también yo me iniciaba en los
inciertos caminos de la desesperanza. Mis compañeros de colegio, en
Pag.
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una súbita expresión que decido llamar política, hacían sus apuestas
intentando predecir quién sería el próximo presidente de la república. Una
gran mayoría (que hoy se traduce en ese insípido 84%) le “entregaba”
su voto (inválido por tratarse del voto de un menor de edad) a Álvaro
Uribe Vélez. Yo mientras tanto defendía a cualquier costo las que yo
creía eran las ideas de mi candidato presidencial contra una marea de
ruidosos estudiantes de bachillerato que no cedían en sus posiciones.
Al notar su intransigencia, decidí empezar a anotar (con una actitud
bastante infantil) uno a uno los nombres de todos/as los/as compañeros/
as que de poder hacerlo darían su voto a Uribe Vélez. Mi estrategia (con
una mirada profética a largo plazo) era decirles en el futuro (convencido
que ahora tendría, y en eso no me equivoqué, muchos más argumentos
de los que en ese entonces poseía) lo equivocados que estaban. Quería,
a través de los resultados siniestros del mal gobierno que vislumbraba
en Uribe, hacerlos arrepentirse de su elección. Hoy, no encuentro la lista
que en ese entonces hice; no he podido cumplir con mi promesa. Pero
no hace falta decírselo a mis compañeros de curso. Sólo necesito papel
y lápiz: los nombres hoy los puedo encontrar a granel.
Ahora, cuando la segunda reelección de Uribe se fue al piso, debemos
alzar la mirada y contemplar nuestro presente (que en Benjamin está
cargado de pasado) de manera crítica. Teniendo éste tipo de mirada hoy
puedo, paradójicamente, empezar de nuevo a hacer la lista de todos/as
aquellos/as que creen que con su voto conducirán al país a un estadio
mayor, mucho mejor que el actual. Hoy, 70 años después del suicido
de Walter Benjamin, el horizonte político es igual de desolador. La
izquierda democrática se acerca cada vez más (bajo la figura del actual
candidato presidencial) a aquella socialdemocracia (que ya Benjamin
denunciaba con desconfianza) dispuesta a ceder en sus principios
más fundamentales y valiosos. La extrema derecha continúa con alta
popularidad y sus principios, después de todos estos años de escándalos (pero: ¿quién sorprende al pueblo colombiano?) y descalabros en
la mayoría de las áreas, continúan siendo los mismos. “Colombia debe
seguir avanzando” dicen por un lado. “Mejor es posible” continúan por
el otro. Los presagios de Walter Benjamin a través de su tesis de “el ángel de la historia” tienen hoy una vigencia absoluta: “lo que a nosotros
se presenta como una cadena de acontecimientos, él lo ve como una
catástrofe única que acumula son cesar ruinas sobre ruinas, arrojándolas
a sus pies” (Reyes Mate, 2006, p.155).
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Nudo del día
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Pero esa desesperanza que encendió sus primeras luces en mí hace unos
8 años, ha aumentado cuando he visto cómo una nutrida multitud se
agolpa ahora bajo un nuevo mesías. Los votos producto de una parte
de la población que querían la derrota militar de un grupo armado se
han convertido ahora en los votos de esos mismos que ahora se encuentran decepcionados por el líder que eligieron. La lógica sigue siendo
la misma: la mayoría busca un objetivo (salvar la patria, derrotar a x
o y, “cambiar” el rumbo del país, etc.) y enceguecidos por tan nobles
principios, los miembros de esa multitud se vuelven los escuderos de
políticas que poco a poco se les van volviendo más ajenas. Los lemas
que hacen referencia a un progreso (que veo cada vez más lejano o
menos presente) ineluctable de la ultraderecha se han visto opacados por
esa marea que reclama un cambio, eso sí, pero que conserva la misma
lógica según la cual los destinos del país se encuentran en manos de una
persona. Digo esto porque curiosamente todos aquellos que en estos
ocho años de gobierno Uribe han permanecido con un silencio cómplice, escudados en su comodidad y a la espera inmóvil de cambios sustanciales, son los mismos que se agolpan ahora bajo la figura del nuevo
salvador, y que ven en la democracia electoral la salida a los males del
país. Nunca se les vio en una marcha, nunca se oyó de ellos un reclamo,
de ellos siempre esperábamos un mutismo generalizado o el aplazamiento de sus esperanzas de cambio. Todos/as aquellos/as que nunca
estuvieron cuando han sido necesarios, son los que ahora se adjudican el
soberbio título de portadores de la luz que alumbrará la nueva senda del
progreso por donde avanzará Colombia. Alguien tiene que decirles que
han llegado tarde.
Mientras tanto nosotros, los escépticos, los desesperanzados, los
cautelosos y desconfiados somos como aquel grito del fusilado (falso
positivo decimos ahora) cuyo último aliento de vida es una desgarradora
exclamación contra sus asesinos. Su grito es un corto pero contundente
rechazo a su padecimiento. Tal vez sólo nos queden segundos, pero
todavía seguimos aquí. Tal vez lo nuestro sólo sean las palabras. Y con
esos, nuestros últimos recursos decimos con Gonzalo Rojas:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.
(…) Pero todo es inútil,
porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, por no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo. (Rojas, 2007, p.349)
BIBLIOGRAFÍA
Molano, A. Pin-pan-pum. Recuperado el 11 de Abril de 2010 de: http://www.elespectador.
com/columna194160-pin-pan-pum
Walsh, R. Recuperado el 11 de Abril de 2010 de: http://www.lafogata.org/003arg/arg10/
ar3.htm
Reyes, M. (2006) Medianoche en la historia. Madrid: Editorial Trotta, S.A.
Rojas, G. (2007) Contra la muerte y otras visiones. La Habana: Fondo Editorial Casa de
las Américas
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Daniel Enrique Moreno
Estudiante de Filosofía y Derecho Universidad de los Andes
Después de lo sucedido en el siglo XX, en el que todo pensamiento en
torno a la comunidad derivó en un trágico y doloroso totalitarismo, Roberto Esposito, filósofo italiano, ofrece una reflexión acerca de la communitas. ¿Qué es lo común? ¿qué es lo que nos une en una comunidad?
Estas preguntas ya no pueden ser resueltas mediante la esencialización
de la comunidad. Con lo sucedido en la Alemania nazi, en la Rusia soviética, ya no es posible pensar que la comunidad es una cosa que puede
ser objeto de apropiación, y mucho menos que es una voluntad general
que actúa mágicamente como la generalidad de los individuos.
La máquina de muerte en el siglo XX se desplegó en nombre de la
comunidad, en nombre de la voluntad general. Que esto haya sido así, es
lo que ha impedido que la comunidad sea pensada nuevamente; de esa
manera resulta siempre peligroso pensar lo común. Pero, lo común no
es una esencia, no es algo que actúa. La voluntad general ha fracasado
en el siglo XX. Sin embargo, lo que nos une en comunidad no ha dejado
de vincularnos, de atravesarnos y constituirnos. La comunidad, pensada
como algo dado, se impone, como en los fascismos, como en la seguridad democrática.
El fracaso del siglo XX, en cuanto al
pensamiento de la comunidad, indica
que aún no hemos sido capaces de
comprender o crear aquello que nos
constituye y nos atraviesa. Esposito,
quiere pensar la comunidad siempre
en construcción, no como algo consumado. Pero ¿es la comunidad algo, una
res que se manifiesta en la historia? La
comunidad es una nada, una ausencia,
un horizonte de acción. Lo común es
una tensión que se realiza siempre con
la acción de los individuos; es la acción
particular la que construye aquello que
llamamos común. En esa ausencia nos
debemos pensar juntos, pero expuestos.
Esposito ofrece una posibilidad de pensar nuevamente la comunidad,
la communitas. La comunidad es una carga que debemos llevar juntos,
una carga, una negación, una ausencia. Así, la comunidad no es ningún
ser-para-sí que se realiza en sí mismo, sino una praxis, una actividad
que nos acerca pero que también nos aleja. Es en la exposición donde la
carga de estar juntos es repartida, es en la ausencia donde la existencia
es expuesta.
Es necesaria hoy, como lo sabe Esposito, una reflexión sobre la communitas, cuando las reificaciones de la comunidad laten nuevamente en
el mundo y el fantasma del totalitarismo aún persiste volcado sobre él.
Pensar que lo sucedido en el siglo XX jamás volverá a suceder siempre
tiene algo de cinismo e ingenuidad. Especialmente en Colombia, donde
parece que la voluntad general ha hablado, y lo seguirá haciendo en los
consejos comunales. Es necesario pensar una comunidad abierta que
abrace el azar, la espontaneidad y la contingencia, de la praxis humana:
“nada parece más a la orden del día, nada más requerido, reclamado,
anunciado”.
Esposito, Roberto. Communitas: origen y destino de la comunidad. Trad. Carlo Molinari.
Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pg. 21.
Pag.
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Al tablero
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
permite la iniciativa legislativa popular siempre y cuando al menos el
5% del censo electoral apoye la iniciativa. Los promotores del referendo recaudaron los fondos para recolectar el millón de firmas, pero lo
hicieron de forma desafiante, ignorando los límites legales. Las cuentas
del referendo son oscuras y plagadas de irregularidades tales como
auto-préstamos entre los organizadores con el propósito deliberado de
ocultar la forma real en la que se financió la iniciativa. De acuerdo con
los promotores se gastaron seis
veces más del tope legal, hubo contribuciones indiSemana,***
Felipe Botero, Ph.D.
Profesor Asociado
Departamento de Ciencia Política, Universidad de los Andes
E
l 26 de febrero de 2010, la Corte Constitucional declaró como
inexequible la ley que convocaba a un referendo nacional para que
la ciudadanía permitiera que el Presidente Uribe aspirara a un tercer
período consecutivo. Se trató de una decisión de la mayor relevancia,
porque le regresó la fe al balance institucional de poderes. Tal como argumenté en otro lugar**, el balance de poder se había puesto en tela de
juicio por deseo de Uribe de permanecer en el poder. A pesar de que en
retrospectiva parezca obvio que la Corte iba a decidir en contra de la ley
de referendo, como se ha sugerido en algunos medios, debe resaltarse
que hubo una tremenda incertidumbre con relación a la decisión de la
Corte y cualquier posibilidad era igualmente probable. Quiero hacer
una breve reflexión sobre por qué ahora es claro que el referendo era
inconstitucional. De acuerdo con la posición de la mayoría, el referendo
acumuló una serie de grotescos errores de procedimiento que cuestionaron seriamente su carácter de iniciativa popular. En cambio, se volvió
el proyecto de una minoría que no escatimó esfuerzos para imponer su
posición al resto de nosotros. Afortunadamente para Colombia y sus
instituciones democráticas, la Corte acabó con las tribulaciones que le
inflinió al país la traga maluca de Uribe con el poder.
viduales que fueron más de treinta veces más altas que el máximo permitido, y más del 60% de quienes violaron los topes individuales eran
contratistas del Estado. La Corte afirmó que los promotores violaron la
ley con su inescrupulosa recolección de fondos.
El segundo defecto está íntimamente vinculado al anterior. La ley exige
que el Registrador Nacional certifique que la recolección de las firmas
se ajusta a los requisitos legales antes de que el Congreso pueda discutir
el proyecto de ley. El Registrador no expidió (no podía) la certificación.
No obstante, el Congreso inició la discusión del proyecto con menosprecio de los requisitos legales. En su sentencia, la Corte declaró que
“esta certificación resulta un elemento fundamental en la legitimación
del proyecto de iniciativa porque cumple una finalidad de salvaguarda
de la democracia, evitando que mecanismos de participación como la
iniciativa legislativa se conviertan en instrumento de grupos que, con
el suficiente dinero y sin un límite en los recursos que les es posible
utilizar, terminen por apropiarse de la voluntad popular ciudadana en lo
que a los mecanismos de participación se refiere, desdibujando completamente su esencia.”****
Así como sobresalen en la tergiversación de su contabilidad, los promotores claramente no son expertos en ciertas competencias básicas como
La Corte, que cuenta con poder de revisión
automático sobre leyes de referendo, había
anunciado que tendría su decisión lita para el
26 de febrero, y se vivieron momentos de gran
ansiedad en la antesala de la decisión. Mucha
gente siguió de cerca las noticias en Internet o
en radio. Los resultados se aventuraban como
si se tratara de un partido de fútbol: ¡¿6-3, 7-2,
8-1?! Alrededor de las 5 p. m., la Corte anunció
que había declarado inexequible la ley del
referendo con una votación de 7 a 2.
La decisión se concentró en cinco vicios procedimentales. A diferencia de lo que pasó con
la decisión anterior (en efecto, Uribe impulsó
una reforma constitucional que le permitiera
su reelección inmediata en 2006), en la que la
Corte se enfocó en la sustancia del caso, en ésta
ocasión sólo consideró asuntos formales. No
eran insustanciales; al contrario, estas formalidades -explícitas en la Constitución- garantizan
que la voluntad del pueblo se proteja.
El primer vicio tiene que ver con la financiación
del proyecto del referendo. La Constitución
Pag.
6
http://www.flickr.com/photos/brswanson/2307053545/sizes/o/
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Al tablero
http://www.projectcitizen405.com/images/Project%20Citizen/
Pictures/1%20Copy%20Each%204x6/petition.jpg
la lectura y la escritura. Resulta que la confusa solicitud que firmaron
un millón de colombianos fue redactada de forma que se le permitía
a Uribe ser candidato nuevamente en 2014. El Congreso aclaró esta
ambigüedad al corregir la redacción de la pregunta en el tercer debate
del proyecto de ley. La Corte no se divagó en el asunto gramatical. En
su lugar, sostuvo que el Congreso se extra limitó en sus atribuciones
porque no le está permitido hacer ese tipo de cambios en un estado tan
avanzado de la discusión del proyecto.
Un cuarto vicio de forma apareció en septiembre de 2009 cuando el
proyecto fue votado por última vez en la Comisión de Conciliación
de la Cámara. El proyecto fue aprobado con una mayoría de 85 votos
(uno más de los estrictamente necesarios) porque cinco congresistas
abandonaron su partido y se unieron a la U. La Corte decretó que esos
votos eran inválidos porque los congresistas habían sido sancionados
por su partido de orgen -Cambio Radical- al no compartir la posición
del partido sobre cómo votar el referendo. El comité de ética de Cambio
Radical los sancionó prohibiéndoles votar en el proyecto. A pesar del
flamante camisetazo, se les permitió votar. Al anular sus votos, la Corte
consideró que el referendo no alcanzó la mayoría y señaló que en efecto
el proyecto no habría sido aprobado.
Por último, la Corte también declaró la ley inconstitucional por la forma
grosera en la que el ejecutivo convocó a sesiones extraordinarias en
diciembre de 2008. Las sesiones ordinarias expiran cada año a la medianoche del 16 de diciembre. Esa noche de 2008, el referendo estaba en
consideración en la plenaria de la Cámara. Al llegar la medianoche, la
Cámara no había realizado la votación. En un intento desesperado, pero
claramente orquestado, el Ministro del Interior sacó de su maletín un
decreto firmado en el que se convocaban a sesiones extraordinarias en
un esfuerzo por mantener el quórum. Las sesiones extra empezaron con
prontitud a las 00:05 del 17 de diciembre y eventualmente la Cámara
aprobó el proyecto. Sin embargo, como lo señaló la Corte,
el ejecutivo está en la obligación de publicar
en el Diario Oficial los decretos que convocan
a sesiones extraordinarias. El decreto se publicó
Tras considerar los argumentos expuestos por la Corte, es difícil ver
cómo la Corte hubiera podido decidir de otra forma. De hecho, es
sorprendente que la votación no hubiera sido 9 a 0. De hecho, no es tan
sorprendente al tener en consideración quiénes son los magistrados que
salvaron su voto. Uribe nominó a tres de los integrantes de la corte y
dos de ellos votaron a favor de la iniciativa del referendo. Uno de ellos,
Mauricio González, trabajó como secretario jurídico de la presidencia
antes de ser nombrado en la Corte. El otro juez, Jorge Pretelt, es un
amigo personal de Uribe y también es primo de Sabas Pretelt, el anterior
Ministro del Interior de Uribe. Sin embargo, la incertidumbre finalmente
se disipó sólo en el momento en que se conoció la decisión de la Corte.
Uribe, aunque tácitamente, había dado todo tipo de indicios de que
fervorosamente deseaba ser reelegido otra vez. Si ese hubiera sido el
caso, el andamiaje democrático se habría debilitado seriamente debido
a los pesos y contrapesos de la Constitución no fueron diseñados para
soportar a un Uribe poderoso con intenciones de perpetuarse en el poder
a la Chávez o Fujimori. La decisión de la corte preserva las formas
democráticas en Colombia, o al menos por ahora.
* Artículo en exclusiva para Sin Corbata. Este texto, publicado en inglés en el blog de la
Red de Investigación de la Democracia Andina se publica acá en español. El texto será
incluído en el capítulo “Colombia: una democracia amenazada” escrito en coautoría por
Ana María Bejarano, Helena Alviar, Felipe Botero, Gary Hoskin y Mónica Pachón que
será publicado próximamente por el Instituto de Estudios peruanos en un libro sobre las
democracias de la región andina.
** Botero, Felipe, Gary Hoskin y Mónica Pachón. 2010 (en prensa). “Sobre forma y
sustancia. Una evaluación de la democracia electoral en Colombia.” Revista de Ciencia
Política, 29(1).
*** “Los puntos clave de la ponencia de Sierra Porto”. En línea en http://is.gd/advpn
(redirecciona al artículo de Semana).
**** “Esta es la ponencia de Humberto Sierra Porto que dice ‘no’ al referendo reeleccionista”. En línea en http://is.gd/advMu (rediercciona a fragmentos del falo de la Corte
publicados en El Tiempo).
el 17 de diciembre a las 16:44, horas después de que la sesión había
concluido. Por lo tanto, la Corte declaró que las sesiones extraordinarias
no fueron válidas.
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Vox
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Diego Escallón A.
Estudiante de Derceho- Universidad de los Andes
E
n un país en vía de desarrollo, con aproximadamente 70 congresistas investigados por parapolítica, fría un contrato hasta que esté
quemado. Luego bótelo a la basura. En una nueva sartén adjudique, en
un tiempo máximo de una semana, dos nuevos contratos para llevar a
cabo el conteo de votos; no tenga afán, de éste no queda sino el cansancio. Solicite al Gobernador del Valle una reunión con alcaldes del
departamento, supuestamente por orden presidencial, para apoyar la
campaña de uno de los candidatos de la consulta conservadora. Tape y
deje a fuego lento.
Cuando esté cocinada, agregue el voto de los colombianos que ejercen
su derecho constitucional, mezcle y deje hervir; luego de 6 horas saque
del fuego. Por la noche deje remojando los votos de la consulta conservadora, de tal forma que al día siguiente amanezca ganando Sanín. o
se preocupe, gracias a las reacciones químicas de la fermentación, éste
proceso sucederá súbitamente. Revuelva hasta que esté como transparente y unte por todas partes en el país en vía de desarrollo.
Por último, dentro de cinco días entregue los resultados de la consulta
conservadora y finalmente, casi un mes después, sirva los nombres de
los representantes electos a la Cámara por el Valle del Cauca. Acompáñelo con la elección del Partido de Integración Nacional.
Esta es nuestra realidad, es así como yo entiendo las pasadas elecciones,
la base de la sopa electoral está cargada de dudas razonables. Dudas que
dejan un sin sabor en el paladar de cada persona que sí se pregunta por
la transparencia de la contienda electoral del pasado 14 de marzo de 2010.
Big Torn Cambell’s Soup Can (Pepper pot)(1962), Andy Warhol
http://xroads.virginia.edu/~UG02/cullers/consume.html
No pretendo deslegitimar la contienda electoral, mucho menos desacreditar la función del Registrador Carlos Ariel Sánchez, pero sí creo
que existen dudas razonables que conllevan a decir que no fueron las
elecciones más transparentes de los últimos 40 años. Es
cierto que todavía son presunciones, pero cualquiera que ya
pueda amarrarse los zapatos por sí solo, en caso de ponerlo
a atar cabos, podría llegar a la misma conclusión. Ahora
sólo queda confiar en el Consejo Nacional Electoral para
que, por lo menos, exija la renuncia del Registrador.
La famosa frase que siempre ronda alrededor de las maniobras de éste país, una vez más, vuelve a repetirse: “l pueblo
que no conoce su historia tiende a repetirla”. De nuevo sale
a flote en nuestro diario vivir. El pasado 14 de marzo nos
hace revivir 1970 cuando, milagrosamente luego de irse
la luz durante una hora, resultó ganador de la contienda
electoral Misael Pastrana Borrero, candidato del Frente
Nacional, quien se enfrentaba al ex dictador Rojas Pinilla.
De nuevo ganó Misael en nuestra dudosa sopa electoral.
Un elector deposita su voto durante los comicios del domingo 14 en Colombia (Reuters).
http://mexico.cnn.com/mundo/2010/03/15/los-partidos-oficiales-lideran-elecciones-parlamentarias-colombianas
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Vox
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Javier Andrés Escobar
Cámara de Representantes a Yahir Acuña y a
Eduardo Pérez.
Elegiría usted a una persona involucrada
con cualquier acción ilegal para que lo
representara en alguna de las dos cámaras
del Congreso de la República? Su respuesta
inmediata sería que no. Esto es porque seguramente, usted, su papá, su mamá, sus abuelos
etc. asistieron a las urnas el pasado catorce de
Marzo pensando en votar por alguien ‘nuevo’
y con buena reputación para renovar y hacer
un ‘cambio extremo’ en el Congreso.
Pero si usted no fue de estas personas que salió
a votar a conciencia, seguramente hizo parte
de las miles de personas que vendieron su
voto. De pronto lo vendió al político que le va
a dar un puesto a su hermana, por un tamal, un
plato de lechona o unas ‘polas’.
La presión electoral en Colombia no es sólo
por medio de las armas. Las redes de personas
como ‘la gata’ pueden imponer muchas otras
sanciones sobre las personas que viven en
estos municipios: dan y quitan puestos, dan y
quitan concesiones, dan y quitan bienestar.
Aparte de los pupilos de la gata, hay muchas
otras ‘figuras políticas’ importantes que también están involucrados en varios escándalos
que no permiten ese ‘cambio extremo’ que
tanto se quería en el Congreso.
¿
Estudiante de Ciencia Política - Universidad de los Andes
Fueron seguramente estos votos los que eligieron a los candidatos que en este momento se
encuentran en el ‘ojo del huracán’. Los ‘más
visibles’, pero no por su buena imagen, ni por
su deseo de que conozcan su buen perfil, sino
por sus contactos non-sanctos. Encabezando la
lista se encuentran algunos de los candidatos
a la Cámara de Representantes y Senado que
fueron elegidos gracias al apoyo económico
que prestó la famosa Gata. ¿Alguien se acuerda de la gata? Pues yo sí.
Enilce López, alias ‘la gata’ o la ‘empresaria
del chance’, fue acusada de lavado de activos,
de tener vínculos con grupos paramilitares y de
asesinato. Y a pesar de esto, la honorable señora
quedó con cuatro representantes en el Congreso.
El nombre que más sorprende es el de Héctor
Julio Alfonso, su hijo. Al igual que Alfonso,
elegido al Senado por el Partido de Integración
Nacional (PIN), se eligió a Antonio José Correa, ex secretario de Educación en Magangué,
puesto que ejerció mientras otro de los gaticos
era alcalde del municipio y quien fue destituido
e inhabilitado por la Procuraduría por corrupción.
¿Adivinen en qué municipio sacaron la mayor
cantidad de votos estos dos personajes? Sí,
en Magangué. Muy curioso ¿no? Y como si
fuera poco, la gata también logró ‘montar’ a la
En el Partido de la U ‘saca la cara’ la ex
presidenta del Senado, la Doctora –tanto por la
costumbre colombiana de llamar a cualquiera
‘doctor’– Dilian Francisca Toro. La doctora
tiene investigación por parapolítica y hace
poco salieron unas declaraciones de alias
‘Rasguño’ diciendo que él había financiado
las pasadas campañas de esta senadora (según
la emisora radial La W). La siguen Armando
Benedetti y Piedad Zuccardi, otros investigados por parapolítica.
Por el Partido Conservador, uno de los que
más llama la atención es Juan Samy Merheg
Marun, hermano del acusado por parapolítica
Habib Merheg. Y en la lista de Cambio Radical está el actual presidente del Senado Javier
Cáceres, quién al parecer tiene una investigación preliminar en la Corte Suprema de
Justicia por el caso Etesa.
Tendremos que esperar para ver qué pasa, pero
me parece oportuno que todos los que podamos nos quejemos desde ya de esta situación,
para que en dos años no tengamos a más de la
mitad de nuestro Congreso en la cárcel.
Es pertinente pensar en hacer más campañas
de educación política que muestren a los
votantes cuáles son los beneficios que trae el
votar por una persona que en realidad propone algo en pro de la comunidad. Aunque lo
anterior suene un poco idealista, vale la pena
intentarlo para no seguir en el mismo círculo
vicioso que hemos vivido.
Después de tantos congresistas cuestionados,
¿Queda alguna duda de que fallamos en realizar ese ‘cambio extremo’ que anhelábamos?
El problema que enfrentamos es, que si todas
estas personas ocupan sus curules, ¿Será que
podremos seguir llamando Honorable al Honorabilísimo Congreso de la República?
* “http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.
aspx?IdArt=90714” http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=90714
* “http://www.eltiempo.com/elecciones2010/parlamentarias/la-gata-quedo-con-4-fichas-en-el-congreso_7423257-1
*” http://www.eltiempo.com/elecciones2010/parlamentarias/la-gata-quedo-con-4-fichas-en-el-congreso_7423257-1
*Emisora Radial la W.
Los partidos Liberal y Polo no se quedan
atrás. En la lista Liberal están las señoras
Arleth Casado y Piedad Córdoba. La primera
es la esposa de Juan Manuel López Cabrales,
condenado por la Corte Suprema por firmar el
Pacto de Ralito (pacto firmado en el año 2001
entre jefes de grupos paramilitares y más de
cincuenta políticos de diferentes regiones del
país para un proyecto político que prometía
“refundar al país”). Y Córdoba tiene una investigación abierta por tener nexos con las FARC,
al igual que Jorge Enrique Robledo y Gloria
Inés Martínez, ambos del Polo.
Pero ¿Alguien hará algo con estos datos?
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Especial
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Relaciones Internacionales
Maria Gabriela Egas Baca
Investigadora Asociada del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, Washington D.C.
Es importante mantener en todo momento, tanto ante nosotros como
ante los pueblos latinoamericanos, la realidad de la tesis que somos una
gran potencia; que necesitamos de ellos en mucho menor grado de lo que
ellos nos necesitan a nosotros; de que estamos completamente preparados para abandonar a su suerte a aquellos que no manifiesten un deseo
particular de ser parte de los mecanismos de colaboración que proponemos […]”
E
stas palabras fueron pronunciadas en 1950 por el conocido diplomático
George F. Kennan, refiriéndose al discurso de 1821 de John Quincy Adams
sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. “No es probable
que los latinoamericanos promuevan el espíritu de libertad ni de orden con su
propio ejemplo. […] Tengo pocas expectativas respecto a cualquier resultado
benéfico para nuestro país derivado de cualquier conexión futura con ellos, sea
política o comercial”, dijo entonces Adams.
Mientras que el planteamiento de Adams sobre América Latina era tan sólo una
de las posibles percepciones de la región, éste no representaba todos los matices
de la relación. Acorde con lo planteado por Jorge I. Domínguez en su libro
‘El futuro de las relaciones interamericanas’, se puede asegurar que ha habido
una clara evolución en las relaciones interamericanas desde entonces y que las
dinámicas han cambiado. La relación ha tenido tiempo para madurar.
Mientras que Adams y Kennan se pueden encontrar en el ángulo realista del
espectro político en lo que respecta a integración interestatal, las dinámicas de
diseño de políticas se han alterado de tal manera que han dado paso a nuevos
enfoques políticos. Tal como lo confirmó Hillary Clinton, la Secretaria de Estado de Estados Unidos durante su último tour por América Latina, la región ha
cambiado su disposición para llevar a cabo sus relaciones internacionales. Cada
país latinoamericano ha cambiado su posición acorde con sus intereses relativos.
Ahora bien, no se puede decir que el realismo ha sido reemplazado por el
liberalismo, sino que tales intereses se han visto opacados por la preeminencia
de la ideología y la política de tal manera que pueden ser analizados desde una
perspectiva postmoderna, si no, constructivista. Por lo tanto, es posible afirmar
que la más reciente manifestación de los intereses latinoamericanos puede
encontrarse en la creación de regímenes e instituciones multilaterales relativamente nuevos, tales como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y
la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Del mismo modo, recientemente en la XXII Cumbre de Río en Cancún se discutió la posibilidad de crear
un nuevo organismo sin la participación de Estados Unidos ni de Canadá.
De ahí que se pueda hablar de que las relaciones interamericanas han cambiado,
en el sentido que relacionarse con países más grandes dentro del hemisferio ya
no es visto como un obstáculo. Sin embargo, definitivamente existen desafíos
por delante para estas recientes iniciativas.
Integración Latinoamericana
Desde la finalización de los primeros movimientos independentistas en la región
latinoamericana, los esfuerzos para lograr una integración regional han sido
frecuentemente intentados. Muchos de ellos fueron liderados por el ‘Libertador’
venezolano, Simón Bolívar.
A principios del siglo XIX, Bolívar envió misiones diplomáticas especiales por
la región para consolidar tratados de confederación entre los recientemente independizados países latinoamericanos (Montaruli, 197). Incluso en ese período, tal
como lo expresó a Francisco de Paula Santander, Bolívar no aprobó la invitación
a Estados Unidos a dichas reuniones con el resto de líderes latinoamericanos
para discutir los temas ya mencionados. Sin embargo, a pesar de que el proyecto
bolivariano fracasó tal como fue concebido originalmente, logró sembrar
tanto el concepto de unidad latinoamericana como la posibilidad de consolidar
un bloque de naciones que pudiera representar a la región, especialmente en
procesos de negociación que podrían eventualmente incluir a Estados Unidos.
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Aquí se puede ver que Estados Unidos nunca fue visto como un miembro dentro
de este proceso de integración. Por el contrario, se esperaba que estuviera dispuesto a aceptar una contraparte en el hemisferio antes que postularse como un
factor integral dentro de estos nuevos regímenes.
El resultado más importante de la XXII Cumbre de Río: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
Más recientemente, la mira ha estado en la última Cumbre de Río en Cancún.
De acuerdo a la cadena de televisión Telesur, 32 naciones estuvieron presentes y
todas unánimemente aceptaron la creación de un nuevo organismo regional cuyo
objetivo sea unir a los países de América Latina y el Caribe para constituir una
única voz en los foros multilaterales. El aspecto más notorio es la ausencia tanto
de Estados Unidos como de Canadá, lo cual puede ser visto como una manera
de debilitar el tradicional rol dominante de Estados Unidos en los organismos
multilaterales.
El intento de cooperación sur-sur, bautizado como Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CLAC), todavía está en proceso de consolidación y
empezará a operar oficialmente en el 2011 en la próxima Cumbre de Río. Dicho
organismo incluirá al Grupo de Río y a la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Pronunciándose sobre el tema, el presidente mexicano Felipe Calderón aseguró
que la creación de este régimen responde a una creciente necesidad de tener un
espacio regional que pueda unir a todos los países en un único foro. Así mismo,
Hugo Chávez aseveró que esto guarda cierta resonancia con los primeros pasos
de integración regional tomados por Simón Bolívar.
Integración inter-americana o inter-latinoamericana
La pregunta que inevitablemente emerge es con respecto al destino de la
Organización de Estados Americanos (OEA). Lo más probable es que no sea
amenazada de ninguna manera, ya que está estipulado que la CLAC trabaje
paralelamente con la OEA y no en oposición. Sin embargo, hay muchos factores
que se deben analizar en este punto.
El primero de ellos es que los objetivos, principios y prospectos de la CLAC
no son muy claros aún. Del mismo modo, es necesario cuestionar si remover la
presencia de Estados Unidos y de Canadá en cuestiones de integración americana, es un factor determinante para lograr más libertad, permitir una segunda
independencia (como lo asegura Chávez), o lograr un foro que propicie una
agenda más legítima. Lo que sí está claro es que rechazar la presencia de Estados Unidos, y de Canadá no puede ser explicado sin incluir factores ideológicos.
En una entrevista del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos (COHA) a Eduardo
Vergara el co-director de la organización Asuntos del Sur, este último sugirió
que la naturaleza de la CLAC es todavía un tema que espera a ser analizado y
completamente entendido dada la limitada información disponible acerca de este
nuevo organismo. No obstante, Vergara afirma que los regímenes multilaterales,
específicamente en América Latina, de por sí tienen dificultades en su funcionamiento, ya que los países latinoamericanos actúan como ‘islas’. Es decir, la
comunicación entre los países es pobre y muy limitada.
De ahí que se pueda aseverar que la creación de otro organismo multilateral es
inútil si se permite que esta situación continúe. Adicionalmente, si la CLAC llegase a desafiar directamente y con éxito a la OEA, Vergara asegura que sin esta
última organización ya no habría un espacio, menos aún un foro en donde todos
los estados americanos tengan el mismo voto. Por estas razones, se justifica un
escepticismo hacia los objetivos que se buscan lograr, aparte de la sola exclusión
a Estados Unidos y a Canadá. La conclusión es que puede que todavía sea demasiado pronto para determinar si la CLAC tiene una raison d’être.
Desafíos futuros en los procesos de
integración regionales
A pesar de que es difícil predecir el futuro de las relaciones interamericanas, es
posible vislumbrar algunos desafíos. Antes que nada, es necesario enfatizar que,
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Especial
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
como lo planteó el teórico político alemán Carl Schmitt, entre más polarizado
esté un tema, más político se torna.
Entonces, debido a la extrema polarización de este tema, se puede afirmar
con convicción que el proceso político de integración interamericana es por
naturaleza impredecible. Queda por analizar si el reciente intento de integración
es exitoso a pesar de no incluir el apoyo de economías más grandes como la estadounidense y canadiense, y si hay razones que justifiquen su existencia aparte
de motivos ideológicos y políticos.
De la misma manera, también es posible cuestionar si procesos de integración
como la CLAC tienen un fututo independientemente de la coyuntura política del
país miembro. Por ejemplo, ¿se retiraría Venezuela del ALBA sin Chávez? O,
¿se retirará Chile de la UNASUR sin Bachelet? Estas son preguntas que denotan
la volatilidad de estas entidades regionales y sacan a relucir cuestionamientos de
si estas organizaciones tienen una razón para existir en sí mismas o si es que son
figuras estrictamente decorativas que pretenden desafiar un status quo “imperialista”. Consecuentemente, estos regímenes sólo pueden ser considerados como
precedentes políticos cuya razón de ser empieza y termina ahí mismo.
Sin embargo, lo que es cierto es que América Latina, muy al contrario de lo
declarado por Kennan, ha abandonado la perspectiva de ver a Estados Unidos
como una fuente de poder legítimo e inigualable y ha empezado a creer que si
se consolida un bloque latinoamericano podría contrarrestar su vasta influencia en el hemisferio. A pesar de que este tema está sujeto a mayor análisis, se
concluye que la CLAC tiene el potencial de convertirse en una de las tantas
organizaciones latinoamericanas que los países miembro prefieren mantener que
desintegrar porque es política y económicamente menos costoso.
Bibliografía
*Dominguez, Jorge. ‘The Future of Inter-American Relations: States, Challenges, and
*Likely Responses’. The Future of Inter-American Relations. New York: Routledge, 2000.
* Kellogg, Paul. “Regional Integration in Latin America: Dawn of an Alternative to Neoliberalism?” New Political Science. Volume 29, Number 2, June 2007.
* Montaruli, Silvana. “El concepto de integración en el discurso de Simón Bolívar”. Las
relaciones interamericanas. Continuidades y cambios. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, 2008.
*Smith, Joseph. “The United States and Latin America. A history of American diplomacy,
1776-2000”. New York: Routledge, 2005.
La cita en su idioma original es: “[It is] important to keep before ourselves and the Latin
American peoples at all times the reality of the thesis that we are a great power; that we
are by and large much less in need of them than they are in need of us; that we are entirely
prepared to leave to themselves those who evince no particular desire for the forms of collaboration that we have to offer […]”
Rene Urueña
¿
Profesor Asistente y Director del Area de Derecho Internacional
Facultad de Derecho - Universidad de Los Andes.
Para qué enseñar derecho internacional? La respuesta a esa pregunta es radicalmente diferente en el contexto de un programa de derecho y en el contexto
de una un programa de ciencia política. A pesar de que ambas disciplinas tienen
un evidente interés en la regulación jurídica de las relaciones internacionales, la
realidad es que para cada una de ellas, el “derecho internacional” es algo completamente diferente. En esta breve nota, quiero proponer una lectura crítica de
la relación entre el derecho internacional y las relaciones internacionales como
disciplina.
Una ética cosmopolita light
Creo que, en un mundo de profundas divisiones morales y de pluralismo en valores, el derecho internacional se ha transformado para la disciplina de las relaciones internacionales en un atajo para argumentar que no todo vale, que existe
algo más allá de la simple negociación de intereses en el contexto global. La
guerra en Irak no solo era mala: era una violación a la Carta de las Naciones Un-
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idas. Los graves actos en Ruanda no solo eran inmorales: fueron un genocidio.
Así, el derecho internacional se ha convertido en una especie de ética cosmopolita light, a la que le han exorcizado sus demonios políticos y controversiales
orígenes coloniales, dejando entonces sólo una especie de “lenguaje común de
la humanidad” que usa a su favor el valor normativo del derecho para recrear un
estándar ético universalizable que no genere sospechas inmediatas. Ya no somos
ingenuos, el de la fin de la historia ya no nos seduce, todos sabemos que el terrorista de uno es el justiciero de otro. La disciplina de las relaciones internacionales requiere estándares más complejos: de guerras justas e injustas pasamos
a guerras legales e ilegales, suponiendo que, si bien la “justicia” de una guerra
es algo demasiado subjetivo para ser útil como estándar de juicio, su “legalidad”
puede sernos más útil para un debate constructivo. La crítica de la universalidad
de los derechos humanos es algo demodé – demasiado radical o demasiado reaccionaria para ocuparnos hoy. Más bien, se parte de la premisa de que sí hay un
acuerdo sobre ciertos fundamentales (por ejemplo, los derechos humanos) y a
partir de allí, discutimos el pluralismo, la diversidad. ¿Y cómo justificamos este
acuerdo presunto sobre lo fundamental? Allí está el atajo: en vez de sumergirnos nuevamente en las pantanosas aguas del debate ético, el derecho internacional nos entrega estas brillantes piezas de irreductibilidad y certeza (“crímenes
de lesa humanidad”, “proporcionalidad en acciones armadas”) a partir de los
cuales podemos estructurar un discurso crítico en relaciones internacionales que
camine la estrecha línea entre el optimismo y el cinismo.
En busca de la justificación perdida
Si por las relaciones internacionales llueve, del lado de los abogados no
escampa. Los internacionalistas hemos tenido nuestra propia epifanía. El
estructuralismo, los estudios críticos legales, la escuela del proceso legal, el
movimiento de derecho y sociedad, y un muy largo etcétera, nos han mostrado
que nuestra obsesión con los tratados como fuente del derecho internacional,
con el Estado como su sujeto, son reflejo de un mundo que parece ya no existir.
Se volvió un lugar común decir que el Estado Nación está en crisis, que los
protagonistas son ahora las ONG´s, las compañías multinacionales, las redes
regulatorias informales, los migrantes. Discutir si una norma es jurídicamente
vinculante parece ser más un estertor de polvoriento tinterillo, que una práctica
del verdadero abogado global, bien familiarizado con el soft law. La epifanía
del abogado internacionalista es instrumentalista: ya que no existe un mecanismo centralizado de creación normativa internacional, ni existe tampoco un
supra – Estado global que sancione las violaciones al régimen jurídico internacional, es claro que el derecho internacional no tiene un valor normativo en sí
mismo, sino deriva su importancia de los resultados que logre obtener. Así, el
derecho internacional parece incapaz de entregar certeza alguna, y gira a las relaciones internacionales para importar un vocabulario que le permita expresar su
valor normativo en términos diferentes a los propios. El problema ya no es de
legalidad, sino de legitimidad. Las normas jurídicas son regulación y soft law.
La responsabilidad es un problema de incentivos y de teoría de juegos. Y, por
supuesto, el ejercicio del poder es global governance. El derecho internacional
se convierte así en una especie de intermediario de conocimiento, dolorosamente acomplejado por sus limitaciones como discurso normativo, y siempre
listo para adoptar el último desarrollo en las relaciones internacionales para ser
tenido en cuenta.
Juego de espejos
El derecho internacional sirve en las relaciones internacionales para un fin que
los propios abogados desconocerían. A su vez, el aparato conceptual de las
relaciones internacionales es útil para el derecho internacional de una forma que
los mismos expertos en la disciplina encontrarían poco ortodoxa. Creo que este
juego de espejos no obedece sólo a falta de conocimiento. Al menos desde Morgenthau, existe una larga tradición de expertos con un pie en cada disciplina, y
el reciente trabajo de Anne-Marie Slaughter es un buen ejemplo contemporáneo.
Me parece que es un problema estructural en cada disciplina. Hay un vacío
en el centro de cada una de ellas, una especie de falta de norte, que las obliga
a referirse a la otra para encontrar la certidumbre que cada cual es incapaz de
proveer. Después de varios ciclos de crisis, deconstrucción y reconstrucción,
en cada disciplina se ha vuelto a tal punto cuestionable la posibilidad de entregar
respuestas correctas, que es necesario importarlas de la disciplina vecina. El
problema es que el vecino está haciendo lo mismo, y así, en un círculo interminable.
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Especial
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Ralf J. Leiteritz
Profesor Asistente – Departamento de Ciencia Política Universidad de los Andes
Nicolás Mejía Riaño
Politólogo - Universidad de Los Andes
Por definición, el campo de las Relaciones Internacionales es interdisciplinario.
Se fortalece al importar elementos de otras áreas de las Ciencias Sociales tales
como la Historia, la Filosofía, la Economía, la Psicología, la Sociología y la
Antropología. Más, sus orígenes como una sub-disciplina de la Ciencia Política
sólo se producen a finales de la Segunda Guerra Mundial. Su inclusión en el currículum de la Ciencia Política tiene así un tinte específicamente estadounidense,
como bien describe Stanley Hoffmann en su ensayo de 1977: “Las Relaciones
Internacionales: ¿una disciplina americana?”.
Para bien o para mal, en la Universidad de los Andes hemos categorizado las
Relaciones Internacionales como parte de la Ciencia Política. Naturalmente,
esto tiene ventajas y desventajas. Dos posiciones defendiendo y criticando esta
inclusión pueden identificarse. Que se esté produciendo en realidad un debate
entre ellas ya es otra pregunta. Parecería, más bien, un “diálogo entre sordos”,
con muy poca retroalimentación entre perspectivas antagónicas. Pero una “vía
media” es posible. En lo que sigue, describiremos brevemente los dos polos del
debate para luego esbozar un compromiso entre ellos.
Por un lado, integrar las Relaciones Internacionales dentro de la Ciencia Política
le otorga a la disciplina una identidad delineada y un bagaje metodológico como
ciencia social, tal y como sucede con sus campos hermanos dentro de la Ciencia
Política (ej. Política comparada). Los estudiantes aprenden a analizar los problemas históricos y contemporáneos de las Relaciones Internacionales desde la
perspectiva del “método científico”. Las “teorías de rango medio” (middle-range
theories) son diseñadas con el propósito de ser probadas a través de estudios
empíricos, permitiendo a su vez la posibilidad de que sean substituidas por
“mejores” teorías. Los académicos en este campo usualmente ven poca utilidad
en las llamadas “grandes teorías” (grand theories) de las Relaciones Internacionales, como el realismo, el liberalismo o el marxismo, dado que estas no son
susceptibles de ser probadas empíricamente y son, por tanto, difíciles de falsear
– una característica indispensable de una teoría según el positivismo.
La acumulación del conocimiento se torna progresiva en la medida en que
aquellas teorías que han sobrevivido las pruebas empíricas son (al menos temporalmente) aceptadas como “ciertas” por la comunidad académica. El negocio de
los investigadores en Relaciones Internacionales se centra así en el desarrollo
de teorías e hipótesis y/o pruebas empíricas. Las teorías no deben ser demasiado
“grandes” como para volverse imposibles de probar ni tampoco demasiado
“pequeñas” como para comprometer su capacidad de generalizar más allá de
fenómenos individuales. El probar las teorías o sus hipótesis concomitantes
es un proceso que debe seguir el libreto estándar del “método científico”. El
corolario de esto es que hay “teorías útiles” orientadas a explicar los procesos y
resultados en las relaciones internacionales.
Ejemplos de esta perspectiva incluyen las explicaciones sobre las políticas
económicas internacionales de los Estados, la emergencia y solución de las
guerras civiles, la adopción y cumplimiento por parte de los países de tratados
legales internacionales, la lógica de la cooperación entre Estados, o los efectos
de la globalización económica en la política doméstica y viceversa. Una variedad de hipótesis han sido desarrolladas para explicar las escogencias que los
Estados hacen en las relaciones con sus pares o para explicar las respuestas de
estos a procesos que se originan más allá de sus fronteras. Algunas teorías han
recibido más apoyo que otras, pero, contrario a la imagen estándar del progreso
científico, muy pocas (si algunas) teorías, han sido rechazadas a través de las
décadas por la comunidad académica. Para la mayoría de los problemas que le
interesan a las relaciones internacionales actuales, el jurado aún delibera sobre
cuáles teorías tienen más poder explicativo. Así, en lugar de un consenso cumulativo sobre verdades establecidas, se escucha una cacofonía teórica.
De otro lado, académicos e investigadores europeos, o más bien gente fuera de
los Estados Unidos, lamentan la pérdida de interdisciplinariedad como resultado
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de la “doble hegemonía” del positivismo y el materialismo en la versión estadounidense de las Relaciones Internacionales, cuestionando de paso el dominio
implícito de la Economía, vista como la “nave nodriza” de la disciplina. En
su lugar, enfatizan la importancia y preponderancia de otras disciplinas de las
ciencias sociales, como Historia o Filosofía. De hecho, muchos académicos
no-estadounidenses han realizado sus carreras desde fuera de la Ciencia Política.
Por tanto, son menos proclives a desarrollar teorías de rango medio, susceptibles de pruebas empíricas. Al poseer el “panorama completo” de las relaciones
internacionales, plantean interrogantes tales como: ¿cómo se formó el actual
sistema internacional, sus actores y estructuras? o ¿cómo se aplican las nociones
de justicia y equidad en el sistema internacional contemporáneo? De lo anterior
se sigue que las preguntas normativas ocupan un lugar central en los escritos
de varios académicos no-estadounidenses. En lugar de explicar resultados específicos dentro de las relaciones internacionales, estos investigadores han sido
entrenados para entender los cambios históricos del sistema internacional, los
cuales van más allá de la importancia exclusiva del Estado y de los conceptos
contingentes que se emplean para analizar las acciones de los actores en la arena
internacional.
Los ejemplos incluyen todo el espectro de las teorías post- o más bien anti-positivista, como el neo-Gramscianismo, post-modernismo, feminismo o post-colonialismo. Estos enfoques rechazan explícitamente el método científico, el cual
consideran basado en falsas promesas de objetividad y en una forma implícita
de imperialismo. En su lugar propenden por una perspectiva multidisciplinaria
que, en la mayoría de ocasiones, es equiparable con el “todo vale” en términos
metodológicos. Los puntos de vista novedosos respecto al funcionamiento de
las relaciones internacionales son más importantes que el rigor metodológico:
mientras que una teoría produzca nuevas perspectivas, debe ser juzgada por
sus propios méritos. Consideremos por ejemplo el caso de la llamada “Escuela
Inglesa”, la cual plantea que los Estados forman una comunidad y que actúan
de acuerdo a principios, normas y valores comunes. Esta proposición no puede
ser “probada” contra la noción realista, según la cual la estructura anárquica
del sistema internacional obliga a los Estados a la maximización continua del
poder en procura de su seguridad o supervivencia. Así, en la medida en que las
pruebas empíricas sean vistas como “batallas de gladiadores” cuyo fin es decidir
cuál teoría es la correcta, llegaremos a un callejón sin salida, dado que una
multiplicidad de las acciones observables de los Estados son consistentes con
ambas teorías.
Entonces, ¿cómo podemos rechazar el positivismo ingenuo sin caer en la trampa
del relativismo metodológico? Creemos que un compromiso es posible y necesario, en la medida en que permite superar el estancamiento metodológico en
el que se encuentra el debate dentro de la disciplina. Tanto los académicos como
los estudiantes deben ser exhortados a investigar interrogantes de interés en
las relaciones internacionales contemporáneas: una vía media debe ser hallada
entre el uso estéril de la “belleza metodológica” y la discusión profunda sobre
los conceptos “esotéricos” importados de disciplinas adyacentes - cada uno
sin un fin específico. Los académicos deben enfocarse activamente en temas o
preguntas que tengan relevancia directa o indirecta para la comunidad nacional
o internacional fuera de la “torre de marfil”, incluyendo actores domésticos y
transnacionales que se encuentran sobre o bajo el Estado-Nación. Luego de
haber encontrado estas preguntas, es menester evitar la idea de que solamente el
canon metodológico positivista permitirá responderlas. En su lugar, es necesario
tener una mente abierta respecto de la multiplicidad de metodologías que nos
presentan las ciencias sociales en su conjunto. La selección de la metodología
adecuada debe depender de la pregunta, no del “arma metodológica” del investigador. Lo anterior es una cuestión complicada para la mayoría de académicos,
debido a que usualmente han sido entrenados para usar metodologías cuantitativas o cualitativas, y rara vez son proficientes en ambas. Como resultado,
se centran en buscar preguntas susceptibles de amoldarse a sus herramientas
metodológicas preferidas. En otras palabras, ignoran preguntas interesantes y/o
relevantes sólo porque no pueden analizarlas con su “arma favorita”. Así, consideramos que la investigación en las relaciones internacionales debe ser guiada
por los problemas e interrogantes que tienen una motivación académica y un
impacto en las vidas de los individuos en el sistema internacional actual.
P.D.: Si desean aprender más sobre nuestra “vía media” metodológica,
los remitimos al siguiente artículo: Peter J. Katzenstein y Rudra Sil “Eclectic
Theorizing in the Study and Practice of International Relations”. En: Christian
Reus-Smit y Duncan Snidal (comps.), Oxford Handbook of International Relations. Oxford: Oxford University Press, 2008, pp. 109-130.
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Especial
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Ralf J. Leiteritz
Profesor Asistente - Universidad de los Andes
La Misión de Política Exterior de Colombia lanzó el pasado 16 de abril su informe final al público. En este artículo quiero ofrecerles una perspectiva crítica
acerca de este informe – cuya publicación y el trabajo colectivo de los autores
durante más de un año yo celebro –, y no tanto sobre sus propuestas sino sobre
los supuestos de los cuales partió.
No voy a hacer una exégesis detallada del informe, sino de los elementos
analíticos que hacen falta. Haré tres observaciones principales: (1) el informe
no analiza a fondo las implicaciones presupuestales de sus propuestas; (2) el
informe parte de algunos supuestos sobre el futuro de la política internacional
que son arriesgados; y (3) el informe refleja una perspectiva liberal, tanto en
el campo político como en el económico, y tengo dudas sobre la adhesión a la
doctrina del liberalismo económico en el contexto actual.
Soy extranjero y por esto no conozco bien los intentos que hecho la comunidad académica en el pasado para aconsejar sobre política exterior colombiana.
Tengo entendido que este tipo de ejercicios se hicieron varias veces y obtuvieron
resultados inocuos. El impacto de un informe no depende de sus autores, y habrá
que esperar para saber si este trabajo va a tener un tiempo de vida más largo que
el que tuvieron sus antecesores.
No obstante, y llegando a mi primera observación crítica, la acogida del informe
en la política puede complicarse por su falta de sugerencias concretas para
financiar las iniciativas propuestas. Es bastante improbable que el presupuesto
de la Cancillería vaya a aumentar en un futuro cercano, y por esto las nuevas
iniciativas tendrían que ser financiadas recortando gastos en otro sector. En el
informe, salvo cuando se trata la lucha anti-drogas, es bastante difícil encontrar
una propuesta específica sobre cómo el gobierno colombiano puede actuar en
términos financieros. Y sin sugerencias presupuestales concretas, un tomador de
decisiones políticas puede terminar por rechazar el informe, a pesar de que este
contenga iniciativas importantes.
Segunda observación crítica – un poco más elaborada. El informe toma del
presente unos supuestos analíticos que son cuestionables en el largo plazo. Me
explico: el informe enfatiza que el mundo de hoy es diferente al del pasado. No
cabe duda sobre este punto. No obstante, el futuro también puede ser diferente
al presente. En el presente vivimos la lenta caída de los Estados Unidos como
país hegemónico en el sistema internacional, al mismo tiempo que surgen países
como China y Brasil como grandes potencias. Y hoy en día el tema de los Derechos Humanos ocupa un lugar primordial en la agenda mundial.
El informe considera claves estas dos tendencias para reformular la política
exterior colombiana. Pero me pregunto, ¿Qué pasaría si en un futuro cercano
estos puntos cambiaran? Es decir, si los factores determinantes de la política
internacional hoy no son los mismos en cinco años, ¿Esto requeriría otra Misión
para formular una nueva política exterior para el país?
Sólo teniendo en cuenta los altibajos y vaivenes de la política internacional,
y haciendo este tipo de informes con una metodología de escenarios, se llega
a propuestas que son relevantes bajo circunstancias diferentes. Les doy dos
ejemplos.
Primero, ¿qué pasaría con la política de los Derechos Humanos del país si Sarah
Palin llegara a ocupar la presidencia de los Estados Unidos? Claro, algunos
principios no deben cambiar. Pero, ¿este hecho no cambiaría el cálculo político
en Colombia? ¿Cómo pueden reaccionar a este cambio quienes deciden sobre
la política exterior colombiana? Más allá de los principios, intereses y valores
irrenunciables en el tema de los Derechos Humanos, ¿cuáles son las posibles o
recomendadas estrategias de los expertos para enfrentar semejante situación?
Segundo ejemplo: hace veinte años se habló mucho del ascenso de Japón a la
liga de las grandes potencias. Se decía que el mundo iba a cambiar fundamentalmente y todos los países y demás actores en la política internacional debían
mirar hacia Oriente ¿Suena familiar?
La misma afirmación se encuentra en el informe de la Misión en cuanto a China.
Es decir, China hoy es el Japón de 1990 y la razón principal para enfocarse en
Oriente. Sin embargo, hoy en día no se habla de Japón como un factor determinante en la política internacional. La potencia asiática emergente se auto-tumbó
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
por razones domésticas. El país cayó en una profunda crisis económica en los
años 90, de la cual no ha salido de todo. Lo mismo le puede pasar a China en un
futuro no muy distante.
La burbuja, con tasas de crecimiento al rumbo de 10% anuales, puede y de hecho va a terminar en algún momento. Ojalá no en una forma dramática, pero el
‘milagro chino’ va a terminar. Para esta eventualidad la política exterior del país
debe prepararse. Me parece bien que Colombia piense en propuestas para apostarle al ‘siglo asiático’, pero debe tener en cuenta que nada garantiza que China
vaya a reemplazar a los Estados Unidos como país hegemónico en el siglo XXI.
Como dicen los gringos: ‘esta película ya la vimos antes’.
El informe extrapola estas tendencias actuales sin tener en cuenta factores
perturbadores (wildcards en inglés). Plantear diferentes escenarios es una forma
de reconocer que los factores determinantes de la política internacional pueden
variar con el tiempo.
Por último, en el informe se nota una cierta adhesión a las doctrinas del liberalismo. Por el lado político, se enfoca en valores universales como los Derechos
Humanos. Por el lado económico, insiste en que es necesario apostarle a la liberalización comercial, buscando nuevos socios como China para firmar tratados
de libre comercio.
Sin lugar a dudas, esta tendencia ideológica en el informe es producto de una
inclinación liberal que tienen quienes componen la Misión: politólogos/as para
la parte política, y economistas para la parte económica.
Sin embargo, estos dos lados del liberalismo no siempre van de la mano. A mi
modo de ver, las propuestas basadas en el liberalismo político tienen menos
riesgo de cambiar que las del liberalismo económico.
Aunque la crisis económica global actual no tenga su fuente en el comercio sino
en las finanzas, sus repercusiones van a afectar el paradigma liberal sobre los
supuestos beneficios del libre comercio para todos los países y sociedades que
lo practican. Tarde o temprano no se seguirá cuestionando sólo el libre flujo de
capital dentro y entre los países, sino también el libre intercambio de bienes y
servicios.
En fin, estamos ante un cambio en el discurso económico internacional, que ni
siquiera aparece como referencia en el informe. Por los sesgos teóricos de los
economistas que formaron parte de la Misión, ellos no consideraron este cambio
intelectual que está en gestión.
Pag.
13
De cronopios y famas
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
dades de que la gente no supiera cómo marcar eran
más altas frente a la probabilidad que Valencia fuera
vista como una amenaza por otro partido.
Las estrategias para ganar votos son diversas:
muchos los compran, algunos recurren a la
fuerza, pocos hacen campaña limpia, y de vez
en cuando, una que otra recurre a la sexualidad.
Esta última fue la estrategia adoptada por María
Fernanda Valencia.
Maria Paz Berger
7
Estudiante de Ciencia Política - Universidad de Los Andes
.628, ese es el número de votos que obtuvo
María Fernanda Valencia Falquez, candidata
del Partido de la U a la Cámara por Bogotá. 7.628
es el resultado oficial que entregó la Registraduría
Nacional y no sé si se trata de la cifra real –entre las
idas de luz, la caída del sistema y las pataletas de
los pre-candidatos del Partido Conservador. Lo que
sí sé, es que la aspirante a congresista se acostó a
dormir la noche del 14 de marzo sabiendo que había
sacado 7.628 votos.
Tarea que pocos como Jean-Marie Le Pen –político
francés de extrema, insisto, extrema derecha –, o el
uso del símbolo de la Cruz Roja en una operación
militar, han logrado llevar a cabo. Pero esto era
demasiado.
La reacción de los que estaban alrededor mío
fue lógica y predecible: “uishhh, memorícese el
número. ¿Cómo es que es? Ah, sí. 104.” Yo sólo
pude musitar en un suspiro inaudible, “que boleta”,
seguido de un resignado “fijo queda”. Cierro paréntesis.
Aparte de su aparición en la revista SoHo y publicidades políticas pagadas en los diarios nacionales,
fue realmente poco lo que se oyó en términos de
propuestas. Se esperaría que saliera con la clásica
formula ‘educación, trabajo y salud’ acompañada
de uno que otro discurso maternalista sobre la importancia de los niños como el futuro del país. Pero
nada. Ni mu.
Claramente, éste número no fue suficiente para
ostentar el tan codiciado cargo, aún cuando ella
pensaba que todo estaba a su favor. ¿Y por qué no
habría de estarlo? Primero, el partido más popular
del país estaba de su lado. Segundo, su campaña era
simple y llamativa: ‘si quedo, me empeloto’. Y por
último, contaba con la revista SoHo como medio de
difusión, una de las revistas con mayor circulación
en el país.
Me considero una persona de mente abierta y lograr
escandalizarme es una tarea supremamente difícil.
Pag.
14
Como cuarta hipótesis, se me ocurrió que de
pronto era un chiste. Parecido a esos que hacen los
desocupados que van a reality shows de concursos
de talento sólo para ‘ver qué pasa y reírme un rato’.
Pero no. Ese chistecito no sale barato y la mayoría
de los electores colombianos se toma las promesas
muy en serio.
Finalmente, y algo tarde, llegué al razonamiento
que debí adoptar desde el principio. Digo que llegó
algo tarde en la medida en que soy una aspirante a
politóloga entrenada para pensar pragmáticamente.
Lo único que María Fernanda tuvo que invertir
fueron unas horas de poses sugestivas frente al lente
de un fotógrafo célebre, probablemente un buen
diseñador gráfico experto en photoshop, y unos
minutos de negociación con el editor de tan ‘fantástica’ revista sobre lo que se haría una vez María
Fernanda saliera victoriosa de la jornada electoral.
Abro paréntesis: iba caminando por la calle ‘T’
cuando vi un afiche lo suficientemente grande para
no pasar desapercibido. El afiche mostraba a una
mujer en la portada de la revista en cuestión. Asumí
que debían andar mal en ventas por lo que necesitaban promocionarla en lugares donde transita el
estereotipo del lector de SoHo, para recordarle que
hay una revista de 199 páginas, de las cuales 167
son avisos publicitarios, esperándolo en los stands
de Carulla. Seguí derecho, pero hay algo en mí
que me hizo frenar en seco y satisfacer ese deseo
irreprimible de devolverme para verificar que lo que
creí ver era cierto. ¿Será? No. Imposible. De todas
formas me devolví y confirmé lo que tanto temía.
Debajo de la foto decía: ‘Partido de la U. Marque
104’. Mi curiosidad y mi gusto por reírme del oso
ajeno me obligaron a saber más. Entre más información tenía, más se iba acercando mi mandíbula
al piso. Ante mis ojos se encontraba una mujer
atractiva de cuarenta-y-tantos ofreciendo su cuerpo
a cambio de un puesto.
Esto me llevó a formular una tercera hipótesis:
María Fernanda se arrepintió en el momento en
que se imaginó que si quedaba, le sería invivible el
hecho de saber que cada vez que se paseara por los
corredores del Capitolio muchos de sus homólogos,
ilustres estadistas, y posiblemente suscriptores de la
revista, se la imaginarían en el Salón Elíptico como
la habrían visto más temprano en los baños de sus
casas. ¡Pobre honorable representante! Al arrepentirse, en un lapsus de lucidez, la candidata habría
optado por hacerse una contra-campaña secreta para
desanimar a sus electores a votar por ella. Pero esta
hipótesis era aún más improbable que la anterior.
Valencia ya se había metido de cabeza y habría sido
ridículo (aún más) salirse a estas alturas del partido;
de haberlo querido, simplemente habría retirado su
candidatura. Sus aspiraciones de poder seguramente
superaban los comentarios de los demás congresistas.
http://www.soho.com.co/photos/Generales/ImgArticulo_
T1_7148_2010217_173046.jpg
Hasta que por fin llegó el esperado día en el que se
sabría si iba a tener que compartir más horas con el
fotógrafo de SoHo pero, por supuesto, con menos
ropa. Pero el electorado colombiano mostró preferencia por otros candidatos.
Por un instante pensé que los sufragantes habían
madurado, y que habían hecho una investigación
más seria de su menú de opciones para votar más
a consciencia. Pero cuando vi que Lucero Cortés
también quedó, cayó mi primera hipótesis.
Segunda hipótesis: a María Fernanda le robaron votos. Una buena parte de los votos anulados seguramente eran para ella. Pero esta suposición tampoco
servía. El electorado se había mostrado bastante
confundido con eso de los tarjetones y las probabili-
Mi cálculo fue el siguiente: de los 7.628 votos,
seguramente 1.673 pertenecen a sus amigos de
Facebook, de los cuales 673 fueron agregados
durante la campaña, 500 son conocidos, 400 colegas y amigos, y los 100 restantes son familiares
cercanos y lejanos. Cada una de estas personas pudo
haber votado por ella por solidaridad, curiosidad
u obligación. De los 6.000 restantes, unos 4.000
deben ser suscriptores de SoHo que le creyeron y
que sabían que no perderían nada dado que de todas
formas recibirán el próximo número con o sin María
Fernanda en las páginas centrales. De los 2.000 restantes, asumo que la mitad votaron por ella porque
se equivocaron de número o porque el azar los llevó
a marcar el 104. De la otra mitad, 998 fueron personas que seguramente sí creyeron genuinamente en
las capacidades de la aspirante para cambiar el país
y le otorgaron su voto en un acto de buena fe. Finalmente, los últimos dos votos, son más que obvios:
el de María Fernanda porque uno siempre vota por
uno, y el de la señora Falquez de Valencia porque la
mamá de uno siempre vota por uno.
Muchos pensarían que yo voté por ella, razón por
la cual escribo éste artículo. Pero no. Mi sentido
común me impide caer en esas payasadas y además
me robaron la cédula días antes a las elecciones. Seguramente sí voté en Magangué, y seguramente por
el partido que Claudia López llama tan audazmente
‘Paramilitares Insistiendo Nuevamente’. Pero el
hecho es que no voté por María Fernanda Valencia.
Después del cálculo rápido descrito anteriormente
llegué a mi quinta, última, y más probable hipótesis:
a María Fernanda nadie la quiere ver en bola.
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
De cronopios y famas
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Wilber Jiménez
Estudiante de Economía - Universidad Externado de Colombia
E
l Gobierno francés, encabezado por Nicolas
Sarkozy y su Ministro de Inmigración e Identidad Nacional Éric Besson, lanzó a principios de
noviembre de 2009 un gran debate en dicho país por
medio de una pregunta clave: ¿Para usted, en qué
consiste ser francés?.
Esta iniciativa tenía como fin principal descubrir,
aprender y estimular lo intrínsecamente galo. Permitiendo así afirmar la identidad nacional y reafirmar
el orgullo de ser francés, a la vez de crear un contrato de integración republicana entre el inmigrante
y el Estado francés para que los foráneos conozcan
la lengua y los valores de la República.
Tal actividad fue llevada a cabo por medio de
reuniones abiertas organizadas por los perfectos
franceses (Delegados de Gobierno) en sus respectivas jurisdicciones y por medio de la habilitación de
una página en internet en la que todo el que quiso
participar pudo hacerlo. A pesar del entusiasmo del
Gobierno en el mencionado debate, la izquierda
francesa calificó la iniciativa como una estrategia
electoralista y falsa.
Falsa o no es una propuesta de la cual se pueden
sacar conclusiones muy interesantes y no caería mal
implementarla no sólo en otros países en los cuales
los grupos inmigrantes son significativos (más de un
décimo de la población en Francia es inmigrante),
sino también en cualquier otro que quiera afirmar su
identidad y reafirmar su orgullo.
Por mi parte, debido a la curiosidad que me suscitó
tal iniciativa francesa, decidí aventurarme y hacer
un muestreo de lo que se podría encontrar en
Colombia si se hiciera tal iniciativa. Entonces me
propuse preguntarle a cuanta persona me encontré
lo siguiente: “Para usted, ¿en qué consiste ser colombiano?”. Y se me ocurrió que en la respuesta se
hiciera explícito si se sentían orgullosos y por qué.
A través de este artículo expondré las conclusiones
a las que he llegado.
Antes de entrar en materia tienen que saber que, con
el ánimo de hacer esto lo más serio posible, me esforcé por que las personas preguntadas no pertenecieran a un mismo grupo. Pregunté a estudiantes
de postgrados, pregrados y colegios, a emigrantes,
adultos mayores, niños y empleadas de servicio.
Hombre, me lo tomé enserio. A las dos semanas
de haber empezado deseaba seguir ampliando el
número de personas encuestadas y el tipo de ellas.
Sin embargo, al ver que la inmensa mayoría de las
respuestas eran del mismo corte, perdí la esperanza
de encontrar otro tipo de respuesta y creí que con el
material existente se podría trabajar.
Ahora sí, veamos los resultados. A pesar de que
varios –casi la mitad- de los encuestados expresaron
que nunca se habían hecho este cuestionamiento,
el patrón de respuesta estuvo dado por la mani-
festación que ser colombiano consistía en pertenecer a este país, en saber que hay un territorio que les
pertenece por ser colombianos. Ser Colombiano
consiste también en ser una persona que, a pesar de
todas las problemáticas como corrupción, terrorismo, desempleo o hambruna, siempre encuentra
el lado feliz ante tales situaciones y busca salir
adelante. Ser Colombiano es, para mis encuestados,
estar en un país con diversidad de sus regiones.
Ellos se sienten orgullosos de esta diversidad, de
la variedad en la cultura y de la riqueza natural del
país (a pesar de que los recursos naturales sean
mal explotados). Valga contar que particular fue
el sentimiento que expresaron los emigrantes en
sus respuestas: Colombia, su país, les generaba un
magnetismo especial.
Después de analizar las expresiones utilizadas por
los encuestados y sus respuestas, como tal me queda
que: ser colombiano es pertenecer a Colombia, es
sentirla como suya, es haber vivido en ella, haber
comido de su fantástica riqueza culinaria, es seguir
adelante frente a las adversidades y ser feliz ante
ellas, es haber sufrido todos sus problemas. Ahora
bien, miremos en detalle esto.
Ahora, con respecto a la fuerza de superación ante
las dificultades, sí creo que existe. Sin embargo
dudo que sea algo natural como muchos lo manifestaron. Creo que se tuvo que desarrollar, por simple
instinto de supervivencia. Al estar cerca de la mitad
de la población en la pobreza, y cerca de un quinto
en la indigencia, están dadas las condiciones para
que el colombiano promedio deba esmerarse decididamente por su bienestar o sino se encuentra en
riesgo de morir de hambre.
Con respecto a que ser colombiano es sentir como
suya a Colombia, haber vivido en ella y por ende
haber sufrido sus problemas, lo entendí en gran
parte mientras hacía la encuesta. Al preguntarle al
hijo de un emigrante, al que le costó mucho trabajo
responder, su padre mencionó que era normal,
que su hijo ha sufrido ni gozado a Colombia. A mi
forma de ver, colombiano por burocracia.
De lo anterior me surge una duda. ¿Cómo se puede
sentir alguien orgulloso de algo que lo hace sufrir?
Evidentemente los encuestados, al manifestar su
orgullo, nunca mencionaron estarlo de las cosas
‘malas’. Al parecer impera una tendencia de ver el
vaso más lleno que vacio, lo cual no creo que sea
malo, pero tampoco muy bueno pues puede llevar a
cierto conformismo improductivo.
Siguiendo con el análisis de los motivos por los
cuales se sentían orgullosos, se observa que la mayoría de ellos (no todos) dan argumentos genéricos:
La riqueza natural, culinaria, etcétera. Es decir, dan
sustentaciones que bien podrían ser válidas para un
brasileño al hablar de su país o para un español al
hablar de la madre patria. Ante esto último y ante el
hecho de que omitieron todas las adversidades en las
que se encuentra Colombia, creo que no resulta muy
inoportuno decir que dicho orgullo se encuentra fundado principalmente por el sentido de pertenencia. Y
es que al fin y al cabo es de ellos. Les pertenece.
A mi forma de ver, esto de encontrarse orgulloso
principalmente por la dotación inicial con las cuales
se fundó un país, es estarlo de la suerte con la que
éste contó. Colombia, por sus serios problemas de
corrupción, terrorismo, calidad en la cobertura de
educación, hambruna o salud, es como esa novia desarreglada: a pesar de sus notables puntos en contra,
uno la quiere porque es de uno y le enaltece, casi a
la fuerza, sus puntos fuertes.
Sinceramente creo que esto no debe seguir así. No
podemos continuar viendo el vaso medio lleno en
todo momento. ¡Tenemos que llenarlo! Tenemos que
hacerlo para poder estar enteramente orgullosos de
ello, y creo que una buena forma para empezar sería
explotando de buena manera todos esos medios que
tenemos, esa dotación inicial con la que se fundó
este país. Tenemos que buscar estar orgullosos de
una educación generalizada con calidad, de pluralidad en los medios de comunicación, de oportunidades, de posibilidades de trabajo.
Las adversidades no serán fáciles de superar, pues
varios de nuestros principales obstáculos se encuentran en nuestras cabezas. Hay quienes dicen que el
subdesarrollo no se encuentra en los indicadores
sino en las mentes de una población. Por tanto creo
que como primer paso fundamental en este proceso
es desligar del inconsciente del colombiano algo
que implementó el boom del narcotráfico: la corrupción. Tenemos que derrumbar premisas como
‘papaya puesta, papaya partida’. Es necesario abolir
la exaltación existente al personaje que triunfa por la
vía fácil. A mi forma de ver, uno de los grandes obstáculos que se nos presentan es que ‘el que come se
olvida del que no lo hace’. La solidaridad no puede
seguir siendo una posibilidad.
Entre esas cosas buenas en las que se basaron para
manifestarse orgullosos de ser colombianos, se
evidencia que hay una jactancia principalmente por
las materias primas con las que fue dada Colombia
más no de lo que se ha podido hacer con ellas. En
ninguna respuesta se presenció reconocimiento u
orgullo de la labor hecha por el Estado. Al contrario,
se alaba el aguante de la sociedad ante situaciones
en las que el Estado, que ahora se hace llamar Social de Derecho, evidentemente ha fracasado.
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Pag.
15
De cronopios y famas
L
Pedro Samper
a relación entre poesía y política es innegable. Al hacer
un recuento de poetas que hicieron política (fuera a
través de su poesía o en la práctica) y políticos que hicieron
poesía, la lista incluye nombres como Guillermo León Valencia, presidente de la República entre 1962 y 1966; Pablo
Neruda, cónsul durante algunos años en la India; Federico
García Lorca, asesinado a los 38 años, en 1936, por la causa
republicana durante la Guerra Civil Española; Mao Zedong,
quien publicó más de cincuenta poemas durante su vida;
Karl Marx, quien para algunos fue un poeta frustrado; y
Walt Whitman, cuya poesía es una oda a la libertad y la democracia estadounidense. Estos entre muchos otros. Puesto
que los poetas son conocidos por su poesía y los políticos
por sus hazañas y puesto que este es un periódico de política, me concentro en la poesía de los políticos mencionados
más arriba, más precisamente Mao y Marx, que es, justamente, lo desconocido para la mayoría.
Mao Zedong (1893-1976) escribió poemas desde la década
de los 20 hasta la década de los 60 y muchos de sus poemas fueron publicados intermitentemente en publicaciones
periódicas. La poesía de Mao no es de orden panfletario ni
popular. En su mayoría expresa sentimientos profundos y
lo hace con referencias cultas y ceñido a métricas y formas
clásicas, lo que la convierte en poesía de difícil acceso para
la mayoría. Sobre sus poemas, en el marco de su adoctrinamiento comunista, él mismo ha dicho con tono reticente
en una carta a uno de sus editores:
«Nunca he querido publicar oficialmente estas cosas porque son de forma
clásica y temo que esta especie de poesía se difunda, hace daño a la juventud. Además estos poemas carecen de sabor poético y no tienen características singulares. Puesto que ustedes piensan que pueden publicarlos
aprovecho la publicación para corregir algunos errores de que adolecen las
copias que se han venido difundiendo de mano en mano... Por supuesto
cuando se trata de poesía hay que dar primero lugar a la poesía moderna.
Se pueden escribir versos clásicos pero no es conveniente fomentarlo
entre los jóvenes porque esta forma ata a la ideología y al pensamiento y
además es difícil de aprender...».
Sorprende que un hombre tan estricto en su ideología tuviera una motivación artística a lo largo de su vida. A continuación reproduzco dos de sus poemas juveniles, uno sobre
la melancolía amorosa y otro sobre la nostalgia de la juvenPag.
16
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
tud. Es difícil entrever en ellos, como he dicho, al Mao que
dejó huella en la historia por su controversial radicalismo
comunista.
ESCRITO EN MI ALMOHADA
Sobre la tonada: “La bella dama Yu”
(1921)
¿Cómo se vería la tristeza, apilada sobre estas almohadas?
Un mar de emergentes olas.
Mientras la noche se alarga y el ocaso tarda en llegar
desde lejos,
Solo me despierto vestido de seda a contar estrella sobre
estrella.
Cuando llega la mañana, los pensamientos desvanecen
en mi mente.
¿Cómo dejarte olvidada a lo lejos?
Como un garfio flota pálida la luna en la esfera occidental.
Al ver esto, ¿puedo evitar derramar lágrimas?
CHANGSHA
Sobre la tonada: “Primavera en el jardín del placer”
(1925)
En otoño, solo y frío espero
A orillas de la Isla Naranja,
Y el río Xiang se mece hacia el norte;
Veo colina sobre colina,
Madera sobre madera,
Todo de tupido carmesí teñido,
Y cien gabarras que veloces compiten
En el río verde que hacia abajo se mece.
Anchas y lejanas águilas quiebran el azul;
Peces se deslizan en las aguas pandas y límpidas;
Bajo cielos helados millares de criaturas
Luchan por su libertad.
Perdido en la inmensidad, me pregunto:
¿Quién, en esta inmensa tierra elige
El ascenso y la caída de los seres?
Con multitud de amigos estuve acá.
¡Cuán vívidos aquellos días pasados!
Estudiantes en la flor de nuestra vida,
El brillante espíritu en su cima
Lleno del noble ímpetu escolar;
Criticamos con furia a la humanidad,
Señalando el arrollo y la colina,
Escribiendo de culpas o alabanzas,
Tratando como tierra a los señores de antaño.
¿Recuerdan aún que nadando a medio arrollo
Impulsamos olas impidiendo el paso de veloces botes?
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Por otro lado se encuentran los poemas de Marx (18181883), escritos al parecer únicamente durante su juventud,
antes de 1837, año en que recopila muchos de sus versos en
un libro de poemas dedicado a su padre. Según testimonios
de su hija, Laura Lafargue y su biógrafo, Franz Mehring,
la mayoría de estos poemas fueron dedicados a Jenny von
Westphalen y en la eventualidad de su vida, el propio Marx,
al igual que sus familiares, los consideraron indignos y
objeto de burlas. Esto último no es difícil de creer, pues
traslucen un sentimentalismo adolescente, poco sincero y
artificioso. A continuación reproduzco uno de los sonetos
amorosos dedicados a la Westphalen y fragmentos de un
poema intitulado Elevación, que trata de una suerte de experiencia mística pero, como he dicho, de una manera a mi
juicio artificiosa.
Soneto II para Jenny Westphalen
(1836)
Para mí no hay fama terrenal
Asi abarque la distancia de tierra o nación
Que los atrape en airada esclavitud
Con su reverberación larga y festiva,
Que los valga, a tus ojos, cuando plenos brillan,
A tu corazón cuando es cálido de exultación,
O a dos lágrimas que profundas broten y caigan
De tus ojos por la emoción del canto.
Soplaría con gusto mi alma en los hondos
Suspiros melodiosos de la Lira
Y moriría Señor y Maestro,
Si el fin exaltado obtuviera,
Si el premio más noble recibiera,
De infundir en ti dicha y también pena.
De cronopios y famas
El despertar
(1837)
I
Cuando tu radiante ojo se quiebra
Arrebatado y tembloroso,
Como música de cuerdas extraviada,
Que cavilaba, que dormitaba
Atada a la lira,
Arriba a través del velo
De la sagrada noche,
Entonces de lo alto brillan
Eternas estrellas
Amorosamente hacia ti.
II
Temblando te hundes,
El pecho palpitante,
Ves interminables
Y eternos mundos
Sobre ti, bajo ti,
Inalcanzables, inacabables,
Flotando en trenes danzantes
De incansable eternidad;
Un átomo, caes
A través del universo.
III
Tu despertar,
Es un eterno elevamiento,
Tu elevamiento
Una eterna caída.
(…)
http://www.marxists.org/archive/marx/photo/art/marx-9.jpg
Un amigo me ha dicho que Marx fue un poeta frustrado y que
eso explica su espíritu revolucionario y cierto pesimismo apasionado en su visión del hombre y la cultura. No es equivalente
la profundidad de su filosofía a la de su poesía, pero si fue o no
su frustración artística la que dio pábulo a su gigantesca obra lo
dejo a criterio de psicólogos especialistas. Quise dar muestras
de la obra poética de dos líderes políticos que en alguna medida
denotan una faceta de ellos escondida para la historia, nada más
que despertar en el lector alguna curiosidad por esta, al igual
que otras relaciones entre poesía y política que solamente han
quedado anunciadas. Me quedo con los poemas de Mao porque
hay en ellos una voz transparente y concluyo con una aclaración:
no pretendo manifestar con estos poemas ningún tipo de preferencia política por el comunismo. Es meramente coincidencial el
hecho de haberme encontrado con la poesía de estos dos líderes
políticos e intelectuales, coincidencial como el hecho de que
sus poemas reflejen rasgos de su humanidad que bien podrían
atribuírsele a cualquier líder de cualquier partido o ideología.
http://chairmanmaozedong.org/upload/200906170644033525.jpg
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Retrovisor
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
“When I get older, I will be stronger,
They’ll call me freedom, just like a Waving Flag”
K’naan – Waving Flag
Canción oficial Mundial Sudáfrica 2010
Maria Paula Hoyos Carrero
Estudiante de Ciencia Política e Historia - Universidad de Los Andes
Y
a hay ambiente de mundial. Después de cuatro años vuelvo a ahorrar para comprar las monas y poder llenar el álbum oficial Panini.
Ya me sé el coro de la canción oficial y me falta poco tiempo para
aprenderme el baile de K´naan y David Bisbal. Todavía no sé a qué país
apoyar, pero de los 30 países participantes mis favoritos se reducen a
cuatro. Primero tengo a Argentina que sigue siendo uno de mis favoritos
a pesar de su débil desempeño en las eliminatorias, pues después de la
Liga de Campeones del año pasado sigo confiando en Messi, la pulga
atómica favorita. Por otro lado tengo a Brasil, que por ser el “cinco
veces campeón” no deja de asombrarme con sus goles a ritmo
de samba. Por último tengo a España y a Italia. El primero por su
participación en la Eurocopa y el
segundo por ser el defensor del
título. Tengo que confesar que
no es una decisión fácil y que
a veces me parece deprimente,
pues soy muy mala tomando decisiones y preferiría no tener que
hacerlo, pero ante la ausencia
casi constante de Colombia en
éste evento futbolístico, buscar
un país al cual apoyar es inevitable para no quedarse por fuera de
esta celebración mundial.
la desigualdad existente está lejos de desaparecer. La arquitectura de
Johannesburgo construida sobre la base de una separación entre negros
y blancos, sigue en pie, y al lado de grandes casas inglesas, se encuentran zonas muy parecidas a las favelas brasileras. Tal vez la separación
más grande no sea simplemente entre razas, sino que además existe una
separación entre ricos y pobres, propia de un país latinoamericano.
Sin embargo, oponiéndose a esta idea de continuidad de la segregación,
ha surgido otra que plantea un giro de 180 grados en la realidad nacional. En un viaje que hice hace dos años, en el que pude conocer personas
de muchos países dentro de un contexto bastante particular (trabajando
en un parque de diversiones en Estados Unidos), pude hablar con
jóvenes sudafricanos de mi misma edad que me contaron un punto de
vista que no había tenido en cuenta antes. Ellos estaban en el parque no
porque quisieran pasar sus vacaciones en una ciudad totalmente distinta
o porque quisieran probar la idea de vivir solos, sino porque no tenían
nada mejor que hacer. Uno de ellos, de 18 años, ojos verdes y el pelo
igual al de Risitos de Oro; me contó que estaban ahí porque en su país
no tenían cupo para estudiar en la universidad, pues según él los cupos
están reservados para los negros y ellos sólo pueden acceder a los cupos
que sobran. Su idea entonces era trabajar en Estados Unidos el mayor
tiempo posible, mientras sus
padres en Sudáfrica organizaban
la forma de salir del país e irse a
vivir a Australia.
Más allá de aceptar una u otra
posición, cosa que dejo en las
manos del lector, lo cierto es
que a pesar de lo emocionante
que resulta ver cada uno de los
partidos, éste mundial, sin haber
empezado todavía, ya me deja un
sin sabor que no puedo ignorar.
Teniendo en cuenta el mundial en
Argentina de 1978 con el que la
fiesta se llevó a cabo en tiempos
de la dictadura militar o con la
realización de la última Copa
América en Venezuela (2007), en
Éste año la fiesta se realizará en
donde se celebraban goles mienuno de los países africanos más
tras se derrumbaban las garantías
estudiados en nuestra disciplina,
para una democracia plena, no es
http://www.noticaribe.com.mx/social_media/microblogging_now/images/mundial.jpg
pero no precisamente por su
extraño que una vez más se esté
ambiente colorido ni por su
utilizando un evento que paraliza al mundo para disfrazar un problema
riqueza cultural, sino por temas como la segregación racial y más reinterno del país organizador. Resulta irónico pensar que un país que fue
cientemente por los procesos de reconciliación. Sin embargo, a pesar del
excluido de los juegos olímpicos y de los mundiales durante el Apartconsenso que existe entre académicos, quienes insisten en que después
heid, sea ahora el anfitrión, siendo que los problemas siguen vigentes a
del “Apartheid” el proceso de reconciliación en Sudáfrica es tal vez el
pesar del cambio en el papel. Estos problemas han ido saliendo a la luz,
más exitoso hasta ahora, el contexto real no parece ser tan alentador.
donde el más reciente está marcado por el asesinato del líder ultra-dereMientras algunas personas insisten en que a pesar del cambio constitucichista Eugene Terre’ Blanche por parte de dos jóvenes negros el pasado
onal la situación sigue siendo prácticamente la misma, otros argumentan
8 de abril.
que los derechos se han volteado a favor de los antes “apartados”, creando
una nueva violación de derechos en éste territorio.
Es en estos momentos en que me gustaría dejar de lado mis intuiciones
como estudiante de Ciencias Sociales porque creo que estaría mucho
Aunque nunca he viajado a Sudáfrica y moriría por hacerlo éste año, he
más tranquila intercambiando monas y gritando en los partidos, que
tenido la oportunidad de escuchar ambas posturas. La primera salió en
pensando que algo está mal detrás de las banderas y los goles. Sólo
una conversación de café, en donde pude hablar con una persona que a
espero que sigan siendo eso, intuiciones, y que después del mundial,
principios de éste año estuvo 3 semanas en el país africano. Sus emocioSudáfrica me demuestre que estaba equivocada. Por ahora ¡a jugar!
nantes anécdotas se mezclaron con una especie de resignación al contar
que a pesar del triunfo de la democracia con el Referendo de 1993,
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SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Comunidad
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Andrés Aponte
Estudiante de Ciencia Política e Historia – Universidad de los Andes
E
s larga la discusión en las Ciencias Sociales acerca de cuál de las dos aproximaciones al objeto de estudio es la más acertada.
Por un lado están los que abogan por una
metodología cuantitativa, y del otro los que
prefieren la cualitativa. Sin embargo, el objeto
del presente artículo no se centra en la superioridad de una o en la debilidad de la otra, sino
que más bien tiene el propósito de señalar lo
que he considerado el fetichismo o la sacralización de la primera.
En nuestros días la Ciencia Política ha logrado
hacerse un lugar dentro de las distintas disciplinas de las Ciencias Sociales, a pesar de ser
considerada aún una disciplina joven. Para
muchos, ella se ha erigido como el delfín que
todavía busca un rumbo epistemológico. Sin
embargo, esto no le ha impedido posicionarse,
porque ha producido conocimiento enarbolando paradigmas esclarecedores de ciertos
fenómenos que otras disciplinas habían pasado
por alto.
A pesar de todo este avance y una difícil consolidación, considero que hoy en día la Ciencia
Política está padeciendo o es víctima de su
propio sentimiento de ‘inferioridad’ frente a
sus pares. Para superar este sentimiento, en
nuestra disciplina ha surgido una forma nueva
de conocimiento que he apelado la ‘politometría’.
La ‘politometría’ consiste, desde mi punto de
vista, en una forma de estudio que sólo se basa
en la cuantificación de los objetos, en cómo
es medible lo uno o lo otro, la cuantificación
de la magnitud, la medición de correlaciones,
etc. En pocas palabras, es un ejercicio de
regresiones y correlaciones estadísticas de los
cuales se extraen los resultados para analizarlos de acuerdo a las preguntas planteadas
inicialmente. La ‘politometría’ es un gran
acercamiento entre las Ciencias Sociales y las
Ciencias Naturales, hecho del cual se ufanan
los economistas. Sin embargo, surgen limitantes que restringen estos estudios.
En lo que atañe al sujeto, éste queda suprimido
porque se reduce su materia a una colección
de datos humanos. Además, en estas investigaciones, los modelos matemáticos estipulan los
términos de referencia, definen los parámetros
y guían la investigación, y por lo tanto es probable que perviertan la búsqueda de evidencia
empírica.
Por otro lado, existe una consideración de que
sus resultados suelen ser bastante más ciertos:
el método tan matemático produce una falsa
sensación de seguridad. El deseo de descubrir
leyes del comportamiento humano
lleva a creer que una significancia
estadística es una explicación suficiente de los fenómenos sociales.
Todo aquél que no tenga conocimientos de los programas para
hacer las operaciones, no tiene
como verificar, o incluso entender,
la coherencia y la pertinencia
del análisis de los resultados.
Así, esta disciplina pierde una
finalidad que considero de suma
importancia: la de agenciar
una transformación social por
medio de la develación de
procesos.
Además de los anteriores
aspectos se suma otro dentro
de la palestra: la falta de
perspectiva histórica dentro
de la Ciencia Política. Esta
aproximación coyuntural
no permite rastrear las causas
de los procesos y siempre los diagnósticos
tienden a ser sintomáticos y no dan una mirada
total del espectro en cuestión. Y es que no es
raro toparse con estudios que sólo miran el
Bogotazo, el Congreso de tal fecha a la otra, el
partido tal en el gobierno de fulano, elecciones
de una fecha a la otra, etc.
Esta forma de hacer Ciencia Política traída
de Estados Unidos, y que intenta hegemonizarse en nuestro ámbito académico, tiene la
pretensión que tuvo en un momento la historia
positivista en el siglo XIX encarnada en
Leopold Von Ranke. Dicha finalidad, que tiene
cierto carácter teleológico, es la de consolidarse como una ciencia dura que está cerca
de toparse con la cúspide como disciplina, en
donde la verdad es un fin y la interpretación no
tiene lugar, pues son los datos los que hablan
por sí mismos.
No sobra recordar los postulados del reconocido historiador francés Fernand Braudel,
en donde propone no sólo una mirada total
o ‘Historia Total’ - es decir, mirar la esfera
económica, cultural y política, valiéndose de
todas las herramientas metodológicas a disposición- sino también que el tiempo se divide en
tres estructuras: el acontecimiento, la coyuntura y la larga duración.
Expuestas las anteriores limitantes, mi invitación es por una ciencia comprometida con
una interpretación, por una forma de develar y
percibir el mundo, que no excluya las aproximaciones cualitativas ni cuantitativas, pero que
además esté abierta a incorporar herramientas
metodológicas de otras disciplinas para tener
un conocimiento fundamentado.
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
http://library.thinkquest.org/06aug/02048/pictures/chart.jpg
Éste es el momento de la Ciencia Política por
el reconocimiento que ha logrado y sus aportes
a la empresa científica en temas relacionados,
como afirma Mauricio Archila, con el poder, la
hegemonía, el sistema político y el Estado. La
diferencia es que hoy contamos con múltiples
miradas que abarcan desde lo supranacional y
lo global, hasta lo nacional y local.
En razón del poco espacio disponible. En
este artículo sólo tratará de las limitaciones
de la aproximación cuantitativa en la Ciencia Política. Esto no quiere decir que ciertos
exponentes de la corriente post-modernista se
inclinen por otro polo. Por ejemplo, algunos
estudios culturales han tenido la pretensión de
realizar ciertos tipos de análisis donde prima la
relatividad del conocimiento. En ellos el objeto
de estudio tiende a ser irrelevante o simplemente se tiende a sacralizarlo.
Mauricio Archila. El Historiador ¿O la Alquimia del
Pasado? En pensar el Pasado. Universidad Nacional de
Colombia, Archivo General de la Nación, Santa Fe Bogotá. 1997. Pág. 117
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Comunidad
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
“El compromiso-acción es, esencialmente, una actitud personal del científico ante las realidades de la crisis social, económica y política en que se encuentra, lo que implica en su mente
la convergencia de dos planos: el de la conciencia de los problemas que observa y el del conocimiento de la teoría y los conceptos aplicables a esos problemas.”
Orlando Fals Borda.
Luis Carlos Cote y Pablo Durán
R
Representantes Ciencia Política 2010-2 – 2011-1
eciban todos/as un cordial saludo. Es para nosotros,
Luis Carlos Cote y Pablo Durán, un placer escribirles
desde un medio que ha venido ganando tanta importancia
en el departamento, como es el periódico Sin Corbata. Sin
duda alguna este, nuestro periódico, ha venido ganando un
importante espacio dentro del periodismo estudiantil gracias
al arduo esfuerzo de todos/as los/as que se han dedicado con
denuedo para que cada publicación sea mejor que la anterior.
Por otro lado queremos celebrar la participación activa que
los/as estudiantes del departamento tuvimos en las recientes
elecciones al Consejo Estudiantil Uniandino. Estas fueron
el espacio ideal para que nosotros, como estudiantes de
Ciencia Política, dejáramos la indiferencia a un lado frente
a este proceso y nos decidiéramos a participar, debatir
y elegir las propuestas que consideramos más acordes a
nuestras necesidades como departamento. Todos/as los/as
que hacemos parte de este gran grupo de trabajo que obtuvo
la representación de los departamentos de Ciencia Política,
Historia, Lenguajes y Estudios Socioculturales, Filosofía, Antropología, además de la
representación por la facultad de Ciencias
Sociales, damos las gracias a todos/as aquellos/as que permitieron, a través de sus votos,
que tengamos esta masiva representación
como facultad de Ciencias Sociales en el
Consejo Estudiantil Uniandino.
miso”. Y es precisamente a través de ese compromisoacción que queremos trabajar para sacar adelante todas las
propuestas que nos planteemos como departamento y como
facultad. Consideramos que es un imperativo que nosotros,
científicos sociales uniandinos/as, reconozcamos la realidad política, social y económica en la que nos encontramos
inmersos. Aprendemos, sí. Investigamos, sí. Pero todo esto
lo hacemos para conocer, y conocemos para actuar.
Finalmente queremos exhortalos /as a acompañar y fortalecer el trabajo venidero. El proceso está completamente
abierto a sugerencias y críticas. Estas deben ser planteadas,
en la medida de lo posible, este mismo semestre con el fin
de tener un plan de trabajo claro desde el principio.
Queremos que el compromiso-acción que pretendemos
contruir no sea ajeno a la comunidad estudiantil, esperamos
pues, despertar en ustedes el deseo de comprometerse y
actuar por nuestro departamento de Ciencia Política en aras
de consolidar una acción transformadora consciente de la
realidad política, social y económica de nuestro país. No
duden en comunicarse con nosotros: lc.cote87@uniandes.
edu.co y pa.duran39@uniandes.edu.co
Justo cuando elaborábamos este texto nos enteramos que la
acreditación de nuestro Departamento de Ciencia Política,
con el rótulo de “Alta Calidad”, ha sido ratificada por ocho
años más por parte del Comité de Acreditación Nacional.
Démonos todos/as unas felicitaciones por esto y continuemos adelante estableciéndonos como una gran comunidad
de politólogos/as. El lema de nuestra campaña era “Porque
estudiar es más que un privilegio, es también un compro-
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SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
Blog
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
C
onstituye una de las manifestaciones más importantes de la
cada vez más clara ‘Doctrina Obama’, una aproximación al
sistema internacional que busca la creación de mayores niveles
de seguridad y estabilidad global a través de una relajación de la
carrera armamentista.
El pacto consolida un papel de Estados Unidos en el sistema internacional, que cada vez se aleja más del guerrerismo unilateral de
la era Bush. Además, el equipo Obama está puliendo rápidamente sus habilidades negociadoras y, al mismo tiempo, dándole
cada vez más contenido a un proyecto de liderazgo conciliador que, por lo menos esta vez, demostró ser funcional.
Sandra Borda
Profesora Asistente
PhD en Ciencia Política University of Minnesota, Twin Cities
M.A. en Relaciones Internacionales University of Chicago
M.A. en Ciencia Política University of Wisconsin, Madison
E
l tema nuclear genera polémica en el ámbito internacional. Aunque nadie cree que las armas nucleares
deban usarse no existe consenso acerca de cómo reducir ese riesgo. Corea del Norte, India, Israel y Pakistán, todos con capacidad nuclear, se hallan por fuera del principal instrumento de regulación multilateral, el
Tratado de no-Proliferación Nuclear (TPN), mientras que muchos otros no confían en su efectividad. Siendo
Estados Unidos y Rusia los dueños de más del 95% de las armas nucleares en el mundo, la firma reciente de
un tratado bilateral para reducir su arsenal constituye un paso importante para construir mayores niveles de
diálogo y confianza en torno al tema.
La conferencia nuclear que convocó el presidente Barack Obama esta semana en Washington – la más grande
en la historia y a la cual asistieron representantes de 47 países -- es otro hito fundamental. Si bien no se
firmaron grandes acuerdos, el hecho de que distintos países individuales – siguiendo el
Arlene Tickner
liderazgo de Estados Unidos y Rusia --se hayan comprometido a eliminar sus reservas de
Profesora Titular
uranio enriquecido, y otros a adoptar medidas de seguridad nuclear son hechos que crean Ph.D en Relaciones Internacionales, Universidad de Miami
relativo optimismo sobre la posibilidad de avanzar hacia un mundo sin proliferación y
M.A en Estudios Latinoamericanos, Georgetown University
eventualmente, sin armas nucleares.
E
l pacto reduce el número de armas atómicas que hay en el mundo, por lo menos el stock de armas que hay en estos dos
países en un 30%. Es una iniciativa muy importante porque se trata del primer acuerdo entre Rusia y Estados Unidos
acerca de la reducción de armas atómicas desde finales desde los años 80 o inicio de los 90. A mi parecer, es un logro muy
importante que reduce el riesgo que existe de utilizar eventualmente un arma nuclear.
Además, en la nueva estrategia nuclear de Estados Unidos no se piensa que las armas nucleares de Rusia sean una amenaza.
La amenaza verdadera para la seguridad internacional es la proliferación de armas en otros países que tengan nexos con
terroristas, o países con intención de utilizar dichas armas como Corea del
Ralf J. Leiteritz
Norte e Irán. Por lo tanto, Estados Unidos hace este pacto pensando en algo
Profesor Asistente
que ya no es amenaza para el país, lo hacen más pensando en una política simbólica.
Maestría en Relaciones Internacionales
Universidad de Johns Hopkins. Washington, DC.
E
s demasiado temprano todavía para saber los alcances reales del acuerdo para la reducción de las armas nucleares, ya que tanto en EE.UU. como en Rusia, existen intereses poderosos vinculados con los
complejos militares-industriales que no están dispuestos a tolerar ninguna reducción de la producción armamentística, y van a hacer todo lo posible para obstaculizar la implementación del acuerdo. Si bien es cierto
que 96% de las armas nucleares las tienen EE.UU. y Rusia, a raíz del fin de la Guerra Fría, el acuerdo no tiene
el mismo significado para el sistema internacional que lo hubiera tenido en los años 70 o 80. Por otra parte, el
verdadero peligro nuclear hoy existe entre India y Pakistán, no entre EE.UU. y Rusia, y por lo tanto cualquier
solución al problema de las armas nucleares pasa por un acuerdo de paz duradero entre esos dos
países aliados de EE.UU., y eso ni siquiera figura en la agenda de la política exterior de EE.UU.
Forrest Hylton
Profesor Asociado
Ph.D. en Historia Universidad de Nueva York (NYU)
M.A. en Historia y Estudios Latinoamericanos de la
Universidad de Pittsburgh
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
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Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Q
ué nota de fiesta Sin Corbata! No conocía
el periódico hasta la última edición que
vi en mi Universidad. Después, me di cuenta
de cómo se lleno el centro de Bogotá con
sus afiches de la fiesta, me gustaron mucho
y me llamó mucho la atención. Espero que se
repita.
Saludos,
Camilo Molano
Estudiante de Derceho – Universidad Externado de Colombia
¿
Quiénes son los mamertos? No entendí
qué quería decir el autor del artículo sobre
el mamertismo. Las instituciones sí deben ser
reformadas, debemos entrar en un diálogo
de nuevo con el marxismo. Creo que las propuestas críticas de Marx, sí deben continuar
vigentes y más cuando se está hablando de
un país como el nuestro que se hunde en la
desigualdad. Los tonos medios son muy confusos. No me gustó para nada ese artículo.
Luisa Perdomo
Estudiante de Comunicación y Periodismo
Universidad Javeriana
S
oy una fiel seguidora de cada una de sus
ediciones. Este mes quedé gratamente
sorprendida con las nuevas imágenes, le dan
un toque fresco al periódico. Felicitaciones al
grupo de trabajo, se nota que trabajan con la
corbata bien puesta!
Edna Bautista
Estudiante de Ciencia Política – Universidad
de los Andes
Leí la edición número 12 y me gustó.
Lamento que no haya salido con mayor anterioridad a las elecciones.
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http://cortometrajesanca.files.wordpress.com/2009/08/mail.jpg
T
engo unos comentarios de esta edición:
Me pareció enredada la transcripción de
la entrevista de Flórez. Si bien aquella quería
mostrar las pausas hechas por el entrevistado a la hora de responder, en algunos casos
dificultaba la lectura. Finalmente, me hubiera
gustado encontrar alguna posición que defendiera la política de informantes en las universidades en la sección del Blog.
Reciban mis comentarios con gran aprecio,
teniendo en cuenta que son simples cuestiones de edición, y celebrando que el periódico va muy bien.
Es leído, comentado y altamente circulado.
Daniel González
Investigador del programa “Congreso Visible”
Universidad de los Andes
SinCorbata · Periodico de Estudiantes de Ciencia Política
Mayo / Junio 2010 · Edición 13
SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política
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Mayo / Junio 2010 · Edición 13
Por: El Clandestino
Si se le antoja deshacerse de algún nudo,
opinión, idea, sentimiento o postura.
Quítese la corbata...
Escribanos a:
periodicosincorbata@gmail.com
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