13 Universidad de Los Andes · Estudiantes de ciencia política· Mayo/Junio 2010 Edición Las elecciones del 14 de marzo dieron mucho para hablar y comentar, pero sobre todo, dejaron diversas incógnitas aún sin resolver. A pesar de ello hay que seguir avanzando, y la carrera por la presidencia de Colombia cada vez se hace más intensa. En éste punto todo el mundo empieza hacer especulaciones sobre el futuro de Colombia si un determinado candidato es que el finalmente llegue a la Casa de Nariño. Pero incluso esta contienda electoral tan intensa no es ajena a los sucesos internacionales, es por ello que en esta edición podrán observar un dossier con los temas más relevantes actualmente en la disciplina de las Relaciones Internacionales. www.gettyimages.com Contenido 3 Nudo del día Para los problemas de las cárceles, más cárceles La desesperanza: Una actitud política 6 Al tablero Una decición clave 8 Vox Sopa electoral ¿Cambio extremo en el Congreso de La República? 10 Dossier 14 De cronopios y famas “Mi cuerpo por un puesto” ¿Para usted en que consiste ser colombiano? Político poéticos 18 Retrovisor Mundial sudáfrica 2010: ¿otro conflicto disfrazado de fiesta? 19 Comunidad De la “politometría” en la Ciencia Política Mensaje de los representantes de Ciencia Política 21 Blog 22 Cartas 23 Caricaturas Especial Relaciones Internacionales Editorial ¿ La opinión es suficiente? Es la pregunta que ronda entre las conversaciones de politólogos, jóvenes, transeúntes, en conversaciones de café y debates en clase. Y todo porque un exalcalde, que a último minuto decidió participar en estas elecciones presidenciales sin ser parte de uno de los partidos tradicionales o con larga trayectoria, está hoy de primero o segundo en las encuestas. Pero Mockus no es el único con voto de opinión. El candidato de La U Juan Manuel Santos cautiva las opiniones de quienes admiran su trabajo en el ministerio de defensa (a pesar del escándalo de los jóvenes asesinados por las fuerzas militares, mal llamados ‘falsos positivos’, o la violación al Derecho Internacional Humanitario en la operación militar para rescatar a Ingrid Betancur), su respaldo hasta último minuto al presidente Uribe, o sus promesas de ‘mano dura’ frente a los problemas más graves del país. Pero tiene mucho más que eso para ganar: tiene el apoyo de empresarios, de congresistas y concejales de distintos partidos (algunos vinculados al escándalo de la parapolítica), tiene el respaldo del Presidente y la posibilidad de ser ‘el heredero’ de la Seguridad Democrática. Y Mockus, ¿Qué tiene? El recuerdo de su alcaldía, una página en facebook que no deja de aumentar en fanáticos, un ejército de artistas que hacen videos de música o propagandas a su favor, tres exalcaldes que son reconocidos por sus gestiones, y una marea de jóvenes que cada vez se hacen más visibles en el espacio público. Los verdes no le juegan a la maquinaria electoral, no han repartido ministerios, contratos o favores para conseguir el apoyo de los políticos regionales. No han distribuido almuerzos ni whisky para conseguir sus votos. Los verdes creen que la opinión será suficiente para ganar las elecciones el próximo 30 de mayo. Y de pronto lo sea. Pero los resultados de las elecciones legislativas demuestran que ignorar la maquinaria política puede ser más difícil de lo que se espera. Ya pasaron las elecciones del 14 de marzo, y los Mayo / Junio 2010 · Edición 13 resultados no son para celebrar. El PIN, el partido más cuestionado dado el número de investigaciones por parapolítica que cargan sus candidatos, obtuvo nueve curules al Senado. Y no son los únicos candidatos cuestionados: la U, el Partido Liberal, Conservador y Cambio Radical también consiguieron elegir a candidatos cuestionados por la Corte Suprema de Justicia. La maquinaria, para muchos de ellos, fue suficiente. “Argumento va, argumento viene, y si su argumento es más fuerte que el mío, usted gana”, dijo Mockus en el último debate presidencial, cuando le preguntaron sobre cómo piensa gobernar sin congresistas en el legislativo. Y puede ser que esta lógica sea muy válida a nivel moral, pero sin duda es difícilmente aplicable a nivel práctico. Un Congreso que en su mayoría puede estar más motivado por el peso de las dádivas que por la fuerza de los argumentos, será un Congreso con el cual es difícil gobernar. Columnistas, profesores o historiadores han recordado que Mockus no es el primero en llegar al Palacio de Nariño sin una bancada en el Congreso. Álvaro Uribe llegó en el 2002 a Palacio sin el apoyo del legislativo, y salió con gigantescas mayorías que le permitieron reelegirse en el 2006. Pero esto no es el único punto en común que comparten Uribe y Mockus. Ambos han ganado la confianza de sus electores con la promesa que la politiquería llegará a su fin cuando ellos triunfen en elecciones. Ambos se han mostrado como ‘salvadores’, uno por medio de las armas, otro por medio de ‘lecciones’, como si ellos guardaran la razón por encima de su equipo o la opinión pública. Ambos vienen de movimientos independientes, y movilizan apasionadamente a sus votantes. La situación no es fácil, porque si bien muchos no quieren votar por un exministro que representa la continuación de la política guerrerista de Uribe, tampoco quieren a un candidato que se muestra como el único representante del cambio. Lo que sería interesante es saber cuántos de los ahora Mockusistas lo son por conocer el programa de los verdes, o por el miedo a que el poder de Uribe no tenga fin. Director: Carlos Andrés Baquero Diaz Subdirectora: Daniela Palou Editores: Ana María Correa · Sebastián Hernández Nudo del día: Sin corbata es un periódico comprometido con una posición plural y crítica, por lo cual está abierto a la expresión de diversos puntos de vista. Por ello mismo cada autor es responsable, por el contenido de su artículo, el cual no refleja necesariamente la posición de sin corbata, ni compromete a los miembros de su consejo editorial, ni al departamento de ciencia política de la Universidad de Los Andes. Consejo Editorial Pag. 2 Juan Camilo Rojas · Andrés Rejala Al tablero: Pamela Usta Yabrudy Vox: Melissa May · Sndra Milena Martínez De cronopios y famas: Pedro Samper Retrovisor: Maria Paula Hoyos · Maria Alejandra Velásquez Blog: Javier Andrés Escobar · Brisna Teresa Mantilla Diagramación: Ana Maria Hoyos (ana.holes@gmail.com) SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Nudo del día Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Libardo José Ariza Profesor Asistente – Facultad de Derceho – Universidad de los Andes E n el año 1998 dos personas recluidas en cárceles distintas –La Modelo en Bogotá y Bellavista en Medellín- interpusieron acciones de tutela alegando que las condiciones de reclusión violaban su dignidad como seres humanos, y que lo hacían para “evitar el perjuicio irremediable de tener que seguir soportando esta tortura”. La situación de los centros penitenciarios era, efectivamente, degradante. Mientras que La Modelo contaba con una capacidad asignada de 1758 cupos, en realidad albergaba a cerca de 3.322 personas, lo que cuantitativamente se traduce en un índice de hacinamiento del 47%. En Bellavista la situación era similar, justo como en las demás prisiones del país. Ante esta situación la Corte Constitucional declaró, en la sentencia T-153 de 1998, que el sistema penitenciario colombiano violaba de manera masiva, sistemática y estructural los derechos fundamentales de las personas presas, y ordenó, entre otras cosas, que el gobierno nacional elaborará un plan de refacción y construcción carcelaria que debía ser ejecutado en el término de cuatro años. Han pasado cerca de 12 años desde la decisión de la Corte Constitucional y el panorama de las prisiones colombianas no es muy distinto al que contemplaron los funcionarios que visitaron La Modelo en 1998. Las personas siguen durmiendo en los pasillos y rotondas durante las noches; la violencia campea libremente dentro de los muros penitenciarios, tanto como las enfermedades, y no existen programas generales de educación y trabajo que permitan pensar que la resocialización es un objetivo posible. En cifras, la situación puede ser descrita de la siguiente manera: el hacinamiento alcanza el 38,9%; las prisiones cuentan con escasos servicios de atención médica y el 90% no cuenta con instalaciones para desarrollar programas estables de capacitación laboral. http://www.pastoralsocialcolombia.org.co/index.shtml?s=u&x=2882 Pero lo anterior no quiere decir que el gobierno haya estado cruzado de brazos durante estos doce años. De hecho, algunas cosas han cambiado: hay más prisiones. Desde el año 1998 se han invertido cerca de 972, 293 millones de pesos en la construcción de nuevos centros, lo que ha supuesto la generación de cerca de 24,731 cupos. Se ha pensado, entonces, que los problemas de las cárceles se solucionan con la construcción de más y mejores cárceles, que el único problema es el hacinamiento. Se asume que los problemas sociales estructurales que dan lugar a este fenómeno se aliviarán con la edificación de prisiones seguras, modernas y eficientes, con el equilibrio entre personas presas y celdas donde depositarlas. La construcción de más prisiones no es la respuesta. Sabemos que la cárcel fija a los miembros de un ejército de pobres que no tienen identidad ni domicilio. La certeza de la presencia penitenciaria alivia el miedo a la pobreza que ronda por las calles. Es ampliamente sabido que las prisiones están dominadas por el haci- SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política namiento, la muerte, la discriminación y el terrible designio del cacique. Que allí se recluye fundamentalmente al ciudadano pobre sin educación y oportunidades que se ve abocado al crimen. Que allí las celdas se compran y se venden; que los recién llegados son explotados y golpeados; que las personas de piel negra se ven obligadas a dormir en húmedos túneles que no se sabe para qué fueron construidos; que las personas homosexuales y transexuales son tratadas como sirvientes y que los acusados de violación son sistemáticamente asesinados; que mientras unas personas duermen en el suelo buscando el calor que aún desprenden los hornos de la cocina, otras lo hacen bajo pulcras sabanas de seda. Es hora de darse cuenta que los problemas de las cárceles no se solucionan construyendo únicamente más cárceles. Los resultados, dudosos, de los nuevos proyectos carcelarios inspirados en modelos de gestión global, como la Cárcel de Valledupar, muestran que la respuesta a la crisis penitenciaria no se encuentra dentro de los muros de la prisión sino fuera de ellos. Pag. 3 Nudo del día Mayo / Junio 2010 · Edición 13 “Sólo gracias a los desesperanzados os será dada la esperanza” (Marcuse, 1972, p.286) Walter Benjamin En una columna escrita desde Puerto Leguízamo (Putumayo), el sociólogo Alfredo Molano finalizaba con un tono desesperanzador un magnífico texto, en el cual sintetizaba los padecimientos de esta “patria” en los últimos siete años de la siguiente manera: ¿Qué más esperamos? Inclinémonos ante la realidad: el país que quisimos está muerto. Nos han derrotado. Nos quedarán ojos para mirar, pero ¿quién hablará en voz alta? ¿Los verdes? ¿Los grises? ¿Los tornasolados? Y entonces: ¿quién los oirá? Apaguemos y vámonos. Pero ¿Para dónde? ¿En qué lugar del mundo se desgajan aguaceros como los nuestros? ¿En qué lugar del mundo se taburetea sin ton ni son a la sombra de un almendro? ¿En qué lugar se descuera del prójimo con tanta gana y con tanta inocencia? ¡No, ni modo! (Molano, 2008) Pablo Durán Estudiante de Ciencia Política y Filosofía A proximadamente 70 años antes, Walter Benjamin, filósofo alemán que tuvo que vivir una época donde como decía Brecht “hablar de árboles era casi un crimen”, salía de un París que se alistaba para ser ocupado por las fuerzas del orden nacionalsocialista. Después de pasar por Lourdes, Marsella, Perpiñan y Port-vendres, en una larga travesía con miras al exilio, el grupo de fugitivos, dentro de los que estaba Walter Benjamin, fueron detenidos en la localidad catalana de Port Bou. Hacia las diez de la noche del día 26 de agosto de 1940 Benjamin murió producto de una sobredosis de tabletas de morfina. Según cuenta Reyes Mate en su libro Medianoche en la Historia, Walter Benjamin decidió envenenarse antes que tener que soportar ser devuelto a la Gestapo, y por lo tanto ser internado en un campo de concentración o terminar muerto en manos del nacionalsocialismo. Su actitud fue la misma que la de Vicki Walsh (militante montonera hija del escritor Rodolfo Walsh) cuando, rodeada de las fuerzas militares de la Argentina de los setentas gritó: “ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir” (Walsh). Después de su suicidio los policías franquistas que los habían detenido, decidieron permitir que los demás fugitivos siguieran con su trayecto. Walter Benjamin, sin saberlo, cumplió con aquellas palabras del evangelio de Juan: “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”. Pero Walter Benjamin al morir no lo hacía sólo por sus amigos (ya que ni siquiera sabía las consecuencias que tendría su muerte). Moría porque quería llevar la desesperanza hasta sus últimas consecuencias. Cuando la barbarie comenzaba a anidar sobre su pueblo, su último cartucho era morir como muere todo revolucionario: con el pulso seguro de su tiempo. Hace aproximadamente ocho años, también yo me iniciaba en los inciertos caminos de la desesperanza. Mis compañeros de colegio, en Pag. 4 una súbita expresión que decido llamar política, hacían sus apuestas intentando predecir quién sería el próximo presidente de la república. Una gran mayoría (que hoy se traduce en ese insípido 84%) le “entregaba” su voto (inválido por tratarse del voto de un menor de edad) a Álvaro Uribe Vélez. Yo mientras tanto defendía a cualquier costo las que yo creía eran las ideas de mi candidato presidencial contra una marea de ruidosos estudiantes de bachillerato que no cedían en sus posiciones. Al notar su intransigencia, decidí empezar a anotar (con una actitud bastante infantil) uno a uno los nombres de todos/as los/as compañeros/ as que de poder hacerlo darían su voto a Uribe Vélez. Mi estrategia (con una mirada profética a largo plazo) era decirles en el futuro (convencido que ahora tendría, y en eso no me equivoqué, muchos más argumentos de los que en ese entonces poseía) lo equivocados que estaban. Quería, a través de los resultados siniestros del mal gobierno que vislumbraba en Uribe, hacerlos arrepentirse de su elección. Hoy, no encuentro la lista que en ese entonces hice; no he podido cumplir con mi promesa. Pero no hace falta decírselo a mis compañeros de curso. Sólo necesito papel y lápiz: los nombres hoy los puedo encontrar a granel. Ahora, cuando la segunda reelección de Uribe se fue al piso, debemos alzar la mirada y contemplar nuestro presente (que en Benjamin está cargado de pasado) de manera crítica. Teniendo éste tipo de mirada hoy puedo, paradójicamente, empezar de nuevo a hacer la lista de todos/as aquellos/as que creen que con su voto conducirán al país a un estadio mayor, mucho mejor que el actual. Hoy, 70 años después del suicido de Walter Benjamin, el horizonte político es igual de desolador. La izquierda democrática se acerca cada vez más (bajo la figura del actual candidato presidencial) a aquella socialdemocracia (que ya Benjamin denunciaba con desconfianza) dispuesta a ceder en sus principios más fundamentales y valiosos. La extrema derecha continúa con alta popularidad y sus principios, después de todos estos años de escándalos (pero: ¿quién sorprende al pueblo colombiano?) y descalabros en la mayoría de las áreas, continúan siendo los mismos. “Colombia debe seguir avanzando” dicen por un lado. “Mejor es posible” continúan por el otro. Los presagios de Walter Benjamin a través de su tesis de “el ángel de la historia” tienen hoy una vigencia absoluta: “lo que a nosotros se presenta como una cadena de acontecimientos, él lo ve como una catástrofe única que acumula son cesar ruinas sobre ruinas, arrojándolas a sus pies” (Reyes Mate, 2006, p.155). SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Nudo del día Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Pero esa desesperanza que encendió sus primeras luces en mí hace unos 8 años, ha aumentado cuando he visto cómo una nutrida multitud se agolpa ahora bajo un nuevo mesías. Los votos producto de una parte de la población que querían la derrota militar de un grupo armado se han convertido ahora en los votos de esos mismos que ahora se encuentran decepcionados por el líder que eligieron. La lógica sigue siendo la misma: la mayoría busca un objetivo (salvar la patria, derrotar a x o y, “cambiar” el rumbo del país, etc.) y enceguecidos por tan nobles principios, los miembros de esa multitud se vuelven los escuderos de políticas que poco a poco se les van volviendo más ajenas. Los lemas que hacen referencia a un progreso (que veo cada vez más lejano o menos presente) ineluctable de la ultraderecha se han visto opacados por esa marea que reclama un cambio, eso sí, pero que conserva la misma lógica según la cual los destinos del país se encuentran en manos de una persona. Digo esto porque curiosamente todos aquellos que en estos ocho años de gobierno Uribe han permanecido con un silencio cómplice, escudados en su comodidad y a la espera inmóvil de cambios sustanciales, son los mismos que se agolpan ahora bajo la figura del nuevo salvador, y que ven en la democracia electoral la salida a los males del país. Nunca se les vio en una marcha, nunca se oyó de ellos un reclamo, de ellos siempre esperábamos un mutismo generalizado o el aplazamiento de sus esperanzas de cambio. Todos/as aquellos/as que nunca estuvieron cuando han sido necesarios, son los que ahora se adjudican el soberbio título de portadores de la luz que alumbrará la nueva senda del progreso por donde avanzará Colombia. Alguien tiene que decirles que han llegado tarde. Mientras tanto nosotros, los escépticos, los desesperanzados, los cautelosos y desconfiados somos como aquel grito del fusilado (falso positivo decimos ahora) cuyo último aliento de vida es una desgarradora exclamación contra sus asesinos. Su grito es un corto pero contundente rechazo a su padecimiento. Tal vez sólo nos queden segundos, pero todavía seguimos aquí. Tal vez lo nuestro sólo sean las palabras. Y con esos, nuestros últimos recursos decimos con Gonzalo Rojas: No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. (…) Pero todo es inútil, porque yo mismo soy una cabeza inútil lista para cortar, por no entender qué es eso de esperar otro mundo de este mundo. (Rojas, 2007, p.349) BIBLIOGRAFÍA Molano, A. Pin-pan-pum. Recuperado el 11 de Abril de 2010 de: http://www.elespectador. com/columna194160-pin-pan-pum Walsh, R. Recuperado el 11 de Abril de 2010 de: http://www.lafogata.org/003arg/arg10/ ar3.htm Reyes, M. (2006) Medianoche en la historia. Madrid: Editorial Trotta, S.A. Rojas, G. (2007) Contra la muerte y otras visiones. La Habana: Fondo Editorial Casa de las Américas SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Daniel Enrique Moreno Estudiante de Filosofía y Derecho Universidad de los Andes Después de lo sucedido en el siglo XX, en el que todo pensamiento en torno a la comunidad derivó en un trágico y doloroso totalitarismo, Roberto Esposito, filósofo italiano, ofrece una reflexión acerca de la communitas. ¿Qué es lo común? ¿qué es lo que nos une en una comunidad? Estas preguntas ya no pueden ser resueltas mediante la esencialización de la comunidad. Con lo sucedido en la Alemania nazi, en la Rusia soviética, ya no es posible pensar que la comunidad es una cosa que puede ser objeto de apropiación, y mucho menos que es una voluntad general que actúa mágicamente como la generalidad de los individuos. La máquina de muerte en el siglo XX se desplegó en nombre de la comunidad, en nombre de la voluntad general. Que esto haya sido así, es lo que ha impedido que la comunidad sea pensada nuevamente; de esa manera resulta siempre peligroso pensar lo común. Pero, lo común no es una esencia, no es algo que actúa. La voluntad general ha fracasado en el siglo XX. Sin embargo, lo que nos une en comunidad no ha dejado de vincularnos, de atravesarnos y constituirnos. La comunidad, pensada como algo dado, se impone, como en los fascismos, como en la seguridad democrática. El fracaso del siglo XX, en cuanto al pensamiento de la comunidad, indica que aún no hemos sido capaces de comprender o crear aquello que nos constituye y nos atraviesa. Esposito, quiere pensar la comunidad siempre en construcción, no como algo consumado. Pero ¿es la comunidad algo, una res que se manifiesta en la historia? La comunidad es una nada, una ausencia, un horizonte de acción. Lo común es una tensión que se realiza siempre con la acción de los individuos; es la acción particular la que construye aquello que llamamos común. En esa ausencia nos debemos pensar juntos, pero expuestos. Esposito ofrece una posibilidad de pensar nuevamente la comunidad, la communitas. La comunidad es una carga que debemos llevar juntos, una carga, una negación, una ausencia. Así, la comunidad no es ningún ser-para-sí que se realiza en sí mismo, sino una praxis, una actividad que nos acerca pero que también nos aleja. Es en la exposición donde la carga de estar juntos es repartida, es en la ausencia donde la existencia es expuesta. Es necesaria hoy, como lo sabe Esposito, una reflexión sobre la communitas, cuando las reificaciones de la comunidad laten nuevamente en el mundo y el fantasma del totalitarismo aún persiste volcado sobre él. Pensar que lo sucedido en el siglo XX jamás volverá a suceder siempre tiene algo de cinismo e ingenuidad. Especialmente en Colombia, donde parece que la voluntad general ha hablado, y lo seguirá haciendo en los consejos comunales. Es necesario pensar una comunidad abierta que abrace el azar, la espontaneidad y la contingencia, de la praxis humana: “nada parece más a la orden del día, nada más requerido, reclamado, anunciado”. Esposito, Roberto. Communitas: origen y destino de la comunidad. Trad. Carlo Molinari. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pg. 21. Pag. 5 Al tablero Mayo / Junio 2010 · Edición 13 permite la iniciativa legislativa popular siempre y cuando al menos el 5% del censo electoral apoye la iniciativa. Los promotores del referendo recaudaron los fondos para recolectar el millón de firmas, pero lo hicieron de forma desafiante, ignorando los límites legales. Las cuentas del referendo son oscuras y plagadas de irregularidades tales como auto-préstamos entre los organizadores con el propósito deliberado de ocultar la forma real en la que se financió la iniciativa. De acuerdo con los promotores se gastaron seis veces más del tope legal, hubo contribuciones indiSemana,*** Felipe Botero, Ph.D. Profesor Asociado Departamento de Ciencia Política, Universidad de los Andes E l 26 de febrero de 2010, la Corte Constitucional declaró como inexequible la ley que convocaba a un referendo nacional para que la ciudadanía permitiera que el Presidente Uribe aspirara a un tercer período consecutivo. Se trató de una decisión de la mayor relevancia, porque le regresó la fe al balance institucional de poderes. Tal como argumenté en otro lugar**, el balance de poder se había puesto en tela de juicio por deseo de Uribe de permanecer en el poder. A pesar de que en retrospectiva parezca obvio que la Corte iba a decidir en contra de la ley de referendo, como se ha sugerido en algunos medios, debe resaltarse que hubo una tremenda incertidumbre con relación a la decisión de la Corte y cualquier posibilidad era igualmente probable. Quiero hacer una breve reflexión sobre por qué ahora es claro que el referendo era inconstitucional. De acuerdo con la posición de la mayoría, el referendo acumuló una serie de grotescos errores de procedimiento que cuestionaron seriamente su carácter de iniciativa popular. En cambio, se volvió el proyecto de una minoría que no escatimó esfuerzos para imponer su posición al resto de nosotros. Afortunadamente para Colombia y sus instituciones democráticas, la Corte acabó con las tribulaciones que le inflinió al país la traga maluca de Uribe con el poder. viduales que fueron más de treinta veces más altas que el máximo permitido, y más del 60% de quienes violaron los topes individuales eran contratistas del Estado. La Corte afirmó que los promotores violaron la ley con su inescrupulosa recolección de fondos. El segundo defecto está íntimamente vinculado al anterior. La ley exige que el Registrador Nacional certifique que la recolección de las firmas se ajusta a los requisitos legales antes de que el Congreso pueda discutir el proyecto de ley. El Registrador no expidió (no podía) la certificación. No obstante, el Congreso inició la discusión del proyecto con menosprecio de los requisitos legales. En su sentencia, la Corte declaró que “esta certificación resulta un elemento fundamental en la legitimación del proyecto de iniciativa porque cumple una finalidad de salvaguarda de la democracia, evitando que mecanismos de participación como la iniciativa legislativa se conviertan en instrumento de grupos que, con el suficiente dinero y sin un límite en los recursos que les es posible utilizar, terminen por apropiarse de la voluntad popular ciudadana en lo que a los mecanismos de participación se refiere, desdibujando completamente su esencia.”**** Así como sobresalen en la tergiversación de su contabilidad, los promotores claramente no son expertos en ciertas competencias básicas como La Corte, que cuenta con poder de revisión automático sobre leyes de referendo, había anunciado que tendría su decisión lita para el 26 de febrero, y se vivieron momentos de gran ansiedad en la antesala de la decisión. Mucha gente siguió de cerca las noticias en Internet o en radio. Los resultados se aventuraban como si se tratara de un partido de fútbol: ¡¿6-3, 7-2, 8-1?! Alrededor de las 5 p. m., la Corte anunció que había declarado inexequible la ley del referendo con una votación de 7 a 2. La decisión se concentró en cinco vicios procedimentales. A diferencia de lo que pasó con la decisión anterior (en efecto, Uribe impulsó una reforma constitucional que le permitiera su reelección inmediata en 2006), en la que la Corte se enfocó en la sustancia del caso, en ésta ocasión sólo consideró asuntos formales. No eran insustanciales; al contrario, estas formalidades -explícitas en la Constitución- garantizan que la voluntad del pueblo se proteja. El primer vicio tiene que ver con la financiación del proyecto del referendo. La Constitución Pag. 6 http://www.flickr.com/photos/brswanson/2307053545/sizes/o/ SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Al tablero http://www.projectcitizen405.com/images/Project%20Citizen/ Pictures/1%20Copy%20Each%204x6/petition.jpg la lectura y la escritura. Resulta que la confusa solicitud que firmaron un millón de colombianos fue redactada de forma que se le permitía a Uribe ser candidato nuevamente en 2014. El Congreso aclaró esta ambigüedad al corregir la redacción de la pregunta en el tercer debate del proyecto de ley. La Corte no se divagó en el asunto gramatical. En su lugar, sostuvo que el Congreso se extra limitó en sus atribuciones porque no le está permitido hacer ese tipo de cambios en un estado tan avanzado de la discusión del proyecto. Un cuarto vicio de forma apareció en septiembre de 2009 cuando el proyecto fue votado por última vez en la Comisión de Conciliación de la Cámara. El proyecto fue aprobado con una mayoría de 85 votos (uno más de los estrictamente necesarios) porque cinco congresistas abandonaron su partido y se unieron a la U. La Corte decretó que esos votos eran inválidos porque los congresistas habían sido sancionados por su partido de orgen -Cambio Radical- al no compartir la posición del partido sobre cómo votar el referendo. El comité de ética de Cambio Radical los sancionó prohibiéndoles votar en el proyecto. A pesar del flamante camisetazo, se les permitió votar. Al anular sus votos, la Corte consideró que el referendo no alcanzó la mayoría y señaló que en efecto el proyecto no habría sido aprobado. Por último, la Corte también declaró la ley inconstitucional por la forma grosera en la que el ejecutivo convocó a sesiones extraordinarias en diciembre de 2008. Las sesiones ordinarias expiran cada año a la medianoche del 16 de diciembre. Esa noche de 2008, el referendo estaba en consideración en la plenaria de la Cámara. Al llegar la medianoche, la Cámara no había realizado la votación. En un intento desesperado, pero claramente orquestado, el Ministro del Interior sacó de su maletín un decreto firmado en el que se convocaban a sesiones extraordinarias en un esfuerzo por mantener el quórum. Las sesiones extra empezaron con prontitud a las 00:05 del 17 de diciembre y eventualmente la Cámara aprobó el proyecto. Sin embargo, como lo señaló la Corte, el ejecutivo está en la obligación de publicar en el Diario Oficial los decretos que convocan a sesiones extraordinarias. El decreto se publicó Tras considerar los argumentos expuestos por la Corte, es difícil ver cómo la Corte hubiera podido decidir de otra forma. De hecho, es sorprendente que la votación no hubiera sido 9 a 0. De hecho, no es tan sorprendente al tener en consideración quiénes son los magistrados que salvaron su voto. Uribe nominó a tres de los integrantes de la corte y dos de ellos votaron a favor de la iniciativa del referendo. Uno de ellos, Mauricio González, trabajó como secretario jurídico de la presidencia antes de ser nombrado en la Corte. El otro juez, Jorge Pretelt, es un amigo personal de Uribe y también es primo de Sabas Pretelt, el anterior Ministro del Interior de Uribe. Sin embargo, la incertidumbre finalmente se disipó sólo en el momento en que se conoció la decisión de la Corte. Uribe, aunque tácitamente, había dado todo tipo de indicios de que fervorosamente deseaba ser reelegido otra vez. Si ese hubiera sido el caso, el andamiaje democrático se habría debilitado seriamente debido a los pesos y contrapesos de la Constitución no fueron diseñados para soportar a un Uribe poderoso con intenciones de perpetuarse en el poder a la Chávez o Fujimori. La decisión de la corte preserva las formas democráticas en Colombia, o al menos por ahora. * Artículo en exclusiva para Sin Corbata. Este texto, publicado en inglés en el blog de la Red de Investigación de la Democracia Andina se publica acá en español. El texto será incluído en el capítulo “Colombia: una democracia amenazada” escrito en coautoría por Ana María Bejarano, Helena Alviar, Felipe Botero, Gary Hoskin y Mónica Pachón que será publicado próximamente por el Instituto de Estudios peruanos en un libro sobre las democracias de la región andina. ** Botero, Felipe, Gary Hoskin y Mónica Pachón. 2010 (en prensa). “Sobre forma y sustancia. Una evaluación de la democracia electoral en Colombia.” Revista de Ciencia Política, 29(1). *** “Los puntos clave de la ponencia de Sierra Porto”. En línea en http://is.gd/advpn (redirecciona al artículo de Semana). **** “Esta es la ponencia de Humberto Sierra Porto que dice ‘no’ al referendo reeleccionista”. En línea en http://is.gd/advMu (rediercciona a fragmentos del falo de la Corte publicados en El Tiempo). el 17 de diciembre a las 16:44, horas después de que la sesión había concluido. Por lo tanto, la Corte declaró que las sesiones extraordinarias no fueron válidas. SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 7 Vox Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Diego Escallón A. Estudiante de Derceho- Universidad de los Andes E n un país en vía de desarrollo, con aproximadamente 70 congresistas investigados por parapolítica, fría un contrato hasta que esté quemado. Luego bótelo a la basura. En una nueva sartén adjudique, en un tiempo máximo de una semana, dos nuevos contratos para llevar a cabo el conteo de votos; no tenga afán, de éste no queda sino el cansancio. Solicite al Gobernador del Valle una reunión con alcaldes del departamento, supuestamente por orden presidencial, para apoyar la campaña de uno de los candidatos de la consulta conservadora. Tape y deje a fuego lento. Cuando esté cocinada, agregue el voto de los colombianos que ejercen su derecho constitucional, mezcle y deje hervir; luego de 6 horas saque del fuego. Por la noche deje remojando los votos de la consulta conservadora, de tal forma que al día siguiente amanezca ganando Sanín. o se preocupe, gracias a las reacciones químicas de la fermentación, éste proceso sucederá súbitamente. Revuelva hasta que esté como transparente y unte por todas partes en el país en vía de desarrollo. Por último, dentro de cinco días entregue los resultados de la consulta conservadora y finalmente, casi un mes después, sirva los nombres de los representantes electos a la Cámara por el Valle del Cauca. Acompáñelo con la elección del Partido de Integración Nacional. Esta es nuestra realidad, es así como yo entiendo las pasadas elecciones, la base de la sopa electoral está cargada de dudas razonables. Dudas que dejan un sin sabor en el paladar de cada persona que sí se pregunta por la transparencia de la contienda electoral del pasado 14 de marzo de 2010. Big Torn Cambell’s Soup Can (Pepper pot)(1962), Andy Warhol http://xroads.virginia.edu/~UG02/cullers/consume.html No pretendo deslegitimar la contienda electoral, mucho menos desacreditar la función del Registrador Carlos Ariel Sánchez, pero sí creo que existen dudas razonables que conllevan a decir que no fueron las elecciones más transparentes de los últimos 40 años. Es cierto que todavía son presunciones, pero cualquiera que ya pueda amarrarse los zapatos por sí solo, en caso de ponerlo a atar cabos, podría llegar a la misma conclusión. Ahora sólo queda confiar en el Consejo Nacional Electoral para que, por lo menos, exija la renuncia del Registrador. La famosa frase que siempre ronda alrededor de las maniobras de éste país, una vez más, vuelve a repetirse: “l pueblo que no conoce su historia tiende a repetirla”. De nuevo sale a flote en nuestro diario vivir. El pasado 14 de marzo nos hace revivir 1970 cuando, milagrosamente luego de irse la luz durante una hora, resultó ganador de la contienda electoral Misael Pastrana Borrero, candidato del Frente Nacional, quien se enfrentaba al ex dictador Rojas Pinilla. De nuevo ganó Misael en nuestra dudosa sopa electoral. Un elector deposita su voto durante los comicios del domingo 14 en Colombia (Reuters). http://mexico.cnn.com/mundo/2010/03/15/los-partidos-oficiales-lideran-elecciones-parlamentarias-colombianas Pag. 8 SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Vox Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Javier Andrés Escobar Cámara de Representantes a Yahir Acuña y a Eduardo Pérez. Elegiría usted a una persona involucrada con cualquier acción ilegal para que lo representara en alguna de las dos cámaras del Congreso de la República? Su respuesta inmediata sería que no. Esto es porque seguramente, usted, su papá, su mamá, sus abuelos etc. asistieron a las urnas el pasado catorce de Marzo pensando en votar por alguien ‘nuevo’ y con buena reputación para renovar y hacer un ‘cambio extremo’ en el Congreso. Pero si usted no fue de estas personas que salió a votar a conciencia, seguramente hizo parte de las miles de personas que vendieron su voto. De pronto lo vendió al político que le va a dar un puesto a su hermana, por un tamal, un plato de lechona o unas ‘polas’. La presión electoral en Colombia no es sólo por medio de las armas. Las redes de personas como ‘la gata’ pueden imponer muchas otras sanciones sobre las personas que viven en estos municipios: dan y quitan puestos, dan y quitan concesiones, dan y quitan bienestar. Aparte de los pupilos de la gata, hay muchas otras ‘figuras políticas’ importantes que también están involucrados en varios escándalos que no permiten ese ‘cambio extremo’ que tanto se quería en el Congreso. ¿ Estudiante de Ciencia Política - Universidad de los Andes Fueron seguramente estos votos los que eligieron a los candidatos que en este momento se encuentran en el ‘ojo del huracán’. Los ‘más visibles’, pero no por su buena imagen, ni por su deseo de que conozcan su buen perfil, sino por sus contactos non-sanctos. Encabezando la lista se encuentran algunos de los candidatos a la Cámara de Representantes y Senado que fueron elegidos gracias al apoyo económico que prestó la famosa Gata. ¿Alguien se acuerda de la gata? Pues yo sí. Enilce López, alias ‘la gata’ o la ‘empresaria del chance’, fue acusada de lavado de activos, de tener vínculos con grupos paramilitares y de asesinato. Y a pesar de esto, la honorable señora quedó con cuatro representantes en el Congreso. El nombre que más sorprende es el de Héctor Julio Alfonso, su hijo. Al igual que Alfonso, elegido al Senado por el Partido de Integración Nacional (PIN), se eligió a Antonio José Correa, ex secretario de Educación en Magangué, puesto que ejerció mientras otro de los gaticos era alcalde del municipio y quien fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría por corrupción. ¿Adivinen en qué municipio sacaron la mayor cantidad de votos estos dos personajes? Sí, en Magangué. Muy curioso ¿no? Y como si fuera poco, la gata también logró ‘montar’ a la En el Partido de la U ‘saca la cara’ la ex presidenta del Senado, la Doctora –tanto por la costumbre colombiana de llamar a cualquiera ‘doctor’– Dilian Francisca Toro. La doctora tiene investigación por parapolítica y hace poco salieron unas declaraciones de alias ‘Rasguño’ diciendo que él había financiado las pasadas campañas de esta senadora (según la emisora radial La W). La siguen Armando Benedetti y Piedad Zuccardi, otros investigados por parapolítica. Por el Partido Conservador, uno de los que más llama la atención es Juan Samy Merheg Marun, hermano del acusado por parapolítica Habib Merheg. Y en la lista de Cambio Radical está el actual presidente del Senado Javier Cáceres, quién al parecer tiene una investigación preliminar en la Corte Suprema de Justicia por el caso Etesa. Tendremos que esperar para ver qué pasa, pero me parece oportuno que todos los que podamos nos quejemos desde ya de esta situación, para que en dos años no tengamos a más de la mitad de nuestro Congreso en la cárcel. Es pertinente pensar en hacer más campañas de educación política que muestren a los votantes cuáles son los beneficios que trae el votar por una persona que en realidad propone algo en pro de la comunidad. Aunque lo anterior suene un poco idealista, vale la pena intentarlo para no seguir en el mismo círculo vicioso que hemos vivido. Después de tantos congresistas cuestionados, ¿Queda alguna duda de que fallamos en realizar ese ‘cambio extremo’ que anhelábamos? El problema que enfrentamos es, que si todas estas personas ocupan sus curules, ¿Será que podremos seguir llamando Honorable al Honorabilísimo Congreso de la República? * “http://www.semana.com/wf_InfoArticulo. aspx?IdArt=90714” http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=90714 * “http://www.eltiempo.com/elecciones2010/parlamentarias/la-gata-quedo-con-4-fichas-en-el-congreso_7423257-1 *” http://www.eltiempo.com/elecciones2010/parlamentarias/la-gata-quedo-con-4-fichas-en-el-congreso_7423257-1 *Emisora Radial la W. Los partidos Liberal y Polo no se quedan atrás. En la lista Liberal están las señoras Arleth Casado y Piedad Córdoba. La primera es la esposa de Juan Manuel López Cabrales, condenado por la Corte Suprema por firmar el Pacto de Ralito (pacto firmado en el año 2001 entre jefes de grupos paramilitares y más de cincuenta políticos de diferentes regiones del país para un proyecto político que prometía “refundar al país”). Y Córdoba tiene una investigación abierta por tener nexos con las FARC, al igual que Jorge Enrique Robledo y Gloria Inés Martínez, ambos del Polo. Pero ¿Alguien hará algo con estos datos? SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 9 Especial Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Relaciones Internacionales Maria Gabriela Egas Baca Investigadora Asociada del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, Washington D.C. Es importante mantener en todo momento, tanto ante nosotros como ante los pueblos latinoamericanos, la realidad de la tesis que somos una gran potencia; que necesitamos de ellos en mucho menor grado de lo que ellos nos necesitan a nosotros; de que estamos completamente preparados para abandonar a su suerte a aquellos que no manifiesten un deseo particular de ser parte de los mecanismos de colaboración que proponemos […]” E stas palabras fueron pronunciadas en 1950 por el conocido diplomático George F. Kennan, refiriéndose al discurso de 1821 de John Quincy Adams sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. “No es probable que los latinoamericanos promuevan el espíritu de libertad ni de orden con su propio ejemplo. […] Tengo pocas expectativas respecto a cualquier resultado benéfico para nuestro país derivado de cualquier conexión futura con ellos, sea política o comercial”, dijo entonces Adams. Mientras que el planteamiento de Adams sobre América Latina era tan sólo una de las posibles percepciones de la región, éste no representaba todos los matices de la relación. Acorde con lo planteado por Jorge I. Domínguez en su libro ‘El futuro de las relaciones interamericanas’, se puede asegurar que ha habido una clara evolución en las relaciones interamericanas desde entonces y que las dinámicas han cambiado. La relación ha tenido tiempo para madurar. Mientras que Adams y Kennan se pueden encontrar en el ángulo realista del espectro político en lo que respecta a integración interestatal, las dinámicas de diseño de políticas se han alterado de tal manera que han dado paso a nuevos enfoques políticos. Tal como lo confirmó Hillary Clinton, la Secretaria de Estado de Estados Unidos durante su último tour por América Latina, la región ha cambiado su disposición para llevar a cabo sus relaciones internacionales. Cada país latinoamericano ha cambiado su posición acorde con sus intereses relativos. Ahora bien, no se puede decir que el realismo ha sido reemplazado por el liberalismo, sino que tales intereses se han visto opacados por la preeminencia de la ideología y la política de tal manera que pueden ser analizados desde una perspectiva postmoderna, si no, constructivista. Por lo tanto, es posible afirmar que la más reciente manifestación de los intereses latinoamericanos puede encontrarse en la creación de regímenes e instituciones multilaterales relativamente nuevos, tales como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Del mismo modo, recientemente en la XXII Cumbre de Río en Cancún se discutió la posibilidad de crear un nuevo organismo sin la participación de Estados Unidos ni de Canadá. De ahí que se pueda hablar de que las relaciones interamericanas han cambiado, en el sentido que relacionarse con países más grandes dentro del hemisferio ya no es visto como un obstáculo. Sin embargo, definitivamente existen desafíos por delante para estas recientes iniciativas. Integración Latinoamericana Desde la finalización de los primeros movimientos independentistas en la región latinoamericana, los esfuerzos para lograr una integración regional han sido frecuentemente intentados. Muchos de ellos fueron liderados por el ‘Libertador’ venezolano, Simón Bolívar. A principios del siglo XIX, Bolívar envió misiones diplomáticas especiales por la región para consolidar tratados de confederación entre los recientemente independizados países latinoamericanos (Montaruli, 197). Incluso en ese período, tal como lo expresó a Francisco de Paula Santander, Bolívar no aprobó la invitación a Estados Unidos a dichas reuniones con el resto de líderes latinoamericanos para discutir los temas ya mencionados. Sin embargo, a pesar de que el proyecto bolivariano fracasó tal como fue concebido originalmente, logró sembrar tanto el concepto de unidad latinoamericana como la posibilidad de consolidar un bloque de naciones que pudiera representar a la región, especialmente en procesos de negociación que podrían eventualmente incluir a Estados Unidos. Pag. 10 Aquí se puede ver que Estados Unidos nunca fue visto como un miembro dentro de este proceso de integración. Por el contrario, se esperaba que estuviera dispuesto a aceptar una contraparte en el hemisferio antes que postularse como un factor integral dentro de estos nuevos regímenes. El resultado más importante de la XXII Cumbre de Río: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños Más recientemente, la mira ha estado en la última Cumbre de Río en Cancún. De acuerdo a la cadena de televisión Telesur, 32 naciones estuvieron presentes y todas unánimemente aceptaron la creación de un nuevo organismo regional cuyo objetivo sea unir a los países de América Latina y el Caribe para constituir una única voz en los foros multilaterales. El aspecto más notorio es la ausencia tanto de Estados Unidos como de Canadá, lo cual puede ser visto como una manera de debilitar el tradicional rol dominante de Estados Unidos en los organismos multilaterales. El intento de cooperación sur-sur, bautizado como Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CLAC), todavía está en proceso de consolidación y empezará a operar oficialmente en el 2011 en la próxima Cumbre de Río. Dicho organismo incluirá al Grupo de Río y a la Comunidad del Caribe (CARICOM). Pronunciándose sobre el tema, el presidente mexicano Felipe Calderón aseguró que la creación de este régimen responde a una creciente necesidad de tener un espacio regional que pueda unir a todos los países en un único foro. Así mismo, Hugo Chávez aseveró que esto guarda cierta resonancia con los primeros pasos de integración regional tomados por Simón Bolívar. Integración inter-americana o inter-latinoamericana La pregunta que inevitablemente emerge es con respecto al destino de la Organización de Estados Americanos (OEA). Lo más probable es que no sea amenazada de ninguna manera, ya que está estipulado que la CLAC trabaje paralelamente con la OEA y no en oposición. Sin embargo, hay muchos factores que se deben analizar en este punto. El primero de ellos es que los objetivos, principios y prospectos de la CLAC no son muy claros aún. Del mismo modo, es necesario cuestionar si remover la presencia de Estados Unidos y de Canadá en cuestiones de integración americana, es un factor determinante para lograr más libertad, permitir una segunda independencia (como lo asegura Chávez), o lograr un foro que propicie una agenda más legítima. Lo que sí está claro es que rechazar la presencia de Estados Unidos, y de Canadá no puede ser explicado sin incluir factores ideológicos. En una entrevista del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos (COHA) a Eduardo Vergara el co-director de la organización Asuntos del Sur, este último sugirió que la naturaleza de la CLAC es todavía un tema que espera a ser analizado y completamente entendido dada la limitada información disponible acerca de este nuevo organismo. No obstante, Vergara afirma que los regímenes multilaterales, específicamente en América Latina, de por sí tienen dificultades en su funcionamiento, ya que los países latinoamericanos actúan como ‘islas’. Es decir, la comunicación entre los países es pobre y muy limitada. De ahí que se pueda aseverar que la creación de otro organismo multilateral es inútil si se permite que esta situación continúe. Adicionalmente, si la CLAC llegase a desafiar directamente y con éxito a la OEA, Vergara asegura que sin esta última organización ya no habría un espacio, menos aún un foro en donde todos los estados americanos tengan el mismo voto. Por estas razones, se justifica un escepticismo hacia los objetivos que se buscan lograr, aparte de la sola exclusión a Estados Unidos y a Canadá. La conclusión es que puede que todavía sea demasiado pronto para determinar si la CLAC tiene una raison d’être. Desafíos futuros en los procesos de integración regionales A pesar de que es difícil predecir el futuro de las relaciones interamericanas, es posible vislumbrar algunos desafíos. Antes que nada, es necesario enfatizar que, SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Especial Mayo / Junio 2010 · Edición 13 como lo planteó el teórico político alemán Carl Schmitt, entre más polarizado esté un tema, más político se torna. Entonces, debido a la extrema polarización de este tema, se puede afirmar con convicción que el proceso político de integración interamericana es por naturaleza impredecible. Queda por analizar si el reciente intento de integración es exitoso a pesar de no incluir el apoyo de economías más grandes como la estadounidense y canadiense, y si hay razones que justifiquen su existencia aparte de motivos ideológicos y políticos. De la misma manera, también es posible cuestionar si procesos de integración como la CLAC tienen un fututo independientemente de la coyuntura política del país miembro. Por ejemplo, ¿se retiraría Venezuela del ALBA sin Chávez? O, ¿se retirará Chile de la UNASUR sin Bachelet? Estas son preguntas que denotan la volatilidad de estas entidades regionales y sacan a relucir cuestionamientos de si estas organizaciones tienen una razón para existir en sí mismas o si es que son figuras estrictamente decorativas que pretenden desafiar un status quo “imperialista”. Consecuentemente, estos regímenes sólo pueden ser considerados como precedentes políticos cuya razón de ser empieza y termina ahí mismo. Sin embargo, lo que es cierto es que América Latina, muy al contrario de lo declarado por Kennan, ha abandonado la perspectiva de ver a Estados Unidos como una fuente de poder legítimo e inigualable y ha empezado a creer que si se consolida un bloque latinoamericano podría contrarrestar su vasta influencia en el hemisferio. A pesar de que este tema está sujeto a mayor análisis, se concluye que la CLAC tiene el potencial de convertirse en una de las tantas organizaciones latinoamericanas que los países miembro prefieren mantener que desintegrar porque es política y económicamente menos costoso. Bibliografía *Dominguez, Jorge. ‘The Future of Inter-American Relations: States, Challenges, and *Likely Responses’. The Future of Inter-American Relations. New York: Routledge, 2000. * Kellogg, Paul. “Regional Integration in Latin America: Dawn of an Alternative to Neoliberalism?” New Political Science. Volume 29, Number 2, June 2007. * Montaruli, Silvana. “El concepto de integración en el discurso de Simón Bolívar”. Las relaciones interamericanas. Continuidades y cambios. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, 2008. *Smith, Joseph. “The United States and Latin America. A history of American diplomacy, 1776-2000”. New York: Routledge, 2005. La cita en su idioma original es: “[It is] important to keep before ourselves and the Latin American peoples at all times the reality of the thesis that we are a great power; that we are by and large much less in need of them than they are in need of us; that we are entirely prepared to leave to themselves those who evince no particular desire for the forms of collaboration that we have to offer […]” Rene Urueña ¿ Profesor Asistente y Director del Area de Derecho Internacional Facultad de Derecho - Universidad de Los Andes. Para qué enseñar derecho internacional? La respuesta a esa pregunta es radicalmente diferente en el contexto de un programa de derecho y en el contexto de una un programa de ciencia política. A pesar de que ambas disciplinas tienen un evidente interés en la regulación jurídica de las relaciones internacionales, la realidad es que para cada una de ellas, el “derecho internacional” es algo completamente diferente. En esta breve nota, quiero proponer una lectura crítica de la relación entre el derecho internacional y las relaciones internacionales como disciplina. Una ética cosmopolita light Creo que, en un mundo de profundas divisiones morales y de pluralismo en valores, el derecho internacional se ha transformado para la disciplina de las relaciones internacionales en un atajo para argumentar que no todo vale, que existe algo más allá de la simple negociación de intereses en el contexto global. La guerra en Irak no solo era mala: era una violación a la Carta de las Naciones Un- SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política idas. Los graves actos en Ruanda no solo eran inmorales: fueron un genocidio. Así, el derecho internacional se ha convertido en una especie de ética cosmopolita light, a la que le han exorcizado sus demonios políticos y controversiales orígenes coloniales, dejando entonces sólo una especie de “lenguaje común de la humanidad” que usa a su favor el valor normativo del derecho para recrear un estándar ético universalizable que no genere sospechas inmediatas. Ya no somos ingenuos, el de la fin de la historia ya no nos seduce, todos sabemos que el terrorista de uno es el justiciero de otro. La disciplina de las relaciones internacionales requiere estándares más complejos: de guerras justas e injustas pasamos a guerras legales e ilegales, suponiendo que, si bien la “justicia” de una guerra es algo demasiado subjetivo para ser útil como estándar de juicio, su “legalidad” puede sernos más útil para un debate constructivo. La crítica de la universalidad de los derechos humanos es algo demodé – demasiado radical o demasiado reaccionaria para ocuparnos hoy. Más bien, se parte de la premisa de que sí hay un acuerdo sobre ciertos fundamentales (por ejemplo, los derechos humanos) y a partir de allí, discutimos el pluralismo, la diversidad. ¿Y cómo justificamos este acuerdo presunto sobre lo fundamental? Allí está el atajo: en vez de sumergirnos nuevamente en las pantanosas aguas del debate ético, el derecho internacional nos entrega estas brillantes piezas de irreductibilidad y certeza (“crímenes de lesa humanidad”, “proporcionalidad en acciones armadas”) a partir de los cuales podemos estructurar un discurso crítico en relaciones internacionales que camine la estrecha línea entre el optimismo y el cinismo. En busca de la justificación perdida Si por las relaciones internacionales llueve, del lado de los abogados no escampa. Los internacionalistas hemos tenido nuestra propia epifanía. El estructuralismo, los estudios críticos legales, la escuela del proceso legal, el movimiento de derecho y sociedad, y un muy largo etcétera, nos han mostrado que nuestra obsesión con los tratados como fuente del derecho internacional, con el Estado como su sujeto, son reflejo de un mundo que parece ya no existir. Se volvió un lugar común decir que el Estado Nación está en crisis, que los protagonistas son ahora las ONG´s, las compañías multinacionales, las redes regulatorias informales, los migrantes. Discutir si una norma es jurídicamente vinculante parece ser más un estertor de polvoriento tinterillo, que una práctica del verdadero abogado global, bien familiarizado con el soft law. La epifanía del abogado internacionalista es instrumentalista: ya que no existe un mecanismo centralizado de creación normativa internacional, ni existe tampoco un supra – Estado global que sancione las violaciones al régimen jurídico internacional, es claro que el derecho internacional no tiene un valor normativo en sí mismo, sino deriva su importancia de los resultados que logre obtener. Así, el derecho internacional parece incapaz de entregar certeza alguna, y gira a las relaciones internacionales para importar un vocabulario que le permita expresar su valor normativo en términos diferentes a los propios. El problema ya no es de legalidad, sino de legitimidad. Las normas jurídicas son regulación y soft law. La responsabilidad es un problema de incentivos y de teoría de juegos. Y, por supuesto, el ejercicio del poder es global governance. El derecho internacional se convierte así en una especie de intermediario de conocimiento, dolorosamente acomplejado por sus limitaciones como discurso normativo, y siempre listo para adoptar el último desarrollo en las relaciones internacionales para ser tenido en cuenta. Juego de espejos El derecho internacional sirve en las relaciones internacionales para un fin que los propios abogados desconocerían. A su vez, el aparato conceptual de las relaciones internacionales es útil para el derecho internacional de una forma que los mismos expertos en la disciplina encontrarían poco ortodoxa. Creo que este juego de espejos no obedece sólo a falta de conocimiento. Al menos desde Morgenthau, existe una larga tradición de expertos con un pie en cada disciplina, y el reciente trabajo de Anne-Marie Slaughter es un buen ejemplo contemporáneo. Me parece que es un problema estructural en cada disciplina. Hay un vacío en el centro de cada una de ellas, una especie de falta de norte, que las obliga a referirse a la otra para encontrar la certidumbre que cada cual es incapaz de proveer. Después de varios ciclos de crisis, deconstrucción y reconstrucción, en cada disciplina se ha vuelto a tal punto cuestionable la posibilidad de entregar respuestas correctas, que es necesario importarlas de la disciplina vecina. El problema es que el vecino está haciendo lo mismo, y así, en un círculo interminable. Pag. 11 Especial Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Ralf J. Leiteritz Profesor Asistente – Departamento de Ciencia Política Universidad de los Andes Nicolás Mejía Riaño Politólogo - Universidad de Los Andes Por definición, el campo de las Relaciones Internacionales es interdisciplinario. Se fortalece al importar elementos de otras áreas de las Ciencias Sociales tales como la Historia, la Filosofía, la Economía, la Psicología, la Sociología y la Antropología. Más, sus orígenes como una sub-disciplina de la Ciencia Política sólo se producen a finales de la Segunda Guerra Mundial. Su inclusión en el currículum de la Ciencia Política tiene así un tinte específicamente estadounidense, como bien describe Stanley Hoffmann en su ensayo de 1977: “Las Relaciones Internacionales: ¿una disciplina americana?”. Para bien o para mal, en la Universidad de los Andes hemos categorizado las Relaciones Internacionales como parte de la Ciencia Política. Naturalmente, esto tiene ventajas y desventajas. Dos posiciones defendiendo y criticando esta inclusión pueden identificarse. Que se esté produciendo en realidad un debate entre ellas ya es otra pregunta. Parecería, más bien, un “diálogo entre sordos”, con muy poca retroalimentación entre perspectivas antagónicas. Pero una “vía media” es posible. En lo que sigue, describiremos brevemente los dos polos del debate para luego esbozar un compromiso entre ellos. Por un lado, integrar las Relaciones Internacionales dentro de la Ciencia Política le otorga a la disciplina una identidad delineada y un bagaje metodológico como ciencia social, tal y como sucede con sus campos hermanos dentro de la Ciencia Política (ej. Política comparada). Los estudiantes aprenden a analizar los problemas históricos y contemporáneos de las Relaciones Internacionales desde la perspectiva del “método científico”. Las “teorías de rango medio” (middle-range theories) son diseñadas con el propósito de ser probadas a través de estudios empíricos, permitiendo a su vez la posibilidad de que sean substituidas por “mejores” teorías. Los académicos en este campo usualmente ven poca utilidad en las llamadas “grandes teorías” (grand theories) de las Relaciones Internacionales, como el realismo, el liberalismo o el marxismo, dado que estas no son susceptibles de ser probadas empíricamente y son, por tanto, difíciles de falsear – una característica indispensable de una teoría según el positivismo. La acumulación del conocimiento se torna progresiva en la medida en que aquellas teorías que han sobrevivido las pruebas empíricas son (al menos temporalmente) aceptadas como “ciertas” por la comunidad académica. El negocio de los investigadores en Relaciones Internacionales se centra así en el desarrollo de teorías e hipótesis y/o pruebas empíricas. Las teorías no deben ser demasiado “grandes” como para volverse imposibles de probar ni tampoco demasiado “pequeñas” como para comprometer su capacidad de generalizar más allá de fenómenos individuales. El probar las teorías o sus hipótesis concomitantes es un proceso que debe seguir el libreto estándar del “método científico”. El corolario de esto es que hay “teorías útiles” orientadas a explicar los procesos y resultados en las relaciones internacionales. Ejemplos de esta perspectiva incluyen las explicaciones sobre las políticas económicas internacionales de los Estados, la emergencia y solución de las guerras civiles, la adopción y cumplimiento por parte de los países de tratados legales internacionales, la lógica de la cooperación entre Estados, o los efectos de la globalización económica en la política doméstica y viceversa. Una variedad de hipótesis han sido desarrolladas para explicar las escogencias que los Estados hacen en las relaciones con sus pares o para explicar las respuestas de estos a procesos que se originan más allá de sus fronteras. Algunas teorías han recibido más apoyo que otras, pero, contrario a la imagen estándar del progreso científico, muy pocas (si algunas) teorías, han sido rechazadas a través de las décadas por la comunidad académica. Para la mayoría de los problemas que le interesan a las relaciones internacionales actuales, el jurado aún delibera sobre cuáles teorías tienen más poder explicativo. Así, en lugar de un consenso cumulativo sobre verdades establecidas, se escucha una cacofonía teórica. De otro lado, académicos e investigadores europeos, o más bien gente fuera de los Estados Unidos, lamentan la pérdida de interdisciplinariedad como resultado Pag. 12 de la “doble hegemonía” del positivismo y el materialismo en la versión estadounidense de las Relaciones Internacionales, cuestionando de paso el dominio implícito de la Economía, vista como la “nave nodriza” de la disciplina. En su lugar, enfatizan la importancia y preponderancia de otras disciplinas de las ciencias sociales, como Historia o Filosofía. De hecho, muchos académicos no-estadounidenses han realizado sus carreras desde fuera de la Ciencia Política. Por tanto, son menos proclives a desarrollar teorías de rango medio, susceptibles de pruebas empíricas. Al poseer el “panorama completo” de las relaciones internacionales, plantean interrogantes tales como: ¿cómo se formó el actual sistema internacional, sus actores y estructuras? o ¿cómo se aplican las nociones de justicia y equidad en el sistema internacional contemporáneo? De lo anterior se sigue que las preguntas normativas ocupan un lugar central en los escritos de varios académicos no-estadounidenses. En lugar de explicar resultados específicos dentro de las relaciones internacionales, estos investigadores han sido entrenados para entender los cambios históricos del sistema internacional, los cuales van más allá de la importancia exclusiva del Estado y de los conceptos contingentes que se emplean para analizar las acciones de los actores en la arena internacional. Los ejemplos incluyen todo el espectro de las teorías post- o más bien anti-positivista, como el neo-Gramscianismo, post-modernismo, feminismo o post-colonialismo. Estos enfoques rechazan explícitamente el método científico, el cual consideran basado en falsas promesas de objetividad y en una forma implícita de imperialismo. En su lugar propenden por una perspectiva multidisciplinaria que, en la mayoría de ocasiones, es equiparable con el “todo vale” en términos metodológicos. Los puntos de vista novedosos respecto al funcionamiento de las relaciones internacionales son más importantes que el rigor metodológico: mientras que una teoría produzca nuevas perspectivas, debe ser juzgada por sus propios méritos. Consideremos por ejemplo el caso de la llamada “Escuela Inglesa”, la cual plantea que los Estados forman una comunidad y que actúan de acuerdo a principios, normas y valores comunes. Esta proposición no puede ser “probada” contra la noción realista, según la cual la estructura anárquica del sistema internacional obliga a los Estados a la maximización continua del poder en procura de su seguridad o supervivencia. Así, en la medida en que las pruebas empíricas sean vistas como “batallas de gladiadores” cuyo fin es decidir cuál teoría es la correcta, llegaremos a un callejón sin salida, dado que una multiplicidad de las acciones observables de los Estados son consistentes con ambas teorías. Entonces, ¿cómo podemos rechazar el positivismo ingenuo sin caer en la trampa del relativismo metodológico? Creemos que un compromiso es posible y necesario, en la medida en que permite superar el estancamiento metodológico en el que se encuentra el debate dentro de la disciplina. Tanto los académicos como los estudiantes deben ser exhortados a investigar interrogantes de interés en las relaciones internacionales contemporáneas: una vía media debe ser hallada entre el uso estéril de la “belleza metodológica” y la discusión profunda sobre los conceptos “esotéricos” importados de disciplinas adyacentes - cada uno sin un fin específico. Los académicos deben enfocarse activamente en temas o preguntas que tengan relevancia directa o indirecta para la comunidad nacional o internacional fuera de la “torre de marfil”, incluyendo actores domésticos y transnacionales que se encuentran sobre o bajo el Estado-Nación. Luego de haber encontrado estas preguntas, es menester evitar la idea de que solamente el canon metodológico positivista permitirá responderlas. En su lugar, es necesario tener una mente abierta respecto de la multiplicidad de metodologías que nos presentan las ciencias sociales en su conjunto. La selección de la metodología adecuada debe depender de la pregunta, no del “arma metodológica” del investigador. Lo anterior es una cuestión complicada para la mayoría de académicos, debido a que usualmente han sido entrenados para usar metodologías cuantitativas o cualitativas, y rara vez son proficientes en ambas. Como resultado, se centran en buscar preguntas susceptibles de amoldarse a sus herramientas metodológicas preferidas. En otras palabras, ignoran preguntas interesantes y/o relevantes sólo porque no pueden analizarlas con su “arma favorita”. Así, consideramos que la investigación en las relaciones internacionales debe ser guiada por los problemas e interrogantes que tienen una motivación académica y un impacto en las vidas de los individuos en el sistema internacional actual. P.D.: Si desean aprender más sobre nuestra “vía media” metodológica, los remitimos al siguiente artículo: Peter J. Katzenstein y Rudra Sil “Eclectic Theorizing in the Study and Practice of International Relations”. En: Christian Reus-Smit y Duncan Snidal (comps.), Oxford Handbook of International Relations. Oxford: Oxford University Press, 2008, pp. 109-130. SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Especial Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Ralf J. Leiteritz Profesor Asistente - Universidad de los Andes La Misión de Política Exterior de Colombia lanzó el pasado 16 de abril su informe final al público. En este artículo quiero ofrecerles una perspectiva crítica acerca de este informe – cuya publicación y el trabajo colectivo de los autores durante más de un año yo celebro –, y no tanto sobre sus propuestas sino sobre los supuestos de los cuales partió. No voy a hacer una exégesis detallada del informe, sino de los elementos analíticos que hacen falta. Haré tres observaciones principales: (1) el informe no analiza a fondo las implicaciones presupuestales de sus propuestas; (2) el informe parte de algunos supuestos sobre el futuro de la política internacional que son arriesgados; y (3) el informe refleja una perspectiva liberal, tanto en el campo político como en el económico, y tengo dudas sobre la adhesión a la doctrina del liberalismo económico en el contexto actual. Soy extranjero y por esto no conozco bien los intentos que hecho la comunidad académica en el pasado para aconsejar sobre política exterior colombiana. Tengo entendido que este tipo de ejercicios se hicieron varias veces y obtuvieron resultados inocuos. El impacto de un informe no depende de sus autores, y habrá que esperar para saber si este trabajo va a tener un tiempo de vida más largo que el que tuvieron sus antecesores. No obstante, y llegando a mi primera observación crítica, la acogida del informe en la política puede complicarse por su falta de sugerencias concretas para financiar las iniciativas propuestas. Es bastante improbable que el presupuesto de la Cancillería vaya a aumentar en un futuro cercano, y por esto las nuevas iniciativas tendrían que ser financiadas recortando gastos en otro sector. En el informe, salvo cuando se trata la lucha anti-drogas, es bastante difícil encontrar una propuesta específica sobre cómo el gobierno colombiano puede actuar en términos financieros. Y sin sugerencias presupuestales concretas, un tomador de decisiones políticas puede terminar por rechazar el informe, a pesar de que este contenga iniciativas importantes. Segunda observación crítica – un poco más elaborada. El informe toma del presente unos supuestos analíticos que son cuestionables en el largo plazo. Me explico: el informe enfatiza que el mundo de hoy es diferente al del pasado. No cabe duda sobre este punto. No obstante, el futuro también puede ser diferente al presente. En el presente vivimos la lenta caída de los Estados Unidos como país hegemónico en el sistema internacional, al mismo tiempo que surgen países como China y Brasil como grandes potencias. Y hoy en día el tema de los Derechos Humanos ocupa un lugar primordial en la agenda mundial. El informe considera claves estas dos tendencias para reformular la política exterior colombiana. Pero me pregunto, ¿Qué pasaría si en un futuro cercano estos puntos cambiaran? Es decir, si los factores determinantes de la política internacional hoy no son los mismos en cinco años, ¿Esto requeriría otra Misión para formular una nueva política exterior para el país? Sólo teniendo en cuenta los altibajos y vaivenes de la política internacional, y haciendo este tipo de informes con una metodología de escenarios, se llega a propuestas que son relevantes bajo circunstancias diferentes. Les doy dos ejemplos. Primero, ¿qué pasaría con la política de los Derechos Humanos del país si Sarah Palin llegara a ocupar la presidencia de los Estados Unidos? Claro, algunos principios no deben cambiar. Pero, ¿este hecho no cambiaría el cálculo político en Colombia? ¿Cómo pueden reaccionar a este cambio quienes deciden sobre la política exterior colombiana? Más allá de los principios, intereses y valores irrenunciables en el tema de los Derechos Humanos, ¿cuáles son las posibles o recomendadas estrategias de los expertos para enfrentar semejante situación? Segundo ejemplo: hace veinte años se habló mucho del ascenso de Japón a la liga de las grandes potencias. Se decía que el mundo iba a cambiar fundamentalmente y todos los países y demás actores en la política internacional debían mirar hacia Oriente ¿Suena familiar? La misma afirmación se encuentra en el informe de la Misión en cuanto a China. Es decir, China hoy es el Japón de 1990 y la razón principal para enfocarse en Oriente. Sin embargo, hoy en día no se habla de Japón como un factor determinante en la política internacional. La potencia asiática emergente se auto-tumbó SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política por razones domésticas. El país cayó en una profunda crisis económica en los años 90, de la cual no ha salido de todo. Lo mismo le puede pasar a China en un futuro no muy distante. La burbuja, con tasas de crecimiento al rumbo de 10% anuales, puede y de hecho va a terminar en algún momento. Ojalá no en una forma dramática, pero el ‘milagro chino’ va a terminar. Para esta eventualidad la política exterior del país debe prepararse. Me parece bien que Colombia piense en propuestas para apostarle al ‘siglo asiático’, pero debe tener en cuenta que nada garantiza que China vaya a reemplazar a los Estados Unidos como país hegemónico en el siglo XXI. Como dicen los gringos: ‘esta película ya la vimos antes’. El informe extrapola estas tendencias actuales sin tener en cuenta factores perturbadores (wildcards en inglés). Plantear diferentes escenarios es una forma de reconocer que los factores determinantes de la política internacional pueden variar con el tiempo. Por último, en el informe se nota una cierta adhesión a las doctrinas del liberalismo. Por el lado político, se enfoca en valores universales como los Derechos Humanos. Por el lado económico, insiste en que es necesario apostarle a la liberalización comercial, buscando nuevos socios como China para firmar tratados de libre comercio. Sin lugar a dudas, esta tendencia ideológica en el informe es producto de una inclinación liberal que tienen quienes componen la Misión: politólogos/as para la parte política, y economistas para la parte económica. Sin embargo, estos dos lados del liberalismo no siempre van de la mano. A mi modo de ver, las propuestas basadas en el liberalismo político tienen menos riesgo de cambiar que las del liberalismo económico. Aunque la crisis económica global actual no tenga su fuente en el comercio sino en las finanzas, sus repercusiones van a afectar el paradigma liberal sobre los supuestos beneficios del libre comercio para todos los países y sociedades que lo practican. Tarde o temprano no se seguirá cuestionando sólo el libre flujo de capital dentro y entre los países, sino también el libre intercambio de bienes y servicios. En fin, estamos ante un cambio en el discurso económico internacional, que ni siquiera aparece como referencia en el informe. Por los sesgos teóricos de los economistas que formaron parte de la Misión, ellos no consideraron este cambio intelectual que está en gestión. Pag. 13 De cronopios y famas Mayo / Junio 2010 · Edición 13 dades de que la gente no supiera cómo marcar eran más altas frente a la probabilidad que Valencia fuera vista como una amenaza por otro partido. Las estrategias para ganar votos son diversas: muchos los compran, algunos recurren a la fuerza, pocos hacen campaña limpia, y de vez en cuando, una que otra recurre a la sexualidad. Esta última fue la estrategia adoptada por María Fernanda Valencia. Maria Paz Berger 7 Estudiante de Ciencia Política - Universidad de Los Andes .628, ese es el número de votos que obtuvo María Fernanda Valencia Falquez, candidata del Partido de la U a la Cámara por Bogotá. 7.628 es el resultado oficial que entregó la Registraduría Nacional y no sé si se trata de la cifra real –entre las idas de luz, la caída del sistema y las pataletas de los pre-candidatos del Partido Conservador. Lo que sí sé, es que la aspirante a congresista se acostó a dormir la noche del 14 de marzo sabiendo que había sacado 7.628 votos. Tarea que pocos como Jean-Marie Le Pen –político francés de extrema, insisto, extrema derecha –, o el uso del símbolo de la Cruz Roja en una operación militar, han logrado llevar a cabo. Pero esto era demasiado. La reacción de los que estaban alrededor mío fue lógica y predecible: “uishhh, memorícese el número. ¿Cómo es que es? Ah, sí. 104.” Yo sólo pude musitar en un suspiro inaudible, “que boleta”, seguido de un resignado “fijo queda”. Cierro paréntesis. Aparte de su aparición en la revista SoHo y publicidades políticas pagadas en los diarios nacionales, fue realmente poco lo que se oyó en términos de propuestas. Se esperaría que saliera con la clásica formula ‘educación, trabajo y salud’ acompañada de uno que otro discurso maternalista sobre la importancia de los niños como el futuro del país. Pero nada. Ni mu. Claramente, éste número no fue suficiente para ostentar el tan codiciado cargo, aún cuando ella pensaba que todo estaba a su favor. ¿Y por qué no habría de estarlo? Primero, el partido más popular del país estaba de su lado. Segundo, su campaña era simple y llamativa: ‘si quedo, me empeloto’. Y por último, contaba con la revista SoHo como medio de difusión, una de las revistas con mayor circulación en el país. Me considero una persona de mente abierta y lograr escandalizarme es una tarea supremamente difícil. Pag. 14 Como cuarta hipótesis, se me ocurrió que de pronto era un chiste. Parecido a esos que hacen los desocupados que van a reality shows de concursos de talento sólo para ‘ver qué pasa y reírme un rato’. Pero no. Ese chistecito no sale barato y la mayoría de los electores colombianos se toma las promesas muy en serio. Finalmente, y algo tarde, llegué al razonamiento que debí adoptar desde el principio. Digo que llegó algo tarde en la medida en que soy una aspirante a politóloga entrenada para pensar pragmáticamente. Lo único que María Fernanda tuvo que invertir fueron unas horas de poses sugestivas frente al lente de un fotógrafo célebre, probablemente un buen diseñador gráfico experto en photoshop, y unos minutos de negociación con el editor de tan ‘fantástica’ revista sobre lo que se haría una vez María Fernanda saliera victoriosa de la jornada electoral. Abro paréntesis: iba caminando por la calle ‘T’ cuando vi un afiche lo suficientemente grande para no pasar desapercibido. El afiche mostraba a una mujer en la portada de la revista en cuestión. Asumí que debían andar mal en ventas por lo que necesitaban promocionarla en lugares donde transita el estereotipo del lector de SoHo, para recordarle que hay una revista de 199 páginas, de las cuales 167 son avisos publicitarios, esperándolo en los stands de Carulla. Seguí derecho, pero hay algo en mí que me hizo frenar en seco y satisfacer ese deseo irreprimible de devolverme para verificar que lo que creí ver era cierto. ¿Será? No. Imposible. De todas formas me devolví y confirmé lo que tanto temía. Debajo de la foto decía: ‘Partido de la U. Marque 104’. Mi curiosidad y mi gusto por reírme del oso ajeno me obligaron a saber más. Entre más información tenía, más se iba acercando mi mandíbula al piso. Ante mis ojos se encontraba una mujer atractiva de cuarenta-y-tantos ofreciendo su cuerpo a cambio de un puesto. Esto me llevó a formular una tercera hipótesis: María Fernanda se arrepintió en el momento en que se imaginó que si quedaba, le sería invivible el hecho de saber que cada vez que se paseara por los corredores del Capitolio muchos de sus homólogos, ilustres estadistas, y posiblemente suscriptores de la revista, se la imaginarían en el Salón Elíptico como la habrían visto más temprano en los baños de sus casas. ¡Pobre honorable representante! Al arrepentirse, en un lapsus de lucidez, la candidata habría optado por hacerse una contra-campaña secreta para desanimar a sus electores a votar por ella. Pero esta hipótesis era aún más improbable que la anterior. Valencia ya se había metido de cabeza y habría sido ridículo (aún más) salirse a estas alturas del partido; de haberlo querido, simplemente habría retirado su candidatura. Sus aspiraciones de poder seguramente superaban los comentarios de los demás congresistas. http://www.soho.com.co/photos/Generales/ImgArticulo_ T1_7148_2010217_173046.jpg Hasta que por fin llegó el esperado día en el que se sabría si iba a tener que compartir más horas con el fotógrafo de SoHo pero, por supuesto, con menos ropa. Pero el electorado colombiano mostró preferencia por otros candidatos. Por un instante pensé que los sufragantes habían madurado, y que habían hecho una investigación más seria de su menú de opciones para votar más a consciencia. Pero cuando vi que Lucero Cortés también quedó, cayó mi primera hipótesis. Segunda hipótesis: a María Fernanda le robaron votos. Una buena parte de los votos anulados seguramente eran para ella. Pero esta suposición tampoco servía. El electorado se había mostrado bastante confundido con eso de los tarjetones y las probabili- Mi cálculo fue el siguiente: de los 7.628 votos, seguramente 1.673 pertenecen a sus amigos de Facebook, de los cuales 673 fueron agregados durante la campaña, 500 son conocidos, 400 colegas y amigos, y los 100 restantes son familiares cercanos y lejanos. Cada una de estas personas pudo haber votado por ella por solidaridad, curiosidad u obligación. De los 6.000 restantes, unos 4.000 deben ser suscriptores de SoHo que le creyeron y que sabían que no perderían nada dado que de todas formas recibirán el próximo número con o sin María Fernanda en las páginas centrales. De los 2.000 restantes, asumo que la mitad votaron por ella porque se equivocaron de número o porque el azar los llevó a marcar el 104. De la otra mitad, 998 fueron personas que seguramente sí creyeron genuinamente en las capacidades de la aspirante para cambiar el país y le otorgaron su voto en un acto de buena fe. Finalmente, los últimos dos votos, son más que obvios: el de María Fernanda porque uno siempre vota por uno, y el de la señora Falquez de Valencia porque la mamá de uno siempre vota por uno. Muchos pensarían que yo voté por ella, razón por la cual escribo éste artículo. Pero no. Mi sentido común me impide caer en esas payasadas y además me robaron la cédula días antes a las elecciones. Seguramente sí voté en Magangué, y seguramente por el partido que Claudia López llama tan audazmente ‘Paramilitares Insistiendo Nuevamente’. Pero el hecho es que no voté por María Fernanda Valencia. Después del cálculo rápido descrito anteriormente llegué a mi quinta, última, y más probable hipótesis: a María Fernanda nadie la quiere ver en bola. SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política De cronopios y famas Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Wilber Jiménez Estudiante de Economía - Universidad Externado de Colombia E l Gobierno francés, encabezado por Nicolas Sarkozy y su Ministro de Inmigración e Identidad Nacional Éric Besson, lanzó a principios de noviembre de 2009 un gran debate en dicho país por medio de una pregunta clave: ¿Para usted, en qué consiste ser francés?. Esta iniciativa tenía como fin principal descubrir, aprender y estimular lo intrínsecamente galo. Permitiendo así afirmar la identidad nacional y reafirmar el orgullo de ser francés, a la vez de crear un contrato de integración republicana entre el inmigrante y el Estado francés para que los foráneos conozcan la lengua y los valores de la República. Tal actividad fue llevada a cabo por medio de reuniones abiertas organizadas por los perfectos franceses (Delegados de Gobierno) en sus respectivas jurisdicciones y por medio de la habilitación de una página en internet en la que todo el que quiso participar pudo hacerlo. A pesar del entusiasmo del Gobierno en el mencionado debate, la izquierda francesa calificó la iniciativa como una estrategia electoralista y falsa. Falsa o no es una propuesta de la cual se pueden sacar conclusiones muy interesantes y no caería mal implementarla no sólo en otros países en los cuales los grupos inmigrantes son significativos (más de un décimo de la población en Francia es inmigrante), sino también en cualquier otro que quiera afirmar su identidad y reafirmar su orgullo. Por mi parte, debido a la curiosidad que me suscitó tal iniciativa francesa, decidí aventurarme y hacer un muestreo de lo que se podría encontrar en Colombia si se hiciera tal iniciativa. Entonces me propuse preguntarle a cuanta persona me encontré lo siguiente: “Para usted, ¿en qué consiste ser colombiano?”. Y se me ocurrió que en la respuesta se hiciera explícito si se sentían orgullosos y por qué. A través de este artículo expondré las conclusiones a las que he llegado. Antes de entrar en materia tienen que saber que, con el ánimo de hacer esto lo más serio posible, me esforcé por que las personas preguntadas no pertenecieran a un mismo grupo. Pregunté a estudiantes de postgrados, pregrados y colegios, a emigrantes, adultos mayores, niños y empleadas de servicio. Hombre, me lo tomé enserio. A las dos semanas de haber empezado deseaba seguir ampliando el número de personas encuestadas y el tipo de ellas. Sin embargo, al ver que la inmensa mayoría de las respuestas eran del mismo corte, perdí la esperanza de encontrar otro tipo de respuesta y creí que con el material existente se podría trabajar. Ahora sí, veamos los resultados. A pesar de que varios –casi la mitad- de los encuestados expresaron que nunca se habían hecho este cuestionamiento, el patrón de respuesta estuvo dado por la mani- festación que ser colombiano consistía en pertenecer a este país, en saber que hay un territorio que les pertenece por ser colombianos. Ser Colombiano consiste también en ser una persona que, a pesar de todas las problemáticas como corrupción, terrorismo, desempleo o hambruna, siempre encuentra el lado feliz ante tales situaciones y busca salir adelante. Ser Colombiano es, para mis encuestados, estar en un país con diversidad de sus regiones. Ellos se sienten orgullosos de esta diversidad, de la variedad en la cultura y de la riqueza natural del país (a pesar de que los recursos naturales sean mal explotados). Valga contar que particular fue el sentimiento que expresaron los emigrantes en sus respuestas: Colombia, su país, les generaba un magnetismo especial. Después de analizar las expresiones utilizadas por los encuestados y sus respuestas, como tal me queda que: ser colombiano es pertenecer a Colombia, es sentirla como suya, es haber vivido en ella, haber comido de su fantástica riqueza culinaria, es seguir adelante frente a las adversidades y ser feliz ante ellas, es haber sufrido todos sus problemas. Ahora bien, miremos en detalle esto. Ahora, con respecto a la fuerza de superación ante las dificultades, sí creo que existe. Sin embargo dudo que sea algo natural como muchos lo manifestaron. Creo que se tuvo que desarrollar, por simple instinto de supervivencia. Al estar cerca de la mitad de la población en la pobreza, y cerca de un quinto en la indigencia, están dadas las condiciones para que el colombiano promedio deba esmerarse decididamente por su bienestar o sino se encuentra en riesgo de morir de hambre. Con respecto a que ser colombiano es sentir como suya a Colombia, haber vivido en ella y por ende haber sufrido sus problemas, lo entendí en gran parte mientras hacía la encuesta. Al preguntarle al hijo de un emigrante, al que le costó mucho trabajo responder, su padre mencionó que era normal, que su hijo ha sufrido ni gozado a Colombia. A mi forma de ver, colombiano por burocracia. De lo anterior me surge una duda. ¿Cómo se puede sentir alguien orgulloso de algo que lo hace sufrir? Evidentemente los encuestados, al manifestar su orgullo, nunca mencionaron estarlo de las cosas ‘malas’. Al parecer impera una tendencia de ver el vaso más lleno que vacio, lo cual no creo que sea malo, pero tampoco muy bueno pues puede llevar a cierto conformismo improductivo. Siguiendo con el análisis de los motivos por los cuales se sentían orgullosos, se observa que la mayoría de ellos (no todos) dan argumentos genéricos: La riqueza natural, culinaria, etcétera. Es decir, dan sustentaciones que bien podrían ser válidas para un brasileño al hablar de su país o para un español al hablar de la madre patria. Ante esto último y ante el hecho de que omitieron todas las adversidades en las que se encuentra Colombia, creo que no resulta muy inoportuno decir que dicho orgullo se encuentra fundado principalmente por el sentido de pertenencia. Y es que al fin y al cabo es de ellos. Les pertenece. A mi forma de ver, esto de encontrarse orgulloso principalmente por la dotación inicial con las cuales se fundó un país, es estarlo de la suerte con la que éste contó. Colombia, por sus serios problemas de corrupción, terrorismo, calidad en la cobertura de educación, hambruna o salud, es como esa novia desarreglada: a pesar de sus notables puntos en contra, uno la quiere porque es de uno y le enaltece, casi a la fuerza, sus puntos fuertes. Sinceramente creo que esto no debe seguir así. No podemos continuar viendo el vaso medio lleno en todo momento. ¡Tenemos que llenarlo! Tenemos que hacerlo para poder estar enteramente orgullosos de ello, y creo que una buena forma para empezar sería explotando de buena manera todos esos medios que tenemos, esa dotación inicial con la que se fundó este país. Tenemos que buscar estar orgullosos de una educación generalizada con calidad, de pluralidad en los medios de comunicación, de oportunidades, de posibilidades de trabajo. Las adversidades no serán fáciles de superar, pues varios de nuestros principales obstáculos se encuentran en nuestras cabezas. Hay quienes dicen que el subdesarrollo no se encuentra en los indicadores sino en las mentes de una población. Por tanto creo que como primer paso fundamental en este proceso es desligar del inconsciente del colombiano algo que implementó el boom del narcotráfico: la corrupción. Tenemos que derrumbar premisas como ‘papaya puesta, papaya partida’. Es necesario abolir la exaltación existente al personaje que triunfa por la vía fácil. A mi forma de ver, uno de los grandes obstáculos que se nos presentan es que ‘el que come se olvida del que no lo hace’. La solidaridad no puede seguir siendo una posibilidad. Entre esas cosas buenas en las que se basaron para manifestarse orgullosos de ser colombianos, se evidencia que hay una jactancia principalmente por las materias primas con las que fue dada Colombia más no de lo que se ha podido hacer con ellas. En ninguna respuesta se presenció reconocimiento u orgullo de la labor hecha por el Estado. Al contrario, se alaba el aguante de la sociedad ante situaciones en las que el Estado, que ahora se hace llamar Social de Derecho, evidentemente ha fracasado. SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 15 De cronopios y famas L Pedro Samper a relación entre poesía y política es innegable. Al hacer un recuento de poetas que hicieron política (fuera a través de su poesía o en la práctica) y políticos que hicieron poesía, la lista incluye nombres como Guillermo León Valencia, presidente de la República entre 1962 y 1966; Pablo Neruda, cónsul durante algunos años en la India; Federico García Lorca, asesinado a los 38 años, en 1936, por la causa republicana durante la Guerra Civil Española; Mao Zedong, quien publicó más de cincuenta poemas durante su vida; Karl Marx, quien para algunos fue un poeta frustrado; y Walt Whitman, cuya poesía es una oda a la libertad y la democracia estadounidense. Estos entre muchos otros. Puesto que los poetas son conocidos por su poesía y los políticos por sus hazañas y puesto que este es un periódico de política, me concentro en la poesía de los políticos mencionados más arriba, más precisamente Mao y Marx, que es, justamente, lo desconocido para la mayoría. Mao Zedong (1893-1976) escribió poemas desde la década de los 20 hasta la década de los 60 y muchos de sus poemas fueron publicados intermitentemente en publicaciones periódicas. La poesía de Mao no es de orden panfletario ni popular. En su mayoría expresa sentimientos profundos y lo hace con referencias cultas y ceñido a métricas y formas clásicas, lo que la convierte en poesía de difícil acceso para la mayoría. Sobre sus poemas, en el marco de su adoctrinamiento comunista, él mismo ha dicho con tono reticente en una carta a uno de sus editores: «Nunca he querido publicar oficialmente estas cosas porque son de forma clásica y temo que esta especie de poesía se difunda, hace daño a la juventud. Además estos poemas carecen de sabor poético y no tienen características singulares. Puesto que ustedes piensan que pueden publicarlos aprovecho la publicación para corregir algunos errores de que adolecen las copias que se han venido difundiendo de mano en mano... Por supuesto cuando se trata de poesía hay que dar primero lugar a la poesía moderna. Se pueden escribir versos clásicos pero no es conveniente fomentarlo entre los jóvenes porque esta forma ata a la ideología y al pensamiento y además es difícil de aprender...». Sorprende que un hombre tan estricto en su ideología tuviera una motivación artística a lo largo de su vida. A continuación reproduzco dos de sus poemas juveniles, uno sobre la melancolía amorosa y otro sobre la nostalgia de la juvenPag. 16 Mayo / Junio 2010 · Edición 13 tud. Es difícil entrever en ellos, como he dicho, al Mao que dejó huella en la historia por su controversial radicalismo comunista. ESCRITO EN MI ALMOHADA Sobre la tonada: “La bella dama Yu” (1921) ¿Cómo se vería la tristeza, apilada sobre estas almohadas? Un mar de emergentes olas. Mientras la noche se alarga y el ocaso tarda en llegar desde lejos, Solo me despierto vestido de seda a contar estrella sobre estrella. Cuando llega la mañana, los pensamientos desvanecen en mi mente. ¿Cómo dejarte olvidada a lo lejos? Como un garfio flota pálida la luna en la esfera occidental. Al ver esto, ¿puedo evitar derramar lágrimas? CHANGSHA Sobre la tonada: “Primavera en el jardín del placer” (1925) En otoño, solo y frío espero A orillas de la Isla Naranja, Y el río Xiang se mece hacia el norte; Veo colina sobre colina, Madera sobre madera, Todo de tupido carmesí teñido, Y cien gabarras que veloces compiten En el río verde que hacia abajo se mece. Anchas y lejanas águilas quiebran el azul; Peces se deslizan en las aguas pandas y límpidas; Bajo cielos helados millares de criaturas Luchan por su libertad. Perdido en la inmensidad, me pregunto: ¿Quién, en esta inmensa tierra elige El ascenso y la caída de los seres? Con multitud de amigos estuve acá. ¡Cuán vívidos aquellos días pasados! Estudiantes en la flor de nuestra vida, El brillante espíritu en su cima Lleno del noble ímpetu escolar; Criticamos con furia a la humanidad, Señalando el arrollo y la colina, Escribiendo de culpas o alabanzas, Tratando como tierra a los señores de antaño. ¿Recuerdan aún que nadando a medio arrollo Impulsamos olas impidiendo el paso de veloces botes? SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Por otro lado se encuentran los poemas de Marx (18181883), escritos al parecer únicamente durante su juventud, antes de 1837, año en que recopila muchos de sus versos en un libro de poemas dedicado a su padre. Según testimonios de su hija, Laura Lafargue y su biógrafo, Franz Mehring, la mayoría de estos poemas fueron dedicados a Jenny von Westphalen y en la eventualidad de su vida, el propio Marx, al igual que sus familiares, los consideraron indignos y objeto de burlas. Esto último no es difícil de creer, pues traslucen un sentimentalismo adolescente, poco sincero y artificioso. A continuación reproduzco uno de los sonetos amorosos dedicados a la Westphalen y fragmentos de un poema intitulado Elevación, que trata de una suerte de experiencia mística pero, como he dicho, de una manera a mi juicio artificiosa. Soneto II para Jenny Westphalen (1836) Para mí no hay fama terrenal Asi abarque la distancia de tierra o nación Que los atrape en airada esclavitud Con su reverberación larga y festiva, Que los valga, a tus ojos, cuando plenos brillan, A tu corazón cuando es cálido de exultación, O a dos lágrimas que profundas broten y caigan De tus ojos por la emoción del canto. Soplaría con gusto mi alma en los hondos Suspiros melodiosos de la Lira Y moriría Señor y Maestro, Si el fin exaltado obtuviera, Si el premio más noble recibiera, De infundir en ti dicha y también pena. De cronopios y famas El despertar (1837) I Cuando tu radiante ojo se quiebra Arrebatado y tembloroso, Como música de cuerdas extraviada, Que cavilaba, que dormitaba Atada a la lira, Arriba a través del velo De la sagrada noche, Entonces de lo alto brillan Eternas estrellas Amorosamente hacia ti. II Temblando te hundes, El pecho palpitante, Ves interminables Y eternos mundos Sobre ti, bajo ti, Inalcanzables, inacabables, Flotando en trenes danzantes De incansable eternidad; Un átomo, caes A través del universo. III Tu despertar, Es un eterno elevamiento, Tu elevamiento Una eterna caída. (…) http://www.marxists.org/archive/marx/photo/art/marx-9.jpg Un amigo me ha dicho que Marx fue un poeta frustrado y que eso explica su espíritu revolucionario y cierto pesimismo apasionado en su visión del hombre y la cultura. No es equivalente la profundidad de su filosofía a la de su poesía, pero si fue o no su frustración artística la que dio pábulo a su gigantesca obra lo dejo a criterio de psicólogos especialistas. Quise dar muestras de la obra poética de dos líderes políticos que en alguna medida denotan una faceta de ellos escondida para la historia, nada más que despertar en el lector alguna curiosidad por esta, al igual que otras relaciones entre poesía y política que solamente han quedado anunciadas. Me quedo con los poemas de Mao porque hay en ellos una voz transparente y concluyo con una aclaración: no pretendo manifestar con estos poemas ningún tipo de preferencia política por el comunismo. Es meramente coincidencial el hecho de haberme encontrado con la poesía de estos dos líderes políticos e intelectuales, coincidencial como el hecho de que sus poemas reflejen rasgos de su humanidad que bien podrían atribuírsele a cualquier líder de cualquier partido o ideología. http://chairmanmaozedong.org/upload/200906170644033525.jpg SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 17 Retrovisor Mayo / Junio 2010 · Edición 13 “When I get older, I will be stronger, They’ll call me freedom, just like a Waving Flag” K’naan – Waving Flag Canción oficial Mundial Sudáfrica 2010 Maria Paula Hoyos Carrero Estudiante de Ciencia Política e Historia - Universidad de Los Andes Y a hay ambiente de mundial. Después de cuatro años vuelvo a ahorrar para comprar las monas y poder llenar el álbum oficial Panini. Ya me sé el coro de la canción oficial y me falta poco tiempo para aprenderme el baile de K´naan y David Bisbal. Todavía no sé a qué país apoyar, pero de los 30 países participantes mis favoritos se reducen a cuatro. Primero tengo a Argentina que sigue siendo uno de mis favoritos a pesar de su débil desempeño en las eliminatorias, pues después de la Liga de Campeones del año pasado sigo confiando en Messi, la pulga atómica favorita. Por otro lado tengo a Brasil, que por ser el “cinco veces campeón” no deja de asombrarme con sus goles a ritmo de samba. Por último tengo a España y a Italia. El primero por su participación en la Eurocopa y el segundo por ser el defensor del título. Tengo que confesar que no es una decisión fácil y que a veces me parece deprimente, pues soy muy mala tomando decisiones y preferiría no tener que hacerlo, pero ante la ausencia casi constante de Colombia en éste evento futbolístico, buscar un país al cual apoyar es inevitable para no quedarse por fuera de esta celebración mundial. la desigualdad existente está lejos de desaparecer. La arquitectura de Johannesburgo construida sobre la base de una separación entre negros y blancos, sigue en pie, y al lado de grandes casas inglesas, se encuentran zonas muy parecidas a las favelas brasileras. Tal vez la separación más grande no sea simplemente entre razas, sino que además existe una separación entre ricos y pobres, propia de un país latinoamericano. Sin embargo, oponiéndose a esta idea de continuidad de la segregación, ha surgido otra que plantea un giro de 180 grados en la realidad nacional. En un viaje que hice hace dos años, en el que pude conocer personas de muchos países dentro de un contexto bastante particular (trabajando en un parque de diversiones en Estados Unidos), pude hablar con jóvenes sudafricanos de mi misma edad que me contaron un punto de vista que no había tenido en cuenta antes. Ellos estaban en el parque no porque quisieran pasar sus vacaciones en una ciudad totalmente distinta o porque quisieran probar la idea de vivir solos, sino porque no tenían nada mejor que hacer. Uno de ellos, de 18 años, ojos verdes y el pelo igual al de Risitos de Oro; me contó que estaban ahí porque en su país no tenían cupo para estudiar en la universidad, pues según él los cupos están reservados para los negros y ellos sólo pueden acceder a los cupos que sobran. Su idea entonces era trabajar en Estados Unidos el mayor tiempo posible, mientras sus padres en Sudáfrica organizaban la forma de salir del país e irse a vivir a Australia. Más allá de aceptar una u otra posición, cosa que dejo en las manos del lector, lo cierto es que a pesar de lo emocionante que resulta ver cada uno de los partidos, éste mundial, sin haber empezado todavía, ya me deja un sin sabor que no puedo ignorar. Teniendo en cuenta el mundial en Argentina de 1978 con el que la fiesta se llevó a cabo en tiempos de la dictadura militar o con la realización de la última Copa América en Venezuela (2007), en Éste año la fiesta se realizará en donde se celebraban goles mienuno de los países africanos más tras se derrumbaban las garantías estudiados en nuestra disciplina, para una democracia plena, no es http://www.noticaribe.com.mx/social_media/microblogging_now/images/mundial.jpg pero no precisamente por su extraño que una vez más se esté ambiente colorido ni por su utilizando un evento que paraliza al mundo para disfrazar un problema riqueza cultural, sino por temas como la segregación racial y más reinterno del país organizador. Resulta irónico pensar que un país que fue cientemente por los procesos de reconciliación. Sin embargo, a pesar del excluido de los juegos olímpicos y de los mundiales durante el Apartconsenso que existe entre académicos, quienes insisten en que después heid, sea ahora el anfitrión, siendo que los problemas siguen vigentes a del “Apartheid” el proceso de reconciliación en Sudáfrica es tal vez el pesar del cambio en el papel. Estos problemas han ido saliendo a la luz, más exitoso hasta ahora, el contexto real no parece ser tan alentador. donde el más reciente está marcado por el asesinato del líder ultra-dereMientras algunas personas insisten en que a pesar del cambio constitucichista Eugene Terre’ Blanche por parte de dos jóvenes negros el pasado onal la situación sigue siendo prácticamente la misma, otros argumentan 8 de abril. que los derechos se han volteado a favor de los antes “apartados”, creando una nueva violación de derechos en éste territorio. Es en estos momentos en que me gustaría dejar de lado mis intuiciones como estudiante de Ciencias Sociales porque creo que estaría mucho Aunque nunca he viajado a Sudáfrica y moriría por hacerlo éste año, he más tranquila intercambiando monas y gritando en los partidos, que tenido la oportunidad de escuchar ambas posturas. La primera salió en pensando que algo está mal detrás de las banderas y los goles. Sólo una conversación de café, en donde pude hablar con una persona que a espero que sigan siendo eso, intuiciones, y que después del mundial, principios de éste año estuvo 3 semanas en el país africano. Sus emocioSudáfrica me demuestre que estaba equivocada. Por ahora ¡a jugar! nantes anécdotas se mezclaron con una especie de resignación al contar que a pesar del triunfo de la democracia con el Referendo de 1993, Pag. 18 SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Comunidad Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Andrés Aponte Estudiante de Ciencia Política e Historia – Universidad de los Andes E s larga la discusión en las Ciencias Sociales acerca de cuál de las dos aproximaciones al objeto de estudio es la más acertada. Por un lado están los que abogan por una metodología cuantitativa, y del otro los que prefieren la cualitativa. Sin embargo, el objeto del presente artículo no se centra en la superioridad de una o en la debilidad de la otra, sino que más bien tiene el propósito de señalar lo que he considerado el fetichismo o la sacralización de la primera. En nuestros días la Ciencia Política ha logrado hacerse un lugar dentro de las distintas disciplinas de las Ciencias Sociales, a pesar de ser considerada aún una disciplina joven. Para muchos, ella se ha erigido como el delfín que todavía busca un rumbo epistemológico. Sin embargo, esto no le ha impedido posicionarse, porque ha producido conocimiento enarbolando paradigmas esclarecedores de ciertos fenómenos que otras disciplinas habían pasado por alto. A pesar de todo este avance y una difícil consolidación, considero que hoy en día la Ciencia Política está padeciendo o es víctima de su propio sentimiento de ‘inferioridad’ frente a sus pares. Para superar este sentimiento, en nuestra disciplina ha surgido una forma nueva de conocimiento que he apelado la ‘politometría’. La ‘politometría’ consiste, desde mi punto de vista, en una forma de estudio que sólo se basa en la cuantificación de los objetos, en cómo es medible lo uno o lo otro, la cuantificación de la magnitud, la medición de correlaciones, etc. En pocas palabras, es un ejercicio de regresiones y correlaciones estadísticas de los cuales se extraen los resultados para analizarlos de acuerdo a las preguntas planteadas inicialmente. La ‘politometría’ es un gran acercamiento entre las Ciencias Sociales y las Ciencias Naturales, hecho del cual se ufanan los economistas. Sin embargo, surgen limitantes que restringen estos estudios. En lo que atañe al sujeto, éste queda suprimido porque se reduce su materia a una colección de datos humanos. Además, en estas investigaciones, los modelos matemáticos estipulan los términos de referencia, definen los parámetros y guían la investigación, y por lo tanto es probable que perviertan la búsqueda de evidencia empírica. Por otro lado, existe una consideración de que sus resultados suelen ser bastante más ciertos: el método tan matemático produce una falsa sensación de seguridad. El deseo de descubrir leyes del comportamiento humano lleva a creer que una significancia estadística es una explicación suficiente de los fenómenos sociales. Todo aquél que no tenga conocimientos de los programas para hacer las operaciones, no tiene como verificar, o incluso entender, la coherencia y la pertinencia del análisis de los resultados. Así, esta disciplina pierde una finalidad que considero de suma importancia: la de agenciar una transformación social por medio de la develación de procesos. Además de los anteriores aspectos se suma otro dentro de la palestra: la falta de perspectiva histórica dentro de la Ciencia Política. Esta aproximación coyuntural no permite rastrear las causas de los procesos y siempre los diagnósticos tienden a ser sintomáticos y no dan una mirada total del espectro en cuestión. Y es que no es raro toparse con estudios que sólo miran el Bogotazo, el Congreso de tal fecha a la otra, el partido tal en el gobierno de fulano, elecciones de una fecha a la otra, etc. Esta forma de hacer Ciencia Política traída de Estados Unidos, y que intenta hegemonizarse en nuestro ámbito académico, tiene la pretensión que tuvo en un momento la historia positivista en el siglo XIX encarnada en Leopold Von Ranke. Dicha finalidad, que tiene cierto carácter teleológico, es la de consolidarse como una ciencia dura que está cerca de toparse con la cúspide como disciplina, en donde la verdad es un fin y la interpretación no tiene lugar, pues son los datos los que hablan por sí mismos. No sobra recordar los postulados del reconocido historiador francés Fernand Braudel, en donde propone no sólo una mirada total o ‘Historia Total’ - es decir, mirar la esfera económica, cultural y política, valiéndose de todas las herramientas metodológicas a disposición- sino también que el tiempo se divide en tres estructuras: el acontecimiento, la coyuntura y la larga duración. Expuestas las anteriores limitantes, mi invitación es por una ciencia comprometida con una interpretación, por una forma de develar y percibir el mundo, que no excluya las aproximaciones cualitativas ni cuantitativas, pero que además esté abierta a incorporar herramientas metodológicas de otras disciplinas para tener un conocimiento fundamentado. SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política http://library.thinkquest.org/06aug/02048/pictures/chart.jpg Éste es el momento de la Ciencia Política por el reconocimiento que ha logrado y sus aportes a la empresa científica en temas relacionados, como afirma Mauricio Archila, con el poder, la hegemonía, el sistema político y el Estado. La diferencia es que hoy contamos con múltiples miradas que abarcan desde lo supranacional y lo global, hasta lo nacional y local. En razón del poco espacio disponible. En este artículo sólo tratará de las limitaciones de la aproximación cuantitativa en la Ciencia Política. Esto no quiere decir que ciertos exponentes de la corriente post-modernista se inclinen por otro polo. Por ejemplo, algunos estudios culturales han tenido la pretensión de realizar ciertos tipos de análisis donde prima la relatividad del conocimiento. En ellos el objeto de estudio tiende a ser irrelevante o simplemente se tiende a sacralizarlo. Mauricio Archila. El Historiador ¿O la Alquimia del Pasado? En pensar el Pasado. Universidad Nacional de Colombia, Archivo General de la Nación, Santa Fe Bogotá. 1997. Pág. 117 Pag. 19 Comunidad Mayo / Junio 2010 · Edición 13 “El compromiso-acción es, esencialmente, una actitud personal del científico ante las realidades de la crisis social, económica y política en que se encuentra, lo que implica en su mente la convergencia de dos planos: el de la conciencia de los problemas que observa y el del conocimiento de la teoría y los conceptos aplicables a esos problemas.” Orlando Fals Borda. Luis Carlos Cote y Pablo Durán R Representantes Ciencia Política 2010-2 – 2011-1 eciban todos/as un cordial saludo. Es para nosotros, Luis Carlos Cote y Pablo Durán, un placer escribirles desde un medio que ha venido ganando tanta importancia en el departamento, como es el periódico Sin Corbata. Sin duda alguna este, nuestro periódico, ha venido ganando un importante espacio dentro del periodismo estudiantil gracias al arduo esfuerzo de todos/as los/as que se han dedicado con denuedo para que cada publicación sea mejor que la anterior. Por otro lado queremos celebrar la participación activa que los/as estudiantes del departamento tuvimos en las recientes elecciones al Consejo Estudiantil Uniandino. Estas fueron el espacio ideal para que nosotros, como estudiantes de Ciencia Política, dejáramos la indiferencia a un lado frente a este proceso y nos decidiéramos a participar, debatir y elegir las propuestas que consideramos más acordes a nuestras necesidades como departamento. Todos/as los/as que hacemos parte de este gran grupo de trabajo que obtuvo la representación de los departamentos de Ciencia Política, Historia, Lenguajes y Estudios Socioculturales, Filosofía, Antropología, además de la representación por la facultad de Ciencias Sociales, damos las gracias a todos/as aquellos/as que permitieron, a través de sus votos, que tengamos esta masiva representación como facultad de Ciencias Sociales en el Consejo Estudiantil Uniandino. miso”. Y es precisamente a través de ese compromisoacción que queremos trabajar para sacar adelante todas las propuestas que nos planteemos como departamento y como facultad. Consideramos que es un imperativo que nosotros, científicos sociales uniandinos/as, reconozcamos la realidad política, social y económica en la que nos encontramos inmersos. Aprendemos, sí. Investigamos, sí. Pero todo esto lo hacemos para conocer, y conocemos para actuar. Finalmente queremos exhortalos /as a acompañar y fortalecer el trabajo venidero. El proceso está completamente abierto a sugerencias y críticas. Estas deben ser planteadas, en la medida de lo posible, este mismo semestre con el fin de tener un plan de trabajo claro desde el principio. Queremos que el compromiso-acción que pretendemos contruir no sea ajeno a la comunidad estudiantil, esperamos pues, despertar en ustedes el deseo de comprometerse y actuar por nuestro departamento de Ciencia Política en aras de consolidar una acción transformadora consciente de la realidad política, social y económica de nuestro país. No duden en comunicarse con nosotros: lc.cote87@uniandes. edu.co y pa.duran39@uniandes.edu.co Justo cuando elaborábamos este texto nos enteramos que la acreditación de nuestro Departamento de Ciencia Política, con el rótulo de “Alta Calidad”, ha sido ratificada por ocho años más por parte del Comité de Acreditación Nacional. Démonos todos/as unas felicitaciones por esto y continuemos adelante estableciéndonos como una gran comunidad de politólogos/as. El lema de nuestra campaña era “Porque estudiar es más que un privilegio, es también un compro- Pag. 20 SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Blog Mayo / Junio 2010 · Edición 13 C onstituye una de las manifestaciones más importantes de la cada vez más clara ‘Doctrina Obama’, una aproximación al sistema internacional que busca la creación de mayores niveles de seguridad y estabilidad global a través de una relajación de la carrera armamentista. El pacto consolida un papel de Estados Unidos en el sistema internacional, que cada vez se aleja más del guerrerismo unilateral de la era Bush. Además, el equipo Obama está puliendo rápidamente sus habilidades negociadoras y, al mismo tiempo, dándole cada vez más contenido a un proyecto de liderazgo conciliador que, por lo menos esta vez, demostró ser funcional. Sandra Borda Profesora Asistente PhD en Ciencia Política University of Minnesota, Twin Cities M.A. en Relaciones Internacionales University of Chicago M.A. en Ciencia Política University of Wisconsin, Madison E l tema nuclear genera polémica en el ámbito internacional. Aunque nadie cree que las armas nucleares deban usarse no existe consenso acerca de cómo reducir ese riesgo. Corea del Norte, India, Israel y Pakistán, todos con capacidad nuclear, se hallan por fuera del principal instrumento de regulación multilateral, el Tratado de no-Proliferación Nuclear (TPN), mientras que muchos otros no confían en su efectividad. Siendo Estados Unidos y Rusia los dueños de más del 95% de las armas nucleares en el mundo, la firma reciente de un tratado bilateral para reducir su arsenal constituye un paso importante para construir mayores niveles de diálogo y confianza en torno al tema. La conferencia nuclear que convocó el presidente Barack Obama esta semana en Washington – la más grande en la historia y a la cual asistieron representantes de 47 países -- es otro hito fundamental. Si bien no se firmaron grandes acuerdos, el hecho de que distintos países individuales – siguiendo el Arlene Tickner liderazgo de Estados Unidos y Rusia --se hayan comprometido a eliminar sus reservas de Profesora Titular uranio enriquecido, y otros a adoptar medidas de seguridad nuclear son hechos que crean Ph.D en Relaciones Internacionales, Universidad de Miami relativo optimismo sobre la posibilidad de avanzar hacia un mundo sin proliferación y M.A en Estudios Latinoamericanos, Georgetown University eventualmente, sin armas nucleares. E l pacto reduce el número de armas atómicas que hay en el mundo, por lo menos el stock de armas que hay en estos dos países en un 30%. Es una iniciativa muy importante porque se trata del primer acuerdo entre Rusia y Estados Unidos acerca de la reducción de armas atómicas desde finales desde los años 80 o inicio de los 90. A mi parecer, es un logro muy importante que reduce el riesgo que existe de utilizar eventualmente un arma nuclear. Además, en la nueva estrategia nuclear de Estados Unidos no se piensa que las armas nucleares de Rusia sean una amenaza. La amenaza verdadera para la seguridad internacional es la proliferación de armas en otros países que tengan nexos con terroristas, o países con intención de utilizar dichas armas como Corea del Ralf J. Leiteritz Norte e Irán. Por lo tanto, Estados Unidos hace este pacto pensando en algo Profesor Asistente que ya no es amenaza para el país, lo hacen más pensando en una política simbólica. Maestría en Relaciones Internacionales Universidad de Johns Hopkins. Washington, DC. E s demasiado temprano todavía para saber los alcances reales del acuerdo para la reducción de las armas nucleares, ya que tanto en EE.UU. como en Rusia, existen intereses poderosos vinculados con los complejos militares-industriales que no están dispuestos a tolerar ninguna reducción de la producción armamentística, y van a hacer todo lo posible para obstaculizar la implementación del acuerdo. Si bien es cierto que 96% de las armas nucleares las tienen EE.UU. y Rusia, a raíz del fin de la Guerra Fría, el acuerdo no tiene el mismo significado para el sistema internacional que lo hubiera tenido en los años 70 o 80. Por otra parte, el verdadero peligro nuclear hoy existe entre India y Pakistán, no entre EE.UU. y Rusia, y por lo tanto cualquier solución al problema de las armas nucleares pasa por un acuerdo de paz duradero entre esos dos países aliados de EE.UU., y eso ni siquiera figura en la agenda de la política exterior de EE.UU. Forrest Hylton Profesor Asociado Ph.D. en Historia Universidad de Nueva York (NYU) M.A. en Historia y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 21 Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Q ué nota de fiesta Sin Corbata! No conocía el periódico hasta la última edición que vi en mi Universidad. Después, me di cuenta de cómo se lleno el centro de Bogotá con sus afiches de la fiesta, me gustaron mucho y me llamó mucho la atención. Espero que se repita. Saludos, Camilo Molano Estudiante de Derceho – Universidad Externado de Colombia ¿ Quiénes son los mamertos? No entendí qué quería decir el autor del artículo sobre el mamertismo. Las instituciones sí deben ser reformadas, debemos entrar en un diálogo de nuevo con el marxismo. Creo que las propuestas críticas de Marx, sí deben continuar vigentes y más cuando se está hablando de un país como el nuestro que se hunde en la desigualdad. Los tonos medios son muy confusos. No me gustó para nada ese artículo. Luisa Perdomo Estudiante de Comunicación y Periodismo Universidad Javeriana S oy una fiel seguidora de cada una de sus ediciones. Este mes quedé gratamente sorprendida con las nuevas imágenes, le dan un toque fresco al periódico. Felicitaciones al grupo de trabajo, se nota que trabajan con la corbata bien puesta! Edna Bautista Estudiante de Ciencia Política – Universidad de los Andes Leí la edición número 12 y me gustó. Lamento que no haya salido con mayor anterioridad a las elecciones. Pag. 22 http://cortometrajesanca.files.wordpress.com/2009/08/mail.jpg T engo unos comentarios de esta edición: Me pareció enredada la transcripción de la entrevista de Flórez. Si bien aquella quería mostrar las pausas hechas por el entrevistado a la hora de responder, en algunos casos dificultaba la lectura. Finalmente, me hubiera gustado encontrar alguna posición que defendiera la política de informantes en las universidades en la sección del Blog. Reciban mis comentarios con gran aprecio, teniendo en cuenta que son simples cuestiones de edición, y celebrando que el periódico va muy bien. Es leído, comentado y altamente circulado. Daniel González Investigador del programa “Congreso Visible” Universidad de los Andes SinCorbata · Periodico de Estudiantes de Ciencia Política Mayo / Junio 2010 · Edición 13 SinCorbata · Periódico de Estudiantes de Ciencia Política Pag. 23 Mayo / Junio 2010 · Edición 13 Por: El Clandestino Si se le antoja deshacerse de algún nudo, opinión, idea, sentimiento o postura. Quítese la corbata... Escribanos a: periodicosincorbata@gmail.com