Gálatas 3:1-14

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Gálatas 3:1-14
¿La justicia es por fe en Jesucristo, o por las obras de la ley?
I. La experiencia de los gálatas (vs.1-5).
II. El ejemplo de Abraham
A. Justificado por fe (vs.6-9)
B. Maldición y bendición
(1) La Inestabilidad de la ley (vs.10-12).
(2) El triunfo de Cristo (vs.13-.14).
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I. La experiencia de los gálatas (vs.1-5).
- En cada uno de los primeros 5 versos Pablo hace una pregunta que llega al fondo del asunto y les
demuestra la insensatez del camino que están tomando. Son preguntas que tienen respuestas obvias.
- v.1, “insensatos” Abrazar una doctrina que ponía de lado la gracia de Dios y la muerte de Cristo
(2:21), era insensatez en extremo, y demostraba una falta de entendimiento y lógica.
- “fascinó” el error tiene esa propiedad de fascinar.
- “para no obedecer a la verdad” Este es el secreto para agradar a Dios y vivir la vida cristiana con
éxito. Es decir, obedecer a la verdad.
- “presentado claramente” Gráficamente como en un letrero publico.
- Él tuvo que ser crucificado porque ninguna obra mía podía salvarme. ¿Volveré a la ley para
completar la obra que él ha acabado?
- v.2, Pablo los hace regresar a su conversión cuando recibieron el Espíritu. La respuesta era obvia.
- “recibisteis el Espíritu” Hay algunos que dicen que hay que buscar el don del Espíritu. Según ellos,
es un proceso de buscar, rendirse, y orar hasta haberlo hecho suficiente para recibirlo. Este verso
corrige eso.
- “obras de la ley” = obras muertas (He. 6:1; 9:14).
- v.3, Antes de convertirse fueron pecadores sin merito alguno, y en esa condición, por fe en Cristo,
recibieron el Espíritu. Ahora, ¿como es que piensan que tienen que completar la obra de salvación por
auto-esfuerzo bajo reglas y reglamentos? Si se necesita la obra del Espíritu para iniciar la vida
espiritual, también para vivir la vida cristiana. La carne no puede producir nada espiritual. La carne no
puede salvar; mucho menos santificar.
- “acabar por la carne” La persona que quiere justificarse por obras lo hace en la carne.
- Uno recibe el Espíritu al nacer de nuevo. Recibir el Espíritu y nacer de nuevo son dos cosas
separadas, pero que ocurren al mismo momento (antes de Pentecostés las personas también nacían de
nuevo). Al creer recibimos el sello del Espíritu (Ef. 1:13). Si el Espíritu no estuviese de acuerdo con el
mensaje que predicaba Pablo, lo hubiera hecho claro, y hubiera dicho: “no puedo morar en ti hasta
que aclares estas cosas, hasta que te sujetes a estas reglas.” Pero nada de eso. Solo por tener fe en la
obra de Cristo en la cruz, reconociendo su necesidad como pecadores, recibieron el Espíritu Santo. Ya
que hemos sido limpiados, él puede habitar en nosotros.
- “Espíritu - carne” En el v.2 el contraste es entre obras y fe.
- v.4, Otra pregunta - en el v.2 era como se recibía el Espíritu; en el v.3 era si la carne iba a
perfeccionar la obra del Espíritu; en el v.4 es si sus sufrimientos por el evangelio eran en vano. La
enseñanza de Pablo, y su conversión al Señor, los había expuesto a persecución. ¿Todo eso fue por
gusto?
- “si es que fue en vano” Después de las experiencias que tuvo con los gálatas le fue difícil creer de
que sea en vano.
- Comp. 5:10 donde Pablo expresa su confianza de que dejarán esa enseñanza.
- v.5, “suministra el Espíritu” El que predica el evangelio hace esto - 2 Co. 3:8.
- “hace maravillas entre vosotros” Aquel era el tiempo apostólico cuando Dios estaba dando dones
como el de apóstol, profeta, y en este caso, de sanidades. Puede que se refiera a eso, o la maravilla que
sucede hoy en día cuando se predica el evangelio y se produce una transformación completa en la
persona que se convierte. Esto no se produce porque la persona se esfuerza a guardar la ley, sino
porque oye con fe.
II. El ejemplo de Abraham.
A. Justificado por fe (vs.6-9).
- Pablo los convence en su propio terreno. Abraham fue padre de los judíos y él recibió de Dios la
circuncisión.
- “así como” La conclusión del párrafo anterior ha sido obvio - por fe. De la misma manera en que
los gálatas fueron justificados, así Abraham.
- El v.6 cita Gn. 15:6 que fue la reacción de Abraham a la promesa de Dios.
- Fe siempre tiene un objeto. No tiene valor en si. En este caso, en la promesa.
- “le fue contado” Dios pone justicia a la cuenta del que cree en él para la salvación.
- v.7, Abraham tiene una descendencia espiritual además de la física.
- De esta forma, demuestra que el único requisito para la bendición de Dios era fe en él. No era
necesario circuncidarse, ni guardar la ley para ser salvos - así como Abraham
- “los que son de fe, estos son hijos de Abraham.”
- v.8, “la Escritura...diciendo...” Lo que la Escritura dice equivale a lo que Dios dice. Comp. Ro.
9:17.
- “benditas...las naciones” (Gn. 12:3) La bendición = la justificación.
- v.9, En conclusión: los que son de fe reciben la bendición de la justificación así como Abraham.
B. Maldición y bendición.
(1) La inhabilidad de la ley (vs.10-12).
- En los vs.10-12 encontramos 3 versos del Antiguo Testamento - uno en cada verso.
- v.10 Deuteronomio 27:26 para demostrar que la maldición de la ley descansa sobre todos los que no
lo guardan perfectamente.
- v.11, Habacuc 2:4 que declara que el camino de vida es por la fe.
- v.12, Levítico 18:5 para demostrar que los principios de ley y fe no congenian, ni se mezclan como
lo hacían los judaizantes:
- “el que hiciere...” Uno pensaría que el hacer lo correcto es la forma de agradar a Dios para la
salvación. ¿Pero, quién hace lo correcto perfectamente? Comp. v.10.
(2) El triunfo de Cristo (vs.13-14).
- v.13, Por medio de su muerte en la cruz, él nos redimió de la maldición de la ley.
- La idea de que el Mesías estuviese bajo la maldición de Dios fue tropiezo para el judío (I Co. 1:23).
Pero él no sufrió por sus propios pecados, sino por los nuestros. ¡Fue la única manera de podernos
salvar!
- v.14, Dos bendiciones: 1) justificación por fe, 2) la promesa del Espíritu.
En conclusión: hay dos caminos, una que lleva a bendición que es por fe en Cristo; y otra que lleva a
maldición que es por las obras de la ley.
Momento de decisión
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