D 5782 E Nr. 51 Diciembre de 1974 REVISTA MENSUAL DE INFORMACION FRANCFORT/MENO PRECIO: 1,50 DM 2,50 FF 1,80 FS 25 FB I m flf HANS MATTHOFER La investigación científica, al servicio del pueblo 5 motivos para viajar en navidad, en trenes especiales a su Patria. Precios m u y reducidos. S i lo desea, cómodas literas. R eserva de asiento. *>■ 11 M ás lu gar para su equipaje. V iív / Conexiones directas, sin necesidad de hacer trasbordo. £ i §, n , - -i - m ■ • aaaaa Nuevamente este año la Deutsche Bundesbahn (Ferrocarriles Alemanes) ofrece muchos trenes especiales para navidad. Con muchas ventajas para que Vd. pueda viajar cómodo y barato a su Patria: directo, en trenes rápidos y sin necesidad de hacer trasbordo. Con asientos reservados y con más lugar para su equipaje. Y si Vd. lo desea en literas muy cómodas. Los precios de los billetes están muy reducidos. Si a Vd. le es posible viajar este año antes del 15 de diciembre, ahorra aún más dinero. Esto también es un buén motivo para viajar [Q Tj]| entren. M a s l |U t V id )d i. en Bayern Amtliches Bayerisches Reisebüro München Hauptbahnhnf B»xiensee-Relsebüro Konstanz Bahnhofplatz Amtliches Bayerisches Reisebüro Nürnberg Hauptbahnhof en Hamburg. Schleswig-Holstein Reisebüro Strickrodt Hannover Joachimstr.8 esquinaThielenplatz con taquilla dt* ventas Verlagsreisebüro Hamburg Gänsemarkt <*n Baden-Württemberg Reisebüro Rominger Stuttgart KonigstraJie 20 con taquilla d<* ventas en el Hauptbahnhof en Hessen Deutsches Reisebüro Frankfurt (M) Hauptbuhnhof en Niedersachsen, Bremen Reisebüro Strickrodt Hannover Joachimstr.8 esquinaThielenplatz ••n Nordrhein-Westlalen Essener Reisebüro Essen Haus der Technik Reisebüro Baedecker Wuppertal NeumarktstraUe 36 Deutsches Reisebüro Kiiln Deichmannhaus Hapag- Lloyd-Reisebüro Köln Hohenzollemring -r> ( *IT Amtl. Italienisches Reisebüro Köln Am Hof 28 en el Saarland Reisebüro Iven und Weile Saarbrücken Bahnhofplatz 106 en Rheinland-Pfalz Reisebüro Iven und Weile Saarbrücken Bahnhofplatz 106 Además de las razones expuestas anteriorm ente todavía hay otras muchas más para suscribirse a la revista ilustrada „Exprés Español“ , que se distribuye no sólo en la R epública Federal de Alemania, sino en muchos otros países. Entre las ventajas que se obtienen suscribiéndose están: • ahorrar dinero, ya que la suscripción es más económ ica que com prar núm eros sueltos; • ahorrar tiem po, puesto que la recibe directam ente en su d o m icilio ; • seguridad, ¿quién sabe si cuando vaya al kiosco ya no se habrán agotado?. Cada mes EXPRÉS ESPAÑOL ¡Suscríbase! Cada mes EXPRÉS ESPAÑOL Suscríbase Vd. a EXPRÉS ESPAÑOL • ENVIE HOY MISMO LA TARJETA DE SUSCRIP­ CION S uscribiéndose a la única revista ilustrada en idiom a castellano que se publica en la República Federal de Alem ania dispondrá de: • una inform ación objetiva sobre los problem as polí­ ticos, sociales, laborales y económ icos en España; • am plias inform aciones sobre los diferentes aspec­ tos de los problem as que afectan a los trabaja­ dores españoles que deciden sa lir fuera de su patria; • la inform ación necesaria sobre las instituciones políticas y sociales del país donde reside, cuyo co nocim iento es im prescindible para quien vive en un país extranjero; • inform ación sobre los acontecim ientos interna­ cionales, puesto que los m ism os afectan a todas las personas sea cual sea el lugar de su residen­ cia, y, además, am plios estudios sobre los tema» de mayor actualidad. s Cartas de los lectores U M A R I O En las últim os semanas el panorama p olítico español se vió sacudido por un hecho com plétam ente insólito en los últim os 35 años: Un m inistro y va­ rios altos funcionarios de la Adm inis­ tración Pública pidieron la cuenta por solidaridad con otro m inistro despedi­ do, o sean han d im itido de sus cargos. El Presidente del G obierno intenta seguir m anteniendo el rumbo político, m arcado en un lejano 12 de Febrero, contra los ataques de los ultras que ven en peligro sus prebendas y la posibilidad de que los periódicos ha­ blen de sus chanchullos. ¿Qué pasará ahora? (pág. 7). 5 ESPAÑA Los ultras al abordaje 7 El PSOE: Por la libertad, por el socialism o 10 Tras el XIII Congreso del PSOE 12 Socialism o a la carta 15 Proceso aplazado 17 El socialism o y la revolución 19 Lideres para el consumo 22 La „Casa de la C ultu ra “ y su revista 23 Las regiones 26 Otros opinan 30 REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA Nuevo estilo 32 Hans M atthöfer: La investigación científica, al servicio del pueblo 34 Integración de los niños en Bremen 38 C uestiones fundam entales del socialism o dem ocrático (III) 40 Reciéntem ente se ha celebrado en las cercanías de París el XIII Congreso del Partido Socialista Obrero Español. Congreso celebrado con „lu z y taquí­ g ra fo s“ , había despertado un gran interés dentro y fuera de las fronteras españolas, como asim ismo en todas las personas, sea cual sea su ideolo­ gía, preocupadas por los problem as del desarrollo político español. El Congreso ha probado la capacidad de convocatoria que tiene el PSOE, y cómo ha sabido engranar las distintas generaciones y la existencia de afiliados fuera y dentro de España (pág. 10). Se habla frecuentem ente del trasvase de un rio a otro, pero no se habla del trasvase del rio humano de unas re­ giones a otras, del hecho de que unas provincias vayan quedando va­ cías y em pobrecidas por la marcha de los trabajadores, m ientras otras, las que reciben, ven aum entadas las posibilidades de crear riqueza. Este trasvase humano no se realiza sólo de unas provincias a otras, sino tam bién de las mismas provincias po­ bres al extranjero, sin que ello quiera d ecir que después las remesas de los em igrantes ayudarán a desarrollar las regiones que se mueren (pág. 26). SUIZA Tan suizos com o los suizos 43 FRANCIA Term inó la luna de miel de las izquierdas 44 CHILE La desocupación 46 Precios y salarios 47 GRECIA Hechos y personajes 50 Elecciones 52 EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 Hans M atthöfer (SPD), M inistro Fede­ ral de Investigación y Tecnología e xplica las funciones de su m inisterio de cara a las necesidades del pueblo. „N uestro objetivo es crear, por m edio de m ejotas tecnológicas y de la pro­ ductividad, puestos de trabajo segu­ ros que garanticen ingresos suficien­ te s“ , asi afirm a M atthöfer. Estas a fir­ m aciones son validas para todos los que viven en la R epública Federal de Alemania, pero tam bién para aquellos que en otros países se ven co nfron ta ­ dos a los mismos problem as (pág. 34). 3 CARTA AL LECTOR: REVISTA DE INFORMACION NR. 51, Diciembre 1974 Editor (Herausgeber und Verleger): Peter Corterler (MdB) Exprés Español: 6 Frankfurt/Main — 19 — Postfach 19 01 09. Redacción: José Maria Arche, José Moll Marqués, Manuel Moral y Carlos Pardo Anzeigen: Zur Zeit ist Anzeigenpreis­ liste Nr. 3 vom 1. 1.1972 gültig. Verantwortlich für Anzeigen: Carlos Pardo Anzeigenverwaltung: Carl Heymanns Verlag KG, 5 Köln 1 Gereonstraße 18—32 Ruf 0221/2345 55, Telex 8 881 888 Distribuidor en la República Federal de Alemania: Saarbach GmbH, 5 Köln — Follerstraße 2. Durante largos años Exprés Español ha m antenido de form a constante el mismo precio de venta, aunque fuesen introducidas m ejoras tan im portantes com o: a) considerable aumento del número de páginas, pasando de 44 en enero de 1972 a las 52 que tiene actualmente; b) se ha mejorado la calidad del papeí y las fotos. Todo ello ha supuesto para el lector poder disponer de una más amplia inform ación y que pudiesen ser to ­ madas en consideración diversas su­ gerencias propuestas por los mismos. Imprime: A. Bernecker-Verlag. 3508 Melsungen Cuentas: Bank für Gemeinwirtschaft — 6 Frankfurt/Main - Konto Nr. 10045278. Facetas ajenas Postscheckkonto: H.M. Exprés Espa­ ñol - 6 Frankfurt/M. Nr. 911 53-605 Precios: Numero suelto 1,50 DM, 2,50 FF, 1,80 FS, 25 PTS, 25 FB. Abonos: 12 meses Alemania España Francia Suiza Holanda Inglaterra Bélgica 12 DM 300 Pts 22 FF 16 FS 12 F 2L 200 FB Alle Rechte an den von uns veröf­ fentlichten Beiträgen und Abbildun­ gen sowie die Übersetzung in andere Sprachen V o rb e h a lte n . Nachdruck nur mit Quellenangabe und nach vorheriger Genehmigung der Redak­ tion gestattet. Los artículos firmados no represen­ tan necesariamente la opinión de la redacción. „Exprés Español" no está obligado a publicar todas las cartas que re­ ciba para la sección de „Cartas de los lectores“ . También se reserva el derecho de publicar un extracto de las mismas, respetando el sen­ tido. Fotos: Andrés Sorel —Archivo E. E. — Juan M. Castro — Juan Gallego - Prensa Latina Colaboran: Andrés Sorel — I. Alvarez — Juan Barcelona Angel Barrutieta — Juan Gonzalez y Manuel Ma­ drid. 4 por Carlos Desde enero de 1972 nos hemos vis­ tos obligados a aceptar diversas subi­ das de precios como, por ejemplo, han sido: a) aumentos anuales en los castos de la imprenta; b) aumentos en los gastos de distri­ bución y correos. Los aum entos de precios en todas las fases en que se desdobla la con­ fección de una publicación, ha su­ puesto el que todas las publicaciones hayan subido los precios. Todos estos aum entos son los resultados de las diversas subidas en los costos ge­ nerales de la vida, de los que noso­ tros no estamos excluidos. Año 1975 Por los m otivos antes expuestos nos vemos obligados a fija r un nuevo precio a la revista, que a p a rtir del mes de enero de 1975 será de: Pardo Número suelto Alem ania: 2 DM Bélgica: 35 FB España: 40 Pts. Francia: 3,50 FF Holanda: 2 F Inglaterra: 0,20 £ Suiza: 2,25 FS Suscripción anual 18 300 400 34 18 3 22 DM FB Pts. FF F £ FS Más im portante que las variaciones en el precio del papel, im prenta, etc., estim ado lector, es sin duda lo que se im prim e: las inform aciones, artícu­ los y reportajes que se ofrecen mes trás mes. Aqui es donde reside el ver­ dadero valor de una publicación, el cual no sufre alteración ninguna de­ bido a la variación en los precios. Naturalm ente que el aum ento en el precio no quiere d ecir que autom áti­ cam ente se solucionen todos aquellos problem as individuales que todavía puedan existir o que se den en el futuro: el su scriptor que no ha recibi­ do a tiem po su ejem plar porque no ha com unicado el cam bio de d o m icilio ; cartas para la sección de „cartas de los lectores" que por su enorme am plitud no pueden ser publicadas, ni siquiera extractándolas, etc. Pero a pesar de estas pequeñas d ifi­ cultades el apoyo de los lectores ha sido constante y estamos seguros de que en el próxim o año, que a todos deseamos llenos de felicidades, se­ guirá dándose la constante colabora­ ción de aquellos que tienen inferes en la publicación de la única revista ilus­ trada que en idiom a español se edita en la R epública Federal de Alemania, como m edio dem ocrático de expre­ sión e inform ación. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Cartas de los lectores En el nr. 50 de esa revista publican dos artículos en torno a esta cuestión que, como dice el Sr. Pardo, en su introducción es un tema provocador. Yo respeto a quien siendo cristiano lucha en las filas del socialism o, pero considero que existe una cierta in­ com patibilidad y tom o de un periódico católico: ASOCIACIÓN DE PADRES Ante todo nuestra enhorabuena por el artículo que publican en el Nr. 47 de Exprés Español sobre la reunión general de la C onfederación de Aso­ ciaciones Españolas de Padres de Familia en Alemania. Con razón subrayan la im portancia que tiene para los niños extranjeros el que se aproveche lo más posible de la escuela alemana. Sí los padres se preocupan sólo de las clases de español en p erjuicio de la escuela alemana, olvidan la situación real de sus hijos en Alem ania y ponen en gran peligro su form ación profesional fu ­ tura. En caso de no aprender los niños suficientem ente el alemán, vivirán siem pre en un ghetto con todos los problem as so cio lóg ico s y sicólogicos que ello im plica. La im portancia de nuestra confedera­ ción consiste, por lo tanto, prim ero en ayudar a los padres a concien­ ciarse y a so lucionar de un m odo ade­ cuado los d ifíciles problem as de sus hijos, y segundo en unirlos a fin de que tengan la fuerza suficiente para defender sus derechos. No dudam os de que este problem a atañe a todos los extranjeros. Por eso hemos empezado uniéndonos los es­ pañoles, con la esperanza de que se organicen tam bién los demás extran­ jeros y así hacer frente todos juntos a los problem as comunes. Empezar con una asociación internacional nos parecía poco realista. Para term inar perm ítanm e que respon­ da a su crítica de que a la Confedera­ ción le falta sensibilidad por los aspec­ tos políticos. Somos conscientes de que en este cam po queda aún mucho cam ino por recorrer. Nos parece, sin embargo, que a frontar con valentía los problem as escolares de nuestros hijos es ya una form a de acción política. Nuestra C onfederación es todavía joven. Al querer abarcar problem as generales o política de partido, po­ dríam os descuidar los fines específi­ cos nuestros, es decir, luchar en un campo co ncreto : el de la form ación de los hijos y la prom oción humana de los padres en la em igración. Cordialm ente, Manuel Romano García Presidente de la C onfederación EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 SOCIALISMO Y CRISTIANISMO TROTSKY Acabo de re cib ir su revista corres­ pondiente al mes de octubre. Como siem pre, lo prim ero que he hecho al llegar al trabajo fue darle un vistazo. Quedé sorprendido. Ya en la portada se „a d o rn a “ con una foto de L. T rots­ ky, el contrarrevolucionario ruso . . . En princícip io veo con claridad que se pretende presentar a Trotsky co­ mo enemigo de Stalin solamente. O sea se saca la conclusión con la lec­ tura de que este individuo fue ene­ migo de Stalin, y tam bién se acentúa notablem ente que Lenin aprobaba a este elem ento pernicioso, pero se equivocan notablem ente . . . Sobre la opinión del co ntrare volucio ­ nario — Trotsky — con respecto al pluripartidism o, es la clásica teoría de los partidos burgueses, revisionis­ tas, oportunistas y reform istas actuales. Pero además se dice en el artículo que la fuerza de los trotskystas ac­ tuales se deja notar en la universidad, en los intelectuales y en la juventud. La últim a es norm alm ente más izquier­ distas por ser jóvenes y carecer de la experiencia necesaria, pero con respecto a los otros sectores, univer­ sidad e intelectualidad, es lógico ya que no son fuerzas obreras y des­ conocen en la práctica a la clase obrera y sus posiciones políticas. Del dicho al hecho hay un trecho. De la teoría a la practica también. Este es el quid de la cuestión y aquí radica la equivocación del intelectual bur­ gués que se adorna con frases iz­ quierdistas. Las teroías del m enchevique del artí­ culo — T rotsky — son en toda su extensión, teorías pequeño-burguesas, pues jam ás en su vida ha sido revolu­ cionario, sino que era un tra id o r in fil­ trado en el m ovim iento obrero. J. M. Rheinhausen „Pablo VI nos había advertido - O cto­ gésima Adveniens, 31 - del atractivo que con dem asiada frecuencia sienten algunos cristianos por el socialism o, y recom ienda prudencia lúcida y dis­ cernim iento muy atento ante las po­ sibles vinculaciones de las diversas evoluciones de aquél con ideologías incom patibles de la fé .“ J. R. M ünster CHILE Me refiero a la carta del le cto r J.V., aparecida en el N° 49 de „Exprés Español“ , a propósito de la Iglesia en Chile. Me parecen atinadas las críticas al artículo sobre el tema, publicado en el N° 47. El lector pregunta por la opinión de los partidos de la izquierda chilena acerca de la Iglesia Institu­ cional. La respuesta, a mi ju icio , es obvia, al menos por ahora. El sentido común apunta hacia un único cam ino que las izquierdas no se han cansado de señalar y en el cual se ha trabajado infatigablem ente. Se trata de la constitución de un frente dem ocrático y antifascista y su con­ tinua am pliación, dentro y fuera de Chile, con un objetivo inm ediato y tam bién único: el derrocam iento de la Juma. La necesidad de Im plantar un objetivo como éste, se funda en las decenas de miles de vidas que cotidianam ente se enfrentan en C hile al peligro de desaparecer, y, ante tal realidad, nin­ gún esfuerzo es vano así como nin­ guna voluntad es inútil. Es por ello que, en todos los rincones del globo, los frentes antifascistas trabajan árduamente, contando en sus filas a los pensam ientos más disim iles y a las concepciones políticas, hasta ayer, más irreconciliables. Es por ello también, que resulta más p erjudicial que constructivo plantear ahora opiniones que pueden c o n tri­ buir a d eb ilita r la lucha solidaría, creando enem igos innecesarios den­ tro de la unidad. La posición de la Igle­ 5 EL FUTURO ES SOCIALISTA sia Institucional chilena es valorada por los partidos de izquierda como favorable al m ovim iento antifascista, por lo menos en su evolución última. Sus iniciativas dentro de Chile no pueden ser m iradas com o colabora­ cionistas hacia la Junta, y los últim os ataques que ha recibido por parte de ésta resultan, en este sentido, ciertam ente, significativos. Además, no debe olvidarse que, pre­ cisam ente, por su co nd ició n de „in s ti­ tu c io n a l“ , es hoy uno de los factores que más pueden in flu ir en la dism inu­ ción de los atropellos a los derechos humanos, colocada en su posición actual. Sin embargo, la discusión aludida abre una interrogante mucho más im por­ tante: ¿Qué sign ifica d erro car a la Junta?. O, más claro aún, ¿qué alter­ nativa de gobierno se ofrece en el futuro, si la Junta es derrocada?. La respuesta, lo sabemos, es por ahora prácticam ente im posible. Pero sí pue­ den m encionarse algunas alternativas que no son viables. Por ejem plo, mu­ chos pensaron, en las prim eras se­ manas de Junta, que a Frei le caía del cielo (o del infierno) la posibilidad de gobernar (es evidente que el mismo Frei acarició esta ¡dea, m otivo por el cual m ovió al Partido Dem ócrata C ris­ tiano en pos del golpe, y, poco depués de éste, hizo las asqueantes declara­ ciones que ya se conocen al ABC español). Pero fácil es com prender que, en las condiciones actuales, esta alternativa es im posible, por lo menos, desde el punto de vista de las libe r­ tades dem ocráticas. Los m ilitares tam bién lo han enten­ dido así; de allí las continuas am plia­ ciones del plazo visualizado para su 6 m andato (desde 6 meses, al p rin c i­ pio, hasta 25 años, en la últim a de­ claración de Pinochet). Porque, des­ pués de la brutalidad poco común de esta dictadura, ni Frei, ni ningún otro fascista vestido con ropajes dem o­ cráticos, podría gobernar el país, sino a costa del m antenim iento de la repre­ sión, pues cualquier intento de libera­ lización supondría la reorganización de las masas y una „levantada de cabeza“ general, im posibles de con­ tro la r sino por un líder capaz de inter­ pretar a esas masas (un Salvador Allende, por ejem plo). Por otra parte, un m ovim iento autén­ ticam ente popular, podría hacerse del poder sólo destruyendo al ejército, cuestión bastante problem ática en lo inm ediato. La perspectiva de división de las Fuerzas Armadas, cosa siem pre fa ctible en una situación com o la ac­ tual, daría, al parecer, más posibilida ­ des a un gobierno ,,a la peruana“ (que, en todo caso, sería una apertura interesante) que a un gobierno „p o r y para el pueblo". Tal vez sea prem aturo plantearse estas preguntas en m om entos en que la represión sigue cobrando vidas (el asesinato del General Carlos Prats aún está fresco), aunque, por otra parte, ellas parecen legítim as si se piensa en que m illones de seres en todo el m undo, chilenos o no, desplie­ gan un denodado esfuerzo y están convencidos de todo corazón de que, tarde o tem prano, la Junta caerá. Los cuadros políticos que están al frente de las acciones de solidaridad y de la lucha antifascista, tam bién com ien­ zan a preocuparse de la concepción de alternativos viables. ■ W. R. Bonn No es una sim ple profecía a que me induce a expresarm e de esta manera; es el convencim iento basado en la realidad que vive el pueblo español. En los últim os tiem pos, en la em igra­ ción y en la propia España sólo se oye hablar de socialism o. Muchos piensan que será una moda o un „sno bism o". Pues no, esto tiene un fundam ento: esta form a de pensar de los trabajadores españoles y una gran parte de la com unidad no viene por­ que sí, se debe, en prim er lugar a que los españoles hace ya muchos años que empezamos a pensar socialista. No envano nuestros pensadores so­ cialistas Pablo iglesias, Jaim e Vera, Julian Besteiro y Largo Caballero, por no c ita r otros, trazaron la trayectoria del glorioso Partido S ocialista Obrero Español con su potencial revoluciona­ rio y su arraigo en el pueblo que supo plasm ar las ¡deas de Carlos Marx dentro de la organización hermana la Unión General de Trabajadores de España. Esta lucha y este potencial revolu­ cionario inspirado por estas dos or­ ganizaciones al servicio de la clase obrera española se vieron gravem ente quebrantadas por la bota fascista de la Alem ania nazi, la Italia fascista y los com ponentes de la España negra de Franco. Pero el PSOE y la UGT ha resurgido con más ímpetu que nunca a lo largo y ancho de la Península Ibérica y que hoy en su parte occidental ha tom ado cuerpo real; tom ando en el resto de la Península una gestación form al con un em puje y dinam ism o dem ostrado en el XIII Congreso del Partido S ocialista Obrero Español celebrado en la localidad francesa de Surenses. El PSOE no sólo en la Península Ibérica tiene una misión muy im portante que c u m p lir en el futuro, sino, tam bién en el m arco de la Internacional S ocialista donde nues­ tro c riterio será aceptado por la mayoría. Sólo un Partido Socialista al frente de las luchas obreras puede plasm ar en realidad las justas aspiraciones de la clase trabajadora y garantizar la libertad para todos los españoles que acepten vivir dentro de un orden de libertad que les conduzca al socia­ lismo. ¡Compañeros, el futuro es nuestro y juntos tenem os que e d ifica r el socia­ lism o dentro de una libertad! ■ A. C. F rankfurt/M . EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 España LOS ULTRAS AL ABORDAJE Cuando los vigías más optim istas ya se preparaban a g rita r el „tie rra a la vista “ del ape rtu rism o .tras una penosa travesía por un mar agitado por una grave crisis económ ica y social, pla­ gado de tiburones azules y surcado por los torpedos disparados desde subm arinos anclados en las simas del inm ovilism o, con los cuchillos entre los dientes, los ultras españoles, capi­ taneados por el m arqués de Villaverde, el camisa vieja Girón y su com ­ padre, el secretario general del Mo­ vim iento, Pepe Utrera Molina, respal­ dados por espadachines como los ge­ nerales Campano, Rebull e Iniesta Cano y anim ados dialécticam ente por „id e ó lo g o s “ como el ex m inistro Gon­ zalo Fernández de la Mora y el g allito vertical Em ilio Romero, se han lan­ zado al abordaje de la nave del presi­ dente del G obierno, Carlos Arias Navarro. Caída por la borda gando en la misma d irección o si los vientos que soplan de El Pardo no le empujan hacia otro puerto más estre­ cho que el prom etido por el presidente Arias a los españoles. En la actual confusión política reinante en España, muchos no descartan incluso que el barco llegue al destino que desean los ultras sin el capitán Arias y con otro arm ador: el príncipe Alfonso de Borbón, esposo de la nieta predilecta de Franco, la hija del marqués de Villavarde. No era humo de paja El llam ado „program a del 12 de fe­ b re ro " del presidente Arias no halló al p rincip io grandes resistencias por parte de los ultras del régimen, que lo interpretaron como una nueva co r­ tina de humo para disim ular la conti- Por Manuel Moral nuidad del sistema fascista español. Pero la m anifiesta apertura de Pío Ca­ banillas en los medios inform ativos, especialm ente en la prensa, comenzó a intranquilizar a los cavernícolas del 18 de Julio, intranquilidad que fue convirtiéndose en pánico cuando a través de la prensa fue haciéndose cada vez más fuerte el clam or de la sociedad española por la libertad y la dem ocracia. cambié 11-17 Noviembre de 1974 N.° 156-35 Ptas. Tras corta y silenciosa refriega han caído por la borda los dos m inistros más liberales del gabinete Arias, Pío Cabanillas (Inform ación y Turism o) y Antonio Barrera de Irímo (Hacienda). En solidaridad con los náufragos, en los prim eros m om entos de conm o­ ción, se han tirad o al agua gran número de colaboradores de ambos m inistros, entre ellos M arcelino Oreja (subsecretario de Inform ación) y Ricar­ do de la Cierva (D irector General de C ultura Popular), para tratar de ganar a nado algún islote liberal, en el que algún día, lo mismo que Cabanillals y Barrera de Irimo, serán rescatados para el futuro del país por las fuerzas dem ocráticas. Desde el puente de mando, el capitán del navio, Arias Navarro, y el armador, el príncipe Juan Carlos, han conse­ guido a duras penas evitar de mo­ mento la desbandada general de su tripu la ción que les habría dejado so­ los con los ultras en el barco, con el peligro de ser tam bién lanzados por la borda en la em briaguez de la victo ­ ria. Recom poniendo su m altrecha fi­ gura, Arias Navarro ha empuñado de nuevo el tim ón, poniendo otra vez proa hacia el asociacíonism o político prom etido para finales de este año. Pero muchos se preguntan ahora si el barco de Arias Navarro sigue nave­ EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 7 de la grave enferm edad de Franco en el carcom ido tinglado del régimen, hicieron com prender a la derecha es­ pañola, calificada de „c iv iliz a d a “ para distin gu irla de los energúm enos reac­ cionarios de Blas Piñar y sus amigos, que empeñarse en m antener en pié el anacrónico régimen franquista es un disparate histórico que sólo puede abocar a una solución de violencia que ia mayoría del pueblo español no desea. Miedo al vacio Nostálgicos del pasado se saludan: Franco, G irón . . . C onform e Cabanillas iba aflojando la m odarza de la censura impuesta a los m edios de com unicación españoles, perm itiendo tam bién en mayor m edida la venta en España de los periódicos extranjeros, empezó a aflorar la reali­ dad española tan diferente de la Es­ paña oficial, y la opinión pública tom ó nota de la existencia en el país de una profunda corriente de pensam iento dem ocrático a rticulado en un rico pluralism o ideológico com o en las de­ más naciones de Europa O ccidental. En este panorama, los que se autoproclam an únicos intérpretes del sen­ tir nacional se iban destapando como una exigua m inoría fascista („nostál­ gicos del pasado“, según palabras del propio presidente Arias), incapaz in­ cluso de hacerse oír en el país si no es recurriendo a la fuerza bruta de que disponen instalados todavía en los resortes del m áxim o poder. Ya se podía hablar La prensa española, enfilando ya el cam ino de la libertad de inform ación, no sólo estaba acabando con la ima­ gen del paraíso de paz franquista, dan­ do cuenta de la constante represión policiaca, de las huelgas reivindicatívas de los trabajadores españoles y del fracaso del régimen para so lu cio ­ nar los graves problem as económ icos y sociales. Al m ism o tiem po propugna­ ba con claridad cada vez más m eri­ diana la única alternativa para el fu ­ turo de España: superar la dictadura m ediante un sistem a dem ocrático. Por prim era vez en la historia del régimen, los enjuagues y „n e g o cie te s“ 8 de los „salvadores de la Patria“ em­ pezaban ya a no d isfrutar de la im pu­ nidad del silencio. La prensa española ha aireado, por ejem plo, el escándalo del aceite de Redondela („o ilg a te “ español, según „C am bio 16“ ), con to ­ da su secuela de asesinatos y m is­ teriosas m uertes. Y en relación con tal escándalo de m alversación de varios m illones de pesetas de fondos p úb li­ cos, la prensa española ha sacado a relucir nom bres tan ilustres del régi­ men com o don Nicolás Franco Bahamonde (de pronto afectado de amne­ sia), Fontana Condina, Sánchez Bella, T orcuato Fernández M iranda, entre otros, am parados por la ju sticia del régimen, según ha podido com probar el abogado Gil Robles durante el ju ic io del robo del aceite de la Comisaría de Abastecim ientos y Transportes (CAT). O bservadores en M adrid han dicho que esta enojosa publicidad fue la gota que hizo colm ar el vaso de los ultras, que acudieron a Franco (her­ mano de don Nicolás) pidiendo la ca­ beza de Cabanillas, culpable del „lib e rtin a je “ y la „sub versión “ en la prensa española. Solo un capítulo La apertura en la prensa es solam ente un capítulo, quizá el más efectivo, del proceso de d esarrollo político en Es­ paña, intensificado a raíz de las ex­ periencias de Portugal y de Grecia. Las caídas de las dictaduras fascistas en ambos países, el am plio eco de ambos derrum bam ientos en la opinión pública española, asi com o el im pacto Tem iendo el vacio político que resul­ tará con la desaparición del dictador, que ha funcionalizado su régimen en torno a la ind iscutida autoridad de su persona, la derecha civilizada espa­ ñola no ha necesitado los consejos de Spínola para com prender que urge, sin más dilaciones, organizar hoy m is­ mo el futuro político español, con­ tando con todas las fuerzas políticas existentes en la sociedad española. Para poner en p ráctica este proceso de desarrollo político, las derechas inteligentes consideran el „program a de A rias" una base de partida. Su punto clave es el proyecto asociacionista, que ha estado hasta ahora bloqueado al empeñarse el régimen en que las futuras asociaciones sola­ mente sean posibles dentro del M ovi­ m iento, con lo cual quedarían fuera del juego político, y por lo tanto en la ¡legalidad, todas aquellas fuerzas de la oposición al régimen incom pa­ tibles con los princip ios fascistas del M ovim iento. Civilizada o sin civilizar Pero la derecha civilizada sabe que sin estas fuerzas, entre ellas los so­ cialistas españoles, es im posible un ordenado futuro político en España. En el tira y afloja de las asociaciones, muchos hom bres del propio sistema van ya incluso tan lejos que están dispuestos a aceptar un pluralism o polítíco fuera del M ovim iento y, en consecuencia, abogan, como el ex procurador fa m iliar por M adrid, el falangista Juan Manuel Fanjul, por la desaparición de la Secretaría General del M ovim iento. Para los ultras esto es el acta de defunción del régimen. Los partidarios de la asociaciones fuera del M ovim iento, conscientes de las resistencias y dilaciones por parte de los ultras y los inm ovilistas ínstalaEXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 dos en el Consejo Nacional y en las Cortes, propugnan que la ley de aso­ ciaciones no se someta a tales trám i­ tes y que sea prom ulgada por decreto por el presidente del Gobierno. Arias Navarro había expresado la esperanza de que el asociacionism o fuese reali­ dad antes de com enzar el próxim o año, lo cual ha hecho pensar que efec­ tivam ente el presidente del G obierno haría uso de su posibilidad de decre­ tar las asociaciones. s ¡ i# va a M ¡ } H O í£ . e m A P & iv w < ? !£ 6 K A C ÍA ¿e G M & s ftA ü M J ¿Presidente con poderes? Esta posibilidad ha sido la señal para que los ultras pasen al ataque directo contra el gobierno de Arias Navarro, a quien consideran un traidor. La a cti­ tud de los ultras es lógica desde su punto de vista. Saben muy bien que sus días están contados desde el mo­ m ento en que pierdan el control d irec­ to sobre la vida polítíca española e jercido a través del m onopolio del M ovim iento Nacional. La cam arilla de El Pardo: el m arqués de Villaverde, que, dism inuido el dictador, parece ser ahora el representante de las am­ biciones de la „p a trió tic a “ fam ilia Franco, cuya culm inación sería ver a la nieta (e hija del marqués) en el trono de España; los de MATESA, los del „ace ite de R edondela“ ; los que han amasado fabulosas fortunas pre­ dicando la „re volu ció n nacionalsindica lista “ , como el „trib u n o “ falangista Girón, y los corruptos dirigentes de la pseudo organización sindical espa­ ñola . . . todos estos personajes no pueden perm anecer cruzados de bra­ zos viendo que el poder usurpado se les escapa de las manos. A estos „salvadores de la Patria" no les im ­ porta el futuro de España. Lo que defienden con las „uñas y los dientes" son sus prebendas. Creen que les es favorable el m om en­ to para sus intrigas para conservar la dictadura, dada la preocupación de Estados Unidos por haber perdido dos dictaduras fascistas fieles en Europa y estar ahora más que nunca interesados por el futuro de sus bases en España. Con el chalaneo de las bases, creen poder com prom eter a USA en la defensa de su régimen. Rudo golpe Los ultras han asestado un rudo golpe a la política de Arias Navarro y se sienten eufóricos en su victoria. Según se dice en M adrid, en los mo­ mentos culm inantes de sus juergas, el m arqués de Villaverde ya brinda por „A lfonso XIV“ . En sus postrim erías, el régimen de Franco ha entrado en una fase que de mom ento no deja presagiar nada bueno. Por el bien de España esperamos que los españoles no tengan que recordar con nostalgia el gobierno de Arias Navarro. ■ CRECIMIENTO SIN APERTURA El aumento del núm ero de „A u s­ län de rn “ se explica, según la O ficina de Estadísticas, por la venida de fam iliares de los residentes y también por la alta tasa de natalidad predo­ m inante entre ellos. Entre las pequeñas colonias de extran­ jeros residentes, la que más ha cre­ cido en el últim o año es la chilena. Sin em bargo este crecim iento no significa que la RFA haya celebrado un contrato con el gobierno chileno para trae r „G a sta rb e ite r“ o algo así. Muy por el contrario, el 100 % de es­ tos chilenos no ha deseado jamás abandonar su país, se trata sim ple­ mente de los asilados políticos que en número próxim o a 1.000 han engro­ sado durante los últim os doce meses las colum nas de extranjeros en la R epública Federal de Alemania. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 9 EL PSOE: POR LA LIBERTAD, POR EL SOCIALISMO En Suresnes, en las cercanías de París, se ha celebrado los pasados días 11, 12 y 13 de octubre el XIII Congreso del Partido Socialista Obrero Español. Observando el considerable número de delegados jóvenes presentes en el XIII Congreso del PSOE, no podía pasar por alto el aparente contraste entre la edad de una organización con 95 años de historia, casi un siglo de existencia, y la edad de sus afilia­ dos, hom bres y m ujeres de varias ge­ neraciones. Las ideas profesadas por este p arti­ do, fundado en 1879, han sobrevolado el tiem po, pasando por m iserias y glorias, y han echado raíces en la joven generación española. Pero ¿quién fue el fundador del PSOE, sino un joven de 28 años, Pablo Igle­ sias, de la misma edad que muchos de quienes hemos visto recorrer los pasillos, subir a la tribuna, e inter­ venir en los trabajos, realizados en esta sala de Suresnes? Si ésto es así, es indudable que la efigie, ya en edad madura, de ese joven fundador, „e l A b u e lo “ , que pre­ sidía la sala, no estaba allí como ador­ no más o menos sentim ental, sino como sím bolo de la continuidad de las ideas. Las ideas sin fuente y sin origen son como las charcas que sólo se llenan de agua cuando llueve. Pero el socialism o español organiza­ do, indiscutiblem ente, tiene un manan­ tia l: Pablo Iglesias. Por la libertad La libertad a secas no es más que una exclam ación. El PSOE sabe que esta palabra debe pluralizarse y concretizarse en libertades. Hoy día, en España, la prim era preo­ cupación de toda organización de la oposición no puede ser otra que la de luchar por las libertades fundam en­ tales para el pueblo. Pero, para poder luchar, hace falta previam ente poseer una fuerte estruc­ tura en la clandestinidad. Luego, es lógico, que el Congreso dedicara una prim ordial atención a los aspectos organizativos de fortalecim ine to y ex­ tensión del Partido en España. El Partido, hasta ahora extendido mayor­ mente por el Norte de España, cuenta ya con federaciones en todas las re­ giones del país. La clandestinidad agudiza más los problemas de asimilación de los menos activos y la separación entre teorizantes y prácticos. 10 El PSOE es cada vez más conocido, su participación en las luchas obreras aumenta, y existe un gran interés por enterarse de cuales son sus obje­ tivos. Pero la Com isión Ejecutiva no quiso ser triunfalista. Señaló tam bién las d ificultades y diferencias dentro de la organización, debidas, precisa­ mente, a la estructura de edad, jóve­ nes y veteranos, y tam bién a la estruc­ tura social, obreros e intelectuales. La clandestinidad agudiza más estos problem as de asim ilación de los nue­ vos afiliados y la separación entre teorizantes y prácticos. En todo caso, estas diferencias, como se dijo en la tribuna, no deben con­ d u c ir a la inoperancia, sino más bien deben dar paso a la disciplina, que, en el Partido Socialista, siem pre ha sido acatar la ley de la mayoría, com ­ prom iso esencial en toda organízacón dem ocrática. No obstante, la Com isión Ejecutiva m anifestó claram ente la necesidad de ser flexible, adaptándose a las circu n s­ tancias de la época actual: „D ebido a los 95 años de historia, el PSOE ha adquirido usos y costum bres, extrañas adherencias de las que es preciso deshacerse. Adherencias que no son forzosam entes inherentes al so cia lis­ m o.“ ¿Qué libertad? La democrática El PSOE, cuya aspiración es la con­ quista del poder político y económ ico por la clase trabajador, insistió en la necesidad de im plantar en España un régimen dem ocrático como m edio para conseguir estos objetivos. Esto significa más concretamente: ruptura democrática, restablecimiento de un sistema de libertades y un sistema de gobierno que emane de la volun­ tad soberana del pueblo. Pero, tra ta r de conseguir estos obje­ tivos inm ediatos, independientem ente, sin vinculaciones a ninguna otra fuer­ za sería un im posible. Debe buscarse la acción conjunta, y, por eso, el Con­ greso autorizó a la C om isión Ejecu­ tiva para que establezca relaciones con partidos y organizaciones de la oposición a la dictadura, fundam ental­ mente con las fuerzas de izquierda, para co nce rta r acuerdos tendentes a restitu ir las libertades dem ocráticas al pueblo español. ¿Quiénes son estas fuerzas de la oposición? El análisis de la situación actual puso de m anifiesto, en efecto, la existencia de num erosos grupos, muchos de ellos, sin duda, poderosos, adversos EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 El PSOE no quiere renunciar a su reponsabilidad histórica de ser él quién realice la tarea de agrupam iento de todas las expresiones socialistas de España, no m ontándose en el tren de los acontecim ientos, sino adelántandose a su marcha. al régimen actual. Pero organizacio­ nes realm ente representativas: bien pocas. Una clara alternativa organi­ zada no existe todavía. Evidente fallo de la oposición dem ocrática, del cual tam poco está exento de culpa el pro­ pio PSOE, aun reconociendo las d ifi­ cultades. Tam poco con frases com o: „Para derribar a la dictadura debemos buscar la eficacia de la acción uni­ taria en la base.“ ¡Nada de reunión de „g e n e ra le s!“ (aunque esta estrategia sea la única auténticam ente revolu­ cionaria, y, por lo tanto la más eficaz, a largo plazo) puede exim irse el Par­ tido de su responsabilidad histórica de „poner por delante de los sucesos políticos, no montándose en el tren de los acontecimientos, sino adelántan­ dose a su marcha“, como dijo el nuevo Prim er Secretario del Partido. Esto sign ifica que, paralelam ente a los m ovim ientos populares y a las luchas de la clase trabajadora, debe crearse una alternativa política, apoyada por todas las fuerzas que deseen la im ­ plantación de la dem ocracia. Es indu­ dable que aquí debe andarse con cui­ dado y no aceptar toda clase de com ­ binaciones, y por eso el Congreso, se m ostró totalm ente en contra de p articip a r en cualquier operación de base puram ente evolucionista o transform ista de las actuales estructuras, que no conduciría nunca a que el pueblo recupere sus derechos. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Por el socialismo El XIII Congreso no ha cam biado ni añadido nada a los p rincipios funda­ mentales del PSOE. Sólo los ha inter­ pretado conforme a la realidad cam­ biante. En España, es ya indiscutible la existencia de grandes corrientes socialistas. Y el PSOE reconoció la evidencia de que es m ayor el número de socialistas desorganizados que el de los que están dentro del Partido, lo cual supone una tarea de captación y de asim ilación im posible de realizar sin que el PSOE se convierta en „un gran Partido Socialista, pluralista y abierto“. El éxito de los prim eros intentos, in ic ia ­ dos en la C onferencia Socialista Ibéri­ ca, donde participaron diferentes gru­ pos socialistas regionales, dem uestra que una futura estructuración unitaria del socialism o es posible. Pero el PSOE no quiere renunciar a su responsabilidad histórica de ser él quién realice la tarea de agrupamiento de todas las expresiones socialistas de España, que desemboque en una gran alternativa política, al adveni­ miento de la democracia. La asociación de las fuerzas so cia lis­ tas estaría además en com pleta arm o­ nía con el m om ento actual que vivi­ mos en Europa, en donde ha llegado la hora del socialism o; m ovim iento que esté en el gobierno o esté reali­ zando la función de control del go­ bierno, se ha convertido en una fuerza indispensable para poner rem edio a los problem as que la sociedad tiene planteados. El PSOE es el único partido socialista español que mantiene estrechos con­ tactos con este socialismo europeo, repetando cada uno su idiosincrasia. El PSOE está integrado en el seno de la Internacional Socialista. La presencia de Frangois M itterrand, secretario del Partido S ocialista Fran­ cés, en el Congreso, fue expresión de que éstos vínculos no solam ente están en el papel. Pero tam bién los repre­ sentantes de los partidos socialistas de Suiza, Noruega, Suecia, Bélgica, Alemania, Portugal, Inglaterra, etc. allí presentes eran testim onio del Interés existente por c e rtific a r la amistad con el PSOE. Un partido con salud revolucionaria, pero realista Aunque hayamos escuchado en este Congreso debates, adornados con fraseología revolucionaria, ningún buen observador puede tildar al PSOE de ser un partido radical e incons­ ciente. 11 El conocim iento de la situación actual en España y de las posibilidades rea­ les para la dem ocracia, ha sido la base de los acuerdos de un partido que no vive en la luna sino en la realidad hispana. Es una organización con vitalidad, muestra de que nada, ni la elim ina­ ción física de sus m ejores hombres, ni las regresiones m orales de sus mo­ m entos dram áticos, han acabado con este m ovim iento. En Suresnes, hemos encontrado a los herederos legítim os del socialism o histórico español, dando muestras de la continuidad orgánica de un movi­ m iento al que, otrora, vim os con sus carnes desgarradas por los fusiles, pero no destruido su esqueleto e spiri­ tual. Hemos visto reunidos en este Con­ greso de París a socialistas, no resu­ citados ni sacados de las tumbas, sino continuadores vivos y directos de las nobles ideas, nacidas en el siglo pasado y que siguen siendo para la clase trabajadores española viva ilusión y esperanza. ■ José María Arche dentro del contexto de una alterna­ tiva socialista que tiene que ser el fundam ento básico para una auténtica alternativa dem ocrática. Y el segundo punto sería el que, en paralelo cum ­ plim iento de esta vocación p rotagoni­ z a d o s , el Partido Socialista Obera Es­ pañol haya tom ado también concien­ cia de la necesidad de la form ulación de colaboraciones, acuerdos y conjun­ ciones con todas las fuerzas políticas que sean posibles para d errib ar la dictadura, pero no basadas tanto en un carácter form al, de puro acuerdo entre órganos responsables, sino ba­ sadas en la co in cide ncia en unos ob­ jetivos muy concretos. Y no cabe la menor duda de que, para el Partido S ocialista Obrero Español, tiene mu­ cha más im portancia el derribar la dictadura y no com prom eter en el futuro del país al partido, que el empezar a hacer ya form ulaciones hipotéticas sobre com prom isos pos­ teriores. ¿Existe división? TRAS EL XIII CON­ GRESO DEL PAR­ TIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL EE: El XIII Congreso del Partido So­ cialista Obrero Español todavía no ha term inado, pero creo que ya se puede hacer un balance de lo que puede sig n ifica r para el Socialism o español. ¿Qué nos puede d ecir a este respec­ to? Entrevista con un destacado dirigente del PSOE Implantación real del socialismo Los pasados días 11, 12 y 13 de octu­ bre de ha celebrado en la localidad francesa de Suresne, cerca de París, el XIII Congreso del Partido Socialista Obrero Español. Como se sabe, el PSOE está en situación de ilegalidad en España y por tanto tiene que cele­ brar sus congresos en el extranjero. No obstante, en este últim o encuentro se ha m anifestado la esperanza de que se estaba celebrando el últim o congreso en el exilio. Cuando parece, pues, que el PSOE quiere rom per la barrera de la ilegalidad en España resulta doblem ente interesante cono­ cer su actitud frente a la constelación p olítica española actual. Con esa intención entrevistam os en Suresne a un m iem bro de la Com isión Ejecutiva del PSOE. PSOE: Realmente, hasta que mañana finalice el Congreso no se puede co­ nocer el contenido exacto de las resoluciones. Pero, en efecto, por el período de Congreso tran scurrid o se ve ya cuál es la opinión m ayoritaria de los afiliados al Partido Socialista Obrero Español, que a través de sus delegados se expresan en este Con­ greso. Yo destacaría fundam ental­ mente dos puntos. El prim ero, el pro­ yeso de protagonización de la vida política española por el PSOE co n ti­ núa adelante de una manera cada vez más reafirm ada. Los m ilitantes y los delegados del Partido han tom ado conciencia plena de la función que al Partido Socialista Obrero Español co­ rresponde cum plir en nuestro futuro 12 EE: El m ovim iento socialista en Espa­ ña aparece hoy muy dividido, lo cual es causa de desasosiego para el PSOE, según se ha puesto de m ani­ fiesto en este Congreso. ¿Van a salir del Congreso iniciativas en el sentido de superar esta división? PSOE: Yo no sé si el Congreso apro­ bará alguna resolución concreta y es­ pecífica en este tema, pero efectiva­ mente ya el Partido las había apro­ bado en el XIII Congreso. Y por lo tanto, de no su frir reform a esa d ire c­ triz, sigue plenam ente vigente como acuerdo básico de la O rganización la voluntad de construcción de un m ovi­ m iento socialista ibérico lo más ancho y más coherente posible. En conse­ cuencia, esa vocación, que ha em pe­ zado a desarrollar a través de la Con­ ferencia Socialista Ibérica, va a ser una d irectriz que no abandonará el Partido. La fragm entación del Socia­ lismo ibérico tiene razones de muy variada especie. De una parte, existen razones que escapan a circunstancias de la pura clandestinidad y que obe­ decen a unos problem as reales: uno de ellos es el problem a de las nacio­ nalidades ibéricas. El Partido Socia­ lista Obrero Español coin cide en de­ term inadas zonas, como son Galicia, Cataluña y el País Vasco, con plasmad o n e s socialistas que pretenden in­ terpretar e interpretan una realidad socialista nacional, com o son el Par­ tido S ocialista Galego, el Moviment Socialista de Catalunya o el Partido S ocialista de los Países Valencianos. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 La verdad es que se han analizado en conjunto las causas de esta fragm en­ tación, y es esperanzador el fruto de este análisis. Porque la estructura federalista del Partido Socialista Obrero Español, su proclam ación in­ dudable de excitación a que la auto­ determ inación de los pueblos sea una realidad incluso con carácter previo a un período constituyente, ha sido recibida con una enorm e satisfacción por esos partidos socialistas naciona­ les. Otro problem a es la fragm enta­ ción surgida de la clandestinidad o surgida de problem as personales. El Partido Socialista Obrero Español está por encim a de ellos, y no escatim ará ningún esfuerzo para que en ese mo­ vim iento socialista ibérico del futuro, del que este XIII Congreso es una parte del proceso de gestación,se cons­ truya por encim a de las personas, con sujeción clara al ideario socialista. Y en la confrontación en este punto se verá claram ente quién está por el Socialism o y quién está por el perso­ nalismo. No hay tolerancia EE: La actual situación política en Es­ paña plantea una d ifícil papeleta al Partido Socialista Obrero Español. Se habla de apertura y hasta de dem o­ cracia. En el diario „P u eb lo ", por ejem plo, se cita por su nom bre a so­ cialistas españoles diciendo que son dirigentes del Partido Socialista Obrero Español, sin que sean deteni­ dos por la policía, com o hubiera su­ cedido hace tan sólo pocos años. ¿Qué postura adopta el PSOE frente a la actual faceta del régimen español y su proclam ación de apertura? ülCEW LOS T £ C ^Ö C R ATAS 4o * £ _ 6520 k 4- ?0 ¿ * \ f c f % y CON ESD, PRETE NI>EN " CONVEN­ CERNOS; p£R0Y0,Q U 6 5 0 V P O LÍT IC O , O'i DiGO -.^ DO RT "BEKOMMT MAN A W ^TE LLE R E . ÍN E M WAR MC \X/ÜRSTCWf(V l M ÍT KARTOFFELSALAT E-R ^g, SARD¡AJ£M . .»■C@L MMO/V. I PSOE: Si en una reconoscible lib e ra li­ zación inform ativa las siglas del Parti­ do Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabejadores em pie­ zan a aparecer con cierta profusión en las páginas de los periódicos, si al mismo tiem po el nombre y los ape lli­ dos de determ inadas personas a las que se atribuye la pertenencia al Partido empiezan a ser tam bién objeto de com entario en las páginas de los periódicos, ello es consecuencia de una evolución lógica en el país, por­ que por mucho que se quiera no se pueden tapar las aguas del mar ni las arenas del desierto, y lógicam ente esto tenia que aflorar y está afloran­ do. Lamentablemente, hay quien ha querido interpretar esta aparición pú­ blica del PSOE y de la UGT y de per­ sonas a las que se atribuye esta con­ dición, com o una to leran cia por parte del régimen. Y no es así. Se trata pura y sim plem ente del reconocim ien­ to de una realidad que se va im po­ niendo a una ficción política como es el propio sistema y el propio régimen. Se ha conquistado, a través del es­ fuerzo de los socialistas, el que esta realidad aflore. Y en ello, efectiva­ mente, hay una nenorme ventaja porque va a haber puntos referenciales para el socialism o español. El régimen po­ dría, lógicam ente, adoptar una actitud mucho más represiva. Pero creemos que las condiciones que atraviesa ya hoy la evolución española no le per­ m itirían el tratar de descargar el mecanismo de la represión sobre un ideario que hoy está im poniéndose por com pleto en toda la Europa dem ocrá­ tica. Y hasta el propio régimen tiene que reconocer que el futuro de Es­ paña es un futuro socialista, y que tratar de ponerle frenos a esta evolu­ ción supone acelerar todavía mucho más su propia caída. Los pactos y el PSOE EE: El PSOE, en cuanto partido, se ha negado a p articipar en la C onferencia D em ocrática diciendo que no consi­ dera oportuna una política de pactos interclasistas. ¿Cree el PSOE que sin tales pactos será posible un proceso de dem ocratización en España? EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 13 'p O ü 'Ñ ! 5 ¡ , % 'y . 'a m M e t'A W T iE tm L Í& & T A P P m rM o m s El CUMA , y A CA Á m fio M Ü 1)2 ¡P&LC &r/L peto que está m ereciendo de los otros partidos que form an parte de la Inter­ nacional, socialista y social-dem ócratas. Por tanto, se puede d ecir que ha variado por com pleto este com porta­ m iento de las organizaciones socialis­ tas internacionales. Y en consecuen­ cia, hoy esa solidaridad ha pasado de ser una solidaridad moral y está em­ pezando a ser una solidaridad efec­ tiva. Üó Síi Conferencia socialista PSOE: No es exactam ente la nega­ ción a una política de pactos ínterclasistas la que ha producido la no adhesión del Partido Socialista Obrera Español a la llam ada Conferencia D em ocrática. Sim plemente, lo que o curre es que el hecho de la Con­ ferencia D em ocrática no está suficien­ tem ente cuajado. Ha surgido de una inform ación en la prensa sin venir pre­ cedido de unos serios planteam ientos. En segundo lugar, el pretender pre­ sentar a la C onferencia D em ocrática con un signo inequívocam ente a nti­ com unista tam bién supone para un p artido com o el Partido Socialista O brero Español un enorme escollo, ya que en él no tiene por qué darse ni el procom unism o ni el anticom unis­ mo. Bastante es con que sea socialis­ ta, dem ocrático y revolucionario. Y precisam ente su socialism o dem ocrá­ tico y revolucionario le lleva a con­ siderar que la unión con las fuerzas de izquierda, y una de ellas es el Partido Com unista, tiene que ser al­ gún día un pivote para la realización de una polítíca de izquierdas en el país. Entonces, no es tanto el aspecto negativo de una política ínterclasista com o el aspecto positivo de querer excitar a todos los grupos políticos a que las conjunciones que entre ellos se establezcan sean fruto de un de­ bate mucho más serio, lo que hasta ahora ha obstaculizado el que el Par­ tido Socialista Obrero Español pueda estar en esta plasm ación. EE: No obstante, el PSOE tam poco form a parte de la Junta Dem ocrática. ¿Es el PSOE anticom unista? 14 PSOE: El PSOE no es anticom unista. Y si no está en la Junta Dem ocrática es fundam entalm ente porque ésta na­ ció con una intención que no com par­ tim os: Una intención absolutam ente m onárquica y al servicio de la per­ sona de don Juan de Borbón. Es evi­ dente que posteriorm ente se ha trans­ form ado. Pero su transform ación no ha sido lo sufricientem ente radical, en un sentido de operatividad antifascis­ ta, como el PSOE hubiera deseado para considerar su adhesión a la m is­ ma. Además, se da la circunstancia de que la Junta D em ocrática, como parece ser que se está poniendo de m anifiesto últim am ente, no es prim a­ riam ente un acuerdo entre organiza­ ciones, sino un acuerdo entre perso­ nas, que por muy respetables que sean no suponen un com prom iso serio de lucha. Relaciones sin abdicaciones EE: El Socialism o proclam a la s o li­ daridad internacional, pero durante muchos años ha parecido que los partidos socialistas europeos cum ­ plían muy de mala gana y con cuenta­ gotas este deber de solidaridad con el PSOE. ¿Cuál es el estado actual de las relaciones del PSOE con los par­ tidos socialista europeos? PSOE: Es evidente que, según el Par­ tido Socialista Obrero Español, des­ pués del XII Congreso, ha ido adqui­ riendo mayor coherencia, mayor fuer­ za, mayor im plantación en la vida polí­ tica española, tanto mayor es el res­ EE: El PSOE se proclam a aún m arxista y revolucionario, según acaba de d ecir usted mismo. ¿Cree usted que con ello está en la línea de los p arti­ dos socialistas europeos, de los que muchos, como por ejem plo el SPD, han abdicado oficialm ente del m arxis­ mo, y sobre todo en una línea que conseguiría el apoyo de la mayoría de la población española en caso de elecciones libres? PSOE: Sinceram ente, la declaración de un partido como m arxista y revolu­ cionario, que puede haber socialistas que la consideren muy radical, no es más que ser muy coherente con nuestra declaración de p rincipios y con el program a de Pablo iglesias. Ser m arxista no significa en modo alguno ser más que realista en lo p olítico reconocer un hecho que está ahí, y no por culpa del socialism o, sino por culpa del capitalism o, como es la lucha de clases y la explotación. Revolución es transformación Y ser revolucionario no significa una actitud de violencia, sino una actitud de transform ación radical de las es­ tructuras, para lo cual todos los me­ dios que se ofrezcan deben ser u tili­ zados, incluida la lucha en el contexto de las propias sociedades form alm en­ te dem ocráticas, no integralm ente dem ocráticas. Si hay partidos que han abdicado de este planteam iento, noso­ tros no com partim os con ellos esta abdicación, pero respetamos perfecta­ mente lo que es la plasm ación de sus congresos y que no tiene por qué im pedir ni o bstaculizar unas relacio­ nes fraternales y de colaboración. Por­ que tenemos que reconocer, com o so­ cialistas españoles, que no son los mismos problem as los que tiene la población alemana o la población sueca o la noruega que los problemas que tiene la población española. Es EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 SOCIALISMO A LA CARTA En la vorágine de trabajo, de prisas, de contam inación, que uno soporta diariam ente, vislum braba yo que el gran problem a del país es el hambre. No, señor, no quiero hacer dem ago­ gia: Me refiero, evidentemente, al hambre de política. Pero en unos días de descanso que he podido disfrutar con tranquilidad, lo que intuía de una manera difusa me ha saltado a la vista, al repasar la vida pública espa­ ñola de un año a esta parte, como algo irrefutable al visualizar en su to ­ talidad el pintoresco espectáculo de la dem anda - m ejor diríamos, en té r­ minos de hostelería, comanda - de socialism o. Repasen, repasen declara­ ciones, entrevistas, artículos, etc, y verán como es cierto que casi todo el mundo quiere probar el socialism o. La moda de las cenas muy posible que el grado de inciden­ cia de las condiciones de vida en Suecia o en Alem ania haga perm isible que las plasm aciones políticas de estos partidos socialistas tengan un tono que no pueda ser en modo al­ guno trasladado m im éticam ente a Es­ paña. España tiene problem as mucho más graves de reparto de riqueza, tiene problem as de estructura mil ve­ ces superiores, y hay cotas que ya han sido alcanzadas en estos países, a nivel de educación, a nivel de sani­ dad, a nivel de lucha contra la explota­ ción inicial, a nivel de lucha contra la especulación, porque hay control dem ocrático. Pero, claro, no puede plantearse las mismas perspectivas un partido socialista en un país en libe r­ tad que un partido socialista m arxista y revolucionario en un país de d icta ­ dura. Por tanto, estas diferencias no tienen por qué ser diferencias de anta­ gonism o, sino puras diferencias que responden a realidades distintas. Y a ralidades distintas, tiene que haber soluciones distintas. EE: Muchas gracias. ■ >t¡ EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Es algo sem ejante a lo que ocurre cuando se abre un nuevo restaurante y éste se pone de moda entre los de M adrid la nuit. Aglom eración, humo, voces . . . Para hacerlo más gráfico, imagínenselo ustedes de este modo. Y observen, o b s e rv e n ... Vean ustedes aquéllos de ese rincón, que lo quieren devorar en un par de bocados rápida­ mente como para recuperar el tiem po perdido y posiblem ente se les vaya a indigestar. Y aquellos otros que lo de­ gustan como un plato exótico recién descubierto, picando un poco de allí, un poco de acá, y que al final no van a tener conciencia de a qué sabe real­ mente. Pero observen, observen, esa gran mesa m ultitudinaria del centro, al vuelo algunas frases de entre el de recién llegados, e intenten coger im presionante guirigay: „Pues no está mal esto, tiene buena pinta." „Si ya te lo decía yo.“ „Pero si además esto es de confianza, si ha estado aquí toda la vida. Lo úni­ co que ha cam biado es la d eco ra ción .“ „Bueno, vamos a ver qué pedim os." „Para mí, una de socialism o ,Largo'. Es un poco fuerte, pero es más tra d i­ cional." „P ara mi, igual, pero con jugo de Program a Común y con vino de Bur­ deos. Es más actual." „No, para mí, con Besteirejilitos, que es más sueve." „Y o lo prefiero com o tú, pero sin tro ­ pezones de Lucha de Clases, porque tengo el estóm ago un poco delicado." 15 f lö s madera son iguales. Ni el agua tan siquiera, sin contar con otra m ultitud de ingredientes. Los que, desde siem ­ pre, venimos haciendo día a día este plato único, no nos desanim am os por este tipo de errores, siem pre lam en­ tables, pero siem pre susceptibles de corregirse. N osotros volvemos a em­ pezar, buscamos y discutim os en qué punto o puntos nos confundim os. Existe una ciencia, por la cual nos regimos, hecha de miles de aporta­ ciones y de quemaduras, pero todavía inacabada, susceptible de perfeccio­ narse y que no aporta recetas m ági­ cas, por lo que siem pre estamos bus­ cando afinar la teoría general y apli­ carla a casos particulares, como las necesidades alim enticias y de calorías del país, sin perder de vista los hábi­ tos y tradiciones culinarias del mismo. fe r n e s V M A C e M U A LA CAFCU 0 fl M EHÜ POUTÍCO?. m „Pues para eso, pídelo a la Bad Go­ desberg, con vinos del R hin.“ „Pero, hombre, si no sabéis ná de ná. Póngame una ,al Abuelo", con algo más de autoritarism o y un poco más de ce ntralism o.“ „No, no, yo la quiero con un poco de plátano, a la C ubana.“ „Pues a mí, que me la sirvan trin ­ chando en un Yugo y unas Flechas.“ „Yo, si tuviera bambú fresco, lo pedi­ ría a la vietnam ita.“ „Pues donde esté con salmón a la N órdica, que se quiten todos los de­ más. Inclusive el pudding a la Inglesa." Ante esta situación caótica, provo­ cada por la confluencia de hombres honestos junto con los snobs de tu r­ no, los vividores, los ingenuos bienin­ tencionados y los dubitativos, nos im aginam os lo que dirían a todos ellos los de la cocina, los que hacen y han hecho todos los días el socia­ lismo. Se me im agina en los siguien­ tes térm inos: t autoservicio integral. O para d ecirlo de otro modo, se elabora y se con­ sume en régimen de autogestión co­ lectiva. Sólo elaboram os un único plato, el Socialism o, del cual sólo pueden com er aquéllos que colaboran a hacerlo día a día, enriqueciéndolo con sus aportaciones, manchándose en la cocina. No querem os engañar a nadie, y que­ remos advertir que en algunas ocasio­ nes el guiso nos ha salido regular. Unas veces se nos ha pegado en el pasado, otras lo hemos retirado antes de tiempo. Hay que aceptar estos contratiem pos como algo consustan­ cial a la ciencia, al arte de cocinar, pues no siem pre los carbones y la Participar con responsabilidad Bienvenidos sean aquéllos que apor­ ten a este empeño su esfuerzo, y mu­ cho m ejor si a su esfuerzo unen un sentido del gusto y del olfato parti­ cularm ente desarrollado. Pero ante todo deben estar dispuestos a p artici­ par en su elaboración con el resto de los compañeros, sudar el delantal y el gorro, fregar las cacerolas, los platos, la cocina, los baldosines y los suelos. Aquéllos de entre ustedes que estén dispuestos a p articip a r de la form a que hemos expuesto y a abandonar hábitos de restaurantes decadentes, serán no sólo bien recibidos, sino alegre y fraternalm ente acogidos. ■ Ariete Estimados clientes: Bienvenidos sean todos ustedes, pero por su form a de producirse nos te­ memos que se hayan confundido de restaurante. Confiam os en que esta nota sirva para a clarar los m alenten­ didos. Este es un restaurante muy particular. En él cabe, si quiere, casi todo el mundo, pero a nadie se sirve, y menos a la carta, ya que es un 16 EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 la Em bajada de la República Federal de Alemania, que se habían esforzado por su cuenta en aclarar el asunto; ya habían anunciado mi visita ante las autoridades españolas y también se habían esforzado por reservar asien­ tos en la parte de la sala destinada al público en el Tribunal de Orden Públi­ co. La vista estaba señalada para las 17.00 h. Así, pues, no quedaba mucho tiem po para hacerse una com posición de lugar. Durante la entrevista, en la que los señores de la Em bajada ale­ mana me inform aron de lo que sabían, la Embajada tuvo noticia durante una conversación con el Tribunal de que el ju ic io había sido aplazado por solicitud del Fiscal, no habiéndose señalado una nueva fecha. De mo­ mento, esto causó un gran alivio. Conocer detalles Dado que tam poco seguía detenido ninguno de los compañeros, no había ya m otivo de profunda preocupación. „UNA VISITA RELAMPAGO A MADRID” Por Gerhard Jahn, ex ministro federal, Diputado del Parlamento Federal y representante de Bonn en la Comisión de Derechos Humanos. Era el 25 de octubre, por la tarde. Un viernes. Dos días antes de las elecciones para el parlam ento regio­ nal de Hessen y para las co rp oracio ­ nes comunales. Entre dos actos elec­ torales me llegó una llam ada telefónica del presidente del SPD, W illy Brandt. „Se que te hallas en plena campaña e le cto ra l" — de dijo — „p e ro tengo que rogarte que te ocupes de una misión totalm ente distinta. Acabo de recibir una n oticia de nuestros com pañeros españoles, con algunos de los cuales me he encontrado hace poco tiempo, de que el lunes será reanudado un proceso contra ellos, pendiente desde hace ya varios años. ¿Puedes trasla­ darte a M adrid para observar el pro­ ce so? “ Cuando al m ediodía del lunes a terri­ zaba en el aeropuerto de M adrid, toda­ vía sabía muy poco del asunto. Una gran ayuda fueron los m iem bros de Por lo tanto, podía u tilizar bien el tiempo. Como es natural tenía interés en hablar con los com pañeros acu­ sados y con sus abogados. Quería saber de ellos detalles del objeto de la acusación, su apreciación de la situación y naturalm ente inform arm e también de la situación política. En el curso de la tarde tuvo lugar un encuentro, resultando que no era yo el único asistente por el mismo motivo. Estaban también presentes com pañe­ ros de la C onfederación Internacional de O rganizaciones Sindicales Libres Mi contestación Yo contesté: ,,S¡ podem os arreglár­ noslas con el tiem po de manera que pueda e m itir antes mi voto para las elecciones, puede contarse totalm ente co nm ig o .“ EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Felipe González Marquéz y Nicolás Redondo, dos de los procesados por socialista. ¿Ser socialista es un delito? 17 (CIOSL), a su cabeza el secretario general O tto Kersten de Bruselas, com pañeros del partido laborista bri­ tá nico y del Partido Obrero noruego. Todos teníamos una cosa en com ún: queríam os dem ostrar nuestra so lid ari­ dad a nuestros com pañeros del Parti­ do Socialista Obrero Español (PSOE) y de la Unión General de Trabajadores (UGT); indicarles que, aunque com ­ parezcan ante el Tribunal, no están solos, y poner de m anifiesto a tra ­ vés del interés internacional, que de­ cisiones que afecten a nuestros com ­ pañeros, tam bién nos afectan a noso­ tros. Singular imagen En la conversación con nuestros com ­ pañeros y con sus abogados resultó una imagen singular para un jurista alemán. El 31 de enero de 1971 habían sido detenidos N icolás Re­ dondo Urbieta, Enrique M úgíca Herzog, así com o Felipe González Márquez. Junto con ellos fueron asim ismo de­ tenidos Am brosio G utiérrez y C ristó­ bal Cáliz. Se les acusaba de asocia­ ción ilegal por su pertenencia al Par­ tid o Socialista Obrero Español y a la UGT, así como tam bién de propagan­ da ilícita. El Fiscal so licita penas de cárcel de 8 a 12 años. El proceso se dem oró durante años. Al p rincip io habían sido señaladas vistas de la causa para abril de 1974. Después se habían previsto varios señalam ientos para el mes de octubre. Y pocas horas antes de com enzar la vista por últim o señalada, el 28 de octubre, el ju ic io volvió a ser suspen­ dido „sine d ie “ . Según parece rezar la explicación, el nuevo aplazam iento se había hecho, al parecer, preciso porque tenían que form ularse nuevas acusaciones que evidentem ente no guardan ninguna relación con los cargos originales. Contra esto han protestado con razón los abogados. Hacen valer que des­ pués de tantos años es preciso con­ c lu ir el proceso. En el caso de que se form ulen nuevas acusaciones, ha­ brá de incoarse un nuevo proceso. Hay que esperar a saber qué decisio ­ nes adopta la ju sticia española. Yo, en cualquier caso, no tengo mo­ tivo para considerar cum plido mi en­ cargo, m ientras que no se sepa defini­ tivam ente qué va a pasar con este proceso. Por tal razón, al térm ino de 18 la conversación, he dicho a los com ­ pañeros españoles que volveré a es­ ta r en M adrid cuando me informen de cuándo habrá de proseguirse el juicio. N osotros tenemos que y queremos hacer uso del derecho a observar el transcurso de una vista pública, para hacernos una idea de en base de qué incrim inaciones puede, en resum i­ das cuentas, celebrarse semejante proceso, y para saber también cómo termina. Por primera vez Para alguien que, como yo, se en­ cuentra por prim era vez en su vida en España, es extraordinariam ente difícil hacer una valoración. En prim er lugar, es im presionante la determ ina­ ción y seguridad interna con que nuestros com pañeros intentan afir­ marse en España como socialdem ó­ cratas. Im presionante es tam bién la seguridad en sí mismos con la que asumen su misión, pese a todos los peligros. Es digno de adm iración cóm o inten­ tan (a pesar de una legislación que no perm ite los partidos políticos ni los sindicatos), con prudencia y hab ili­ dad, aprovechar cualquier posibilidad de expresar sus convicciones p olíti­ cas. Saben que en ello arriesgan peligros personales. Pero también saben que se hallan en consonancia con las convicciones de muchas otras personas en España, incluso de ideas diferentes, que consideran que más libertad, el derecho a la libertad de opinión y el derecho a la actividad política son pasos necesarios, que no deben ser dem orados por más tiempo. Saben tam bién que con ello rinden al mismo tiem po un servicio a España y a Europa. La aproxim ación de Espa­ ña a los vecinos europeos, a los que pertenece, no puede ser separada de la realización de los derechos huma­ nos y de las libertades fundam entales, que son una larga tradición europea. Si España quiere hallar su puesto en Europa, solam ente podrá conseguirlo si restablece la armonía con las de­ cisiones básicas europeas. Por otra parte, los demás europeos saben que España pertenece a Europa, y desean que pronto puedan ser posibles mu­ chos pasos en el cam ino de la" aproxim ación. Tienen derechos Nuestros com pañeros en España, que trabajan por este objetivo, tienen derecho no sólo a nuestra ayuda, sino tam bién a que nos esforcem os por cualquier form a de colaboración con ellos. Ha sido muy conveniente poder declarar esto allí mismo, en M adrid. ■ LOS CATÓLICOS EN EL SOCIALISMO La sociedad española esta en proceso de transformación. Muchas actitudes están cambiando por la fuerza de los hechos, y entre ellas la que mantienen los católicos respecto a la intervención política y social. Tradicionalm ente católico era sinó­ nim o de conservador, opuesto al pro­ greso social, contrarevolucionario. Hoy sabemos que las posturas de mu­ chos católicos no tiene semejanza con la d efinición histórica de católico. Muchos ca tólicos se han colocado junto a la clase obrera para luchar contra una situación de inju sticia y explotación. Y al hacerlo reclam an la condición de socialistas. Evidentemente esto es una incon­ gruencia, dado que el socialism o es m arxista y el m arxismo es ateo. En el C atolicism o Dios ha creado al hombre, en el Socialism o el Hombre ha creado a dios. Una y otra posición no pueden identificarse en cuanto que representa dos interpretaciones opues­ tas: una religiosa, la otra dialéctica. La fé en un ser o en una fuerza sobre­ natural, divina, es la alineación del hom bre que no ha sabido resolver la co ntrad icción m ateria-idea. La pérdida de esta alineación, por una tom a de co nciencia de la realidad m aterial co­ mo condicionante de todas,las religio ­ nes de la realidad, es la aprehensión de la concepción m arxista de la exis­ tencia. ¿Significa esto un rechazo de la par­ ticipa ción de los hom bres y m ujeres ca tólicos en la lucha contra la injus­ ticia?. En absoluto. Se trata sólo de fija r los lim ites en que se desenvuel­ ven jun to s los unos — creyentes — y los otros — ateos —. Tam poco se establecen jerarquías en la lucha contra la opresión, contra las (continua pág. 25) EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 EL SOCIALISMO Y LA REVOLUCIÓN Recientemente, ha salido a la luz pública en España un nuevo grupo de oposición al régimen, que de mo­ mento actuará en la ¡legalidad, o por lo menos en esa extraña tie rra de nadie que existe entre la legalidad y la ilegalidad en la España actual y que la mayoría de los observadores interpretan como un síntoma claro de descom posición del régimen. El nuevo grupo se denom ina Unión SocialDem ócrata Española (USDE), y se ha fijado por objeto continuar la tradición de los partidos liberales burgueses, enriquecida con elem entos del „s o ­ cialism o m oderno“ . Además, y según m anifestaron sus prom otores, el grupo se considera representante de la clase media y del proletariado „n o revolu­ cio n a rio ". Ya sé que se puede objetar, con ra­ zón, que el grupo, en realidad, no representa a nadie, puesto que nadie le ha dado el correspondiente man­ dato. Pero esta objeción sólo es co ­ rrecta a medias, en la m edida en que no se considere como representativos de la clase m edia ni del proletariado „n o revolucionario" a los prom otores de la USDE. Por lo demás ningún par­ tido político ha sido, en el m omento de su fundación, representativo de nadie. Pablo Iglesias y sus com pa­ ñeros, cuando fundaron el PSOE, tam ­ poco representaban ni al proletariado ni al socialism o español, sino que esa representación les correspondió más tarde, cuando se la hubieron ganado a pulso por su gestión en cuanto par­ tido, aunque sus efectivos fuesen, durante años, sumamente exiguos. mo dem ocrático a un socialism o anti­ dem ocrático o un socialism o moderno a un socialism o anticuado. Si efectiva­ mente es socialism o, tiene que ser necesariam ente dem ocrático, porque no hay dem ocracia sin socialism o ni socialism o sin dem ocracia. Y si es socialism o, tiene que ser necesaria­ mente moderno, porque el socialism o, al contrario del conservadurism o, que es una ideología a la defensiva, em­ peñada en no perder terreno, en con­ servar lo heredado de nuestros ma­ yores sin m odificarlo en absoluto más que cuando no queda más remedio por im perativo de las circunstancias; el socialism o, digo, es en cam bio una ideología en constante ofensiva, con­ tinuam ente empeñada en conquistar nuevas fronteras, aceptando las exi­ gencias del mom ento para utilizarlas como vehículo hacia las metas ase­ quibles aquí y ahora, que no son más que etapas que nos acercan a la gran meta final: la im plantación de la jus­ ticia en libertad. El fin y los medios En este objetivo final estamos de acuerdo todos los que nos reclam a­ mos del socialism o. Donde ya surgen discrepancias es en la elección de los medios para alcanzarlo. Unos ha­ blan de revolución, como por ejemplo el PSOE, que se define como un partido obrero, m arxista y revolucio­ nario. Otros preconizan la evolución, y en consecuencia, como hace ahora la USDE, invocan, para legitim arse, al proletariado „n o revolucionario". Y en no pocas ocasiones, ambas opiniones se antagonizan y hacen im posible una colaboración, con lo que, en mi opinión, unos y otros no sólo perjudican al proletariado, „revo- Por José Moll Marqués lu cio n a rio " o no, sino que además pierden lam entablem ente el tiem po y despilfarran energías que necesitaría­ mos urgentem ente para tareas más constructivas. En mi opinión (ya me doy cuenta de que es una lata repetir tantas veces esta m uletilla, pero hay gente que se empeña en atribuirm e am biciones pontificales que tal vez así podré con­ trarrestar), el Socialism o propugna soluciones que responden a los legí­ tim os intereses no sólo del proletaria­ do, sino tam bién de la clase media, sobre todo en una época como la actual, que se caracteriza por una extraña correlación entre el c re c i­ m iento de la clase m edia y el aumento de su indefensión e im potencia, por falta de instrum entos adecuados, ante la agobiante prepotencia de los ostentadores del capital. En conse­ cuencia, es absurdo y constituye un contrasentido d ivid ir el m ovim iento socialista en dos partidos según un criterio tan inconsistente como es el de la vocación revolucionaria. Dar prioridad a esa vocación tal vez tenía sentido en el prim er siglo de existen­ cia del socialism o, cuando el „d e s o r­ den estab lecido “ , la reacción en el poder, creía poder ahogar las ansias Solo un socialismo Aparte, pues, de esas objeciones fá­ ciles, que sólo el futuro podrá dem os­ tra r si en este caso estaban ju stifica ­ das o no, hay que constatar dos co­ sas: Primera, que la USDE reivindica para sí el socialism o, aunque puntua­ lice que se refiere al „m o d e rn o ". Y segunda, que bajo ese postulado pre­ tende representar a la clase m edia y al proletariado „n o revolucionario". Personalm ente, considero que todo adjetivo que se tom e para determ inar más concretam ente al socialism o no hace más que crear confusión. Socia­ lismo no hay más que uno, y es ab­ surdo querer contraponer un so cia lis­ EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 19 quiere m antener la prioridad de la revolución, en todo caso una nueva d efinición de lo que entendemos por tal. Revolución en el sentido tra d i­ cional de m ovilización de las masas para la conquista del poder por la fuerza, a fin de im poner desde el po­ der las soluciones socialistas, es algo no sólo anacrónico, sino además m aterialm ente im posible. Además, no puede interesarnos a los socialistas, porque la amarga experiencia de mu­ chos pueblos enseña que esa revolu­ ción no conduce a la ju sticia y la libertad que es lo que nosotros desea­ mos. Los de „arriba“ ni son algo eterno, ni nunca el socialism o podrá representar sus intereses. Ser m arxista no significa en modo alguno ser más que realista en lo pólitico, reconocer un hecho que esta ahi, y no por culpa del socialism o, sino por culpa del capitalism o, como es la lucha de clases y la explotación. de ju sticia de las masas populares por m edio de la violencia y la fuerza de las armas. Hoy, aunque el orden esta­ blecido dista mucho de ser perfecto (si lo fuera, estaríamos viviendo en una sociedad socialista), por lo menos se ha reconocido la im posibilidad de tal intento, que justifica ba en efecto la réplica popular a la violencia reaccionaria con la violencia revolu­ cionaria, y el Socialism o, si bien no disfruta de igualdad de oportunidades, tiene en cam bio la libertad necesaria para defender ante el pueblo sus opciones. ¿Qué es revolución? Es evidente que ello impone una mo­ d ificación de prioridades, o si se Los acontecim ientos de Portugal y Grecia confirm an esta aseveración. A llí no ha sido el pueblo quien ha llevado a cabo la „re v o lu c ió n ", sino el Ejército, el mismo poder que no dudaría en barrer al pueblo si éste se echase a la calle en armas. De ahí que los representantes del pueblo tengan que ofrecer el penoso espectáculo de hacerles carantoñas a los m ilitares, reafirm ando a cada paso su confian­ za en que el E jército cum plirá su pro­ mesa de perm itir elecciones libres, que evidentem ente no van a dar por resultado la im plantación del Socialis­ mo, sino la institucionalización de un juego de fuerzas parecido al de los demás países de Europa O ccidental, en el m ejor de los casos. ¿Acaso hay algún iluso que crea que los socialistas portugueses hacen za­ lemas a los m ilitares porque tienen vocación de aduladores? ¿Acaso con­ sidera alguien que a los dem ócratas griegos les hace mucha gracia que el presidente de G recia siga siendo el mismo títere que entronizaron los derrocados coroneles? Rotundamente, no. En ambos casos, los dem ócratas de esos países hermanos no tienen más remedio que apechar con lo que hay e intentar sacarle el máximo jugo posible. Exactamente lo mismo que tendrem os que hacer los dem ócratas españoles cuando alguien, sea el Ejército o sean los norteam ericanos, desahucie al régimen de Franco y dé oportunidad de juego político. Nuevamente: No a la violencia Los trabajadores encuentran en el socialismo la expresión y el cauce natural para la defensa de sus intereses. 20 Creo que esto es no sólo realista, sino además consecuente con la a cti­ tud socialista de condena de la violen­ cia como instrum ento político. Por ello me sorprende ver que en un conEXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 greso socialista se aplaude a los ora­ dores que predican la conquista del poder por el pueblo, sin señalar que ello equivale al su icidio político del socialism o, y se acoge con entusias­ mo el mensaje de salutación de una organización que, aparte de ser un grupúsculo sectario ajeno a nuestro ideario, no tiene más program a que la violencia, que todavía tiene la des­ fachatez de ca lifica r de „re volu cio na ­ ria “ . Me sorprende y me duele, y me recuerda además a un auténtico y gran socialista español, el doctor Jaime Vera, que en la ya lejana fecha del 24 de enero de 1891 escribió, d iri­ giéndose precisam ente a los trabaja­ dores, estas sabias palabras: „H ablar de revolución a todas horas cuando la fuerza y la ocasión faltan, más que insensato es ridículo." Para mí, es evidente que Jaim e Vera no rechazaba con estas palabras la revolución, sino el radicalism o verbal sin trasfondo real de muchos apren­ dices de tribunos del pueblo, que en realidad lo único que buscan es el aplauso fácil, aun a costa de ser­ virse de los mismos m étodos que com batim os en nuestros enem igos: la dem agogia barata y el engaño pre­ m editado del que quiere aparentar lo que no es. Porque una de dos: O los socialistas rechazamos el uso de la violencia como instrum ento de la lucha política, única manera de que podamos considerarnos socialistas; o hay que preguntarse cómo es que, en 35 años de dictadura, los socialis­ tas españoles no han colocado ni un mal petardo. Fácil respuesta La respuesta es fá cil: Los socialistas, en efecto, rechazamos la violencia como instrum ento de la lucha política. Lo cual no quiere decir que renuncie­ mos a la revolución. Quiere d ecir que sabemos que la revolución no se hace hoy por m edio de „la conquista del poder por el pueblo en arm as". La revolución se hace hoy llevando a cabo, cuando estamos en condiciones de ello, y en todo mom ento p ropi­ ciando, prom oviendo e impulsando, una reforma radical de las estruc­ turas imperantes para hacerlas verda­ deram ente justas y dem ocráticas, utilizando para ello los instrum entos que ofrece la sociedad libre a que, com o prim er paso, aspiram os los dem ócratas españoles. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Il/U T C IIffé / \ io W e fta e m ¡ ¿ Q v it t m ¿ 6 w s tf W ' P ó Q jM Ñ .y Convencer para vencer Sería, pues, conveniente que quienes quieran encarnar hoy el socialism o histórico español no sigan haciendo el ridículo, como ya reprochaba Jaime Vera a sus com pañeros que se d istin ­ guían más por su capacidad de pala­ bra que de reflexión, y dejen la dema­ gogia para quienes están faltos de argum entos de peso en que apoyar sus to rcid os idearios. Si le damos a la revolución su sentido tradicional, los socialistas nos colocam os en una co ntrad icción insoluble. Porque im ­ poner el socialism o por m edio de la revolución no es, evidentemente, de­ m ocrático. Lo dem ocrático es im­ ponerlo por convicción. Y la con­ vicción es el resultado de un lento proceso de m aduración cívica y hu­ mana, es decir, es el resultado de la evolución. ciosa y por tanto más perjudicial, si cabe, que cualquier otra división. Pero estas consideraciones no debe­ rían hacer reflexionar sólo a la USDE, sino más aún si cabe al PSOE. Hora es ya de sentar la cabeza y dejar los pinitos dem agógicos para ponerse a trabajar de firm e en la elaboración y planteam iento de soluciones co ncre ­ tas a los problem as concretos que tiene planteados el pueblo español. Esta es una obligación que tenemos impuesta todos los socialistas espa­ ñoles. D edicar a su cum plim iento to ­ dos nuestros esfuerzos es la única manera de superar las divisiones y de evitar que nos puedan lanzar el funes­ to anatema que Unamuno espetó con tanto acierto a los fascistas españoles: „Venceréis, pero no convenceréis.“ ■ Es preciso convenir en que lo revolu­ cionario es, precisam ente, evolucio­ nar. Porque sólo en este sentido es posible d ecir que los socialistas, to ­ dos los socialistas, somos revolucio­ narios, precisam ente por ser dem ó­ cratas. Así es tam bién cómo se pone claram ente de m anifiesto el co ntra ­ sentido que supon^, pretender, invo­ cando el socialism o, representar a un nebuloso proletariado „no revolucio­ nario ", que se contrapone im plícita­ mente a un no menos nebuloso p role­ tariado revolucionario. Con ello, sólo se introduce una nueva división den­ tro del proletariado, totalm ente a rtifi­ 21 LIDERES PARA EL CONSUMO Recientemente, y casi al mismo tiem ­ po, dos revistas han publicado sen­ das listas de los hom bres del futuro de España. „G en tlem a n “ propone cin­ cuenta figuras con menos de 45 años, y „La Actualidad Económ ica", más precavida, amplía las posibilidades al doble de personajes para aum entar las perspectivas de acierto, tom ado el mismo tope de edad. Ambas incurren en el e rror de identi­ fic a r casi por com pleto a España con M adrid, Barcelona y, casi de pasada, algo del País Vasco, citando casi ex­ clusivam ente a hom bres que viven en esos lugares. Prescindiendo de entrar en un análisis a fondo de este aspec­ to y del hecho notorio de que en am­ bas ni son — ni posiblem ente serán — todos los que están ni están todos los que son, lo más destacable y sign ifi­ cativo es su p ublicación misma. La prensa ha detectado en el país la preocupación existente ante la ausen­ cia de líderes políticos auténticos y autentificados, y a su modo, se lanza en su búsqueda. Para proponer unos hom bres a la opinión pública, ha ras­ treado, con más o menos éxito, con más o menos rig o r y con más o me­ nos olfato, por los pasillos de la adm i­ nistración, en las redacciones de prensa, en las cátedras de U niversi­ dad, en los bufetes, en los despachos de las grandes empresas y, en cierto modo, en el ám bito de la oposición sindical y política. Su p ublicación ofrece, com o aspecto positivo, la constatación del fin del m onopolio del quehacer político por parte de los hom bres del M ovim iento y el agotam iento, dentro de éstos, de la generación vencedora de la guerra civil. Im plícitam ente, existe la inten­ ción de tran qu iliza r al país y de ase­ gurar a la opinión pública que el cam ­ bio político no supone ningún salto en el vacío. Es evidente que, si existe un centenar de destacados „jóvenes solventes" con un bagaje cultural y profesional im portante, capaces de di­ rig ir los centros neurálgicos del país, el arrum bam iento de los que detentan form alm ente el poder no puede provo­ car ningún caos. Europa esta lejos Sin embargo, qué lejos estamos aún de Europa, donde las listas de los políticos con fuerza e im plantación en sus países respectivos es fácil 22 obtenerlas con tan sólo ir a los Parla­ mentos o a las ejecutivas nacionales o locales de los partidos, y todos ellos respaldados por los votos de los electores o de sus com pañeros de organización. Por eso, los posibles efectos positivos a corto plazo apunta­ dos líneas más arriba, no pueden hacernos perder de vista el im portante defecto de planteam iento que encie­ rran estas listas. PABLO CASTELLANOS Madrileño. Cuarenta años. Casado, con cinco hijos. Estudió Derecho en la Universidad de Madrid. Se dedica al ejercicio libre de la abogacía. Asi­ duo colaborador de „Cuadernos para el Diálogo“. Su imagen ofrece nume­ rosos aspectos desgarbados, que in­ ducen a la desmitificación de su pro­ fesión y el aire reverente de la condi­ ción del hombre político. Personaje importante de la oposición democráti­ ca, sus preferencias políticas se sedi­ mentan en los lindes del socialismo, del que ha hecho profesión de fe en repetidas ocasiones. ENRIQUE MUGICA HERZOG Nació en San Sebastián. Cuarenta y dos años. Casado. Tres hijos. Desde su época de estudiante evidenció una marcada vocación política, participan­ do en la promoción del célebre con­ greso de escritores jóvenes y aconte­ cimientos colaterales, que costaría el Ministerio de Educación y Ciencia a Joaquín Ruiz Giménez. Como conse­ cuencia de todo ello, fue detenido, pasando tres meses en Carabanchel. En la actualidad se dedica al ejerci­ cio libre de la abogacía y es miembro, por elección, de la junta de gobierno del Colegio de San Sebastián. Sus inclinaciones políticas se roturan en el espectro del socialismo. Su elaboración y presentación inclinan al lector a la trivialización de la acción y de la dinám ica políticas, a través de la personalización sim plificadora de éstas. La actividad pública se ve, a través de ellas, com o una apasionante aventura personal, como una carrera de los superclase hacia el poder. Parece como si estos ciento y pocos hom bres (muchos nom bres se repiten en ambas listas) fueran capaces de m odificar por sí solos el destino del país. Por encim a de que entre los propuestos haya hom bres muy valio­ sos y con un potencial político muy prom etedor, no es menos cierto que su capacidad política sólo podrá ser contrastada en la acción política real. Y ésta, una acción política plena y real, sólo podrá realizarse en unas condiciones de dem ocracia, donde exista una com pleta com petitividad de alternativas y objetivos. Como en Es­ paña no se dan estas condiciones, la especulación es, si no tem eraria, sí confusa y engañosa. Además, es evi­ dente que no es condición suficiente ser un buen funcionario, un brillante abogado, un m agnífico catedrático, un excelente periodista o un ágil hombre de empresa, aunque se hayan hecho algunas incursiones en la seudo-política española, o inclusive ser un sa crifi­ cado luchador sindicalista o un hom­ bre de la oposición estrecham ente vi­ gilada, para ser un político de talla en el futuro. Un futuro, esperémoslo, diam etralm ente distinto, pero que exi­ girá que los políticos desarrollen al máximo aptitudes nuevas e im agina­ ción. Heróes políticos Así, pues, las listas de tal form a ela­ boradas se convierten en un juego de p o lítica -ficció n para el consumo. A través de ellas se promueve la m itificación de unos hipotéticos líderes, se busca al héro político, lo que supone una supravaloración de lo personal en detrim ento de las clases y grupos so­ ciales y de las organizaciones p olíti­ cas, que son las principales fuerzas operantes en la esfera de lo socioEXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 político. Sin que se nos escape la gran im portancia que, en ocasiones y en determ inadas circunstancias, tiene la personalidad de algunos líderes co­ mo catalizador o vehiculizador de una dinám ica política determ inada, al ante­ poner los protagonism os personales a los sociales y políticos se pone en evi­ dencia una interpretación muy elitista de la lucha política. Notables y santones Evidentemente, nosotros no podemos aceptar este planteam iento, que tiende a instalar en el país una política de notables y de santones. Para el socia­ lismo, lo im portante es su capacidad de cohesión, de organización y de im plantación popular. A nosotros, en la hora actual, no deben preocuparnos los liderazgos, ya, que por muy bien ocupados que estén los puestos de representación en las diferentes orga­ nizaciones, somos conscientes de que aquéllos permanecerán vacantes en estricto sentido hasta tanto y en cuan­ to su concreción no venga avalada por lo único capaz de garantizarlos inte­ gral y extensivam ente como tales: unas elecciones libres en un Con­ greso libre y abierto, dentro de un país libre y dem ocrático. En efecto, si logram os in c id ir plenam ente en el pueblo, m ediante una apropiada inter­ pretación de las necesidades y de la voluntad de las masas, aplicando una correcta estrategia que haga posible la satisfacción de éstas en el menor plazo factible, siguiendo un riguroso planteam iento de prioridades, sin sa­ c rificio s inútiles y sin marchas atrás, surgirán m ultitud de nuevos hom­ bres valiosos por todos los rincones del país que se integrarán en el so­ cialism o y harán de él gran partido de masas que todos esperamos. Cuan­ do se den estas condiciones, podre­ mos elegir a los m ejores de entre to ­ dos, entre los nuevos y los de siempre, para los puestos de responsabilidad. Entonces nos habremos dado con to ­ do rig or y con toda garantía los auténticos y legítim os dirigentes, que por otro lado, como es lógico en toda sociedad dem ocrática, no tienen por qué ser permanentes. ■ Roberto D. Las lotos y sus com entarios en este a rticu lo han sido tom adas del nr. 19 de la revista Gentleman. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 LA „CASA DE LA CULTURA” Y SU REVISTA Dentro de la colección „Biblioteca del 36“, de la que dimos información en el número pasado, ha aparecido la reimpresión de la revista MADRID. CUADER­ NOS DE LA CASA DE LA CULTURA, que trae de nuevo a la luz una de las más memorables creaciones de la República durante la guerra*. En el transcurso del mes de noviem ­ bre de 1936 se hizo patente la situa­ ción desesperada en que se encon­ traba M adrid, sitiada por las cuatro colum nas del general Varela y la „q u in ta " que debía actuar desde den­ tro. El 7 de noviem bre fue la fecha crítica de la defensa decidida del pueblo m adrileño. La ciudad quedó bajo frecuentes y destructivos bom­ bardeos. La Junta de Defensa, organizada cuando el gobierno abandonó precipitádam ente la capital con destino a Valencia, decidió la evacuación de los intelectuales y artistas más des­ tacados. El 5o Regimiento, al que per­ tenecían gran número de m iem bros de la Alianza de Intelectuales Antifas­ cistas, fue el encargado de llevarla a cabo. Salieron en varias expediciones, la prim era de ellas el 23 de noviembre. Iban con ellos todo su equipo, b ib lio te ­ cas y fam ilias. El prim er grupo dejó una declaración que vale la pena c ita r con cierta extensión: „Jamás nosotros, académicos y cate­ dráticos, poetas e investigadores, con títulos de universidades españolas y extranjeras, nos hemos sentido tan profundamente arraigados a la tierra de nuestra patria; jamás nos hemos sentido tan españoles como en el momento en que los madrileños que defienden la libertad de España nos han obligado a salir de Madrid, para que nuestra labor de investigación no se detenga, para librarnos en nuestro trabajo de los bombardeos que sufre la población civil de la capital de Es­ paña; jamás nos hemos sentido tan españoles como cuando hemos visto que para librar nuestro tesoro artístico y científico, los milicianos que expo­ nen su vida por el bien de España se preocupan de salvar los libros de nuestras bibliotecas, los materiales de nuestros laboratorios de las bombas incendiarias que lanzan los aviones extranjeros sobre nuestros edificios de cultura.“ Encabezaba las firm as la de Antonio Machado. Todos ellos fueron elegidos por su peso específico intelectual, eran personalidades en todas las ra­ mas del saber humano, reconocido en todo el mundo, los que habían dado un nuevo valor al nom bre de España, la España de la cultura, y eso, nacida de ella, bastaba en la España repu­ blicana. Y como dirán más tarde: „N inguno pidió abandonar a la ciudad querida; pero el gobierno sostuvo que los valores espirituales no son sola­ mente las obras históricas, sino quie­ nes las ejecutan, y que si se tiende a la salvación de aquellas, justo es sal­ var a los o tro s.“ Llegados a Valencia fueron instalados en el hotel Palace, que se convirtió de la noche a la mañana en la Casa de la Cultura, donde cada cual tenía sus dependencias particulares para su trabajo. Como órgano del hacer de la Casa, se editó una revista con el m is­ mo nom bre de la ciudad que habían abandonado, representada para ellos en la figura del ave Fénix que renance de sus cenizas. Se llamó en conjunto: Madrid. Cuadernos de la Casa de la Cultura. Se llegaron a publicar tres núm eros de pulcra y lujosa realiza­ ción, que vistos hoy, en la perfecta reim presión que tenemos delante, nos da idea cabal de la m agnífica capaci­ dad y preocupación cultural y artística de aquellos días, que no se encuentra, ni por asomo, en el lado contrario. La revista venía a ser una imagen de la República, doliente pero entera. MADRID CUADERNOS DE LA CASA DE LA CULTURA 1 VALENCIA PEBREÜO 19*7 23 Todos colaboraban Los dos prim eros núm eros fueron d irig id o s por Enrique Diez Cañedo, el crítico más enterado en literatura extranjera y española, además de poeta, académ ico de la Academ ia de Lengua, d ire cto r d la Escuela Central de Idiomas, etc. M urió en su exilio de México en 1944. El últim o lo dirigió María Zam brano, discípula de Ortega, ensayista filo só fica de gran o rig in a li­ dad, quien tras pasar por México, Cuba, Italia, vive actualm ente en Fran­ cia. Para la elaboración de la revista se contaba con la colaboración de todos los acogidos en aquella institu­ ción, más los que se fueron uniendo en el transcurso del tiem po. La form ación de tan gran número de investigadores en todos los terrenos y de tanto peso, hecho desconocido en la historia de España, se venía fa cilita nd o m ediante la diversificada labor de la Junta de Am pliación de Estudios, Centro de Estudios H istóri­ cos, etc., m arcados del humanismo program ático de la Institución Libre de Enseñanaza. Por eso les duele que se intente anular ese hum anismo y, sobre todo, que se fusile a quien lo represente, como fue el caso de Leopoldo Alas, hijo de Clarín y rector de la Universidad de Oviedo, sobre el que José María Ots, gran especialista en derecho am ericano y exiliado en M éxico, en un recuerdo publicado en Madrid viene a d escrib irle con un ju ic io claro que definiría a muchos hom bres de la Casa de la C ultura: . . era un hombre recto, de un fondo liberal insobornable. Era un investiga­ dor, y un maestro. Reaccionaba con humana córdialidad frente a todas las injusticias.“ Azaña, de una novela suya, o la de Antonio Machado, León Felipe, José Bergamín, etc. es de am plio valor intelectual y de capital im portancia histórica. Luchar y aprender Quedan resaltadas todas estas cola­ boraciones por su tipografía y muy especialm ente por los trabajos de los artistas que reproducen sus vivencias de la guerra en algunas m agníficas com posiciones. Se destacan por sí mismos, por su colorido, los grabados de Solana que plasman vividam ente las tragedias de la guerra, despiada­ das en su realidad, que nos hacen recordar, evocándoles, los grabados de los „D esastres“ de Goya. Arteta, el gran p intor vasco que term inaría sus días apenas empezado su exilio en M éxico, nos dá también su te sti­ m onio del instante aquél. Algunos de sus dibujos, dentro de su academ i­ cismo, son soberbios. El p intor G arcia Maroto, caído en la Casa de Campo, nos ofrece un dib ujo que sería una de sus últim as vivencias artísticas: en una trinchera m adrileña se ven unos m ilicianos leyendo y un cartel con la d irección de la escuela que lleva es­ crito : „Consigna: Ni un soldado que no sepa leer en el plazo de tres meses.“ Sobra cualquier com entario. Tam bién está Souto, residente en Am érica ya por tantos años, V ictorio Macho con sus figuras determ ináda- mente realistas y José Capuz y C ristó­ bal Ruiz. Todo se aúna para hacer de la revista un verdadero espectáculo. Term inada la ventajosa situación de Valencia en la que, como dice Ma­ chado en la revista: ¡Cómo parece dorm ida la guerra, de mar a mar, m ientras Valencia florida se bebe el G uadalquivir! particulárm ente desde el corte de Castellón, que ponía a la ciudad en el peligro de convertirse de un mo­ mento a otro en una m ortal ratonera, como toda la zona centro, se impuso otro necesario traslado de la Casa de la Cultura, en este caso a Barcelona, donde apareció el últim o número de la revista en mayo de 1938. Así se vino a realizar una mezcla de las cul­ turas españolas con las co n trib u cio ­ nes en catalán de Garles Riba y Joaquim Xirau. ¿A dónde se han ido? Debe p ro du cir encontrados sentim ien­ tos contem plar el destino de aquellos hom bres de Madrid. Cuadernos de la Casa de Cultura. Destino desaprove­ chado por el país, perdida su palabra puram ente científica, ya que no tenía nada de poltica, por las juventudes es­ pañolas que hubieron de desarrollarse pobres de horizontes intelectuales con todo lo que ello implica. Bastan unas cuantas biografías, tomadas al más Continuidad en la tarea La co laboracion pareja de científicos, historiadores, poetas, escultores, pin­ tores, etc., en sus distintos m enes­ teres lo más granado, jam ás se hu­ biera realizado en una única publica­ ción, sino se llegan a dar las causas tan especiales. C onscientes de ello, después de preguntarse ¿en qué sección la incluirán los libreros y bibliotecarios?, afirm an la continuidad de sus labores. El resultado de tan variado trabajo que abarca desde la co ntribu ción del físico A rturo Duperier sobre la e lectricidad atm osférica, pa­ sando por investigaciones históricas, hasta una colaboración inédita del Presidente de la República, Manuel 24 Jardín Botánico en Madrid. Puerta principal. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 com pleto azar, para dar sólo una idea aproxim ada de la pérdida. Por ejem ­ plo, entre las menos recordadas está la del investigador del cáncer Pío del Rio-Hortega, descubridor de los nue­ vos m étodos de tinción argéntica y de las células cancerosas que llevan su nombre. Fue dos veces nom inado para el prem io Nobel en 1929 y 1934. En 1936 era d ire cto r del Instituto del Instituto del Cáncer. Tuvo que pasar a Oxford donde siguió sus investigacio­ nes, siendo d octo r „ho no ris causa“ de la universidad. M urió en 1945 ya en la Argentina. Enrique Moles Orm ella era en 1936 catedrático de la Universidad Central y d irector del Instituto N acio­ nal de Física y Química, m iem bro de las Academ ias de Ciencias de Madrid, Praga y Varsovia. El psiquiatra Miguel Prados y Such fundó en el exilio el Club Psicoanalítico de M ontreal (Canadá), fue uno de los fundadores de la Canadian Psychiatric Association y de la International Psychoanalytlcal Association. El físico A rturo Duperier, presidente de la Sociedad Española de Física y Quím ica en 1936, pasó al final de la guerra al Colegio Imperial de Londres, donde siguió sus investi­ gaciones en rayos cósm icos que in­ fluenciaron directam ente en las ex­ ploraciones espaciales posteriores, lo que le dió fama m undial. Regresó a España en 1953 donde sufrió el clási­ co vacío oficial hasta su muerte en 1959. Y etc., y etc. Una gran obra Estos aquí nom brados, ho hay más espacio, no son más que una gota en el m anantial que se derram ó. Y nom ­ brados por haber pertenecido a la Casa de la Cultura, institución que tuvo sus problem as y defectos, pero vista desde el tiem po aparece como una de las grandes realizaciones del espíritu. Y mueve a la vida las pala­ bras que Cervantes pone en los labios a la m itológica España en su „C erco de N um ancia", ciudad que tanto evo­ caba a los m adrileños de aquellos años: ¿Será posible que continuamente sea esclava de naciones extranjeras y que un pequeño tiempo no vea de libertad tendidas mis banderas? ■ Andres M endieta * Esta reimpresión, editada por la Verlag Detlev Auvermann KG, D-6246 Glashüt­ ten/Ts., Zum Talblick 2, al precio de DM 230,—, va precedida por una esclarecedora introducción de Robert Marrast. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 (continuación de la pág. 18) estructuras de dom inación y explota­ ción. Y esta lucha la pueden realizar los ca tólicos desde muchas posicio ­ nes; una de ellas la posición socia­ lista, la posición de las organizaciones socialista en las que protagonizan en más o en menos en función de su pra­ xis, de sus actos y no en función de sus creencias o de la carencia de ellas. No hay d istinción en la acción, no hay buenos y m edianos conquistadores de los derechos del pueblo; sólo existen dos concepciones intelectuales, que, digám oslo, sin irreconciliables. Entre los cam bios que se están pro­ duciendo figuran los que ocurren en la institución de la Iglesia española. La Iglesia cam bia aunque no lo sufi­ ciente como para pensar que actúa contra sus propios interéses. Algunos optim istas piensan que la Iglesia „y a " es otra y que es una Iglesia renovada, los católicos están en disposición de renovar no sólo sus propias estructuras, sino hasta los pro­ gramas de los partidos políticos marxistas. En el m ejor de los casos estas son interpretaciones voluntaristas que igno­ ran la realidad objetiva, los propios hechos. Lo hemos expresado con claridad. Todos los que tienen una conciencia dem ocrática que les em puja a luchar contra la inju sticia imperante, estamos en una misma tarea sin ningún tipo de discrim inaciones, pero que nadie pre­ tenda aprovecharse de estas c o in ci­ dencias — las más im portantes, sin duda - para pregonar la identidad de dos conceptos antagónicos: c a to licis­ mo y socialism o. ■ Partido Socialista Obrero Español Boletín Andalucía Socialista 25 LAS REGIONES EN ESPAÑA: Propósito A partir de este número, „Exprés Español“ inicia una serie de trabajos que abordan, en sus líneas fundamentales, la problemática de las regiones españolas. Las características históricas, los factores sociológicos, la economía, la cultura, serán estudiadas, bien que esquem áticam ente por falta de espa­ cio, en ellos. U tilizarem os una doble form a de aproxim ación: los datos estadísticos, los estudios realizados por especialistas y críticos de las regiones analizadas, y mi propia ex­ periencia personal en ellas: las des­ cripciones del paisaje, de las costum ­ bres, las conversaciones con sus gen­ tes, las opiniones vertidas al respecto por sus habitantes. Esperamos que estos trabajos acer­ quen más al trabajador español radi­ cado en Europa, a sus pueblos de origen, a la tie rra dejada al partir, en la que se piensa con añoranza. Los problem as vertidos en los siguientes trabajos, son sus propios problem as; las d eficiencias analizadas, no dejan de ser sino las causas que contribuyeron igualm ente a su éxodo: la em igración se nutre precisam ente de esta de­ cadencia regional, de esta desertización de grandes regiones españolas, de esta falta de trabajo, de industrias, de vida cultural, de am biente para ellos o sus hijos, que esperamos sea subsanada en el futuro. Todos aportan algo Y será su voz, serán ellos mismos, quienes configuren una España dife­ rente, unas regiones con vida, quienes con su esfuerzo, con su lucha, co n tri­ buyan al resurgim iento de los deprim idos pueblos de España, de una España m últiple, dem ocrática, variada, descentralizada, abierta a las corrientes históricas y so cio ­ lógicas del presente, encauzada hacia form as de gobierno, distribución de la riqueza, expansión cultural, que tenga en cuenta, por encim a de todo, la voluntad colectiva de sus ciudadanos. Y vamos, sin más preám bulos, a entrar en el tema, a desarrollar el prim ero de nuestros trabajos, que aborda, pre­ cisam ente, el concepto y la realidad de la región en España. 26 La variedad de España España es un país de trem endos con­ trastes: en lo físico, en lo económ ico, en lo moral. Una de las causas del desarrollo turístico experim entado la últim a década, viene dada precisa­ mente por esta riqueza regional. Pero lo que para el turista es m otivo de belleza, para el habitante muchas ve­ ces lo es de tragedia. Porque los con­ trastes, en los últim os años, se han agudizado de form a ostensible, como consecuencia de la concentración de riqueza en unas pocas regiones - pro­ vincias diríam os m ejor - y la exten­ sión de la pobreza y la desigualdad social a la mayor parte del país. Ello ha trastocado usos y costum bres, violentando a los pueblos, muchos de ellos desertizados, y forzado a miles, millones de hombres ya, a abandonar sus tierras y buscar el pan y el trabajo en la emigración. Recordemos unos datos: en 1950, el 1 6 % del te rrito rio nacional estaba afectado por la des­ población. En 1970, era el 60 % de España quién se desertizaba. Y para 1980, las previsiones de evolución dem ográfica, publicadas por el Estu­ dio S o ciológico de la Confederación Española de las Cajas de Ahorros, dan, para algunas provincias los si­ guientes datos: (Entre paréntesis ponem os población 1970, y 1980) Lérida Jaén Badajoz León Toledo Cáceres Guadalajara 81.128 77.540 75.568 59.757 42.355 31.434 30.751 Andalucía. Pueblos sin jóvenes. Estos em igraron. Y solo quedan los viejos. Al sol de octubre, se reúnen ante la puerta de la cerrada iglesia. Tremenda realidad de las provincias que no se señalan como de población decreciente, man­ tienen un equ ilibrio gracias a que la em igración es compensada por el aumento vegetativo (aumento de na­ cim ientos y descenso de defuncio­ nes) con lo que podem os subrayar que casi el 75 % del te rrito rio español se ve afectado por el fenóm eno de la despoblación, desequilibrando las re­ giones. Esta trem enda realidad será habitantes. habitantes. habitantes. habitantes. habitantes. habitantes. habitantes. Perdían igualm ente, estas menos de 30.000 habitantes, las siguientes pro­ vincias: Albacete, Avila, Baleares, Bur­ gos, Ciudad Real, Cuenca, Huelva, Huesca, Lugo, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Teruel, y Zamora. Y estos datos, aterradores, no hablan de la dism inución real, pués muchas (347.015 (661.146 (687.599 (548.721 (468.925 (457.777 (147.732 / / / / / / / 265.887) 583.600) 612.031) 488.964) 426.570) 426.343) 116.981) una constante en nuestros trabajos: de ella tienen cuenta los hom bres y mujeres que en las „is la s " de España (Madrid, Barcelona, Bilbao etc.) o ciu ­ dades de Alemania, Suiza, Francia, Holanda, etc., recuerdan sus pueblos y aldeas muertas, o a punto de morir, en Galicia, Andalucía, Extremadura, Castilla, Aragón . . . EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Hablar de regiones en España no es fá c il: de un lado se encuentra la necesidad del planteam iento, de otro la realidad de su no existencia. Para algunos pueblos españoles, incluso el concepto de región queda empeque­ ñecido: hablan de una dinám ica na­ cional opuesta a la centralista que halla, sobre todo a p artir de los Borbones, su culm inación legal con la concentración adm inistrativa, política y decisoria, en Madrid. Tendrem os especial cuenta de ella al referirnos a Galicia, Euskadi y Catalu­ ña, pueblos en los que circunstancias históricas, étnicas, y resurgim iento de fuertes corrientes nacionalistas, agu­ dizan el problem a tensionándole de form a cada vez más lúcida y violenta. jssassti No hay política El hecho cierto es que hoy en España no existe una política regional: las regiones no tienen reconocim iento le­ gal ni d elim itación geográfica, aunque de hecho todos conozcan y acepten su existencia. El 9 de noviem bre de 1973, ei G obierno español creó 14 „D elegaciones T e rrito ria le s“ , medida vuelta de espaldas a la realidad re­ gional. Si resulta difícil d elim ita r el alcance de cada región, que ha sido trazada más por criterios adm inistra­ tivos e históricos que por razones geográficas y económ icas, no quiere d ecir esto que no haya una serie de pueblos con características comunes, que se sienten unidos y que ven la necesidad de autogobernarse con una gestión dem ocrática en la política, en la econom ía y en la cultura, dentro de unos intereses estratégicos-globales, que si no aparecen claros ni tienen razón de ser hoy dadas las caracterís­ ticas sociopolíticas vigentes actual­ mente en España, no dejan de ser lógicos en un futuro dem ocrático. La necesidad evidente de proceder a una regionalización en España, con­ tando con razones h istórico-económ icas, y sobre todo con la propia volun­ tad y decisión de sus habitantes, y no inventando con decretos leyes con­ trarios a la realidad, es pués evidente. Pero, insistim os, deben ser los habi­ tantes de cada región quienes „de m o ­ cráticam ente" tracen éstas. El regio­ nalismo, supone, entre otras cosas: • • descentralización política y adm i­ nistrativa. Autonom ía financiera, con especial hincapié en una econom ía basada en las características propias de la región, posibilitando que las rique­ zas en ella extraídas reviertan en inversiones a la misma. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 G alicia: una de las causas de la em igración, es la falta de trabajo. Otra, su no rentabilidad. O la dureza del mismo. O la falta de vida para sus habitantes. ¿Hasta cuando resistirían estas jóvenes gallegas, la aldea, el desfase entre el campo y la ciudad? • Elecciones dem ocráticas de auto ri­ dades regionales, y funcionam iento real de los órganos de gestión burocráticos, adm inistrativos y polí­ ticos, del m unicipio, la capital y la provincia, y la región en últim a instancia. • Autonom ía planificativa desarrollo de la cultura propia, que tenga en cuenta todas las vertientes sociolingüística-culturales-constum bristas, etc., de la misma. La realidad regional hoy en España El T ercer Plan de Desarrollo, en sus 450 páginas, no plantea para nada el tema de la región, sino que habla de planes aislados e inconexos. La plani­ ficación es indicativa, no obliga a nada. El objetivo marcado es el c re c i­ m iento de la econom ía nacional y no la distribución homogénea de la renta o el e q u ilibrio regional. En España, unas regiones, y más aún, unas islas dentro de esas regiones - las capitales de provincia por lo general — crecen a costa de la m ise­ ria y el sufrim iento de las restantes. Con lo que se agudizan los desequili­ brios regionales. Y el ahorro de las provincias m arginadas, financia al tiem po el desarrollo de las prósperas, en vez de revertir a las suyas en ubi­ cación de industrias y creación de centros de trabajo, escuelas, vivien­ das, etc. El econom ista Ramón Tamames, es­ cribe al respecto: „M ás que otra cosa, en el Plan se contiene un simple catálogo de acciones de política eco­ nóm ica CENTRALISTA con un mero enfoque especial. Lo que no es en manera alguno extraño en la lógica del actual sistema político, pués la regionalización verdadera exige una profunda dem ocratización, im posible de in tro d u cir parcialm ente.“ Y Rafael Martínez Cortiña, catedrático de la Universidad de M adrid y sub­ d ire c to r general del Banco de España, decía en el diario „In fo rm a cio n e s“ : „E l tratam iento económ ico del pro­ blema regional a veces oculta o d is­ fraza la necesidad de otros plantea­ m ientos de tipo cultural o político que por ello dejan de hacerse.“ En nuestro estudio de las regiones españolas, y puesto que de alguna form a hemos de abordarlo, vamos a usar fundam entalm ente un criterio his­ tórico, atendiendo a las a glutin acio ­ nes de pueblos surgidos en la form a­ ción del actual estado español, y nucleando pués en torno a grandes y aceptados conceptos las mismas: Castilla, Andalucía, Extremadura, Va­ lencia, Aragón, Asturias, Navarra, León, Murcia, las Islas, y los casos específi­ cos y más distintivos de aquellas que se sienten aún más oprim idas dentro de la opresión histórica y política e je rcid a desde M adrid-capital-del reino, sobre el total de la Nación: nos referim os a G alicia, Euskadi y Cataluña. 27 respecto al nivel m edio nacional, en las que se acusan las características de éxodo de su población, dism inución de la población activa con caracterís­ ticas realm ente traum áticas de cara a un posible futuro desarrollo, nivel y estructura de renta neta­ mente inferior a la media nacional, envejecim iento de la población, cuya m edia se sitúa por encim a de los 40 años, desfase cada vez más acusado del campo con la ciudad en aspectos tan fundam entales com o las c o n d icio ­ nes sanitarias, la educación, la vivien­ da, los bienes de consumo, etc. Unos a costa de los otros Y eso si, la provincia, la región se despueblan, agonizan. Pero quedan sus grandes m onum entos, allí donde apenas hay ya habitantes. Como el de la gran alameda de Soria, erigido por los franquistas. Hoy, apenas quedan sorianos que acudan no a buscar el horrible monumento, sino la sombra de los bellos árboles que le rodean. Región a la venta Encontram os, en una prim era visión global del problema, que hoy el área geográfica española com prende unas „m anchas" pequeñas de zonas desa­ rrolladas, verdaderos oásis en el res­ tante desierto español, compuestas por las capitales, más que las provin­ cias, de Barcelona, Bilbao, M adrid, Zaragoza, Valencia, Bilbao, Sevilla. Solo cinco provincias, Barcelona, M adrid, Valencia, Vizcaya y Asturias, concentraban en 1971 el 43,35% de la producción total nacional. El resto es el área del subdesarrollo, de la em igración, de las tierras desiertas y los pueblos abandonados. Bolsas de pobreza que se dan en Orense y Lugo, Extremadura - una región in­ creíblemente marginada, y de la que ahora se habla va a ser „vendida“ en grandes extensiones de terreno, al capitalismo inglés, para que colonos de esta nación, vengan a explotar sus tierras — Almería, Granada, Jaén, C ór­ doba; bolsas de pobreza, que, insisti­ mos, abarcan regiones enteras subdesarrolladas, com o Castilla, Galicia, León, Extremadura y Andalucía, rei­ nos del m inifundio las prim eras, del latifundio las dos últim as; regiones, zonas inmensas de España m argina­ das en la últim a década, regresivas No, no es un pueblo del oeste americano, sobre el que haya pasado un venda­ val. Son los restos de lo que fué pueblo de castilla: ya no quedan habitantes. Casas vacías. Y la desierta llanura. 28 A p artir de 1950, 23 provincias han perdido población, pese al increm ento vegetativo experim entado en ellas. Algunas aparecen hoy prácticam ente desertizadas : Soria y Teruel cuentan II habitantes por kilóm etro cuadrado, Guadalajara, 12; Cuenca 1 4 . . . El Banco de Bilbao, en su obra „Renta Nacional de España y su distribución p ro vin cia l", señala 4 bolsas de sub­ desarrollo: G alicia interior, región extrem eña (más partes de Huelva y Salamanca), Sistema Ibérico, y Sis­ tema Bético. Puede añadirse el vacío de España-Portugal: frontera de 9231 kilóm etros (7 provincias españolas y 9 distritos portugueses, com pletam en­ te de espalda unos de los otros). Poniendo como objetivo el crecim ien­ to global de la econom ía nacional y no la distribución homogénea de la renta ni el equ ilibrio regional, como anteriorm ente subrayábamos, se ha llegado a esta España desigual. Así com o unas clases sociales engordan a costa del trabajo y esfuerzo de otras, en España unas ciudades, las menos, las que bordean el litoral cántabro-m editerráneo o las excepciones de M adrid, Zaragoza y Sevilla, han engordado a costa del sufrimiento y la miseria de todas las tierras circun­ dantes. ¿Consecuencias? A la vista están: em igración, desertización de los pue­ blos, em pobrecim iento de nuestra agricultura y ganadería, trastornos humanos para quienes quedan aban­ donados en pueblos o aldeas sin vida. Mientras son los emigrantes, sus re­ servas de divisas, sus sacrificios quie­ nes financian parte del „otro“ desarro­ llo, al tiem po que se despuebla Es­ paña y nada se hace para invertir en las regiones de que salieran ese dinero por ellos enviado, para dotarlas de un posible futuro con la creación de industrias, puestos de trabajo, escue­ las para sus hijos, viviendas y servi­ cios higiénicos para ellos. EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 Si hasta hoy se mantenía un im por­ tante caudal de parados, para que sirvieran siem pre como e jé rcito de reserva con que dotar de brazos más baratos a la industria nacional o extranjera, en la presente crisis estas regiones ven acrentados sus proble­ mas, increm entándose los parados y sin salida a los m ercados de trabajo europeos que les han cerrados sus puertas, y menos a los nacionales donde las consecuencias de la crisis económ ica se hacen cada vez más palpable, con cierre de im portantes industrias y miles de fam ilias en paro. Y al tiem po que se den los problem as en las zonas m arginadas o d e p rim i­ das, se m ultiplican Igualmente en las grandes urbes, como estudiarem os especialm ente al abordar la proble­ m ática de M adrid, Barcelona, etc. Porque no estaban preparadas para esta gran explosioón humana reci­ bida, y se dejan sentir sus negativos efectos, en la falta de viviendas, la existencia de un acentuado chabolismo, la inexistencia de puestos esco­ lares, los alarm antes grados de polu­ ción atm osférica que hace irrespira­ bles ciudades como M adrid o Bilbao, aum entando el índice de toxicidad a niveles realm ente preocupantes. La ciudad más contaminada M adrid es en estos momentos la ciudad más contam idada de Europa, y en periodos largos a nticicló n ico s no se puede realm ente andar por el centro. Problemas, problem as m últiplicados, acum ulados por culpa de un Gobierno, una A dm inistración incapaz de encontrar una solución al „d e s a rro llo “ español, una econo­ mía que no quiso ni pudo potenciar y desarrollar todo el país, porque para eso tendría que haberse plan­ teado el transform ar la estructura de Madrid. Los problemas de la gran ciudad. No hay viviendas para los emigrantes. Y estos se agolpan en barrios de chabolas. Ahora el tiem po es seco. Con las prim eras lluvias todo sera un lodazal, M inúsculas casas sin agua, donde se agolpan sus habitantes, desprovistas de medios de transportes, sin escuelas ni servicios, a epaldas del desarrollo de la gran ciudad que ellos precisam ente construyen. la propiedad agraria, cam biar las rela­ ciones de producción, im pedir, la venta de la mayor parte de nuestras industrias al capital extranjero: su máxima es invertir dinero sólo en aquellas actividades que produzcan más y más rápidam ente a costa de hipotecar el país. El em presario no está al servicio de la com unidad, sino de sí mismo por eso, y porque las leyes le amparan, no le im porta sa crifica r el presente y el futuro de España con tal de obtener beneficios, beneficios que al tiem po envuelven gigantescos y vergonzosos escándalos en que miles y miles de m illones de pesetas son robados al pueblo, y desaparecen de la noche a la mañana, sin que las leyes, y véanse casos como el de Matesa o Reace, puedan intervenir, porque el Estado no les autoriza a juzgar y pro­ cesar a los verdaderos culpables. En la Mancha, las calles del pueblo está silenciosas. Todo el mundo está en el campo, recogiendo la uva. Luego vendrán los problem as de la com ercializa­ ción, interm ediarios, precios m ultiplicados en el m ercado. Son las cuatro de la tarde. Solo hay sol y una b ibicleta abandonada en la calle. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Futuro comprometido Ante esta situación, el futuro de España aparece gravem ente com pro­ m etido. Las soluciones, por encima de todo, son políticas. M ientras el país no se dem ocratice, d ifícilm ente cam biará este som brío panoram a que aparecerá en nuestros trabajos. Las regiones deprim idas serán más d ep ri­ midas. Y la injusticia, desigualdad social, más patentes. Como escribe en su obra publicada el presente año, „Los Nuevos P irineos“ , Eduardo Barrenechea: „El futuro económico del pais no se va a jugar fuerte más que en el trián­ gulo nororiental del pais. La gran isla de Madrid o el islote de Valladolid no harán sino resaltar el vacío del in­ menso conjunto circundante. El viejo reino de León, en franca agonía, a la que acompaña la meseta norte de Castilla; el desierto extremeñomanchego, las 2 provincias bases del sistema Ibérico, Soria y Teruel; toda la Galicia interior, seguirán con su minifundismo, ruralismo, incomunicación, autar­ quía de consumo, pervivencia de unos modos de vida, de una economía que no son de este s ig lo . . . Y Andalucía o la paradoja de España. Ahí sigue incomprensiblemente detenida y po­ tencialmente pujante.“ De Andalucía precisam ente, nuestro próxim o trabajo. Con Andalucía ini­ ciarem os nuestra serie de análisis sobre las regiones de España. Espera­ mos igualm ente sus cartas, opiniones, y colaboraciones al respecto. ■ M adrid, nov. 74. Andrés Sorel 29 El socialismo democrático como alternativa Otros Opinan Definamos el socialismo Vías socialistas parece que hay mu­ chas, o por lo menos partiendo de algunos principios generales comunes son muy diversas las soluciones que se van arbitrando en los diferentes países, muchos de los cuales quieren ensayar medidas propias. ¿Podría dar­ nos una definición de socialismo, y más concretamente del socialismo democrático que usted sostiene? Para dar una definición corta, yo diria que el socialismo es la abolición de las clases, principalmente la diferencia entre la clase que está dirigida a los salarios y la que deriva del capital. Yo creo que los trabajadores deben ser al mismo tiempo partícipes del ca­ pital. Eso está casi tan lejos de Marx como lo podamos estar nosotros. Yo nunca he dicho que el marxismo sea una ideología completa, unitaria. Yo creo que el marxismo es una ideo­ logía importante que ofrece ayudas importantes, por ejemplo en cuanto a metodología. Por eso, cuando me pre­ guntan si soy marxista, yo siempre me niego a contestar. Yo siempre intento utilizar todas las teorías, aunque no sean marxistas, siempre que sean váli­ das, siempre que sean adecuadas. ¿Cuál ha sido su vivencia del capita­ lismo? Tenía veinte años cuando me detuvie­ ron, y hasta ese momento siempre ha­ bía vivido en el sistema capitalista que imperaba en Checoslovaquia. Así pues, lo conozco por mi experiencia propia y después lo he estudiado profunda­ mente en mi trabajo como economista. Vivencia capitalista Su primera formación ¿se realizó se­ gún cánones socialistas o por su vo­ cación comunista siempre tuvo una formación de tipo socialista? Ya desde mi juventud he tenido ten­ dencias a la izquierda. En mi familia la condición social era muy difícil por­ que en la gran crisis de 1929 mi padre se quedó sin trabajo. Este hecho ha sido importante para comprender mi postura en los años más jóvenes. Al principio, hasta los quince años había sido socialdemócrata, pero a partir de entonces es cuando se desarrollan en mi las ideas comunistas e ingreso a formar parte activa de las Juventudes Comunistas. 30 Ota Sik. Profesor y economista. Fue primer ministro adjunto encargado de las reformas económicas en el Ga­ binete Político de Svoboda-Dubcek. • „Los trabajadores deben ser partícipes en el capital” • „Políticamente sería más fácil llegar al socialismo democrático desde el capitalismo” • „No creo que sea necesaria una revolución para lograrlo” • „No se puede separar la economía de la política” Como tercera vía entre el comunismo y el capitalismo, usted ha querido de­ mocratizar el socialismo. ¿Podría lla­ marse también socialismo democrá­ tico a los diversos intentos que en los distintos países de la Europa oriental pugnan por salir de la rigidez planifi­ cadora de tipo soviético? ¿O por el contrario cuando habla de socialismo democrático, se quiere referirse a un patrón muy claro y unitario? Cuando hablo de socialismo demo­ crático pienso en un sistema que ya tiene unas bases fijas y definidas. Creo que todos esos países a los que alude, a la larga, algún día, llegarán a un sistema similar al que ahora de­ fiendo; pero por el momento todos ellos permanecen todavía, dentro del marco socialista. Comunismo y capitalismo conver­ giendo hacia un sistema unitario. ¿Quénes llegarán antes? Esa es una pregunta demasiado difícil. Bueno. ¿Quién cree que puede ofre­ cer mayor elasticidad de cambio? Políticamente sería más fácil para el Oeste porque ya existe en él una democracia que permite, no sólo de­ sarrollar las ideas, sino incluso publi­ carlas y difundirlas con mucha mayor facilidad. Sin embargo, los paises capitalistas, en lo económicos ofrecen más dificul­ tades que en el Este. No a la revolución Antes que un deshielo entre el Este y el Oeste, lo que usted predica es un sistema nuevo, un nuevo estado de cosas. ¿Cree que para poder alcan­ zarlo sería necesaria la revolución, en su sentido clásico? No creo que sea necesaria una revo­ lución. No creo que estas ideas deban imponerse por medios revolucionarios, porque una revolución significa el que una minoría imponga a la mayoría sus ideas. Por mi experiencia temo que una minoría se haga con el poder, ya que cuando toma posesión de los instrumentos del poder, es muy difícil volvérselos a quitar. Del comunismo al socialismo ¿Cómo ha llegado a elaborar sus ¡deas? Llama la atención su trayec­ toria ideológica. Partiendo de una juventud comunista, usted se mantiene fiel al credo del partido hasta que en un momento dado comienza a elabo­ rar sus teorías revisionistas. ¿Qué EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 Los tanques soviéticos terminan con la primavera en Praga y con las reformas dem ocráticas del socialista Ota Sik. hecho o qué circunstancia le em puja­ ron a ello? Yo creo que la ética tiene un cierto papel que desempeñar a la hora de explicar mi conducta. Yo siempre he dicho que hay dos tendencias, dos motivos por los que las personas in­ gresan en el partido comunista. Un grupo es el formado por las personas motivadas por una especie de vengan­ za que las lleva a buscar el poder; ingresan en el partido comunista por­ que piensan que solamente ingresan­ do en él podrán alcanzarlo. El otro grupo está formado por la gente que yo llamaría los idealistas que quieren ayudar al pueblo. Ese segundo grupo, cuando ve que en la realidad no se está ayudando al pueblo y que desde luego no se está realizando todo en favor del pueblo, entonces estas personas no pueden seguir de acuerdo con el sistema, con el cual rompen. Esto ha existido siem­ pre en la Unión Soviética. Desde el principio ha habido un grupo de inte­ lectuales que no estaban de acuerdo; pero siempre han sido subyugados por el grupo que tiene el poder. Esto se ha convertido casi en una ley: que siempre se intenta marginar a los idealistas y sólo las personas que han entrado con ideas de poder, son las que luego, verdaderamente las que llegan a hacer carrera en el partido. Yo no podía predicar una cosa y luego hacer algo diferente. Yo no podria fingir de delante de mi familia, delante de mis propios hijos. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Sin embargo, Ota Sik ha triunfado en el fracaso, su c ritic a al sistema im perante en C hecoslovaquia no llegaria a im plantarse porque fue yugulada la reform a en sus inicios, sin em bargo siguen en pie los problem as que él denunciara y en todos los paises com unistas p o r una u otra forma, aunque no con la valentía de la Primavera de Praga, crecen los intentos p o r „hum anizar el so cia lis­ m o “ . Y ese es el gran valor de Ota Sik, que en su trabajo intelectua l ha estado siem pre m otivado p o r la re a li­ dad de los problem as sociales, antes que dedicarse a elaborar teorías que aunque pudieran tener toda la carga de rig o r cien tífico que se quisiera, estuvieran desconectados de lo real. Revista Mundo LA VENDIMA DE FRANCIA Inolvidables estancias labobles de sol a sol. Semanas de trabajo higiénico con toda su familia. ¡Permítales que también ellos sean testigos! Conozca la alegre sensación de trabajar junto a ellos formando cuadrilla. Participe en los concursos de destre­ za en el oficio y en la elección de „Miss Vendimia Internacional“. Y este año, una gran novedad. Por cada diez mil kilos vendimiados, le regalamos un precioso busto de Na­ poleón con la mano metida en la pe­ chera. Alojamientos todo confort, en barra­ cones multivivenciales estilo nórdico. Grandes incentivos económicos en forma de compensación material al trabajo realizado durante estas vaca­ ciones. Servicio médico en cada parra. ¡DECIDASE ANTES DE QUE ECHE­ MOS MANO DE LOS ARABES! ES UNA PROMOCION TURISTICA DEL COMITE DE VENDIMIADORES LOS PIRINEOS. ■ Hermano Lobo Según se nos asegura en fuentes d ig ­ nas de crédito, y ante la creciente dem anda de mano de obra, los té cn i­ cos p ub licita rio s del sector vitiviní­ cola galo están estudiando una serie de incentivos para atraer todavía más que en años anteriores a nuestros campesinos. Se trata de un intento por elevar la vendim ia a la calidad de acontecim iento social. De seguir las cosas por estos derroteros, no nos extrañaría nada que la convocatoria de la próxim a tem porada se redactara en los siguientes térm inos: TECNICO EN RECOLECCION MA­ NUAL. |¡LOS VIÑEDOS DE FRANCIA TE ESPERAN!! A muy pocos kilómetros de sus famo­ sos casinos. Al borde de sus playas internacioles. En las celebérrimas ru­ tas del queso y el páté. ¡EL PAIS HERMANO TE ABRE LOS BRAZOS DE BUENA UVA! 31 República Federal de Alemania NUEVO ESTILO La conocida revista alemana Konkret ha modificado la concepción de pre­ sentar su contenido político, ver la reprodución de la portada con el Wenn Franz Josef kommt Canciller Federal alemán. Ha supri­ mido los desnudos que presentaban anteriormente para llamar la atención de los posibles lectores. En este contexto presentamos la tra­ Rudi Dutschke F.J. Degenhardt Hane Matthöfer Peter Chotjewitz Ernest Bornemann A lic e Schwarzer Peggy Parnass ducción de un artículo sobre Helmut Schmidt, aparecido en el primer nú­ mero de Konkret, despúes de deci­ O f'P ftM a T * T3-r>-i o f dirse a separar desnudos. 32 la política de los kon k ret P o ste r von S taeck EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Hans Matthöf er über Helmut Schmidt In H elm ut Schm idt haben sie ein en , den können sic nicht klassifizieren, w eil es so etw as w ie ihn nicht g eb en darf, ein en pflichtbew ußten, w irksam en, erfo lg rei­ chen linken P olitiker, der es den p o liti­ schen G egnern nicht leichtm acht, w enn sie bew ußte und unbew ußte Ström ungen W er als dem ok ratisch er Sozialist die vor uns liegen d en A u fgab en realistisch und k on seq u en t durchdenkt, wird für die Führung d er S P D k eine A ltern ativen zur K om bination Schm idt/B randt finden. W ir haben den parlam entarischen W eg, den W eg d es m ühseligen Ü b erzeu g en s von Hans Matthöfer acerca de Helmut Schmidt En Helmut Schm idt tienen ellos a al­ guien, al cual no pueden clasificar, pues alguien como él no deberiaexistir, cum plidor de su deber, efec­ tivo, afortunado político de izquierdas que no da facilidades a sus contrarios políticos cuando estos desean mo­ vilizar contra él, corrientes conscien­ tes ó inconscientes del pueblo ale­ mán. Todo lo contrario. Es pues derechista, enérgico, autorita­ rio, llanam ente peligroso, „el prim er social-dem ócrata Jefe de Junta" cuyo fuerte „n o es d iscu tir sino m andar". Y si la realidad no coincide con esta imagen confeccionada no im porta, se dobla sencillam ente y se inventan pe­ queñas historias que suenen a autén­ ticas. Algo así com o: „C uando los m inistro Apel, Gscheidle, Ravens, Rohde y M atthöfer van a una reunión del Gabinete ya están inform ados acerca de lo que el General quiere. De ello se encarga el diestro y leal secretario general de Schmidt, Schü­ ler". Burdo absurdo sacado de la manga. Ni una palabra cierta. Muchas historias parecidas son recopiladas para después im prim irlas en libros. Conocida canción Esta canción la conozco ya desde la discusión acerca de la legislación de la Ley para casos de em ergencia. En­ tonces se publicó respecto a Schmidt y en ediciones de gran tirada „D eba­ tes sobre cuestiones que a él le pare­ cían sin im portancia, destruía el rápi­ do pensador con rasantes y rigurosas respuestas. Tradicionalistas, sindica­ listas y contrarios a la Ley para casos de em ergencia, encontraron en él un antagonista que no tenia la más ele­ mental consideración a la solidaridad socialista. No se dejó convencer. A l­ gunos cam aradas optaron por no tom ar la palabra, para no tener que EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 escuchar las hirientes y tajantes ré­ plicas del Jefe de la Fración." Suena convincente y es por ello por lo que se reprodujo en un libro sobre Schmidt. Solo que, ni un solo debate fué ja ­ más interrum pido por el entonces Pre­ sidente de la Fracción Schmidt. No­ s o tr o s ,- tradicionalistas, sindicalistas, co ntrarios a la Ley de em ergencia encontram os en él a un antagonista con el que podíamos confiar en cuanto a su solidaridad y su respeto a las decisiones de la mayoría. A nadie le fué cortada la palabra. Fuera los miedosos Ciertam ente, delicado no es el hom ­ bre, - ¿Qué político lo es? - pero sabe encajar bastante. No creo que se le pueda ofender con agresiones verbales. Solo los principiantes se afectan. Caso de que haya habido en el SPD algún alma tierna que haya tenido m iedo a pedir la palabra, solo puedo darle aquel viejo consejo am ericano: „ If you can't stand the heat, get out of the kitchen.“ („S i le asusla el calor, sal de la c o c in a “ .) No conozco ningún polítíco de su talla a quien se le pueda d iscu tir o con­ trad ecir m ejor que a Schmidt. Lo que es más im portante: cuando se le han destruido y contradicho sus argum en­ tos, cuando se le ha colocado entre la espada y la pared y no encuentra ninguna salida lógica, nunca reaccio­ na brusco o enfadado, sino que m odi­ fica su opinión, aun cuando ello duela. C ualquier social-dem ócrata que es­ tudie real y consecuentam ente el tra ­ bajo que nos espera, co in cidirá en que la com binación S ch m id t/B ra nd t es la única alternativa para la D irec­ ción del SPD. Hemos elegido el cam i­ no paralam entario, el arduo cam ino del convencim iento por mayorías, no por actuales oportunism os diarios. Nues­ tras mayorías no podem os obtenerlas de un idealizado o soñado País sino de las concretas condiciones de la R epública Federal de Alemania, con sus reales relaciones de fuerzas. Y si los votantes prefieren a Schmidt, mejor. ¿Que puede decirse en con­ tra?. ¿No corresponde al la política de izquierdas la conquista del Poder y su m antenim iento?. ¿De que se trata en los próxim os años?. Se trata; de vencer las d ific u l­ tades que se obtendrán con las refor­ mas estructurales de la econom ía mundial, de la reforma del sistema m onetario mundial, de la form ación de una Europa dem ocrática y econó­ m icam ente capaz, de una política de relajam iento, desarme y paz, de una capaz estrategia de desarrollo para los pueblos del T ercer Mundo, de la lucha contra las dictaduras y el fo rta le ­ cim iento de las fuerzas dem ocráticas del Mundo, de la lucha „no para la perfección técnica o económ ica del capitalism o, sino para la institución y defensa del derecho de autodeterm i­ nación del individuo y de los pueblos" (Schmidt), de la política de pleno em­ pleo y estabilidad aquí entre nosotros, de la form ación y seguridad de la dem ocracia, de la traslación del po­ der en beneficio del trabajador, por ejem plo a través del derecho de cogestión, de la igualdad inicial de posibilidades, de la ju sticia y form a­ ción de una seguridad social, la am­ pliación y m ejoras de todo el aparato económ ico y de Hacienda, del incre ­ mento de la participación pública en el producto social, etc., etc. Con ello tendrem os am plio trabajo, y en las actuales circunstacias, Schm idt es el hom bre que necesitam os para esa fase de nuestra lucha. Quien de­ see más, quien sueñe con la m oviliza­ ción de las masas tom ando por asalto al socialism o fuera del Parlamento, ese se malogrará, aquí y en cualquier otro lugar. Quien desee ganar votacio­ nes en la República Federal, que se deje de cuentos: ello solo es posible con el SPD, con su Presidente Brandt y con el C anciller Schmidt. Si trabajam os con énfasis, m antene­ mos la unidad y seguim os una sen­ sata estrategia, podrem os hacer en 1.976 con un poco de suerte, lo m is­ mo que hicim os en 1.957, 1.961, 1.965, 1969 y 1972, no sólo m antener nues­ tro número de electores, sino incre ­ m entarlo en un pequeño porcentaje. Si ello sucede en un futuro próxim o, no les faltará a las fuerzas oposicíonales incondicional apoyo. Cada uno deberá entonces d e c id ir en que lado está. Junto a Schmidt, o al lado de los señores Strauss y Dregger. ■ 33 LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA, AL SERVICIO DEL PUEBLO Entrevista con el Ministro Federal alemán, Hans Matthöfer Señor Matthöfer, en el mes de mayo asumió usted el cargo de Ministro Federal de Investigación Científica, después de haber sido Sub-secretario Parlamentario en el departamento competente para la ayuda a los países en desarrollo. ¿Puede usted seguir luchando en su nuevo cargo por las ideas y los fines del Socialismo democrático? Sí. Es preciso abandonar la idea de que la ciencia y la técnica no tienen nada que ver con ia política. Ello sólo es cierto hasta cierto punto para la investigación de principios. En parte, la investigación científica debe reali­ zarse tam bién sin una misión deter­ m inada y sin objetivos preconcebidos, sim plem ente para am pliar las bases científicas generales. Pero natural­ mente tam bién en este caso se pre­ cisa una estructuración y una p la nifi­ cación de prioridades. Por lo demás, en la política de investigación se sien­ tan las bases para nuestras futuras condiciones de vida, y por tanto la política de investigación científica tiene gran im portancia política-social. ¿Puede usted precisar algo más esta cuestión? Hay que d istin gu ir dos aspectos, que no obstante están íntim am ente rela­ cionados: Por una parte, un Estado industrializado como la República Fe­ deral de Alem ania tiene que desarro­ llar y p erfeccionar tecnologías para p otenciar la creación de valores en la econom ía y asegurar los puestos de trabajo. En este proceso, las investiga­ ciones, m ejoras e innovaciones te cno ­ lógicas pueden e je rce r una influencia esencial sobre la estructura y el mar­ co en que se desarrollo la actividad económ ica. La configuración de los puestos de trabajo, los peligros para el m edio am biente, la calidad de los productos e incluso la estructura com petitiva pueden ser fuertem ente influenciados por m edio de innova­ ciones. Por otra parte, con la política de investigación intentam os co ncreta ­ m ente satisfacer m ejor las necesida­ des del hombre. Asi, en colaboración con el M inistro de Trabajo llevamos a cabo un program a de investigación sobre „H um anización del tra b a jo “ , que tiene por objeto no sólo reducir la carga física que supone el trabajo, sino tam bién m ejorar, por m edio de m odificaciones en la organización del trabajo, las posibilidades de realiza­ ción de la personalidad y libertad de decisión del trabajador. Tenem os tam ­ bién un program a sobre „Investigación 34 y tecnología al servicio de la s a lu d “ , con el que en el futuro querem os com ­ batir m ejor de modo p articula r las en­ ferm edades más frecuentes. Estamos preparando u ^ p ro g ra m a sobre te cno ­ logías para los m unicipios, con el que querem os ofrecer soluciones nue­ vas o técnicam ente m ejores a los problem as de las ciudades y m uni­ cipios, por ejem plo para la elim ina­ ción de basuras, el sum inistro y la m ejora de agua potable, los problem as de protección del m edio ambiente a escala m unicipal o procedim ientos de planificaciones y aprovecham iento de datos para las proyecciones de desarrollo urbano. Y en estos días presentaré un program a de investiga­ ción sobre el tráfico de cercanías, que tanta im portancia tiene precisam ente para las áreas de aglom eración urbana. Trabajadores extranjeros Si no entendemos mal, con la políti­ ca de investigación quiere usted aco­ meter también los problemas sociales. ¿Incluye usted en ello los problemas de los trabajadores extranjeros? Sí. Incluim os en nuestro trabajo a los trabajadores extranjeros en dos as­ pectos. De un lado, y com o ya he dicho, hacemos estudios sobre nues­ tra estructura económ ica, que natural­ mente hay que considerar en el marco internacional. Nuestro objetivo es crear, por m edio de m ejoras te cno ló ­ gicas y de la productividad, puestos de trabajo seguros que garanticen ingre­ sos suficientes. Querem os m ejorar la cualificación de los puestos de trabajo de niveles más bajos y de los trabajos m onótonos, que son precisam ente los que con mayor frecuencia se ocupan con trabajadores extranjeros. De otro lado, nos ocupam os de la problem á­ tica social de los trabajadores extran­ jeros. Este año hemos iniciado un pro­ grama especial de investigación de los problem as que plantea la integra­ ción de los trabajadores extranjeros. ¿No sería posible que otros Estados sacaran también provecho de las in- Hans Matthöfer (SPD), M inistro Fede­ ral de Investigación y Tecnología. vestigaciones y tecnologías que se elaboran en la República Federal de Alemania? ¿Cómo pueden países co­ mo España o Turquía mantener un ritmo de desarrollo como en la Repú­ blica Federal? La R epública Federal de Alem ania tiene interés en que también la econo­ mía de otros países m ejore su capaci­ dad de rendim iento. Precisamente en la Comunidad Económ ica Europea es­ tamos com probando hasta qué punto nuestras relaciones económ icas de­ penden de que tam bién la econom ía de los demás países esté en orden y de que nadie cierre su m ercado a los demás. Las tecnologías industria­ les de que disponem os hoy en la República Federal se extienden cada vez más, de form a que tam bién paí­ ses como España o Turquía pueden introducirse en estos sectores. Noso­ tros tenemos la m ejor disposición para fom entar este proceso de exten­ sión y para apoyar la cooperación tecnológica, sobre todo, como es natural, cuando en los países en cuestión existe la dem ocracia. En la prensa se ha podido leer que usted no ha olvidado tampoco su antiguo campo de actividades. ¿Es cierto que quiere usted trasponer tecnologías a los países en vías de desarrollo? Yo quisiera organizar una cooperación aún más íntima entre los M inisterios de Investigación y Tecnología y de C ooperación Económ ica, porque estoy convencido de que el desarrollo y la generalización de tecnologías ade­ cuadas es la clave más im portante para los grandes problem as de los EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 países en vías de desarrollo. En este aspecto, la R epública Federal, con su potencial científico y tecnológico, puede co n trib u ir notablem ente a la solución de problem as con los que hasta ahora no se ha visto suficiente­ mente confrontada. Los culpables En una alocución pronunciada en julio de 1966 en Frankfurt ante trabajadores españoles dijo usted lo siguiente: „A pesar de los años pasados, toda­ vía nos queda a los trabajadores ale­ manes un amargo sabor de boca por la derrota sufrida en 1933. Fue precisa­ mente nuestra desunión, la dispersión de las fuerzas obreras en m últiples y distintas organizaciones, las que con­ tribuyeron de una form a considerable a la victo ria del extrem ism o de dere­ chas. Nuestros sindicatos estaban d i­ vididos según la confesión política y religiosa de sus afiliados, y muchas veces se dio más im portancia a los argum entos que nos dividían que a los intereses comunes que tendían a unirnos. De esta forma, los trabaja­ dores no fuim os capaces de presentar un frente cerrado en contra de la bar­ barie nazi. Después de 1945, y ya antes en los campos de concentra­ ción, los hom bres más activos del mo­ vim iento obrero alemán llegaron a la conclusión de que los problem as de después de la guerra y la cuestión de una nueva instauración dem ocrática en Alem ania sólo podrían ser conse­ cuentem ente resueltos a través de un sindicato unitario. Pero esto no nos fue nada fácil llevarlo a cabo, ya que Hans Matthöfer y Salvador Allende, durante su ultim o encuentro en Santiago de Chile. nuestro m ovim iento sindical estaba anclado en unas tradiciones de sind i­ catos pluralistas. Espejo histórico Nuestras diversas federaciones po­ dían con orgullo mirarse en el espejo h istórico de una existencia de decenios de luchas y de triu n ­ fos al servicio de la clase trabaja­ dora. Las siglas de algunas de estas organizaciones estaban aureoladas por un pasado verdaderam ente g lo rio ­ so, y había muchos que querían man­ tenerlas, porque para el m ovim iento obrero es también im portante man­ tener y guardas sus tradiciones. Pero si la tradición nos pareció siem pre im portante, más im portante era la unión de todos los trabajadores en un sindicato unitario, y para esto la Fe­ deración Alemana de M etalúrgicos consintió en dejar sus antiguas siglas DMV para transform arse en el actual IG Metall, sindicato m etalúrgico den­ tro ya de la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB). Es decir, de la plura­ lidad sindical fuim os capaces de lle­ gar al sindicalism o unitario. Partiendo de estas experiencias históricas ale­ manas, yo particularm ente soy de la opinión de que, en estos m om entos de tom a de conciencia de una gran parte del m ovim iento obrero español, todas las fuerzas políticas y sindicales de la nación deberían concentrarse en conseguir organizaciones obreras uni­ tarias, alcanzar una férrea unidad entre todos los trabajadores, para poder presentarse todos juntos frente a las fuerzas to ta lita ria s que hoy opri­ men al pueblo español y hacerlas de­ saparecer. Juego peligroso Hgos Matthöfer durante la vista de una delegación de científicos de la Repú­ blica Popular de China, para intercam biar experiencias. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Por otra parte, aun después del régimen de Franco, las fuerzas capitalistas de España serán un gran obstáculo para el progreso del pueblo y de la nación española. Ante esas fuerzas se impone una clase obrera unida, capaz de luchar con­ tra los m onopolios y contra las inju sti­ cias de la clase capitalista en el poder. La división política y sindical del m ovim iento obrero puede con35 Sí. Más que nunca. Nada de lo que ha o currid o desde 1966 ha podido convencerm e de que mi opinión de entonces fuese equivocada. Al contra­ rio: Hoy más que nunca estoy con­ vencido de la lecesidad de un sindi­ cato unitario tam bién para España. Y como es natural, esta necesidad de la unión existe tam bién en el as­ pecto político. Los socialistas en Es­ paña necesitan un gran partido uni­ tario, cuyo núcleo tiene que ser nece­ sariam ente un PSOE rejuvenecido y reformado. ¿Cuál es su actitud frente a la cola­ boración con los comunistas? Soy bastante escéptico a este res­ pecto. En todo caso, un partido que quiera colaborar con un partido com u­ nista tiene que tener una base propia independiente, fuerte y organizada. Nuestras experiencias con los com u­ nistas fueron, en general, malas. A ello hay que añadir entre otras cosas la clara parte de responsabilidad que correspondió al Partido Com unista de Alem ania KPD en la victo ria de Hitler. Hans Matthöfer: „Hoy más que nunca estoy convencido de la necesidad de un sindicato unitario, también para España. Y como es natural, esta necesidad tam bién en el aspecto político ." vertirse en un juego peligroso en manos del capitalism o nacional e in­ ternacional. Las clases económ ica­ mente poderosas ven con suma com ­ placencia las posibilidades que la d i­ visión del m ovim iento obrero les ofre­ ce. Para ellos, tal división supone jug ar con las com plicaciones que el no entendim iento entre los trab aja do ­ res origina, inm iscuirse de una form a ladina en nuestras disputas y explo­ tarlas en su propio beneficio. Cree­ mos, por lo tanto, que es la hora de empezar a crear un estado de opinión entre los trabajadores españoles con vistas a la im plantación de una gran Central D em ocrática y Libre en Espa­ ña que haga desaparecer el sim ulacro 36 de sindicatos que supone la CNS. Hay que echar de esta organización a los patronos, que no tienen nada que hacer dentro de ella, hay que conse­ g uir que todos los puestos de res­ ponsabilidad sean elegidos d irecta ­ m ente por los trabajadores. En una palabra: Todo el aparato m ontado con el dinero de los trabajadores ha de volver a los trabajadores, y éstos, con su espíritu libre y dem ocrático, han de hacer de él el contexto ma­ terial de una verdadera Central Uni­ taria que sea el arma poderosa de los trabajadores españoles en contra de los abusos del capitalism o." ¿Sigue siendo esta su opinión, trans­ curridos ocho años? Fue el KPD quien, por m edio de la absurda presentación de su candidato Thälm ann en el segundo turno de elección para la presidencia del Reich en 1925, contribuyó a elevar al sillón presidencial a Hindenburg, y ello con el objeto general de elim inar al candi­ dato conjunto de los partidos del Centro y del SPD. Fue el KPD quien tras las elecciones para la Dieta pru­ siana en 1932 im pidió la form ación de un G obierno dem ocrático en Prusia, con lo que de esta form a dio a Papen un pretexto para intervenir, que en otro caso no hubiese tenido. Fue el KPD quien, tanto en la Dieta del Reich como en las Dietas regionales, sabo­ teó siem pre que pudo a los G obiernos dem ocráticos en com plicidad clara e incluso con harta frecuencia confe­ sada con el partido nacionalista DNVP y nazi NSDAP. La prueba más clara de hasta dónde llegó esta com plicidad la ofreció la huelga de transportes de Berlín en 1932: En el com ité de huelga figuraban en franca cam aradería ios com unistas y la gente del SA de Goebbels. Los funcionarios del KPD pusieron de relieve con harta fre ­ cuencia y claridad que lo que intere­ saba al KPD no era en prim era línea la lucha contra el fascism o, sino la lucha contra el Estado dem ocrático. Bajo el título de „El frente unitario que vencerá" se puede leer en el p eriódico com unista „D ie Rote Fahne“ de 17 de noviem bre de 1931 que el fascism o de H itler es el mal m enor en com paración con el G obierno EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Hans Matthöfer con el presidente de Yugoslavia, Tito. ¿Posibilidades de cooperación? Brüning. Y se añade: „La socialdem ocracia es nuestro enem igo capital. En el actual período de la lucha de clases, nuestro golpe principal va d iri­ gido contra la so cia lde m o cra cia “ . Y cuando Braun, en la Dieta de Prusia, señaló a los diputados del KPD que, en caso de una victo ria nazi, ellos serían las prim eras víctim as, le repli­ caron: ,,¡A ti te ahorcarem os el p ri­ m ero!“ . La concepción estratégica de la ejecutiva del partido consistía en dejar que H itler llegara al poder, en la confianza de que muy pronto ha­ bría fracasado y de las ruinas del „T e rce r Reich“ surgiría la Alem ania com unista. Esto, por lo menos a largo plazo, era un e rror que costó a los afiliados al partido un horroroso tri­ buto de sangre que hay que cargar en la cuenta de sus dirigentes. En los años siguientes fueron los terribles crímenes del estalinism o y en Ale­ mania además la m odalidad to ta li­ taria y b urocrática del socialism o en la actual R epública D em ocrática A le­ mana los que ayJdaron durante años a los conservadores y reaccionarios de nuestro país a desacreditar y difa­ mar todos los pasos hacia el socia­ lismo dem ocrático. ■ EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 La República Federal de Alemania con su potencial científico y technológico puede c o n trib u ir notablem ente a la solución de problem as, mucho más que hasta el presente. 37 INTEGRACION DE LOS NIÑOS Y JOVENES ESPAÑOLES EN LAS ESCUELAS DE BREMEN En la R epública Federal de Alemania existe la obligación general de asis­ tencia a la escuela. La asistencia a la escuela, a tiem po com pleto abarca a todos los niños que hayan cum plido los 6 años de edad y se extiende durante 9 años, o sea hasta los 15 años de edad. A continuación los jovenes asisten, hasta los 18 años, además de a activi­ dades para su form ación profesional a una escuela de form ación profesio­ nal, en la m edida que no participen en las clases 1 1 -1 3 del Bachillerato. Todo ello es valido tam bién para los niños españoles. La asistencia a la escuela de preparación general Según una investigación o ficial lleva­ da a cabo en la prim avera de 1974, un total de 132 alumnos españoles asis­ tían a las clases de form ación general en la ciudad de Bremen. De ellos: 122 alum nos en la escuela basica, p ri­ m aria y real. 4 alumnos en el Istituto 5 alumnos en la escuela especial 1 alumno en la escuela común Estos alumnos se dividían en 57 es­ cuelas de la ciudad. Por ello la p arti­ cipación procentual de los alumnos españoles en cada una de las escue­ las es muy bajo (por lo regular de 1—4 alum nos en los diversos grados por edad). La clase para los niños españoles, lo mismo que para los demás alumnos extranjeros, corresponde a las dispo­ siciones de la recom endación de la C onferencia de M inistro de C ultura del 3. 12. 1971. A resultas del reducido número de niños españoles en las escuelas se derivan ciertas d ificu ltad es de tipo organizativo y personal, a fin de llevar a cabo las m edidas de prom oción. Norm alm ente es indispensables la in­ clusión del alumno en una clase que le corresponda a su edad. En la me­ dida que hay d isponibilidad de pro­ 38 fesores los alumnos reciben 6 horas por semana de clases com plem enta­ rias de alemán, en general por grupos de diversas nacionalidades, pero no más de 8 niños. Donde ya existen clases preparatorias con alumnos de diversa nacionalidad, son incluidos los niños en esas cla­ ses. A llí reciben una intensiva y obje ­ tiva prom oción durante cerca de un año. Despues ya es posible, en la mayoría de los casos, su incorpora­ ción a la clase alemana que le corres­ ponde. A pesar de ello los niños deben seguir recibiendo clases com plem entarias de alemán, pera d ism inuir sus p erjuicios frente a los niños alemanes. Buenos resultados hasta ahora Las m edidas de prom oción pra ctica ­ das hasta la actualidad han m ostrado buenos resultados. Se ha podido de­ m ostrar que los alum nos españoles no tienen, por culpa del idioma, ninguna d ificu ltad en el aprendizaje. Por deseo de los padres muchas veces a los ni­ ños se les coloca en una clase inferior a la que que les corresponde por su edad, a fin de que puedan alcanzar el diplom a final. A pesar de ello es posible, muchas veces, el paso a la siguiente clase superior al cabo de medio año. En general la integración social es buena, especialm ente cuando la pre­ disposición para la aceptación del niño extranjero esta prom ocionada por el profesor. Lam entablem ente los padres a menudo se m uestran reacios. En el distrito del puerto de Bremen aproxim adam ente 50 niños españoles están sujetos a las disposición sobre la obligatoriedad de la asistencia a clase. De ellos una gran mayoría asiste a una escuela privada católica, en la cual reciben la instrucción por un maestro español. En las escuelas públicas pueden se­ g uir siendo integrados el reducido número de niños españoles a través de m edidas de apoyo, previam ente acordadas. Clases de idioma materno en la ciudad de Bremen Para la realización de las clases del idiom a m aterno y cuestiones relacio­ nadas con la patria, ej gobierno espa­ ñol ha designado una maestra, que de clases a dos grupos, cada uno 6 horas a la semana, por la tarde en una escuela de Bremen-Nord. La m is­ ma maestra da clases, en otra parte de la ciudad, a un grupo con un total de 7 horas en la semana. Asistencia a la escuela profesional Jovenes, que a través de su asisten­ cia a una escuela de form ación ge­ neral han sido integrados, pueden, por regla general, concertar un contrato de aprendizaje inm editam ente, que se­ gún nos dem uestra la experiencia, conduce a un exitoso final de lo aprendido. Jovenes que dispongan de co no ci­ m ientos de alemán, pero que los m is­ mos sea muy lim itados, tienen la posi­ bilidad de realizar un curso de un año de form ación basica profesional, que según la ley vigente se contara como un año para el tiem po de form a­ ción. Hasta ahora ningún estudiante español ha hecho uso de esta posi­ bilidad. 12 alumnos españoles asisten actual­ mente a una clase parcial de la es­ cuela de form ación general. Se trata de jovenes que están en la edad de form ación profesional obligatoria; pero que se hallan desde hace poco tiem po en la República Federal de Alem ania y que desean encontrar in­ m ediatamente un puesto de trabajo. Estos alum nos reciben semanalmente 2 horas de clases teóricas y 3 horas de clases prácticas. Lam entablem ente no en todas los sectores de la escuela de form ación profesional se pueden llevar a cabo medidas de apoyo, ya que se carece de las condiciones y personal nece­ sario. Formación de mayores Para la supresión de la barrera del idiom a entre los trabajadores extran­ jeros se ofrecen en los cursos de la Universidad Popular, clases de alemán para todas las nacionalidades. Ade­ más la Universidad Popular de acuer­ do con la C onfederación Alemana de S indicatos (DGB) organiza cursillos para principiantes en todos los gru­ pos de extranjeros, que les propor­ cionan conocim ientos sobre los pro­ blemas y las tareas de las in stitu cio ­ nes culturales y sociales. ■ EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 La mayor parte de sus compatriotas compran aquí una Braun Braun tiene un programa para todas las necesi­ dades y para todos los gustos. Las máquinas de afeitar eléctricas Braun son un producto de calidad de fama internacional, en cuya fabricación partici­ pan directa o indirectamente muchos trabajadores extranjeros. Llévese a su patria una máquina de afeitar Braun, como uno de los mejores ejemplos de calidad de la técnica alemana; para afeitarse Vd. mismo, o para hacer un valioso regalo, o como un artículo muy apreciado y buscado. La Garantía Braun vale tam ­ bién en su patria. sixtant la máquina de afeitar eléctrica que más se vende de Alemania CUESTIONES FUNDAMENTALES DEL SOCIALISMO DEMOCRATICO (III) Hans-Jochen Vogel IV. La lucha de clases y la estrategia de conflicto no facilitan la solución de las cuestiones pendientes. No puede ponerse en peligro el Estado democrático. A. Algunos, entre ellos tam bién m iem ­ bros de nuestro partido, dicen que las cuestiones pendientes solam ente pue­ den solucionarse por una política de lucha de clases, de constante inten­ sificación del co nflicto y de destruc­ ción de este Estado, „que por su na­ turaleza es de origen capitalista o in­ cluso una agencia del capitalism o m onopolista". Afirm an que el so cia lis­ mo solam ente puede ser ensayado y realizado en acciones de base. Apun­ tan que no se trata de la solución de conflictos, sino de su agravamiento, para que asi se fortalezcan las fuerzas para la superación y elim inación de­ fin itiva del sistema. En los textos co­ rrespondientes esto se lee asi: „La política en un partido socialdem ócrata, que persiga la superación del sistema, está s ie m p re . expuesta al peligro de anquilosarse en reformism o. Esto su­ cede, por ejemplo, por el hecho de que reformas, cuyo fin era hacer sal­ ta r al sistema, se emplean finalm ente para conservar el mismo, apartando del sistema social agudas cargas ex­ plosivas y haciendo que la resistencia de la clase obrera choque en el vacio. Por ello, cabe preguntarse si deter­ minadas iniciativas para solucionar un problem a concreto no cum plen la fun­ ción de avisar como sistemas de alar­ ma política posibles conflictos, seña­ lando así en qué puntos ha de inter­ venir activam ente la A dm inistración. quiera se vea forzado a m odificarlos." O: „N o en vano exige por eso el m arxismo la destrucción del aparato de poder capitalista y la construcción de un poder centralizado de la clase obrera como condición previa funda­ mental para la transform ación de las condiciones económ icas en interés de la mayoría de la población. Este nuevo Estado de la clase trabajadora no puede tener la vieja estructura parla­ m entaria del Estado burgués." En consecuencia, a los parlam entos sola­ mente se les quiere reconocer la m i­ sión de legalizar y fu nd ir en leyes lo que la base haya exigido y ya haya puesto en práctica. Para ello es un m edio adecuado el „m andato im pera­ tiv o “ . Los partidarios de esta estrate­ gia, cuyas raíces se encuentran en las ideas de André Gorz, Lelio Basso y Ernest Mandel, suelen exigir también la socialización total. B. Considero equivocado este camino. No es el camino del programa de Godesberg, que manifiesta su adhe­ sión expresa al Estado de Derecho y la democracia parlamentaria-representativa. Los partidarios de una es­ trategia de conflicto, destructiva del Estado, parten de una peligrosa apre­ ciación errónea del Estado en el que vivimos. No cabe duda de que este Estado tiene muchos defectos. Pero ¿no es verdad que este Estado per­ mite a sus ciudadanos una m edida de libertad constitucionalm ente garantizada mas elevada que cualquier otro Estado alemán a nterior a él? ¿Y no concede esta libertad, en una manera que casi niega las experiencias de la R epública de Weimar, casi ilim itada­ mente incluso a los fundam entales adversarios de nuestro Estado? ¿No es verdad que este Estado pro­ tege m ejor a sus ciudadanos de la necesidad m aterial que cualquier otro Estado alemán a nterior a él? No hay temor ¿Y no es cierto que este Estado ha dem ostrado ser absolutam ente capaz de reforma y que ha contenido e hasta superado intereses especiales, incluso poderosos? ¿Dónde está el Estado en la Historia alemana que haya poseído mayor potencial de reformas y m ejo­ res procedim ientos de reformas? Tam­ poco a escala internacional hemos de tem er - sabe Dios - a las com para­ ciones. Posibles peligros Con ello existe el peligro de que tales acciones llenen las lagunas en el sis­ tema capitalista de planificación, exis­ tentes todavía por una falta de posi­ bilidades te cnocráticas de p lanifica­ c ió n .“ O: „M isión de los Jóvenes So­ cialistas no puede ser a rticu la r el des­ contento de partes del pueblo por determ inadas situaciones intolerables, para que el SPD las elim ine m ediante el trabajo de sus grem ios; con ello solam ente se consigue que aumente el séquito del partido, sin que éste haya m odificado sus objetivos o ni si40 La lucha de clases y la estrategia de conflictos no facilitan la solución de las cuestiones pendientes. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Más dependencia Pero los partidarios de la estrategia de conflicto, destructiva del Estado, des­ conocen tam bién que los com plicados m ecanism os de nuestra realidad so­ cial solam ente pueden ser m odifica­ dos por el Estado y d irigid os hacia nuevos objetivos sin ruptura de la continuidad. Cualquier intervención directa de masas exacerbadas en es­ tos mecanismos conduciría irremisi­ blemente al caos, al uso de la violen­ cia, al descenso del nivel material pre­ cisamente de las amplias masas de la clase trabajadora, y en consecuencia al desmontaje de las libertades cívi­ cas. No produciría menos, sino más dependencia. En mi opinión, las reformas solamente pueden ser realizadas por el camino de la legislación democrática, de las actividades estatales y comunales. Con este fin hemos de luchar por obtener mayorías. Con este objeto, naturalm ente, tam bién tenemos que transform ar la co nciencia de los hom­ bres, concediéndoles mayores posi­ bilidades de participación, como las acom etidas ya aquí y allá por las iniciativas de ciudadanos. Pero todo esto ha de m antenerse en el marco de las reglas de juego dem ocráticas. La dem ocracia no es lo mismo que oligarquía, en la que solam ente de­ ciden unos pocos. Pero tam poco debe convertirse en fonocracía, en la que es decisiva la potencia acústica con que se defiende una exigencia. Ataques de los fanáticos Otra cosa más: el Estado de Derecho es quien mejor garantiza que se man­ Las reformas solamente pueden ser realizadas por el camino de la legislación dem ocrática. tenga el pluralismo, la pluralidad de opiniones, objetivos, motivaciones. No en vano es por eso objeto de los ata­ ques de fanáticos que se creen en posesión de la verdad absoluta, que desconocen la impugnabilídad y vul­ nerabilidad del individuo y que tam­ poco han vivido con su propia ex­ periencia con qué rapidez la opresión de las ideas de los demás puede con­ vertirse en la opresión de hombres y de grupos. Por ello, una política de reformas ne­ cesita precisam ente un Estado fuerte y estable que esté en condiciones de dom ar a los poderosos, de proteger a los débiles y defenderse tanto del ¡legal empleo de la fuerza como de form as más sublim es de su aniquila­ ción. C. Con esto tam bién se contesta a la pregunta acerca de los posibles alia­ dos en la realización de las reformas. Los aliados solam ente pueden s e rfu e rzas, que no sólo apoyan una reforma determ inada, sino tam bién al Estado y su orden constitucional. Por eso que­ dan descartados todos los grupos y grupitos izquierdistas que abierta o enmascaradamente propugnan el uso de la violencia. Pero también quedan descartados los comunistas, pues ellos aspiran a una sociedad sin de­ mocracia y sin libertades constitucio­ nales. Siguen aspirando a la dictadura del proletariado. Pero un socialismo no democrático no es, como muy bien ha dicho Peter von Oertzen, un socia­ lismo con pequeños defectos, sino que por principio no tiene absoluta­ mente nada que ver con el Socialismo. Por esta razón considero tam bién totalm ente fuera de discusión la pro­ puesta de colaborar con m iem bros y representantes de partidos com unis­ tas europeos con el objetivo de orga­ nizar a los trabajadores extranjeros en la R epública Federal para la lucha anticapitalista. Reformas y democracia V. El SPD tiene que decidirse: por ra­ dicales reformas y por el camino democrático. Quedan descartados todos los grupos y grupitos izquierdistas que abierta o enm ascaradam ente propugnan el uso de la violencia. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 El SPD se halla en una fase en la que, acosado por problem as cada vez más urgentes, tiene que decidirse. He aquí las preguntas a las que habrem os de dar respuesta: 41 — ¿Pese a un asegurado pleno em­ pleo, a la existencia de fuertes sin­ dicatos y una am plia legislación so­ cial, tenem os todavía una sociedad de clases que solam ente pueda ser transform ada por la lucha de clases? — ¿Es nuestro Estado realm ente una agencia del capitalism o m onopolista, que ha de ser destruida? — ¿Es realm ente la socialización to ­ tal de los m edios de producción la panacea que elim ine todas las contra­ d iccio ne s sociales? — ¿Se refiere el concepto de libertad sólo al colectivo de la clase trabaja­ dora o al Individuo en particular? — ¿Es realm ente un m arxism o dogm á­ tico, con su pretensión epistem oló­ g ica y política a lo absoluto, el cam ino para una m ejor calidad de la vida? — ¿Son realm ente el com prom iso, el pluralism o y la dem ocracia parlam en­ ta ria síntom as de descom posición del neocapitalism o? Las preguntas están form uladas, nos guste o nos disguste. W illy Brandt ha dado su respuesta en su gran d iscu r­ so en el Congreso de Hannover. Ahora nos toca a nosotros defender también estas respuestas ofensivam ente en nuestros campos. Viejas y nuevas dependencias Querem os reformas, reformas radica­ les de las condiciones básicas; refor­ mas de las que son incapaces los super-conservadores, que se aterran al ayer. Querem os cogestión, p arti­ cipación en el patrim onio productivo, reform a del Derecho fundiario. Pero las querem os por vía dem ocráticaconstitucional, con un Estado estable y eficaz, que no se deje ni hacer chan­ taje ni escarnecer, que im ponga el respeto a sus leyes. No queremos s u stitu ir viejas dependencias relativas por nuevas dependencias absolutas. Conocem os la im pugnabilidad y vul­ nerabilidad del individuo, y por lo tan­ to no consideram os todo hacedero, ni todo lo hacedero perm itido. Quere­ mos que la econom ía y la técnica es­ tén al servicio del hom bre; pero tam ­ poco querem os ser dom inados por frios sistemas perfectos, im aginados por teóricos irrealistas. Queremos ale­ gría de vivir, solidaridad humana — tam bién en el partido — pero no el odio, la hum illación, y el desprecio de todo el progreso social conseguido con su lucha por generaciones an­ te riores a nosotros. 42 El SPD tiene que decidirse: por radicales reformas y por el cam ino dem ocrático. Conocem os la im pugnabilidad y vulnerabilidad del individuo, y, por lo tanto, no consideram os todo hacedero, ni todo lo hacedero perm itido. Formas de transición Lo que querem os lo ha form ulado así Georg von Vollm ar, el gran so cial­ dem ócrata y reform ador, en su h istóri­ co discurso de Eldorado, antes de la histórica discusión entre Kautsky y Bernstein: „Lo mismo que las condiciones na­ turales no se desarrollan en abruptas revoluciones, que se sucedan súbita y directamente, tampoco los órdenes sociales se suceden como unidades perfectas y repentinas. Aquí no se da ni un hacer artificial ni un súbito deshacer y volver a comenzar, sino que lo antiguo va incorporándose paulatinamente en lo nuevo, quizá demasiado lentamente para el sentido que remonta su vuelo, pero con se­ guridad. Este enraizamiento, con mi­ llares de raíces, del Hoy en el Ayer y del Mañana en el Hoy, no hace nacer nada absoluto. Todos los estados polí­ ticos y sociales son algo relativo, son formas de transición. Nuestra tarea ha de ser utilizar la forma de hoy para influir sobre la configuración de la de mañana.“ M erece la pena em plear todas las fuerzas en el cum plim iento de esta tarea. ■ MARX EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Suiza „TAN SUIZOS COMO LOS SUIZOS“ Como un m artillo pilón ha caldo la prensa española durante las últim as semanas sobre los suizos, tan aman­ tes de su pais como de sus propios intereses económ icos. Con nueve años de em igración a la espalda, ya hace años que me olía a „cham usquina“ el argum ento sádico de ciertos políticos y econom istas centro-europeos cuando decían: „La em igración es la mayor aportación económ ica a los países subdesarrollados". Por otra parte tam bién es cierto que con con esta „ayu da “ se descon­ gestiona nuestro paro obrero y por eso nos hemos callado pensando que algo de razón ya tenían, pero no toda ni mucho menos. En este mom ento, los suizos, igual­ mente podían haber sido alemanes o franceses, han tirado de la manta para dem ostrarnos que, lo mismo allí que aquí, el objetivo prim ero y único del capital es su propio interés. Histórico referendum En este h istórico referendúm del 20 de Octubre, los señores, 2.568.609 suizos han d ecidido sobre sus escla­ vos, los extranjeros. Los buenos han decidido que sigan porque de lo contrarío se les hunde su economía, y los m a lo s ... han perdido. ¡Menos mal!. De lo contrarío, la película con suspense de varías semanas hubiera term inado en punta. Prieto Prudencio podrá seguir ayudando a sus com pañeros en Suiza. defensa de los derechos humanos supuestam ente defendidos por las Iglesias, simple y llanamente ha ven­ cido el capital que sigue tolerando al extranjero como un mal menor. Los suizos, los s u iz o s . . . ¡Cierto!. Sin em bargo aún queda por ilum inar una som bra muy oscura en todo este asunto. Tanto hablar de Suiza . . . ¿no será una m aniobra de distracción para desviar el verdadero plantea­ m iento m igratorio en España?. Si en estos m om entos hay un m illón tres­ cientos mil españoles en centro-europa es por doble m otivo; prim ero por­ que tuvieron que salir y segundo por­ que tuvieron que volver. ¿Por qué no som eter a prueba de laboratorio este doble hecho?. ¿Acaso tenem os m iedo de encontrarnos más suizos que los mismos suizos?. A título de ejem plo: Si analizam os la política de Bancos y Cajas de A horros con relación a los españoles que trabajan en otros países europeos, éstos están siendo los cirujanos especializados en extraer el sudor del emigrante. Comienzan explotando p sico lóg ica ­ mente el sentim iento del retorno a la patria chica para que envíen por delande las divisas. Cajas de Ahorros y Bancos planifican, por tanto, el retorno del dinero, pero de ninguna forma se toma en serio la vuelta del emigrante, que equivaldría a matar la m ism a ga­ llina de los huevos de oro. Sin embargo, estos días, hemos sido objetos im potentes de una decisión dem ocrática que no ha contado con nosotros para nada, a pesar de ser precisam ente nosotros la parte in­ teresada. ¿Dónde está el voto de los mismos em igrantes a quienes iró n i­ cam ente nos llaman „M itb ü rg e r" (con­ ciudadanos)?. Sí tanto contribuim os al país y nuestra aportación econó­ m ica es indispensable porqué no con­ ta r con una representación parlam en­ taria en los países de acogida, y por tanto con voto?. No, no ¡im pensable!. Cuándo se oyó que los esclavos tuvieran voz y voto ante sus señores?. No han vencido en Suiza los amigos de los extranjeros y la solidaridad internacional de la clase obrera ni la EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 Se les sigue tolerando como un mal menor: Trabajadores extranjeros. Emigración doble Porque . . . ¿Dónde están invertidas las divisas que mandan los españoles del extranjero?. Paradógicam ente, las regiones más depauperadas de Espa­ ña son precisam ente las que más em i­ gración han dado. Aún en los pueblos más pobres han puesto su pié surtuosas sucusales de Banco y Cajas de Ahorros. De esta manera no sólo emigran los habitantes de estas regiones sino tam ­ bién sus ahorros a través de las ma­ nos seguras de los Bancos. Los Aho­ rros van a parar a otros puntos de España donde la inversión de este capital es más rentable. Por otra parte la depauperación de­ m ográfica progresiva de 23 provincias españolas y del 80 % del te rrito rio na­ cional hace im posible el despegue económ ico de las regiones de mayor em igración. Los trabajadores españoles en el extranjero pueden estrenar piso en Granada, Cáceres u Orense, el trabajo, sin embargo, deberán bus­ carlo en Cataluña o el Pais Vasco. ¿Dónde están m etidos los dineros de los em igrantes y sus dividendos?. El capital suizo no puede p re scin d ir ya de los extranjeros y al capital español le sigue Interesando el retorno de los ahorros, pero no de los emigrantes. ¿Por qué bastantes empresas españo­ las se niegan sistem áticam ente a re­ c ib ir trabajadores que hayan pasado por Alemania, Suiza o Francia?. No temerán en el fondo la lucha sindical y las reivindicaciones que puedan plantear estos trabajadores?. Pasados cinco años trabajando y cotizando como cualquier ciudadano suizo lo dem ocrático sería que el tra ­ bajador extranjero contara con una representación parlam entaria, con voz activa y pasiva, sobre todo en aque­ llos problem as que les afectan d irecta ­ mente, como ahora el referendúm de Suiza, m anifestando así su opinión y defendiendo sus intereses ante las urnas. Los marginados Sin em bargo difícilm ente podem os e xig ir estos derechos los españoles cuando nosotros mismos, los que el 14 de diciem bre de 1966 éramos em i­ grantes estuvim os olvidados y mar­ ginados en el referendúm sobre la Ley O rgánica que aquel mismo año tuvo lugar en España. La Ley de extranjeros de cada país centro-europeo no tiene com o prim er objetivo apoyar jurídicam ente al ex­ tranjero, sino defenderse de él. Indig­ nante, ¿no?. Y nosotros, los españo­ les, ¿qué ley tenem os para regular la em igración clandestina de m arroquíes y argelinos y sobre todo para defen­ derles de la explotación de las gran­ des empresas constructoras y de los interm ediarios que los presentan en el m ercado de trabajo com o bestias en la feria?. ¿No seremos nosotros, los españoles, en el planteamiento de nuestra propia problemática de emigración más sui­ zos que los suizos?. ■ Angel Barrutieta Francia TERMINÓ LA LUNA DE MIEL DE LAS IZQUIERDAS FRANCESAS Los partidos izquierdistas de Francia llam aron a reunión; pero cada cual con distinta trom peta, de suerte que se produjeron disonancias. Las seis elecciones com plem entarias a la Asam blea Nacional de los últim os tiem pos han aportado un claro des­ plazam iento hacia la izquierda; pero al mismo tiem po term inó tam bién la luna de miel de Frangois M itterrand, lider de los socialistas, y Georges Marchais, jefe del PC. Los com unistas constatan ahora que ese desplaza­ m iento hacia la izquierda viene a favorecer solo a los socialistas. Peor aún, que los com unistas corren peli­ gro de dejar de ser el mayor partido de las izquierdas. Franqois Mitterrand lider de los socia­ listas, que ven posible la unión para conseguir sus fines. Las maletas siguen, por el momento, colgadas en los clavos, de las residencias de Suiza, en espera de un hipotético regreso. 44 ¿Quién tiene la culpa? Marchais cen­ sura a M itterrand que no se ha com ­ portado lealm ente y propugna el res­ tablecim iento del e q u ilibrio entre los partidos de izquierda. Pero, ¿se podía e xig ir de M itterrand que declarase a los electores: votad al candidato c o ­ m unista preferiblem ente que al mió aun cuando éste tiene m ejores pers­ pectivas de atraerse a gaullístas desengañados? En la gran asam blea de los socialisEXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Y LA OEA FUE NUEVAMENTE LA OEA Después de 12 años de haber ex­ pulsado a Cuba de la OEA (Organiza­ ción de Estados Am ericanos) y luego de 10 años de bloqueo político, eco­ nóm ico y cultural, se reunió la O rgani­ zación en Quito con el objeto, entre otras cosas, de d iscu tir y aprobar el fin de las sanciones a Cuba. Georges Marchais jefe del PC, que no puede abandonar la alianza, si no quieren quedar aislados. tas de todos los matices, M itterrand m anifestó aún con gesto concillante que continúa existiendo, por supuesto, la alianza de las izquierdas. Pero el líder del partido com unista reiteró los ataques a M itterrand, el cual replicó. El 15 de octubre debería haber tenido lugar una conferencia „cu m b re " de líderes de las izquierdas con la fin a li­ dad de poner en marcha un nuevo m ovim iento de masas contra la p olíti­ ca del presidente G iscard d'Estaing. Pero el día antes escribió M itterrand al PC una carta en la que, con pesar, tom aba conocim iento de los „in fu n d a ­ dos ataques“ de los com unistas y rehusaba la conferencia cumbre. El com entario del líder com unista Marchais no fue muy am istoso al de­ c ir que él no cede a presión alguna. Pero tras breve tiem po fue más suave el tono de los com unistas, los cuales saben que no pueden abandonar la alianza con los socialistas so pena que deseen retornar al antiguo ais­ lamiento. Probablem ente Marchais ha utilizado tonos fuertes contra M itterrand, por­ que en su partido están en marcha vehementes disputas. Los d o ctrin a ­ rios no com prenden que la d irección del partido relegue sus propios obje ­ tivos en favor de un com unism o de­ m ocrático ,,a la frangaise". Para en­ c u b rir contrastes sobre la actitud del liderazgo del PC y hallar una razón para el retorno de electores es bueno hallar un burro de carga, aunque éste sea el antiguo amigo Frangois M itterrand. ■ Hans Klein (Kölner Stadt-Anzeiger) EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Las sanciones a Cuba fueron pedi­ das por Venezuela en 1961 a raíz del apoyo cubano a los m ovim ientos gue­ rrilleros de ese país. El bloqueo fue acordado con los votos contrario de Chile, M éxico y Uruguay que esti­ maban im procedentes las cargas que se deseaban imponer. Pudo más la presión de los gobiernos m ilitares y el satisfecho apoyo de los Estados Uni­ dos y la OEA expulsó y castigó a un m iem bro que a lo más, m irado desde una posición liberal, había com etido los mismos delitos, en escala menor desde luego, que el gigante que ras­ gaba vestiduras. Porque si Cuba era acusada de introm isión en los asun­ tos internos de otros países m iem bros de la organización ¿qué era, entonces, el derrocam iento de Arbenz, Bahía Cochinos y tantas otras intervencio­ nes norteam ericanas en los te rrito rio s de los países m iem bros? Pero así se escribe la historia y la Cuba revolu­ cionaria fue segregada. T ranscurrió el tiem po inexorablem ente y Cuba afirm ó su carácter de país so­ cialista y Fidel Castro se legitim ó definitivam ente como su gobernante y conductor. Vinieron luego los fraca ­ sos del Ché en Bolivia, los problem as económ icos internos de los cubanos y la isla se desentendió algo de la problem ática latinoam ericana para concentrarse en su propio desarrollo. Por otra parte la reiterada interven­ ción de los Estados Unidos en todos los confines del continente m ostró a los países la inju sticia y despropor­ ción de las medidas de 1964. A fines de 1969 fue roto el bloqueo a Cuba con algunas partidas de fri­ joles y vino chileno que exportara un político de izquierda, pro du cto r agrí­ cola y am igo de Fidel Castro, con el apoyo y consentim iento del entonces C anciller chileno del gobierno dem ó­ crata cristiano, G abriel Valdés. A este tím ido inicio, le siguieron otras opera­ ciones y así paulatinam ente fue cayen­ do el hielo. Con el triunfo electoral de Salvador Allende, Chile dió el paso decisivo y abrió nuevamente relacio­ nes diplom áticas con el país caribeño, luego vino Perú, Argentina, Panamá hasta llegarse a la Asam blea de la OEA que ha tenido lugar en la capital de Ecuador en el mes de noviembre. En vista de las injustas y anacrónicas características del bloqueo a Cuba, Colom bia, Costa Rica y Venezuela presentaron una propuesta para le­ vantar las sanciones y perm itir a cada país un proceso de norm alización de sus relaciones con Fidel. La vuelta de Cuba al seno de la OEA no estaba en tabla, pues el propio Fidel la des­ carta al llam arla „el M inisterio de Co­ lonias de los Estados U nidos", afirm a­ ción que no se tom a por tan sin funda­ m ento cuando se ha participado en las reuniones de esa verdadera „casa de am or por d in ero " que ha sido en diversas oportunidades la organiza­ ción. Las negociaciones anteriores a la reunión perm itieron a los proponen­ tes estim ar que el asunto estaba arre­ glado ya que, aunque de manera ajustada, se contaba con los 14 votos necesarios para obtener los dos te r­ cios de las opiniones de la Asam blea y dejar sin efecto las sanciones. Se contaba para ello con que los Estados Unidos estaban de acuerdo con el fin a las sanciones (al parecer de ma­ nera muy clara por su política de dis­ tensión con la Unión Soviética) y por lo tanto esa opinión arrastraría, como ha sucedido históricam ente, a varios dictadorzuelos que sólo viven del oxígeno verde proveniente del Departamento del Tesoro y la explota­ ción a sus pueblos apoyados en las armas que les proporciona el mismo que les entrega el oxigeno verde. Sin embargo se produjo el recuento de votos y faltaron dos para llegar a la cuota exigida. Razones hay diver­ sas, el hecho final es que Cuba per­ m anecerá todavía algún tiem po semiaislada (ya muchos les perdieron el respeto a los aprem ios). Pero no finalizem os está inform ación sin hacer un breve com entario sobre los votantes en este „Jurado Todo­ poderoso“ . Proponentes: 3 gobierno que han sido elegidos por votación directa de su pueblo. Votan en contra: Chile, Uruguay y Paraguay que repre­ sentan a ojos de cualquier observador político im parcial, las dictaduras más feroces que vive hoy Am érica del Sur. Se abstienen: 5 dictaduras (Brasil, Guatemala, Haití, Bolivia y Nicaragua) y el gran interventor. Lo d ijim os en un párrafo anterior: Asi se escribe la historia. ■ 45 CHILE LA DESOCUPACIÓN Desde que los m ilitares asum ieron el poder en Chile, la situación económ ica se ha ido deteriorando en form a tan acelerada, que hasta grupos que se m ostraron al p rin ­ cipio com placidos por el cuartelazo, han ido cam biando visiblem ente su posición ante la Junta. Lo anterior no es un m isterio para nadie y las disidencias pueden leerse en la prensa diaria, a pesar de los ingentes esfuerzos que los m ilitares hacen para acallarlas. Lo que resulta más dram ático es la cadena de golpes que contnúan recibiendo las capas más pobres de la pobla­ ción. Ya se ha com entado en otra oportunidad la caída vertical que ha sufrido el poder de com pra de los asala­ riados, por obra de la com binación de un proceso infla­ cionario sin precedentes con una política deliberada de congelación de salarios. A ello se añade el fantasm a de la desocupación, que ya alcanza niveles extraordinarios y que, de acuerdo con las últim as inform aciones, amenaza con seguir avanzando. Se calcula que en la actualidad, no menos de 500.000 personas potencialm ente activas, se encuentran cesantes. Ello quiere d e cir que el núro de desocupados está alcan­ zando a proporciones que fluctúan entre el 15 % y el 18 % de la población activa. Para apreciar la m agnitud de estas cifras, baste d ecir que históricam ente dicha proporción ha variado entre el 4,5 % y el 8 % . Cuando, e xcepcional­ mente, alcanzó al 1 0 % , los gobiernos debieron moverse con celeridad para paliar el problema, considerado una verdadera catástrofe. 46 Los militares todo lo justifican Para los m ilitares no parece ser este un problem a digno de gran atención, pues casi todas las declaraciones al respecto coinciden en ju s tific a r la actual situación, sin presentar ningún tipo de soluciones, sino, por el contra­ rio, continuando con medidas que contribuyen a agravarla. Las justifica cion es son de todo tipo. Al p rincipio, se trató de una franca persecusión política, con la que se consi­ guió elim inar a varios miles de trabajadores que ni siquiera se atrevieron a volver a presentarse a sus trabajos, por tem or a la represión. Poco tiem po después, se hizo en el sector público una prim era lim pieza de tipo político, basada en el aparente objetivo de sanear la excesiva burocracia. Aunque en algunas reparticiones esta lim ­ pieza alcanzó caracteres notables, ese fue más bien un proceso desordenado de elim inación de enem igos y de personas de poca confianza. Hoy, las justifica cion es son algo más sofisticadas. En la A dm inistración Pública, uno de los objetivos de mayor preponderancia declarados por la Junta, es el de la rápida dism inución del gasto fiscal, como un medio, según se dice, de desacelerar el ritm o de inflación. En una declaración hecha al portavoz oficial de la Junta, el dia rio „El M ercurio “ , el M inistro de Hacienda dice textualm ente que el m enor nivel del gasto significará el despido de alrededor de 100.000 personas del aparato público. Ya se ha ordenado que cada m inisterio confec­ cione listas de personal que contengan, en una prim era aproxim ación, por lo menos un 20 % menos del que existía hacia fines del año pasado. Por otra parte, se su­ prim e term inantem ente toda nueva contratación, salvo, naturalm ente, casos que la Junta califique de excepcio­ nales. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Limpieza política con despidos En el sector privado, en donde los despidos han sido en mucho más alto número, los em presarios han recibido total libertad para hacer lim pieza política y elim inar per­ sonal innecesario, esto últim o con el objeto de elevar la eficiencia de la producción. Como de todos m odos existe un salario mínimo y se han otorgado algunos reajus­ tes, la libertad de despido sin mayor apelación está siendo utilizada en form a por demás hábil: se despide masiva­ mente obreros, especialm ente a aquellos que ya estaban sobre el mínimo y se recontrata los nuevos trabajadores necesarios, ahora al nivel mínimo. Con ello se consigue bajar substancialm ente los costos, aunque esas rebajas no se reflejan en m enores precios. Como la desocupa­ ción es extraordinariam ente alta, hay una situación de gran abundancia de buenos obreros que se conform an con el m encionado salario mínimo. La limpieza política ha perm itido elim inar sin problem as a aquellos trabajado­ res que tenían alguna representación sindical, cuyo ascen­ diente sobre el resto podría llevar a peligrosos intentos de reorganización. Como se sabe, están suprim idos todos los derechos de la clase asalariada, entre ellos el más im por­ tante, el derecho a huelga. Universidades autofinanciadas Otro fa cto r que contribuye a esta situación es lo que está o curriendo en las universidades del país. Como es cono­ cido, en los prim eros tiem pos después del golpe de Esta­ do, fueron suprim idas varias facultades, entre ellas algu­ nas de las más prestigiosas en Am érica Latina, y, con ellas, varios miles de alumnos, muchos acusados de ser activistas políticos. Esas personas, naturalm ente, presio­ naron aún más el d ifícil m ercado de trabajo, agravando el problem a de la desocupación. Ultimamente, la Junta decidió que en el futuro las universidades deberán autofinanciarse (desde sus comienzos, todas las universidades chilenas, incluidas las particulares, han recibido im portan­ tes recursos financieros del Estado, lo que les ha perm i­ tido subsistir, otorga r becas de estudio y, en fin, ir hacien­ do cada vez más dem ocrático el acceso a la enseñanza). Esta m edida transform a, prácticam ente, a las universida­ des en empresas y las obligará a elevar substancialm ente el valor de las m atrículas, para salvar su propia ren tab ili­ dad. Es fácil co le g ir cuáles serán los futuros alum nos uni­ versitarios. Los hijos de fam ilias modestas deberán seguir un cam ino irrevocable y que, en los últim os tiem pos, pare­ cía salvado definitivam ente: com enzar a buscar trabajo a la más tem prana edad posible. Oscuras perspectivas para todos Así, pues, las perspectivas para los trabajadores chilenosinclusive para muchos de „c u e llo blanco" — son realm ente obscuras. Por lo pronto, el estado de cesantía sin esperan­ zas está dando sus prim eros frutos: la delincuencia al­ canza grados alarm antes, batiendo todos los records, a pesar del „estado de guerra interna" y de las amenazas de las autoridades policiales. El General Baeza, D irector de Investigaciones, ha hablado de planes m aquiavélicos de grupos extrem istas, que fom entan y financian las actividades delictivas, con el fin de crear el caos. Pero el más elem ental sentido común desm iente esas afirm a­ ciones: ello no es más que un reflejo de la tragedia que se cierne sobre cerca de tres m illones de trabajadores, unos con salarios m iserables y otros cesantes. ■ PRECIOS Y SALARIOS EN CHILE Dentro del cuadro inflacionario tra d i­ cional de la econom ía chilena, el Estado ha cum plido, desde hace ya muchas décadas, el papel de regula­ dor de los precios internos. La Junta M ilita r ha decretado la libertad de precios para casi la totalidad de los productos. Esta m edida sugerida por el Fondo M onetario Internacional, había encontrado la reticencia de todos los anteriores gobiernos, con­ siderando las im perfecciones del m er­ cado, el abuso a que se instaba a buena parte de los em presarios y grandes com erciantes, y la im popula­ ridad consiguiente del gobierno en cuestión. anteriores, en vista de que el país debe im portar grandes cantidades de bienes de consumo y de m aterias p ri­ mas, im prescindibles por la insuficien­ cia de la producción interna. Entre el 11 de Septiem bre de 1973 y Marzo de La Junta obedece Otra de las sugerencias del Fondo M onetario a los m ilitares chilenos fue la devaluación acelerada de la m one­ da interna en relación al dólar. Esta m edida tam bién había sido conside­ rada cuidadosam ente por gobiernos EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 47 este año, el dólar de im portación fue alzado de E° 25 a E° 470, es decir, en un 1.880 % . Con la libertad de precios que la Junta ha otorgado a los em presarios, los mayores costos producidos por esta devaluación se han traducido en un im portante fa c­ tor de alza de los precios de venta, ya sea del artículo im portado o del que se produce con m aterial im por­ tado. Otro fa cto r im portante en el actual ritm o de inflación, es que los empresarios, dado el cuadro general infla cion ario del país, han com en­ zado a recargar por anticipado sus precios, con el objeto de no perjudi­ carse con la futura pérdida de valor de la moneda. Los precios suben y suben Todo ello ha derivado en una aguda revitalización del proceso inflaciona­ rio, en el campo de los precios libres. Los precios de los artículos de p ri­ mera necesidad, como el pan, azúcar, aceite, parafina (de mucha im portan­ cia para las fam ilias más modestas), locom oción colectiva, etc., continúan siendo fijados por el Estado. Pero ello, al paprecer, no se ha traducido com o en el pasado en una p ro tec­ ción efectiva de las mayorías popu­ lares, ya que estos precios han sido alzados más fuertem ente que los pre­ cios libres. Según cálculos m oderados, los pre­ cios, sólo entre el 11 de Septiem bre de 1973 y Marzo de este año, se han m ultiplicado, en prom edio, por lo menos por diez. Ante un alza prom edio del orden del 1.000 % de los precios, los sueldos y salarios necesitaban, obviam ente, de un reajuste al m enos cercano a dicho 48 porcentaje, que la Junta no podía otorgar, por sus com prom isos con el Fondo M onetario. Los sueldos y sala­ rios aumentaron, a fines de Diciem bre del año pasado, en cuatro veces. En Mayo últim o se dio un aum ento de 30 % más. libertades civiles, entre ellas el dere­ cho a huelga. Ello sirvió de base para que el sa crificio impuesto por la reconstrucción se distribuyera equi­ tativam ente entre toda la población, lo que evitó la creación de sectores m ar­ ginados y, por lo mismo, resentidos. Este no es, obviamente, el caso de Chile. Malas comparaciones De acuerdo con las inform aciones que dan los té cnicos de la Junta M ilitar, la pérdida de poder de com ­ pra de las entradas de obreros y empleados medios, se puede estim ar hasta ahora entre el 60 y el 70 por ciento. Sin considerar los efectos de otras m edidas de la Junta, como la gran desocupación que hoy existe en el país, concuerdan los observa­ dores en que una dism inución tan e xtraordinaria de sueldos y salarios reales, como la m encionada, significa, para la mayoría menos favorecida, la diferencia entre la pobreza y el ham­ bre. Los políticos que en Chile defienden las m edidas de la Junta, hace unos meses com paraban esta crisis con la que vivió Alem ania Federal después de la últim a guerra, en el m omento en que se liberaron los precios, con el objeto de avanzar hacia lo que se llamó econom ía social de m ercado. Desgraciadam ente, según la opinión de los entendidos, la com paración carece de base, entre otras razones, porque ese país gozaba de ciertas ventajas tanto de posición geográfica com o de trad ició n industrial de las que carece una nación subdesarro­ llada, com o lo es Chile. Hay que recordar, por otra parte, que en Ale­ mania, al tiem po que se liberaban los precios, se restituían todas las La economía produce contradicciones Talvez, más co rrecto sería com pararlo con el de la dictadura brasileña, a partir de 1964, dada la sim ilitud de las medidas económ icas adoptadas en ambos países. Aquí hay que tener en cuenta que el relativo crecim iento experim entado por Brasil en los ú lti­ mos seis o siete años se ha realizado en m edio de profundas desigualdades tanto sociales como regionales, y que, por otro lado, no hay equivalencia entre las potencialidades en recursos naturales, en población y en infraes­ tructura industrial entre las dos nacio­ nes, en el mom ento de com enzar a im plantar esta política. Lo que sí cabe preguntarse, es hasta cuándo podrán m antener los m ilitares la presión social que com ienza a exteriorizarse ya en sectores im por­ tantes de la clase m edia y que ame­ naza con prender en un proletariado cuyas tradiciones de lucha son sobra­ dam ente conocidas y que ha visto esfumarse repentinam ente todos sus derechos y conquistas. Por lo pronto, com ienzan ya a salir a flote algunas co ntradiciones en el seno de la Junta, respecto de estas im portantes cuestiones. ■ EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 CELEBRACION ble imagen de Pinochet en las pan­ tallas de T. V., que se d irig ió a la Na­ ción para pedir de ella más sacrificio por la „re con strucció n n acion al“ , co­ mo si el sa crificio de más de treinta mil victim as no fuese suficiente. C uriosam ente en los últim os días se ha desatado una campaña de diatribas con intenciones de llevar a un confrontam iento armado a Chile y Perú; esta campaña está orquestada en Chile por el diario El M ercurio y en otros países es alentada por los más grandes consorcios de la prensa de am erica latina, a excepción de M éxico que com prende de donde viene la jugada. Un m illón de parados „ce le b ra ro n “ en Chile el rescate de la austral nación del „M arxism o Internacional“ . Este y muchos otros encabezam ien­ tos podríam os usar para esta apre­ tada crónica, que trata de mostrar, cómo mueren las dem ocracias en el mom ento que sus carcom idas estruc­ turas dejan de ser herram ientas del capital foráneo y las m inorías o lig á r­ quicas. Más de cincuenta años de vida dem o­ crática y constitucional sostuvo el pueblo de Chile, sorteando toda clase de barreras, interpuestas por mano y dinero ajeno en el cam ino de su liberación total. La economía aliada de Pinochet. A quién le corresponde el Premio Nobel de la Paz Precio en vidas El tram o recorrido por los patriotas chilenos en casi cincuenta años, ha tenido un alto precio en vidas; los hechos del 11 de Septiem bre del 73 han venido a co rrob ora r una vez más, que la independencia total no se obtiene solo con votos depositados en urnas electorales; ésta se logra en la convivencia internacional con las potencias, a las que se debe exigir por sobre todo respeto y com pren­ sión a los anhelos de desarrollo e independencia que corresponde a EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 cada pueblo. El derecho a u tilizar en beneficio propio sus recursos natura­ les, los que hasta la fecha han ser­ vido solo para fin an cia r el alto nivel de vida de los países llamados indus­ trializados. Desagradable imagen Hace solo unas semanas el pueblo chileno debió soportar la desagrada­ Los hechos del 11 de Septiem bre del 73 que han significado la vida de un estadista de nivel intercontinental, S. Allende, la vida de decenas de miles de patriotas y otros tantos m iles que deben soportar la tortura diaria y la cárcel. Todo esto mueve a preguntarse, ¿le corresponde a Kissinger el Premio Nobel de la Paz, quién deberá indem ­ nizar a Chile del trem endo daño cau­ sado a su economía, y finalm ente quién pagará por la vida de todos los caídos? ■ 49 Hechos y personajes Palo astillado El Ayuntam iento de Oviedo ha tenido que reconocer la razón que le asistía a un sargento y un polícía m unicipal de aquel ayuntam iento que había de­ cidid o hacer „hu elg a de talonarios caídos" a fin de reclam ar un aumento en sus sueldos. En vez de hablar con los policías sobre sus más que justas demandas, aplicaron el rem edio del palo, in­ coando un expediente d iscip lin ario a los dos funcionarios. Esta m edida no hizo más que aumen­ tar el m alestar reinante entre los aplicadores de las m ultas y los ingresos del Ayuntam iento por este concepto iban dism inuyendo a ojos vistas, por lo que se decidió anular el expediente y prom eterles a los policías un aumen­ to del salario a fin de que siguiesen aplicando las multas. Orense y ahorrar El dia rio Pueblo ha hecho un com en­ ta rio respecto a como los otros diarios del país utilizan las noticias, d iciendo: „¿Pero quién ha dicho que en este país pasan c o s a s ? . . . ,La Región' — de Orense —, que se nutre en muy buenas y suculentas ubres económ i­ cas . . . Lo que se quiere es que se diga de una vez algo solvente sobre el .affaire' de la Caja Provincial de A horros de Orense, de la que tanto sabe ,La R egión1.“ Mala Obra El m édico del Sanatorio de la Obra 18 de Ju lio de Salamanca, extendió el c e rtifica do de defunción de una se­ ñora de 72 años y se lo entregó a los fam iliares de la misma. La fam ilia am ortajó a la señora y en ese mo­ mento la m ism a comenzó a quejarse. Un hijo de la „d ifu n ta “ se apresuró a llam ar al sanatorio para dar la n oti­ cia y reclam ar la presencia del me­ dico, pero tanto éste com o la en­ ferm era que recibieron sus llamadas le dije ro n que estaba obsesionado y le colgaron el telefono. 50 Pero su madre seguía dando señales de vida, por lo que decidió a llam ar a un m édico particular, él cual al com probar que la m ujer vívía, ordenó su inm ediato traslado a la Residencia de la Seguridad Social. Dos días despues la m ujer era dada de alta y salía por su píe, com pletam ente restable­ cida. Alcalde de reparto Los basureros de la empresa „Serconsa“ en St. Coloma, han decidido no recojer las basuras, hasta que la empresa les aum ente los salarios según la dem anda que han hecho. La huelga de los basureros ha preo­ cupado al A lcalde de aquella loca li­ dad, él cual s o licitó de la prensa que se dirigiesen a los vecinos pidién­ doles que ellos mismos barriesen las calles, cada uno su trozo. Por la misma razón cuando los co­ bradores o conductores de los medios de transporte, o los trabajadores de una fá brica hagan huelgas para apoyar sus reivindicaciones, el A lcalde pediría a los vecinos que realicen las fun­ ciones de los que están en huelga. ¿O será que el Alcalde de St. Coloma tiene relaciones económ icas con la empresa „S ervonsa“ y quiere que ésta m antenga sus beneficios, por aquello del reparto?. ■ Poderoso caballero.. La RFA y CHECOSLOVAQUIA han norm alizado sus relaciones dip lom áti­ cas definitivam ente. El Bundestag ha ratificado por 262 votos a favor y 167 en contra, el Tratado que regula las relaciones entre ambos países. Luego, en la capital del Rin, los m inistros de relaciones exteriores de ambos esta­ dos, Hans-Dietrich Genscher y Bohuslav Chnoupek, han intercam biado los docum entos de ratifica ció n respecti­ vos, poniendo en vigo r las d isp o sicio ­ nes de dicho tratado. De esta form a se coloca exitosam ente punto final a otra meta program ática de la Socialdem ocracia alemana: la norm alización de las relaciones con todos los esta­ dos del bloque oriental europeo. Si él lo d ijo ... El uso frecuente, incluso abusivo, de ciertos térm inos de sign ificación co­ mún para designar posiciones p olíti­ cas o actitudes espirituales, suele dar lugar a confusiones y m alentendidos que a veces cuesta trabajo aclarar. Así, como por ejem plo, los térm inos reformador, reformista y sus deriva­ dos, se utilizan en lo que diríam os la jerga política corriente, como antítesis definida de los conceptos de revolu­ cionario, revolución, etc. Sin embargo, a poco que analice­ mos el contenido real de los térm inos prim eram ente citados, habremos de e ncontrar que una revolución, en el orden político social, no es otra cosa que un conjunto de reformas más o menos profundas y decisivas. Ya lo había dem ostrado el sabio anarquista Elíseo Reclus cuando, en su obra fa­ mosa sobre estos temas, dem ostró que una serie de sucesivas reformas — principalm ente en el modo de pen­ sar y sentir de la gente — eran con­ diciones indispensables para que fuera posible realizar una auténtica revolu­ ción social. ■ Jacobo Prínce ¡Y dónde no! La Iglesia etíope ha sido, desde siem pre, el sostén más fiel de la corona, y por ende, del em perador Haile Selassie, ya que además era — y es - propietaria de enorm es propiedades y bienes. Sin embargo, pocos días después de la caída del em perador, el patriarca ortodoxo Teow opholos hizo público un com uni­ cado en el que afirm aba que „D ios bendecía el gran m ovim iento revolu­ cion ario d irig id o por las fuerzas arm a­ das con el sostén del pueblo etíope“ . Ni una palabra para el emperador. A eso se llama cam biar de barco a tiempo. Esperemos Para un proyecto de investigación que deberá hacer posible averiguar los efectos que factores quím icos del me­ dio am biente hacen sobre el cáncer, el M inisterio de Investigación y Tecno­ logía ha puesto a disposición mas de DM 780 mil. Como dió a co no cer en Bonn HANS MATTHÖFER (SPD), M i­ nistro de Investigación y Tecnología se iniciará un serio esfuerzo por lle­ gar a interesantes resultados en torno a los agentes de destrucción de célu­ las que puedan encontrarse en las hierbas de consum o animal. EXPRÉS ESPAÑOL / D iciem bre 1974 Llueve sobre mojado A RICHARD NIXON le llueve sobre mojado. El pragm ático ex-Presidente se ha derrum bado, moral, física y económ icam ente. A su renuncia, co­ mo culm inación del escándalo W ater­ gate y otras lindezas, le ha seguido un estado depresivo y errabundo que preocupa a las personas más próxi­ mas al político republicano. Fuera de eso sus „íntim os colaboradores" hacen leña del árbol caído y han acusado a Nixon de ser el respon­ sable intelectual de todo lo ocurrido, Sigam os adelante, luego del fin de su m andato presidencial se le agravó una trom b ofle bitis que lo tuvo pos­ trado y luego som etido a una deli­ cada intervención quirú rgica de la cual se repone, pero que en ningún caso significa que esté fuera de peligro. Por últim o deberá cancelar cuantiosas sumas por su proceso mé­ dico, pues alguno de sus colabora­ dores encargado de sus asuntos per­ sonales olvidó renovar su contrato de seguro contra enferm edades. Es co­ mo para creer eso de que „el que la hace, la paga". La murallita Los chinos se „o ccid e n ta liza n " a gran­ des pasos. Su últim a decisión im por­ tante ha sido a b rir la ruta Pekín— París con un Boeing 707 de Compa­ ñía de Tránsito Aéreo de China, la CAAC. En el futuro próxim o habrá un vuelo semanal entre la capital china y la ciudad-Luz. Program ado también está que la línea inicie pronto vuelos a Bucarest, Tirana y Belgrado como también a Ciudad de M éxico y M on­ treal. Le ha tomado gusto La cosa no se presenta mal para los dem ócratas en los Estados Unidos, pues durante una reunión de la d ire c­ tiva del Partido Republicano en W ashington, GERALD FORD, m anifes­ tó su decisión de „can did ate arse " nuevamente para la Presidencia de la República, a pesar de la evidente falta de popularidad actual del gobernante. Su política económ ica no precisam en­ te brillante, el indulto de Nixon, la defensa o aceptación de agresiones internacionales de los organism os de seguridad (la CIA en Chile) y, tam bién hay que decirlo, la sensación de estar frente a un hom bre algo torpe, son una carga pesada para un hom bre que EXPRÉS ESPAÑOL / Diciem bre 1974 deberá ganar una elección enfrentado a un Partido Dem ócrata libre de má­ culas im portantes desde 1968 y con grandes deseos de retornar al poder. Los resultados electorales de la Cá­ mara, el Senado y parte de las G ober­ naciones, en todas las cuales los republicano fueron derrotados con una am plitud jamás vista, le auguran a GEORGE MC. GOVERN, EDMUND MUSKIE, EDWARD KENNEDY o quien quiera que sea, un expectable futuro que se hace aún más prom isorio en vista de una eventual candidatura del actual Presidente. Se acabó Una señal más de la crisis argentina ha sido la renuncia del M inistro de Economía JOSE GELBARD. Gelbard, hom bre clave de la política del „P acto S o cia l“ y de la apertura com ercial argentina durante el gobierno de JUAN DOMINGO PERON, ha preferi­ do mandarse cam biar de su im por­ tante puesto. Las razones, según los observadores bien inform ados, son de dos clases: políticas, su d isco nform i­ dad con las nuevas tendencias d om i­ nantes en el gobierno de MARIA ESTELA MARTINEZ de PERON y de seguridad, la posibilidad de ser v ícti­ ma de un atentado, secuestro, ase­ sinato o cualquier disparate que se le o curra a alguno de los grupos de extrem a derecha que pululan en Argentina o bien . . . de algún grupo de extrem a izquierda que desee „ra d i­ calizar el p roceso“ . Reemplazante de Gelbard ha sido designado, com o era de esperar, un peronista de derecha: el ex-airector del Banco de la Nación, ALFREDO GOMEZ MORALES. masiva de los ugandeses de origen hindú y los hindúes que residían en Uganda. El país que cuenta con algo más de 10 m illones de habitantes y un ingreso per cápita estim ado en US 144, tiene 70 mil. W atusis fu g iti­ vos de Ruanda, 55 mil de Sudán, 33 mil de Zaire. El resto de la pobla­ ción está com puesta en un 50 % por grupos bantúes, fuera de ello suda­ neses, nilotas, hamitas, 9 mil euro­ peos (en su mayoría británicos) y pequeños grupos árabes. Amin gobierna apoyado por el Con­ greso Popular de Uganda. Desde 1966, año de la C onstitución Política de Uganda, se instituyo un sistem a de gobierno de partido único que fue finalizado en 1971 con la prohibición de los partidos políticos. Dama de compañía HELMUT KOHL, actual presidente de la CDU ha anunciado el próxim o Con­ greso de su partido para el mes de jun io de 1975. Junto con anunciar el evento político, el político conserva­ dor, inform ó a la prensa su decisión de presentarse nuevamente com o can­ didato a la presidencia de su partido. Además Kohl irá a la reelección como M inistro Presidente en R enannia/Palatinado con el objeto de afirm ar su alicaída posición interna en la CDU y no quedar abandonado en la carrera por la candidatura a la C ancillería Federal, candidatura que por ahora, con gran preocupación de los propios m ilitantes de la CDU, tiene visos de ser alcanzada por el jefe del ultra conservador grupo bávaro „c ris tia n o so cia l", FRANZ JOSEF STRAUSS ¡Y que hermosa se vería la CDU como dama de compañía de la CSU en la campaña electoral de 1976! Cría cuervos Unidades leales del e jército ugandés im pidieron hace algunas semanas un golpe de estado que se planeaba contra el inefable jefe de gobierno, IDI AMIN DADA. Los golpistas resul­ taron ser soldados de un batallón especial que preparara el propio Amin. Las razones del intento golpista se encuentran en la falta de salario y la mala com ida que recibían estos sol­ dados. Desde hace algún tiem po se rum orea insistentem ente el descon­ tento de im portantes sectores del e jé r­ cito ugandés. Amin está en el poder desde que dió un golpe de estado en 1971. Entre los hechos políticos que más notoriedad le han dado en el plano internacional, está la expulsión Falso cerrojo A pesar de todo, en la República Fe­ deral de Alem ania residen en octubre de 1974, 161 mil extranjeros más que en octubre del año anterior. Esto ha significado un aum ento del cuatro por ciento de la población no alemana de la RFA. La inform ación ha sido pro­ porcionada por la O ficina Federal de Estadísticas de W iesbaden (Das Sta­ tistische Bundesamt). El número total de residentes extran­ jeros alcanza la bonita suma de 4,1 m illones de personas, de ellas son 2,5 m illones m iem bros del sexo fuerte y 1,6 m illones entre señoras, señoritas y pequeñuelas. 51 libertad, de ahí el escaso eco que han hallado entre los electores los parti­ dos de la extrem a izquierda. G red a Después de la siniestra experiencia de una crim inal dictadura fascista, los griegos se han decidido, pues, por la vía conservadora para co nsolidar su nueva dem ocracia. Karamanlís, que desde una antigua posición derechista reaccionaria se ha convertido durante su exilio en „derecha civilizada" (una evolución como tam bién se ha dado bajo la dictadura franquista en mu­ chos antiguos reaccionarios españoles que hoy m ilitan en la derecha dem o­ crática en oposición al régim en), ha recibido del pueblo griego el encargo de afianzar y desarrollar la dem ocra­ cia en Grecia. ELECCIONES EN GRECIA Que viene el „coco“. .. En las elecciones parlam entarias griegas, las prim eras desde hacía diez años y después de siete años de d ictadura m ilitar, el partido conser­ vador „Nueva D em ocracia“ del prim er m inistro Konstantin Karamanlís ha conseguido una aplastante mayoría (el 54,37 por 100 de los votos em itidos). En segundo lugar, con el 20,42 por 100, han quedado situados los socialdem ócratas de la „U nión del C en tro “ del ex m inistro de asuntos exteriores, G eorgios Mavros, y, a bastante distancia, en tercer lugar, los socialistas del „M ovim iento Panhelénico“ de Andreas Papandreou. Con un 9,45 por 100 aproxim adam ente viajan en el furgón de cola del tren de la nueva dem ocracia helénica las izquierdas unidas com unistas. Y to ta l­ mente perdidos en el horizonte polí­ tico han quedado los partidarios de la dictadura fascista, reunidos en la „U nión N acional D em ocrática“ , que apenas si han obtenido un 1,1 por 100 de los votos. Interesantes conclusiones De las elecciones parlam entarias g rie ­ gas pueden extraerse interesantes conclusiones. En p rim er lugar han de­ m ostrado lo que siem pre hemos dicho con respecto a España: que el fascism o carece de arraigo popular y solam ente puede im ponerse por el te rro r o ficial y con el apoyo de fuer­ zas arm adas reaccionarias. En un ré­ gimen de libertades democráticas, ios fascistas o los ultras, como quiera llamárseles, quedan reducidos a una exigua minoría al margen de la socie­ dad democrática. En segundo lugar, las elecciones en G recia no han reflejado sinceram ente las preferencias políticas de am plios sectores del pueblo, en su fuero in te r­ no partidarios de Papandreou, sino que han sido expresión del instinto de conservación de las masas popula­ res, que justificadam ente han tem ido que un triun fo de las Izquierdas po­ dría provocar un nuevo golpe de Es­ tado por el Ejército, con el retorno de una nueva d ictadura fascista, p ropi­ ciada por los Estados Unidos que en Konstantin Karamanlis Juego democrático su psicosis anticom unista son espe­ cialm ente alérgicos a cualquier dem o­ cracia dem asiado izquierdista. La derecha dem ocrática, si no quiere convertirse en antidem ocrática, nece­ sita para el juego dem ocrático a la izquierda dem ocrática, aceptando sin reservas la eventualidad de la a lter­ nancia en el poder. Esta gran respon­ sabilidad para el futuro de la dem o­ cracia griega recae ahora sobre Kons­ tantin Karamanlís, que ha ganado las elecciones tam bién por el sentido co ­ mún de las izquierdas. En com para­ ción con los tenebrosos tiem pos pa­ sados, los griegos tienen m otivo para el optim ism o. Karamanlís no debe mal­ versar la confianza masivamente de­ positada en él. De ahí que los griegos hayan optado por la solución conservadora Kara­ manlís y después Mavros, y sólo en tercer lugar se hayan decidido por los socialistas de Papandreou. Karamanlís ha tenido como poderoso aliado el „c o c o “ de los tanques, cuya interven­ ción se temía (el propio Karamanlís ha repetido este argum ento en su campaña electoral) si la dem ocracia se desm adrase: es decir, si las iz­ quierdas hubiesen conseguido el po­ der a través de las urnas. Una v ic to ria d e l „M ovim iento Socialista Panhelénico" de Andreas Papandreou hubiese podido resultar una victoria p irrica en las d ifíciles circunstancias de los prim eros balbuceos de la nueva dem ocracia griega, surgida no por­ que el pueblo haya aplastado a la anterior dictadura, sino porque la pro­ pia dictadura se retiró por el foro, llam ando a los políticos, al verse in­ capaz de hacer frente a los graves problem as nacionales con m otivo de la crisis de Chipre. Factor imponderable En la actual situación española, los españoles se darían con un canto en los dientes por una solución de la dictadura a la griega. En un país como España, donde la cerrazón polí­ tica todavía es tan grande que ya despierta un enorm e caudal de adhe­ siones e ilusiones un enteco proyecto de asociaciones políticas, que por p rincip io excluye a todas las fuerzas políticas opuestas al régimen fran­ quista, la celebración de elecciones libres, en las que puedan p articipar en igualdad de condiciones todos los partidos políticos, no puede dejar de despertar envidias. Pero el E jército sigue siendo un fa c to r im ponderable y la nueva dem ocracia griega solam ente puede confiar en sus declaraciones de lealtad, siendo, en cualquier caso, Karam anlís el hom­ bre más indicado para tran qu iliza r a los m ilitares. Una tercera conclusión im portante de las elecciones en Gre­ cia ha sido que los radicalism os de izquierda no son atractivos para un pueblo que acaba de recuperar su Y quién sabe si recordando la larga dictadura fascista, y por el m iedo de que ésta se repita por un paso en falso, en el caso de una auténtica apertura (ojalá fuera ruptura dem o­ crática), tam bién una mayoría de los españoles se d ecidiría a aplazar para tiem pos más seguros su auténtica de­ cisión, votando a la derecha dem o­ crática para que algún día pueda triun far la izquierda. ■ Manuel Moral •J^cSUTJO n o j, 3 8 /.Í n f:0 P 11