Maniobra burda Con su absurda campaña „p ro PSOE“ , Arias persigue fundam entalm ente tres objetivos: reservarse una puerta de salida en el caso de que por fin se desplom e el tinglado franquista. Arias entonces com parecería como el hom ­ bre que honestam ente preparó la apertura. Por otra parte, el astuto polí­ tico franquista desea causar la im­ presión en el exterior de que su „lib e ra liz a c ió n “ va en serio, y de esta manera obtener un voto de confianza por parte de los países dem ocráticos para su operación de apuntalar el sistema, incluso „cam biando m ucho“ para que no cambie nada. Y en tercer lugar, especulando con la envidiosa suspicacia de otros grupos menos „fa vo re cid o s“ de la oposición, crearle tensiones al PSOE dentro del conjunto de las fuerzas antifranquistas. La m aniobra es hábil y burda al propio tiempo. Lo extraño es que piquen y le hagan el juego al presidente Arias Navarro políticos tan inteligentes como el profesor don Enrique Tierno Galván, que no se han planteado, por lo visto, en serio la cuestión de si su pactísmo „co n tra natura“ con derechistas com o su colega acadé­ mico don Rafael Calvo Serer y el PCE de Santiago C arrillo, no fortalecería más al Régimen, fom entando el pavor de los conservadores europeos al fan­ tasma de un „fre n te pop ular“ , que la tá ctica del PSOE de utilizar al máximo una, to le ra n cia “ , jam ás solicitada, nunca pactada y solam ente „co n ce ­ d id a “ por el peso de las realidades, para ir ensanchando día a día los m árgenes de libertad en España e ir potenciando al pueblo en su lucha por la dem ocracia. Los „u ltra s “ pare­ cen com prender m ejor la situación, por eso de que el instinto animal de conservación suple con creces al inte­ lecto. Las brutales acciones contra socialistas españoles en el 1 de Mayo solamente son la otra vertiente de la ambigua política del Régimen en su fase actual, caracterizada por el te rro r al cambio im pepinable y su debilidad para evitarlo. Por lo que respecta al PSOE, no creo que exista ningún dem ócrata, con un mínímo de sentido común, que se siga escandalizando porque no se le retire el pasaporte a determ inadas personas y busquen, por el contrario, una confirm ación de „existentes com ­ p licida de s“ con el Régimen en el hecho de que la policía política de Arias Navarro perfore a tiros el hígado y el riñón de un socialista, como en Barcelona, m ientras en M adrid los energúm enos de „C risto Rey“ , bajo las miradas com placientes de las lla­ madas fuerzas de orden público, mue­ len a palos a los seguidores de Pablo Iglesias. Seria aberrante. Tan aberrante como el argum ento de que el presidente del G obierno no tuviera el poder de co n tro la r a su propia policía. España y la OTAN: „¡dúchense, por favor!” España ha perdido tam bién en la guerra de Indochina. La baza fuerte del G obierno de M adrid en las con­ versaciones en torno a la renovación de los acuerdos sobre las bases hispano-norteam ericanas consistía en e xig ir de los Estados Unidos la firm a de un „tra ta d o de se gu rid ad “ entre ambos países, lo cual com prom etería a USA a la defensa del régimen espa­ ñol. Los negociadores norteam erica­ nos se han opuesto a esta exigencia franquista, aduciendo que el Senado jam ás dará su consentim iento a un tratado con la España de Franco. Sin em bargo — aunque el Senado con­ sintiera — la caída de las m arionetas fascistas de Pnom Pehn y Saigon, sin que los Estados Unidos, enfangados o£MOCf?ATizAcW ESTKUCTUßAS ASÍ MÉ . &USTA A MI*. , que: LA PARTíeiRAeúw Po l í t i c a p íd a í s , FU T& C Ü 5TÍC A wavf•í?)km*a£& 10 SlMOE-RAMeiA-te. 2 tú crees que tw> es-hs+u+o covwo esHe wos 3bnva hasta las cejas en el m artirio de los pueblos de Vietnam y Camboya, ha­ yan podido mover ni un dedo para ayudarlas, ha dem ostrado claram ente a los franquistas el poco valor que tendría sem ejante tratado para sos­ tener a un Régimen im popular. Ahora, la España de los herederos de Franco vuelve sus ojos a Europa y pide mercedes. La m erced que espe­ ran los albaceas del General de El Pardo: que Europa les abra por fin las puertas de la Com unidad Europea y de la OTAN. Pero Europa — según puso de m anifiesto el liberal-conser­ vador m inistro de asuntos exteriores de Bonn, Hans-Dietrich Genscher, durante su desafortunada visita a Es­ paña — solam ente podrá aceptar el ingreso de una España dem ocrática. La evolución en Portugal ha dado mucho que pensar a los dem ócratas europeos sobre los peligros del co­ m unismo, pero tam bién del fascism o que al hundirse sólo deja el vacio político. Quizá en este tira y afloja se halle la clave de esa „a p e rtu ra “ lan­ zada desde „A rrib a “ para m ostrar una intención de cam bio por parte del gobierno de Arias Navarro, con la retirada del principal estorbo: Fran­ cisco Franco. Tal vez, a ciertos cír­ culos conservadores europeos ya les baste una España de Juan Carlos y de Arias Navarro como interlo cu tora aceptable en las com uidades euro­ peas, principalm ente los partidos so­ cialistas y los sindicatos, insisten en que para entrar en Europa es preciso prim ero una buena ducha con desin­ fectante contra el tu fillo fascista. Y no, como insidiosam ente afirm aba cierto corresponsal de un diario facistoide alemán, por „espíritu de vengan­ za“ , sino sencillam ente por razones de pura higiene. ■ M. Moral EXPRÉS E S P A Ñ O L /J u n io 1975