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Rev Esp Anestesiol Reanim. 2013;60(6):313---319
Revista Española de Anestesiología
y Reanimación
www.elsevier.es/redar
ORIGINAL
Bloqueo axilar ecoguiado frente a bloqueo infraclavicular
ecoguiado para la cirugía de miembro superior
S. López-Morales ∗ , A. Moreno-Martín, J.D. Leal del Ojo y F. Rodriguez-Huertas
Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital General de Jerez de la Frontera, Jerez de la Frontera, Cádiz, España
Recibido el 7 de octubre de 2012; aceptado el 25 de febrero de 2013
Disponible en Internet el 15 de mayo de 2013
PALABRAS CLAVE
Bloqueo plexo
braquial;
Anestesia regional;
Ultrasonografía;
Bloqueo nervioso;
Cirugía del brazo;
Axilar;
Infraclavicular
∗
Resumen
Introducción: Con la incorporación de la ecografía en la práctica habitual de la anestesia regional, el bloqueo infraclavicular ha ido ganando popularidad. La mayoría de los abordajes de
anestesia regional del miembro superior tienen una alta tasa de éxito, y las diferencias en
la eficacia y en la calidad del bloqueo deberían favorecer la elección de una técnica frente
a otra. Nuestro objetivo fue evaluar si el bloqueo infraclavicular del plexo braquial presentaba
ventajas respecto al axilar en relación con los tiempos de instauración y efectividad clínica.
Métodos: Estudio comparativo, prospectivo, aleatorizado entre el bloqueo infraclavicular ecoguiado y el bloqueo axilar ecoguiado en la cirugía de miembro superior. Se evaluó el tiempo
anestésico total (definido como la suma del tiempo de realización del bloqueo y el tiempo de
instauración). Se registró la tasa de éxito (anestesia quirúrgica), la duración de la analgesia, el
dolor postoperatorio mediante escala visual analógica y la incidencia de complicaciones durante
y tras la técnica (hasta 24 h después).
Resultados: Se incluyeron 82 pacientes, que se dividieron en 2 grupos: bloqueo infraclavicular
(BI) (n = 42) y bloqueo axilar (BA) (n = 40). No se observaron diferencias entre los 2 grupos en
cuanto a tiempo de realización del bloqueo, tasa de éxito (90-95%) y dolor postoperatorio. Comparado con el abordaje infraclavicular, el grupo BA requirió un mayor tiempo de instauración,
10,2 min (DE ± 1,4) frente a 6,35 min (DE ± 2), siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p < 0,05). Además, hubo una mayor duración de la analgesia en el grupo BI que en el grupo
BA, 20 h (DE ± 1,36) frente a 13,70 h (DE ± 2,16), respectivamente. Las únicas complicaciones
registradas fueron punciones vasculares, que no tuvieron incidencias.
Conclusiones: El BI proporciona una eficacia similar, con un menor tiempo de instauración del
bloqueo y una analgesia más duradera que el BA.
© 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Publicado
por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: sabinalopez@hotmail.com (S. López-Morales).
0034-9356/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.redar.2013.02.012
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KEYWORDS
Brachial plexus block;
Regional anaesthesia;
Ultrasound;
Nerve block;
Arm surgery;
Axillar;
Infraclavicular
S. López-Morales et al
Ultrasound-guided axillary block versus ultrasound-guided infraclavicular block for
upper extremity surgery
Abstract
Background: Most upper limb regional anaesthesia techniques are successful, and differences
in efficacy should dictate the choice of technique.
Methods: This prospective, randomised study compares ultrasound-guided infraclavicular (IB)
and ultrasound-guided axillary brachial plexus blocks (AB) for upper limb surgery. Anaesthesia time (performance time and onset time) was the primary outcome measure. The success
rate (surgical anaesthesia), analgesia duration, postoperative pain scores, and the incidence of
complications over the following 24 h were recorded.
Results: A total of 82 patients were included in the study, and received either IB (n = 42) or
AB (n = 40). No differences were observed between the 2 groups in terms of total anaesthesiarelated time, performance time, success rate (90-95%), or postoperative pain scores. Compared
with the infraclavicular approach, ultrasound-guided AB group required a longer onset time,
10.2 min (SD ± 1.4), than IB group, 6.35 min (SD ± 2). IB was also associated with a longer analgesia duration than that of AB; 20 h (SD ± 1.36) versus 13.70 h (SD ± 2.16), respectively. The
only complications we observed were uneventful vascular punctures.
Conclusions: We can conclude that compared to ultrasound-guided AB, ultrasound-guided IB
provides a similar efficacy, a shorter onset time and longer lasting analgesia.
© 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Published
by Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Introducción
Aplicada a la anestesia regional, la ecografía bidimensional supone un gran avance hacia la visualización directa, y
aporta un gran número de potenciales ventajas. De Andrés
y Sala-Blanch resaltaron, en su primera revisión del bloqueo
del plexo braquial ecoguiado, la necesidad de un preciso
conocimiento de la anatomía topográfica, especialmente la
seccional1 .
Existen múltiples abordajes para producir un bloqueo del
plexo braquial2---4 . Los abordajes tradicionales tienen tasas
variables de éxito. El fracaso está normalmente asociado a
una mala distribución del anestésico local, bien por malposición de la punta de la aguja, bien por la tabicación presente
a ese nivel entre las diferentes estructuras. Por tanto, no es
de extrañar que las técnicas ecoguiadas se hayan vuelto tan
populares, ya que mejoran la tasa de éxito, simplifican la
técnica y disminuyen el tiempo de realización, reduciendo
las complicaciones5 .
El abordaje axilar ganó popularidad entre los anestesiólogos tras la publicación de Burham en 1959. Desde entonces
se ha convertido en el abordaje más usado para cirugía de
codo, antebrazo y mano, dada la seguridad que ofrece esta
técnica6,7 .
Sin embargo, no queda claro cuál es la técnica de elección
para la cirugía de antebrazo y mano; el bloqueo infraclavicular podría presentar notables ventajas frente al axilar, por
ejemplo, la distribución compacta del plexo a ese nivel permite una inyección única de anestésico local, que anestesia
simultáneamente los cordones nerviosos mediano, radial,
cubital, musculocutáneo y axilar. Otras ventajas del abordaje infraclavicular guiado por ultrasonido es la comodidad
en el posicionamiento del brazo (no precisa abducción) y la
facilidad de colocación de un catéter perineural para analgesia postoperatoria8 . Así, el bloqueo guiado por ultrasonido
tiene la ventaja de reducir los inconvenientes tradicionales
del abordaje infraclavicular, incluyendo la incomodidad del
paciente y la dificultad técnica. En un estudio reciente se ha
comparado el bloqueo infraclavicular guiado por ultrasonido
con el abordaje supraclavicular y axilar, encontrando cifras
similares en la calidad de la anestesia quirúrgica, así como
de los tiempos de bloqueo de los nervios mediano, cubital y
radial9 .
Este estudio prospectivo y aleatorizado ha sido diseñado
para comparar el bloqueo axilar con el bloqueo infraclavicular guiados por ultrasonido del plexo braquial en la cirugía
de miembro superior. Se parte de la hipótesis de que el
abordaje infraclavicular tendría un menor tiempo de instauración (tiempo transcurrido desde que se retira la aguja del
paciente hasta que se produce un bloqueo sensitivo-motor
efectivo) con la misma calidad del bloqueo que el abordaje
axilar. Como objetivo secundario se pretende objetivar las
diferencias en la duración y calidad de la analgesia en ambos
grupos.
Métodos
Tras obtener la aprobación del Comité Ético de Investigación y el consentimiento informado escrito de cada uno
de los pacientes, se incluyeron un total de 82 pacientes,
programados para cirugía de miembro superior (codo, antebrazo y mano), para recibir un bloqueo axilar (grupo BA,
n = 40) o infraclavicular (grupo BI, n = 42), ambos guiados por
ultrasonidos. Los pacientes fueron distribuidos en 2 grupos
siguiendo una secuencia aleatorizada generada por ordenador (www.randomizer.org). Los criterios de inclusión fueron:
edad entre 18-70 años, ASA (estado físico según la Sociedad
Americana de Anestesiólogos) I-III, e índice de masa corporal entre 20-35 kg/m2 . Los criterios de exclusión fueron:
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Bloqueo axilar ecoguiado vs. bloqueo infraclavicular ecoguiado para la cirugía de miembro superior
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Figura 1 Bloqueo infraclavicular ecoguiado. Posición de la sonda (izquierda). Imagen ultrasonido: arteria axilar(AA), recorrido de
la aguja (flecha), distribución en U del anestésico local.
rechazo por parte del paciente, coagulopatía significativa,
embarazo, resección contralateral pulmonar, fallo hepático
o renal, infección en el lugar de punción, alergia conocida a
anestésicos locales, déficit neurológico previo en la zona
a intervenir, cirugía previa en la zona axilar o infraclavicular
e infección sistémica.
A cada paciente se le administró sedación (midazolam
1-3 mg iv y fentanilo 50-100 mcg iv) para proporcionar el bienestar necesario durante la realización del bloqueo. Hasta
que la evaluación del bloqueo fue completada no se administraron otros sedantes. Con monitarización estándar no
invasiva, se realizó la técnica de forma aséptica, incluyendo
desinfección de la piel con clorhexidina 1%, gel estéril de
ultrasonido y funda estéril para la sonda (Vygon, Ecouen,
Francia). Se empleó un ecógrafo (MyLab25 Gold Esaote,
Florencia, Italia) y una sonda lineal de 7,5-12 MHz (LA523,
Esaote, Florencia, Italia). En ningún caso se utilizó neuroestimulación. Todos los bloqueos fueron realizados por
residentes de segundo y tercer año con una experiencia previa de al menos 5 bloqueos de cada grupo, supervisados por
anestesiólogos adjuntos del servicio con experiencia.
Los pacientes del grupo BI fueron colocados en decúbito supino con el brazo aducido y la cabeza girada hacia
el lado contralateral (fig. 1). Se exploró el área infraclavicular hasta identificar el eje corto de los vasos axilares. Se
usó la arteria axilar como punto de referencia. La sonda se
posicionó en plano oblicuo y parasagital, medial a la apófisis
coracoidea. Se insertó una aguja 21 G de 85 mm de longitud
(Locoplex, Vygon, Ecouen, Francia) en plano, avanzando en
sentido caudal y posterior al espacio neurovascular. Con la
aguja posicionada posterior a la arteria axilar, se inyectó el
anestésico local siguiendo un modelo de distribución en U.
El bloqueo axilar se llevó a cabo con el paciente en decúbito supino con el brazo en abducción de no más de 90◦ ,
y el codo flexionado. La sonda fue colocada transversalmente en el hueco axilar, obteniendo la mejor visión posible
en eje corto de la arteria axilar y del plexo braquial (fig. 2).
Con visualización directa y en plano se introdujo la aguja
21 G y 50 mm (Locoplex, Vygon, Ecouen, France) en sentido
posterocaudal hacia el espacio neurovascular. El anestésico
local fue inyectado posterior a la arteria axilar, visualizando una correcta diseminación y progresión del mismo en
todo momento alrededor de la arteria, «signo del donut».
A continuación se redirigió la aguja anterior a la arteria
axilar, donde se depositó un tercio del anestésico local. Se
inyectaron 2-3 ml de anestésico alrededor del nervio musculocutáneo.
En el caso de apreciar parestesias en el momento de
la técnica, la aguja era retirada 2-3 mm hasta el cese
Figura 2 Bloqueo axilar. Posición de la sonda (arriba). Imagen
ultrasonido: arteria axilar (AA), recorrido de la aguja (flecha),
distribución del anestésico local alrededor de AA (abajo).
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de estas, antes de la inyección del anestésico local. Si se
producía aspiración de sangre, la aguja era redireccionada
antes de la inyección de anestésico local, y quedaba
registrada como punción vascular (arterial, venosa o inespecífica). En ambos grupos el anestésico fue inyectado
en intervalos de 5 ml con aspiraciones intermitentes. El
anestésico utilizado fue levobupivacaína 0,5% y la dosis fue
acorde al criterio del anestesiólogo responsable, basándose
en la distribución del anestésico local alrededor de la
arteria axilar (15-20 ml) en ambos grupos.
El bloqueo motor y sensitivo fue evaluado a intervalos de
5 min hasta que el paciente estuvo preparado para la cirugía.
La evaluación del bloqueo motor se llevó a cabo mediante
la siguiente escala: 0 = función muscular normal, 1 = ligera
disminución de la fuerza muscular, 2 = movilidad muy débil,
3 = movilidad nula, mediante la prono-supinación del antebrazo, flexión del codo, flexión de la muñeca, oposición del
quinto dedo y del pulgar, para la valoración del bloqueo de
los nervios musculocutáneo, radial, mediano y cubital, respectivamente. El bloqueo sensitivo fue evaluado mediante
pinchazos en el área de inervación del nervio axilar (cara
lateral brazo), musculocutáneo (cara lateral del antebrazo),
radial (dorso de la mano), mediano (superficie palmar de la
falange distal del segundo dedo) y cubital (superficie palmar
de la falange distal del quinto dedo). La anestesia quirúrgica fue definida como la confortable para el paciente y
sin necesidad de suplementación del bloqueo o reconversión de la técnica. Si al inicio de la cirugía se detectaba
presencia de dolor en alguna región se reforzaba el bloqueo a nivel distal mediante ecografía, o bien por el mismo
cirujano. Tras asegurar que el bloqueo era satisfactorio y
según criterios del anestesiólogo, se administraron analgésicos y/o sedantes como remifentanilo y/o midazolam para
lograr una mayor comodidad del paciente durante la intervención. Todos los sujetos fueron tratados con analgésicos
menores en el postoperatorio (paracetamol 1 g/8 h iv).
Las variables principales del estudio fueron: el tiempo de
realización del bloqueo, definido como la suma de tiempo
de imagen (tiempo desde que se coloca la sonda ecográfica
sobre el paciente hasta que se obtiene una imagen satisfactoria) y el tiempo de punción (desde que la aguja atraviesa
la piel hasta que finaliza la inyección del anestésico local);
el tiempo de instauración, definido como el necesario para
conseguir un bloqueo sensitivo de los 3 nervios terminales del plexo braquial desde que finaliza la inyección del
anestésico local; y el tiempo anestésico total (la suma de
los 2 anteriores). El éxito de la técnica fue definido como
anestesia quirúrgica en los 4 territorios nerviosos (musculocutáneo, radial, cubital y mediano) en el momento del
inicio de la cirugía, sin necesidad de suplementación del
bloqueo o anestesia general. La duración del bloqueo analgésico fue definido como el intervalo entre la finalización
de la técnica y la primera demanda de analgésicos por el
paciente. Además se registraron los datos demográficos,
el tipo y duración de la cirugía, la tasa de éxito, la duración
de la analgesia, las puntuaciones de dolor postoperatorio
mediante EVA (0-10 mm; 0 = no dolor y 10 = máximo dolor) a
las 12 y 24 h, el grado de satisfacción del paciente con respecto a la técnica, mediante una escala de valoración del
0 al 10 (0 = totalmente insatisfecho y 10 = total satisfacción)
y la incidencia de complicaciones mediante un formulario
estandarizado. La administración de fármacos sedantes y
S. López-Morales et al
analgésicos intraoperatorios y la necesidad de bloqueo complementario o anestesia general también fueron registrados.
Análisis estadístico
El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS® versión 16.0 (SPSS, Inc., Chicago, Illinois, EE. UU.). Las variables
cualitativas se expresan como número y porcentaje, y las
cuantitativas, como media ± desviación estándar (intervalos de confianza al 95%). Para evaluar las diferencias de las
medias de las variables cuantitativas (sexo, edad y peso) se
utilizó la t de Student, y para datos no paramétricos (tiempo
anestésico total, tiempo de realización, tiempo de instauración, duración de la analgesia, EVA 12 y EVA 24), el test
U de Mann-Whitney. Para comparar las variables cualitativas se utilizó el test de Chi-cuadrado, y para las cualitativas
ordinales el de Mann-Whitney. Los valores de p < 0,05 fueron
considerados estadísticamente significativos.
Resultados
De los 82 pacientes aleatorizados en el estudio, 40 correspondieron al grupo BA y 42 al grupo BI. Las características
demográficas y clínicas basales fueron similares entre
los 2 grupos, incluyendo la localización de los procedimientos quirúrgicos (tabla 1).
No se observaron diferencias entre ambos grupos en
cuanto al tiempo anestésico total (BA 20 ± 2,81 min frente
a BI 17,75 ± 3,25 min) o el tiempo de realización (BA
10,9 ± 2,23 min frente a BI 11,4 ± 1,81 min). Sin embargo, el
tiempo de instauración del bloqueo fue significativamente
menor en el grupo BI, 6,35 ± 2 min, frente a los 10,2 ± 1,4
min en el grupo BA (p = 0,01).
No se encontraron diferencias en la tasa de éxito entre
los grupos, que fue del 90% en el grupo BA y del 95% en
el grupo BI. No se registraron molestias por el manguito de
isquemia, y los analgésicos y/u opioides de rescate no fueron
necesarios. Dos pacientes en el grupo BA y uno en el grupo
Tabla 1
Datos demográficos
Grupo BA, n = 40
Grupo BI, n = 42
Edad
58,7 (16,90)
52,88 (16,87)
Sexo
Hombre
Mujer
14 (35%)
26 (65%)
18 (42,8%)
24 (57,2%)
Peso
76,50 (11,5)
75,67 (11,47)
ASA
ASA I
ASA II
ASA III
11
25
4
13
24
5
Tipo de cirugía
Codo
Antebrazo
Muñeca
Mano
8
5
21
6
7
6
20
9
Las variables continuas se presentan como media (DE) y las variables categóricas como cuentas o porcentajes.
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Bloqueo axilar ecoguiado vs. bloqueo infraclavicular ecoguiado para la cirugía de miembro superior
Tabla 2
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Resultados
Tiempo de realización (min)
Tiempo de instauración (min)
Tiempo de anestesia total (min)
Duración analgesia (h)
EVA 12 h
EVA 24 h
Tasa de éxito
Punción vascular
Parestesias
Grado de satisfacción
Grupo BA, n = 40
Grupo BI, n = 42
10,9 (2,23)
10,2 (1,4)*
21 (2,81)
13,70 (2,16)**
1,05 (0,74)
1,45 (0,7)
90%
2 (5%)
4 (10%)
8,35 (0,81)
11,4 (1,81)
6,35 (2)*
17,75 (3,25)
20 (1,66)**
0,95 (0,7)
1,8 (0,91)
95%
1 (2,3%)
3 (7,15%)
9,04 (0,65)
Las variables continuas se presentan como media (DE), y las variables categóricas, como cuentas (porcentaje).
* p = 0,01.
** p = 0,001.
BI necesitaron un suplemento del bloqueo, debido a la prolongación de la cirugía. La anestesia general fue necesaria
en un paciente de cada grupo. También se detectó una diferencia estadísticamente significativa en cuanto a duración
de la analgesia, siendo mayor en el grupo BI (20 [± 1,66] h)
que en el BA (13,7 [± 2,16] h), p = 0,001 (tabla 2).
La diferencia observada entre los grupos en las valoraciones del dolor postoperatorio mediante EVA a las 12 y 24 h
no fue estadísticamente significativa, con una media de EVA
12 de 1,05 (± 0,74) y EVA 24 de 1,45 (± 0,7) para el grupo
BA, y EVA 12 de 0,95 (± 0,7) y EVA 24 de 1,8 (± 0,91) para
el grupo BI. Se registraron 2 punciones vasculares (venosas)
accidentales en el grupo BA y una punción arterial en el
grupo BI, sin consecuencias clínicas. No se observaron otras
complicaciones. La valoración global media por parte de los
pacientes en el grupo BI fue de 9,04 (± 0,65), mientras que
en el grupo BA fue de 8,35 (± 0,81). Una semana después de
la intervención, se realizaron llamadas telefónicas de seguimiento, sin documentarse casos de parestesia persistente u
otros síntomas relacionados con la anestesia.
Discusión
Este estudio prospectivo aleatorizado demuestra que el
tiempo de inicio de la anestesia fue menor en el bloqueo
infraclavicular guiado por ultrasonidos. El tiempo de realización y la calidad de la anestesia quirúrgica relacionada con
el tiempo fueron similares. Clínicamente hablamos de 4 min
de diferencia en cuanto al tiempo de instauración; quizás
sea necesaria una muestra mayor de pacientes para detectar una diferencia mayor. El bloqueo a nivel infraclavicular
ecoguiado es una técnica sencilla que se puede realizar con
un menor número de punciones y sin necesidad de movilización del brazo, especialmente en pacientes traumatizados.
Un hallazgo inesperado en nuestro estudio fue que la analgesia fuera más duradera en los pacientes del grupo BI en
comparación con el grupo BA.
Múltiples estudios comparan estas 2 técnicas ecoguiadas
con la neuroestimulación, pero pocos estudian las diferencias entre los distintos abordajes del plexo braquial
mediante el uso de la ecografía. No solo importa la tasa de
éxito del bloqueo, el factor tiempo anestésico se está convirtiendo en un elemento importante10 . Song et al. encontraron
diferencias en el tiempo de realización de bloqueo a favor
del abordaje infraclavicular (inyección única), con cifras
similares a las nuestras (622 ± 139 vs. 789 ± 131 seg), pero
por el contrario, con un tiempo de instauración del bloqueo
mayor a nivel infraclavicular (7,7 ± 8,8 vs. 1,4 ± 2,3 min), sin
diferencias en el tiempo anestésico total y tasas de éxito
similares. Destacan en este estudio los tiempos de instauración menores para el abordaje axilar (inyección múltiple),
que podrían ser debidos a que la técnica es perineural y
a que los autores consideran que el tiempo de instauración
empieza al inicio de la infiltración de los 4 componentes
nerviosos, y no cuando ha finalizado la técnica.
El tiempo de instauración del bloqueo menor y la analgesia más duradera en el grupo BI podría explicarse por la
anatomía del plexo braquial a nivel infraclavicular, donde los
cordones nerviosos del plexo discurren de forma compacta
alrededor de la arteria axilar. El estudio de imagen por resonancia magnética de Sauter mostró que los 3 cordones están
situados apenas a 2 cm de la arteria axilar y que el lugar de
inyección más próximo a los 3 cordones era posterolateral a
la misma11 . El uso de la ecografía para el bloqueo del plexo
braquial a este nivel ha ganado popularidad en los últimos
años. Es muy fácil de realizar, permite, en general, la visualización en tiempo real del haz neurovascular, el avance de
la aguja y la dispersión del anestésico local. La identificación de las estructuras nerviosas por ultrasonido puede ser
difícil a nivel infraclavicular. La visualización de la propagación de forma apropiada del anestésico local alrededor de la
arteria axilar ha sido descrita como un signo fiable para predecir el éxito de bloqueo11,12 . Esta técnica presenta una alta
tasa de éxito con una baja incidencia de complicaciones13 .
Tran et al. demostraron que administrando todo el volumen de anestésico local en un mismo punto posterolateral
a la arteria axilar, aquel crea una imagen sonográfica que se
denomina diseminación en U, o «signo de la doble burbuja».
Mediante esta técnica se produce un bloqueo sensorial completo en más del 90% de los pacientes14 . Estudios previos
aseguran que la técnica de inyección única es mejor que
la técnica de inyección triple, ya que es más rápida y más
sencilla15,16 .
A nivel axilar se siguió un esquema similar, visualizando
la distribución del anestésico local en forma del signo de la
doble burbuja, mediante la inyección posterior y anterior
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a la arteria axilar. Estudios previos han sugerido que una
inyección única posterior a la arteria axilar combinada con
un bloqueo periférico del nervio musculocutáneo guiado por
ecografía es clínicamente tan eficaz como la infiltración a
nivel del nervio mediano, cubital, radial y musculocutáneo
por separado5,17 . En ambos estudios, la aguja fue reposicionada para asegurar una completa difusión circunferencial
del anestésico local y confirmar que este se deposita dentro
de la vaina neurovascular del plexo braquial. La literatura
apoya la presencia de una vaina neurovascular del plexo braquial a nivel de la axila18 . Hay grandes ventajas en realizar
la técnica con menos punciones: el tiempo de realización es
menor y es más cómodo para los pacientes que las técnicas
de inyecciones múltiples. Aunque las técnicas de inyecciones múltiples se asocian con altas tasas de éxito (> 90%),
también están relacionadas con un riesgo de casi un 1,7%
de lesión nerviosa. Series publicadas utilizando este criterio
de valoración han obtenido bloqueos completos en el 9095% de los pacientes, y las tasas de éxito de la cirugía
se aproximan al 100%. Nuestros resultados muestran tasas
de éxito similares (anestesia quirúrgica) para ambos grupos
(95 frente a 90%), que no difieren de otros estudios. Para
cada abordaje, la alta tasa de anestesia quirúrgica semeja
los resultados de los estudios anteriores relativos a BI (8995%)3,9,13,16 y BA (89,3-100%)5,17,19 .
Las ventajas del bloqueo infraclavicular incluyen una
menor probabilidad de dolor del torniquete durante la cirugía, su facilidad de realización, la capacidad de anestesiar
simultáneamente los cordones de los nervios mediano, radial
y cubital, y el bloqueo más fiable de los nervios musculocutáneo y axilar en comparación con un bloqueo a nivel axilar2 .
En el abordaje infraclavicular el objetivo es el plexo braquial a nivel de los cordones que rodean la segunda parte
de la arteria axilar, proximal a la ramificación del nervio
musculocutáneo, axilar y nervios cutáneos del brazo. Perlas
et al. han observado que en comparación con los abordajes interescalénico, supraclavicular, axilar y humeral, en los
que el plexo braquial se visualizó en el 100% de los casos,
en el caso del infraclavicular se visualizó en solo un 27% de
los pacientes12,20 . Esta dificultad es debida a la profundidad
relativa del plexo braquial en el abordaje infraclavicular,
con la atenuación de los ecos que ello supone a través del
plano muscular pectoral, en comparación con los otros enfoques del plexo braquial. Es por ello que en este estudio no
fueron usados como referencia para asegurar la correcta
difusión del líquido. Algunos estudios sugieren que la abducción del brazo moviliza el plexo hacia la superficie, pero
la pleura, la costilla y el pulmón son menos frecuentemente identificados21 . Aunque Ruiz et al. concluyen que
la profundidad del pulmón no se modifica con el brazo en
abducción22 .
Somos conscientes de que el estudio no está exento de
limitaciones. Una de ellas fue la ausencia de cegamiento.
Lo ideal hubiera sido que una persona ajena al tipo de bloqueo realizara las pruebas sensoriales, motoras, evaluación
de anestesia quirúrgica y tiempo de instauración del bloqueo. Así mismo no existe homogeneidad en el volumen de
anestésico local empleado, que quedó a criterio del anestesiólogo. Un factor a tener en cuenta es que estas técnicas
son altamente dependientes del operador; a pesar de todo,
los bloqueos fueron realizados por residentes con un mínimo
de experiencia de 5 bloqueos previos, siempre supervisados
S. López-Morales et al
por un anestesiólogo experimentado en anestesia regional
ecoguiada.
El bloqueo infraclavicular ecoguiado es una técnica
segura y sencilla para proporcionar anestesia quirúrgica del
antebrazo, con una eficacia comparable a la de otros bloqueos del plexo braquial. Hemos llegado a la conclusión de
que en comparación con el bloqueo axilar guiado por ultrasonidos, el bloqueo infraclavicular ecoguiado proporcionó
una eficacia similar, un tiempo de instauración ligeramente
más corto y una analgesia más duradera. Los recientes trabajos comparando un abordaje frente a otro, así como
aquellos que comparan la técnica ecoguiada frente a la
neuroestimulación en bloqueos periféricos, abren nuevas
cuestiones que futuros estudios deberán aclarar. Serán necesarias más investigaciones para confirmar estas diferencias
entre ambas técnicas de anestesia regional ecoguiada.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Bibliografía
1. De Andrés J, Sala-Blanch X. Ultrasound localization in the
practice of brachial plexus anesthesia. Reg Anesth Pain Med.
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