Documento descargado de http://www.elsevier.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR de 72. La gasometría arterial se puede ver en la Tabla 1. Se decidió iniciar VMNI con interface Helmet modalidad BiPAP (Presión soporte -Ps- 15 cmH2O, PEEP 5 cmH2O y FiO2 0,8) con ventilador SERVO-I. Presentaba buena tolerancia disminuyendo la frecuencia respiratoria a 15 resp/min y no requiriendo el uso de una musculatura accesoria, permitiendo disminuir la Ps hasta 15 cmH2O y la FiO 2 0,8 en la primera hora. Existía una mejoría de la PO2/FiO2 de 100 con relación con la basal (Tabla 1). La interfaz era bien tolerada sin precisar sedación. Tras 48 horas fue dado de alta. El resto del tratamiento fue el habitual de un paciente crítico. En la gasometría arterial al alta (Tabla 1) se aprecia una notable mejoría. En la radiografía al alta no se aprecian alteraciones en el parénquima pulmonar. Se definió la hemorragia pulmonar difusa por la presencia de hemoptisis, infiltrados alveolares y caída del hematocrito. El paciente desarrolló un distrés respiratorio severo agudo (definido como disnea severa en un paciente que presenta más de 30 respiraciones por minuto, PaO2:FIO2 < 200, y que requiere el uso de musculatura accesoria para una ventilación adecuada3) que requiere la asistencia respiratoria mecánica4. Los hallazgos radiográficos que presenta el cuadro son nuevas opacidades alveolares difusas, en la fase de aguda de la hemorragia, usualmente bilaterales, respetando los ápices y la periferia pulmonar. Es difícil distinguirlos del edema pulmonar o de infecciones difusas. Se decidió utilizar para la VMNI la interface tipo Helmet ya que presenta potenciales ventajas frente a otras como son: la adaptación al cuello, permitiendo que las fugas sean mínimas y por lo tanto aplicable con respiradores diseñados para la ventilación invasiva, diseño transparente mucho más confortable para el paciente, permitiendo periodos más prolongados de aplicación con escasa o nula sedación y de forma continua todo lo cual evita la aparición de deterioros rápidos en el intercambio de gases que se produce al retirar estos dispositivos, con potenciales complicaciones para el paciente. La presencia de aberturas laterales permite la aspiración de secreciones y un acceso completo al paciente sin necesidad de retirarlo5. La mejoría en la primera hora de la PaO2/FiO2 en los pacientes en los que se emplea la VMNI es un factor predictor de buena evolución de la técnica6. Si la evolución del paciente no hubiera permitido continuar con la VMNI, habría sido necesario plantearse otras opciones, tanto para el control de la vía aérea (ventilación invasiva protectora con intubación orotraqueal (IOT), uso de óxido nítrico o posición de prono) como de la hemorragia (embolización mediante fibrobroncoscopia, factor VIIa o plasmaféresis)7. El empleo exitoso de VMNI en un paciente con hemorragia pulmonar aguda, por otra parte escasamente descrito en la literatura8,9 permitió evitar la IOT del paciente y con ello las potenciales complicaciones de la misma, que se ven acentuadas en pacientes con granulomatosis de Wegener10. BIBLIOGRAFÍA 1. Frankel SK, Cosgrove GP, Fischer A, Heehan RT, Brown KK. Update in the diagnosis and management of pulmonary vasculitis. Chest. 2006;129:452-65. 526 2. Leavitt RY, Fauci AS, Bloch DA, Huncler GG, Calabrese HH, Edwerthey SM, et al. The American College of Rheumatology 1990 criteria for the classification of Wegener´s granulomatosis. Arthritis Rheum. 1990;33:1101-7. 3. Antonelli M, Conti G, Pelosi P, Gregoretti C, Squadrone V, Rocco M, et al. New treatment of acute hypoxemic respiratory failure: Noninvasive pressure support ventilation delivered by helmet: A pilot controlled trial. Crit Care Med. 2002;30:602-8. 4. Jennette JC, Falk RJ. Small-vessel vasculitis. N Engl J Med. 1997;337:1512-23. 5. Redondo FJ, Madrazo M, Villazala R, Bernal G. Ventilación no invasiva con casco en un paciente postoperado de reconstrucción facial. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2008;55:128-30. 6. Antonelli M, Conti G, Moro ML, Esquinas A, González Díaz G, Confaloneri M, et al. Predictors of failure of noninvasive positive pressure ventilation in patients with acute hypoxemic respiratory failure: a multi-center study. Intensive Care Med. 2001;27:1718-28. 9. Rabe C, Appenrodt B, Hoff C, Ewig S, Klehr HU, Samerbrach T, et al. Severe respiratory failure due to diffuse alveolar hemorrhage: Clinical characteristics and outcome of intensive care. J Crit Care. 2010;25:230-5. 7. Haves-Bradley C. Hypoxia from vasculitic pulmonary hemorrhage improved by prone position ventilation. Br J Anaesth 2004:92:754-7. 8. Macri A, Stoica R, Ion I, Danila E, Tanaseanu S. Wegener granulomatosis with severe alveolar hemorrhagic syndrome. Pneumologia 2007;56:137-41. 9. Khan SA, Subla MR, Behl D, Specks U, Afessa B. Outcome of patients with small-vessel vasculitis admitted to a medical ICU. Chest. 2007;131:972-6. 10. Alaani A, Hogg RP, Drake Lee AB. Wegener´s Granulomatosis and subglotic stenosis:management of the airway. J Laryngol Otol. 2004; 118:786-90. V. Baladrón, F. J. Redondo, L. G. Collar, G. Bernal Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor. Hospital General de Ciudad Real. INTUBACIÓN TRAQUEAL MEDIANTE AIRTRAQ DE UNA PACIENTE PEDIÁTRICA CON SÍNDROME DE PIERRE ROBIN Sr Director: El síndrome de Pierre Robin se presenta con una incidencia de 1 de cada 30-50.000 recién nacidos. Fue descrito en 1923 por Pierre Robin1 y se caracteriza por la presencia de micrognatia congénita asociada a glosoptosis, y en más del 50% de los pacientes paladar hendido2. También hay defectos cardiacos o esqueléticos congénitos en el 25-30% de los casos. Debido a las múltiples alteraciones anatómicas que frecuentemente impiden la correcta ventilación e intubación, estos pacientes deben ser considerados, a priori, pacientes con intubación difícil3. Para el control de la vía aérea de pacientes pediátricos con malformaciones orofaciales se recomiendan técnicas que permitan la respiración espontánea tras la inducción inhalatoria, generalmente con sevofluorano. La técnica de elección, en el momento actual, para la intubación difícil es la intubación con el paciente en respiración espontánea, asistida por fibrobroncoscopio flexible, aunque existen nuevos dispositivos de intubación de manejo más sencillo que pueden ser considerados una alternativa al fibrobroncoscopio en pacientes pediátricos, con buenos resultados4. Los sistemas de laringoscopios ópticos y videolaringoscoRev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:524-531 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR pios permiten ver las estructuras anatómicas implicadas durante todo el proceso de intubación. El Airtraq (AJL, S.A. Álava, España), es un laringoscopio indirecto que consta de un conducto guía para el tubo endotraqueal y un conducto con un sistema óptico de alta definición que proporciona una imagen ampliada y de gran angular de la laringe y estructuras adyacentes durante toda la intubación. Incluye además un sistema antiempañamiento y una luz fría. Presenta un sistema de vídeo opcional acoplable que permite visualizar la intubación en un monitor externo. Presentamos el caso de una intubación guiada por Airtraq en una paciente pediátrica con síndrome de Pierre Robin y perforación gástrica que iba a ser intervenida de urgencia. Paciente de 14 años y 14 kg de peso, con retraso ponderoestatural grave, y síndrome de Pierre Robin, con marcada retro-micrognatia, paladar ojival, malposición dentaria, macroglosia, retraso psicomotor. Intervenida previamente de enucleación de ojo izquierdo por glaucoma congénito, y portadora de una gastrostomía percutánea para alimentación. La familia no aportaba informes anestésicos aunque referían que en otras intervenciones quirúrgicas se les informó de la enorme dificultad para la intubación traqueal de la niña. A la exploración se evidenció un grado de Mallampati IV, distancia tiromentoniana menor de 3,5 cm, importante retromicrognatia, apertura oral en torno a 1,5 cm, y movilidad conservada de la articulación atlantooccipital. La paciente había ingresado una semana antes por un cuadro de neumonía grave (tos, expectoración purulenta, fiebre y leucocitosis acompañada de insuficiencia respiratoria parcial) en otro centro hospitalario, y fue trasladada con deterioro clínico y en la radiografía de tórax aumento de la consolidación pulmonar izquierda y neumoperitoneo. Con la sospecha de perforación gastroduodenal o malfuncionamiento de la sonda de gastrostomía fue derivada a nuestro centro para laparotomía exploradora. Fue premedicada con 15 mg iv de ranitidina y 1,5 mg iv de ondansetrón. Se aspiró a través de la gastrostomía. Se monitorizó con ECG, presión arterial no invasiva y pulsioximetría. Se inyectó 0,3 mg de atropina iv y se realizó inducción inhalatoria con sevofluorano (Fi 8%) y O2 al 100% con el mantenimiento de la respiración espontánea en todo momento y tracción y elevación mandibular. En una primera laringoscopia directa mediante laringoscopio de Macintosh se comprobó un grado IV de Cormack-Lehane. Ante la sospecha de intubación difícil se disponía en quirófano de carro de intubación difícil completamente equipado, incluyendo fibrobroncoscopio flexible pediátrico. Como paso previo a la utilización del fibrobroncoscopio se había previsto un intento de laringoscopia mediante Airtraq (talla nº1), debido al bajo peso de la paciente y a la escasa apertura oral. Sobre el Aitraq se montó un tubo endotraqueal lubricado del número 5,0 Mallinckrodt sin neumotaponamiento, y se conectó mediante la cámara PAL del Airtraq al monitor externo. Tras la aspiración de las abundantes secreciones, se introdujo el Airtraq por vía media y con movimientos de tracción vertical para hacer visibles las cuerdas vocales. Se situó la punta del Airtraq por debajo de la epiRev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:524-531 glotis, se visualizó un paladar marcadamente ojival y una epiglotis móvil, alta y anterior y bajo la cual y con mínimos giros para salvar el aritenoides derecho, se introdujo suavemente el tubo endotraqueal entre las cuerdas vocales. Se confirmó la correcta posición del tubo endotraqueal y ventilación adecuadas mediante auscultación pulmonar bilateral y mediante capnografía. A continuación se administró una dosis de fentanilo de 30 µg y 8 mg de rocuronio. Se mantuvo la profundidad anestésica según índice biespectral con sevofluorano. La intervención transcurrió sin incidencias, realizándose piloroplastia ante el descubrimiento de una perforación pilórica y trasladándose a la paciente a la UVI pediátrica, intubada y conectada a ventilación mecánica. Previamente a su traslado se procedió a retirar el taponamiento faríngeo, constatándose una fuga aérea importante, por lo que se procedió al recambio del tubo del 5,0 por un tubo de 5,5 con balón, a través de un intercambiador de tubos tipo Cook (11 F, 3,7 mm de diámetro externo y 83 cm de longitud). La dificultad en la intubación traqueal es una causa importante de morbimortalidad en la práctica anestésica diaria, estimándose en un 5,8%5 de media, pudiendo ser mucho mayor la incidencia en grupos específicos de adultos como embarazadas y obesos (15%). Así mismo, se cifra la presencia de Cormack III o IV entre un 2-8%, resultando una intubación fallida entre el 0,13 y el 0,3% y ventilación fallida del 0,01 al 0,07%6. No se dispone de cifras absolutas de intubación difícil en niños, considerándose muy baja en pacientes sanos, muy por debajo de la frecuencia de los adultos. Sin embargo, las dificultades son más frecuentes en pacientes pediátricos con anomalías craneofaciales congénitas como la secuencia de Pierre Robin. En estos niños la dificultad para manejar la vía aérea se debe al tamaño de la lengua en relación a la mandíbula; la lengua se desplaza posteriormente e impide la alineación de los ejes laríngeo, faríngeo y oral durante la laringoscopia directa y la glotis no se puede visualizar. En el manejo de la vía aérea difícil (VAD) se recomienda la intubación traqueal asistida con fibrobroncoscopio flexible, tanto en adultos7 como en niños8, considerándose el método más seguro para la vía aérea, la intubación con el paciente manteniendo la ventilación espontánea. Este procedimiento puede ser más complicado en los niños, en los que es preferible una inducción inhalatoria, evitando en todo momento la utilización de bloqueantes neuromusculares debido a la probable obstrucción de la vía aérea por los tejidos blandos9. En los más pequeños con malformaciones orofaciales también se deben evitar los narcóticos y cualquier asociación de fármacos que puedan ocasionar depresión respiratoria y pérdida de tono de la musculatura faríngea por posible obstrucción de la vía aérea. Los pacientes portadores de anomalías craneofaciales como el síndrome de Pierre Robin suelen presentar problemas en el manejo de la vía aérea, tanto en la intubación como en la ventilación con mascarilla facial por la retromicrognatia asociada al síndrome existiendo una alta probabilidad de dificultad para la ventilación/intubación, constituyendo así, a priori, el peor escenario de VAD posible y 527 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 02/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR haciendo obligatorio el intento de la ventilación espontánea como paradigma de seguridad para el paciente. El laringoscopio Airtraq es un dispositivo útil en la intubación traqueal, y especialmente en los casos de VAD, por su sencillez de manejo, versatilidad, corta curva de aprendizaje, y ser desechable y de bajo coste. Ya disponemos de una gran variedad de modelos, incluyendo los tamaños pediátricos. El tamaño estándar para uso en adultos (talla nº 3) acepta tubos endotraqueales de entre 7,0 y 8,5 mm de diámetro interno. Existe un tamaño menor (talla nº 2) para tubos endotraqueales entre 6,0 y 7,5 mm. En cuanto a los modelos de uso pediátrico se encuentran la talla 1, para tubos de tamaño entre 3,5 y 5,5 mm y la talla 0 para tubos de 2,5 a 3,5 mm. Como inconvenientes, la presencia de sangre y secreciones abundantes puede dificultar la técnica y requiere un mínimo de apertura bucal para su introducción según los tamaños. La talla 3 requiere un mínimo de apertura oral de 18 mm, la talla 2 de 16 mm, y las tallas pediátricas de 12,5 mm. Ante pacientes adultos con laringoscopias directas previas dificultosas (grados III y IV de Cormack-Lehane), y que sugieren VAD, se ha demostrado que un alto porcentaje se rescata a laringoscopia con visión de estructuras glóticas equiparable a Cormack I, II con el empleo del Airtraq10. Además, una de las ventajas que se vieron con el empleo del laringoscopio Airtraq es la capacidad de visualizar las estructuras glóticas sin necesidad de alinear los ejes oral, faríngeo y laríngeo11. Recientes publicaciones señalan que en los niños, gracias al Airtraq, se ha podido observar una mejor visión y exposición de la glotis que mediante laringoscopia directa tradicional. También se ha comprobado que el canal lateral del Airtraq facilita la intubación traqueal y el manejo de la vía aérea pediátrica12. Entre los aspectos positivos que puede presentar Airtraq respecto a otros laringoscopios está la capacidad de ver durante todo el proceso de intubación las estructuras anatómicas implicadas, que también pueden aportar otros videolaringoscopios. Un estudio reciente realizado en un simulador de VAD refiere que los laringoscopios Airtraq, Glidescope y MacGrath presentan ventajas respecto al laringoscopio de Macintosh 5, entre ellas mejor visión glótica, menor incidencia de trauma dental, menor tiempo en la intubación orotraqueal y una menor tasa de fallos. De entre los tres dispositivos, Airtraq fue el que permitió una intubación más rápida. Además de esta capacidad de visión continua en tiempo real del procedimiento de intubación endotraqueal, se han diseñado monitores que facilitan aún más la laringoscopia directa con Airtraq13 y con ello, el aprendizaje tutelado. Nuestro caso demuestra que la intubación mediante Airtraq manteniendo ventilación espontánea es una alternativa eficaz, rápida y segura en casos de VAD anticipada en pacientes pediátricos a considerar frente al uso de fibrobroncoscopio, presentando como ventajas sobre éste, que su diseño permite la visión de la glotis sin alinear los ejes oral, faríngeo y traqueal, no requiere un entrenamiento prolongado para su manejo, son pocos los medios necesarios para su uso y la preparación es sumamente sencilla. 528 Es necesario disponer de un mayor número de estudios clínicos para determinar su papel en el algoritmo de la vía aérea pediátrica. BIBLIOGRAFÍA 1. Robin, P. Backward lowering of the root of the tongue causing respiratory disturbances. Bull Acad Natl Med. 1923;89:37-41. 2. Dennison WM. The Pierre Robin syndrome. Pediatrics. 1965;36:336. 3. Anaesthesia for plastic and craniofacial surgery. Oxford: En: Brown TCK, Fisk GC ed. Anaesthesia for children. 2ª ed.; 1992. pp. 24965. 4. Pean D, Desdoits A, Asehnoune K, Lejus C. Airtraq laryngoscope for intubation in Treacher Collins Syndrome. Pediatr Anesth. 2009;19:698-9. 5. Savoldelli GL, Schiffer E, Abegg C, Baeriswyl V, Clergue F, Waeber JL. Comparison of the Glidescope, the McGrath, the Airtraq and the Macintosh laryngoscopes in simulated difficult airways. Anaesthesia. 2008;63:1358-64. 6. Siga T, Wajima Z, Inoue T, Sakamoto A. Predicting difficult intubation in apparently normal patients. A meta-analysis of bedside screenig test performance. Anesthesiology. 2005;103:429-37. 7. Crosby ET, Cooper RM, Douglas MJ, Doyle DJ, Hung OR, Labrecque P, et al. The unanticipated difficult airway with recommendations for management. Can J Anaesth. 1998;45:757-76. 8. Benumof VL. Management of the difficult adult airway with special emphasis on awake tracheal intubation. Anesthesiology. 1991; 75:1087-110. 9. Wheeler M, Ovassapian A. Pediatric fiberoptic intubation. Philadelphia: Lippincot- Raven; 1996. pp. 105-15. 10. Rasch DK, Browder F, Barr M, Greer D. Anaesthesia for Treacher Collins and Pierre Robin syndromes: A report of 3 cases. Can Anaesth Soc J. 1986;33:364-70. 11. Krasser K, Missaghi S, Lackner-Asserhofer H, Moser A, Zadrobile KE. The Airtraq optical laryngoscope: experiences with a new disposable device for orotracheal intubation. Anaesthesia. 2008;63:138791. 12. Hirabayashi Y, Shimada N. Airtraq optical laryngoscope: initial clinical experience in 20 children. J Anesth. 2010;24:148-9. 13. Hirabayashi Y, Seo N. A monitor to facilitate use of the Airtraq laryngoscope. Anaesthesia. 2007;62:1081. A. C. Morales1, L. San Norberto1, R. M. Prieto2, P. Santos3, C. Muriel1 1 Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor. Hospital Universitario de Salamanca. 2Servicio de Anestesiología. Hospital Virgen de la Concha. Zamora. 3Servicio de ORL y PCF. Hospital Universitario de Salamanca. ADMINISTRACIÓN ACCIDENTAL DE UNA DOSIS EXCESIVA DE MORFINA EPIDURAL Sr Director: El control del dolor postoperatorio requiere un abordaje multimodal, sobre todo en cirugía mayor, y en especial en las toracotomías, en las que el uso de la analgesia epidural con anestésicos locales y opiáceos se ha mostrado eficaz, asociada a la administración de AINEs intravenosos. Por sus potenciales efectos adversos, el uso de la vía epidural, y de perfusiones de anestésicos locales y de opioides requiere una monitorización estrecha y el control por personal especializado, como el de las unidades de dolor agudo (UDA). Presentamos un caso de depresión respiratoria graRev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:524-531